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EJEMPLO 1
EJEMPLO 2
ESE CHICO
Ese chico no se me va de la cabeza. Hablo del muchacho que presenció sin hacer
nada la agresión de la adolescente ecuatoriana en el tren. Hemos visto una y
otra vez la espeluznante escena y verificado su pasividad, la bochornosa y
patética manera en que se esforzaba en mirar para otro lado. Y digo bochornosa
porque, al verlo, sentías vergüenza ajena y piedad por él; y también la enorme
inquietud de preguntarte qué habrías hecho tú en su lugar. Ese chico es otra
víctima del energúmeno. En su miedo paralizador es probable que influya su
condición de inmigrante. Él mismo ha declarado que estos ataques racistas son
bastante comunes, y eso va creando un sentimiento de inseguridad, de
fragilidad. Va comiéndote por dentro y haciéndote más vulnerable a la
intimidación, más entregado a la derrota. A la propia humillación de tu cobardía.
Pero es que, además, sin duda era peligroso enfrentarse a ese tipo (yo tampoco
entiendo por qué el juez no encarceló a alguien tan feroz). Es peligroso
oponerse a los violentos, de ahí el mérito de quienes lo hacen. Por una de esas
elocuentes coincidencias del azar, el vídeo del ataque en el tren se hizo público
al mismo tiempo que la historia de Daniel Oliver, el héroe de 23 años que murió
de un golpe por socorrer a una chica. He aquí otro caso estremecedor que
vuelve a picotearte las entrañas: ¿serías capaz de actuar como Daniel? Esa duda
es inherente a la condición humana, la duda de los propios límites, la
incertidumbre sobre el fondo más extremo de uno mismo: allí, en lo más hondo,
¿qué pesará más, el miedo o la propia dignidad? ¿Habrías escondido a un judío
en la Alemania de Hitler? Ojalá la vida no nos ponga en una de esas situaciones
límite, porque podemos reaccionar como el chico del tren. Y no sé si el pobre
será capaz de superarlo.
IR A LA RAÍZ
Mientras en España y Estados Unidos, los dos países en los que se han
producido contagios secundarios de ébola fuera de África, la mejoría de los
afectados y sus contactos hace prever una evolución favorable, las víctimas de la
epidemia no dejan de aumentar en los tres países en los que sigue activa.
Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona siguen luchando con menos medios de
los que son necesarios contra la infección. La OMS lleva contabilizados 9.000
contagios y 4.400 muertes; los expertos coinciden en que esas cifras están lejos
de reflejar toda la realidad. De no destinarse rápidamente más medios a
reforzar los sistemas sanitarios de esos países, la epidemia puede llegar a causar
hasta 10.000 nuevos infectados por semana, 10 veces más de los que ahora se
producen, con una mortalidad del 70%. A pesar de estas predicciones, la
respuesta internacional sigue siendo tibia. Hay más preocupación por el inútil
intento de sellar las fronteras al virus que por atajar el problema donde
realmente puede combatirse: en África. Los ministros europeos de Sanidad ni
siquiera se han puesto de acuerdo en una estrategia común; mientras, algunos
países aplican o debaten medidas de dudosa eficacia, desde la suspensión de
vuelos al control de la temperatura de los pasajeros procedentes de las zonas
afectadas. Con la medición de la temperatura se podría descubrir y diagnosticar
algún caso y evitar los contagios que pudieran derivarse, pero eso no impediría
que el virus entrara a través de pasajeros infectados que aún no presenten
síntomas. Y es una medida que tiene el grave inconveniente de generar muchos
falsos positivos pues una persona puede sufrir fiebre por otros motivos. Y
también falsos negativos, con lo que el riesgo de contagio no se elimina. Los
países occidentales reaccionan de forma inadecuada. Es en África, el lugar de
origen de la epidemia, donde debe combatirse el ébola, y el hecho de que en
dos lugares —Nigeria y Senegal— se haya logrado contenerla muestra el camino
a seguir. Es, sobre todo, una cuestión de recursos. Los ciudadanos deben saber
que la mejor forma de protegerse no es cerrar las fronteras, sino enviar medios
y profesionales sanitarios al foco de la epidemia. En un mundo tan
interconectado, la pretensión de que lo que ocurra en África no nos afecta es
errónea. Tarde o temprano, lo que no hagamos ahora por ayudar se volverá
contra nosotros.
TEXTO
JOSE VIOSCA
“La intensidad de los rayos UV es el factor más importante en las muertes por
cáncer de piel”. ¿Esta Ud. de acuerdo?
No. La intensidad de la luz ultravioleta no es el factor más importante en las
muertes causadas por cáncer de piel. Mientras que los residentes de Colorado
(elevación promedio de 2.1 km) siempre han estado sujetos a altas intensidades
de UV en los Estados Unidos, Colorado tiene una de las tasas más bajas de
mortalidad por cáncer de piel referente a los otros estados.
Si bien las papas fritas y las donas son sabrosas y la comida congelada es
conveniente, el hábito de comer alimentos preparados de fábrica conduce a una
nutrición en general deficiente y puede causar una mala salud. Estos efectos
nocivos provocan un aumento en las visitas al odontólogo o al médico.
Una bolsa de manzanas puede costar más que una bolsa de Cheetos, pero los
ahorros en costos de salud superan con creces los ahorros inmediatos en la caja
registradora. Además, gramo por gramo, la comida fresca a menudo resulta ser
más barata que la comida empacada. Muchas personas olvidan que cuando
compran algo empacado o congelado, también compran el empaque que atrae
a los compradores a comprar el producto.
SUPERESTRUCTURA DE RESEÑA
1. Titulo
2. Ficha técnica o encabezado
3. Cuerpo o desarrollo
4. Conclusiones
SUPERESTRUCTURA DE ENSAYO
1. Introducción
2. Desarrollo
3. Conclusión
4. Anexos
Parte inicial
Portada
Resumen
Índice
Glosario
introducción
Parte final
Conclusión
Recomendaciones
Anexos
Bibliografía
Libros
revistas
boletines
1. titulo
2. autor
3. resumen
4. abstract
5. palabras clave
6. introducción
7. métodos
8. resultados
9. discusión
10. referencia bibliografica