Está en la página 1de 5

Barriera Darío G.

, Conquista y colonización hispánica, Santa Fe la Vieja (1573-1600)


Prohistoria, Rosario, 2006, 216 p.

Se trata de una obra cuyo marco general remite a la conquista y colonización de América.
Luego de una breve introducción en la que el autor recorre escalas de análisis sucesivas, se
sitúa en la primera fundación de la ciudad de Santa Fe, 1573, y desde allí se encarrila en un
periplo histórico hasta que la ciudad se traslada a un nuevo y definitivo emplazamiento.
Recorrido que se completa en 1660 y que otorga la delimitación espacial y temporal al trabajo.
El autor asume un abordaje pormenorizado, en el que incluye diversas facetas de observación,
pasibles de ser analizadas bajo distintas premisas historiográficas. En este sentido, se puede
apreciar en el trabajo de Barriera la determinación de extraer toda la información
historiográfica posible de unas fuentes que ya desde el principio del libro se anuncian como
escasas.

Vale mencionar una advertencia preliminar, una reflexión sobre la subjetividad que el autor
cree necesario manifestar antes de volcarse al análisis formal. Expresa una motivación personal
en la elección y el abordaje temático de una cuestión en la que está inevitablemente inscripto.
La necesidad de aclarar este punto se genera a partir de un sentimiento de pertenencia al
entorno geográfico y cultural al que dirige su mirada, cuyas implicaciones trascienden la época
que estudia. Al respecto argumenta a favor de su actitud como historiador, en la que
“domesticar” las sensaciones dirigirá el análisis hacia un equilibrio en el que la subjetividad se
vea reducida y así minimizar su impacto en el abordaje científico.

La escritura del libro mantiene un fino equilibrio entre distintos propósitos, académicos por un
lado y divulgadores por otro. De modo que el lector no iniciado se verá beneficiado por una
lectura atractiva y fluida, provista además por numerosas anécdotas ilustrativas. Sin embargo
esta cualidad no le quita validez al tipo de análisis ni debería disuadir a los interesados en el
análisis más profundo. Barriera presenta un enfoque novedoso y multifacético acerca de un
objeto visitado en numerosas ocasiones, pero dentro de visiones estructurales más amplias. En
este sentido, la originalidad de esta propuesta reside en el acercamiento de la imagen, el
achicamiento de la escala y por consiguiente un procesamiento escrupuloso de la información
obtenida de las fuentes.

El libro está estructurado de tal manera que le hace recorrer al lector una sucesión de escalas.
El primer capítulo está dedicado a la perspectiva amplia y contenedora. El contexto

1
hispanoamericano primero, luego el rioplatense, por último el Litoral. Para ello Barriera
revisita la bibliografía conocida para con bastante premura concentrarse en el análisis
pormenorizado de Santa Fe la Vieja, entre la primera y segunda fundación. El libro comienza
exponiendo la experiencia conquistadora en la vasta región del Río de la Plata. Aquí el autor
exhibe las motivaciones de la empresa española, cuyos factores se remontarían hasta una
crisis feudal, en las que Barriera encuentra un poderoso motivo de la migración ibérica hacia
América. Crisis, punto de partida y “oportunidad”. Allí se inicia la presente muestra
historiográfica de Barriera.

El análisis de Barriera discurre por diversas facetas historiográficas. Se trata de un planteo que
puede parecer ambicioso, sin embargo, y dado que dedica poco espacio al contexto, la
concentración del foco en un objeto específico le permite salir airoso de un planteo
metodológico que por momentos recuerda las pretensiones de la “historia total”, pero que por
su magnitud se acerca más a las expectativas que expresa la nueva historia local y la
microhistoria. La reducción de la escala admite un tipo de sistematización de la información en
primer plano del que Barriera saca buen provecho; consigue de esta manera enriquecer el
acervo historiográfico sobre el objeto de estudio, al mismo tiempo que dota su trabajo de
originalidad.

Aun con documentación escasa, el autor se las arregla para presentar un análisis que se
expande hacia distintas direcciones. Así recorre las dimensiones que habitualmente se analizan
por separado en trabajos estructurales o de mayor envergadura, dedicados a objetos que
requieren de una escala mayor de visibilidad. Barriera recorre la historia de Santa Fe la Vieja
por distintos caminos. Desde la geografía, imprescindible perspectiva, que muestra desde
“arriba” el peculiar y distintivo paisaje que operará inmediatamente en la mentalidad del
nuevo ocupante. Es interesante cómo Barriera parece descubrir una inmediata conjugación
entre las cualidades geográficas del entorno santafesino (en el que el río es una presencia
dominante) y el bagaje cultural hispánico y aborigen, del que surge una identidad nueva, un
auto-reconocimiento al que una mirada retrospectiva negaría una imposición cultural plena,
pues provino de la confluencia de distintas vertientes y factores.

Sin embargo, Barriera también revela uno de los rasgos en los que la ocupación española se
mostró más efectiva. Uno de los aspectos más novedosos del libro (y útiles para el lector
interesado en similares líneas de investigación) es el cotejamiento de la ciudad como patrón
urbano de asentamiento. El autor ve en ella una de las formas más efectivas de organización
del territorio por parte del invasor, tanto en la transformación del espacio como en la

2
estructuración social. El trazado urbano reproducía simbólicamente los elementos más
conspicuos de la organización monárquica (rollo, cabildo e iglesia). De modo parecido, el
reparto de terrenos (solares, suertes y suertes de estancia) obedecía a requisitos relacionados
con la supervivencia y un necesario orden en la producción de bienes para aprovisionar a la
ciudad; pero también respondía a una cierta jerarquía, medida en términos del prestigio y lugar
que el adjudicatario tuviera en la escala social. La ciudad organizó el territorio y se constituyó
en artífice de la transformación del espacio en europeo y cristiano.

La observación meticulosa de Barriera sobre la ciudad y su entorno, genera una afortunada


producción de información relacionada con la geodesia, es decir con el reconocimiento del
terreno, trazado urbano, y definiciones técnicas correspondientes a ese campo, como distintas
medidas de superficie y longitud. Todas ellas en clave de época y lugar. Sumamente útil resulta,
también, el vertido de explicaciones sobre conceptos relativos a las distintas áreas que abarca
el trabajo. Como las referidas al manejo de la economía (sistema de pesos y medidas por
ejemplo) y a la terminología judicial y administrativa.

Tratándose de una obra enfocada en el circuito historiográfico local, una de las fuentes dilectas,
aunque escueta, lo constituye la relativa a la demografía. La estructura social que descubre el
autor en Santa Fe la Vieja no sorprende. Caracterizada por una apabullante mayoría masculina,
en los que predominan los “hijos de la tierra”, todos provenientes de Asunción, desde donde
provino la corriente fundadora que creó además la ciudades de Corrientes y Buenos Aires. El
impulso fundador reconoce como factor principal un desplazamiento de población por motivos
sociales y políticos. Una solución pensada para descomprimir una situación peligrosa, creada
por la falta de expectativas de ascenso social y económico de buena parte de la población
asunceña.

En parte, la fundación de Santa Fe respondió a este factor y a la necesidad de una articulación


económica, primero con Asunción pero que pronto comenzó a dirigirse a Potosí. El informe
demográfico no solo permite ver una estructura social predecible. Incluye datos interesantes
relativos a la calidad de vida, flujos de tránsito, migraciones, traslados forzosos. El manejo de
las fuentes y su sistematización, si bien no aparecen explicados en la obra, pueden deducirse
de la información que expresan. Y constituyen información útil para el investigador que decida
encarar un trabajo de similares proporciones y expectativas.

El encuadre político permite recorrer las sucesivas divisiones y fragmentaciones a las que
progresivamente es sometido el territorio rioplatense. Partiendo de las jurisdicciones más
grandes, Barriera expone las distintas esferas jurisdiccionales a las que estuvo sometida la

3
ciudad. Como en el capítulo reservado a la demografía, aquí también el autor introduce al
lector en la intrincada trama de los recovecos de la burocracia judicial y administrativa
españolas. Jerarquías, esferas administrativas y judiciales, rangos y funcionarios que afectaron
de algún modo a la Santa Fe de las primeras décadas, son explicadas con paciencia y criterio
didáctico por el autor, así como los modos de alcanzar los cargos, conflictos, superposición de
jurisdicciones y de funciones, entre otras cuestiones. Las cualidades específicas del sistema
legal español discurren en medio de estas explicaciones, entre lo que destaca su adaptación a
las tierras americanas. La elaboración de un argumento a partir de este entramado denso y
complejo requiere de un trabajo arduo de sistematización y seguimiento. La información que
expone el autor en estos aspectos es por demás provechosa, sobre todo en lo que respecta a la
definición de conceptos de índole judicial y administrativa de la época.

En este trabajo, se propone un escaneo exhaustivo a la Santa Fe del período, en el que están
contempladas las facetas analíticas más usuales. Cada capítulo es sometido a una
sistematización en la que se verifica la fragmentación del análisis por aspecto. De diferentes
formas, el autor expone estas dimensiones convencionales: la económica, la política, la social y
la cultural. Cada una abordada con nivel de detalle. Sin embargo, y en numerosas situaciones,
cuando el autor sugiere estar hablando de alguno de estos aspectos, si de economía (los
precios o el ganado) o se introduce en la dimensión política (la estructura de decisiones, por
ejemplo), casi siempre el análisis termina recostándose sobre el flanco cultural. Lo que el
español siente o piensa, los distintos tipos de lastre que los invasores transportaron desde su
tierra natal, o desde sus antepasados. Cómo el territorio los impresiona, los afecta y determina
(poco o mucho) su voluntad y su estructura de pensamiento, son algunos de los elementos que
terminan por redondear las explicaciones que da Barriera en cada caso. Si bien el autor intenta
decir todo sobre Santa Fe la Vieja, casi siempre aflora este criterio, el que encuentra en la
vertiente cultural el soporte confiable e imprescindible de su exposición.

En el acto de la fundación de la ciudad de Santa Fe la Vieja, subyace entonces ese legado


indeleble y ancestral, que en la traspolación a la tierra santafesina se fusiona con nuevos
elementos y condimentos. Las costumbres alimenticias (el pan y el vino), el ganado vacuno y
equino, entre otros innumerables objetos culturales, se fusionaron con el nuevo paisaje
fundando una nueva tradición cultural y una identidad particular para los santafesinos. Si bien
Barriera destaca la voluntad expresa de ese traslado, también advierte que con el vertido
cultural europeo se funda un nuevo vínculo. En ese vínculo se pueden identificar las cualidades
de origen de los artefactos culturales europeos y en menor medida las aborígenes, así como la
finalidad práctica y explicita, devenida de las necesidades del conquistador. Cada nuevo vínculo

4
terminó distinguiéndose. Por diversos motivos, el contacto sometió a los europeos a una nueva
relación, con las sociedades aborígenes y con el paisaje. El acto de la fundación de la ciudad
proveyó casi inmediatamente una nueva tradición. En el avistaje y revelación de esta nueva
complexión cultural reside la mayor originalidad del trabajo de Barriera.

Ignacio Almada

(Cátedra de Arrigo Amadori, maestría)

Abril, 2017

También podría gustarte