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Cerebro y alimentación

Los alimentos que mejoran el aprendizaje


El rendimiento intelectual mejora notablemente si se
incorporan nutrientes que favorecen el funcionamiento
de los neurotransmisores. En qué alimentos se
encuentran.
La alimentación incide directa y claramente en el desarrollo y el proceso de aprendizaje de
los chicos.

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16/06/2014 - 9:54

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Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se requiere un nivel muy alto de
concentración para incorporar la información que se nos brinda, memorizarla y ponerla a
prueba cuando sea el momento requerido. En este sentido, el rendimiento se ve
visiblemente mejorado si se incorporan ciertos hábitos saludables que ayuden a mejorar el
funcionamiento de los neurotransmisores que conectan las neuronas en el cerebro.

Entre otros puntos a tener en cuenta para contribuir a un mayor desempeño académico, se
destacan una alimentación adecuada y un buen descanso. Estos factores resultan centrales
ya que tienen efectos sobre la cognición, la memoria, la concentración e incluso la
motivación de una persona.

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En el caso de Argentina, si bien el nivel educativo es una preocupación central para la


sociedad, según el último informe Pisa difundido en diciembre pasado, el país ocupa el
puesto 59 entre 65 en relación al desarrollo educativo. Este informe evalúa a estudiantes de
15 años en distintas disciplinas como matemáticas, ciencias y comprensión de lectura.

Teniendo en cuenta estos datos, es importante conocer cuáles son los hábitos saludables que
contribuyen a generar las condiciones necesarias para alcanzar un nivel de aprendizaje
óptimo. En este sentido, se recomienda consumir nutrientes que ayuden al desarrollo mental
y evitar sustancias como la cafeína, que resulta nociva en grandes cantidades. Entre otros
alimentos, se recomienda la ingesta de:

- Frutos secos, quesos, pescados y arroz: aportan fósforo, que mejora la memoria y el
aprendizaje.

- Legumbres y cereales: contienen hierro (su carencia se relaciona con problemas en la


concentración y anemia).

- Frutas como banana, palta o tomates: cuentan con potasio, indispensable para el
funcionamiento adecuado de la actividad neuronal y cerebral.

- Productos con glucosa como lácteos, fruta y panes: es utilizada fuertemente durante
procesos intelectuales.

- Yogures, lácteos, pescados y mariscos: ayudan a incorporar yodo, un nutriente que


favorece a la correcta actividad neuronal.

- Crustáceos, cordero, chocolate y verduras como remolacha, lechuga, espinaca y


zanahoria: otorgan zinc, que mejora la memoria y potencia las funciones motoras,
cognitivas y psicosociales.

- Vitaminas de complejo B: mejoran el funcionamiento del sistema nervioso, previniendo


trastornos neurológicos y problemas psíquicos como la falta de concentración, el insomnio
y la ansiedad. La vitamina B se puede encontrar en diversos alimentos como, por ejemplo,
el riñón, pollo, papa y avena (B1); la leche, espinaca, zanahoria y miel (B2); el trigo, arroz,
pescado e hígado (B3); yogures, queso, leche y vegetales verdes (B6); bacalao, frutas y
verduras (B12).

En cuanto a las horas de sueño, lo importante no es sólo la cantidad, sino también la


calidad. La Universidad de Oxford llevó adelante en el Reino Unido el estudio DOLAB –
recientemente publicado en el Journal of Sleep Research– sobre problemas en la
conciliación del sueño en niños.

Los resultados arrojaron que los pequeños con concentraciones más altas de ácidos grasos
Omega- 3 y DHA en la sangre mostraron menores perturbaciones en el sueño. Asimismo, el
suplemento con DHA también los ayudó a disminuir la cantidad de veces que se levantaban
por la noche (siete veces menos) e incrementó el tiempo de sueño a 58 minutos, en
promedio.

Estos ácidos grasos repercuten en órganos relacionados al aprendizaje como, por ejemplo,
el cerebro. De hecho, el DHA representa hasta el 97% de los ácidos grasos Omega-3 en ese
órgano. El consumo de este tipo de nutriente resulta significativo sobre todo en niños de
edad escolar que durante el día deben enfrentar una larga jornada en la escuela, además de
actividades extraescolares. Es por eso que se recomienda incorporar a la dieta diaria
alimentos con Omega-3 o DHA como salmón, atún, anchoas, huevos y leches o aceites
fortificados.

Sin dudas, los beneficios de adoptar una alimentación saludable son múltiples. A la hora de
pensar en cómo se pueden alcanzar mayores rendimientos en el estudio, no debemos
olvidar cuáles son los alimentos que ayudan a un correcto funcionamiento del cerebro a lo
largo de la vida.

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