Está en la página 1de 2

LESIONES DEL NERVIO CIATICO MAYOR:

Puede haber dolor en la nalga debido a una compresión del nervio ciático mayor por el
músculo piriforme (síndrome piriforme). Los participantes en deportes que exigen un uso
excesivo de los músculos glúteos (p. ej., patinadores sobre hielo, ciclistas y alpinistas), así
como las mujeres, tienen más probabilidades de desarrollar este síndrome. En cerca del 50
% de los casos, los antecedentes revelan traumatismos en las nalgas asociados con
hipertrofia (aumento de volumen) y espasmo del piriforme. Aproximadamente en el 12 %
de las personas en quienes el nervio peroneo común del nervio ciático mayor atraviesa el
piriforme, este músculo puede comprimir el nervio. La sección completa del nervio ciático
mayor es rara. En esta lesión, la pierna queda incapacitada al alterarse la extensión de la
cadera, así como la flexión de la pierna. También se pierden todos los movimientos del
tobillo y el pie. La sección incompleta del nervio ciático mayor (p. ej., por heridas punzantes)
puede afectar también los nervios glúteo inferior y/o cutáneo femoral posterior. La
recuperación de las lesiones del nervio isquiático suele ser lenta y habitualmente
incompleta. Por lo que respecta al nervio isquiático, la nalga presenta un lado seguro
(lateral) y un lado peligroso (medial). Las heridas o intervenciones en el lado medial de la
nalga pueden lesionar el nervio isquiático y sus ramos para los músculos isquiotibiales
(semitendinoso, semimembranoso y bíceps femoral) en la cara posterior del muslo. La
parálisis de estos músculos altera la extensión del muslo y la flexión de la pierna.

LESIÓN DEL NERVIO PERONEO COMÚN Y PIE CAÍDO:


Debido a su situación superficial (principalmente por su enrollamiento subcutáneo
alrededor del cuello de la fíbula, que lo hace vulnerable a los traumatismos directos), el
peroneo común es el nervio del miembro inferior que se lesiona con mayor frecuencia (v.
fig. 5-57 A). Este nervio también puede seccionarse cuando se fractura el cuello del peroné,
y puede distenderse gravemente cuando se luxa o se lesiona la rodilla. La sección del nervio
peroneo común provoca una parálisis fláccida de todos los músculos de los compartimentos
anterior y lateral de la pierna (flexores dorsales del tobillo y eversores del pie). La pérdida
de la flexión dorsal provoca un pie caído, que se exacerba aún más porque éste se invierte
sin oposición. Como consecuencia, el miembro se vuelve «demasiado largo»: los dedos no
se despegan del suelo en la fase de oscilación de la marcha. Existen otras situaciones
patológicas en las cuales el miembro inferior es «demasiado largo» funcionalmente, por
ejemplo la inclinación pélvica y la parálisis espástica o la contractura del sóleo. Hay como
mínimo tres mecanismos para compensar este problema:
1. Marcha anserina, en la que el individuo se inclina hacia el lado opuesto al miembro
elongado, elevando la cadera.
2. Marcha en guadaña o del segador, en la que se mueve lateralmente (se abduce) el
miembro elongado para que los dedos del pie puedan separarse del suelo.
3. Marcha equina, en la que la cadera y la rodilla se flexionan más de lo normal con el objeto
de elevar el pie a la altura necesaria para evitar el choque de los dedos con el suelo.
La caída del pie dificulta el golpe de talón inicial en la marcha normal, y por ello se utiliza
con frecuencia la marcha equina cuando existe una parálisis fláccida. En ocasiones se añade
una «patada» adicional cuando el miembro libre se balancea adelante, para así girar el
antepié hacia arriba justo antes de bajar el pie. En la parálisis fláccida que provoca un pie
caído también se suele perder la acción de frenado que normalmente genera la contracción
excéntrica de los flexores dorsales. En consecuencia, el pie no desciende hacia el suelo de
forma controlada tras el golpe de talón, sino que da un golpe seco en el suelo que provoca
un «clop» característico y aumenta de forma importante el impacto recibido por el antepié
y transmitido hacia la tibia por la articulación talocrural. Los individuos afectados por una
lesión del nervio peroneo común también pueden presentar una pérdida variable de
sensibilidad en la cara anterolateral de la pierna y el dorso del pie.

También podría gustarte