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¡Cree que Dios puede hacer

lo imposible!
La Biblia habla mucho de la necesidad de ser persistente y tener fe al
orar, y afirma que Dios escucha y responde a la oración, incluso hasta
el punto de mover montañas. Pero, cuando tus oraciones no reciben
Mover
montañas
respuesta como esperabas, esto puede llevarte a cuestionar si tuviste
suficiente fe. Mover montañas te recuerda que la oración no se trata de
la cantidad de fe que tienes, sino de si crees que Dios puede hacer lo
que le pediste.
El DR. DAVID M. CRUMP realizó su doctorado en Nuevo Testamento
en la Universidad de Aberdeen, Escocia. Ha servido como pastor y La práctica de la oración persistente
enseñado como profesor de Estudios del Nuevo Testamento en Calvin
College, en Grand Rapids, Michigan. El Dr. Crump y su esposa, Terry,
viven en el noroeste de Montana, en Estados Unidos.

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NT002

Dr. David M. Crump


Introducción
Mover montañas
La práctica de la oración
persistente

T odos sabemos que el simple hecho de querer algo


no implica que vayamos a conseguirlo… ni siquiera
si es algo que en verdad deseamos y es bueno
para nosotros y los que nos rodean. Aun así, hay cosas
que queremos.
Pero la oración es diferente. No se trata tan solo
de desear. Orar es pedirle cosas buenas a un Dios
todopoderoso y lleno de amor. A menudo, le llevamos
nuestras peticiones a Dios y esperamos que responda.
Pedimos sanidades, trabajos, la salvación de nuestros amigos.

1
Después de todo, Jesús declaró que, si tenemos fe, podemos
pedir que las montañas se muevan. Sin embargo, la gente
no se sana, los trabajos no llegan y los amigos permanecen
alejados de Dios. ¿Qué sucedió? ¿Acaso no creímos?
La mayoría de nosotros lucha con la oración; en
especial, cuando parece no haber respuesta. Te ofrecemos
las siguientes páginas para ayudarte a desentrañar la a veces
difícil relación entre la fe y la oración.

Nuestro Pan Diario

2 MOVER MONTAÑAS
Índice
1
Cuando la oración se transforma
en una carga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2
Jesús y la higuera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
3
Mover montañas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
4
Dos condiciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

TÍTULO DEL ORIGINAL: Knocking on Heaven’s Door: A New Testament Theology of


Petitionary Prayer
FOTO DE LA PORTADA: © iStockcom /epicurean
Imágenes del interior: (p. 1) © iStockcom / epicurean; (p. 5) Simon Steinberger vía
Pixabay.com; (p. 9) Clarissa Starling vía MorgueFile.com; (p. 21) Pexels vía Pixabay.com;
(p. 25) Reenablack vía Pixabay.com
Extraído y adaptado de Knocking on Heaven’s Door: A New Testament Theology of
Petitionary Prayer, [Llamar a la puerta del cielo: Una teología del Nuevo Testamento
de la oración peticionaria], de David Crump. Copyright © 2006 por David Crump.
Publicado por Baker Academic, una división de Baker Publishing Group. Usado con
permiso. http://www.bakerpublishinggroup.com
ISBN: 978-1-58424-045-7
A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas están tomadas de LA BIBLIA DE LAS AMÉRICAS © Copyright 1986,
1995, 1997 por The Lockman Foundation. Utilizada con permiso. Todos los derechos reservados.

© 2017 Ministerios Nuestro Pan Diario. Todos los derechos reservados.

Impreso en EE.UU. SPANISH


1
Cuando la oración
se transforma en
una carga

N o conocía a la joven que entró a la oficina


de mi iglesia, pero solo me tomó un momento
darme cuenta de que había estado llorando
durante mucho tiempo. Sus sollozos se parecían más a
gemidos que a suspiros; gemidos profundos que salían a
borbotones de la fuente de un corazón quebrado. Me quedé
sentado, esperando y orando, pidiendo sabiduría. Después
de unos momentos, la muchacha me dijo por qué había
venido a verme.

5
Apenas un día antes, su mejor
amiga había muerto de cáncer en
plena juventud, dejando atrás a su
esposo y varios hijos pequeños. Sin
embargo, esta joven se encontraba
Esta joven se ahora haciendo el duelo de no
encontraba ahora una sino dos muertes impactantes,
haciendo el duelo porque había descubierto que su
de no una sino dos
propia fe cristiana había empezado
muertes impactantes,
a morir poco después que su amiga.
porque había
Las dos mujeres asistían a la
descubierto que su
misma iglesia. Cuando surgió
propia fe cristiana
el diagnóstico de cáncer pocos
había empezado a
meses antes, el pastor organizó
morir poco después
que su amiga. una vigilia de oración que cubría
las 24 horas del día, los 7 días
de la semana. Les dijo a todos que
invadirían la puerta de los cielos,
clamando por la sanidad de su hermana en el nombre de
Jesús, y que, si tenían suficiente fe, probarían que el Dios
que trae sanidad es más poderoso que el diablo que genera
el cáncer.
Entonces, la iglesia oró.
Ahora, esta mujer quebrantada y sin fuerzas me miró
con ojos hinchados y preguntó: «Pastor, ¿por qué perdió
Dios? ¿Cómo puede ser que el diablo sea más poderoso
que Jesús?».
Creo en la posibilidad de los milagros, pero tengo
cuidado de fijarme de quién vienen las historias antes de
6 MOVER MONTAÑAS
creerlas. Después de todo, hay muchos impostores, incluso
dentro de la iglesia.
Tenía una buena amiga que creció en África central. Sus
padres eran misioneros en el campo, y ella estaba bien
familiarizada con las condiciones difíciles de vida. Yo sabía
que era una mujer cuerda, equilibrada y que no tendía a
la fantasía ni la exageración. Sin embargo, en más de una
ocasión, la escuché contar cómo, una vez, el vehículo de
su familia se había quedado sin gasolina en un viaje largo
a campo traviesa. Su padre había subestimado la longitud
del viaje y habían quedado varados al rayo del sol abrasador
de África, en medio de la nada.
Mientras su esposa y sus tres hijos
intentaban refugiarse a la sombra
del vehículo, el joven padre oró,
sabiendo que su cálculo errado
había puesto a su familia en una Creo en la
situación de vida o muerte. posibilidad de los
Los tarros de gasolina extra milagros, pero
estaban vacíos, pero tenían un gran tengo cuidado de
recipiente con agua. El hombre fijarme de quién
elevó el agua al cielo, confesó su vienen las historias
insensatez y le pidió al Señor que antes de creerlas.
hiciera un milagro para salvar a su Después de todo, hay
familia. Después, volcó el contenido muchos impostores,
del recipiente en el tanque de nafta. incluso dentro de
Subió a la familia al auto, se colocó la iglesia.
detrás del volante y encendió el
vehículo. El motor recién bautizado
Cuando la oración se transforma en una carga 7
rugió y arrancó, permitiéndoles seguir sin parar hasta el
siguiente pueblo, donde la familia les contó a todos los que
escucharan cómo el Señor había respondido con un milagro
su oración desesperada.
Todas las cosas son posibles
para el que cree.

8 MOVER MONTAÑAS
2
Jesús y la higuera

A unque Gary no era un creyente nuevo, hacía


poco que había salido de una iglesia y le
interesaba descubrir más sobre las características
de la nuestra. Sus preguntas durante nuestra clase para
nuevos miembros nos dieron varias oportunidades de
comparar distintas perspectivas sobre el ministerio, la
teología y la interpretación bíblica. Gary estaba luchando
con una enfermedad larga y debilitante que limitaba
muchísimo su capacidad de desempeñarse con normalidad.
Muchas veces, había orado con distintos líderes de la iglesia
pidiendo sanidad, y creía que, con el tiempo, era seguro que
sanaría, si tan solo persistía en reclamarla fielmente. ¿Cómo
sabía esto?

9
En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte:
«Quítate y arrójate al mar», y no dude en su corazón,
sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido.
Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis
y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os serán
concedidas (Marcos 11:23-24).
Gary parecía interpretar el pasaje de la siguiente
manera: el poder de la fe puede hacer real lo imposible para
cualquiera que esté dispuesto a correr el riesgo de la oración
verdadera y creyente. Según esta interpretación del pasaje,
pedirle a Dios algo imposible no debe tomarse a la ligera,
pero, para un creyente de verdad, tampoco está descartado.
Obtener lo que pedimos, por
más improbable que sea, solo es
cuestión de tiempo para el que
persiste y rechaza toda duda. Gary
había estado sufriendo y orando
Estos versículos durante años. A pesar de la demora,
ciertamente parecen él creía que ya había sido sanado y
ofrecer un cheque que, algún día, su salud física sería
en blanco para completamente restaurada.
cualquier petición La lectura de Marcos 11 que
que pueda firmarse hizo Gary es muy común. Muchas
con sinceridad veces, he oído afirmaciones
con la lapicera de similares sobre el poder de la
la fe que mueve oración llena de fe. Estos versículos
montañas. ciertamente parecen ofrecer un
cheque en blanco para cualquier

10 MOVER MONTAÑAS
petición que pueda firmarse con sinceridad con la lapicera
de la fe que mueve montañas. Sin embargo, para muchos,
estas declaraciones generan más preguntas que respuestas:
¿Qué pasa con aquellos que nunca ven los milagros que
tanto pidieron y esperaron? ¿Acaso la ausencia de un
milagro sugiere una fe débil, o, peor aun, la presencia
de dudas?
Cualquier intento de explicar la imagen del
Nuevo Testamento de la relación entre la oración, la
fe y la respuesta de Dios debe considerar seriamente
Marcos 11:23-24 y las afirmaciones afines en otras partes
de los Evangelios: Lucas 17 y Mateo 17.

Los paralelos sinópticos


Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de
mostaza, diríais a este sicómoro: “Desarráigate y plántate
en el mar”. Y os obedecería (Lucas 17:6).
La afirmación de Lucas no está relacionada con la oración.
El contexto (17:3-10) habla de la fe necesaria para perdonar una
y otra vez a un hermano. En respuesta al asombro de Pedro
frente a esta expectativa, Jesús identifica esta clase de fe como
un requisito para ser un verdadero discípulo. Sin embargo,
Jesús no está sugiriendo una cantidad necesaria de fe, sino que
la fe sea genuina. Perdonar ofensas repetidas no se trata del
volumen de la fe, sino de su autenticidad.
La comparación de la fe con un grano de mostaza no
sugiere la cantidad de fe, sino la realidad de la fe en la vida de
una persona. La lección no es que «creamos sin dudar» para
Jesús y la higuera 11
ver cómo se cumple lo imposible, sino que demostremos que
creemos a toda costa mediante una disposición de perdonar
repetidas veces al que nos ofende. Precisamente, una gran fe
no es lo que se requiere en este caso.

En Lucas 17, Jesús dijo: «¡Tened cuidado! Si tu hermano peca,


repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete
veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: “Me arrepiento”,
perdónalo» (vv. 3-4). En respuesta a esto, los discípulos le dijeron a Jesús:
«¡Auméntanos la fe!» (v. 5).

Y Él les dijo: Por vuestra poca fe; porque en verdad os


digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a
este monte: «Pásate de aquí allá», y se pasará; y nada os
será imposible (Mateo 17:20).
Mateo 17 también usa esta afirmación sobre la semilla
de mostaza independientemente de cualquier referencia a la
oración. Aunque podemos suponer que la oración tuvo algo
que ver con el intento fallido de los discípulos de liberar al
muchacho poseído por un demonio, el pasaje no lo declara
de forma explícita. En cambio, Mateo usa la afirmación de
Jesús sobre la fe como una semilla de mostaza para acusar
a los discípulos de incredulidad al no poder exorcizar al
muchacho epiléptico.

Mateo también omite la afirmación sucinta de Jesús del


paralelo en Marcos 9:29 —«Esta clase con nada puede salir, sino
con oración»—, lo cual sería un paso extraño si hubiera querido
vincular la cantidad o calidad de la fe con la eficacia de la oración.

12 MOVER MONTAÑAS
Nuestra búsqueda de una conexión explícita entre la
fe y la oración nos lleva a las afirmaciones de Jesús cuando
maldijo la higuera (Marcos 11:23-24; Mateo 21:21-22). En estos pasajes,
el poder de la fe libre de dudas está al parecer conectado
con el resultado de la oración peticionaria.

La oración peticionaria es sencillamente la que pide algo a


Dios o le solicita que haga algo.

La composición de Marcos
La maldición de Jesús de la higuera ha dado mucho de qué
hablar. El filósofo inglés Bertrand Russell, autor de Why I Am
Not a Christian [Por qué no soy cristiano], afirma que la notable
falta de virtud que Cristo demostró con su exabrupto fue una
de las razones por las cuales lo consideraba una figura inferior
a Buda o Sócrates.1 Incluso entre los que tienen en más estima
al Nuevo Testamento, suelen usarse
palabras como «no edificante»,
«problemático», «reprensible»,
«insensato» e «irracional e indignante»
para describir lo que hizo Jesús en
ese caso; en especial, dado que «no
era tiempo de higos» (11:13). Sin duda, La manera en
la manera en que Jesús trató a un que Jesús trató a
árbol infructuoso le genera preguntas un árbol infructuoso
al lector curioso; en particular, en le genera preguntas
esta versión notablemente más al lector curioso.
larga de Marcos.
Mover montañas 13
Lo más notable en el relato de Marcos es la manera en
que Jesús visita la higuera dos veces en dos días, a diferencia
de la única vez en el relato de Mateo. La maldición inicial
(Marcos 11:12-14) viene antes de la demostración de Jesús en
el templo (11:15-19). Sin embargo, en Mateo, la maldición
de la higuera viene después de la limpieza del templo.
En Marcos, se redescubre el árbol marchito a la mañana
siguiente (11:20-21), y el incidente se usa como ocasión para
instruir respecto a la oración (11:22-26). El relato de Marcos se
desarrolla así: la higuera (11:12-14), el templo (11:15-19), la higuera
(11:20-21), la oración (11:22-26).

Jesús y el templo
La mayoría de los eruditos concuerdan en que Marcos
quería que sus lectores entendieran la conducta de Jesús
como una advertencia profética del fatídico destino
inminente del templo, sus sacerdotes e incluso Israel.
La maldición del árbol simboliza la condenación
del templo. Esta clase de imagen no es nueva dentro de
Marcos. El Antiguo Testamento suele usar la imagen
de la higuera; es el símbolo preferido para referirse al
pueblo de Israel. Además, la higuera estéril y marchita,
que representa una nación infiel que pronto será
derrotada por sus enemigos, es una imagen recurrente
en el Antiguo Testamento (Isaías 28:4; 34:4; Jeremías 8:13; Oseas 2:12;
Joel 1:7, 12; Amós 4:9; Nahúm 3:12; Habacuc 3:17). A menudo, el centro
de la infidelidad de Israel era su abuso de los servicios
del templo. No era inusual que los profetas usaran la
higuera marchita como advertencia de la destrucción del
14 MOVER MONTAÑAS
templo. Es más, el pasaje que se
cita en Marcos 11:17 es uno de
estos textos. Jesús citó al profeta
Jeremías, quien condenó a Judá por
pensar con hipocresía que la mera
asistencia al templo borraría la culpa La higuera
de su idolatría: estéril y marchita,
que representa
… «Oíd la palabra del Señor, una nación infiel
todos los de Judá, los que entráis que pronto será
por estas puertas para adorar al derrotada por sus
Señor» […]. Enmendad vuestros enemigos, es una
caminos y vuestras obras, y os haré imagen recurrente
morar en este lugar. No confiéis en el Antiguo
en palabras engañosas, diciendo: Testamento.
«Este es el templo del Señor, el
templo del Señor, el templo del
Señor». […] He aquí, vosotros
confiáis en palabras engañosas que no aprovechan […].
¿Se ha convertido esta casa, que es llamada por mi
nombre, en cueva de ladrones delante de vuestros ojos?
(Jeremías 7:2-4, 8, 11)

El extenso juicio continúa y, al final, Jeremías incorpora


una serie de imágenes que incluye la higuera marchita:

Para más ejemplos de imágenes de la higuera aplicadas a la


condenación del templo, ver Oseas 2:11-12; 9:10-17; Amós 4:4-13.
Estos juicios no se produjeron por los servicios del templo en sí, sino
por la apostasía de Israel y su posterior abuso del templo.

Jesús y la higuera 15
«Ciertamente los destruiré» —declara el Señor—;
«no habrá uvas en la vid, ni higos en la higuera, y la
hoja se marchitará; lo que les he dado, pasará de ellos».
(Jeremías 8:13)

Las advertencias sobre el templo infiel y las imágenes de


la higuera estéril presentan una asociación profética sencilla.
Como el templo era el corazón de la nación, no había
confusión al aplicar la imagen de la higuera tanto al templo
como a la nación. Lo que le sucedía al templo también le
sucedía a la nación, así como al sacerdocio y al liderazgo
del templo.

La higuera, el templo y la oración


Además de la relación de la higuera con el templo, Marcos
nos da otra relación para considerar. Cuando los discípulos
volvieron a encontrar el árbol marchito (11:20-21), fue la
ocasión perfecta para la enseñanza de Jesús sobre la
eficacia de la oración con fe (11:22-26). Esta nueva asociación
transforma la maldición de Jesús en un ejemplo de la oración
peticionaria, y el árbol marchito se convierte en su resultado
milagroso. Esta palabra de ánimo —«tened fe en Dios»
(11:22)— se refiere a las palabras anteriores de Jesús en 11:14:
«Nunca jamás coma nadie fruto de ti».
Jesús había hablado con fe, y la higuera se transformó en un
ejemplo de la oración eficaz de parte de alguien que cree que
todo es posible con Dios. El milagro de Jesús adquiere una
doble importancia simbólica, porque Marcos asocia la higuera
tanto con el templo como con la lección sobre la oración.

16 MOVER MONTAÑAS
La doble asociación de Jesús
crea una función doble para la
higuera: un aspecto negativo,
donde el árbol marchito simboliza
la futura destrucción del templo
de Jerusalén; y un aspecto positivo, El milagro de
donde el árbol también representa Jesús adquiere una
el poder de la oración que se
doble importancia
simbólica, porque
ofrece con fe.
Marcos asocia la
Antes de poder entender
higuera tanto con
bien el rol de la fe en la oración
el templo como
eficaz, es necesario reconocer
con la lección sobre
otro resultado de la manera
la oración.
en que Marcos relaciona estos
elementos. La higuera asocia el
rechazo del templo con la oración.
Se transforma en una «pinza metafórica que mantiene
[estas] dos ideas juntas».2 Jesús condena el templo por
no transformarse en una «casa de oración para todas las
naciones» (Marcos 11:17, citando Isaías 56:7).
Para Jesús, la presencia de un mercado en el patio
de los gentiles del templo demuestra que los líderes no
estaban cumpliendo con las responsabilidades que Dios
les había dado.
Al igual que una higuera llena de hojas pero sin
fruto, el templo, lleno de actividad sacerdotal, era puro
espectáculo, sin verdadero fruto para Dios.3 Como
consecuencia, el templo, que debía funcionar como casa
de oración para judíos y gentiles, pronto sería destruido
Jesús y la higuera 17
y reemplazado
(ver Marcos 13)
por una nueva comunidad de
oración que vendría de todas las
naciones (11:22-26).
La conexión entre el templo
¿Qué garantía y la oración sería crucial para los
podían tener los lectores de Marcos. El templo
discípulos de que era el lugar donde habitaba
Dios seguiría
Dios; por lo tanto, la oración
escuchando las
se solía ofrecer en dirección a
oraciones de
la ciudad capital. Se creía que la
su pueblo?
oración era más eficaz (si no
garantizada) porque Yaveh tenía
comunión con su pueblo en el
monte Sion. La oración de Salomón para dedicar el primer
templo (1 Reyes 8:22-61) enfatizó la conexión directa entre la
morada de Dios en el templo y la eficacia de las oraciones
de Israel:
… atiende a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Señor
Dios mío, para que oigas el clamor y la oración que tu
siervo hace hoy delante de ti; que tus ojos estén abiertos
noche y día hacia esta casa, hacia el lugar del cual has
dicho: «Mi nombre estará allí», para que oigas la oración
que tu siervo haga hacia este lugar. Y escucha la súplica
de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren hacia este
lugar… (1 Reyes 8:28-30)
Esta conexión entre el templo y la oración se
reitera en todo el pasaje (8:33, 35, 38, 42, 44, 48). La literatura
18 MOVER MONTAÑAS
religiosa producida durante el período del segundo
templo (el que conoció Jesús) siguió mostrando la
relación vital entre el templo y la oración. Es más,
esta conexión era tan importante que la destrucción
del templo en 70 d.C. hizo que algunos rabinos se
preguntaran si todavía era posible que Israel orara.
La destrucción del templo implicaba la retirada de la
presencia de Dios.

El rabí Eleazar (principios del siglo II) argumentó que, como


el templo había sido el medio principal de acercarse a Dios, su
pérdida implicaba que las puertas del cielo se habían cerrado:
«Desde el día en que fue destruido el templo, las puertas del
cielo se cerraron, como dice: "Aun cuando clamo y pido auxilio,
Él cierra el paso a mi oración"» (LAMENTACIONES 3:8). Eleazar también
dijo: «Desde el día en que el templo fue destruido, una pared de
hierro divide a Israel de su Padre en el cielo».4

Si el templo estaba conectado a la posibilidad misma de


orar, la advertencia de Jesús sobre su destrucción inminente
habría planteado la pregunta: Si el templo no está, ¿cómo
oramos? ¿Qué garantía podían tener los discípulos de que
Dios seguiría escuchando las oraciones de su pueblo?
Marcos presenta la respuesta de Jesús. Sus seguidores
están destinados a transformarse en la verdadera casa
de oración para todas las naciones; ellos constituyen el
nuevo templo.

Jesús y la higuera 19
1 Bertrand Russell: Why I Am Not a Christian and Other Essays on Religion and Related Subjects
(Nueva York: Allen & Unwin, 1957), 19.
2 Dowd, S. E., Prayer, Power, and the Problem of Suffering: Mark 11:22–25 in the Context of Markan Theology
(Atlanta: Scholars Press, 1988), 53.
3 Evans, C. A., Mark 8:27–16:20. Nashville: Nelson, 2001, 154; y Geddert, T. J. Mark. (Scottdale, PA: Herald, 2001) 266.
4 Babylonian Talmud, (Berakhot tractate 32b), 22.

20 MOVER MONTAÑAS
3
Mover montañas

E stas consideraciones del significado de


Marcos 11:22-24 nos recuerdan que, a menudo,
leer y entender la Escritura es más complejo de lo
que parece. No hay que sacar los pasajes de contexto, y
para comprender bien los trasfondos literarios, es necesario
entender el contexto histórico. Aunque la tarea de la
interpretación histórica puede parecer difícil, resulta en
una interpretación más clara y exacta de la Biblia, lo cual
hace que valga la pena el esfuerzo extra. Es más, esta clase
de tarea es inevitable para cualquiera que quiera estudiar la
Palabra de Dios y esté genuinamente interesado en conocer
lo que Dios nos pide y responder a ello.

21
Con este fin en mente, tenemos una «montaña» más
de contexto histórico que trepar antes de pararnos sobre
terreno firme para explorar la teología de Marcos sobre
la oración peticionaria. El espectáculo de las montañas
que saltan y se zambullen en el Mar Mediterráneo es
una representación dramática de «todas las cosas por
las que [oramos]» (11:24), si creemos y no dudamos (11:23).
Pero ¿cómo debemos interpretar esta imagen? ¿Cómo
explicamos semejante paisaje hiperactivo?
Muchos argumentan que la montaña que se mueve no
solo es una representación metafórica del poder de la fe;
también se refiere al monte del templo, el monte de Sion,
que sería quitado simbólicamente cuando Roma destruyera
el templo.5 Entonces, Jesús resalta el contraste entre lo
viejo y lo nuevo; la casa fallida de oración en Jerusalén
sería quitada para abrirle paso a una nueva casa de oración,
encarnada en la comunidad de sus discípulos.
Otros aducen que el movimiento de esta montaña
debe entenderse en el contexto de los antiguos debates
sobre los límites del poder divino. Hoy preguntamos si
sería posible que Dios creara una roca lo suficientemente
grande como para que Él no la pudiera levantar. En el
mundo antiguo, una pregunta similar era si Dios podía
crear una montaña demasiado pesada como para que Él la
moviera. La capacidad de Dios de desprender una montaña
era un lenguaje figurado que afirmaba su poder de hacer
lo imposible. Marcos resalta esta convicción en otra parte,
recordándole al lector que «todas las cosas son posibles
para Dios» (10:27; 14:36).
22 MOVER MONTAÑAS
Entonces, ¿cuál de las dos posibilidades ofrece una
mejor perspectiva sobre las palabras de Jesús? Sugiero
que nos quedemos con las dos. Después de todo, Marcos
usa la higuera como símbolo, tanto de la destrucción del
templo como del poder de la oración con fe. Por razones
similares, la montaña está conectada con la destrucción del
templo como así también con el poder de la oración que
cree. Que los discípulos le hablaran a esta montaña (11:23) se
compara a la fe de Jesús en Dios y su maldición a la higuera
(11:14, 21). En otras palabras, el mismo poder divino que
marchitó el árbol estéril y que destruiría el templo estaba
disponible para los discípulos que oraran. El significado
doble de la montaña presenta dos lecciones importantes
para los lectores de Marcos.
En primer lugar, le proporciona consuelo a una
comunidad cristiana perseguida. Sus oponentes principales
no podrán ser un estorbo permanente para su vida de
comunidad. Aunque los discípulos de Jesús podían
anticipar que recibirían la misma hostilidad expresada
contra su Salvador (Marcos 13:9; Mateo 10:17; Lucas 12:11; 21:12), la
destrucción del templo simbolizaba el poder de la fe de
los discípulos en Dios para superar cualquier oposición.
El resultado final de la «guerra de fe librada contra la
montaña de la incredulidad» no está en duda.6 Jesús dio
inicio a la era del cumplimiento, en la cual la llegada del
reino de Dios exige que se quite cualquier montaña que
bloquee el camino y que se allane todo valle (Isaías 40:3-5; 45:2;
49:11; 54:10; Zacarías 14:4-5).

Mover montañas 23
Al principio, la oposición a la iglesia surgió del
Sanedrín, encabezada por los sacerdotes y los líderes del templo
(HECHOS 4:1-22; 5:17-42; 6:12-15; 7:54-60; 22:5; 23:1-4, 14-15; 24:1; 25:15; 26:10, 21), pero después,
llegó a incluir toda la sinagoga (8:1-3; 9:23, 29; 12:1-4; 13:45, 50; 14:2-5, 19; 17:5-9, 13;
18:6, 12-17; 19:9, 33; 20:3; 21:27-36; 23:12-15; 24:9; 25:7, 24).

La segunda lección fluye de la primera. La fe en Jesús


pone a los discípulos en contacto con el poder milagroso
de Dios. Estamos invitados a orar con la confianza de
que todas las cosas son posibles para nuestro Creador.
Ninguna petición es demasiado grande. Ninguna necesidad
está fuera del alcance de la capacidad de Dios. El mismo
poder mediante el cual Jesús sanaba a los enfermos y
que lo levantó de la tumba está a disposición de la nueva
comunidad de Cristo.

No tenemos razón para dudar de que los milagros siguen


siendo posibles. Todo el que coloque límites arbitrarios y
naturalistas a lo que un discípulo puede esperar de manera
razonable de Dios en este mundo debería detenerse a considerar si
su Dios es la misma deidad a la que acudió Jesús cuando le dijo a la
higuera: «Nunca jamás coma nadie fruto de ti» (MARCOS 11:14).

5 Telford, W. R., The Barren Temple and the Withered Tree: A Redaction- Critical Analysis of the Cursing
of the Fig-Tree Pericope in Mark’s Gospel and Its Relation to the Cleansing of the Temple Tradition.
(Sheffield: JSOT Press, 1980) 110-115.
6 C. D. Marshall, Faith as a Theme in Mark’s Narrative, (Cambridge: Cambridge University Press, 1989), 169.

24 MOVER MONTAÑAS
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Dos condiciones

La fe
El tema de la fe es crucial en todas las enseñanzas de Jesús;
pero tiene una trascendencia especial en este pasaje. Su
importancia se resalta mediante la repetición de tres frases:
«tened fe en Dios» (Marcos 11:22), «no dude […] sino crea»
(11:23) y «todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed
que ya las habéis recibido» (11:24). Claramente, la fe es
esencial para la respuesta a la oración, pero ¿de qué manera?
Además, hay preguntas más esenciales que se presentan
aquí: ¿Qué es la fe? ¿Cómo se define? ¿Cómo podemos
reconocerla cuando la vemos? ¿O simplemente debemos
esperar y ver si nuestras oraciones reciben respuesta, y sacar
después nuestras propias conclusiones?
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Marcos 11:22 abre una caja de Pandora de preguntas
complejas sobre la fe. En primer lugar, este versículo es
notable porque la expresión que se traduce «tened fe en
Dios» es única en el Nuevo Testamento. Jesús les pide a
sus discípulos que coloquen su fe en el poder de Dios y
recuerden que el resultado de la oración depende de la
habilidad de Dios y no de la nuestra. Precisamente, aquello
que el discípulo debe creer sobre el poder de Dios es que,
para Él, «todas las cosas son posibles» (10:27; 14:36).
En primer lugar, al discípulo se le dice que crea ‘que aquello
que dice va a suceder’ (11:23), y, en segundo lugar, ‘que ya ha
recibido aquello’ por lo que ora y pide (11:24). En general, en
Mateo, Marcos y Lucas, el lenguaje de la fe significa confianza
o seguridad en el poder de Dios demostrado a través de Jesús o
sus discípulos (Mateo 8:10, 13; 9:28-29; Marcos 2:5; 5:34, 36; 10:52; Lucas 1:45; 17:19;
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comp. Hechos 27:25; Romanos 4:17-21). El incentivo a creer se refiere a la

realidad de que Dios tiene el poder de cumplir lo que pedimos.


En otras palabras, la oración cristiana presupone una
cosmovisión específica que afirma que, si ciertas oraciones
no reciben respuesta, no se debe a que sobrepasen la
capacidad de Dios. Cuando oramos, debemos acercarnos a
Dios con confianza, creyendo que, para Él, «todas las cosas
son posibles». Él es el Creador que puede reiniciar cualquier
cosa que se haya detenido, darle fin a algo que ya comenzó
o redirigir alguna cosa que esté en proceso. En este
contexto, la fe requiere abrazar la convicción —en especial,
en oración— de que Dios todavía puede obrar milagros.
Las posibles respuestas no se ven afectadas por el
volumen ni la fuerza de nuestra fe. Esto se evidencia por
26 MOVER MONTAÑAS
dos razones. En primer lugar, traducciones que expresan
Marcos 11:22 como una afirmación condicional —«Si
tienen fe en Dios»— siguen una traducción menos probable
del griego original. Las pocas traducciones que lo redactan
así pueden estar influenciadas por Lucas 17:6. Además,
la frase que sigue en Marcos 11:23 empieza con «en
verdad» o «de cierto», según la versión. Juntas, estas dos
consideraciones indican que Jesús no dijo: «Si tienen esa
clase de fe, entonces sus oraciones recibirán respuesta». En
cambio, exhorta con franqueza: «¡Tengan fe en Dios! Oren.
¡Recibirán respuesta!». El volumen o la calidad de la fe no es
lo que importa.

La condición de la duda
De manera similar, la referencia a la duda en Marcos 11:23
no establece una conexión entre las posibles respuestas y
la calidad de la fe. Jesús dice: «no dude en su corazón, sino
crea». El «sino» sirve para relacionar los dos verbos («dude»
y «crea») como alternativas. El mandamiento es «no A, sino
B». En otras palabras, elige. Puedes tener A o B, la duda o
la fe, pero no las dos cosas a la vez. En este contexto, no se
sugiere que la fe y la duda constituyan diversos grados de
nuestra convicción. Tener fe es negarse a dudar.
La frase «no dude» no describe una especie fuerte de
fe, una fe lo suficientemente sólida para ver milagros, a
diferencia de una fe débil que es asediada por la duda y no
puede verlos. En cambio, no dudar es la definición misma de
la fe. Una fe dispuesta a pedir milagros, por más que lo haga
tentativamente, es la que, un día, verá milagros.
Dos condiciones 27
El que duda sospecha que Dios
no tiene el poder para hacer lo
imposible. Permitir que las dudas
moldeen nuestra conducta es
rechazar la cosmovisión que enseñó
Permitir que las Jesús. En consecuencia, el que duda
dudas moldeen no ora… o, al menos, no le pide
nuestra conducta milagros a Dios. Después de todo,
es rechazar la
muchas personas oran a diario, pero
cosmovisión que
no parecen tener confianza en la
enseñó Jesús.
capacidad de Dios —o, al menos,
en su disposición— de actuar de
maneras que superan el orden
natural de las cosas. Según Marcos 11:22-24, estas oraciones
no son de fe, sino de duda. Las oraciones que no anticipan
al menos la posibilidad de un milagro son oraciones
pronunciadas con incredulidad.

¿Hay alguna garantía?


No deberíamos ignorar las dos promesas que garantizan
una respuesta afirmativa de Dios a la oración fiel, en
Marcos 11:23-24. Al parecer, en cada versículo, se le ofrece a
todo el que pide con fe la posibilidad de respuestas milagrosas
a cualquier oración: «… cualquiera que diga a este monte:
“Quítate y arrójate al mar”, y no duda en su corazón sino cree
que lo que dice va a suceder, le será concedido. Todo lo que
pidan en oración, crean que ya lo recibieron, y les será hecho»
(mi traducción). ¿Acaso estas palabras no nos aseguran que,
siempre y cuando pidamos algo con fe genuina, cualquiera
28 MOVER MONTAÑAS
puede pedir lo que sea, y a esa persona se le garantiza una
respuesta positiva de parte de Dios? Por cierto, eso parecería.
Las advertencias que intentan moderar esta promesa
tan generalizada han sido desenmascaradas como lecturas
ilegítimas del pasaje. No hay ninguna cláusula condicional
(si…, entonces), ninguna evaluación de una fe mayor o menor
(con o sin duda), sino tan solo la promesa directa de que Dios
seguirá haciendo lo imposible para aquellos que creen y piden.
Es cierto, muchas personas han buscado con desesperación
una intervención sobrenatural en sus vidas y han quedado
amargamente desilusionadas. Entonces, ¿cómo debemos
entender esta garantía aparentemente indiscriminada de
que las oraciones por milagros siempre recibirán respuestas
positivas? Hay varios factores que considerar.
En primer lugar, tal vez la manera simplista de la
afirmación es un recurso retórico para resaltar la seriedad
de cultivar la fe en las posibilidades divinas; en particular,
frente a nuestra tendencia a la incredulidad. Las imágenes
concretas de la montaña y la higuera se han transformado
a veces en metáforas para la realidad más amplia de que
Dios todavía habita en este mundo, se mueve e incluso
reacomoda el mobiliario de vez en cuando. La higuera
marchita ilustra la promesa de mover una montaña
específica; una imagen que sugiere la intensidad con la
cual los creyentes deberían esperar milagros. De la misma
manera, la aparente garantía de que toda montaña se moverá
por cualquier oración es un estímulo a esperar milagros, sin
importar cuántos picos rocosos debamos escalar. El cinismo
es el enemigo de la fe, lo que pudre la raíz de la oración.
Dos condiciones 29
En segundo lugar, las garantías enfáticas de Marcos
11:23-24 están conjugadas en futuro. No es inusual que
el futuro («sucederá») se use como imperativo («debe
suceder»). Es más, es la manera en la que solemos leer estos
pasajes. Pero también podemos leerlos como están escritos,
en futuro. Una manera posible de entender esta promesa es
que Marcos les recuerda a sus lectores que el cumplimiento
final de todas las promesas milagrosas de Dios aguarda el
cumplimiento de su reino. Después de todo, el contexto
de esta promesa de intervención divina se encuentra en la
irrupción del reino de Dios, el comienzo del «final de los
tiempos» con Jesús y su inminente muerte.
La muerte de Jesús demostró que, a veces, la montaña
aplasta antes de ser quitada. Se quitará, pero todavía no.
Los milagros no siempre suceden como esperábamos. A
menudo, las promesas de fe aparecen como imágenes
difusas en el horizonte de un mañana distante. Nuestras
peticiones fueron oídas y respondidas, pero la llegada de
las respuestas pertinentes está sujeta al tiempo del reino
del «ya está hecho, pero todavía no» de Dios: Jesús vino,
pero aún vendrá; trajo el fin, pero todavía aguardamos el
fin; trajo la salvación, pero esperamos ser completamente
salvos. Ora pidiendo milagros, creyendo que Dios escucha
tus peticiones y las responde, pero recordando que algunas
respuestas llegarán antes que otras… algunas, en esta vida; y
otras, al final de los tiempos.
Algunos rechazarán estas sugerencias, insistiendo en
que los verbos retienen el sentido imperativo y que se
trata de una promesa de respuestas presentes. Sin embargo,
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esta perspectiva nos deja con las preguntas frustrantes de
oraciones que aparentemente no tienen respuesta y de
milagros que nunca llegan: ¿Cómo encajan las garantías
de Marcos 11:23-24 en la experiencia real del creyente?
¿Acaso alguno puede afirmar con sinceridad que ha recibido
todos los milagros que pidió? ¿Hizo alguna diferencia que
nos desesperáramos?
Las respuestas definitivas a tales preguntas requieren
que primero miremos las conexiones entre la fe, la oración
y la voluntad divina; en especial, como se desarrollan en el
ministerio de Jesús. Su vida nos ofrece el mejor ejemplo de
existencia humana dirigido por fe en la capacidad de Dios
de realizar lo imposible.

[
No, no intenté explicarle estas cuestiones interpretativas
a mi amigo Gary cuando confesó, durante mi clase de
estudio bíblico, que su optimismo de recibir respuesta a sus
oraciones de sanidad estaba disminuyendo. Tal vez tendría
que haberlo hecho, pero lo dudo. Él seguía orando; todavía
creía en el poder de Dios para hacer milagros, y yo no podía
saber lo que Dios tenía planeado para el futuro. Si hubiera
detectado algún rastro de agotamiento espiritual o cinismo
canceroso sobre la oración, me habría sentido más inclinado
a hacerlo. Porque estos son los peligros principales de la
típica malinterpretación que hizo Gary de este pasaje. La
oración no es mágica y no hay una promesa generalizada,
Dos condiciones 31
ninguna fórmula de fe ni garantía de que Dios vaya a
conceder todas nuestras peticiones si tan solo el que ora cree.
Espero que esto quede claro.
Según Marcos 11:12-26, la oración es la expresión de
la fe, y la fe es el único medio de relacionarnos con Dios.
La manera en que una persona habla con Dios y lo que
está dispuesta a pedirle reflejan la realidad o la ilusión del
compromiso de fe de esa persona.
Los líderes incrédulos del templo de la época de Jesús
fueron reemplazados por discípulos tenaces y llenos
de fe. Nosotros, como miembros de la iglesia cristiana,
jamás resignaremos la fe verdadera en Jesucristo. Nunca
dejaremos de creer que el Padre de nuestro Señor nos
hizo miembros de la familia de Dios. No hay oposición de
ninguna clase —religiosa o secular— que pueda evitar que
avance el círculo cada vez más amplio de salvación que va
envolviendo al mundo a través del reino invencible de Dios.
La expresión principal de esta fe es la oración constante
para que nuestro Padre celestial obre de la manera en que
solo Él puede hacerlo; la oración que se ofrece sabiendo que
cada momento puede traer el milagro tan esperado. Tal vez
no podamos predecir resultados particulares, pero sí vivimos
como aquellos que saben que nuestro Padre celestial «es
poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de
lo que pedimos o entendemos» (Efesios 3:20).

7 Rudolph Bultmann, “∏ ιστεύω” Vol. 6 en Theological Dictionary of the New Testament. Editado por
G. Kittle y G. Frriedrch. Traducido por G. W. Bromily, (Grand Rapids, Eerdmans, 1968), 206.

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