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TEMA I: ESPACIOS TOPOLÓGICOS

FRANCISCO J. LÓPEZ

1. I NTRODUCCI ÓN

La Topologı́a (etimológicamente, ”estudio del lugar”), es la parte de la matemática dedicada a


la comprensión de aquellas propiedades de los cuerpos geométricos inalterables por deforma-
ciones no traumáticas (sin ruptura o desgarro). Desde el punto de vista topológico, un objeto es
equivalente a cualquiera otro generado tras doblarlo, estirarlo, encogerlo, retorcerlo, etc., siem-
pre que estos procesos se realicen sin romper ni separar lo que estaba unido, ni pegar lo que
estaba separado. Por ejemplo, el balón de fútbol es topológicamente equivalente al de rugby,
una taza a un neumático, o una circunferencia a un cuadrado, pero estos dos últimos objetos no
son equivalentes a un segmento porque habrı́a que cortarlos en algún punto. Objetos equiv-
alentes en topologı́a deben tener el mismo número de trozos, huecos, intersecciones, etc. La
Topologı́a es pues la Geometrı́a de los objetos elásticos, en clara contraposición a la Geometrı́a eu-
clidiana donde las transformaciones naturales o isometrı́as preservan ángulos, longitudes, áreas,
volúmenes, etc.
La idea de transformación topológica o deformación entre espacios topológicos, los objetos de
estudio en esta ciencia, se materializa a través del concepto de aplicación continua (o más es-
pecı́ficamente de homeomorfismo) entre espacios topológicos. A un nivel elemental, la Topologı́a
se interesa por conceptos como proximidad, interior, exterior, frontera, número de trozos o de
agujeros, etc. La comparación y clasificación de objetos es quizá su objetivo principal, y para
ello se introducen los llamados invariantes topológicos o atributos (como conexión, compacidad,
metrizabilidad, etc) que resultan inalterados tras una transformación topológica o deformación.
Aunque originariamente la Topologı́a nace con la Geometrı́a, en su formulación moderna es
más un pilar de la misma que una consecuencia. Ciencias como la Geometrı́a o el Análisis nece-
sitan de rudimentos topológicos para su correcto desarrollo lógico, de forma que en la actualidad
la Topologı́a debe ubicarse en los fundamentos del edificio matemático. De hecho, muchos con-
ceptos topológicos no son visualizables ni interpretables desde un punto de vista geométrico. La
Topologı́a tiene su propio lenguaje, en ocasiones bastante abstracto e intimamente conectado con
la teorı́a de conjuntos o lógica matemática. Para su correcta asimilación, el estudiante necesitará
realizar un importante esfuerzo de adaptación y comprensión.
Desde el punto de vista histórico, el nacimiento de la Topologı́a es indistinguible del de la
propia Geometrı́a. Sus orı́genes hay que buscarlos en las ideas de lı́mite y continuidad que sub-
yacı́an tanto a la cosmovisión pitagórica como a las aportaciones posteriores de Arquı́medes de
Siracusa, varios siglos antes del nacimiento de Cristo. No obstante, se suele fechar el origen de la
Topologı́a en la resolución por parte de Euler del problema de los puentes de Königsberg, en 1735.
La razón para ello hay que buscarla en que fue aquı́ donde, por primera vez y de forma consciente,
los argumentos puramente topológicos adquirieron carta de identidad. Otros matemáticos como
Möbius, Listing, Peano, Uryson, Menger, Fréchet,... contribuyeron de forma relevante al desar-
rollo de esta ciencia. Se atribuye a Hausdorff la primera definición formal de espacio topológico
a partir del concepto de entorno, aunque el desarrollo moderno de esta ciencia tuvo que esperar
a las aportaciones de Poincaré y la escuela bourbakista francesa ya en el siglo XX.
2 F.J. LÓPEZ

2. E SPACIO TOPOL ÓGICO : D EFINICI ÓN Y E JEMPLOS

Comenzamos con la definición del objeto fundamental de nuestro estudio.


Definición 2.1. [Espacio Topológico] Un espacio topológico es un par ( X, τ ), donde
• X es un conjunto no vacı́o y
• τ ⊆ P ( X ) (esto es, τ es una familia de subconjuntos de X),
satisfaciendo:
(i)a ∅, X ∈ τ.
(ii)a Si O1 , O2 ∈ τ =⇒ O1 ∩ O2 ∈ τ.
(iii)a Si {Oλ , λ ∈ Λ} ⊆ τ =⇒ ∪λ∈Λ Oλ ∈ τ.
En este caso, la familia τ se dice ser una topologia en X, y los subconjuntos O ∈ τ abiertos de la
topologı́a τ en X.

Observese que la propiedad (ii)a es equivalente a


(ii)0a Si n ∈ N y O1 , . . . , On ∈ τ =⇒ ∩nj=1 O j ∈ τ.

Veamos algunos ejemplos básicos de espacios topológicos:


1.- Topologı́a trivial: X 6= ∅, τt := {∅, X }.
2.- Topologı́a cofinita: X 6= ∅, τCF := {O ⊆ X : X − O finito} ∪ {∅}.
3.- Topologı́a conumerable: X 6= ∅, τCN := {O ⊆ X : X − O numerable} ∪ {∅}.
4.- Topologı́a fuerte: X 6= ∅, p0 ∈ X punto fijado, τ f := {O ⊆ X : p0 ∈
/ O ó X − O finito}.
5.- Topologı́a discreta: X 6= ∅, τd := P ( X ).
6.- Topologı́a de Sierpinski: X = { a, b}, τ := {∅, { a}, X }.
7.- Topologı́a de Sorgenfrey: (R, τS ), donde O ∈ τS si y sólo sı́
∀ x ∈ O, ∃e > 0 : [ x, x + e[⊆ O.

2.1. La Topologı́a Euclidiana o usual. La topologı́a más relevante para el análisis y la geometrı́a
es la topologı́a Euclidiana o usual de Rn . Para su correcta descripción necesitamos fijar las sigu-
ientes notaciones.
A lo largo de este curso k · k2 denotará la norma usual en Rn , esto es:
v
u n
k( x1 , . . . , xn )k2 := t ∑ x2j .
u
j =1

Dados p ∈ Rn y e > 0, denotaremos por


B2 ( p, e) = {q ∈ Rn : kq − pk2 < e},
y referiremos B2 ( p, e) como la bola abierta redonda de centro p y radio e en Rn .
Definición 2.2 (Abierto Euclidiano). Un subconjunto O ⊆ Rn se dice ser un abierto euclidiano si
∀ p ∈ O, ∃e > 0 : B2 ( p, e) ⊆ O.
La familia de todos los abiertos euclidianos de Rn se denotará por τun , y si no hay ambigüedad
simplemente τu .
Las bolas abiertas B2 ( p, e), p ∈ Rn , e > 0, son los ejemplos más básicos de abiertos euclidianos
en Rn . En efecto, dado q ∈ B2 ( p, e) un punto arbitrario, claramente B2 (q, e − kq − pk2 ) ⊂ B2 ( p, e)
y por tanto B2 ( p, e) ∈ τu . No obsante y en general, los abiertos euclidianos son de muy variada
naturaleza y de incontrolable geometrı́a.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 3

Proposición 2.3. (Rn , τu ) es un espacio topológico, en lo que sigue referido como el espacio topológico
euclidiano n-dimensional.

Dem: Claramente ∅, Rn ∈ τu , lo que prueba (i)a en la Definición 2.1.


Para comprobar (ii)a , tomemos O1 , O2 ∈ τu y p ∈ O1 ∩ O2 . Por definición de abierto, existe
e j > 0 tal que B2 ( p, e j ) ⊆ O j , j = 1, 2. Es suficiente con observar que B2 ( p, min{e1 , e2 }) ⊆ O1 ∩ O2 .
Finalmente si {Oλ , λ ∈ Λ} ⊆ τu y p ∈ ∪λ∈Λ Oλ , debe existir λ0 ∈ Λ tal que p ∈ Oλ0 , y en
consecuencia podemos encontrar e > 0 tal que B2 ( p, e) ⊆ Oλ0 ⊆ ∪λ∈Λ Oλ . Esto probarı́a (iii)a en
la Definición 2.1 y por tanto nuestra proposición. 

3. S UBCONJUNTOS CERRADOS DE UN ESPACIO TOPOL ÓGICO

Definición 3.1 (Subconjunto cerrado). Dado un espacio topológico ( X, τ ), un subconjunto F ⊆ X se


dice cerrado en ( X, τ ) si X − F ∈ τ. Llamaremos
F := { F ⊆ X : F cerrado en ( X, τ )}
a la familia de los subconjuntos cerrados de ( X, τ ).

La familia de cerrados F de ( X, τ ) satisface las siguientes propiedades:

(i)c ∅, X ∈ F .
(ii)c Si F1 , F2 ∈ F =⇒ F1 ∪ F2 ∈ F .
(iii)c Si { Fλ , λ ∈ Λ} ⊆ F =⇒ ∩λ∈Λ Fλ ∈ F .

De hecho, una familia F ⊆ P ( X ) satisfaciendo formalmente las propiedades (i)c , (ii)c y (iii)c de-
fine, tras paso al complementario, una única topologı́a τ en X con familia de cerrados F . En otras
palabras, es posible introducir una topologı́a describiendo sus cerrados en vez de sus abiertos.
Veamos algunos ejemplos:

1.- Topologı́a trivial: ( X, τt ), F = {∅, X }.


2.- Topologı́a cofinita: ( X, τCF ), F = { F ⊆ X : F finito} ∪ { X }.
3.- Topologı́a conumerable: ( X, τCN ), F = { F ⊆ X : F numerable} ∪ { X }.
4.- Topologı́a fuerte: ( X, τ f ), p0 ∈ X punto base, F := { F ⊆ X : p0 ∈ F ó F finito}.
5.- Topologı́a discreta: ( X, τd ), F = P ( X ).
6.- Topologı́a de Sierpinski: X = { a, b}, τ = {∅, { a}, X }, F = {∅, {b}, X }.

No es posible hacer una descripción explı́cita de los cerrados para las topologı́as de Sorgenfrey y
euclidiana más allá de la propia definición. No obstante, y en especial para la topologı́a euclid-
iana, ofreceremos algunas caracterizaciones más operativas (ver el ejercicio 18 de la relación de
problemas de este tema).

4. B ASES DE UNA TOPOLOG ÍA

En general, la familia de abiertos de una topologı́a suele ser vasta y difı́cil de manejar, por lo
que es interesante plantearse si ésta se puede describir de una forma más simple. Esto es posible,
por ejemplo, si podemos encontrar subfamilias de abiertos más sencillos (que llamaremos bases
de la topologı́a) con la capacidad de poder regenerar mediante operaciones conjuntı́sticas básicas
todos los abiertos del espacio. Este es el objeto de la siguiente definición.
4 F.J. LÓPEZ

Definición 4.1 (Base de topologı́a). Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Una familia B ⊆ τ se dice
ser una base de la topologı́a τ si
∀O ∈ τ, ∃{ Bi : i ∈ I } ⊆ B tal que O = ∪i∈ I Bi .

Obviamente si B es base de τ y B 0 ⊆ τ entonces B ∪ B 0 es también base de τ. En este sentido,


las bases más interesantes de una topologı́a son aquellas con la menor cantidad de abiertos.
Proposición 4.2. Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Una familia B ⊆ τ es base de τ si y solo si
∀O ∈ τ, ∀ x ∈ O, ∃ B ∈ B tal que x ∈ B ⊆ O.

Dem: Supongamos que B es base de τ, y sean O ∈ τ y x ∈ O. Por ser B una base de τ, existe
{ Bi : i ∈ I } ⊆ B tal que O = ∪i∈ I Bi . Como x ∈ O, debe existir i0 ∈ I tal que x ∈ Bi0 , y or tanto
basta con elegir B := Bi0 .
Recı́procamente, si suponemos que para todo O ∈ τ y x ∈ O existe Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ O,
uno deduce que O = ∪ x∈O Bx , y por tanto B es base de τ de acuerdo con la Definición 4.1. 

Veamos algunos ejemplos sencillos de bases de topologı́a:


• B := {{( x } : x ∈ X } es base de ( X, τd ).
• B := {{( x } : x ∈ X − { p0 }} ∪ τCF es base de ( X, τ f ) con base p0 .
• B := { B2 ( p, e) : p ∈ Rn , e > 0} es base de (Rn , τu ).
• B := {[ x, x + e[ : x ∈ R, e > 0} es base de (R, τS ).
Cualquier base B de ( X, τ ) satisface las siguientes dos propiedades fundamentales:
(a) X = ∪ B∈B B.
(b) Si B1 , B2 ∈ B y x ∈ B1 ∩ B2 entonces ∃ B3 ∈ B tal que x ∈ B3 ⊆ B1 ∩ B2 .
De hecho, estas dos propiedades son la clave para la construcción de nuevos espacios topológicos
como demuestra el siguiente
Teorema 4.3. Sea X un conjunto no vacı́o arbitrario, y sea B ⊆ P ( X ) una familia de subconjuntos de X.
Supongamos que las siguientes propiedades son ciertas:
(a) X = ∪ B∈B B.
(b) Si B1 , B2 ∈ B y x ∈ B1 ∩ B2 =⇒ ∃ B3 ∈ B tal que x ∈ B3 ⊆ B1 ∩ B2 .
Entonces, existe una única topologı́a τ (B) en X tal que B es una base de τ (B).

Dem: Definamos
τ (B) := {O ⊆ X : ∃ { Bi : i ∈ I } ⊆ B tal que O = ∪i∈ I Bi }.
Probemos que τ (B) es una topologı́a.
Obviamente ∅ ∈ τ (B) (el vacı́o es la unión de una familia vacı́a de elementos de B ). La
propiedad (a) nos dice que X ∈ τ (B), por lo que (i)a en Definición 2.1 es cierto.
Sean O1 = ∪i∈ I1 Bi y O2 = ∪i∈ I2 Bi ∈ τ (B), donde { Bi : i ∈ Ij } ⊆ B , j = 1, 2, y veamos
que O1 ∩ O2 ∈ τ (B). En efecto, sea x ∈ O1 ∩ O2 , y tomemos indices i1 ∈ I1 e i2 ∈ I2 tales que
x ∈ Bi1 ∩ Bi2 . Por (b), existe Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ Bi1 ∩ Bi2 ⊆ O1 ∩ O2 . Esto prueba que
O1 ∩ O2 = ∪ x∈O1 ∩O2 Bx ∈ τ (B), probando (ii)a en Definición 2.1.
Finalmente, si Oλ = ∪i∈ Iλ Bi con { Bi : i ∈ Iλ } ⊆ B , λ ∈ Λ, se deduce que ∪λ∈Λ Oλ =
∪i∈∪λ∈Λ Iλ Bi ∈ B , y en consecuencia (iii)a en Definición 2.1. Esto concluye la prueba de que τ (B)
es una topologı́a.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 5

Obviamente B ⊆ τ (B), y de acuerdo a la Definición 4.1, B es una base de τ (B).


Para comprobar la unicidad en el teorema, consideremos una topologı́a τ 0 sobre X admitiendo
a B como base. Como consecuencia de la Definición 4.1, todo abierto de τ 0 es unión de elementos
de B , y por tanto τ 0 ⊆ τ (B) por la definición de τ (B). La inclusión τ (B) ⊆ τ 0 es consecuencia de
que B ⊆ τ 0 por ser B una base de τ 0 , y del hecho de que la unión de abiertos de τ 0 es abierto de τ 0
( (iii)a de espacio topológico en la Definición 2.1). 

El principal interés de este teorema es que es una herramienta muy útil para la construcción de
espacios topológicos, bastará con presentar una familia básica satisfaciendo las propiedades (a) y
(b) anteriores.
La construcción del (hiper)plano de Moore ilustrará este comentario.
Llamemos Rn+ := {( x, y) ∈ Rn−1 × R ≡ Rn : y ≥ 0}, y denotemos por
B M := { B2 ( x, y), e ⊆ Rn+ : y > 0, e ∈]0, y[} ∪ { B2 ( x, y), y ∪ {( x, 0)} ⊆ Rn+ : y > 0}.
 

La familia B M satisface las propiedades (a) y (b) en el Teorema 4.3, e induce por tanto una única
topologı́a τM ≡ τ (B M ) en Rn+ conocida como la topologı́a de Moore. El par (Rn+ , τM ) es conocido
como el (hiper)plano de Moore igualmente.

4.1. Comparación de topologı́as. La idea de comparación de topologı́as es elemental desde el


punto de vista meramente conjustı́stico.
Definición 4.4. Sean τ1 y τ2 dos topologı́as en un conjunto X. Se dice que τ2 es más fina que τ1 si
τ1 ⊆ τ2 .
En la familia de todas las topologı́as sobre X, la relación ”ser más fina”’ es de orden (en general
parcial).

Veamos algunos ejemplos.


La topologı́a discreta τd es más fina que cualquier topologı́a en X, mientras que cualquiera
topologı́a en X es más fina que la topologı́a trivial τt . Obviamente,
τt ⊆ τCF ⊆ τCN ⊆ τd .
La intersección τ1 ∩ τ2 de dos topologı́as τ1 y τ2 es una topologı́a, y τj es más fina que τ1 ∩ τ2 , j =
1, 2.
Sin embargo, la unión de dos topologı́as no es en general una topologı́a. Considerese el sigu-
iente caso:
X = { a, b, c}, τ1 = {∅, X, { a}}, τ1 = {∅, X, {b}}.
Es claro que τ1 ∪ τ2 no es una topologı́a pues { a}, {b} ∈ τ1 ∪ τ2 y { a, b} ∈
/ τ1 ∪ τ2 .
El principal criterio de comparación de topologı́as es debido a Hausdorff:
Proposición 4.5. Sea X un conjunto no vacı́o, sean τ1 y τ2 dos topologı́as en X, y consideremos bases B1
y B2 de τ1 y τ2 , respectivamente. Se tiene que

τ1 ⊆ τ2 ⇐⇒ ∀ B1 ∈ B1 y x ∈ B1 , ∃ B2 ∈ B2 tal que x ∈ B2 ⊆ B1 .

Dem: Consideremos O1 ∈ τ1 y x ∈ O1 . Como B1 es base de τ1 , existe B1x ∈ B1 tal que x ∈ B1x ⊂ O1 .


Por hipótesis, existe B2x ∈ B2 tal que x ∈ B2x ⊆ B1x ⊂ O1 .
Como esto es cierto para todo x ∈ O1 , uno deduce que O1 = ∪ x∈O1 B2x ∈ τ2 . Para la última
afirmación téngase en cuenta que B2 es base de τ2 . 
6 F.J. LÓPEZ

Veamos una aplicación sencilla de este criterio.


Consideremos en R las topologı́as τu y τS con bases
B1 = {] a, b[ : a < b} y B2 = {[ a, b[ : a < b},
respectivamente. Si x ∈] a, b[ es claro que x ∈ [ x, b[⊂] a, b[, de donde τu ⊆ τS por la Proposición
4.5.
Corolario 4.6. Sean X, τ1 , τ2 , B1 y B2 como en la Proposición 4.5.
Entonces, τ1 = τ2 si y solo si son ciertas las siguientes dos condiciones
• ∀ B1 ∈ B1 y x ∈ B1 , ∃ B2 ∈ B2 tal que x ∈ B2 ⊆ B1 .
• ∀ B2 ∈ B2 y x ∈ B2 , ∃ B1 ∈ B2 tal que x ∈ B1 ⊆ B2 .

4.2. Sub-base de una topologı́a. El concepto de sub-base supone la mayor simplificación a la


hora de presentar una topologı́a.
Proposición 4.7. Sea X un conjunto no vacı́o, y sea S = {Si : i ∈ I } ⊆ P ( X ) un subconjunto no vacı́o
(esto es, una familia no vacı́a de subconjuntos de X).
Entonces la familia B(S) := {∩ j∈ J S j : J ⊆ I finito} es base de una (única) topologı́a en X, a saber
τ (B(S)). En lo que sigue, y por simplicidad, escribiremos τ (S) en vez de τ (B(S)).

Dem: Para la demostración tendremos en cuenta el Teorema 4.3.


Primero, observese que X = ∩ j∈∅ S j ∈ B(S), de donde Teorema 4.3-(a) se satisface trivial-
mente.
Para comprobar Teorema 4.3-(b), consideremos B1 = ∩ j∈ J1 S j , B2 = ∩ j∈ J2 S j ∈ B(S), y x ∈
B1 ∩ B2 . Como B3 := B1 ∩ B2 = ∩ j∈ J1 ∪ J2 S j ∈ B(S) y x ∈ B3 ⊆ B1 ∩ B2 , la prueba se completa. 

Definición 4.8 (Sub-base de topologı́a). Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea S ⊆ P ( X ) un


subconjunto no vacı́o. Se dice que S es una sub-base de τ si τ = τ (S). También se dice que τ es la
topologı́a de sub-base S , obviamente unı́vocamente definida.

Veamos algunos ejemplos sencillos.


• X arbitrario y S = { X } ⊂ P ( X ). En este caso B(S) = S y τ (S) = τt .
• X = R y S = {] − ∞, a[, a ∈ R} ∪ {]b, +∞[ : b ∈ R}. En este caso B(S) = {] a, b[ : a <
b} ∪ S ∪ {∅} y τ (S) = τu .
• X = Rn , S = {rectas afines de Rn }, B(S) = {∅} ∪ S ∪ {{ p} : p ∈ Rn } y τ (S) = τd
topologı́a discreta.

5. S ISTEMA DE ENTORNOS

Uno de los conceptos básicos de la topologı́a es el de entorno o vecindad de un punto. Intuiti-


vamente, un entorno de un punto es un subconjunto del espacio que encierra toda la información
topológica alrededor del punto en un sentido fuerte. La materialización de este concepto la podemos
encontrar en la siguiente definición.
Definición 5.1 (Entorno). Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea x ∈ X un punto arbitrario.
Un subconjunto U ⊆ X se dice que es un entorno de x si existe O ∈ τ tal que x ∈ O ⊂ U.
Denotaremos por U x , o U xτ si queremos ser más precisos enfatizando la topologı́a subyacente,
a la familia de entornos de x en el espacio topológico ( X, τ ). Referiremos al conjunto U x como el
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sistema de entornos del punto x en ( X, τ ), y a la familia U := {U x } x∈X el sistema global de entornos


en ( X, τ ).

Es fundamental comprender que los entornos determinan la topologı́a, esto es, caracterizan a
los abiertos.
Proposición 5.2. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea O ⊂ X un subconjunto no vacı́o. Entonces,
O ∈ τ ⇐⇒ O ∈ U x ∀ x ∈ O.

Dem: =⇒) Trivial.


⇐=) Supongamos que O ∈ U x para todo x ∈ O. Esto quiere decir que existe Ox ∈ τ tal que
x ∈ Ox ⊂ O para todo x ∈ O, y en consecuencia O = ∪ x∈O Ox ∈ τ. 

Veamos algunos ejemplos sencillos:


• ( X, τt ), x ∈ X, U x = { X }.
• ( X, τCF ), x ∈ X, U x = {U ⊆ X : x ∈ U y X − U finito}.
• ( X, τCN ), x ∈ X, U x = {U ⊆ X : x ∈ U y X − U numerable}.
• ( X, τd ), x ∈ X, U x = {U ⊆ X : x ∈ U }.
• (Rn , τu ), x ∈ Rn , U x = {U ⊆ Rn : ∃ e > 0 tal que B2 ( x, e) ⊆ U }.
• (R, τS ), x ∈ R, U x = {U ⊆ R : ∃ e > 0 tal que [ x, x + e[⊆ U }.
Obviamente, el sistema de entornos U x de un punto x ∈ X es no vacı́o, simplemente nótese que
X ∈ Ux .

5.1. Propiedades de los entornos. Las propiedades básicas de los entornos, o de forma más gen-
eral del sistema global de entornos {U x } x∈X en ( X, τ ), son las siguientes:
(i) x ∈ U, ∀U ∈ U x .
(ii) Si U1 , U2 ∈ U x =⇒ U1 ∩ U2 ∈ U x .
(iii) Si U ∈ U x y U ⊆ V =⇒ V ∈ U x .
(iv) ∀ U ∈ U x , W := {y ∈ U : U ∈ Uy } ∈ U x .
La demostración de estas propiedades es trivial excepto la de (iv). Para probar (iv), tomemos
U ∈ U x y consideremos cualquier abierto O ∈ τ con x ∈ O ⊆ U; tal abierto existe por la definición
de entorno. A continuación observemos que U ∈ Uy para todo y ∈ O por esta misma definición,
y por tanto O ⊆ W, de donde por (iii) inferimos que W ∈ U x .
Hausdorff introdujo el concepto de espacio topológico a partir de entornos, usando estas propiedades
como axiomas fundamentales. Para ser más precisos, introduzcamos la siguiente definición.
Definición 5.3 (Sistema global de entornos). Dado un conjunto X no vacı́o, un sistema global de
entornos en X es una familia U = {U x } x∈X , donde ∅ 6= U x ⊆ P ( X ) para todo x ∈ X, satisfaciendo
las siguientes propiedades:
(i)s x ∈ U, ∀U ∈ U x .
(ii)s Si U1 , U2 ∈ U x =⇒ U1 ∩ U2 ∈ U x .
(iii)s Si U ∈ U x y U ⊆ V =⇒ V ∈ U x .
(iv)s ∀ U ∈ U x , W := {y ∈ U : U ∈ Uy } ∈ U x .
Un espacio topológico en el sentido de Hausdorff es un par ( X, U = {U x } x∈X ), donde U es un sistema
global de entornos en X.

El siguiente teorema nos enseña que la noción de espacio topológico en sentido Hausdorff
conecta con la nuestra original (ver Definición 2.1) de forma natural.
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Teorema 5.4. Sea ( X, U = {U x } x∈X ) un espacio topológico en el sentido de Hausdorff.


U
Entonces existe una única topologı́a τ U en X tal que U xτ = U x para todo x ∈ X.

Dem: Definimos
(5.1) τ U := {O ⊆ X : O ∈ U x ∀ x ∈ O}.
Comprobemos los axiomas (i)a , (ii)a , y (iii)a en la Definición 2.1.
Para comprobar Definición 2.1-(i)a , tomemos cualquier x ∈ X y cualquier U ∈ U x 6= ∅. Como
U ⊆ X, (iii)s implica que X ∈ U x para todo x ∈ X, esto es, X ∈ τ U . Por argumentos lógicos ∅ ∈
τU .
Para comprobar Definición 2.1-(ii)a , tomemos O1 O2 ∈ τ U . Por definición, O j ∈ U x para todo
x ∈ O j , j = 1, 2, de donde por (ii)s inferimos que O1 ∩ O2 ∈ U x para todo x ∈ O1 ∩ O2 y por tanto
O1 ∩ O2 ∈ τ U .
Por último, tomemos una familia {Oλ : λ ∈ Λ} ⊆ τ U . Como Oλ0 ∈ U x para todo x ∈ Oλ0
y Oλ0 ⊆ ∪λ∈Λ Oλ para todo λ0 ∈ Λ, item (iii)s garantiza que ∪λ∈Λ Oλ ∈ U x para todo x ∈ Oλ0
y para todo λ0 ∈ Λ. En otras palabras, ∪λ∈Λ Oλ ∈ U x para todo x ∈ ∪λ∈Λ Oλ y ∪λ∈Λ Oλ ∈ τ U ,
probando Definición 2.1-(iii)a . Esto concluye la prueba de que τ U es una topologı́a en X.
U
Para concluir, comprobemos que U xτ = U x para todo x ∈ X.
U
En efecto, fijemos x ∈ X y tomemos U ∈ U xτ . Por definición de entorno para τ U , existe O ⊆ τ U
tal que x ∈ O ⊆ U. La definición de los abiertos de τ U implica que O ∈ U x , de donde por (iii)s
U
deducimos que U ∈ U x . Esto demuestra que U xτ ⊆ U x .
Para la otra inclusión, tomemos ahora U ∈ U x . Por la propiedad (iv)s , W := {y ∈ U : U ∈
Uy } ∈ U x , y en consecuencia W ∈ Uy para todo y ∈ W ya que W no depende del punto y ∈ U
considerado para el que U ∈ Uy . Por nuestra definición de τ U , W ∈ τ U , y como x ∈ W ⊆ U,
U
U ∈ U xτ como querı́amos demostrar. 

Recapitulando, a partir de una topologı́a τ sabemos generar el sistema global de entornos


U τ := {U xτ } x∈X , y el teorema anterior nos muestra justo el camino inverso, esto es, como generar
una topologı́a τ U a partir de un sistema global de entornos U . Simbólicamente,
τ U τ, U τU .
Lo interesante es que estos procesos son canónicos en el sentido que expresa el siguiente:
Corolario 5.5. Dado un conjunto X, los siguientes enunciados son ciertos:
U
(a) Si U = {U x } x∈X es un sistema global de entornos en X entonces U τ = U .
(b) Si τ es una topologı́a en X entonces τ U = τ.
τ

Dem: Item (a) se sigue del Teorema 5.4.


Probemos (b). Sea O ∈ τ. Obviamente O ∈ U xτ para todo x ∈ O (ver Definición 5.1 y
Proposición 5.2), y por tanto O ∈ τ U por la definición de τ U , ver (5.1). Esto prueba que τ ⊆ τ U .
τ τ τ

Para probar la otra inclusión, tomemos ahora O ∈ τ U . Por la definición de τ U dada en (5.1),
τ τ

O ∈ U Xτ para todo x ∈ O, de donde por nuestra definición de entorno (ver Definición 5.1) existe
Ox ∈ τ tal que x ∈ Ox ⊆ O para todo x ∈ O. Como O = ∪ x∈O Ox y ∪ x∈O Ox ∈ τ por ser τ una
topologı́a, deducimos que O ∈ τ. Por tanto τ U ⊆ τ, lo que concluye la prueba.
τ

ESPACIOS TOPOLÓGICOS 9

Hausdorff incluyó un axioma más en su definición de sistema de entornos que no sobrevivió


con el desarrollo de la teorı́a, para añadirse como propiedad del espacio topológico.
Definición 5.6. Un espacio topológico ( Xτ ) se dice Hausdorff, o que satisface el axioma de sepa-
ración T2 , si para cualesquiera dos puntos x, y ∈ X, x 6= y, existen entornos U ∈ U x y V ∈ Uy tales
que U ∩ V = ∅.

Es fácil comprobar que (Rn , τu ), (Rn+ , τM ) y (R, τS ) son espacios T2 , al igual que ( X, τd ) para
cualquier conjunto X. El espacio ( X, τt ) no es T2 siempre que ] X ≥ 2, y lo mismo ocurre con
( X, τCF ) y ( X, τCN ) cuando X no es finito. La topologı́a de Sierpinsky no es T2 .
Una de las propiedades fundamentales de los espacios T2 se enuncia en la siguiente proposición:
Proposición 5.7. si ( X, τ ) es T2 entonces { x } es cerrado para todo x ∈ τ.

Dem: Tomemos x ∈ X y comprobemos que X − { x } es abierto. En efecto, dado y ∈ X − { x } por


nuestras hipótesis podemos econtrar Uy ∈ Uy con Uy ⊆ X − { x }, y por tanto X − { x } ∈ Uy . Esto
prueba que X − { x } es entorno de todos sus puntos y en consecuencia abierto. 

5.2. Bases de entornos. Al igual que ocurrı́a con los abiertos de una topologı́a en relación con el
concepto de base, es interesante poder describir los entornos utilizando una familia más reducida
de estos. La siguiente definición recoge esta idea:
Definición 5.8 (Base de entornos). Sea ( X, τ ) un espacio topológico y x ∈ X un punto arbitrario.
Denotemos por U x el sistema de entornos de x en ( X, τ ).
Una familia β x ⊆ U x se dice que es una base de entornos de x en ( X, τ ) si
∀U ∈ U x , ∃ V ∈ β x tal que V ⊆ U.

Una base global de entornos en ( X, τ ) es una colección β = { β x } x∈X donde β x es base de entornos
de x en ( X, τ ) para todo x ∈ X.

Algunos ejemplos sencillos se indican a continuación:

• ( X, τt ), x ∈ X, β x = { X }.
• ( X, τd ), x ∈ X, β x = {{ x }}.
• (Rn , τu ), x ∈ Rn , β x = { B2 ( x, e) : e > 0}.
• (R, τS ), x ∈ R, β x = {[ x, x + e[ : e > 0}.
Las propiedades de las bases globales de entornos en ( X, τ ), heredadas de las correspondientes
del sistema global de entornos, son las siguientes:

(i)b x ∈ V, ∀V ∈ β x .
(ii)b Si V1 , V2 ∈ β x =⇒ ∃V3 ∈ β x : V3 ⊆ V1 ∩ V2 .
(iii)b ∀ V ∈ β x , ∃V0 ∈ β x tal que ∀y ∈ V0 ∃Vy ∈ β y con Vy ⊆ V.

Al igual a como se hizo en el caso de entornos, uno puede regenerar una topologı́a a partir de una
base global de entornos. El procedimiento esquematizado es el siguiente:
Dado un conjunto X no vacı́o, se define una base global de entornos en X como una familia β =
{ β x } x∈X , donde ∅ 6= β x ⊆ P ( X ) para todo x ∈ X, satisfaciendo las propiedades (i)b , (ii)b y (iii)b
10 F.J. LÓPEZ

anteriores. Si β = { β x } x∈X es una base global de entornos, no es difı́cil probar que la familia U =
{U x } x∈X , donde para cada x ∈ X
U x := {U ⊂ X : ∃V ∈ β x tal que V ⊆ U },
es un sistema global de entornos en X de acuerdo con la Definición 5.3. Siguiendo el Teorema 5.4,
U determina una única topolgı́a en X que denotaremos τ β ; para ser más preciso, τ β := τ U , ver el
Teorema 5.4. Se deja como ejercicio el completar los detalles de esta construcción.
La siguiente proposición es conocida como el criterio de Hausdorff de comparación de topologı́as.
j
Proposición 5.9. Sean ( X, τj ) y β j = { β x } x∈X un espacio topológico y una base global de entornos suya,
respectivamente, j = 1, 2. Se tiene que
τ1 ⊆ τ2 ⇐⇒ ∀ x ∈ X, ∀V1 ∈ β1x , ∃V2 ∈ β2x tal queV2 ⊆ V1 .

Dem: =⇒) Supongamos τ1 ⊆ τ2 y tomemos x ∈ X y V1 ∈ β1x . Como V1 ∈ U x 1 , existe O1 ∈ τ1 ⊆ τ2


τ

tal que x ∈ O1 ⊆ V1 . En particular V1 ∈ U xτ2 , de donde como β2x es base de entornos de x en ( X, τ2 )


podemos encontrar V2 ∈ β2x tal que V2 ⊂ V1 .
⇐=) Para el recı́proco, tomemos O1 ∈ τ1 . Por la Proposición 5.2, O1 ∈ U xτ1 para todo x ∈ O1 .
En consecuencia, por nuestras hipóteisis para cada x ∈ O1 existe Vx ∈ β2x tal que Vx ⊂ O1 . Como
2 2
Vx ∈ U xτ , de la propiedad (iii) de los sistemas de entornos deducimos que O1 ∈ U xτ , esto es, O1
es entorno de todos sus puntos en el espacio topológico ( X, τ2 ). Por la Proposición 5.2 de nuevo
O1 ∈ τ2 , lo que concluye la prueba. 

j
Corolario 5.10. Dados ( X, τj ) y β j = { β x } x∈X , j = 1, 2, como en la Proposición 5.9.
Se tiene que τ1 = τ2 si y sólo si se satisfacen las siguientes dos condiciones:

• ∀ x ∈ X, ∀V1 ∈ β1x , ∃V2 ∈ β2x tal queV2 ⊆ V1 .


• ∀ x ∈ X, ∀V2 ∈ β2x , ∃V1 ∈ β1x tal queV1 ⊆ V2 .

El siguiente resultado se muestra en ocasiones muy útil:


Proposición 5.11. Sea ( X, τ ) un espacio topológico.

(i) Si { β x } x∈X es un base global de entornos en ( X, τ ) y O ⊆ X,


O ∈ τ ⇐⇒ ∀ x ∈ O, ∃V ∈ β x tal que V ⊆ O.
(ii) Si B es base de τ y x ∈ X, entonces β x := { B ∈ B : x ∈ B} es base de entornos de x en ( X, τ ).

Dem: Probemos (i).


=⇒) Como O es abierto, O ∈ U x para todo x ∈ O, ver Proposición 5.2. La condición a compro-
bar se sigue de la definición de base de entornos.
⇐=) Como O contiene un entorno (básico) de x para cada x ∈ O, deducimos que O ∈ U x para
todo x ∈ O. Por la Proposición 5.2 se sigue que O ∈ τ.
Probemos ahora (ii). Tomemos x ∈ X arbitrario, y probemos que β x es base de entornos de x
en ( X, τ ). En efecto, observese primero que β x ⊆ U x ya que los B ∈ B son abiertos, y por tanto
entornos de todos sus puntos (en particular, de x). Para concluir, tomemos U ∈ U x y un abierto
O ∈ U x tal que x ∈ O ⊆ U. Como B es base de τ, la Proposición 4.2 garantiza la existencia de
B ∈ B con x ∈ B ⊆ O ⊆ U. Por definición, B ∈ β x , lo que probarı́a que β x es base de entornos de
x en ( X, τ ) y la proposición. 
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 11

Por último, es interesente destacar que el axioma T2 tiene una fácil reescritura en términos
de bases de entornos. En efecto, si { β x } x∈X es una base global de entornos de ( X, τ ), es fácil
comprobar que ( X, τ ) es T2 si y sólo si
∀ x1 , x2 ∈ X x 6= y, ∃V1 ∈ β x1 , V2 ∈ β x2 / V1 ∩ V2 = ∅.

6. S UBESPACIOS TOPOL ÓGICOS : TOPOLOG ÍA INDUCIDA

El procedimiento por el que una topologı́a se induce sobre subconjuntos es muy natural, y rep-
resenta una de las herramientas más útiles para la construcción de nuevos espacios topológicos.
Proposición 6.1. Si ( X, τ ) un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto no vacı́o, la familia
τA . = {O ∩ A : O ∈ τ }
es una topologı́a en A.

Dem: Para probar que ( A, τA ) satisface (i)a en la Definición 2.1, simplemente observerse que ∅ =
∅ ∩ A, A = X ∩ A ∈ τA .
La propiedad (ii)a en la Definición 2.1 se sigue de observar que (O1 ∩ A) ∩ (O2 ∩ A) = (O1 ∩
O2 ) ∩ A ∈ τA , para cualesquiera O1 ,O2 ∈ τ.

 para la propiedad (iii)a en la Definición 2.1 téngase en cuenta que ∪λ∈Λ (Oλ ∩ A) =
Por último,
∪λ∈Λ Oλ ∩ A ∈ τA , para cualquiera familia {Oλ : λ ∈ Λ} ⊆ τ. 

Definición 6.2. Dados un espacio topológico ( X, τ ) y un subconjunto A ⊆ X, diremos que τA


es la topologı́a inducida por τ en A. Igualmente, diremos que el espacio topológico ( A, τA ) es un
subsespacio topológico de ( X, τ ).

Si B ⊆ A ⊆ X, entonces es fácil observar que τB = (τA ) B . En efecto, los abiertos de τB obedecen


genéricamente a la fórmula O ∩ B, donde O ∈ τ. Igualmente, los abiertos de (τA ) B se escriben
genéricamente de la forma (O ∩ A) ∩ B = O ∩ B, donde O ∈ τ, y por tanto son los mismos.
Es conveniente tener en cuenta que:
(a) Si O ∈ τ y O ⊂ A entonces O ⊂ τA .
(b) A ∈ τ ⇐⇒ τA ⊆ τ, y en este caso τA = τ ∩ P ( A).
Por otra parte:
Proposición 6.3. La familia de cerrados F A de ( A, τA ) obedece a la fórmula
F A = { F ∩ A : F ∈ F },
donde F es la familia de cerrados de ( X, τ ).

Dem: Veamos que F A ⊆ { F ∩ A : F ∈ F }. En efecto, dado F 0 ∈ F A , tenemos que F 0 = A − ( A ∩


O) donde O ∈ τ, y por tanto F 0 = F ∩ A con F = X − O ∈ F .
Para la otra inclusión, tomemos F ∈ F y pongamos F = X − O donde O ∈ τ. Se tiene que
F ∩ A = A − O = A − ( A ∩ O) ∈ F A , lo que concluye la prueba. 

Las propiedades (a) y (b) anteriores tienen su conveniente versión para cerrados:
12 F.J. LÓPEZ

(a)’ Si F ∈ F y F ⊂ A entonces F ⊂ F A .
(b)’ A ∈ F ⇐⇒ F A ⊆ F , y en este caso F A = F ∩ P ( A).

Todos los conceptos y construcciones estudiados anteriormente para un espacio topológico se


inducen de forma natural a subespacios topológicos. De forma sistemática los relacionamos a
continuación:

(I) Si B es una base de la topologı́a τ, entonces

B A := { B ∩ A : B ∈ B}

es base de τA . Para comprobarlo, primero obsérvese que trivialmente B A ⊂ τA . En segundo


lugar, recordemos que un abierto genérico O de τ se puede escribir de la forma O = ∪i∈ I Bi ,
donde { Bi : i ∈ I } ⊆ B , y por tanto el abierto genérico O ∩ A de τA obedece a la fórmula
O ∩ A = ∪i∈ I ( Bi ∩ A), donde claramente { Bi ∩ A : i ∈ I } ⊆ B A .
τ
(II) Dado a ∈ A, el sistema de entornos U a A , que si no hay ambigüedad respecto de la topologı́a
τ y por sencillez se escribirá simplemente U xA , obedece a la fórmula

U aA = {U ∩ A : U ∈ U a }.

En efecto, si U ∈ U a entonces existe O ∈ τ tal que a ∈ O ⊆ U y en consecuencia la expresión


a ∈ O ∩ A ⊂ U ∩ A garantiza que U ∩ A ∈ U aA . Recı́procamente, si V ∈ U aA entonces existe
O ∩ A ∈ τA , donde O ∈ τ, tal que a ∈ O ∩ A ⊂ V. Para acabar basta con observar que
U = O ∪ V ∈ U a y U ∩ A = V.
(III) Dado a ∈ A, si β a es base de entornos de a en ( X, τ ) entonces β aA := {V ∩ A : V ∈ β a } es
base de entornos de a en ( A, τa ). En efecto, primero observese que β aA ⊆ U aA . Si W ∈ U aA ,
sabemos que W = U ∩ A con U ∈ U a , y como β a es base de entornos de a en ( X, τ ) existe
V ∈ β a tal que V ⊆ U. En consecuencia V ∩ A ∈ β aA y V ∩ A ⊆ U ∩ A = W, lo que prueba
que β aA es base de entornos de a en ( A, τA ).

Veamos algunos ejemplos sencillos de topologı́as inducidas:

• X, τ = τd , A ⊆ X =⇒ τA = τd .
• X, τ = τt , A ⊆ X =⇒ τA = τt .
• X, τ = τCF , A ⊆ X =⇒ τA = τCF .
• X, τ = τCN , A ⊆ X =⇒ τA = τCN .
• (Rn+ , τM ) semiespacio de Moore, A = {( x, 0) : x ∈ R} eje de abcisas, τA = τd topologı́a
discreta.
• (R, τu ), A = [ a, b[, a < b. Si c ∈] a, b[=⇒ [ a, c[, ]c, b[⊆ (τu ) A .
• (R2 , τu ), A = {( x, y) : y ≥ 0} =⇒ B2 (( x, 0), e) ∩ A ∈ (τu ) A . Igualmente B2 (( x, y), e) ∈
(τu ) A siempre que 0 < e ≤ y.

Nota 6.4. En lo que sigue, y si de ello no se desprende ambigüedad, escribiremos τu en vez de


(τu ) A para referir a la topologı́a euclidiana inducida en A para todo A ⊆ Rn .

• Elipsiode: ( E, τu ), E := {( x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x12 /a2 + x22 /b2 + x32 /c2 = 1}, a, b, c > 0.


• Cilindro: (C, τu ), C = {( x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x12 + x22 = 1}.
• Cono: (C0 , τu ), C0 = {( x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x12 + x22 = x32 }.
• Hiperboloide de una hoja: ( H1 , τu ), H1 = {( x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x12 + x22 = x32 + 1}.
• Hiperboloide de dos hojas: ( H2 , τu ), H2 = {( x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x12 + x22 = x32 − 1}.
• Paraboloide: ( P, τu ), P = {( x1 , x2 , x3 ) ∈ R3 : x12 + x22 = x3 }.
• Esfera n-dimensional: (Sn , τu ), Sn := { x ∈ Rn+1 : k x k2 = 1}, n ≥ 1.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 13

7. E SPACIOS M ÉTRICOS : TOPOLOG ÍA DE LA DISTANCIA O M ÉTRICA

En las secciones anteriores nos hemos preocupado de dar herramientas para la construcción de
nuevos espacios topológicos: bases de topologı́a, bases y sistemas globales de entornos, topologı́as
inducidas... Una de las fuentes más provechosa de nuevos ejemplos proviene del análisis, más
precisamente, de la teorı́a de espacios métricos. Explicamos con más detalle este procedimiento.
Comenzaremos recordando la noción de espacio métrico, y repasaremos también algunas es-
tructuras geométrico-analı́ticas vinculadas a este concepto.
Definición 7.1. Un espacio métrico es un par ( X, d), donde X es un conjunto y d : X × X → R es
una distancia, esto es, una aplicación satisfaciendo las siguientes propiedades:
(i) d( x, y) = 0 ⇐⇒ x = y.
(ii) d( x, y) = d(y, x ) ∀ x, y ∈ X.
(iii) d( x, y) ≤ d( x, z) + d(z, y) ∀ x, y, z ∈ X (desigualdad triangular).

Del hecho 0 = d( x, x ) ≤ d( x, y) + d(y, x ) = 2d( x, y) se deduce que d ≥ 0.


Es bien conocido que todo espacio normado es un espacio métrico de forma canónica, de hecho
algunos de los espacios métricos más relevantes para esta asignatura provendrán de la categorı́a
de los espacios normados.
Definición 7.2. Un espacio normado es un par (V, k · k), donde V es un espacio vectorial real (con
operaciones suma y producto por escalares denotadas por + y ·, respectivamente) y k · k : V → R
es una norma en V, esto es, una aplicación satisfaciendo las siguientes propiedades:

(i) kvk ≥ 0 ∀v ∈ V, ” = ” ⇐⇒ v = ~0.


(ii) kλvk = |λ|kvk ∀λ ∈ R, v ∈ V.
(iii) ku + vk ≤ kuk + kvk ∀ u, v ∈ V (desigualdad de Minkowski).
La distancia en V dada por
d : V × V → R, d(u, v) = kv − uk
es conocida como la distancia inducida por la norma k · k.

Por último, ascendiendo en la riqueza de la estructura, recordaremos también que todo espacio
vectorial euclidiano es normado de forma canónica, y por tanto métrico:
Definición 7.3. Sea (V, h·, ·i) un espacio vectorial métrico euclidiano, esto es, un espacio espa-
cio vectorial real (con operaciones suma y producto por escalares + y ·) y una métrica euclidiana
h·, ·i : V × V → R.
La aplicación k · k : V → R dada por
q
k · k : V → R, ·kvk := + hv, vi
es una norma, que referiremos como la norma inducida por la métrica euclidiana h·, ·i. Por tanto
la aplicación q
d : V × V → R, d(u, v) = + hv − u, v − ui
es una distancia, que llamaremos la distancia inducida por la métrica euclidiana h·, ·i.

La desigualdad de Cauchy-Schwarz
|hu, vi| ≤ kukkvk,
p (V, h·, ·i), es la clave para probar
que se satisface en cualquier espacio vectorial métrico euclidiano
que la desigualdad de Minkowski es válida para k · k = + h·, ·i, y por tanto, que k · k es una
norma en V.
14 F.J. LÓPEZ

A modo de resumen y de forma esquemática:


ESPACIO VECTORIAL EUCLIDEO ESPACIO NORMADO ESPACIO MÉTRICO.
q
hu, vi kvk := + hv, vi d(u, v) := kv − uk.

Veamos algunos ejemplos significativos:


q
• Distancia euclidiana o usual: (Rn , d2 ), d2 ( x1 , . . . , xn ), (y1 , . . . , yn ) = ∑in=1 (yi − xi )2 .


Esta distancia es la asociada a la métrica euclidiana en Rn


n
h( x1 , . . . , xn ), (y1 , . . . , yn )i = ∑ xi yi ,
i =1
y por tanto, a la norma euclidiana
s
n
n
k · k2 : R → R, k( x1 , . . . , xn )k2 = ∑ xi2 .
i =1

(Rn , d

• Distancia del máximo: ∞ ), d ∞ ( x1 , . . . , x n ), ( y1 , . . . , y n ) = max{|yi − xi |, i =
1, . . . , n}. Esta distancia es la asociada a la norma del máximo
k · k∞ : Rn → R, k( x1 , . . . , xn )k∞ = max{| xi | : i = 1, . . . , n}.
• Distancia modular o del taxi: (Rn , d1 ), d1 ( x1 , . . . , xn ), (y1 , . . . , yn ) = ∑in=1 |yi − xi |. Esta


distancia es la asociada a la norma


n
k · k1 : Rn → R, k( x1 , . . . , xn )k1 = ∑ | x i |.
i =1
qR 2
b
• X = C 0 ([ a, b], R), d( f , g) := a f ( x ) − g( x ) dx. Esta distancia es la asociada a la
métrica euclidiana
Z b
h·, ·i : C 0 ([ a, b], R) × C 0 ([ a, b], R) → R, h f , gi = f ( x ) g( x )dx,
a
y por tanto a la norma
s
Z b
0
k · k : C ([ a, b], R) → R, k f k = + f ( x )2 dx.
a

 1 si x 6= y
• Distancia trivial: X conjunto arbitrario, dt ( x, y) =
0 si x=y

7.1. La topologı́a asociada a una distancia. Existe una conexión natural entre los espacios métricos
y los espacios topológicos. A continuación vamos a explicar con detalle como asociar una topologı́a
a una distancia en un conjunto. Esta idea es fundamental porque la mayorı́a de los espacios
topológicos relevantes en Análisis y Geometrı́a obedecen a esta construcción.
Para desarrollar este programa, necesitamos introducir el concepto de bola en un espacio
métrico.
Definición 7.4. Sea ( X, d) un espacio métrico, y consideremos un punto x ∈ X y un número real
e > 0. Por definición, llamamos
• bola abierta de centro x y radio e en ( X, d) al conjunto B( x, e) := {y ∈ X : d( x, y) < e},
• bola cerrada de centro x y radio e en ( X, d) al conjunto B( x, e) := {y ∈ X : d( x, y) ≤ e} y
• esfera de centro x y radio e en ( X, d) al conjunto S( x, e) := {y ∈ X : d( x, y) = e}.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 15

Proposición 7.5. Dado un espacio métrico ( X, d), la familia B[d] := { B( x, e) : x ∈ X, e > 0} es base
de una única topologı́a en X, que por sencillez denotaremos τ [d].
Además, la topologı́a τ [d] es T2 o Hausdorff.

Dem: Para la primera parte de la proposición, tengamos en cuenta el Teorema 4.3.


Para probar Teorema 4.3-(a), observese que x ∈ B( x, 1) para todo x ∈ X, y en consecuencia
X ⊆ ∪ x∈X B( x, 1) ⊆ ∪ B∈B[d] B ⊆ X.
Para comprobar Teorema 4.3-(b), tomemos B( x1 , e1 ), B( x2 , e2 ) ∈ B[d] y un punto x ∈ B( x1 , e1 ) ∩
B( x2 , e2 ). Si llamamos e := min{e1 − d( x, x1 ), e2 − d( x, x2 )} > 0, de la desigualdad triangular
B( x, e) ⊂ B( x1 , e1 ) ∩ B( x2 , e2 ), lo que por el Teorema 4.3 prueba la existencia y unicidad de τ [d].
Por último, comprobemos que τ [d] es Hausdorff. En efecto, sean x, y ∈ X puntos distintos, y
tomemos e := d( x, y)/2 > 0. Claramente B( x, e) y B(y, e) son entornos de x e y, respectivamente,
en el espacio topológico ( X, τ [d]) (de hecho son abiertos en ( X, τ [d]) que contienen a esos puntos).
Para concluir basta con observar que B( x, e) ∩ B(y, e) = ∅. 

Definición 7.6. Dado un espacio métrico ( X, d), la topologı́a τ [d] construida en la Proposición 7.5
es conocida como la topologı́a de la distancia en X asociada a ( X, d).
Dos distancias d1 y d2 en X se dicen equivalentes si τ [d1 ] = τ [d2 ].
Una topologı́a τ en X se dice metrizable si existe una distancia d en X de forma que τ = τ [d].
Proposición 7.7. Sea ( X, d) un espacio métrico. Entonces
O ∈ τ [d] ⇐⇒ ∀ p ∈ O, ∃e > 0 : B( p, e) ⊆ O.

Dem: =⇒) Sea O ∈ τ [d] y p ∈ O. Por definición de τ [d], existe una bola abierta B(q, δ), δ > 0, tal
que p ∈ B(q, δ) ⊆ O. Por tanto, para todo e ∈]0, δ − d( p, q)[ tenemos que B( p, e) ⊆ B(q, δ) ⊆ O.
⇐=) Por nuestras hipóteisis para cada p ∈ O existe una bola B( p, e p ) ⊆ O, de donde O =
∪ p∈O B( p, e p ) ∈ τ [d]. 

Comentemos algunos ejemplos básicos.

• El ejemplo más relevante es la topologı́a usual τu , que por definición se corresponde con
τ [d2 ] y por tanto es metrizable.
• La topologı́a discreta también es metrizable. En efecto, dado un conjunto X arbitrario,
la topologı́a τ [dt ] asociada a la distancia trivial dt es la topologı́a discreta τd en X. Para
comprobarlo, obsérvese que B( x, e) = { x } para todo e ∈]0, 1[ y x ∈ X, y por tanto los
puntos de X son abiertos en τ [dt ], esto es, τ [dt ] = τd .

El siguiente criterio de tipo Hausdorff es especialmente útil:


Proposición 7.8. Dadas dos distancias d1 y d2 en un conjunto X,
τ [d1 ] ⊆ τ [d2 ] ⇐⇒ ∀ x ∈ X y e > 0, ∃δ > 0 tal que B2 ( x, δ) ⊆ B1 ( x, e),
donde Bj (·, ·) significa bola en ( X, d j ), j = 1, 2.
En particular,

 ∀x ∈ X y e > 0 ∃δ > 0 / B2 ( x, δ) ⊆ B1 ( x, e)
d1 y d2 son distancias equivalentes ⇐⇒
∀ x ∈ X y e > 0 ∃δ > 0 / B1 ( x, δ) ⊆ B2 ( x, e)

16 F.J. LÓPEZ

j
Dem: Por definición de τ [d j ], la familia β x := { Bj ( x, e) : e > 0} es base de entornos de x en
( X, τ [d j ]) para todo x ∈ X, j = 1, 2. La proposición se sigue del criterio de Hausdorff dado en la
Proposición 5.9. 

En Rn todas las distancias provenientes de una norma son equivalentes. No obstante, para
nuestros propósitos será suficiente con la siguiente:
Proposición 7.9. Sean d1 y d2 dos distancias en un conjunto X, y supongamos que existe k > 1 tal que
1
k d2 ≤ d1 ≤ kd2 . Entonces d1 y d2 son equivalentes y su topologı́a asociada es la topologı́a usual τu .
Como consecuencia, las distancias d1 , d2 y d∞ en Rn son equivalentes.

Dem: Basta con observar que


B1 ( x, e) ⊆ B2 ( x, ke) y B2 ( x, e) ⊆ B1 ( x, ke)
para cualesquiera x ∈ X y e > 0, donde como arriba Bj (·, ·) significa bola en ( X, d j ), j = 1, 2, y
aplicar el criterio de Hausdorff de la Proposición 7.8.
Para la segunda partede la proposición, basta con tener en cuenta las desigualdades
√ 1
k · k ∞ ≤ k · k2 ≤ n k · k ∞ , √ k · k1 ≤ k · k2 ≤ k · k1
n
y aplicar lo demostrado en la primera parte.

La única no trivial es k x k1 ≤ nk x k2 para todo x ∈ Rn . Para obtenerla, aplicar la desigualdad
de Cauchy-Schwarz a la dupla x = ( x1 , . . . , xn ), x 0 = (| x1 |/x1 , . . . , | xn |/xn ) (en el caso de que
x j = 0 pondremos | x j |/x j = 0). 

Es interesante observar que la topologı́a de la distancia es hereditaria. En efecto, tomemos un


espacio métrico ( X, d), y consideremos un subconjunto A ⊆ X. Definamos entonces la siguiente
distancia inducida en A:
d A : A × A → R, d A ( x, y) := d( x, y).
En otras palabras, d A = d| A× A .
Proposición 7.10. La aplicación d A es una distancia en A y τ [d A ] = τA .

Dem: La comprobación de que d A es una distancia es rutinaria.


Para lo segundo, obsérvese que B A ( x, e) = B( x, e) ∩ A para todo x ∈ A, e > 0, donde B A (·, ·)
y B(·, ·) significan bolas en ( A, d A ) y ( X, d) respectivamente. Como los abiertos en la topologı́a
de la distancia son unión de bolas abiertas, la identidad τ [d A ] = τA se sigue trivialmente. 

8. O PERACIONES TOPOL ÓGICAS CON SUBCONJUNTOS

En esta sección vamos a hablar de algunos de los conceptos fundamentales de la topologı́a.


Por ejemplo, extudiaremos como la idea de proximidad topológica nos lleva de forma natural al
concepto de punto de acumulación, y de forma más general, al de cierre o clausura de un sub-
conjunto de un espacio topológico. El cierre se corresponderá con el más pequeño cerrado que lo
contiene. Ası́ mismo, el concepto de abierto, o más generalmente de entorno, nos aproximará a
la idea de interior topológico de un subconjunto, que se corresponderá con el más grande abierto
contenido en el subconjunto. El exterior de un subconjunto no será otra cosa que el interior de
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 17

su complementario. La frontera topológica se asociará a los puntos que separan el interior del
exterior del subconjunto.
Haremos un recorrido muy detallado de todos estos conceptos, cruciales para el desarrollo
posterior del curso.
En lo que sigue, ( X, τ ) será un espacio topológico y A ⊆ un subconjunto de X.

8.1. Acumulación, puntos aislados y cierre. Comenzamos con algunas definiciones.


Definición 8.1. Un punto x ∈ X se dice es un punto de acumulación de A en ( X, τ ) si
∀U ∈ U x , (U − { x }) ∩ A 6= ∅.
Denotaremos por A0 al conjunto formado por todos los puntos de acumulación de A en ( X, τ ).

Intuitivamente, x ∈ X es de acumulación de A en ( X, τ ) si alrededor suya podemos encontrar


puntos de A tan próximos en sentido topológico como queramos a x y distintos del propio x.
Definición 8.2. Diremos que un punto x ∈ A es un punto aislado de A en ( X, τ ) si
∃U ∈ U x tal que U ∩ A = { x },
o equivalentemente, si x ∈ A − A0 .
Denotaremos por Ais( A) := A − A0 al conjunto de los puntos aislados de A en ( X, τ ).

La notación es bastante sugerente, ser punto aislado de A en ( X, τ ) expresa la imposibilidad


de encontrar puntos de A en un entorno topológico de ese punto distintos del propio punto.
Nota 8.3. Observese que el conjunto A0 no ha de estar necesariamente contenido en A, esto es,
sus puntos pueden pertenecer o no al conjunto A.
Sin embargo, por definición Ais( A) ⊂ A.

La unión de los conjuntos A0 y Ais( A) contiene todos los puntos del espacio ı́ntimamente
próximos a A en sentido topológico. Este conjunto jugará un papel relevante en lo que sigue y
merece un estudio pormenorizado.
Definición 8.4. Llamaremos al conjunto A := A0 ∪ Ais( A) = A ∪ A0 la clausura, adherencia o cierre
topológico de A en ( X, τ ). A los puntos de A les llamaremos puntos adherentes a A en ( X, τ ), o
también puntos de la clausura o del cierre de A en ( X, τ ).

Veamos algunos ejemplos sencillos.

• ( X, τd ), A ⊂ X: A0 = ∅, Ais( A) = A, A = A.
• ( X, τCF ), A ⊂ X finito: A0 = ∅, Ais( A) = A, A = A.
• ( X, τCN ), A ⊂ X numerable: A0 = ∅, Ais( A) = A, A = A.
• ( X, τt ), A ⊂ X con ] A > 1: A0 = X, Ais( A) = ∅, A = A.
• (R, τu ), A =]0, 1], A0 = [0, 1], Ais( A) = ∅, A = [0, 1].
• (R, τS ), A =]0, 1], A0 = [0, 1[, Ais( A) = {1}, A = [0, 1].
• ( X, τ ) metrizable (τ = τ [d], d distancia en X), A = { xn : n ∈ N} sucesión convergente
con x0 = limn→∞ xn , A = A ∪ { x0 }.

Nuestro objetivo es dar una interpretación topológica más operativa del conjunto A. Con esta
meta probaremos la siguiente
Proposición 8.5. Si O ∈ τ y O ⊆ X − A entonces O ∩ A0 = ∅.
18 F.J. LÓPEZ

Dem: Por la Proposición 5.2, O es entorno de todos sus puntos, esto es, O ∈ U x para todo x ∈ O.
La identidad O ∩ A = ∅ implica en particular que (O − { x }) ∩ A = ∅, y por tanto que x ∈ / A0
para todo x ∈ O. 

La siguiente proposición nos presenta una caracterización útil de los puntos adherentes de A
en ( X, τ ).
Proposición 8.6. x ∈ A ⇐⇒ U ∩ A 6= ∅ ∀U ∈ U x .

Dem: =⇒) Supongamos que x ∈ A = A0 ∪ Ais( A). Si x ∈ Ais( A), obviamente x ∈ U ∩ A 6= ∅


para todo U ∈ U x y habrı́amos acabado. En el caso de que x ∈ A0 , tenemos que (U − { x }) ∩ A 6=
∅ para todo U ∈ U x , de donde U ∩ A 6= ∅ para todo U ∈ U x y concluimos igualmente.
⇐=) Supongamos ahora que U ∩ A 6= ∅ ∀U ∈ U x . Si existe U ∈ U x tal que U ∩ A = { x },
claramente x ∈ Ais( A) ⊂ A. En otro caso U ∩ A 6= { x } para todo U ∈ U x , y como por hipótesis
U ∩ A 6= ∅ para todo U ∈ U x , deducimos que (U − { x }) ∩ A 6= ∅ para todo U ∈ U x , esto es,
x ∈ A0 ⊆ A. 

El siguiente teorema identifica la adherencia o cierre de un conjunto con el más pequeño cer-
rado que lo contiene.
Teorema 8.7. Los siguientes enunciados son ciertos:
(a) A ∈ F , esto es, A es un subconjunto cerrado de ( X, τ ).
(b) Si F ⊆ X es un subconjunto cerrado de ( X, τ ) tal que A ⊆ F, entonces A ⊆ F.
En particular,
(8.1) A := ∩ A⊆F∈F F,

esto es, A es el menor cerrado en ( X, τ ) conteniendo al conjunto A.

Dem: Probemos (a). Para ello, hemos de justificar que X − A ∈ τ. En efecto, sea x ∈ X − A un
punto arbitrario. Por la Proposición 8.6, existe Ux ∈ U x tal que Ux ∩ A = ∅. Sea O ∈ τ un abierto
tal que x ∈ O ⊆ U, y observemos que igualmente O ∩ A = ∅. De la Proposición 8.5 inferimos que
O ∩ A0 = ∅, y en consecuencia, O ∩ ( A ∪ A0 ) = O ∩ A = ∅, esto es, O ⊆ X − A. Como O ∈ U x
(de hecho O es entorno de todos sus puntos), la propiedad (iii) de los sistemas de entornos nos
garantiza que X − A ∈ U x igualmente. Como x ∈ X − A es un punto arbitrario, concluimos que
X − A es entornos de todos sus puntos. Por la Proposición 5.2 X − A ∈ τ, lo que prueba (a).
Demostremos (b). Sea F ⊆ X es un subconjunto cerrado de ( X, τ ) conteniendo a A. Obvia-
mente A ∩ ( X − F ) = ∅, y como X − F ∈ τ la Proposición 8.5 nos garantiza que ( X − F ) ∩ A0 = ∅,
o lo que es lo mismo, A0 ⊆ F. Como por hipótesis A ⊆ F, A = A ∪ A0 ⊆ F, probando (b).
Por último, para comprobar que A := ∩ A⊆ F∈F F téngase en cuenta que ∩ A⊆F∈F F ⊆ A por (a)
ya que A ⊆ A ∈ F , y que A ⊆ ∩ A⊆F∈F F por (b). 

Corolario 8.8. A es cerrado en ( X, τ ) ⇐⇒ A = A.


Definición 8.9. El subconjunto A ⊆ X se dice denso en ( X, τ ) si A = X.

La siguiente caracterización de la densidad de un conjunto se muestra en ocasiones muy útil:


Proposición 8.10. A ⊆ X es denso en ( X, τ ) ⇐⇒ A ∩ O 6= ∅ ∀O ∈ τ − {∅}.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 19

Dem: =⇒) Si O ∈ τ − {∅} entonces O ∈ U x for all x ∈ O (ver Proposición 5.2). Como por
hipótesis x ∈ A = X para todo x ∈ X, la Proposición 8.6 implica que O ∩ A 6= ∅.
⇐=) Tomemos x ∈ X y U ∈ U x arbitrarios. Por la definición de entorno existe O ∈ τ tal que
x ∈ O ⊆ U, y por nuestras hipótesis O ∩ A 6= ∅. En consecuencia, U ∩ A 6= ∅, y como U ∈ U x
es arbitrario x ∈ A; téngase en cuenta la Proposición 8.6. As ser x un punto arbitrario de X con-
cluimos que A = X. 

Teorema 8.11. Los racionales Q y los irracionales R − Q son densos en (R, τ ).

Dem: La prueba de que Q = R y R − Q = R se sigue del siguiente resultado de análisis real, que
enunciaremos sin demostración:
”‘Si a < b entonces ] a, b[∩Q y ] a, b[∩(R − Q) son conjuntos no vacios.”’

Para comprobar que Q = R, tomemos x ∈ R y cualquier entorno U ∈ U x . Como existe e > 0


tal que ] x − e, x + e[⊆ U y sabemos que ] x − e, x + e[∩Q 6= ∅, deducimos que x ∈ Q y por tanto
el resultado. La prueba de que R − Q = R es análoga. 

La siguiente proposición recoge las propiedades básicas de la operación clausura.


Proposición 8.12. Dado un espacio topológico ( X, τ ), se tiene que

(i) ∅ = ∅, X = X.
(ii) A ⊂ A para todo A ⊆ X.
(iii) A ⊆ B =⇒ A ⊆ B para cualesquiera A, B ⊆ X.
(iv) A ∪ B = A ∪ B para cualesquiera A, B ⊆ X.
(v) A ∩ B ⊆ A ∩ B para cualesquiera A, B ⊆ X.
(vi) A = A para todo A ⊆ X.
A A
(vii) Si B ⊆ A ⊆ X, B = B ∩ A, donde B representa la clausura de B en ( A, τA ).

Dem: (i) y (vi) se siguen del Corolario 8.8 y del hecho de que ∅ y X son cerrados.
(ii) es trivial (ver la Definición 8.4).
(iii) es consecuencia sencilla, por ejemplo, de la equación (8.1).
Probemos (iv) por doble inclusión. Como A y B son subconjuntos cerrados (ver Teorema 8.7-
(a)), lo mismo ocurre para el conjunto A ∪ B. De las inclusiones A ⊆ A y B ⊆ B se sigue que
A ∪ B ⊆ A ∪ B, y por el Teorema 8.7-(b) que A ∪ B ⊆ A ∪ B. Para la otra inclusión, tengamos en
cuenta que A ∪ B es un cerrado que contiene tanto a A como a B, y por tanto a sus cierres (ver de
nuevo el Teorema 8.7-(b)). De aquı́ que A ∪ B ⊆ A ∪ B.
Para probar (v), tengamos en cuenta que A ∩ B es un cerrado que contiene a A ∩ B (téngase en
cuenta que A ⊆ A y B ⊆ B). Por el Teorema 8.7-(b) deducimos que A ∩ B ⊆ A ∩ B.
Para acabar probemos (vii). Recordemos que la familia de cerrados en ( A, τA ) responde a la
fórmula F A = { F ∩ A : F ∈ F }. Por tanto
{ F 0 ∈ F A : B ⊆ F 0 } = { F ∩ A : B ⊆ F },
de donde por la ecuación (8.1) deducimos que B A = B ∩ A. 
20 F.J. LÓPEZ

8.1.1. Puntos adherentes en topologı́as metrizables. El cierre de un subconjunto en un espacio topológico


metrizable admite una caracterización por sucesiones que en ocasiones se muestra muy útil.
Proposición 8.13. Dado un espacio métrico ( X, d) y la subsiguiente topologı́a τ [d], un subconjunto
A ⊆ X y un punto x ∈ X, son equivalentes:
(i) x ∈ A.
(ii) dist(x, A) := inf{d(a, x) : a ∈ A} = 0.
(iii) ∃{ xn }n∈N ⊆ A tal que { xn }n∈N → x.

Dem: (i)=⇒(ii) Como x ∈ A, A ∩ B( x, 1/n) 6= ∅ for all n ∈ N. Elijamos xn ∈ A ∩ B( x, 1/n) para


cada n ∈ N y observemos que {d( xn , a)}n∈N . Esto prueba que dist(x, A) = 0.
(ii)=⇒(iii) Como dist(x, A) = 0 podemos encontrar { xn }n∈N ⊆ A tal que {d( xn , x )}n∈N → 0,
de donde por definición { xn }n∈N → x en ( X, τ [d]).
τ [d]
(iii)=⇒(i) Supongamos existe { xn }n∈N ⊆ A tal que { xn }n∈N → x. Si U ∈ U x es un entorno
arbitrario, por definición de convergencia existe N ∈ N tal que xn ∈ U para todo n ≥ N. En
particular, x N ∈ U ∩ A 6= ∅ y x ∈ A. 

En el mismo contexto de la Proposición 8.13, y como consecuencia inmediata de las ideas en


su prueba,
x ∈ A0 ⇐⇒ ∃{ xn }n∈N ⊆ A − { x } tal que { xn }n∈N → x.
Complétense los detalles como ejercicio.

8.2. Interior. Otro de los conceptos fundamentales que vamos a tratar es el de interior de un sub-
conjunto en un espacio topológico, que como aclararemos más adelante se corresponderá con el
más grande abierto del espacio contenido en el mismo.
Al igual que en el apartado anterior, ( X, τ ) será un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto.
Comenzaremos definiendo la noción de punto interior.
Definición 8.14. Un punto x ∈ A se dice interior a A en ( X, τ ) si existe U ∈ U x tal que U ⊂ A, o
equivalentememte, si A ∈ U x . Denotaremos por A◦ al conjunto de todos los puntos interiores a
A en ( X, τ ) (obviamente contenido en A), y referiremos al conjunto A◦ como el interior topológico
de A en ( X, τ ).

El siguiente teorema caracteriza el interior de un conjunto como el más grande abierto con-
tenido en el conjunto.
Teorema 8.15. El interior de un conjunto obedece a la siguiente fórmula:
A◦ = ∪τ3O⊆ A O.
En particular:
• A◦ es abierto.
• Si O ∈ τ y O ⊆ A =⇒ O ⊆ A◦ .

Dem: Si x ∈ A◦ entonces existe U ∈ U x con U ⊆ A, y por tanto de la definición de entorno, existe


Ox ∈ τ tal que x ∈ Ox ⊆ U ⊆ A. En particular, x ∈ ∪τ3O⊆ A O, y como x ∈ A◦ es un punto
arbitrario, A◦ ⊆ ∪τ3O⊆ A O.
Para la otra inclusión, tomemos un abierto arbitrario O ∈ τ tal que O ⊆ A. Como O ∈ U x para
todo x ∈ O (ver la Proposición 5.2), de la Definición 8.14 deducimos que x ∈ A◦ para todo x ∈ O,
esto es O ⊆ A◦ . Esto prueba que ∪τ3O⊆ A O ⊂ A◦ y el teorema. 
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 21

Corolario 8.16. A ∈ τ ⇐⇒ A = A◦ .

Las propiedades básicas de la operación ”interior” se recogen en la siguiente proposición.


Proposición 8.17. Dado un espacio topológico ( X, τ ) y subconjuntos A, B ⊆ X, se tiene que
(i) ∅◦ = ∅, X ◦ = X.
(ii) A◦ ⊆ A.
(iii) A ⊆ B =⇒ A◦ ⊆ B◦ .
(iv) ( A ∩ B)◦ = A◦ ∩ B◦ .
(v) A◦ ∪ B◦ ⊆ ( A ∪ B)◦ .
(vi) Si B ⊆ A, B◦ ∩ A ⊆ B◦ A , donde B◦ A representa el interior de B en ( A, τA ).

Dem: Item (i) es trivial bien porque ∅ y X son abiertos (ver Corolario 8.16) o simplemente de la
Definición 8.14. Item (ii) es trivial por definición. Análogamente, (iii) se sigue del Teorema 8.15.
Probemos (iv) por doble inclusión. De las inclusiones A ∩ B ⊆ A y A ∩ B ⊆ B se deduce que
( A ∩ B)◦ ⊆ A◦ y ( A ∩ B)◦ ⊆ B◦ sin más que usar (iii), y por tanto ( A ∩ B)◦ ⊆ A◦ ∩ B◦ . Para la otra
inclusión, téngase en cuenta que A◦ ∩ B◦ es un abierto al ser intersección de abiertos (ver Teorema
8.15) y que A◦ ∩ B◦ ⊆ A ∩ B (usar que A◦ ⊆ A y B◦ ⊆ B), para concluir que A◦ ∩ B◦ ⊆ ( A ∩ B)◦
por (iii).
Finalmente, para demostrar (vi) tengamos en cuenta que B◦ ∩ A es un abierto de τA contenido
en B, y por tanto B◦ ∩ A ⊆ B◦ A por el Teorema 8.15.


Veamos algunos ejemplos sencillos de interior topológico.


• ( X, τd ), A ⊆ X, A◦ = A = A.
• ( X, τCF ), A ⊆ X; si X − A infinito =⇒ A◦ = ∅; si X − A finito =⇒ A◦ = A.
• (Rn , τu ), B2 ( x, e)◦ = B2 ( x, e).
• (R2 , τu ), A = {( x, y) : y ≥ 0}, A◦ = {( x, y) : y > 0}.
• (R, τu ), Q◦ = (R − Q)◦ = ∅.
La siguiente proposición nos muestra la dualidad existente entre las operaciones cierre e interior.
Proposición 8.18. Las siguientes fórmulas son ciertas:
(a) X − A◦ = X − A.
(b) ( X − A)◦ = X − A.

Dem: Probemos (a) por doble inclusión.


Como A◦ ⊆ A entonces X − A ⊆ X − A◦ , de donde al ser X − A◦ es cerrado (recordar que
A◦ es abierto) deducimos que X − A ⊆ X − A◦ ; para lo último tener en cuenta Teorema 8.7-(b).
Para la otra inclusión tomemos x ∈ X − A◦ un punto arbitrario. Como x ∈ / A◦ , de la definición
de punto interior se deduce que A no contiene ningún entorno de x, o en otras palabras, que
U ∩ ( X − A) 6= ∅ para todo U ∈ U x . De la Proposición 8.6 concluimos que x ∈ X − A, lo que
prueba que X − A◦ ⊆ X − A.
Para probar (b), apliquemos lo probado en (a) all conjunto X − A para deducir que X − ( X −
A)◦ = X − ( X − A) = A, de donde pasando al complementario ( X − A)◦ = X − A. 

Definición 8.19. El cojunto ( X − A)◦ = X − A es conocido como el exterior topológico de A en


( X, τ ). Usualmente será escrito como Ae .
22 F.J. LÓPEZ

8.3. Frontera topológica. Para concluir esta sección definiremos el concepto de frontera topológica,
que intuitivamente representa los puntos que no pertenecen ni al interior ni al exterior del con-
junto. Como arriba, ( X, τ ) será un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto suyo.
Definición 8.20. Un punto x ∈ X se dice punto frontera del conjunto A en ( X, τ ) si
U ∩ A, U − A 6= ∅ ∀U ∈ U x .
La frontera topológica de A, normalmente denotada por Fr( A), es el conjunto formado por todos
los puntos frontera de A.

La frontera topológica obedece a cualquiera de las siguientes expresiones, todas equivalentes


como consecuencia de la Proposición 8.18:
Fr( A) := A − A◦ = A ∩ ( X − A) = ( X − Ae ) ∩ ( X − A◦ ).
Las propiedades básicas de la frontera se recogen en la siguiente proposición.
Proposición 8.21. Dados un espacio topológico ( X, τ ) y subconjuntos A, B ⊆ X, los siguientes enunci-
ados son ciertos:
(i) Fr(∅) = Fr( X ) = ∅.
(ii) Fr( A) es cerrado en ( X, τ ).
(iii) A = A◦ ∪˙ Fr( A), donde el sı́mbolo ”∪˙ ” significa unión disjunta.
(iv) A◦ = A − Fr( A).
(v) X = A◦ ∪˙ Fr( A)∪˙ Ae .
(vi) Fr( A ∪ B) ⊆ Fr( A) ∪ Fr( B).

Dem: Item (i) es trivial por definición. Item (ii) se sigue de que Fr( A) = A ∩ X − A es intersección
de dos cerrados. Items (iii) y (iv) son triviales por definición.
Para probar item (v), tengamos en cuenta que X = A∪( ˙ X − A) = A∪( ˙ X − A)◦ = A∪˙ Ae ,
donde hemos usado la Proposición 8.18. Usando item (iii), concluimos que X = A◦ ∪˙ Fr( A)∪˙ Ae .
Por último probemos (vi). Sea x ∈ Fr( A ∪ B) = A ∪ B − ( A ∪ B)◦ = ( A ∪ B) − ( A ∪ B)◦ . Si
x ∈ A, como x ∈ / A◦ ⊆ ( A ∪ B)◦ concluimos que x ∈ A − A◦ = Fr( A). En el caso de que x ∈ B
razonamos de igual manera para probar que x ∈ Fr( B). En consecuencia x ∈ Fr( A) ∪ Fr( B), lo
que acaba la prueba. 

Veamos algunos ejemplos sencillos de frontera de un conjunto:


• (R, τu ), Fr(Q) = Fr(R − Q) = R.
• (R, τu ), Fr([0, 1[∪[1, 2]) = {0, 2} ( {0, 1, 2} = Fr([0, 1[) ∪ Fr([1, 2]).
• (R2 , τu ), Fr( B2 ( x, e)) = Fr( B2 ( x, e)) = S2 ( x, e) para todo x ∈ R2 y e > 0, donde S2 ( x, e) =
{y ∈ R2 : ky − x k2 = e}. Este enunciado se extiende de forma natural a (Rn , τu ), n ≥ 2.

8.4. Operaciones topológicas y bases de entornos. Los conceptos de punto de acumulación, ais-
lado, adherente, interior y frontera admiten una re-escritura simple en términos de bases de en-
tornos, lo que en general supone una simplificación importante a la hora del cálculo.
Sea ( X, τ ) será un espacio topológico, A ⊆ X un subconjunto, x ∈ X un punto y β x ⊆ U x una
base de entornos de x en ( X, τ ).
Dejaremos como ejercicio la comprobación de los siguientes enunciados:
• x ∈ A0 ⇐⇒ (V − { x }) ∩ A 6= ∅ ∀V ∈ β x .
• x ∈ Ais( A) ⇐⇒ ∃V ∈ β x tal que V ∩ A = { x }.
• x ∈ A ⇐⇒ V ∩ A 6= ∅ ∀V ∈ β x .
• x ∈ A◦ ⇐⇒ ∃V ∈ β x tal que V ⊆ A.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 23

• x ∈ Fr( A) ⇐⇒ V ∩ A, V − A 6= ∅ ∀V ∈ β x .

9. A XIOMAS DE N UMERABILIDAD

Los espacios más simples son aquellos que la topologı́a admite una descripción en términos
de una cantidad numerable de objetos. En este ambiente muchos conceptos topológicos admiten
una reformulación más sencilla. Comenzemos por fijar algunas notaciones.
Definición 9.1. Sea ( X, τ ) un espacio topológico.
• Se dice que ( X, τ ) satisface el I Axioma de Numerabilidad (de forma simplificada, I-AN) si y
solo si todo punto x ∈ X admite una base de entornos β x numerable en ( X, τ ).
• Se dice que ( X, τ ) satisface el II Axioma de Numerabilidad (de forma simplificada, II-AN) si
y solo si existe una base B de τ numerable.

Obviamente todo espacio ( X, τ ) II-AN es I-AN: en efecto, si B es una base numerable de τ y


x ∈ X es un punto arbitrario, la familia β x := { B ∈ B : x ∈ B} ⊆ B es una base de entornos
numerable de x en ( X, τ ).
Veamos algunos ejemplos:
• El ejemplo más relevante de espacio II-AN (y por tanto I-AN) es (Rn , τu ). En efecto, no es
difı́cil ver que la familia B = { B2 (q, r ) : q ∈ Qn , r ∈ Q, r > 0} es una base numerable de
τu .
• Si ( X, τ ) es I-AN (respectivamente, II-AN) y A ⊆ X entonces ( A, τA ) es I-AN (respec-
tivamente, II-AN). Demostremos el enunciado para el caso de II-AN: si B es una base
numerable de τ entonces B A := { B ∩ A : B ∈ B} es una base numerable de τA , y de aquı́
que ( A, τA ) es II-AN. La prueba es similar para el caso de I-AN.
• Cualquier subespacio topológico de Rn es II-AN. Consecuencia inmediata de los dos items
anteriores.
• Si X es no numerable entonces ( X, τd ) no satisface el II-AN. En efecto, si B es una base
de τd necesariamente { x } ∈ B para todo x ∈ X, ya que { x } es unión de abiertos básicos.
Como {{ x } : x ∈ X } es no numerable lo mismo ocurre con B .
Proposición 9.2. Todo espacio topológico metrizable es I-AN.

Dem: En efecto, tomemos un conjunto X, una distancia d en X y un punto arbitrario x ∈ X. Con-


sideremos la familia numerable de entornos β x := { B( x, r ) : r ∈ Q, r > 0} de x en ( X, τ [d]).
Basta con comprobar que β x es una base de entornos de x en ( X, τ [d]).
τ [d]
Para ello, tomemos U ∈ U x un entorno arbitrario. Como U es entorno de x, existe un abierto
O ∈ τ [d] con x ∈ O ⊆ U. Por otra parte, por la definición de τ [d] podemos encontrar una bola
B( x, e) ⊆ O, e > 0. Para acabar, tomemos cualquier número racional r ∈]0, e] (para garantizar
la existencia de r utilı́cese la densidad de Q en (R, τu )), tengamos en cuenta que B( x, R) ⊆ U, y
observemos que B( x, r ) ∈ β x . 

9.1. Sucesiones en espacios topológicos. El concepto de convergencia es de naturaleza topológica,


aunque pedagógicamente sea a veces aconsejable presentarlo como como una generalización nat-
ural del propio de espacios métricos. Expliquemos los detalles.
Definición 9.3. Sea ( X, d) un espacio métrico, y sea { xn }n∈N ⊆ X una sucesión en X. Diremos
que { xn }n∈N converge a un punto x0 ∈ X en ( X, d) si limn→∞ d( xn , x0 ) = 0. En ese caso escribire-
mos
{ xn }n∈N → x0 en ( X, d).
24 F.J. LÓPEZ

Si analizamos esta definición, el enunciado { xn }n∈N → x0 en ( X, d) es equivalente cualquiera


de estos otros:
(I) ∀e > 0 ∃ N ∈ N : d( xn , x0 ) < e ∀n ≥ N.
(II) ∀e > 0 ∃ N ∈ N : xn ∈ B( x0 , e) ∀n ≥ N.
τ [d]
(III) ∀U ∈ U x ∃ N ∈ N : xn ∈ U ∀n ≥ N.
Para comprobar la equivalencia con el enunciado (III), téngase en cuenta que β x := { B( x, e) :
e > 0} es una base de entornos de x en ( X, τ [d]).
La ventaja del enunciado (III) es que es de naturaleza topológica y nos libera por tanto de la
distancia a la hora de enunciar la convergencia, motivando la siguiente definición:
Definición 9.4. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea { xn }n∈N ⊆ X una sucesión en X. Diremos
que { xn }n∈N converge a un punto x0 ∈ X en ( X, τ ), y escribiremos { xn }n∈N → x en ( X, τ ), si
∀U ∈ U x ∃ N ∈ N : xn ∈ U ∀n ≥ N.
En este caso, la sucesión { xn }n∈N se dirá convergente en ( X, τ ). También diremos que x0 es un
lı́mite de { xn }n∈N en ( X, τ ).

Una de las propiedades del lı́mite de una sucesión en un espacio métrico es su unicidad. Ese
resultado no es cierto con generalidad en la categorı́a de espacio topológicos, pero sı́ en ambiente
T2 .
Teorema 9.5. Sea ( X, τ ) un espacio topológico T2 , y consideremos una sucesión { xn }n∈N convergente en
( X, τ ). Entonces { xn }n∈N tiene un único lı́mite en ( X, τ ).

Dem: Razonemos por reducción al absurdo y supongamos que { xn }n∈N tiene dos lı́mites y1 e y2
en ( X, τ ), y1 6= y2 . Como ( X, τ ) es T2 , existen dos entornos U1 ∈ Uy1 y U2 ∈ Uy2 tales que
U1 ∩ U2 = ∅.
Como { xn }n∈N → y j en ( X, τ ), podemos encontrar Nj ∈ N tal que xn ∈ Uj para todo n ≥ Nj ,
j = 1, 2. Por tanto, para cualquier n ≥ max{ N1 , N2 } se tendrá que xn ∈ U1 ∩ U2 , lo que es una
contradicción. 

Como hemos indicado arriba, el lı́mite no es necesariamente único en ambiente no T2 . Pon-


dremos dos ejemplos sencillos de esta circunstancia:
• Si { xn }n∈N es una sucesión arbitraria en un conjunto X, entonces { xn }n∈N → x en ( X, τt )
para todo punto x ∈ X.
• En (R, τCF ), {1/n}n∈N → r para todo r ∈ R.
La clausura se puede caracterizar por sucesiones en ambiente I-AN.
Proposición 9.6. Sean ( X, τ ) un espacio topológico I-AN y A ⊆ X un subconjunto suyo. Entonces,
x ∈ A ⇐⇒ ∃{ xn }n∈N ⊆ A tal que { xn }n∈N → x.

Dem: =⇒) Para probar esta implicación, previamente necesitaremos probar la existencia de una
base de entornos numerable de x en ( X, τ ), llamémosla β0x = {Un : n ∈ N}, con la propiedad de
que Un+1 ⊆ Un para todo n ∈ N. En efecto, como ( X, τ ) es I-AN existe una base de entornos nu-
merable β x de x en ( X, τ ). Si escribimos β x = {Vn , n ∈ N}, basta con definir Un := ∩nj=1 Vn ∈ U x 1
τ

para cada n ∈ N. Como Vn ⊆ Un para todo n, no es difı́cil comprobar que β0x = {Un : n ∈ N}
es una base de entornos de x en ( X, τ ). La condición Un+1 ⊆ Un para todo n ∈ N se satisface
trivialmente.
ESPACIOS TOPOLÓGICOS 25

Procedemos como sigue. Como x ∈ A entonces Un ∩ A 6= ∅ y podemos elegir xn ∈ Un ∩ A.


La sucesión { xn }n∈N converge claramente a x. En efecto, si U ∈ U x basta elegir N ∈ N tal que
UN ⊆ U, y observar que xn ∈ UN ⊆ U para todo n ≥ N por la monotonı́a Un+1 ⊆ Un , n ∈ N.
⇐=) Este enunciado tiene validez general incluso en ambiente no I-AN. En efecto, tomemos
U ∈ U x un entorno arbitrario. Como { xn }n∈N → x podemos encontrar N ∈ N tal que xn ∈ U
para todo n ∈ N. Al ser { xn }n∈N ⊆ A, inferimos que { xn : n ≥ N } ⊆ A ∩ U 6= ∅, y por tanto
que x ∈ A. 

10. T EMA I: R ELACI ÓN DE P ROBLEMAS


(1) Razonar si ( X, τ ) es un espacio topológico en los siguientes casos:
(a) τ = { B ⊆ X : B ⊆ A} ∪ { X }, donde A es un subconjunto de X arbitrario pero fijo.
(b) X = N y τ = {N, ∅} ∪ { An : n ∈ N}, donde An = {1, . . . , n} para cada n ∈ N.
(c) X = { f : [0, 1] → R funcion}, τ = {∅} ∪ { A ⊂ X : ∃ f ∈ A continua}.
(2) Encontrar todas las topologı́as en un conjunto de tres elementos.
(3) Probar con un ejemplo que la unión de topologı́as no es una topologı́a. Demostrar que la
intersección de topologı́as es una topologı́a.
(4) Probar que en general la intersección de una familia infinita de abiertos de un espacio topológico
no es necesariamente un subconjunto abierto.
(5) Dado X conjunto infinito y p ∈ X, probar que τ = { E ⊆ X : p ∈ / E ó X − E finito} es una
topologı́a (topologı́a fuerte).
(6) En R consideramos τ = {O ⊆ R : O = U − B donde U ∈ τu y B ⊆]0, 1]}. Demostrar que τ
es una topologı́a en R, y calcular el interior y la clausura de los conjuntos ]1/2, 3/4], [−1, 1/2[
y ]0, 1].
(7) En R se considera la familia τ = {O ⊂ R : 0 ∈ / O} ∪ {O ⊂ R : ] − 1, 1[⊂ O}. Probar que τ es
una topologı́a, y encontrar una base de la misma con la menor cantidad de abiertos posible.
Hacer lo mismo para la base de entornos de un punto arbitrario de R.
(8) Probar que τ = {] a, +∞) : a ∈ R} ∪ {∅, R} es una topologı́a en R, pero no la familia
{[ a, +∞) : a ∈ R} ∪ {∅, R}.
(9) Sea X un conjunto, y fijemos A ⊂ X, A 6= ∅. Probar que B = {{ x } ∪ A : x ∈ X } es base de

una topologı́a τ en X. Calcular A y A en ( X, τ ).
(10) En R consideramos la siguiente familia de subconjuntos τ = {U ∪ V : U ∈ τu y V ⊂ R − Q}.
Probar que τ es una topologı́a sobre √ R (recta diseminada). Calcular el interior, la clausura (o
cierre) y la frontera de [0, 1] y [0, 2) en (R, τ ).
(11) En R se considera la familia de subconjuntos B := {[ x, y[; : y > x }. Probar que B es base de
una única topologı́a τS en R (topologı́a de Sorgenfrey). Comparar esta topologı́a con la usual, y
calcular la clausura en (R, τS ) de N, Z, Q, {1/n : n ∈ N} y {−1/n : n ∈ N}.
(12) Se consideran en N las topologı́as τ1 = {∅, N} ∪ {[n, +∞) ∩ N : n ∈ N} y τ2 = {∅, N} ∪
{[1, n] ∩ N : n ∈ N}. Calcula el interior, el cierre y la frontera de {1, 5} en ambas topologı́as.
(13) En N definimos la siguiente familia de subconjuntos

τ = {∅} ∪ {U ⊂ N tales que si n ∈ U y p divide a n ⇒ p ∈ U }.

Probar que τ es una topologı́a. Si Un es el conjunto de los divisores de n para cada n ∈ N,


probar que B = {Un : n ∈ N} es una base de τ.
(14) En R2 se considera la familia τ = {∅, R2 } ∪ { Gk : k ∈ N} con Gk = {( x, y) ∈ R2 : x − y >
k}. Probar que τ es una topologı́a y compararla con la usual.
(15) Escribamos H+ = {( x1 , . . . , xn ) ∈ Rn : xn ≥ 0} y H+
0 = {( x , . . . , x ) ∈ Rn : x > 0}, y
1 n n
consideremos la familia
26 F.J. LÓPEZ

0 , r ∈]0, p [}∪
B := { B p (r ) : p = ( p1 , . . . , pn ) ∈ H+ n
0
∪{ B p ( pn ) ∪ {( p1 , . . . , pn−1 , 0))} : p = ( p1 , . . . , pn ) ∈ H+ }.
Probar que existe una única topologı́a τM en H+ con base B (topologı́a de Moore).
(16) Determinar los abiertos de la topologı́a en X con sub-base S en cada uno de los siguientes
casos:
• X = R, S = {( a, +∞) : a ∈ R},
• X = R, S = {( a, +∞) : a ∈ R} ∪ {(−∞, b) : b ∈ R},
• X = R2 , S = {rectas de R2 }.
(17) Estudiar si los siguientes subconjuntos de R2 son abiertos, cerrados o ninguna de las dos
cosas:
(i) {( x, y) : xy = 0}.
(ii) Q × R.
(iii) (0, 1) × (0, 1) ∪ {(0, 0)}.
(iv) {( x, y) : | x | = 1}.
(18) Se considera el subconjunto de la recta real A = [0, 1[∪]1, 3[∪{5} con la topologı́a inducida
por la topologı́a usual de R.
(i) Razonar si los conjuntos {5} y ]1, 3[ son abiertos o cerrados en ( A, (τu )| A ).
(ii) Calcular la adherencia de [0, 1[ en dicha topologı́a.
(iii) Comprobar si [0, 1/2] es entorno de 0 en la topologı́a anterior.
(19) Sea ( X, d) un espacio métrico, y consideremos en X la topologı́a τ [d] de la métrica. Probar
que:
(i) Si A ⊂ X, x ∈ A sı́ y sólo sı́ ∃ { xn }n∈N ⊂ A tal que { xn }n∈N → x.
(ii) ∀ x ∈ X y A ⊂ X, dist( x, A) = 0 sı́ y sólo sı́ x ∈ A.
(iii) Si x ∈ X y e > 0, B( x, e) ⊂ B( x, e), y la igualdad en general no es cierta.
(20) Sea (V, k k) un espacio normado, y consideremos en V la topologı́a asociada a la distancia
d( x, y) = ky − x k. Consideremos x ∈ X y e > 0. Demostrar que:
(i) B( x, e) = B( x, e).
(ii) B( x, e)◦ = B( x, e).
(iii) Fr( B( x, e)) = {y ∈ V : d( x, y) = e}.
(21) Probar que en un espacio topológico Hausdorff los conjuntos formados por un único punto
son cerrados, y lo mismo para los conjuntos con una cantidad finita de puntos. Probar que
todo espacio métrico es Hausdorff.
(22) Sea ( X, τ ) un espacio topológico, sea B una base de τ y sea x ∈ X. Probar que para cada x ∈
X, el conjunto β x = { B ∈ B : x ∈ B} es una base de entornos de x.
(23) Probar que las bolas cerradas de radio positivo centradas en un punto son una base de en-
tornos de cada punto en la topologı́a de un espacio métrico.
(24) Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Se dice que A ⊂ X es denso en ( X, τ ) si A = X. ¿Para qué
espacios topológicos el único subconjunto denso es el total?
(25) Se define B = {] x − 1/n, x + 1/n[∪]n, +∞[ : x ∈ R, n ∈ N}. Probar que B es base de una
topologı́a en R. Calcular el interior y la adherencia de los conjuntos [2, +∞[ y ] − ∞, 2].
(26) En R2 se considera la familia B = {{ p} ∪ A p (r ) : p ∈ R2 , r > 0}, donde A p (r ) es un disco
abierto de centro p y radio r del que se han quitado un número finito de radios (segmentos con
punto inicial p y final en la circunferencia borde). Demostrar que B es base de una topologı́a
τ en R2 (plano agrietado). Comparar el plano agrietado con el plano usual.

Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es
TEMA II: APLICACIONES ENTRE ESPACIOS TOPOLÓGICOS

FRANCISCO J. LÓPEZ

1. I NTRODUCCI ÓN

Las aplicaciones continuas son las transformaciones naturales entre espacios topológicos. Hablando
sin excesivo rigor, una aplicación entre dos espacios topológicos es continua si preserva la idea de
proximidad topológica, esto es, si lleva puntos próximos del primer espacio a puntos próximos
en el segundo evitando rupturas (o discontinuidades). El concepto de continuidad es fundamen-
tal en el desarrollo de la Topologı́a, y tiene repercusiones importantes en otros ámbitos como la
teorı́a de espacios métricos y el Análisis Matemático.
Las aplicaciones continuas biyectivas con inversa continua son fundamentales para la teorı́a.
Son conocidas con el nombre de homeomorfismos y materializan la idea de equivalencia topológica
entre espacios. Dos espacios homeomorfos son indistinguibles desde el punto de vista de la
topologı́a. A nivel intuitivo, dos objetos son homeomorfos si uno se obtiene del otro tras una
deformación no traumática, esto es, sin rupturas ni apertura de agujeros. De hecho, el objeto
fundamental de la topologı́a es la clasificación de espacios topológicos, o en otras palabras, el
establecer criterios para determinar si dos espacios son homeomorfos o no.
La motivación del concepto de aplicación continua es sencilla a partir de los conocimientos que
posee el alumno tanto provenientes de la teorı́a de espacios métricos como del Análisis.
Recordemos que dados dos espacios métricos ( X j , d j ), j = 1, 2, y una aplicación f : X1 → X2 ,
se dice que f es continua en x0 ∈ X1 si y sólo si

(1.1) ∀e > 0, ∃δ > 0 : d1 ( x, x0 ) < δ =⇒ d2 ( f ( x ), f ( x0 ) < e.

En otras palabras, si puntos próximos a x0 en ( X1 , d1 ) tienen imágenes próximas a f ( x0 ) en


( X2 , d2 ). El enunciado (1.1) es equivalente al siguiente:

(1.2) ∀ B2 ( f ( x0 ), e), ∃ B1 ( x0 , δ) : B1 ( x0 , δ) ⊆ f −1 ( B2 ( f ( x0 ), e)),

donde como es habitual Bj ( p, r ) representa bola abierta en ( X j , d j ) de centro p ∈ X y radio r > 0,


j = 1, 2. Como los entornos de un punto en un espacio métrico no son sino los subconjuntos
conteniendo una bola abierta centrada en ese punto, (1.2) admite una transcripción inmediata y
equivalente al lenguaje de entornos:

τ [d ] τ [ d1 ]
∀U2 ∈ U f (x2 ) , ∃U1 ∈ U x0 : U1 ⊆ f −1 (U2 ),
0

o equivalentemente,

τ [d ] τ [ d1 ]
(1.3) ∀U2 ∈ U f (x2 ) , f −1 (U2 ) ∈ U x0 .
0

La ventaja del enunciado de continuidad de f en x0 dado en la expresión (1.3) es que nos libera
de cualquier referencia a la distancia y permite su generalización a espacios topológicos.
2 F.J. LÓPEZ

2. A PLICACIONES CONTINUAS : D EFINICI ÓN Y PROPIEDADES B ÁSICAS

Definición 2.1 (Aplicación continua). Dados dos espacios topológicos ( X j , τj ), j = 1, 2, un punto


x0 ∈ X1 y una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ), se dice que f es continua en x0 si y solo si
f −1 (U ) ∈ U x01 ∀U ∈ U fτ(2x ) .
τ
0

Igualmente, f se dice globalmente continua (o simplemente continua) si y solo si f es continua en x


para todo x ∈ X1 .

Esta definición admite las siguientes reformulaciones:


Proposición 2.2. Los siguientes enunciados son ciertos:

(I) f es continua en x0 ⇐⇒ f −1 (U ) ∈ U x01 ∀V ∈ β f ( x0 ) , donde β f ( x0 ) es una base de entornos de


τ

f ( x0 ) en ( X2 , τ2 ).
(II) f es continua en x0 ⇐⇒ f −1 (O) ∈ U x01 ∀O ∈ τ2 con f ( x0 ) ∈ O.
τ

Dem: Demostremos (I). Supongamos que f es continua en x0 . Si tomamos V ∈ β f ( x0 ) ⊆ U fτ(2x ) ten-


0
emos que f ( V ) ∈ U x01 por definición de continuidad. Supongamos ahora que f −1 (U ) ∈ U x01 para
τ τ

todo V ∈ β f ( x0 ) . Si consideramos U ∈ U fτ(2x ) , por definición de base de entornos existe V ∈ β f ( x0 )


0
tal que V ⊆ U, y por tanto f ( V ) ⊆ f −1 (U ). Como f −1 (V ) ∈ U x01 deducimos que f −1 (U ) ∈ U x01
τ τ

por la propiedad (iii) de los sistemas de entornos, concluyendo la prueba.


Para probar (II), téngase en cuenta que {O ∈ τ2 : f ( x0 ) ∈ O} es una base de entornos de f ( x0 )
en ( X, τ2 ) y utilicese (I). 

Veamos algunos ejemplos sencillos de aplicaciones (globalmente) continuas.

• Id : : ( X, τ ) → ( X, τ ), Id( x ) = x ∀ x ∈ X, es continua (aplicación identidad).


• f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ), f ( x ) = c ∈ X2 ∀ x ∈ X1 (aplicación constante c) es continua.
• f : ( X, τd ) → (Y, τ ) es continua para cualesquiera conjunto X, espacio topológico (Y, τ ), y
aplicación f : X → Y.
• f : ( X, τ ) → (Y, τt ) es continua para cualesquiera espacio topológico ( X, τ ), conjunto Y, y
aplicación f : X → Y.
Teorema 2.3. Dados dos espacios topológicos ( X j , τj ), j = 1, 2 y una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ),
los siguientes enunciados son equivalentes:

(a) f es continua.
(b) f −1 (O) ∈ τ1 ∀O ∈ τ2 .
(c) f −1 ( F ) ∈ F1 ∀ F ∈ F2 , donde F j es el conjunto de cerrados en ( X j , τj ), j = 1, 2.
(d) f ( A ) ⊆ f ( A ) ∀ A ⊆ X1 .
(e) f − 1 ( B ◦ ) ⊆ f − 1 ( B ) ◦ ∀ B ⊆ X2 .

Dem: (a)=⇒(b). Si O ∈ τ2 entonces O es entorno de todos sus puntos en ( X, τ2 ). En particular,


O ∈ U fτ(2x) para todo x ∈ f −1 (O), de donde por continuidad f −1 (O) ∈ U x 1 para todo x ∈ f −1 (O).
τ

Esto prueba que f −1 (O) es un entorno de todos sus puntos en ( X, τ1 ), y por tanto, es un abierto
de τ1 .
(b)=⇒(a). Sea x ∈ X1 un punto arbitrario, y sea O ∈ τ2 un abierto con x ∈ O. Por hipótesis,
f −1 (O) ∈ τ1 , y por tanto f −1 (O) es entorno de todos sus puntos en ( X1 , τ1 ). En particular,
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 3

f −1 (O) ∈ U x 1 . Esto prueba que f es continua en x (ver Proposición 2.2), y como x es arbitrario
τ

globalmente continua.
(b)=⇒(c). Tomemos F ∈ F2 y escribamos F = X2 − O donde O ∈ τ2 . Por hipótesis f −1 (O) ∈
τ1 , de donde f −1 ( F ) = f −1 ( X2 − O) = X1 − f −1 (O) ∈ F1 .
(c)=⇒(b). Tomemos O ∈ τ2 y escribamos O = X2 − F donde F ∈ F2 . Por hipótesis f −1 ( F ) ∈
F1 , de donde f −1 (O) = f −1 ( X2 − F ) = X1 − f −1 ( F ) ∈ τ1 .
(c)=⇒(d). Tomemos cualquier A ⊆ X1 , consideremos f ( A) ∈ F2 y observemos que por
hipótesis f −1 ( f ( A)) ∈ F1 . Como A ⊆ f −1 ( f ( A)) ∈ F1 deducimos que A ⊆ f −1 ( f ( A))
(recordemos que el cierre de un conjunto es el menor cerrado que lo contiene), y por tanto que
f ( A ) ⊆ f ( A ).
(d)=⇒(c). Consideremos F ∈ F2 y llamemos A = f −1 ( F ). Por hipótesis f ( A) ⊆ f ( A), esto es,
f ( f −1 ( F )) ⊆ f ( f −1 ( F )) ⊆ F. Esto demuestra que f −1 ( F ) ⊆ f −1 ( F ), y como la inclusión contraria
siempre es cierta, que f −1 ( F ) = f −1 ( F ). Como consecuencia f −1 ( F ) ∈ F1 .
(b)=⇒(e). Tomemos B ⊆ X2 un subconjunto arbitrario. Como B◦ ∈ τ2 , por hipótesis f −1 ( B◦ ) ∈
τ1 . De la inclusión f −1 ( B◦ ) ⊆−1 ( B) deducimos pues que f −1 ( B◦ ) ⊆ f −1 ( B)◦ (recordemos que el
interior de un conjunto es el mayor abierto contenido en el conjunto).
(e)=⇒(b). Tomemos O ∈ τ2 . Como O◦ = O, de nuestras hipótesis f −1 (O) = f −1 (O◦ ) ⊆
f −1 (O)◦ ,
y como la inclusión contraria siempre se da f −1 (O) = f −1 (O)◦ , esto es, f −1 (O) es
abierto. 

La siguiente proposición recoge algunas propiedades básicas de las funciones continuas.


Proposición 2.4. Los siguientes enunciados son ciertos:
(i) Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) y g : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ) son continuas entonces g ◦ f : ( X1 , τ1 ) →
( X3 , τ3 ) es continua.
(ii) Si ( X, τ ) es un espacio topológico y A ⊆ X entonces la aplicación inclusión i A : ( A, τA ) → ( X, τ ),
i A ( a) := a ∀ a ∈ A, es continua.
(iii) Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es continua y A ⊆ X1 entonces la aplicación restricción f | A : ( A, (τ1 ) A ) →
( X2 , τ2 ) f | A ( a) := f ( a) ∀ a ∈ A, es continua.
(iv) Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es continua y B ⊆ Im( f ) = f ( X1 ) entonces la aplicación restricción
en el codominio fb: ( X1 , τ1 ) → ( B, (τ2 ) B ) fb( x ) := f ( x ) ∀ x ∈ X1 , es continua.
(v) Sean ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos, y consideremos una familia de abiertos {Oλ , λ ∈
Λ} ⊆ τ1 satisfaciendo ∪λ∈Λ Oλ = X1 , y una familia de aplicaciones continuas { f λ : (Oλ , (τ1 )Oλ ) →
( X2 , τ2 ) : λ ∈ Λ} satisfaciendo f λ |Oλ ∩Oµ = f µ |Oλ ∩Oµ para todo λ, µ ∈ Λ.
Entonces la aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ), f |Oλ := f λ ∀λ ∈ Λ, es continua.
(vi) Sean ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos, y consideremos una familia finita de cerrados
{ Fj , j = 1, . . . , n} ⊆ F1 satisfaciendo ∪nj=1 Fj = X1 , y una familia de aplicaciones continuas
{ f j : ( Fj , (τ1 ) Fj ) → ( X2 , τ2 ) : j = 1, . . . , n} satisfaciendo f j | Fj ∩ Fi = f i | Fj ∩ Fi para todo j, i ∈
{1, . . . , n}.
Enntonces la aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ), f | Fj := f j ∀ j = 1, . . . , n, es continua.

Dem: Comprobemos (i). Tomemos un abierto O ∈ τ3 arbitrario. La continuidad de g nos da


g1 (O) ∈ τ2 (ver la Proposición 2.2-(b)), de donde usando que f es continua y la misma proposición
deducimos que f −1 ( g−1 (O)) ∈ τ1 . Pero ( g ◦ f )−1 (O) = f −1 ( g−1 (O)), por lo que concluimos la
continuidad de g ◦ f de nuevo por Proposición 2.2-(b) .
Probemos (ii). En efecto, si O ∈ τ entonces i− 1
A (O ) = O ∩ A ∈ τA por definición de topologı́a
inducida. Por la Proposición 2.2-(b) la aplicación i A es continua.
4 F.J. LÓPEZ

Para probar (iii) tengamos en cuenta (i), (ii) y el hecho de que f | A = f ◦ i A .


Para demostrar (iv) consideremos O ∩ B ∈ (τ2 ) B , donde O ∈ τ2 . Como Im( f ) ⊆ B, inferimos
que fb−1 (O ∩ B) = f −1 (O), de donde fb−1 (O ∩ B) ∈ τ1 sin más que usar la continuidad de f . Esto
prueba que fb es continua.
Comprobemos (v). Primero obsérvese que f está bien definida. Si O ∈ τ2 un abierto arbitrario,
podemos poner f −1 (O) = ∪λ∈Λ ( f |Oλ )−1 (O) = ∪λ∈Λ f λ−1 (O). Como f λ−1 (O) es un abierto de
(Oλ , (τ1 )Oλ ) y (τ1 )Oλ ⊆ τ1 por ser Oλ ∈ τ1 , inferimos que f λ−1 (O) ∈ τ1 , y esto para todo λ ∈ Λ.
Por tanto, f −1 (O) = ∪λ∈Λ f λ−1 (O) ∈ τ1 y f es continua.
Para acabar probemos (vi). Al igual que en el caso anterior f está bien definida. Si F ∈ F2 es
un cerrado arbitrario en ( X2 , τ2 ), tenemos que f −1 ( F ) = ∪nj=1 ( f | Fj )−1 ( F ) = ∪nj=1 f j−1 ( F ). Como
f j−1 ( F ) es un cerrado en ( Fj , (τ1 ) Fj ) y Fj ∈ F1 , deducimos que f j−1 ( F ) ∈ F1 para todo j = 1, . . . , n.
Por tanto f −1 ( F ) = ∪nj=1 f j−1 ( F ) ∈ F1 , de donde f es continua por la Proposición 2.2-(c). 

3. C ARACTERIZACI ÓN DE LA CONTINUIDAD POR SUCESIONES

Es conocido que la continuidad admite una caracterización natural por sucesiones en el con-
texto de topologı́as metrizables. Vamos a extender este resultado a su contexto topológico natural,
esto es, el de espacios que satisfagan el I Axioma de Numerabilidad.
Teorema 3.1. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación, y asumamos que ( X1 , τ1 ) es I-AN. Entonces,
f es continua en x ∈ X1 ⇐⇒ ∀ { xn }n∈N ⊆ X1 , { xn }n∈N → x, { f ( xn )}n∈N → f ( x ).

Dem: =⇒) (Para la prueba de esta implicación la hipótesis I-AN es prescindible) Supongamos
que f es continua en x y tomemos { xn }n∈N ⊆ X1 convergiendo a x ∈ X1 . Consideremos
{ f ( xn )}n∈N ⊆ X2 y un entorno U ∈ U fτ(2x) . Por la continuidad de f en x tenemos que f −1 (U ) ∈
U xτ1 , de donde por ser { xn }n∈N → x inferemos la existencia de N ∈ N tal que xn ∈ f −1 (U ) para
todo n ≥ N. En particular f ( xn ) ∈ U para todo n ≥ N, lo que prueba que { f ( xn )}n∈N → f ( x ).
⇐=) Para probar esta implicación, consideremos una base de entornos numerable de x en
( X1 , τ1 ), llamémosla β0x = {Un : n ∈ N}, con la propiedad de que Un+1 ⊆ Un para todo n ∈ N.
La existencia de tal base de entornos en ambiente I-AN se demostró en el tema anterior.
Razonemos por reducción al absurdo, y supongamos que f no es continua en x. Por tanto, ha
de existir un entorno U ∈ U fτ(2x) tal que f −1 (U ) ∈
/ U x 1 . En particular, Un * f −1 (U ) para todo n (de
τ

otra forma f −1 (U ) serı́a entorno de x), y podemos encontrar xn ∈ Un − f −1 (U ) para cada número
τ
natural n. La sucesión { xn }n∈N ası́ construida converge a x en ( X1 , τ1 ). En efecto, si V ∈ U x 1 es
un entorno de x cualquiera, al ser β x base de entornos de x en ( X1 , τ1 ) podemos encontrar N ∈ N
0

tal que UN ⊆ V. En particular Un ⊆ UN ⊆ V para todo n ≥ N, y por tanto { xn }n∈N → x en


/ U para todo n ∈ N. Esta
( X1 , τ1 ). Sin embargo, { f ( xn )}n∈N no converge a f ( x ) ya que f ( xn ) ∈
contradicción prueba que f ha de ser continua en x. 

Como corolario trivial de este resultado, las transformaciones afines f : Rn → Rm , f ( x ) :=


A · x + b, donde A ∈ Mm×n (R) es una matriz con coeficientes reales de orden m × n y b ∈ Rm
(utilizamos notación columna), son funciones continuas. En efecto, para la prueba úsese la ante-
rior caracterización de la continuidad por sucesiones.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 5

4. A LGEBRA DE FUNCIONES CONTINUAS

Las funciones continuas tienen una gran importancia no sólo para la Topologı́a, sino también
para el Análisis y Geometrı́a. Recordemos que una función no es sino una aplicación con codo-
minio el conjunto de los números reales, o más generalmente, el espacio euclidiano Rn , n ≥ 1. Las
funciones admiten un álgebra elemental, es decir, puede ser sumadas, multiplicadas, divididas,...
y es natural preguntarse el comportamiento de la continuidad respecto de estas operaciones al-
gebraicas elementales.
Comenzaremos con el siguiente

Lema 4.1. Las siguientes funciones son continuas:

• Suma: + : (R2 , τu ) → (R, τu ), +( x, y) := x + y.


• Multiplicación: · : (R2 , τu ) → (R, τu ), ·( x, y) := x · y.
• Inverso: −1 : (R − {0}, τu ) → (R, τu ), −1 ( x ) := x −1 = 1/x.
• División: / : (R × R − {0}, τu ) → (R, τu ), ( x, y) := x/y.
• Proyección: p j : (Rn , τu ) → (R, τu ) ; p j ( x1 , . . . , xn ) = x j , j = 1, . . . , n.

Dem: La prueba de este resultado es trivial utilizando el Teorema 3.1. No obstante, ofrecemos una
prueba directa a partir del concepto original de continuidad en espacios métricos.
Fijemos un punto ( x, y) ∈ R2 y probemos que + es continua en ( x, y) para cualquier ( x, y) ∈
R2 . Para ello tomemos e > 0 y observemos que k x 0 + y0 − ( x + y)k2 < e para todo ( x 0 , y0 ) ∈
B2 (( x, y), e/2).
De igual manera, para probar que · es continua en ( x, y) ∈ R2 basta con tomar e > 0 ar-
bitario, elegir δ > 0 tal que δ(| x | + |y| + δ) < e, y observar que k x 0 · y0 − x · yk2 < e para todo
( x 0 , y0 ) ∈ B2 (( x, y), δ).
Para probar que −1 es continua en x para cualquier x ∈ R − {0}, tomemos e > 0 arbitrario,
δ
elijamos δ > 0 tal que | x(δ−| x |)|
< e, y observemos que |1/x − 1/x 0 | < e cuando | x − x 0 | < δ.

La función / es la composición de las funciones continuas (R − {0}) × R → R2 , ( x, y) 7→


(1/x, y) (la continuidad de esta función se deja como ejercicio), y · : R2 → R.
Finalmente, probemos que p j es continua, j ∈ {1, . . . , n}. Para ello fijemos x = ( x1 , . . . , xn ) ∈
Rn y e > 0 arbitrarios, y observemos que | x j − x j | < e para todo ( x10 , . . . , xn0 ) ∈ B2 ( x, e). 

Teorema 4.2. Consideremos un espacio topológico ( X, τ ) y funciones continuas f ,g : ( X, τ ) → (R, τu ).


Entonces las siguientes funciones son continuas:

(i) ( f , g) : X → (R2 , τu ), ( f , g)( x ) := ( f ( x ), g( x )).


(ii) f + g : X → (R, τu ), ( f + g)( x ) := f ( x ) + g( x ).
(iii) f · g : X → (R, τu ), ( f · g)( x ) := f ( x ) + g( x ).
(iv) f /g : X → (R, τu ), ( f /g)( x ) := f ( x )/g( x ), siempre que g( x ) 6= 0 para todo x ∈ X.

Dem: Probemos la continuidad de ( f , g). Recordemos que las bolas { B∞ (( x, y), e) : ( x, y) ∈


R2 , e > 0} son una base de la topologia τu en R2 , y simplemente observemos que ( f , g)−1 B∞ (( x, y), e) =


f −1 (] x − e, x + e[) ∩ g−1 (]y − e, y + e[) es abierto de τ ya que f −1 (] x − e, x + e[) y g−1 (]y − e, y +


e[) ∈ τ por la continuidad de f y g.
La función f + g es continua por ser composición de funciones continuas: f + g = + ◦ ( f , g),
usar el Lemma 4.1.
6 F.J. LÓPEZ

La función f · g es continua por ser composición de funciones continuas: f · g = · ◦ ( f , g), usar


el Lemma 4.1.
La función f /g es continua por ser composición de funciones continuas: f /g = / ◦ ( f , g), usar
el Lemma 4.1. 

Como consecuencia inmediata de este resultado, las funciones polinómicas P : (Rn , τu ) →


(R, τu ) son continuas. Igualmente, las funciones racionales o cocientes de polinomicas P1 /P2 : (Rn −
Z, τu ) → (R, τu ) son continuas en su dominio natural Rn − Z (Z es el cerrado P2−1 ({0}), recordar
que la imagen inversa por una aplicación continua de un cerrado es un subconjunto cerrado).
También se podrı́a haber abordado la prueba de este resultado usando la caracterización de la
continuidad por sucesiones del Teorema 3.1.

5. A PLICACIONES ABIERTAS Y CERRADAS

Unas de las aplicaciones más interesantes para la topologı́a son las que respetan los abier-
tos (cerrados), esto es, llevan abiertos en abiertos (cerrados en cerrados). Estas propiedades
topológicas tienen muchas implicaciones en el campo del análisis complejo y de la geometrı́a
en general.
Definición 5.1. Una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) se dice abierta si y solo si
f (O) ∈ τ2 ∀O ∈ τ1 .

Algunos ejemplos sencillos:


• Dado ( X, τ ) espacio topológico, A ∈ τ ⇐⇒ i A : ( A, τA ) → ( X, τ ) es abierta.
• Cualquiera aplicación f : ( X, τ ) → (Y, τd ) es abierta.
• Cualquiera aplicación f : ( X, τt ) → (Y, τ ) es abierta.
• Cualquiera aplicación sobreyectiva f : ( X, τCF ) → (Y, τCF ) es abierta.
• Cualquiera aplicación sobreyectiva f : ( X, τCN ) → (Y, τCN ) es abierta.
La siguiente proposición se muestra muy útil:
Proposición 5.2. Dada una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ), son equivalentes:
(a) f es abierta.
(b) Si B ⊆ τ1 es una base de τ1 , entonces f ( B) ∈ τ2 para todo B ∈ B .
(c) f ( A◦ ) ⊆ f ( A)◦ para todo A ⊆ X1 .
τ
(d) Para todo x ∈ X1 y U ∈ U x 1 , f (U ) ∈ U fτ(2x) .

Dem: (a)=⇒ (b) Trivial.


(b)=⇒ (a) Dado O ∈ τ1 , se tiene que O = ∪i∈ I Bi , donde { Bi , i ∈ I } ⊆ B . Por tanto
f (O) = ∪i∈ I f ( Bi ) ∈ τ2 ; téngase en cuenta que por hipótesis f ( Bi ) ∈ τ2 para todo i ∈ I.
(a)=⇒ (c) Consideremos A ∈ X1 . Como A◦ ⊆ A deducimos que f ( A◦ ) ⊆ f ( A). Pero al ser f
abierta f ( A◦ ) ∈ τ2 , y por tanto f ( A◦ ) ⊆ f ( A)◦ por definición de interior.
(c)=⇒ (a) Si O ∈ τ1 entonces O◦ = O, y de nuestras hipótesis f (O) = f (O◦ ) ⊆ f (O)◦ . Como
la inclusión contraria siempre es cierta inferimos que f (O) = f (O)◦ , esto es, f (O) es un abierto.
τ
(a)=⇒ (d) Consideremos x ∈ X1 y U ∈ U x 1 . Sabemos por la definición de entorno que existe
O ∈ τ1 tal que x ∈ O ⊆ U, y por tanto, f ( x ) ∈ F (O) ⊆ f (U ). Como por hipótesis f (O) ∈ τ2 ,
deducimos que f (U ) ∈ U fτ(2x) .
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 7

τ
(d)=⇒ (a) Supongamos que O ∈ τ1 . Esto es equivalente a decir que O ∈ U x 1 para todo x ∈ O.
Por hipótesis, f (O) ∈ U fτ(2x) para todo f ( x ) ∈ f (O), de donde f (O) ∈ τ2 . 

Recordemos que una función f : Ω ⊆ Rn → Rm , n ≥ m, donde Ω es un abierto de Rn , se dice


ser una submersión si la diferencial dFp : Rn → Rm es sobreyectiva para todo p ∈ Ω. La siguiente
proposición nos presenta algunas aplicaciones abiertas básicas:
Proposición 5.3. Toda submersión f : Ω ⊆ Rn → Rm , n ≥ m, es abierta. Como consecuencia las
siguientes aplicaciones son abiertas:

(i) pσ : (Rn , τu ) → (Rk , τu ), k ≤ n, pσ ( x1 , . . . , xn ) = ( xσ(1) , . . . , xσ(k) ), donde σ : {1, . . . , k} →


{1, . . . , n} es una aplicación injectiva (en particular, p j : (Rn , τu ) → (R, τu ), p j ( x1 , . . . , pn ) = x j ,
es abierta, j = 1, . . . , n).
(ii) p : (R, τu ) → (S1 , τu ), p(t) = (cos(t), sin(t)).
(iii) n : (Rn+1 − {0}, τu ) → (Sn , τu ), n( x ) = x/k x k2 .

Dem: La prueba de este resultada se basa en la escritura local de las submersiones como conse-
cuencia del teorema de la función implı́cita. Omitiremos los detalles.
Los resultados (i), (ii) y (iii) son consecuencia sencilla de este resultado general ya que todas las
aplicaciones involucradas son submersiones. En cualquier caso ofreceremos una prueba ad-hoc
para cada uno de ellos.
Para probar (i), recordemos que B = { B∞ (( x1 , . . . , xn ), e) : ( x1 , . . . , xn ) ∈ Rn , e > 0} es una
base de τu y tengamos en cuenta Proposici  ón 5.2-(b). Tomemos B∞ (( x1 , . . . , xn ), e) ∈ B arbitrario,
y observemos que pσ B∞ (( x1 , . . . , xn ), e) = B∞ (( xσ(1) , . . . , xσ(k) ), e) ∈ τu , de donde pσ es abierta.
Para probar (ii), tengamos en cuenta que la familia B = {] a, b[ : 0 < b − a ≤ 2π } es una
base de τu y utilicemos de nuevo Proposición 5.2-(b). Fijemos [ a, b[∈ B , y observemos que
p(] a, b[) = arg−1 (] a, b[) para una conveniente rama del argumento
arg : S1 − {p( a)} →] a, a + 2π [.
Como arg : (S1 − {p( a)}, τu ) → (] a, a + 2π [, τu ) es una función continua, inferimos que p(] a, b[) ∈
τu , y por tanto, que p es abierta.
Por último demostremos (iii). Ahora tendremos en cuenta que B = { B2 (q, e) : q ∈ Rn+1 −
{0}, e > 0} es una base de τu en Rn+1 − {0} y de  nuevo la Proposición 5.2-(b). Si tomamos
q
B2 (q, e) ∈ B , se tiene que n( B2 (q, e)) = B2 kqk , keqk ∩ Sn , que es abierto en la topologı́a usual de
Sn . 

El concepto de aplicación cerrada es el natural:


Definición 5.4. Sean ( X − 1, τ1 ) y X2 , τ2 ) dos espacios topológicos, y denotemos por F j la familia
de cerrados en ( X j , τj ), j = 1, 2.
Una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) se dice cerrada si y solo si
f ( F ) ∈ F2 ∀ F ∈ F1 .

Veamos algunos ejemplos sencillos:


• Dado ( X, τ ) espacio topológico, A ⊆ X es cerrado ⇐⇒ i A : ( A, τA ) → ( X, τ ) es cerrada.
• Cualquiera aplicación f : ( X, τ ) → (Y, τd ) es cerrada.
• Cualquiera aplicación f : ( X, τt ) → (Y, τ ) es cerrada.
8 F.J. LÓPEZ

• Cualquiera aplicación f : ( X, τCF ) → (Y, τCF ) es cerrada.


• Cualquiera aplicación f : ( X, τCN ) → (Y, τCN ) es cerrada.
Es interesante notar que las proyecciones pσ : (Rn , τu ) → (Rk , τu ), donde σ : {1, . . . , k} → {1, . . . , n}
no son cerradas. El contraejemplo más sencillo es el siguiente. En (R2 , τu ) el conjunto F =
{( x, 1/x ) : x ∈ R − {0}} es cerrado en (R2 , τu ), mientras que p1 ( F ) = p2 ( F ) = R − {0} no
es cerrado en (R, τu ).
Proposición 5.5. Dada una aplicación f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ), son equivalentes:
(a) f es cerrada.
(b) f ( A) ⊆ f ( A) para todo A ⊆ X1 .

Dem: (a) =⇒ (b) Consideremos A ⊆ X1 . Como A es cerrado, por hipótesis deducimos que f ( A)
es cerrado. Pero al ser A ⊆ A tenemos que f ( A) ⊆ f ( A), de donde f ( A) ⊆ f ( A) = f ( A).
(b) =⇒ (a) Sea F ⊆ X1 cerrado. Por hipótesis, f ( F ) ⊆ f ( F ) = f ( F ). Como la inclusión contraria
siempre es cierta f ( F ) = f ( F ) y f ( F ) es cerrado. 

Para acabar, comentaremos una condición suficiente para que una aplicación continua sea cer-
rada, en el contexto de espacios métricos.
Teorema 5.6. Consideremos ( X j , d j ), j = 1, 2, dos espacios métricos, donde ( X1 , d1 ) tiene la siguiente
propiedad: ”Toda sucesión acotada en ( X1 , d1 ) admite una parcial convergente”.
Supongamos que f : ( X1 , τ [d1 ]) → ( X2 , τ [d2 ]) es una aplicación continua satisfaciendo que f −1 ( A)
es acotado en ( X1 , d1 ) para todo A ⊆ X2 acotado en ( X2 , d2 ).
Entonces f es una aplicación cerrada.

Dem: Sea F ⊆ X1 cerrado en ( X1 , τ [d1 ]), y consideremos f ( F ) ⊆ X2 . Para comprobar que f ( F )


es cerrado en ( X2 , τ [d2 ]) utilizaremos la caracterización del cierre por sucesiones expuesta en el
tema anterior. En efecto, tomemos { f ( xn )}n∈N ⊆ f ( F ), donde { xn }n∈N ⊆ F, y supongamos que
{ f ( xn )}n∈N → y0 ∈ X2 . Nuestro objetivo es garantizar que y0 ∈ f ( F ). Para ello, observemos que
el conjunto A = { f ( xn ) : n ∈ N} es acotado en ( X2 , d2 ) por ser la sucesión convergente. De
nuestras hipótesis f −1 ( A) es acotado, y en particular la sucesión { xn }n∈N ⊆ f −1 ( A) es acotada.
Teniendo en cuenta la propiedad de ( X1 , τ1 ) en el enunciado del teorema ha de existir una
sucesión parcial { xσ(n) }n∈N de { xn }n∈N convergente a un punto x0 ∈ X1 . Como F es cerrado en
( X1 , τ [d1 ]) inferimos que x0 ∈ F. Por otra parte, la continuidad de f y el Teorema 3.1 nos garanti-
zan que { f ( xσ(n) )}n∈N → f ( x0 ). Por la unicidad del lı́mite, f ( x0 ) = y0 ∈ f ( F ) como querı́amos
demostrar. 

Corolario 5.7. Consideremos subconjuntos X ⊆ Rn e Y ⊆ Rm dotados ambos de las correspondientes


topologı́as euclidianas inducidas, donde X se supone cerrado en (Rn , τu ). Supongamos que f : ( X, τu ) →
(Y, τu ) es una aplicación continua satisfaciendo que f −1 ( A) es acotado para todo A ⊆ Y acotado.
Entonces f es una aplicación cerrada.

Dem: Las topologı́as ( X, τu ) e (Y, τu ) son metrizables (son las asociadas a la distancia euclidiana
restringida a X e Y, respectivamente). Además, por ser X cerrado en (Rn , τu ), el Teorema de
Bolzano-Weierstrass nos dice que toda sucesión acotada en X admite una parcial convergente.
Podemos por tanto aplicar el Teorema 5.6 para concluir que f es cerrada. 

Como aplicación directa de este corolario, las siguientes aplicaciones son cerradas:
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 9

• k · k2 : (Rn , τu ) → (R, τu ).
• Cualquier función polinómica P : (Rn , τu ) → (R, τu ).
Concluiremos esta sección con la siguiente proposición.
Proposición 5.8. Consideremos apliciones f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) y g : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ). Los sigu-
ientes enunciados son ciertos:
(a) Si f y g son abiertas (resp., cerradas) =⇒ g ◦ f es abierta (resp., cerrada).
(b) Si g ◦ f es abierta (resp., cerrada) y f es sobreyectiva y continua =⇒ g es abierta (resp., cerrada).
(c) Si g ◦ f es abierta (resp., cerrada) y g es inyectiva y continua =⇒ f es abierta (resp., cerrada).

Dem: (a) es trivial por definición.


Probemos (b) en la versión para aplicaciones abiertas (para cerradas la prueba es análoga).
Supongamos que O ⊆ X2 es abierto. Como f es continua tenemos que f −1 (O) ∈ τ1 , de donde
( g ◦ f )( f −1 (O)) ∈ τ3 por ser g ◦ f abierta. Teniendo en cuenta que f ( f −1 (O)) = O por ser f
sobreyectiva, inferimos que ( g ◦ f )( f −1 (O)) = g(O) ∈ τ3 , esto es, g es abierta.
Demostremos (c) en su versión para aplicaciones cerradas (para abiertas la prueba es análoga).
Sea F ⊆ X1 un subconjunto cerrado. Por ser g ◦ f cerrada tenemos que g( f ( F )) es cerrado en
( X3 , τ3 ), de donde por ser g continua g−1 ( g( f ( F ))) es cerrado en ( X2 , τ2 ). Como g es inyectiva
g−1 ( g( f ( F ))) = f ( F ), de donde f ( F ) es cerrado en ( X2 , τ2 ) concluyendo la prueba. 

6. H OMEOMORFISMOS

Los homeomorfismos entre espacios topológicos materializan la idea de equivalencia o isomor-


fismo topológico. Intuitivamente, dos objetos en un espacio euclidiano son homeomorfos si uno
se obtiene de otro tras una deformación.
Definición 6.1. Una aplicación entre espacios topológicos f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) se dice un home-
omorfismo si f es biyectiva, continua, y la aplicación inversa f −1 : ( X2 , τ2 ) → ( X1 , τ1 ) es continua.
Dos espacios topológicos ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ) se dicen homeomorfos, y escribiremos ( X1 , τ1 ) ∼ =
( X2 , τ2 ), si existe un homeomorfismo f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ).

Veamos algunos ejemplos sencillos de homeomorfismos:


• Id : ( X, τ ) → ( X, τ ).
• f : ( X1 , τt ) → ( X2 , τt ), f biyectiva.
• f : ( X1 , τCF ) → ( X2 , τCF ), f biyectiva.
• f : ( X1 , τCN ) → ( X2 , τCN ), f biyectiva.
• f : ( X1 , τd ) → ( X2 , τd ), f biyectiva.
• F : (Rn , τu ) → (Rn , τu ), f ( x ) = Ax + b, donde A ∈ Mn (R) es una matriz regular y b ∈ Rn .
• ( X1 , τ1 ) = (S2 , τu ), ( X2 , τ2 ) = ( E, τu ), donde E = {( x, y, z) : x2 /a2 + y2 /b2 + z2 /c2 = 0},
a, b, c > 0, f : (S2 , τu ) → ( E, τu ), f ( x, y, x ) = ( ax, by, cz).
Teorema 6.2. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación biyectiva. Son equivalentes:
(a) f es un homeomorfismo.
(b) f es continua y abierta.
(c) f es continua y cerrada.
(d) f ( A ) = f ( A ) , ∀ A ⊆ X1 .
(e) f ( A ◦ ) = f ( A ) ◦ , ∀ A ⊆ X1 .
10 F.J. LÓPEZ

Dem: (a) =⇒ (b) La continuidad de f se sigue de la definición de homeomorfismo. La aplicación


f es abierta como consecuencia de que f −1 es continua y el Teorema 2.3-(b).
(b) =⇒ (a) La continuidad de f −1 se sigue de que f es abierta.
(a) =⇒ (c) La continuidad de f se sigue de la definición de homeomorfismo. La aplicación f es
cerrada como consecuencia de que f −1 es continua y el Teorema 2.3-(c).
(c) =⇒ (a) La continuidad de f −1 se sigue de que f es cerrada.
(a) ⇐⇒ (d) Se sigue de la Proposición 5.5-(b) y el Teorema 2.3-(d).
(a) ⇐⇒ (e) Se sigue de la Proposición 5.2-(b) y el Teorema 2.3-(e). 

Los homeomorfismos representan la igualdad topológica, toda propiedad u objeto topológico


dentro de un espacio topológico tiene su equivalente en cualquiera otro homeomorfo a él. La
siguiente proposición nos muestra sólo algunos ejemplos significativos de ello:
Proposición 6.3. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación biyectiva. Son equivalentes:
(a) f es un homeomorfismo.
(b) τ2 = f (τ1 ) := { f (O) : O ∈ τ1 }.
(c) ∀B ⊆ τ1 base de τ1 , f (B) := { f ( B) : B ∈ B} es base de τ2 .
(d) ∀ x ∈ X1 , U fτ(2x) = f (U xτ1 ) := { f (U ) : U ∈ U xτ1 }.
τ τ τ τ τ
(e) ∀ x ∈ X1 y ∀ β x1 ⊆ U x 1 base de de entornos de x en ( X1 , τ1 ), f ( β x1 ) := { f (V ) : β x1 ∈ β x1 } es base
de entornos de f ( x ) en ( X2 , τ2 ).

Dem: (a) ⇐⇒ (b) Los homeomorfismos son las aplicaciones biyectivas, continuas y abiertas entre
espacios, esto es, para las que τ2 = f (τ1 ). La equivalencia es pues trivial.
(b) ⇐⇒ (c) Los abiertos de una topologı́a se generan a partir de los abiertos de cualquiera de
sus bases (todo abierto es unión de abiertos básicos). La equivalencia se sigue del hecho de que la
operación imagen directa por una aplicación respeta la unión.
(b) ⇐⇒ (d) Los abiertos de una topologı́a se caracterizan por la propiedad de ser entornos de
todos sus puntos. La equivalencia es pues trivial.
(c) ⇐⇒ (d) Los entornos de un punto en un espacio topológico se generan a partir de los en-
tornos básicos de una base de entornos del punto cualquiera (son los subconjuntos que contienen
en su interior un entorno básico). La equivalencia se sigue del hecho de que la operación imagen
directa por una aplicación respeta la inclusión. 

La siguiente proposición se muestra en ocasiones muy útil:


Proposición 6.4. Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es un homeomorfismo y A ⊆ X1 , entonces F : ( A, (τ1 ) A ) →
( f ( A), (τ2 ) f ( A) ), F ( a) = f ( a) para todo a ∈ A, es un homeomorfismo.

Dem: Proposición 2.4-(iii) y Proposición 2.4-(iv) aplicados a f y a f −1 implican que F y F −1 son


continuas. 

Uno de los conceptos fundamentales de la topologı́a es el de invariante topológico. Se trata aque-


llas propiedades de los espacios topológicos que permanecen invariantes por homeomorfismos.
Definición 6.5. Sea P una propiedad lógicamente atribuible a espacios topológicos. Se dice que
P es un invariante topológico si y sólo si es cierto el siguiente enunciado:
Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es un homeomorfismo y ( X1 , τ1 ) satisface P , entonces ( X2 , τ2 )
satisface P .
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 11

Uno de los objetivos de este curso, si no el fundamental, será el presentar algunos invariantes
topológicos. Comentaremos algunos ejemplos sencillos:
• La propiedad ”ser Hausdorff o T2 ” es un invariante topológico (trivial por la Proposición
6.3-(d)).
• La propiedad ”toda función continua valuada sobre (R, τu ) admite un máximo” es un invari-
ante topológico.
La principal utilidad de los invariantes topológicos es la de establecer que dos espacios no son
homeomorfos. Veamos algunos ejemplos que aclaren esta idea.
• (Rn , τCF ) y (Rn , τu ) no son homeomorfos: el primero no es T2 y el segundo sı́. De he-
cho, ( X, τCF ), donde X es infinito, no es homeomorfo a ningún espacio metrizable por la
misma razón.
• ([0, 1], τu ) no es homeomorfo a (]0, 1[, τu ): en el primer caso cualquier función continua
f : ([0, 1], τu ) → (R, τu ) admite máximo, pero no en el segundo (considerar f : (]0, 1[, τu ) →
(R, τu ), f ( x ) = x).

6.1. Homeomorfismos notables. Vamos a presenar algunos de los homeomorfismos básicos más
relevantes, en algún caso con interesante trasfondo geométrico. Las topologı́as subyacentes en los
siguientes ejemplos serán siempre las correspondientes topologı́as euclidianas inducidas.

6.1.1. Intervalos de la recta real. Todos los intervalos abiertos de la recta real son homeomorfos
entre si. En efecto, téngase en cuenta que:

• f : ]0, 1[→] a, b[, f (t) = a + (b − a)t, es un homeomorfismo con inverso f −1 : ] a, b[→]0, 1[,
f −1 (s) = b−1 a (s − a).
• f : ]0, 1[→] a, +∞[, f (t) = 1−t t + a, es un homeomorfismo con inverso f −1 : ] a, +∞[→]0, 1[,
f −1 (s) = s+s−1−a a .
• f : ]0, 1[→] − ∞, a[, f (t) = t−t 1 + a, es un homeomorfismo con inverso f −1 : ] − ∞, a[→
]0, 1[, f −1 (s) = s−s−1−a a .
• f : ]0, +∞[→ R, f (t) = log( x ), es un homeomorfismo con inverso f −1 : R →]0, +∞[,
f −1 ( s ) = e s .
Análogamente, es posible probar que
• [0, 1] es homeomorfo a [ a, b] para todo a < b.
• Los intervalos [ a, b[, [ a, +∞[, ] − ∞, a] y a ]c, d] son homeomorfos a [0, 1[ para cuales quiera
a < b, c < d.

6.1.2. Conjuntos de estructura anular. Para cada subconjunto J ⊆ [0, +∞[, denotemos por AnJ :=
{ x ∈ Rn : k x k2 ∈ J } ⊆ Rn , n ≥ 2. Se tiene que
AnJ ∼
= Sn−1 × J = {( x, z) ∈ Rn × R ≡ Rn+1 : k x k2 = 1 y z ∈ J }.
p
En efecto, obsérvese que la aplicación f : AnJ → Sn−1 × J, f ( p) = ( k pk , k pk2 ), y su inversa
2
f −1 : Sn−1 × J → AnJ , f −1 (q, r ) = rq, son continuas (usando el Teorema 3.1 es un ejercicio sen-
cillo).
Si h : J1 → J2 es un homeomorfismo, es fácil comprobar (por ejemplo, usando de nuevo el Teo-
rema 3.1) que la aplicación F : Sn−1 × J1 → Sn−1 × J2 , F ( p, r ) = ( p, h(r )), es un homeomorfismo
también. Este hecho tiene algunas consecuencias sencillas:

• An]a,b[ ∼
= An]0,+∞[ = R2 − {(0, 0)}, 0 ≤ a < b.
12 F.J. LÓPEZ

∼ An , 0 < a < b, 0 < c < d.


• An[a,b] = [c,d]
• An]a,b] ∼
= An]c,d] , 0 ≤ a < b, 0 ≤ c < d.

6.1.3. La proyección estereográfica. Para cada n ≥ 1, la región esférica Sn − { N }, donde N =


(0, . . . , 0, 1) es el polo Norte de Sn , y el espacio euclidiano Rn son homeomorfos de forma natural.
Uno de los homeomorfismos clásicos entre estos dos objetos viene dado por la llamada proyección
estereográfica de la esfera sobre el hiperplano H n := {( x1 , . . . , xn+1 ) : xn+1 = 0} (hiperplano del
ecuador) de Rn+1 . Expliquemos los detalles.
Lo primero, obsérvese que Rn y H n son homeomorfos de forma canónica: nótese que la apli-
cación i : Rn → H n , i( x ) = ( x, 0), y su inversa i−1 : H n → Rn , i−1 ( x, 0) = x, son continuas. En lo
que sigue Rn y H n se considerarán naturalmente identificados vı́a i.
La aplicación proyección estereográfica σ : Sn − { N } → H n ≡ Rn obedece a la siguiente con-
strucción geométrica:
Para cada punto p = ( x1 , . . . , xn+1 ) ∈ Sn − { N }, consideramos la semirecta L p con punto ini-
cial N y orientada según el vector N ~ p = p − N. Por definición σ( p) = L p ∩ H n . Analı́ticamente,
L p = {(0, . . . , 0, 1) + λ( x1 , . . . , xn+1 − 1) : λ > 0}, de donde σ ( p) es el punto de L p para el valor
λ = 1− x1 , esto es,
n +1

x1 xn x1 xn
σ ( x 1 , . . . , x n +1 ) = ( ,..., , 0) ≡ ( ,..., ) ∈ Rn .
1 − x n +1 1 − x n +1 1 − x n +1 1 − x n +1
El procedimiento geométrico inverso nos dice que para cada y = (y1 , . . . , yn ) ∈ Rn ,
1
σ −1 ( y 1 , . . . , y n ) = (2y1 , . . . , 2yn , kyk22 − 1).
1 + kyk22

Obviamente ambas aplicaciones σ y σ−1 son continuas (fácil comprobación por sucesiones, Teo-
rema 3.1), por lo que σ es un homeomorfismo.

6.1.4. La proyección de Mercator. Para cada n ≥ 2, la región esférica Sn − { N, S} (donde N =


(0, . . . , 0, 1) es el polo Norte y S = (0, . . . , 0, −1) es el polo Sur de Sn ) y el cilindro n-dimensional

Sn−1 × R := {( x, z) ∈ Rn × R ≡ Rn+1 : k x k2 = 1}
son homeomorfos de forma natural. El homeomorfismo clásico entre estos dos objetos viene dado
por la llamada proyección de Mercator.
La proyección de Mercator µ : Sn − { N, S} → Sn−1 × R obedece a la siguiente construcción
geométrica:
Para cada punto p = ( x, xn+1 ) ∈ Sn − { N, S}, consideramos la semirecta R p con punto inicial
el origen 0 y orientada según el vector ~p. Por definición µ( p) = R p ∩ Sn−1 × R. Analı́ticamente,
R p = {λ( x, xn+1 ) : λ ≥ 0}, de donde µ( p) es el punto de L p para el valor λ = k x1k , esto es,
2

x x n +1
µ( x, xn+1 ) = ( , ) ∈ Sn−1 × R.
k x k2 k x k2
El procedimiento geométrico inverso nos dice que para cada y ∈ Sn−1 × R,
y
µ −1 ( y ) = ∈ Sn − { N, S}.
k y k2
Como en el caso anterior, µ es un homeomorfismo.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 13

6.1.5. El hiperboloide y el cilindro. El cilindro C = S1 × R ⊆ R3 y el hiperboloide de una hoja


H1 = {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 + 1} son naturalmente homeomorfos. Geometricamente
ambos espacios están foliados por circunferencias, es más, el corte de uno y otro con planos hori-
zontales Πk = {( x, y, z) ∈ R3 : z = k}, k ∈ R, es una circunferencia centrada en el punto (0, 0, z).
Lo único que hay que hacer es aplicar homotéticamente
√ para cada altura k la circunferencia de
radio uno C ∩ Πk en la circunferencia de radio k2 + 1 H1 ∩ Πk , homotecia que actua sólo sobre
las dos primeras coordenadas y deja la tercera invariante.
√ √
Analı́ticamente, f : C → H1 , f ( x, y, z) = ( z2 + 1x, x2 + 1y, z), es una aplicación biyectiva
y y
y continua, con inversa f −1 : H1 → C, f −1 ( x, y, z) = ( √ x2 , √ 2 , z) = ( k( x,yx
,
)k2 k( x,y)k2
, z ),
z +1 z +1
también continua.

7. L A T OPOLOG ÍA P RODUCTO

La categorı́a de espacios topológicos es productiva, lo que traducido a un lenguaje más sencillo


quiere decir que el producto cartesiano de dos espacios topológicos soporta de forma natural una
topologı́a, conocida como topologı́a producto. Esta topologı́a es canónica en el sentido de que
es la topologı́a menos fina en el producto cartesiano de los espacios que hace a las proyecciones
continuas.
Comentemos todos los detalles de esta construcción.

Proposición 7.1. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos. Entonces la familia


τ1 × τ2 := {O1 × O2 : O1 ∈ τ1 , O2 ∈ τ2 }
es base de una (única) topologı́a τ (τ1 × τ2 ) en X1 × X2 .

Dem: Como trivialmente ∪O1 ×O2 ∈τ1 ×τ2 O1 × O2 = X1 × X2 , lo único que resta demostra es que
dados O1 × O2 , O10 × O20 ∈ τ1 × τ2 y un punto ( x1 , x2 ) ∈ (O1 × O2 ) ∩ (O10 × O20 ), existe O100 × O200 ∈
τ1 × τ2 tal que ( x1 , x2 ) ∈ O100 × O200 ⊆ (O1 × O2 ) ∩ (O10 × O20 ). Basta con elegir O100 × O200 =
(O1 ∩ O10 ) × (O2 ∩ O20 ) ∈ τ1 × τ2 . 

Definición 7.2 (Topologı́a producto). Dados espacios topológicos ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ), la topologı́a


τ (τ1 × τ2 ) construida en la Proposición 7.1 es conocida como topologı́a producto de τ1 y τ2 .
El espacio topológico ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 ) sera referido como el espacio topológico producto de los
espacios ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ).

A la hora de trabajar con más comodidad con la topologı́a producto, es conveniente tener en
cuenta la siguiente:

Proposición 7.3. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos y ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 ) el espacio


topológico producto. Los siguientes enunciados son ciertos:

(i) Si B j ⊆ τj es base de τj , j = 1, 2, entonces B× B2 = { B1 × B2 : B1 ∈ B1 , B2 ∈ B2 } es base de


τ (τ1 × τ2 ).
τ τ
(ii) Si ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 , entonces U x11 × U xτ22 = {U1 × U2 : U1 ∈ U x11 , U2 ∈ U xτ22 } es base de
entornos de ( x1 , x2 ) en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )).
j
(iii) Si ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 y β x j es base de entornos de x j en ( X j , τj ), j = 1, 2, entonces β1x1 × β2x2 =
{V1 × V2 : V1 ∈ β1x1 , V2 ∈ β2x2 } es base de entornos de ( x1 , x2 ) en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )).
14 F.J. LÓPEZ

Dem: Probemos (i). Tomemos O ∈ τ (τ1 × τ2 ) y ( x1 , x2 ) ∈ O. Como τ1 × τ2 es base de τ (τ1 × τ2 ),


existe O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 tal que ( x1 , x2 ) ∈ O1 × O2 ⊆ O. Pero al ser B j base de τj , existe Bj ∈ B j
con x j ∈ Bj ⊆ O j , j = 1, 2, de donde ( x1 , x2 ) ∈ B1 × B2 ⊆ O1 × O2 ⊆ O. Como B1 × B2 ∈ B1 × B2
concluimos que B1 × B2 es base de τ (τ1 × τ2 ).
τ (τ ×τ )
Demostremos (iii) (el enunciado (ii) es consecuencia inmediata de (iii)). Sea U ∈ U( x ,x1 ) 2 un
1 2
entorno arbitrario de ( x1 , x2 ) en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )). Por definción de entorno sabemos que ex-
iste O ∈ τ (τ1 × τ2 ) tal que ( x1 , x2 ) ∈ O ⊆ U. Al igual que el el caso anterior, podemos encontrar
O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 tal que ( x1 , x2 ) ∈ O1 × O2 ⊆ O ⊆ U. Como x j ∈ O j ∈ τj inferimos que
τj j j
O j ∈ U x j , de donde por ser β x j base de entornos de x j en ( X j , τj ) podemos encontrar Vj ∈ β x j tal
que Vj ⊆ O j , j = 1, 2. Por lo tanto, V1 × V2 ∈ β1x1 × β2x2 y V1 × V2 ⊆ O1 × O2 ⊆ O ⊆ U, lo que
prueba el enunciado. 

Veamos algunos ejemplos sencillos de esta construcción:


• Si ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) son espacios topológicos triviales (esto es, τj ≡ τt topologı́a trivial,
j = 1, 2), entonces τ (τ1 × τ2 ) es la topologı́a trivial en X1 × X2 . La prueba es directa.
• Si ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) son espacios topológicos discretos (esto es, τj ≡ τd topologı́a disc-
reta, j = 1, 2), entonces τ (τ1 × τ2 ) es la topologı́a discreta en X1 × X2 . En efecto, dado
( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 , el hecho de que { x j } ∈ τj , j = 1, 2, implica que { x1 } × { x2 } =
{( x1 , x2 )} ∈ τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ).
• Si ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) son espacios topológicos cofinitos (esto es, τj ≡ τCF topologı́a cofinita,
j = 1, 2), entonces τ (τ1 × τ2 ) no ha de ser la topologı́a cofinita. En efecto, si X1 y X2 son
conjuntos infinitos y O j = X j − Fj donde Fj es finito, j = 1, 2, entonces ( X1 × X2 ) − (O1 ×
O2 ) no es finito (contiene al conjunto infinito ( X1 × F2 ) ∪ ( F1 × X2 )), y por tanto O1 × O2
no es abierto cofinito.
• (Rn × Rm , τ (τun × τum )) = (Rn+m , τun+m ). En efecto, para todo ( x, y) ∈ Rn × Rm y e >
0, B∞ n+m (( x, y ), e ) = Bn ( x, e ) × Bm ( y, e ), donde Bk ( p, δ ) representa la bola abierta en
∞ ∞ ∞
(Rk , d∞ ) de centro p ∈ Rk y radio δ > 0. Como las bolas abiertas para d∞ son una base de
la topologı́a euclidiana en cualquiera dimensión, el resultado se sigue de la Proposición
7.3-(i).
Proposición 7.4. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos y ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) el espacio
topológico producto. Consideremos subconjuntos A j ⊆ X j , j = 1, 2.
Los siguientes enunciados son ciertos:
(i) ( A1 × A2 )◦ = A1◦ × A2◦ .
(ii) A1 × A2 = A1 × A2 .
(iii) Fr( A1 × A2 ) = ( A1 × Fr( A2 )) ∪ (Fr( A1 ) × A2 ). 
(iv) ( A1 × A2 , τ (τ1 × τ2 ) A1 × A2 ) = A1 × A2 , τ (τ1 ) A1 × (τ2 ) A2 .

Dem: Probemos (i). Como A1◦ × A2◦ ∈ τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ) y A1◦ × A2◦ ⊆ A1 × A2 , por definición
de interior A1◦ × A2◦ ⊆ ( A1 × A2 )◦ . Para la otra inclusión, tomemos ( x1 , x2 ) ∈ ( A1 × A2 )◦ . Esto
τ (τ ×τ )
quiere decir que existe U ∈ U( x ,x1 ) 2 tal que U ⊆ A1 × A2 . Sabemos existe O ∈ τ (τ1 × τ2 ) tal
1 2
que ( x1 , x2 ) ∈ O ⊆ U, de donde al ser τ1 × τ2 base de tau(τ1 × τ2 ) deducimos que existe O j ∈ τj ,
j = 1, 2, tal que ( x1 , x2 ) ∈ O1 × O2 ⊆ O ⊆ U ⊆ A1 × A2 . En particular x j ∈ O j ∈ A j , de donde
x j ∈ A◦j , j = 1, 2 y ( x1 , x2 ) ∈ A1◦ × A2◦ . Esto prueba que ( A1 × A2 )◦ ⊆ A1◦ × A2◦ .
Demostremos (ii). Consideremos un punto ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 , y consideremos la base de
τ
entornos U x11 × U xτ22 de ( x1 , x2 ) en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )). Tenemos que
( x1 , x2 ) ∈ A1 × A2 ⇐⇒ ∀ U1 × U2 ∈ U xτ11 × U xτ22 , (U1 × U2 ) ∩ ( A1 × A2 ) 6= ∅ ⇐⇒
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 15

τ
⇐⇒ ∀Uj ∈ U x jj , Uj ∩ A j 6= ∅, j = 1, 2 ⇐⇒ x j ∈ A j , j = 1, 2 ⇐⇒ ( x1 , x2 ) ∈ A1 × A2 .

Para comprobar (iii), observemos que Fr( A1 × A2 ) = A1 × A2 − ( A1 × A2 )◦ , de donde usando


·
(i)y (ii) deducimos que Fr( A1 × A2 ) = A1 × A2 − A1◦ × A2◦ . Como A j = Fr( A j ) ∪ A◦j , j = 1, 2,
tenemos que
· ·
Fr( A1 × A2 ) = (Fr( A1 ) ∪ A1◦ ) × (Fr( A2 ) ∪ A2◦ ) − A1◦ × A2◦ =
· ·
= (Fr( A1 ) × Fr( A2 )) ∪ (Fr( A1 ) × A2◦ ) ∪ ( A1◦ × Fr( A2 )) =
· ·
(Fr( A1 ) × Fr( A2 )) ∪ (Fr( A1 ) × A2◦ ) ∪ (Fr( A1 ) × Fr( A2 )) ∪ ( A1◦ × Fr( A2 )) =
   
· ·
= Fr( A1 ) × (Fr( A2 )) ∪ A2◦ ) ∪ (Fr( A1 ) ∪ A1◦ ) × Fr( A2 ) = (Fr( A1 ) × A2 ) ∪ ( A1 × Fr( A2 )).
   

Por último, demostremos (iv). Como τ1 × τ2 es base de τ (τ1 × τ2 ), sabemos que


B := {(O1 × O2 ) ∩ ( A1 × A2 ) : O1 × O2 ⊆ τ1 × τ2 }
es base de τ (τ1 × τ2 ) A1 × A2 . Pero es inmediato comprobar que B = (τ1 ) A1 × (τ2 ) A2 , ya que
(O1 × O2 ) ∩ ( A1 × A2 ) = (O1 ∩ A  1 ) × ( A2 ∩ O2 ) para todo O1 × O2 ⊆ τ1 × τ2 . Esto es, B es la 
base natural de τ (τ1 ) A1 × (τ2 ) A2 , de donde se sigue que τ (τ1 × τ2 ) A1 × A2 = τ (τ1 ) A1 × (τ2 ) A2 .


La topologı́a producto satisface una propiedad universal que la caracteriza. Para explicar los
detalles, necesitamos presentar las aplicaciones proyección.
Definición 7.5. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos y ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) el espacio
topológico producto. Las aplicaciones proyección (o simplemente proyecciones) p j , j = 1, 2, vienen
dadas por las siguientes expresiones:
p j : X1 × X2 → X j , p j ( x1 , x2 ) = x j , j = 1, 2.
Teorema 7.6. Dados ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) espacios topológicos y el producto topológico ( X1 × X2 , τ (τ1 ×
τ2 )), se tiene que:
(a) p j : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → ( X j , τj ) es continua y abierta, j = 1, 2.
(b) Si ( X, τ ) es un espacio topológico y f : ( X, τ ) → ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) una aplicación, entonces
f es continua ⇐⇒ p j ◦ f es continua, j = 1, 2.
(c) Si τ es una topologı́a en X1 × X2 tal que p j : ( X1 × X2 , τ ) → ( X j , τj ) es continua, j = 1, 2, entonces
τ (τ1 × τ2 ) ⊆ τ.

Dem: Probemos (a). Para comprobar que p1 es continua, considérese O1 ∈ τ1 y obsérvese que
p1−1 (O1 ) = O1 × X2 ∈ τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ). Para ver que p1 es abierta, considérese un abierto
básico O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 y obsérvese que p1 (O1 × O2 ) = O1 ∈ τ1 . Análogamente se razonarı́a
con p2 .
Demostremos ahora (b). La implicación =⇒) es trivial ya que la composición de aplicaciones
continuas es una aplicación continua.
Probemos ⇐=). Dado un abierto básico O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 , f −1 (O1 × O2 ) = f −1 (p1−1 (O1 ) ∩
p2 (O2 )) = f −1 (p1−1 (O1 )) ∩ f −1 (p2−1 (O2 )) = (p1 ◦ f )−1 (O1 ) ∩ (p2 ◦ f )−1 (O2 ). Como (p j ◦
−1

f )−1 (O j ) ∈ τj por la continuidad de p j ◦ f , j = 1, 2, deducimos (p1 ◦ f )−1 (O1 ) ∩ (p2 ◦ f )−1 (O2 ) ∈
τ1 × τ2 ⊆ τ (τ1 × τ2 ) y por tanto f es continua.
Por último comprobemos (c), que simplemente expresa que la topologı́a producto es la menos
fina haciendo continuas a las proyecciones. Para probarlo, supongamos que τ es una topologı́a
16 F.J. LÓPEZ

en X1 × X2 tal que p j : ( X1 × X2 , τ ) → ( X j , τj ) es continua, j = 1, 2. Tomemos O j ∈ tau j , j = 1, 2,


arbitrarios, y observemos que de nuestras hipótesis p− 1
j (O j ) ∈ τ, j = 1, 2, esto es, O1 × X2 ,
X1 × O1 ∈ τ. Por tanto, O1 × O2 = (O1 × X2 ) ∩ ( X1 × O1 ) ∈ τ, de donde como O j ∈ τj es arbi-
trario, j = 1, 2, deducimos que τ1 × τ2 ⊆ τ. Como τ1 × τ2 es base de τ (τ1 × τ2 ), concluimos que
τ (τ1 × τ2 ) ⊆ τ. 

Este resultado tiene interesantes consecuencias.


Corolario 7.7. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ) y ( X, τ ) espacios topológicos y f j : X → X j , j = 1, 2, aplicaciones.
Consideremos la aplicación evaluación
( f 1 , f 2 ) : X → X1 × X2 , ( f 1 , f 2 )( x ) = ( f 1 ( x ), f 2 ( x )).
Se tiene que
( f 1 , f 2 ) : ( X, τ ) → ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) es continua ⇐⇒ f j : ( X, τ ) → ( X j , τj ), j = 1, 2, son continuas.

Dem: =⇒) f j = p j ◦ ( f 1 , f 2 ) es continua por ser composición de continuas, j = 1, 2; téngase en


cuenta el Teorema 7.6-(a).
⇐=) Como p j ◦ ( f 1 , f 2 ) = f j es continua, j = 1, 2, el resultado se sigue del Teorema 7.6-(b). 

Corolario 7.8. Sean ( X1 , τ1 ), ( X2 , τ2 ), (Y1 , τ10 ) e (Y2 , τ20 ) espacios topológicos y f j : X j → Yj , j = 1, 2,


aplicaciones. Consideremos la aplicación producto
f 1 × f 2 : X1 × X2 → Y1 × Y2 , ( f 1 × f 2 )( x1 , x2 ) = ( f 1 ( x ), f 2 ( x )).
Se tiene que
f 1 × f 2 : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → (Y1 × Y2 , τ (τ10 × τ20 )) es continua (abierta) ⇐⇒
⇐⇒ f j : ( X1 , τ1 ) → (Yj , τj0 ), j = 1, 2, son continuas (abiertas).
En particular,
f 1 × f 2 : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → (Y1 × Y2 , τ (τ10 × τ20 )) es un homeomorfismo ⇐⇒
⇐⇒ f j : ( X1 , τ1 ) → (Yj , τj0 ), j = 1, 2, son homeomorfismos.

Dem: Definamos
Fj : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → (Yj , τj0 ), Fj ( x1 , x2 ) = f j ( x j ),
y observemos que Fj es continua si y solo si f j es continua, j = 1, 2. En efecto, tomemos O1 ∈ τ10
y observemos que F1−1 (O1 ) = f 1−1 (O1 ) × X2 . Esto prueba que F1−1 (O1 ) ∈ τ (τ1 × τ2 ) si y solo si
f 1−1 (O1 ) ∈ τ1 , de donde la continuidad de F1 es equivalente a la de f 1 (analogamente se razona
con F2 y f 2 ). Por otra parte f 1 × f 2 = ( F1 , F2 ), de donde por el Corolario 7.7 la continuidad de
f 1 × f 2 es equivalente a la de Fj , j = 1, 2, esto es, a la de f j , j = 1, 2.
Para comprobar el correspondiente resultado para aplicaciones abiertas, téngase en cuenta que
dado O1 × O2 ∈ τ1 × τ2 , se tiene que
( f 1 × f 2 )(O1 × O2 ) = f 1 (O1 ) × f 2(O2 ) ∈ τ (τ10 × τ20 ) ⇐⇒ f j (O j ) ∈ τj0 , j = 1, 2;
téngase en cuenta que las proyecciones son abiertas y la definición de la topologı́a producto.
Para la segunda parte del Corolario, obsérvese que el producto de aplicaciones biyectivas es
una aplicación biyectiva y ( f 1 × f 2 )−1 = f 1−1 × f 2−1 , y téngase en cuenta lo ya probado. 
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 17

La construcción del producto topológico se extiende al caso de una cantidad finita de espacios
(e incluso de una infinita, aunque ese caso no lo trataremos aquı́).
Nota 7.9. Dados ( X j , τj ), j = 1, . . . , n, n ≥ 2, una familia finita de espacios topológicos, por un
procedimiento inductivo estandar podemos definir ∏nj=1 X j , τ (∏nj=1 τj ) como


n −1 n −1
( ∏ X j ) × Xn , τ (τ ( ∏ τj ) × τn ) .

j =1 j =1

Salvo la identificación canónica (∏nj=−11 X j ) × Xn ≡ ∏nj=1 X j , (( x1 , . . . , xn−1 ), xn ) ≡ ( x1 , . . . , xn−1 , xn ),


la topologı́a τ (∏nj=1 τj ) no es sino la que admite por base a ∏nj=1 τj = {O1 × . n. . On : O j ∈ τj , j =
1, . . . , n}

Todos los enunciados probados para el caso n = 2 admiten una traslación natural y análoga al
caso general del producto de n espacios. Dejamos los detalles al alumno.

8. T OPOLOG ÍA COCIENTE : I DENTIFICACIONES

Una de las construcciones más interesantes en Topologı́a es la que permite inducir la estructura
de espacio topológico sobre el cociente de un espacio topológico por una relación de equivalen-
cia. En ocasiones, es común identificar puntos de un espacio o realizar operaciones de pegado
en el mismo para generar un objeto nuevo. Sirva como ejemplo intuitivo el caso de una cinta de
papel, que tras pegar o identificar puntos simétricos de dos de sus bordes paralelos u opuestos
proporciona un cilindro. La misma operación de pegado pero realizando previamente un bu-
cle en la cinta genera una cinta de Möbius. El propio cilindro puede ser sometido a este tipo de
procedimientos, si se dobla convenientemente e identifican los cı́rculos opuestos obtenemos un
neumático (toro topológico). Son muchas las posibilidades que se nos ocurren para este tipo de
operaciones de pegado, por lo que podemos afirma sin temor a equivocarnos que estamos ante
una herramienta crucial para la construcción de un gran número de espacios topológicos.
Para una mayor flexibilidad a la hora de presentar estas ideas, es apropiado introducir el con-
cepto de topologı́a final para una aplicación e identificación topológica.
Teorema 8.1. Sean ( X, τ ) un espacio topológico, Y un conjunto y f : X → Y una aplicación sobreyectiva.
Llamemos τ [ f ] := {O ⊆ Y : f −1 (O) ∈ τ } ⊆ P ( X ). Entonces
(a) τ [ f ] es una topologı́a en Y.
(b) τ [ f ] es la más fina topologı́a en Y haciendo a f continua.
(c) Dado un espacio topológico ( Z, τ 0 ) y una aplicación h : : Y → Z,
h : (Y, τ [ f ]) → ( Z, τ 0 ) es continua ⇐⇒ h ◦ f : ( X, τ ) → ( Z, τ 0 ) es continua.

Dem: Probemos (a). Como f −1 (∅) = ∅ ∈ τ y f −1 (Y ) = X ∈ τ, ∅, Y ∈ τ [ f ].


Si O1 , O2 ∈ τ [ f ], f −1 (O j ) ∈ τ, j = 1, 2, de donde f −1 (O1 ) ∩ f −1 (O2 ) = f −1 (O1 ∩ O2 ) ∈ τ y
O1 ∩ O2 ∈ τ [ f ].
Por último, si {Oλ : λ ∈ Λ} ⊆ τ [ f ], por el hecho de que f −1 (Oλ ) ∈ τ para todo λ ∈ Λ uno
deduce que ∪λ∈Λ f −1 (Oλ ) = f −1 ∪λ∈Λ Oλ ∈ τ, esto es ∪λ∈Λ Oλ ∈ τ [ f ].
Demostremos ahora (b). Obviamente, por definición f : ( X, τ ) → (Y, τ [ f ]) es continua. Sea
τb cualquier topologı́a en Y tal que f : ( X, τ ) → (Y, τb) es continua. Por continuidad, si O ∈ τb
entonces f ( O) ∈ τ, de donde O ∈ τ [ f ] y τb ⊆ τ [ f ].
Para probar (c), observemos que h : (Y, τ [ f ]) → ( Z, τ 0 ) es continua si y sólo si h−1 (O) ∈ τ [ f ]
para todo O ∈ τ 0 , esto es, si y solo si f −1 (h−1 (O)) = (h ◦ f )−1 (O) ∈ τ para todo O ∈ τ 0 :
18 F.J. LÓPEZ

téngase en cuenta la definición de τ [ f ]. Pero este último enunciado es equivalente a decir que
h ◦ f : ( X, τ ) → ( Z, τ 0 ) es continua. 

Definición 8.2. Dados un espacio topológico ( X, τ ), un conjunto Y y una aplicación sobreyectiva


f : X → Y, la topologı́a τ [ f ] del Teorema 8.1 será referida como topologı́a final inducida por la
aplicación f en Y.
Definición 8.3. Una aplicación f : ( X, τ ) → (Y, τ 0 ) se dice una identificación topológica si y solo si
f es sobreyectiva y τ 0 = τ [ f ]. En este caso también se dice que (Y, τ 0 ) es el espacio identificación
asociado al espacio topológico ( X, τ ) y a la aplicación sobreyectiva f : X → Y.
Corolario 8.4. Sean ( X, τ ) un espacio topológico, Y un conjunto y f : X → Y una aplicación sobreyec-
tiva. Llamemos F [ f ] := { F ⊆ Y : f −1 ( F ) ∈ F } ⊆ P ( X ), donde F es la familia de cerrados en ( X, τ ).
Entonces
(a) F [ f ] es la familia de cerrados de τ [ f ].
(b) Si τ 0 es una topologı́a en Y tal que f : ( X, τ ) → (Y, τ 0 ) es continua =⇒ F 0 ⊆ F [ f ], donde F 0 es la
familia de cerrados de τ 0 .

Dem: Obsérvese que τ [ f ] = {Y − F : F ∈ F [ f ]} y utilı́cese el Toerema 8.1. 

Dada una aplicación sobreyectiva f : X → Y, un subconjunto A ⊆ X se dice f -saturado si


f −1 ( f ( A))
= A. En ese contexto, si τ es una topologı́a en X entonces
τ [ f ] = { f (O) : O ∈ τ y O es f -saturado}.
La prueba de estos dos enunciados es trivial por definición de identificación.
Un caso particular especialmente interesante es el de las proyecciones al cociente por una
relación de equivalencia.
Definición 8.5. Sea ( X, τ ) un espacio topológico y sea R una relación de equivalencia en X. Sean
X/R := {[ x ] : x ∈ X } el espacio cociente de las clases de equivalencia de R en X y π : X → X/R,
π ( x ) = [ x ], la correspondiente proyección.
La topologı́a τ/R := τ [π ] es conocida como la topologı́a cociente asociada a τ y R. También se
dice que ( X/R, τ/R) es el espacio topológico cociente de ( X, τ ) por la relación de equivalencia R.

Obviamente, en las condiciones de la definición anterior π : ( X, τ ) → ( X/R, τ/R) es una iden-


tificación. Por tanto, el Teorema 8.1 nos dice que:
Corolario 8.6. Sea ( X, τ ) un espacio topológico y R una relación de equivalencia en X. Sea ( X/R, τ/R)
el espacio topológico cociente y π : ( X, τ ) → ( X/R, τ/R) la aplicación proyección (identificación).
Entonces
(a) τ/R es la más fina topologı́a en X/R haciendo a π continua.
(b) Dado un espacio topológico ( Z, τ 0 ) y una aplicación h : : X/R → Z,
h : ( X/R, τ/R) → ( Z, τ 0 ) es continua ⇐⇒ h ◦ π : ( X, τ ) → ( Z, τ 0 ) es continua.

Tal y como se ha presentado el concepto de espacio topológico cociente, pareciera un caso


particular del aparentemente más general de espacio identificación. Sin embargo, los espacios
identificación y los cocientes topológicos son dos construcciones esencialmente equiparables o
equivalentes. Vamos a explicar por qué.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 19

Definición 8.7. Sean X e Y dos conjuntos, y sea f : X → Y una aplicación sobreyectiva. Denotare-
mos por R f a la relación binaria de equivalencia en X dada por:
xR f y ⇐⇒ f ( x ) = f (y).

Denotaremos por fb : X/R f → Y a la única aplicación biyectiva satisfaciendo fb ◦ π = f . Para


ser más preciso,
fb : X/R f → Y, fb([ x ]) = f ( x ).
Teorema 8.8. Sea f : ( X, τ ) → (Y, τ [ f ]) una identificación topológica, y sea π : ( X, τ ) → ( X/R f , τ/R f )
la proyección topológica al cociente ( X/R f , τ/R f ).

Entonces fb : ( X/R f , τ/R f ) → (Y, τ [ f ]), fb([ x ]) = f ( x ), es un homeomorfismo.

Dem: Como fb ◦ π = f es continua, fb es continua por el Corolario 8.6-(b) (o el Teorema 8.1-(c)).


Como fb−1 ◦ f = π es continua, fb−1 es continua por el Teorema 8.1-(c). 

El mensaje de este teorema es que, salvo un homeomorfismo (que no es sino la equivalencia


topológica entre espacios) todo espacio identificación es un espacio cociente. Este resultado es
útil para reconocer algunos espacios cociente como comprobaremos más adelante.
Es interesante tener criterios operativos para decidir si una aplicación es una identificación.
Ese es el objetivo de la siguiente:
Teorema 8.9. Sea f : ( X, τ ) → (Y, τ 0 ) una aplicación. En cualquiera de las siguientes tres circunstancias
f es una identificación:
(a) f sobreyectiva, continua y abierta.
(b) f sobreyectiva, continua y cerrada.
(c) f sobreyectiva, continua y admite una inversa continua a la derecha (∃ g : (Y, τ 0 ) → ( X, τ ) sobreyec-
tiva y continua tal que f ◦ g = IdY ).

Dem: Demostremos (a). Veamos pues que τ 0 = τ [ f ]. Como f es continua, el Teorema 8.1-(b) nos
da que τ 0 ⊆ τ [ f ]. Para la otra inclusión tomemos O ∈ τ [ f ], esto es, O ⊆ Y con f −1 (O) ∈ τ. Como
f es abierta, f ( f −1 (O)) ∈ τ 0 , y por la sobreyectividad O = f ( f −1 (O)) ∈ τ 0 . Esto prueba que
τ 0 = τ [ f ].
Probemos (b). en este caso veamos que F 0 = F [ f ], donde F 0 y F [ f ] son las familias de cer-
rados en (Y, τ 0 ) y (Y, τ [ f ]), respectivamente; ver Corolario 8.4. Como f es continua, el Corolario
8.4-(b) nos da que F 0 ⊆ F [ f ]. Para la otra inclusión tomemos F ∈ F [ f ], esto es, F ⊆ Y con
f −1 ( F ) ∈ F , donde F es la familia de cerrados en ( X, τ ). Como f es cerrada, f ( f −1 ( F )) ∈ F 0 , y
por la sobreyectividad F = f ( f −1 ( F )) ∈ F 0 . Esto prueba que F 0 = F [ f ].
Por último, demostremos (c). Como arriba veamos pues que τ 0 = τ [ f ]. Como f es continua, el
Teorema 8.1-(b) nos da que τ 0 ⊆ τ [ f ]. Para probar la otra inclusión, tomemos O ∈ τ [ f ], esto es,
O ⊆ Y con f −1 (O) ∈ τ. Como g es continua, g−1 ( f −1 (O)) = ( f ◦ g)−1 (O) ∈ τ 0 , de donde al ser
f ◦ g = IdY deducimos que O ∈ τ 0 . Esto prueba que τ 0 = τ [ f ]. 

Como complemento al Teorema 8.9, ofrecemos el siguiente corolario.


Corolario 8.10. Consideremos ( X j , d j ), j = 1, 2, dos espacios métricos, donde ( X1 , d1 ) tiene la siguiente
propiedad: ”Toda sucesión acotada en ( X1 , d1 ) admite una parcial convergente”.
Supongamos que f : ( X1 , τ [d1 ]) → ( X2 , τ [d2 ]) es una aplicación sobreyectiva y continua satisfaciendo
que f −1 ( A) es acotado en ( X1 , d1 ) para todo A ⊆ X2 acotado en ( X2 , d2 ).
20 F.J. LÓPEZ

Entonces f es una identificación.


En particular, si X ⊆ Rn e Y ⊆ Rm son subconjuntos dotados de la correspondiente topologı́a eu-
clidiana, X es cerrado en (Rn , τu ), y f : ( X, τu ) → (Y, τu ) es una aplicación sobreyectiva y continua
satisfaciendo que f −1 ( A) es acotado para todo A ⊆ Y acotado, entonces f es una identificación.

Dem: En ambos casos f es una aplicación cerrada como consecuencia del Teorema 5.6 y del Coro-
lario 5.7, respectivamente. Téngase en cuenta el Toerema 8.9-(b). 

Para acabar la parte teórica del tema, comentemos algunas propiedades básicas de las identifi-
caciones.
Proposición 8.11. Los siguientes enunciados son ciertos:
(a) Si f 1 : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) y f 2 : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ) son identificaciones entonces f 2 ◦ f 1 : ( X1 , τ1 ) →
( X3 , τ3 ) es una identificación.
(b) Si f 1 : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es una identificación y f 2 : ( X2 , τ2 ) → ( X3 , τ3 ) una aplicación continua
tal que f 2 ◦ f 1 : ( X1 , τ1 ) → ( X3 , τ3 ) es identificación, entonces f 2 es una identificación.
(c) Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es una aplicación inyectiva,
f es una identificación ⇐⇒ f es un homeomorfismo.

Dem: Demostremos (a). Por hipótesis, τ2 = τ1 [ f 1 ] y τ3 = τ2 [ f 2 ], y hemos de probar que τ3 =


τ1 [ f 2 ◦ f 1 ]. Como f 1 y f 2 son continuas por ser identificaciones, f 2 ◦ f 1 es continua y por tanto
τ3 ⊆ τ1 [ f 2 ◦ f 1 ] por el Teorema 8.1-(b). Para comprobar la otra inclusión, sea O ∈ τ1 [ f 2 ◦ f 1 ] un
abierto arbitrario. Por definición de τ1 [ f 2 ◦ f 1 ], ( f 2 ◦ f 1 )−1 (O) = f 1−1 ( f 2−1 (O)) ∈ τ1 . Pero esto im-
plica que f 2−1 (O) ∈ τ1 [ f 1 ] = τ2 por ser f 1 una identificación, y análogamente que O ∈ τ2 [ f 2 ] = τ3
por ser f 2 una identificación.
Probemos (b). Por hipótesis τ2 = τ1 [ f 1 ] y τ3 = τ1 [ f 2 ◦ f 1 ], y hemos de probar que τ3 = τ2 [ f 2 ].
Como f 2 es continua, el Teorema 8.1-(b) nos dice que τ3 ⊆ τ2 [ f 2 ]. Para la otra inclusión tomemos
O ∈ τ2 [ f 2 ], esto es, tal que f 2−1 (O) ∈ τ2 = τ1 [ f 1 ]. Esto implica que f 1−1 ( f 2−1 (O)) = ( f 2 ◦
f 1 )−1 (O) ∈ τ1 , de donde O ∈ τ1 [ f 2 ◦ f 1 ] = τ3 , como querı́amos demostrar.
Por último, demostremos (c). Obviamente, si f es un homeomorfismo entonces es una identi-
ficación (por ejemplo, es sobreyectiva, continua y abierta).
Supongamos ahora que f es una identificación. Como f ha de ser sobreyectiva deducimos que
f es biyectiva. También de nuestras hipótesis f es continua, por lo que basta con demostrar que
f es abierta. Sea O ∈ τ1 y consideremos f (O) ⊆ X2 . Como f −1 ( f (O)) = O ∈ τ1 , deducimos que
f (O) ∈ τ1 [ f ]. Pero τ1 [ f ] = τ2 por ser f identificación, de donde f (O) ∈ τ2 y f es abierta. 

8.1. Ejemplos notables de espacios identificación. En este apartado presentaremos algunos ejem-
plos significativos de espacios identificación.

8.1.1. Cociente por un subconjunto. Sea ( X, τ ) un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto ar-


bitrario. Establezcamos en X la siguiente relación de equivalencia:
x ∼ A y ⇐⇒ x = y ó { x, y} ⊆ A.
Observemos que la clase de equivalencia [ x ] de un punto x ∈ X obedece a la fórmula

{ x } si x ∈
/A
[x] =
A si x ∈ A
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 21

Si observamos, lo que hacemos es identificar todos los puntos de A con un sólo punto en el co-
ciente. El espacio cociente ( X/ ∼ A , τ/ ∼ A ) es usualmente denotado por ( X/A, τ/A), y referido
como el cociente de ( X, τ ) por el subconjunto A ⊆ X.
Es fácil ver que si A es cerrado en ( X, τ ) entonces la proyección al cociente π : ( X, τ ) →
( X/A, τ/A) es cerrada. En efecto, para todo subconjunto cerrado F ⊆ X se tiene que
F si F ∩ A = ∅

π −1 (π ( F )) =
F ∪ A si F ∩ A 6= ∅
es un subconjunto cerrado de ( X, τ ), lo que demuestra que π ( F ) es cerrado en ( X/A, τ/A); ver
el Corolario 8.4.
Analogamente, si A es abierto en ( X, τ ) entonces π es abierta.

8.1.2. La circunferencia unidad como cociente de la recta real. La aplicación


p : (R, τu ) → (S1 , τu ), p(t) = (sin(t), cos(t)),
es abierta como consecuencia de la Proposición 5.3, y obviamente sobreyectiva. Por tanto una
identificación según el Teorema 8.9-(a). Como consecuencia del Teorema 8.8, (S1 , τu ) es de forma
natural homeomorfo al cociente (R/Rp , τu /Rp ), donde por definición tRp s si y solo si (sin(t), cos(t)) =
(sin(s), cos(s)), esto es,
tRp s ⇐⇒ s − t = 2πk para algún k ∈ Z.

La anterior construcción nos permite interpretar el espacio cociente ([0, 2π ]/A, τu /A) para
A = {0, 2π } como la circunferencia (S1 , τu ). En efecto, consideremos q := p|[0,2π ] : ([0, 2π ], τu ) →
(S1 , τu ), y observemos que q es continua y sobreyectiva. Como consecuencia del Corolario 8.10,
q es además cerrada. El Teorema 8.9-(b) nos garantiza que q es una identificación, y por tanto
(S1 , τu ) es igualmente homeomorfo al cociente ([0, 2π ]/Rq , τu /Rq ), donde en este caso
tRq s ⇐⇒ |s − t| ∈ {0, 2π } ⇐⇒ t ∼ A s.
Por tanto Rq =∼ A y se obtiene lo deseado.

8.1.3. El toro n-dimensional. Para cada n ∈ N, n ≥ 2, denotaremos por Tn al conjunto S1 × . n. .


×S1 ⊆ (R2 )n ≡ R2n , y nos referiremos a él como el toro n-dimensional. La aplicación
P = p× . n. . ×p : (Rn , τu ) → Tn , P( x1 , . . . , xn ) = {(sin( x j ), cos( x j ))} j=1,...,n ,
es abierta por ser producto de abiertas (téngase en cuenta la Proposición 5.3 y el Corolario 7.8),
y obviamente sobreyectiva. Por tanto una identificación según el Teorema 8.9-(a). Como conse-
cuencia del Teorema 8.8, (Tn , τu ) es de forma natural homeomorfo al cociente (Rn /RP , τu /RP ),
donde
( x1 , . . . , xn ) RP (y1 , . . . , yn ) ⇐⇒ x j − y j = 2πk j para algún k j ∈ Z, j = 1, . . . , n.

Como en el caso anterior, esta construcción nos permite interpretar el espacio cociente ([0, 2π ]n /R, τu /R)
para la relación de equivalencia
xRy ⇐⇒ | x j − y j | ∈ {0, 2π }, j = 1, . . . , n,
como el toro (Tn , τu ).
En efecto, si ahora consideramos Q := P|[0,2π ]n : ([0, 2π ]2 , τu ) → (Tn , τu ), obviamente Q es
continua y sobreyectiva. Como consecuencia del Corolario 8.10, Q es además cerrada. El Teorema
8.9-(b) nos garantiza que Q es una identificación, y por tanto (Tn , τu ) es igualmente homeomorfo
al cociente ([0, 2π ]n /RQ , τu /RQ ), donde en este caso
( x1 , . . . , xn ) RQ (y1 , . . . , yn ) ⇐⇒ Q( x1 , . . . , xn ) = Q(y1 , . . . , yn ) ⇐⇒ | x j − y j | ∈ {0, 2π }, j = 1, . . . , n.
22 F.J. LÓPEZ

Por tanto RQ = R y se obtiene lo deseado.

8.2. La cinta de Möbius y la botella de Klein. Presentemos dos superficies clásicas muy impor-
tantes en el estudio de la orientabilidad topológica.
Comenzaremos con la cinta de Möbius. En el cilindro C = S1 × R se considera la relación de
equivalencia pRq ⇐⇒ p = ±q. El espacio topológico cociente (C/R, τu /R) es conocido como la
cinta de Möbius infinita.
Análogamente el espacio cociente ((S1 × [−1, 1])/R, τu /R) para la relación de equivalencia
pRq ⇐⇒ p = ±q es conocido como la cinta de Möbius finita.
De forma similar, el cociente (T1 /R, τu /R) por la relación de equivalencia pRq ⇐⇒ p = ±q es
conocido como la la botella de Klein.

8.2.1. El Espacio Proyectivo. En este apartado vamos a presentar tres modelos equivalentes del es-
pacio proyectivo n-dimensinal, uno de los espacios con mayor relevancia tanto para la topologı́a
como para la geometrı́a.
En la esfera n-dimensional Sn , n ≥ 2, consideramos la relación de equivalencia:
pR0 q ⇐⇒ p = ±q,
esto es, dos puntos están relacionados por R0 si son iguales o antı́podas.
Definición 8.12. El espacio topológico cociente (Sn /R0 , τu /R0 ) es conocido como espacio proyec-
tivo n-dimensional. En lo que sigue, el cociente Sn /R0 será denotado por RPn .
Denotaremos por π0 : (Sn , τu ) → (RPn , τu /R0 ), π0 ( p) := [ p]0 ≡ { p, − p}, a la correspondiente
proyección al cociente.
Proposición 8.13. El espacio proyectivo (RPn , τu /R0 ) es un espacio T2 .

Dem: Dados dos puntos [ p]0 , [q]0 ∈ RPn , [ p]0 6= [q]0 , es fácil encontrar abiertos euclidianos O p y
Oq suficientemente pequeños tales que
p ∈ O p , q ∈ Oq , y O p ∩ Oq = O p ∩ (−O p ) = O p ∩ (−Oq ) = ∅,
donde para cada O ⊆ Sn el conjunto −O representa el conjunto de los puntos antı́podas de O en
Sn . Si tomamos U = π0 (O p ) y V = π0 (Oq ), es claro que U, V ∈ τu /R0 ; basta tener en cuenta
que π0−1 (U ) = O p ∪ (−O p ) ∈ τu y π0−1 (V ) = Oq ∪ (−Oq ) ∈ τu . Como [ p]0 ∈ U, [q]0 ∈ V y
U ∩ V = ∅, los conjuntos U y V son abiertos disjuntos en (RPn , τu /R0 ) separando [ p]0 y [q]0 . 

Presentemos otro modelo del espacio proyectivo RPn . Consideremos en Rn∗ +1 = Rn+1 − {0}
la siguiente relación de equivalencia
xR1 y ⇐⇒ ∃λ ∈ R − {0} tal que y = λx,
y denotemos por π1 : (Rn∗ +1 , τu )
→ (R∗n+1 /R1 , τu /R1 ), π1 ( x ) := [ x ]1 ≡ {λx : λ 6= 0} la corre-
spondiente proyección al cociente.
Proposición 8.14. Los espacios (RPn , τu /R0 ) y (Rn∗ +1 /R1 , τu /R1 ) son homeomorfos.

Dem: Consideremos las siguientes aplicaciones continuas:


x
i : (Sn , τu ) → (Rn∗ +1 , τu ), i( p) = p; n : (Rn∗ +1 , τu ) → (Sn , τu ) n( x ) = ,
k x k2
y observemos que las aplicaciones
bi : (RPn , τu /R0 ) → (Rn∗ +1 /R1 , τu /R1 ), bi([ p]0 ) = [i( p)]1
b : (Rn∗ +1 /R1 , τu ) → (RPn , τu /R0 ) n
n b([ x ]1 ) = [n( x )]0
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 23

están bien definidas. Además, bi ◦ n b ◦ bi = IdRPn , esto es, son biyectivas y una es la
b = IdRn+1 /R y n
∗ 1
inversa de la otra.
Como π0 ◦ bi = i ◦ π1 es continua por ser composición de continuas, el Corolario 8.6 nos dice
que bi es continua. Análogamente, π1 ◦ n b = n ◦ π0 es continua y por tanto n b es continua. Esto
prueba que n b y i son homeomorfismos, y por tanto la proposición.
b 

Por último, presentaremos un tercer modelo del espacio proyectivo RPn . Consideremos en
n
B := B2n (0, 1) = { x ∈ Rn : k x k ≤ 1} la siguiente relación de equivalencia

x1 = x2 y k x1 k2 < 1
x1 R2 x2 ⇐⇒
x1 = ± x2 y k x1 k2 = 1

n n { x } si k x k2 < 1
y denotemos por π2 : (B , τu ) → (B /R2 , τu /R2 ), π2 ( x ) := [ x ]2 ≡ la
{ x, − x } si k x k2 = 1
correspondiente proyección al cociente.
n
Proposición 8.15. Los espacios (RPn , τu /R0 ) y (B /R2 , τu /R2 ) son homeomorfos.

n
Dem: Consideremos la aplicación continua f 0 : (B , τu ) → (Sn , τu ), f 0 ( x ) = ( x, +
p
1 − k x k2 ), y
notemos que
n
f := π0 ◦ f 0 : (B , τu ) → (RPn , τu /R0 )
es continua y sobreyectiva.
Comprobemos que f es cerrada.
Para ello, llamemos Sn+ al subconjunto cerrado de (Sn , τu ) dado por la expresión

Sn+ := {( x1 , . . . , xn+1 : xn+1 ≥ 0},


n
y observemos que la aplicación continua fb0 : (B , τu ) → (Sn+ , τu ), fb0 ( x ) = f 0 ( x ), es un homeo-
n
morfismo, y por tanto una aplicación cerrada. En efecto, su inversa fb0−1 : (Sn+ , τu ) → (B , τu ) no
es sino la proyección fb0−1 ( x1 , . . . , xn+1 ) = ( x1 , . . . , xn ), obviamente también continua.
Por otra parte, la proyección π0 : (Sn , τu ) → (RPn , τu /R0 ) es claramente una aplicación cer-
rada; basta con tomar cualquier cerrado F ⊆ Sn , observar que π −1 (π ( F )) = F ∪ (− F ) es cerrado
por ser unión de los cerrados F y − F (la aplicación antı́poda en Sn es un homeomorfismo, y por
tanto lleva cerrados a cerrados), y tener en cuenta el Corolario 8.4. Esto prueba que π0 ( F ) es
cerrado.
Como conclusión, f = π0 ◦ fb0 es una aplicación cerrada ya que es composición de cerradas.
n
Por el Teorema 8.9-(b), deducimos que f es una identificación y (B /R f , τu /R f ) ∼
= (RPn , τu /R0 ).
Pero un calculo directo nos dice que
q q
f ( x1 ) = f ( x2 ) ⇐⇒ [( x1 , + 1 − k x1 k2 )]0 = [( x2 , + 1 − k x2 k2 )]0 ⇐⇒

q q
⇐⇒ ( x1 , + 1 − k x1 k2 ) = ±( x2 , + 1 − k x2 k2 ) ⇐⇒ x1 R2 x2 ,

y por tanto R f = R2 . Esto concluye la demostración. 


24 F.J. LÓPEZ

9. T EMA II: R ELACI ÓN DE P ROBLEMAS


(1) Dotemos a N de la topologı́a de los divisores (ejercicio 12 de la Relación de Espacios Topológicos),
y sea f : N → N una aplicación.
Probar que f es continua si y sólo si f respeta la divisibilidad (esto es, si n divide a m
entonces f (n) divide a f (m)).
(2) Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y supongamos que para cualquier espacio ( X 0 , τ 0 ) y apli-
cación f : ( X, τ ) → ( X 0 , τ 0 ), f es continua. Probar que τ es la topologı́a discreta.
Análogamente, si para cualquier espacio ( X 0 , τ 0 ) y aplicación f : ( X 0 , τ 0 ) → ( X, τ ), se tiene
que f es continua, entonces τ es la topologı́a trivial.
(3) Encontrar dos espacios topológicos ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ), un subconjunto A ⊂ X1 y una apli-
cación f : X1 → X2 de forma que f no sea continua en ningún punto de A y f | A : ( A, (τ1 ) A ) →
( X2 , τ2 ) es globalmente continua.
(4) Sean f , g : ( X, τ ) → (R, τu ) dos funciones continuas. Estudiar si los siguientes conjuntos son
abiertos o cerrados:
(i) { x ∈ X : f ( x ) < g( x )}.
(ii) { x ∈ X : f ( x ) 6= g( x )}.
(iii) { x ∈ X : f ( x ) = g( x )}.
(iv) { x ∈ X : f ( x ) ≤ g( x )}.
(5) Probar que las aplicaciones continuas y sobreyectivas aplican conjuntos densos en conjun-
tos densos. Probar que una aplicación que aplique conjuntos densos en conjuntos densos no
necesariamente es continua.
(6) Dada una aplicación f : ( X, τ ) → ( X 0 , τ 0 ), son equivalentes:
(i) f es continua.
(ii) ∀ A ⊂ X, f ( A0 ) ⊂ f ( A).
(iii) Fr( f −1 ( B)) ⊂ f −1 (Fr( B)).
(7) Probar que la aplicación p : R → S1 , p(t) = (cos(2πt), sin(2πt)) es abierta. Probar también
que p|[0,1) : [0, 1) → S1 es continua y biyectiva, pero no abierta (en particular, no es un home-
omorfismo).
(8) Consideremos Rn dotado de la topologı́a usual. Probar que:
(i) La aplicación norma k · k : Rn → [0, +∞), es abierta (extender este resultado a cualquier
espacio normado).
(ii) La aplicación normalización n : Rn − {(0, . . . , 0)} → Sn−1 , n( x ) = k xxk , es abierta.
(9) Probar que la función caracterı́stica c : [0, 1] → {0, 1} del intervalo [0, 1/2] es sobreyectiva,
abierta y cerrada, pero no continua.
(10) Probar que toda aplicación biyectiva f : ( X, τCF ) → ( X, τCF ) es un homeomorfismo.
(11) Probar que Sn − {(0, . . . , 0, 1)} y Rn son homeomorfos.
(12) Probar que la esfera S2 es homeomorfa a cualquier elipsoide de R3 .
(13) Probar que R2 es homeomorfo a R × (0, +∞).
(14) Probar que cualquier transformación afı́n f : Rn → Rm es continua. Como consecuencia,
probar que dos subespacios afines de Rn con la misma dimensión son homeomorfos.
(15) Probar que los siguientes espacios topológicos, todos dotados de la topologı́a usual, son
homeomorfos:
(i) R2 − {(0, 0}.
(ii) {( x, y) ∈ R2 : 0 < a < x2 + y2 < b}.
p

(iii) S1 × R = {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = 1}.
(iv) S1 × (0, +∞).
(v) S1 × ( a, b), a < b.
(vi) {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 + 1}.
(vii) {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 + 1, a < z < b}.
(16) Probar que el cono {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 , z > 0} es homeomorfo al cilindro S1 × R.
APLICACIONES ESPACIOS TOPOLÓGICOS 25

(17) Probar que la bola euclı́dea B(0, 1) de Rn es homeomorfa a Rn .


(18) Probar que el paraboloide {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z} es homeomorfo al plano R2 .
(19) Probar que S2 − {(0, . . . , 0, ±1)} es homeomorfo al cilindro S1 × (−1, 1).
(20) En R se considera la relación de equivalencia
tRs ⇔ s − t = 2πm, para algún m ∈ Z.
Probar que el cociente (R/R, τu /R) es homeomorfo a la circunferencia S1 dotada de la topologı́a
usual.
(21) En [0, 1] e considera la relación de equivalencia:
tRs ⇔ t = s ó {t, s} = {0, 1}.
Probar que el cociente ([0, 1]/R, τu /R) es homeomorfo a la circunferencia S1 dotada de la
topologı́a usual.
(22) En R2 se consideran las siguientes relaciones de equivalencia:
( x1 , y1 ) R1 ( x2 , y2 ) ⇔ x2 − x1 = 2πm, para algún m ∈ Z
( x1 , y1 ) R1 ( x2 , y2 ) ⇔ x2 − x1 = 2πm1 , y2 − y1 = 2πm2 para algunos m1 , m2 ∈ Z.
Probar que los cocientes (R2 /R1 , τu /R1 ) y (R2 /R2 , τu /R2 ) son homeomorfos a S1 × R y
S1 × S1 , respectivamente.
(23) En Q := [0, 1] × [0, 1] se consideran las siguientes relaciones de equivalencia:
( x1 , y1 ) R1 ( x2 , y2 ) ⇔ | x2 − x1 |, |y2 − y1 | ∈ {0, 1}
( x1 , y1 ) R1 ( x2 , y2 ) ⇔ | x2 − x1 | ∈ {0, 1} e y1 = y2 .
Probar que los cocientes ( Q/R1 , τu /R1 ) y ( Q/R2 , τu /R2 ) son homeomorfos a S1 × S1 y S1 ×
[0, 1], respectivamente.
(24) En Rn se considera la relación de equivalencia xRy ⇔ k x k = kyk. Probar que (Rn /R, τu /R)
es homeomorfo al intervalo [0, +∞).
y
(25) En Rn∗ = Rn − {(0, . . . , 0)}, n ≥ 2, se considera la relación de equivalencia xRy ⇔ k xxk = kyk .
Probar que (Rn∗ /R, τu /R) es homeomorfo a Sn−1 .

Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es
TEMA III (PRIMERA PARTE): CONEXIÓN

FRANCISCO J. LÓPEZ

1. C ONEXI ÓN TOPOL ÓGICA

La conexión es uno de los invariantes topológicos más importantes. A nivel intuitivo, un ob-
jeto es conexo si consta de un sólo ”trozo”, y disconexo si está compuesto de varias componentes
o trozos independientes. No obstante, esta formulación tan simple requiere de una elaboración
formal muy cuidadosa, como vamos a ver a continuación.
Definición 1.1. Un espacio topológico ( X, τ ) se dice conexo si y sólo si (def)
 A, B 6= ∅ ∅
 
 A ∩ B 6=
∀ A, B ⊆ X tales que A ∪ B = X se tiene que ó
A∩B = ∅ B ∩ A 6= ∅
 

Un subconjunto Y ⊆ X se dice conexo en ( X, τ ) si y sólo si (Y, τY ) es conexo.

Como consecuencia de la Definición 1.1, ( X, τ ) no es conexo si y solo si


A, B 6= ∅


∃ A, B ⊆ X tales que A∪B = X
A∩B = B∩A = ∅

El siguiente teorema nos ofrece algunas caracterizaciones útiles de la conexión de un espacio.


Teorema 1.2. Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Son equivalentes:
(a) ( X, τ ) es conexo.
(b) Si O1 , O2 ∈ τ, O1 ∩ O2 = ∅ y O1 ∪ O2 = X =⇒ {O1 , O2 } = {∅, X }.
(c) Si A ⊆ X es abierto y cerrado entonces A ∈ {∅, X }.
(d) Si f : ( X, τ ) → ({0, 1}, τd ) es continua =⇒ f es constante.
(e) Para todo conjunto Y, si f : ( X, τ ) → (Y, τd ) es continua =⇒ f es constante.

Dem: (a) =⇒ (b) Sean O1 , O2 ∈ τ tales que O1 ∩ O2 = ∅ y O1 ∪ O2 = X, y supongamos que


{O1 , O2 } 6= {∅, X }, esto es, que O1 , O2 6= ∅. Como ( X, τ ) es conexo, usando la Definición 1.1
para la elección A = O1 y B = O2 deducimos que O1 ∩ O2 6= ∅ o O2 ∩ O1 6= ∅. Sin embargo,
como O1 = X − O2 y O2 = X − O1 ambos conjuntos son cerrados. Por tanto, O j = O j , j = 1, 2,
contradiciendo que O1 ∩ O2 = ∅.
(b) =⇒ (c) Si A ⊆ X es abierto y cerrado, O1 = A y O2 = X − A son dos abiertos en las
condiciones de (b), por lo que {O1 , O2 } = {∅, X }, esto es, A ∈ {∅, X }.
(c) =⇒ (d) Dada f : ( X, τ ) → ({0, 1}, τd ) continua, el conjunto A = f −1 ({0}) es abierto (ima-
gen inversa por f de un abierto en ({0, 1}, τd )) y cerrado (imagen inversa por f de un cerrado en
({0, 1}, τd )). De nuestras hipótesis A ∈ {∅, X }, esto es, f es constante.
(d) =⇒ (e) Sea f : ( X, τ ) → (Y, τd ) continua. Tomemos x0 ∈ X un punto arbitrario y con-
struyamos la aplicación

0 si y 6= f ( x0 )
h : (Y, τd ) → ({0, 1}, τd ), h(y) =
1 si y = f ( x0 )
2 F.J. LÓPEZ

Claramente h es continua, de donde f ◦ h es continua. Por hipótesis h ◦ f es constante (y necesari-


amente h ◦ f ≡ 1), de donde f ( x ) = f ( x0 ) para todo x ∈ X. Esto prueba que f es constante.
(e) =⇒ (a) Razonemos por reducción al absurdo, y supongamos que A, B ⊆ X son subconjun-
tos no vacı́os tales que A ∩ B = B ∩ A = ∅ y A ∪ B = X. Obsérvese que bajo nuestras hipótesis
A = A = X − B y B = B = X − A. Elijamos Y = {0, 1} y consideremos la aplicación

0 si x ∈ A
f : ( X, τ ) → ({0, 1}, τd ), f ( x ) =
1 si x ∈ B
La aplicación f es continua y no constante, contradiciendo (e) y probando el teorema. 

Como comentábamos en la introducción del tema, la conexión es un invariante topológico. Este


hecho es consecuencia del siguiente:
Teorema 1.3. Si ( X, τ ) es conexo y f : ( X, τ ) → (Y, τ 0 ) es continua entonces ( f ( X ), τ f0 (X ) ) es conexo.

Dem: Si h : ( f ( X ), τ f0 (X ) ) → ({0, 1}, τ ) es continua entonces h ◦ f : ( X, τ ) → ({0, 1}, τ ) es también


continua. Como ( X, τ ) es conexo, el Teorema 1.2 nos dice que h ◦ f es constante, de donde h es
constante. Pero de nuevo por el Teorema 1.2 deducimos que ( f ( X ), τ f0 (X ) ) es conexo. 

Corolario 1.4. Si ( X, τ ) es conexo y f : ( X, τ ) → (Y, τ 0 ) es un homeomorfismo entonces (Y, τ 0 ) es


conexo.

Uno de los objetivos de este tema será demostrar la conexión de algunos espacios topológicos
relevantes. Para ello el siguiente criterio resultará de gran utilidad.
Proposición 1.5. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y supongamos existe una familia { Fλ : λ ∈ Λ} de
subconjuntos de X satisfaciendo:
• ∪λ∈Λ Fλ = X y F λ ∩ F µ 6= ∅ para cualesquiera λ, µ ∈ Λ.
• Fλ es conexo en ( X, τ ) para todo λ ∈ Λ.
Entonces ( X, τ ) es conexo.

Dem: Sea A ⊆ X un subconjunto no vacı́o abierto y cerrado en ( X, τ ). Teniendo en cuenta el


Teorema 1.2, es suficiente con probar que A = X.
En efecto, como ∪λ∈Λ Fλ = X y A 6= ∅, la familia Λ0 := {λ ∈ Λ : Fλ ∩ A 6= ∅} 6= ∅.
Veamos que F λ ⊆ A para todo λ ∈ Λ0 . En efecto, como A ∩ Fλ es abierto y cerrado en ( Fλ , τFλ )
y A ∩ Fλ 6= ∅, el Teorema 1.2 nos dice que A ∩ Fλ = Fλ , esto es, Fλ ⊆ A. Como A es cerrado en
( X, τ ), deducimos que de hecho F λ ⊆ A.
Para acabar, comprobemos que Λ = Λ0 . En efecto, asumamos por un momento que existe µ ∈
Λ − Λ0 , esto es, tal que Fµ ∩ A = ∅. Como Λ0 6= ∅, sabemos existe λ ∈ Λ tal que Fλ ∩ A 6= ∅ y
por tanto F λ ⊆ A. Pero la hipótesis F λ ∩ F µ 6= ∅ implicarı́a A ∩ F µ 6= ∅, una contradicción.
Por tanto Λ = Λ0 , de donde por lo visto anteriormente F λ ⊆ A para todo λ ∈ Λ y A = X. 

Este resultado suele ser utilizado bajo condiciones particulares:


Corolario 1.6. Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Bajo cualquiera de las condiciones que se relacionan a
continuación, el espacio ( X, τ ) es conexo:
(a) Existe una familia { Fλ : λ ∈ Λ} de subconjuntos conexos en ( X, τ ) satisfaciendo ∪λ∈Λ Fλ = X y
∩λ∈Λ Fλ 6= ∅ (o de forma más general, ∩λ∈Λ F λ 6= ∅).
CONEXIÓN 3

(b) Para cualesquiera x, y ∈ X, existe un subconjunto conexo A x,y en ( X, τ ) tal que { x, y} ⊆ A x,y .
(c) Existe una familia { An : n ∈ N} de subconjuntos conexos en ( X, τ ) satisfaciendo An ∩ An+1 6= ∅
∀n ∈ N y ∪n∈N An = X.

Dem: La prueba de (a) es trivial por la Proposición 1.5.


La prueba de (b) se sigue de la Proposición 1.5 aplicada a la familia { A x0 ,x : x ∈ X }, donde
x0 ∈ X es un punto fijo.
Para comprobar (c), demostremos primero por inducción en n que Fn = ∪nj=1 A j es conexo
en ( X, τ ), n ∈ N. En efecto, si n = 1 el resultado se sigue de nuestras hipótesis: F1 = A1 es
conexo en ( X, τ ). Admitamos que Fn es conexo en ( X, τ ) y probemos lo mismo para Fn+1 . Para
ello, observemos que { Fn , An+1 } es una familia de conexos no vacı́os en en ( X, τ ), y por tanto en
( Fn+1 , τFn+1 ), satisfaciendo que Fn ∪ An+1 = Fn+1 y Fn ∩ An+1 6= ∅. Una aplicación directa de
la Proposición 1.5 para el espacio topológico ( Fn+1 , τFn+1 ) y la familia de conexos { Fn , An+1 } nos
dice que ( Fn+1 , τFn+1 ) es conexo y cierra la inducción.
La prueba de (c) se sigue de la Proposición 1.5 aplicada a la familia { Fn : n ∈ N} en el espacio
topológico ( X, τ ). 

Una de las aplicaciones más interesantes de la Proposición 1.5 nos la proporciona el siguiente
teorema.
Teorema 1.7. Dados dos espacios topológicos ( X j , τj ), j = 1, 2,
( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) es conexo ⇐⇒ ( X j , τj ) es conexo, j = 1, 2.

Dem: =⇒) Como la proyección pj : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → ( X j , τj ) es continua y ( X1 × X2 , τ (τ1 ×


τ2 )) es conexo, p j ( X1 × X2 ) = X j es conexo con la topologı́a τj , ver el Teorema 1.3.
⇐=) Supongamos que ( X j , τj ) es conexo, j = 1, 2. Para cada ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 definamos
A( x1 ,x2 ) := ({ x1 } × X2 ) ∪ ( X1 × { x2 }) ⊆ X1 × X2 .
Comprobemos que A( x1 ,x2 ) es conexo en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )). Como ({ x1 } × X2 ) ∩ ( X1 × { x2 }) 6=
∅ ya que contiene al punto ( x1 , x2 ), por el Corolario 1.6 (o directamente por la Proposición 1.5) es
suficiente con probar que { x1 } × X2 y X1 × { x2 } son conexos. Trataremos el caso de { x1 } × X2 ,
el de X1 × { x2 } es análogo.
Consideremos la aplicación inyectiva
ix1 : ( X2 , τ2 ) → ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )), i x1 ( x ) = ( x 1 , x ).
Como las aplicaciones p j ◦ ix1 : ( X2 , τ2 ) → ( X j , τj ) son continuas, j = 1, 2, la aplicación ix1 es con-
tinua, de donde la aplicación restricción al codominio bix1 : ( X2 , τ2 ) → bix1 ( X2 ) ≡ ({ x1 } × X2 , τ 0 )
es continua y biyectiva; aquı́ τ 0 es la topologı́a inducida por τ (τ1 × τ2 ) en { x1 } × X2 . Como
bi− 1 0 b−1
x1 : ({ x1 } × X2 , τ ) → ( X2 , τ2 ) no es sino la restricción p2 |{ x1 }× X2 , la aplicación ix1 es continua
también y por tanto bix1 es un homeomorfismo. Al ser ( X2 , τ2 ) conexo, el Corolario 1.4 nos garan-
tiza que { x1 } × X2 es conexo en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) como querı́amos demostrar.
Como consecuencia de los anteriores comentarios, A( x1 ,x2 ) es conexo en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 ))
para todo ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 . Por otra parte, es claro que A( x1 ,x2 ) ∩ A(y1 ,y2 ) 6= ∅ para cualesquiera
o ( x1 , x2 ), (y1 , y2 ) ∈ X1 × X2 . Para ello téngase en cuenta que ( x1 , y2 ) o (y1 , x2 ) están en es in-
tersección. La Proposición 1.5 aplicada al espacio topológico ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) y la familia de
conexos { A( x1 ,x2 ) : ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 } prueba que ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) es conexo. 

También es interesante resalta que el espacio cociente de un conexo es conexo:


4 F.J. LÓPEZ

Teorema 1.8. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una identificación topológica, donde ( X1 , τ1 ) es un espacio


conexo. Entonces ( X2 , τ2 ) es conexo.
En particular, si ( X, τ ) es conexo y R es una relación de equivalencia en X entonces ( X/R, τ/R) es
conexo.

Dem: Como f es continua y sobreyectiva, el resultado se sigue del Teorema 1.3. 

El siguiente resultado se mostrará útil para probar la conexión de algunos espacios topológicos.
Teorema 1.9. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y supongamos existe un subconjunto D ⊆ X denso y
conexo en ( X, τ ). Entonces ( X, τ ) es conexo.

Dem: Sea A ⊆ X un subconjunto abierto, cerrado y no vacı́o en ( X, τ ). Por el Teorema 1.2-(c)


hemos de probar que A = X. En efecto, A ∩ D es no vacı́o (por ser A ∈ τ D denso en ( X, τ )),
abierto y cerrado en ( D, τD ). Como ( D, τD ) es conexo, A ∩ D = D y por tanto D ⊆ A. En partic-
ular, X = D ⊆ A = A ⊆ X, lo que prueba que A = X. 

Corolario 1.10. Si A es un subconjunto conexo de un espacio topológico ( X, τ ) y B es otro subconjunto


de X satisfaciendo A ⊆ B ⊆ A, entonces B es conexo en ( X, τ ).
En particular, si A es conexo en ( X, τ ) entonces A es conexo en ( X, τ ).
B
Dem: Como A ⊆ B ⊆ A entonces A = A ∩ B = B, esto es, A es denso en ( B, τB ). Como por
hipótesis ( A, τA ) es conexo, el Teorema 1.9 nos garantiza que ( B, τB ) es conexo. 

1.1. Componentes conexas de un espacio topológico. Intuitivamente, comentábamos que un es-


pacio topológico es conexo si está diseñado de una pieza. En el caso de que no sea conexo, parece
natural pensar que su estructura topológica responde a la idea de un objeto compuesto de varios
pedazos o componenentes conexas. Vamos a formalizar esta idea a continuación.
Definición 1.11. Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Un subconjunto C ⊆ X se dice una componente
conexa de ( X, τ ) si
• C es un subconjunto conexo de ( X, τ ).
• Si C 0 ⊆ X es un subconjunto conexo de ( X, τ ) y C ⊆ C 0 =⇒ C 0 = C.
En otras palabras, las componentes conexas de ( X, τ ) son los subconjuntos conexos maximales de
( X, τ ).

La siguiente proposición nos dice que todo subconjunto conexo de ( X, τ ) está contenido en
una componente conexa.
Proposición 1.12. Si ( X, τ ) un espacio topológico y A ⊆ X un subconjunto conexo no vacı́o de ( X, τ ),
existe una única componente conexa C A de ( X, τ ) tal que A ⊆ C A .

Dem: Llamemos C A = { B ⊆ X : A ⊆ B y ( B, τB ) es conexo}. Nótese que A ∈ C A 6= ∅.


Definamos C A := ∪ B∈C A B y comprobemos que satisface las condiciones de la proposición.
En efecto, como A ⊆ B1 ∩ B2 6= ∅ para todo B1 , B2 ∈ C A , la Proposición 1.5 nos garantiza que
C A es conexo. Obviamente A ⊆ C A , y si C 0 es un conexo tal que A ⊆ C 0 por definición C 0 ∈ C A y
C 0 ⊆ C A . Esto prueba que C A es una componente conexa de ( X, τ ) conteniendo a A.
CONEXIÓN 5

Para probar la unicidad, supongamos que C0 es otra componente conexa de ( X, τ ) conteniendo


a A. Como C0 es conexo tenemos que C0 ∈ C A , y por tanto C0 ⊆ C A . Como C0 es una componente
conexa y C A es conexo, deducimos que C0 = C A concluyendo la prueba. 

Definición 1.13. Dado un espacio topológico ( X, τ ) y un subconjunto A ⊆ X conexo en ( X, τ ),


diremos que C A es la componente conexa de A. Si A = { x }, x ∈ X, escribiremos simplemente Cx
para representar a la componente conexa del punto x.
Llamaremos
C := {C ⊆ X : C es componente conexa de ( X, τ )}
a la familia de las componentes conexas de ( X, τ ).

Las propiedades básicas de las componentes conexas de un espacio está recogidas en el sigu-
iente:
Teorema 1.14. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y denotemos por C la familia de todas sus componentes
conexas. Los siguientes enunciados son ciertos:
(a) La familia C de las componentes conexas de ( X, τ ) determina una partición de X, esto es,
• X = ∪C∈C C.
• si C1 , C2 ∈ C satisfacen C1 ∩ C2 6= ∅ =⇒ C1 = C2 .
En particular, si A1 , A2 son conexos en ( X, τ ) tales que A1 ∩ A2 6= ∅, entonces C A1 = C A2 .
(b) Toda componente C ∈ C es un subconjunto cerrado de ( X, τ ).
(c) Si A ⊆ X es un subconjunto no vacı́o, conexo, abierto y cerrado en ( X, τ ) entonces A ∈ C .
(d) Si C constan de un número finito de elementos, entonces toda componente C ∈ C es abierta y cerrada.
(e) Si {Oλ : λ ∈ Λ} es una partición de X por abiertos conexos no vacı́os en ( X, τ ), entonces C =
{O λ : λ ∈ Λ } .
(f) Si {Cλ , : λ ∈ Λ} es una familia de componentes conexas de ( X, τ ) y A := X − ∪λ Cλ es conexo,


entonces A es componente conexa de ( X, τ ) y C = { A} ∪ {Oλ : λ ∈ Λ}.

Dem: Probemos (a). Como { x } es conexo en ( X, τ ) y x ∈ Cx para todo x ∈ X, X = ∪C∈C C. Por


otra parte, si C1 , C2 ∈ C y C1 ∩ C2 6= ∅, el conjunto C1 ∪ C2 es conexo en ( X, τ ) (unión de dos
conexos con intersección no vacı́a, ver la Proposición 1.5). Además, como Cj es una componente
conexa de ( X, τ ) contenida en C1 ∪ C2 , deducimos que Cj = C1 ∪ C2 , j = 1, 2, y por tanto que
C1 = C2 .
Demostremos ahora (b). Si C ∈ C , la conexión de C implica la conexión de C; ver el Corolario
1.10. Pero al ser C una componente conexa y C ⊆ C necesariamente C = C, de donde C es cerrado
en ( X, τ ).
Para comprobar (c), consideremos A ⊆ X no vacı́o, conexo, abierto y cerrado en ( X, τ ). Sea C A
la componente conexa de A, y observemos que A es un subconjunto no vacı́o, conexo, abierto y
cerrado en (C A , τCA ). Como (C A , τCA ) es conexo por definición, A = C A y hemos acabado.
Para demostrar (d), escribamos C = {C1 , . . . , Cn }, donde Cj ∩ Ci = ∅, j 6= i. Por la propiedad
(c), ∪i6= j Ci es cerrado en ( X, τ ), j ∈ {1, . . . , n}. Como C es una partición de X, deducimos que

Cj = X − ∪i6= j Ci es abierto para todo j ∈ {1, . . . , n}.
Para probar (e) tomemos µ ∈ Λ arbitrario y tengamos en cuenta que Oµ = X − ∪λ6=µ Oλ es


cerrado por ser el complementario del abierto ∪λ6=µ Oλ . De aquı́ deducimos que Oµ es un sub-
conjunto no vacı́o, conexo, abierto y cerrado en ( X, τ ), luego una componente conexa por (c).
Como esto ocurre para todo µ ∈ Λ y {Oλ : λ ∈ Λ} es una partición de X, concluimos que
C = {Oλ : λ ∈ Λ}.
6 F.J. LÓPEZ

Por último, demostremos (f). Sea C A la componente conexa de A en ( X, τ ), bien definida


porque A es un subconjunto conexo de ( X, τ ). Claramente C A 6= Cλ para todoλ ∈ Λ, porque
de lo contrario A ⊆ ∪λ Cλ , una contradicción. Por tanto, C A ⊆ X − ∪λ Cλ = A, esto es,
C A = A. Como { A} ∪ {Oλ : λ ∈ Λ} es una partición de X por componentes conexas, trivial-
mente C = { A} ∪ {Oλ : λ ∈ Λ}. 

Un espacio topológico ( X, τ ) se dice totalmente disconexo si sus componentes conexas son con-
juntos unitarios, esto es, los únicos subconjuntos conexos de ( X, τ ) son los puntos.
Veamos algunos ejemplos sencillos de cálculo de componentes conexas.
• La topologı́a discreta ( X, τd ) es totalmente disconexa. Para comprobarlo, observemos que
{ x } es abierto, cerrado y conexo en ( X, τ ), luego una componente conexa en ( X, τ ), para
todo x ∈ X. Téngase en cuenta el Teorema 1.14-(c).
• El conjunto H2 = {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 − 1}, dotado de la topologı́a euclidiana,
consta de dos componentes conexas: C+ = {( x, y, z) ∈ H2 : z > 0} y C− = {( x, y, z) ∈
H2 : z < 0}. En efecto, obsérvese que |z| ≥ 1 para todo ( x, y, z) ∈ H2 , y en consecuencia
H2 = C+ ∪ C− siendo la unión disjunta. Por otra parte, C+ y C− son abiertos en H2 ya
que C+ = H2 ∩ {z > 0} y C− = H2 ∩ {z < 0}, y por último C+ y C− son conexos en H2 ya
que la proyección ( x, y, z) 7→ ( x, y) los hace homeomorfos a (R2 , τu ). Teniendo en cuenta
por ejemplo Teorema 1.14-(e), hemos acabado.
El siguiente teorema es fundamental, porque nos dice que las componentes conexas se preser-
van por homeomorfismos. En particular, el cardinal del conjunto de componentes conexas es un
invariante topológico.
Teorema 1.15. Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación continua, y sea A ⊆ X1 un subconjunto
conexo de ( X1 , τ1 ). Entonces f (C A ) ⊆ C f ( A) .
Si adicionalmente f es un homeomorfismo, f (C A ) = C f ( A) . En particular, si C j es la partición en
componentes conexas de ( X j , τj ), j = 1, 2, la aplicación
C1 → C2 , C 7 → f ( C ),
es biyectiva.

Dem: Como A y C A son conexos en ( X1 , τ1 ) y f es continua, entonces f ( A) y f (C A ) son conexos en


( X2 , τ2 ). Al ser A ⊆ C A deducimos que f ( A) ⊆ f (C A ), y por tanto que f (C A ) ⊆ C f ( A) = C f (CA ) .
Si f es un homeomorfismo, el mismo resultado se aplica a f −1 respecto del conexo f ( A),
por lo que deducimos que f (C A ) = C f ( A) . En otras palabras, f lleva componentes conexas
a componentes conexas. De la biyectividad de f se deduce la biyectividad de la aplicación
C1 → C2 , C 7 → f ( C ). 

Las componentes conexas se comportan de forma natural respecto de la topologı́a producto.


Proposición 1.16. Sean ( X j , τj ), j = 1, 2, espacios topológicos, y consideremos ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) el
espacio producto.
Para todo punto ( x1 , x2 ) ∈ X1 × X2 , la componente conexa C( x1 ,x2 ) de ( x1 , x2 en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 ))
obedece a la fórmula
C( x1 ,x2 ) = Cx1 × Cx2 ,
donde Cx j es la componente conexa de x j en ( X j , τj ), j = 1, 2.
CONEXIÓN 7

Dem: Como Cx1 × Cx2 es conexo en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) (producto de conexos, ver el Teorem 1.7)
y ( x1 , x2 ) ∈ Cx1 × Cx2 , deducimos que Cx1 × Cx2 ⊆ C( x1 ,x2 ) . Por otra parte, como la proyección
p j : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → ( X j , τj ) es una aplicación continua, el Teorema 1.15 nos garantiza
que p j (C( x1 ,x2 ) ) es un conexo conteniendo a x j , y por tanto que p j (C( x1 ,x2 ) ) ⊆ Cx j , j = 1, 2. De aquı́
inferimos que C( x1 ,x2 ) ⊆ Cx1 × Cx2 , y por tanto C( x1 ,x2 ) = Cx1 × Cx2 . 

2. C ONEXOS DE LA RECTA EUCLIDIANA : CONSECUENCIAS

Nos proponemos a continuación caracterizar los conexos de la recta real. Como veremos más
adelante, este resultado tiene importantes implicaciones, por ejemplo, la descripción de un gran
número de espacios conexos de naturaleza euclidiana.

Teorema 2.1. Si A ⊆ R, entonces


A es conexo en (R, τu ) ⇐⇒ A es un intervalo.

Dem: =⇒ Supongamos que A no es un intervalo, esto es, existe t0 ∈ A tal que O1 := A∩] − ∞, t0 [6=
∅ y O2 := A∩]t0 , +∞[6= ∅. Los conjuntos O1 y O2 son abiertos disjuntos en ( A, τu ) ≡ ( A, (τu ) A )
y satisfacen A = O1 ∪ O2 , lo que contradice que A es conexo por el Toerema 1.2.
⇐= Si A = [ a, a] = { a} es un intervalo trivial, la conexión de ( A, (τu ) A ) es trivial.
Supongamos pues que A es un intervalo no trivial. Razonemos por reducción al absurdo, y
admitamos que A no es conexo. Por tanto existen abiertos O1 , O2 ∈ ((τu ) A disjuntos, no vacı́os
y tal que A = O1 ∪ O2 . Fijemos a1 ∈ O1 y a2 ∈ O2 , y salvo intercambiar ı́ndices supongamos sin
pérdida de generalidad que a1 < a2 . A continuación llamemos
B = {t ∈ O2 : t > a1 } y β := inf B.
Observese que β ∈ R está bien definido ya que B 6= ∅ (a2 ∈ B) y a1 es cota inferior de B. Además,
de la definición de β y del hecho de que A es un intervalo, es fácil deducir que
β ∈ [ a1 , a2 ] ⊆ A = O1 ∪ O2 .
Se presenta una clara disyuntiva: β ∈ O1 ó β ∈ O2 . La contradicción vendrá de que ninguna de
esas posibilidades puede ocurrir.
En efecto, supongamos primero que β ∈ O1 . En este caso claramente β < a2 , y por tanto [ β, a2 ]
es un intervalo no trivial contenido en A (ya que A es un intervalo!!). Como O1 es un abierto en
A, existe e > 0 tal que ] β − e, β + e[∩ A ⊆ O1 , y por tanto, ] β − e, β + e[∩[ β, a2 ] = [ β, β + e[⊆ O1
(téngase en cuenta que a2 ∈/ O1 y β < a2 implican que β + e ≤ a2 ). Pero al ser B ⊆ O2 , O1 ∩ O2 = ∅
y [ β, β + e[∈ O1 , inferimos que β = inf B ≥ β + e > β, una contradicción.
Supongamos ahora que β ∈ O2 . En este caso claramente a1 < β, y por tanto [ a1 , β] es un inter-
valo no trivial contenido en A (ya que A es un intervalo!!). Como O2 es un abierto en A, existe
e > 0 tal que ] β − e, β + e[∩ A ⊆ O2 , y por tanto, ] β − e, β + e[∩[ a1 , β] =] β − e, β] ⊆ O2 (téngase
en cuenta que a1 ∈ / O2 y a1 < β implican que a1 ≤ β − e). Por la definición de B deducimos que
] β − e, β] ⊆ B, y por tanto β = inf B ≤ β − e < β, una contradicción.
Esto prueba el teorema. 

Corolario 2.2. (Q, τu ) y (R − Q, τu ) son totalmente disconexos.


8 F.J. LÓPEZ

Dem: Un subconjunto conexo en (Q, τu ) lo es en (R, τu ), y por tanto ha de ser un intervalo. Por
la densidad de los irracionales en (R, τu ), los únicos intervalos que constan de puntos racionales
son los triviales [r, r ] = {r }, r ∈ Q. De aquı́ el resultado.
Análogamente se razona con R − Q. 

Este resultado tendrá múltiples consecuencias. Comentemos para empezar dos de ellas:
Corolario 2.3. Si ( X, τ ) es un espacio conexo y f : ( X, τ ) → (R, τu ) una aplicación continua, entonces
f ( X ) es un intervalo de la recta real.
Equivalentemente, si x1 , x2 ∈ X y f ( x1 ) ≤ c ≤ f ( x2 ) entonces existe y ∈ X tal que f (y) = c.

Dem: Por el Teorema 1.3 el conjunto f ( X ) es conexo en (R, τu ), luego un intervalo por el Teorema
2.1. 

Corolario 2.4. Si f : ([0, 1], τu ) → ([0, 1], τu ) es continua entonces existe t0 ∈ [0, 1] tal que f (t0 ) = t0 .

Dem: La función h : ([0, 1], τu ) → (R, τu ), h(t) = t − f (t), es continua y satisface h(0) ≤ 0 ≤ h(1).
Por el Corolario 2.3 existe t0 ∈ [0, 1] tal que h(t0 ) = 0, esto es, f (t0 ) = t0 . 

2.1. Algunos espacios conexos de naturaleza euclidiana. Probemos a continuación la conexión


de algunos espacios topológicos notables.

2.1.1. Los espacios euclidianos. El espacio (Rn , τun ) es conexo para todo n ∈ N. En efecto, probémoslo
por inducción. Si n = 1 el resultado se sigue del Teorema 2.1. Admitamos que (Rn , τun ) es conexo
para algún n ∈ N. Como (Rn+1 , τun+1 ) ≡ (Rn × R, τ (τun × τu1 )), el Teorema 1.7 garantiza que
(Rn+1 , τ n+1 ) es conexo y cierra la inducción.

2.1.2. La esfera. La esfera (Sn , τu ) es conexa. Como la proyección estereográfica σ : (Sn − { N }, τu ) →


(Rn , τu ) es un homeomorfismo y (Rn , τu ) es conexo, (Sn − { N }, τu ) es conexo (ver el Corolario
1.4). Teniendo en cuenta que Sn − { N } es denso en (Sn , τu ), la conexión de (Sn , τu ) se sigue del
Teorema 1.9.
Este resultado tiene una consecuencia interesante:
Teorema 2.5 (Borsuk-Ulam). Si f : (Sn , τu ) → (R, τu ) es una aplicación continua, entonces existe
p0 ∈ Sn tal que f ( p0 ) = f (− p0 ).

Dem: La aplicación h : (Sn , τu ) → (R, τu ), h( p) = f ( p) − f (− p), es continua y satisface h( p) =


−h(− p) para todo p ∈ Sn . Por la conexión de (Sn , τu ) y el Corolario 2.3, deducimos que 0 ∈ h(Sn )
(ya que 0 pertenece al intervalo de extremos h( p) y h(− p), p ∈ Sn ). Por tanto existe p0 ∈ Sn tal
que h( p0 ) = f ( p0 ) − f (− p0 ) = 0, lo que prueba el teorema. 

2.1.3. El cilindro y el toro. El cilindro (C = S1 × R, τu ) es conexo por ser el espacio producto


de los espacios conexos (S1 , τu ) y (R, τu ), ver el Teorema 1.7. Análogamente ocurre con el toro
(Tn = ∏nj=1 S1 , τu ).
La cinta de Möbius y la Botella de Klein, dotados ambos de sus correspondientes topologı́as
euclidianas naturales, son conexos por ser cocientes de espacios conexos (el cilindro (C, τu )y el
toro (T1 , τu ), respectivamente).
CONEXIÓN 9

2.2. Espacios arcoconexos. La mayorı́a de los espacios interesantes para la geometrı́a, como las
variedades diferenciables, satisfacen una condición de conexión más exigente, conocida como
conexión por arcos. Comentemos los detalles.
Definición 2.6. Un arco en un espacio topológico ( X, τ ) es una aplicación continua
α : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ).

Al conjunto α([0, 1]) ⊆ X le llamaremos traza del arco α.


A los puntos α(0) y α(1) les llamaremos punto inicial y final del arco α, respectivamente, y
también extremos del arco α. Un arco en ( X, τ ) se dice que une dos puntos x, y ∈ X si éstos son
sus extremos.

Obviamente, la traza α([0, 1]) de un arco α : [0, 1] → X en ( X, τ ) es un subconjunto conexo de


( X, τ ). Recordemos que ([0, 1], τ ) es conexo y que la imagen por una aplicación continua de un
conexo es conexo.
En muchas ocasiones identificaremos, abusando del lenguaje, el arco con su traza.
Definición 2.7. Un espacio topológico ( X, τ ) se dice conexo por arcos o arcoconexo si para cua-
lesquiera dos puntos x1 , x2 ∈ X existe un arco α : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ) con α(0) = x1 y α(1) = x2 .

La conexión por arcos es una condición más fuerte que la conexión topológica.
Teorema 2.8. Si ( X, τ ) es arconconexo entonces ( X, τ ) es conexo.

Dem: Fijemos x0 ∈ X, y para cada x ∈ X consideremos un arco α x : [0, 1] → X con α(0) = x0


y α(1) = x. La familia {α x ([0, 1]) : x ∈ X } está formada por subconjuntos conexos en ( X, τ )
satisfaciendo
• ∪ x∈X α x ([0, 1]) = X.
• α x1 ([0, 1]) ∩ α x2 ([0, 1]) 6= ∅ para todo x1 , x2 ∈ X.
La conexión de ( X, τ ) se sigue directamente de la Proposición 1.5. 

El recı́proco al Teorema 2.8 es falso. La siguiente proposición nos ofrece el contraejemplo.


Proposición 2.9. El conjunto X := {( x, sin(1/x )) : x ∈]0, +∞[} ∪ {(0, 0)} dotado del a topologı́a
euclidiana indudida por (R2 , τu ) es conexo, pero no arcoconexo.

Dem: Llamemos Y := {( x, sin(1/x )) : x ∈]0, +∞[}. Como (Y, τu ) es homeomorfo a (]0, +∞[, τu )
(la aplicación proyección ( x, sin(1/x )) 7→ x nos proporciona un homeomorfismo), y ]0, +∞[ es
conexo en R, τu ) por ser un intervalo, inferimos que (Y, τu ) es conexo. Por otra parte, el hecho de
que Y ⊆ X ⊆ Y y el Teorema 1.9 implican que X es conexo en (R2 , τu ).
Resta pues probar que ( X, τu ) no es arcoconexo. Para ello consideremos un arco cualquiera
α : [0, 1] → X con α(0) = 0, y llamemos A = {t ∈ [0, 1] : α(t) = 0}.
Nuestro objetivo es probar que A = [0, 1]. Como A 6= ∅ (0 ∈ A) y A = α−1 ({(0, 0)}) es cer-
rado en ([0, 1], τu ) (imagen inversa por la aplicación continua α del conjunto cerrado {(0, 0)}), es
suficiente con probar que A es abierto en ([0, 1], τu ).
Sea t0 ∈ A y consideremos cualquier número real e ∈]0, 1/2[. Por la geometrı́a de la gráfica Y,
el conjunto B2 ((0, 0), e) ∩ X consta de una colección numerable de arcos abiertos {γn : n ∈ N} en
Y disjuntos dos a dos, (esto es, trozos de la gráfica Y homeomorfos a intervalos abiertos y disjun-
tos dos a dos), además del punto (0, 0). Cada uno de los arcos γn es obviamente un subconjunto
abierto y cerrado de ( B2 ((0, 0), e) ∩ X, τu ), y por tanto una componente conexa de ( B2 ((0, 0), e) ∩
10 F.J. LÓPEZ

/ γn para todo n ∈ N y B2 ((0, 0), e) ∩ X = ∪n∈N γn ∪ {(0, 0)}, la compo-



X, τu ). Como (0, 0) ∈
nente conexa de B2 ((0, 0), e) ∩ X conteniendo a (0, 0) se reduce al punto {(0, 0)}.
Por otra parte, como α es continua tenemos que α−1 ( B2 ((0, 0), e)) es un entorno de t0 en
([0, 1], τu ), y por tanto existe δ > 0 tal que J :=]t0 − δ, t0 + δ[∩[0, 1] ⊆ α−1 ( B2 ((0, 0), e)). Como J
es un intervalo no trivial, J es conexo, de donde deducimos que α( J ) ⊆ B2 ((0, 0), e) ∩ X ha de ser
conexo igualmente, y en consecuencia contenido en una componente conexa γ de B2 ((0, 0), e) ∩ X.
Como α(t0 ) = (0, 0) ∈ α( J ) ⊆ γ, γ ha de ser la componente conexa de B2 ((0, 0), e) ∩ X conte-
niendo a (0, 0), esto es, γ = {(0, 0)} = α( J ). Esto prueba que J ⊆ A, y por tanto que A es abierto
en ([0, 1], τu ).
Por la conexión de [0, 1] deducimos que A = [0, 1], y en consecuencia α es el arco constante
(0, 0). En particular, en X no pueden existir arcos conectando (0, 0) y puntos de Y, luego no es
arcoconexo. 

Sin embargo, bajo algunas condiciones especiales el recı́proco al Teorema 2.8 sı́ será cierto. Para
explicar los detalles, necesitamos introducir la siguiente notación.
Dados dos arcos α,β en ( X, τ ) tales que α(1) = β(0), el producto β ∗ α : [0, 1] → X obedece a la
fórmula
α(2t) si t ∈ [0, 21 ]

( β ∗ α)(t) =
β(2t − 1) si t ∈ [ 12 , 1]
La aplicación β ∗ α está definida a trozos y de forma continua sobre los cerrados [0, 12 ] y [ 21 , 1]
de [0, 1]. Además, el valor de β ∗ α en el punto intersección t = 21 de ambos cerrados está bien
definido (ambas expresiones coinciden por ser α(1) = β(0)), por lo que β ∗ α : ([0, 1], τu ) → ( X, τ )
es continua.
Dado un arco α : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ), se define α : : ([0, 1], τ ) → ( X, τ ), α(t) = α(1 − t). Es fácil
ver que α es continua y por tanto un arco, y además α(0) = α(1), α(1) = α(0).
Proposición 2.10. Todo abierto conexo no vacı́o de (Rn , τu ) es arcoconexo.

Dem: Sea O ⊆ Rn un abierto de la topologı́a euclidiana τu . Fijemos x ∈ O y llamemos


A x := {y ∈ O : existe un arco en O uniendo x e y}.
Nuestra intención es probar que A x = O, para lo que será suficiente con ver que A x 6= ∅ y A x es
abierto y cerrado en (O, (τu )O ) (ver el Teorema 1.2).
El arco α : [0, 1] → O, α(t) = x ∀t ∈ [0, 1], tiene punto inicial y final x, por lo que x ∈ A x 6= ∅.
Veamos que A x es abierto. Sea y0 ∈ A x y consideremos un arco α : [0, 1] → O con α(0) = x0 y
α(1) = y0 . Tomemos e > 0 suficientemente pequeño para que B2 (y0 , e) ⊆ O, y comprobemos que
B2 (y0 , e) ⊆ A x . En efecto, si y ∈ B2 (y0 , e) basta con construir un arco β en B2 (y0 , e) con punto
inicial y0 y final y (por ejemplo un segmento, obsérvese que B2 (y0 , e) es convexo), y observar que
β ∗ α es un arco en O conectando x0 e y. Esto prueba que B2 (y0 , e) ⊆ A x , y como y ∈ A x es un
punto arbitrario, que A x es un abierto en (Rn , τu ). Como A x ⊆ O, A x es abierto en (O, (τu )O ).
O
Veamos ahora que A x es cerrado en (O, (τu )O ). Tomemos un punto arbitrario y0 ∈ A x , y con-
O
sideremos igual que antes una bola abierta B2 (y0 , e) ⊆ O. Como y0 ∈ A x y B2 (y0 , e) es entorno
de y0 en (O, (τu )0 ), necesariamente B2 (y0 , e) ∩ A x 6= ∅. Tomemos un punto y ∈ B2 (y0 , e) ∩ A x
y un arco α : [0, 1] → O con α(0) = x0 y α(1) = y, que existe por ser y ∈ A x . Consideremos
también un arco β en B2 (y0 , e) con punto inicial y y final y0 ; como antes valdrı́a un segmento por
la convexidad de B2 (y0 , e). Razonando como antes, β ∗ α es un arco en O conectando x0 e y0 , lo
que prueba que y0 ∈ A x , y por tanto, que A x es cerrado en (O, (τu )O ).
CONEXIÓN 11

En definitiva, A x = O para cualquier punto x ∈ O, por lo que O es arcoconexo. 

2.2.1. Conjuntos estrellados y convexos en espacio euclidianos. Un conjunto A ⊆ Rn se dice estrellado


con centro x0 ∈ A si para todo x ∈ A el segmento [ x0 , x ] := {(1 − t) x0 + tx : t ∈ [0, 1]} ⊆ A.
Todo conjunto estrellado es arcoconexo. En efecto, si x, y ∈ A y consideramos los arcos en A
dados por α : [0, 1] → A, α(t) = (1 − t) x0 + tx, y β : [0, 1] → A, β(t) = (1 − t) x0 + ty, el arco
β ∗ α : [0, 1] → A conecta x e y.
Un conjunto A ⊆ Rn se dice convexo si para todo x, y ∈ A el segmento [ x, y] ⊆ A. En otras
palabras, A es convexo si y sólo si es estrellado con centro cualquiera de sus puntos. Obviamente
todo conjunto convexo es arcoconexo.
Como ejemplo, comentemos el caso del cono C0 = {( x, y, z) ∈ R3 : x2 + y2 = z2 }. Este
conjunto es estrellado con centro el origen (0, 0, 0), y por tanto arcoconexo.

3. T EMA III (P RIMERA PARTE ): R ELACI ÓN DE P ROBLEMAS


(1) Probar que cualesquiera dos de los espacios [0, 1), [0, 1], (0, 1) y S1 todos dotados de la topologı́a
usual, no son homeomorfos.
(2) Probar que Sn es conexo, n ≥ 1.
(3) Probar que R no es homeomorfo a Rn , n ≥ 2. Igualmente, probar que S1 no es homeomorfo a
Sn , n ≥ 2.
(4) Un conjunto A ⊆ Rn se dice estrellado con centro p0 ∈ A si para todo p ∈ A el segmento
[ p0 , p] ⊂ A. Probar que todo conjunto estrellado de Rn es conexo, y como consecuencia pro-
bar que todo convexo en Rn es conexo.
(5) Estudidar la conexión de los siguientes espacios, todos ellos dotados de la topologı́a euclı́dea:
(i) {( x, y, z) ⊂ R3 | x2 + y2 = z2 }.
(ii) {( x, y, z) ⊂ R3 | x2 + y2 = 1}.
(iii) {( x, y, z) ⊂ R3 | x2 + y2 = z}.
(iv) Q × R.
(v) {( x, y) ∈ R2 | x · y 6= 0}.
(vi) Q × R ∪ {( x, 0) | x ∈ R}.
(vii) {( x, sin(1/x )) | x ∈ (0, +∞)} ∪ {(0, 0)}.
(6) Probar que Rn+1 − Sn no es conexo, n ≥ 1. Determinar sus componentes conexas.
(7) Probar que si D ⊂ Rn , n ≥ 1, es un subconjunto no vacı́o, conexo y numerable, entonces D
contiene un único punto.
(8) Sea ( X, τ ) un espacio topológico. Probar que

( X, τ ) es conexo ⇔ ∀ A ⊂ X, A 6= ∅, X, se tiene que Fr( A) 6= ∅.

(9) Sean ( X, τ ) un espacio topológico y A, B ⊂ X dos subespacios conexos tales que A ∩ B 6= ∅.


Probar que A ∪ B es conexo.
(10) Sean ( X, τ ) un espacio topológico conexo. Probar que toda aplicación continua f : ( X, τ ) →
(Q, (τu )Q ) es constante.
(11) Sean A y B dos subconjuntos cerrados no vacı́os de ( X, τ ) tales que A ∩ B y A ∪ B son conexos.
Probar que A y B son subespacios conexos.
(12) Si ( X1 , τ1 ) es conexo y f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es continua, entonces Graf( f ) es un subespacio
conexo del espacio producto ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )).
(13) Si A es un subconjunto abierto, cerrado y conexo de ( X, τ ), probar que A es una componente
conexa de ( X, τ ).
12 F.J. LÓPEZ

(14) Sea A ⊂ Rn un subconjunto conexo, y sea f : A → R una función continua. Se definen los
subconjuntos de A × R ⊂ Rn+1 (dotado con la topologı́a inducida por Rn+1 ) dados por:
G + ( f ) = {( x, t) ∈ A × R | t > f ( x )} y G − ( f ) = {( x, t) ∈ A × R | t < f ( x )}.
Probar que G + ( f ) y G − ( f ) son abiertos conexos.
(15) Probar que el complementario de un conjunto numerable en Rn n ≥ 2, es conexo. Concluir
que lo mismo ocurre en la esfera Sn , n ≥ 2.
(16) Probar que el complementario de un subespacio afı́n en Rn , n ≥ 2, es conexo sı́ y sólo sı́ éste
tiene dimensión menor o igual que n − 2.

Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es
TEMA III (SEGUNDA PARTE): COMPACIDAD

FRANCISCO J. LÓPEZ

1. C OMPACIDAD DE ESPACIOS TOPOL ÓGICOS

Hay muchos espacios a los que se asocia una idea básica de infinitud o divergencia, esto es,
donde es posible precisar arcos, sucesiones o más generalmente subconjuntos que no se acumu-
lan en ninguna parte y que, por tanto, no admiten puntos lı́mite. Baste pensar, por ejemplo, en los
espacios euclidianos, donde la idea de un ”infinito ideal” hacia donde divergen los subconjuntos
no acotados es bastante intuitiva. Sin embargo, en esta sección nos vamos a preocupar justo por la
idea topológica opuesta, la idea de ”finitud topológica” o de ”necesaria acumulación” para cua-
lesquiera subconjuntos del espacio nos conducirá de forma natural a la noción de compacidad.
Como en el caso de la conexión topológica, la formulación abstracta de este concepto requiere de
cierta elaboración, y sólo en ambientes de naturaleza euclidiana será fácil materializarla gracias
al Teorema de Heine-Borel.
Definición 1.1. Dado un espacio topológico ( X, τ ), una familia Σ ⊆ P ( X ) se dice un recubrimiento
por abiertos de ( X, τ ) si Σ ⊆ τ y X = ∪O∈Σ O.
Si Σ es un recubrimiento por abiertos de ( X, τ ) y Σ∗ ⊆ Σ es un recubrimiento por abiertos
de ( X, τ ), entonces se dice que Σ∗ es un subrecubrimiento obtenido de Σ. Se habla también de
subrecubrimiento finito cuando Σ∗ contiene una cantidad finita de abiertos.
Definición 1.2. Un espacio topológico ( X, τ ) se dice compacto si cualquier recubrimiento por
abiertos Σ de ( X, τ ) admite un subrecubrimiento finito, esto es, existe Σ∗ ⊆ Σ finito tal que
X = ∪O∈Σ∗ O.
Proposición 1.3. Sean ( X, τ ) un espacio topológico, B ⊆ τ una base de τ, y F la familia de cerrados en
( X, τ ). Son equivalentes:
(a) ( X, τ ) es compacto.
(b) Para toda familia ∆ ⊆ F satisfaciendo ∩ F∈∆ F = ∅, existe { F1 , . . . , Fn } ⊆ ∆ tal que ∩nj=1 Fj = ∅.
(c) Todo recubrimiento Σ ⊆ B por abiertos básicos de ( X, τ ) admite un subrecubrimiento finito.

Dem: (a) ⇐⇒ (b) Familias ∆ ⊆ F satisfaciendo ∩ F∈∆ F = ∅ están conectadas uno a uno con
recubrimientos por abiertos Σ de ( X, τ ) por las correspondencias canónicas:
∆ = { Fλ : λ ∈ Λ} ←→ Σ = {Oλ = X − Fλ : λ ∈ Λ}.
Σ = {Oλ : λ ∈ Λ} ←→ ∆ = { Fλ = X − Oλ : λ ∈ Λ}.
Con este lenguaje, la existencia de { F1 , . . . , Fn } ⊆ ∆ tal que ∩nj=1 Fj = ∅ es equivalente a la de un
subrecubrimiento finito Σ∗ = {O j = X − Fj : j = 1, . . . , n} ⊆ Σ.
(a) =⇒ (c) Trivial.
(c) =⇒ (a) Sea Σ un recubrimiento por abiertos de ( X, τ ). Como ∪O∈Σ O = X, para cada x ∈ X
existe Ox ∈ Σ tal que x ∈ Ox . Como B es una base de τ, para cada x ∈ X podemos encontrar
Bx ∈ B tal que x ∈ Bx ⊆ Ox . La familia Σ0 := { Bx : x ∈ X } ⊆ B es un recubrimiento por
abiertos básicos de ( X, τ ). Por nuestras hipótesis, existen x1 , . . . , xn ∈ X tal que X = ∪nj=1 Bx j , y
por tanto X = ∪nj=1 Ox j . Esto prueba que Σ∗ := {Ox j : j = 1, . . . , n} ⊆ Σ es un subrecubrimiento
2 F.J. LÓPEZ

finito, lo que prueba la compacidad de ( X, τ ). 

Definición 1.4. Dado un espacio topológico ( X, τ ) y A ⊆ X, A se dice un subespacio compacto


de ( X, τ ), o simplemente compacto en ( X, τ ), si ( A, τA ) es un espacio topológico compacto.
Proposición 1.5. Dado un espacio topológico ( X, τ ), un subconjunto A ⊆ X es compacto en ( X, τ ) si
y solo si todo recubrimiento por abiertos Σ de A en ( X, τ ) (esto es, toda familia Σ ⊆ τ tal que A ⊆
∪O∈Σ O) admite un subrecubrimiento finito (esto es, una subfamilia Σ∗ ⊆ Σ finita tal que A ⊆ ∪O∈Σ∗ O).

Dem: Un recubrimiento por abiertos Σ A de ( A, τA ) tiene asociado de forma canónica un recubrim-


iento por abiertos Σ de A en ( X, τ ). En efecto, como Σ A = {Oλ ∩ A : Oλ ∈ τ, λ ∈ Λ}, basta
con elegir Σ = {Oλ : Oλ ∈ τ, λ ∈ Λ}. La posibilidad de extraer un subrecubrimiento finito
Σ∗A = {Oλ1 ∩ A, . . . , Oλn ∩ A : λ j ∈ Λ, j = 1 . . . , n} de Σ A es equivalente a la posibilidad de
extraer un subrecubrimiento finito Σ∗ = {Oλ1 , . . . , Oλn : λ j ∈ Λ, j = 1 . . . , n} de Σ. 

Veamos algunos ejemplos sencillos:

• Cualquier espacio ( X, τ ) con una cantidad finita de puntos es compacto.En efecto, si


X = { x1 , . . . , xn } y Σ es cualquier recubrimiento por abiertos de ( X, τ ), basta con elegir
O j ∈ Σ tal que x j ∈ O j y considerar el subrecubrimiento finito Σ∗ = {O1 , . . . , On }.
• ( X, τd ) es compacto si y solo si X es finito. En efecto, Σ = {{ x } : x ∈ X } es un recubrim-
iento por abiertos de ( X, τd ), y sólo podemos extraer un subrecubrimiento finito de Σ si X
es finito. Obviamente, por el item anterior si X es finito entonces ( X, τd ) es compacto.
• ( X, τCF ) es compacto. Para probarlo, tomemos Σ ⊆ τCF un recubrimiento por abiertos
arbitrario de ( X, τCF ). Fijemos cualquier O = X − { x1 , . . . , xn } ∈ Σ no vacı́o, y elijamos
O j ∈ Σ tal que x j ∈ O j para todo j = 1, . . . , n. Obviamente Σ∗ = {O, O1 , . . . , On } es un
subrecubrimiento finito obtenido de Σ.
• Si X es infinito, ( X, τCN ) no es compacto. Para probarlo, consideremos { xn , n ∈ N} ⊆ X
tal que xn 6= xm , n 6= m. Si definimos On = X − { xk : k ≥ n} para cada n ∈ N, la familia
Σ = {On , n ∈ N}τCN es un recubrimiento por abiertos de ( X, τCN ) del cual no podemos
extraer un subrecubrimiento finito.
• ( X, τt ) es compacto. La prueba es trivial.
• Si { xn }n∈N ⊆ X es una sucesión convergente en ( X, τ ) a un punto x ∈ X, entonces
A = { xn , : n ∈ N} ∪ { x } es compacto en ( X, τ ). En efecto, sea Σ ⊆ τ un recubrimiento
por abiertos de A, y tomemos O ∈ Σ tal que x ∈ O. Como { xn }n∈N → x y O ∈ U x , existe
N ∈ N tal que xn ∈ O para todo n ≥ N. Elijamos O j ∈ Σ tal que x j ∈ O j para cada j < N,
y observemos que {O, O1 , . . . , O N −1 } es un subrecubrimiento finito de A.

Quizá el ejemplo más relevante de espacio compacto sea el que mostramos a continuación.
Teorema 1.6. Para todo a, b ∈ R, a ≤ b, el intervalo [ a, b] es un subconjunto compacto de (R, τu ).

Dem: Sea Σ una familia de abiertos en (R, τu ) tal que [ a, b] ⊆ ∪O∈Σ O, y veamos que podemos
encontrar un subrecubrimiento finito Σ0 ⊆ Σ del intervalo [ a, b].
Para comenzar, observemos que Σ es también un recubrimiento por abiertos euclidianos de
[ a, t] para todo t ∈ [ a, b].
Llamemos A = {t ∈ [ a, b] : ∃ Σt ⊆ Σ subrecubrimiento finito de [ a, t]}. Obviamente a ∈ A 6=
∅, y si t ∈ A entonces [ a, t] ⊆ A, esto es, A es un intervalo con punto inicial a.
Probemos que A es abierto y cerrado en ([ a, b], τu ).
COMPACIDAD 3

Para comprobar que A es abierto en ([ a, b], τu ), supongamos que t ∈ A, consideremos Σt ⊆ Σ


un subrecubrimiento finito de [ a, t], y tomemos O ∈ Σ tal que t ∈ O. Al ser O abierto euclidiano,
existe e > 0 tal que ]t − e, t + e[⊆ O. Para acabar, basta con probar que [ a, b]∩]t − e, t + e[⊆ A. En
efecto, si s ∈ [ a, b]∩]t − e, t + e[ es un punto arbitrario, entonces Σt ∪ {O} es un subrecubrimiento
finito de [ a, s] extraı́do de Σ, por lo que s ∈ A.
Para comprobar que A es cerrado en en ([ a, b], τu ), bastarı́a con demostrar que t0 := sup A ∈ A.
En efecto, como t0 ∈ [ a, b], existe O ∈ Σ tal que t0 ∈ O. Como antes, podemos encontrar e > 0
tal que ]t0 − e, t0 + e[⊆ O. Por definición de t0 , necesariamente ]t0 − e, t0 ] ∩ A 6= ∅. Elijamos
cualquier t ∈]t0 − e, t0 ] ∩ A y consideremos Σt ⊆ Σ un subrecubrimiento finito de [ a, t]. Obvia-
mente, Σt ∪ {O} es un subrecubrimiento finito de [ a, t0 ] extraı́do de Σ, por lo que t0 ∈ A.
Al ser [ a, b] conexo en (R, τu ), inferimos que A = [ a, b]. En particular b ∈ A, esto es, [ a, b] es
compacto en (R, τu ). 

Uno de los hechos más relevantes en topologı́a es que la compacidad es un invariante topológico.
Este resultado es consecuencia del siguiente:
Teorema 1.7. Sea ( X, τ ) un espacio compacto, y sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación continua.
Entonces f ( X1 ) es un subconjunto compacto de ( X2 , τ2 ).

Proof. Sea Σ ⊆ τ2 un recubrimiento por abiertos de f ( X1 ). Como f es continua, f −1 (Σ) :=


{ f −1 (O) : O ∈ Σ} es un recubrimiento por abiertos de ( X1 , τ1 ). Por ser ( X1 , τ1 ) compacto,
existe { f −1 (O j ) : O j ∈ Σ, j =, . . . , n} ⊆ f −1 (Σ) subrecubrimiento finito, y en consecuencia
{O j : j =, . . . , n} ⊆ Σ es un subrecubrimiento finito de f ( X1 ). 
Corolario 1.8. Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es un homeomorfismo, entonces
( X1 , τ1 ) es compacto ⇐⇒ ( X2 , τ2 ) es compacto.
Corolario 1.9. Si f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) es una identificación y ( X1 , τ2 ) es compacto, entonces ( X2 , τ2 )
es compacto.
En particular, el cociente de un espacio topológico compacto es compacto.

Dem: Como f es sobreyectiva y continua, X2 = f ( X1 ) es compacto con la topologı́a τ2 por el Teo-


rema 1.7. 

Hay una relación importante entre la compacidad y los subconjuntos cerrados en un espacio
topológico. El siguiente teorema da algunas claves.
Teorema 1.10. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea A ⊆ X un subconjunto. Los siguientes enunciados
son ciertos.
(a) Si ( X, τ ) es compacto y A es cerrado en ( X, τ ), entonces A es compacto en ( X, τ ).
(b) Si ( X, τ ) es T2 y A es compacto en ( X, τ ), entonces A es cerrado en ( X, τ ).

Dem: Probemos (a). Sea Σ ⊆ τ un recubrimiento por abiertos de A, y llamemos Σ0 := Σ ∪ { X −


A}. Como A es cerrado en ( X, τ ), X − A ∈ τ y Σ0 es un recubrimiento por abiertos de ( X, τ ). Por
la compacidad de ( X, τ ) existe Σ0∗ ⊆ Σ0 subrecubrimiento finito, de donde Σ∗ := Σ0∗ − { X − A}
es un subrecubrimiento de A obtenido de Σ.
Para demostrar (b), basta con ver que X − A es abierto. Tomemos x ∈ X − A, y para cada
y ∈ A consideremos abiertos Uyx , Vyx ∈ τ tales que x ∈ Uyx , y ∈ Vyx y Uyx ∩ Vyx = ∅; aquı́ hemos
utilizado que ( X, τ ) es T2 .
4 F.J. LÓPEZ

Como ( A, τA ) es compacto y Σ x := {Vyx : y ∈ A} es un recubrimiento por abiertos de A en


( X, τ ), existe un subrecubrimiento finito {Vyxj : j = 1, . . . , n x } ⊆ Σ x . Llamemos U x := ∩nj=x 1 Uyxj , y
observemos que U x ∩ A ⊆ U x ∩ ∪nj=x 1 Vyxj ⊆ ∪nj=x 1 (Uyxj ∩ Vyxj ) = ∅.


Recapitulando, U x ∈ τ, x ∈ U x y U x ⊆ X − A para cada x ∈ X − A, de donde deducimos que


X − A = ∪ x∈X − A U x es abierto. 

Corolario 1.11. Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sean A, B ⊆ X subconjuntos. Los siguientes enunci-
ados son ciertos.
(a) Si A es compacto y B cerrado en ( X, τ ), entonces A ∩ B es compacto en ( X, τ ).
(b) Si ( X, τ ) es T2 y A, B son compactos en ( X, τ ), entonces A ∩ B es compacto en ( X, τ ).

Dem: Téngase en cuenta el Teorema 1.10 y obsérvese que en cualquier caso A ∩ B es un subcon-
junto cerrado en el compacto ( A, τA ). 

En general es falso que la intersección de compactos sea compacta. Sirva el siguiente caso como
contraejemplo.
Consideremos un conjunto X infinito y dos puntos x1 , x2 ∈ X, x1 6= x2 . Definamos la topologı́a
τ := { X, ∅} ∪ P ( X − { x1 , x2 }).
Los subcojuntos A1 = X − { x2 } y A2 = X − { x1 } son compactos en ( X, τ ) ya que el único abierto
en ( A j , τA j ) conteniendo al punto x j es el total A j , j = 1, 2. Sin embargo, la topologı́a τA1 ∩ A2 es la
discreta en A1 ∩ A2 = X − { x1 , x2 }, por tanto no compacta ya que X − { x1 , x2 } es infinito.
Corolario 1.12. Sea ( X, d) un espacio métrico, y consideremos el espacio topológico asociado ( X, τ [d]).
Si A ⊆ X es compacto en ( X, τ [d]) entonces A es cerrado en ( X, τ [d]) y acotado en ( X, d).

Dem: El subconjunto A es cerrado como consecuencia del Teorema 1.10-(b); téngase en cuenta que
la topologı́a asociada a la distancia τ [d] es T2 .
Para comprobar que A es acotado, fijemos p0 ∈ X y consideremos el recubrimiento por abiertos
Σ := { B( p0 , n) : n ∈ N} de A en ( X, τ [d]). Como A es compacto, Σ admite un subrecubrimiento
finito, esto es, existe N ∈ N tal que A ⊆ N. Esto prueba que A es acotado. 

Antes de abordar la prueba del Teorema de Heine-Borel, necesitamos el siguiente resultado


clásico.
Teorema 1.13. Sean ( X1 , τ1 ) y ( X2 , τ2 ) dos espacios topológicos. Se tiene que
( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) es compacto ⇐⇒ ( X j , τj ) es compacto, j = 1, 2.

Dem: =⇒) Como la proyección p j : ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) → ( X j , τj ) es continua y sobreyectiva, el


Teorema 1.7 nos garantiza que ( X j , τj ) es compacto por ser la imagen continua de un compacto,
j = 1, 2.
⇐=) Recordemos que τ1 × τ2 = {O1 × O2 : O1 ∈ τ1 , O2 ∈ τ2 } es base de la topologı́a
τ (τ1 × τ2 ). Por la Proposición 1.3, para probar la compacidad de ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) es sufi-
ciente con demostrar que todo recubrimiento Σ por abiertos básicos dentro de τ1 × τ2 de X1 × X2
admite un subrecubrimiento Σ0 ⊆ Σ finito.
Primero observemos que el cojunto X1 × {y} es compacto en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) para cada
y ∈ X2 . En efecto, basta recordar que la aplicación iy : ( X2 , τ2 ) → ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )), iy ( x ) =
COMPACIDAD 5

( x, y), es continua, que X1 × {y} = iy ( X1 ), y tener en cuenta el Teorema 1.7. Un razonamiento


similar nos garantiza que { x } × X2 es compacto en ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )) para todo x ∈ X1 .
y y
A continuación, extraigamos un subrecubrimiento finito Σy = {Uj × Vj : j = 1, . . . , ny } ⊆ Σ
n y ny y
de X1 × {y}. Llamemos V y := ∩ j=y 1 Vj y observemos que y ∈ V y ∈ τ2 y X1 = ∪ j=1 Uj . En
consecuencia,
ny y ny y y
X1 × {y} ⊆ X1 × V y = ∪ j=1 Uj × V y ⊆ ∪ j=1 (Uj × Vj ) para todo y ∈ X2 .
Como Σ0 := {V y : y ∈ X2 } es un recubrimiento por abiertos de ( X2 , τ2 ) compacto, existe una
subrecubrimiento finito Σ0∗ = {V y1 , . . . , V yk } ⊆ Σ0 de X2 . Por tanto,
ny y 
X1 × X2 = X1 × ∪kh=1 V yh = ∪kh=1 ( X1 × V yh ) = ∪kh=1 ∪ j=h1 Uj h × V yh ⊆
 

ny y
⊆ ∪kh=1 ∪ j=h1 Uj h × V yh ⊆ X1 × X2 .


y
Esto prueba que Σ0 := {Uj h × V yh ; j = 1, . . . , nyh , h = 1, . . . , k} ⊆ Σ es un subrecubrimiento
finito de X1 × X2 obtenido de Σ, y por tanto, la compacidad de ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )). 

Corolario 1.14. Sean ( X j , τj ), j = 1, . . . , n, espacios topológicos. Se tiene que


n n
(∏ X j , τ (∏ τj )) es compacto ⇐⇒ ( X j , τj ) es compacto, j = 1, . . . , n.
j =1 j =1

Dem: Consecuencia trivial del Teorema de Tychonov y de un proceso inductivo estandar. 

Ahora estamos en condiciones de poder probar el teorema principal de este tema, que caracteriza
a los subconjuntos compactos del espacio euclidiano como aquellos que son cerrados y acotados.
Teorema 1.15 (Heine-Borel). Dado A ⊆ Rn ,
A es compacto en (Rn , τu ) ⇐⇒ A es cerrado en Rn , τu ) y acotado en (Rn , d2 ).

Dem: =⇒) Consecuencia directa del Corolario 1.12; téngase en cuenta que τu = τ [d2 ].
⇐=) Como A es acotado, existe un intervalo I = [− M, M], M > 0, tal que A ⊆ I n ≡ I × . n. . × I.
Del Teorema 1.6 inferimos que I es compacto en (R, τu ), y del Teorema 1.13 (ver el Corolario 1.14)
que I n es compacto en (Rn , τu ). Como A es cerrado en ( I n , (τu ) I n ) compacto, el Teorema 1.10
nos garantiza que A es compacto en ( I n , (τu ) I n ), o equivlentemente en (Rn , τu ), concluyendo la
prueba. 

Este teorema tiene muchas consecuencias interesantes. Comentaremos sólo alguna de ellas:
• Sn es un subconjunto compacto de (Rn+1 , τu ), n ≥ 1 (es cerrado y acotado).
• Tn = S1 × . n. . ×S1 es un subconjunto compacto de (R2n , τu ), n ≥ 2 (es cerrado y acotado,
o bien producto de compactos).
• El espacio proyectivo RPn dotado de su topologı́a euclidiana estandar es compacto (co-
ciente de Sn , que es compacto).

2. TEMA III (SEGUNDA PARTE): RELACION DE PROBLEMAS


(1) Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sea A ⊂ X un subconjunto compacto. Probar que el con-
junto de puntos de acumulación de A es también compacto.
(2) Sea ( X, τ ) un espacio topológico, y sean A1 , . . . , An ⊂ X subconjuntos compactos. Probar que
∪nj=1 A j es compacto.
6 F.J. LÓPEZ

(3) Sean a, b dos elementos no contenidos en un conjunto infinito X. Llamemos Y = X ∪ { a, b}


y consideremos τ = P ( X ) ∪ {Y }. Probar que τ es una topologı́a en Y, y que (Y, τ ) tiene dos
subconjuntos compactos cuya intersección es no compacta.
(4) Si ( X, τ ) es T2 y A, B ⊂ X son subconjuntos compactos, probar que A ∩ B es compacto. ¿Serı́a
el resultado cierto si B fuese tan sólo cerrado?.
(5) Si ( X, τ ) es compacto, T2 y con un único punto de acumulación x0 , probar que los abiertos de
X que contienen a x0 son justamente los subconjuntos con complementario finito.
(6) Sea ( X, τ ) un espacio topológico T2 , y sea {Kn }n∈N una sucesión estrictamente decreciente de
compactos no vacios en X. Probar que
(i) K = ∩∞ n=1 Kn es un compacto no vacı́o.
(ii) Si O es un abierto conteniendo a K, entonces existe N ∈ N tal que Kn ⊂ O para todo
n ≥ N.
(7) Estudia la compacidad de los siguientes espacios, todos ellos dotados de la topologı́a euclı́dea:
(i) {1/n | n ∈ N}
(ii) {( x, sin(1/x )) | x ∈ R −
h {0}} ∪ {(0, y) | y ∈ [−
i 1, 1]}.
(iii) {(0, y) | y ∈ [−1, 1]} ∪ ∪n∈N B(( n1 , 0), n(n1+1) ) , donde B( p, r ) representa la bola euclı́dea
de centro p ∈ R2 y radio r.
(8) Encontrar un ejemplo de espacio topológico ( X, τ ) y subconjunto A ⊂ X tales que A no es
compacto y A sı́ lo es.
(9) En el intervalo [0, 2) consideramos la topologı́a τ = {O ⊂ [0, 2) | [0, 1] ⊂ O} ∪ {∅}. Probar
que A = [0, 1] es un subespacio compacto de ([0, 2), τ ), pero A no lo es.
(10) En R se considera la topologı́a τ = {( a, b) | a < b} ∪ {( a, b) ∩ Q | a, b ∈ Q, a < b}. Demostrar
que [0, 1] no es un subespacio compacto de (R, τ ).
(11) Sea f : ( X1 , τ1 ) → ( X2 , τ2 ) una aplicación entre espacios topológicos compactos y T2 . Probar
que f es continua si y sólo si Graf( f ) es un subespacio cerrado de ( X1 × X2 , τ (τ1 × τ2 )).
(12) En el intervalo (0, 1) se considera la topologı́a τ = {(0, 1 − 1/n) | n ∈ N} ∪ {∅, (0, 1)}. Probar
que A ⊂ (0, 1) es compacto en ((0, 1), τ ) si y sólo si sup A < 1.

Depto. de Geometrı́a y Topologı́a, Universidad de Granada, E-18071 Granada, (Spain), email: fjlopez@ugr.es

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