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Educación y Pedagogía en el marco

del neoliberalismo y la globalización

Raquel Rivero Bottero

En este trabajo se propone el análisis y la crítica ideológica a concepciones Palabras clave


del sentido común acerca de la educación, la Pedagogía, el neoliberalismo
y la globalización. Se trata de una exploración de la génesis institucional Pedagogía
moderna de estas concepciones, al tiempo que se proponen consideracio- Política
nes para pensar sus relaciones no evidentes. Un propósito central es esta- Globalización
blecer la relevancia de las mediaciones pedagógicas en la superación de las
concepciones del sentido común, al tiempo que se valora a estas últimas Neoliberalismo
como una forma de conocimiento fundamental desde el cual deberían es- Aprendizaje
tructurarse las prácticas educativas en sentido amplio, y particularmente Educación
las institucionales. Todo el análisis se propone en el marco de una con-
Ideología
cepción de educación que, al tiempo que va más allá de las instituciones
educativas formales, regresa a ellas, particularmente a la formación do-
cente, reconociendo su papel social fundamental desde la dialéctica entre
lo instituido y lo instituyente.

In this paper a proposal is made for the analysis and ideological critique Keywords
of common-sense conceptions regarding education, Pedagogy, neo-
liberalism and globalization. It is about an exploration of the modern Pedagogy
institutional evolution of these conceptions, whilst proposing considera- Politics
tions to reflect upon the non-evident relationships between them. The Globalization
main purpose of this paper is to establish the relevance of the pedagogical
mediations in overcoming common-sense conceptions, whilst valuing the Neoliberalism
latter as a form of fundamental knowledge upon which the educational Learning
practices should be structured in a broad sense and, in particular, in an Education
institutional sense. The whole analysis is proposed within the framework
Ideology
of the conception of education which, whilst going beyond the bounds of
the formal educational institutions, returns to them, especially with re-
gard to teacher training, by recognizing its fundamental social role from
the perspective of the dialectics between the instituted and the instituting.

Recepción: 20 de septiembre de 2011 | Aceptación: 11 de diciembre de 2011


  Magister en Educación. Investigadora y docente efectiva por concurso en el Centro Regional de Profesores del
Centro (CERP), sede Florida, República Oriental del Uruguay. Líneas de investigación: educación, Pedagogía, en-
señanza, aprendizaje, instituciones educativas, políticas educativas, diseño curricular y formación docente. Publi-
caciones recientes: (2012), “La educación, derecho inalcanzable para muchos”, en Derechos Humanos en el Uruguay,
Informe 2012, Montevideo, Servicio Paz y Justicia en América Latina (SERPAJ); (2011), “Lenguaje, política y Peda-
gogía”, Perfiles Educativos, vol. XXXIII, núm. 134, pp. 155-170. CE: rrivero98@gmail.com

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…díganme dónde está el trabajo en interior de las instituciones educativas. Por
un tipo de sociedad y les diré dónde el contrario, este ámbito exige ser estudiado,
está la educación. en el entendido de que siempre existe algún
(Mészáros, 2008)
nivel de prácticas contra-hegemónicas de las
que es necesario tomar conciencia para forta-
Introducción lecerlas en aras de la transformación, perspec-
tiva pedagógica que convive con otras, más o
El presente trabajo pretende aportar al aná- menos conflictivamente. Puede entenderse a
lisis de la convicción social de que no existe la Pedagogía como una pluralidad discursiva
relación entre neoliberalismo y globalización que da cuenta de estos fenómenos de diferen-
por un lado, y la tarea cotidiana de educar por tes maneras: al tiempo que se instala como
otro, ya que en el interior de la misma convi- discurso legitimador de lo existente y lo inves-
ven convicciones que remiten a las concepcio- tiga descriptiva e incluso interpretativamente,
nes mismas de neoliberalismo, globalización, construye una presencia crítica con prácticas
educación y Pedagogía. Éstas tienen un fon- de investigación también interpretativas pero
do de verdad parcial, gracias al trabajo que la con un propósito transformador, aunque és-
ideología dominante1 realiza día a día, con la tas sean, a nuestro criterio, más escasas.
invalorable ayuda de los medios masivos de Interesa trabajar el tema particularmente
comunicación. Que sean verdades parciales con respecto a la formación docente tradicio-
ayuda a transformarlas en grandes desacier- nalmente organizada para pensar el aula, la
tos y obstáculos para comprender y transfor- institución, y, últimamente, más proclive a
mar el mundo depredador en el que mal viven incluir la concepción de redes institucionales
millones de personas en el mundo. (centro educativo, familia, organizaciones de
La tesis de la cual se parte es que el neo- la salud, sociales, deportivas, y culturales en
liberalismo, la globalización y la educación, general), pero no mucho más. Es difícil en-
son prácticas sociales que conforman una contrar, más allá de los discursos, propues-
totalidad socio-político-económica y cultural tas prácticas que levanten la mirada al tipo
no exenta de contradicciones. Estas últimas estructural de sociedad en el que se inscribe
alientan y promueven tanto su legitimación la práctica educativa y las relaciones peda-
como su superación. En otro orden, se con- gógicas que la atraviesan, para conformar
sidera probable que dicha superación cumpla proyectos políticos, económicos y sociales
su proceso en prácticas educativas en sentido nacionales; y menos aún, pensar la tarea de
amplio, y no tanto en el sentido restringido educar con relación a los vínculos interna-
de educación al interior de las instituciones cionales, regionales cercanos, o más o menos
educativas. Esto parece obvio por ser las ins- lejanos. Estos aspectos quedan restringidos
tituciones educativas la concreción de proyec- a pocos espacios académicos, raramente
tos político-pedagógicos más direccionados interdisciplinarios e inter-áreas,2 paradóji-
que las prácticas educativas no formales que camente mayoritarios en el inicio de la for-
atraviesan la vida cotidiana. Lo planteado no mación docente, los cuales van entrando en
es obstáculo para realizar el análisis hacia el retroceso a medida que se acerca el momento

1 Se entiende por ideología dominante a la imposición arbitraria de formas de entender el mundo, a través de los sis-
temas educativos, los medios masivos de comunicación y las prácticas cotidianas de trabajo y retribución salarial,
entre otras prácticas humanas. Supone una naturalización del mundo tal y como es, en sus aspectos culturales,
laborales, políticos, económicos, de participación, etc.., de manera que no es posible cambiarlo o no vale la pena
intentarlo.
2 Ciencias sociales y Ciencias de la naturaleza, aun cuando nos preguntemos si alguna ciencia no es social, tema
álgido si los hay y que excede los propósitos del presente trabajo.

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de la titulación. En términos generales, pare- la construcción social del conocimiento, y
ciera que se fuera perdiendo interés en todo también, en la mayoría de los casos, de la
aquello que se aleje de unos contenidos es- diversidad de concepciones, muchas veces
trechamente ligados a las prácticas de aula y contradictorias entre sí, de las cuales provie-
la asignatura correspondiente al profesorado nen y que coexisten en nosotros. La forma en
en curso. Esto tiene explicaciones muy varia- que habitualmente se piensan la educación, la
das que exceden los propósitos de este traba- economía y la política, guarda en su seno ver-
jo, pero que puede abordarse en numerosa dades parciales que no son, salvo para quienes
bibliografía.3 se dedican a ello, objeto de análisis en aras de
Se entiende que la fuerza ideológica (en el síntesis superadoras de las contradicciones.
sentido de “falsa conciencia” de Marx) de esta La propuesta no apunta a un ejercicio bizan-
modalidad de comprensión y trabajo durante tino o a un devaneo intelectual, sino a con-
la formación docente, y luego en el proceso de tribuir en el trabajo de transformar nuestras
inserción laboral en las escuelas (primarias, conciencias en las praxis para no renunciar
medias y superiores), es una aliada poderosa a teorizar y a pensar más allá del “horizonte
de un sistema que cobra más fuerza en la me- de significación” ya logrado (Zemelman, 1992:
dida en que devienen invisibles los vínculos 32-52). Es propósito también de este trabajo,
entre el proyecto político-productivo y el pro- contribuir a la reflexión acerca de la necesidad
yecto pedagógico. de humanizar la vida en sus múltiples expre-
siones materiales y culturales, en medio de la
Lo que se cree y sus posibles deshumanización arrolladora que trae en su
dimensiones de análisis seno el polifacético sistema capitalista en el
que vivimos.
Se explicitarán algunas concepciones que son Se expondrán entonces, en este apartado,
parte del sentido común (Gramsci, 1986: 7-17) las convicciones triunfantes respecto a los
y que han cobrado fuerza en distintas épocas conceptos mencionados y algunas interpreta-
a las que se hará referencia en forma sucinta. ciones que intentan dar cuenta de las razones
Las concepciones son educación, Pedagogía, de su hegemonía (Gramsci, 1986: 16-17).
neoliberalismo y globalización.
Una precisión es necesaria: en la misma Educación
línea de pensamiento gramsciano, el sentido Respecto a la educación, es común conside-
común no es considerado peyorativamente, rarla desvinculada de los fenómenos políti-
o como algo desechable y/o indeseable; por cos, económicos y sociales más amplios, ex-
el contrario, en este trabajo se considera que ceptuando una relación educación-trabajo en
concentra la cultura de los pueblos, las ideas sentido restringido y para algunos sectores de
dominantes y las hegemónicas en un entra- la sociedad: los más pobres.
mando contradictorio que exige análisis. A Esta perspectiva del des-vínculo entre po-
éste sólo tienen acceso algunos sectores de la lítica y educación se originó —para la escuela
sociedad, y en eso reside la fuerza de su per- moderna— durante el proceso de normali-
sistencia acrítica. Realizar un análisis crítico zación (Davini, 1997: 21-41) que en Uruguay
de lo que comúnmente se piensa “por cos- inicia con la reforma vareliana (Bralich, 1989;
tumbre”, no significa indefectiblemente un Rodríguez et al., 1985; Rama, 1957; entre otros),
rechazo posterior, pero sí significa, siempre, cuando en 1877 se implementó un sistema de
tomar conciencia del origen social y políti- escuelas primarias públicas, gratuitas y laicas,
co de esos pensamientos, de su relación con al tiempo que se abrían centros de formación
3 Contreras, 1994; Cullen, 2000; Mészáros, 2008; Sanjurjo, 2002; Rivero, 2007, entre otros.

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para maestros. Como emergente de una épo- burguesías triunfantes la escuela, cerrada
ca, y con la dirección cultural de sectores de para disciplinar e instruir (que no educar) a
clase4 media y alta que proponían el olvido los ciudadanos, fuera coherente en sus fun-
de las guerras civiles que caracterizaron el ciones. Ahora bien, el solo hecho de instalar
surgimiento de la nación, se instaura un ima- la pregunta de las causas que formatearon de
ginario colectivo que separa en forma tajante tal manera los conceptos de educación, escue-
la educación de la política, entendiendo a esta la y contenido escolar, ofrecen por lo menos
última en el sentido restringido de pertenen- la posibilidad de iniciar una construcción
cia y accionar dentro de un partido político. inacabada de prácticas que ofrezcan nuevas
Como consecuencia, y en términos ge- dimensiones a esos mismos conceptos y dina-
nerales, la vida cotidiana en las instituciones micen dialécticamente, al mismo tiempo, las
educativas parece definirse y configurarse prácticas educativas.
durante el siglo XX en forma ajena a lo que su- Muchos fueron los educadores que en el
cedía en el país y en el mundo, y más si tenía siglo XX y en todo el mundo comenzaron la
que ver con política y/o con economía.5 Esto tarea de “sacudir” la escuela emergente del
explica, entonces, que desde el sentido común proyecto burgués, para explorar sus poten-
se siguiera sosteniendo que la educación no cialidades ilimitadas en articulación con
tenía nada que ver con la política o la econo- procesos educativos sociales amplios. Para el
mía, ya que era parte de la ideología triunfante caso de Uruguay, una generación de maestros
desde la consolidación de las repúblicas bur- buscó sin descanso, a lo largo de dos décadas
guesas en el siglo XIX con su aliada natural: la (Demarchi y Richero, 1999), más y mejor es-
escuela. También era parte de esta ideología cuela, más y mejor educación, más y mejor
entender la educación para el trabajo en un participación socio-política-económica de
sentido estrictamente instrumental, ya que toda la comunidad de pertenencia de la es-
para formar la mano de obra necesaria luego cuela. No reniegan de la escuela, la recrean, así
de la revolución industrial, y para civilizar a como también la formación docente. El maes-
los bárbaros, fue que se abrieron las escuelas tro Julio Castro fue protagonista indiscutido
públicas. Algunos filósofos son muy explíci- de ese movimiento pedagógico nacional, ade-
tos en términos de qué contenidos enseñar a más de su extensa labor educadora en gran
los trabajadores, como H. Spencer, quien sos- parte de Latinoamérica.
tenía su inmediata utilidad en bien de una so- Fue uno de los “desaparecidos” durante
ciedad, considerada como un organismo vivo la última dictadura militar uruguaya, y sus
en la que sobreviven los más capaces (Dussel, restos fueron recientemente hallados con evi-
2003: 63). Hoy son muchos los que siguen sos- dencias de tortura y posterior ejecución. Este
teniendo posturas similares, con el argumen- lamentable suceso, la espera de su hallazgo y al
to de promover el desarrollo de los países, mismo tiempo el sufrimiento que generó en el
fundamentalmente los más pobres. país, ayuda a entender una vez más que la edu-
Ensayar una hermenéutica de estos fe- cación siempre es un lugar de lucha y resisten-
nómenos permite comenzar, por lo menos, cia, que no resuelve todo pero realiza la tarea
el intento de trascenderlos. Parece sencillo no menor de forjar conciencias, momento
comprender que —como se precisara en pá- insoslayable en todo proceso que se considere
rrafos anteriores— desde el proyecto de las educativo, y en toda sociedad que luche por la

4 Se utiliza en el sentido marxista de niveles de participación respecto de los medios de producción, en la misma
estructura productiva, y en la distribución de la riqueza en una determinada sociedad y época.
5 Excepciones a esto constituyen algunas escuelas pertenecientes al movimiento escolanovista mundial, cuyos en-
foques no se universalizaron ni pudieron continuar por falta de financiamiento (Castro, 1966; Del Pozo, 2002).

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humanización. Eso tiene costos, en gobiernos las modificaciones de lo que se necesita para
autoritarios al límite de la conservación de la trabajar hoy en un país dependiente como
vida; en los otros no tanto, pero existen. Uruguay. El núcleo ideológico es el mismo,
cambian las formas.
Pedagogía La Pedagogía así entendida es heredera de
Respecto a la Pedagogía, se le considera, en el tradiciones de pensamiento y acción (Davini,
mejor de los casos, una disciplina que contri- 1997: 19-41), que legitiman el statu quo en
buyó a pensar la formación docente, pero con aras de ese mismo proyecto pedagógico que
la cual la tarea docente en la escuela primaria da coherencia al político-social que está en
y media no tiene ya relación, y menos todavía su base. Otra vez, interrogar este fenómeno
con la educación superior. Muchas veces, in- ofrece posibilidades de recrear el campo de la
cluso, se le recuerda como un conjunto de teo- pedagogía, tarea que se viene realizando tra-
rías utópicas (en especial las correspondientes bajosamente desde las primeras décadas del
a la pedagogía nueva, o a la pedagogía crítica) siglo XX hasta hoy con suerte diversa. En una
que no tienen relación alguna con “la realidad” reflexión reciente, Pérez de Lara (2009: 45-77)
de la enseñanza. Es frecuente escuchar a los es- se pregunta:
tudiantes que comienzan sus prácticas relatar
año tras año, cómo algunos de los docentes Pero ¿quién es el Otro de la Pedagogía?
adscriptores comentan que en los centros de El Otro de la Pedagogía para mí es aquel
enseñanza encontrarán “la realidad”, y que o aquella… que con sus modos de ser, de
las teorías se quedan en los centros de forma- moverse, de mirar, de sentir, de oír, de es-
ción docente. Un supuesto es que no hay teoría cuchar, de expresarse, la enfrentan a su
detrás de lo que se hace o se deja de hacer en metodología, su didáctica y su concepción
una escuela primaria o media, o en cualquier de la relación educativa en forma de proble-
nivel. Otro, que hay una sola teoría, y que “no ma… Antes al contrario, la Pedagogía ha
sirve” para la práctica. Entendemos que es in- respondido ante esas presencias diferentes
necesario explicar el impacto que esto genera haciendo de ellas el problema y actuando de
en muchos estudiantes, pero también cabe tra- tal modo que su diferencia fuera reducida,
bajar a fondo las razones de estos enfoques en eliminada, negada…
los docentes; se trata de productos de la misma
ideología que se manifiesta a toda voz a través En otro orden, De Alba (1996: 19-52) pro-
de los medios masivos de comunicación, que pone pensar la significativa variedad respecto
insisten en la idea de que el desarrollo de un a las denominaciones de este campo de estu-
país depende de la educación, y que para ga- dio, además del tradicional de pedagogía: teo-
rantizar que cumpla esa función es necesario rías educativas, ciencia de la educación, cien-
realizar evaluaciones masivas y medirnos en cias de la educación, entre otros. Plantea que
un ranking mundial que permita “ver” cuán las mismas responden a diferentes perspec-
lejos o cerca estamos del desarrollo. Se apunta tivas, en primer lugar, respecto a las relacio-
a la inmediatez de los impactos: a tal pregunta nes teoría-práctica, y en segundo lugar, a las
tal respuesta en el salón de clases; a tales conte- concepciones de conocimiento y ciencia que
nidos, tales brazos trabajadores en la sociedad. están en su base. Se considera que la aproxi-
Pensar no es necesario, excepto en términos mación a estos debates durante la formación
de lo que hay que saber hacer. Pero esto no es docente es imprescindible para la compren-
para todos. La histórica división entre trabajo sión de las formas en que se han dado, tanto la
intelectual y manual recupera espacios in- educación como las teorías que pretenden dar
cluyendo dimensiones diversas de acuerdo a cuenta de ella.

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Neoliberalismo contingente de los recursos económicos
Por su parte, el neoliberalismo es considerado disponibles, que tarde o temprano será
un tema de los economistas, y en el mejor de superada… sino la inevitable deficiencia es-
los casos, de los políticos que se desempeñan tructural de un sistema que opera a través de
como tales en cargos de gobierno o en parti- sus círculos viciosos de desperdicio y escasez.
dos políticos. Tanto los docentes en particular Es imposible romper ese círculo vicioso sin
como los ciudadanos en general, consideran una intervención efectiva de la educación,
que no tienen una idea clara de lo que es, ni que sea capaz, simultáneamente, de estable-
de lo que aportaría lo que tuvieran para decir cer prioridades y de definir las necesidades
acerca de ello. En otro orden, se considera en reales mediante la plena y libre deliberación
términos generales como un fenómeno re- de los individuos involucrados (Mészáros,
ciente e infranqueable, es decir, algo así como 2008: 68-69).
el destino final del mundo: funcionar dentro
de un sistema capitalista en el que se siguen Lo que interesa plantear respecto a este
los avatares del mercado de las grandes poten- tema es, en primer lugar, que lo vivido tiene
cias, sin otras posibilidades, sobre todo eco- la fuerza de la experiencia en el sentido que
nómicas, pero también políticas. lo plantea Larrosa (2009: 13-44). Se trata de lo
Existen razones similares a las ensayadas que “nos pasa”, de nuestras condiciones mate-
respecto a la educación, que llevan a pensar riales de existencia. ¿No podemos dar cuenta
que hay especialistas que entienden de esos de ellas? ¿O estamos acostumbrados a que no
temas al tiempo que rebasan la capacidad de se espere que el ciudadano común dé cuenta
análisis del ciudadano común. Sin participar de ello? En segundo lugar, interesa sostener
de la idea de que todo el mundo sabe todo, y que las instituciones educativas no pueden es-
sin menospreciar por otro lado el avance que tar ajenas a estos fenómenos si se consideran
supone la dedicación al estudio de un área de educativas.
la vida humana, a través de una o más disci- Gentili (2011: 103-111) plantea con claridad
plinas, se considera que el conocimiento es un que la educación de los trabajadores nunca fue
proceso social que llega de diversas formas, a una meta de los gobiernos latinoamericanos.
todos, y no exclusivamente desde el sistema También destaca que los pobres se hicieron
educativo. Es más, el aprendizaje más podero- lugar a empujones en instituciones que no
so ocurre en las prácticas económicas, políti- tenían previsto su acceso. En otro orden sos-
cas, cívicas y culturales en general, de nuestra tiene el autor que las “falsas promesas” de mo-
vida cotidiana: vilidad social para los más pobres a través de
la educación han caído en descrédito, el cual
Vivimos en un orden social en el cual los se manifiesta, en parte, a través del alarmante
mínimos requisitos para la satisfacción hu- alejamiento de los adolescentes y jóvenes de las
mana le son negados insensiblemente a la instituciones educativas, en casi todos los paí-
amplia mayoría de la humanidad, mientras ses de Latinoamérica. Para el caso de Uruguay,
que los índices de desperdicio asumieron un escaso 30 por ciento culmina la educación
proporciones escandalosas, en sintonía con media. En general, las investigaciones remiten
la transformación de la reivindicada des- a la pérdida de esperanza, por parte de los jó-
trucción productiva6 del capitalismo en el venes, en el poder de la educación para acceder
pasado, en la realidad hoy predominante de a una vida mejor. Coexiste esta desesperanza
la producción destructiva… Lo que está en con intentos reiterados de volver a estudiar lue-
juego aquí no es simplemente la deficiencia go de haber abandonado la escolaridad media,
6 Subrayados del original.

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“para ser alguien en la vida” (Rivero et al, 2012). Los libros y las obras de arte están a nues-
Sin duda estos jóvenes intuyen, si es que no lo tra disposición como nunca antes lo habían
conceptualizan, las contradicciones de un sis- estado. Nuestra propia vida está llena de
tema capitalista neoliberal que, al tiempo que acontecimientos. Pero, al mismo tiempo,
pregona la importancia del conocimiento, no casi nada nos pasa. Los sucesos de actuali-
tiene prevista una estructura laboral y produc- dad, convertidos en noticias fragmentarias
tiva para aquellos que con enorme esfuerzo y aceleradamente caducas, no nos afectan
hacen todo lo posible por continuar estudian- en lo propio… Consumimos libros y obras
do hasta que la necesidad de trabajar los llama de arte, pero siempre como espectadores…
a puestos mal pagados y jornadas agotadoras. Sabemos muchas cosas pero nosotros mis-
También los hay, que sencillamente se desilu- mos no cambiamos con lo que sabemos
sionan por lo que ven en su entorno familiar, (Larrosa, 2009: 13-44).
de amigos, de sus comunidades barriales de
origen. Esto es experiencia viva del sistema que El fenómeno de la globalización también
“viven”. La posibilidad de conceptualizar la suele percibirse por algunos como una ame-
ofrece la educación a lo largo y ancho de toda la naza a la identidad que se escapa de las manos,
sociedad, pero existe una responsabilidad ine- junto con el rumbo de la vida, de la economía
ludible de las instituciones educativas en este del país y del mundo, para decirlo en grandes
sentido, a la que ya se hizo referencia. líneas. En estrecha relación también con la co-
municación de masas, es considerado como
Globalización un fenómeno invasivo. Se caracteriza por la
La globalización es entendida de dos formas imposición de modelos culturales: de consu-
opuestas: desde un enfoque optimista se la mo, de participación política, de desarrollo,
percibe como un fenómeno que permite “es- etc. Desde esta perspectiva que se podría ca-
tar todos en comunicación”, puesto que brin- racterizar como pesimista respecto de la an-
da infinitas oportunidades de estar informa- terior, también se sostiene que el fenómeno de
dos e incluso de acceder “al conocimiento” en la globalización es parte de, o tiene estrecha
cualquier momento y en cualquier lugar. Esto relación, con el neoliberalismo.
supone una concepción de conocimiento que Este trabajo propone un punto de vista que
se asimila a “estar informado”, cuestiones am- supera la dicotomía y asume las contradiccio-
bas que ofrecen interesantes dimensiones de nes. Si bien es real que la comunicación se ha
análisis desmitificadoras. En un análisis sobre visto multiplicada sideralmente a través de las
los conceptos y la relación entre experiencia y TIC (tecnologías de la información y la comu-
alteridad, Larrosa (2009) plantea el problema nicación) y que las posibilidades de estar en
de la tradicional separación del sujeto cognos- contacto con lugares geográficamente muy le-
cente respecto de lo que escucha o lee y, por lo janos en términos afectivos y conceptuales es
mismo, a la imposibilidad, en ese caso, de la real, también lo es la brecha cultural que pro-
experiencia de transformación de la subjetivi- mueve auténticos procesos de aprendizaje en
dad, por “lo otro”, lo que viene y “me alcanza”. unos, al tiempo que alienación en otros. Esa es,
Estar informado no es conocer. El proceso a nuestro parecer, la lógica de un sistema que
de conocimiento requiere, en primer lugar, entretiene a unos mientras forma a otros para
de mediaciones pedagógicas que ayuden a direccionar mejor el proyecto dominante.
pensar; en segundo lugar, son sostenidas en Interesa ofrecer herramientas conceptua-
el tiempo, no se caracterizan por el” bombar- les para ensayar una construcción conceptual
deo” sino por el tiempo para la reflexión y la de la educación que no la retraiga a su mínima
producción personal y grupal: expresión, o mejor, a no ser y transformarse

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en disciplinamiento e instrucción mínima desde explicaciones mágicas y/o ingenuas de
para los más pobres. También es propósito los sucesos del mundo, hacia praxis liberado-
de este trabajo ofrecer dimensiones de análi- ras de las condiciones de opresión en las que
sis que permitan comprender las razones por viven las grandes mayorías (Freire, 2000: 31-67;
las cuales de alguna manera el ciudadano co- Saviani, 1988: 61-86). Se entiende praxis en el
mún, por un lado, desestima sus propias con- sentido freiriano de acción y reflexión sobre
cepciones por ser esencialmente intuitivas el mundo para transformarlo (Freire, 2000:
y nutrirse de la vida cotidiana y la cotidiani- 99, 118). Desde esta perspectiva las relaciones
dad (Pichon Rivière, 1985: 9-17), y por otro se pedagógicas son dialécticas, ya que suponen
abstrae de participar de procesos de acción y la superación de las contradicciones teóricas y
reflexión respecto de la política y la economía prácticas de educadores y educandos, las cua-
que afectan las mismas vidas cotidianas: les son emergentes de la vida en el contexto de
sociedades de clases.
En la medida en que la realidad social e Desde enfoques opuestos, la educación
histórica se muestra y oculta a la vez en lo supone un maestro que sabe y “da” a las nue-
cotidiano, que un sistema social de repre- vas generaciones las normas, valores y co-
sentaciones “da cuenta” de la vida cotidiana nocimientos que necesitan para integrarse
justificándola, mostrándola a la vez como lo a la sociedad según la condición de origen
banal, lo autoevidente, lo natural, lo real por y el medio al que cada cual está destinado
excelencia, la vida cotidiana reclama una (Durkheim, 1976: 55-98). El papel educador
crítica, es decir, una indagación que arribe por excelencia le es atribuido a la escuela (en
al conocimiento objetivo de las leyes que ri- sentido genérico) y los indicadores más im-
gen su desarrollo (Pichon Rivière, 1985: 14). portantes del nivel de educación alcanzado es
la calificación primero, y la certificación des-
En suma, se pretende contribuir e invitar pués. Se considera que es éste el enfoque do-
a la participación, para lo cual se profundiza- minante en educación, o por lo menos hege-
rá en algunas relaciones, a nuestro criterio no mónico, más allá de que se conozcan algunos
evidentes, entre los conceptos mencionados. de los innumerables procesos de conceptua-
lización alternativos al citado. Este funciona-
De-construir concepciones, pensar lismo respecto al statu quo es el predominante
más, transformar las prácticas en las instituciones educativas.
En este último caso se trata de concepcio-
Educación y Pedagogía nes que están arraigadas en el sentido común
La educación es una práctica social que co- tal y como se explicitara al inicio: la educa-
mienza con nuestra vida y culmina con ción entendida en un tramo, el de la escuela;
ella. Supone procesos de endoculturación, el saber entendido como verdad acabada que
reproducción y producción de cultura “es tenido” por docentes que “se lo dan” a los
(Degl´Innocenti, 2002: 1). Algunos autores, al estudiantes. Respecto al saber enseñar, la idea
igual que la recientemente citada, si bien en- es que éste se encuentra en las disciplinas que
fatizan su carácter reproductor de lo existente a su vez están en los programas, los cuales
como parte de un proyecto burgués, recono- son considerados neutrales. Si bien se cons-
cen también su potencial liberador y crítico truye aquí una caricatura, no está tan lejos de
(Davini, 1997: 71-79; Delval, 1999: 3; Mészáros, las prácticas como podría pensarse, aunque
2008: 75-116, entre muchos otros), así como lo esté de las teorías. La docencia practicada
su función de ser la gran plataforma cultu- como un acto de “dar” el conocimiento “ver-
ral desde la cual los pueblos pueden transitar dadero” y a-político que exige “la” sociedad, es

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una realidad tangible en los centros educati- integrar a los ignorantes. Contrariamente,
vos. No habría nada que decidir en términos desde perspectivas críticas se concibe a la
de contenidos, pues las decisiones ya están Pedagogía como una praxis liberadora, que
tomadas por los que saben de ello; en todo supone trabajar las contradicciones de la
caso queda un espacio de reordenamiento práctica en teorizaciones superadoras de sí
del programa de acuerdo a las necesidades de mismas y de las prácticas que analiza e inter-
los estudiantes, y en muchos casos ni eso. La preta. Las relaciones pedagógicas trascienden
vida cotidiana, con su desbordante riqueza la institución escuela, atravesando la socie-
de contenidos sociales, económicos, políticos dad siempre entre polos antagónicos: gober-
y morales, pareciera transcurrir en paralelo a nantes y gobernados, oprimidos y opresores,
las instituciones educativas aún hoy. Lo máxi- maestros y alumnos, padres e hijos, adultos
mo que puede verse es el intento de interpre- y jóvenes, etc. Estas relaciones suponen su-
tar, sobre todo, fenómenos científico- técnicos peraciones dialécticas permanentes desde la
coyunturales, pero no se abordan lo procesos heteronomía de los más débiles —por las re-
económico-políticos que están en su base. El laciones de poder que le son inherentes— a la
trabajo y el arte, como producciones de vida y autonomía intelectual y moral (De Tezanos,
de cultura, permanecen mayoritariamente al 1982: 313-334; Dussel, 1980: 89-106).
margen. En este contexto la educación queda Esta última concepción de relación peda-
reducida a un proceso constante de reproduc- gógica ha sido ensayada con más o menos éxi-
ción de ideología. to en numerosas experiencias educativas en
Si bien desde la pedagogía crítica no se todo el mundo, pero sin posibilidades de ma-
desconoce el valor del legado cultural al que terialización a largo plazo en el ámbito públi-
todos tienen derecho, como se expresaba an- co, es decir, para los hijos de los trabajadores.7
tes, el mismo no se entrega como un manda- Para este trabajo en particular interesa resca-
to, primero porque no puede “entregarse”, y tar la experiencia de los foros sociales mun-
segundo porque se reelabora críticamente en diales, como ejemplo contemporáneo y sig-
procesos de aprendizaje complejos y sosteni- nificativo de educación y pedagogía críticas,
dos en el tiempo. La complejidad remite a la y con un tipo de resolución inédita. No todos
posibilidad de ensayar interpretaciones, a po- los autores coinciden en su impacto transfor-
ner en duda, a conocer distintas perspectivas mador de las condiciones de desigualdad y ex-
teóricas respecto a un mismo fenómeno, a plotación de millones de personas en el mun-
debatir decisiones de todo orden, a transfor- do, pero sí en su poderoso papel educativo sin
mar. También remite a procesos no lineales de precedentes en la modalidad.
apropiación. La idea de continuidad refiere a A partir del año 2001, comenzó un movi-
la capacidad siempre en proyecto de conocer miento de sociedades civiles del mundo co-
más y mejor, independientemente de la edad y nocido como Foro Social Mundial (FSM), que
de la inserción social. continúa hasta la fecha. El primero, que tuvo
La Pedagogía puede entenderse, en un sen- lugar en Porto Alegre, Brasil, culminó con una
tido conservador, como el conjunto de teorías Carta de Principios en la cual se caracteriza el
que indica cómo educar y a quiénes. También fenómeno como abierto, plural, sin dirigentes
como normalización y disciplinamiento ni dirigidos, en lucha contra el neoliberalismo
(Davini, 1997: 21-27; Rivero, 2011: 155-170) para entendido como capitalismo salvaje y contra

7 Ejemplos de este estilo de pedagogía son: la experiencia de Anton S. Makarenko en Rusia, la de S. Niell en
Summerhill, la escuela Blat de Ibiza, entre otras, y con diferencias importantes entre ellas. Pueden verse detalles
de estas experiencias en numerosas historias de la Pedagogía, especialmente en los escritos de los protagonistas
(caso de Makarenko y Niell). Para el caso de Uruguay son también numerosos los intentos de enfoques pedagógi-
cos críticos como el de Miguel Soler, Julio Castro y Jesualdo Sosa.

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización 157
la globalización deshumanizante.8 Se propone Es necesario pensar —aunque parezca
una forma diferente de participación ciudada- obvio— que las instituciones educativas son
na, sin fronteras, desde la toma de conciencia también espacios públicos, y que, sin desco-
del límite que mostraron los enfrentamientos nocer la importancia de los fenómenos de
armados en la búsqueda de sociedades más organización social contra-hegemónicos en
justas y las democracias representativas deja- sentido amplio, ofrecen también sus espacios
das a la deriva sin el norte necesario de la par- de trabajo contra la alienación. En los foros
ticipación permanente de los ciudadanos. Los sociales se discuten fenómenos como la con-
temas que se debaten son los que afectan a la taminación del planeta a través de los medios
humanidad toda: discriminación, exclusión, que “elegimos” para producir la pobreza y la
pobreza, contaminación, entre otras muchas.9 exclusión de millones de niños y adolescentes
La apuesta es a la participación en todos los en todas partes del mundo; el analfabetismo
ámbitos de nuestra vida: creciente en un siglo que se suponía tendría
solucionado el acceso a la educación de niños
En la propuesta horizontalizante del FSM y jóvenes y, obviamente ya, su permanencia
está subyacente que el camino no vendrá y egreso; el problema del empleo y el paro,
automáticamente con la conquista del po- que afecta tanto a los países ricos como a los
der, y mucho menos solamente con la con- pobres; entonces, ¿no incumbe esto a la for-
quista del poder político… Esta toma puede mación de los profesores y a la educación de
llegar a ser necesaria. Pero el cambio efecti- adolescentes y jóvenes?
vo y duradero depende, de hecho… de una Estos graves problemas de la humanidad
acción transformadora que venga de abajo se dan en contextos geográficos e históricos
hacia arriba y de dentro hacia afuera, con precisos y cada vez en más zonas del mun-
nuevas prácticas solidarias más respetuosas do, desarrollado y subdesarrollado, de ahí
de la naturaleza y del propio ser humano, que la Geografía, la Historia, la Sociología,
en todos los niveles y tipos de acción, que la Economía, la Biología, el Derecho, etc.,
hagan surgir, en el tejido mismo del mun- como disciplinas y como asignaturas, tienen
do actual, más y más elementos del mundo estrecha relación con ellos. En forma más
nuevo soñado (Whitaker, 2004). precisa, no sólo ayudan a la contextualiza-
ción y explicación de estos fenómenos, sino
Dicho esto, cabe preguntarse si estos te- a comprender sus dimensiones de análisis y a
mas no tienen ninguna relación con la tarea interpretarlos críticamente. Esto va muy liga-
de educar y cuál sería el sentido de seguir en- do con definiciones científicas y tecnológicas
señando contenidos que no se utilizan para precisas respecto de lo que se elige financiar
pensar y cambiar el mundo en la medida de lo para la investigación (y quiénes pueden elegir)
posible, sino sólo para repetir y dar cuenta de y producir, y por lo tanto con concepciones
unos contenidos determinados. En los foros y enfoques muy precisos acerca de ciencia,
se debate acerca de la toma del espacio públi- tecnología y humanidad. Dicho en otros tér-
co para construir opinión acerca de aquellos minos, las definiciones mencionadas atravie-
temas que parecen no incumbir a la gente co- san las decisiones políticas y económicas que
mún y corriente, y que sin embargo afectan se adoptan para materializar determinadas
todas las vidas en forma permanente, y en ge- prácticas de investigación y producción en el
neral, no precisamente para beneficiarlas. mundo desarrollado y subdesarrollado. Por

8 Se precisarán estos conceptos en profundidad.


9 Para información más detallada del FSM puede consultarse la página: http://alainet.org/active/1239&lang=es
(consulta: 14 de febrero de 2008).

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización
aquí surgen vínculos innumerables con todas precisamente que comienza la tarea educado-
las disciplinas conocidas. ra; constituye el material por excelencia sobre
Si se entiende que educar a las nuevas ge- el cual se ejercerá la capacidad de problema-
neraciones hoy, es solamente transmitir deter- tizar, de investigar, y de dar coherencia a una
minados contenidos de la disciplina en la cual serie de ideas y acciones tomadas como ver-
el profesor es formado, y que el aprendizaje daderas y legítimas, con base en la costumbre
estará dado por la mayor o menor capacidad y la herencia acrítica de prácticas y formas de
de reproducir los mismos, entonces sí parece pensar el mundo. Se considera que renunciar
claro que los temas sociales, políticos y econó- a este trabajo pedagógico implica, sin más, la
micos que se mencionaban no tienen ningu- renuncia a la educación en su sentido pleno.
na relación con la tarea docente. Se lograrían, en el mejor de los casos, altos
Es frecuente en el discurso sostener que niveles de reproducción de lo existente y la
esa no es la concepción desde la cual se educa, victoria del saber sobre el pensar (Zemelman,
y es muy probable que sea así; la cuestión que 1992: 9-12), que se parece mucho al adoctrina-
parece fundamental es avanzar en la proble- miento y que supone una renuncia a la enor-
matización de las prácticas: me capacidad creativa de los seres humanos.
Un problema grave es que esa renuncia casi
…existen diversas filosofías o concep- siempre es involuntaria y responde a las for-
ciones del mundo, y siempre se hace una mas en que se ha construido la subjetividad
elección entre ellas. ¿Cómo se produce esta en la vida cotidiana (Pichon Riviére, 1985: 14).
elección? ¿Es un hecho puramente intelec-
tual o más complejo? ¿Y no ocurre a menu- Neoliberalismo y globalización
do que entre el hecho intelectual y la norma
de conducta exista contradicción? ¿Cuál Respecto a estos conceptos no hay consenso.
será entonces la verdadera concepción del Se los trabajará desde perspectivas que si bien
mundo: la afirmada lógicamente como he- muestran coincidencias, también divergen en
cho intelectual, o la que resulta de la real ac- algunos aspectos que se considera interesante
tividad de cada cual, que se haya implícita pensar.
en su obrar? Este contraste entre el pensar El neoliberalismo surge como ideología
y el obrar… no se debe siempre a la mala fe a fines de la década de los años cuarenta y
(Gramsci, 1986: 10). principios de los cincuenta, en claro enfren-
tamiento a las políticas proteccionistas de
La propuesta del filósofo mantiene ple- Estado. Pasada la llamada Edad de oro del
na vigencia. Entiende que todo ser humano capitalismo (1950-1960) existían pocas alter-
piensa y tiene una concepción del mundo nativas de entrada para las ideas neoliberales,
más allá de su ámbito de inserción laboral y pero el final de la Guerra Fría cambió las deci-
social. Pero además, rescata el “sentido co- siones y las prácticas:
mún” como el conjunto de ideas que se here-
da sin reflexión analítica y que impregna las Por primera vez en la historia, el capitalis-
prácticas, al tiempo que guarda en su seno el mo se proclama a sí mismo como tal, en
“buen sentido que merece ser desarrollado una ideología que anuncia la llegada a un
y convertido en cosa unitaria y coherente” punto final en el desarrollo social, con la
(Gramsci, 1986: 12). En otros términos, el sen- construcción de un orden ideal basado en
tido común, lejos de constituirse en algo dese- el libre mercado, más allá del cual no se
chable por erróneo, es un poderoso aliado a puede imaginar ninguna mejora sustancial
la hora de educar. Es desde el sentido común (Anderson, 2006: 387).

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización 159
Este autor explica que, pasada la indiferen- soviética aporta en términos de una reconfi-
cia inicial a un grupo minoritario internacio- guración del enfrentamiento que caracteriza
nal (La Sociedad de Mont Pelerin), el cual de- a “la guerra fría”: capitalismo o socialismo.
fendía estas ideas y era liderada por Friederic Ahora parece más sencilla y convincente una
Von Hayek, con la crisis de los setenta y pos- ideología que se postula como defensora de la
terior recesión comienzan a adoptarse medi- democracia contra los totalitarismos, y que
das de corte neoliberal: recorte de impuestos presenta como necesario el intervencionismo
directos, desregulación de mercados labora- militar con la anuencia de la ONU.10
les y financieros, debilitamiento de sindica- Puede decirse que se produjo un proceso
tos, privatización de servicios públicos, entre de convencimiento de que éste era el orden fi-
otros (Anderson, 2006: 387). Este grupo de en- nal del mundo. Boron (2007) lo describe de la
tusiastas defensores del retroceso del Estado siguiente manera:
benefactor responsabiliza a los sindicatos, al
movimiento obrero y a los gastos del Estado, La creación de un “sentido común” neoli-
de la recesión, la baja tasa de crecimiento y la beral, de una nueva sensibilidad y de una
elevada inflación. nueva mentalidad han penetrado muy
En el análisis de Anderson se destaca que, profundamente en el suelo de las creencias
si bien comienza la gravitación ideológica populares. Como sabemos, esto no ha sido
neoliberal con la llegada al poder de la dere- obra del azar sino el resultado de un proyec-
cha británica y estadounidense en los ochen- to tendiente a “manufacturar un consenso”,
ta, su impacto pasa de la dominación a la he- para utilizar la feliz expresión de Noam
gemonía tanto en gobiernos de derecha como Chomsky, y para lo cual se han destinado
de centro-izquierda: recursos multimillonarios y toda la tecno-
logía mass-mediática de nuestro tiempo a
La hegemonía neoliberal prescribe un los efectos de producir un duradero lavado
programa específico de innovaciones, que de cerebro que permita la aplicación aceita-
puede variar significativamente de una so- da de las políticas promovidas por el capita-
ciedad a otra, según los límites de lo que se lismo (Boron, 2007: 2).
entiende como posible en cada una de ellas.
La mejor medida de su dominio e influen- En este sentido, el autor considera que la
cia general es la conformidad de todos los victoria cultural más valiosa del neoliberalis-
gobiernos del Norte, independientemente mo está justamente en su capacidad de “con-
de su color político nominal, con los impe- vencer a amplísimos sectores de las socieda-
rativos del bloqueo militar, que incluyen la des capitalistas —y a la casi totalidad de sus
ocupación e intervención en Medio Oriente élites políticas— de que no existe otra alterna-
o los Balcanes… (Anderson, 2006: 390). tiva” (Boron, 2007: 2).
En la misma perspectiva de análisis que se
El tránsito de la dominación a la hegemo- utilizara para comprender las concepciones
nía tuvo, según este autor, una enorme ayuda más comunes respecto de la educación y la
del colapso soviético en términos de utopía Pedagogía, estas reflexiones ayudan a com-
irrealizable, pero fue hacia la década de los prender el origen de la resignación que se ex-
noventa que se impone sin necesidad de estar plicita en un apartado anterior. Hay razones
la derecha en el poder, ya que fueron gobier- más profundas de lo que parece y más lejanas
nos de centro-izquierda los que materializa- a la lisa y llana ignorancia, para que el común
ron sus ideas (Anderson, 2006: 388). La caída de la gente piense al neoliberalismo como el
10 Para una descripción detallada de estos procesos puede leerse Boron et al. (2006) (comp.).

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización
único camino; se trata de un proceso de con- 1. Sus beneficios están desigualmente
vencimiento ideológico que no pasa necesa- distribuidos y el capital se posiciona
riamente por la conciencia crítica de lo que mejor que el trabajo, así como el capi-
se está pensando o del origen de esos pensa- tal financiero, mejor que el industrial.
mientos. Se impone con la fuerza de lo obvio, 2. Los mercados financieros son ines-
que por definición, no se interroga. Vivir la re- tables por naturaleza y nuestra com-
tracción del Estado, la precarización laboral, prensión teórica de los mismos es
la debilidad de los sindicatos, la extranjeriza- defectuosa.
ción de la tierra, ente tantos males actuales, 3. La inestabilidad abarca a los compe-
constituyen experiencias cotidianas que no tidores, quienes no se contentan con
necesariamente son interpretadas como re- mantener la competencia sino que
sultado de decisiones situadas. Son más bien buscan predominar a cualquier costo.
vividas con resignación. 4. Tradicionalmente la concentración
También es interesante recordar una aso- indebida de poder y la estabilidad es-
ciación que se realiza habitualmente, desde el tuvo en manos del Estado, pero su ca-
sentido común, entre neoliberalismo y globa- pacidad actual se ha visto gravemente
lización. Explorando el tema se encuentra con afectada porque el capital financiero
que es ésta la perspectiva de muchos autores, puede escapar a la fiscalización mucho
quienes consideran estos fenómenos como las más fácilmente que el trabajo.
dos caras de una misma moneda: 5. Los mercados reducen todo, incluidos
los seres humanos (mano de obra) y
Al finalizar el siglo XX enfrentamos la sim- naturaleza (tierra) a mercancía, pero
biosis del neoliberalismo y de la globaliza- la sociedad necesita instituciones que
ción. Esta integración no es historia nueva: sirvan a fines sociales (libertad políti-
el liberalismo de mercado del siglo XIX se ca, justicia social) las cuales existen en
desarrolló sobre las fuerzas motrices de la países concretos, pero no en la socie-
revolución industrial. El neoliberalismo de dad global.
fines del siglo XX se afianza en simbiosis con
la impetuosa revolución tecnológica, que Si “la sociedad global se ha quedado retra-
Franz Hinkelammert describe como “el hu- sada respecto de la economía global”, como
racán de la globalización” (Ibisate, 1998:1). sugiere este autor, cabe preguntarse si no es en
el trabajo de concientización de este desfasa-
Según J. Shumpeter (Ibisate 1998: 2) esta je donde juega un papel vital la educación en
simbiosis gesta una “cultura de la exclusión”, todos sus ámbitos. Se entiende muy estrecha
la cual supone una muerte lenta para gran la relación entre estos fenómenos y la edu-
parte de la humanidad. El mismo autor reto- cación en la conciencia crítica, el papel de la
ma conceptos de Hinkelammert para definir ciencia, del conocimiento, de la tecnología,
al neoliberalismo como una concepción radi- del uso racional de los recursos naturales, del
cal del capitalismo que absolutiza el mercado cuidado del planeta y de la vida toda. En un
convirtiéndolo en medio, método y fin de trabajo más reciente, Hinkelammert (2006:
todo comportamiento racional: todo queda 365-377) ofrece una descripción crítica de la
subordinado a él, personas, sociedades, vidas. historia de las globalizaciones que comienza
Más adelante, G. Soros retoma cinco tipos con Copérnico; según este autor, sigue con
de deficiencias del capitalismo global (Ibisate, la conquista europea, después con la dispu-
1998: 9-10), que se presentan resumidas a ta territorial ya que el planeta es redondo y
continuación: no infinito, y contemporáneamente con una

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización 161
experiencia de la redondez de la Tierra que el crear, promover, orientar y gestionar estra-
autor califica como dramática: la bomba ató- tegias que fortalezcan la dimensión cultural
mica, el Informe del Club de Roma (1991) y el de la vida individual y colectiva que se desa-
peligro de la acción humana para el planeta, la rrolla en su seno…
biotecnología:
Por una parte parece darse aquí por des-
El mercado y el laboratorio hacen abstrac- contado que la globalización y el neolibera-
ción de la globalidad de la vida humana lismo son la misma cosa. Por otro, se sostie-
para llevar a cabo su acción… su imagen de ne una esperanza cultural importante más
la Tierra es la de una planicie infinita en la allá de las injusticias sociales, económicas y
cual se destruye una parte para pasar a otra, políticas.
sin tener que enfrentar nunca un problema Si bien el punto de vista sostenido en este
global. Es una imagen pre-ptolemaica. Sólo escrito no es tan optimista, se considera que
por eso pueden desarrollar una acción —sea estas posturas ayudan a redimensionar el pa-
científica, sea mercantil— que juzga al mun- pel de los sujetos y las organizaciones sociales
do bajo el único aspecto de su racionalidad en los procesos de humanización. De alguna
medio-fin, entendiendo los medios y los manera se aparta de posiciones de resigna-
fines como elementos parcializados de una ción, si bien se considera importante conocer
acción por calcular. Se abstraen del hecho tanto las posibilidades como los límites, para
de que la realidad es condición de posibi- nuestro tema, de la educación. Sí se considera
lidad de la vida humana (Hinkelammert, interesante convocar a pensar una y otra vez
2006: 370). el papel de la educación —en el sentido am-
plio que se anotara antes— como proceso de
Interesa también incluir aquí algunas re- concientización al estilo propuesto en toda
flexiones que se posicionan con cierta dife- la obra de Paulo Freire, a través de políticas
rencia de matiz frente a ambos fenómenos. culturales que implican reflexión y acción
Por ejemplo, Figueroa (2006: 2) plantea una sobre el mundo para transformarlo. Si bien
distinción interesante: esto implica ampliar la concepción de rela-
ción pedagógica a toda la sociedad, también
…partimos de la distinción entre globaliza- debiera constituirse en un llamado al trabajo
ción y mundialización para desvincular los cotidiano de los educadores que estén intere-
procesos globales de carácter económico sados en formar para la ciudadanía y la par-
y tecnológico, de las dinámicas culturales ticipación, para el manejo de conocimientos
mundializadas, con dos fines básicos: el más profundos del mundo en el que vivimos,
primero, afirmar que los procesos cultu- la toma de conciencia temprana del papel de
rales no siguen las mismas dinámicas glo- los medios masivos de comunicación en la
balizantes de otros procesos, aunque sí se arquitectura de nuestros deseos y necesidades
mundialicen, y que, por lo tanto, no se pue- cotidianas, la toma de distancia saludable res-
de hablar de una identidad y una cultura pecto a la creación de necesidades superfluas
globales. …en el contexto en el que la globa- que nos hacen menos libres, entre otras múl-
lización genera procesos de desequilibrio, tiples tareas.
marginación, desigualdad y exclusión, y en La distinción antes mencionada entre glo-
el que la mundialización provoca una ma- balización y mundialización puede analizarse
yor interconexión de individuos y pueblos, desde dos perspectivas complementarias: en
las políticas culturales surgen como una po- primer lugar interesa destacar lo que se ano-
sibilidad real de que el Estado-nación pueda tara para el sentido común, respecto de una

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización
perspectiva optimista y otra pesimista del fe- todopoderoso con su contracara de la resig-
nómeno de la globalización; la primera alude nación. Selecciona aspectos para caracteri-
a la comunicación y a la disponibilidad, por zarlo de manera que lo que se destaca no es su
lo menos en teoría, de toda la información y poder, sino sus flaquezas. Por ejemplo, para la
el acceso al conocimiento; la segunda aborda autora es común sostener que con el avance
más los aspectos referidos a la exclusión y la de la globalización disminuye la competencia
marginación ya trabajados. y se unifica la clase capitalista. En términos
Se destaca esto porque de acuerdo a la im- cotidianos, “los poderosos se unen”. Meiksins
portancia que se dio en este escrito al sentido Wood plantea, por el contrario, que la esencia
común, estas conceptualizaciones ayudan del capitalismo es la competencia, la cual:
a ver los grados de certeza y contradicción
que están en el fondo de las convicciones no …significa tratar siempre de mantener e in-
especializadas, así como la necesidad de su crementar la participación en el mercado, y
explicitación, análisis en profundidad, y con- una manera clásica de hacerlo es cooperar
secuente acceso a mayores niveles de concien- secretamente con los competidores, crear
cia crítica. También a no dar por sentado que monopolios —como bien lo sabía ya Adam
toda producción realizada por estudiosos del Smith— o dejar fuera a los rivales por la pura
tema esté exenta de contradicciones o lugares fuerza del tamaño y las economías de gran
de relativa oscuridad conceptual. escala… la colaboración capitalista nunca
En otro orden, algunos especialistas en es- ha sido incompatible con la competencia.
tos temas, como la autora ya citada, llaman la De hecho, la interacción entre ambas es otra
atención respecto a sesgos poco abordados y de esas contradicciones características del
que podrían constituirse en fortalezas para los capitalismo. Aún la más avanzada colabo-
pueblos. Por su parte, Meiksins Wood (2000) ración transnacional convive mano a mano
retoma en primer lugar el error de considerar con la competencia más feroz (Meiksins
a la globalización como un fenómeno nuevo, Wood, 2000: 113-114).
para luego adentrarse en los espacios de lucha
de clases que ofrece la propia globalización: Continúa sus reflexiones planteando el
abanico de posibilidades que se abre para los
…la globalización no es una nueva época, trabajadores en su lucha por una vida mejor. Si
sino un proceso de largo plazo; no se trata hay menos unidad capitalista de la que se cree,
de un nuevo tipo de capitalismo, sino de la si “sus fortalezas son también sus debilidades”,
lógica del capitalismo tal como éste ha sido entonces existe un espacio para la lucha de
desde el principio… clases que desmiente la idea —según la auto-
ra— de que la clase trabajadora está debilitada
Vista desde la perspectiva de Marx, como irremediablemente. Los inversores necesitan
un proceso de largo plazo, la globalización de la complicidad de los Estados para entrar
aparece como algo profundamente contra- en los países más pobres. Esto ofrece un lugar
dictorio, en la cual cada avance en la expan- concreto de lucha en el ámbito nacional para
sión del capitalismo ha traído consigo desde los trabajadores que, a criterio de la autora, es
el principio nuevas inestabilidades y nuevas más efectiva y concreta que abocarse a la or-
posibilidades de lucha (Meiksins Wood, ganización de movimientos internacionales
2000: 113). (Meiksins Wood, 2000: 114).
Particularmente interesante resulta este
Cuestiona algunas perspectivas que per- planteo porque vuelve a poner en lo nacional
ciben el fenómeno de la globalización como el eje de la lucha por la emancipación.

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Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización 163
Se considera que articular esto con movi- eso se apela a pensarla. Sin duda vivimos en
mientos sociales más amplios de carácter in- un mundo complejo pero también inteligible.
ternacional, sería un camino más efectivo. Por La complejidad remite en cierta forma a una
otra parte, para la educación, en el contexto de actitud antagónica a la soberbia intelectual y
instituciones ad hoc, puede resultar inspirador disciplinar que todo lo explica desde su estre-
el hecho de conocer más a fondo lo que se hace cho recinto. La complejidad se desentraña en
en otros niveles de participación social. el encuentro de todas las voces.
La vida cotidiana se encuentra atravesa-
Reflexiones da diariamente por múltiples decisiones que
aún tomadas muy lejos de nosotros, impactan
Se sostiene en este trabajo que la educación directamente en nuestras vidas. Al momento
es una práctica social en el contexto de otras de encontrarnos estudiantes y docentes, lle-
prácticas sociales y que está indisolublemente vamos con nosotros todas nuestras posibili-
ligada a ellas. Nada le es ajeno, y por lo tanto, dades y límites, culturales, económicos y po-
nada nos es ajeno a los educadores tampo- líticos: aquella cultura a la que pudimos o no
co. Nada de lo que parece no estar allí, en la acceder; aquella familia con sus necesidades
institución o en el aula. Nuestros alumnos y básicas resueltas o no; aquellas prácticas so-
nosotros mismos construimos la vida coti- ciales vinculadas a las nuevas tecnologías que
diana desde los afectos y conocimientos, pero nos facilitan o dificultan el permanecer en
también desde la organización económica, clase o sostener la atención o el interés; aque-
política y social de la que formamos parte. llos niveles de participación que permiten o
Nuestros ingresos y nuestro lugar de trabajo y impiden mejorar nuestras vidas en el barrio,
residencia —o la falta de todo ello— condicio- la comunidad más amplia, el país, etc., por
nan en gran medida el estilo de nuestras in- nombrar algo de lo mucho que “llevamos” al
teracciones culturales: los libros que leemos, aula como presencia o como ausencia, sin ser
el tipo de espacios recreativos que buscamos necesariamente conscientes de ello.
o que nos ofrece el espacio en el que vivimos, Educar entonces implica mucho más que
el perfil de la tecnología a la que accedemos, la transmisión de contenidos, incluso de valo-
así como las formas expresivas que cono- res, si es que algo puede transmitirse (cuestión
cemos (música, teatro, cine, etc.), y aquellas en la que no entraremos aquí, no por poco
cuya existencia desconocemos, determinan importante y mucho menos resuelto). Desde
nuestra subjetividad y la calidad de nuestras esta perspectiva, interesa dejar planteada la
interacciones con el mundo. Nuestra mayor interrogante acerca de qué estamos pensando
o menor cercanía económica y/o espacial a que sea educar en las prácticas cotidianas de
grandes centros de producción cultural con- formación docente así como en las de educa-
diciona en gran medida nuestras posibilida- ción de niños y jóvenes. En todo caso lo que
des de contactarnos con ciertas expresiones se ha buscado, lejos de pretender, conceptual-
de la cultura nacional y mundial, más allá de mente, un consenso, es más que nada alentar
Internet y a pesar de Internet; también nues- el debate.
tros niveles de participación político-social. Para finalizar se proponen algunas consi-
Sencillamente no buscamos aquello que no deraciones concretas: en primer lugar, se con-
sabemos que existe. Esto tiene estrecha rela- sidera que educar supone para el educador, ser
ción con cómo nos educamos, en un sentido un buen escucha para lo que necesitan decir
amplio y no estrictamente institucional, aun- las nuevas generaciones y para explorar sus
que de ninguna manera deben despreciarse saberes (Dussel, 1980). Sería imposible, de otro
los impactos de esta última modalidad. Por modo, mediar pedagógicamente entre aquella

164 Perfiles Educativos | vol. XXXV, núm. 142, 2013 | IISUE-UNAM


Raquel Rivero Bottero | Educación y Pedagogía en el marco del neoliberalismo y la globalización
porción de cultura con la que queremos con- tercer lugar, educar es dialogar, es un acto de
tactarlos y la suya propia. También sería im- amor, de entrega, de valor, según lo plantean
posible aprender a ser educador, y eso consti- autores tan distantes en sus recorridos acadé-
tuye un proceso inacabado; se puede disertar micos y momentos de producción académica
horas de cualquier tema sin que nadie partici- como Enrique Dussel, Paulo Freire, Walter
pe de procesos educativos en esas instancias. Benjamin, por nombrar algunos. Ese diálo-
En segundo lugar, educar hoy —más allá de go es contextualizado. No educamos fuera del
lo que haya sido en otras épocas— supone tiempo y el espacio, que ahora son tiempos y
ofrecer un espacio de ensayo desafiante pero al espacios ampliados, diversificados, por las
mismo tiempo con capacidad de contención, nuevas y múltiples formas de comunicación
para aprender a vivir con más herramientas, que atraviesan nuestras vidas cotidianas. Por
tanto intelectuales como afectivas y sociales, la misma razón, son espacios con un enorme
en un mundo interesante y difícil, competi- poder: el de paralizar.
tivo pero donde cabe aún la solidaridad, im- Contra la resignación, y a favor de prácticas
perativo pero con intersticios que se pueden de creciente concientización, es que dejamos
aprender a usar y ampliar para ser más felices este trabajo a disposición, como herramienta
y realizarnos como personas integrales. En de trabajo y de su propia transformación.

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