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INTRODUCCIÓN:

El líder cubano, Fidel Castro, en el discurso pronunciado en el Aula Magna de la Universidad


Central de Venezuela, con el título “Una Revolución sólo puede ser hija de la cultura y las ideas”,
expreso:

….“¿ Por qué debido exclusivamente a razones comerciales, ganancias e intereses de élites
superprivilegiadas y poderosas, bajo el imperio de leyes económicas caóticas e instituciones que
no son eternas, ni lo fueron, ni lo serán nunca, como las famosas leyes del mercado convertido en
objeto de idolatría, en palabra sacrosanta que a todas horas se menciona, todos los días, el
hombre de hoy tiene que soportar hambre, desempleo, muerte prematura, enfermedades
curables, ignorancia, incultura y todo tipo de calamidades humanas y sociales, si pudieran crearse
perfectamente todas las riquezas necesarias para satisfacer las necesidades humanas razonables
que sean compatibles con la preservación de la naturaleza y la vida en nuestro planeta ?

En la interpretación de esta interrogante, expuesta por Fidel, se demuestra lo objetivamente


insostenible del orden económico impuesto a la humanidad, en cuanto a lo social y ecológico,
construido y perfeccionado sobre bases imperialistas y monopolistas e impulsado por el avance
tecnológico y el acelerado desarrollo científico y tecnológico.

Etica ambiental

La ética ambiental, que pertenece a la filosofía, es un aspecto importante de la educación


ambiental, cuyo fin es concientizar y sensibilizar a la sociedad para que su comportamiento genere
formas nuevas de relación con el medio ambiente. El desarrollo del aspecto axiológico (de los
valores) contribuye a construir una actitud de preservación, valoración del entorno y
responsabilidad social como garantía para futuras generaciones.

La conducta antisocial del ser humano respecto de su ecosistema y del medio ambiente en
general, genera problemas ambientales que dan cuenta del grado de pertenencia e identidad de
las comunidades.

La actitud del hombre es la causante de los problemas ambientales, en relación estrecha con la
crisis de valores de las sociedades contemporáneas, que no contemplan la necesidad de preservar
un medio ambiente de calidad para el futuro. La educación ética pretende lograr una reflexión
crítica de la relación del hombre con la naturaleza, acerca del manejo adecuado del entorno
asumido como propio. Formar también individuos que reorientan la cultura científica al servicio
del ser humano, con una perspectiva ética basada en los valores acerca de la utilización de la
ciencia y la tecnología sobre la naturaleza. La ética ambiental se basa en la justicia social sin
discriminación ni distinción de raza, casta, sexo, ideología, religión o nación. El hombre debe vivir
en armonía con la naturaleza para actuar como guardián o cuidador del medio ambiente, de modo
de lograr un futuro saludable ecológicamente para las generaciones venideras. La ética aplicada no
sólo a normas y valores sino a toda interacción del ser humano con otros seres vivos, como la
actitud de arrojar basura y desperdicios en las calles, en las playas o ríos que denota falta de
responsabilidad social. La problemática de la contaminación y la ética ambiental fue instalada en
los medios masivos de comunicación del mundo, al igual que el trabajo de los organismos de
defensa del medio ambiente para lograr una conciencia colectiva y compromiso proteccionista en
todo el planeta.

¿Qué es la ética ambiental?

La ética ambiental o ética medioambiental es la parte de la filosofía y la ética aplicada que


considera las relaciones éticas entre los seres humanos y el ambiente natural o medio ambiente.
Ejerce influencia en una larga lista de disciplinas como el Derecho, Sociología, Economía, Ecología,
Geografíaía, etc. En su campo incluye la estética de la naturaleza y otras ramas de la investigación
filosófica (epistemología, metafísica, axiología, etc.)

El área académica de la ética ambiental surgió como respuesta al trabajo de científicos como
Rachel Carson que con su libro Primavera Silenciosa (1962) denunciaba el efecto medioambiental
de los pesticidas de uso agrícola, la publicación del Informe del Club de Roma Los límites del
Crecimiento (1972) o el Informe Brundtland (1987). Aquí es cuando la contingencia político social
urge a los filósofos para la consideración filosófica de todos los problemas ambientales. Además, el
influyente ensayo previo de Aldo Leopold A Sand County Almanac. The Land Ethic (1949) donde el
autor expone que las raíces de la crisis ecológica son fundamentalmente filosóficas. Otros títulos
importantes que dieron inicio y marcaron la necesidad de una ética ambiental fueron El concepto
de moralidad de William Frankena (1966) y La tragedia de los comunes de Garret Hardin (1968).

La educación ética se distingue por su universalidad, y prescriptividad. Mientras que la educación


en valores involucra elementos universales de los principios éticos definidos, y puede también
involucrar costumbres y normas sociales específicas para un contexto o grupo social. La educación
en valores puede ser considerada como una parte de la educación ética, siempre y cuando los
valores que transmita estén acordes con principios éticos universales, y en este caso hablaremos
específicamente de educación en valores morales.
La escuela puede ser uno de los mejores espacios para aprender a clarificar el sistema de valores
que se oculta detrás de una intervención ambiental. De ahí que, en el caso de la escuela
Secundaria Básica, la educación ambiental no deba ser un dispositivo de transmisión de unos
valores predeterminados, no debe ser esa su función primordial; el objetivo de la educación
ambiental, con relación al tema de los valores, a nuestro juicio, es permitir a la comunidad
educativa, avanzar en la construcción de conductas, criterios y comportamientos hacia la
sostenibilidad de una determinada sociedad, sin perder de vista el planeta en su conjunto.

Se dice comunidad educativa, puesto que la educación ambiental que se lleva a cabo en una
institución educativa implica una actividad formadora, en primera instancia para el alumno, pero la
actividad requiere del soporte de los demás actores de la comunidad educativa: los docentes, los
padres de familia, los directivos de la escuela, así como de otros actores que se encuentren
vinculados bajo proyectos específicos, por ejemplo empresas y Organizaciones no
gubernamentales, etc. (Osorio, 1999).

Decimos también que se trata de una actividad de construcción de valores, no de imposición de


valores. "En la medida en que la moral no sea una imposición heterónoma, una deducción lógica
realizada desde posiciones teóricas establecidas, un hallazgo más o menos azaroso o una
deducción casi del todo espontánea, podemos decir que solo nos cabe una alternativa: entenderla
como una tarea de construcción o reconstrucción personal y colectiva de formas morales valiosas.
La moral no está dada de antemano ni tampoco se descubre o elige casualmente, sino que exige
un trabajo de elaboración personal, social y cultural" (Puig Rovira, 1998).

Se propone un paradigma alternativo al paradigma de desarrollo tradicional, uno que eleve


globalmente la calidad de vida, un desarrollo técnico con miras al crecimiento cualitativo, a la
creación y preservación de las mejores condiciones humanas. La humanidad se enfrenta
planetariamente a la tarea de planificar su propio crecimiento en función de sus condiciones
naturales de vida, dañadas por la civilización industrial.

El carácter de proceso formativo escolar (Álvarez, C., 1999) que le hemos dado a la educación ético
ambiental nos exige distinguir sus principales dimensiones, las cuales a su vez permitirán su
estructuración didáctica en el proceso docente –educativo en la escuela: la cognitiva, la afectiva, la
participativa.

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