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Diferencia entre consentimiento informado y válidamente

informado
CONSENTIMIENTO INFORMADO

Definición

Consiste en la explicación a un paciente atento y mentalmente competente, de la naturaleza de su


enfermedad, así como del balance entre los efectos de la misma y los riesgos y beneficios de los
procedimientos terapéuticos recomendados, para a continuación solicitarle su aprobación para ser
sometidos a esos procedimientos. La presentación de la información al paciente debe ser comprensible
y no sesgada; la colaboración del paciente debe ser conseguida sin coerción; el médico no debe sacar
partido de su potencial dominancia psicológica sobre el paciente
El consentimiento informado (CI) es un derecho exigible y una clara manifestación de la autonomía
para tomar decisiones de parte del enfermo o su familia en caso de no ser competente. El enfermo
tiene derecho a conocer el diagnóstico de su enfermedad. Asimismo, el médico deberá explicarle, en
un lenguaje comprensible, en qué consiste y la evolución en caso de no ser tratada. Deberá conocer
cuáles son las alternativas de tratamiento y los efectos secundarios que éstos podrían ocasionarle. Una
vez que el paciente ha sido debidamente informado, podrá otorgar su Consentimiento Informado para
dar inicio al tratamiento

Características

El CI debe ser una garantía de la autonomía moral del paciente y no un expediente para eximir una
responsabilidad jurídica.
El CI es un derecho del enfermo. Pero no es un derecho ilimitado, y no significa que los pacientes
puedan imponer al médico cualquier cosa que deseen
La profesión médica y la sociedad en su conjunto pueden imponer ciertas restricciones a la capacidad
de elección de los pacientes. Los médicos no tienen obligación de realizar intervenciones dañinas para
el enfermo o que sean médicamente inútiles y, lógicamente, tampoco tienen que informar acerca de las
mismas. Las normas de la buena práctica médica también imponen ciertas restricciones. Las
consideraciones puramente técnicas corresponden exclusivamente al médico.
Existen incluso ciertas situaciones en las que se puede prescindir de la obtención del consentimiento
informado. Los casos en los que la obtención del consentimiento no es posible, o no es recomendable
son los siguientes:
1) Urgencia: que obliga a actuar sin tiempo para obtener un Consentimiento Informado.
2) Privilegio terapéutico del médico: son aquellos casos en los que a juicio del médico, la mera
información puede resultar seriamente perjudicial para el curso de la enfermedad. Tradicionalmente
este privilegio abarcaba a la inmensa mayoría de los enfermos, pero recordemos que al frecuencia con
la que un médico este privilegio depende de su propio grado de paternalismo. En el momento presente
este privilegio no debe ser utilizado sistemáticamente y sólo puede ser invocado en cada caso con una
justificación particular.

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3) Pacientes incompetentes o sin capacidad para decidir: los cuales, por definición, no pueden
otorgar un consentimiento válido. No obstante, es importante señalar que la competencia para decidir
admite grados. Un mismo paciente puede ser competente para decidir ciertas cosas y no serlo para
decidir otras. De modo que, cuanto más trascendente o delicada sea una decisión, mayor debe ser el
nivel de competencia exigible.
A la hora de sugerir una propuesta en cuanto a definir el momento de entregar información, una buena
alternativa a considerar es la que queda establecida por la demanda de información de parte del
paciente y al mismo tiempo por la necesidad que tiene el médico de proporcionarle aclaraciones
relevantes para su diagnóstico, procedimiento o tratamiento.
Cuando el contacto es cotidiano (ya sea por hospitalización o por un tratamiento ambulatorio cotidiano),
es deseable que la entrega de información sea diaria y quede registrada en la historia clínica como un
elemento más a considerar en dicho documento.
El proceso del CI se debe realizar ante cada intervención que suponga la acción directa del personal
de salud sobre los pacientes, ya sea de un procedimiento (exámenes), como de un tratamiento, o una
intervención de mayor magnitud (cirugía).

Elementos que lo integran

Los contenidos mínimos que debería reunir son:


1. Nombre y apellido del paciente y médico que informa.
2. Explicar la naturaleza de la enfermedad y su evolución natural.
3. Nombre del procedimiento a realizar, especificando en que consiste y como se llevará a cabo.
4. Explicar los beneficios que razonablemente se puede esperar del tratamiento y consecuencia de la
denegación.
5. Información sobre riesgos del tratamiento, probables complicaciones, mortalidad y secuelas.
6. Planteo de alternativas de tratamiento comparadas con el tratamiento propuesto.
7. Explicación sobre el tipo de anestesia (en caso necesario) y sus riesgos.
8. Autorización para obtener fotografías, videos o registros gráficos para difundir resultados o
iconografía en Revistas Médicas y/o ámbitos científicos.
9. Posibilidad de revocar el consentimiento en cualquier momento antes del tratamiento.
10. Satisfacción del paciente por la información recibida y evacuación de sus dudas.
11. Fecha y firma aclarada del médico, paciente y testigos, si los hubiere.
Es aconsejable entregar una copia al paciente y preferible, aunque no imprescindible, que la firme con
testigos
Sobre el contenido de la información hay bastante acuerdo. En general es comúnmente aceptada la
entrega de información que redunde en que el paciente entienda su situación y esté dispuesto a tomar
una decisión. Para que esto sea posible, al menos, debe entregarse la siguiente información:

 Sobre qué se está pidiendo consentimiento (qué es lo que se va a hacer)


 Para qué se va a hacer el procedimiento o tratamiento (objetivos claros)

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 Qué se espera obtener como resultado (beneficios esperados)
 Cuáles pueden ser los riesgos que se corre (riesgos más frecuentes y más graves)
 Qué alternativas existen a lo que se está proponiendo (alternativas disponibles)
 Qué ocurriría (clínicamente) si el paciente decide no acceder a lo que se le ofrece (riesgos de no
tratarse o aceptar un procedimiento
 Qué hacer si necesita más información (a quien preguntar, dónde y cómo, información completa
y continuada)
 Qué hacer si cambia de idea frente al consentimiento otorgado o rechazado (revocabilidad)

Principios éticos involucrados

Autonomía: Vela por que los pacientes tienen el derecho y la libertad de participar en cualquier decisión
médica que implica efectos sobre uno de los bienes más preciados, que es la salud y su propio cuerpo.
Este principio resguarda un derecho humano esencial: la libertad de elección personal, inicialmente
aparecido para decidir sobre el culto religioso y que se extiende luego a lo civil, político y más
tardíamente a la salud y al cuerpo. El objetivo es lograr que el enfermo tome una decisión autónoma al
final del proceso, ya sea para consentir en realizar lo propuesto o rechazarlo.
Competencia: Un acto libre requiere de una persona competente: en el consentimiento está
involucrado el concepto de competencia del paciente, hasta donde posee la facultad de decidir. Esto
tiene relación con su capacidad para comprender o entender la información entregada, su capacidad
natural de juicio y discernimiento: está comprometida en los pacientes con déficit neurológicos y/o
enfermedades mentales, y jurídicamente establecida para los menores de edad
Veracidad: El paciente es el depositario de toda la información respecto de su enfermedad y el médico
debe encontrar la forma y oportunidad adecuada de entregar esta información. No le está permitido
omitir o negar información porque no debe arrogarse el derecho de decidir lo que es mejor para el otro,
si la persona es competente para comprender. Existe lo que se llama el criterio prudencial en que la
información debe ser la necesaria, tanto en su contenido como en la forma en que es entregada para
que el interesado pueda tomar una decisión.
Beneficencia: Este principio le corresponde al médico. Debe actuar con excelencia en el quehacer
técnico, realizar su arte con bondad y comprensión hacia el otro. Beneficencia sin autonomía, sin
embargo, es paternalismo autoritario. Existen ciertas situaciones que podrían resguardarse desde este
principio, como aquellas en que se encuentra afectado un bien mayor, como por ejemplo la vida en
circunstancias de urgencia, o frente a la falta de los representantes legales o competencia de esa
persona.

Aspectos legales

La relación médica que se establece entre las personas enfermas o no como sucede por ejemplo en el
caso de voluntarios sanos para un estudio clínico experimental y el médico, es una relación contractual
normada en lo general por el Código Civil' en su Libro Cuarto De las Obligaciones", y en particular en
el Título Décimo, Capitulo II "De la prestación de servicios profesionales" en la que las partes, mediante
un pacto o convenio se obligan sobre un problema de salud y a cuyo cumplimiento pueden ser
compelidas".

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Dicho pacto o convenio se establece mediante la figura del consentimiento, que representa la
conformidad de voluntades entre los contratantes, es decir, entre la oferta de servicios por parte del
médico (oferente) y su aceptación por parte del paciente (demandante), y que constituye el principal
requisito del contrato como se especifica en el Articulo 1794 del Código Civil citado.
El CI puede ser a su vez tácito cuando resulte de hechos o de actos que lo presupongan o que autoricen
a presumirlo sin lugar a duda, y que se da de la manera más común cuando una persona acude a
solicitar y, en su caso, recibe atención médica, en que no se suele solicitar al paciente que otorgue su
consentimiento porque éste resulta sobreentendido. Y la llamada forma expresa que es aquella que se
manifiesta verbalmente, por escrito o por signos inequívocos y que nuestra ley, en algunos casos le
señala como necesaria según se refiere en el Artículo 1803 del Código Civil.
El CI en sí mismo ha sido y es un elemento de siempre en los contratos, sin embargo, su integración
formal en el terreno de la medicina cobra una importancia sobresaliente a partir del conocido Código
de Núremberg de 1947 al señalarlo como requisito indispensable en casos de investigación médica,
después de conocerse los horrores "médicos" cometidos por los nazis en los campos de concentración
europeos y que fue estructurado de la siguiente forma: Es absolutamente esencial el consentimiento
voluntario del sujeto humano. Esto significa que la persona interesada debe tener la capacidad jurídica
de dar su consentimiento y ejercer su elección sin coerción, dolo, engaño, constreñimiento o mala
interpretación; y que debe tener suficiente conocimiento y comprensión de todos los elementos del
problema, a fin de poder tomar una decisión inteligente e iluminada.
Asi, el término consentimiento es utilizado en la actualidad en 30 artículos de la Legislación Sanitaria
Mexicana como se puede apreciar en el cuadro I y de ellos, 20articulos (67%), se aplican directamente
al terreno de la investigación (19 artículos correspondientes al Reglamento de la Ley General de Salud
en Materia de Investigación para la Salud y en 1 artículo de la Ley General de Salud).
Le sigue su aplicación en materia de disposición de órganos, tejidos y cadáveres de seres humanos
con ocho menciones (27%): 5 artículos en la Ley General de Salud y en 3 en el Reglamento de la Ley
General de Salud en Materia de Control Sanitario de la Disposición de Órganos, Tejidos y Cadáveres
de seres Humanos
Finalmente, con una aplicación cada uno (3%) en la Ley General de Salud ya como requisito para
utilizar nuevos recursos terapéuticos o de diagnóstico en 1 artículo, y como sanción en otro al que sin
consentimiento (o aún con el si fuere menor o incapaz) realice inseminación artificial en una mujer.
Cuadro l. El término consentimiento en los artículos de la legislación mexicana en salud
Materia de
A (Art.) B (Art.) C (Art.) TOTAL (%)
aplicación:
100, 49, 51, 57, 14, 20-26, 29, 30,
Investigación 20 (67)
58, 63, 71, 109 36, 43
324, 325, 326, 12, 14, 27 8 (27)
Disposición de
327, 328
órganos
103 1 (3)
Uso de nuevos
466 1(3)
Inseminación
8 (27) 19 (63) 3 (10) 30 (100)
Total Núm. (%)
A. Ley General de Salud. (LGS)
B. Reglamento de LGS en Materia de Investigaci6n para la Salud.
C. Reglamento de LGS en Materia de Control Sanitario de la Disposición de ano, Tejidos y
Cadáveres de Seres Humanos.

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CONSENTIMIENTO VÁLIDAMENTE INFORMADO

Definición

Es un acuerdo por escrito, mediante el cual el sujeto de investigación o, en su caso, su representante


legal autoriza su participación en la investigación, con pleno conocimiento de la naturaleza de los
procedimientos y riesgos a los que se someterá, con la capacidad de libre elección y sin coacción
alguna.
Se considera representante legal a aquella persona legitimada para recibir la información relativa al
paciente, para favorecer la salud de su representado

DIFERENCIA ENTRE CONSENTIMIENTO INFORMADO Y VÁLIDAMENTE INFORMADO

El término «consentimiento informado» fue usado por primera vez en 1957 en el caso Salgo versus
Leland Stanford Jr. University Board of Trustees, en el que se consideró equivalente a ocultamiento de
hechos necesarios para la formación de un consentimiento razonado en relación con el tratamiento
propuesto en el que un radiólogo no informaba en forma adecuada a una paciente acerca de las
posibles complicaciones y riesgos secundarios de una aortografía. Se refiere entonces a la aceptación
de una intervención médica por un paciente, en forma libre, voluntaria y consciente, después que el
médico le haya informado de la naturaleza de la intervención con sus riesgos y beneficios, así como de
las alternativas posibles.
El término «consentimiento válido», se basa en el caso Culver de 1982: «la obtención del
consentimiento informado puede ser formalmente correcta y además se puede valorar adecuadamente
la capacidad del paciente, pero el consentimiento otorgado puede no ser válido porque interfieran en
la decisión diversos mecanismos psíquicos de defensa que atenten contra la completa asimilación del
paciente de la información transmitida».
Finalmente, el término conocido como «consentimiento auténtico», se caracteriza por la decisión
auténtica del paciente, entendiendo como tal la que se encuentra plenamente de acuerdo con el sistema
de valores del individuo, en donde no interfiera ninguna otra opinión.

BIBLIOGRAFÍA

 Fuentes, G. M. P., & Domínguez, K. C. (2007). La implicación del consentimiento informado como
garantía constitucional en la administración de justicia. Instituto Judicatura Federal, 205-214.
 López-de la Peña, X. A. (1996). El consentimiento informado en la legislación en salud de
México. Gaceta Médica Mexicana. México, 132(5), 551-557.
 Santiesteban, A. M. S. (2009). El consentimiento informado y la relación médico-paciente. Bioética.
15-38.
 CONAMED (Comisión Nacional de Arbitraje Médico) (2016) Consentimiento Válidamente
Informado. Secretaría de Salud. 2ª edición. México D. F. 19-61.

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