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LOS PRINCIPIOS Y FUNDAMENTOS DE LA ÉTICA PROFESIONAL.

L
a ética profesional, estudiada como una asignatura complementaria, no puede
aspirar a dar una respuesta a todos los problemas de índole moral que habrá de
enfrentar el profesional futuro. Esa respuesta se encuentra sólo esbozada e
iniciada en cualquier manual de estudio sobre la moral, no importa cuán completo
sea.

Los casos o conflictos de moral en que pueda encontrarse el ser humano son prácti-
camente innumerables. Por ello, el mejor objetivo de la enseñanza y formación moral
del profesional ha de ser la creación de un sentido moral, un discernimiento capaz de
intuir y apreciar lo que debe ser y lo que no debe ser, el bien del mal, lo correcto de lo
que no lo es.

La moral hoy no puede ceñirse a definiciones, divisiones y simples explicaciones, debe


ser esencialista y existencialista al mismo tiempo. Debe profundizar en el análisis y
llegar a las causas profundas, a lo que no se ve.

No puede la moral impartida en la escuela sustituir a la moral natural, inscrita en la


misma naturaleza humana, al igual que todos los instintos y constituyentes internos del
hombre. Mucho menos puede sustituir la moral de escuela a la moral inspirada y
sobrenatural que dimana de la "palabra de Dios", escrita o no escrita, a la enseñanza
bíblica y a la tradición. Cuando no haya moral de escuela, esta moral trascendente
sobrevivirá, porque su contenido es eterno.
Preguntémonos:
¿Me siento mejor viviendo solo atento a las cosas que dan beneficio material? ¿Doy
alguna oportunidad a la vida interior?

Una ocasión para que ejercites una actitud de servicio consiste en buscar en la
comunidad en que vives quién necesita ayuda tanto material como espiritual.

La Profesión es

La palabra profesión proviene del latín, professio-onis, que significa acción, y efecto de
profesar; ejercicio de un oficio o empleo para ganarse el sustento. Sin embargo, no
siempre el ejercicio de la profesión es aprovechado por el individuo como fuente
económica, y, sólo se dice que es su profesión, u oficio cuando, está ligado a dicha
actividad por lazos de regularidad, obligatoriedad y procedimiento técnico.

Las profesiones se han registrado en más de 30,000, según algunos, autores quienes
han catalogado en distintas escalas.

Fundamentos Profesionales

Todo lo que humanamente nos concierne merece la atención y el deseo de conocerlo


y una vez logrado ese conocimiento, sirva para ampliar nuestro raciocinio, para ser úti-
les a la colectividad y favorecer, conjuntamente, nuestro propio bienestar. La cuestión,
así contemplada, conduce al hombre en el ámbito del estudio, en cuanto a su razón de
ser y a la adopción de medidas para la prolongación de la existencia y 1a preservación
de ella.

La superación intelectual, la investigación científica y la moralidad del hombre nos


están encauzando, desde hace mucho, por la ruta de la evasión de las frustraciones,
colocándonos, en altitud de vida, a niveles insospechados.
La conquista de las distintas ramas del saber humano y la aplicación habitual de esos
conocimientos sitúan al individuo en su profesión, y ésta; con sus reglas, sus principios
y todos sus atributos, han dado origen a muchas profesiones útiles, por ejemplo, el
Derecho, la Medicina, el Magisterio, la Economía, la Contaduría, la Ingeniería, etc.

El desarrollo económico y social tiene relación directa con el aprovechamiento de los


recursos humanos y solamente a través de la ciencia y la tecnología podrá dar
celeridad a su progreso. En tal virtud, siempre ha existido la necesidad de preparar
personal calificado en el campo de las ciencias, las artes, los oficios, los deportes, etc.,
para responder a las necesidades de la vida.

Se denomina Profesión a la dedicación idónea, habitual e intensa del individuo


a determinada actividad en base a la educación, la formación y el
perfeccionamiento.

Los profesionales deben enfrentar con firmeza, mediante la evolución realista, los
problemas propios de la evaluación de la carrera adoptada, para lograr el progresivo
caudal de conocimientos que ella encierra, pues se ha comprobado que cada diez
años se experimentan notables cambios en el mundo, los cuales obligan a la
adquisición de conocimientos renovados como norma y guía en las amplias áreas
donde se escenifica la revolución derivada de la enseñanza y la investigación científica
en todos los nivelas.

La profesión conlleva una preparación adecuada y suficiente, para el logro de una


capacitación que responda a la dimensión de las exigencias de hoy, para no hacer de
ella un desperdicio de talentos, sino, por el contrario, valores sumados al patrimonio
científico de la humanidad. La preparación profesional implica calidad, método,
sistema, selectividad, profundidad. De la magnitud de esta preparación depende la
aplicación útil o no de los conocimientos adquiridos.

Se agrega a todo esto el adiestramiento, la práctica, el proceso de planificación y la


renovación de sistemas, sin perder las perspectivas propias de la profesión escogida.
La profesión es una actividad seria y provechosa para la sociedad, permite al
individuo ganarse el sustento, mejorar su calidad de vida y propiciar el desarrollo de
los países.

La profesión y el oficio implican tres notas esenciales:


1. La actividad propia que implica el ejercicio o práctica lo aprendido.
2. El servicio a los demás, lo que denota que la profesión tiene carácter social,
es ejercida dentro de la sociedad, y cumple una misión para el bien común.
3. Por vocación o propia elección, que reviste gran importancia, porque la
vocación o inclinación hacia una profesión u oficio es determinante en el
buen desempeño del mismo y de la satisfacción de realizarlo.

HISTORIA

En el devenir histórico, siempre ha habido en el


mundo leyes que rigen la conducta moral del
individuo en el ámbito de la familia y de la sociedad,
imponiendo a éste la obligación de participar en
determinada actividad útil.

Una de esas acciones es el ejercicio de las


profesiones, en razón de la íntima relación existente
entre lo económico y lo que representa la profesión
como linaje social, inspiradora de confianza en la razón humana.

Universalmente y a lo largo de la historia siempre ha habido personas dedicadas con


marcado empeño a determinadas tareas, quienes han hecho de esas actividades su
ocupación habitual, comparable a lo que hoy llamamos profesión.

En los orígenes de la civilización estas personas tuvieron mucha influencia, relieve y


adquirían mejores oportunidades de fortuna que sus semejantes, logrando así sólido
prestigio a sus nombres y familias, a tal grado, que sus derechos, privilegios y deberes
ya eran cosa de herencia familiar.

Según los avances de la civilización, estas costumbres tomaron variantes que


culminaron con la fisonomía social dada por la Revolución Francesa (1789), que
proclamó la igualdad de derechos y las posibilidades de todo individuo a la conquista
de posiciones que antes estaban reservadas a unos cuantos exclusivamente.

La idea de profesión es un concepto antiguo pues en culturas tan arcaicas como en la


India existían centros de saber donde se concentraban ya los eruditos budistas de
distintas regiones. Durante la antigüedad clásica el desarrollo del conocimiento corrió
a la par con los intercambios culturales entre países del mediterráneo, luego
comenzaron a surgir las Universidades en Europa haciendo de este continente una
verdadera comunidad intelectual.Convento de los dominicos,

Esta larga y fecunda tradición se continúa en América Latina con la fundación de la


Universidad Autónoma de Santo Domingo, bajo el nombre de Universidad de Santo
Tomás de Aquino, en fecha 28 de octubre del año 1538, en virtud de la Bula "In
Apostolatus Culmine" expedida por su Santidad Paulo III, de la cuya Bula son los
siguientes párrafos:
"... en virtud de Nuestra Autoridad Apostólica y por tener de las presentes, erigimos y
fundamos en la dicha ciudad, una semejante Universidad de Doctores, Maestros v
estudiantes, al modo de la de Alcalá la cual ha de ser regida y gobernada por un
Regente a quien se denominará Rector..."

"...A norma de lo solicitado, concedemos también por Nuestra Autoridad, al tenor de


las presentes, que los promovidos en dicha Universidad de Santo Domingo a los
grados de Bachilleres, de Licenciados, Doctores y Maestros respectivamente, posean,
usen y gocen, libre y lícitamente, en cualquier modo en lo futuro, de todos y. cada uno
de los privilegios, indultos,
inmunidades y favores, que
poseen, usan y gozan, los que
son promovidos a los mismos
grados, en las Universidades de
Alcalá, de Salamanca o cualquier
otra Universidad de dichos
Reinos, según sus ritos y
costumbres...”

Trece años más tarde se fundan las universidades en Lima y México.

Otra universidad, instalada años después en Santo Domingo fue la Universidad


denominada Santiago de la Paz, conocida también como Universidad de Gorjón,
debido a la generosidad del colonizador y rico hacendado Hernando de Gorjón,
propietario de un poderoso ingenio de azúcar y de grandes hatos de ganado, cuyos
principales bienes se encontraban principalmente en la ciudad de Azua.

Con las universidades de Santo Tomás de Aquino y


Santiago de la Paz, las ciencias y las artes alcanzaron tal
auge en Santo Domingo, que la ciudad fue bautizada en
aquella época (mediados del siglo XVI) con el honroso
sobrenombre de "Atenas del Nuevo Mundo”.

Formación Profesional
S
e entiende por formación profesional la adquisición de conocimientos y
destrezas en orden a la plasmación de una personalidad especialmente apta
para el ejercicio de una actividad llamada profesión.

La formación profesional exige un vigoroso esfuerzo del individuo en los campos de la


ciencia y de la técnica. Esta formación no se limita al ejercicio del intelecto y de los
músculos, sino que, en conjunto, dotan al individuo de la experiencia necesaria para
compartir las responsabilidades y la función que los egresados universitarios deben
asumir en el mundo globalizado.

No debemos confundir la formación general con la formación profesional. La


primera es imprecisa y suponemos que está a cargo de la escuela primaria y la
educación secundaria. La formación profesional encierra un conjunto de
conocimientos ordenados en alto grado, que no termina en el interés y obtención
de un título, sino que se puede prolongar por toda la vida.

Se ha dicho que dos conceptos distintos se cruzan en el término “Formación


Profesional”: los de formación del hombre por la profesión y para la profesión. De ahí
el interés del estudio de la deontología, que se refiere al análisis de los deberes y de
los derechos de los individuos como profesionales.

Deberes, propios de la preparación y aprovechamiento de las potencialidades del


individuo para la acción, con los conocimientos necesarios, no de una simple habilidad
o destreza cualquiera.

En cuanto a los derechos, a los que le son propios como persona civilizada, amparada
y protegida por principios fundamentales de los Derechos Humanos, aprobados y
proclamados por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre del
año 1948.

L
a formación profesional, incluye la investigación científica y tecnológica, cuyo
objetivo debe constituir una aspiración ineludible de toco individuo; que recibe
educación superior. De la espontaneidad y dedicación a tales propósitos,
depende, en gran parte, el buen éxito de la carrera profesional y junto con ella, el
progreso económico y social conducentes al desarrollo de la nación. Más aún, el
profesional viene a ser el laboratorio humano en el que las ideas se pulen y
perfeccionan.

La completa formación profesional la hallamos en el post-graduado, medio


coadyuvante a la capacitación óptima del profesional. Esta capacitación no es
necesariamente obligatorio adquirirla en el extranjero aunque contribuyen
grandemente a la incorporación del individuo al grupo de los triunfadores.
Vocación

Etimológicamente hablando, la palabra vocación, se deriva del latín vocatio, implica el


concepto de inspiración o estado del alma, sometida a la influencia de un llamado
interior. Vinculada con la profesión, se refiere a la elegida por el individuo y que por
afición ha escogido para capacitarse y hacer de ella la dialéctica de la existencia o
para conducir y conformar la vida a la realidad.

La vocación es en términos más simples, la inclinación o deseo natural de


las personas a un trabajo u oficio determinado para el cual tiene aptitudes,
es el deseo de satisfacer una disposición del alma para el ejercicio de
una actividad determinada. Es el llamado interior hacia lo que gustaría
hacer el individuo como cristalización de una afición o actual de su
interés.

La vocación representa un verdadero impulso del instinto humano hacia la objetivación


de la vida. La vocación tiene una base el atractivo personal hacia determinado
trabajo, carrera así como la recta intención de ejercerla bien. Cuando la profesión
coincide con la vocación hay eficiencia, facilita la creatividad y propicia la felicidad de
los individuos en el ejercicio de la misma.

Toda vocación profesional tiene tres elementos constitutivos:

Atractivo
Recta
intensión

Idoneidad

-El Atractivo: significa que exista la inclinación hacia ese determinado quehacer.
-Recta intención: que el ejercicio de la misma este basado en principios morales y el
deseo de hacer el bien.
-La idoneidad: que consiste en la capacidad, aptitud o conocimiento sobre algo o
para realizar algo.

Complementan a la vocación otros elementos como son:

Estabilidad, se refiere a la permanencia, a no cambiar de profesión u oficio, de


ordinario es vitalicia.

Honradez, se manifiesta con la práctica de múltiples valores morales, con el


actuar recto y honesto que procura no engañar a los demás.

Espíritu de servicio, Es deber de todo profesional buscar su propio bienestar,


también constituye un deber de todo profesional el poner sus conocimientos,
su talento y capacidad para contribuir con el bien común, para la solución de
problemas de su sociedad. El profesional debe ver y tratar a los demás en
función de que es una obra maestra del creador, no verlo como un cliente que
le produce dinero o riquezas, actuar así desmerita y descalifica la profesión
que se ejerce y la dignidad del profesional.

Respeto a la dignidad humana, el profesional debe ver al cliente como un ser


único, concebirlo y tratarlo como tal y no solo desde el aspecto económico.

Orientación

Todo individuo busca acomodar, sus inclinaciones al propósito del dominio de


determinada actividad. En muchos casos, para la elección de una profesión se dejan
llevar de impresiones momentáneas, de simpatías, de caprichos pasajeros, en fin, de
una gama de circunstancias, resultado de a falta de una cosa llamada orientación, es
decir, la ubicación, adecuada de su manera de ser y de pensar, en relación con la
actividad o trabajo elegido.

L
a orientación profesional se ha definido como "el proceso de ayuda al individuo,
para conocerse a sí mismo y conocer el medio social en que vive a fin de ser
capaz de lograr su máxima ordenación interna y la mejor contribución a la
sociedad. Dicho en otras palabras, la indicación del tipo de actividad que más
conviene a la persona.

Es recomendable que la profesión escogida sea el resultado de la orientación, que es


la consecuencia del análisis del individuo en cuanto a su comportamiento social,
comportamiento mental, comportamiento emocional, condiciones físicas y grado de
inteligencia. Todo esto guardando relación con las necesidades primarias del
individuo: alimentación, vestido, vivienda bajó, techo y satisfacción de variadas
necesidades de distintos, órdenes, tomando en cuenta fundamentalmente el papel útil
que puede desempeñar en el medio ambiente al cual se propone servir.
En la orientación profesional se utilizan con buenos resultados, los tests,
cuestionarios, entrevistas y otros medios sicotécnicos de contacto individual, sistemas
que darán el punto cardinal o indicador seguro de la ubicación del sujeto, coordinando
lo que queremos ser con lo qué debemos ser.

Especialización

Los cambios constantes de las sociedades ha


ido llevando las profesiones, conforme las
necesidades sociales, a un plano consistente,
en la dedicación exclusiva de determinada ra-
ma técnica o científica, que se equipara a dividir
las profesiones en partes concentradas.

Etimológicamente, especialidad reviene del


latín Specialis, acción que se aplica
particularmente a una cosa, Es el resultado de las demandas de la capacitación
profunda de determinada rama del saber que, a su vez, contribuye a incrementar el
desarrollo social.

No es igual el profesional médico que reúne los conocimientos científicos en forma


generalizada que aquel que ahonda en determinada rama de esa ciencia tan amplia y
progresista, considerada la primera profesión que tuvo necesidad de la
especialización. Se presume que la atención concentrada en uno de sus aspectos
científicos o técnicos, puede acumular más conocimientos y experiencia,
favorecedores de un mejor aprovechamiento de los recursos humanos en bien de la
sociedad.

a especialización conlleva perfeccionamiento, investigación científica y tecnológica y


la intensificación del conocimiento de las causas y los efectos del complejo racional
Lde la materia científica. El rango de especialistas depende casi siempre, de cierta
instrucción y experiencia bajo una disciplina de trabajo inflexible de ahí su mayor
utilidad para la sociedad.

Función ética

El proceso moral cobra formas admirables en el ejercicio de la profesión del individuo


a quien está reservada la alta responsabilidad de difundir sus conocimientos técnicos
o científicos, mediante la aplicación de éstos en el medio donde desenvuelven sus
actividades humanas, con miras a mejorar la eficacia y aceleración del progreso.

La escuela prepara la conciencia del individuo hasta la conquista de un título mediante


el cual se reconoce que éste, como factor fortalecedor de la sociedad, se ha
preparado para servirla y servirse, tanto en sus fines económicos como intelectuales,
técnicos y científicos.

El vivir moralmente es la forma de existencia esperada de los profesionales en la


esfera de las relaciones. El profesional tiene el compromiso moral de contribuir, directa
e indirectamente a la felicidad de los demás, mediante sus conocimientos y su
conducta ética.

La honradez, la veracidad, el escrúpulo y la decencia, unidos en la conciencia formada


científica y técnicamente en el individuo, deben constituir un conjunto de virtudes
complementarias del profesional con las cuales puede contar la sociedad para sentirse
garantizada.

Los pueblos esperan, en cada profesional, un individuo incapaz del engaño, de mentir,
de faltar a la moralidad. Creen y lo demuestran con su entrega total al profesional, en
la posesión de una moral superior por parte de aquel, dedicado a conocer la vida
mejor que el hombre común.

¡Qué desaliento! ¡Cuánto pesar embarga a quienes son defraudados por un acto de
irresponsabilidad o falta de honestidad de quien se espera todo! Por eso, debemos
convenir en que las ineludibles exigencias de la vida profesional imponen: dignidad y
moralidad.

Conciencia profesional

La conciencia profesional que distingue al buen profesional del que no lo es


comienza temprano, en los cursos de aprendizaje de la profesión u oficio.

Constituyen falta de conciencia del profesional


o El aflojamiento de la conciencia moral en general
o La ignorancia o desprecio de los principios religiosos y morales
o La fuerza de la costumbre generalizada y aceptada

Principios básicos en los que se apoya la conciencia profesional, que deben ser
aceptados y puestos en práctica son:

El principio religiosos de la vida: Dios está en el principio y término de la vida


humana y sus mandamientos nos inducen a hacer el bien.
El carácter social de la persona: el ser humano está llamado a vivir en
comunidad, a servirla, y no solo servirse de ella.
El carácter social del trabajo: mediante el trabajo la sociedad se organiza y
crece en todos sus órdenes.
El sentido sobrenatural de toda familia: El ser humano resume el mundo
material y espiritual, es la obra más perfecta de Dios.
Mística profesional
S
e habla de la "mística profesional" como de algo que da relieve y brillo
particular a la profesión que se ejerce. ¿Qué es la "mística profesional"?
Lo místico viene a ser la manifestación de una experiencia de la vida
interior del hombre, que al través de ella descubre una forma de vida superior,
trascendente. Lo "místico" y la "mística" en sí se traducen al lenguaje co mún
por lo "sagrado", que pertenece al orden religioso, ¿Qué tiene esto que ver con
la profesión?

Cuando aceptamos los valores espirituales y creemos ellos, tenemos que


convenir que toda actividad humana, y la profesión lo es, puede alcanzar un
alto grado de perfección y hay que procurar alcanzarlo. Esto constituye en
resumen la mística profesional: Procurar alcanzar al través de la profesión
el perfeccionamiento propio y de nuestros semejantes.

El liderazgo profesional

El liderazgo es el conjunto de capacidades que un individuo tiene para influir en la


mente de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este
equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos. También se entiende
como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar,
motivar y evaluar a un grupo o equipo.

Richard L. Daft, en su libro La Experiencia del Liderazgo, define el liderazgo como:

“La relación de influencia que ocurre entre los líderes y sus seguidores,
mediante la cual las dos partes pretenden llegar a cambios y resultados reales
que reflejen los propósitos que comparten”.

El liderazgo es un fenómeno visible, en la sociedad y su relieve se destaca más en la


vida moderna, debido a los grandes cambios que en ella se han operado.

Hombres y mujeres, dotados de algunas cualidades personales y formados en


determinados principios y prácticos, asumen la función de guías en los diversos grupos
sociales, se supone que para su bien, aunque no siempre lo sea.

Hay un buen liderazgo, que conduce sin quebrantar la libertad, sin absorber, sin
manipular. Ese liderazgo es necesario más que nunca en nuestros días, cuando por
los frecuentes cambios se puede perder la coherencia social de los individuos.

El profesional, como tal, está preparado para asumir en la sociedad una posición más
influyente en distintos campos. Vive en un mundo de relaciones públicas y crecientes.
Se le tiene en cuenta de ordinario por su capacidad de servicio, algo a lo que no
puede renunciar pues es de vital importancia esta función del profesional en los países
que buscan un desarrollo y bienestar que alcance a la mayoría de los ciudadanos.
No todo liderazgo, por el hecho de serlo, es bueno. Lo que hace bueno el liderazgo es
la intención con que se ejerce y el modo de ejercerlo! Siempre debe ser ejercido con
conciencia de servicio y con respeto a las personas y a las comunidades, Un defecto
que a veces malogra a un buen liderazgo inicial es el egoísmo y la ambición, Ejemplos
buenos no faltan. Tampoco malos. Les exhortamos a citar nombres de líderes
nacionales e internacionales que correspondan a ambas tipologías.

Quien sienta y descubra en sí mismo las condiciones y cualidades de liderazgo tiene


el deber moral de aprovechar esas cualidades y ponerlas al servició de la comunidad
cuantas veces sea necesario.

Ante situaciones particulares, como son la miseria, la ignorancia, la falta de salud, la


inmoralidad pública, el profesional puede encontrar una gran oportunidad para pagar a
¡a sociedad parte de lo que de ella ha recibido en educación y profesionalización.

La indiferencia ante las necesidades de su comunidad constituye una falta en el


profesional común. Esta falta puede llegar a ser "pecado de omisión". De modo
similar, la indiferencia de las llamadas élites sociales, económicas, políticas o
culturales frente a las necesidades de su pueblo constituye una verdadera falta social
y un contrasentido, porque,

¿De qué otra manera se justificaría la existencia de esas élites? Su función es vivir en
la sociedad y para la sociedad y no de la sociedad. Ser clase dinámica y
dinamizadora. y no clase parásita. Esto supone una conciencia clara del deber.

Virtudes del buen profesional

Es fácil encontrar que una de las motivaciones para elegir una profesión es ganar
dinero. Debe distinguirse el tener dinero para vivir, de vivir para tener dinero; lo primero
es necesario y constituye un acto humano explicable. Lo segundo te convierte en un
ser solitario e infeliz. El afán de lucro fácil puede llevar a la decadencia, olvidando otros
esfuerzos como el estudio y la investigación.
Todos quieren tener un titulo porque "Tener un título" suena como tener un carta
credencial para abrirse puertas que de otro modo no se abrirán, sin embargo, hoy
todos entienden que tener un título no basta, porque el título solo no daría capacidad
de trabajo y de servicio que correspondiente al profesional de mérito.

Como se puede apreciar, toda formación profesional envuelve esfuerzo no solo del
estudiante, del profesor y de la carrera que estudia, también de la comunidad donde
se vive y norma. ¿Cómo lo hace? Con buenos hábitos y virtudes que se comuniquen y
se hagan "estilo de vida".

Las virtudes en la medida en que se dejan de practicar, pueden disminuir por falta de
ejercicio, hábito intelectual, así también puede disminuir la virtud de la paciencia por
no moderar los impulsos de la ira.

Las virtudes que distinguen al buen profesional son muchas y son básicas, entre ellas
se destacan: la responsabilidad, la honradez, el espíritu de servicio y el respeto a la
dignidad humana.

La honradez es una consecuencia necesaria de la razón de ser de la profesión, o sea


del bien común a que ella debe servir, "Digno es el que trabaja de recibir su paga"; no
obstante, ninguna profesión del hombre puede tener como fin principal el lucro.

El espíritu de servicio es una característica del buen profesional. Quien no ponga su


talento, conocimiento y esfuerzo al servicio de los demás, sino que centra su interés
en lo económico, lo remunerativo, será un profesional mediocre.

El respeto a la dignidad humana es un imperativo categórico que debe manifestarse


en todo profesional como actitud permanente, no ver a la persona en función de lo
económico, capacidad de producción o de su utilidad material. Todos los grandes
profesionales que han merecido el conocimiento de la sociedad han sido
notables por su espíritu de servicio y por su dedicación a contribuir al bien de su
comunidad.

Es justa la remuneración profesional que permite vivir holgadamente, con lo


necesario para un nivel de vida digno y decente. Pero si el profesional busca sólo su
bien particular sin preocuparse del bien de los demás y sin importarle los proce-
dimientos que emplea para adquirir ganancia, entonces trastorna sustancialmente el
concepto de profesión y se hace por lo tanto indigno de ejercerla.

Problemas morales a nivel profesional


Los problemas en la vida profesional surgen con frecuencia por medio de tentaciones
al delito, infracciones del soborno, vicios, transgresiones, del uso de medios inmorales
para conseguir algún fin y de la clasificación o adulteración de un producto o ejecución
de un trabajo que no cumpla los requisitos de la calidad.

Sin embargo, en toda profesión, técnica u oficio hay posibilidad


de practicar la honradez o de faltar a ella, pues siempre existe
la ocasión de poner a prueba la moral de un profesional.

Hoy las exigencias del consumismo están reclamando cada


vez más, creando miles de nuevas necesidades. Parece ser
que no se puede prescindir de la casa señorial, del
automóvil de lujo, del casino o del bar, del cine, del whisky, de las colecciones
interminables de nuevos trajes y todo eso a veces al fiado, para que las deudas
y los cobros no permitan vivir en paz.

El mundo de las relaciones humanas del profesional suele ser muy amplio y en
él las virtudes y buenas cualidades han de tener una función determinante. La
virtud no es simplemente no hacer mal, sino que es algo positivo hacer bien.

De ahí la importancia del cultivo y práctica de actividades que son a la vez


virtudes humanas y sociales; la generosidad, la compasión, la misericordia, la
largueza o desprendimiento, la cordialidad, la simpatía, la colaboración
desinteresada. Estas actitudes especialmente frente a los más pobres
ayudarán a construir una armonía social que traerá mucho beneficio so bre todo
a quien la promueve y ejerza al través, del buen servicio profesional.

Si el profesional no logra conquistar, en el transcurso de la vida, una personalidad


moral lo suficientemente consistente, le será difícil enfrentar con altura las
adversidades que, de algún modo lo puedan inducir a materializar acciones
indecorosas es probable para el profesional que se encuentre con pruebas para su
dignidad.

Todo esto conlleva la necesidad de una educación moral que propicie en todos los
actores sociales, los gobernantes, los gestores, administradores, a los profesionales
y a la población en general a una práctica moral constante.

La vida social del profesional (El profesional y la familia)

a familia es la institución básica de la sociedad y sin ella no


puede haber un crecimiento y desarrollo personal de los
Lindividuos. Este concepto es tan viejo como la misma huma-
nidad y es respetado por todos los que usan Ia razón como la
facultad distintiva del ser humano.
Esto significa para el profesional que en su vida tanto privada como pública hay una
relación permanente e inseparable con esa institución. Es importante que desde su
propia formación escolar, a todos los niveles, el futuro profesional tenga una idea
clara de la familia, del hogar, de los deberes que ésta le impone y de su capacidad
para cumplirlos. En la medida en que lo comprenda dará una respuesta adecuada
frente a sí mismo y frente a la sociedad.

En ese sentido el profesional tiene compromisos entre los cuales se encuentran los
siguientes:

a) Primero prepararse. Lo común antes de formar la familia es el noviazgo este llega normalmente como una
relación sentimental entre un joven y una muchacha que sienten mutua simpatía entre ellos y que poco a poco
perciben que sus vidas se van identificando por un amor mutuo.

Una relación de tal naturaleza no puede quedarse al azar, tiene deberes recíprocos y
tiene normas que la moral personal debe mantener, si se quiere que la relación sea
feliz y no conduzca a desengaños y frustraciones. Ha de haber un respeto mutuo, una
moderación, una estima, un servicio y una "comunicación que son de orden moral y
espiritual y que si se entiende solo en el ámbito de lo sexual conducirán al fracaso.

El noviazgo tiene sentido como preparación al matrimonio. No es un simple pasatiempo


y debe tenerse por lo mismo una conciencia de responsabilidad en quienes se
consideran ya novios. Es el tiempo de afirmar la personalidad adulta, de descubrir las
dificultades que puedan surgir en el futuro, de comprender "al otro", de darse cuenta si
hay verdadera afinidad con él para un proyecto de vida común y perdurable. Un
profesional o quien se prepara a serlo debe pensar en su futura compañera o com-
pañero y tratar de hacer una buena elección para lo cual debe indagar sobre la persona
objeto de su interés, asegurarse previamente de su formación y práctica moral en los
diversos entornos donde interactúa.

b) El Matrimonio

Es una institución tan antigua como el ser humano, existía desde


el principio. Era un contrato valido y permanente que daba inicio
a la institución familiar. Para todo matrimonio se necesita una
preparación que envuelve aspectos: espirituales, morales,
educativos, psicológicos y prácticos. Esta preparación se exige y
hace necesaria por el bien de los contrayentes y de su
descendencia.

El buen profesional tiene en el matrimonio una base o fundamento para una vida
ordenada y fecunda, puesta al servicio de los ideales e intereses más nobles.
C) La Familia.
La familia es "la primera célula del organismo social", si esas células están sanas, todo
el organismo lo estará, si están enfermas, todo el organismo se resentirá. Una nación
se debilita cuando los hogares no cumplen bien su función y se fortalece, cuando la
cumplen bien, Esto obliga a los hombres y mujeres conscientes a velar por la
estabilidad y salud moral de la familia.

La familia es la formadora principal del carácter, las costumbres, los hábitos buenos o
malos, los criterios, los modales. Es el ambiente natural para la alegría y el descanso.
Es la iniciadora de las relaciones interpersonales mejor establecidas. En ella se forja,
en una palabra, la personalidad del individuo.

Nuestra felicidad temporal y eterna dependen en gran parte del conocimiento y aprecio
que tengamos de la familia, destacando su sentido sagrado. De allí surgirá un respeto
también sagrado a la misma.

El término "hogar" tiene un significado original. Era el lugar donde al calor del fuego se
calentaba la familia unida. Eso va unido a la idea del calor espiritual que fluye de esa
unión inigualable. Este significado se amplifica en la familia, que hace del hogar el lugar
donde ella se reúne y al mismo tiempo se cultivan los valores que a través de ella se
proyectan hacia la sociedad total.

El hogar es la unidad social más vital para la sociedad democrática, influye sobre la
sociedad entera y requiere por lo mismo una atención particular de todos los sectores
que la componen. Fortalecer el hogar y afirmar su función insustituible en la
sociedad debe estar por lo tanto en la conciencia de todo futuro profesional y de todo
profesional en ejercicio.

Función social de la familia

Los grandes avances civilizadores de la humanidad descansan en los beneficiosos


resultados obtenidos por los esfuerzos de los integrantes de la familia, quienes, con
sus acciones positivas y aumentando sus conocimientos intelectuales, conquistan
planos de superación y perfeccionamiento.

La grandeza del patrimonio histórico, científico, económico y de todo orden, en los


pueblos más avanzados, ha sido lograda por los esfuerzos de los descendientes de sus
fundadores cuyas conciencias recibieron como bautismo, desde su formación, las
corrientes civilizadoras en el seno de la familia.
La constante lucha por la superación de padres e hijos, debe ser meta principal en las
aspiraciones de toda la familia fin de que ésta pueda desempeñar su importante papel
dentro de la sociedad a la cual pertenece.

Los padres deben luchar, desde el hogar, por fortalecer el carácter de los hijos,
mediante el ejemplo y las buenas enseñanzas, rodeados de amor y recta razón,
inculcándoles empeñosamente los valores éticos, por ser éstos indispensables para la
formación de buenos ciudadanos, útiles a la comunidad.

Mientras mayor preocupación se tiene por el fortalecimiento de la familia, con medidas


legales, morales y educativas adecuadas, mayor beneficio recibe la sociedad de sus
miembros.

El orden moral impone a la familia una formación óptima, por ser la más importante y,
representativa organización en la sociedad, inspirada en raciocinio y en la voluntad de
los padres, quienes, consecuentes con la alta responsabilidad que contraen, deben
ser los forjadores de esa sociedad y los responsables de su existencia y desarrollo
progresivo.

Moralidad familiar

La organización moral de la familia implica un elemento importante del orden social,


por ser ésta el punto de partida de las actuaciones, buenas o malas, de sus miembros,
y por tanto, las que determinan reflejamente igual proceder de la colectividad. Una
familia orientada moralmente representa la mejor garantía para los intereses éticos de
la sociedad.

La finalidad moral que se busca a través de la familia, es la de asegurar al fruto de la


unión conyugal un futuro cierto, siendo éste deber exclusivo e impostergable de los
padres.

La familia debe cumplir, primariamente, los altos fines moralizadores que le


impone la sociedad, por ser ella (la familia), la célula que unida a muchas más,
integra la sociedad en todas sus gradaciones.

La moral es la brújula indicadora del puerto seguro de la felicidad familiar para


La librarla de las amenazas y de los problemas degradantes de que está
amenazada la humanidad. Debemos. A través de la familia, constituirnos en un
ejemplo vivo de virtud y la acción educadora de los sentidos del niño, quien al
crecer, tendría los lineamientos de moralidad tan necesarios para la formación
del carácter. De ahí la conocida expresión latina: Qualis pater, tahs Jihus (Tal padre,
tal hijo).
Organización del hogar

O
brar racionalmente en la organización del hogar debe ser un objetivo
importante del profesional, pues de la creación de un clima óptimo en el seno
de la familia dependen, en gran medida, los resultados aspirados por el
individuo para el equilibrio y adaptación personal necesarios y afrontar las duras
faenas del diario vivir.

El amor, la confianza, la comprensión y el respeto mutuo y la vida ordenada de la


familia hacen del hogar el más esperanzador fruto del bienestar individual y, de
manera refleja, del progreso humano.

El profesional necesita del fortalecimiento moral y material del hogar para disponer del
estado anímico y de la serenidad requerida en los afanes propios de la misión a la cual
se ha consagrado.

Nada produce mayores conflictos hogareños ni engendra más hijos delincuentes que:
 La disociación familiar.
 Los padres intolerantes o demasiado rigurosos, los que dispensan mimo
excesivo a su hijo.
 Las discordias conyugales
 La vida viciosa de éstos
 La degradación familiar que se manifiesta con el concubinato
 El padre ausente y la embriaguez habitual, agregan otra gama de elementos de
deterioro del hogar.

Con frecuencia, los padres, por egoísmo o como compensación de antiguas frus-
traciones aspiran a que sus hijos se eleven desmesuradamente de nivel social y
realizan grandes esfuerzos encaminados a que los hijos escojan o abandonen
determinadas profesiones sin pensar en las preferencias de sus hijos constituyen
factores muy perniciosos y que contribuyen a una real desadaptación de la
personalidad de quienes reciben su influjo.

Educación de los hijos

Nadie puede negar que la tarea más importante de la


especie humana reside en el hogar. La tarea es ardua por lo
que corresponde a los padres aprenderse muy bien las
palabras de Ray Lyman Wilbur: "La educación es un
continuo proceso de toda la Vida que comienza al
aprender a mamar y termina al morir.
Los hijos deben aprender de sus padres, por vía del ejemplo primero, y de la
educación después, las actitudes y costumbres que irán formando su
carácter, por tratarse de que son, los progenitores y los educadores
naturales del hijo, quienes, por su preocupación formativa, son inspirados en
el amor. Y esa enseñanza, es la más firme y efectiva, por la seguridad
emotiva que ella encierra.

La acción educativa toma sus variantes, según se operan los cambios naturales del
hijo por razón de la edad y juntamente corresponde a los padres, aprovechando su
autoridad su experiencia y su preocupación por la felicidad del vástago, asumir su
tarea educativa"; misión que si no están seguros de poderla cumplir deben buscar
asesoramiento para beneficiar al hijo en la educación a fin de forjarle un futuro cierto.
La tarea es de responsabilidad y de amor filial y representa una dura faena, pero es
tan bella y noble, que se hace agradable cumplirla.

Decíamos que se, educa con el ejemplo, se ha comprobado que las desviaciones de
la conducta social de ciertos padres producen, también, hijos inadaptados, con taras
tan acentuadas que los hacen desdichados. Todo lo contrarío resulta con los padres
preocupados por la orientación y dignidad de sus hijos, en base a una acción
educativa provechosa, con tendencia al perfeccionamiento será provechosa para la
sociedad.

La Patria

La Patria es el hogar nacional, la familia grande en el orden


sociológico, a ella estamos todos ligados por el nacimiento, la
tradición, la cultura, el compromiso social por lo que el
profesional bien formado debe tener siempre en su perspectiva
su Patria.

El profesional debe cumplir el compromiso social de ciudadano


devolviendo a la Patria en servicios lo que ella le ha dado como educadora y
formadora. Es un deber de justicia, tan serio que quien lo cumple es digno de
reconocimiento y quien no lo cumple, merece una censura en su proceder.

El patriotismo es mucho más que una palabra o una "pose" que se asume en busca de
algún interés. Es una virtud característica de todo buen ciudadano y significa sobre
todo ofrenda y sacrificio.

El profesional asume su compromiso con la Patria de muchas maneras:

a) Asumiendo su compromiso Político

No se trata necesariamente de la política de partido. Se trata de defender y cuidar el


proceso democrático que tiene su principio en el voto libre y culmina en las
instituciones estables. Se trata igualmente de actuar contra la corrupción de esas
instituciones y de preservar la nación de enemigos que traten de socavarla y
destruirla.

La política, bien comprendida, es actividad noble, aunque a veces difícil e incómoda.


Se la define como "la ciencia que trata de la organización, regulación y administración
de un Estado, tanto en sus asuntos internos como externos".

La función de la política es inseparable de la búsqueda del bien común. Este criterio


es muy antiguo. Ya Aristóteles (Siglo IV antes de Cristo) decía que "la ciencia de la
política es el bien del hombre".

Cuando la política está divorciada de la moral y se ve a merced de intereses y


manejos oscuros de individuos o grupos, falla en el logro de su elevado objetivo. Por
eso no es moralmente aceptable permanecer indiferente ante ella.

b)Contribuyendo a la Solución de Problemas

Son muchos los problemas que afectan el bienestar de una nación y son de diversas
índole: morales, económicos, políticos, sociales; de sanidad, de educación, de orden
público, etc. Nadie puede ser indiferente a ellos, toda vez que los gobiernos parecen
ser cada vez más impotentes para resolverlos por sí solos. De ahí que el profesional
esté en el deber de participar, de modo voluntario en ocasiones, en la solución de
esos problemas. No hacerlo es descuidar un deber social.

c) Dando el buen Ejemplo

El profesional ocupa de ordinario una posición social que le da oportunidad de ser


conocido más ampliamente que otros ciudadanos, también es poseedor de
conocimientos y nivel cultural que está por encima de las mayorías. Esto no es sólo
una ventaja, sino también una responsabilidad.

El buen profesional, aun sin proponérselo, hace escuela con el buen ejemplo que es
particularmente eficaz frente a los jóvenes. Los profesionales pertenecen a lo que se
ha llamado "clases ejemplares de la sociedad". La Patria, la nación, salen ganando en
calidad humana cuando los profesionales toman la delantera en la práctica de la
responsabilidad y sale perdiendo cuando éstos no dan lo que de ellos generalmente
se espera.

La Asociación Profesional

La asociación profesional es muy antigua en la historia. Se conocían asociaciones en


la antigua Grecia y en Roma y estaban sujetas a leyes especiales. Esto pone de
manifiesto que ellas responden a una necesidad: la solidaridad de los profesionales
y la búsqueda de objetivos comunes.
Para que la economía sea orgánica no basta una armonía de las clases sociales. Es
necesaria una adecuada organización profesional en las diversas ramas de la
producción. Las asociaciones profesionales como organismos intermedios entre el
Estado y los individuos cumplen una función preservadora de la libertad y también
propulsora de un atenuado desarrollo humano, entre las razones que justifican su
existencia están:

a) Están más cerca de las verdaderas necesidades del hombre


b) Son más respetuosas de las personas.
c) Suscitan y sirven mejor las iniciativas y las responsabilidades.
d) Descongestionan y simplifican el quehacer del Estado.

El fin de la organización profesional está muy definido ya que su principal función es:

Establecer entre los miembros de una misma profesión relaciones regulares y


orgánicas, para que todos concurran a alcanzar el bien común de la profesión y
el de la comunidad entera.

El bien común de la profesión se logra con la estabilidad, la solidaridad y el buen


trabajo de los miembros. El bien común en la comunidad nacional se alcanza
dejando de lado cualquier interés particular que lo estorbe y laborando en
armonía y entendimiento con los otros sectores de la sociedad.

Ninguna asociación profesional alcanza sus objetivos cuando sus miembros se dejan
manipular y ser llevados a cumplir objetivos de la política partidista, para citar un sólo
ejemplo. Servir en cambio a la sociedad apoyando las iniciativa constructivas y
promover la solución de problemas básicos de la comunidad, sean patrocinados por el
Estado o por organizaciones privadas, responde a la misión del profesional, que es la
de servir.

Deberes Profesionales

L
os deberes, son exigencias, imposiciones indeclinables, recaídos sobre la
responsabilidad del individuo, que mientras mejor los cumple, más derecho
tiene a la feliz convivencia social.

El deber puede catalogarse en el grupo de las obligaciones morales. Por ejemplo, el


respeto a Dios, la reverencia a la patria, el amor a los progenitores, el cumplimiento de
la ley, la dedicación al trabajo honrado, la protección a la familia, la práctica de las
buenas costumbres, la honesta actuación pública, entre otras, son deudas morales de
obligado acatamiento por la fuerza de la razón sana de todos los individuos.
El cumplimiento del deber es un rasgo enaltecedor, relevante de la conducta humana.
En el orden privado, habla elocuentemente de la educación del individuo y de la
pureza de su propia vigencia; en el ámbito público afianza sus relaciones sociales y le
aseguran el éxito, que es aspiración constante del hombre.

Cada profesional tiene la indeclinable obligación de convertirse en


medio ejecutor del imperativo categórico de su investidura. Para ello
le es ineludible disciplinar sus actuaciones técnicas y científicas,
perfeccionar su carácter, y fortalecer su conducta dentro de las
normas éticas. Éste es el medio más apropiado para organizar una
verdadera actuación profesional.

Son deberes profesionales, entre otros, los siguientes:


Responsabilidad, honradez, honestidad, estudio, investigación, cortesía, probidad,
independencia, discreción, carácter, distribución del tiempo, equidad en el cobro de
honorarios, prestigiar la profesión, cuidar de su cultura, puntualidad, solidaridad, etc.

Honradez

La persona decente, en todas las actuaciones de la vida, tiene una bandera blanca,
que levantar para el éxito de su ejercicio profesional, Es la simbolizada, por la
honradez. Esta cualidad reflexiva, al servicio de toda persona respetuosa de su propia
dignidad, tiene como fin principal no engañar ni engañarse. La honradez forma un
ingrediente humano que ayuda a mantener la frente en alto, sin temor al agravio del
índice acusador de la afrenta. Del honrado, todo el mundo sabe que es incapaz de
engañar; pero por el contrario, del estafador, del ladrón y del pillo, todos se cuidan y
rechazan.

Honestidad

La honestidad es un atributo que refleja el recto proceder del individuo, contiene


elementos vivos de, decencia y decoro, es compostura y urbanidad. La honestidad
implica buen comportamiento. Esta cualidad incluye de la modestia, como factor de
humildad. El individuo honesto siempre será moderado, sin las altiveces, propias del
insensato, las acciones deshonrosas dejan al ser humano en el desprestigio mientras
que el individuo honesto será distinguido y prestigioso.

Responsabilidad

Es la virtud por excelencia. Constituye uno de los valores morales de mayor


importancia para el desarrollo de las sociedades y uno de los atributos más
tomados en consideración por los empleadores al momento de seleccionar el
personal.
La responsabilidad obliga a los individuos a cumplir con los compromisos
contraídos, a asumir las consecuencias de sus actos y a pensar bien antes de
actuar a fin de evitar cometer errores innecesarios.
La falta de responsabilidad se manifiesta en las personas que siempre ponen
excusas para justificar el no cumplimiento de sus deberes, contrario a las
personas responsables, que siempre cumplen sus deberes y afrontan las
consecuencias de sus actos.

Estudio

El profesional contrae un compromiso con la sociedad que lo mantiene inmerso en 1a


lucha por la superación día tras día. Para lograr ese valioso objetivo debe dedicarse al
estudio constante, en la búsqueda del progreso.

Estudiar es una acción que se agiliza según el deseo, la dedicación, el esfuerzo y el


interés de mejoramiento para alcanzar las metas. Estudiar no es leer, observar o
calcular con la superficialidad que encierra una mera curiosidad, sino profundizar, para
captar el significado esencial y el valor de la materia objeto del estudio. Para mejores
resultados conviene regularizar el estudio atendiendo a la hora, el ambiente y la
disposición sicológica.

a) Sistema. Si disciplinamos el estudio llegaríamos al fondo del asunto y, hecho un


hábito se domina con más facilidad toda tarea de aprehensión.

b) Hora.. Esta condición es muy de: tomarse en cuenta en el estudie. Elegir horas dé
tranquilidad, de soledad y liberación mental es como seleccionar los momentos más-
apropiados para la captación de las ideas.

c) Ambiente y Disposición Sicológica. La .mente debe estar desocupada, libre del


bullicio, las conversaciones y cosas que nos circundan, ajenas al estudio. Se requiere
una disposición mental que haga fácil el análisis y el raciocinio.

Investigación

Sistematizar sus conocimientos, mediante la investigación cien-


tífica, es tarea relevante del profesional. La investigación científica
moderna esclarece nuestras ideas y, en esa tarea reflexiva, el
individuo, queda ligado, espiritualmente a los grandes progresos
exigidos por la dinámica social.

La investigación es el trabajo organizado y sistemático en busca


de las causas y efectos de las cosas y que tienden a efectuar los
cambios que dan por resultado él progreso social, político y económico.
De todos modos, se le plantea al profesional el deber de movilizar sus empeños en ir
incorporando los adelantos científicos y técnicos a sus conocimientos, mediante la
investigación, para evitar quedar desfasado, ser excluido e ir enrolando su país a la
majestad del progreso científico universal.

Cortesía, amabilidad

Las formas afables en el trato social son etiqueta que siempre debe llevar el
profesional, para distinguirse de la gente vulgar o tosca. La palabra amable, los
ademanes moderados y las maneras gentiles, son elementos de cortesía de los que
nunca se debe apartar el profesional.

Un deber imperativo en el individuo que pertenece a cualquier conglomerado social es


la cortesía, porque innegablemente la cortesía infunde en el espíritu, agradable sen-
sación de agradecimiento y a la vez que halaga a uno, enaltece al otro.

En el área profesional, la cortesía no puede menguar en lo más leve; muy por lo


contrario, debe ser cualidad creciente. La cortesía no debe ser actitud forzada, sino
una conducta, que tome las formas espontáneas de los espíritus serviciales, útiles,
desinteresados y atentos.

Así como todo tiene su origen y razón de existencia, y puede estar sujeto al
mejoramiento, la cortesía debe ser una hermosa actitud constante que hace
nuestra vida grata y de igual forma a los que nos rodean. La cortesía, cuando se
hace habitual, deja de ser una forma exterior de conducta, para convenirse en
una expresión sublime del alma.

Probidad

La probidad es la conducta humana considerada, como el reflejo de integridad,


entereza, hombría de bien, y altura de miras, componentes de la personalidad
distinguida. La probidad refleja dignidad y representación. La probidad es la antesala
del carácter; mientras más alto sea el grado de probidad en el profesional, más
fecundo y perdurable será el recuerdo de moralidad dejado en sus relacionados.

Independencia

En el individuo profesional, la independencia es un grado de autonomía conquistado a


base de la liberación lograda por la superación científica, y técnica y el espíritu de
libertad que lo embargue.

Discreción o secreto profesional

El hecho de saber guardar silencio de los casos que se ven y se hacen, cuando éstos
ameritan secreto, es un rasgo de altura moral del individuo. Es, además, el buen juicio
para hablar u obrar rectamente. La discreción es la garantía moral accesoria de la
personalidad que inspira el individuo a quien confía el secreto seguro de que sabrá
responder con el silencio. La discreción, es una verdadera virtud que se caracteriza
por la fuerza de voluntad de la prudencia y se distingue por la generosidad del
sosegado silencio a pesar de la influencia de fuerzas extrañas que pretendan penetrar
el secreto.

Carácter

El conjunto de buenos hábitos que forman en el individuo la conducta superior, lo


hacen suficientemente apto para afrontar con denuedo las contingencias de la vida y
con altura moral, decidir lo que debe hacerse rectamente. El carácter, es el control de
los impulsos, primitivos y moderador de la voluntad.
Un profesional de carácter, representa una garantía de seriedad, cumplimiento,
mando, voluntad definida y temple.

Distribución del tiempo

Al respecto ha dicho José Ingenieros: "La distribución inteligente del tiempo en las
profesiones, como en todas las actividades del quehacer diario, hacen que se
aproveche mejor la vida". El tiempo es oro dicen los ingleses.

Y es innegable que para el profesional organizado, bien distri buido; el tiempo


le rinde más sus aptitudes quedan mejor demostradas y las angustias y
exasperaciones se reducen a la mínima expresión. Hacer del tiempo un
elemento útil, es favorecedor; porque la vida es corta y perder el tiempo es
restarle utilidad a la vida.

Equidad en el cobro de honorarios

Las tarifas profesionales son una guía para el cobro de los honorarios y éstas son
hechas conforme al criterio de quienes han tenido la oportunidad de juzgar el trabajo
profesional desapasionadamente. Estas tarifas, deben ser hechas y se siguen
confeccionando para que no constituyan una falta de honradez o un abuso.

Enriquecerse a costa de otro, indebidamente, se podría calificar como criticable y


degradante. Cobre por su trabajo, pero sin expoliaciones. Esto no quiere decir que
deje usted de importantizar su profesión, pero sin desmedro del honor. Es de justicia
que los honorarios no pasen los linderos de lo razonable, por cuestión de ética
profesional.

Prestigio de la profesión

Comprender que la profesión es fruto del sacrificio, la dedicación al estudio y el


perfeccionamiento, también nos obliga a rodearla de una aureola de prestancia y
respeto frente a las distintas clases que forman el orden social. Esa facultad superior
nos coloca en el escenario de la vida, actuando con el cumplimiento del deber
impuesto por las obligaciones propias de la carrera; con el empeño de superación la
potencialidad de la cultura y el revestimiento interior y exterior de dignidad.

Cuidado de la cultura

El acopio de conocimientos universales, la


preocupación por conocer el auge del pensamiento
moderno, el empeño por saber la forma de actuación
de los hombres, del pasado y del presente, el
contacto con la gente bien informada y en fin, todo
cuanto tienda a la ampliación de nuestros
conocimientos en las ciencias, las artes, la historia,
la geografía, etc., crean el tesoro espiritual llamado
patrimonio cultural del individuo.

Un constante deseo del profesional debe ser el enriquecimiento de ese acervo cultural,
como exponente del sentido de superación y actualización mental. El buen profesional
aprende las reglas vigentes y usos modernos de su carrera, tanto en libros, como en
conferencias, mesas redondas, etc. No debe cansarse el profesional de consultar y de
hacer las investigaciones que tiendan a mejorar sus conocimientos.

Finalmente, como justificación del estado intelectual del profesional para la


interpretación de los problemas planteados por la clientela, le corresponde informarse
correctamente de cuanto ocurre en el ámbito de la carrera. El hecho de poseer un
diploma lo obliga a observar una dedicación a toda prueba, reveladora de capacidad,
para afrontar con propiedad cualquier situación de su profesión y aún fuera de ella.

Deberes ciudadanos

El orden moral, tanto en la vida privada como en la de


relación, tiene la rigidez de la obligatoriedad, apremia su
cumplimiento de forma clara, precisa y en plano de
igualdad para todos. Este orden moral tiene por nombre
deberes, que en la vida profesional son más exigentes
que en otra actividad del Hombre.

Esos deberes fundamentales están vaciados en la


Constitución de la República, como elementos sostenedores del orden social con
cuales debemos cumplir para felicidad de todos. Estos deberes ciudadanos son los
siguientes:

Acatar y cumplir la Constitución y las leyes


Respetar y obedecer las autoridades establecidas por ellas.
Todo dominicano hábil tiene el deber de prestar los: servicios civiles y militares que la
patria requiera para su defensa y conservación, entre otras

Puntualidad

Todas nuestras acciones y hasta la vida misma, están regidas por un árbitro inflexible,
denominado tiempo.

Una fórmula apropiada para cumplir con las formalidades que nos impone el tiempo,
es correspondiendo con exactitud a la cita, al horario de trabajo. Es decir, acatar la
obligación profesional denominada puntualidad.

La puntualidad en el Individuo, es rasgo de vital importancia, por ser un signo


indicador de disciplina y responsabilidad. Representa la precisión en el cumplimiento
de la palabra y la demostración verdadera de la atención que se dispensa a la cita, a
la orden o al mandato de la ley.

La puntualidad llevada a la práctica, demuestra diligencia, actividad, buen proceder y


con ello su ejecutor inspira confianza a la vez que da tranquilidad al relacionado, que
ve en él a una persona de buena educación.

Deberes sociales

El deber es la obligación de toda


persona de dar cumplimiento a
E determinadas normas de conducta,
compromisos o actitudes impuestas
por la moral, la justicia y el derecho
en la agrupación humana en que
vive.

Y así como tenemos derechos que


reclamar, también requiere de nosotros deberes inexcusables que cumplir.

Es deber del padre, cuidar, alimentar, educar, dar techo y ejemplo de bien al hijo; pero
también es deber del hijo respetarlo, amarlo, reverenciarlo, considerarlo, de suerte que
por esa armonía de los deberes en el hogar sea fortalecida la familia y ésta pueda
cumplir la alta misión que la naturaleza le impone de perpetuar la especie.

La autoridad secular que ha mantenido la sociedad, la impone, haciendo prevalecer le


bueno contra lo malo; el orden contra el desorden y la ética, contraías decadencias
morales del sujeto.
Amor a la Humanidad

Estamos obligados a tratar diariamente a nuestros semejantes, pero esa relación


humana debe ir acompañada del goce interno de amor al prójimo. Sensibilizarnos
ante la alegría o el dolor ajeno es tender un puente de comprensión entre los seres
que compartimos la existencia. Es afección creciente hacia aquellos que no son
sangre de nuestra sangre, pero son como nosotros, gente de carne y hueso,
receptoras de emociones, que sufren y se alegran al igual que nosotros.

La humanidad hay qué servirla con bondad y cariño junto al que deben ir, como
compañeros inseparables, el amor y el deseo de servir. No importa que la humanidad
esté representada en el desdichado, el harapiento o el humilde obrero sin cultura, el
intelectual o en el encumbrado y adinerado. Todos somos miembros de la sociedad,
de la gran familia humana. Lo bello es servir con amor. Es que sentir que las voces
interiores nos repitan: ama a la humanidad sin trabas, sin distingos.

Competición

La competición es sinónimo de competencia. En términos generales quiere decir


disputa o rivalidad entre dos sujetos. Competir proviene del verbo neutro del latín,
compitere, contender dos personas. Competir es impulso, superación. Es un instinto
humano de no dejarse ganar, es acicate hacia metas u objetivos definidos.

Todo individuo dedicado a determinada actividad, mientras más consagración y tiempo


dedica a ella como consecuencia de ese ejercicio, se siente merecedor a la corona del
triunfo y por instinto defiende ese galardón, sin permitir que nadie le rebase.

Las desproporciones, las presiones, en fin, las rivalidades que aparecen en la escena
de la competición, algunas veces dan origen a desbordamientos de pasiones que
llevan al error del dolo, el engaño, la traición, y una gama de bajas pasiones que
delatan la frágil calidad humana que existe en la moralidad del individuo.

Cuando el enfrentamiento se escenifica de igual a igual, a base del debate serio, el


cambio de ideas abiertas o la superación de la inteligencia, sin medro malicioso ni
dañino, se califica tal competición como la competencia leal. Es decir, que se ha
desarrollado en el plano de la decencia, sin herir en lo más leve la dignidad ajena.

Sin embargo, la competición cambia su calificativo por desleal, cuando es vista desde
la perspectiva contraria a las normas impuestas por la lealtad, la decencia y la buena
fe. La deslealtad crece en los áridos campos de la traición, la intriga, el engaño y la
mentira. La competencia desleal no es practicada nunca por nadie que se respete a sí
mismo o aspire a ser respetado.
Estas motivaciones son las que corresponde al profesional ponderarlas
cuidadosamente, para que el ejercicio de .su carrera nunca propicie ni se vea afeado
por la competencia desleal.

Solidaridad

La solidaridad es un factor determinante en el afán de mantener vivas las relaciones


profesionales. La solidaridad conlleva, en su esencia, el sentido del deber de
reciprocidad en la consideración, la buena fe, el miramiento y la tolerancia que han de
prevalecer entre sí, como un compromiso sagrado, mediante el cual no deben sentirse
felices unos si no lo son los demás, la solidaridad debe institucionalizarse en cada
profesional, para afianzar el fortalecimiento del grupo que integra y el desarrollo del
país donde vive.

Maniobras profesionales fraudulentas

Se denominadas maniobras profesionales fraudulentas toda


conducta o transición que realizada por un profesional
contraviniendo la moral a fin de obtener beneficios
personales.

Debemos situarnos en la base de que todo profesional


realiza diversas clases de contratos y precisamente los
contratos constituyen un área propicia para practicar las
maniobras dolosas, de ahí que convenga hacer hincapié en el cuidado que se debe
tener esquivando las posibilidades delictivas en ella, como en cualquiera otra
circunstancia que tienda a desprestigiar la profesión.

o Maniobras profesionales fraudulentas en las ventas

Donde más de relieve se pone el delito de estafa es en las transacciones y en el


mercadeo. El hecho de venderán inmueble a un precio muy por encima de su justo
precio; despertarle esperanzas quiméricas al otro para la realización de un negocio
que el actor sabe que no va a tener efecto; inspirarle confianza al otro, animarlo para
que haga una operación perjudicial a él; vender un negocio falseando los datos conta-
bles del establecimiento; efectuar ventas de cosas que el vendedor sabe no reúnen las
cualidades ofrecidas al comprador o cualquier otro hecho que ocasiona perjuicio moral
o material a terceras personas, son actos dolosos.

o Maniobras para obtener descargos

Otra manera de estafar, es la maniobra fraudulenta del individuo dirigida a obtener


descargos de obligaciones pecuniarias, sin hacer efectivo o pagar la deuda. Es el
engaño cometido contra aquel con quien se hace negocio, simulando o alegando
pagos que no ha hecho para obtener descargos.

o Maniobras fraudulentas en las compras

Así como en la venta se cometen hechos reñidos con la legalidad, también en las
compras pueden ocurrir, siempre y cuando el comprador no observe los
procedimientos claros que demandan los principios más elementales de la ética.

En primer término conviene determinar cuáles son las obligaciones del comprador y
cuáles sus derechos.

o Maniobras fraudulentas en las promesas de empleo.

Hay quienes se hacen pasar por empleadores o negociantes de empleos con el


propósito de engañara a los incautos, quienes, bajo la promesa de emplearlos, son
despojados de valores despertándole la esperanza de emplearlos.

El hecho de hacer la promesa falsa de conseguir empleos constituye un delito de


estafa. La promesa de empleo que no se cumple, después de haber recibido valores,
es un engaño y el engaño es inmoral.

o Maniobras para obtener comisiones y corretajes

El hecho de disimular algunas operaciones de la cosa con la cual se trabaja frente a


los clientes con el propósito de ganar comisiones o así como el hecho que cometen
los agentes viajeros de falsear la verdad a la casa de la cual dependen para obtener
comisiones de corretaje con los clientes, es un hecho delictivo, censurable y contrario
a los principios morales. Es el caso también de quiénes simulando ser agentes
aseguradores de compañías imaginarias, estafan valores a sus víctimas.

o Maniobras para obtener préstamos

Se han presentado casos en que personas inescrupulosas hacen arreglos simulando


la calidad de comerciantes para aparentar tener un capital sólido y obtener fraudu-
lentamente prestamos y otro caso de fraude para la obtención de valores, mediante
préstamos, consiste en inscribir una hipoteca, sobre un bien inmobiliario con un precio
aparente, muy por encima de su valor real.

o Obtención de efectos de comercio por medios fraudulentos

Una manera censurable en la materia y en cualquier terreno del negocio es el hecho


de obtener efectos de comercio por medios fraudulentos. Es el caso, por ejemplo, de
quien se hace despachar mercancías y paga con un cheque sin fondos, lo cual es lo
mismo que las maniobras fraudulentas para persuadir al otro de existencia de un
crédito imaginario. Es también el caso de quienes expiden letras de cambio en base a
débitos ficticios para obtener valores por efectos de comercio.

o Falta de delicadeza mediante el fraude para hacer transacciones,


adjudicaciones, mercadeo, etc.

Se impone la moralidad en todas las operaciones, transacciones, adjudicaciones,


mercadeo étc. Por tratarse de la confianza puesta entre sí por las personas que
negocian en tales circunstancias.

Tratando con delicadeza los negocios, siempre quedarían abiertas las puertas de una
nueva operación. Cualquier operación donde están en juego la palabra y el honor del
individuo exige la atención, para evitar las malas interpretaciones y merecer el respeto
y consideración del relacionado.

o Estafa en las operaciones financieras

Todas las naciones necesitan fortalecer la conducta moral de sus pobladores, por
constituir una garantía indiscutible para su bienestar común; pero uno de los aspectos
más importantes es el económico.

El país que no tiene bien orientada su vida económica está llamado a sufrir
menoscabo. A los profesionales les está reservado un importante papel en tal
actividad, para coadyuvar al progreso de su pueblo.

La vida contemporánea exige, más que nunca, la ejecución de planes buenos,


aseguradores de la felicidad del pueblo; pero como los planes reposan principalmente
en las finanzas y la forma como éstas sean manejadas, se impone pulcritud, seriedad
y honradez, que desplacen las maniobras fraudulentas de las finanzas, puesto que los
malos procedimientos, manejados por personas de espíritu delictivo, desacreditan la
profesión y causan deterioro al orden social.

o Maniobras fraudulentas por la fundación de sociedades

Hay personas inescrupulosas que para hacer creer que tienen capitales que les
permiten hacer negocios lucrativos, simulan el pago de acciones numerosas y hacen
figurar nombres de personas que no existen, en compañías por ellos organizadas
para estafar a terceros.

o Creación de una sociedad imaginaria

Otro medio fraudulento de que se valen para engañar algunos inescrupulosos es hacer
creer en la existencia de una sociedad que es pura imaginación, aprovechando esto
para inspirar confianza y obtener remezas de fondos y estafar audazmente

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