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Todas las vacaciones de verano se dedicó a leer los libros que le había dado su
madre, cuando iniciaron las clases la maestra Areli había conformado un grupo
de estudiantes entre los que estaba seleccionado él para demostrar su
inteligencia especial, ese día al salir de clases, vio una multitud alrededor de un
auto rojo, el cual le recordó lo que le había sucedido con un auto rojo a su amigo
Mario que subió al auto y ya no lo había vuelto a ver.
Por fin se anima a decirle lo que siente a su enamorada y le pide que sea su
novia y gracias a Ariadne hacen una cita para ir a comprar unos libros. Esa
noche su padre llega furioso ya que se entera que el supuesto comandante esta
dado de baja desde hacía 3 años por corrupto.
Capítulo IX: Helado de chocolate
Al día siguiente discute con su padre ya que hay una muchacha llamada Alicia
que le gusta Carlos, pero a él no le gusta ella, entonces su padre se enoja por
que según él es muy descortés, entonces Carlos le hace ver que si sabe respetar
a las mujeres, Ariadne le cuenta que su Sheccid está muy mal ya que su madre
es esquizofrenia y su padre tiene una amante, él se queda confundido ya que
encuentra a su enamorada con Adolfo.
Se enfrentan los dos bandos y Adolfo sale con la nariz rota por Carlos y éste a
su vez sale con 2 costillas rotas, luego Ariadne le habla por teléfono para decirle
que Sheccid va a dar una fiesta en su casa y pedirle que vaya, después de mucho
tiempo de dudar se anima y va, pero de regreso a su casa se enferma y le da
fiebre.
Una vez más él le pide que sea su novia y ella lo vuelve a despreciar con una
postura irónica entonces él se va dejándola llorando, sus amigas van a
consolarla pero ella se desmaya entonces Carlos corre a su auxilio ya que
todavía la ama.
Después fue a casa de Sheccid y ahí encontró a una vieja amiga de ella, Frida
la cual le contó otra versión de la historia, le dijo que sus padres no se habían
divorciado y que ella estaba muy enferma, no se iba a ir a otro país sino que se
iba a internar en una clínica especialista en su problema. Al día siguiente le
llamó Frida muy triste para decirle que había estado en cirugía en un hospital
de neurología y que había muerto, él se quedó mudo colgó el teléfono
bruscamente y corrió al hospital.
Al llegar al hospital encontró a Ariadne, la cual le entregó una carta que Sheccid
le había dejado por si moría, en esta le contaba de su infinito amor, que gracias
a él había conocido lo que era amar y que había conocido a alguien que le había
dado mucha felicidad, fuerza y valentía que era DIOS y le pidió que se acercara
a él pero de la manera correcta en una relación personal con él y que por favor
nunca la olvidara.
Capítulo XIX: La fuerza del Sheccid