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A diario nuestra vida está llena de obstáculos y momentos duros a los que nos tenemos que
enfrentar, estos nos dificultan el poder alcanzar cada una de nuestras metas, estos obstáculos
pueden cambiar drásticamente la forma en la que vivimos nuestras vidas y nos desenvolvemos
dentro de la sociedad, la clave está en superar cada momento y cada obstáculo que se nos
presenta, luchar para obtener cada uno de nuestros propósitos, vivir en el presente y disfrutarlo y
además no frustrarnos y rendirnos cuando estos se nos presenten porque nosotros mismos
somos responsables de nuestra felicidad, pero muchas veces el afán por conseguir lo que
queremos hace que descuidemos los demás ámbitos de nuestras vidas, nuestra salud, nuestra
integridad y nuestras relaciones con los demás.
este es el caso de Dan un joven que tiene una vida llena de comodidades, siendo también uno de
los mejores gimnastas de su equipo y a quien le va muy bien con las chicas, aunque
aparentemente lo tiene todo, no es feliz. Él es un joven gimnasta cuyo mayor sueño es ganar el
oro en los olímpicos pero vive una vida muy desordenada. Dan no disfruta las pequeñas cosas de
la vida que aunque parecen insignificantes nos enriquecen y a veces sin darnos cuenta son las que
más feliz nos harán, él siempre está pensando en lo que paso y en lo que pasara, dejando lo que
está viviendo en su presente a un lado restándole importancia, perdiendo el instantes de su vida
simplemente por estar pensando en momentos que no sabe si llegaran.
Un día conoce a un hombre a quien le llama ¨Sócrates¨ por la forma en la que se expresa.
Sócrates le muestra una perspectiva de la vida y de cómo vivirla, la vida de Dan cambia
drásticamente cuando sufre un accidente en su motocicleta y Sócrates lo llevara a ser un joven
capaz de superarse, a crecer como persona y a saber apreciar las cosas pequeñas de la vida,
aprenderá que la felicidad se alcanza en el camino y no en la meta. A veces las personas esperan
que algo ocurra para ser felices sin darse cuenta que pueden ser felices ahora.
La felicidad “es” el camino; así que atesora cada momento que tienes y atesóralo más cuando
lo compartiste con alguien especial, lo suficientemente especial para compartir tu tiempo y
recuerda que el tiempo no espera por nadie… así que deja de esperar hasta que bajes cinco
kilos, hasta que te cases, hasta que te divorcies, hasta el viernes por la noche, hasta el
domingo por la mañana, hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno o hasta que te
mueras, para decidir que no hay mejor momento que éste para ser feliz… la felicidad es un
trayecto, no un destino.” (Eduardo G, 2015).
Universidad de Sucre
Sincelejo, Sucre
2019