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Iced - Karen Marie Moning PDF
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El año es 1 DCM – Después de la Caída del Muro. Los Fae están libres y
cazándonos. Allí afuera es una zona de guerra, y no hay dos días iguales. Soy
Dani O’Malley, las calles llenas de caos de Dublín son mi hogar, y no hay otro
lugar donde preferiría estar.
Capítulo 15 Capítulo 31
W
La música es la materia del cosmos. Imagina un mundo sin 4
melodía de ningún tipo. Sin pájaros cantando. Sin grillos
chirriando. Sin desplazamiento de las placas tectónicas. La
realidad es acerca de la señora gorda cantando. Si ella se
detiene...
magina un mundo que no conoce sus propias reglas. Sin celulares. Sin
IInternet. Sin bolsa de valores. Sin dinero. Sin sistema legal. Un tercio de la
población del mundo es eliminada en una noche y el conteo asciende por
millones cada día. La especie humana está en peligro de extinción.
Todos los Fae son libres: la mortal Corte Oscura y la imperiosa Corte de la
Luz, que son igualmente mortales, solo que más bonitos. Un Fae es un Fae.
Nunca confíes en uno. Estamos siendo cazados por monstruos voraces que son
casi imposibles de matar. ¿Su comida favorita? La gente.
Éste es nuestro mundo ahora; uno que no conoce sus propias reglas. Y
cuando tienes un mundo que no conoce sus propias reglas, todo aquello oscuro
y desagradable que alguna vez estuvo contenido se desliza por las grietas para
intentar conseguir lo que sea que quiera. Es barra libre para todos. Volvimos a
ser cavernícolas. La fuerza es el derecho. La posesión es lo que cuenta. Cuanto 6
más grande y malo eres, mayores son tus probabilidades de sobrevivir.
Consigue un arma o aprende a correr. Rápido. Preferiblemente ambas cosas.
Los Fae no tienen rey ni reina, a nadie a cargo. Dos príncipes Unseelie,
psicóticos e inmortales, pelean por el dominio de ambas razas. Los humanos no
tenemos gobierno. Incluso si lo tuviéramos, dudo que lo escucháramos. Todo es
un completo caos.
El año acaba de ser oficialmente declarado 1 DCM, y las calles de Dublín son
mi hogar. Es una zona de guerra ahí afuera. No hay dos días iguales.
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—D igo que tomemos la sugerencia de Mac y llenemos la habitación
de concreto —dice Val.
Hago una mueca. El solo oír su nombre hace que me duela el estómago. Mac
y yo solíamos ser dos guisantes en la Mega vaina, tan cercanas como hermanas.
Ahora me mataría sin dudarlo.
Bueno, lo intentaría.
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“Ding-dong! The witch is dead”: canción de la película “El Mago de Oz”.
la gente rara vez me hace partícipe de las novedades. No hay problema. Me
convertí en una profesional en meterme aquí sin permiso años atrás.
—Dijo que no le respondía —dice Margery—. Cree que el rey le hizo algo.
Barrons y sus hombres intentaron cerrarlo con su fuerza, pero sin suerte. Está
atascada abierta.
—¿Y qué estabas haciendo tú allí abajo esta mañana? —le dice Kat a Colleen.
Colleen aparta la mirada.
No estuve debajo de las catacumbas anoche así que no pude ver lo sucedido
con mis propios ojos. Había estado manteniendo distancia de esa persona cuyo
nombre no digo. Sin embargo, oí lo que sucedió. Es de lo que todas hablan.
Amigo, ¡V’lane es Cruce!
Los Fae tienen tanta paciencia como las playas tienen arena. Por supuesto,
supongo que es fácil ser paciente cuando vives, como, por condenadamente
siempre.
También oí que fue uno de los cuatro que violó a M, esa persona cuyo
nombre no estoy pensando, ese día en la iglesia cuando el Lord Master le lanzó
a los príncipes encima.
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¡Y yo le había dicho que le daría mi virginidad algún día! ¡Me había traído
chocolates, había sido todo coqueto-coqueto!
V’lane es Cruce. Amigo. Algunas veces eso es todo lo que puedes decir.
—Eso no significa que quiera liberarlo. Solo estoy diciendo que es hermoso.
Nadie puede contradecir eso. Tiene alas como un ángel.
—Mac dijo que el rey no quería dejar el Sinsar Dubh dividido —dice
Colleen—. Le preocupaba que no fuéramos capaces de mantenerlo encerrado
en dos lugares.
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N. de T.: “sheep” significa “ovejas” en inglés.
rápidamente en demasiadas formas para que ellas lidien con ello. Son blancos
fáciles para ser convencidas por el líder más persuasivo y fuerte, y eso significa
que Kat necesita convertirse en una, y rápido.
Aún así, cada tanto echo de menos la abadía. Especialmente cuando pienso
en ellas haciendo galletas y esas cosas. Oír voces de fondo al quedarse dormida
es agradable. Saber que incluso si eres incomprendida, no estar totalmente sola
en el mundo no es la peor cosa.
Kat tiene razón: el Sinsar Dubh que solíamos tener encerrado y sometido
mágicamente bajo nuestra abadía no es nada comparado con lo que ahora
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tenemos debajo de nuestro suelo.
Kat ni siquiera ha llegado al hecho crítico aún: ahora mucha gente sabe que
él está ahí abajo, abarrotado hasta el tope con hasta la última gota de la mortal
magia de la raza Fae.
Conozco a la gente. He visto todas las formas y tamaños en los que vienen.
Alguien va a ser lo suficientemente estúpido para creer que pueden controlarlo.
Alguien va a encontrar una manera de atravesar el hielo.
Jericho Barrons es solo una de las muchas personas que cazaron el Sinsar
Dubh por miles de años. Ninguno de ellos siquiera sabía dónde estaba. Si lo
hubieran hecho, habrían descendido sobre nuestra abadía en las eras oscuras
cuando una torre circular de piedras rústicamente amontonadas era todo lo que
ocultaba la entrada a nuestra ciudad subterránea. Y la hubieran derribado,
piedra por piedra, hasta reducirla a escombros, hasta que obtuvieran aquello
por lo que habían venido.
La gente habla.
Enfrentada a algo que no pudo explicar, pretendió que no estaba ahí. Amigo,
¿no es demasiado avestruz?
Espero unos pocos minutos a que las cosas se calienten una vez más,
aprovecho la conmoción y congelo el cuadro para salir.
No quieres saber cómo ella evitaba que dejara la casa. No hay muchas
opciones con una niña que puede moverse más rápido de lo que tú puedes
parpadear. Y ninguna de ellas es PC4.
4
PC.: Políticamente correcta.
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N. de T.: juego de palabras entre “pick me from thin air” (“agarrarme en el aire”) y “thick air”.
“Thin” y “thick” son opuestos: uno significa delgado, y el otro grueso.
como yo llamo a la forma en que me muevo. Comienzo en el punto A, tomo
imágenes mentales de todo lo que me rodea, acelero, y en un parpadeo estoy
en el punto B. Solo tiene un par de desventajas. Una, que estoy constantemente
magullada por chocarme contra cosas a toda velocidad porque algunas de las
que fijo en mi cuadrícula mental no están estáticas, como la gente, los animales
y los Fae. Dos, congelar el cuadro requiere una tonelada de comida como
combustible. Tengo que comer constantemente. Es un dolor en el trasero
recolectar y llevar tanta comida. Si no como lo suficiente, me pongo débil y
tambaleante. Es patético. Soy un tanque de combustible que está lleno o vacío.
No hay mitad del tanque conmigo. ¿Conoces esas películas donde la gente lleva
rondas de municiones en su cuerpo? Yo llevo barras de proteínas y Snickers.
Al menos una vez cada noche corro a Chester’s, el lugar subterráneo más
caliente de Dublín para ir de fiesta y cumplir cualquier fantasía y tener una
oportunidad con la inmortalidad, que pertenece y es operado por Ryodan, la
persona casi de consulta de Barrons, y comienzo a matar a cada Fae que está
afuera. Usualmente les toma a sus hombres cinco segundos completos
aparecer, pero puedo hacer mucho en cinco segundos.
Chester’s es una zona segura. Está prohibido matar Faes allí, sin importar qué
hagan. Y hacen algunas cosas realmente enfermas.
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Matar humanos, sin embargo, no está prohibido en Chester’s. Ese es un gran
tema para mí, así que sigo causándole molestias a Ryodan y no me voy a
detener.
Una de estas noches voy a ser más rápida que él, más rápida que todos ellos.
Mi estómago duele una vez más. Mientras abro otra barra de proteína,
decido comenzar a pensar en ella como “Esa Persona”, abreviado como EP.
Entonces quizás mi mente pasará por encima de los pensamientos sobre “EP”
sin tirar de mí y patearme en el estómago.
Los últimos son los príncipes Unseelie. Solían ser cuatro. Cruce está fuera de
cuadro por ahora. Dos están generalmente en Dublín, ya no más bajo el
dominio del Lord Master, lo cual los hace más peligrosos de lo que solían ser.
Han comenzado a pelear entre sí y están atacando por separado. Hay un grave
problema con esos dos. No solo pueden tamizarse, sino que el solo mirarlos te
hace llorar sangre. Y si tienes sexo con ellos… bien, ¡no lo hagas! Suficiente. Ya
hay cultos formándose a su alrededor. Las ovejas están siempre buscando un
nuevo pastor cuando el terreno se pone rocoso.
Llevo un periódico llamado El Diario de Dani que saco tres veces a la semana.
Algunas veces hago una edición especial si algo grande sucede. Recojo
mensajes en lo que queda de la Oficina General de Correos, de gente que está
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teniendo problemas con Faes difíciles de matar. ¡Me gusta aparecer de repente
y salvar el día! Tomo mi ritmo en serio, como el Inspector Jayne y los
Guardianes que patrullan las calles de noche. Dublín me necesita. No voy a
decepcionarla.
Acabo de publicar mi primer libro, Dani Hace Dublín: el ABC de DCM. Dancer
me ayuda a imprimirlo y a distribuirlo. Las reseñas han sido geniales. El único
problema es que, cada vez que aprendo cosas nuevas, lo cual es
constantemente, tengo que lanzar una edición revisada. Ya voy por la quinta.
Decido pasar por la Oficina General de Correos ahora, ver si alguien me dejó
notas.
—¡Gah! —Me ahogo. Puedo sentir mi rostro una vez más… porque se está
incendiando. ¿Qué clase de universo me hace extender la mano a exactamente
ese maldito nivel para tocar lo que creo que es una pared y poner mi mano en
un pene?
Levanto la mirada hacia él. El tipo es alto. La única lámpara callejera que
funciona está justo detrás de su cabeza, dejando su rostro en sombras, pero ésa
es la forma que él prefiere. Juro que monta cada lugar adonde va para
mantener la luz a su espalda por alguna razón. Tiene esa tenue media sonrisa
que usualmente lleva, como si estuviera perpetuamente divertido por nosotros
los simples mortales.
—No puedo.
No quiero caer con Ryodan y sus hombres. Tengo la sensación de que nunca
podré salir. Solo seguiría cayendo.
Por supuesto, eso no evita que husmee alrededor de Chester’s. Tienes que
conocer a la competencia, saber qué trama. El amigo quiere algo de mí, quiero
saber qué. La semana pasada, encontré una entrada trasera a su club que
apuesto que nadie, excepto sus hombres y yo, conocemos. Creo que pensaron
que estaba tan bien escondida que no necesitaban molestarse en protegerla. ¡Si
vi algunas cosas! Mi rostro se calienta otra vez, recordando.
—Mejor espera que lo sea, niña, porque eres un riesgo en mi ciudad. Y solo
hay dos formas en las que lidio con las variables descontroladas. Una de ellas es
ofrecerte un trabajo.
Él ignora mi burla.
—No hay nada estúpido en mí. Sin embargo, sí soy rápida y fuerte —me
jacto—. Lo mejor de lo mejor. Dani Mega O’Malley. Así es como me llaman. La
Mega. Nadie me supera.
—No soy demasiado joven para saber algo. Sé que tú y tus otros amigos son
todo sexo todo el tiempo. Vi a esas mujeres que mantienes… —Cierro la boca
con fuerza.
—Viste.
—Has estado en el nivel cuatro. —Sus ojos dan miedo. Pero claro, éste es
Ryodan. Sus ojos dan miedo a menudo.
Él fija sus ojos en los míos. Me niego a apartar la mirada incluso a pesar de
que se siente como si estuviera hurgando a través de los registros de mi retina,
revisando todo lo que he visto. Largos segundos pasan. Levanto la barbilla,
meto una mano en el bolsillo de mis jeans e inclino la cadera. Desenvuelta,
frívola, aburrida, dice mi cuerpo. Porque él no entiende el mensaje de la
expresión en mi rostro.
—Gah, viejo amigo, por favor no me hables así. ¡Mis orejas se caerán! —Le
doy una sonrisa engreída de cien Mega watts—. No es mi culpa que no puedas
enfocarme cuando paso. ¿Y qué hay con toda esta tonterías de adolescente? Sé
qué edad tengo. ¿Tú eres el que necesita que se lo recuerden? ¿Es por eso que
sigues lanzándomelo como una especie de insulto? No lo es, sabes. Los catorce
están en la cima del mundo.
O lo intento.
Cambio a Mega-reversa.
¿Qué mierda?
Estoy tan desconcertada por haber fallado que solo me quedo de pie ahí
como una idiota. Hasta este preciso momento, ni siquiera estaba segura de
saber cómo escribir la palabra con F, mucho menos hacerlo. Fallar, con una gran
y gorda F. Yo.
Él toma mis hombros y comienza a tirar de mí hacia él. No sé qué piensa que
está haciendo pero no voy a acercarme a Ryodan. Exploto en una Dani-granada,
toda puños y dientes, y diez clases de no-quieres-sostenerme-cuando-el-
pasador-salga.
Al menos lo intento.
Estoy tan débil como una persona cualquiera y… ¡ew! Atrapada en los brazos
de Ryodan. Cerca. Como si estuviéramos a punto de bailar una canción lenta, o
comenzar a besarnos.
Él baja la mirada hacia mí. Puedo ver la mente trabajando detrás de sus ojos.
No me gusta que la mente de Ryodan trabaje cuando me está mirando.
—Pelea, niña.
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Levanto la nariz en un ángulo desafiante, haciendo sobresalir mi mandíbula
en un sesgo que dice “vete a la mierda”.
Él sostiene mi mano, mirando las uñas cortas que EP pintó de negro la noche
en que descubrió la verdad sobre mí. No sé por qué aún no me la he quitado.
Se desconcha muchísimo en nada de tiempo con todo lo que peleo.
—Suelta mi mano.
—Oblígame.
Antes de que pueda replicar con una concisa y brillante respuesta, mi cabeza
está hacia atrás, mi columna inclinada como un arco, y el rostro de Ryodan en
mi cuello. Me muerde.
¡Justo en el cuello!
¡Ryordan sí tiene colmillos! ¡No imaginé lo que creí ver en la azotea la otra
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noche cuando me estaba diciendo que tenía un trabajo para mí!
—¿Qué mierda haces? ¿Eres vampiro o algo? ¿Me estás convirtiendo? —Estoy
aterrada. Estoy… intrigada. ¿Cuánto más fuerte podría ser? ¿Los vampiros son
reales? Los fairies lo son. Supongo que eso abre la puerta del armario de par en
par. Ahora todo va a salir. ¿EP sabe de esto? ¿Barrons es un vampiro? ¿Qué está
sucediendo aquí? Amigo, ¡mi mundo acababa de ponerse mucho más
interesante!
Hecho: simplemente está mal que te sonría alguien que tiene tu sangre en
los dientes. Ofende hasta los huesos. ¿Dónde estaban sus colmillos? ¿Tenía
colmillos? ¿Naturales o implantes cosméticos? Nunca sabes con la gente hoy
en día. No se retrajeron con suave y audible clic como en la TV o lo hubiera
oído. Tengo súper audición. Bueno, a veces. Como cuando también tengo súper
velocidad y súper fuerza. Lo cual solía ser todo el tiempo. Hasta ahora
exactamente.
Su mirada hace ese parpadeo desconcertante que hace a veces. Creo que es
porque me mira de arriba abajo tan rápido que no puedo enfocarme en sus
ojos cambiando de dirección, solo veo un tipo de temblor ocular. Me pregunto
si yo también puedo hacerlo, llevar una sola parte de mí a súper velocidad,
como quizás golpetear con un dedo súper rápido. Necesito practicar.
Asumiendo que pueda volver a tener súper velocidad en lo absoluto. ¿Qué
mierda sucede conmigo? ¿Me detuve? ¿Cómo pude detenerme? ¡No me
detengo!
—… a menos que estés trabajando para mí y estés ahí por orden mía. Ése es
el trato. —Él es frío. Frío como el hielo. Y sé sin que lo diga cuál es la segunda
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opción: morir. Trabaja para mí o muere. Me molesta enormemente.
—¿Me estás dando un ultimátum? Porque eso no es para nada genial. —No
transmito desdén. Me convierto en desdén. Le enseño la número diecisiete de
mis treinta y cinco Miradas de Muerte. ¡Adultos! Ven a una adolecente pasando
por un poco más de cosas de las que ellos saben cómo manejar, y tratan de
encerrarla, meterla en una caja, hacerla sentir mal consigo misma solo por ser lo
que es. Como si yo pudiera evitarlo. Dancer está en lo cierto, los adultos tienen
miedo de los niños que están criando.
—Si crecer significa volverme como tú —digo—. Nunca lo haré. Sé quién soy
y me gusta. No voy a cambiar por nadie.
—Un día, niña, estarás dispuesta a hipotecar tu puta alma por alguien.
—No creo que debas decir “puta” a mi alrededor. En caso de que lo hayas
olvidado, solo tengo catorce años. Y, noticias de último minuto, amigo, no
tengo alma. No hay bancos. Y no hay una moneda de cambio. Ergo. Nunca. Va.
A. Suceder.
Ryodan mira a la gente de forma diferente que cualquier otra persona que
conozca. Como si tuviera visión de rayos X o algo así y supiera exactamente lo
que sucede dentro de los cráneos de la gente.
—No hay misterio ahí, niña. Si vives lo suficiente, sí sabes qué están
pensando —dice—. Los humanos son predecibles, cortados por un mismo
patrón. Pocos evolucionan más allá.
Le hago una seña obscena con ambas manos y congelo el cuadro con todo
lo que tengo.
¡Esta vez funciona! ¡Maldición, es bueno ser yo! ¡Viento en mi cabello ¡Mega
en movimiento! ¡Saltar edificios altos de un solo brinco!
Bueno, quizás esa última parte sea una pequeña exageración, pero aún así…
No esta vez.
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Salgo de la inconsciencia como un cable eléctrico: en un segundo estoy
acostada boca abajo, al siguiente estoy en cuatro patas, luego tengo la espada
en la garganta de Ryodan.
—Me noqueaste —digo con los dientes apretados. Estoy llena de rabia, mi
rostro palpita y me duelen los dientes. Es una maravilla que me quede alguno.
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“Ice Ice Baby”: canción de Vanilla Ice.
—Eres más rápido que yo. Eso significa que tienes que ceder el derecho de
paso.
—Vete a la mierda.
—Soy más fuerte que tú, más rápido que tú, y carezco de la emoción humana
que te mueve. Eso me convierte en tu peor pesadilla. Siéntate. O haré que te
sientes.
—¿Cómo llegué aquí? —Hay una respuesta posible. Solo estoy intentando
ganar tiempo para orientarme. Cuidadosamente me toco la nariz, palpo la
punta. Está alarmantemente bulbosa y blanda.
—Te cargué.
Eso me enoja tanto que casi no puedo respirar. Me noqueó, me levantó como
si fuera un costal de papas, me cargó por las calles de Dublín y me llevó por en
medio de toda la gente y fairies repugnantes que pasan el rato en Chester’s,
probablemente con todo el mundo mirándome y sonriendo. No he estado
indefensa en mucho tiempo.
Hecho: podría hacerlo de nuevo si se le da la gana. Una y otra vez. Este tipo
parado frente a mí podría encadenarme peor de lo que mi mamá o Ro lo
hicieron jamás.
Decido que lo más sabio es seguirle la corriente hasta que me deje ir. Luego
comeré todo lo que esté en mis manos, me probaré a mí misma, me aseguraré
de que estoy funcionando bien, me refugiaré en un lugar seguro y me ocultaré
por un tiempo. Pasaré mi tiempo en la clandestinidad, trabajando en hacerme
más rápida y más fuerte, de modo que nunca tenga que soportar un momento
como éste otra vez. Pensé que este tipo de días se habían ido para siempre.
Me siento.
—Mantente así.
—¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué me trajiste a Chester’s? Ve al grano. Tengo
cosas que hacer. Agenda apretada, ya sabes. Soy muy solicitada.
Miro alrededor. La oficina está hecha de cristal sólido, paredes, techo y piso.
Nadie puede ver el interior, pero se puede ver el exterior. Es extraño caminar
sobre un piso de cristal. Como si la parte inferior de tu mundo se desprendiera
con cada paso que das. Incluso sentado, sientes un poco de vértigo. 28
Miro hacia abajo. Hay acres de pista de baile debajo de mí. El club tiene
múltiples niveles, quizás un centenar de subclubs separados en niveles, cada
uno con su propio tema. Seelie, Unseelie, y humanos conviven y hacen quién
sabe qué tipo de tratos. Aquí en Dublín post-muro, todo puede ser obtenido en
Chester’s, por un precio. Por un instante se me olvida que él está aquí, fascinada
observando todo entre mis tenis de bota. Podría quedarme aquí durante días,
examinando cosas, haciéndome más inteligente. Haciendo una lista de cada
casta de los Fae, corriendo la voz por la ciudad, qué son, cómo pueden ser
derrotados, o al menos cómo escapar de ellos o retenerlos hasta que yo pueda
llegar a matarlos con mi espada. Esa es gran parte de la razón por la que he
estado tan determinada en entrar a Chester’s. ¿Cómo puedo proteger a mi
ciudad si no puedo advertir a todos sobre todos sus peligros? Tengo un trabajo
que hacer. Necesito toda la inteligencia que pueda conseguir.
Hay un hombre Seelie en la pista de baile, rubio y hermoso como V'lane era
antes de que dejara caer su glamour y se revelara como un Unseelie. En el
siguiente subclub hay un Fae oscuro de casta inferior que nunca he visto antes,
brillante, húmedo y segmentado, con… ¡ew! ¡Los muchos segmentos están
separándose y escabulléndose en cien direcciones diferentes como cucarachas!
Odio las cucarachas. Comienzan a desaparecer en las perneras de los
pantalones de la gente. Levanto los pies del suelo y me siento con las piernas
cruzadas sobre la silla.
—Observas todo.
No es una pregunta así que no contesto. Lo miro, cruzo los brazos y espero.
—¿Qué soy? ¿Como un chiste andante para ti? ¿Por qué siempre sonríes
cuando me miras?
—Vas a descubrirlo. —Se mueve hacia su escritorio, abre un cajón, saca una
hoja de papel y me la da—. Llena y firma esto.
—Yo.
—Estás perdiendo el tiempo, niña. Cuanto antes hagas lo que te digo, antes
podrás salir de aquí. —Va a su escritorio, saca otra y me lo da con una pluma.
Él inclina la cabeza.
Él me da una mirada que he visto hacer a los hombres antes, sobre todo a las
mujeres: barbilla baja, mirando hacia arriba desde abajo de sus cejas, con una
sonrisa ligeramente burlona. Hay algo en esa mirada que no entiendo, pero el
desafío es inconfundible.
—¿Cómo?
Considero esto.
—Entendido, jefe.
7
Zumaque: arbusto que produce un aceita llamado urushiol que no es venenoso, pero que al
contacto con la piel genera una reacción alérgica generando un sarpullido que aparece de 24 a
48 horas después del contacto.
¡Esta no soy yo! Yo soy optimismo. Mañana es mi día. ¡Nunca sabes que
grandes aventuras están esperando a la vuelta de la esquina!
—Niña, vas a sentarte ahí todo el día soñando despierta o vas a firmar la
maldita cosa.
Ahí es cuando lo veo. Estoy tan sorprendida que mi boca se abre y cuelga allí,
atrapando moscas por minuto.
¡Casi lo firmo!
—Ah, bueno. Era posible que firmaras. Era la solución más simple.
—Algunos secretos...
—Bien.
Suspiro.
—Este va a ser un largo día ¿no? ¿Sirven almuerzo aquí? Y voy a necesitar
más hielo.
Una puerta que ni siquiera sabía que estaba ahí en la pared de cristal de su
oficina se abre, revelando un elevador de cristal.
Que él esté dejándome ver tanto significa que tanto como si firmo su
estúpida aplicación o no, él piensa que me tiene atada.
No podría estar más impresionada. Es tan brillante que estoy celosa. Esto es
fisgonear llevado a un nivel completamente nuevo de pericia tecno-nerd.
—¿Realmente puedes ver aquí afuera? —¿Tiene algún otro superpoder que
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yo no tenga? Yo veo bien en la oscuridad, pero no cuando ésta es absoluta.
Él asiente.
Odio a Ryodan.
—Bueno, yo no. Así que enciende algunas malditas luces. Además, ¿qué hay
de las Sombras?
—No me molestan.
8
N. de T.: La expresión en inglés es “bully for you”, expresión usada sarcásticamente para
referirse al coraje de una persona cuando en realidad éste no se aprecia, sino que se encuentra
inútil.
9
N. de T.: En español en el original.
pequeña, elegante, plateada, y cuando la enciendo ilumina el corredor más allá
del elevador como si el sol hubiera salido.
Solía pensar que solo había seis niveles en Chester’s. Ahora sé que hay al
menos veinte; los conté mientras bajaba. El nivel en el que estamos tiene tres
subclubs diferentes. Veo cosas a través de las puertas abiertas del club que
ninguna chica de catorce años debería ver. Pero claro, ésa es la historia de mi
vida.
Aun así, para cuando nos detenemos fuera del par de puertas cerradas al
final del corredor, todo me duele. He estado golpeando mis pies contra el suelo
a cada paso por los últimos cuarenta y cinco metros. Comienzo a trotar en el
lugar, para evitar que la sangre se congele en mis venas. Mi garganta y mis
pulmones arden con cada inhalación. Puedo sentir el frío presionando al otro
lado de esas puertas como una presencia. Miro a Ryodan. Su rostro está
escarchado. Cuando levanta una ceja, el hielo se quiebra y cae al suelo.
Sacudo la cabeza.
—No lo soy. —Ha sido una mañana difícil. A veces me gusta probarme a mí
misma. Ahora no es una de esas veces. No después de mi anterior tartamudeo.
—Sobrevivirás.
Levanto la vista para mirarlo. Lo raro es que, tanto como me enoja, tan
impredecible como es, le creo. Si Ryodan cree que puedo soportarlo, ¿quién soy
yo para discutir? Como si él fuera infalible o algo así. Supongo que yo pondría
más fe en el diablo que en cualquier dios.
—Ya verás. —Las puertas dobles son altas y están talladas elaboradamente.
Lucen pesadas. Cuando él toca el pomo y abre la puerta, sus dedos son
instantáneamente recubiertos de hielo. Cuando aparta la mano, trozos de piel
congelada quedan en el pomo—. No te detengas una vez que estés allí. Ni
siquiera por un segundo. Tu corazón solo durará el tiempo en que estés
moviéndote. Detente y mueres.
—¿Y yo voy a entrar ahí por qué? —No puedo ver una sola razón para tomar
tal riesgo. Me gusta vivir. Me gusta mucho.
—No quieres que trabaje para ti. Quieres una compañera superhéroe. Ésa es
una historia completamente diferente. ¿Por qué no lo dijiste?
Él entra al cuarto y odio admitirlo, pero estoy admirada de que pueda
hacerlo. Yo no podría y lo sé. La ráfaga de frío asesino que sale por la puerta me
hace querer llorar de puro dolor, hace que quiera volverme y huir en la
dirección opuesta tan rápido como pueda, pero él simplemente avanza. No se
mueve fluidamente, como es usual. Es como si estuviera empujándose a sí
mismo a través de concreto, con pura fuerza de voluntad. Me pregunto por qué
no va más rápido, en la forma en que me está diciendo que lo haga.
Que él pueda hacerlo me provoca. ¿Voy a ser una gallina? ¿Permitirme ser
superada? Éste es Ryodan. Si alguna vez voy a ser capaz de vencerlo, tengo que
tomar riesgos.
—Nada y todo. Absorbe todos los detalles. Busca cualquier pista. Necesito
saber quién le hizo esto a los clientes de mi club. Garantizo protección. La
entrego. Si el rumor corre…
—Sí.
—Porque ves todo. No temes hacer lo que sea necesario sin decir una
palabra a nadie sobre ello.
—Tú permitiste que esto sucediera. ¡Tú permitiste que la gente fuera
asesinada por esos monstruos!
—Vienen aquí por propia voluntad. La fila para entrar a mi club anoche
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rodeaba dos cuadras.
—Suenas como Mac. Esto no es nuevo, niña. Los débiles siempre han sido
comida para los fuertes.
—La gente que vive en casas de cristal no debería tirar piedras. Quizás
quieras hablar de tu madre.
10
N. de T.: combinación de “Mega”, sobrenombre de Dani, y “magnitud”.
Aparto la mirada. Guardaré mis piedras por un rato más. Al menos hasta que
sepa con certeza qué es exactamente lo que él sabe de mí.
Como si algo alguna vez hubiera sido “normal” en esta cámara de tortura.
Ahora es incluso más raro.
Cada persona y Fae en este cuarto están congelados hasta formar figuras
silenciosas, blancas y heladas. Dos columnas gemelas de cristal como diamantes
de hielo salen de muchas de sus narices; heladas exhalaciones. Al contrario que
Cruce, que está contenido dentro de un sólido bloque de hielo, esta gente luce
como si de alguna forma hubiera sido congelada justo donde estaba. Me
pregunto si, al golpear a uno de los Fae, éste se rompería.
Quiere decir que él cree que es posible que uno de ellos no esté
completamente congelado.
Yo los salvo. Él los condena. Ése es un abismo que ningún puente puede
superar. Miraré esto. Pero no por él. Por los humanos. Hay que tomar bandos.
Yo sé en cual estoy.
Me enfrío por dentro, pensando en cuanta gente en Dublín necesita un poco
de ayuda para sobrevivir, y de esa forma tan simple soy perfecta y estoy en
llamas y libre, y me deslizo de costado a congelar el cuadro como si flotara
dentro de un sueño.
Moverse como yo lo hago hace que sea difícil ver las cosas. Es por eso que
me quedo de pie junto a la puerta, mirando hacia adentro por mucho tiempo,
recolectando observaciones a la distancia.
Rodeo un guardia Fae a máxima velocidad. Una y otra vez, buscando pistas.
Si el Rey Unseelie hizo esto, ¿por qué elegir este lugar? ¿Por qué congelar a sus
propios guardias?
—Sí.
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—¿C-cuándo? —Golpeó mis pies a hipervelocidad, enojada por estar
tartamudeando. No importa que sea por el frío, me hace sonar tonta. Lo
próximo será un ceceo.
Silencio.
Estamos a mitad de camino por el corredor, casi en el elevador. Los otros dos
clubs también han comenzado a estallar. Oigo un estruendo profundo y
enorme, y me doy cuenta de que el suelo se está agrietando debajo de
nosotros.
—Las aceptaré.
Él cierra las puertas de golpe con sus propias manos y juro que le da a la
cosa un empujón desde abajo.
42
Traducido por vanehz
Tenía dos cosas en mente: alejarme tanto de Ryodan como fuera posible
mientras él estaba ocupado muriendo (con suerte), y matar tantos Fae dentro
de Chester’s como pudiera en mi camino de salida.
11
“When the cat’s away”: canción de Kylie Minogue.
Matar Unseelie me genera una adrenalina que es casi tan intensa como
congelar el cuadro. Lo único que falta es EP a mi espalda, pero sé que si alguna
vez vuelvo a tener a EP a mis espaldas, estaría tratando de meter una lanza a
través de mi corazón.
Los niños. Son las peores víctimas de la caída. Hay tantos escondiéndose en
las calles, sin idea de cómo sobrevivir.
También le doy algunos codazos a las meseras. La mitad de ellas son esas 44
estúpidas chicas de Te-Veo-En-Faery que gorjean la estúpida frase cada vez que
se separan, como si ir a Faery fuera algo a lo que aspirar en lugar de algo que
evitar como las diez variaciones de la plaga negra.
Hay sangre negra en mis manos, pegote en mi cabello, y mis ojos están tan
hinchados por mis colisiones anteriores que apenas puedo ver, pero no necesito
ver mucho. Tengo un sistema que me guía cuando se trata de los Fae. Siento a
los Unseelie. Los mato.
Siento un malo grande detrás de mí, peor que cualquiera de los que he
matado hasta ahora, que rezuma toda clase de poder. Con la espada hacia
atrás, lista para asestar el golpe mortal, me giro y bajo mi…
¡Y fallo!
¡Ésta es una batalla para la que no estoy preparada hoy! ¡No esperaba esto
porque nunca oí que alguno de los príncipes Unseelie se paseara por Chester’s!
Choco contra una mesa, caigo hacia atrás, ruedo hasta ponerme de cuatro
patas y me alejo de un salto. Estoy a punto de congelar el cuadro más rápido de
lo que él puede tamizarse. Rasgo la envoltura de una barra de proteínas, meto
la mitad en mi boca y comienzo a pasar los cambios cuando el príncipe
Unseelie dice:
—¡Quítensela!
—Mátenla ahora.
—Apuesto que puedo tamizarme más rápido de lo que ella puede matar —
gruñe uno.
Aparto el cabello de mis ojos, en cuatro patas, cada músculo tenso,
esperando. Es seguro como la mierda que lo averiguaremos.
Vuelvo a mirar al tipo que inicialmente creí que era un príncipe Unseelie. En
el momento en que él habló, me relajé. Ahora que estoy en cámara lenta otra
vez, veo las diferencias.
Este amigo tiene problemas tan grandes como los míos, quizás más grandes.
Lo considero. No le gusta Ryodan. Y es seriamente atractivo. Puedo sentirlo
vibrando en el aire alrededor de él. Podría ser un valioso as en mi escondrijo. Si
se puede confiar en él.
—Christian —dice.
—¿No son tus tíos una especie de hechiceros o algo así? Ayudaron a cazar el
Sinsar Dubh.
—¿Puedes pelear?
Me da una mirada burlona.
Podría acostumbrarme a esto. ¿Quién necesita a EP? Tengo lo que luce como
un príncipe Unseelie junto a mí y nadie, pero nadie, ni siquiera los Unseelie, se
meten con sus príncipes. Oh, sí, este tipo va a ser una gran suma en mi
columna. Le doy una mirada de lado.
Si puedo superar el hecho de que luce como el más terrorífico de todos los
Unseelie.
Afuera en las calles, en el fragor de la batalla, algunas veces tienes que hacer
elecciones duras. Algunas veces no puedes salvar a todos.
Los humanos que vienen a Chester’s nunca van a estar en lo alto de mi lista.
Traducido por Niii
Soy ocho años mayor que ella. Once si cuentas los tres años que pasé 48
intentando escapar de los Espejos Plateados de los Fae. Ocho u once: ¿cuál es la
diferencia? Me convierte en un Highlander seriamente pervertido.
Y está en llamas.
12
“I want a girl with a mind like a diamond”: comienzo de la canción "Short Skirt/Long Jacket"
de Cake.
Eso es lo que me llega.
La observé pelear.
No mi polla. Eso está funcionando genial. Mejor que nunca. Siempre dura.
Siempre lista.
Lo que se removió fue como una suave lluvia en un cálido día de verano.
Dulce. Tierno. Algo que solía ser. Con mi clan. Con mis sobrinas y sobrinos.
Tómala ahora.
—¿Por qué diablos todo el mundo sigue diciendo eso como si fuera algún
tipo de insulto? ¿Como si, me las arreglara para olvidarlo por un minuto? —dice
enojada—. ¡Jesús! ¡Nunca he visto tanta gente obsesionada con mi edad!
Vi a Mac hace unas pocas noches, al otro lado del club en Chester’s, luciendo 50
rubia, hermosa y feliz. Quiero tomar todo ese rubio feliz y brillante, retorcerlo
en un garrote, y estrangularla con eso. Oírla rogar, y matarla de todas formas,
amar cada minuto.
Más tarde esa noche, me había mirado al espejo durante un largo tiempo.
Brazo doblado detrás de la cabeza, rascando mi espalda con un cuchillo, ahora
pica todo el tiempo, disfrutando el deslizamiento de sangre caliente sobre mi
piel mientras descendía por mi columna hasta mis jeans. Solía odiar la sangre.
Ahora podría bañarme en ella. Leche materna.
—Sí, ella hace eso —accede Dani con un suspiro—. Ella también me ocurrió a
mí.
—Hay mejores cosas de las que hablar, de todos modos. Así que, ¿qué
estabas haciendo en Chester’s?
Buena pregunta. No tengo ninguna maldita idea. Creo que el solo número de
Unseelie reunidos llama a algo en mi sangre. Ya no sé por qué voy a la mitad de
los que lugares a los que voy. Algunas veces ni siquiera recuerdo las horas que
llevaron a ello. Solo me vuelvo consciente de que estoy en un lugar nuevo, sin
ningún recuerdo de cuándo decidí ir o cómo llegué allí.
—Ni lo digas —coincide—. No solo para la cerveza, para todo. ¿De qué lado
estás? —dice sin rodeos—. ¿Humano o Fae?
No puedo decirle que no discrimino. Desprecio a todos. Bueno, casi. Está esta
pelirroja de catorce años con la mente como un diamante.
—Lo siento. Solo estoy diciendo, sí te das cuenta de lo que ocurrirá si alguno
de los Unseelie te atrapa. ¿Verdad?
—¿Por qué?
—¡Tú viste ahí dentro! ¡Son malditos monstruos! Odian a los humanos. Los
usan, los comen y los matan. ¡Y Ryodan y sus hombres se los permiten!
52
—Digamos que cerramos el lugar, digamos que lo quemamos hasta los
cimientos. Simplemente encontrarán otro sitio al que ir.
—¡Están confundidos!
—¿Así que, eso es todo, entonces? —grita tras de mí—. ¿Tú tampoco me
ayudarás a pelear? ¡Gah! ¡Oveja! ¡Ustedes son todos unas malditas ovejas
grandes y gordas moviendo sus traseros grandes y gordos de oveja!
53
Traducido por magdaa
—Famélica. 54
—Genial. Fui de compras hoy.
—¡Amigo! —Se está volviendo más difícil de encontrar. Hay muchas de esas
cosas asquerosas en los estantes—. ¿Duraznos? —digo con optimismo.
13
“Our house is a very very very fine house”: parte de la canción “Our house” de Crosby, Still,
Nash & Young.
—También encontré aderezos para helado.
Una de las cosas que más extraño es la leche y todas las cosas que hacía
posibles. Un tiempo atrás, a un par de condados hacia el oeste, unas personas
tenían tres vacas lecheras que las Sombras no habían agarrado, pero luego la
otra gente intentó robarlas y se dispararon entre ellos. Y a las vacas. Nunca
entendí esa parte. ¿Por qué disparar a las vacas? ¡Toda esa leche y manteca y
helado re-mu14-vidos de nuestro mundo para siempre! Me rio disimuladamente,
divertida. Luego veo la mesa y la extensión de comida y me rio aún más.
Si no lo están ya.
Cerca de la mitad del mundo lo está. Sé que él piensa que están muertos. No
hablamos de eso. Lo sé por las cosas que no dice.
14
Mu: por el mugido de la vaca.
—¿Pensando cuán apuesto soy, Mega? —se burla.
Pongo los ojos en blanco. No tenemos ese tipo de cosas entre nosotros. Solo
pasamos el rato juntos.
—Hablando de apuesto...
—... prueba con un poco de agua caliente. Mega, eres un desastre. Conseguí
que la ducha vuelva a andar. Ve a tomar una.
Levanto la mano, consternada. Pensé que me las había sacado todas mientras
venía para acá. Revuelvo en mis rizos y saco una larga y babosa pieza.
Tripas en el cabello. ¿En qué tipo de mundo estoy viviendo? Aun cuando
siempre fui diferente, y veía cosas que otras personas no veían, nunca pensé
que estaría sentada en un sillón, en un virtual refugio contra bombas bajo tierra,
con cámaras de seguridad y trampillas y trampas explosivas alrededor de
nosotros, pasando el rato con un genio de diecisiete años (¡apuesto!) que se
asegura de que coma más que proteínas y barras de chocolate (él dice que no
obtengo las vitaminas y minerales correctas para una adecuada salud ósea) y
que sabe cómo hacer que una ducha funcione en el Dublín post muro.
—Aprenderá.
Me pusieron una bolsa en la cabeza cuando me trajeron aquí. Donde sea que
esté, no quisieron que fuera capaz de encontrar la salida. Una deducción lógica
es que planean dejarme vivir. No le pones una bolsa en la cabeza a alguien que
nunca va a volver a ver nada. Una sola lámpara de baja intensidad ilumina la
habitación detrás de él; o falla en hacerlo. Hay apenas suficiente luz para verlo
parado a tres metros de distancia.
16
“I will break these chains that bind me”: parte de la canción “Today My Life Begins” de Bruno
Mars.
dolor. Pasan instantáneamente del insulto a la furia. Arrasan todo a la vista, lo
que generalmente termina en que destruyen la misma cosa que los hirió. Como
sea, causa daño colateral.
Esa es la historia. No digo nada. No hay nada que decir. Las cosas eran
realmente simples en esa jaula. Solo hay dos cosas de las que preocuparse en la
vida: si eres libre o si no lo eres. Si eres libre, no hay nada de lo que
preocuparse. Si no lo eres, vas a patear todo lo que haya a tu alrededor hasta
que lo seas.
—A veces sus novios jugaban contigo.
—Te carcome.
—La herida que te niegas a vendar es la que nunca sana. La vida se te escapa
a borbotones y nunca sabes siquiera por qué. Te hará débil en los momentos
críticos cuando necesites ser fuerte. 61
—Lo tengo, ¿de acuerdo? Vas a torturarme hasta la muerte hablando.
Mátame ahora. Termina con eso. Pero usa algo rápido y limpio. Como una
motosierra. Quizás una granada.
Él toca mi mejilla.
—Dani.
—¿Es eso lástima, Ryodan? Porque no la necesito. Creí que eres más duro
que eso.
—¿Piensas que vas a encadenarme a una pared y luego te vas a parar ahí y
vas a decirme por qué está bien ser como soy? ¿Qué debido a toda la mierda
que la gente me hizo pasar cuando era más joven está bien que me haya vuelto
así? Amigo, no tengo problemas con lo que me convertí. Me gusto.
—Amigo —agrego.
Mis tripas se desatan y casi me dejo caer en las cadenas por el alivio pero
bloqueo mis rodillas, así que no puedo. Él dijo “cuando” lo encontremos, lo que
significa que no lo han hecho. Yo no telegrafío a menos que se me escape.
Temía que tuvieran a Dancer. Debe haberse ido mientras yo dormía. Él tiene
extraños horarios, a veces se va hasta que siente deseos de volver. No siempre
puedo encontrarlo cuando quiero. A veces no lo veo por días. Es bueno saber
que está a salvo en algún lado. No lo atraparon. Solo me tienen a mí. Puedo
manejar esta clase de cosas. Corté mis dientes con eso17. Dancer... bueno, hasta
que los muros cayeron, tenía una vida segura. No quiero que nunca tenga que
lidiar con estos hombres.
—Él no es mi novio.
17
Corté mis dientes: expresión que quiere decir ganar experiencia en algo a edad temprana.
—Hasta que te des cuenta que no te va a hacer ningún bien.
Le hago una gran y notoria seña obscena con el dedo medio con ambas
manos encadenadas sobre mi cabeza.
No me preocupo.
Conozco a Ryodan. Si alguien va a matarme, será él. Eso significa que tiene
este lugar protegido de Sombras y Faes o nunca me hubiera dejado aquí.
Estoy hambrienta y cansada. Cierro los ojos y juego un viejo juego conmigo
misma, uno que aprendí de pequeña.
Abro los ojos apenas y gimo. EP está ahí, parada justo frente a mí.
—No entiendo, Dani —dice—. Tenías que saber, cuando mataste a todos
esos Fae frente a miles de testigos que eso te pondría en la lista negra de cada
persona y Fae con poder en esta ciudad, con Ryodan y sus hombres primeros
en la fila. ¿Estabas intentando convertirte en la más buscada de Dublín?
—Ryodan.
—¿De qué maldito lado estás? ¿Y por qué no estás tratando de matarme?
—Despierta. Estás atrapada —dice EP—. Sé que no eres estúpida ¿Qué estás
haciendo? ¡Dani! ¡Dani!
64
—Lo mismo que siempre hiciste. Tomando una posición. No dando un paso
atrás. Incluso si no tengo todas las respuestas y no puedo predecir cómo saldré
de ésta, saldré de ésta.
Todavía estoy esperando que una lanza atraviese mis tripas. En lugar de eso
EP sonríe y dice:
—¡Despierta, Dani!
Mi rostro pica como si alguien me hubiera abofeteado. Abro los ojos cuando
pensé que ya los tenía abiertos.
Jo está parada frente a mí. Mi mejilla pica. La frotaría, pero estoy encadenada.
Paso la lengua sobre mis labios, o lo intento. Mi boca está tan seca que mi
lengua no hace ninguna diferencia. Mi labio inferior está partido y con una
costra de sangre seca. La base de mi cráneo duele. Debo haberme dado un
buen golpe al desmayarme, o debo haber recibido un golpe en la parte de atrás
de la cabeza cuando estaba luchando con los hombres de Ryodan.
—Siento haberte golpeado pero temía que estuvieras... ¡Oh, Dani! ¿Qué te
hizo? ¡Te golpeó! ¡Y luego yo también lo hice! —Luce como si pudiera llorar.
Toca mi rostro suavemente y hago una mueca.
—¡Suéltame!
—Me choqué con él —le digo—. Como en una colisión. Dos veces. Por eso
mi rostro está tan golpeado. —Bueno, esa es la mayor parte de la razón.
Ella me rodea con sus brazos y se mete en mi espacio. Es incómodo con mis
manos encadenadas sobre la cabeza y mis tobillos con grilletes en el suelo. Ella
me abraza en cierta forma y no puedo sacármela de encima porque estoy
atascada.
Cuando se aparta veo que está llorando. Debo verme bastante mal.
—¿Por qué lo hiciste? —Ella sorbe por la nariz y se la limpia con el dorso de
la mano—. Hablamos y hablamos sobre eso, pero no pude imaginarlo. No solo
agitaste una bandera roja frente a un toro. Te paseaste hacia él, le diste un
puñetazo en el rostro y luego intentaste bailar en sus cuernos. Dani, ¿qué
estabas pensando?
Suspiro. La gente hace las preguntas más estúpidas. A veces no piensas. Solo
actúas. Algunos momentos son demasiado dorados para pasarlos por alto.
Juegas; pagas. Siempre he estado de acuerdo con eso.
La observo con sospecha. Jo no puede estar aquí. No en las entrañas del
Chester’s. —Tú no eres real —digo.
Tengo comida almacenada en cada bolsillo, pero con las manos atadas sobre
mi cabeza no puedo obtener ni un mordisco de ella.
Pero Jo lo es.
66
Ella me dice que se corrió la voz por todas partes de que había tomado a un
montón de Faes sin ayuda de nadie en Chester’s y luego me había paseado
toda engreída con un príncipe Unseelie. Margery insistió en que el príncipe
Unseelie me había matado, y logró convencer a muchas sidhe-sheep de
descartarme, tomándolo justo donde Rowena lo había dejado, difamando mi
nombre.
Kat había visto las cosas de forma diferente. Ella había hecho algo de
investigación antes de tomar su decisión. De acuerdo con los testigos, el
“príncipe” que caminó conmigo no estaba usando un torque. Los príncipes
Unseelie tienen torques plateados alrededor de sus cuellos que brillan como si
fueran radiactivos. El collar parece ser parte de ellos, inseparable como sus
tatuajes y sus alas. Eso le dijo a Kat todo lo que necesitaba saber: Si el príncipe
no estaba usando un torque, tenía que ser Christian quién me escoltó fuera.
No estoy segura de cómo hizo el siguiente salto deductivo, pero estoy feliz
de que lo hiciera. Ella envió a un grupo de chicas a Chester’s para buscarme,
creyendo que Ryodan había ido tras de mí y me había capturado.
Me sorprende lo rápido que actuó. Tal vez Kat va a hacerlo todo bien con las
sidhe-seer. —¿Cómo se dio cuenta que estaba perdida tan rápido?
—Has estado aquí tres días, Dani.
—Lo estás. Vi a Ryodan salir del elevador escondido en la pared fuera del
retro-club. La puerta no se cerró completamente y me deslicé en él cuando
nadie estaba mirando.
Hay tres errores en esa oración. (1) Ryodan no es visto si no quiere ser visto.
(2) Las puertas en este lugar no quedan abiertas en lo más mínimo. (3) Nadie se
desliza en ellas sin ser notado.
Ryodan ni siquiera tuvo que dejar su club. Solo se sentó y esperó por
quienquiera que se mostrara primero buscándome.
Si has leído alguna tira cómica, sabes que los superhéroes tienen una
vulnerabilidad crítica: la sociedad que protegen.
Lo difícil para mí es saber que puedo soportar más que el resto. Como ese
estúpido conejito que solía aparecer en los comerciales todo el tiempo, me
derrotan y sigo peleando. Y dando puñetazos. Y respirando.
No me escucha.
Creo que ver a Dublín ser destruida en Halloween, ver a nuestra amiga Barb
ser poseída por el Sinsar Dubh y ser montada como una perra que esgrimía una
metralleta para masacrar a tantas de nosotras, además de vivir en un mundo
donde tienes que sacudir los zapatos antes de ponértelos para asegurarte de no
18
“I Fall To Pieces”: de la canción “Fall To Pieces” de Velvet Revolver.
ser comida por una Sombra más rápido de lo que puedes decir “Oh, mierda”
está afectando la mente de Jo.
Ella solía ser como Kat, siempre centrada y cuidadosa con sus decisiones, no
tenía una palabra dura para nadie.
Ryodan la encadena junto a mí. Ella lucha un poco pero es como ver una
mosca golpear contra una ventana, intentando salir. Sabes que nunca va a
funcionar.
La miro.
—¿Tienes alguna otra brillante idea, Jo? Intenta traerle unos bebés para que
torture la próxima vez.
—Suerte con eso. —Si yo no pude romperlas con mi súper fuerza, ella tiene
las posibilidades de una bola de nieve en el infierno. Creo que él ha encantado
el metal. Creo que ha encantado todo. Quiero saber dónde aprende sus 69
hechizos para poder anotarme para un curso acelerado. Si he estado aquí abajo
por tres días, debería estar, bueno, más desordenada de lo que estoy. ¿Cómo
me mantuvo inconsciente por tres días? ¿Me puso en algún tipo de animación
suspendida? Realmente tengo que orinar.
Ryodan está de pie frente a nosotras, las piernas separadas, y los brazos
cruzados sobre el pecho. Es un tipo grande. Me pregunto si Jo sabe que tiene
colmillos. Me pregunto qué es él. Me pregunto por qué ella lo mira así. Lo odia.
Lo sé.
Él lo sabe.
—He vivido mucho tiempo, niña, y nunca he oído a nadie mutilar el idioma
Inglés tanto como tú.
—¿Tienes que seguir diciendo “mierda” frente a ella? Apenas tiene trece años
—dice Jo.
19
N. de T.: juego de palabras entre “bush”, arbusto, y “beat around the bush”, que significa
evitar hacer algo, perder el tiempo.
—Catorce —corrijo irritadamente.
—No soy una maldita niña. No creo que ni siquiera naciera así.
—Les dije que creo que puedes ser útil —dice Ryodan—. Que puedo
controlarte.
Sin duda porque EP le dijo a Barrons que le dijera a Ryodan que me matara.
O que le permitiera hacerlo.
—No sabía eso —le digo a Jo—. ¿Por qué no sabía eso? —A Ryodan, le
digo—. Amigo, mátame o libérame.
—Si decido matarla —dice Ryodan—. Nunca nadie sabrá qué les sucedió a
ustedes dos.
Parpadeo, repitiendo en mi mente una y otra vez lo que dijo Jo, pero no
puedo oírlo lo suficiente.
—¿En serio? ¿Soy una leyenda? Como, ¿soy conocida alrededor del mundo?
¡Repítelo! —chillo. No tenía idea. Podría quedar algo de pavoneo en mi cuerpo
después de todo. Inclino la cadera.
—Déjala ir —le dice Jo a Ryodan—. Y me quedaré en su lugar.
—¡A la mierda con quedarte! —repito dado que nadie reaccionó como
debería, como, obedeciéndome. O prestándome algo de atención en lo
absoluto.
—No estoy tomando fotos. Vine a recuperar algo que es nuestro. Algo que
no tenías derecho a llevarte.
—Sidhe-seer, camina con cuidado —le dice a Jo, y su voz se vuelve muy
suave. Suave viniendo de Ryodan nunca es bueno.
—¡No soy una niña! Y ella no va a quedarse aquí. ¡Nadie se queda aquí!
¡Excepto quizás yo!
—Entiendo.
—¡No lo dice enserio! —grito—. ¡Ni siquiera sabe de qué está hablando! No
tiene idea de cómo son ustedes. Además, ella ni siquiera me importa en lo
absoluto. Puedes matarla. Así que bien podrías dejarla ir.
—Tendrás que firmar una solicitud de empleo —le dice Ryodan a Jo.
—¿Quieres que sea una mesera? —dice Jo, horrorizada, como si fuera un
destino peor que la muerte—. Intenté ser mesera en la preparatoria. No puedo.
73
Dejo caer los platos. Vuelco las bebidas. Soy una investigadora. Una lingüista.
Vivo en mi mente. No sirvo mesas.
—¿Tengo que servir a los Fae? ¿Tomar órdenes y llenarlas? ¿Y llevar cosas a
sus mesas? —Jo no parece capaz de entenderlo. Como si prefiriera quedarse
encadenada a la pared que servir mesas.
Mis cadenas resuenan cuando las pruebo con todo lo que tengo. Él no va a
poner a Jo a trabajar en el subclub de niños. Ella tiene el tipo de rostro que es
tan delicado y bonito que puede llevar el cabello muy corto como lo hace y
lucir totalmente hermosa. Incluso esos estúpidos anteojos que usa al leer le
quedan bien porque hacen que sus huesos luzcan más elegantes. Tiene algo
etéreo. No va a llevar una falda tableada corta, blusa blanca ceñida, calcetas y
zapatos de colegiala de tacón alto. ¡No servirá a Ryodan y a sus hombres!
Chester’s la tragará como a un sabroso bocado y escupirá sangre y cartílagos.
Él la dobla y se la devuelve.
—Toma el elevador hacia arriba por donde viniste. Lor te está esperando allí.
Te dará un uniforma. Comienzas esta noche. Tienes una única misión: hacer
felices a mis clientes.
—Lor me está esperando —dice Jo. Pasa una mano por su corto cabello
oscuro y lo mira de una forma que me sorprende, por el coraje que tiene—. Creí
que dijiste que tus hombres esperaban que nos mataras.
—Subirá pronto.
Después de que Jo se va, Ryodan se desliza hacia mí de esa rara forma fluida
suya. No se movió así frente a Jo. Caminaba todo en cámara lenta cuando ella
estaba aquí.
—Puede que puedas salir de una telaraña a fuerza de golpes, pero dar
golpes en la arena movediza no funciona. Mientras más luchas, más te hundes.
Pelear solo hace más rápida la inevitable derrota.
—Rowena era una telaraña. —Él toca mi mejilla con la mano que sostiene el
cuchillo. La plata suelta un destello a dos centímetros de mi ojo—. Sabes lo que
soy.
Hay una guillotina sobre mi cuello. La oigo susurrar mientras rasga el aire.
Hay un nombre grabado en la brillante hoja: JO. Lo veo en mi periferia con cada
paso que doy. Va a volverme loca.
Odio esto.
No está cantándome las mil y una reglas de Ryodan como creí que haría.
Está dándome todo tipo de sogas para que me cuelgue. Yo hago nudos con
la soga. Y me muevo realmente rápido. Es inevitable que de alguna manera me
enrede en tanta soga, con una vuelta o dos alrededor del cuello.
Llego al baño con escolta pesada. ¿Qué creen que haré? ¿Volar el lugar? No
puedo. No tengo mi mochila. Tampoco un Mac-Halo. No lo trajeron cuando me
atraparon en casa de Dancer. Miraría por una ventana pero el club no tiene
ninguna. Mis huesos me dicen que es de noche. No me arriesgo con las
Sombras. Me niego a morir tan estúpidamente.
Uno de los tipos gruñe y se aleja. El resto me escolta a través de los subclubs.
Todos los Fae que pasamos me miran. Hay muerte en sus ojos.
Ahora, cuando salgo y veo todos los rostros molestos, humanos y Fae, una
parte completamente diferente de mí es levantada y movida hacia un costado
sin que yo siquiera lo intente, de hecho, estoy segura de que me estoy
resistiendo, y no me gusta en lo más mínimo, porque de repente estoy viendo
mi mundo con lo que se sienten como un par de ojos totalmente diferentes.
EP… oh, a la mierda… Mac, la mejor amiga que jamás tuve, Mac… quien me
hizo un pastel de cumpleaños y estuvo conmigo y actuó genial, y vendió una
parte de su alma a la Mujer Gris para salvarme, también me odia. Quiere
matarme porque maté a su hermana bajo las órdenes de Rowena antes de que
siquiera supiera que Mac existía.
Y se me ocurre una idea que nunca he tenido en mis catorce años de vida (¡Y
he tenido muchas ideas!), y es un poco borrosa (probablemente porque
preferiría no oírla) y dice algo así:
Estos nuevos ojos ven mi estela. Ven lo que dejo atrás cuando paso.
Intento volver a la forma en que era antes de salir del elevador, volver a la
Dani “la Mega”, a la que nada le importaba.
Nada ocurre.
—Dios —digo—. Gracias. Toda una linterna contra una ciudad de Sombras.
—“En su mayoría” puede estar bien para ti porque, como, ellas no comen lo
que sea que ustedes sean. ¿Por qué es eso?
Como pensé, es de noche, así que las calles están en su mayoría desiertas. La
gente hace sus “compras” durante el día. Aquellos que sí cazan por la noche,
solo hacen eso… cazar. Salen en manadas, armados hasta los dientes y van tras
cualquier Unseelie que puedan encontrar.
Las cosas seguro que han cambiado desde que los muros cayeron el pasado
octubre. Siete meses atrás las calles eran fáciles. Sal en la noche, mata a algunos
Fae y luego mata algunos más. Los Unseelie eran fáciles de tomar por sorpresa
20
“And I’m hungry like the wolf”: de la canción “Hungry Like The Wolf” de Duran Duran.
porque tenían una pobre opinión sobre los humanos. No nos veían como una
seria amenaza.
Ahora sí.
Está vacío.
21
A Canticle for Leibowitz: novela post apocalíptica escrita por Walter M. Miller Jr y publicada en
1960.
él que está fuera está bañada con la luz de la luna, pero la luna no brilla de la
misma manera que solía hacerlo antes de que los Fae vinieran. Raramente es
del mismo color de una noche a otra. Esta noche tiene una luminosidad púrpura
plateada, haciendo de la mitad de él una silueta negra, la otra mitad lavanda
metálica. Está tatuado, es hermoso, misterioso, exótico y hace que mi corazón
palpite de una manera que no tiene nada que ver con el miedo.
—Tranquila, muchacha.
—¿Por qué debería hacerlo? —Él se está volviendo erótico, como los otros
PU22. Mi antiguamente-mejor-amiga Mac los llama Faes muerte-por-sexo 82
porque pueden matar con sexo. Y eso en el mejor de los casos. ¿El peor caso?
Te convierten en Pri-ya como lo hicieron con Mac. Te dejan viva, totalmente
adicta al sexo, insaciable y loca. Los otros PU me acorralaron una vez, me
mantuvieron entre ellos, y me hicieron cosas en las que no me gusta pensar. No
quiero que el sexo sea de esa manera. Como si fueras alguna clase de animal
indefenso. Ya he tenido suficiente de animal indefenso para el resto de mi vida.
Lo que Christian está emitiendo no es una décima parte de lo que los otros PU
tienen, pero es malo.
22
PU: Príncipes Unseelie.
Cubro mis oídos y lo miro como diciendo, ¿qué mierda? Su voz salió tan
grande como una casa.
—Christian —digo.
Él inhala con fuerza, como si algo le hiriera solo porque yo digo su nombre, y
él cierra los ojos. Su rostro ondula, se suaviza como Silly Putty23 recién salida del
huevo, luego se contrae de nuevo. Me pregunto si al tocarlo, podría darle
forma, quizás estampar algunas caricaturas de la sección de historietas del
periódico en él. ¡Me estoy causando gracia una vez más!
Estoy tan celosa que podría escupir. Pero eso también requeriría energía.
Se mueve hacia adelante saliendo de las sombras, y veo que está cargando
una caja bajo su brazo.
23
Silly Putty: masa para modelar.
—Buena suerte con eso. Si averiguas cómo, házmelo saber, ¿de acuerdo?
La tomo a tientas, torpe por el hambre. Está resbaladiza gracias a una capa
de hielo. La atrapo justo cuando toca el suelo. ¡Torpe! Reconozco el color y la
forma ahora que está en mis manos, y me enciendo como un árbol de navidad.
Cuando aparto mi cabello del rostro y levanto la mirada para agradecerle con
la boca llena, él se ha ido.
Con el tanque lleno de nuevo, paso por el castillo de Dublín. Tres días fue
demasiado tiempo para estar fuera. Tengo un trabajo que hacer. Un ritmo para
caminar. El trabajo de un superhéroe nunca termina. Entre patrullar mi ciudad,
imprimir y distribuir el Diario, matar Unseelie, vigilar a Jo y a la otras sidhe-
seers, y ahora trabajar toda la noche para Ryodan, cada noche, ¡no va a haber
suficientes horas en el día!
En sus ojos aparece esa expresión que siempre me hace sentir incomoda,
como si estuviera a punto de rodearme con un brazo paternal o limpiar una
mancha de sangre de mi mejilla. Me estremezco. La mano de la espada pica y
estoy lista para aliviarla.
—Estoy aquí ahora. Deja de perder tiempo. ¿Qué Unseelie quieres muerto
primero?
No me gusta que me den pie para hablar, así que solo lo miro.
—No hay espacio en las jaulas. Libéralo todo. Y no te vayas hasta que lo
hayas hecho.
Él vuelve a mirar el pliegue de la espada debajo de mi abrigo, luego hace
algo que hace mucho. Mira a sus hombres, y me vuelve a mirar a mí, todo frío y
especulador. No está viendo una niña cuando lo hace. Está viendo un obstáculo.
Mi espada y la lanza de Mac son las únicas armas que pueden matar Faes. Eso
las hace sin ninguna duda el boleto más caliente en, no solo Dublín, sino en el
mundo. Una parte de Jayne es como Barrons. Quiere matar Faes, y yo tengo el
arma que necesita para hacerlo. No puede evitarlo. Es un líder. Y uno bueno.
Cada vez que me ve, instantáneamente evaluará si cree que puede quitármela o
86
no. Y algún día puede que haga algún movimiento.
Yo haría lo mismo.
Veo cuando él decide que es un riesgo que no vale la pena tomar porque
aún no está seguro de que no vaya a matar a algunos de sus hombres, quizás
incluso a él. Mantengo esas dudas en mente. La parte subconsciente donde
todo esto tiene lugar.
Matar.
87
24
Sinestesia: percepción conjunta o interferencia de varios tipos de sensaciones de diferentes
sentidos en un mismo acto perceptivo. Una persona con sinestesia puede oír colores, ver
sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada.
Traducido por akanet, otravaga y hatlish
—No voy a morir por una Sombra. Y es un MacHalo. —Lo primero que hice
esta mañana fue pasar por casa de Dancer y llevarme mis cosas.
Él me da una mirada que dice: "amiga, si lo supiera ¿crees que habría pedido
tu insignificante ayuda?”
Río disimuladamente.
—Tú. Todo irritado y enojado porque hay algo que no sabes. Tienes que
pedir los megaservicios de la Mega.
—Alguna vez se te ocurrió que te estoy usando por razones que tu cerebro
inferior humano no puede comenzar a entender.
Es otra de sus preguntas que no suena como una pregunta. Es una táctica tan
irritante, desearía que se me hubiera ocurrido a mí. Si empiezo a hacerlo ahora,
me vería como una imitadora. Por supuesto que se me había ocurrido que tenía
segundas intenciones. Todo el mundo las tiene. Ahora soy yo la que se siente
toda irritada y enojada. Entro en modo observación, guardo mi irritación para
tener más probabilidades de ponerme charlatana que de enojarme. El humor es
el mejor amigo de una chica. El mundo es un lugar divertido.
Estimo que las puertas dobles del almacén tienen unos diez metros, con una
entrada casi del doble de ancho si deslizas hacia atrás los cuatro paneles de las
puertas. El metal corrugado está arrojando un frío tan intenso que mi aliento se
congela a unas bocanadas de mi rostro y cuelga en el aire como pequeñas
nubes heladas. Cuando le doy un puñetazo a una, tintinea al golpear el suelo en
una capa de hielo y mi mente adjunta un modelo para un patrón: veo la capa de
hielo en los jeans de Christian. Lo considero por un momento y luego decido
que no hay manera. La realeza Fae puede afectar mínimamente el clima a su
alrededor. La palabra clave aquí es "mínimamente." Esto es algo grande. Y
Christian no es ni siquiera un Fae de pura sangre.
El maldito puede quitarme la espada como Jayne nunca podría. Como solo
los PU pueden. Una razón más por la que no puedo soportar a Ryodan.
—¿Lista? —dice.
—Será mejor que no hagas nada con Jo. Estoy comportándome como un
buen soldadito. —Y mierda que me molesta. Reportarse a trabajar a las 8:00 PM
Gah. Reportarse. Como si no tuviera mis propios planes. Como si no pasara
horas cazando a Dancer, no tuviera atrasados dos Diarios de Dani y no me
hubiera pasado la mayor parte de mi maldito día trabajando en uno, después
de correr a la abadía para asegurarme de que Jo estuviera bien. Ella tenía
novedades seriamente enfermas para mí acerca del nuevo y segmentado
Unseelie, pero aparte de eso, no había querido hablar mucho. Creo que está
bastante molesta conmigo. Nada nuevo ahí. Si no hubiera ninguna sidhe-sheep
molesta conmigo, no sabría quién soy, o si la Tierra todavía estaba orbitando
alrededor del sol—. Me estoy comportando. Ella está a salvo. Simplemente
déjala en paz.
91
Él sonríe ligeramente.
Se ríe. Odio cuando se ríe. Eso intenta ponerme de vuelta en el nivel porno
de Chester’s y eso simplemente me da asco, así que vuelvo a hacer la cosa de la
estática en mi cabeza.
Ryodan tiene obreros de castas inferiores trabajando para él. Hay un montón
de Rhino-boys congelados en mitad de la acción. Al igual que el subclub en
Chester’s, el lugar está extremadamente frío. Hace que mi corazón se sienta
embotado y apretado. No dejo de moverme, no me detendré por nada.
92
Los Rhino-boys están congelados cargando y descargando tarimas y cajas, la
piel gris cubierta de blanco, barnizada con una capa transparente de hielo. Lo
que fuera que les sucedió pasó rápido. No tuvieron advertencia. Sus
expresiones congeladas son completamente normales.
Bueno... tan normal como podría lucir un Unseelie alguna vez. Creo.
Se me ocurre que tal vez sus expresiones no son normales. Estoy basando
mis suposiciones en lo que sé de los humanos, en cómo reaccionan nuestros
rostros. Christian es la prueba de que no puedo hacer eso. Ni siquiera puedo
descifrar cuándo Christian está sonriendo.
¿Y por qué?
Hasta ahora, los dos lugares que he visto congelados son exactamente el tipo
de lugares que yo misma congelaría. Si tuviera un arma tan perversamente
genial.
La mayoría de la gente no creería que alguien que puede moverse como yo,
luchar y oír como yo, podría existir. Ergo, no puedo descartar la posibilidad de
que alguien más pueda ser tan inteligente que descubrió cómo construir una
enorme pistola de rayos congelantes capaz de reducir la temperatura de los
lugares para congelar los objetos en el espacio. Con tiempo suficiente, creo que
Dancer podría arreglárselas. ¡Él es así de inteligente!
93
Maldición. Tengo hechos y ninguna conexión. No puedo deducir nada.
Todavía.
Estoy tan furiosa que abro un cajón de un golpe cuando paso zumbando.
—Ups —digo, toda inocente y como si fuera un accidente. Astillas de
madera, de dos por cuatro, salen volando en todas direcciones.
De acuerdo, así que ese cajón tenía armas dentro. Eso solo significa que
pateé la caja equivocada. Estoy tan segura de que él es el imbécil que está
acaparando la comida que pateo otra, sin siquiera fingir que fue por accidente
esta vez. Más armas.
Entro en un frenesí de golpear. Cada vez que destrozo una caja o un cajón
que contiene municiones o armas, me pongo más furiosa. Supongo que él me
ocultaría la comida antes de traerme aquí. Estoy a punto de patear el quinto
cajón cuando Ryodan repentinamente me tiene colgando en mitad del aire por
el cuello de mi abrigo, cargándome como a un costal de papas sobre su
hombro de nuevo, sacándome a toda velocidad por la puerta, me estrella contra
un poste de teléfono y dice:
—Lo cual se traduce en que, mientras que sea útil, como piensas que soy
tuya, no voy a… —Arrastro un dedo a lo largo de mi cuello.
—Cuatro guardias imperiales Unseelie fueron lo único común que fui capaz
de aislar que fuera endémico de las dos escenas. —Habían estado de pie,
armados, en las puertas de embarque, supervisando la entrega.
—Vaya. Eso fue, como, una frase completa. Con sustantivos, verbos y tejido
conjuntivo. Endémico. Palabra elaborada.
—Nada más.
Se ríe. 95
—¿Nada más? —Su voz se eleva en el “más” una centésima de nota más alta
que en la palabra “nada”, una concesión que solo alguien como yo, con súper
audiencia sería capaz de percibir. Aún así, es una concesión. De Ryodan. Algo
más raro que el agua en el desierto.
—El hielo estaba formado por las mismas capas. Quizás escarcha.
Definitivamente escarcha dura. Hielo transparente por encima de todo. La
escarcha dura es rara. El hielo blanco viene de la congelación de la niebla. ¿Qué
hacía la niebla en el interior de ambos edificios?
—Hablando como tú, amigo, pensando que quizás podríamos terminar más
rápido con toda esta mierda. La comunicación es bastante difícil cuando todo el
mundo lo está intentando.
—Eso no es verdad. Dame tu mano.
—No.
—Ahora.
Él deja caer un Snickers en ella, murmura algo y mi mano es mía una vez más.
Me pregunto cuándo, cómo y por qué mi maldito apetito se convirtió en asunto
de todos.
—Come.
Nunca he visto ojos tan claros como los que tiene Ryodan. La mayoría de la
gente está atestada de emociones, con líneas alrededor de ellos como cicatrices
de guerra. Puedo decir al mirar a los adultos si han pasado sus años riendo o
llorando o resentidos con todo el mundo. Oigo a las madres decirles a los hijos
cuando ponen caras raras: “cuidado, tu rostro se quedará así.” Y realmente es
así. A edad madura, la mayoría de la gente lleva escrito en su rostro lo que sea
que hayan sentido más para que todo el mundo lo vea. Amigo, ¡tantos de ellos
deberían estar avergonzados! Por eso me río tanto. Si mi rostro se va a quedar
así, me va a gustar mirarlo.
—Porque aniquilas.
—Te di lo que necesitabas pero fuiste demasiado terca para tomarlo. —Él
cierra mis dedos alrededor de la barra de chocolate con los suyos. No puedo
sacármelo de encima con la suficiente rapidez—. Come, Dani.
Volviendo la cabeza hacia los edificios que pasan volando, arrugo el rostro y
saco la lengua.
97
Se ríe.
Salgo a las calles con cajas de diarios recién impresos (¡amo el olor a tinta
fresca!) en un maltrecho carrito de compras al minuto en que mi tiempo es mío
otra vez. Puedo correr con un carrito y pegar mis periódicos en los postes más
rápido de lo que podría hacerlo en una motocicleta. Mi motocicleta es para el
placer, para el tiempo de pura relajación, cuando no tengo nada más que pese
sobre mí, cuando no estoy, como siempre, salvando al mundo. No tengo
oportunidad de montarla mucho.
Tengo algunos puestos, postes y bancos que la gente visita con frecuencia,
como puestos de diarios habituales, esperando mis últimas informaciones. La
gente probablemente haya estado un poco preocupada porque mi diario está
atrasado y todo. Tengo información importante que compartir esta noche.
El Diario de Dani
98
21 de mayo, 1 DCM
Si ves venir a esta cosa, corre como alma que lleva el diablo, porque aún no
he encontrado la manera de acabar con él. Puedes llevar una lata de laca para el
cabello o llenar una botella de spray con gasolina y llevar siempre un montón
de cerillas encima (yo tengo un soplete). De esta forma si te arrinconan, puedes
rociarlas y prenderles fuego. No las mata, pero seguro que las mantiene
ocupadas mientras huyes.
No les digo que la peor parte es lo que Jo me dijo esta mañana: que algunas
de las meseras en Chester’s animan a los bichos a meterse debajo de su piel. No 99
quiero darles ninguna idea. Este Unseelie tiene una especialidad: se alimenta de
la grasa humana. ¡Abracadabra, cintura pequeña! ¡Hola bicho, adiós celulitis!
¿No te gustan esos muslos con hoyuelos? Usa los bichos. Los muros no llevan
caídos el tiempo suficiente como para que la gente se ponga delgada en forma
disópica, o con la sexualidad amplificada de tanta realeza Fae caminando por
ahí con la promesa de una potencial inmortalidad, el énfasis sobre la moda y la
belleza nunca ha sido más extremo.
Jo me dijo que un par de meseras están muy orgullosas de tener uno. Se está
convirtiendo en un símbolo de estatus o algo así, como las extensiones de
cabello o las operaciones de senos. Jo dijo que las meseras afirman que no
matan a los humanos, solo se comen su grasa y que difícilmente pueden
sentirlos en su piel.
Creo que es mentira. Creo que se enganchan a ellos porque obtienen más de
los humanos que solo grasa. Creo que experimentan todo lo que su “anfitrión”
experimenta: el placer, el dolor, lo que sea. Los Unseelie están llenándonos de
bichos y nosotros se los permitimos. Invaden nuestros cuerpos y reúnen
información desde el interior, luego se reportan con Papa Roach, quien
probablemente informa a los príncipes Unseelie sobre como acecharnos mejor.
¿Qué piensan esas meseras idiotas? ¿Que el bicho eventualmente regresará a su
propio cuerpo y las dejará todas hermosas y delgadas, sin ningún tipo de daño?
¡Amigo, es un Unseelie! Siempre hay una trampa.
¿Qué mierda? ¿Qué hay en mi poste? La gente sabe que debe dejarme las
notas en la Oficina General de Correos.
El Diario de Dublín
100
20 de mayo, 1 DCM
WECARE
Lo analizo rápidamente.
29
WeCare: significa “nos importa”.
No se dejen engañar por periódicos de IMITACIÓN. El Diario de Dublín es el
ÚNICO diario que necesitarán siempre. ¡¡¡PODEMOS AYUDARLOS A CONECTAR
LA ELECTRICIDAD Y EL AGUA!!!
¡Únansenos ahora!
WeCARE.
101
—¡Buh! —Es todo lo que se me ocurre—. ¡Buh! —digo otra vez. Ni siquiera
puedo soportar seguir leyendo. Lo hago una bola y lo machaco hasta formar
una bola dura y pequeña. Finalmente me las arreglo para balbucear—.
¿Imitación? —Estoy tan perturbada que ni siquiera puedo maldecir. Apenas
puedo hablar—. ¿Sobredimensionados? ¿Quién escribe esta tontería?
¿Estoy siendo ofendida por algún periódico que está fingiendo que yo soy la
que finge?
Usaron mis postes. Ni siquiera pudieron encontrar sus propios lugares para
ponerlos.
102
Traducido por Susanauribe
Kat, dice y hace de esa sola sílaba una exquisita melodía con la que ni
siquiera un coro de orquesta divino de todos los ángeles del cielo podría
competir.
Estoy en peligro.
Terrible peligro.
Y no puedo contárselo a un alma porque todas me miran para que las guíe,
para ser fuerte y que les muestre el camino.
30
“Cat Scratch Fever”: canción de Ted Nugent. La expresión “cat scratch fever” hace referencia al
sexo.
Soy su esperanza.
Me temo que “su esperanza” pronto estará más allá de toda esperanza
Oh, el canto de sirena del poder. Incluso yo, a quien no le importa nada el
poder, no soy inmune.
No creo que alguna vez haya estado en silencio allí abajo. ¡Ni por un
momento!
Quiero esa cámara llena de concreto, acero o plomo, o cualquier cosa que
pueda bloquear el camino entre él y yo.
No sé una décima parte de los hechizos que Rowena sabía. Y aun así falló.
No fue así.
Me dice que lo hizo aparecer como el villano una vez más para que no
tuviéramos que buscar demasiado en el Rey Unseelie, para que en cambio nos
preocupáramos por contener al único príncipe capaz de detenerlo cuando
decida que nuestro mundo es prescindible, lo cual Cruce me asegura que el rey
hará algún día… y no muy lejos en el futuro.
Me dice que debo ser la salvadora de la humanidad. Cuando esté lista, él me
mostrará el camino para liberarlo. Me dice que solo yo soy lo suficientemente
fuerte, lo suficientemente sensata, para ver la verdad cuando ésta esté frente a
mí, lo suficientemente sabia para tomar las decisiones difíciles.
Y necesidad.
Y vergüenza.
¿Cómo sobreviviré a esto? ¿Cómo evito que venga a mí? ¡Debe haber
hechizos para bloquearlo, conjuros, runas para ubicar alrededor de mi cama! 106
Quizás debería dejar la abadía ahora, antes de que sea demasiado tarde.
¿Puedo dejar a mis hermanas? ¿Me atrevo a dejar a mis hermanas? Si no me voy
ahora mismo, ¿alguna vez volveré a tener la fuerza de voluntad para irme, o me
encontraré allá abajo una noche, las manos temblorosas en las barras, dispuesta
a hacer lo que sea para liberar a Cruce?
No hay garantías de que la próxima mujer será más fuerte que yo, o más
capaz de resistir su seducción. ¿Cuánto duraría Margery, frente a tal tentación?
¿Cuán cruel podría volverse con el poder del Sinsar Dubh ennegreciendo su
corazón?
Debo ganar esta guerra silenciosa e invisible, sin que nadie se entere.
31
Lengua bífida: en inglés “forked tongue”, significa hacer falsas promesas o hablar
deshonestamente.
Que Dios me ayude.
107
Traducido por Simoriah
Las palabras “se suponía que debías estar aquí” me irritan hasta
despellejarme. Son insultos amontonados sobre la injuria. Tuve un día
asqueroso. Ya me está tomando todo mi autocontrol esconder cuánto me mata
ver a Jo atendiendo mesas, vistiendo una corta falda kaki, sirviendo a los Fae.
Pero lo contengo porque si permito que una onza de eso se vea, ¿quién sabe
qué podría hacer Ryodan? El tipo es tan impredecible como un Agujero Fae
Interdimensional, esas piezas de la fracturada realidad Faery que flotan por ahí
en los que nunca sabes que estás dentro hasta que estás hundida hasta el
trasero en caimanes.
—¿Está aquí?
32
“Trouble ahead, trouble behind”: parte de la canción “Casey Jones” de The Grateful Dead.
—¿Qué? —Jo me mira en blanco, y me doy cuenta de que debo haber
hablado a alta velocidad. Eso sucede a veces cuando me agito. Comienzo a
vibrar, y creo que toda la gente oye el quejido agudo de un mosquito.
—¿Está aquí? —Bajo la velocidad por un segundo para hablar y luego acelero
el curioseo.
¿Mac vino aquí a buscarme? ¿Me estaba cazando? ¿Sabe que se supone que
debo llegar a “trabajar” a las ocho?
—Unos pocos.
—A veces sí.
—El jefe dice que si matas un Fae en su área protegida, la mesera muere
frente a ti, muy lentamente —dice Lor—. Luego te matamos. Nunca volveremos
a recordártelo. Nunca volveremos a intervenir. Está sobre tu cabeza, niña.
Controla tu temperamento o la matarás. Tú. Nosotros somos meramente el
arma por la cual ella morirá. Y somos inventivos como la mierda cuando se trata
de muertes lentas. 110
Los ojos de Jo están enormes. Ella ve sus rostros. Sabe cuan temperamental
soy.
Jo me mira y se aleja.
Me alejo, me abro paso entre los amigos con los hombros, asegurándome de
darle un buen codazo a Lor cuando paso.
Gruñe.
Dice:
—Qué divertido. Creo que todos los demás necesitan que sus traseros dejen
de crecer.
Estoy tan aburrida que me voy a volver loca, sentada en la oficina de Ryodan.
Pensé que íbamos a salir a investigar, a buscar pistas sobre lo que está
111
congelando estos lugares. Hasta ahora lo único que veo en común es Ryodan.
Los dos lugares que fueron congelados eran suyos, como si alguien lo tuviera a
él en la mira y a la escoria de la que yo protejo a la sociedad: Faes y humanos
que aman a los Fae. Se me ocurre que si suficientes de sus lugares son
congelados, y se corre el rumor, la gente comenzará a evitar Chester’s. El club
podría morir por falta de clientes.
Ha estado haciendo papeleo por más de una hora. ¿Qué tipo de papeleo
puede ser necesario en este mundo alterado?
Hemos estado sentados aquí en un silencio total por una hora, siete minutos,
y treinta y dos segundos.
—Así que, ¿por qué mierda estoy aquí una vez más? —digo.
—¿De eso se trata todo? ¿Me estás castigando porque llegué tarde?
—¿Así que, si la próxima vez estoy, como, a tiempo, no tendré que sentarme
aquí y mirarte hacer cosas estúpidas que no puedo creer que siquiera hagas?
112
La mitad de la pluma, la parte que no está en mi puño, de repente es polvo
plástico. Pestañeo mirándolo.
—Ah, por eso te dio ese ataque de romper cajas. No. Acumulo armas.
Alguien más está acumulando comida. Eso es demasiado mundano incluso para
mí. Yo armo a la multitud, alimento la codicia. Alguien más se está preparando
para hacerlos pasar hambre.
—¿Sabes lo que ha estado sucediendo? —Lo ha sabido por más tiempo que
yo.
—Alguien comenzó a vaciar las tiendas hace un tiempo. ¿Dónde has estado?
Me mira. ¿Cómo pude alguna vez pensar que su rostro era imperturbable?
Éste dice oraciones completas.
Casi me ahogo con la lengua al intentar hacerlo salir. Pero haré lo que sea
para no tener que sentarme en su oficina toda la noche. Observar a los Unseelie
desde mis tenis se está poniendo viejo. He tomado notas mentales como loca.
Mi joven cuerpo necesita un poco de acción. Hay un cable eléctrico dentro de
mí, ardiendo bajo mi piel. Si no descargo, moriré. ¡Traigan la noche! ¡Hay cosas 113
sucediendo allí afuera y yo estoy atrapada aquí!
Siete horas después se me ocurre que Lor podría tener razón. Yo podría
romperme. Siete horas de aburrimiento y soy un charco de buena disposición,
lista para hacer virtualmente cualquier cosa que garantice un cambio de
escenario. Puedo lidiar con las cadenas. Con el aburrimiento, para nada. Mi
cerebro se adelanta a mis pies y no me gusta pensar adónde estoy yendo. Solo
voy.
Pero en la cima de esas dos listas está el matar el tiempo. Diviértete con él,
haz algo genial, juega video juegos, trabaja duro si quieres, pero haz algo. El
tiempo matado es un aborto, vida que nunca llega a ser vivida, ida, solo ida.
Una jaula y un collar mataron muchísimo tiempo.
—La forma en que me tratas es la forma en que yo te trataré. Como soy más
grande y mayor, imagino que siempre será peor.
114
—Oh, ahora te pones todo proporcionado. Si vas a ser un imbécil tal como
eres de grande y viejo, amigo, eso es una seria imbecilidad. No es justo. No
puedes ser completamente desproporcionado un minuto y ser todo quid pro
quo33 al siguiente.
Él ríe y su rostro cambia. De repente no luce tan viejo. Luce feliz. Libre.
Totalmente diferente. Veo líneas alrededor de sus ojos de reír que nunca noté
antes. Mi mente retrocede directamente al nivel cuatro y lo veo detrás de esa
mujer una vez más y él gime como lo hizo esa noche, luego ríe, y casi me siento
descompuesta recordando. No sé qué me sucede. ¡Desearía nunca haber bajado
al nivel cuatro! Me quedo parada allí y lo miro boquiabierta.
33
Quid pro quo: expresión latina que significa “esto por aquello”.
—Llegas temprano.
Le doy una mirada rebelde. Por supuesto que cree que llego temprano por él.
No es así. Mac estaba en Chester’s anoche a las ocho. Creo que está cazándome.
Como no puedo llegar tarde para evitarla, tengo que llegar temprano.
—¿Ves? Sabía que tenía un problema. Solo saldré a buscar uno. Volveré
mañana. A tiempo. —Las joyas se atascan con cosas en batalla. La única
concesión que hago es el brazalete que Dancer me dio que llevo ajustado al
brazo. Además, sin él por ahí, dando órdenes, quizás podría progresar con la
investigación.
—¿Qué vamos a hacer esta noche? —lo digo justo como él. Sin inflexión al
final.
—Ah, Dani, si tan solo tomaras la instrucción tan bien en todas las cosas. 115
—Te aburrirías.
Mierda, ahí va mi teoría sobre que él sea el blanco, junto con mi esperanza
de que Chester’s pueda tener una muerte lenta.
—¿Bajas?
—¿Humanos o Fae?
—Humanos.
—¿Todos humanos?
Asiente.
Dejo salir un silbido. Cincuenta personas más muertas. La raza humana sigue
recibiendo golpe tras golpe.
—¿Entonces por qué te importa? No sucedió en tu territorio. Nada tuyo fue
dañado o destruido.
—¿Como qué? Te mueves rápido como yo. Puedes superar cualquier cosa.
Puedes robar más cosas para reemplazar lo que fue congelado. Así que, ¿cuál es
el problema? —¿Qué motivos tiene un tipo como él?
117
Traducido por Sheilita Belikov
Los nuevos lugares que fueron congelados no tienen nada en común que yo
pueda ver. Había dos que eran de esos pequeños pubs subterráneos que han
estado surgiendo por toda la ciudad, y un gimnasio donde tres personas fueron
congeladas haciendo yoga en medio de un montón de cuencos de cristal. ¿Qué
tan extraño es eso? ¡Gente haciendo yoga en tiempos como estos!
34
“Life is a highway, I wanna ride it all night long”: Parte del coro de la canción “Life Is A
Highway” de Rascal Flatts.
hiperactiva para dormir. Me pongo así algunas veces y no puedo hacer nada al
respecto salvo soportarlo. Necesito algo que hacer o me volveré loca.
Dancer va a ser un hombre grande algún día, si alguna vez gana peso. La
última vez que nos medimos, era treinta y cinco centímetros más alto que yo,
larguirucho y delgado. Se olvida de comer. Su cabello es oscuro con un poco de
ondulación y nunca se lo corta hasta que le estorba, entonces me pide que lo
recorte. Es suave. Me gusta que le llegue a la barbilla como ahora, alejado de su
cara. Cuando usa sus lentes, que es prácticamente cada minuto que está
despierto porque es muy corto de vista (los odia y antes de que los muros
cayeran iba a hacerse el Lasik35), luce como un geek atractivo. ¡Nunca le diría
eso! Me gustan sus manos. ¡Sus pies son gigantescos! Sus ojos no son verdes ni
azules, son aguamarina, como si hubieran sido pintados por los Fae. Tiene
mejores pestañas que yo.
35
LASIK (acrónimo de Laser-Assisted in Situ Keratomileusis): es una cirugía láser para corregir la
vista.
Dancer a salvo. Y lo conozco. Si tuviera la más mínima pista de un misterio tan
grande como éste, comenzaría a fisgonear en todo tipo de lugares que podrían
resultar en su muerte. No importa cuán súper impresionada esté con lo
inteligente que es. Ryodan es peor que la caída de los muros o el colapso del
mundo. No sobrevives si él no quiere que lo hagas.
—Es posible.
—¿Sí? —Me acuesto bajo el sol junto a él, también apoyada en un codo,
frente a él. Me encanta ser capaz de ver sus ojos sin lentes de por medio. Es un
120
gusto raro.
—No sé. Dancer, finalmente encontré Scream 4. ¿Quieres verla esta noche?
—¿La viste sin mí? —Me siento lastimada. A Dancer y a mí nos encantan las
películas de terror. Nos atiborramos de ellas porque nos hacen reír. Tienen una
manera de poner el mundo en perspectiva. Habíamos estado buscando Scream
4 durante un tiempo, planeando verla. Dancer no suele ver películas solo, al
menos no que yo sepa.
Así que, ahí es donde él había estado. Y cuando terminó de trabajar anoche
vio una película para relajarse. No es gran cosa.
Vemos al sol moverse a través del cielo, y a veces él se levanta para traerme
cosas para comer. Me dice que ha estado revisando tiendas y que casi todas
han sido vaciadas. Tengo que detenerme tres veces de casi soltar la lengua
sobre las cosas congeladas que he estado viendo.
Suspiro.
—Pensé que íbamos a ver una película. Encontré una caja entera de Skittles36
en el aeropuerto. Y jerky37. Es lo más.
Arruinando mi vida.
36
Skittles: Marca de caramelos masticables de fruta.
37
Jerky: Carne cortada en tiras sin tocino marinadas en una salsa picante, salada o dulce y
secadas a baja temperatura o a veces saladas y secadas al sol.
de su escritorio se agitan con la brisa. Cuando me pongo muy enojada, causo
una especie de desplazamiento de aire que hace a pequeña escala lo que los
Fae hacen a gran escala, excepto que no puedo afectar la temperatura. Lo hago
a veces para asustar a la gente, desestabilizarla. Eso solía molestar mucho a Ro.
—Sucede algo.
¿Cómo hace eso? ¿Hacer preguntas sin que suenen como preguntas en
absoluto? He estado practicando y no es fácil. Las cuerdas vocales quieren subir
al final de una interrogación. He estado tratando de reprogramarme. No porque
tenga la intención de comenzar a actuar como él (al menos no a su alrededor),
sino porque creo que es bueno ponerse a prueba, superar la compulsión.
Aprender más autocontrol.
—¡Sí! ¡Como que, yo podría tener una vida! ¡Como que podría tener planes
para cosas que entran en conflicto con tu estúpida regla de presentarse-a-
trabajar-cada-noche-a-las-ocho! ¡Nadie más tiene que trabajar todas las 123
noches! Tal vez podría tener un par de noches libres para hacer algo que yo
quiera hacer. ¿Es eso malditamente mucho pedir?
—¿Eh?
—¿Quién dijo algo acerca de penes? ¡Solo quiero ver una película esta
noche!
—Cuál.
Él me da una mirada.
—Scream 4. ¿Feliz?
—Dancer dijo que lo era —digo enojada. ¿Todos la han visto excepto yo?
Él me mira larga y fijamente y veo algo en sus ojos que casi entiendo pero no
lo hago. Es una mirada que siento como que debiera conocer pero simplemente
no puedo entender. Hay más de una brisa en la pequeña y cerrada oficina de lo
que generalmente me las arreglo para generar, y me doy cuenta que él también
está vibrando… y que también genera viento. Estoy más que irritada. ¿Hay algo
que yo pueda hacer que él no? Cuando miro hacia abajo a través del suelo de
cristal, veo que todo el mundo debajo de nosotros se mueve en cámara lenta.
Los dos estamos congelando el cuadro. No me di cuenta que había subido la
velocidad al máximo.
—Entonces, ¿qué vamos a hacer esta noche? Jefe. —Pongo toda mi irritación
en la última palabra.
Ahí está esa mirada de nuevo. Misterio para mí. A veces puedo leerlo como a
un libro, otras veces lo único que veo en su rostro son dos ojos, una nariz y una
boca.
—¿Qué? 125
—Ha surgido algo. Iba a decírtelo. —Él vuelve a su papeleo,
despachándome—. Puedes irte.
Me enderezo.
—Pero ten cuidado con los lugares congelados. Oí que son mortales.
—Tenías que decir eso. No puedes evitarlo, ¿verdad? Crees que lo único que
se puede hacer con un desfile es hacer que llueva sobre él38. Algunas personas
saben disfrutar el desfile porque, amigo, la lluvia siempre vuelve.
38
N. de T.: refiere a la expresión inglesa “rain on my parade”, utilizada para hablar de una
situación en la que alguien arruina los planes de otra persona.
—El hombre sabio asegura su supervivencia antes de disfrutarla. El necio
muere disfrutándola.
Los Skittle, el jerky y Dancer están llamándome. Abro una barra de chocolate,
saltando de un pie a otro.
—Tal vez el hombre sabio sabe que estar vivo es la parte a disfrutar.
—Pero quizás tengas suerte, verás una película con tu pequeño novio, y nada
sucederá. El lado positivo de esto es que, si algo sucede, nunca lo sabrás.
—Cancela tus planes, amigo. La gente está muriendo. Tenemos trabajo que
hacer.
Éste es el colmo, en la salida al lado sur de Dublín, donde las cosas son
rurales.
Detrás de una choza que apenas logra mantenerse en pie, con un porche y
un techo inclinados que lucen como la boca de un anciano sin dentadura, un
hombre, una mujer y un niño pequeño están congelados, lavando la ropa a la
antigua usanza en la que Ro solía lavar sus túnicas de Gran Maestra. Decía que
eso la mantenía humilde. No había ni un hueso humilde en el cuerpo rechoncho
de la vieja bruja, ni siquiera un pelo bueno en alguna parte.
Las manos del hombre están congeladas en un lavadero antiguo y tiene
alguna especie rara de metal congelado sobre los hombros como parte de una
estructura que te sostiene la cabeza si te rompes el cuello. El niño está
congelado, golpeando una cuchara contra el fondo de una olla abollada. No me
permito mirar al niño por mucho tiempo. Me mata cuando mueren. Él ni
siquiera llegó a tener una vida. La mujer fue congelada mientras levantaba una
camisa de un balde de agua jabonosa. Estoy a la orilla del césped, temblando,
absorbiendo tantos detalles como pueda desde la distancia, preparándome
para entrar congelando el cuadro. Si esta escena se comporta en algo como las
demás, va a estallar pronto.
—Amigo, noticia de última hora. “Se suponía que” nunca funciona conmigo.
—Observaciones.
127
—Sabían que venía, lo que eso fuera. —Lo cual me hace sentir mucho mejor.
Puedo dejar de preocuparme por morir sin previo aviso. Aunque el niño estaba
mirando la olla que tenía en la mano, las bocas de los adultos estaban abiertas,
sus rostros crispados—. Lo vieron y gritaron. Pero, ¿por qué no huyeron? ¿Por
qué ella no dejó caer la camisa que estaba lavando? No tiene sentido. ¿Los
congela levemente antes de congelarlos por completo? ¿Podrían tener una
pequeña reacción pero no ser capaces de moverse completamente? ¿Se acercó
sigilosamente a la otra gente en las otras escenas por detrás?
—Hay una gota de condensación en la punta de la nariz del hombre que está
a punto de caer.
—¡No hay una maldita forma de que puedas ver una gota de agua desde
aquí!
—Hay otra deslizándose entre los pechos de la mujer. Justo encima del lunar
en el izquierdo.
—Por supuesto que lo soy. Eso es lo que la gente más capaz hace.
—Quieres ser más rápida, más fuerte, más inteligente. Pídeme que te enseñe.
—No te voy a pedir nada. Y puedes ser más rápido y más fuerte. Por ahora.
De ninguna manera eres más inteligente.
—Me gusta el sexo para el desayuno, niña. Como temprano y con frecuencia.
Pero ahí está él, en detalle gráfico porque sé exactamente cómo luce
desnudo, lo vi. Sé cómo se mueve su cuerpo. Tiene un montón de músculo.
Cicatrices, también. Sé que cuando tiene sexo ríe como si el mundo fuera un
lugar perfecto. Y cuando hizo eso, mis manos se cerraron en puños porque
pensé en tocar su rostro como si tal vez pudiera atrapar la alegría en mis manos
y retenerla. Tuve todo tipo de malditos pensamientos extraños y estúpidos
estando allí en el nivel cuatro. Podría darme una paliza a mí misma por haber
visto. No entiendo a las hormonas. No entiendo por qué los bichitos cachondos
notarían siquiera a un viejo como él.
—¿Vienes?
No ocurre nada.
—Niña, ¿por qué todavía sigues ahí? —Él está congelando el cuadro
alrededor del trío congelado—. Podría estallar en cualquier momento.
No me muevo, pensando en lo mucho que espero que así sea, así él no
descubrirá que una vez más he perdido mis superpoderes.
—Tengo que, uh, usar el, uh… —Hago un ademán hacia el bosque detrás de
mí—. Necesito un poco de intimidad. Vuelvo enseguida.
Justo como esperé, mientras estoy en los arbustos, pretendiendo orinar, las
personas lavando estallan.
130
Traducido por hatlish
Solía odiar las alturas, lo cual es irónico, teniendo en cuenta que soy un
Highlander. O lo era.
La veo salir del Humvee. Salta de un pie al otro mientras camina, moviéndose
hacia los lados y hacia adelante al mismo tiempo, comiendo una barra de
chocolate. Nunca he visto a nadie con tanta energía. Su cabello es fuego color
castaño rojizo en la luz de la luna. Su piel es luminosa. Tiene dulces curvas
jóvenes y piernas largas. Sus rasgos son de porcelana fina y las expresiones se
muestran apresuradas sobre su piel como mis nuevos tatuajes Unseelie lo hacen
bajo la mía.
39
“The very worst part of you is me”: Parte de la canción “Lying From You” de Linkin Park.
Ryodan es grande y se eleva sobre ella. Rostro duro. Cuerpo duro. Duro
caminar. Lucen tan mal juntos. Están hablando. Ella sigue mirándolo como si él
la volviese loca. Bien. Su mano se cierne cerca de la empuñadura de su espada y
sé lo que está pensando. Ella desprecia Chester’s. Apenas puede soportar estar
en el mismo lugar que un Fae sin matarlo. Los odia. A todos ellos.
Dejo caer mi cabeza hacia atrás y deslizo mi melena de cabello sobre los
hombros. Cortarlo no hace una maldita cosa. Duermo, despierto, está ahí de
nuevo. Vuelvo mi rostro hacia la luna y aspiro con avidez. Quiero dejarme caer
en cuatro patas y aullar como una cosa salvaje hambrienta y fuerte, una bestia
que podría follar durante días sin cesar si pudiera encontrar algo que pudiera
tomarlo con tanta fuerza y durante tanto tiempo como yo puedo darle. Quiero
repicarle a la luna en Unseelie, y oírla repicar en respuesta. Puedo oler la muerte
en la ciudad, por todas partes, y es embriagadora. Puedo oler el sexo y la
necesidad, el hambre y es tan condenadamente suave… ¡humanidad madura
para la cosecha, para comer y jugar! Muevo la polla en mis jeans. Está
dolorosamente dura. Y la Tierra es redonda.
Vuelvo a mirar hacia abajo, los ojos entrecerrados. Mis botas están cubiertas
con una costra de hielo. En el techo se ha puesto blanco con un círculo blanco
de nieve y hielo brillante, en un radio de cinco metros alrededor de mí. Camino
a grandes zancadas por el borde del techo, haciendo crujir la nieve,
siguiéndolos mientras ellos van hacia la parte trasera. Esto va a ser mucho más
fácil cuando no tenga que usar mis pies.
Le observo todo el tiempo. Voy a estar allí cuando deje de fingir. Voy a ser el
chaleco antibalas de ella, su escudo, su maldito ángel caído tanto si ella lo
quiere como si no. Él finge ser casi humano. No es más humano que yo. Finge
ser amable, como si fuera seguro estar con él, como si no tuviera colmillos por
una razón. Finge que el término "Efecto Martillo" no fue acuñado para él, que
estás seguro con él. Justo hasta que dejas de estarlo.
Ella piensa que él no es un animal como Barrons. Que es más civilizado. Tiene
razón, es más pulido. Pero eso solo lo hace más peligroso. Con Barrons esperas
133
estar realmente jodido. Con Ryodan no lo ves venir.
Ella no es ese tipo de chica, el tipo de eslabón de una cadena sin fin. Tienes
una oportunidad con alguien como ella una vez en la vida. Y si metes la pata
hay un lugar especial en el infierno para ti.
Mi cuchillo golpea el hueso con un ruido sordo. Lo toco con la punta serrada
de la hoja, pero no puedo obtener el ángulo correcto. Yo no tengo ningún
amigo que se alegre de verme, nadie me va a echar una mano. Intenté hacer
que papá me las cortara de la espalda. Dijo que están unidas a mi columna
vertebral y que me mataría. No lo creo. Nada me mata. Pican. Quiero que se
vayan casi tanto como estoy empezando a quererlas.
Alas de mierda.
Es curioso cómo se dieron las cosas. Dani mató a un príncipe Unseelie para
salvar a Mac, y yo termino convirtiéndome en el sustituto del príncipe que Dani
mató. Pero no es culpa de la muchacha. Es de Mac. Por necesitar ser salvada.
Después, por obligarme a comer algo que nunca habría comido si hubiera
estado en mis cabales.
Me pregunto si mis alas serán tan grandes como las de Cruce. Me pregunto
cómo se sentirá volar en el cielo nocturno con él y los otros dos. A veces tengo
una visión en mi cabeza de nosotros cuatro, descendiendo sobre la ciudad, alas
134
negras batiendo en el aire, llenando el cielo, siendo dueños del mundo. Puedo
oír el sonido que hacemos mientras los cuatro repiqueteamos desde lo
profundo de nuestros cuerpos. Hay una canción especial, espeluznante, que los
príncipes Unseelie cantan; a veces se reproduce en mi cabeza mientras duermo.
La llamada a la Caza Salvaje arde en mi sangre.
Luego el hijo de puta me mira y, esta vez, no me cabe duda alguna de que
me ve. Me mira directamente a los ojos e inclina la cabeza con una sonrisa
burlona. La devuelvo con frialdad. Mi asentimiento dice: "sí, sí, yo también te
veo. Ten mucho cuidado”.
No puedo decidir si lo que acaba de dejarme ver fue real… u otro de sus
juegos. No le llaman el maestro de la manipulación por nada. Barrons rompe
cabezas. Ryodan las da vuelta. Barrons te jode. Ryodan hace que te jodas a ti
mismo. Presiona botones y reordena las cosas de acuerdo a su propio y frío
plan de sociópata.
Dejo de rascarme.
Quiero esas alas. Harán que la lucha que se avecina sea más fácil.
No por algo por lo que vale la pena esperar. No por una chica de las de una
vez en la vida.
Unos años son un mero parpadeo para hombres como nosotros, para
quienes las mujeres se arrugan dulcemente como calabazas podridas después
de Halloween. El sexo ya no es fácil para mí. Siempre me estoy conteniendo. Las
mujeres humanas son frágiles.
Ésta no.
Él la ve como yo: a los diecisiete años, a los veinte, a los treinta. Superpuesto
sobre la niña de catorce años, ve a la mujer en la que se convertirá.
Y yo no puedo morir.
Lo miro, irritada.
—¿Por qué tú nunca estás lastimado? —¿Qué es él? ¿Como una excepción a
todo? Y si es así, ¿dónde puedo solicitarlo?
—¿Tienes algún tipo de ungüento mágico, amigo? Porque sería justo que
compartieras ese tipo de cosas.
Él se detiene en la acera frente a Chester’s. Salto del Humvee en el segundo
en el que se detiene y de inmediato empiezo a saltar de un pie a otro, de lado a
lado, entre pasos hacia adelante, para asegurarme de que estoy funcionando
bien una vez más. De ninguna manera voy a entrar a Chester’s sin superpoderes.
Saco rápidamente una barra de chocolate, la devoro, luego como otras tres en
rápida sucesión, almacenando energía.
—¿No hemos terminado por esta noche? ¿Qué más tienes para que yo haga?
—Acabo de pasar una hora en una lata de sardinas electrificada con Ryodan,
después de perder mis poderes. Él satura los espacios pequeños, como si
tuviera las cosas de diez personas contenidas en su cuerpo. Está enojado
conmigo por no inspeccionar la escena antes de que estallara. Yo también estoy
enojada conmigo misma, pero no fue como si hubiera tenido otra opción. Sin
superpoderes, no voy a ir a ninguna parte cerca de ninguna de esas escenas.
Fue un viaje apestoso. Quiero un poco de tiempo a solas, o tiempo con Dancer.
Él me recarga. Estar con él es simple y casi perfecto.
—Y tan frágil.
—Sí.
Ésa es la respuesta incorrecta. Me enojo tanto que me quedo sin aliento.
—Mierda. Mentiroso.
Se ríe y me mira.
—¿Quieres jugar a las escondidas, niñita? —ronronea con una voz que nunca
le he oído usar antes, y de hecho la transforma en una pregunta.
Él ríe de nuevo y no puedo siquiera soportar mirarlo, así que marcho hacia la
puerta en el suelo que es la nueva entrada de Chester’s.
Así que estoy atravesando la pista de baile, haciendo una línea recta,
directamente hacia las escaleras que se dirigen a la oficina de Ryodan para 138
hacer lo que sea que él quiere que haga, cuando la veo.
Me congelo.
Odio verla. Odio no saber qué está sucediendo en su vida. Odio lo que he
hecho. Sin embargo, no puedo cambiarlo, así que no tiene sentido sentirlo.
—Pues ve a saludar.
Mierda, cuánto odio todo lo que nota.
—Pequeña, mi culo.
Él me mira raro.
40
N. de T.: juego de palabras. En el original, Dani siempre usa la palabra “feck”, una forma
desvirtuada y más callejera de “fuck”, que es la que usa ahora. En la traducción se diferencian de
esta manera.
—¡Gah! Supéralo, gallina. —Tengo dientes de perro grande, muerdo como
un perro grande y conozco las reglas: si te quedas dentro, acabas con collar y
esterilizado. Me levanto y comienzo a congelar el cuadro tras Ryodan cuando
una conmoción en la dirección general de Mac hace que me detenga,
permanecer en cámara lenta y mirar hacia atrás.
Se vuelven hacia Mac como si fueran una sola unidad o algo así, lo cual es 140
totalmente espeluznante, y comienzan a emitir un chillido que pone a todos
nerviosos y pone tenso mi cuerpo. No hay serpientes en Irlanda. No porque San
Patricio las desterrase como a la gente le gusta decir, sino porque es una isla y
por otras cuestiones climáticas. Cuando era niña me fascinaban las serpientes
porque nunca había visto una. Tomé unas vacaciones después de que Mamá
murió y Ro me liberó, antes de que ella también comenzara a controlarme, y fui
a un montón de museos y zoológicos. Vi una serpiente de cascabel. El
movimiento de su cola tuvo el mismo efecto sobre mí que tienen estos Unseelie
encapuchados cuando chillan. Ese ruido seco y polvoriento provoca algún tipo
de respuesta atávica41 en mí y me hace pensar que tal vez la memoria genética
realmente existe y que ciertos sonidos simplemente hacen que quieras huir.
¿Qué son? ¿Cómo es que nunca los he visto antes? ¿Cuál es su presa
favorita? ¿Cómo se alimentan? ¿Cómo pueden ser eliminados? Mejor aún, ¿por
qué están todos alejándose de Mac como si ella tuviese la versión Unseelie de la
peste bubónica?
Hay demasiada gente en las pistas de baile entre nosotras. No puedo ver
bien. Me deslizo lateralmente en cámara rápida, paso corriendo junto a Lor y
Fade que están custodiando la parte inferior de las escaleras, asegurándome de
41
Atávico: se refiere a una cualidad hereditaria que procede de antepasados lejanos.
darle a Lor un buen codazo y río cuando gruñe, luego me detengo en la parte
superior de las escaleras y miro hacia abajo. La vista desde aquí es mucho
mejor.
Los fantasmas están chillando aún más fuerte, alejándose de Mac y Barrons,
pero es hacia Mac a quien todas esas capuchas oscuras se vuelven.
Él sonríe débilmente.
—Él nunca lo descubrió antes —me quejo, luego me doy cuenta de que
acabo de admitirlo. Ryodan tiene una manera muy tramposa de decir las cosas
que hace que digas cosas que nunca tuviste la intención de decir—. Quizás le
pida a Barrons que me enseñe —murmuro, y me alejo de las escaleras, en
dirección a su oficina. Me choco con su pecho—. Amigo, muévete. Estoy
intentando llegar a un lugar.
142
Traducido por Liseth Johanna
Quería volver a salir y examinar los escombros de la escena del depósito que
143
explotó la otra noche, buscar pistas más cuidadosamente (pensando en que
podía mover mis escondites al mismo tiempo), pero él me dijo que estudiara a
toda la gente y los Fae a través del piso de cristal y viera si creía que alguno de
ellos podría ser responsable por lo que estaba sucediendo.
Dije, amigo, dijiste que crees que está sucediendo espontáneamente, como si
alguna parte de Faery estuviera filtrándose. Ahora quieres que revise individuos
como si pudieran estar haciéndolo. ¿Cuál de las dos es?
Él dijo que ambas y volvió a su papeleo. No creo que sienta el mismo sentido
de urgencia que yo, ya que solo humanos han sido congelados últimamente y
ninguno de ellos en su territorio. Si no comienza a mostrarme algo de acción
investigativa, me veré forzada a trabajar en ello en mi propio tiempo, y no sé
cómo hacerle un hueco a todo, además de dormir cada tantos días más o algo
así.
Mac se fue bastante rápido. Pareció ponerse realmente nerviosa por lo que
estaba sucediendo con los ZCF. Ésa es la abreviatura de Zombies Come
Fantasmas, porque así es como lucen. Tenían mugre y telarañas en sus capas,
pistas de en dónde se refugiaban. Me relajé una vez que ella se fue. Luego me
42
“Knock, knock, knockin’ on heaven’s door”: canción de Bob Dylan.
puse tensa de nuevo al tener que observar a Jo ahí en el subclub de niños,
mostrando mucha pierna a los Unseelie, y no hay duda de que a ellos les estaba
gustando. Me gustaría tener piernas como las de Jo algún día, todas curvilíneas,
suaves y bonitas.
¡Sin moretones!
Ella se mantenía mirando hacia arriba a la oficina de Ryodan con una rara
expresión en el rostro, toda anhelante, como si debiera haber sabido que yo
estaba ahí arriba. ¡No sabía que me extrañaba tanto! Me hizo sentir mal por no
pasar más tiempo con ella. A veces miraba las escaleras con mucha fuerza,
como si quizás esperara que yo bajara.
Dos cosas buenas resultaron de las horas que me senté ahí hasta que él
finalmente me dejó ir. Aprendí acerca de cuatro nuevas clases de Unseelie y
compuse mi próximo Diario de Dani. Planeo limpiarlo un poco visualmente,
hacerlo incluso más profesional antes de imprimirlo.
144
Ahora, sentada en mi lugar favorito en la torre de agua, leo mi copia escrita a
mano una vez más, revisándola antes de ir a imprimirla.
El Diario de Dani
Sí Me Importa
IMITADORES,
siempre he sido
¡SU ÚNICA FUENTE CONFIABLE PARA LAS ÚLTIMAS NOTICIAS EN Y
ALREDEDOR DE DUBLÍN!
¿Quién los buscó y les dio comida y noticias en sus escondites cuando tenían
demasiado miedo para dejarlos? Yo. ¿Quién llevó mensajes, buscó miembros
perdidos de la familia, y los trajo a casa con ustedes si estaban vivos? Dani
Mega O’Malley.
Me Importa
Siempre será así, Dublín.
¡Dani fuera!
No hago refutaciones y no tengo cartas de amor dentro de mí, así que esto
tendrá que servir. Una vez que lo imprima y lo pegue, voy a esconderme y a
dormir como los muertos por diez horas. Ya he estado despierta por dos o tres
días. Siempre lo olvido hasta que estoy a punto de caer en redondo.
Me erizo, dándome cuenta de que no puedo dormir como los muertos una
vez que publique el periódico porque tengo que poner una alarma. Yo. ¡Tengo
que levantarme a una hora precisa!
Si tengo suerte, seré capaz de tener cinco horas de sueño antes de que tenga
que regresar a “trabajar”.
Estoy aterrada por lo horrible de todo eso. Las manecillas del reloj están
marcando los minutos de mi vida según las instrucciones de alguien más.
Mi alarma.
¡Ésta es como mi peor pesadilla en todo el mundo! ¡Esto es peor que los
ZCFs persiguiéndome, además del diablo y los príncipes Unseelie!
43
N. de T.: juego de palabras entre “sex”, “sexo” y “sec”, abreviatura de “second”, “segundo” en
inglés.
Sentado ahí, ¡tan bien como se le place! ¡Estamos juntos en la cama! Él me
está dando esa ligera sonrisa y la mirada burlona. Supongo que estaba
viéndome dormir. ¿Ronqué? ¿Estaba desparramada de espaldas con la boca
abierta? ¡No tengo idea de cuánto tiempo ha estado aquí! ¿Cómo entró?
¿Cómo demonios pasó todas mis trampas? ¡Obviamente van a tener que
ocurrírseme unas nuevas!
—¡Rompiste mi celular!
—La cabina del capitán. Bastante lujoso. Muévete. Tenemos cosas que hacer.
—Sale por la puerta y se dirige a la cubierta—. Bonita pijama, niña.
Las iglesias me causan gracia. Son como el dinero, una conspiración de la fe.
Como si todos estuvieran de acuerdo en creer que no solo hay un Dios, sino
también que él baja y ve cómo está la gente, siempre y cuando pasen el tiempo
en ciertos lugares, construyan altares, quemen muchas velas e incienso, y
jueguen al siéntese-párese-arrodíllese y otros extravagantes rituales que harían
que un aquelarre de brujas no luciera como si tuviera un TOC44. Luego, para
complicarlo más, algunas personas hacen rituales, subconjunto A, y otras 149
personas hacen rituales, subconjunto B, C o D, y así sucesivamente hasta una
infinidad de denominaciones, y se llaman a sí mismos cosas diferentes, luego
niegan el derecho de todos los demás al cielo si no realizan los mismos rituales.
Amigo. Raro. Me imagino que si hay un Dios, él o ella no está prestándole
atención a lo que construimos o si seguimos algunas reglas elaboradas, sino
que se sienta en nuestros hombros, viendo qué hacemos cada día. Viendo si
nos tomamos esta gran aventura llamada vida y si hicimos algo interesante con
ella. Me imagino que la gente que es más interesante es la que consigue ir al
cielo. Quiero decir, si yo fuera Dios, querría a esa gente conmigo. También me
imagino que ser eternamente feliz sería eternamente aburrido, así que intento
no ser demasiado interesante, aunque me sea difícil. Preferiría ser una
superheroína en el infierno, pateando el trasero de toda clase de demonios, que
un ángel en el cielo, flotando por ahí con una beatífica sonrisa en mi rostro,
tocando un arpa mariquita todo el día. Amigo, ¡denme tambores y grandes
platillos! Me gusta el golpeteo y el estrépito.
44
TOC: Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Mentalmente reviso los lugares que he visto congelados hasta ahora: el
subclub de Chester’s, un almacén en las afueras de la ciudad, dos pequeños
pubs subterráneos, un gimnasio, una familia rural lavando, y ahora, una
pequeña congregación en una iglesia.
—Está más frío que el resto, lo que sugiere que sucedió más recientemente,
la temperatura ambiente y todo lo demás incluido —digo, y cuando hablo, mi 150
aliento se cristaliza en pequeñas nubes que cuelgan en el aire. Me estremezco
con una repentina e incontrolable sacudida—. ¡Demonios, hace frío!
—Así que sí es la más fresca que hemos visto hasta ahora. —Me doy cuenta
de que él no está entrando en la iglesia en cámara lenta como lo ha hecho en
escenas anteriores. Supongo que es un poco fría incluso para él.
—Hagámoslo.
Están congelados con las bocas abiertas, los rostros contraídos, gritando, al
igual que la gente lavando al aire libre. Estas personas también lo vieron venir.
Todos excepto el sacerdote, que luce sorprendido por las personas ahí, lo que
me dice que lo que fuera que fuese, vino desde detrás del sacerdote, y vino
rápido porque su cabeza ni siquiera está girando. Debía haber estado 151
reaccionando a las expresiones en sus rostros. Debe haber aparecido y debe
haberlos congelado simultáneamente, o él habría tenido el tiempo de comenzar
a mirar detrás de sí.
Me siento un poco mejor sobre lo que sea que esté sucediendo porque,
ahora, dos veces, la gente lo vio venir. Eso significa que tengo una oportunidad
de salir de su camino si viene hacia mí.
Lo miro por la forma en que acaba de hablar. Tan pronto como lo hago,
entiendo por qué él seguía deteniéndose y arrancando. Su rostro es hielo
sólido. Se agrieta cuando añade.
—Apresúrate. Maldición.
Mi rostro no está congelado. ¿Por qué el suyo sí? Extiendo la mano sin
pensarlo, como si fuera a tocarlo o algo así, y él la aparta de un golpe.
—No. Toques. Una Mierda. Ni siquiera. A mí. —El hielo se hace añicos y se
reforma en su cara cuatro veces antes de que él termine la oración.
Avergonzada, me alejo rápidamente, aclaro mi mente y me concentro en los
detalles. No tengo idea de por qué casi lo toco. No hay explicación para mi
comportamiento. Creo que él me hechizó de alguna manera con su solicitud.
Una de las mujeres está sosteniendo una bebé con un halo de rizado cabello
rojo justo como el mío, acurrucada en la curva de su brazo. Tiene un pequeño
puño envuelvo alrededor del dedo su madre y está congelada mirando a su
mamá como si fuera el ángel más hermoso y mágico en el mundo, que es
exactamente como me sentía con respecto a la mía antes de que todo se
pusiera tan… sí, bueno. Tan.
Pero no siempre fue así con nosotras. Recuerdo sentirme locamente querida.
Recuerdo cuando era diferente. Solo que nunca pude recuperarlo.
Y de repente está esta estúpida cosa tan fría en la comisura de mis ojos por
dentro como si intentara llorar o algo, y yo no lloro, y aquello se congeló en el
segundo en que comenzó y mi cabeza duele y extiendo la mano y toco el
pequeño puño envuelto alrededor del dedo de su mami y mi corazón se aprieta
y luego tengo esta horrible presión en mis oídos y luego algo dentro de mis
venas emite un suave sonido de chapoteo, y de repente no puedo respirar y
tengo tanto frío que supongo que debe ser como ser dejada desnuda en el 153
espacio.
El frío toma nuevos significados y justo cuando creo que lo entiendo, como si
fuera algún complejo estado del ser dentro del cual podría existir, da volteretas
alrededor, y ardo en todas partes y estoy caliente, y estoy caliente, ¡estoy tan
maldita e increíblemente caliente que comienzo a arrancarme la ropa y no
puedo hacerlo lo suficientemente rápido porque me siento pesada, lenta y
estúpida y me doy cuenta que de alguna manera he vuelto a cámara lenta!
¿Fue cuando la toqué? ¿Fue por eso que él me dijo que no tocara nada?
¿Tocar algo tan frío podría bajarte de la alta velocidad? ¿Cómo sabe eso, si es
verdad? ¿Lo debilitó alguna vez en alguna parte y es así como lo sabe?
Entonces, ¿por qué no lo mató?
Lo oigo gritar, pero no puedo entender las palabras y suena raro. Como si
estuviera hablando contra una almohada.
Intento quitarme los pantalones. Necesito quitármelos. Están fríos, tan fríos.
Tengo que quitarme todo. Están tan fríos que arden en mi piel. Él está luchando
contra mí, intentando mantenerlos en mí. Sal de mi camino, intento decir pero
nada sale. Necesito quitármelos. Si puedo quitármelos puede que esté bien.
Busco una risa desde lo profundo, en donde siempre estoy medio riendo de
todas maneras porque, estar viva, ¡amigo!, es la mayor aventura en el mundo.
Qué paseo ha sido. Corto pero estupendo. Nadie puede decir que Dani Mega
O’Malley no vivió mientras estuvo aquí.
¡Sin arrepentimientos!
Dani fuera.
45
N. de T.: una maza.
Traducido por Liseth Johanna
—¡No! —rujo mientras me apresuro hacia el borde del techo. Eso es lo malo
de ser mestizo. El Highlander en mí quiere tomar las escaleras. El Unseelie en mí
quiere usar alas.
Salto.
46
“Hot Child In The City”: Canción de Nick Gilder.
Estoy sorprendido cuando funciona. Descubro nuevas cosas sobre mí mismo
todos los días, la mayoría de las cuales me disgusta, pero este es un cambio
bienvenido. Mi centro de equilibrio ha cambiado. Pivoteo y me realineo
impecablemente. Mis huesos parecen haber desarrollado una increíble
resistencia gomosa. Mis rodillas se doblan ligeramente, doblándose de una
forma distintivamente inhumana para absorber el impacto. Aterrizo como un
elegante gato. Me miro los pies, los cuales están intactos y funcionando
perfectamente, y todo en lo que puedo pensar es, maldición, acabo de caer
cuatro…
Mi cabeza se levanta.
Un adolescente que lleva lentes está de pie fuera de la iglesia, mirando hacia
adentro, gritándole a Ryodan. No tengo idea de quién es o de dónde vino. Pero
acaba de decir mi línea, aunque lo habría hecho sin la parte de estúpido y con
muchos más “hijo de puta”.
Las manos del chico están hechas puños y está pegado contra la jamba de la
puerta de la iglesia. Su rostro y cabello están escarchados y tiembla
violentamente.
156
Lo empujo para pasar, apartándolo con el hombro.
Me gruñe.
—Felicidades para ti, niño. Ahora vete a otra parte y muere antes de que
decida meterte esas grandes bolas que crees que tienes por la garganta. —
Entro a la iglesia, así puedo rescatar a Dani y matar a Ryodan por llevar a una
flor de invernadero a una zona ártica.
¡Dani!
Ella está en el piso y no es el frío el que me quita el aliento. Sus jeans están
enredados alrededor de sus rodillas. Lleva un sostén y bragas de color negro
con pequeña calaveras y tibias cruzadas. Está sacudiendo los brazos y las
piernas y gritando incoherentemente.
Me congelo.
Ella está intentando quitarse el resto de los jeans y él está luchando contra
ella, intentando mantenerlos puestos. Necesita sacarla de aquí. ¿Por qué está
desperdiciando tiempo intentando mantenerle la ropa puesta?
—¡No congeles el cuadro con ella! —brama el chico en las escaleras. Tiene
buenos pulmones—. ¡Si te mueves rápido, la matarás!
—¡No la muevas más de lo que tienes que hacerlo! ¡Eso forzará la sangre fría
a su corazón y tendrá una nueva caída de temperatura corporal! —grita el chico.
Ryodan camina con ella realmente lento.
Es todo lo que puedo hacer para mantener mis pies fijos donde están y no
atacarlo cuando pasa. Gloriosas, hermosas escenas de muerte y destrucción,
campos de batalla y cámaras de tortura, llenan mi mente, tentadoras, sexuales,
incitándome a golpear, atropellar y arrasar con todo en mi camino, sin importar
las consecuencias, porque no hay consecuencias para lo que me estoy
convirtiendo.
Cuando él pasa junto a mí, mis puños chorrean sangre. Pero no peleo por
ella. Si lo hago, podría matarla. Eso me convertiría en algo peor que un príncipe
Unseelie.
—¡Tú! —El chico me clava un dedo—. Necesito bolsas de dormir, una manta
de aluminio, y compresas calientes. Tienda de actividades al aire libre en la
Novena y Central. Consígueme azúcar, gelatina y agua, si puedes encontrarla. 158
No pierdas tiempo si no la encuentras. Lo mismo para un generador. ¡Ahora!
Cuando regreso con las mantas y las compresas calientes, ella está en la
acera en el lado opuesto de la calle de la iglesia.
—La dejas morir —le digo al chico—. Y te mataré de todas las maneras en
que un humano puede ser asesinado, te traeré de vuelta y lo haré todo de
nuevo.
—¿Conseguiste lo que necesito? —El niño extiende una mano detrás de sí,
ignorando mi amenaza—. Manta de aluminio. Ahora. Y cuidado cuando la
muevan —dice sobre su hombro, como si ni siquiera supiera que dos maníacos
homicidas están observando cada uno de sus movimientos y lo quieren muerto
solo por estar tan cerca de ella—. Nada abrupto.
—¿Por qué aluminio? —Quiero saber exactamente qué está haciendo para
159
poder hacerlo yo mismo cuando haya una próxima vez. Diría que no va a haber
una pero, desde que los muros cayeron siempre hay una próxima vez.
—¿Está respirando?
—Haré lo que sea que tenga que hacer para salvarle la vida. Ustedes.
Malditos. Idiotas —dice el chico.
—¿Por qué demonios no usas ropa interior? —Para un príncipe Unseelie, una
polla expuesta es un llamado de batalla. 160
—Irrita. Demasiado pequeña y confinante.
—Jamás debiste haberla llevado ahí. Voy a matarte por eso —le digo a
Ryodan mientras ayudo a enrollar a un chico casi desnudo con mi chica.
—Le dije que no tocara nada —dice Ryodan—. Sabía que la haría perder su
velocidad. Se lo recordé en cada escena a la que fuimos. Y hazlo, Highlander.
Cuando quiera que creas que estás listo.
—No pensé que la afectaría tan rápido si lo hacía. No me hizo nada cuando
yo lo intenté.
—No entiendo por qué se desvistió —dice Ryodan. Lo miro. Está haciendo lo
mismo que yo. Aprendiendo qué hacer por si sucede de nuevo. Ambos
habríamos salido corriendo con ella, intentando llevarla a un lugar cálido. Y,
según este chico, ambos la hubiéramos matado.
161
—Los vasos sanguíneos se ensanchan. Ella pensó que tenía calor. Los
excursionistas son encontrados muertos todo el tiempo en las montañas,
desnudos con su ropa doblada en las cercanías. Se confunden. El cerebro
intenta ordenarse en medio del caos.
—¿Cómo sabes todo esto? —Odio que él lo sepa y yo no. Lo hace un mejor
hombre para ella en esta situación. Quiero ser el mejor hombre para ella en
todas las situaciones.
—Mamá era doctora. Casi morí de hipotermia en los Andes una vez.
De repente nos veo desde arriba. Hago eso todo el tiempo ahora. Creo que
es porque estoy perdiendo mi humanidad y es mi manera de marcar mi
descenso al infierno. Observo que hay solo un hombre humano en esta escena
y no soy yo.
Veo a una radiante niña-mujer que tiene más curvas bajo su ropa de lo que
supuse, y por la manera en que Ryodan la está mirando, él tampoco se lo
imaginó. Le falta la sangre, está azulada, enroscada con fuerza en los brazos de 162
un adolescente semidesnudo que podría haber sido, debió haber sido, yo.
Manteniendo vigilia sobre ella hay dos monstruos de razas muy diferentes, pero
monstruos de todas formas.
La Muerte a su izquierda.
El Diablo a su derecha.
El chico luce como yo cuando tenía su edad, excepto por los lentes y unos
cuantos centímetros más de altura. Cabello oscuro, gran sonrisa, amplios
hombros, el chico va a ser apuesto.
Está en una bolsa de dormir con ella, sosteniéndola. Ella tiene calaveras y
tibias cruzadas en su ropa interior. Eso me encanta más allá de la razón.
Oigo voces hablando pero siento como si alguien hubiera apilado pesas
sobre mis ojos y ni siquiera intento abrirlos. Duele tanto que quiero perder la
conciencia una vez más. Gimo, miserable.
47
“I fight authority and authority always wins probably always will”: Fragmento de la canción
“Authority Song” de John Mellencamp.
Ése es Ryodan. Pero, ¿a quién llamó niño? La única persona que conozco a la
que llama “niña” es a mí.
—¿D-D-D-Dancer? —parloteo.
—¡La mierda que lo hará! —explota Christian, y veo luces destellando detrás
de mis párpados por la inmensidad de su voz y el dolor en el que me
encuentro.
Ryodan dice:
—N-no estoy débil —murmuro—. N-nunca estoy débil. —Abro los ojos
apenas y la ligera luz de la calle casi parte mi cabeza. Los vuelvo a cerrar.
Mierda, estoy débil. 164
—Demonios que lo haré.
Ryodan ríe.
—Insignificante humano.
—Lo sé todo.
Dancer dice:
—Chester’s.
A él le digo:
—Está bien, Mega. Tengo cosas que hacer de todas maneras. Cuídate, ¿me
165
oyes? —Él me mira con fuerza y por un segundo quiero que todo el mundo se
vaya y me deje sola con él. La vida es tan fácil con Dancer. Quiero preguntarle
cómo terminó en la calle conmigo. Quiero saber qué sucedió. Alguien me salvó
la vida esta noche. Quiero saber quién fue y todos los detalles.
Él sonríe.
Mientras cojeo por las escaleras, veo algo extraño. Ryodan se detiene por un
segundo y yo miro hacia atrás. Está mirando la pista de baile, al subclub de
niños, y como si ella pudiera sentirlo o algo, Jo levanta la mirada, directamente
hacia él. Casi como si hubiera estado esperando ese momento. Como si hubiera
una especie de banda elástica entre ellos y pudiera sentirlo si él tirara de ella.
Creo que sus reflejos son aún más dramáticos de lo que eran unos días atrás,
dorados sobre su cabello oscuro. Una vez más tiene brillo entre los pechos (no
lo hubiera notado, ¡excepto que el brillo te hace mirar allí!) y lleva bonitas
pulseras en sus brazos. Ella nunca usa joyas. Incluso sintiéndome tan enferma
como me siento, pienso que Jo luce bien. Ryodan le da un imperceptible
asentimiento y ella se queda realmente quieta y se seca las manos en la falda y
traga tan fuerte que puedo ver su garganta moverse desde aquí. Se miran y
ninguno aparta la mirada.
—¿Qué sucedió? —digo—. ¿Acaso, como que, morí y volví? —¡Qué aventura!
Me pregunto si eso será puesto en mi leyenda cuando sí muera. Me pregunto
cuántas veces podré patear el trasero de la Muerte en mi vida. ¿Qué tan genial
es eso?
—Bebe.
—¿De dónde salió Dancer? —Mi estómago se acalambra—. Ah, está dañando
mi estómago.
Veo otra cosa extraña cuando él vierte un segundo vaso de tibia gelatina
líquida.
Lor dice:
Me pregunto qué sucedió. Me muero por hablar con Dancer. Pero eso tendrá
que esperar.
¿Cómo mierda se supone que supiera que si tocaba una pequeñísima cosa,
me sacaría del cuadro congelado? ¿Por qué él simplemente no podía
decírmelo? ¡Nunca lo hubiera hecho!
Horrorizada.
Tiene a Jo ahí pero no están hablando. Ella está inclinada sobre su escritorio
con la falda levantada. Y él está haciendo esa cosa que desearía nunca haberlo
visto haciendo. ¡Santo agente de viajes! ¿Como que, pasé por un túnel del
tiempo o algo? ¿Cuánto tiempo me llevó llegar hasta aquí? ¿No hacen los
adultos otras cosas antes de llegar a este punto? ¿Como tal vez abrazarse,
besarse, tocarse por un rato? Me muevo rápido y todo, pero, ¡amigo! En cierta
forma pensarías que algunas cosas serían agradables un poco lentas, ¡como
quizás dándote la oportunidad de estar lista para lo que está sucediendo!
Chester’s.
En su escritorio.
¡Gah!
¡Nunca voy a poder mirar ese escritorio otra vez! ¿Cómo se supone que me
siente en su oficina ahora?
Estoy tan enojada que me siento de golpe en la cama y trago la última mitad
de mi barra de chocolate tan rápido que se atora en mi garganta.
Si, así es más como despierto. Toda jodida y confundida. Cuando vivía en la
abadía, Ro me dijo que tenía dolores de crecimiento, y que los superhéroes los
tienen peor que el resto de la gente. Dijo que por eso necesitaba dormir tan
fuerte y tan profundo, y despertar tan lento, porque mi cuerpo tiene que hacer
más trabajo para repararme a nivel celular. Tiene sentido científicamente.
—Ayudaría, niña —dice Lor detrás de mí—. Si masticaras más de una vez
antes de tragar.
—Yo no dije que tu jefe podía acostarse con Jo —digo de una manera
realmente calmada, pero por dentro estoy hirviendo. No se por qué me siento
48
Green Acres, Gilligan’s Island y That Girl: series norteamericanas de los años 60s.
tan traicionada. ¿Por qué me importa? Son adultos. Los adultos nunca tienen
sentido. A Jo ni siquiera le gusta él. Y sé que a él ella no le importa una mierda.
—Sí. —Ni siquiera intento negarlo. Estoy lista para golpear cabezas y no me
voy a sentir mejor hasta que haga a alguien sentirse tan miserable como yo.
—¿Qué? ¿Piensas que soy divertida? —Estoy tan cansada de que la gente me
sonría así. Mi mano va hacía la empuñadura de mi espada. Se cierra sobre su
mano. Todos ellos son más rápidos que yo—. No soy divertida. Soy peligrosa.
Solo espera y verás. No crecí del todo todavía, pero cuando lo haga, voy a
patear tu trasero de una punta de Chester’s hasta la otra. Solo espera y verás.
Cuando paso volando junto a la oficina de Ryodan, creo que siento una brisa
y me giro realmente rápido, lista para pelear con él si es necesario, pero no hay
nadie allí. Sacudo la cabeza y salto por las escaleras, congelando el cuadro hacia
los costados entre los escalones porque tengo mucha energía esta mañana,
revisando la pista de baile mientras me muevo. Está llena y el lugar está en su
apogeo. Parece que o bien no dormí mucho o dormí el día entero hasta la
noche siguiente, porque ahí está Jo, atendiendo mesas en el subclub de niños,
luciendo toda piernas largas y... ¡Dios! Entrecierro los ojos sobre la barandilla
hacía ella. Feliz. ¡Está, como, brillando! ¿Qué piensa? ¿Qué está viviendo alguna
especie de cuento de hadas? No lo es. Estas hadas mutilan y matan, y el tipo
con el que está teniendo sexo se los permite. ¿Cómo puede brillar por eso? Ni
siquiera había romance ni nada. Solo... ¡Gah! Ni siquiera quiero pensar en eso.
¡No puedo arrancarme ese recuerdo de mi cráneo lo suficientemente rápido!
Congelo el cuadro a través del club, hiperrápido, sacando personas de mi
camino a derecha e izquierda. Oír gruñidos alrededor hace que me sienta mejor
acerca de las cosas.
Ella saca el último trago de su bandeja, lo apoya sobre una servilleta frente a
un Rhino-boy, luego sostiene la bandeja contra su pecho, los brazos alrededor
de ella como si fuera un escudo o algo.
—Traidora.
—Tú hiciste eso ahí arriba —digo, moviendo mi brazo hacia la oficina de
Ryodan—. Sin preocuparte ni un pequeño segundo sobre mi aquí y ahora. Todo
el tiempo en el que estuve prácticamente muriendo, tú estabas teniendo sexo a
dos puertas de distancia con el tipo del que viniste a rescatarme. De
su calabozo. Como, donde él me tenía prisionera. ¿Recuerdas?
—No es así.
—¡Nos tiene trabajando aquí para él como perros! ¡Tú estás sirviendo a los
Fae, y yo corro por ahí con su maldita correa! Él alimenta a los Fae con
personas, Jo. ¡Las mata!
Ella se mueve a una mesa vacía y comienza a limpiarla, apilando platos sucios
en su bandeja. Me pone más furiosa que ella esté limpiando lo que estos
monstruos ensucian. Doblemente furiosa porque se vea tan bien haciéndolo. Jo
está haciéndose más bonita. No lo entiendo. Ella solía estar perfectamente feliz
vistiendo jeans y una camiseta y nada de maquillaje y solo pasando el rato con
las chicas. Teníamos pijamadas y veíamos películas. Ahora es una Jo toda
superglamorosa. Lo odio.
—Lo busqué y, amiga, tienes un caso serio. Estás permitiendo que él te joda
en todas las maneras. ¿Cuánto crees que va a durar? ¿Piensas que va a traerte
flores? ¿Piensas que vas a estar, como, estable con el dueño de Chester’s?
—Seguro. Si me dices que nunca más tendrás sexo con él, me iré. Justo
ahora. Fin de la conversación.
Me mira.
173
—No, Dani. No lo haré. Y mantente fuera de esto. No es asunto tuyo. Estas
son cosas de adultos entre adultos. —Se vuelve y se dirige hacia el bar con la
bandeja atestada. A la distancia oigo a Faes haciendo pedidos, intentando
llamar su atención, pero no me importa. Yo quiero su atención.
Congelo el cuadro detrás de ella con fuerza, generando una fuerte brisa en el
subclub y casi derribando la bandeja de sus manos. Tiene que esforzarse para
atraparla. Casi no lo logra. Ryodan no es el único que puede joder a las
personas y a las cosas.
—Sí, lo hiciste.
Siseo en su oído.
De repente me siento miserable por haberle dicho algo sobre eso. Quiero
abrazarla. Quiero huir. No quiero herir a Jo. Debería haber mantenido la boca
cerrada. No puedo mantener la boca cerrada. Los adultos son tan extraños.
¡Pero no entiendo!
—Entonces, ¿por qué? ¿Por qué harías algo que sabes que va a terminar mal?
¿Por qué alguien haría algo que sabe que va a herirlos?
—Aw, vamos, Jo, soy yo. Nunca fui joven. La vida no sucedió de esa manera
en mi mundo. Dime. 174
—Es complicado.
—Cada mañana él viene a lo más alto de las escaleras y mira hacía abajo al
club y se queda ahí, tan grande y poderoso y hermoso y... —Traga con fuerza
como si su boca acabara de secarse completamente—. Sexy. Dios, tan
increíblemente sexy. —Sus ojos cobran una expresión rara e intensa, como si
estuviera recordando algo, luego hace un sonido suave y no dice nada por un
segundo—. Y es gracioso. ¿Sabes que es gracioso? Debes saberlo. Pasas mucho
tiempo con él.
Mis manos forman puños. Seguro que sí. No sabía que ella lo supiera. ¿Qué
es lo que hacen? ¿Se hacen bromas como Dancer y yo?
—Lo sé.
Está brillando otra vez como si hubiera ganado algún tipo de premio en vez
de haber sido elegida por un sociópata de clase A para ser su lubricante
desechable.
—¿Por qué él? —No lo entiendo y quiero hacerlo. No quiero sentir que Jo es
una traidora. Perdí a Mac. No quiero perder a Jo también—. ¡Sabes cómo es él!
Algunas cosas lo son, y Ryodan es más negro que negro. Es uno de los tipos
malos, punto, fin del tema. Estoy enojada. Ella necesita despertar y oler el café
quemándose antes de que toda la maldita cafetera se incendie.
Se aleja.
—¿Bien? ¿Qué piensas, Jo? ¿Qué eres especial? ¿Que serás la que lo cambie?
¡Dame un maldito respiro! ¿Piensas que él y tú van a ir a elegir diseños de
porcelana juntos? ¿Registrarse para recibir cubertería?
Inhala como si se hubiera olvidado de respirar, y luego cuando lo recordó no
pudiera obtener el aire lo suficientemente rápido.
—Hay hombres con los que construyes un futuro, Dani. Y luego hay hombres
con los que sabes, al entrar, que solo estás creando un recuerdo. Conozco la
diferencia.
—No sabes una mierda sobre mí. Y prefiero juzgar a la gente antes que ser
una estúpida que no puede decidirse sobre nadie o nada y es absorbida en
toda clase de mierdas estúpidas.
—Mis oídos están llenos. ¡No puedo oír nada más! —Me vuelvo y comienzo a
congelar el cuadro. No tengo idea de qué es lo que me hace levantar la mirada.
Es algo como una sensación de banda elástica, como si estuviera fusionada en
mis entrañas, y como si en la parte alta de las escaleras algo estuviera tirando
del lado opuesto.
49
N. de T.: se refiere a sacar la cabeza de su trasero
Ryodan está parado en la parta alta de las escaleras mirándome. Y pienso en
lo que Jo dijo acerca de que él es grande, poderoso y hermoso.
La suya dice algo que no entiendo en lo absoluto. Luego hace esa cosa del
temblor ocular sobre mí y recibo un claro: "vete a casa, niña."
Y asiente.
177
Traducido por hatlish
50
“These girls fall like dominoes”: canción de Nicki Minaj
51
N. de T.: esferas llenas de agua con efecto de nieve adentro.
Ruedo en los brazos de Sean y me presiono contra él, temblando con un
miedo que finjo es deseo. Hacemos el amor rápido, fuerte y duro. Nunca sabe
que estoy tratando de borrar a alguien más.
Alguien que hace que acabe con más fuerza. Mejor. Más.
—¿Qué hay si no puedo hacerlo? —le digo. No entro en detalles. Con Sean
no son necesarias muchas palabras. Hemos estado terminando las frases del
otro desde que éramos jóvenes. Éramos vírgenes cuando hicimos el amor por
primera vez. Nunca ha habido nadie más para ninguno de los dos.
Ahora tengo un amante invisible que viola todo lo que aprecio. Haciendo
que lo desee a él y no a mi Sean.
Se ríe.
52
Suéter de pescador: suéter típicamente irlandés, generalmente de color blanco y con diseños
de ochos en el tejido.
—Kat, cariño, puedes hacer cualquier cosa.
—Pero, ¿qué pasa si no puedo? ¿Qué pasa si cometo errores que cuesten
vidas?
—Silencio, mi dulce Kat. Estoy aquí. Siempre lo estaré. Juntos podemos hacer
lo que sea. Lo sabes. Recuerda nuestros votos.
Tiro de sus brazos con más fuerza alrededor de mí. Éramos jóvenes, tan
jóvenes. Todo era sencillo entonces. Teníamos quince años, éramos delirantes y
locamente enamorados, encantados con nuestros cuerpos en desarrollo,
creciendo juntos al unísono. Nos escapamos a Paradise Point junto al faro,
vestidos como si fuera nuestro día de boda y nos tomamos mutuamente los
votos. Veníamos de familias rotas, familias temperamentales, y aprendimos solo 180
de verlos. Demasiada pasión quema. La ternura se funde. Sabíamos qué hacía
falta para permanecer juntos. No era nada excepcional. Sentido común, de
hecho.
Hacemos el amor una vez más, y esta vez, cuando las alas oscuras tratan de
ensombrecerme, fracasan. No hay nadie más en la cama conmigo, solo mi Sean.
Hubiera sido un gran paso para mi familia. Éramos criminales de poca monta.
Su familia controlaba casi todo el bajo mundo de la mafia de Dublín. Yo crecí
con Sean porque mi madre era su niñera.
—Sí, y todas las noches después de ésta y lo sabes muy bien. Si estás
pescando cumplidos, mi querido Sean, tengo miles para ti.
Debería decirle lo que está sucediendo. Desearía eso de él. Lucharía por él en
la noche contra mi enemigo invisible. Permaneceríamos unidos como uno.
Conocería todos los secretos de su atormentadora súcubo, para derrotarla
mejor.
Así que estoy caminando a casa como una persona cualquiera en cámara
lenta, enojada pero teniendo problemas para concentrarme en estar enojada
porque mi cuerpo se siente muy bien. Mi mente está malhumorada, pero mi
cuerpo está diciendo: "¡Hey, amiga, vamos a jugar!"
Pateo una lata por el callejón y la envío volando dentro de una pared, y sí
quiero decir dentro de ella. Se aplasta y queda incrustada entre los ladrillos, y
me río. Algún día alguien va a verla y dirá: “amigo, ¿qué sucedió aquí?” Dejo
pistas sobre mí por toda la ciudad, inclinando esculturas y farolas rotas hasta
formar D’s retorcidas que significan Dani, Amiga y Peligrosa53, dejando mi
tarjeta de presentación para que la gente la vea. Es mi Batiseñal, haciendo saber 182
al mundo que hay alguien ahí fuera, vigilando, preocupándose.
¡Tengo todo un día por delante y casi no puedo creerlo! Se siente como en
los viejos tiempos. Pienso qué hacer conmigo misma. Tan estúpido como suena,
me resisto a trabajar en el misterio del hielo durante el día porque Ryodan está
tomando una gran parte de mi tiempo cada noche. Pero no puedo darme el
lujo de ser estúpida cuando la vida de la gente está en juego. ¡Seguro sería
genial si pudiera usar el supercerebro de Dancer en esto!
Luego está el Inspector Jayne. Estoy bastante segura de que estoy atrasada
para una sesión de limpieza.
53
N. de T.: en inglés “Dani, Dude and Dangerous”.
aquí cada noche con los turistas y los pubs y Faes nuevos a los cuales espiar y
matar. Descubrí cómo era vivir en estas calles después de que mamá muriera.
Sin collar, sin jaula. Solo una vieja bruja loca a quien aprendí a mantener un
poco asustada de mí todo el tiempo.
Luego llegó Mac y las calles se hicieron aún más geniales. No hay nada como
tener una compañera superheroína con quien andar por ahí. Especialmente una
que era parte hermana, parte madre y enteramente mi mejor amiga.
Me paseo frente a la fachada rojo brillante del Temple Bar del distrito y lo
siento antes siquiera de doblar la esquina. Me detengo instantáneamente. 183
Es como una brisa soplando hacia mí desde un glaciar.
54
Craic: una expresión irlandesa que se refiere, entre otras cosas, a la diversión.
Empujo mi abrigo largo hacia atrás, disfrutando del sonido de cuero que
hace, saco mi espada y doblo la esquina, lista para la acción. Mi espada se
escarcha hasta ponerse blanca y mis dedos se endurecen con un frío
instantáneo.
En medio de la calle hay uno de esos autos de lujo que a Mac le gustan tanto,
totalmente congelado, brillante como un diamante bajo la luz del sol. Un brazo
congelado se asoma por la ventanilla abierta del lado del conductor. Un tipo
está colgando con medio cuerpo fuera del lado del pasajero, como si hubiera
intentado salir o algo así, la boca abierta en un grito, los ojos cerrados, el puño
en el aire como si estuviera tratando de luchar contra algo. No hay niños. Eso es
un alivio. Parece que solo hay dos bajas esta vez. Ése es otro alivio.
Esta escena no está tan fría. Es brutal sí, pero nada comparado con la iglesia
o el subclub de Chester’s. Más como la escena del lavadero. Me imagino que al
estar afuera, las viñetas congeladas se calientan más rápido. ¡Pan comido!
Justo cuando la tengo casi perfecta, exactamente cuando tengo casi todo 184
puesto en su preciso lugar y me estoy preparando para cambiar las velocidades
con facilidad, gente comienza a gritar detrás de mí y armas comienzan a
disparar.
Las balas pueden herirme. No soy tan superheroína. Esto me asusta y hace
que me lance a congelar el cuadro antes de lo esperado. ¡Eso es aún más
peligroso que avanzar con la cabeza por delante!
Eso me saca del cuadro congelado, pero no me toma tan de sorpresa esta
vez o el frío no es tan mortal como lo fue en la iglesia, o un poco de ambas
cosas, porque me las arreglo para lanzarme de nuevo a congelar el cuadro tan
rápidamente como caí. Sin embargo, no puedo controlar mis pies, porque no
empecé bien, y una vez más choco contra el auto y esta vez la gente adentro
explota como granadas sobrecargadas esparciendo millones de astillas de hielo
y resulto rociada por metralla rosa congelada.
Astillas de hielo duras como el diamante atraviesan cada centímetro de mi
piel expuesta. Una gruesa daga de hielo tan grande como un perro caliente
perfora mis jeans y se hunde en mi muslo, y otra empala mi hombro.
Una vez más soy sacada del cuadro congelado y me pongo de pie de nuevo,
y cuando lo hago, las astillas de hielo entran más profundamente en mi cuerpo
por la presión de la rapidez con la que me muevo y duele tanto que me dejo
caer instantáneamente sin pensar. Reflexiva, solamente intentando detener el
dolor.
Abajo, moriré.
—Ah, Dani.
Levanto la vista para ver al Inspector Jayne inclinado sobre mí. Nunca me he
alegrado tanto de verlo en toda mi vida.
Él mira más allá de mí. Me doy cuenta de que estoy rodeada de Guardianes.
¡Bien, pueden llevarme a Chester’s y ayudar a curarme!
—N-n-no te a-a-a-a-atrevas…
—T-t-tú…
Intento decirle que es mejor que me mate aquí mismo porque no hay
manera de que puedan mantener mi espada lejos de mí. La recuperaré en el
segundo en que vuelva a ponerme de pie. ¡No hay lugar en la Tierra, mierda, no
hay ningún lugar en todo el cielo o el infierno donde ellos estarán a salvo de mí
otra vez! Pero estoy demasiado aturdida para hablar. Mareada. Mi visión se está
poniendo rara.
Se marchan. Así como así me dejan en medio de una calle sucia como un
perro atropellado por un auto, sangrando, indefensa y sola. Muerta si otro
vehículo aparece. Recordaré eso también, cuando lo vuelva a ver. Amigo, al
menos podría haberme trasladado a la acera, hacer bola una camisa o algo para
ponerla de almohada debajo de mi cabeza.
Algo muy malo me sucede en ese momento. Peor aún que todo lo que me
ha sucedido en los últimos días.
Ya lo hizo él.
188
Traducido por Xhessii
No veo su espada por ninguna parte. Miro alrededor, no hay nada brillante
en la calle a excepción de ella.
189
Rujo y ella pone los brazos alrededor de su cabeza y cae de rodillas, y
recuerdo cuánto ruido soy capaz de hacer y me pateo a mí mismo. Dejé sorda a
una mujer humana con la que tuve sexo recientemente. También le rompí el
brazo. No fue mi intención. No puedo acostumbrarme a lo que me está
sucediendo. Intenta vivir toda tu vida de una manera, luego cambiarla
abruptamente. No es fácil recordar lo que eres cada maldito segundo.
55
“I can be your hero, baby”: parte de la canción “Hero” de Enrique Iglesias.
—Oh, muchacha, ¿qué te has hecho ahora? —Alejo el cabello de su rostro.
Hay tanta sangre que no puedo ver lo que la está causando. ¿Cómo puede
siquiera caminar? Me pone loco que esté en esta ciudad, sin un guardián o un
consorte, siempre metiéndose en problemas. Quiero encerrarla en algún lugar
donde pueda mantenerla a salvo para siempre. Algún lugar blanco, brillante y
hermoso, donde nunca nada salga mal.
Solo una vez más antes de que me convierta en el villano de este lugar, solo
una vez antes de que me convierta en el cuarto y último príncipe Unseelie,
quiero ser su Highlander. Y su héroe. 190
Ella lo recordará, cuando no quede nada de mí que valga la pena recordar.
—Ew —digo con irritación, luego alguien más tiene sus manos en mi cabello,
tratando de desenredar gentilmente mi muñeca de mi cabello.
—¡Él se llevó mi espada! ¡El maldito tomó mi espada! —No puedo creerlo.
No tengo manera de matar a mis enemigos. Podría cazarlos todo el día… y
hacer absolutamente nada cuando los atrape. Me pone tan loca que no puedo
soportarlo. Trato de levantarme de la cama, pero mis piernas no están al cien
porciento.
Tengo una migraña instantánea, caigo hacia atrás, cubro mi cabeza con los
brazos y me meto debajo de las almohadas.
Él suspira tan alto que todavía puedo oírlo, incluso con mis oídos cubiertos.
—Me corté yo misma, pero fue su culpa. Me tomó por sorpresa y congelé el
cuadro demasiado pronto. —Hablando de cortes, no me siento tan mal como
me sentía y parece que ya no sangro.
Lo miro y me sacudo.
—¿Tengo algo en el rostro? —Me está mirando con fuerza, los ojos intensos,
y lo que está buscando con ellos no luce como si perteneciera a este lugar de
ladrillo y madera con luz de sol en lo absoluto. Pertenece a algún lugar en la
oscuridad, con navajas, a punto de hacer algo realmente desagradable.
—Destruida.
—¿Cuál?
—Ése que piensa que soy alguna clase de monstruo depredador que abusa
de los niños. No soy un monstruo, y tú no eres una niña. Te desvestí, muchacha.
Te limpié. Te curé. Nunca te lastimaré.
—¿Cómo me curaste?
—Es potente. Funciona mejor que la carne Unseelie. Unas cuantas gotas en
tu boca y… —Se vuelve y me sonríe. Creo. Los tatuajes pasan por debajo de la
piel de su rostro, ensombreciendo las planicies y los valles, haciendo difícil
decidir qué significa ese giro de labios—. Solo hay una pregunta: ¿hubieras
preferido morir?
Ésa es fácil para mí. Nunca preferiría eso. Bajo ninguna circunstancia. Tomaré
la supervivencia a cualquier precio. Siempre.
Me visto bajo las sábanas, atando la cintura alta y enrollando las piernas y los
brazos unas cien veces. Cuando me lanza un par de calcetines hechos bola y se
dirige hacia la cocina, estoy distraída, todavía pensando en Jayne, y los pierdo.
Los calcetines pasan junto a mí, golpean la pared y caen en la grieta. Me giro y
estiro la mano, buscándolos a tientas.
Me obligo a bajar la mano y buscar a tientas, sin apartar jamás los ojos de la
puerta de la despensa.
No hay manera de que le haya dado algún indicio. Mi entrega fue perfecta.
—No, nada. ¡Solo que muero de hambre! —Otra mentira perfecta. Puede que
no lo haga a menudo, pero me destaco en mentir como lo hago en la mayoría
de las cosas.
196
Él sale de la despensa y me mira. El Highlander se ha ido. Es un príncipe
Unseelie por completo, con ojos iridiscentes teñidos de carmesí.
—¿Decirme qué?
—Nadie lo es.
—Los que voy a usar para patear tu trasero de aquí a la próxima semana.
—Y ésa fue una gran mentira. La hallaste, ¿verdad? Sabía que debía haberla
sacado. Pero estabas aquí, y sangrando tanto, y necesitaba sacarla de la cama.
Salvarte era todo lo que importaba.
197
Traducido por Shadowy
Estoy tendida de espaldas y él tiene mis muñecas y está estirando mis manos
sobre mi cabeza. Maldigo, lucho y pateo pero es como luchar contra un muro
56
“I Stand Alone”: canción de Godsmack.
de concreto. Nada, y amigo, quiero decir nada, parece tener algún impacto en
él. Le doy un cabezazo. Él ríe y deja caer su rostro en mi hombro, ¡y me huele!
Él ruge tan fuerte que mi cabeza está a punto de partirse. Luego ha salido de
encima de mí y está hecho un ovillo, aullando. Le he dado rodillazos a algunos
tipos antes. Tengo que hacerlo a veces por ahí en las calles. Nunca vi a uno
reaccionar tan mal. Me pregunto si es porque estaba duro como una roca
cuando lo golpeé, así que tuve que retorcerme realmente fuerte para llegar a
sus bolas y llegué a ellas desde abajo y probablemente aplasté su... uh, sí, Mega,
ahora es un buen momento para correr.
Salgo volando por la puerta con tanta fuerza que la despego de las bisagras.
Esta mañana cuando dejé Chester´s después de casi morir y volver a la vida
(creo que fue esta mañana, paso tanto tiempo inconsciente últimamente que
nunca estoy segura de si he estado fuera por un par de horas o un par de días)
estaba intentando decidir qué hacer con la rareza de un día completo de
tiempo libre. Pero luego casi fui asesinada una vez más, esta vez por gente
congelada explotando, luego Jayne tomó mi espada, luego me desmayé por la
pérdida de sangre, fui limpiada por un príncipe Unseelie y bebí su sangre,
encontré una mujer muerta prácticamente en la cama conmigo, ¡y ahora estoy
de nuevo en las calles y maldición si no es hora de que me presente a trabajar
de nuevo!
Ir tras Mac y tomar la lanza. Barrons podría estar en el camino. ¿A quién estoy
engañando? Barrons definitivamente estaría en el camino, e incluso si no lo
estuviera y tomara su lanza, él vendría detrás de mí. Entonces tendría a Christian
cazándome, Ryodan enojado conmigo por faltar al trabajo, y a Barrons
respirando en mi cuello.
Un día en mi vida. Las cosas que tengo que aguantar.
Siempre estoy pensando que las cosas son tan malas como puedan ponerse
y se ponen peor. Casi me estrello contra algo en la calle, una de esas malditas
variables que se salen de mi cuadrícula prevista, como las personas, los
animales, y los Fae.
Quiero salir del cuadro congelado y patear el trasero de este monstruo hasta
la muerte. No la he visto desde la noche que Mac me salvó de ella, y la obligó a
devolverme mi buen aspecto. Casi morí esa noche también. Casi muero mucho.
Los superhéroes lo hacen.
—¡No te metas en el mío, vieja perra fea! —siseo de vuelta a la Mujer Gris.
Luego ella se ha ido por su camino y yo por el mío. Se ha ido a cazar y matar
y yo tengo una comezón que no puedo rascar. Mi mano se cierra sobre nada en
mi cintura.
—Amigo, ¿a quién le importa? ¿No oíste nada de lo que dije? ¡El inspector
Jayne tomó mi espada!
—Y te cambiaste en la calle.
—Me metí en una tienda de conveniencia. Es por eso que se llaman así. Para
que puedan ser, como, convenientes.
—Si las astillas de hielo rompieron tu ropa tanto que necesitabas cambiarte,
yo pensaría que tus lesiones serían mayores.
¿Cuál es la cosa con todo el mundo oliéndome? Si Dancer también comienza 203
a hacerlo, estoy tan fuera de aquí.
—Tres.
—¿Eh?
—Ésa fue una pregunta retórica. Quizás no puedes oírme hablar o algo, así
que lo diré de nuevo: Jayne tiene mi maldita espada. Estoy profundamente
metida en la mierda sin ella y la necesito de vuelta. ¿Vas a hacer algo o no?
—No.
Estoy incrédula.
—¿Qué? ¿Por qué? ¡Sabes que iré tras ella yo misma! ¿Es eso lo que quieres?
—Me dijo por qué tomó la espada, y accedió a no matar ningún Fae dentro
de cinco cuadras de mi club. Eso es más de lo que tú haces.
—¿Por qué?
—No puedes matar a mis clientes. Y ahora tal vez comenzarás a ejercer
precaución. O al menos aprender cómo deletrearla.
204
Fulmino su cabeza inclinada con la mirada.
No dice nada. Solo sigue trabajando en lo que sea que está trabajando.
A veces pienso que todos los demás en el mundo saben algo que yo no sé.
Que todos están en algún tipo de conspiración y que si tan solo supiera esa
única cosa secreta también, las cosas que los adultos hacen que me
desconciertan tendrían perfecto sentido.
Otras veces pienso que yo sé algo más que todo el resto del mundo no sabe
y es por eso que nada de lo que hacen tiene sentido. Porque no lo saben y
todas sus acciones se derivan de la lógica defectuosa. A diferencia de la mía.
Le conté eso a Mac una vez y ella dijo que no era algo que todos los demás
supieran; el ingrediente perdido era que yo todavía no entendía mis propias
emociones. Eran nuevas y estaba conociéndolas por primera vez. Dijo que yo
nunca tomaba en cuenta los sentimientos de las demás personas en las cosas, 205
así que por supuesto que todo lo que los adultos hacían me parecía misterioso
y raro.
Yo dije: amiga, acabas de decir que no los entiendo, entonces ¿cómo puedo
tomarlos en cuenta?
Ella dijo: no se puede, así que solo acepta que los años de adolescencia son
un enorme revoltijo de mierda de inseguridad, confusión y hambre. Intenta
sobrevivirlos sin hacer que te maten.
—Sal de aquí.
—¿Muy bipolar?
—Escolta a la niña para que se limpie la mierda y saque ese hedor de ella.
Le devuelvo el gesto.
—¿Ves a esa rubia allí abajo con las tetas grandes? Estaba a punto de tener
sexo.
—Uno, soy demasiado joven para oír ese tipo de cosas, y dos, no te veo
cargando un garrote con el que golpearle la cabeza, así que ¿cómo ibas a lograr
eso?
206
Detrás de mí, Ryodan ríe.
57
“I’ve got soul but I’m not a soldier”: canción de The Killers.
Casi la mitad de la población mundial, según el último recuento.
Cruce derribó los muros entre nuestras razas. Si no fuera por él, nunca habría
sucedido. Él organizó a los jugadores, dándoles un empujón donde y cuando
fue necesario, puso el juego en movimiento, luego galopó sobre el tablero en la
apariencia de un ángel vengador, agitando aquí y revolviendo allí, hasta que
comenzó la Tercera Guerra Mundial.
Miro mis manos en las barras, pálidas y blancas, con delgados dedos
aferrando las resplandecientes columnas, y en mi mente solo puedo verlas
envueltas alrededor de esa parte de Cruce que me ha convertido en una
adúltera. Enroscadas como estaban anoche y la noche anterior y la noche
anterior. Veo la curva de mis labios mientras sonrío. Veo la suave redondez de
mi boca mientras lo tomo dentro de ella.
Dice que reprimo la pasión. Que yo no me permito sentir nada de eso. Dice
que mi amor por Sean es una mentira. Que busco comodidad y seguridad y que
no sé qué es el amor. Dice que elegí a Sean porque él tampoco siente pasión. Él
dice que no corremos uno hacia el otro en el amor, sino que huimos de las
cosas con miedo. Libérate, dice. Ven a mí. Elígeme.
Mientras me vuelvo oigo un ruido tan pequeño que casi lo paso por alto. No
quiero volverme. Me es casi imposible obligarme a salir de este lugar. 209
Sin embargo, me vuelvo. Soy la Gran Maestra aquí. La cavernosa sala,
iluminada por una madeja de antorchas en las paredes, parece vacía. No hay
nada allí excepto una losa de piedra, la jaula de Cruce y yo. Si comparto esta
sala con otros, ellos están ya sea detrás de la losa o en el lado opuesto de la
jaula. Ocultos. Callados. Esperando que me vaya.
—Margery —digo. Está justo frente al lugar donde, hace unos momentos, me
encontraba yo. Si no hubiera hecho ruido, yo me habría ido sin enterarme.
—Kat.
Me pregunto si, de poder leer mis propias emociones, ellas también serían
calientes, rojas, un panal de mentiras y resentimientos. ¡Pero yo no quiero
dirigir! grita mi alma.
—Me preguntaba si algo en la red se nos pasó por alto —dice—. Temo que
no esté bien contenido.
—Las grandes mentes58. —Ella ofrece una sonrisa tensa. Sus manos se
aferran a las barras, los nudillos blancos.
¿Acaso él la visita?
—¿Tus pensamientos?
58
N. de T.: viene de la expresión inglesa “great minds think alike”, que significa “las grandes
mentes piensan igual”.
Ella humedece su labio inferior, luce como si estuviera a punto de hablar,
luego se detiene. Espero y después de un momento, dice:
—¿Y si el Rey tomó el libro? Quiero decir, que lo haya tomado de Cruce
antes de congelarlo.
Ella mira a Cruce y luego a mí. Sus ojos son vallas publicitarias, anunciando
sus emociones. Observa a Cruce con tierna y privada comunión. Me mira como
si yo no pudiera comenzar a comprender nada de ella, él, o del mundo en el
que vivimos.
—Tú no tienes dones —me siseó cuando teníamos nueve años y oyó a sus
padres alabándome por salvar a la familia de un traidor en los infinitos planes y
traiciones que eran nuestras vidas. Mis padres solían llevarme a reuniones de
"negocios" con lo más sórdido de Dublín, y me observaban con cuidado para
ver quién me ponía más incómoda—. ¡Estás maldita y tienes fallas y nadie
nunca te va a amar!
Todos estos años después veo la misma burla en sus ojos. Oh, sí, él también 211
la está visitando por las noches.
No solo soy una adúltera, soy una barata. Plasmo esa idea en un ladrillo
alrededor de mi corazón y lo cubro con argamasa para que esté lista para el
siguiente ladrillo que pueda usar. Estará en su camino cuando él venga esta
noche. Mi Sean estará en la cama junto a mí.
—¿Crees que deberíamos? —Un destello astuto entra en sus ojos—. ¿Sabes
cómo?
Ella siempre ha sido más débil que yo. Él no es más que una mancha más
negra en su sangre ya corrupta.
—Creo que tenemos que encontrar la manera de conseguir que la red del
Rey Unseelie vuelva a funcionar. Creo que la cámara debería ser llenada con
concreto, la red reactivada, las puertas cerradas, y toda la ciudad por debajo de
nuestra abadía llenada de plomo.
—Tienes razón, Katarina. Como siempre, como todo el mundo sabe, tienes
razón.
Estoy de pie fuera de Chester’s, mirando una farola en la escasa luz del
amanecer. El cielo es un gran banco de nubes de tormentas. Va a ser un día
húmedo y sombrío. Feliz maldito mes de mayo en Dublín. Frío, también. Estoy
comenzando a preguntarme si el verano alguna vez va a llegar.
59
“I’m a cowboy, on a steel horse I ride. I’m wanted…”: “Wanted Dead Or Alive” de Bon Jovi.
Volviendo al poster… a pesar de lo que estoy usando y a pesar de que no
tengo mi espada, iba a congelar el cuadro por la ciudad y arrancarlos todos.
Había tripas en mi cabello cuando fuera que las tomaron. Suspiro. Un día voy
a tener el cabello limpio y no tendré moretones. Y un día, Ryodan se disculpará
214
por ser un completo imbécil conmigo todo el tiempo.
BUSCADA
Viva
es la recompensa
junto a nosotros
está indefensa
60
WJC: sigla de “We-Jodidos-Care”.
No hay información acerca de dónde llevarme cuando me encuentren.
Los príncipes Unseelie. Los malditos estúpidos han contratado a alguien para
matarme. ¡Siempre quise que todos conocieran mi rostro, pero no de esta
manera!
Un poster se agita en cada farola que queda en pie, tan lejos como puedo
ver. Imagino que empapelaron la ciudad con ellos.
—Aw, mierda.
¡Gah, malditos! Tenían que difundirlo, ¿verdad? Supongo que Jayne ya la está
utilizando, y el rumor le llegó a los príncipes.
Está indefensa.
¿Tenían que subrayar esa palabra, hacerla más grande que el resto y ponerla
en rojo también? Quiero decir, ¿qué parte de indefensa necesita énfasis? ¡La
palabra en sí es suficientemente mala! Toda la maldita ciudad va a estar
buscándome pronto. Cada malvado ahí fuera que alguna vez golpeé, todos a
quienes amenacé o simplemente irrité están a punto de saber que ya no los
puedo matar. Ya saben que yo no puedo correr más rápido que los
tamizadores. Pero tener la espada siempre inclinó la balanza a mi favor. Evitó
que lo intentaran.
Me siento expuesta, parada en la calle. Cualquier cosa podría tamizarse
detrás de mí, agarrarme y la pelea empezaría. ¿Yo ganaría? ¿Qué tal si hay una
docena de ellos? ¿Qué tal si los humanos vienen por mí con un pequeño
ejército? ¿Qué hay si los mismos príncipes vienen?
¡Gah, estoy preguntándome qué sucedería sí! ¡Yo no hago eso! Preguntarse
qué sucedería si es para los adultos. Se preguntan qué sucedería si hasta no
hacer nada, y mueren sin siquiera vivir.
Odio las jaulas. Para la mayoría de personas, son construidas a partir del
miedo y se las hacen a sí mismos. Yo no. La mía fue forjada de impotencia. Las
de la mayoría de los niños están construidas de lo mismo.
Le hago una señal obscena con los dedos a ambos lados de la calle y me 216
deslizo de costado a congelar el cuadro, arrancando los posters al pasar.
—¡Amigo! —digo.
—¿Te gusta? Espera, déjame apagarlo. —Juega con algo cerca de su cintura y
la luz disminuye a algo más parecido a lo que mi Mac-Halo lanza.
Lo miro. Su ropa es brillante. Jeans brillantes, camisa brillante, incluso gorra
brillante. La ropa cuelga de su alto y larguirucho cuerpo como algo salido de
esas revistas de moda, perfección informal. Una vez más, su cabello se está
poniendo largo. Va a pedirme que lo corte pronto. Me gustan esos momentos.
Nos cuidamos como dos monos sacándose los piojos. Las personas subestiman
una buena revisada.
—¿Eso crees? —Como si quisiera oírlo de nuevo, así que lo digo de nuevo y
su sonrisa se vuelve más grande.
—Es todo lo que tenían que me sirviera. Ryodan me hizo cambiarme. No tuve
nada que ver con este atuendo. ¡No lo escogería en un millón de años!
—Sé que luzco estúpida, ¿de acuerdo? Ha sido un día realmente malo para
mí y tengo mayores problemas en mi mente que lo que estoy usando así que
deja de mirarme como si fuera una especie de geek que se vistió así para 218
Halloween, porque no tuve opción ya que Christian me dio su estúpida pijama y
Ryodan dijo que olía a…
Amo eso de Dancer. Siempre me entiende sin que yo tenga que hablar y
hablar y decirle cómo el punto A llegó al punto B.
—¡Amigo!
—¿Qué está pensando? Eres la Mega. ¡No le sacas las garras a Wolverine!
Nos miramos con conmiseración, porque los adultos están muy jodidos y
nunca vamos a resultar como ellos.
Entonces sonríe.
Desde que los muros cayeron, Dublín se siente mucho como un set de
película para mí.
Antes de que los muros cayeran, cuando yo solía pedalear alrededor de los
distritos en mi bicicleta de mensajería, cuando las sidhe-seers se hacían pasar
por un servicio internacional de mensajería dirigido por Ro, la ciudad estaba
220
llena con un constante ruido blanco. Era difícil, incluso con mi súper audición,
distinguir entre la congestión de automóviles y autobuses, tacones folklóricos
en los adoquines y el cemento, los aviones que aterrizaban y despegaban, botes
atracando en la bahía. Los teléfonos celulares me volvían loca. Había días en los
que todo lo que oía era el sonido borroso de alertas de mensajes de texto,
alertas de correos electrónicos, llamadas, canciones, juegos.
Aún así, tan molesto como podía ser, era música para mis oídos, los acordes
complejos de la ciudad que amo. Ahora solo existen las notas planas de los
soldados marchando, los monstruos cazando, y el ocasional trino lastimoso de
algo que muere.
Río.
Cuando fuera que las jaulas comenzaban a llenarse y yo tenía tiempo libre,
pasaba por ahí, rebanaba Unseelie, luego cargaba los cuerpos y los llevaba a los
camiones. Funcionaba rápido y eficiente.
Pero solo porque mato en súper velocidad. Ninguna persona común puede
entrar a una jaula llena de Unseelie en cámara lenta armado solo con un arma,
sea la Espada de Luz o no. Estaría hecho pedazos mientras seguía apuñalando a
su primer Fae.
—Yo también.
Cuando mato Unseelie, lo hago tan rápido que no hay tiempo para que los
Unseelie cercanos reaccionen. Mueren rápidamente. La mayoría de ellos incluso
antes de saber qué está sucediendo.
222
Pero por la forma en que Jayne está haciéndolo, tienen que estar ahí,
observando a los otros ser asesinados durante horas, viendo a la Muerte
acercarse.
Odio a los Fae. Pero hay algo en saber que simplemente están ahí,
encerrados, viendo a sus amigos morir a unos pocos metros de distancia, a la
espera de ser asesinados, eso me hace sentir... descompuesta. No es que les
debamos misericordia, ellos no nos mostraron ninguna, pero imagino que si vas
a matar algo debería hacerse de forma rápida y sin dolor, o si no, estás tan
enfermo como lo que sea que estás matando.
Jayne tiene dos docenas de hombres con él, portando armas automáticas,
envueltos en municiones. Están de pie en la parte interior de la entrada en
alerta máxima, observando cada movimiento que se hace. Odio las pistolas. Las
armas automáticas pueden arrojar una lluvia de balas que casi me es imposible
evitar.
Los gritos no son tan malos en este momento porque Jayne no está matando
un Fae. Pero mientras observo, sus hombres traen un Rhino-boy hasta el frente
del almacén cerca del muelle y lo lanzan sobre sus rodillas rechonchas al suelo
delante de él.
Como tal vez en sus sueños. Veo lo que va a salir mal incluso antes de que él 224
lo haga.
Suspiro. ¿Para qué piensa Jayne que son sus colmillos además de para
bloquear golpes en la cabeza? Bueno, también los usan para empalar, pero
sobre todo para proteger sus cráneos y cuellos.
Jayne recupera el equilibrio, levanta su brazo y baja la espada una vez más.
Me estremezco.
Jayne es fuerte. Pero los Unseelie están hechos de tendones y cartílago y una
rara estructura ósea donde menos esperas encontrarla, y cortar sus cabezas no
es tan fácil como parece que debería ser.
Ahora la espada está a mitad de camino de su grueso cuello y del Rhino-boy
está brotando una sustancia viscosa verde, está chillando como un cerdo,
agitando los brazos y las piernas rechonchas, y cientos de Unseelie enjaulados
comienzan a gritar de nuevo.
Jayne serrucha la cosa con la espada y yo casi vomito. Sus hombres no lucen
mucho más felices. El ruido es ensordecedor. Los Rhino-boys están emitiendo
un chillido continuo y agudo, pequeños Fae alados (¡los que hacen que te rías
hasta la muerte!) están repicando de furia y hacen deslumbrantes despliegues
de luz en su intento de escapar de sus jaulas de hierro, Unseelie semejantes a
ciempiés se retuercen entres sus compañeros de jaula, y el sonido que hacen es
como varias toneladas de grava cayendo sobre hojas de metal, siendo
arrastradas por encima. Fantasmas demacrados y delgados entran y salen del
estado sólido, emitiendo un gemido agudo. El sonido es tan grande que siento
su vibración en el suelo del muelle de concreto bajo mis palmas.
Los hombres de Jayne han vaciado una jaula de todo menos los pequeños
Fae muerte-de-risa. Ahora atrapan las pequeñas y brillantes arpías con una red
y lanzan las redes al suelo frente a Jayne. Los Fae delicados y bonitos gritan y
agitan los puños mientras Jayne hace descender la espada una y otra vez.
Haciendo la escena incluso más macabra, los hombres en el área inmediata,
incluyendo el buen inspector, ríen sin poder hacer nada, muchos de ellos
doblados de risa, hasta que el último Fae muere.
61
N. de T.: Esto es dicho en francés, que significa mí o hace referencia a la persona que está
hablando.
Los Unseelie enjaulados rugen y aúllan.
Porque soy una sidhe-seer, puedo sentir a los Fae en mis huesos, en mi
médula, en ese extraño centro frío/caliente de mi cerebro que otras personas
no tienen.
Antes de que los muros cayeran, cuando había menos de ellos en el mundo,
mi percepción era un faro de cristal transparente, advirtiéndome si uno de ellos
se acercaba demasiado a mí mucho antes de que estuviera lo suficientemente
cerca para ser una amenaza. Pero desde que los muros cayeron, hay tantos de
ellos alrededor de mí que mi alarma Fae está sonando constantemente, 24/7.
Como cualquier otra sidhe-seer que quiere permanecer cuerda, o simplemente
dormir un poco, he aprendido a silenciarlo. Si no encuentras la manera de bajar
el volumen, te volverás loco. No es solo una alarma interna diciendo: "Atención,
un Fae está cerca." Se mueve en tándem con un destello de rabia pura, de una
directriz primaria de matar, matar, matar, y hacerlo ahora mismo en este mismo
instante, incluso si tienes que usar tus propias manos para destruirlo. No es algo
que puedas reprimir. Es demasiado fuerte. Las mujeres de más edad en la
abadía dicen que es como tener el peor sofoco más sanguinario imaginable,
una oleada hormonal de pura furia homicida. No quiero vivir el tiempo
suficiente para tener sofocos. La pubertad ya es bastante mala.
226
Mi sensor Fae está completamente apagado ahora. E incluso así, lo siento: un
Unseelie muy poderoso está cerca, demasiado cerca para mi comodidad.
¡Ahí está!
Antiguo. Mortal.
Exploro el borde del muelle pero solo veo un príncipe. ¿Dónde está el otro?
Sosteniendo la cabeza perfectamente inmóvil, entrecerrando los ojos, bajo la 227
mirada hacia mi reloj. Tengo más de cuatro minutos antes de la primera
explosión.
Soy rápida, pero no puedo vencer a un tamizador. Esa es la razón por la que
necesito tanto mi espada. Con todos los tamizadores a los que he hecho enojar,
soy una chica muerta caminando sin ella.
Cuatro: caigo de rodillas y me escondo. Nunca sabe que estoy aquí. Las
bombas de Dancer explotan en rápida sucesión. Entro congelando el cuadro y
228
tomo mi espada mientras todos están trastornados. Mato al príncipe Unseelie
en un despliegue deslumbrante de destreza y gracia. Sonetos son compuestos
acerca de mí.
Mis superpoderes son inútiles contra los príncipes. Todo ese sexo, necesidad
y hambre limpian tu mente de todo excepto la lujuria por la que estás dispuesta
a morir. Vi a Mac en su peor momento, cuando era Pri-ya. Ella es la única
persona que se conozca que ha sido recuperada de esa condición mentalmente
destrozada. Una cosa es tener tu cuerpo enjaulado. No puedo pensar en nada
peor que perder la cordura. Miro a Jayne, desesperada por mi espada. En este
momento la está usando para rebanar a muerte a otro Unseelie frente a los
gritos, exclamaciones y rugidos de una audiencia. Sin la distracción de Dancer
62
“Your mind’s in disturbia, it’s like the darkness is light”: de la canción “Disturbia” de Rihanna.
no hay forma de que logre pasar a todos esos Guardianes y sus armas. Miro mi
reloj. ¡Todavía quedan tres minutos y medio!
Como una idiota, yo también la atrapo. Creo que hay dos clases de personas
en la vida: aquellas a las que puedes lanzarles algo y que instintivamente se
agacharán y lo alejarán de un golpe, y aquellas que instintivamente lo tomarán.
Siempre he sido de aquellas que toman. Elegiré la ofensiva frente a la defensa
230
cualquier día. Curioseo mientras congelo el cuadro y evalúo mi situación: Jayne
no tiene idea de que estamos aquí porque no puede oírnos por sobre el
estruendo que están haciendo los monstruos enjaulados. La granada en mi
mano va a explotar en cinco, cuatro, tres…
¡Mierda, mierda, mierda! Me lanzo hacia delante. Está ahí frente a mí. Giro y
me inclino pero choco contra él de costado. Hacemos esta cosa de
avanzar/bloquear cerca de diez veces más, conmigo atiborrándome la boca con
barras de chocolate. Nos estamos moviendo como en un baile orquestado.
Parece leer los pequeños indicios de mi cuerpo, anticipando mis movimientos.
¡La cosa es endiabladamente rápida! Todo lo que puedo distinguir es una
maraña de largo cabello negro y el brillante destello de tatuajes caleidoscópicos
que corren bajo su piel oscura.
Y lo hace.
231
¡Me estoy perdiendo a mí misma!
¡No quiero esto! ¡No se supone que sea así! Se supone que perderé mi
virginidad de algún modo impresionante, súper espectacular y sensacional. ¡No
así!
Estoy perdida. Me presiono contra él. Es duro donde yo soy suave y casi
perfecto en todos los sentidos.
—Oh, Dani, mi querida, no estás dándome una sola razón para esperar a que
crezcas. Me estás dando mil razones para no hacerlo.
¡Es Christian! ¡Estoy tan feliz de que sea él, no uno de los otros príncipes! Me
vuelvo en sus brazos e inclino mi cabeza hacia atrás.
—¡Hola, Christian! —Le sonrío. Es más apuesto que los otros príncipes. Estoy
feliz de que me tocara él. También tomaré a los otros, pero lo quiero a él
primero—. Quiero crecer. Ahora. Apresúrate.
Estiro la mano y tiro de la cabeza de Christian hacia abajo para besarlo pero
él aleja mi mano de un golpe. Me enoja. Lo agarro de nuevo. Me empuja y me 232
tropiezo.
—Deja de mirarme así. Enójate conmigo. Ódiame por lo que te haría. ¡Te
mataré si me sigues mirando así! ¡Te follaré hasta que mueras! —sisea.
Repentinamente el príncipe Unseelie que estaba al otro lado del muelle está
de pie hombro a hombro con él. Comienzan a discutir en Unseelie y no puedo
entender una palabra de lo que están diciendo pero sí entiendo el tono. El otro
príncipe está enojado.
Los miro. Mis mejillas están mojadas. Quiero desviar la mirada pero no 233
puedo. Limpio mi rostro y mis manos salen ensangrentadas por mis lágrimas.
Intento retroceder pero hay súper pegamento en la base de mis botas. El
hechizo que Christian había comenzado está tejiéndose alrededor de mí otra
vez y no puedo hacer nada para detenerlo. Estoy de pie a tres metros de
distancia de tres Fae muerte-por-sexo y no veo ningún modo de escapar de
ésta. ¿Podría Christian realmente protegerme de ellos incluso si no quiero que
lo haga? Porque si se acercan siquiera un centímetro, no voy a querer que lo
haga.
—Ponte detrás de mí, niña —gruñe Lor desde algún lugar detrás de mí.
Parece que los meros pensamientos sobre Ryodan conjuraron a sus hombres. Si
pudiera moverme, me aflojaría de alivio. No puedo. Me quedo ahí.
Lor me agarra y me empuja detrás de él. Tiene a media docena de sus tipos
flanqueándolo y me rodean.
Entonces los Unseelie atrapados en las jaulas deben ver a sus príncipes de
pie ahí afuera porque comienzan a rugir y a aullar con toda su fuerza, supongo
que intentando hacer que los liberen.
En ese momento es cuando la primera de las bombas de Dancer estalla.
234
Traducido por Simoriah
ancer puso las bombas en los pisos superiores porque intentamos no 235
D destrozar edificios enteros a menos que sean nidos y necesiten ser
demolidos.
Cuando las cargas comienzan a estallar, los techos vuelan por el aire, uno tras
otro, y los escombros caen como lluvia sobre nosotros.
Vidrio y ladrillos y trozos de yeso rocían la calle. El aire está tan lleno de
polvo que no puedo ver por un par de segundos.
63
“My pretty pretty thing. Do you want to freeze?… The Iceman cometh”: de la canción “Iceman”
de Descenders.
En cambio, ellos miran para afuera y nos ven a todos porque estamos
esquivando escombros que caen y estamos haciéndolo en cámara lenta porque
no puedes hacerlo rápido a través de la impredecible e intrazable metralla de
bombas.
Una vez que estoy bastante segura de que los trozos más grandes de techo
han caído a tierra, paso junto a Lor congelando el cuadro para recuperar mi
espada de manos de Jayne. Solo que me choco contra Lor porque el maldito es
más rápido que yo.
Luego ambos chocamos con dos príncipes Unseelie que no estaban allí dos
segundos atrás y mi cabeza una vez más comienza a enredarse con
pensamientos sexuales. Lor me agarra y juntos nos alejamos congelando el
cuadro. Los príncipes echan un vistazo a Lor y también desaparecen, dejando a 236
Jayne como un blanco fácil para mí. Intento rodear a Lor congelando el cuadro
una vez más, y de nuevo me choco contra su pecho. Luego estamos buscando
refugio, porque una chimenea acaba de caer al suelo y explotó en un rocío de
ladrillos.
—¿Por qué todos te dejan solo? —digo enojada cuando nos agachamos
detrás del muelle—. ¿Tienes algún tipo de spray que repele Faes? ¿Alguna vez
oíste hablar de compartir?
—¿Por qué harías eso? —digo con sospecha. Lo más probable es que se la
lleve a Ryodan, quien la usará como influencia para mandonearme.
—El Jefe dice que tengo que mantenerte segura. Ha estado haciendo que te
siga constantemente.
—Mentira.
La Mega no se esconde.
—Y una mierda.
No tengo idea de qué está hablando, pero no tiene nada que ver conmigo
así que lo descarto.
Luego me choco contra Christian a medio camino por las escaleras del
almacén, bloqueando mi camino hacia Jayne.
Luego Lor me tiene una vez más y en cierta forma me derrito sobre su
hombro porque el golpe Fae muerte-por-sexo de Christian está haciéndome
cosas divertidas, pero se desvanecen tan pronto nos alejamos de él, así que
muerdo a Lor porque odio ser cargada como un costal de papas. Si lo siente, no
tiene reacción.
Luego tengo a dos de sus tipos encima, uno en cada brazo, y congelo el
cuadro o intento hacerlo pero pesan tanto que termino haciendo círculos
borrachos como un insecto moribundo sobre su espalda porque no puedo
levantar los pies de ambos a la vez. Uno o el otro siguen clavando los talones. 238
Nos chocamos contra el muro, luego nos tropezamos uno con el otro y todo el
tiempo estoy intentando ver qué sucede con Jayne y la espada.
—¡Déjenme ir!
Después de unos pocos minutos termino de pie ahí, enojada como nunca
antes, simplemente observando.
Jayne está girando en un círculo con mi espada frente a él, intentando evitar
que alguien la tome.
—Lo sé, ¿verdad? —Quiero cubrirme los oídos pero me tienen tomada de los
brazos así que aprieto los dientes y en su lugar comienzo a canturrear con 239
fuerza.
Cuando Jayne cae, mi espada sale volando por el aire, dando vueltas, una
columna de luz de alabastro. Cierro los ojos como si estuviera atrapándola.
¡Está allí, justo para que la tome! Casi puedo sentir su perfecto peso
golpeando mi palma.
—¡Déjenme ir! —Casi me saco los brazos de sus cuencas pero no me dejan ir.
Estoy obligada a permanecer allí y observar mientras los príncipes, Lor, una
docena de Guardianes y la última víctima Unseelie esperada intentan
posicionarse para atrapar mi espada cuando cae. Uno de los príncipes intenta
abrir sus alas pero los cuartos están demasiado cerca y no puede levantarse. Los
otros se tamizan en el aire, y Lor se lanza en una forma totalmente inhumana y
chocan en el aire con mi espada todavía yendo hacia arriba.
Estoy de pie, las muñecas esposadas por Kasteo y Fade, sin poder ir a ningún
lado sin perder un brazo, y como no tengo nada con que cortar los suyos, estoy
atrapada como una mosca en súper pegamento, cuando de repente el aire
frente al muelle comienza a brillar, y tengo esta sensación que nunca he sentido
antes en mi vida. He estado preocupada en ocasiones. Una vez o dos, como
cuando la Mujer Gris me atrapó, de hecho estaba un poquitín asustada. Estaba
succionándome la vida y podía sentirlo. No hay nada malo con admitirlo
cuando estás en un lugar tenebroso, mientras que no dejes que te desordene la
cabeza. Me mantuve calmada, incluso intenté convencer a Mac de que no
hiciera ningún trato con la maldita, porque la mayor parte del tiempo los tratos
hechos bajo presión vuelven y te muerden en el trasero con dientes tigres de
sable.
Pero esto es diferente. Siento pánico con P mayúscula. Pánico loco, tonto y
ciego. De repente, sin razón aparente, estoy ocultándome como un conejo en
medio de un enorme campo abierto sin ninguna cubierta por kilómetros y
como si el cielo acabara de oscurecerse con halcones, volando ala con ala. La
muerte parece segura. Un descenso, una agitación de alas, y desaparezco. Todo
por algún punto raro en el cielo. ¿Qué mierda? ¿Estoy entrando en pánico
debido a un brillo en el cielo? Amigo, ¿qué me está sucediendo? ¿Dame un 240
momento “Crepúsculo”, haz que yo también brille?
¡Estoy dividida entre pelear para huir y quedarme quieta para que pueda ver
qué está sucediendo porque no puedo concebir nada que pudiera hacerme
entrar en tal pánico y necesito verlo! ¡Estoy cansada de que estos ojos se
pierdan todas las cosas excitantes últimamente!
Los Unseelies enjaulados gritan como banshees65, y el que está haciendo ese
horrible ruido del inframundo finalmente llega a un crescendo infernal. Las
241
ventanas que no se rompieron con las bombas de Dancer estallan ahora, no en
astillas y trozos grandes, son literalmente pulverizadas, rociando las calles con
polvo de vidrio.
Fade dice:
—¿Qué demonios…?
El sonido cesa.
Completamente.
Quieto.
64
Nut-sack: sinónimo de escroto.
65
Banshee: hadas que anuncian la muerte.
¿Perdí mi audición? ¿El crescendo del Unseelie me dejó sorda? Ni siquiera
puedo oír mi propia respiración en mis oídos como cuando nado debajo del
agua. Miro a Lor. Él me está mirando y señalando sus orejas. Señalo las mías y
asiento. Todos están haciendo lo mismo. Al menos, si yo perdí la audición, a
todos les sucedió lo mismo.
Vacío.
Desconectado.
Complicado.
Antiguo.
Sensible.
Intento leer su… bueno, mente por falta de una mejor palabra, y todo lo que
recibo es un raro destello de… ¿cálculo?
Miro a Lor y veo una expresión en su rostro que nunca he visto antes y nunca
pensé que vería.
Miedo.
Me preocupa. Mucho.
Camino a la entrada oculta de las catacumbas con el andar sin sentido de 244
una mujer muerta y resucitada de la tumba.
Margery bloquea la puerta de piedras que luce como cualquier otra pared a
menos que estés al tanto de su secreto. Está voluptuosamente desnuda, cabello
y ojos salvajes, oliendo a él… un aroma que conozco demasiado bien. Una
banshee, muestra dientes afilados en una carcajada y me dice que él se ha ido.
He llegado demasiado tarde.
66
“And The Beat Goes On”: canción de The Whispers.
la brisa. No hay nada aquí que genere viento a menos que una cosa que no
pueda posiblemente estar agitándose lo haga.
Arrastro los pies por un tiempo que no calculo a través de la oscuridad, hasta
que finalmente llego a la cámara donde el erótico y mortal príncipe está
congelado.
Las paredes han sido bañadas en oro en mi ausencia. La cámara está radiante
con luz brillante.
Desnudo, imponente, con las alas desplegadas, ruge con rabia animal.
—Para. De. Vibrar. —Ryodan toma un papel del aire y lo pone de nuevo
sobre el escritorio con un golpe.
Todas las cabezas se giran hacia mí, luego vuelven a mirar a Ryodan.
—Así que, ¿qué mierda vamos a hacer para detener esta cosa? —Sonrío.
Tenemos planes que hacer y aplicar. ¡Tiempos como estos contribuyen a mi
desarrollo! ¡Sacan lo mejor de mí! Soy una especie de chica que está a la altura
de las circunstancias. Me siento tan emocionada y generosa de tener una
aventura tan genial para vivir que estoy encontrando difícil seguir enojada con
la gente en este momento. Tenemos un enemigo que es más grande y más
malo que cualquier cosa que he visto. Maldición, ¡qué bueno es estar viva!
Porque, como, por un segundo allí junto al muelle, no estaba segura de que
fuera a estarlo. ¡No estaba segura de que alguno de nosotros lo fuera a estar!
—Es tu culpa —le digo a Ryodan—. Nunca debiste permitir que Jayne se
quedara con mi espada. ¡Ahora quién sabe qué le va a suceder! Si la escena
explota como las demás... —Mi voz se va desvaneciendo porque no soporto la
idea de que mi espada estalle en pedazos de alabastro.
—Cosa.
—Intenta.
—¿Alguna vez viste la película La Mancha Voraz67? Fue así. Solo que era más
alargado. Y no sé si era viscoso y si levitaba en lugar de rodar. Y no sé si era
denso. Pero no lucía como una Sombra. No se parecía en nada a una Sombra.
67
The Blob: película estadounidense de 1958.
—Lo que fue como, en la época del cine mudo, ¿verdad? Ni siquiera deberías
estar hablándome. No me hables. Ni siquiera deberías estar aquí. Debería
matarte. Tienes suerte de que no te esté matando en este momento. Me dejaste
para morir. —Miro a Ryodan—. Y tú se lo permites. Malditos. Todos ustedes.
—Dije que no me hables. Y eso funcionó muy bien para ti, ¿verdad? ¿Cuántos
años crees que te tomaría matar unos pocos cientos de Unseelie? —Fulmino a
Ryodan con la mirada—. Y tú no dijiste nada acerca de que te dijo dónde
estaba. Tampoco viniste. —¿No le importaba que yo pudiera haber muerto?
—El jefe me envió por ti al segundo en que Jayne apareció —dijo Lor—. Te
habías ido para cuando llegue ahí. Estaba siguiendo tu rastro de sangre, pero
desapareció.
—Entró en el almacén, todo pesado y eructó niebla blanca por todas partes y
no podíamos ver nada. Congeló todo el lugar, peor que cualquier lugar que
hayamos visto hasta ahora. Quiero decir, amigo, ¡estalactitas brotaron del techo
y el piso está cubierto con estalagmitas tan gruesas que ni siquiera puedes
caminar por allí! Nunca vimos nada como eso en las otras escenas.
—Había mucha más gente y Fae en esta escena que en cualquiera que
hemos investigado. Había cientos de Unseelie en jaulas y todos resultaron
congelados. Es posible que fuera necesario más hielo. O quizás la cosa tenía
más potencia hoy por alguna razón. Nosotros también resultamos congelados,
pero fue solo una capa delgada, y una vez que nos movimos, se resquebrajó.
Volvíamos a congelarnos en cuanto dejábamos de movernos así que comencé a
saltar y, como ovejas que no pueden pensar por sí mismas, todos me imitaron,
luego estábamos todos allí en la calle haciendo saltos de mariposa. Me
preocupaba que la conmoción pudiera hacerla girar y venir tras nosotros, pero
la cosa ni siquiera nos notó. Fue como si fuéramos peces y eso quisiera papas
fritas. O quizás ni siquiera éramos perceptibles como alimento. Luego se
desvaneció. Otra de esas hendiduras se abrió dentro del almacén, toda la niebla
blanca fue absorbida por él y la cosa la siguió. Una vez que se cerró, pudimos
volver a oír. Algo así.
—Aclara.
—No había ningún ruido. Nada. Pensarías que el hielo en todos esos
Unseelie podría haber estallado o haberse agrietado un poco como lo hace el
hielo cuando se asienta porque ellos estaban calientes antes de que se
congelaran pero no lo hizo. Cuando caminamos, nuestros zapatos no sonaron
de la forma correcta en el pavimento. Cuando hablamos... era plano. Era peor
que plano. Había una sensación en el silencio. Una sensación realmente mala.
Me encojo de hombros.
—Inequívocamente —digo.
—Eres una sidhe-seer. Eso significa que deberías ser capaz de obtener una
lectura de eso como Mac lo hizo con el Sinsar Dubh.
—Inteligencia.
—Emoción.
—Motivo.
Suspiro.
—Alguna idea de por qué eligió ese lugar, o por qué congela las cosas.
—Ninguna —digo—. Ni siquiera tocó nada, por lo que pude ver.
Simplemente flotó sobre todo. A menos que la niebla sea como sus dedos o
algo así y aspire la fuerza vital de la gente con ella e inadvertidamente los
congele en el proceso. No hay más remedio, necesito más tiempo con eso.
Tengo que sentirlo más tiempo.
Jayne comienza a maldecir y dice que nadie va a pasar más tiempo con eso
porque es demasiado peligroso, e incluso Lor luce perturbado por la idea de
otro encuentro con el Hombre de Hielo. Lo cual me recuerda...
—¿Por qué tenías miedo tú? —digo—. No creí que nada los asustara.
—¿De qué estás hablando, niña? Lo único que me preocupaba era cuán
enojado iba a estar el jefe si esa cosa te mataba.
Mentira. Conozco a estos tipos. No les importa otra cosa que ellos mismos y
él estaba asustado, lo que significa que eso era una amenaza para él de alguna
manera. Quiero saber cómo. Quiero saber cuál es la Kryptonita de Ryodan.
Conozco algunas verdades universales como: aquel que puede destruir una
cosa la controla. No que encuentre placer en destruir cosas, pero cuando estás
contra la pared, saliendo con ambas armas abriendo fuego, ésa es 251
prácticamente tu única opción. Quiero el poder suficiente para anular un
contrato, suficiente para renunciar a mi trabajo, como, permanentemente. Estoy
lista para la jubilación. Quiero suficiente influencia para sacar a Jo del subclub
de niños, suponiendo que alguna vez quiera irse.
Por otra parte, sin mi espada tampoco me estoy alejando mucho. Odio
esperar por refuerzos pero los quiero. Los príncipes Unseelie me asustaron.
Tengo un enorme pensamiento cociéndose sobre ellos, una idea que desprecio
pero que tengo que tener en cuenta para su resultado final. Ahora mismo lo
mantengo en segundo plano donde no me pueda quemar demasiado.
Me vuelvo.
Por un segundo tengo esta estúpida visión de cómo ella me estaría mirando
en este momento si supiera, y me quita el aire de los pulmones de una patada y
me deja de pie ahí muda. Tengo que apretar todas mis entrañas para no
vomitar. Me odiaría, me despreciaría, me miraría como si fuera la cosa más
asquerosa y horrible sobre la faz de la tierra. Probablemente intentaría
arrancarme el rostro.
68
EDD: “El Diario de Dani”.
En lugar de esta... esta... mierda de amor maternal que brilla en sus ojos
como si yo fuera la mejor amiga de su hija o algo así, no la asesina de su otra
hija. Pensé que Mac era lo peor que tendría que enfrentar un día en estas calles.
—Sí, claro. ¿No estaban los adultos a cargo cuando cayeron los muros? ¿Y no
han estado a cargo desde entonces? Haciendo un verdadero trabajo, ¿no?
Ella ríe, y el sonido es música para mis oídos. Risa de mamá. Me derrite como
nada más puede. Supongo que porque lo oí tan poco de la mía. Creo que hice
reír a mi mamá tres veces. Todo antes de que me "transportara" por primera
vez. Quizás sucedió una o dos veces después de eso. Lo intenté. Memorizaba
cosas graciosas que veía en la TV mientras ella no estaba. Veía musicales,
aprendía canciones alegres. Nada de lo que hacía estaba bien. Rainey Lane me
está mirando con más aprobación de lo que mi mamá hizo alguna vez.
—Váyase. No, espere. No lo haga. No puede estar aquí fuera sola. Encontraré
a alguien que la escolte donde quiera que vaya. ¿Qué hace caminando sola por
Dublín? ¿No sabe nada? ¡Hay todo tipo de monstruos en las calles! ¡Va a
oscurecer pronto! —Alguien tiene que meter algo de sentido en ella.
—¿No eres lo más dulce, preocupándote por mí? Pero no es necesario. Jack
esta justo a la vuelta de la esquina, estacionando, cariño. Hay demasiados
escombros en las calles para estacionar más cerca. Sigo diciéndole al Sr. Ryodan
que necesita limpiar frente a su club pero él no ha logrado hacerlo aún.
Supongo que tal vez tengamos que ayudarlo con eso. Es un hombre ocupado,
ya sabes, con mucho de que encargarse.
—¿No eres graciosa? El Sr. Ryodan un criminal. Ése buen hombre. —Sacude 255
la cabeza, sonriendo como si yo fuera de lo más graciosa. Sip, despistada—.
Dani, cariño, he estado esperando encontrarte. También Mac. ¿Por qué no
vienes a cenar con nosotros mañana por la noche?
—No puede estar hablando de WeCare. Por favor dígame que no está
hablando de WeCare.
—Bueno, sí. ¡Has oído hablar de nosotros! —Está radiante una vez más.
—¿Nosotros? ¡Gah! ¡Por favor, dígame que no es parte de ellos! ¡No puede
ser parte de ellos! ¿Sabe que me odian?
—Nosotros no te odiamos. WeCare no odia a nadie. Nos interesa reconstruir
y ayudar. ¿Qué te dio esa idea?
Vaya, genial, así que ellos también me quieren muerta. Individuos superiores.
Encantador. Pueden ponerse en la cola detrás de Christian. Quien está detrás de
los príncipes Unseelie.
Le doy un vistazo.
—Quizá desee volver a verificar los hechos. Creo que se está perdiendo
algunos. Las personas a cargo de organizaciones no me consideran un activo.
Nunca lo han hecho, nunca lo harán. —Odio las organizaciones. La gente tiene
que ser libre, capaz de respirar y tomar sus propias decisiones sobre las cosas,
no ser alimento de la política partidaria. La rutina adormece el cerebro. La
repetición es pasto para las ovejas.
256
—Sra. Lane, que bueno verla de nuevo —dice Ryodan, y casi me caigo. No
solo no lo oí acercarse, está siendo educado. Ryodan nunca es educado.
—Nunca mejor.
—El Sr. Ryodan siempre es amable. Fue un adorable anfitrión mientras nos
alojamos en Chester’s.
—Él y sus hombres nos estaban manteniendo a salvo, Dani. El Sinsar Dubh
iba contra las personas que Mac amaba.
¿Eh?
—Sí, pero, ¿siquiera sabía cómo salir? Él tiene unos paneles complicados.
—El Sr. Ryodan nos mostró a Jack y a mí cómo manejar las puertas.
¿Eh?
Y eso me enoja aún más. ¿La mamá de Mac puede decir que Jo está
estúpidamente loca por este psicópata solo con mirarla? ¡Gah! ¡Solo gah!
¡Encima de todo, dicho psicópata tiene a Rainey tan engañada que ya no tiene
sentido siquiera hablar con ella! No es que la falta de sentido me haría callar.
258
69
La Ley del Revolver: Gunsmoke, serie de TV estadounidense de los años cincuenta.
Traducido por lalaemk
70
“I don’t know who he is behind that mask”: de la canción Batman de Jan & Dean.
71
N. de T.: juego de palabras entre “Glad”, marca de las bolsas que usa Dani, palabra que en
inglés significa estar alegre o contento con algo. En este caso podría interpretarse como que
Dani dice: “Creo que están encantadas” de ahí el comentario de Ryodan: ”Para mí lucen
imparciales”.
Comienzo a reír disimuladamente y luego me detengo. Este es Ryodan. Odio
a Ryodan. Imbécil mentiroso engañoso. Engañando a la gente para que piense
que es realmente agradable así yo parezca estúpida.
—No.
Me inclino y recojo. Sé una cosa o dos sobre mí misma. Veo mucho. Pero en
ocasiones hay pequeñas cosas sucediendo que me pierdo. De ahí mis
imparciales ziplocks. Llenaré una en cada escena. Me adentraré en lo profundo
del centro gélido de los escombros de la explosión, recogeré puñados de
detritos congelados, los empacaré, y lo etiquetaré todo prolija y
ordenadamente. Más tarde, Dancer y yo examinaremos cuidadosamente las
bolsas ziplock y buscaremos pistas. Saco un Sharpie72 de mi bolsillo y escribo en
la franja blanca: “Almacén, Norte de Dublín”. Luego la meto cuidadosamente en
la mochila colgada de mi hombro. Recolectar mis ziplocks tiene perfecto
sentido para mí.
—No tiene sentido. Podrías examinar minuciosamente los restos aquí mismo
en la escena.
—Observaciones.
—Ojalá pudiera, jefe, pero esto es… bueno, es un desastre. —Me muevo hacia
adelante y atrás sobre mis talones, saco cabello de mi rostro y lo miro. El sol ya
casi está al nivel del horizonte, justo detrás de su cabeza, haciendo este extraño
efecto de halo alrededor de su rostro, ¡cómo no! Estoy sorprendida de que no
72
Sharpie: rotulador, marcador.
huela a azufre. Probablemente tiene un tridente rojo y oculta cuernos bajo su
cabello. Haciéndolo todo más extraño, el sol tiene un brillante tinte dorado
(gracias fairies por cambiar todo en nuestro mundo), y él luce… oh, ¿a quién le
importa cómo luce? ¿Por qué siquiera estoy notándolo?
Me golpeo la frente.
261
—Santa colección inestimable de bufandas73 etruscas, ¡no se mueven! —
exclamo.
—¿Bufandas etruscas?
Brillo quedamente por dentro. Algunos logros significan más que otros. Soy
oficialmente la Mejor. Ahora y para siempre.
—Tienes una obsesión con una ilusión acerca de cómo termino mis
oraciones. ¿Qué mierda son las bufandas etruscas?
—No sé. Es solo otro de los dichos de Robin. Como: “¡Santas fresas, Batman,
estamos en un atasco!”
73
N. de T.: en el original “snood”, objeto similar a una bufanda de forma circular que se ubica
sobre la cabeza.
—Fresas.
Hay otro sonido ahogado sobre mi cabeza. Podría seguir por horas.
—Mira éste, ¡es uno de mis favoritos! “¡Santo metal oxidado, Batman! El
suelo. Es todo metal. Está lleno de agujeros”. Ya sabes, “holey74”. —Suelto una
risita. Tienes que amar a los tipos que escribieron Batman. Tuvieron que estar
sentados ahí haciéndose reír todo el tiempo—. O: “Santa bola de cristal,
Batman, ¿cómo viste eso venir?” —Lo miro.
—Maldición si lo sé.
—Y no lo notaste antes.
74
N. de T.: Juego de palabras entre “santo” (“holy”) y “agujeros” (“hole”). Dani utiliza la palabra
“holey”, que suena muy similar a “holy”.
—Tú tampoco. E intenté revisar las escenas dos veces pero me hiciste
sentarme en tu oficina mientras hacías papeleo. La tercera vez que estaba
pensando en volver a comprobar una escena, me topé con una fresca y casi
exploté yo misma. —Me pongo de pie y camino lejos para tener una buena
mirada de pájaro de la destrucción. Saco el nuevo teléfono que tomé para
reemplazar el que se rompió y tomo un par de fotos—. Entonces —digo
enfadada—, ¿ahora adónde?
—Sí, pero, ¿Dancer te informó de la recaída? Porque eso suena como algo
que él sabría.
—Eres demasiado joven para reír cuando estás muriendo. Y no. No creo que
tu espada se haya descongelado. Concéntrate.
—¡Es un activo! ¡Es mi mejor amigo! ¡No sabes nada acerca de Dancer!
—“Nada” es la palabra clave aquí. Porque eso es lo que es. Nada. Es solo
humano.
—Usa lentes. Apuesto a que eso le funciona muy bien en batalla. No, espera,
no pelea. Nunca lo hará. Demasiado frágil. Un pinchazo con un palo afilado y
sus entrañas se derramarían por toda la calle. Sayonara, humano.
264
—Sus entrañas no se van a derramar en ningún lugar. Es súper inteligente y…
y… es súper, súper inteligente…
—Nunca vas a ser solo cualquier cosa. Un tsunami nunca puede ser "solo"
una ola.
—Suelta mi mentón.
—Me gusta eso de ti. Las olas son banales. Los tsunamis remodelan la Tierra.
En las circunstancias adecuadas, incluso civilizaciones enteras. —Parpadeo—.
Vas a ser una tremenda mujer algún día, Dani.
Se ríe.
—Puede que tengas que luchar contra alguien más para obtener ese título.
—Muévete —digo enojada. Estoy tan atrasada con el trabajo que no puedo
soportarlo—. Solo me tienes por tiempo limitado esta noche. Necesito sacar un
Diario. La gente necesita saber del Hombre de Hielo. —Fijo mi cuadrícula y me 265
deslizo en modo congelar el cuadro.
—Vas a hacer que un día maten al muchacho, Dani —dice Ryodan detrás de
mí.
Los Seelie están hablando, y aunque saben que estamos aquí, nos ignoran
por completo. Yo también los ignoro. A pesar de que sean tan hermosos que
tenga que arrancar mis ojos de sus rostros. No voy a cometer el mismo error
que cometí con V'lane. Ser absorbida por lo hermosos que son. Pensar que son
diferentes a los Unseelie. Solo porque sean dorados y de terciopelo, con ojos
iridiscentes y guapos. Christian también es guapo. Mantiene mujeres muertas
junto a su cama.
Ryodan está de pie entre eso y yo, las piernas extendidas, los brazos
cruzados. Es una montaña. Nada pasará por encima de él que no quiera que
pase. Me molesta que lo necesite ahí. Con mi espada, ¡ningún Fae se atrevería a
lanzarse sobre mí! Estoy acostumbrada a más de respeto que esto. Esto
molesta.
—El nuestro. El tuyo. Todo lo que él sufre para vivir. Dame la caja o la enana
muere.
—Nunca fue nuestra verdadera reina. Ella se ha ido. Tenemos un nuevo líder.
Nuestra luz sagrada, el Rey R’jan.
—Yo no soy una enana. —Mi mano se cierra donde solía estar la
empuñadura de mi espada.
—¿Te falta algo, enana? —dice uno de los cortesanos de pie con el nuevo
“rey”, y todos ríen. Supongo que todos han visto los malditos carteles de
Buscada. Tomo una fotografía mental de su rostro y lo marco para morir. Algún
día, en algún lugar, hada.
—Ella nos obligó a conceder derechos a los humanos, a los cuales nunca
tuvieron derecho. No más. Es un nuevo reinado. Una nueva era. Ya no estamos
debilitados por una reina débil.
—Dije “suficiente” —dice R'jan—. Si debo decírtelo una vez más será lo
último que oigas por diez mil años. No disfrutarás donde los pasarás.
—Si eres lo suficientemente tonta para dirigirte al Rey R’jan, ¡lo harás así y no
de otra manera! “Mi Rey, Señor, Amo y Maestro, tu sierva te suplica le concedas
permiso para hablar”.
—Buena suerte con eso —dice Ryodan—. Ella no suplica para hablar, o para
hacer cualquier cosa. Puedes encerrarla como se te ocurra, y nunca va a
suceder.
Me muevo de un pie a otro, mirando a R’jan y los tres cohortes restantes, y él 268
me mira y yo trato de pensar en algo que decir. Lo mejor que se me ocurre es:
Saco dos barras de chocolate y las meto a mi boca, envoltorio y todo, y les
doy una mordida con súper fuerza que hace explotar la envoltura para que
pueda tragar un poco de chocolate y obtener un rápido subidón, porque no
tengo espada y quién demonios sabe dónde fue Ryodan. Mastico, trago, escupo
las envolturas, y fijo mi cuadrícula cuando de repente Ryodan ha regresado.
—En estas calles —dice tan fríamente que casi expiro por la pura frescura de
ello—. Yo soy el Rey, Señor, Amo y Maestro. Tú eres el “eso”.
—M
importancia.
e hiciste un favor. Velvet era una molestia —dice R'jan—.
Hablaba demasiado y muy a menudo, diciendo pocas cosas de
—Te haré tres “favores” más. Solo di una palabra. Correcta o incorrecta. No
me importa. 269
Los cortesanos lo miran con desprecio. Inquietamente. Podríamos haber
fingido durante horas y nunca haber llegado a la posición de fuerza que Ryodan
estableció con una sola acción. Estoy aprendiendo de él. Nunca se lo confesaría,
sin embargo.
R'jan abre la boca y luego la cierra, no del todo seguro de que Ryodan no
acaba de decir que va a matar a los otros tres cortesanos si dice una sola
palabra más. Tipo inteligente. Tampoco estoy segura de que Ryodan no quisiera
decir eso. ¿Cómo mierda mató a Velvet? Estudio el cadáver Fae pero no veo
heridas obvias. No hay cortes o... espera un minuto, ¿son esas unas pocas gotas
de sangre en su camisa? Me deslizo furtivamente hacia la izquierda para ver
mejor, pero Ryodan se mueve como si hubiera una ligadura entre nosotros,
bloqueándolo convenientemente. No tengo dudas de que se fue para que no lo
supiera. ¡Es tan malditamente reservado!
Pero R'jan está mirando a Ryodan como si esperara que esto estuviera
actuando sobre él. ¿Eh? Pensaba que ellos eran heterosexuales y que su
erotismo asesino solo funcionaba en el sexo opuesto. Me doy cuenta de que fue
una suposición estúpida. Es solo que nunca vi a los príncipes Unseelie cerca de
hombres y V'lane siempre lo mantenía silenciado alrededor de los seres
humanos. No hay razón, cualquiera sea el mecanismo, para que no funcione en
ambos sexos.
Ryodan ríe.
270
—Eso es todo lo que tienes.
—Dije “de rodillas” —dice R'jan, como si no pudiera creer que Ryodan sigue
de pie allí.
R'jan lo corta tan de repente que me pongo a temblar, fría y miserable, como
si estuviera tomando sol junto a una piscina y me hubieran soltado un iceberg
encima.
R'jan hace una mueca. Al contrario que los Unseelie, las expresiones de los
Seelie tienen sentido para mí. Son similares a las nuestras, supongo que porque
han pasado tanto tiempo acechándonos.
A R’jan le digo:
—Hablaré contigo —le dice R'jan a Ryodan—. Cuando hagas que la enana
esté en silencio.
Me desinflo.
—Estás seguro de que es Unseelie —le dice Ryodan a R'jan.
—Inequívocamente.
—Sin embargo, te preocupa lo suficiente para estar aquí. En una oscura calle
de Dublín. El nuevo rey de los Seelie en persona.
Ser llamado el nuevo rey Seelie parece apaciguar a R'jan. Aparta la mirada y
no dice nada durante un segundo. Luego se estremece.
—Respóndele.
272
—Ella no puede entender lo que es ser Fae.
—Hasta que llegue ese día ficticio, me responderás cuando te hable. —Da un
paso sobre el cuerpo de Velvet, disminuyendo la distancia entre ellos.
R'jan retrocede.
—En qué difiere muerte final de lo que hace la espada —dice Ryodan.
—Sus endebles cerebros no fueron preparados para comprender la grandeza
de ser D'Anu76.
—La lanza y la espada acaban con la vida inmortal. Cortan la conexión que
mantiene unida nuestra materia y la dispersa en el aire.
—Incluso si morimos, aquello de lo que estamos hechos aún está por ahí,
flotando. Sentimos a todos nuestros semejantes a través de todo el tiempo,
impresiones en el tejido del universo. Somos individuos y aun así una madeja,
vasta y gloriosa. No puedes saber lo que es pertenecer a una entidad tan
enorme y divina. Esta... esta... cosa... sea lo que sea, está podando nuestro árbol.
Hace más que solo separar nuestra materia. No dispersa nada en el viento.
Nada. Es como si aquellos a los que ha tomado nunca hubieran existido. Sus
víctimas son... borradas. No pueden comenzar a percibir lo doloroso que eso es
para nosotros. La muerte, incluso por la espada y la lanza, nos deja conectados.
273
¡Esta abominación está amputando a nuestra raza, miembro por miembro!
76
D'Anu: Danu o Dana es la madre de Dagda, pertenece a los dioses de la vida, la luz y el día.
Sus seguidores eran conocidos como Tuatha Dé Danann (Fae). Se le consideraba diosa de la
literatura; también recibía el nombre de Brigit. Más adelante ya en época cristiana, para acabar
con la tradición celta, los cristianos la convirtieron en Santa Brígida.
—Nunca —dice R'jan.
—Tú no eres paciente. Apuntas a algo y te fijas sobre eso como un misil. Eres
la persona más prepotente y manipuladora que conozco. Y yo conocí a Rowena.
—¿Qué quiere alguien como tú? ¿Más poder? ¿Más juguetes? ¿Más sexo?
—Maldito codicioso.
—Niña, déjame decirte algo. La mayoría de la gente pasa su tiempo en este 274
mundo solo viviendo a medias. Vagan a través de sus días en una nube de
responsabilidades y resentimiento. Algo les sucede no mucho después de nacer.
Entran en conflicto sobre lo que quieren y comienzan a adorar a los dioses
equivocados. Debería. Piedad. Igualdad. Altruismo. No hay nada que tú deberías
hacer. Haz lo que quieras. La piedad no es la forma de la Naturaleza. Ella es una
asesina en igualdad de oportunidades. No nacemos iguales. Algunos son más
fuertes, más listos, más rápidos. Nunca pidas perdón por ello. El altruismo es un
concepto imposible. No hay acción que puedas hacer que no surja de cómo
quieres sentirte sobre ti misma. No soy codicioso, Dani. Estoy vivo. Y feliz de eso
cada maldito día.
—¿Terminamos aquí? Tengo que sacar un diario. —Pongo los ojos en blanco
cuando lo digo para que no vea cuanto de lo que acaba de decir me afecta.
Creo que podría ser la cosa más inteligente que le he oído decir a alguien—.
Oye, crees que mi espada…
Hasta que los muros cayeron, no sabía que había tantos lugares debajo de
Dublín. Solía pensar que había solo unos pocos ríos subterráneos, un par de
criptas como las de la Iglesia de Cristo y St. Patrick’s, y quizás la ocasional
bodega. Dublín tiene muchos secretos. Desde que los muros cayeron, he
descubierto todo tipo de lugares subterráneos. Nosotros, los irlandeses, somos
muy astutos, nos gusta tener múltiples formas de salir de una situación difícil.
¿Y por qué no? ¡Mira cuánta gente ha intentado mandarnos, y por cuánto
tiempo!
Miro sobre el hombro. Uno de los hombres de Ryodan está allí de pie,
luciendo enojado. Es un tipo que no veo a menudo. Nunca he oído a nadie
decir su nombre. Pienso en él como Sombra porque se desliza dentro de una
habitación sin apenas agitar el aire. Casi lo pasas por alto, lo cual es una hazaña
teniendo en cuenta que es cuarenta y cinco centímetros más alto que yo y debe
pesar unos ciento treinta y ocho kilos. Lo observa todo, como yo. No habla
mucho, no como yo. Alto y musculoso como el resto de ellos, marcado de
cicatrices como el resto de ellos, el cabello como la noche y ojos del color del
whisky en un vaso.
—Te escucho.
¡Un maldito lanzallamas! ¿Por qué no se me ocurrió eso a mí? Lo mejor que
se me ocurrió fue una miserable secadora de cabello. ¡Tengo que comenzar a
pensar a escalas más grandes! Le devuelvo la mirada. Estoy tan furiosa que mi
cabeza está llena de pura molestia.
Me quedo boquiabierta.
—¡Amigo, tienes un caso grave de audición selectiva, del tipo que ignora
276
todas las cosas importantes! ¿A quién le importa cuándo estuve en su estúpida
cama? ¿Cómo mierda mataste a Velvet? ¡Has estado ocultándome cosas! ¡Tienes
que aprender a compartir tus armas!
—Cuándo.
Hay algo en la forma en que pronuncia esa única palabra que me hace
temblar y yo soy difícil de apabullar.
Deslizo una mano en mi bolsillo. Tiro del seguro de una granada. Comienzo a
contar porque tengo que calcular el tiempo perfectamente. No voy a ser
encerrada en ningún lado. No más jaulas para Dani Mega O'Malley. Una fracción
de segundo antes de que estalle, lanzo la bomba a la acera enfrente de ellos.
Detona con el brillante fogonazo Mata-Sombras que Dancer ha fabricado para
mí.
277
Traducido por Xhessii
77
“ ’Cause I’m one step closer to the edge and I’m about to break”: de la canción “One Step
Closer” de Linkin Park.
—Oh, dulce y maldito día —digo embelesada alrededor de un bocado de
chocolate, anticipándolo. Cacahuates y chocolate se quedan atrapados en mi
garganta y casi no puedo tragar. He estado comiendo muchas barras de
chocolate últimamente porque estoy en mucho movimiento y eso es todo lo
que tengo a mano. Estoy teniendo un gran antojo de sal. Algunas veces cuando
como demasiada azúcar me comienzo a obsesionar con la carne en conserva y
repollo de mi mamá con su pan de romero fresco y papas y cebollines y…
¡Santas Cascadas Ashleagh, la boca se me está haciendo agua!
Puedo lidiar con los tres primeros. ¡Dublín tiene que saber sobre el último!
Me encamino hacia el viejo Edificio Bartlett al sur del río Liffey, zumbando
sobre el puente Ha’Penny, congelando el cuadro paralela al agua. Las estrellas
brillan sobre ella, cristales de hielo en una deslizadera de plata. Todo está
besado con el nuevo matiz lavanda metálico que los Fae trajeron con ellos.
Unos segundos después paso rápidamente por las puertas dobles, tiro mi
mochila en una mesa y enciendo las imprentas, soplando mis manos para
calentarlas. Instalo mi pequeña mini impresora y la conecto a mi teléfono para
imprimir las fotos que he estado tomando todo el día. Mis manos están torpes
por el frío. Creo que el Hombre de Hielo está comenzando a arruinar el clima o
algo. Usualmente en mayo tenemos una mínima de cuatro grados y una
máxima de quince. Y yo tengo más calor porque, bueno, corro a todas partes.
Pero he estado fría todo el día. Se siente como si afuera no hiciera más de tres o
un grado bajo cero. Desearía que este lugar tuviera una chimenea como Mac
tiene en Barrons Libros y Curiosidades. He estado evitando esa parte de la
ciudad por semanas. No puedo soportar el pensamiento de verla ir y venir,
sabiendo que estoy muerta para ella. Sabiendo que nunca volveré a poner un
pie dentro de BL&C y me reiré con ella, sintiendo que encajo en alguna parte.
Desearía tener un lugar como Mac lo tiene en Barrons Libros y Curiosidades.
No tengo tiempo para escribir algo realmente entretenido, algo que trato de
hacer siempre que saco un Diario de Dani porque cualquier escritor que se 280
precie de serlo sabe que tiene que darle a la gente pan y circo, junto con la
información que necesitan para salvar su propio trasero. De lo contrario, no lo
leerán. Había una serie en la televisión cuando tenía nueve años acerca de
cómo escribir y mantener a la gente leyendo y yo estaba fascinada por ella
porque sabía que algún día escribiría mis memorias.
¡No tenía idea de que comenzaría a tener un periódico cuando tenía solo
trece años y que publicaría un libro cuando tuviera catorce!
El Diario de Dani
Casi me salgo de mi piel como pasta dental saliendo de un tubo que ha sido
apretado demasiado fuerte. Esperaba que Ryodan me encontrara primero.
Congelo el cuadro.
—Ahora soy un tamizador completo, muchacha. Nunca más serás más rápida
que yo. Estaba volviéndome loco que pudieras huir de mí. Ya no más. —Sus
manos se cierran en mi cintura e intento retorcerme hasta liberarme pero es
como tener tornos de hierro mordiendo mi cuerpo, cerrándose sobre hueso. Lo
miro. El ligero contorno de un torque es luminoso en su cuello. Sus ojos son
fuego iridiscente. Si la locura tuviera un color, éste estaría dando vueltas ahí.
—No, no lo eres. Estás más allá de lo humano. Tú eres lo que la raza debería
aspirar a ser. —Se inclina, huele mi cabello y suspira—. Mantente alejada de
Ryodan. Odio cuando hueles como él. Revuelve mi estómago.
Busco en mi cerebro una manera de salir de ésta. Con mi espada. ¿La tiene en
alguna parte? Dejo caer los párpados, miro la parte inferior de su cuerpo. No
quiero telegrafiar. No la veo por ninguna parte. Jeans, botas, un suéter de
pescador color crema que se estira sobre hombros mucho más anchos de lo
que solían ser. ¿Para darle apoyo a la estructura de alas que está desarrollando?
¿Extraña ser quien era? ¿Es por eso que se viste así? No hay señal visible de
ningún arma en él, pero está mucho más allá de necesitar un arma. Él es un
arma. Hay sangre en su suéter. No quiero saber por qué.
—Ya no, Dani, mi dulce querida. ¿Sabes cómo estoy tan seguro? Soy un
detector de mentiras. Dije: “soy humano” y oí mi propia mentira. —Ríe y hay 282
locura en ella.
—Eres lo que eliges ser —digo. De repente no puedo respirar porque sus
manos se han deslizado sobre mis costillas y está apretando con tanta fuerza
que creo que se van a romper.
—¿Estás bien, muchacha? ¿Te sangran los oídos? Hice que los oídos de la
última mujer sangraran. También su nariz. Y su… bueno, eso no está ni aquí ni
allí.
—No.
Él me mira.
—¿Por qué haría eso?
—Intenté explicarte eso. No escuchaste. Huiste de mí. ¿Por qué huiste de mí?
¿No sigo diciéndote que nunca te haré daño?
—¿La mataste?
—No.
Le doy una mirada. No necesito ser un detector de mentiras para ver a través
de eso. Estaba allí en el furtivo deslizamiento de sus ojos.
—Inténtalo de nuevo.
—No hay mucho que decir. Estábamos teniendo sexo y de repente estaba
muerta.
—¿Solo así?
—Solo así. Fue la cosa más condenadamente extraña. Ni siquiera sé qué hice.
—No. Por eso la mantuve. Quería examinarla para averiguar lo que hice para
no volverlo a hacer. No es como si pudiera estar sin sexo por el resto de mi
vida. Apenas puedo sobrevivir sin él unas pocas malditas horas. Un segundo ella
estaba pasándola genial y yo también, y estaba haciendo sonidos realmente
calientes mientras yo estaba… lo siento, probablemente no quieras oír sobre
eso. No estoy tratando de ponerte celosa, muchacha. Luego ella no se estaba
moviendo y no tienes idea de lo inquietante que fue. Bueno, mayormente. Pero
no enteramente. Creo que el Unseelie en el que me estoy convirtiendo estaba
excitado porque una vez que ella dejó de moverse fue como…
—¡Demasiada información! ¡No puedo oírte! —Comienzo a tararear para
cubrir el sonido de su voz. ¿Celosa? ¿De qué está hablando?
—¿Lo hiciste?
—No. —Me pregunto qué tan loco está—. ¿Te molesta haberla matado?
Él parece horrorizado.
—¡Por supuesto que sí! No quiero matar nada. Bueno… en realidad eso no es
completamente cierto. Sí quiero matar cosas. Muchas cosas. Principalmente a 284
Ryodan últimamente. Puedo perderme en horas de relajante niebla de
pensamientos asesinos sobre ese idiota.
—Dónde está mi espada —lo digo como Ryodan, sin signos de interrogación
al final. Estoy comenzando a entender por qué lo hace. Es una sutil demanda en
lugar de una pregunta. La gente responde instintivamente, contra su mejor
juicio. Ése es Ryodan, siempre jugando con las posibilidades, usándolas a su
favor.
Christian sonríe y por un segundo veo un atisbo de quien era. Ahora que su
rostro ha completado la mayoría de la transición a príncipe Unseelie, sus
expresiones son más legibles. Supongo que los músculos no siempre están
peleando, tratando de formar una expresión. Tiene una sonrisa deslumbrante,
casi matadora, pero no completamente. Es la sonrisa de un hombre que podría
tener a cualquier mujer que quisiera en la cama, pero que simplemente podría
matarla mientras está allí.
—Tienes que admitirlo, el lanzallamas fue condenadamente brillante,
¿verdad? Derribé la cosa directo de la estalagmita y freí a los hombres de
Ryodan. Ni siquiera se les ocurrió. Malditos idiotas. Si quieres algo, tómalo.
—¿Le hiciste daño a mi espada? ¡Espera un minuto! —Me doy cuenta de algo
que no puedo creer que me haya tomado tanto tiempo notar—. ¡No me estás
haciendo sentir como si me estuviera convirtiendo en Pri-ya!
—Descubrí cómo silenciarlo. Es tan fácil como encenderlo. Todo lo que tengo
que hacer es esto.
—Muchacha, no me mires de esa manera. Por otro lado, hazlo. Sí. Sí.
Exactamente así. Princesa, me matas.
Sin sus manos sosteniéndome, caí como una caja de cartón mojado. Me
siento allí, mirando alrededor pero sin ver nada, tratando de aclarar mi cabeza.
O bien se ha ido completamente o se está silenciando una vez más. Pero las
secuelas persisten.
Su voz flota hacia abajo desde algún lugar en las vigas del techo sobre mi
cabeza.
—La primera vez, ¿eh? Estaba bastante seguro, muchacha, pero me gusta
oírlo de ti. Esperaré. Yo también quiero que elijas tu primera vez. Será chocolate
y rosas. Música y dulces besos. Todo con lo que una muchacha sueña. Quiero
que sea perfecto para ti.
—No hay problema. Bueno, sí lo hay. Pero me encargaré de eso. Por ahora.
—Me siento tan insegura sin mi espada. —Miro el techo con los ojos
entornados. El Edificio Bartlett solía ser un antiguo almacén antes de ser
convertido. Dejaron las vigas de acero expuestas cuando se mudaron. No lo veo
ahí arriba por ninguna parte.
Bajo la mirada a la reliquia Seelie en sus manos, uno de los cuatro talismanes
Fae que solo los humanos y aquellos de la Corte de la Luz pueden tocar. Podría
tomarla, hundir la hoja a través de su corazón y liberarme de él para siempre.
Él la aleja.
—¿Puedo tenerla ahora? —La quiero tanto que mis palmas pican.
—Claro que lo haría. Pero no voy a hacerlo. —No ahora mismo, de todos
modos.
Su sonrisa es cegadora.
—Bien, porque tengo otro regalo para ti esta noche. Sé que te gusta salvar
humanos, así que voy a ayudarte. Puedes considerarlo como uno de mis
muchos regalos de boda anticipados.
—Es difícil de traducir. Los Unseelie tienen cuarenta y nueve palabras para
hielo, y hay un matiz en d’J’hai que no estoy seguro de entender. Vagamente, lo
llamaría el Rey Escarcha.
—Oh, y ahí está la mujer que serás algún día —murmura Christian—. La
suficiente pasión para dirigir un ejército. No es que tenga uno. Todavía.
Puede que quiera un príncipe Unseelie con correa, pero necesitamos poner
las cosas en claro.
—¿Ejército? Dani, mi hermoso fuego fatuo78, ¿de qué estás hablando? Estaba
contándote del Rey Escarcha. ¿Vienes o no? Es una noche perfecta para estar
vivos. Tenemos un monstruo que atrapar. —Él me guiña un ojo—. Y esta noche
no soy yo.
289
78
Fuego Fatuo: fenómeno consistente aparentemente en la inflamación de ciertas materias
(fósforo, principalmente) que se elevan de las sustancias animales o vegetales en putrefacción, y
forman pequeñas llamas que se ven andar por el aire a poca distancia de la superficie, se
encuentran en los lugares pantanosos y en los cementerios.
Traducido por yanli, Xhessii y hatlish
Yo no sé nada de mi mundo.
79
“I walk up on high and I step to the edge to see my world below”: de la canción “The World I
Know” de Collective Soul.
los paneles de las ventanas y horneamos y limpiamos y somos mujeres
normales, y el Subterráneo donde una ciudad oscura gira y se retuerce, con
pasillos, catacumbas y bóvedas, y solo el dulce Señor sabe qué más. Allí,
aquellas de nosotras en el Haven nos convertimos en algo más a veces, algo
antiguo en nuestra sangre.
La primera vez que ella me dijo su nombre para ellos, me reí. Eso fue cuando
mi familia acababa de morir y yo estaba ebria de libertad. Por primera vez en mi
vida, cuando todos estaban preocupados por los muchos nuevos monstruos
sueltos, yo me sentía gloriosa y delirantemente segura. Mis monstruos habían
desaparecido. Habían estado intentando sacarme una vez más de la abadía, mi
madre con un evidente destello triunfal en los ojos en la última cena de
domingo, y yo estaba segura de que ella y mi padre finalmente habían dado
con algo que Rowena quería lo suficiente para renunciar a mí. Durante años, la
diminutiva Gran Maestra había comandado mi ciega devoción simplemente por
ser un baluarte entre ellos y yo.
Los AFIs ya no son motivo de risa. Nunca lo fueron. Éste fue descubierto hace
una semana, dirigiéndose directamente hacia nuestra abadía. Perdimos días
rastreando su progreso, intentando concebir formas de desviarlo. Nada
funcionó. No es como si un AFI pudiera ser sacado de curso con un ventilador
gigante. ¡Soy la líder de este enclave, y aun así soy incapaz de hacer algo tan
simple como protegerlo de ser tragado por una pieza fracturada de Faery! El AFI
no es ni siquiera un enemigo inteligente. Es simplemente un accidente de las
circunstancias.
Luego están los enemigos inteligentes de los que tengo que preocuparme.
Los pensantes, los codiciosos cuyo piso Superior nunca coincide con su
Subterráneo, quienes sin duda incluso ahora están hablando del depósito de
infinito conocimiento y poder que el mundo ahora sabe que tenemos
encerrado bajo nuestra fortaleza, custodiado por doscientas ochenta y nueve
mujeres increíblemente ineptas con edades comprendidas desde los siete años
hasta Tanty Anna, de ciento dos.
Con Margery.
—Pero no lo quiero ahí —les dije—. ¿Qué debo hacer con eso? ¿No
podemos moverlo?
—¡Llévatelo, entonces!
Empiezo a vestirme.
Inteligente y duramente nos dejaría sin casa, replicó ella. Es por la audacia
que la abadía todavía se mantiene en pie.
80
Hora de las brujas: hora del día donde las criaturas sobrenaturales (brujas, demonios y
espíritus) aparecen y cuando la magia negra es más efectiva.
En ese punto ella tiene razón, pero aquí, entre nosotras y por el destino de
mis chicas, es un problema más profundo. A ella no le importa. Para obtener el
control, Margery llevaría a las sidhe-seers a su muerte, porque para ella, el
liderazgo no es sobre el bienestar de ellas, sino solo el suyo. Irónicamente, su
narcisismo la hace carismática donde yo no lo soy. En mi camino a la ciudad
reflexiono sobre la necesidad de encanto en mi gestión hacia las chicas. Es claro
que una decisión acecha: dedo abdicar el liderazgo o cambiar en más formas de
las que estoy segura de que puedo sobrevivir.
Llego a Chester’s justo después de las diez, sorprendida al encontrar una fila
que abarca tres demolidas cuadras de la ciudad. No tenía idea de que tanta
gente joven estuviera viva en Dublín o de que podría encontrarlos haciendo fila
como si fuera una noche común de martes, como si este fuere el nuevo Temple
Bar. ¿No saben que el mundo está infectado y muriendo? ¿No sienten los
cascos retumbantes de los Jinetes del Apocalipsis? Uno ha estado sin montura
por ahora, aunque me sonrió seductoramente desde mi diván antes de que me
fuera. Otro está siendo reconstruido. Pronto volverán a ser cuatro.
Mientras subimos al segundo piso, miro los subclubs y veo a Jo, vestida como
una niña católica de edad escolar. No me gustan las burlas a mi fe y todavía
estoy inquieta por su decisión de trabajar aquí, pero ella hizo apasionados
argumentos, fuertemente comprometida con su misión de reunir inteligencia en
su fuente más rica. Todavía tiene que contarme algo que me haga sentir que
someterla a este pozo negro vale la pena. Conozco una cosa sobre la gente: de
quién y con qué nos rodeamos es quién y en qué nos convertimos. En medio de
la gente buena, es fácil ser bueno. Pero en medio de gente mala, es fácil ser
malo.
Cuando llegamos a la parte superior de las escaleras, encuentro que mis ojos
son atraídos hacia el subclub donde los meseros visten solo ajustados
pantalones de cuero negro y un moño, revelando vastas extensiones de piel
bronceada y musculosa, y en otros casos generosos pechos desnudos. Solo los
hermosos son contratados aquí. Mi respiración se atasca. Uno de los meseros
tiene una espalda hermosa, una adorable manera de mover sus miembros
largos. Podría verlo caminar por horas. Soy una mujer y aprecio a un hombre
con una buena espalda. Estoy aliviada porque no es Cruce. No me ha pervertido
tan completamente como para que ya no encuentre atractivos a los hombres
humanos.
Puedo ver hacia afuera por todos los lados, arriba y abajo. Desde la atalaya
de cristal de Ryodan, él estudia su mundo con ojo desnudo y cámara. El
perímetro de la habitación, el techo, está alineado con cientos de pequeños
monitores, con tres filas de profundidad. Los miro. Hay cámaras enfocadas en
cada habitación, casi desde todos los ángulos. Hay habitaciones que son
sórdidas más allá de mi conciencia de tales actividades. Éste es el mundo que
debo conocer si voy a dirigir a mis chicas.
Miro un rostro que es ilegible. De este hombre se dice que tiene tres
expresiones y solo tres: burla divertida, cortés distancia o enojo. Se dice que si
vez enojo, estás muerto.
No puedo encontrar palabras que decir. Decido usar las que tengo.
—No existes.
298
—Tócame, Katarina. Dime que no existo. —Él roza mi mejilla con un beso y
tiemblo—. Gira tu cabeza hacia mí y te besaré como una mujer debería ser
besada. —Espera, con la boca rozando mi mejilla, a que me vuelva aunque sea
ligeramente, abra los labios y acepte su lengua. Tiemblo de nuevo. Este hombre
no me besaría como me gusta ser besada, sino como él lo hace. Su manera es
demasiado dura, demandante, peligrosa. Su manera no es amor. Es pasión y
quema. Incinera. Solo deja ascuas con tanta seguridad como el AFI que sus
hombres ataron en mi abadía la noche anterior.
Cuando me alejo, él ríe y deja caer su abrazo suelto. Le doy una mirada
penetrante.
Él sonríe débilmente.
—Ah, entonces así es como vamos a estar. Hablas elocuentemente para ser
alguien que no dijo una palabra hasta que tuvo casi cinco años.
No estaré desconcertada. Así que sabe que no tuve voz por años después de
haber nacido. Muchos conocen la historia. El dolor de las emociones del mundo
me abrumó al nacer. Yo fui un bebé terrible, una niña horrible. Lloraba sin cesar.
Nunca hablaba. Me acurrucaba en una bola e intentaba escapar del dolor del
mundo. Me llamaron autista.
—Gracias.
—¿Cómo iban a hacer una gran alianza con los criminales más grandes y más
desagradables si su única hija casadera estaba defectuosa? —digo secamente. 299
Él ríe.
—Ahí estás, detrás de esa eterna serenidad. La mujer que siente. Lo curioso
es que yo también pensé que estaba solo en este cuarto. Hasta que dijiste eso.
La carencia de emoción aquí no es solo mía. —Su sonrisa se desvanece y me
mira directamente a los ojos con una mirada tan penetrante, directa e incómoda
que me hace sentir como un insecto clavado en un tablero, preparado para la
disección—. No me debes nada más.
Parpadeo.
—Tal vez. Pero incluso tú tienes que admitir que luce bien con el uniforme.
—¿Cuánto tiempo?
—No lo he decidido.
—¿Por qué?
—Él es... —me detengo y suspiro. Este hombre no entendería nada de lo que
diría.
—Adelante.
—Alma gemela.
—¿Para quién? Tu Dios puede amar a las almas gemelas, pero el hombre no
lo hace. Tal pareja es vulnerable, sobre todo, si son tan tontos para permitir que
el mundo vea lo brillantes y felices que son. Sus riesgos aumentan diez veces
más en tiempos de guerra. Hay dos cursos que puede tomar una pareja en tales
circunstancias: adentrarse en lo profundo del país y esconderse tan lejos de la
humanidad como sea posible, esperando que nadie los encuentre. Porque el
mundo sí los separará.
Se equivoca. No sabe nada de las almas gemelas. Aun así, no puedo dejar de
preguntar.
301
—¿Y la otra?
—Quiero decir que mires, Katarina. Que veas las cosas como son. Deja caer
tus anteojeras y levanta la alcantarilla a nivel de tus ojos; admite que estás
nadando en la mierda. Si no reconoces la cagada que se dirige a toda velocidad
por el desagüe hacia ti, no puedes esquivarla. Tienen que afrontar cada reto
juntos. Porque el mundo sí los separará.
—Eso no es amor.
—No dije que lo fuera. —Él esboza una sonrisa, dientes blancos reluciendo
en las sombras—. Prefiero la guerra. Los colores son más brillantes; la comida y
la bebida son menos usuales, y por ello mucho más dulces. La gente es mucho
más interesante. Está más viva.
Busco en sus ojos y veo que, de alguna manera, él conoce mi más profunda
302
vergüenza. Ellos tienen una risa secreta y una cierta divertida resignación. Como
si hubiera visto las estupideces de la humanidad tener lugar frente a él tantas
veces, que han comenzado a… no dolerle, pero quizá sí a perturbarle. Como si
se cansara de ver a las ratas del laberinto chocarse con las mismas paredes una
y otra vez. Amplío mi don empático, empujo con todo lo que tengo y aun así no
puedo siquiera sentir que él está en la habitación conmigo. No hay nada donde
él está de pie.
—Si no le dices a Sean que Cruce está follándote mientras duermes, eso
destruirá lo que tienes con él con mayor seguridad de lo que lo podría hacer
cualquier trabajo en mi club. Eso, ahí abajo. —Señala a Sean sirviendo un trago
a una bonita y casi desnuda Seelie—. Es un bache en el camino, una prueba de
tentación y fidelidad. Si Sean te ama, la pasará con gran éxito. Cruce es una
prueba para tu maldita alma.
—O algo bueno.
81
“In the white room”: de la canción “White Room” de Cream.
sus brazos alrededor de mí. Su último tamizado nos depositó en diagonal a
Barrons Libros & Curiosidades, con la calle entre nosotros.
No he estado aquí desde la noche en que Mac descubrió la verdad sobre mí.
La noche en que me horneó un pastel, pintó mis uñas y me salvó de la Mujer
Gris, solo para terminar lista para matarme con sus propias manos unos
minutos después.
Luces ámbar brillan detrás de los paneles de vidrio tintado con un indicio de
verde.
Es todo lo que puedo hacer para no ir, golpear la puerta, y decir: “¿Qué tal,
amigo?”
Nunca golpearé esa puerta otra vez.
—¿Qué demonios están haciendo los ZCF aquí? —Todo el techo está
cubierto de Zombis Come Fantasmas. Enormes buitres anoréxicos, con cuerpos
encorvados de forma espeluznante y aspecto sombríamente demacrado que
desafía la descripción, se amontonan en sus voluminosas túnicas negras,
empolvadas de tierra y telarañas, inmóviles. Carroñeros, juntos hombro con
hombro, están tan fijamente quietos como una vigilia por un muerto. No estoy
segura de siquiera haberlos notado si Christian no los hubiera señalado. No
están chillando y de alguna forma es peor que estén en silencio—. ¿Por qué
están en el techo de Mac de esa forma?
Le doy una mirada. Sus ojos están salvajes. Éste es un tipo que está
seriamente al borde, balanceándose, dando vueltas.
—Si quieres detener al Rey Escarcha, tendrás que venir conmigo, muchacha.
Te llevaré a la biblioteca del rey Unseelie. Si hay respuestas, se encontrarán allí.
Luego lo sigo. ¡Amigo! ¡Entro a una pared de ladrillo! Es la cosa más rara que
he sentido jamás. Como si fuera una esponja y yo fuera una esponja y por un
segundo todas nuestras partes de esponja son una y no solo tengo
pantalones82 cuadrados, todo en mí es cuadrado porque soy parte de la pared,
luego soy yo de nuevo y la pared en cierta forma me expulsa del otro lado en
una habitación completamente blanca.
82
N. de T.: referencia a Bob Esponja, cuyo nombre en inglés es Spongebob Squarepants (Bob
Esponja Pantalones Cuadrados).
niebla plateada, pero las cosas que se mueven en sus nebulosas sombras son
demasiado rápidas y extrañas para definir.
—Solían colgar de la pared. Los mezclé para que si alguien más sabía adónde
iban, se perdieran. El que tomamos solía ser el cuarto desde la izquierda. Ahora
es el segundo de la derecha.
Miro alrededor una última vez, no sé, quizás buscando estorninos cansados83,
pero no hay ninguno, y entro al espejo detrás de él. Me pongo toda esponja
una vez más y esta vez es como si atravesará un montón de cosas y justo
cuando estoy comenzando a ponerme un poco tensa al respecto,
preguntándome si todas mis partes van a volver a juntarse, soy expulsada hacia
la espalda de Christian.
—¿Cosas malas?
Miro alrededor.
—¿Dónde estamos?
Él repica suavemente.
83
N. de T.: referencia a la letra de la canción que da título al capítulo.
Se detiene abruptamente y me doy cuenta de que estaba riendo. Estoy
comenzando a entender cómo interactuar socialmente con un príncipe
Unseelie.
—Sus residuos aún están aquí. Se amaron tan intensamente que momentos
de sus vidas han sido grabados en la estructura de la mansión. Algunos dicen
que el rey la diseñó así, porque si un día la perdía él podría venir a vivir aquí
con el residuo de ella. Algunos dicen que la mansión fue construida del tejido
de memoria y es una criatura viviente, con un gran cerebro y corazón, ocultos
en algún lugar de la casa. No tengo deseos de creer eso porque significaría que
la Mansión Blanca puede ser asesinada, y ella nunca debería morir. El registro
309
del más grande amor en la historia de la Historia se perdería, con innumerables
artefactos de miríadas de universos que nunca podrían ser juntados otra vez.
Este lugar es un hogar, una historia de amor y un museo, todo en uno.
—Si te quedaras aquí, Dani, mi luz de amor, nunca morirías. Nunca tendría
que preocuparme porque alguien te haga daño. Nunca.
—Si, y yo tendría, como, catorce años para siempre. Me gustaría crecer unos
centímetros más —digo irritablemente. En más de unos cuantos lugares. Si 310
intenta mantenerme aquí en alguna clase de creencia lunática de que soy su
reina, teñiremos este lugar con una clase totalmente nueva de residuo: sería
guerra en la Mansión Blanca.
—Pensé que dijiste que estaban locamente enamorados. ¿Por qué está
llorando?
—Se cansó de estar sola mientras el rey trabajaba en sus experimentos. Lo
esperó cientos de miles de años, sola excepto por aquellas pocas criaturas en
las que él confiaba, y sus visitas ocasionales.
Pasamos sobre pisos de mármol color limón en alas soleadas con altas
ventanas que enmarcan brillantes días de verano, por pisos de cuarzo rosa que
reflejan tonos violeta de puestas de sol más allá, a través de azulejos de bronce
que serpentean a través de habitaciones que no tienen ventanas, solo sillas
majestuosas, enormes y dignas de reyes, sofás y camas. Hay chimeneas aquí tan
altas como una pequeña casa, con techos más altos que los capiteles de las
catedrales.
—Algunos dicen que continúa eternamente, que el rey creó una casa que
crece constantemente.
311
—¿Cómo encuentras algo?
Vacila.
—¿Qué dice?
Se detiene
A pesar de lo descomunales que son las puertas, puedo extender mis brazos
tanto como es posible y las puntas de mis dedos rozan las paredes de libros a
ambos lados. Alineadas con estantes y cubículos y escritorios empotrados que
se abren sobre bisagras invisibles y que están cubiertos por más libros, frascos y
chucherías, cada superficie horizontal está apoyada sobre ángulos desiguales y
84
N. de T.: en el original, “it’s not in English”, “no está en inglés”.
absurdos que desafían la física. Las cosas en estas repisas no deberían quedarse
sobre ellas. Los estantes de libros se inclinan y se ciernen sobre mí en lugares,
lo que significa que los libros deberían estar cayendo sobre mi cabeza. Las
paredes se elevan hacia un techo más allá de mi línea de visión. Es como estar
en el fondo de un irregular abismo de libros y hay millones de ellos en todos
los colores, formas y tamaños.
Aquí, el pasaje entre los estantes se amplía a seis metros, allí se estrecha
hasta apenas lo suficientemente para que pueda girar y forzarme a pasar a
través de ellos. Mastico una barra de chocolate tras otra mientras me adentro
más en el lugar alocado.
—Un Fae podría. —Su voz flota hacia abajo desde algún lugar por encima de
mí. Supongo que está tamizándose de arriba a abajo por los estantes.
Paso por una puerta baja, la parte superior de la cual es una repisa de libros
invertidos. Deberían estar cayéndose sobre mi cabeza cuando paso bajo ellos. 313
Hay una placa de bronce en el techo junto a ellos, supongo que dice qué
sección es, pero no puedo leer el idioma. Me estiro y saco uno del estante.
Tengo que tirar, como si el libro estuviera fijado con pegamento o algo, y sale
con un pop mojado. La cubierta verde pálido es suave y cubierta de musgo, y el
libro huele a madera después de una lluvia de primavera. Lo abro y me doy
cuenta de que no tiene sentido traerme aquí. No puedo leer una palabra. Está
todo en algún otro idioma y no tengo idea de cuál es. Ni siquiera Jo podría
traducir esto.
Abro el siguiente libro que saco con más cautela. Lo mismo sucede, solo que
esta vez un párrafo completo salta de la página en el segundo que lo abro y
aterriza sobre mi estómago. Lo golpeo pero las palabras son pegajosas como
telarañas y solo tengo éxito en desparramarlas sobre mi camisa. Entonces todas
comienzan a separarse y paso los siguientes minutos tratando de atraparlas a
todas y ponerlas de regreso en el libro, pero cada vez que lo abro, algo más
sale.
—No te estás metiendo con los libros Boora-Boora, ¿verdad, Dani? —dice
Christian desde algún lugar muy lejano—. Estás terriblemente silenciosa allí
abajo.
—¡Ay! ¡Podrías habérmelo dicho antes! —Tan pronto como dijo la palabra 314
“picar”, comenzaron a hacerlo. Les pego con el libro en el que se supone que
deben estar. Se escabullen bajo una pila de manuscritos inestables y
desaparecen. Suspiro, esperando que no fueran una parte crítica de algo que
alguien venga a buscar en algunos cientos de años, y devuelvo el tomo a su
estante invertido—. Entonces, ¿no todas las palabras son autopropulsadas de
esa manera?
—Algunos de los libros son solo libros. Malditamente pocos, sin embargo.
—Aún no.
Espero, pero no hay respuesta. Entrecierro los ojos hacia el techo. Podría
estar en cualquier parte, tamizándose de estante en estante. Cuando dijo que
me iba a llevar a la biblioteca del Rey Unseelie, esperaba algo como la que
tenemos en la abadía. Incluso si pudiera leer cualquiera de los idiomas en que
los libros del Rey Unseelie están escritos, tomaría una eternidad buscar en este
lugar, sin mencionar un par de tropecientas escaleras. Fue estúpido venir aquí.
Sin embargo, no me arrepiento, porque ahora sé cómo entrar en la Mansión
Blanca. ¡Amigo! Qué lugar más perfecto para esconderme por un tiempo si lo
necesito. Y hay tanto que explorar. ¡Quién sabe qué clase de cosas útiles podría
encontrar aquí!
—¡Christian! —grito otra vez mientras estudio los contenidos visibles a través
del grueso vidrio ondulado.
Obtengo una respuesta esta vez, pero es tan lejana que no puedo entenderla.
315
—Amigo, a menos de que estés buscando algo, ¡esta es una total pérdida de
tiempo! Preferiría estar de regreso en Dublín, investigando.
Una de las botellas tapadas tiene una gota carmesí en el fondo. La tomo y la
giro sobre mi mano, observando el líquido carmesí ondularse. Colores de
arcoíris pasan rozando la superficie en diseños caleidoscópicos. Es tan hermoso
que casi no puedo quitar mis ojos de ella. Doy vuelta la botella y estudio la
etiqueta en la base. Sin idea de lo que los símbolos jeroglíficos significan.
Mientras devuelvo la botella a su posición original, debo haber movido la tapa
un poco porque capto un toque de la esencia de su contenido y es como meter
la nariz directo en el cielo. Son jazmines nocturnos y pan recién horneado,
pescado hecho en casa y patatas y aire salado, es el olor del cuello de mi mamá,
pijamas recién lavados y el sol brillando en la piel de Dancer. Es la esencia de
todas mis cosas favoritas envueltas en una sola. Juro que mi cabello se eleva
con su brisa. Gimo y saco una barra de chocolate, abruptamente hambrienta.
—Porque lo es.
—¡Amigo, huele como el cielo! Hay algo mal con tu nariz. Quizás ahora solo
te gustan los olores Unseelie. —¡No puedo esperar a ver qué cosa genial sale de
esto!
85
N. de T.: letra alterada del título de la canción “In The Court of the Crimson King”, (“En la Corte
del Rey Carmesí”) de King Crimson.
—Huele —dice él directamente sobre mí—. Como intestinos putrefactos
¿Qué abriste? ¿Un libro? —Se deja caer a mi lado, cargando una pila de libros
bajo su brazo. Estoy agradecida de ver que encontró algo—. ¿Una botella?
¡Cristo, muchacha, no puedes ir abriendo botellas al azar en este lugar! Dame
eso. Vamos a ver qué has hecho.
—CORRE.
Aun así… no puedo evitar intentar echar un vistazo sobre el hombro. Soy la
que lo sacó. Tengo que saber qué es para poder cazarlo y matarlo.
—NO MIRES HACIA ATRÁS —ruge Christian.
Tomo su mano ignorando el gemido que emite. Él entrelaza sus dedos con 318
los míos y soy atacada por una ola de excitación.
—¡Apágalo, ahora!
—¿Cómo mata?
—Nos prefiere vivos. Una vez mantuvo a dos príncipes cautivos durante casi
cien mil años antes que el rey la detuviera. Entre otras cosas asquerosas, trató
de engendrar con nosotros. No tenía idea de que él la había guardado en su
biblioteca. Todo el mundo pensó que había destruido a la perra.
—Porque somos inmortales, y una vez que ella toma lo que quiere de
nosotros, nuestros cuerpos lo vuelven a generar. Luego ella lo toma de nuevo.
Somos un suplemento que nunca termina. Simplemente puede mantenernos
encadenados, sentarse y tejer.
—¿Qué es lo que quiere de ti? —Una nube de humo rojo se desliza sobre mi
hombro—. ¡Date prisa Christian! ¡Tenemos que ir más rápido! ¡Sácanos de aquí!
Corremos por los pasillos de bronce, giramos por las alas de limón, hasta que
finalmente patinamos hacia el mármol blanco. Juro que puedo sentir a la Bruja
respirando en mi cuello.
La Bruja Carmesí es la criatura más repugnante que he visto jamás. Peor que 319
la Mujer Gris, peor que los príncipes Unseelie, incluso peor que Papa Roach, y
tengo un odio especial por las cucarachas. Las cucarachas pasan demasiado
tiempo en el suelo. Mi jaula estaba en el suelo.
—Entre otros. También tomaría los tuyos. Aunque los tuyos se pudrirían
antes.
—¿Puedes ir más rápido? —Me gustan mis intestinos. Quiero tenerlos por
mucho tiempo.
Salimos del espejo en una explosión hacia el segundo salón blanco y
saltamos de cabeza al espejo siguiente. Pasamos a través de múltiples espejos,
perseguidos por el olor a carne podrida.
—Lo hice. Luego estaba todo esa cosa de “léelos y llora” grabada sobre la
puerta. ¿Qué advertencia no entendiste?
¿El Rey Escarcha congeló algo en este callejón en las pocas horas en que no
estuvimos? No puede hacer más de doce grados bajo cero y la sensación
térmica es asesina. ¡Nunca hace tanto frio por la noche! Y nunca en el espacio
de unas pocas horas. Miro alrededor buscando una escultura de hielo.
—No, no lo eres —dice Ryodan—. Y dónde mierda has estado. Sabes los
problemas que me has causado.
—Amigo, solo me fui por, como, dos horas. Y tenemos problemas más
grandes en este momento —digo.
—Nunca más irás a ninguna parte sin mí —me dice Ryodan—. Si lo haces, te
encerraré en mi calabozo hasta que te pudras.
Me enfurezco.
—Sella la pared —le dice a Barrons—. Y sácala de aquí. Es hora de que el 321
Highlander muera.
Debería huir antes de que ella se vuelva contra mí, también, pero a
mis pies parecen haberles brotado raíces congeladas. 322
Barrons y Ryodan yacen en el callejón sobre sus espaldas, la sangre tiñendo
la nieve en círculos cada vez más amplios alrededor de ellos, y yo me quedo
boquiabierta, pensando: ¡No pueden morir! ¡Los superhéroes no mueren!
La Bruja Carmesí no solo los perforó, los despellejó desde la ingle hasta el
cuello, y los dividió a través del hueso. De un rápido tirón arrancó todos sus
intestinos y órganos internos de sus cuerpos. Es un movimiento que ha tenido
cientos de miles de años para perfeccionar. Perforar, despellejar, arrancar. Sus
pechos y cavidades abdominales están abiertos y vacíos. La única forma en que
la perra traicionera podría haberles hecho esto era tomándolos por sorpresa.
¿En qué demonios estaba pensando, parada ahí diciendo otra cosa que no
fuera: "Huyan"? ¡Riñendo como siempre, como si tuviéramos todo el tiempo del
mundo y siempre lo tendríamos!
86
“I’m swimming in the smoke of bridges I have burned”: de la canción “Burning In The Skies”
de Linkin Park.
quizás Ryodan usaría cualquiera que sea el arma secreta que usó contra Velvet
contra ella. ¡Nunca en tropecientos años pensé que algo podría
verdaderamente matarlos!
Pero ella salió de la pared como una explosión y sus lanzas los atravesaron
antes de que cualquiera de nosotros pudiera siquiera reaccionar. Sus cuerpos
todavía se están moviendo pero creo que son solo las últimas contracciones
que un cuerpo hace cuando es traumatizado tan abrupta y completamente.
Hacía arriba.
Ryodan hace un sonido burbujeante como una risa sangrienta. No creo que
ni siquiera le queden las partes para reír.
—Ponte en la fila.
—Bueno, eso fue fortuito. —Christian rodea sus cuerpos y se mueve hacía mí,
riendo—. Dos muertos, faltan siete. Me pregunto si simplemente podemos
llevar a la perra hacia ellos. Mac, también.
—¡Solo quería que me dejara en paz! ¡Y nunca quise que Barrons muriera!
¡Aw, mierda, Mac! —digo en un lamento. Miro la parte trasera de la librería,
ahora incluso más miserable que antes. Mac está ahí adentro. ¿Cuánto tiempo
pasará antes de que salga y encuentre a Barrons en el callejón, desangrado en
la nieve? ¿Cuánto antes de que también descubra mi complicidad en esto?
Puedo verla, encontrándolo, arrojándose sobre su cuerpo, llorando. Otra trágica
pérdida en su vida.
Todo fue por nada. Los libros fueron tirados, olvidados. Miro a la pared.
Seguro, podría volver a entrar, pero no puedo leer nada de las cosas de la
biblioteca, así que, ¿cuál es el punto? ¿Y quién sabe qué otra cosa podría liberar
al abrir algo más ahí?
—Quizás. Pero nunca te acercarías lo suficiente. Sus agujas son más largas 326
que tu espada. Tendría tus tripas en su vestido antes de que siquiera lograras
moverla.
—No tanto.
Si Mac saliera por esa puerta e intentara matarme en este momento, no estoy
muy segura de cuán bien pelearía.
Miro a Barrons y Ryodan una última vez. Tengo que corregir esto de alguna
manera. Tengo que equilibrar la balanza y hay mucho en mi contra.
—Acércate a mí otra vez y te mataré —digo, suave como Ryodan solía hablar.
Congelo el cuadro hacia la noche.
327
Traducido por Shadowy y Susanauribe
aso los dos días siguientes pegando concisos Diarios de Dani que
Pdescriben a la Bruja Carmesí y su M.O.88, a la caza de Dancer,
recolectando el resto de bolsas ziplocks que necesito de las otras escenas
congeladas (excepto el club debajo de Chester’s, al cual no tengo ninguna prisa 328
por acercarme), y llenando mi mochila de muestras. Son algunos de los días
más miserables de mi vida. Subo y bajo como un maldito elevador psicótico
que está siendo controlado por algún maldito niño psicótico, presionando
botones de pisos al azar. Un segundo estoy pavoneándome, al siguiente estoy
abatida.
Un minuto estoy eufórica porque nunca tengo que volver a trabajar. Mi vida
es mía. Jo puede renunciar al subclub. Dejará de usar cosas brillantes entre sus
tetas y de acostarse con Ryodan. Al siguiente minuto recuerdo que si los
hombres restantes de Ryodan se enteran de que yo siquiera tuve una mínima
parte en la muerte de su jefe, estoy más muerta que todos los muertos de
Dublín. Además, la Bruja Carmesí está suelta, el Rey Escarcha todavía está ahí
afuera, Dublín esta lentamente convirtiéndose en la maldita Antártida, Christian
y yo no estamos en buenos términos, y ahora Mac tiene el doble de razones
para matarme, asumiendo que lo sepa.
No puedo decidir si ella lo sabe. Un minuto creo que sí, al siguiente no.
Tengo dos lugares más para buscarlo, luego se me acaban los lugares.
Fui a la Trinity College y recorrí todas las cosas geniales allí. Nunca llegué a ir
a la escuela, así que fue agradable ver los salones de clase y laboratorios y
bibliotecas y la gente siendo toda social en lugar de ser reservados todo el
tiempo. No podía entender el crecer de esa forma. Mamá me enseñó a leer. Me
enseñé el resto yo misma. 330
Pasé por los museos, por la fábrica de cerveza, pasé el rato en Temple Bar,
visité las catacumbas debajo de la Catedral de la Iglesia de Cristo y la Iglesia de
St. Michan, y finalmente perseguí los ríos subterráneos. Escuchaba cuando los
universitarios hablaban entusiasmados de sus lugares favoritos y también fui
allí. Presté atención cuando la gente mayor hablaba en las calles acerca de
cosas que solían ser.
—Pensé que te gustaría. —Levanta sus lentes de la losa, los empuja hacia
atrás sobre su nariz y me sonríe. Sus ojos están rojos como si hubiera estado
estudiando por demasiado tiempo. Es alto y delgado y casi perfecto. Le
devuelvo la sonrisa y solo nos sonreímos el uno al otro por unos segundos,
porque estamos tan felices de vernos de nuevo. Es una gran ciudad. A veces me
siento sola en ella. Entonces veo a Dancer.
Tiro mi mochila sobre una mesa plegable cercana y saco mis bolsas ziplock y
las fotos para agregar a su tablero. Él se acerca y las clasificamos en un silencio
feliz, rozando los hombros y sonriéndonos. Sigue mirándome como si no
pudiera exactamente creer que esté allí. El tipo está actuando como si
89
Fornix: tipo de arco romano similar al Arco del Triunfo de París.
90
Pièce de résistance: Atracción principal.
realmente me hubiera extrañado. Siempre estamos contentos de vernos, pero
algo es diferente hoy.
—Amigo, solo había diez. ¡Tienes, como, veinticinco pines en este tablero!
¿Estás diciéndome que quince lugares más fueron congelados en los últimos
días?
—Mega, la última vez que te vi fue hace casi un mes. El día que intentamos
recuperar tu espada de Jayne.
Me quedo boquiabierta.
—Estaba preocupado.
Lo miro. Está mirándome directamente a los ojos, más serio de lo que jamás
lo he visto. Me pone incómoda. Como si se supusiera que dijera algo y no
supiera qué.
—Amigo, supéralo. Soy la Mega. Nunca tienes que preocuparte por mí. He
estado sola siempre. Me gusta de esa forma. —Le doy mi sonrisa característica.
—Solo digo, que no te preocupes por mí. Es estúpido preocuparse por mí.
Puedo cuidar de mí misma.
—No dije que tú fueras estúpido. Dije que era estúpido preocuparse por mí.
—¿Eh?
—No me digas qué puedo y qué no puedo sentir. Si tengo ganas de 333
preocuparme por ti, lo haré.
—No estoy siendo cortante. Estoy ofendido. Te fuiste casi un mes. Entre
esquivar al imbécil psicótico que te acosa día y noche, analizar la evidencia, y
tratar de salvar a esta ciudad, he estado frecuentando cada escena congelada
que aparece. Visitándolas dos y tres veces al día. ¿Sabes por qué?
Me quedo mirándolo. Nunca hablamos de cosas así. Esto apesta a jaula para
mí. Como si hubiera otra persona con quien tuviera que reportarme ahora.
Como si mi vida no fuera ya propiedad de demasiadas otras personas.
Me da una mirada que es del antiguo Dancer pero un poco cauteloso, así que
aumento el voltaje en mi sonrisa hasta que él me la devuelve.
—No, tú lo eres.
Nos sonreímos mutuamente por lo que se siente como una hora de cielo, y
así de fácil, todo está bien entre nosotros una vez más.
¡Me cuenta que un enorme AFI de fuego casi quemó la abadía hasta las
cenizas! Evaporaba hierro y concreto y si hubiera llegado a la abadía, no hubiera
quedado nada. Pero los hombres de Ryodan lo detuvieron atándolo al suelo de
alguna manera. No me gusta que esté allí afuera junto a la abadía, atado o no.
Me pone nerviosa. 336
Le cuento sobre los libros Boora-Boora y él se muere de la risa por mí
persiguiendo las rebeldes oraciones. Me cuenta cómo WeCare comenzó a pintar
edificios de blanco para que las personas supieran que es uno de ellos, y si
entras y te inscribes, y asistes a las reuniones, te dan toda clase de comida y
cosas. Le cuento sobra R’jan tratando de posicionarse como rey de los Fae y que
el monstruo de hielo tiene un nombre: el Rey Escarcha. Creo que es lo más que
nos hemos contado sobre los detalles diarios de nuestras vidas. Me cuenta que
la comida se está volviendo realmente difícil de encontrar. Le cuento sobre los
Fae totalmente inertes en las escenas y sobre como R’jan dijo que mataba a los
Seelie y Unseelie más muertos que la muerte, borrando todo registro de su
existencia.
—Creo que puede estar detrás de la fuerza vital de las personas —le digo.
—Pero, ¿por qué esas escenas? ¿Cómo selecciona las que elige y por qué las
congela? ¿Y si quisiera la fuerza vital de la gente, por qué no va a donde están
reunidas las grandes masas? Y en algunas de estas escenas, solo había pocas
personas.
—Ése fue el primer lugar congelado del que supe. Es la razón por la que
Ryodan me arrastró a este desastre.
—Eso no puede estar detrás de la fuerza vital. También tomó una aguja de
iglesia. No había una sola persona o Fae en ese lugar.
Él sonríe.
—Quizás.
—Sin embargo, medio lo dudo. Creo que deberíamos etiquetarlas por orden
de aparición. Quizás eso nos ayude a ver algo.
—Lo único que WeCare le está diciendo a la gente que necesitan es “tomar el
blanco” y todo estará bien. La mitad de esta ciudad está apresurándose a ciegas
para tomar la fe; la otra mitad no les cree. Agrega la falta de comida y agua, y el
frío brutal, y vamos a tener una revuelta en nuestras manos uno de estos días.
—¿Recolectaste restos?
Él me da una mirada que dice qué clase de idiota crees que soy, y una
sonrisa, y recoge una caja del piso que está llena de más sobres amarillos como
los que hay en la losa.
—He estado analizando muestras de las escenas, categorizando y aislando
elementos en común. También tomé fotos.
Mientras abre los sobres, vuelvo a pegar fotos de las escenas donde van en
nuestro tablero de misterio. Pensaba que mi idea de la fuerza vital estaba
correcta hasta que él señaló dos grandes fallas. Mierda. Es bueno que tenga mis
bolsas “imparciales” de evidencia. Comienzo a reír por lo bajo, luego vuelvo a
recordar que Ryodan está muerto. Por alguna razón, es difícil para mí
recordarlo. Como si pensara que él era eterno o algo así. No tengo idea de por
qué se siente como tal patada en los dientes cada vez que pienso en eso. Claro,
yo dejé salir a la Bruja, pero él es el tipo que falló en esquivarla. Yo no me
muevo tan rápido como él, y me las arreglé para irme.
Hay un poco de todo en las bolsas plásticas. Astillas de madera de los bancos
de iglesia, vidrio tintado, cabello, trozos de hueso y alfombra y cuero, tierra,
plástico, comida, partes humanas, partes de Unseelie. Hay pedazos de cristal
blanco y tiras de tapetes para yoga, partes de teléfonos, dientes, joyas,
fragmentos de varios aparatos electrónicos, pedacitos de barras de hierro, un
trozo de lavadero, estantes de metal. Hay papel y envolturas de plástico, parte
de una uña con un hueso fusionado, un audífono, la mitad de una licencia de
conducir y sigue la lista. Hacemos una lista de los contenidos de cada una de las
escenas, la pegamos al tablero de la muerte y tachamos todo lo que no estaba
en cada bolsa.
—Si no está tras la fuerza vital, ¿cómo está seleccionando sus escenas? 339
Podría ser que la cosa no esté detrás del plástico o el metal, lo cual está en cada
escena en alguna forma, sino un ingrediente en el plástico o el metal. La cosa
puede estar cazando rastros infinitesimales de algo.
—¿Como una especie de vitamina o mineral teórico que necesita para lograr
algo que quiere hacer?
—O un elemento común en las escenas que le hace pensar que lo que quiere
podría estar en esa escena —dice Dancer.
—¿Huh?
—Podría ser como un pescador, yendo a donde sea que haya agua salada,
porque está buscando una ballena. Nunca necesariamente encontraríamos una
ballena. Pero siempre encontraríamos agua salada. Si podemos averiguar qué lo
atrae, estamos a mitad de camino de detenerlo.
—Todavía hay tres escenas de las que no tenemos muestras. Las dos que dijo
R’jan que se congelaron en Faery y la que hay debajo de Chester’s.
—¿Puedes pedirle a Ryodan que nos ayude a conseguir muestras? Por lo que
he oído, casi todos le deben algo a ese tipo.
—Se lo merecía. ¡Él era el maldito más arrogante e irritante que he conocido!
Parece que también tendré que comenzar a llamar EP a Ryodan. Porque está
haciendo que me duela el estómago. No me gusta que no esté en el mundo.
340
—¿Esto significa que mi contrato expiró, o puede alguno de los tipos hacerlo
cumplir? —Simplemente nunca lo sabes con tipos como ellos. Nunca quiero
volver a Chester’s, y no quiero regresar a BL&C, asumiendo que pudiera, porque
ahora es simplemente L&C y los ingredientes críticos que hacían ambos lugares
tan emocionantes e increíbles no tienen nada que ver con los lugares en sí.
—¿Qué contrato?
Ahora que esos ingredientes críticos se han ido para siempre tengo un mal
presentimiento sobre Dublín, sobre todo el mundo. Como si pudiera haber
inclinado al mundo en su eje y haberlo puesto en una posición extraña, nueva y
no tan segura al eliminarlos.
—Lo maté.
Despierto con el cuello completamente adolorido y con una bolsa ziplock
pegada a mi mejilla con baba. Levanto la cabeza unos centímetros y miro por
debajo de mi cabello, esperando que Dancer no me esté mirando, y cuando lo
encuentro mirando el tablero de misterio, suspiro con avergonzado alivio.
Me despego la bolsa del rostro, seco la baba con mi camisa y froto las
marcas en mi mejilla. Puedo sentir la marca de un anillo además de un par de
líneas de esas líneas de cierre. Ni siquiera recuerdo haberme quedado dormida.
Pero en algún momento simplemente dejé caer mi cabeza sobre las cosas que
estaba examinando y me dormí. ¿Unas cuantas horas? ¿Más?
—Tengo algo que he estado guardando para ti. —Hurga en una de las bolsas
en el piso, saca una caja y me la lanza.
Abro el paquete y mastico con felicidad. Acabo con las dos primeras en una
rápida inhalación, luego bajo la velocidad para saborear cada una de las seis
deliciosas y llenas de conservantes y azúcar que quedan. Cuando los muros
cayeron, todas las cosas buenas (todas las que son malas para ti), fueron las
primeras que salieron de los estantes. Los refrescos y el licor se fueron
realmente rápido. Dulces, tortas, galletas, tartas, cosas así, fueron las siguientes.
Pop-Tarts, todos los cereales azucarados, también volaron de los estantes. Soy
tan culpable como la siguiente persona. Lo divertido es que ahora casi daría mi
brazo derecho por una comida caliente hecha de carne lentamente cocida,
zanahorias, guisantes, pan y salsa.
Aun así, las Pop-Tarts están cerca del cielo y Dancer las consiguió para mí, lo
cual hace que tengan el doble de sabor. Como, y él me cuenta todo lo que
consideró y descartó mientras yo dormía para que yo pueda hacer agujeros en
su teoría si es que los hay. Cuando termina de hablar, no estamos más cerca de
una conclusión de lo que estábamos antes de que me durmiera.
—Entonces, todo lo que todavía tenemos es que cada escena tiene tierra,
algún tipo de plástico y metal.
—De hecho, es tierra, plástico y hierro. El metal en cada una de las ziplocks
es mayormente hierro.
Asiento.
342
—Pensé que había sido porque había tantos.
—¿Por qué hierro? ¿Por qué no, digamos… acero. ¿El acero no es hierro?
—El hierro se convierte en acero. Lo que veo es un predominio del hierro sin
procesar, como las vías de tren, campanas y barras. Cosas antiguas. Ya no ves
mucho hierro. Ves compuestos. El acero es más fuerte y el hierro se oxida.
¿Sabes como las viejas vías que casi siempre están rojas por eso?
—¿Crees que necesitamos volver a las escenas y ver si se llevó el hierro?
Se encoge de hombros.
—¿Quién sabe? ¿A quién le importa? Solo quiero saber dos cosas: cómo
atraerlo hacia nosotros y cómo deshacernos de él. Sus metas son irrelevantes.
—Lo sé. Eso es lo que hace que me pregunte si lo está atrayendo de algún
modo. No estoy diciendo que vaya hacia el hierro porque le gusta. Quizás está
intentando destruir el hierro al congelarlo. Quizás uno de los Fae lo convocó
para destruir los únicos medios que tenemos para aprisionarlos. Quizás tratar
de entender algo que puede abrir un portal multidimensional, navegar por el
cielo, abrir otro portal y desaparecer, es un ejercicio de futilidad tan grande
como tratar de adivinar los motivos de Dios.
—¿Crees en Dios?
—O las Pop-Tarts.
Él sonríe.
—Un poco difícil con todas esas líneas de ziplocks en tu rostro, pero sí.
Suspiro. Algún día voy a estar con Dancer sin intestinos en mi cabello, sin
ropa extraña, sin ojos morados ni sangre y sin comida en mi rostro.
Probablemente no me reconocerá.
—No vayas a Faery sola, Mega. Haz que un tamizador lo haga por ti. No
podemos perder otro mes. Tengo un mal presentimiento sobre estos lugares
congelados.
Me dirijo hacia arriba y hacia afuera, a la noche de Dublín. Una suave nieve
está cayendo. La luna tiene un anillo rojo sangre.
hester’s. Maldición, odio este lugar incluso más que antes. Esta noche la
C fila de afuera es una locura. Está a grados bajo cero en Dublín, la nieve
ha empezado a caer con intensidad, hay un viento asesino levantándose y de
todos modos hay cinco cuadras de gente temblando en el exterior, envuelta en
varias capas de ropa, amontonada a la espera de entrar.
Esta noche está vibrando igual que siempre: música retumbando, luces
destellando, gente divirtiéndose como loca. Tenemos algo congelando nuestra
ciudad, matando a inocentes en todas partes, convirtiéndola en una zona ártica
en junio, y esto es lo que la gente está haciendo al respecto. Bailar, reír,
emborracharse, echarse un polvo, actuar como si los muros no hubieran caído,
como si el mundo no hubiera perdido a la mitad de la raza humana, y nada
hubiera cambiado.
91
“Who’s Your Daddy?”: canción de Toby Keith.
las matemáticas son la estructura de todo y casi perfectas. Antes de que todo se
pusiera tan loco, Dancer me estaba enseñando cosas sobre matemáticas que
me deslumbraron.
Gimo y pongo los ojos en blanco, dándome cuenta de que no puedo hacerla
renunciar esta noche porque no puedo decirle que él está muerto. No puedo
decirle a nadie que está muerto. Solo yo, Christian, y quienquiera que moviera
sus cuerpos, asumiendo que no fue Christian, sabemos que ellos fueron
asesinados. Solo han pasado tres días. Puede que la gente no decida que está
346
muerto por un tiempo todavía. Conociéndola, ¡se quedará durante semanas,
esperando que vuelva!
Por esto exactamente es que odio las mentiras. En el momento en que dices
una, sabes algo que nadie más sabe y tienes que seguir constantemente
recordándote que debes comportarte como si no lo supieras, para que ellos no
decidan que estás actuando raro y descubran que sabes algo que ellos no. Si lo
hacen, te pondrán contra la pared y exigirán saber por qué estás actuando raro
y tú dirás algo estúpido y lo usarán para hacerte meter la pata. ¡Entonces todo
sale y estás en todo tipo de problemas! Es mucho más fácil no decir ninguna
mentira para empezar.
Ésta vez va a ser difícil fingir. Recordatorios de Ryodan están por todas partes
aquí. ¡Demonios, Ryodan es Chester’s! Es, sin lugar a dudas, el lugar más difícil
en el que podría estar para fingir que no está muerto. Pero necesito esas
muestras. El RE92 está congelando algo prácticamente todos los días, y Dancer 347
piensa que las cosas van a empeorar.
—¡Dani! ¿Qué estás haciendo aquí? —Jo se pone blanca como una hoja
cuando zumbo hasta detenerme frente a ella—. ¿Estás loca?
92
RE: Rey Escarcha.
No es la reacción que esperaba. ¿Dónde está la expresión de alivio, el gran
abrazo, la emoción de verme con vida y de vuelta aquí?
Se ruboriza.
Estoy disgustada.
—¿Qué quieres decir con “ni siquiera a mí”, como si fueras de algún modo
especial para él?
Ella se sonroja y pone esta expresión de mirada suave en su cara como una
boba enamorada.
—Somos pareja, Dani. Ha pasado más de un mes y somos exclusivos. Todas
las meseras están hablando de ello. Nunca pensaron que alguien... ya sabes,
lograría que un hombre como él sentara cabeza.
—Ya no voy a hablar contigo. Tengo cosas que hacer. ¿Quizás notaste que
Dublín se está convirtiendo en el Polo Norte?
—Por supuesto que sí. Tú eres la que se fue por un mes y no le dijiste a nadie
que te ibas a Faery con Christian.
—Christian me dijo.
¿Contarse todo? Ella está mal en todos los sentidos. Ryodan era el tipo más
reservado que jamás conocí. Las cosas no están tranquilas aquí; como de
costumbre, son una catástrofe inminente. Y él nunca más volverá a bajar.
Así que me estoy alejando de Jo, dirigiéndome hacia el Club del Esmoquin
para reclutar los servicios de la Perra Gris, cuando alguien se estrella contra mí
desde atrás con tanta fuerza que salgo volando hacia una de las columnas
acanaladas en la salida del subclub de niños. Termino abrazándola, para evitar
formar un charco en el suelo. La golpeo con tanta fuerza que voy a tener otro
ojo negro y todo el lado izquierdo de mi rostro ya está convirtiéndose en la
madre de todas las contusiones. Pienso: ¿Quién mierda se atrevería a atacarme
cuando estoy cargando mi espada tan obviamente? ¿Mac? ¿Porque me odia
tanto que eso la hizo estúpida? No oculté mi espada cuando entré. ¡Abrí mi
abrigo de cuero para que todos pudieran ver que es mía otra vez!
Soy golpeada contra ella de nuevo tan pronto como comienzo a moverme.
Esta vez me parto el labio contra la columna. Eso me molesta tanto que cambio
a modo rápido, tomo mi espada y la desenfundo. Si es Mac, no quiero hacerle
daño. Solo quiero huir. Pero realmente tiene que dejar de empujarme en frente
de todo el maldito club. Tengo una reputación que considerar.
Estoy tan aplastada entre la columna y lo que sea que está detrás de mí que
casi no puedo respirar.
—Lo entiendo.
—Cuando tenías diez años, Kasteo me dijo que de alguna manera habías
conseguido la espada. Una vez más mis hombres abogaron para que te la
quitara y te matara. De nuevo, sentí que el cachorro que lloriqueaba iba a morir
muy pronto.
—Tan claro como el suelo de tu oficina. —No puede estar vivo. Vi a la Bruja
arrancarle las tripas y coserlas a su vestido. Seguramente él realmente no me
rompería los brazos y las piernas. ¿Verdad?
No hay manera de que esté vivo. Ryodan no puede estar detrás de mí.
¿Entonces Barrons también está vivo? ¿Cómo podrían estarlo? Sé que son
difíciles de matar y todo eso, ¡pero la gente no sobrevive a ser destripada! ¿De
dónde consiguieron nuevas tripas? ¿Alguien se las sacó a la Bruja y los cosió a
ambos de nuevo? ¿Lucirá como el monstruo de Frankenstein?
No quiero volverme. No me gusta ninguna de las posibilidades a las que me
enfrento. Si no es Ryodan, me he vuelto loca. Si es Ryodan, amigo, estoy
muerta.
No puedo hacer que mis pies se muevan. No puedo comprender que él esté
de pie detrás de mí. Estoy temblando como una hoja. ¡Yo! ¿Qué mierda me
sucede? ¡Soy más ruda que los rudos! No le tengo miedo a nada.
—Ahora.
Hago algo que no puedo creer que haga. Odio las hormonas, odio Chester’s,
y odio a Ryodan con todo mi alma. ¡Nunca voy a ser capaz de superar esto!
Estallo en lágrimas.
Con mis ojos le lanzo fuego porque no estoy autorizada para utilizar la
lengua. Ellos dicen: No soy una mujer y no estoy llorando y no le temo a nada.
—Él puede lidiar con el hecho de no ser capaz de controlarte mientras que tú
permitas que el mundo crea que lo hace. Él es rey aquí, cariño. Los reyes no
pueden ser desafiados públicamente.
Sonríe.
—¿Es así como te sientes? ¿Decepcionada? ¿Me viste ser destripado y morir y
ahora que estoy de pie delante de ti, vivo, te sientes decepcionada?
—¡No me jodas en este momento! —Me empuja contra la pared con tanta
fuerza que siento el panel retumbar contra mi espalda.
—La lealtad surge de lo que sientes. O no. No estás en la cuerda floja niña.
Estás bajo el agua y mi mano está sobre tu cabeza, manteniéndote abajo. Así
que elige bien: 'D' es de decepción al verme. Y de Muerte. 'L' es de lealtad. Y
Vida93. Convénceme de que debería dejarte vivir.
Su rostro está a dos centímetros del mío. Está respirando con dificultad y
siento la violencia en él. Lor dijo que debería usar mis lágrimas para
manipularlo. No hay forma de que me rebaje a esas profundidades de chica
cobarde. Yo soy tan grande y mala como él.
Está vivo.
—¡Basta! —Me golpea contra la pared otra vez con tanta fuerza que mis
dientes traquetean pero las estúpidas lágrimas siguen viniendo.
Reboto y utilizo el rebote para colisionar con él con tanta fuerza como
puedo. Él agarra mi muñeca cuando lo golpeo y cuando sale volando hacia
atrás, me lleva con él. Chocamos contra su escritorio. Vuelo por encima de él, 354
ruedo y me pongo de pie de un salto, apartando el cabello de mis ojos.
—¡No crees que lo haría si pudiera! ¿Crees que me gustó lucir toda
blandengue frente a todo tu maldito club? ¿Frente a ti? ¡Eres un maldito
estúpido! ¿Qué estabas haciendo afuera de esa pared de todas formas? ¿Por
qué tuviste que estar ahí en ese punto exacto cuando salimos? Quiero decir,
¿quién tiene ese tipo de suerte de mierda? ¡Desde que comencé a juntarme
contigo, mi vida ha sido una completa y maldita pesadilla! ¿No podías
simplemente quedarte muerto?
Él golpea el escritorio con sus manos con tanta fuerza que éste se agrieta en
el medio.
Ahora estoy sollozando y no tengo ni idea de por qué. Solo de que se siente
como ese momento en que salí de la pared con la Bruja Carmesí y la vi matar a
Barrons y a Ryodan, he estado atada en un gran nudo doloroso, y al segundo en
que lo miré y me di cuenta de que estaba vivo, real y verdaderamente vivo, y
que no iba a tener que caminar por ahí por el resto de mi vida con su muerte en
mi cabeza, sin volver a ver su sonrisa petulante otra vez, ese nudo se relajó, y
cuando se soltó, todo en mí se deshizo y todo mi ser exhaló un suspiro de alivio
y en algún lugar supongo que tengo un pozo de lágrimas en mi interior, como
si quizás todo el mundo tuviera una cantidad de ellas y si nunca las dejas salir,
al segundo en que una sola sale, abre una compuerta y no puedes volver a
cerrarla. ¿Por qué nunca nadie me dice las reglas de la vida? ¡Si hubiera sabido
que funcionaba de esta manera, me habría ido a un lugar privado y habría
llorado hasta que hubiera agotado mi cuota! Esto es peor que comenzar a
congelar el cuadro con el pie equivocado. Ésta es una caída emocional sin
control.
Herí a Mac más de lo que cualquier otra cosa lo hizo en su vida y nunca
podré deshacerlo.
Yo no dije eso.
—Respóndeme.
—Decepcionada o leal.
—Leal —digo.
—Supéralo.
—Estoy, como, viva. ¿Cómo podría? —Me pongo de pie y me sacudo el polvo
de encima. Mis lágrimas se han ido tan misteriosamente como habían venido.
—Siéntate. Hay nuevas reglas en la casa. Toma notas. Viola una y estás
muerta. Acusa de recibido.
Pongo los ojos en blanco y me dejo caer en la silla, pasando una pierna por
el costado. La beligerancia es lo mío.
357
—Estoy escuchando —digo con irritación.
358
vanzo por el corredor en cámara lenta insultando a Ryodan pero
A manteniéndolo en voz baja dado que él está caminando a mi lado.
Las nuevas reglas de la casa son la más grande pila de M95 que haya oído
jamás. Seguirlas me va a matar. Va a resultar literalmente en mi muerte porque
no hay manera de que recuerde hacer todo lo que él quiere que haga mientras
hago un seguimiento de todo lo que no tengo permitido hacer. Además del
“Preséntate a trabajar todas las noches a las ocho” está la regla más ofensiva de
todas: “Nunca más dejarás Chester’s sin uno de mis hombres”.
—¿Así que, jamás voy a estar sola, como, nunca? —exploté, anonadada—.
Amigo, necesito mi tiempo personal. —He estado sola la mayor parte de mi
vida. Demasiada gente en mi espacio personal comienza a irritarme después de
un tiempo. Me pongo nerviosa y rara. Y cansada también, como si me
desgastaran con solo estar allí. Tengo que estar sola, o estar con una persona
como Dancer para recargarme.
Él no me respondió.
94
“Where do you think you’re going? Don’t you know it’s dark outside?”: de la canción “Where
Do You Think You’re Going” de Dire Straits.
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M: mierda.
¡Otra que realmente me molesta es que supuestamente no debo cuestionarlo
o discutir con él en público! Voy a estar muerta para la mañana. De la única
manera en que tenga la oportunidad de una bola de nieve en el infierno de
tener éxito es si empiezo a usar un bozal o si me corto mi propia lengua.
Camino con él hasta el final del pasillo en el tercer piso. Se detiene frente a
un panel de vidrio ahumado y tira de una capucha de tela de su bolsillo.
Cuando extiende su mano hacia mí, retrocedo y digo:
—Siéntate.
Me dejo caer en una silla detrás de una enorme mesa de losa que enfrenta el
mapa. Hay nueve sillas alrededor de la mesa. Me pregunto cuánto tiempo lleva
esta habitación aquí, cuántos siglos estos tipos, que parecen no ser capaces de
morir, se han sentado en esta habitación y han planeado cosas. Me pregunto
qué tipo de cosas les gusta planear. ¿Golpes de estado? ¿Catástrofes
económicas? ¿Guerras mundiales?
—Sí.
—Eso crees.
—Lo sé.
360
—Ni siquiera sabes qué es. Sin embargo, lo tomarías sin haberlo visto.
—Y si tiene un precio.
—¿Huh? —digo—. ¿En serio? ¿Cuando sea mayor puedo tener lo que sea
que ustedes tienen? ¿Como, cuánto mayor? ¿Quince?
—No dije que pudieras tenerlo. Dije que me lo podías preguntar. Y no, no a
los quince.
—Acabo de hacerlo.
—Explica.
—No.
—No tengo que hacerlo. El hierro no tiene nada que ver en esto.
361
—¿Cómo puedes saber eso?
—Porque no hay ni una sola gota de hierro en ningún lugar dentro ni cerca
de Chester’s.
—Hay otras cosas a las que no les gusta el hierro. No solo a los Fae. Una
persona inteligente podría encontrar que faltan un montón de cosas en
Chester’s. —Una débil sonrisa aparece en sus labios, y casi tengo la idea de que
está desafiándome a descubrir algo.
Horas más tarde sigo mirando, no más cercana a una epifanía, cuando
comienzo oler el aroma más malditamente asombroso del mundo. Intento
362
concentrarme en el mapa pero no puedo. Me meto una barra de chocolate en la
boca. Sabe a poliestireno. No he olido carne recién cocinada en más tiempo del
que puedo recordar. ¡Nunca la comí en la abadía! En algún lugar en Chester’s,
alguna persona consentida se está dando un festín. Mi boca se llena de saliva.
Me deslizo por la silla, dejo caer mi cabeza hacia atrás e inhalo realmente
profundo y lento, haciendo ruidos de relamerse los labios, fingiendo que soy la
afortunada destinataria. ¡Huele a todo tipo de especias! Creo que cualquiera
que sea el tipo de carne, está acompañada de puré de papas y algún tipo de
verdura. ¡Huelo ajo, sal y pimienta, manteca! ¡Huelo cebollas y orégano y
romero! Pensar en este tipo de comida es casi suficiente para hacerme llorar.
Estoy más allá de estar harta de las barras de chocolate y las barras de proteínas
y cosas enlatadas. Estoy tan hambrienta de comida casera que ni siquiera mis
Pop-Tarts de chocolate dan en el clavo como solían hacerlo.
Cuando la puerta se abre y Lor entra, empujando un carro como los que ves
en los hoteles para el servicio de habitación, yo solo me siento ahí y miro,
pensando: ¿Es ésta una nueva manera de torturarme? No muevo un músculo.
No voy a actuar como una idiota. Ryodan probablemente esté en camino para
comer frente a mí solo para hacerme sufrir.
Lor detiene el carro a un par de centímetros de las puntas de mis zapatos.
Tengo que aferrar los brazos de mi silla para no salir de un salto y atacar lo que
sea que haya en esos platos cubiertos.
¡Levanta la tapa del plato más grande y con certeza hay carne crepitando
como si acabara de salir de la parrilla con acompañamiento de puré de papas,
más una mezcla de verduras! Hay un cuenco con pan caliente salido del horno.
¡Y manteca! Casi expiro de la pura emoción. Como, ¡lo verdadero y toda una
jarra de leche! Es la vista más hermosa que creo haber visto jamás. Miro,
conteniendo el aliento.
—¿Eso es para mí? —digo con asombro. Todavía no me muevo. Tiene que
ser un truco. La carne es bife de costilla, perfectamente veteado con grasa. Es
grueso y tiene marcas de parrilla y luce como si estuviera cocinado a la
perfección. Solo lo he comido dos veces en mi vida. Una vez cuando mamá se
comprometió (no funcionó, el tipo la dejó, todos lo hacían eventualmente), y
otra vez cuando consiguió un nuevo trabajo que pensaba nos sacaría de Irlanda
para siempre si ahorraba todo lo que ganaba por tres años. Fue despedida
después de un mes y lloró hasta dormirse cada noche durante semanas. Creo
363
que pensó que si podía sacarnos de Irlanda, todo sería más fácil. Sé que otras
familias sidhe-seer escaparon. La de Mac lo hizo.
Lor asiente.
—Quizás no esté tras un elemento como el hierro o algo. Quizás está tras
una sensación. Quizás alguien estaba teniendo sexo en cada escena, o...
comiendo en cada escena, o luchando o rezando o... algo.
—Así parece.
Saco tapones para los oídos de mi mochila. Dancer me los hizo de alguna
clase de material que absorbe el ruido mejor que los tapones estándar. Los
calzo, me desconecto del mundo, y comienzo a clasificar mis hechos.
96
TPCSP: “tan pronto como sea posible”, en inglés “ASAP”, “as son as posible”.
Dos: no está tras la fuerza vital porque una de las escenas no tenía formas de
vida y dudo seriamente que un ratón fuera suficiente.
Tres: tierra, metal, y plástico son los únicos elementos físicos que todas las
escenas tenían en común.
En primer lugar está el subclub. Había más de cien humanos y Fae ocupados
en varias actividades sociales y sexuales. Visualizo la habitación en detalle,
desde los potros de tortura hasta los sofás, desde los acoplamientos sexuales
hasta la banda que estaba tocando en la esquina, la comida que estaba sobre la
mesa, los tapices y los espejos en las paredes. Busco algo en el club que pueda
divisar fácilmente en cada una de las otras escenas. Quizás esté cazando tapices
o un determinado espejo. Suena estúpido, pero, ¿quién puede decir qué puede
atraer a una criatura como ésa? Quizás está maldito y necesita algún objeto Fae
sagrado para liberarse. Nunca sabes con los Fae. 365
Seguidamente está el almacén que fue congelado, poblado solo por Unseelie
y lleno de cajones y cajas con armas. ¿Qué había en ese lugar que también
estuviera en el club? No había tapices o espejos a la vista, pero quizás había
uno en un cajón en alguna parte detrás de todo el equipo de audio y aparatos
electrónicos.
Luego están los dos pubs subterráneos con las cosas usuales: bar de madera,
botellas, tragos, taburetes, un enorme espejo detrás del bar, gente bailando,
unos pocos jugando al pool en la esquina en un lugar, jugando a los dardos en
el otro. La madera podría haber venido de cualquier parte: los taburetes, el bar,
los cuadros enmarcados en las paredes, el piso. El plástico también podría
haber venido de cualquier parte: tapas de botellas, sillas, platos, teléfonos, la
lista sigue y sigue.
Miro la puerta. No recuerdo haber oído a Lor cerrarla con llave. A Lor le gusta
agitar las cosas, mantenerlas activas.
—Dani, no creo que ésta sea una buena idea —dice Jo.
—Dijo que no podía salir sin alguien de los suyos. Escuchándote hablar, él y
tú son, como, dos guisantes en una Jo-vaina. Eso te hace una de los suyos. ¿Lo
366
eres o no? Porque según lo entiendo, si el amigo se está acostando contigo
todos los días y no te considera una de los suyos, no solo estás siendo jodida,
eres una estúpida. —Odio manipular a Jo. Cuando su corazón está involucrado,
es demasiado fácil. Y su corazón está colgando de su manga en lo que a
Ryodan concierne—. Amiga, ¿has estado afuera recientemente? —presiono.
Tenemos que irnos ahora. Me llevó veinte minutos encontrar mi camino de
vuelta a la parte de Chester’s desde el Cuarto de Guerra. Tengo el mal
presentimiento de que Ryodan no planea dejarme allí sola demasiado tiempo,
con todas esas computadoras. Yo no lo haría. Si realmente estuviera atascada
allí, es con eso con lo que me estaría metiendo en este momento, intentando
hackear sus sistemas—. El mundo se está cayendo a pedazos. ¡La gente está
muriendo! Solo quiero hacer un mandado rápido. Eso es todo. Un diminuto y
pequeño mandado. Difícilmente tome mucho tiempo.
97
N. de T.: “red Solo cup”, vasos rojos descartables comúnmente utilizados en fiestas. Existe una
canción de Toby Keith del mismo nombre en la cual el vaso es sumamente importante para el
cantante.
manera para un rapidín sobre el escritorio, o te has graduado a, como, hacerlo
en una cama y todo? ¿Qué tiene él, alguna especie de sistema de rangos
progresivo? Si duras una semana completa, lo haces en una silla, y si duras
dos…
—¿Bife?
—De costilla.
—¿Leche?
367
—Amiga. —Asiento—. Mira, todo lo que quiero hacer es ir a lo de Dancer y
tomar las listas.
—Llamaría y le pediría a Dancer que las envíe con un mensajero, pero, amiga,
no hay teléfonos ni mensajeros. ¿Podemos simplemente ir? Regresaremos antes
de que alguien sepa que nos fuimos. Y si Ryodan y tú realmente son “algo”, no
te hará pasar un mal rato. ¡Va a apreciar a una mujer con un poco de coraje e
independencia! —Sí, claro. Ryodan desprecia el coraje y la independencia. Le
gustan los buenos y pequeños robots.
—¿Te dio algo más?
Está cayendo aguanieve cuando salimos. Los autos abandonados brillan con
una capa de hielo. Árboles esqueléticos relucen como si estuvieran cubiertos de
diamantes. Las ventiscas se están acumulando. Hay un grupo de gente fuera de
Chester’s, pero es un grupo sombrío y callado y me doy cuenta de que no son
fiesteros intentando entrar, ésta es gente buscando sobrevivir a lo que se viene.
Supongo que a todos los fiesteros ya se les ha permitido entrar. Envueltas en
mantas, vistiendo gorros, orejeras y guantes, están personas que no tienen
generadores en casa, y el clima se ha vuelto peligrosamente frío, enviándolos a
368
las calles en busca de una fuente de calor antes que sea demasiado tarde.
Puedes decir que hay calor en el club, y mucho, porque el área sobre
Chester’s está limpia de nieve. El pavimento es un techo insuficientemente
aislado, y el calor que irradia hacia arriba mantiene la nieve derretida. Incluso
ese signo nominal de calor es suficiente para mantener a las personas de pie
por ahí, deseando, esperando.
Hay gente mayor aquí, sin nada que intercambiar por comida o bebida o el
privilegio de pasar el rato en Chester’s. Los grandes y musculosos porteros que
Ryodan usa fuera del club los devuelven en la puerta, y un grupo se ha movido
a las ruinas de piedra y madera libres de nieve que solían ser el club sobre la
superficie. Tienen fuego en latas. Han reunido madera de los edificios aledaños
y la han amontonado. Lucen como si planearan quedarse un buen rato. Como
hasta que consigan entrar. Lucen demasiado derrotados para pelear. Un grupo
98
N. de T.: surge de la mezcla de dos palabras: piel e intimidad. En inglés, sería “skintimacy”.
ha empezado a cantar “Amazing Grace99”. Antes de que pase mucho tiempo,
cincuenta voces se elevan en canto.
—Quizás puedas hacer entrar en razón a tu “novio” y hacer que deje entrar a
esta gente —digo.
—¿Qué hay de WeCare? ¿Acaso no les importa una mierda? ¿No se supone
que dan generadores a diestra y siniestra?
—Si alguna vez hubo un momento para que nos deslumbraras con tu
genialidad, es ahora.
99
Amazing Grace: himno cristiano del Siglo XVIII.
—Estoy trabajando en ello. Pero necesito material. Vamos. Volveremos antes
de que alguien siquiera note que nos fuimos.
Nos giramos y comenzamos a caminar por la calle. Voy a tener que dejarla en
la superficie. No voy a revelar ninguno de los secretos subterráneos de Dublín.
Pero la llevaré tan cerca como pueda y la dejaré en algún lugar protegido. La
nieve cruje bajo mis botas dos veces, mientras me hundo a través de la nieve,
luego hielo, nieve luego hielo. Oigo a Jo atravesar tres capas porque pesa más
que yo. El cielo está blanco con gruesos copos cayendo arremolinados en un
despliegue vertiginoso si levantas la mirada para seguirlos demasiado tiempo.
Se derriten sobre mi rostro, la única parte de mí que está expuesta. Asaltamos el
guardarropa de Chester’s antes de salir, envolviéndonos en capas,
colocándonos gorros, guantes y botas. Si este clima se mantiene, podríamos
terminar con tres metros de hielo y ventisca en el próximo día o dos y cerrará la
ciudad completamente. La gente que no pensó en salir en busca de calor, se
congelará, atrapada por la nieve en sus escondites. Si el sol no comienza a
brillar pronto, esta cosa nunca se derretirá. Simplemente seguirá apilándose. El
tiempo se está volviendo más crítico con cada día que pasa. ¡No puedo creer
que perdí casi un mes completo en la Mansión Blanca con Christian! Hablando
de ello, miro alrededor con cautela, revisando todos los techos, asegurándome
que la Bruja no esté sentada en uno de ellos, tejiendo, o peor, lista para lanzarse
sobre nosotras. La maldita y loca perra destripadora me pone los pelos de
370
punta. Tiemblo.
Jo luce pasmada.
Eso me enoja aún más. Luce toda soñadora y enamorada otra vez. Cualquiera
podría ver que ella no es su tipo.
—Por la mierda —gime Ryodan sobre el hombro—. ¿No pueden irse a cantar
a algún otro lugar?
—Quieren entrar —digo—. Van a morir en tu puerta porque eres demasiado 372
imbécil para salvarlos.
Espero que se burle de mí, que diga algo ofensivo, que me lance un insulto
de vuelta en mi rostro, pero solo dice:
—Define amor.
Miro directamente a esos claros y fríos ojos. Hay algún tipo de desafío allí.
No entiendo a este tipo. Pero la definición que quiere es fácil. Tuve un montón
de tiempo en una jaula para pensar en ello. Una vez vi un programa de
televisión que daba la definición perfecta, y se la digo ahora.
—El cuidado activo y la preocupación por la salud y el bienestar del cuerpo y
corazón de otra persona. Activamente. No pasivamente. —En resumidas
cuentas, recuerdas a esa persona todo el tiempo. Nunca la olvidas. Tienes en
cuenta su existencia en la tuya cada hora de cada día. Sin importar lo que estés
haciendo. Y nunca la dejas encerrada en algún lugar para morir.
—Te olvidaste de la parte del corazón. Pero no esperaba otra cosa. Porque
no tienes uno. Todo lo que tienes son reglas. Oh, y sí, más reglas.
Jo dice:
Ryodan la interrumpe.
—Eso no tiene sentido. Todavía estoy colgando aquí, amigo. —Intento tocar
el suelo con la punta de los pies pero creo que estoy unos cuantos centímetros
por encima.
Me suelta tan abruptamente que tropiezo sobre el hielo y casi caigo, pero me
atrapa y me pone sobre mis pies otra vez. Sacudo el brazo para sacar su mano.
—No necesita haber amor —dice Jo—. Algunas veces no es sobre eso.
—Gracias por esa aclaración tan necesaria —digo con enojo empalagoso—.
¿Oyes eso, Jo? Eres follada por él. Ni siquiera tiene la decencia de acostarte.
Jodida. Lisa y llanamente. —Estoy más allá de la ira. Estoy viendo a través de
374
una neblina roja. La maldita gente de las latas de fuego está cantando tan alto
que dificultan mi capacidad de pensar correctamente. Quiero a Dancer. Ryodan
me vuelve loca. Jo es un caso perdido. Dublín está muriendo.
375
Traducido por hatlish
100
“She blinded me with science”: canción de Thomas Dolby.
La parte superior de Chester’s es una escultura de estatuas congeladas
rodeada de hielo y silencio.
Me retiro como lo hago siempre que las cosas son demasiado para mí. Finjo
que no hay gente bajo toda esa escarcha y hielo. Me niego a permitir que lo
que sucedió me toque porque el dolor no va a salvar a Dublín. Finjo que son
piezas de un rompecabezas. Nada más que evidencias. Son la manera de evitar
que ocurra de nuevo, si puedo interpretar las pistas que dejaron. Más tarde, de
nuevo serán gente para mí y haré una especie de memorial aquí.
—Especula por qué vino a este lugar en este momento —dice Ryodan.
—Especular, mi trasero. ¡Amigo, eres más frío de lo que ellos están! ¿Y no es
ésa la pregunta del millón de dólares? —No puedo mirarlo. Si les hubiera
permitido entrar, no estarían muertos. Si yo no hubiera estado allí discutiendo
sobre cosas estúpidas y pasando más tiempo convenciéndolo para que los
dejara entrar, no estarían muertos. Tiemblo y abrocho el botón superior de mi
abrigo, justo debajo de mi cuello y me froto la escarcha de la punta de la
nariz—. ¿Nuestras voces te suenan mal?
—Eso se debe a que está mal —dice Dancer detrás de mí—. Masivamente
mal.
Me vuelvo.
—¡Dancer!
—Estaba volviendo…
—No.
—Tuve que ir a una parte —dice Dancer—. Y pensé que quizás habías venido
por mí pero no habías visto la nota que te dejé.
Trato de darle una sonrisa que diga lo feliz que estoy de verlo, pero sale
titubeante.
—Ella vive conmigo —dice Christian desde algún lugar por encima de
nosotros—. Soy el único que puede cuidarla.
—¿Está aquí?
—Si trajiste a esa perra loca cerca de mí otra vez. —Ryodan no termina la
frase. No necesita hacerlo.
—¡Christian, tienes tus alas! —Son enormes. Son increíbles. Puede volar.
Estoy tan celosa que casi no puedo soportarlo.
379
Él ladea la cabeza y me mira. No veo que quede nada humano en su rostro.
—No lo digas como si fuera una puta vida maravillosa. No oíste ninguna
campana tintineante. Lo que oíste fue el sonido de un demonio, no un ángel,
recién nacido. Y como cualquier otro recién nacido, necesita calostro. —Me da
una mirada que creo que se supone es una sonrisa—. Oh, y tú, dulce muchacha,
eres la leche de la madre101.
101
N. de T.: en inglés, “mother’s milk”, expresión que refiere a algo extremadamente necesario.
—Tócala, y te cortaré las alas y las utilizaré para barrer el piso de Chester’s —
dice Ryodan.
—Oh, la tocaré. Y cuando lo haga, no serás capaz de hacer una maldita cosa
para detenerme —dice Christian.
—¿Qué sucede con todos ustedes? —dice Jo—. La gente acaba de ser
asesinada frente a nosotros y todos están demasiado ocupados discutiendo…
—Tiene razón —digo—. Deberías haberlos dejado entrar. —El destello de 380
dolor en los ojos de Jo me vuelve loca—. Y no te ensañes con ella.
—Si los hubiera dejado entrar, la cosa podría haber entrado siguiendo lo que
fuera que lo atrajo hacia ellos en primer lugar, y haber congelado todo el
maldito club —dice Ryodan.
—Por difícil que pueda parecerles —dice Dancer—. Tenemos problemas más
grandes que sus egos. Oigan. Tenemos que hablar. Entremos. Está
condenadamente frío aquí afuera.
Ryodan lo mira duramente un segundo y puedo decir por la expresión en su
rostro que no le gusta lo que está viendo con su extraña visión de rayos X.
Miro la escultura de hielo. Esta evidencia está tan fresca como jamás lo
estará. La mañana en que todos esos Unseelie fueron congelados en el Castillo
de Dublín, no llegué a examinar la escena. Quiero acercarme tanto como pueda
hoy, sin congelar el cuadro porque aquella noche en la iglesia cuando fui
bajada a cámara lenta y casi morí, parecía que podía sentir mejor las cosas.
381
Me muevo por la calle, sabiendo que me seguirán: Dancer porque quiere
decirme cosas, Jo porque es... bueno, Jo; Ryodan y Christian porque tienen
algún tipo de problema de propiedad sobre mí, como si yo fuera un súper auto
del que ambos tienen el título de propiedad. Están tan engañados que es
risible.
Abro mis sentidos sidhe-seer. Casi soy asfixiada por un sentimiento de…
equivocación. Como si a las cosas congeladas les faltara un ingrediente esencial,
como si ya no fueran tridimensionales, solo recortes de cartón parados en la
calle.
Sé que Ryodan lo irrita porque está dejando en claro que me habla a mí.
102
Trinity: Trinity College, una universidad de Dublín.
nada de eso sea relevante ahora. Ahora es solo un hobby. Nunca llegué a
revisar el lugar porque dos días después de que llegué, los muros cayeron e ir a
la universidad se convirtió en un punto bastante discutible.
—Por el amor de Dios, crees que me importa quién eres —dice Ryodan.
Hay madera, plástico, metal y tierra por todas partes. Pero yo sé que no es
tan simple.
No hay espejos. No hay tapices. No hay paredes. No hay alfombra. No hay 382
muebles reales de ninguna clase. No hay Unseelie. Una escena bastante simple,
realmente. Gente acurrucada alrededor de latas de fuego para mantenerse
caliente. ¿Había fuego en las otras escenas? Al igual que la fea Mujer Gris es
atraída por la única cosa sin la que fue creada, la belleza, ¿es el Monstruo de
Hielo atraído por el calor que nunca podrá tener?
—¿Qué encontraste?
—La Trinity estaba más o menos intacta. Parece que la gente no roba cosas
que no responden a sus necesidades más inmediatas. Cerré con candado todo
lo que quería guardar para mí antes de irme. ¡Tienen sistemas láser
Femtosecond ultrarrápidos! La configuración es dulce. Casi todo aquello con lo
que siempre quise jugar está allí. ¡Amiga, tienen un FT-IR conectado a un
microscopio infrarrojo Nicolet Continuum!
—La excitación —dice Dancer—. Puede ser lograda mediante una serie de
medios. Yo estaba especialmente interesado en la temperatura y la velocidad,
interesado en la energía cinética de nuestros detritos de las bolsas ziplock.
Pensé que el estado base de los átomos podría decirme algo.
Tienes que amar a un chico que dice cosas como "cinética" y "detritos".
—Todo vibra, todo el tiempo. Nada está inmóvil. Los átomos e iones están
constantemente desviándose de su posición de equilibrio —explica Dancer—.
La energía cinética es la energía que un objeto posee debido a su movimiento.
—No lo sabía. —Ahora estoy celosa de un látigo. ¡La velocidad del sonido es
de más de mil cien kilómetros por hora! Yo no produzco explosiones sónicas.
Quiero ser un látigo. Me gusta la idea de andar por ahí haciendo explosiones
sónicas por todas partes. No puedo creer que nunca me dijera esto antes.
—¿Como, este lugar donde estoy parada? —digo, pero no lo digo en serio,
porque si lo hiciera, no estaría parada aquí. Estaría muerta. Frunzo el ceño,
estudiando la escena, tratando de dar sentido a algo. Si no lo vieron venir, ¿por
qué estaban gritando? ¿Sintieron el mismo pánico sofocante que sentí yo en el
Castillo de Dublín antes de que llegara?
—No. La única razón por la que lo mencioné fue para ilustrar la conexión
entre el frío extremo y la actividad molecular, y el hecho de que incluso en el
frío más extremo posible, todos los objetos todavía tienen algún tipo de
energía.
—Lo sé. Hice las pruebas una y otra vez. Probé varias muestras de cada
escena. Fui al Castillo de Dublín, tomé trozos de Unseelie de la nieve y los puse
a prueba también —dice—. Están inertes, Mega. No hay energía. No hay
vibraciones. Nada. Están inmóviles. Más muertos que muertos. ¡Las cosas que
estuve probando no pueden existir, y, sin embargo, las tenía en mis manos! La
física tal como la conozco está siendo reinventada. Estamos en el umbral de un
385
nuevo mundo.
—No creo que sea tan simple. La mayoría de las escenas que congeló no
tenían una reserva impresionante de energía. Si buscaba la energía, hay un
número infinito de lugares más ricos en ese combustible. Mi hipótesis es que la
ausencia de energía cuando se desvanece es un efecto secundario y quizás
completamente involuntario de lo que sea que esté haciendo, algo tangencial a
su objetivo primordial.
Ryodan me lanza una mirada que dice que él sabe que yo conozco la forma
de volver a entrar.
—Hablando de eso, ¿alguna idea sobre lo que hace estallar a las escenas? —
le pregunto a Dancer.
—Creo que crea una especie de vacío energético donde las cosas se vuelven
inestables. Como dije, la física no está funcionando bien. Es posible que los
objetos reducidos a nada de energía sean frágiles, y cuando son alterados por
las vibraciones de los objetos alrededor, explotan. La falta de energía también
puede ser como una falta de "pegamento" necesario para mantener unida a la
materia. Excepto que en estos casos están cubiertos de hielo. Una vez que esa
cáscara está comprometida, todo se deshace. Cuanto mayor sea la perturbación
de las moléculas que rodean la escena, más violenta será la explosión. Tú
entrando congelando el cuadro para estudiar la escena generarías una
perturbación de vibraciones significativa.
R'jan dijo que cuando el RE atacó lugares en Seelie, los Fae no fueron solo
asesinados, sino que fueron borrados como si nunca hubieran existido.
Las dos veces que vi aparecer al RE, todo el sonido desapareció. Ninguno de
nosotros podía oír nada. Dancer confirmó un tercer caso de silencio similar y las
secuelas de sonido hueco en el evento de WeCare del que fue testigo.
¿Por qué debería desaparecer el sonido? ¿Por qué todo dejaba de vibrar en 387
el instante en que aparecía el RE? ¿Por qué las cosas dejarían de vibrar? ¿Por
qué estaba succionando energía? ¿Qué es exactamente lo que está haciendo el
RE? ¿Qué lo atrae hacia donde está siendo atraído? ¿Cuál es el maldito factor
común? Hasta que lo descifremos, no tendremos esperanza de detenerlo.
Somos blancos fáciles.
Me estremezco. Lo que necesito ver está justo frente a mí. Puedo sentirlo.
Simplemente no estoy mirándolo con los ojos correctos, con los ojos claros que
no sufren conflictos. Necesito un cerebro como el mío y ojos como los de
Ryodan.
Me concentro en la parte trasera de mis párpados, absorbo lo gris en ellos y
me encierro en un capullo con ello. Construyo un útero blando donde puedo
comenzar el proceso de borrarme a mí misma, de separarme del mundo; aquel
en el que existo y en el que soy parte de la realidad, y todo lo que veo está
coloreado por mis pensamientos y sentimientos.
Alejo todo lo que sé sobre mí misma, todo lo que soy y me hundo en una
caverna tranquila en mi cabeza donde no hay corporeidad, no hay dolor.
La observadora.
Abro los ojos y estudio la escena. Ella es una receptora. Las cosas entran y
salen. Ella las procesa. Sin ego o identidad. Nada excepto un rompecabezas
aquí, y todos los rompecabezas pueden ser resueltos, todos los códigos
decodificados, de todas las cárceles se puede escapar. No hay un precio
demasiado alto para el éxito. Es un fin y hay medios, y todos los medios están
justificados.
Está justo ahí, frente a nosotros. Estuvo allí todo el tiempo. Ella piensa que es
obvio y que yo soy estúpida. Yo creo que ella es una loca sociópata.
103
Slurpee: bebida congelada de varios sabores.
—¿Qué? —dice Dancer.
Ninguno de ellos estaba gritando. Toda la gente que creía que estaba
gritando por el miedo y el horror al final estaban cantando.
La música cambia bajo mis pies. Una canción de heavy metal acaba de
comenzar en Chester’s y las vibraciones aumentan tanto en ritmo como en
intensidad. Siento que la sangre abandona mi rostro.
Si tengo razón…
Y tengo razón.
390
Traducido por Lizzie
104
“Oh the weather outside is frightful”: del villancico “Let It Snow”.
dentro de nuestros muros, aunque todavía tenemos que vislumbrar una desde
la noche que Cruce fue enterrado en el sepulcro subterráneo. Algunos dicen
que el Rey Unseelie se las llevó consigo cuando se fue. Uno puede tener
esperanza.
Mis aposentos están cercanos a los veintiséis, sofocantes para alguien nacido
y criado en la Isla Esmeralda. Me limpio mi frente y meto húmedos mechones 392
detrás de mis orejas. Desabrocho el primer botón de mi blusa y toco
ligeramente mi piel.
¡Hierba, por los santos, verde como el trébol de San Patricio! Verde Kelly
como el trébol deforme que simboliza la misión y la integridad de nuestra
orden de Ver, Servir y Proteger.
Aunque el AFI está atado a un trozo de tierra que ha sido quemada hasta
tomar un brillo negro de porcelana, lisa como un horno, si alguien se acercara,
no sentiría el calor. El mundo de fuego está contenido.
Sin embargo, entre el AFI y nuestra abadía crece esa repugnante hierba a
pesar de la nieve, esa hierba sobre la cual Cruce me tiende suavemente en mis
sueños, en medio de fragantes flores donde me hace sentir cosas por las que
me desprecio cuando llega el amanecer.
No soy sabia en las formas de la geografía. Sé dónde está el este cuando sale
el sol. Sé dónde está el oeste cuando se pone.
Los aliso juntos para que se encuentren, esquina con esquina, y presiono la
lengua al paladar en una protesta silenciosa, una técnica que perfeccioné
cuando era más joven para no gritar cuando era arremetida por la intolerable
emoción de otro.
La pregunta implora: ¿el falso verano que hace crecer la hierba y florecer las
flores viene del adyacente mundo de fuego o del príncipe de hielo debajo?
Decido que quizás pueda soportar a Ryodan, al menos hoy, porque cuando
digo cierra Chester’s, ¡el tipo ni siquiera me hace otra pregunta!
Lo sigo, feliz de que él tome mi palabra con las cosas. Jo y Christian seguro
no lo hacen. Están detrás de mí, acribillándome con preguntas que Dancer
tampoco está contestando, creo que porque todavía está ocupado organizando
todas las ramificaciones de lo que acabamos de descubrir. Eso, o está tan
obsesionado como yo por conseguir que cada cosa en nuestras inmediaciones
sea apagada lo antes posible.
394
Todavía me faltan algunos datos que no creo que pueda reunir ya que todas
las escenas explotaron. La especulación bien puede ser todo lo que tengamos
para trabajar. Sé que al Rey Escarcha le gusta el helado, pero no sé de qué
sabor. Y estoy bastante segura de que es quisquilloso. O hubiéramos sido
congelados hace meses.
Sigo a Ryodan a su oficina, donde corta la energía de los subclubs. Con cada
golpecito en la pantalla de la computadora, otro subclub muere y es todo lo
que puedo hacer para no soltar una risotada y gritar, especialmente cuando el
subclub de niños queda oscuro y en silencio.
La gente, las malditas ovejas que deberían haber sacado las cabezas de sus
traseros semanas atrás y haberse unido para salvar nuestra ciudad, protestan
vociferantemente. Algunos solo siguen bailando como si nada hubiera
sucedido, como si estuvieran oyendo música en sus cabezas.
Él me da una mirada que dice: buen intento, como si alguna vez fuera a
permitirte que te dirigieras a mis clientes en masa.
Me rio por lo bajo. Tiene razón. Podría despotricarle a esta gente durante
horas.
—No habrá ninguna luz o música hasta nuevo aviso. —Suelta el botón.
—¿Eso es todo? —le digo. ¡Qué bueno que no está escribiendo el Diario de
Ryodan! A través del suelo de cristal observo a la gente susurrar enojada.
Muchos están borrachos y no les gusta este nuevo desarrollo. Quieren su pan y
circo. Es por eso que vienen aquí—. Jefe, ¿qué mierda fue eso? ¿Quizás podrías,
395
como, decirles que no se vayan o morirán?
—Creo que deberías cerrar las puertas —dice Jo—. No dejarlos salir por su
propio bien.
—Si quieres que te diga qué hacer para mantener este lugar seguro —digo—
. Mejor mantenlos a salvo.
396
W
No hay canciones de cuna para acostar a los niños.
No hay himnos para estar de luto por los muertos. 397
No hay blues para aliviar el dolor.
No hay rock and roll por el que vivir.
Sin la música todos seríamos
Sociópatas o muertos.
105
“The sound of silence”: de la canción “Sound of Silence” de Simon And Garfunkel.
106
Santa Sede (o Sede Apostólica): alude a la posición del Papa en tanto Cabeza Suprema de la
Iglesia Católica.
porque residan junto a huesos aceptablemente venerados. Los huesos son
huesos y las buenas personas son buenas personas. Les ruego a todos que
velen por nosotras en nuestro tiempo de necesidad.
Lloraría si tuviera lágrimas, pero son drenadas hasta secarse cada amanecer
cuando despierto, exhausta, manchada de semen que no es mío por derecho y
de culpa que sí lo es. ¡Semen de aquel que acaba de meter sus dedos en la pila
de agua bendita y ahora traza una cruz en su frente, sus labios, su corazón!
En mi iglesia.
¡En mi iglesia!
Paso mi mirada sobre los bancos y bajo mis barreras para poder conocer el
estado de sus corazones. He estado amortiguando sus emociones por meses,
porque han conocido tal ira, pena y temor últimamente que no puedo hacer
más suave la inundación diaria.
107
Facistol: atril grande donde se pone el libro o los libros de canto en las iglesias.
Veo claramente por primera vez en más de un mes.
Ryodan convoca una reunión en una de las salas del segundo piso. Nunca he
visto tal silencio en el club. La gente se sienta sola, sin hablar. Las luces están
bajas y toda la música está apagada. No puedo sentir la más mínima vibración
en mis pies. Un suave resplandor irradia a nivel del techo y el piso. Él tiene
algún tipo de iluminación metida en tubos detrás de las molduras. Siempre he
asumido que tenía generadores gigantes en algún lugar y que simplemente no
podía sentir la vibración sobre la fuerte e incesante música. Si no son
generadores, ¿qué está manteniendo las luces encendidas?
Jo, Dancer, Christian y yo nos unimos a seis de los tipos de Ryodan. Cada vez
que Jericho Barrons no entra a la habitación conmigo, exhalo un suspiro de
alivio. Uno de estos días va a suceder. Es inevitable. Y uno de estos días será
probablemente con Mac a su lado. Está bien. He vivido la mayor parte de mi
vida bajo la amenaza de “uno de estos días” por una razón u otra. Los
superhéroes lo hacen.
Ryodan envía a tres de sus hombres abajo al club para mantener el orden, y
envía a los otros tres al día helado para rastrear el ruido que encuentren y lo
apaguen. Jo templa sus órdenes con: “Y traigan a Chester’s a cualquier persona
que descubran para que podamos mantenerla con vida”.
—Está siendo atraído por la música —digo—. Al principio pensé que era
atraído por el canto, pero no. Está tras un componente de la música. Ondas de
sonido. Frecuencias. Quién sabe, quizás una sola nota. Y el sonido no necesita
ser hecho por una persona. Puede venir de un estéreo, un instrumento musical,
las campanas de una iglesia, la radio de un auto, incluso un Unseelie gritando
una nota lo suficientemente alta para hacer añicos el cristal.
108
Energía geotérmica: energía que puede obtenerse mediante el aprovechamiento del calor del
interior de la Tierra.
—Como en el Castillo de Dublín, la noche en que congeló las jaulas —dice
Christian. Ha estado callado pero puedo sentir el mal genio saliendo del amigo.
Apenas está manteniendo la calma.
—Entonces ¿cómo averiguamos qué ruido le gusta? —dice Jo—. Todas las
escenas estallaron, ¿verdad?
—No creo que necesitemos hacerlo —dice Dancer—. Solo tenemos que
establecer algún lugar y hacer una enorme variedad de sonidos. Esperar a que
venga.
Jo se ha puesto pálida.
—El mundo está convirtiéndose en hielo —le dice Ryodan a Jo—. Si esto
continúa, el Rey Escarcha terminará lo que Cruce comenzó: la destrucción del
mundo. A veces tapas el agujero de cualquier forma que puedas, y te preocupas
403
por arreglar el barco después. Si las opciones son hundirse hoy o mañana, yo
tomaré mañana.
A mí, me dice:
Se pone de pie para exigir mi inmediata renuncia como Gran Maestra, pero
antes de que pueda incitar el escándalo por el que vive, una a una las cabezas
se inclinan y las manos se levantan. Banderas blancas de rendición son izadas
hasta que cada mujer tiene su brazo por encima de la cabeza excepto una. Mi
prima recupera su lugar en el banco, los puños apretados en bolas de nudillos
blancos en su regazo.
Me abro con un enfoque estrecho y angosto. Su furia no tiene fondo, dirigida
en su totalidad hacia mí. Ella creía que era la única. Me castiga a mí por las
maneras lascivas de nuestro enemigo. Es una tonta en demasiadas maneras
como para numerar: en los asuntos de la infidelidad, si un hombre se aleja, no
es culpa de la mujer con la que se acuesta. Un corazón digno evita la tentación,
a pesar de la magnitud. Claramente mi corazón no es digno.
En mi silencio, les fallé. No fue solamente a mí a quien aislé. Las corté a las
unas de las otras.
No oigo respuestas y no necesito ninguna. Puedo decir por sus rostros que
ninguna de ellas habló de ello. Nos convertimos en un grupo de islas
acurrucadas cerca en nuestra vergüenza, comiendo, trabajando y viviendo lado
a lado, en completa desconexión. Por más de un mes cada una de nosotras libró
la misma batalla infernal, y en lugar de compartir esa carga, la sufrimos solas.
Las enormes alas de Cruce se agitan. Es el único sonido que alguna vez le he
404
oído hacer a una imagen proyectada de él. ¡Oh, sí, nuestro enemigo está
cobrando fuerza con cada día que pasa!
Una vez más me pregunto si se trata de Cruce o la presencia del AFI lo que
causa que la hierba crezca. Si se trata del AFI, ¿podría su ubicación sobre la jaula
de Cruce también estar debilitando la integridad de esas barras de hielo? No
me he permitido visitar su cámara desde la última vez que Sean y yo hicimos el
amor. Sin mi amante para anclarme, no arriesgo nada.
—Ya no quedan perros. Las Sombras se los comieron todos —dice Lorena.
—Ésa fue una broma. El punto es que no podemos irnos —dice Margery—.
Bajo ninguna circunstancia. Éste es nuestro hogar. ¡No permitiré que nadie me
aleje de él!
Antes de irnos, creamos señuelos de sonidos en los bordes norte, sur y oeste
de la ciudad, en vecindarios abandonados donde ya nadie vive. Dancer los
instala, transmitiendo desde una fuente de radio central. ¡Incluso Ryodan está 406
impresionado, haciéndome sentir súper orgullosa de que Dancer sea mi mejor
amigo! Con suerte será suficiente para evitar que el Rey Escarcha sea atraído
por todo el ruido que tenemos que hacer para escapar de la prisión nevada en
la que se ha convertido Dublín.
Hago una rápida parada en la taberna Cock & Bull y quito algo de la pared
que he estado muriéndome por tener desde que Dancer lo mencionó. Es el
único lugar en el que yo podía recordar haber visto un látigo, montado como
arte junto a un conjunto de gigantes cuernos de toro. No tengo dudas de que
será útil de alguna manera. Y si no, ¿entonces qué? No puedo resistirme a hacer
que algo se mueva más rápido que la velocidad del sonido. ¡Las explosiones
sónicas están tan hechas para mí!
Los motores de las camionetas rugen, raspando un camino para que los
Humvees y los autobuses puedan avanzar entre montones de nieve apilados en
enormes bancos, congelada hasta ser sólida como una roca. Las calles están
intransitables con esa cosa, y aún cae, aterrizando gruesa sobre nuestros
parabrisas. Tenemos tipos adelante conduciendo quitanieves y camiones que
dispersan trozos de sal. No tengo idea de dónde encontraron el equipo. No
tenemos esa clase de nieve. Conociendo a Ryodan, lo tiene todo escondido en
109
“Burning down the house”: canción de Talking Heads.
algún almacén, preparado para toda y cualquier eventualidad, incluso lo
aparentemente imposible.
Él tiene razón. El agujero tiene que ser tapado porque el barco se está
hundiendo. Otros cuantos días y no estoy segura de que nuestro éxodo hubiera
sido posible. Estaríamos congelados en el interior. Odio el plan que estamos a
punto de poner en acción pero tenemos que hacerlo. A veces, cuando todo el
infierno se está desatando lo único que queda por hacer es desatarlo un poco
más.
407
La noche trae una aurora boreal violeta a nuestra casa. Llamas de color
berenjena y genciano parpadean sobre la brillante capa de nieve cubierta de
hielo como en las olas de un océano de alabastro.
Nos reunimos en las ventanas de nuestra sala común para observar el baile
de los vapores violáceos. Estoy consternada al darme cuenta de cuánto tiempo
he pasado en mi habitación en el mes pasado, para no traicionar las visitas de
Cruce. No vi que todas nos separábamos por razones similares. Nuestra abadía
se había vuelto inquietantemente silenciosa y solitaria conmigo, su líder, sin
darme cuenta. Nunca más me permitiré olvidar que el aislamiento es el primer
paso a la derrota.
Esta noche abrimos nuestro precioso alijo de maíz sellado al vacío en frascos
a finales del verano pasado, abriéndolos con aceite sobre el fuego. Hacemos de
la noche una celebración, entibiadas por lo último de sidra escaldada sobre una
fogata, condimentada con canela y clavo. Comunión, calidez, buenos olores en
el aire, contribuyen a una sensación de gratitud y esperanza, y nos
reconectamos a la familia que una vez fuimos con nueva apreciación. Ahora que
todos saben que Cruce estaba ejerciendo su seducción sobre cada una de
nosotras, ya no estamos divididas por la culpa.
Las siete nos abrigamos con capas, bufandas y guantes, y salimos a la nieve.
Luces lavandas flotan sobre un terreno crepuscular, evocando un ambiente
surrealista y de ensueño. Observamos mientras camionetas con enormes palas
labran su camino sobre nuestro camino cubierto de blanco seguidas por cuatro
Humvees y dos autobuses.
Cuando Ryodan se baja del asiento del conductor de una de las camionetas,
por el más breve de los momentos de sorpresa pienso: ¡pero qué fortuito,
puedo pedirle que remolque el AFI!
Mucho.
—No puedes tenerlo. Sea lo que sea, no vas a llevártelo. La respuesta es no.
—De nuevo, no. —Creo que quizás tenemos algo que intercambiar. Quizás le
daré lo que sea que quiera por mover el AFI. Pero mejor negarlo desde el
comienzo.
Él desliza sus manos por mis brazos hasta los codos y los acuna ligeramente,
acercándonos más.
—Tu amado Sean ha estado libre para irse durante semanas —murmura
contra mi oído.
—No es una mentira. —Deja caer sus manos de mis brazos y retrocede. Estoy
más fría donde estaba tocándome.
Veo a Dani salir de uno de los autobuses. Las nubes se abren en mi corazón
agitado y de repente me siento optimista. Su cabello de fuego es un halo de luz
de sol alrededor de su rostro resplandeciente, delicado y eternamente
maltratado. Su sonrisa de saludo es contagiosa. ¡Cuánto la he extrañado!
Abro los brazos, sabiendo que nunca correrá hacia ellos como deseo.
Sabiendo que cualquier abrazo que robe de la niña será solo eso… robado. Bajo
su exterior magullado y duro brilla el oro puro. Está llena de luz como nadie con
quien me haya encontrado antes. Eso me hace más dura y más gentil con ella.
Aunque es rebelde, malhumorada e irritable como cualquier adolescente, no
hay una pizca de mala voluntad en ella y ha tenido razones para sentirla. De
hecho, razones suficientes para llenar un libro, pero irradia solo entusiasmo y
felicidad de estar viva. Me doy cuenta que Ryodan me está observando
observarla, con atención. Una vez más me pregunto si puede leer mis
pensamientos, y si es así, ¿qué tan claramente?
—Hola, Kat, ¿qué tal? Mucho tiempo sin verte, ¿eh? ¿Todo está bien aquí?
¿Tienen suficiente para comer y esas cosas? Lamento no haber estado por aquí
para revisar las cosas pero terminé atrapada en Faery. ¡Amiga! ¡Nunca vas a
creer todas las cosas que han estado sucediendo! Brrr, ¡hace frío aquí afuera!
¡Oh, y creemos que sabemos cómo detener al Unseelie responsable de convertir
nuestro mundo en una zona ártica! Oye, estoy congelándome, ¿vas a dejarnos
entrar?
Una vez más estamos en la sala común mirando por la ventana mientras la
confederación más peculiar que he visto colaborar en una meta común se
prepara para destruirnos.
Mientras Dani me contaba su plan para atrapar al Rey Escarcha con el AFI,
Ryodan permaneció en silencio, y con una buena razón. Él conocía cada una de
mis objeciones y que no había refutación válida para ninguna de ellas. Al final,
cuando el permiso debería haber sido dado o negado por mí, y sin duda habría
sido negado, él me informó que si yo no cooperaba de alguna manera, él
destruiría la abadía y seguiría con su plan.
—No sabes eso. Ni siquiera sabes si el Rey Escarcha puede ser asesinado.
Dije:
No puedo leer a Ryodan. Nunca seré capaz de hacerlo. Pero puedo leer al
resto de ellos.
411
Traducido por Xhessii
110
“Crystal world with winter flowers turn my day to frozen hours”: de la canción “Snowblind” de
Black Sabbath.
lo demás. El camino largo, ancho y carbonizado detrás es un recordatorio
constante de que me carbonizaría si lo tocara. Aunque el AFI no emite
verdadero calor, ninguna nieve se acumula en el suelo árido, como si al pasar
hubiera dejado algo antitético al frío.
—¿Qué? ¿Tienes alguna clase de metal ultra denso del que nunca he oído?
—digo gruñonamente, pero si me oye no me responde. ¿Cómo es que Ryodan 413
siempre tiene las cosas más geniales? ¿Dónde demonios las consigue?
Una vez más, Kat está afuera, mirándonos. Ryodan le dijo que tiene que llevar
a las sidhe-seers hacia la nieve una vez que comencemos. ¡Eso casi la volvió
loca! Ella lo tomó como un equivalente a que él dijera que la abadía era una
baja aceptada, pero lo conozco. Él no estaba diciendo eso. Solo considera las
posibilidades y sabe que intentar mover a cerca de trescientas mujeres en
medio de una crisis es una pesadilla. He intentado moverlas durante tiempos de
paz y silencio y tuve la suerte de un espejo roto clavado debajo de una
herradura invertida con una escalera cercana debajo de la cual acaba de pasar
un gato negro. Como ovejas, las sidhe-seers se agrupan por naturaleza, hasta
que tú quieres que vayan a alguna parte. En ese momento son todas traseros
esponjosos y piernas rotas.
Miro a Kat caminando hacia mí desde la abadía. Luce tan pequeña con su
cabello volando hacia atrás de su rostro y su cuerpo como un junco que podría
ser quebrado muy fácilmente. Me preocupo por Kat. Sé que no quería dirigir la
abadía pero todos insistieron. Kat exuda algo pacífico y fuerte que te hace sentir
cómodo cuando probablemente no deberías hacerlo. Ella dice que la fe es una
roca y que mientras tengas tus pies firmemente plantados en ella no puedes
fallar.
—Dani.
—Hola, Kat.
—No puedo. Cuando el Rey Escarcha venga, si el AFI está demasiado cerca
de los parlantes, el embudo podría ser congelado antes de que podamos cortar
la ligadura y usarlo.
—¿Qué parte?
—Todo.
—¿Y destruirlo?
Ella asiente.
—Pero, ¿quién dice que el fuego triunfará sobre el hielo? Dijiste que ni
siquiera estaba hecho de hielo. ¿Qué tal si está hecho de algo sobre lo que el
fuego no tiene efecto? ¿Qué sucede si convocas al Rey Escarcha aquí y congela
el AFI?
Me da una mirada.
Me da otra mirada.
—¿Qué quieres que diga? No voy a mentirte. Eres como Christian. Lo sabes
de todos modos.
—Una vez más, amiga, todos congelamos el cuadro. Además, oí que el AFI
no se mueve tan rápido. Ryodan dice que mientras tenga treinta segundos y lo
termine todo antes de que entre a la abadía, no tiene problemas.
—No lo hará.
—Un minuto —dice Kat silenciosamente—. ¿Te das cuenta de que si destruye
este lugar, perderemos todo lo que nuestra orden ha pasado miles de años 416
reuniendo? Nuestros libros y objetos sagrados, nuestra historia, nuestro hogar.
¿Ves el césped y las flores que crecen contra la pared? ¿Te das cuenta de que si
el AFI atraviesa la abadía, bien podría derretir la prisión de Cruce y liberarlo? ¡El
Sinsar Dubh estará suelto en nuestro mundo, caminando por ahí en el cuerpo
de un príncipe Unseelie!
—Mira Kat, no estoy diciendo que sea un plan perfecto. Pero si no tienes
mejores ideas, sal del camino y déjanos hacer nuestro trabajo. —Miro alrededor
a los montones de nieve, los árboles congelados, las pilas de cortezas
amontonadas—. ¿Cuánto tiempo crees que sobreviviremos de ésta manera?
—No le permitiré que tome mi abadía, Dani. No permitiré que estas mujeres
sean arrancadas del único hogar que han conocido. Como tú, estoy dispuesta a
arriesgar mucho por aquellas cosas en las que creo.
—Haz que se vaya —le digo a Ryodan—. A menos que quieras ser
417
responsable de su muerte.
—Ella es una mujer hecha y derecha —dice—. Puede tomar sus propias
decisiones.
Jo brilla.
Yo casi vomito.
—Bien. Está sobre tu cabeza. —Maldición. Ahora voy a tener que vigilar a Jo y
preocuparme también por todo lo demás.
—¿Estás seguro de que deberían estar tan lejos? —le pregunto a Ryodan.
—Necesitamos separarnos, para que en el peor de los casos, no seamos
todos congelados.
—¿Dónde demonios está Hendrix en esta cosa? —Lor lo saca del puerto de
sonido y lo revisa, luciendo enojado—. ¿Según la definición de quién esto es
música?
Jo dice:
—Si hubiera sabido que todos tenían un gusto tan de mierda en canciones,
hubiera traído más tapones para los oídos —digo—. Faltándole el respeto a mi
gusto. Como si Hendrix fuera siquiera escuchable. Y Muse111 es algo que haces.
111
N. de T.: juego de palabras. Muse no es solo el nombre de una banda, sino que también es un
verbo que significa “reflexionar”.
112
N. de T.: mismo caso que el anterior. En este caso, ”disturbed” significa trastornado.
—¿No tienes nada de Mötley Crüe o Van Halen? —dice Lor—. ¿Quizás “Girls,
Girls, Girls”?
—Qué tal algo de Flogging Molly —dice Christian—. Dani, mi cielo, ¿cómo
puede no gustarte “Devil’s Dance Floor”? ¿Y qué hay de Zombie?
—¡Oye, devuélvemelo!
—¡No lo estoy!
—Sí, Mega.
Lor ríe.
113
N. de T.: “karma”.
—Ni una sola canción —digo felizmente—. Sin embargo, tengo algunas de
Nicki Minaj.
Seis horas después soy un dolor de cabeza, me duele el trasero, y mis barras
de chocolate se están acabando.
Nueve horas después daría casi cualquier cosa por cinco malditos minutos de
silencio.
Al otro lado del camino de entrada, hacia el otro lado de la abadía, las sidhe-
seers están envueltas en mantas. Cabeceando. ¡Porque, como que, la música allá 420
no está sacudiendo las placas de hueso en sus cráneos! Estoy tan celosa que
podría escupir. Desanimada, como otra maldita barra de chocolate. Odio las
barras de chocolate.
—No mires así a mis amigas —digo—. ¡Están fuera de los límites de los
príncipes Unseelie, amigo!
Él me mira y tengo que apartar la mirada rápidamente. Está lanzando poder
como un volcán a punto de estallar. Siento la humedad de la sangre en mis
mejillas por una simple mirada a sus ojos.
—Bueno, solo congeló uno de los clubs en Chester’s. Eso significa que la
mayor parte de la música no hace cualquiera que sea el sonido que está
buscando. Si necesitas irte y encontrar alguien para… ya sabes, ve. Pero intenta
no matar a nadie, ¿si?
—No voy a irme a ninguna parte hasta que estés a salvo —me dice Christian,
realmente tranquilo.
—¡No lo sé! Solo pensé que “Purple Haze” era un título genial, luego la
escuché y no tuve tiempo de eliminarla. ¿Quién escribe letras tan estúpidas?
¿”Discúlpame mientras beso a este chico”?
—¡Traidor!
Tiene razón.
114
Niebla púrpura: traducción del título de la canción.
Traducido por Lizzie
115
“Is it the end, my friend? Satan’s coming ’round the bend”: de la canción “Black Sabbath” del
grupo del mismo nombre.
—No lo sé, no me importa. Cacemos a la perra —dice Christian.
—Cómo diablos pasamos más allá de sus piernas —dice Ryodan, y lo miro.
Puedo ver que tiene un vehemente deseo personal de matarla.
—Si el Highlander le dice algo a Jo sobre eso, pensará que él está mintiendo.
Ella podría creerte aquí. Mis hombres la matarán si lo sabe. Y no seré capaz de
detenerlos.
Lo miro con fuerza y me doy cuenta que quizás por primera vez me está
diciendo una simple verdad.
—Nunca.
Es como una extraña batalla de rock-opera que se pone incluso más extraña
cuando la siguiente canción que Lor puso en la lista comienza y Black Sabbath
comienza a tocar “Black Sabbath” a alrededor de tropecientos decibeles. Como
si la Bruja Carmesí no fuera lo suficientemente perturbadora, necesitamos esa
rara canción de fondo. No me malinterpreten, la puse en mi lista de
reproducción porque a veces me gusta escucharla. Pero tengo que estar de un
verdadero humor, porque, amigo, la canción me hace sentir inquieta y
perturbada, y casi todo el mundo con quien he hablado sobre ello se siente de
la misma manera.
—No tienes oportunidad contra ella. Yo difícilmente la tenga. ¡No hagas que
me maten porque me ponga estúpida preocupándome por ti!
Mientras avanzo haciendo zig zag, pienso en cómo las cosas que creó el Rey
Unseelie resultaron tan feas e incompletas mientras que los Seelie son tan
hermosos y completos.
Y comienzo a pensar en cómo todos los Unseelie están buscando algo, y eso
parece ser lo que sea que no tienen. ¿Por qué el Rey Escarcha buscaría el
sonido? Las cosas se silencian totalmente cuando él aparece. ¿Debido a que él
toma el sonido, o porque su mera existencia erradica los sonidos?
¿O es más complejo que eso? ¿Qué tal si el Rey Escarcha busca aquello de lo
que todos los Unseelie carecen en su nivel más bajo, más profundo? ¿Y si es el
426
único Unseelie lo suficientemente inteligente para ir directamente a la raíz del
problema y, a diferencia de la ingenua Mujer Gris que pasa su vida intentando
recolectar la belleza que nunca puede ser suya, o la Bruja que está tratando de
terminar un vestido que nunca puede ser completado, el Rey Escarcha está
intentando recolectar la canción sin la que fueron creados? ¿Está tras la Canción
de la Creación? ¿Comiendo porciones de la misma, poco a poco?
116
Ozzy: Ozzy Osbourne, cantante de Black Sabbath.
117
N. de T.: traducido al español, Black Sabbath significa Misa Negra.
118
Aleister Crowley: (1875-1947), inglés, asociado con el satanismo.
¡Yo! ¡La Mega! ¡Puesta a pastorear!
Parpadeo.
—Se siente realmente bien, ¿verdad, Mega? —Dancer me da una mirada fría.
—¡Yo no soy una debilidad! —Espero hasta que lleguen una vez más al otro
extremo y luego vuelvo a congelar el cuadro hacia la acción. Soy una maldita
superheroína. Los superhéroes no se sientan a un costado.
Podría. Eventualmente.
Sale tamizándose de ahí, luego de repente está justo donde estaba. Luciendo
sorprendido, como si tamizarse no hubiera funcionado de la manera que se
suponía.
Ryodan tiene la cabeza baja, mirándome por debajo de las cejas de una
manera que solo lo he visto hacer una vez antes, y Lor luce terriblemente
enojado.
—Amigo —digo, porque no tengo ni idea de qué decir—. ¿Me lanzarías eso,
como, de vuelta ahora? 428
Christian desliza su largo cabello negro por encima del hombro y me lanza
una sonrisa asesina.
a Bruja no podía llegar a ninguna parte con nosotros, así que fue tras
L una presa más débil.
La Bruja ni siquiera las está usando para tejer. Ni siquiera las quería. ¡Solo las
mató y las lanzó lejos como basura!
Quiere a Christian. Y parece que está lista para matar a cada uno de nosotros
para llegar a él.
119
“You must whip it, whip it good”: de la canción “Whip It” de Devo.
¡La Bruja baja en picada y toma a dos más de mis hermanas! La sangre
salpica por todas partes y la gente está gritando como loca.
Estoy tan enojada que estoy temblando. Es un caos total. Antes, éramos solo
nosotros a quienes teníamos que cuidar. Ahora la Bruja está cayendo en picada
sobre cientos de humanos indefensos y no sé a quién ayudar primero.
Saco mi látigo, congelo el cuadro hacia el límite exterior del grupo en busca
en un buen tiro, ¡y lo golpeo directamente contra la Bruja!
Lo hago una bola, ato la cuerda alrededor del mango para que tenga peso y
se lo lanzo. Él lo atrapa, lo desata y lo golpea contra la Bruja que desciende.
Ella se tambalea hacia atrás y desaparece hacia arriba en las luces púrpuras.
Pero, esta vez, no hace crack. No hace ningún sonido en absoluto, ni siquiera
un pequeñísimo siseo mientras corta a través del aire.
Resulta que cuando la niebla finalmente llega, cada uno de nosotros está en
el lado equivocado del campo de juego.
431
Traducido por hatlish
reo que la razón por la que no sentí pánico previo a la llegada del Rey
CEscarcha esta vez fue porque ya estaba sintiendo demasiado pánico
para que más pánico penetrara. La carnicería de la Bruja Carmesí con las sidhe-
seers me tenía tan frenética, que incluso olvidé por qué estábamos en la nieve
para empezar.
Y alguien tiene que cortar esa maldita atadura porque si no soltamos el AFI,
el Rey Escarcha va a congelar los altavoces y se desvanecerá, ¡y todo habrá sido
en vano! Peor aún, si es tan inteligente como creo que es, no caerá en el mismo
truco dos veces. La sensibilidad que siento emanar de él es gigantesca. Éste no
es un Unseelie ingenuo. No lo sé porque no los he visto a todos todavía, pero
podría ser el más complejo de los que el Rey creó jamás. Me pregunto si quizás
aportó un poco de sí mismo en su probeta.
120
“Try to set the night on fire”: de la canción “Light My Fire” de The Doors.
Veo a Christian y él me está mirando con intensidad. Me dice sin emitir
ningún sonido: no puedes hacer ambas cosas, Dani, mi amor.
¿Tu punto?
Desaparece.
Sin embargo, no lo desolla. Lo atraviesa con una pierna como si fuera un 433
shish kebab121 y lo atrae hacia su falda. Mientras lo dobla en su abrazo
goteante, él me mira. No puedo darle sentido. No lo entiendo. ¿Por qué hizo
eso? ¡No lo entiendo! ¡Por qué alguien haría algo tan estúpido!
Congelo el cuadro hacia el Rey Escarcha. Es muy extraño no ser capaz de oír
ni un sonido. Tampoco estoy sintiendo vibraciones. Al menos las personas
sordas pueden sentir vibraciones. Esto es peor que una cámara de privación de
sonido, es un mundo de privación sensorial con el RE dentro.
Mientras me acerco, veo que Lor y Ryodan están impulsándose hacia la caja
negra en lo que luce como cámara lenta. Ambos están cubiertos de espeso
121
Shish Kebab: Consiste en un palo de metal o madera con pequeños bloques de varios tipos
de carne. En España, como un pincho moruno.
hielo blanco que continuamente se agrieta cuando se mueven. Hace tanto frío
como la noche en que morí en la iglesia.
Aun así nos empujo hacia el dolor porque este es mi mundo y ningún Fae
maldito me lo quitará. Mi boca está abierta en un aullido silencioso. Ryodan se
sacude violentamente mientras nos obligo a ir hacia el epicentro helado.
Acelero la marcha hasta lo más rápido que puedo de manera que las cosas
sucedan en la cámara más lenta posible.
Lo engulle.
El sonido retorna.
Se ha ido.
Funcionó tan bien que casi no puedo creerlo. Me quedo allí aturdida,
sintiéndome cautelosa. No soy la única confundida. Ryodan tiene los ojos
entrecerrados con sospecha. Lor está un poco encorvado, como si pensara que
el cielo se va a caer sobre él. Me río por lo bajo, porque, amigo, es bastante
triste cuando no puedes aceptar un final feliz simplemente por lo que es, pero
todavía tenemos grandes problemas. El AFI está devorando la montaña de
altavoces congelados y se dirige directamente hacia la abadía.
La parte inferior del embudo se está volviendo azul, con una costra de 436
escarcha blanca.
—Oh, mierda.
Pero el AFI se agrieta y sisea, emite vapor y explota, mientras el súper fuego
se súper congela.
El hielo pesa y lo hace detenerse. A medida que el embudo gigante gana
sustancia, se hace demasiado pesado para seguir a la deriva y se estrella
estrepitosamente contra el suelo como un carámbano desprendiéndose de un
desagüe, alojándolo en la nieve.
Las paredes del AFI comienzan a temblar y sacudirse como si el Rey Escarcha
estuviera tratando de encontrar el punto más débil para salir de su congelado
cascarón.
Explota.
La tierra tiembla, luego hay un estruendo como un trueno tan grande como
una galaxia dentro del AFI.
De repente, oigo el ruido más horrible que jamás he oído, como si quizás
todos los sonidos que el Rey Escarcha recogió alguna vez salieran en un eructo
disonante, que suena como las uñas en una pizarra y luego… ¡maldición, me
encanta ser una superheroína! Justo como pensé que lo harían, ¡los monstruos
fusionados explotan!
438
Traducido por hatlish
stoy radiante. No hay forma de negarlo. Brillo por cada poro. Nunca
E
tuve una aventura tan increíble en toda mi vida, y he tenido algunas
enormes.
¡Ganamos! Nos trenzamos en una batalla contra el mal más grande que haya
visto y ganamos. A diferencia de la última gran batalla llevada a cabo aquí,
estuve aquí para verlo caer con mis propios ojos. No tuve que oír sobre eso al
día siguiente por terceros lo suficientemente afortunados para haber estado allí.
Y tampoco ningún Rey Unseelie todopoderoso se abalanzó y nos rescató en el
último segundo. ¡Lo hicimos nosotros!
Cuando el AFI que contenía al Rey Escarcha explotó, las astillas de hielo
subieron hasta las nubes, se hundieron en el suelo y en cada lugar intermedio.
Todos nos agachamos, esquivamos o agarramos a alguien más lento,
congelando el cuadro hacia el refugio de la abadía. Aún así, somos un montón
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“Celebrate good times, come on!”: de la canción “Celebration” de Kool & The Gang.
de gentuza, todos golpeados con rasguños, cortes y moretones. No había forma
de evitar las consecuencias.
Esperamos adentro hasta que estuvo tranquilo por unos segundos y pareció
que los escombros se habían asentado, luego volvimos a salir para hurgar en
los trozos y convencernos a nosotros mismos de que las amenazas realmente se
habían ido. Dancer estudió las cosas por unos buenos cinco minutos antes de
darme una sonrisa y declarar que los escombros estaban inertes. Planea llevar
muestras a los laboratorios de la Trinity, pero dijo que estaba un noventa y
ocho por ciento seguro de que nada iba a salir de los restos.
Me pavoneo.
Casi pierdo mis galletas en ese momento. Brillo tan fuerte que casi duele.
Creo que de mi piel se está escapando luz.
Yo tampoco. ¿Por qué se entregó solo para hacer que mi decisión fuera más
fácil? Yo hubiera tomado una decisión en un segundo o dos más. Hubiéramos
perdido muchas más sidhe-seers con la Bruja Carmesí. ¿Ésa fue su forma de
demostrar que todavía no era un Unseelie completo? Quizás estaba intentando
compensar por haber matado a la mujer con la que había tenido sexo, o era su
idea de otro regalo de bodas.
—Está bastante claro que está obsesionado contigo, cariño —dice Lor.
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Heimlich: la maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios para
desobstruir el conducto respiratorio, normalmente bloqueado por un trozo de alimento o
cualquier otro objeto. Es una técnica efectiva para salvar vidas en caso de asfixia por
atragantamiento.
Ahora tengo el doble de razones para localizar a esa perra y matarla. Tengo
que liberar a Christian para que podamos estar parejos y terminar todo entre
nosotros.
—¿Eh? ¿Adónde?
—La Mega puede cuidarse sola —dice Dancer—. Si ustedes estúpidos idiotas 442
no acaban de verlo, son ciegos. Denle espacio para respirar.
Ryodan dice:
Lor dice:
—Jefe, todo lo que ella necesita es a alguien con quien entrenar, con quien
gastar algo de esa jodida energía sin límites.
Kat dice:
Desearía poder haber traído a Dancer conmigo, pero nunca habría escapado
si hubiera reducido la velocidad.
Nadie sabe lo que necesito mejor que yo. Probablemente todavía están
todos allí, discutiendo, intentando decidir cómo controlarme y dirigir mi vida.
Me río.
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Traducido por hatlish
La echo de menos. Odio saber que está en esta ciudad en algún lugar,
caminando por las calles igual que yo, teniendo pensamientos sobre matar
Faes, sobre salvar al mundo y matarme a mí, y ella está en una calle y yo estoy
en otra y esas calles nunca pueden coincidir o una de nosotras morirá.
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“This is not the end, this is not the beginning”: de la canción “Waiting For The End” de Linkin
Park
Después de lo genial que ha sido mi día no puedo creer que esté teniendo
pensamientos deprimentes. Me apresuro a través de Temple Bar, esquivando
autos y farolas y todo tipo de cosas medio enterradas en montones de nieve
cubierta de hielo. Ahora que el Rey Escarcha se ha ido, la nieve debe de
comenzar a fundirse. ¡No podría estar más preparada para el verano! Yo no me
bronceo. Me salen pecas. A Dancer le gustan las pecas.
Ahora mismo tengo un montón de cosas que hacer, y moverme con toda
esta nieve es tedioso. No puedo congelar el cuadro por mucho tiempo porque
tengo que bajar continuamente y volver a armar mi cuadrícula mental. Hay
demasiados montones y pilas de hielo que no estaban allí ayer. Cada vez que
bajo, casi se me congelan los dedos de las manos y de los pies. Es de noche,
una fuerte brisa está soplando desde el océano, y juro que hace seis grados
bajo cero con la sensación térmica. 445
Fijo mi cuadrícula en su lugar, zumbo por un cuarto de cuadra, me detengo,
rearmo. Congelo el cuadro por doce metros, doy vuelta a la esquina en un
resbalón, me choco contra un montículo, ruedo y rearmo mientras me deslizo
un poco más. Me choco contra el costado de un edificio y mi aliento se congela
en el aire en un brusco jadeo blanco. Maldigo y froto mi costado. Mañana voy a
tener un enorme moretón.
Bajo a cámara lenta para rodear un montículo de nieve con costra de hielo.
Estoy de pie allí, comenzando a sentirme melancólica una vez más pensando en
todos los fantasmas que veo en estas calles a veces, cuando siento la punta de
algo afilado y puntiagudo en mi espalda.
Congelo el cuadro.
O lo intento.
No ocurre nada. Como aquellas dos veces con Ryodan cuando de repente no
tenía nada de combustible. No hay gasolina en el tanque, no hay motor en el
tren.
1. Darkfever 1. Iced
2. Bloodfever 2. Burned (2013)
3. Faefever
4. Dreamfever
5. Shadowfever
6. Iced
7. Burned (2013)
Moderadora
Sheilita Belikov
Traductoras
Akanet magdaa
Ale.. Niii
dark&rose otravaga
hatlish Shadowy
Kathesweet Sheilita Belikov
LaaLa STark Simoriah
lalaemk Susanauribe
Liseth Johanna vanehz
Little Rose Xhessii 448
Lizzie yanli
Lost Angel
Correctoras
Ángeles Rangel Mari NC
Clau12345 Nanis
LizC Pimienta
Lizzie Simoriah
Majo V!an*
Marina012
Recopilación
Simoriah
Revisión
Sheilita Belikov
Diseño
Sheilita Belikov
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