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Durante la colonia, nuestra sociedad fue aristocrática, y lo que se llamaba plebe, era mirada con desprecio y

tratada con rigor. No digamos nuestros indígenas, a quienes no se permitía acercarse a la ciudad mas que en
plan de esclavos o bestias. Una muestra fue el incidente que tuvo por escenario el año de 1805. En medio de
la penuria e injusticia que predominaban, principiaba a vislumbrarse algún atisbo de pujanza y se levantaron
algunas fábricas. En ese año de 1805, se exhibió al gobierno un muestrario compuesto de 46 clases distintas
de paños, jergas y casimires, elaborados en Quetzaltenango. Pero las autoridades vieron con desagrado los
progresos en aquel ramo, que podía ya competir con géneros similares de España, y se tomó la arbitraria
medida de mandar a cerrar la fábrica y se prohibió la exhibición de las telas. Si no me equivoco, existen aún
esos muestrarios en el Archivo de la Sociedad Económica de la Biblioteca Nacional.

La condición de los comediantes en el siglo XVIII, ciertamente que no era envidiable. Se les consideraba fuera
del orden social, como a seres despreciables. Los sacerdotes se negaban a autorizar los matrimonios de los
cómicos. No se les recibía en la Iglesia y se les negaba sepultura en lugar sagrado. Las personas que se
aventuraban a salir a las tablas, estaban excomulgadas. Y si tales cosas ocurrían aún en algunos lugares de
Europa, cualquiera puede imaginarse lo que sería en estas apartadas colonias españolas.

En Guatemala no alboreó el teatro sino hasta fines del siglo


XVIII. No existía ningún edificio especial para representaciones.

Las comedias que se dieron con motivo de las fiestas de exaltación de la Catedral al grado de metropolitana,
sirvió de escenario el atrio que tiene en el costado, frente a la Universidad de San Carlos de Borromeo, en la
Antigua. Los oidores y los cabildos secular y eclesiástico, asistieron en el corredor que tenía la casa del capitán
Guzmán y Villacreces y el resto del público se colocó en la calle convertida en platea. Espectáculos como éste
no se repetían muy a menudo. Es mas: eran ocasiones re-motas en las que los vecinos se salían de su apatía
y “echaban la casa por la ventana”.

El 14 de noviembre de 1745 dieron principio las festividades, y si es verdad que se le dió toda la importancia
del caso a las fiestas religiosas, también hubo danzas, encamisados, torneos y comedias durante ocho días
consecutivos. La plaza principal de Santiago se convirtió en espléndido escenario.

En esa ocasión también se bailaron las danzas del tocontín, chichimequillo y talanic, a usanza de los indígenas
y la Malinche y la Sultana, lucieron sus gracias y habilidades. La plaza de Antigua y los edificios que la circundan,
con las calles cerradas, se convirtieron en espacioso anfiteatro. Naturalmente, el teatro que se representó
entonces era netamente litúrgico, que tenía alguna aceptación, lo que también nos demuestra el poderío del
clero en la época colonial. Los actores eran parientes del arzobispo y los frailes. Este fue el único espectáculo
en que participó el teatro en toda la época colonial.
Cultura Tributaria

Cultura tributaria es una conducta manifestada en el cumplimiento permanente de los deberes


tributarios con base en la razón, la confianza y la afirmación de los valores de ética personal,
respeto a la ley, responsabilidad ciudadana y solidaridad social de todos.

La importancia de recaudar impuestos para satisfacer las exigencias de la colectividad ha estado


presente en el progreso en todas las formas en el país. Desde el punto de vista de la conciencia, no
es idóneo recaudar sin una dirección clara, desde la perspectiva legal, es indispensable recaudar
los impuestos con una aprobación voluntaria por parte de los contribuyentes.

La cultura tributaria es un mecanismo importante que ayuda a fortalecer el sistema tributario,


surge con la necesidad de recaudar es un sistema equitativo de justicia y progresivo. Y el propósito
fundamental es establecer una política de recaudación para el gasto público y suministro de
bienes colectivos, buscando satisfacer las necesidades sociales, estabilizar la economía y desarrollo
del país contribuyendo a las políticas que reducen la inflación de la economía de mercado.

Cultura tributaria nace con la idea de diseñar un sistema tributario para orientar al ciudadano y
que lo invite a cumplir sus obligaciones de una forma ordenada, el reto como pilar fundamental es
fortalecer la atención al contribuyente mediante la información, servicios y la educación. Esta
cultura es promovida mediante el cumplimiento de obligaciones voluntarias y así fortalecer el
desarrollo de la sociedad.

Sistema Tributario De Guatemala

Un sistema tributario es un conjunto de impuestos que rigen en un país en un determinado


momento La tendencia universal es a que haya varios impuestos y no uno solo Desde un punto de
vista normativo (lo que debe ser), un sistema tributario es un conjunto adherente, sistemático e
interrelacionado de impuestos que rige en un país en un momento determinado en el que debe
cumplir ciertos requisitos para ser una estructura tributaria idónea.

Así las cosas, un sistema tributario debe estar diseñado para atender los siguientes objetivos:
Debe permitir alcanzar los objetivos de la política fiscal (máxima equidad posible, menor
interferencia posible en la asignación de los recursos de la economía y promover la …ver más…

Tales mecanismos podrán incluir, pero no limitarse, a la contratación de empresas internacionales


de verificación y supervisión, contratación de servicios internacionales de información de precios y
otros servicios afines o complementarios;

d) Organizar y administrar el sistema de recaudación, cobro, fiscalización y control de los tributos a


su cargo;

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