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UBICACIÓN DE LA CHINA:

China es el tercer país más grande del mundo, después de Rusia y de Canadá. Su
territorio es 10 veces el territorio de Colombia. La civilización China se empezó a
desarrollar en las riberas de los ríos Hoang-Ho o Amarillo, y el Tangtsé-Kiang o Azul.

Se cree que la civilización de la Antigua China aparece hacia el año 2000 a.C.
aproximadamente. Las etapas de su historia se dividen de acuerdo a las dinastías que
la gobernaron. Las dinastías fueron los gobernantes de una misma familia que
ejercieron el poder durante mucho tiempo. Las principales dinastías fueron:

La dinastía Xia: Construyeron las primeras ciudades.

Dinastía Shang: Se localizaron cerca al río Hoang-Ho, desarrollaron ciudades,


fastuosas tumbas y lujosos artefactos.

Dinastía Chou: Organizaron un sistema feudal, que consistía en asignar feudos o


extensiones de tierra a personas poderosas y cercanas al rey, quienes a su vez las
distribuían entre sus inferiores o vasallos, para que las trabajaran. En esta dinastía se
crean las religiones del Confucianismo y el Taoísmo. Esta dinastía decayó a causa de
las luchas por el poder entre los señores feudales.

Dinastía Chin: De esta dinastía toma su nombre el Imperio chino. A pesar de dominar
en un periodo corto, se logró la unificación de todo el territorio chino. En este periodo
se dio inicio a la construcción de la Gran Muralla china, para defender el imperio contra
las invasiones de los mongoles.

Dinastía Han: Los gobernantes de esta dinastía tuvieron que administrar un territorio
cada vez más extenso y enfrentar los ataques de los pueblos mongoles. Durante esta
etapa, se creó la “Ruta de la Seda” que fue una serie de caminos que permitieron el
comercio con la India, el Imperio Romano y los países mediterráneos.
Imperio Mongol
Imperio Mongol – Gengis Kan
El Imperio Mongol fue fundado por Gengis Kan, un líder político y militar mongol que a
veces brutalmente conquistó y unió a las tribus mongoles. Entre el año 1206 d.C.,
cuando Temujén o Temudjin, recibió su título de Gengis Kan ("Gobernante"), y el año
1370 d.C., cuando el último emperador de la dinastía Yuan de la China murió en el
exilio, los "Kagan" Mongoles ("Grandes Kans" o "Emperadores") establecieron el más
grande imperio de territorios contiguos de la historia.

En su cenit, el Imperio Mongol cubría extensas partes de la China moderna, Mongolia,


Rusia, Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Iraq, Irán, Turquía, Kazajistán, Kirguistán,
Uzbekistán, Pakistán, Tayikistán, Afganistán, Turkmenistán, Moldavia, Corea del Sur,
Corea del Norte, y Kuwait. Después de la muerte de Gengis Kan en 1227, el Imperio
Mongol creció aún más durante el gobierno de su hijo, Tushi, y de su nieto, Kublai
Kan, quien estableció la Dinastía Yuan en China mediante por lo menos 22 hijos
legítimos. Este legado familiar hizo de los Kan los constructores de imperio más
exitosos de todos lo tiempos.

Imperio Mongol – La Ruta de la Seda


Una vez establecido, el Imperio Mongol se convirtió en un ambiente político pacífico
que permitía una creciente comunicación y comercio entre el Oeste, el Medio Oriente,
y Asia. Esta apertura significaba que estos mundos anteriormente separados podrían
comenzar a comerciar entre sí.

A finales de los años 1200, un explorador veneciano llamado Marco Polo se convirtió
en uno de los primeros europeos en viajar por la que luego sería llamada "La Ruta de
la Seda" a China. Polo, junto con su padre Niccolo y su tío Maffeo, viajaron a China
para visitar a Kublai Kan, el entonces gobernante del Imperio Mongol. La Ruta de la
Seda era una serie de rutas interconectadas de comercio a través de varias regiones
del continente euroasiático, conectando principalmente a China con Asia Menor y el
Mediterráneo. Se extendía por más de 8.047 km de tierra y mar, estableciendo las
bases del comercio para el mundo moderno.

Imperio Mongol – Los Viajes de Marco Polo


Después de su visita al Imperio Mongol, Marco Polo regresó a casa justo a tiempo
para una guerra entre los "estados ciudad" de Venecia y Génova. Polo luchó del lado
de su ciudad natal, Venecia, fue capturado, y pasó un tiempo en una prisión de
Génova. Fue en prisión donde Marco Polo escribió sus famosos diarios acerca de sus
viajes en Asia. En sus escritos explicó que Kublai Kan estuvo encantado con los Polo,
había escuchado con entusiasmo todo lo que ellos contaban acerca del mundo
occidental, y los envió de regreso como enviados al Papa. El "Gran Kan" escribió
cartas al Papa y solicitó que enviara a un grupo grande de hombres cultos para instruir
al Imperio Mongol en las costumbres del occidente y del cristianismo.

Escribiendo acerca de la petición de Kan al Papa, Marco Polo escribió: "Su objetivo,
les dijo, era hacer una petición a su santidad para que le enviara cien hombres
instruidos, completamente familiarizados con los principios de la religión cristiana así
como con las siete artes, y calificados para demostrarle a los sabios de sus dominios,
mediante discusiones imparciales y justas, que la fe profesada por los cristianos era
superior, y basada en una verdad más evidente que cualquier otra. Que los dioses de
los tártaros y los ídolos venerados en sus casas sólo eran espíritus malignos, y que la
gente oriental en general estaba equivocada al reverenciarlos como divinidades."1

Este es un momento bastante asombroso en la historia mundial. El nieto de Gengis


Kan y líder del imperio más grande jamás creado en la historia humana extiende una
invitación abierta al Papa en Roma para venir a ayudar a occidentalizar y cristianizar al
resto del mundo conocido de ese tiempo.

Imperio Mongol – Una Oportunidad Perdida para el Mundo


En noviembre de 1268, después de tres largos años de viaje, los Polo llegaron a
Roma, con las cartas de Kublai Kan en mano. El único problema era que el Papa
Clemente IV acababa de morir y pasarían más de dos años antes de que un nuevo
Papa fuera nombrado. Y por razones que no comprendemos completamente en la
historia, el nuevo Papa, Gregorio X, no respondió a la petición de Kublai Kan. En lugar
de esto, el Papa Gregorio le envió regalos, cartas, y dos (no 100) frailes instruidos al
Gran Kan. Sin embargo, de camino a la China, llegaron a una zona de guerra en las
afueras del decreciente Imperio Mongol. Guerreros musulmanes, operando bajo las
órdenes del Sultán de Egipto, habían capturado los centros más importantes de
Armenia y mataban a los habitantes del lugar. Los Polo estaban un poco más
acostumbrados a los peligros de esta ruta comercial, pero los frailes, temiendo por sus
vidas, le entregaron los regalos y las cartas a los Polo y regresaron a Roma bajo la
escolta de los Caballeros Templares.

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