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He estado leyendo e investigado algunas cosas con respecto a cómo era todo en la
antigua Roma, y he notado algunas similitudes de esta y Estados Unidos, algunas
son de verdad asombrosa y me hace pensar que tal vez Estados Unidos quiere
recrear lo que Roma solía ser. Algunas similitudes pueden ser pasadas por alto si
nosotros no nos damos cuenta de aquello, pero ahora me gustaría hablar un poco
sobre estas, tal ves no a fondo, pero si un poco.
Empezaré con algo sencillo, no quiero ampliarlo, pero creo que es algo por lo que
debería empezar. El capitolio, un inmueble de estructura neoclásica, su
construcción fue iniciada por Thomas Jefferson en 1793, el fue quien nombró al
lugar como “Capitol Hill”, en honor de la colina capitolina de Roma. De hecho,
Jefferson quería que la sede del poder legislativo evocara al templo de Jupiter
Optimus Maximus, este es solo un detalle, pero fue algo importante por lo que quería
empezar.
Los romanos con los reyes etruscos, los estadounidenses con los ingleses
infundieron en Jefferson, Madison y, especialmente en Hamilton la idea de dispersar
el poder en tres ramas para evitar cualquier abuso.
El imperio romano fue una de las potencias dominantes en el mundo, así como lo
es ahora Estados Unidos. Ni en lo económico, ni en lo militar hubo ni hay todavía
un rival que pueda competir con la antigua Roma o Estados Unidos.
Actualmente, China ha presentado la candidatura, pero la verdad es que está aún
muy lejos de presentar un desafío para Estados Unidos, empezando por que sigue
siendo una dictadura, y estas a la larga son ineficientes. También lo es lo cultural,
el llamado “poder suave”, en sus tiempos el latín y ahora el inglés han sido factores
de dominación cultural, comercial, tecnológica y de las ideas.
Aunque el presidente actual de Estados Unidos tiene siento disgusto por ciertas
sociedades, lo cierto es que, durante sus 200 años de historia, Estados Unidos se
ha distinguido por ser una tierra abierta a los inmigrantes. Es, además, un país en
el que se unen decenas de culturas, grupos étnicos, religiones, etc. De manera
similar, Roma aceptaba de manera alegre a las influencias de sus vecinos. Tal vez
esto sea bueno para muchos, crean que es algo bueno de su parte, y sí, tal vez lo
sea, en cierta parte es bueno saber que si un día decides irte de tu ciudad, país,
estado, lo que sea, puedas encontrar refugio en otro lugar y ser aceptado, pero creo
que lo eso de aceptar alegremente a alguien solo lo hacen por ellos mismos, por
querer más poder, por querer apoyo de un lugar por si algún día ocurre una guerra
civil o mundial, buscan hacerse más grandes utilizando a personas de diferentes
países y me parece algo egoísta que la gente con poder piense de esa manera, que
se limiten a pensar en ellos mismos, pero bueno, ese es el único defecto del ser
humano, es alguien en el que simplemente no se le puede confiar poder, tal vez
haya buenas personas, pero ni siquiera a ellas se les puede confiar, pero ese es
otro tema.
Los ciudadanos de Estados Unidos sufren de una gran autoestima, al igual que los
antiguos Romanos, creen que están viviendo para dirigir al mundo, se creen mejores
y superiores aún cuando no lo son, como dije antes, nadie está hecho para acumular
tanto poder. Creen que debe irradiar su influencia para que todos disfruten de su
estilo de vida, ya sea la “Pax Romana” o el “American Way of Life”.