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INCENDIO

Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada que puede afectar o abrasar algo que no
está destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras y a seres vivos. La exposición de los
seres vivos a un incendio puede producir daños muy graves hasta la muerte, generalmente por
inhalación de humo o por desvanecimiento producido por la intoxicación y posteriormente
quemaduras graves.

Para que se inicie un fuego es necesario que se den conjuntamente tres componentes:
combustible, oxígeno y calor o energía de activación, lo que se llama triángulo del fuego.

ORIGEN DE INCENDIO

En los edificios, los fuegos (no procede el término incendios) pueden empezar por causas muy
variadas: fallos en las instalaciones eléctricas o de combustión, como las calderas, escapes de
combustible, accidentes en la cocina, niños jugando con mecheros o fósforos, o accidentes que
implican otras fuentes de fuego, como velas y cigarrillos. El fuego puede propagarse
rápidamente a otras estructuras, especialmente en aquellas que no cumplen las normas básicas
de seguridad haciendo que por ello pase a etapa de incendio, ya que el incendio es la siguiente
etapa del fuego descontrolado ante la ausencia de los sistemas de protección pasiva y activa de
los incendios. Ya se ve que no se habla de sistemas de protección contra fuegos, sino contra
incendios. Por ello, muchos municipios ofrecen servicios de bomberos para extinguir los posibles
incendios rápidamente.

CLASES DE INCENDIO

Para efectos de clasificación de los incendios, las clasificaciones más extendidas son la
estadounidense y la europea.

En Estados Unidos y México los fuegos se clasifican en cinco grupos: A, B, C, D y K.

Clase A: fuegos que implican madera, tejidos, goma, papel y algunos tipos de plástico o
sintéticos.

Clase B: fuegos que implican gasolina, aceites, pintura, gases y líquidos inflamables y lubricantes.

Clase C: son aquellos fuegos que comprometen la parte eléctrica.

Clase D: fuegos que implican metales combustibles, como el sodio, el magnesio o el potasio, u
otros que pueden entrar en ignición cuando se reducen a limaduras muy finas.

Clase K: La clase K (kitchen) es indicada principalmente para fuegos en cocinas; se refiere a los
incendios que implican grandes cantidades de lubricantes o aceites. Aunque, por definición, la
clase K es una subclase de la clase B, las características especiales de estos tipos de incendios se
consideran lo suficientemente importantes como para ser reconocidos en una clase aparte. En
Europa corresponde a la clase E, pues las clases de fuegos siguen el abecedario A, B, C, D, E.
Dentro de poco tiempo se tendrá la clase F para fuegos de origen radiactivo.

INCENDIO DE LUGAR

Este tipo de incendio puede ser urbano, industrial, forestal (de superficie, de copa o de subsuelo)
y de transportación.

Los primeros son los que se producen en lugares donde hay concentración de gente, los
industriales son aquellos que se generan en las fábricas y en los forestales (de superficie, de copa
o de subsuelo) el combustible es sólido, mientras que los que ocurren en transportación son
aquellos que se dan en vehículos o medios de transporte.

INCEDIOS POR MAGNITUD

Estos pueden ser conato, incendio parcial o incendio total. Conato es un tipo de incendio
pequeño que se puede apagar rápidamente con extintores comunes, mientras que un incendio
parcial es aquel que abarca parte de una casa, un edificio o lugar específico y es más peligroso
porque puede llegar a expandirse y convertirse en un incendio estructural. En estos casos hay
que esperar el arribo de profesionales para que se encarguen de él.

El último tipo de incendio por magnitud es el total. En un incendio total la situación ya se


encuentra fuera de control y afecta a todo el lugar lo que significa que los bomberos lo que
intentarán en primer lugar es que no se extienda a zonas aledañas.

En esta clasificación el riesgo se evalúa en función de tres distintos factores tales como:

La ocupación (cantidad de personas que se encuentran dentro del lugar afectado).

El continente (materiales de construcción del lugar y altura del mismo).

El contenido (materiales inflamables que posiblemente puedan encontrarse en el sitio).

En base a cada uno de estos agentes es que los incendios en función del riesgo pueden ser
considerados de riesgo ligero, ordinario o extraordinario. Para dar una idea de qué se considera
dentro de cada categoría, una construcción de madera correrá más riesgo que una de hormigón
así como un edificio de mayor altura estará ante mayor peligro que otro más bajo.

Estos son todos los tipos de incendio que existen y sus correspondientes subdivisiones. Es
importante saber ante cuál nos estamos enfrentando para combatirlo de la manera correcta y
así extinguirlo lo más rápido posible o intentar que se produzcan la menor cantidad de daños.

Asimismo, es totalmente necesario contar con seguros contra incendios o sistemas que protejan
ya sea nuestra casa, edificio o empresa de este tipo de siniestros.

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