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Fundación Brotes invitado a Seminario “Preparándonos para la COP25”

¿Qué es la COP?

La Convención Marco de Naciones Unidas (CMNUCC) es la respuesta internacional al cambio


climático. Es un tratado que establece las obligaciones básicas de las 196 Partes (Estados) más la
Unión Europea para combatir el cambio climático. Se firmó en la Cumbre de la Tierra en 1992 y
entró en vigor en 1994. Chile adhirió ese año.

La Conferencia de las Partes (COP) es el órgano de decisión supremo de la Convención. Las Partes
se reúnen anualmente para revisar el avance en la implementación de la Convención donde se
proponen, evalúan y aprueban otros instrumentos que apoyen su instauración.

Breve Historia

En 1992, la Cumbre para la Tierra en Río de Janeiro dio lugar a la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) como primer paso para afrontar el problema del
cambio climático aún con poca evidencia científica. La primera COP se realizó en Berlín, en 1995. A
la fecha se han realizado 24 COPs, la última en Katowice, Polonia, en diciembre 2018. En 1995 los
países iniciaron las negociaciones para fortalecer la respuesta mundial al cambio climático y, dos
años después, adoptaron el Protocolo de Kyoto. Este obliga jurídicamente a los países desarrollados
que son Parte a cumplir unas metas de reducción de las emisiones de gases invernadero. En la 21ª
Conferencia en París el 2015, las Partes en la CMNUCC alcanzaron un acuerdo histórico con el
objetivo de combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones y las inversiones
necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono. El principal objetivo del
Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático manteniendo
el aumento de la temperatura mundial en este siglo por debajo de los 2 ˚C con respecto a los niveles
preindustriales y proseguir con los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a
1,5 ˚C.

COP25

Chile este 2019 será el país anfitrión y moderado por una Comisión Presidencial compuesta por más
de 27 miembros y liderada por la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt. Su objetivo
principal será negociar el reglamento que determine la aplicación del Acuerdo de París, vinculando
autoridades políticas, científicas, organizaciones civiles, el sector privado y pueblos indígenas entre
otros.

Objetivos de Desarrollo Sostenible y Seguridad Alimentaria

En septiembre de 2015, más de 150 jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la histórica


Cumbre del Desarrollo Sostenible en la que aprobaron la Agenda 2030. Esta Agenda contiene 17
objetivos de aplicación universal que, desde el 1 de enero de 2016, rigen los esfuerzos de los países
para lograr un mundo sostenible en el año 2030.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son herederos de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) y buscan ampliar los éxitos alcanzados con ellos, así como lograr aquellas metas que
no fueron conseguidas.

Estos nuevos objetivos presentan la singularidad de instar a todos los países, ya sean ricos, pobres
o de ingresos medianos, a adoptar medidas para promover la prosperidad al tiempo que protegen
el planeta.

En el Marco de la Seguridad Alimentario el Objetivo 2 de los ODS llamado “Hambre Cero” se ha


propuesto las siguientes metas:

 Para 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los
pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación
sana, nutritiva y suficiente durante todo el año

 Para 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en
2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la
emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las
adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad

 Para 2030, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los productores de alimentos
en pequeña escala, en particular las mujeres, los pueblos indígenas, los agricultores
familiares, los pastores y los pescadores, entre otras cosas mediante un acceso seguro y
equitativo a las tierras, a otros recursos de producción e insumos, conocimientos, servicios
financieros, mercados y oportunidades para la generación de valor añadido y empleos no
agrícolas

 Para 2030, asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar


prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, contribuyan
al mantenimiento de los ecosistemas, fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio
climático, los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías, las inundaciones y otros
desastres, y mejoren progresivamente la calidad del suelo y la tierra

 Para 2020, mantener la diversidad genética de las semillas, las plantas cultivadas y los
animales de granja y domesticados y sus especies silvestres conexas, entre otras cosas
mediante una buena gestión y diversificación de los bancos de semillas y plantas a nivel
nacional, regional e internacional, y promover el acceso a los beneficios que se deriven de
la utilización de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales y su distribución
justa y equitativa, como se ha convenido internacionalmente

 Aumentar las inversiones, incluso mediante una mayor cooperación internacional, en la


infraestructura rural, la investigación agrícola y los servicios de extensión, el desarrollo
tecnológico y los bancos de genes de plantas y ganado a fin de mejorar la capacidad de
producción agrícola en los países en desarrollo, en particular en los países menos
adelantados

 Corregir y prevenir las restricciones y distorsiones comerciales en los mercados


agropecuarios mundiales, entre otras cosas mediante la eliminación paralela de todas las
formas de subvenciones a las exportaciones agrícolas y todas las medidas de exportación
con efectos equivalentes, de conformidad con el mandato de la Ronda de Doha para el
Desarrollo

 Adoptar medidas para asegurar el buen funcionamiento de los mercados de productos


básicos alimentarios y sus derivados y facilitar el acceso oportuno a información sobre los
mercados, en particular sobre las reservas de alimentos, a fin de ayudar a limitar la extrema
volatilidad de los precios de los alimentos

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