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2. PRETENSIONES
2.1 NATURALEZA JURIDICA DE LAS PRETENSIONES
La pretensión procesal es una declaración de voluntad por la que se solicita una actuación
de un órgano jurisdiccional frente a esa persona determinada y distinta del autor de la
declaración.
La verdadera naturaleza jurídica de la pretensión; a diferencia de la que ordinariamente
suele atribuirse a la acción, la pretensión es un acto y no un derecho, algo que se hace,
pero no que se tiene, lo que no quiere decir que tal acto no pueda configurarse como la
manifestación de un poder atribuido a una persona; pero este poder, como se ha repetido
ya, se desenvuelve en todo fuera del ámbito del proceso y es diferente para éste.
2.2 CLASES DE PRETENSIONES
Diversos son los criterios empleados para clasificar las pretensiones: se las agrupa
según la rama del derecho a que pertenecen, o de acuerdo con el derecho material en
que se apoyan, o de conformidad con la clase de proceso, o con el contenido de la
sentencia que se pide sea dictada por el Estado, o, aún más, con arreglo a la pretensión
misma. Veámoslo:
a) En atención a la rama del derecho a que pertenece, se clasifica la pretensión en
penal, laboral, civil, contencioso-administrativa, etc.
b) De conformidad con el derecho material en que se apoya la pretensión, se habla
de pretensiones reales, personales y mixtas, según esté basada en un derecho
real, personal o en ambos.
c) Siguiendo el criterio de clasificación orientado por la clase de proceso en que se
tramita la pretensión, se habla de pretensiones ordinarias, abreviadas, de
jurisdicción voluntaria, etc., si el proceso es ejecutivo, abreviado, etc. Esta división
no es técnica, pues más que clasificación de pretensiones, es de procesos.
d) De conformidad con el contenido de la sentencia que se pide al Estado, se tiene
la más conocida y técnica de las clasificaciones de pretensiones: la que las divide
en pretensiones declarativas, constitutivas, de condena y cautelares, de las cuales
las tres primeras reciben el nombre genérico de pretensiones de conocimiento.
PRETENSIONES DE CONOCIMIENTO
Pretensión declarativa: La pretensión declarativa no busca crear un derecho sino,
fundamentalmente, dar por concluido un estado de incertidumbre, reconociendo una
relación existente o negando definitivamente la misma. Así, los efectos de la decisión
que declara que una persona es hija extramatrimonial no se surten sólo a partir de la
ejecutoria de la sentencia, porque tal calidad se tuvo desde el momento del
nacimiento, sólo que a partir de la ejecutoria de la sentencia desapareció toda duda.
Es requisito esencial para poder adelantar un proceso con base en una pretensión
declarativa, que exista una relación jurídica incierta que, se origine en una incertidumbre
ha de ser objetiva.
Dadas las características de la pretensión declarativa, los procesos que se adelantan
con base en ella no exigen de la parte demandada determinada conducta, no exigen una
contraprestación; únicamente se trata de obtener precisión sobre determinada relación
jurídica. De ahí que sea requisito esencial para su ejercicio el que no exista otro medio
legal para hacer cesar el estado de incertidumbre, pues si los fines perseguidos pueden
lograrse por otras vías, se debe acudir a ellas.
Así, por ejemplo, si tengo incertidumbre acerca de quién es propietario de un
inmueble, es obvio que no debo acudir al juez para que la defina, en primer lugar porque
la duda es subjetiva, no es general y, además, porque la autoridad administrativa
encargada del registro de la propiedad inmueble, es la llamada a dar claridad sobre el
punto.
Las pretensiones declarativas de certeza, o puras como también se les llama, son a
todas luces las más escasas, pero importantes son los procesos donde ellas se ejercitan.
Pretensión constitutiva: Esta pretensión, lo mismo que la anterior, busca la
declaración de determinada relación jurídica, declaración que, y en esto estriba la
diferencia, tiene "por objeto obtener la constitución, modificación o extinción de una
relación de derecho por sentencia judicial".
Distintivo básico de la pretensión constitutiva es el buscar mediante la sentencia un
nuevo estado jurídico, anteriormente inexistente, cambio jurídico que se opera por la
declaración contenida en la sentencia, por manera que, si no existe esa declaración,
ninguna modificación tiene efecto. Así, la sentencia que declara la nulidad de un
matrimonio, tiene como base una pretensión eminentemente constitutiva, por cuanto su
alcance no se limita a declarar esa nulidad, sino que, de inmediato, da origen a una serie
de modificaciones: los contrayentes dejan de ser casados y toman nuevamente la calidad
de solteros; el matrimonio queda disuelto; cesan las obligaciones entre los cónyuges, la
sociedad conyugal, si existe, termina, etc.
Pretensiones de condena: Se persigue a través de la pretensión de condena que se
declare a cargo de la parte demandada la existencia de una determinada obligación
o, en otros términos, que se le condene al cumplimiento de una prestación de dar, de
hacer o de no hacer.
Los ejemplos que ilustran este tipo de pretensión abundan. Así, la demanda para que
se condene al pago de una indemnización proveniente de responsabilidad civil
contractual o extracontractual.
Las pretensiones ejecutivas: Tienen por objeto que se imponga en la sentencia el
cumplimiento de una obligación, para así dar efectividad a la prestación que ya fue
declarada en un fallo judicial o surgió de una declaración de voluntad del asociado,
de manera tal que cuando se ejercitan no se busca una declaración o condena; tan
solo su cumplimiento, Io que evidencia el carácter diferente que ellas tienen, pues en
estos casos no se le pide al juez que imponga, sino que ordene cumplir.
Pretensiones preservativas o cautelares: Por sí misma, la pretensión cautelar no
tiene razón de ser; pero, conjuntamente, con otra pretensión, cumple una importante
finalidad garantista: da a las resoluciones judiciales el respeto que merecen al permitir
que se puedan cumplir puesto que, de no existir este tipo de pretensión, serían
nugatorios los efectos de muchas de las sentencias proferidas.
Son medidas de aseguramiento, cuya existencia está condicionada a la de la
pretensión principal, de modo que, si la pretensión principal es desestimada o negada
por el juez, deja, consecuentemente, de tener efecto la pretensión cautelar.
Las pretensiones cautelares son de muy diversa índole y pueden versar bien sobre
las personas o sobre las cosas. Así, se podrá solicitar medidas cautelares sobre las
personas cuando se trata de un proceso de interdicción y se teme por la vida del presunto
demente a fin de que se le restrinja su derecho de locomoción y se le interne en una
institución adecuada para su tratamiento y recuperación. La autorización de residencia
separada de los cónyuges en los procesos de separación de cuerpos también es una
pretensión cautelar. Pretensiones cautelares respecto de los bienes, son el embargo, el
secuestro y el registro de la demanda, entre otras.
PRETENSIONES SEGÚN SU CONTENIDO
Por último, existe una clasificación de pretensiones que se hace según la naturaleza
de la pretensión misma, de Io que en concreto se solicita al juez. Se habla entonces de
pretensión de divorcio, de lanzamiento, de nulidad del contrato, reivindicatoria, de
separación de bienes, etc. En este caso el nombre de la pretensión implica su contenido,
pues Io que se pide al Estado es que decrete el divorcio, la nulidad del contrato, el
lanzamiento, la restitución de la posesión etc.
PRINCIPALES
En este tipo de acumulación el demandante formula una o más pretensiones principales
con o sin pretensiones consecuenciales y una o más pretensiones subsidiarias para que
el juez resuelva sobre estas últimas en el caso de que las principales no sean acogidas
por el juez. Es la forma correcta de acumular pretensiones principales que sean
contradictorias entre sí. Ejemplo: Cuando en una demanda se solicita como pretensión
principal la resolución de un contrato con la consecuente indemnización de perjuicios o
que, en subsidio, o sea, para el evento en que no se estime dicha pretensión, se ordene
el cumplimiento del contrato con la consecuente indemnización.
SUBSIDIARIAS
Es subordinada cuando la pretensión queda sujeta a la eventualidad de que la propuesta
como principal sea desestimada; es alternativa cuando el demandado elige cuál de las
pretensiones va a cumplir; y es accesoria cuando habiendo varias pretensiones, al
declararse fundada la principal, se amparan también las demás.