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Ferrari - El Construccionismo Social y Su Apuesta La Psicologia Social Historica PDF
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¿Cómo surge?
Para uno de sus principales artífices, Kenneth Gergen (1991, 1994, 1999), el
construccionismo es una corriente alternativa al positivismo. Si la psicología positivista
encarna fundamentalmente los principios, problemas y perspectivas de la modernidad,
el construccionismo social representa mucho más los desencantamientos de la misma o,
en términos de época, a lo que en sentido amplio denominamos postmodernidad.
Esta alternativa no fue pacífica, sino que implicó un serio cuestionamiento de los
principios que animaban a la psicología moderna; fundamentalmente, al individualismo
ontológico en el que se fundaba. En este sentido, el construccionismo o
construccionismo social es parte de una forma nueva de psicología social que por
primera vez produce una metateoría y ética de fundamento social y que realiza un
trabajo de puesta en evidencia de la artificialidad y opcionalidad del individualismo
autocontenido en la psicología social norteamericana de la época (Sampson, 1986).
En 1985, Gergen (2007) hacía una presentación de la metateoría socioconstruccionista a
la comunidad psicológica norteamericana en “The Social Constructionist Movement in
Modern Psychology”, publicado por American Psychologist. El individualismo
autocontenido, concepto que recrea de Sampson, refiere al individuo modelo que
emerge de los ciudadanos de Estados Unidos, pretendiendo erigirse en sujeto universal
en la literatura científica. Esta universalización se consigue y se defiende porque
sostiene un saber descentrado del contexto, neutralizado en términos morales y con
atribución de control en los individuos y no en las interacciones.
Lo que el construccionismo viene a desconstruir de la psicología moderna son los tres
temas que dieron fundamento a la ciencia psicológica tradicional: el énfasis en la mente
individual, la idea de un mundo cognoscible objetivamente y la noción de lenguaje
como portador de la verdad. Para Gergen: “las críticas a los supuestos modernos son
ahora tema de discusión en cada rincón de las ciencias y humanidades. Muchas de
ellas se han enfocado particularmente en la concepción tradicional del conocimiento
científico (Cfr. Kuhn, 1970; Lyotard, 1984; Rorty, 1979; Poovey, 2001).” (Gergen,
2007: 97).
Así, el pasaje hacia la nueva psicología se hace posible a partir de:
1. Salir de la razón individual y llegar a la retórica comunal.
2. Ir de un mundo objetivo a uno construido socialmente.
3. Superar una concepción de lenguaje representativo y ahondar un modo de
lenguaje entendido como una práctica pragmática.
El socioconstruccionismo como perspectiva social es cercano al movimiento de la
crítica cultural o estudios culturales –ubicados en su surgimiento alrededor de los ’60 –;
precisamente, por enraizar todos los eventos en interacciones sociales y procesos
culturales, pero principalmente por develar los principios opresivos de la racionalidad
individual y sus procedimientos excluyentes así como la contingencia cultural de la
ontología personal y sus valores.
Epílogo
Tomás Ibáñez (2001), otro representante del construccionismo social contemporáneo,
ha observado –al igual que Gergen – que el mismo es un movimiento insterticial, entre
un tiempo caracterizado como la ‘modernidad positivista’ y un futuro teórico que
todavía no ha advenido.
Por un lado, cabe destacar que Ibáñez rescata la idea de que el construccionismo no es
una teoría en sí misma, sino un tipo de trabajo y opción intelectual con fecha de
caducidad e históricamente pensado para cubrir el lapso donde las certidumbres han
dejado de tener un valor exacerbado. Por otro lado, genera su propia posibilidad a partir
de sus propias apuestas, que implican la condición de diálogo y la apertura a la
aceptación de versiones y construcciones diferentes de los hechos.
Cuando nos referimos a las certidumbres, que el construccionismo ha venido a mostrar
como contingencias, nos referimos a: la realidad, la objetividad, la verdad, el saber
acumulado.
¿Puede la ciencia trabajar sin esta clase de confianzas? Todo pareciera indicar que sí,
dado que el construccionismo se instala durante la década de los ’70 y sigue aún con
vigor produciendo en este momento histórico.
Referencias bibliográficas
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Ediciones Uniandes, Bogotá.
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