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MUAC – CAMPUS EXPANDIDO

La relevancia de la
imagen como objeto
artístico.
Miriam Torralba Cortés
13/12/2017

Ensayo final del Seminario “Ver y Saber en torno a la imagen El ojo en la historia el pensamiento
de Georges Didi-Huberman” a cargo de la Doctora Eiza Mizrahi.
Encontrar una funcionalidad en el arte siempre me representó una ambigüedad
entre las relaciones que el arte mantiene como discurso institucional, como objeto
artístico y objeto histórico. Al comienzo del seminario estaba tratando de
reflexionar sobre la relevancia del paisaje en mi discurso actual como artista visual
y cómo puede ser relevante el resultado visual en esta época plagada de
imágenes. Además de tener la posibilidad de comprobar, si la idea, que la
creación artística puede darnos una visualización sobre el futuro, puede ser cierta.

En el desarrollo de la reflexión me fue necesario dividirla en varias partes. Para


identificar las diferentes caras de la idea.

1. ¿qué puede ser y que no debería ser el objeto artístico?

Consideré que las circunstancias para realizar actividades artísticas son


diversas dentro de los diferentes movimientos y creadores llevando siempre la
responsabilidad de hablar sobre aquello que no puede ser explicado y resaltar los
hechos que marcan a la sociedad de tiempo en tiempo. Parece que desde el
comienzo del estudio del arte, que llevaría a la estética, la preocupación siempre
consiste en descifrar las manifestaciones artísticas, a pequeños trozos físicos, que
las componen, notas, guiones, movimientos, temáticas, tratamientos, compases,
composición ahora formaban parte de la antelación hacia la teorización sobre las
piezas y su relevancia en correspondencia al arte institucionalizado. Los
resultados de estos escritos parecen otra forma de acercarse a lo que “la pieza
significa” sin nunca llegar a la oficialización pues la interpretación de quien la mira
siempre estará influenciada por todo su contexto y su propia formación.

Esta institucionalización le dio al objeto artístico la posibilidad de ser algo más


que solo un objeto para convertirse en un concepto. Se necesitó de un hecho de
violencia como la guerra para que todos los campos de estudio e investigación, se
vieran afectados al mismo tiempo, se necesitó de una masiva aniquilación de la
humanidad para hablar de la misma. Estos hechos violentos que no han dejado de
acontecer y que gracias a la politización se han fraccionado para que sólo le
correspondan a una comunidad, a un sector, región o país, y así dejar que la
distancia, aquella sensación de que nos hace ajeno todo aquello que no nos
afecte; han tomado en el arte una forma de testimonio y testigo de estas
conductas para convertirse en un recordatorio constante. Didi-Huberman resaltó
esta necesidad del hombre por violencia en diferentes momentos y
manifestaciones, desde la imagen estática como los libros de trabajo de Brecht,
así como los videos de Farocki cuyo imagen dinámica corresponde a la
contemporaneidad de la sociedad y su necesidad y asimilación del cine. La
perpetuación del testimonio de estos hechos, le otorgan la relevancia al objeto
artístico y ofrecen un vistazo a una totalidad que aterra, una mirada a la naturaleza
primitiva y al rompimiento con los dogmas del hombre.

En una sociedad en constante conflicto, las diferencias ofrecen más material


para potencializar las salidas artísticas, el objeto se convierte en una especie de
catalizador a la crítica de los comportamientos, y las fracturas sociales parecen
sanar momentáneamente, sin embargo, el conflicto vuelve a presentarse y el
círculo vuelve a comenzar.

Me parece importante destacar aquella sensación de no pertenencia, en donde


los pueblos se aferran a su singularidad y descartan así su propia responsabilidad
en los conflictos, Desmond Morris habló sobre la dinámica de las supertribus que
ha formado el zoo-humano, la dinámica del poder entre estas entidades es más
parecida a la ilusión, pues la idea de democracia, pertenencia y nacionalismo son
proporcionales al énfasis que hagan los líderes de estas supertribus, las mismas
que en un momento dado pueden ser inventadas para mantener la identidad de la
supertribu. Los enemigos públicos, la aparición de grupos supremacistas,
radicales y extremistas, el nacionalismo pueden ser una de estas ilusiones que los
líderes políticos toman para mantener la misma ilusión de cohesión social y
desatender el problema que nos envuelve a todos por igual, lamentablemente la
indiferencia que mantenemos hacia los actuales conflictos sociales causados por
más violencia, se sostiene hasta que nos afecta directamente, dentro del territorio
mexicano, específicamente, tomamos un rol ambiguo, en donde considero resalta
la doble moral, en cuanto al tema de migración, pues mientras muchas familias y
fracciones completas de pueblos han migrado al territorio de EEUU para realizar
su “sueño americano” son perseguidas por las autoridades migratorias de ese
país, de cuyos métodos y tratos son frecuentemente relatados, aquí en México, se
actúa de la misma manera sobre las personas que provienen de alguna región y
país de Sudamérica, sin que las autoridades rindan testimonio al respecto. Por
otro lado tenemos esa sensación de que algo no va bien en el sistema que lidera
al país, pero los conflictos no han sido suficientemente catastróficos para unir a la
mayor parte de la sociedad para comenzar a querer y exigir un cambio.

Aquí es donde el objeto artístico se puede convertir en eso que resalte las
diferentes aristas de los conflictos y muestre los abismos y las fracturas de la
identidad social y humana. Al igual que no sólo debería de ser un archivo histórico
si no debería de convertirse en la forma de replantear constantemente las ideas de
testimonio, testigo e historia para uso de la misma humanidad. Considero que al
momento de otorgársele esa identidad, el objeto se transforma en una manera de
hablar desde y para los pueblo, reconoce las singularidad de cada uno pero los
visualiza en una totalidad, con la que da la posibilidad de modelar la identidad. El
objeto artístico debería de aspirar a recrear el dispositivo de montaje del que habla
Didi-Huberman, para que la humanidad pueda visualizar y entender su propia
ruptura, de esta forma la historia debería de ser el momento de comprensión entre
todas aquellas fisuras con la actualidad misma, por ejemplo El Guernica de
Picasso, se convirtió en un símbolo del vacío y horror de la guerra tan arraigado
en el presente dentro de la sociedad que en el año 2003, al momento que fue
anunciada la intervención militar de EEUU en Irak en la conferencia de prensa que
tuvo lugar en el Consejo de Seguridad de EEUU la reproducción en tapiz de la
pieza fue cubierta al momento del evento.

La ruptura del montaje debe de ser así de real, que es transferible a cualquier
otra reproducción. Es momento de resaltar la otra cara del problema inicial ¿quién
es el que debe de hacer evidente el montaje?
2. La responsabilidad del artista.

Desde el momento del rompimiento con la representación de la divinidad, la


aparente libertad creativa para los artistas, se presentó con la necesidad de hacer
el entorno un evidente referente y tema, como lo había señalado anteriormente, un
evento tan catastrófico como la guerra toca todas las fibras sensibles de todos los
tejidos sociales. Es lamentable que sea algo tan grande y devastador como lo es
una guerra mundial la que tiende a hacer visible los bloques ideológicos que
siempre buscan sobresalir sobre el otro, que haga evidente los conflictos que
mantenemos entre individuos y exagere algunos aspectos de las comunidades
que pueden resultar contraproducentes, como el nacionalismo extremo, que en
época de “paz” son controlados y manejados por lo políticamente correcto, sin que
llegue la reflexión real sobre esa necesidad de conflicto y el empleo de la violencia
para experimentarlo.

Los diferentes discursos en los que el arte se suscribe ayuda a legitimar


aquello para lo cual se usa, sea por medio de las instituciones, movimientos y
campañas, el beneficio de su politización no debería ser parcial. Es casi garantía
que un objeto del montaje sería incómodo para aquel que lo contemple y será más
desgarrador para aquel que lo hace, el artista / creador pasará por los procesos y
momentos necesarios para que desde su “punto de vista”, desde la posición que
ha tomado respecto a esos momentos que tienen que ser resaltados, pueda
alcanzar a fabricar ese dispositivo. Estar dispuesto a realizar una toma de posición
constantemente debería también ser el ideal de los creadores, sin que represente
la contradicción hacia la ideología personal, al contrario a pesar de que se
reconozca que estuvimos en un error y lo que pensábamos que era lo real no era,
la reafirmación de las ideas proporcionará un sentido de credibilidad hacia las
obras futuras, pues considero que si algo ha contribuido a que el artista se
considere y sea considerado ajeno a su entorno y a su tiempo y se confunda con
otras ilusiones, es precisamente ese querer considerarse como un ente ajeno a las
consecuencias de las situaciones sociales, en una realidad como la México, en
donde no han dejado de suceder momentos que han marcado a la sociedad sería
más sencillo esa toma de posición de la que habla Didi Huberman que si bien
sencillo no es, es necesario para que aquello que hagamos pueda ser una
interpretación del momento y en su momento aportar otros montajes para
visualizar nuestra compleja formación social.

Pero es deber del creador, que desde la trinchera deshacer las


convencionalidades de lo que el arte como objeto artístico es y representa en su
momento y enfocarlo como objeto portador de conocimiento y reconocimiento para
su situación y comunidad, haría legible aquello que sólo se consideraba visible y
aunque puedo pensar que el objeto artístico se vuelve un objeto utilitario (como lo
que pasa con la imagen de Guernica, que se convierte en La Imagen de la guerra)
para la sociedad esa utilidad lo hará ser atemporal y poder ser significativo en
cualquier momento de la historia.

3. El objeto artístico como herramienta para visualizar el futuro.

Acceder al futuro ha sido uno de las preocupaciones del hombre desde su


inicio como hombre ritual, una especie de necesidad de guía que es interpretada a
la manera de quien lo recibe, sin alcanzar a percibir totalmente el todo, pues
también se presenta la posibilidad de que sea tenga la mirada ensombrecida y el
oído disminuido para no ver su futuro por más acertado que este sea y tomar
acción sobre él.

El montaje funciona de manera retrospectiva, siempre en tiempo presente, y


para fines de esta realidad funciona de manera excepcional, pero también
considero que puede ser una forma de visualizar el futuro, siguiendo con el
ejemplo de Guernica de Picasso, la potencia del dispositivo no radicó sólo en
hablar de las consecuencias materiales de la guerra, sino hablar de la naturaleza y
causa de ella, un hecho violento, vacío y sin esperanza, que sólo es vislumbrado
de forma momentánea y por medio de una luz de vela, las citas a lo largo de
algunos escritos, el diario y cuadernos de Brecht, no sólo dieron a vislumbrar
aquella responsabilidad del creador, también dieron la posibilidad de ver dentro de
sus comparaciones, entre todos las figuras de poder que tuvieron participación en
la guerra, las similitudes entre “buenos y malos” y como ambos en su ataque o
indiferencia fueron partícipes en esos eventos y por la comparación fotográfica
que hace de Hitler saludando a su comunidad y el papa Pío XII saludando a la
suya, es notoria esa complicidad entre humanos para poder interpretar la acciones
realizadas o la falta de ellas dentro de estos contextos.

Otra situación similar se presentó al momento de abrir los campos de


concentración y tomar evidencias de esos momentos, el vislumbrar una parte del
horror y después explotarlo en la realización de largometrajes, de alguna manera
el impacto sólo funcionará al consultar las primeras cintas como forma de archivo
tomadas por Samuel Fuller, pues aún con la restricción de tiempo, sólo se
necesitan esos segundos para poder hacer evidentes el alcance sintomático de
esas situaciones y al hacerse testigo puede ser evidencia de todos los hechos
similares, desde los presos en Irak por parte de EEUU, y me pregunto cómo
afectaría a nuestra sociedad si más videos de la violencia ejercida por los grupos
de narcotraficantes, en particular si hubiera aparecido videos sobre los hallazgos
de los sudamericanos asesinados por los zetas en el año de 2014 en San
Fernando Tamaulipas. Desafortunadamente no hubo imágenes que se
convirtieran en ícono para darles rostro a la problemática que enfrentan a diario
los inmigrantes sudamericanos en nuestro país.

Creo que los dispositivos de montaje nos pueden dar todas esas similitudes y
poder identificarlas en nuestro tiempo y aún más en el futuro, sin que sean una
especie de fortuna sino al contrario que se convierta en un reforzamiento para ver
de forma crítica todas las acciones o la falta de ellas que puedan estar
aconteciendo y puedan acontecer en el futuro.

4. Conclusiones.

Dentro del discurso del ensayo el punto que trato de demostrar es que el futuro
que puede ser mostrado en los dispositivos de montaje en las imágenes siendo un
reflejo del pasado a través de la interpretación del presente y aunque siempre es
presente, esa posibilidad de vislumbrar un fantasma del futuro me es aún posible
dentro de las manifestaciones artísticas que cumplan con el dispositivo.

La imagen aún tiene relevancia al momento en que aún se realiza y se


reflexiona a través de ella, y es en con esa responsabilidad de tomar posición y en
su momento distancia para que llegue a convertirse en un objeto de conocimiento
y reconocimiento para quien acceda a ella. Será mi convicción y mi compromiso
aquello que hará que los resultados puedan participar en la dinámica del montaje
o no, pero siempre exigiendo esa participación. El paisaje a pesar de ser una
forma de composición muy aceptada, creo que otorga la posibilidad de búsqueda
de aquellos elementos evidentes, el plantear esta especie de imagen congelada
en donde la ruptura y fisuras del montaje serán los diferentes puntos en donde las
imágenes son el presente y pasado y futuro. La reflexión aún sigue en pie, pues
sólo será al momento de enfrentar los resultados, en donde se pueda hacer
evidente si este dispositivo y la teoría se puedan analizar.

La visión de Dibi-Huberman, Benjamin y la plática de Jaar, ayudó a que


considerará la responsabilidad que tenemos quienes realizamos cualquier
actividad artística para aportar conocimiento hacia la sociedad y a pesar que
también es el espectador el que tienen la obligación de ver, el artista tiene que
aprender a hacerse ver en esta época plagada de imágenes.
Material de Consulta.

Didi-Huberman, Georges:

 Cuando las Imágenes Toman Posición. A Machado Libros, España. 2008.


 Remontajes del Tiempo Padecido. Editorial Biblos, Argentina. 2015.
 Arde la Imagen. Serieve, México, 2012
 Pueblos expuestos, pueblos figurantes. Manantial, Buenos Aires, 2014.

Morris, Desmond. El Zoohumano. Debolsillo, México, 2008

Sobre el Guernica:

“El 'Guernica' de la ONU, tapado en tiempos de guerra”.

 https://elpais.com/internacional/2003/01/31/actualidad/1043967604_850215
.html

“Simon Schama’s Power of Art – Picasso 2007”.

 http://www.dailymotion.com/video/xk2qmg

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