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16/06/2014 - 9:54
Clarín.com
Buena Vida
Nutrición
Cerebro Y Alimentación
Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se requiere un nivel muy alto de
concentración para incorporar la información que se nos brinda, memorizarla y ponerla a
prueba cuando sea el momento requerido. En este sentido, el rendimiento se ve
visiblemente mejorado si se incorporan ciertos hábitos saludables que ayuden a mejorar el
funcionamiento de los neurotransmisores que conectan las neuronas en el cerebro.
Entre otros puntos a tener en cuenta para contribuir a un mayor desempeño académico, se
destacan una alimentación adecuada y un buen descanso. Estos factores resultan centrales
ya que tienen efectos sobre la cognición, la memoria, la concentración e incluso la
motivación de una persona.
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Teniendo en cuenta estos datos, es importante conocer cuáles son los hábitos saludables que
contribuyen a generar las condiciones necesarias para alcanzar un nivel de aprendizaje
óptimo. En este sentido, se recomienda consumir nutrientes que ayuden al desarrollo mental
y evitar sustancias como la cafeína, que resulta nociva en grandes cantidades. Entre otros
alimentos, se recomienda la ingesta de:
- Frutos secos, quesos, pescados y arroz: aportan fósforo, que mejora la memoria y el
aprendizaje.
- Frutas como banana, palta o tomates: cuentan con potasio, indispensable para el
funcionamiento adecuado de la actividad neuronal y cerebral.
- Productos con glucosa como lácteos, fruta y panes: es utilizada fuertemente durante
procesos intelectuales.
Los resultados arrojaron que los pequeños con concentraciones más altas de ácidos grasos
Omega- 3 y DHA en la sangre mostraron menores perturbaciones en el sueño. Asimismo, el
suplemento con DHA también los ayudó a disminuir la cantidad de veces que se levantaban
por la noche (siete veces menos) e incrementó el tiempo de sueño a 58 minutos, en
promedio.
Estos ácidos grasos repercuten en órganos relacionados al aprendizaje como, por ejemplo,
el cerebro. De hecho, el DHA representa hasta el 97% de los ácidos grasos Omega-3 en ese
órgano. El consumo de este tipo de nutriente resulta significativo sobre todo en niños de
edad escolar que durante el día deben enfrentar una larga jornada en la escuela, además de
actividades extraescolares. Es por eso que se recomienda incorporar a la dieta diaria
alimentos con Omega-3 o DHA como salmón, atún, anchoas, huevos y leches o aceites
fortificados.
Sin dudas, los beneficios de adoptar una alimentación saludable son múltiples. A la hora de
pensar en cómo se pueden alcanzar mayores rendimientos en el estudio, no debemos
olvidar cuáles son los alimentos que ayudan a un correcto funcionamiento del cerebro a lo
largo de la vida.