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Índice
o 2.1Diseños derivados
o 5.1En Italia
o 5.3En España
6Galería de imágenes
7Véase también
8Referencias
Expresión artística de la Flor de la Vida y los Sólidos Platónicos, aquí en una versión moderna de Ibo
Bonilla
Diseños derivados[editar]
Los proponentes de la «Flor de la Vida» derivan de ella algunos motivos secundarios que se
extraen de la estructura geométrica del dibujo. Uno notable es la generación de los grafos de los
sólidos platónicos a partir del patrón geométrico de la Flor de la Vida. Otros de ellos son:
La «Fruta de la Vida», motivo realizado solamente con círculos y que se usa como base
para dibujar los sólidos platónicos o pitagóricos.10
El «Huevo de la Vida», construido con esferas, que se deriva del anterior y se relaciona
con las etapas de división de la mórula del embrión animal10 y con la creación del mundo en
siete días del relato bíblico.11 Ver Éxodo.
La «Semilla de la Vida»
Arte fenicio: copa chipro–arcaica de electro hallada en Idalion (Chipre), datada entre los
siglos VIII a VII a. C.Un patrón tipo «Flor de la Vida» se encuentra labrado en su fondo.
Roseta tallada en fusta procedente de redolata de Sanok, en la parte norte de los Carpatos y de la Cultura
de Czerniachow, cultura desarrollada bajo dominio godo
La roseta como símbolo ya existía en la edad de bronce, cuando en Europa se dieron los cultos
solares con más intensidad, y se cree que como los trisqueles, cuatrhojas y esvasticas son
símbolos solares.
Los pueblos celtas e italos empleaban este símbolo. En el arte celta de La Tene, lo vemos por
ejemplo en el Caldero de Gundestrup junto con elefantes.
En la tradición eslava[editar]
Muy semejante al sole delle Alpi es un antiguo símbolo eslavo que estuvo asociado al trueno.
Suele llamársele simplemente «roseta».16
En España[editar]
En España, el mismo diseño que en Italia es conocido como Flor Hexapétala o Roseta
hexapétala. Las más antiguas se encuentran en estelas celtíberas y parecen simbolizar el sol y
la buena suerte. Los romanos lo asimilaron y lo propagaron por todo el imperio por lo que se
pueden encontrar en mosaicos romanos y otras construcciones a modo decorativo. Siglos más
tarde reaparecen con profusión en iglesias románicas, edificios importantes y todo tipo de
artículos de piedra y madera. Tomó importancia como símbolo protector y hay abuntantes
ejemplos de ellas en toda la península ibérica en muebles, tejidos y edificios de los siglos XV a
XVII.