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En la actualidad se emplean diferentes escalas de temperatura; entre ellas

están la escala Celsius —también conocida como escala centígrada—, la


escala Fahrenheit, la escala Kelvin, la escala Rankine o la escala
termodinámica internacional. En la escala Celsius, el punto de congelación
del agua equivale a 0 °C, y su punto de ebullición a 100 °C. Esta escala se
utiliza en todo el mundo, en particular en el trabajo científico. La escala
Fahrenheit se emplea en los países anglosajones para medidas no científicas
y en ella el punto de congelación del agua se define como 32 °F y su punto de
ebullición como 212 °F. En la escala Kelvin, la escala termodinámica de
temperaturas más empleada, el cero se define como el cero absoluto de
temperatura, es decir, -273,15 °C. La magnitud de su unidad, llamada kelvin y
simbolizada por K, se define como igual a un grado Celsius. Otra escala que
emplea el cero absoluto como punto más bajo es la escala Rankine, en la que
cada grado de temperatura equivale a un grado en la escala Fahrenheit. En la
escala Rankine, el punto de congelación del agua equivale a 492 °R, y su
punto de ebullición a 672 °R.

El concepto de temperatura está muy relacionado con el diario vivir. Tenemos un


concepto intuitivo de algo más caliente o más frío. Este concepto es solo cualitativo y
aplicable solo en espacio limitado.
Se hace necesario establecer una escala que permita clasificar las temperaturas por
orden creciente. Para ello basta encontrar un fenómeno físico que sea una función
constantemente creciente o decreciente en un rango de temperaturas utilizables.
Entre los fenómenos físicos más conocidos que se han empleado para clasificar
temperaturas y hacer termómetros podemos citar:

Dilatación y contracción: de sólidos, líquidos o gases. Con ello se han


construido desde los clásicos termómetros de columna líquida, hasta los
termómetros bimetálicos.

Variación de Resistencia Eléctrica: la variación de resistencia eléctrica con


la temperatura se usa en termómetros en base a termistores y termómetros de
resistencia eléctrica (resistencia de Platino, PT100).

Potencial termoeléctrico: si la unión de dos metales diferentes se somete a


un gradiente de temperatura, se genera una fuerza electromotriz (fem). Este es
el llamado efecto Seebeck y es la base en que se sustentan las termocuplas.

Radiación electromagnética: tanto los pirómetros infrarojos como los


pirómetros ópticos se basan en los fenómenos de radiación para medir
temperatura. Ambos tienen la ventaja de que pueden medir a distancia. Los
primeros se utilizan para temperaturas muy bajas y los segundos para altas
temperaturas (hornos, metales en fusión).
DILATACIÓN LINEAL
La dilatación lineal es aquella en la cual predomina la variación en una única dimensión, o
sea, en el ancho, largo o altura del cuerpo.

Para estudiar este tipo de dilatación, imaginemos una barra metálica de longitud inicial L0 y
temperatura θ0.
Si calentamos esa barra hasta que la misma sufra una variación de temperatura Δθ,
notaremos que su longitud pasa a ser igual a L (conforme podemos ver en la siguiente
figura):

Matemáticamente podemos decir que la dilatación es:

Pero si aumentamos el calentamiento, de forma de doblar la variación de temperatura, o


sea, 2Δθ, entonces observaremos que la dilatación será el doble (2 ΔL).

Podemos concluir que la dilatación es directamente proporcional a la variación de


temperatura.

Imaginemos dos barras del mismo material, pero de longitudes diferentes. Cuando
calentamos estas barras, notaremos que la mayor se dilatará más que la menor.

Podemos concluir que, la dilatación es directamente proporcional al larco inicial de las


barras.

Cuando calentamos igualmente dos barras de igual longitud, pero de materiales diferentes,
notaremos que la dilatación será diferentes en las barras.
Podemos concluir que la dilatación depende del material (sustancia) de la barra.

De los ítems anteriores podemos escribir que la dilatación lineal es:

Donde:
L0 = longitud inicial.
L = longitud final.
ΔL = dilatación (DL > 0) ó contracción (DL < 0)
Δθ = θ0 – θ (variación de la temperatura)
α = es una constante de proporcionalidad característica del material que constituye la
barra, denominada como coeficiente de dilatación térmica lineal.
De las ecuaciones I y II tendremos:

La ecuación de la longitud final L = L0 (1 + α . Δθ), corresponde a una ecuación de 1º


grado y por tanto, su gráfico será una recta inclinada, donde:
L = f (θ) ==> L = L0 (1 + α . Δθ).

Observaciones:
Todos Los coeficientes de dilatación sean α, β ou γ, tienen como unidad:
(temperatura)-1 ==> ºC-1
DILATACIÓN SUPERFICIAL
Es aquella en que predomina la variación en dos dimensiones, o sea, la variación del área
del cuerpo

Para estudiar este tipo de dilatación, podemos imaginar una placa metálica de área
inicial S0 y temperatura inicial θ0. Si la calentáramos hasta la temperatura final θ, su área
pasará a tener un valor final igual a S.

La dilatación superficial ocurre de forma análoga a la de la dilatación lineal; por tanto


podemos obtener las siguientes ecuaciones:
Observaciones:
Todos Los coeficientes de dilatación sean α, β ou γ, tienen como unidad:
(temperatura)-1 ==> ºC-1
DILATACIÓN VOLUMÉTRICA
Es aquella en que predomina la variación en tres dimensiones, o sea, la variación del
volumen del cuerpo.
Para estudiar este tipo de dilatación, podemos imaginar un cubo metálico de volumen
inicial V0 y la temperatura inicial θ0. Si lo calentamos hasta la temperatura final, su volumen
pasará a tener un valor final igual a V.

La dilatación volumétrica ocurrió de forma análoga a la de la dilatación lineal; por tanto


podemos obtener las siguientes ecuaciones:

Observaciones:
Todos Los coeficientes de dilatación sean α, β ou γ, tienen como unidad:
(temperatura)-1 ==> ºC-1

Equilibrio Térmico:

El concepto de equilibrio térmico es básico al momento de clasificar las


temperatura. Sabemos que si dos cuerpos M1 y M2 que están a temperaturas
diferentes entre sí se ponen en contacto, fluirá calor desde el cuerpo más
caliente al cuerpo más frío. Después de un tiempo suficiente, ambos estarán en
equilibrio térmico entre sí. Es decir estarán a la misma temperatura

Esta proposición se conoce a veces como el Principio Cero de la


Termodinámica. Permite de hecho el establecer escalas de temperaturas y
hacer termómetros. En efecto, si A es el cuerpo termométrico y lo hemos
calibrado poniendolo en equilibrio térmico con una sucesión de cuerpos B1 a
Bn que están a diferentes temperaturas T1aTn, entonces podemos usar A para
medir temperaturas en ese rango.
Escala Empírica de Temperaturas:

El principio anterior permite establecer la llamada "escala empírica de


temperaturas". Para establecerla se debe tener:
Un cuerpo Termométrico: es decir un cuerpo en que alguna propiedad varíe
en forma contínua y medible con la temperatura.

Un punto de partida: un origen, facilmente reproducible, desde donde


partirá nuestra escala (en buenas cuentas el cero).

Una unidad: es decir la magnitud que queremos asociar a un grado de


temperatura.

Cuerpo Termométrico:

Para la escala empírica el cuerpo termométrico que se define es el termómetro


a gas perfecto a volumen constante. Este termómetro se basa en medir
la presión de un volumen fijo de un gas a medida que varía su temperatura.
Parece curioso emplear (de verdad) un termómetro basado en un gas ideal. Sin
embargo existen una serie de buenas razones que sustentan esta elección. En
particular:
Alto coeficiente de dilatación de los gases: un gas tiene un coeficiente de dilatación del orden de
1/273 por ºC de aumento de temperatura. Por lo tanto se pueden tener señales significativas para
variaciones pequeñas de temperatura.

Comportamiento real de los gases: los gases reales de bajo peso molecular tienen un
comportamiento muy similar a un gas perfecto para presiones no muy elevadas y un amplio
rango de temperaturas.

La base física del termómetro de gas a volumen constante es que la presión es


una función que crece linealmente con la temperatura.
Si bien desde el punto de vista teórico el termómetro de gas es el mejor, no es
tan sencillo definirlo así en la práctica. Así que el patrón secundario que
normalmente se emplea es el termómetro de resistencia de platino.

Punto de Partida:

Toda escala debe tener un punto de partida. A nivel mundial existen dos
escalas empíricas de temperatura en amplio uso. Estas son la
escala Centígrado y la escala Fahrenheit. La primera se usa en casi todo el
mundo y la segunda principalmente en Estados Unidos.
Antes de la escala Centígrado existió la escala Celsius, que es prima hermana
y difiere solo en el punto de partida.
La escala Centígrado usa el punto triple del agua como punto de partida. El
punto triple del agua es la temperatura donde coexisten en equilibrio la fase
sólida (hielo), líquida y gaseosa (vapor de agua). Este equivale a 273,16ºK de
temperatura absoluta.
La escala Celsius usaba como punto de partida la temperatura de fusión del
hielo a una atmósfera de presión. Esto equivale a 273,15ºK.
En el caso de la escala Fahrenheit, su punto de partida es diferente.
Actualmente está referida a la escala Centígrado. Actualmente se define como
32ºF al punto de fusión del hielo a una atmósfera de presión. Antiguamente el
0ºF correspondía a la temperatura de fusión de una mezcla frigorífica. La idea
original del Doctor Fahrenheit era tener un 0º que correspondiera a la
temperatura más baja alcanzable.

Unidad de Medida:

En el caso de la escala Centígrado la unidad de medida corresponde a 1/100


entre el punto triple del agua y la temperatura de ebullición del agua a 1
atmósfera de presión.
Para la escala Fahrenheit su unidad de medida se define como 5/9 de 1ºC.
Antiguamente el 100ºF correspondía a la temperatura media del cuerpo
humano (reflejo de la formación médica de su creador). Así alguien tiene
fiebre cuando está sobre 100ºF!
En lo recién visto se constata de que la escala Fahrenheit tiene puntos de
referencia pocos precisos, a diferencia de la escala Centígrado. Esto hace que
actualmente la escala Fahrenheit tenga su referencia real en la Centígrado.
Para pasar de grados Centígrado a grados Fahrenheit, usar la siguiente
conversión:
ºF = 9/5·ºC + 32º
Para pasar de grados Fahrenheit a grados Centígrado, usar la siguiente
conversión:
ºC = (ºF - 32º)·5/9

Escala Absoluta de Temperaturas:

La escala absoluta de temperaturas parte de la existencia del 0º absoluto.


Veremos que la existencia de una escala absoluta de temperaturas es
consecuencia del Segundo Principio de la Termodinámica. Por el momento
basta recordar los siguientes puntos básicos:
Existen dos unidades básicas para medir temperatura en forma absoluta: el
grado Kelvin [K]y el grado Rankine [R]. En magnitud 1ºK = 1ºC y 1ºR = 1ºF.
El 0ºK = -273,16ºC
Es la temperatura más baja posible.

Conversión de Medidas:

Puntos Termométricos:

En la práctica se necesita de una serie de puntos de referencia facilmente


replicables para poder calibrar diferentes tipos de termómetros en diferentes
rangos de temperatura. Algunos puntos de referencia importantes son:
Temperatura a 1
Producto Puro
atm.
Solidificación agua 0ºC
Ebullición Agua 100ºC
Ebullición Clorobenzeno 132ºC
Ebullición Naftalina 217,96ºC
Fusión de Estaño 231,9ºC
Fusión del Plomo 327,3ºC
Ebullición del Mercurio 356,95ºC
Fusión del Zinc 419,4ºC
Ebullición del Azufre 444,6ºC
Solidificación Antimonio 630,5ºC
Fusión Aluminio 658ºC
Solidificación aleación Ag y Cu (72% Ag, 28% Cu) 779ºC
Ebullición Zinc 907ºC
Fusión Plata 960ºC
Fusión Cobre 1083ºC
Fusión Níquel 1455ºC
Fusión Fierro 1530ºC
Fusión Platino 1773ºC

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