¡NO AL MATRIMONIO GAY!

Hoy en día existen muchos problemas que enfrentamos los seres humanos,
aquellos que primero entran a nuestros pensamientos como ideas que
aparentemente suenan para nosotros las correctas, que cada día se refuerzan, ya
que pensamos que lo que idealizamos está bien o es normal, pero que dañan
nuestra moral y nuestros valores.

El matrimonio Gay es uno de ellos, cada día se suman más y más homosexuales
exigiendo “sus derechos”; pero cabe recalcar que los derechos de cada persona
terminan cuando comienzan los de los demás. Ellos pueden exigir respeto,
alimentación, que no se les trate mal, ni con cólera, a excepción del sagrado
matrimonio.

El matrimonio es un sacramento muy importante en los seres humanos, donde dos

personas se unen para convertirse en una sola carne, un solo corazón, una sola
vida, y que religiosamente es para toda la vida, quiere decir no existe divorcio a
diferencia del civil.

Toda persona tiene derecho a casarse, pero para hacerlo existe un requisito
fundamental y es que se dé entre sexos opuestos, ya que su propósito más
importante es que sean fecundos y se multipliquen según el mandato de Dios, y
entre personas del mismo sexo no se cumplirá lo que él nos pide.

Actualmente los homosexuales exigen que se apruebe la ley del matrimonio gay,
pero nuestro país se rige por la democracia, y el pueblo respeta sus costumbres,
creencias y religión.

Pongámonos en el lugar de los niños, si se aprueba la ley, los homosexuales

tendrán derecho a adoptar y esto creará un trauma en ellos, no sabrán a quien
decirle mamá y a quien decirle papá. Supongamos que el niño ya está estudiando y
se presenta una reunión donde deberán asistir tanto la mamá como el papá, todos
les dan el encuentro a sus padres y este niño ¿cómo creen que se sentirá al ver que
todos sus amigos tienen una mamá y un papá, y él tiene como padres a dos
personas del mismo sexo?, prácticamente será la burla de la escuela, todos se
reirán de él, se burlarán, le harán Bullyng y lo harán sentir muy mal.
Los niños tienen derecho a vivir una vida normal, a ser felices como todos los seres
humanos; pasar por una situación como esta, sería traumante para ellos, solo
pensaría en un ¿Por qué estoy viviendo esto?; Su autoestima sería demasiado baja
y poco a poco se iría adaptando a esto como algo normal, lo cual se haría para él
una costumbre, pensaría que hacer lo mismo está bien y no habría nada de malo.

Es momento de que empecemos a mejorar esto, de que conversemos con estas

personas y les ayudemos a entender de que ellos sí tienen el derecho a casarse,
pero con una persona del sexo opuesto, porque su propósito es que se
multipliquen y no hagan daño a otros, sino más bien que se amen hasta que la
muerte los separe.