Impacto de la respuesta de demanda en la confiabilidad del sistema de distribución

Salman Mohagheghi, miembro, IEEE, Fang Yang, miembro, IEEE

Bamdad Falahati, miembro estudiante, IEEE

Resumen-Demand Response (DR) es una acción impulsada por el mercado y a veces de semi emergencia
ejecutada en el nivel de utilidad o en el proveedor de servicios de respuesta de demanda (agregador) con el
objetivo de reducir la demanda general del sistema durante las horas pico de carga. Si se implementa con
éxito, DR ayuda a posponer los proyectos de expansión de capacidad relacionados con la red de distribución y
proporciona un marco de colaboración para el mercado de energía liberalizado de Smart Grid. Se solicita a los
clientes suscritos al programa DR que reduzcan su demanda o apaguen uno o más electrodomésticos que
consumen energía a cambio de incentivos financieros tales como pagos adicionales o tarifas eléctricas
descontadas. Esto cambiaría el concepto de confiabilidad del sistema de distribución como se conoce
tradicionalmente. Por un lado, DR podría conducir a una mayor cantidad de energía no servida; por otro lado,
no califica como una carga perdida no deseada. Este documento intenta proporcionar un análisis cualitativo
sobre el impacto de la respuesta a la demanda en la confiabilidad del sistema de distribución.

Términos del índice: sistema de distribución, confiabilidad, disponibilidad, red inteligente, respuesta a la
demanda, despacho de la demanda.

I. INTRODUCCIÓN
DISTRIBUCIÓN La fiabilidad del sistema, de acuerdo con la definición del diccionario IEEE, se define como
la capacidad del sistema de distribución para realizar su función en las condiciones establecidas durante un
período de tiempo establecido sin fallas [1]. La confiabilidad del sistema de distribución es especialmente
importante ya que está directamente asociada con el nivel de satisfacción de los clientes. Sin embargo, en la
práctica, muchos factores pueden afectar el rendimiento de la red de distribución. Por un lado, estas redes a
menudo están expuestas a fenómenos naturales y pueden verse afectadas por condiciones climáticas severas.
Además, en muchos casos debido a la estructura radial en lugar de una estructura de malla / lazo más
complicada y redundante, especialmente en América del Norte, cualquier interrupción y falla pueden afectar a
una gran cantidad de clientes. Los componentes que normalmente son propensos a fallas son las líneas de
distribución, los cables de distribución, los transformadores de potencia, los transformadores de servicio, los
condensadores y los reguladores de voltaje. De hecho, un sistema de distribución típico

representa el 80% de los problemas de fiabilidad del cliente [2].

Con la aparición de nuevos dispositivos electrónicos sensibles en la red para los consumidores residenciales,
comerciales e industriales, la calidad del suministro y la continuidad del servicio son cada vez más
importantes que nunca. Esto ha hecho que la fiabilidad sea una de las principales
aspecto de la red inteligente Los modernos sistemas de automatización de distribución adoptan nuevas
técnicas para la detección, aislamiento y restauración de fallas, de modo que la parte más pequeña posible del
sistema se desenergiza como resultado de una falla, mientras que el resto de los clientes se suministran a
través de rutas alternativas y recursos alternativos [3] , [4]. Además, las soluciones tales como los sistemas de
alimentación ininterrumpida (UPS), los dispositivos de almacenamiento de energía y los recursos energéticos
distribuidos son algunas de las alternativas introducidas en el nivel de distribución para aumentar la
confiabilidad del sistema para los clientes. Aunque estos dispositivos son eficientes en la provisión de energía
a corto plazo, su función y efectividad aún son complementarias a la de la red, y no pueden reemplazar la
necesidad de alta confiabilidad que brinda.

Claramente, se pueden lograr niveles más altos de confiabilidad al agregar al nivel de redundancia de la red de
distribución mediante proyectos de expansión de capacidad (CAPX). Sin embargo, esto está restringido en
parte debido al costo de las inversiones adicionales en la infraestructura y en parte a las preocupaciones
ambientales provocadas por la instalación de más líneas aéreas y unidades de generación. La capacidad
limitada del sistema de distribución pone en peligro su rendimiento, especialmente durante las horas punta en
las que se utiliza la totalidad o la mayor parte de la capacidad del sistema y la red funciona con poco o ningún
margen de seguridad. Bajo tales circunstancias, un simple sobrecalentamiento de una línea o transformador, o
el mal funcionamiento de un componente puede potencialmente llevar a consecuencias catastróficas. Reducir
las pérdidas de energía puede ayudar en cierta medida, ya que en los Estados Unidos se pierde del 5 al 12% de
toda la energía generada, y el 60% de esta cifra es directamente atribuible al sistema de distribución [5]. Los
sistemas avanzados de automatización de distribución y alimentación pueden adoptar formas de reducir estas
pérdidas de potencia en el sistema de distribución, por ejemplo, a través de la optimización de voltaje y Var
(VVO). Sin embargo, la cantidad de pérdidas que pueden reducirse de esta manera es limitada y puede no ser
adecuada para aliviar la tensión de la red eléctrica.

La demanda activa es otra alternativa que puede ayudar a reconfigurar el perfil de demanda del sistema
mediante la reducción parcial de la carga, o cambiándolo de horas punta a horas de menor actividad,
reduciendo así la demanda pico y aliviando la capacidad del sistema durante las horas punta. Aunque esto no
se considera una solución permanente, en el corto plazo puede ayudar a retrasar la construcción de nuevas
líneas y unidades de generación. El ahorro de costos, junto con los impactos ambientales de posponer los
planes de expansión del sistema, ha hecho que la respuesta a la demanda sea una solución atractiva para las
empresas de servicios públicos en todo el mundo. Lo que fortalece aún más la posición de DR como uno de
los