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a Senda de Camille, magia de alta

montaña
Siete días de marcha entre hayedos, cordilleras y lagos
glaciares por los Valles Occidentales, en Huesca, y los
Pirineos franceses
Hay dos tipos de montañeros: los que se pirran por subir cuanto más alto, mejor, y los
que prefieren las largas caminatas atravesando valles y collados. La Senda de Camille,
la primera ruta circular del Pirineo occidental, satisface a ambos.

La travesía, de 120 kilómetros y siete etapas, recorre el parque natural de los Valles
Occidentales, en Huesca, y parte del parque nacional de los Pirineos, en Francia,
enlazando refugios o albergues. Son recorridos sin dificultad técnica, pero con fuertes
desniveles, que exigen hábito de caminar y un equipo adecuado para afrontar el frío, la
lluvia o la niebla cuando se presentan. El camino ofrece la posibilidad de bañarse en
lagos de origen glaciar, como el de Estanés o Arlet, sorprenderse por el contraste entre
el árido paisaje del lado español y la exuberante vertiente francesa, ver animales
salvajes —quebrantahuesos, sarrios, marmotas, nutrias y ranas pirenaicas— y compartir
cada noche experiencias con otros caminantes.

La Senda (lasendadecamille.com), que se puede hacer de junio a septiembre, lleva el


nombre de uno de los últimos osos autóctonos del Pirineo, Camille, que vivió por estos
valles hasta 2010. Ahora hay entre 15 y 20 ejemplares en toda la cordillera fruto del
programa de reintroducción de osos pardos eslovenos. Las huellas de uno, Neré, se han
visto muy cerca de los pueblos del valle de Hecho, y Claverina ha realizado numerosos
ataques a animales a un lado y otro de la frontera.
Día 1. Linza-Selva de Oza

6 horas. 15,3 kilómetros

Frente al refugio de Linza, en el valle de Ansó (Huesca), arranca el camino que por la
brecha del Paso del Caballo conduce al hayedo del valle de Gamueta y al collado de
Anzotiello. Desde ahí, hay una larga bajada por Guarrinza hasta la Selva de Oza con
posibilidad de ver restos prehistóricos. Se puede hacer noche en el camping Selva de
Oza.

Día 2. Selva de Oza-Gabardito

7 horas. 15,3 kilómetros

El frescor de la mañana permite cruzar con ligereza el frondoso bosque de Oza y las
laderas rojizas del Castillo de Acher, curiosísima montaña con su valle colgado en la
cima (a 2.384 metros) que se puede alcanzar con una caminata extra de 1,5 horas. Más
adelante, en el collado Achar de los Hombres, el camino cambia bruscamente de
dirección y enfila hacia el Rincón de Secús, un manantial de agua potable, y Gabardito.
El descanso espera en el refugio de Gabardito (974 37 53 87).

Día 3. Gabardito-Lizara

3-4 horas. 9,6 kilómetros

Es la etapa más corta salvo que se suba al Bisaurín (2.670 metros), la montaña más alta
del parque natural de los Valles Occidentales, que suma casi dos horas a la jornada
desde el collado del Foratón. Esta es una cómoda senda marcada como GR11.1 que
atraviesa el paraje del Salto de la Vieja, con sus paredes y una cascada que tiende a
secarse a finales del verano. La meta: el refugio de Lizara.

El ibón de Estanés, el bosque de hayas y las zonas de turbera son lo más bonito entre
Lizara y Somport

Día 4. Lizara-Somport

6-7 horas. 17,4 kilómetros

Tal vez el tramo más bonito de la Senda de Camille. En el encajonado valle de los
Sarrios sus zonas de turbera húmeda, el ibón de Estanés y el bosque de hayas son tres
regalos de la naturaleza. Antes de llegar al puerto de Somport, frontera con Francia, se
atraviesa la Chorrota de Aspe, en la ladera norte de este pico, que exige precaución a
principios del verano cuando quedan restos de nieve. En Somport encontramos el
albergue Aysa.

Día 5. Somport-Arlet

6-7 horas. 19 kilómetros

Este es el día más complicado para orientarse. Desde la frontera, el Camino de Santiago
conduce ladera abajo, ya en territorio francés, hasta un centro pastoril donde se
encuentran las marcas de la Alta Ruta Pirenaica. Hay que seguirlas rumbo al bosque de
hayas de Espélunguère. Antes, en la cabaña de Escouret, el pastor Jean Michel vende
los quesos que él mismo hace con la leche de ovejas lachas. Fuera del bosque, las
señales amarillas del parque nacional conducen hasta el refugio de Arlet (+00 33 559
360 099), el único de la Senda de Camille con acceso exclusivo a pie. Quizá por eso es
uno de los rincones preferidos de Patxi Ibarbia, guarda del refugio de Gabardito y
promotor de la Senda: “Casi todas las tardes se puede disfrutar de un mar de nubes por
debajo del refugio; la vista es espectacular”. El baño en el ibón de Arlet está permitido.

Día 6. Arlet-Lescun

6-7 horas. 19,5 kilómetros

Jornada para recordar a los españoles que huyeron a Francia por estas montañas durante
la Guerra Civil y a los franceses que llegaron a España escapando de los nazis. La
trocha lleva por la muga hasta el puerto del Palo (o Col de Pau) para descender casi 900
metros de desnivel hasta Lescun, pueblo típicamente pirenaico. Hay varias opciones de
alojamiento, como el hotel Pic d’Anie (+00 33 559 347 154) o la Casa de la Montaña.

Día 7. Lescun-Linza

7-8 horas. 16,6 kilómetros

Para cerrar el círculo hay que remontar todo lo bajado rumbo a las agujas de Ansabère,
escenario de escaladas de altísima dificultad, y al collado de Petrechema, frontera con
España. Es la última oportunidad de comprar queso en una cabaña pastoril y de subir al
pico Petrechema (2.371 metros), unos 45 minutos desde el puerto. El regreso a Linza se
recorre por el singular paisaje plagado de cavidades conocido como las Foyas del
Ingeniero.

La Senda de Camille puede hacerse íntegramente o por etapas sueltas, y en un sentido o


en otro. Val d’Echo Activa gestiona, si se desea, la reserva en los refugios. Por unos 315
euros por persona se incluyen las siete noches, media pensión, mapa, saco-sábana,
tarjeta para sellar las etapas y una camiseta técnica para los que terminen la travesía.
También se puede contratar un guía para grupos; 575 euros por persona que incluyen,
además, seguro y transporte colectivo Hecho-Oza-Hecho.

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