Está en la página 1de 11

https://losandes.com.ar/article/view?

slug=acerca-de-la-independencia-del-banco-
central
Sábado, 29 de septiembre de 2018 | Edición impresa
Acerca de la independencia del Banco Central
El Banco Central de la República Argentina no es una institución más. La tendencia de
los gobiernos es la de limitar su independencia.

Archivo
Por Editorial
 COMPARTIR


A raíz de la salida del anterior presidente del Banco Central, Luis Caputo, se reactivó
un debate acerca de los niveles de independencia que debe tener este organismo que
ejerce la custodia del valor del peso, además de ser superintendencia de entidades
financieras.
El anterior debate se dio con el entonces titular de la autoridad monetaria, Federico
Sturzenegger, en ocasión de anunciar un cambio en las metas de inflación,
acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Este evento, además del efecto propio de una decisión lejos de la oportunidad, puso
de manifiesto que la política había metido sus manos violando la independencia de la
entidad.
Este concepto de la independencia del Banco Central solo aparece en la Carta
Orgánica del ente, que ya fue violada y violentada, en su momento, por Cristina
Fernández de Kirchner, y es la que describe las atribuciones y niveles de autonomía.
En principio, el BCRA no tiene dependencia del Poder Ejecutivo, su nivel de
autonomía es total y su directorio debe ser aprobado por el Senado, a propuesta del
Ejecutivo.
Los lineamientos de política monetaria deben ser presentados en el Congreso y el
Presidente debe rendir cuenta ante el Senado.
Bajo estos conceptos cabe señalar que tradicionalmente se sostuvo la necesidad de la
independencia del BCRA como una forma de asegurar la sanidad de la moneda, que
es un eufemismo para referirse a la lucha contra la inflación.
Lógicamente, esa tarea será más fácil si hay coordinación entre la política fiscal
(ingresos y egresos), que maneja el Ejecutivo, y la monetaria y cambiaria, que controla
el BCRA.
Pero en casos de discrepancias entre ambas políticas debe ser el Banco Central el
que debe tomar medidas frente a excesos por parte de la política fiscal del gobierno.
Tradicionalmente, y siguiendo las enseñanzas de las escuelas monetaristas, el Banco
Central controla la inflación regulando la cantidad de moneda en el mercado, y para
eso usa la tasa de interés. Sube la tasa para que haya menor expansión y riesgos de
inflación y la baja cuando quiere imprimirle mayor dinamismo al mercado, lejos de la
inflación.
La política monetaria siempre quiere ser retenida, de alguna manera, por los ministros
de Economía, ya que con ella planifican políticas expansivas u "ofertistas" cuando
quieren que haya mayor disponibilidad de dinero haciendo bajar la tasa de interés para
estimular el consumo interno, que representa el 90% del PBI. Pero necesitan manejar
el Banco Central para de esa manera bajar encajes o aumentarlos si quieren
restringirlo. El encaje es la cantidad de dinero de los depósitos que los bancos deben
mantener inmovilizado.
En Argentina hay varias experiencias de discrepancias entre los ministros de
Economía y los presidentes del Banco Central, que terminaron con el alejamiento del
titular de la autoridad monetaria para que asumiera otro que fuera "permeable" al
ministro de turno. El único ministro que blanqueó sus gustos fue Roberto Lavagna,
cuando, al asumir en 2002, dijo que no servía un Banco Central independiente y que
éste debía operar para los planes del gobierno.
En ocasión de la salida de Luis Caputo y su inmediato reemplazo por Guido Sandleris
quedó en claro que la independencia no la quiere ningún ministro y solo se mantienen
ciertas apariencias formales. El nuevo titular del Banco Central era el segundo del
actual ministro de Hacienda y nadie espera que tome decisiones inconsultas con el
ministro, ni mucho menos contradictorias. El Senado en la Argentina nunca defendió la
independencia de la autoridad monetaria, ni siquiera cuando Cristina Kirchner echó a
Martín Redrado porque se negaba a financiar gastos del Ejecutivo.
Por sus características tan particulares y por la relevancia que este tipo de organismos
tiene en el mundo, se trata de una institución de la República que debe ser respetada
al máximo en sus atribuciones y sobre la que es necesario eliminar cualquier tipo de
injerencia de otros poderes que interfieran en sus facultades.
Muchos a los que les molesta esta independencia institucional plantean que debería
eliminarse el Banco Central, sin reflexionar en que su razón de ser es defender a la
ciudadanía y no facilitarles la falta de controles a los funcionarios.

https://www.ambito.com/otra-vez-la-burra-al-trigo-n5023981

Otra vez la burra al trigo


02 Abr 2019 - 00:01
La independencia del Banco Central aísla la política monetaria y reduce la
posibilidad de que los gobiernos puedan utilizarla en su propio beneficio".
Por Emmanuel Álvarez Agis
Durante décadas el pensamiento tradicional argumentó que los bancos centrales
deben ser independientes del poder político en general, y del de turno en particular.
Para tratar de plasmar este argumento en una ley, el actual Poder Ejecutivo Nacional
acaba de elevar un proyecto al Congreso de la Nación. Allí se dice que “la
independencia del Banco Central es fundamental para su credibilidad. Sin autonomía
jurídica y, en último término, sin autonomía real, la capacidad del BCRA para alcanzar
sus objetivos básicos podría verse socavada ante presiones políticas de corto plazo o
ante un cambio del partido político gobernante. La independencia del Banco Central
aísla la política monetaria y reduce la posibilidad de que los gobiernos puedan
utilizarla en su propio beneficio”.
A continuación discutimos el proyecto en su conjunto pero, primeramente, quisiéramos
marcar lo que resulta ser una contradicción fundamental. El proyecto de ley para que
el banco central pueda ser “independiente”, para que su capacidad no sea “socavada
ante presiones políticas” o “ante un cambio del partido político gobernante” es enviado
al congreso… ¡por el partido político gobernante! ¿Hubiera sido Argentina realmente
independiente si la Declaración de la Independencia hubiese sido redactada por la
Corona Española? Lo peor del caso, es que la mayor parte de los bancos centrales del
mundo no son independientes, como lo demuestra una encuesta sobre bancos
centrales citada en el propio proyecto de reforma, que determina que el 60% de las
autoridades monetarias del mundo son elegidas por el poder político de turno.
Basta mirar las actuales controversias entre Trump y la FED, y recordar que en esa
controversia ha prevalecido la posición de Trump, para comprender que tal
independencia no es más que una ficción jurídica. De hecho, la actual reforma prevé la
posibilidad de que el presidente de la entidad pueda ser nombrado en comisión y
pueda mantenerse en esa situación de manera permanente. Con esto, el presidente
del BCRA podría ser nombrado por el poder político de turno a pesar de la oposición
política de todo el parlamento.
El segundo punto que resulta profundamente contradictorio con la democracia misma
es redactar un proyecto de ley para que los gobiernos no puedan utilizar la política
monetaria “en su propio beneficio”. Parece increíble tener que aclararlo, pero el
objetivo de cualquier gobierno es gobernar no en su propio beneficio, sino en beneficio
de los habitantes de su país. La democracia prevé múltiples mecanismos, dentro de
los cuales el más importante es, claro está, las elecciones, para que los ciudadanos
puedan cambiar a los gobiernos que no hacen las cosas bien. El proyecto de ley
enviado por el Poder Ejecutivo parece suponer que siempre, en todo momento y lugar,
el gobierno de turno utiliza al banco central para su propio beneficio. Pero si la
democracia posee múltiples mecanismos para corregir tales desvíos, sería un
gravísimo error prohibir que cualquier gobierno futuro que quisiera hacer las cosas
bien no contara con una herramienta fundamental, como lo es la política monetaria
¿Se imagina el lector un hospital en el que los médicos tuvieran prohibido utilizar los
bisturís porque en el pasado muchos médicos utilizaron esa herramienta “en su propio
beneficio”? No quisiera tener que operarme en un hospital con reglas tan ridículas, de
la misma manera que no quisiera vivir en un país en el que el poder político de turno,
huelga aclararlo, democráticamente elegido, no pueda utilizar todas las herramientas
que la política económica prevé para beneficio de sus ciudadanos.
Un proyecto de reforma a prueba de toda evidencia
En este contexto y ante un proyecto de ley que reforma los objetivos de la principal
dependencia económica del país, es necesario preguntarse sobre lo acontecido en
esto 3 años de gobierno de Cambiemos. Dice el proyecto de ley que “la subordinación
de los Bancos Centrales a las necesidades de corto plazo de los gobiernos ha sido
causante de muchos males, empezando por la inflación”. Veamos entonces los datos
de inflación. Tomando el índice de precios que elabora el ITE-FGA, la inflación
promedio del último mandato de CFK fue 27% anual. Los primeros tres años de Macri
marcaron 33% anual. Y seguramente su mandato termine (en el buen escenario) con
un promedio de 34% anual. Es decir, Cambiemos tuvo inflación más alta que el último
mandato de CFK y que los 12 años de kirchnerismo ¿Significa esto que el banco
central de Macri fue menos independiente que el de su antecesora? Los presidentes
del banco central de Macri fueron Sturzenegger (ex diputado nacional por el PRO),
Caputo (Ministro de Finanzas de Cambiemos) y Sandleris (Viceministro de Economía
de Dujovne). Es decir, el Banco Central de Macri no pareciera haber sido muy
independiente que digamos. Sin embargo, creemos que este argumento es
completamente erróneo: la inflación no tiene absolutamente nada que ver con la
dependencia o independencia del Banco Central del Poder Ejecutivo, sino con la
política que aplique aquel organismo.
La política económica de Cambiemos consistió básicamente en dejar de financiar el
déficit fiscal con emisión monetaria, para pasarlo a financiar con deuda externa. En los
hechos, el banco central fue bastante independiente del poder ejecutivo; mientras el
Poder Ejecutivo ajustó levemente el déficit fiscal, lo que hizo en una primera etapa el
banco central (2016-7) fue aplicar una fuerte política monetaria contractiva para
reducir la inflación. Sin embargo, con una leve diferencia en la emisión monetaria
(30% anual promedio en el segundo mandato de CFK contra 31% en los primeros tres
años de Cambiemos), la diferencia en la inflación fue sustantiva (8 puntos
porcentuales más para Cambiemos). El resultado de tal experimento monetario se
plasmó en 2018: la economía estalló por el aire. Lo paradójico de esto es que la mayor
parte de los economistas acordamos conque la combinación de una política fiscal
expansiva (déficit fiscal) con una política monetaria contractiva (anti-inflacionaria) es
un combo explosivo. Lo recomendable es, paradójicamente, que exista coordinación
entre ambas políticas, y no independencia, hecho que refleja la actual Carta Orgánica
del BCRA.
Dominancia Fiscal vs Dominancia Monetaria
Pero los defensores de la independencia del Banco Central argumentan que lo que se
debe combatir es lo que se denomina “dominancia fiscal”: que el Banco Central se
encuentre obligado a emitir para financiar el déficit fiscal. Su idea para resolver este
supuesto problema no es nada original. Se podría denominar “dominancia monetaria”:
someter al fisco a la política monetaria del banco central. En un contexto como el
actual, donde el gobierno perdió su acceso a los mercados internacionales de capital,
una prohibición por parte del Banco Central para financiar al fisco dejaría a la
Argentina con una sola vía posible: un ajuste fiscal incluso mayor al actual. Lo dijo el
Presidente recientemente: si me reeligen voy a hacer los mismo, pero más rápido. Las
consecuencias no son difíciles de prever: si Macri hace lo mismo pero más rápido,
vamos a estar peor pero más rápido.
¿Es actualmente el banco central independiente? Lo es, de acuerdo a nuestra
definición jurídica de independencia en el marco del derecho público. El BCRA es
independiente de la misma manera que lo son el INDEC, la CNV o el Banco de la
Nación, por poner algunos ejemplos. Pero ser independiente no significa ser
autónomo, o autómata, del Poder Ejecutivo. Sanamente, la democracia prevé que las
autoridades de todos los organismos independientes sean nombradas por el Poder
Ejecutivo y pueden ser removidas por el mismo poder. Para el bien de la democracia,
ninguno de estos organismos puede independizarse de la política pública decidida por
un Poder Ejecutivo.
Pero a pesar de esto, otra vez va la burra al trigo. Es increíble que el principal
argumento para defender la prohibición de financiación al fisco por parte del Banco
Central sea el “éxito” de la Convertibilidad, período en el que el Banco Central no pudo
financiar al fisco y, tal y como ocurrió durante 2016-9, el déficit fiscal continuó en
niveles elevados. La propuesta de reforma argumenta a favor de tal dinámica diciendo
que “la prohibición de financiar al Tesoro Nacional estuvo vigente entre septiembre de
1992 y diciembre de 2001, y en ese período la inflación total acumulada fue 12,1%,
menos del 1,5% anual de promedio”. Sí, “diciembre de 2001”. Parece un chiste de mal
gusto, pero es un proyecto de reforma de la Carta Orgánica del organismo económico
más importante del país. La prohibición de financiar al fisco generó durante la
Convertibilidad una dinámica muy similar a la de Cambiemos: la deuda externa se
multiplicó, el déficit fiscal primario no bajó, el déficit financiero se disparó, el
desempleo aumentó sustancialmente y la inflación saltó producto de la apreciación del
tipo de cambio real que generaron las altas tasas de interés. Si hacemos lo mismo
¿por qué habríamos de esperar resultados distintos?
Los esquemas de jure y de facto
Por último, las diferencias de jure y de facto en el accionar concreto de los bancos
centrales suele ser un punto poco discutido por la profesión. El ejemplo más
importante de esta diferencia es justamente el caso del Banco Central más importante
del mundo: la FED. La FED es un caso de banco central que tiene un sistema de jure
muy restrictivo respecto a la relación del banco con el fisco: la FED no puede comprar
directamente bonos del Tesoro de los EEUU, y tampoco puede financiar directamente
el gasto público. Esta prohibiciones de jure tendría por objetivo prohibir tajantemente la
financiación del déficit fiscal con emisión. Pero el sistema de facto es muy distinto.
El esquema de facto es relativamente sencillo. Si el Tesoro quiere gastar más,
necesita o bien subir impuestos o bien emitir deuda que sea comprada por el sector
privado. En esta operación, la FED no puede participar directamente, sino que debe
seguir velando por sus objetivos, en particular, que es mantener la tasa de interés en
el nivel que crea correcto. Pero cuando el Tesoro financia su gasto emitiendo bonos, la
FED debe necesariamente intervenir para neutralizar el efecto de esa operación de
mercado abierto sobre la tasa de interés. De esta manera, no existe bajo ningún punto
de vista independencia entre el Tesoro de los EEUU y la FED. Más aún, si el Tesoro
decide realizar una política fiscal expansiva financiada con la emisión de bonos, la
FED deberá necesariamente absorberlos para neutralizar el impacto de esa mayor
oferta de bonos sobre la tasa de interés. Al final del día, la FED habrá financiado de
facto al Tesoro, al margen de que lo tenga prohibido de jure.
Cambiemos (la política económica)
El Presidente de la Nación está cumpliendo por anticipado su promesa: está haciendo
lo mismo, pero más rápido y por ley. El proyecto de ley presentado por Cambiemos
constituye un serio riesgo para la economía argentina. 2018 y lo que va de 2019 dejó
claro que la emisión no es la causa de la inflación. Ignorando esta evidencia,
Cambiemos insiste con una teoría que hoy en día no es aplicada por ningún banco
central de mundo. Lo hace, además, en un contexto donde la recesión no encuentra
piso ¿Qué hubiera pasado si en lugar de tomar más de 100.000 millones de dólares
de deuda, Cambiemos hubiera financiado parte del déficit fiscal con emisión
monetaria? ¿Eso habría generado inflación? ¿Más inflación que la que tuvo
Cambiemos? Imposible.
El problema de la economía argentina no es la Carta Orgánica del Banco. Tampoco es
su falta de independencia. Es una muy buena noticia que el actual Presidente de la
Nación tenga absoluta libertad para designar y remover al presidente de la autoridad
monetaria. Tal vez la solución sea más sencilla: ¿y si probamos con cambiar la política
económica?
(*) Director de pxqconsultora

https://www.inforegion.com.ar/2019/04/01/apuestan-a-una-reforma-de-la-carta-
organica-del-bcra/

APUESTAN A UNA REFORMA DE LA CARTA ORGÁNICA DEL BCRA


EL EJECUTIVO SEÑALÓ QUE EL PROYECTO BUSCA "MAYOR INDEPENDENCIA
E INSTITUCIONALIDAD" DEL CENTRAL.

REDACCIÓN IR 1 ABRIL, 2019


El Poder Ejecutivo envío esta tarde al Congreso el proyecto de ley de reforma de la
Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina, con el objetivo de dotarlo
de mayor “independencia” e “institucionalidad”.
El objetivo principal de la reforma, que ingresó por el Senado, es “fortalecer la
credibilidad del BCRA, aumentando su independencia, para que se convierta en un
pilar institucional de largo plazo”, según informó el ministerio de Hacienda.
El proyecto consta de 42 artículos y lleva las firmas del presidente de la Nación,
Mauricio Macri; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el ministro de Hacienda, Nicolás
Dujovne.
“La reforma propuesta establece reglas claras que determinen con mayor precisión el
rol del Banco Central y le permitan desarrollar su actividad sin condicionamientos. El
resultado será el de una mayor independencia e institucionalidad”, explicaron desde la
cartera que comanda Dujovne.
LOS PUNTOS CLAVE
1. El establecimiento de un mandato múltiple, pero priorizado, enfocado en la misión
primaria y fundamental de preservar la estabilidad de precios. Adicionalmente,
como mandatos secundarios, el BCRA deberá promover el crecimiento económico
sostenido y contribuir a la estabilidad financiera.
2. El establecimiento de reglas específicas para preservar la autonomía personal de
los funcionarios a cargo del BCRA y asegurar que las decisiones que se tomen en
el organismo se realicen con total independencia. Esto incluye la necesidad de
acuerdo del Senado para el nombramiento y remoción de los miembros de su
directorio.
3. La eliminación de la posibilidad de que el BCRA financie al Tesoro.
4. La eliminación de la posibilidad de utilizar las reservas del BCRA para el pago de
deuda pública y la eliminación de la posibilidad de que el BCRA distribuya al
Tesoro utilidades no realizadas.
5. El establecimiento de normas contables acordes con las mejores prácticas
internacionales.
6. El establecimiento de reglas de auditoría más exigentes, siguiendo las mejores
prácticas internacionales, e incluyendo la creación de un Consejo de Supervisión
Institucional que deberá contar con mayoría de miembros no ejecutivos para la
supervisión de todos los procesos internos, los de elaboración del presupuesto y
los de confección del balance.
7. El establecimiento de la promoción de la inclusión financiera como una de las
funciones del BCRA, con especial atención a la integración social, regional, cultural
y de género, reforzando la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera.

https://www.infobae.com/economia/2019/03/31/mario-blejer-es-necesario-un-acuerdo-
patriotico-que-permita-una-tregua-de-precios-salarios-y-tarifas/
ECONOMÍA
Mario Blejer: "Es necesario un acuerdo patriótico que permita una tregua de precios,
salarios y tarifas"
"El Gobierno ha sido muy malo en comunicar las malas noticias, y también las
buenas", dijo el ex presidente del Banco Central en una entrevista con Infobae
Por Daniel Sticco
31 de marzo de 2019
dsticco@infobae.com
“Hoy lo que le inquieta a los inversores internacionales es qué va a pasar con las
elecciones”
En el comienzo del último año de Cambiemos, la economía doméstica pasa por su
peor momento. Eso es explotado naturalmente por los partidos de la oposición que
aspiran a sucederlo, mientras que desde el oficialismo no muestran capacidad de
reacción y sólo esperan a que a partir del segundo trimestre, cuando la comparación
con lo peor del año anterior empiece a dar indicios de salida de la recesión, aunque
sin llegar a recuperar el terreno perdido.
Mientras tanto, los mercados se mueven al ritmo de dos variables que se muestran
contrarias a mejorar el panorama del corto plazo: la cotización del dólar y el nivel de
las tasas de interés, con sus consecuentes efectos sobre el índice de riesgo país. El
primero contribuye a exacerbar la inflación y el segundo a deprimir la actividad y el
empleo, y ambos llevan a empinar el ya elevadísimo nivel de pobreza de la población.
Frente a ese cuadro, Infobae entrevistó a quien fuera presidente del Banco
Central en los primeros meses de la salida de la convertibilidad y actual
vicepresidente del Banco Hipotecario, Mario Blejer, en su rol de reconocido
economista internacional, pero también de activo partícipe de foros en todo el mundo
que le permite está al día en la percepción que tienen los grandes inversores sobre la
realidad de la Argentina.
– Hace poco más de un año, cuando lo entrevisté semanas después de la
fatídica conferencia de prensa del jefe de Gabinete con el actual ministro de
Hacienda, el ex de Finanzas, Luis Caputo y el ex presidente del Banco Central,
decía: "en el exterior ven al Gobierno más fortalecido que en diciembre" (2017).
¿Hoy cómo lo ven?
– Todo tiene que ver con la realidad política, aunque la económica también. Y hoy lo
que le inquieta a los inversores internacionales es qué va a pasar con las elecciones.
Uno puede hacer una exposición en power point, pero al final la pregunta qué hacen
es ¿qué va a pasar con las elecciones? Pero en general observo que son optimistas y
pesimistas en el largo plazo. Hay de todo, Ahora, respecto de la Argentina,
obviamente hay temor a un regreso del gobierno anterior, a las políticas del régimen
anterior. Y como en cualquier otro país la Argentina no puede funcionar bien si no hay
inversión.
Y en la función de inversión esperar tiene valor, a diferencia del consumo,
porque si quiero comer algo deseo hacerlo ahora, pero si pienso en hundir
capital en el proceso productivo puedo esperar más información, aunque si se
espera demasiado se puede perder el negocio. Por eso se busca el momento
óptimo. Pero ese óptimo se ha extendido demasiado porque el inversor hoy se
muestra reacio a invertir.
Hoy en los inversores internacionales hay temor a un regreso del gobierno anterior, a
las políticas del régimen anterior. Y como en cualquier otro país la Argentina no puede
funcionar bien si no hay inversión
– ¿A qué atribuye esa actitud? ¿a la incertidumbre que genera el año electoral y
la creciente posibilidad de que vuelva el gobierno anterior, y con ello el cepo a
varias áreas de la economía, o la decepción por los resultados de la política
económica de Cambiemos?
– A la incertidumbre electoral, principalmente. Hoy hay una baja de la inversión por la
incertidumbre política. Pero por otro lado hay más inversión de la que la gente cree, en
particular en sectores como el energético; todo lo que tiene que ver con la
agroindustria; también en lo que no se ve, no se construyen fábricas o ampliaciones
de plantas, pero si ha habido bastante en renovación de equipos, incorporación de
tecnología moderna. Lo que pasa es que este Gobierno ha sido malo para comunicar
las malas noticias, y también las buenas, lo cual es un poco extraño.
De todas formas, hay claro un problema de incertidumbre. Muchos inversores
hacen el siguiente razonamiento: "es cierto, hay una creciente probabilidad de
que la Argentina no salga adelante, porque desde el punto de vista político
pueden volver políticas antiinversión, y anticrecimiento". Pero también es cierto
que hay una probabilidad, no ínfima, de que el Gobierno gane las elecciones. Si eso
se da, los que se posicionaron ahora van a tener una ganancia extraordinaria.

“Hay más inversión de la que la gente cree, en particular en sectores como el


energético; todo lo que tiene que ver con la agroindustria; también en lo que no se ve,
no se construyen fábricas o ampliaciones de plantas, pero si ha habido bastante en
renovación de equipos, incorporación de moderna tecnología”
– ¿Cómo ve a la oposición, percibe que muchos están aprovechando este
momento económico, que es el peor de la gestión Cambiemos comparado con lo
mejor de los últimos 3 años, y genera un clima de angustia, de zozobra, de que
el Gobierno fracasó, porque sabe que a partir del segundo trimestre, cuando se
produzca el fenómeno inverso de comparar aún pobres o malos indicadores
presentes con lo peor del año previo, ya no podrá esgrimir esos argumento con
la misma fuerza?
– Escuché a gente de Poliarquía, por ejemplo: "ha habido un aumento muy grande del
pesimismo, la gente es pesimista en cuanto a su futuro, en lo personal como del país
en lo que respecta a la economía. Y eso es asumido por casi el 90% de la población".
Y la interpretación que hace es que eso es muy malo para el Gobierno. Pero yo no
estoy seguro de que sea muy malo para Cambiemos, porque es mejor que la
población esté pesimista y sorprenderla con un resultado que en general se percibirá
como negativo pero comparado con sus expectativas es bueno; que tenerla optimista
y luego defraudarla. Un mismo resultado, un mínimo crecimiento de 1% sería magro
en general, pero si esperaba 3% se transforma en un desastre, pero preveía recesión
se convierte en un hecho positivo. Creo que eso es un poco lo que está pasando.
Me da la sensación de que la economía va a estar un poco mejor en el segundo
semestre que en el primero. No sé si mucho mejor, pero lo importante es que
esté mejor de lo que la gente piensa y espera. Por eso no estoy tan seguro de
que el pesimismo de hoy sea tan negativo para el Gobierno. Además, creo que
mucha gente tiene preestablecido a qué va a votar, no se a quién, y por qué.
Es mejor que la población esté pesimista y sorprenderla con un resultado que en
general se percibirá como negativo pero comparado con sus expectativas es bueno;
que tenerla optimista y luego defraudarla
– ¿Cree que la situación económica volverá a ser determinante en estas
elecciones, es decir que la gente votará con el bolsillo, o el temor a la posibilidad
de regreso de las políticas de aislamiento, cierre de la economía y alta
corrupción, adquiera mayor relevancia?
– Estamos hablando de un grupo muy específico de votantes: Hay un 30% que está a
favor del regreso de Cristina Kirchner; un 30% aproximadamente que es el piso del
presidente Mauricio Macri; y las dudas se plantean es qué va hacer el 40% restante. Y
eso dependerá mucho de quién sea candidato. Hoy creo, más que antes, que esa
parte de la población va a mirar qué contenidos tiene la propuesta de los candidatos
principales. Espero.
– ¿Cómo ve la política monetaria y cambiaria del Banco Central que puso en
práctica desde octubre de 2018 de emisión cero y de zona de no intervención en
el mercado cambiario, habida cuenta de la carrera alcista entre el tipo de cambio
y la tasa de interés de referencia que inquieta a muchos economistas y
empresarios?
– Creo que está bien lo que se está haciendo en el uso de la política monetaria,
está en línea con lo que dicen los manuales de economía. No hay una gran
diferencia de la política que apliqué cuando fui presidente del Banco Central en
2002, cuando hablaba de la puja entre la codicia y el pánico. Pero en este
momento eso no va a resultar suficiente porque las expectativas están muy
desancladas, y por tanto puede suceder cualquier cosa.
La política monetaria necesita tiempo, tiene un rezago de varios meses para que se
vean sus efectos, pero también depende de qué pasa con la demanda de dinero, la
cual es muy baja, porque las expectativas están desancladas. Creo, como también lo
han dicho muchos otros economistas y analistas políticos, que es necesario encontrar
alguna forma de acuerdo patriótico, de muy corto plazo, no más de 3 meses, que
permita una tregua de precios, salarios, tarifas.
“Es necesario encontrar alguna forma de acuerdo patriótico, de muy corto plazo, no
más de 3 meses, que permita una tregua de precios, salarios, tarifas”
– ¿Cómo banquero, y también como destacado economista, comparte los dichos
de algunos de sus colegas que es más importante contener al dólar, porque para
la economía y el Gobierno es más perjudicial un tipo de cambio en sostenida
alza que la fuerte suba de las tasas de interés?
– Creo que lo más importante es saber cuál es el objetivo, si es estabilizar la
economía, es muy difícil con un tipo de cambio fluctuando fuertemente, con niveles
bajos que atraen a los capitales especulativos. Si el objetivo es crecer, entonces es
otra historia
Lo más importante es saber cuál es el objetivo, si es estabilizar la economía, es muy
difícil con un tipo de cambio fluctuando fuertemente, con niveles bajos que atraen a los
capitales especulativos. Si el objetivo es crecer, entonces es otra historia
– ¿Qué es lo que le preocupa más en este momento, en materia de perspectiva
de la política económica?
– Conocer cuál es la propuesta que tiene cada candidato a presidente para el largo
plazo, e incluso hay algo más importante, que es lograr liberar la competitividad
del nivel del tipo de cambio, y obtenerla a través de otras formas y mecanismos;
como a través del aumento de la eficiencia del trabajo, la mejora de la
productividad del conjunto de los factores de producción; ampliando los
mercados donde se puede penetrar; incrementando el nivel de tecnología y de la
educación de la población. Hace 70 años que estamos tratando de ganar
competitividad moviendo la tasa de cambio.
– Por eso fracasó. Seguramente muchos estén de acuerdo con esa enumeración,
pero lograrlo no parece que dependa exclusivamente del Poder Ejecutivo, ¿o sí?
Sobre todo teniendo elecciones cada 2 años que llevan a los políticos a pensar
más en el corto plazo que en el largo ¿Cómo cree que se podrá romper esa
restricción?
– Por la vía de la búsqueda de consensos. Más que todo hay que tratar de explicarle
al público cuál es el problema, y cuál es la solución, para poder mejorar la capacidad
de la gente para tomar decisiones razonables, desde el punto de vista de las opciones
que existen. A mi me han dicho cosas raras, como que "no existe el largo plazo",
o "el futuro es siempre corto", pero lo cierto es que existe, obviamenteV. Y hay
países que han logrado, aun con un sistema político inestable, que puede caer
en cualquier momento, consensuar algún tipo de políticas de Estado de más
largo plazo.
– Pero…
– En la Argentina no nos dejan llegar al largo plazo. No es tanto las políticas de corto
plazo, sino que se ha creado la famosa grieta. En todos lados hay diferencias entre la
izquierda y la derecha, entre lo que piensan unos y otros, pero no hay las diferencias
que no permiten aceptar nada de lo que se proponga del otro lado, no importa qué.
“Hay países que han logrado, aun con un sistema político inestable, que puede caer
en cualquier momento, consensuar algún tipo de políticas de Estado de más largo
plazo”
– ¿Ve una parte de la política interesada de que esa grieta se mantenga?
– Sí, en este momento hay una parte de la sociedad que la está alimentando,
obviamente.
– ¿Cómo debería ser la política económica para que pueda mostrar con
resultados que esa estrategia de alimentar la grieta no conduce a ningún lado,
mientras que hacer las cosas bien sí?
– Es muy difícil, porque primero hay que hacer las cosas bien…
– Y eso lleva tiempo…
– Sí, y además, hay gente que en este momento está interesada en este momento
que al Gobierno le vaya mal, políticamente. Eso pasa muchas veces en otros países
en tiempo de elecciones, pero acá no sólo les interesa que le vaya mal, sino que
además trabajan en contribuir a eso, y además no les importa el costo. Pero en
realidad si al Gobierno le va mal si o sí los que más sufrirían serán sus propios
seguidores. Y creo que hay una confusión entre las políticas de corto, con efecto
inmediato y las de largo plazo. Pero, hay quienes eso no le importa, y sólo les
preocupa tener poder para implementar políticas diferentes. Eso tiene un costo
que habrá que pagarlo.
Hay gente que en este momento está interesada en este momento que al Gobierno le
vaya mal, políticamente. Eso pasa muchas veces en otros países en tiempo de
elecciones, pero acá no sólo les interesa que le vaya mal, sino que además trabajan
en contribuir a eso, y además no les importa el costo
– Como economista experimentado y por su función en el banco, que lo lleva a
transitar por organismos y foros internacionales, financieros y empresarios,
¿por qué cree que la Argentina, pese a tener un acuerdo con el FMI que le da
profundidad al plan financiero, incluso hasta el primer año del próximo gobierno,
se sigue dependiendo tanto del humor internacional para determinar el nivel del
tipo de cambio y de la tasa de interés?
– Básicamente porque estamos muy endeudados. Esa parte es trágica. De toda la
herencia del gobierno anterior eso era lo único que se había salvado, porque había
dejado un nivel de deuda bajo.
– ¿Esa deuda baja no cree que era irreal, porque no contemplaba parte de la
deuda con los holdouts; el atraso en el pago de intereses, y el atraso cambiario
que elevaba artificialmente el nivel del PBI convertido a dólar?
– Seguro, de eso no tengo duda. Pero no quiere decir que era baja. Se lo podrán
cargar muchas culpas al gobierno anterior, pero los números eran esos y eso era lo
que veían los mercados; lo que permitía haber hecho una política fiscal laxa, pero no
tan flexible. Y lo cierto es que hoy el mercado de crédito para la Argentina está muy
restringido y los canales de transmisión de la política monetaria también porque el
mercado local es muy pequeño. Eso lleva a que la dependencia del crédito
internacional sea muy importante.
Y si bien la Argentina es un mercado cerrado, con baja apertura al comercio
internacional en términos de PBI, tiene una alta dependencia, porque depende mucho
de los precios del mercado mundial, tiene muy poca muñeca para poder cambiarla
nada. Es un tomador de precios. Además, como se depende mucho de la tasa de
cambio, aparecen los humores de subibaja de la paridad todo el tiempo, y ha
aumentado el pass through, el traslado a precios de la devaluación.
“Hoy el mercado de crédito para la Argentina está muy restringido y los canales de
transmisión de la política monetaria también porque el mercado local es muy pequeño”
– ¿Si pudiera volver el tiempo atrás, a comienzos de 2016, hubiera optado por la
política de endeudamiento que eligió el Gobierno para no cargar sobre la
emisión monetaria el financiamiento del abultado déficit fiscal y correr el riesgo
de caer en hiperinflación, o hubiese hecho lo contrario para que se reacomoden
los desajustados precios relativos de tipo de cambio, tarifas y otros?
– Sé que Dios nos da muchas cosas, pero no la oportunidad de volver el tiempo atrás,
y poder volver a hacer todo de nuevo y decidir cómo lo haría. Y aún teniendo esa
posibilidad, no sería lo mismo porque contaría con toda la información que no tenía
antes. Creo que definitivamente no hubiera adoptado las metas de inflación. Desde el
principio fue un error, no por el nivel de la meta, sino el sistema, porque no está
preparada la economía argentina para eso.
– ¿Qué ajustaría de la política económica actual?
– Sinceramente, me preocupa más el largo plazo que el corto. Y para llegar ahí creo
que hay que buscar un esfuerzo balanceado. Esa falta de balance ha sido siempre el
gran problema, no se puede concentrar en lo monetario o en lo fiscal, debe estar
equilibrado. Le voy a decir por lo que muchos me han criticado: en este momento, en
un país como la Argentina, la independencia del Banco Central de la que tanto hablan
es bastante irrelevante. Y no es que tiene o no tiene independencia del Gobierno
central, lo fundamental es la coordinación de las políticas macroeconómicas. Me
parece que para mantener ciertas fricciones políticas se sacrifican esas cosas. Y vi un
comentario de Milton Friedman, un impulsor del capitalismo y del libre mercado:
"los bancos centrales nunca son independientes, siempre dependen de la
autoridad del Estado. Y cuando las dos partes quieren lo mismo, no hay
conflicto y nadie habla de independencia". Pienso lo mismo.
Fotos: Adrián Escandar
https://www.pagina12.com.ar/184367-si-pasa-la-fuga-deja-de-ser-delito
ECONOMÍA
31 de marzo de 2019
Intento camuflado de derogar la ley penal cambiaria
“Si pasa, la fuga deja de ser delito”
El proyecto del Ejecutivo para reformar la Carta Orgánica del Banco Central oculta el
intento de derogación de la ley penal cambiaria.
Por Raúl Dellatorre
El proyecto de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central enviado el viernes al
Congreso contiene un cambio sustancial a la actual legislación que, sin embargo, no
fue incluído entre “los puntos clave” enunciados por el Ministerio de Hacienda en su
presentación. En uno de sus últimos artículos, el 40, se propone la derogación de la
Ley 19.359, es decir el régimen penal cambiario, sin sustituirlo por una nueva norma
que castigue los delitos allí reglados. “Al eliminar el régimen penal cambiario, cualquier
fuga de capitales deja de ser delito”, advirtió el Centro de Investigación y Prevención
de la Criminalidad Económica (Cipce), al comentar ayer la mencionada reforma en las
redes sociales.
La propuesta de reforma de la carta orgánica del BCRA fue impulsada por el Fondo
Monetario Internacional, que junto al acuerdo stand by con el que aportó a salvar al
gobierno de Mauricio Macri de un seguro default, en 2018, impuso una serie de
condicionamientos bajo la denominación de “reformas estructurales”, que el actual
Jefe de Estado se comprometió a llevar a cabo antes de finalizar su mandato. Una de
ellas es esta modificación en las funciones del Banco Central. Las demás, están
referidas al sistema previsional y al régimen laboral. En estos últimos dos casos, ante
las previsibles resistencias que modificaciones desregulatorias o precarizadoras
generarían en el Congreso, es probable que se intenten “hacer pasar” vía decretos. En
el caso de la ley penal cambiaria, el gobierno no tuvo otra alternativa que enviar por
ley el proyecto para derogar otra ley, pero buscando disimular su verdadera intención.
El Cipce subrayó que “el proyecto argumenta que esta reforma es necesaria porque
“la experiencia recogida respecto de la aplicación de la ley 19.359 no ha sido positiva”.
Al respecto, el organismo de investigación que dirige Agustín Carrara comenta que “es
cierto que hay pocas condenas, no sólo en delitos cambiarios sino en corrupción y
delitos económicos en general; pero la solución no es que esto deje de ser delito, sino
reformar el sistema de justicia y mejorar el funcionamiento de los organismos de
control y supervisión”. Y en la misma línea se pregunta: “¿eliminar el delito es la
solución?”.
Por otra parte, el análisis de Cipce puntualiza que este proyecto de reforma de la
carta orgánica del BCRA “es contradictorio con otro que envió al Congreso el mismo
Ejecutivo hace una semana: el anteproyecto de Código Penal, que mantiene los
delitos cambiarios”.
Más adelante, el centro de estudios explica lo que implicaría, en la práctica, que este
proyecto enviado por el Ejecutivo al Parlamento se sancionase. “Cualquier causa
penal donde actualmente se está investigando la fuga de capitales a paraísos fiscales
o el lavado de dinero que provenga de estas maniobras se cerraría automáticamente,
porque ya no sería un delito”. La derogación del régimen penal cambiario de la Ley
19.359, por lo tanto, considera el Cipce que “es funcional no sólo al empresariado y los
funcionarios/as que fugan capitales de manera ilícita, sino también a toda la red de
instituciones que gestionan el mercado offshore: bancos, firmas de auditoría y
contabilidad, estudios de abogados/as y contadores/as, etc”.

También podría gustarte