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Índice

 La educación en adultos.

 La educación no formal.

 El marco de lo no formal en educación d adultos. Del libro blanco


(1986) Alalogse (1990).

 Direcciones en la educación no formal.

 Andragogía.
 Concepción personal del aprendizaje.
 Rol de la experiencia.
 Orientación e la aplicación del aprendizaje.
 Aprendizaje orientaos con propósito.
 Motivación intrínseca.

 La andragogía como ciencia de la educación.

 Conclusión.

 Bibliografía.
Introducción

En este trabajo hablaremos sobre el concepto dela educación de


adultos, la educación no formal de adultos y más detalles
relacionados a este tema.

También se encuentran pequeños párrafos y esquemas que


contienen información sobre la andragogía y sus inicios.

Sobre la andragogía encontrara el año de sus primeras referencias,


quienes fueron los primeros en presentarlas y la introducción de esta
a nuestro sistema educativo.
Espero que esta información sea de ayuda para aquellas personas
interesadas en este tema.
La educación de adultos.

Cuando pensamos en educación, generalmente la asociamos con


la educación formal de niños, adolescentes y jóvenes. Si bien ellos
son los principales beneficiarios de la educación según el derecho
internacional de los derechos humanos, a los adultos también se los
reconoce como titulares de derechos. El derecho a la educación es
como todos los derechos humanos, es universal y se aplica de todas
las personas, independientemente de su edad.
Según el derecho internacional, los objetivos de la educación
incluyen “el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido
de su dignidad” y “capacitar a todas las personas para participar
efectivamente en una sociedad libre”. La educación de los niños no
basta para alcanzar estos objetivos (ni los otros objetivos de la
educación bajo el derecho internacional). Por lo tanto, el derecho a la
educación reconoce la importancia de la educación como un proceso
de toda la vida. Los primeros años son fundamentales para este
proceso, donde cada nivel de educación sienta las bases para la
educación posterior a lo largo de toda la vida de la persona.
El aprendizaje y la educación de adultos es un componente
básico del derecho a la educación y el aprendizaje a lo largo de toda
la vida. Comprende “todas las formas de educación y aprendizaje
cuya finalidad es lograr que todos los adultos participen en sus
sociedades y en el mundo del trabajo. Designa el conjunto de todos
los procesos educativos, formales, no formales e informales, gracias a
los cuales personas consideradas adultas por la sociedad a la que
pertenecen desarrollan y enriquecen sus capacidades para la vida y el
trabajo, tanto en provecho propio como en el de sus comunidades,
organizaciones y sociedades.” (Recomendación sobre el aprendizaje y
la educación de adultos, UNESCO [2015] párrafo 1).

Los adultos entran (o vuelven) al sistema de educación por


varios motivos. Por ejemplo, para:
 Reemplazar la enseñanza primaria o secundaria que no tuvieron o
que abandonaron;
 Adquirir habilidades básicas de educación, como la lectura, escritura
y aritmética;
 Adquirir formación y conocimientos profesionales con miras a
adaptarse a las nuevas condiciones del mercado de trabajo o para
cambiar de carrera o para el desarrollo profesional permanente;
 Seguir aprendiendo como parte del desarrollo personal o por placer;
 Participar plenamente en la vida social y en los procesos
democráticos.
Además de los beneficios conseguidos de lo arriba mencionado, la
educación de adultos también ayuda a:
 Gozar de otros derechos humanos como, por ejemplo, el derecho al
trabajo, a la salud y a participar en la vida cultural y en los asuntos
públicos;
 Capacitar a los adultos económica y socialmente marginados a
entender, cuestionar y transformar, mediante la conciencia crítica,
los motivos de su marginación, incluido salirse ellos mismos de la
pobreza;
 Desarrollar las habilidades y los conocimientos necesarios para
participar en la sociedad;
 Facilitar la ciudadanía activa.
El aprendizaje y la educación de adultos tiene también
beneficios económicos, sociales, políticos y culturales más amplios,
especialmente reconocidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible (2015), que contiene varios objetivos relativos a la
educación de adultos y cuenta con el compromiso de todos los
Estados.
Sin embargo, a pesar de los compromisos asumidos por los
Estados, se han descuidado los esfuerzos por implementar y hacer
realidad el derecho a la educación de los adolescentes, los jóvenes y
los adultos.
Este fracaso en implementar plenamente la educación de
adultos agrava la marginación histórica, porque los que más se
beneficiarían de la educación de adultos son precisamente los que no
recibieron una enseñanza primaria o secundaria.
Actualmente, la educación de adultos, particularmente la
educación no formal, incluidos los programas de alfabetización, suele
ser el nivel de educación que más déficit acusa en su financiamiento.
Son muy pocos los países que gastan el tres por ciento recomendado
de su presupuesto nacional de educación en los programas de
alfabetización y educación de adultos (UNESCO [2016] Reading the
Past: Writing the Future). Por consiguiente, el aprendizaje y la
educación de adultos generalmente no es gratis, lo cual actúa como
una barrera prohibitiva del acceso a la educación de adultos o es una
carga financiera para los adultos que ya son marginados y tienen que
pagar para acceder a una educación que anteriormente les fuera
denegada.
Un elemento fundamental del derecho a la educación es que
debe ser accesible a todos, razón por la cual la enseñanza primaria y
secundaria inferior son generalmente gratuitas. El mismo principio se
aplica a la educación de adultos. Sin embargo, para los adultos es
diferente porque, además del Estado, existen proveedores privados
(que ofrecen desde clases de yoga y cocina hasta clases de
computación), las compañías capacitan y entrenan a su personal, las
organizaciones comunitarias crean oportunidades de aprendizaje
para sus miembros y la Red ofrece toda una gama de programas de
aprendizaje gratuitos (COMA) y pagados. Una responsabilidad clave
de los Estados es establecer un marco legal y regulador que garantice
el acceso a oportunidades de aprendizaje y educación de adultos,
especialmente para personas de grupos marginados. Además, los
Estados tienen obligaciones bajo el derecho internacional de los
derechos humanos en lo que concierne a ciertas formas de
aprendizaje y educación de adultos.
La educación no formal

(ENF) hace referencia a todas aquellas actividades que se llevan


a cabo fuera del ámbito escolar, así mismo pretendiendo desarrollar
competencias intelectuales y morales de los individuos. Se entiende
como "educación no formal" al conjunto de procesos, medios e
instituciones específicas y diferencialmente diseñados, en función de
explícitos objetivos de formación o de instrucción, que no están
directamente dirigidos a la provisión de los grados propios
del sistema educativo reglado". (Trilla, 1998:30)
La educación no formal es un tipo de educación que va a
comprender todos los procesos y prácticas que involucren a un grupo
social heterogéneo, pero cuya estructura institucional no certifica
para ciclos escolarizados, es decir, que tiene una intencionalidad
educativa y una planificación del proceso enseñanza-aprendizaje,
solamente que esta va a ocurrir fuera del ámbito de la escolar.

EL MARCO DE LO «NO FORMAL» EN EDUCACIÓN


DE ADULTOS: DEL LIBRO BLANCO (1986) ALALOGSE
(1990).

El Libro Blanco de Educación de Adultos (1986) a pesar de su


redacción un tanto descoordinada y repetitiva, y a pesar de que
presagiaba una «Ley marco estatal» sobre la Educación de adultos -
olvidada por el momento- ha supuesto un avance notable respecto a
la configuración del «nuevo modelo de educación de adultos». No es
el momento aquí para su análisis y críticas sino recordar algunas
ideas innovadoras que profundizan en la necesidad de una educación
no formal para adultos.
En primer lugar la ruptura con una concepción escolarizada y
compensadora de Educación de Adultos (E.A.), la comprensión de
que abarca todos los niveles y no solo la «educación básica» situando
la(E.A) en el marco de la Educación permanente, su enfoque
descentralizado, coordinado y planificado, si bien ello siga siendo más
un proyecto que realidad. En segundo lugar, lo que nos interesa
particularmente destacar no son tanto sus objetivos (desarrollo
personal-creatividad, cultura ocio-desarrollo económico en relación
al mundo laboral, desarrollo cultural y participación social) cuanto su
dimensión territorial. Las actividades de formación, sobre todo en
edad adulta, solo tiene sentido si se orientan a dar respuesta a los
problemas presenten en el territorio como ambiente tanto natural
como físico, social y cultural. Ello determina que el objetivo básico de
la futura E.A. es definir un subsistema en todas sus modalidades:
formal, no formal.
La educación de adultos tiene así un doble carácter de carácter
general y técnico. Respecto al primero, que particularmente nos
interesa, se hace referencia a la formación general considerada en
dos perspectivas. La primera desde los aspectos de la formación
«formal o reglada» que imparte cursos compensatorios o de
nivelación reconocidos oficialmente por el M.E.C. La segunda desde
los aspectos de la formación no formal o no reglada mediante
actividades de cursos o cursillos en áreas de conocimiento no
reconocidas oficialmente. Existen aquí diversas iniciativas y
actuaciones por parte de las Universidades Populares, Centros
Sociales, Aulas de la Tercera Edad, etc...
Por su parte la LOGSE (1990), cuyo título tercero, ha venido a
ser una breve y limitada síntesis de lo que debería ser la Ley marco,
explícita los principios y grandes líneas de la futura educación de
adultos tanto a nivel de objetivos (51.2) retomados del libro Blanco,
en el contexto metodológico referencia al autoaprendizaje en la
enseñanza presencial y a distancia (51.4-53.3) como a nivel
organizativo plasmado en dos principios básicos: primer principio de
intervención de la administración educativa para garantizar la
formación de las personas adultas «personal y profesionalmente» y
desarrollar aquellas pruebas correspondientes a las titulaciones
establecidas (art. 52); segundo principio de colaboración entre
administraciones educativas y administraciones públicas así como la
asignación de convenios de colaboración con universidades,
corporaciones locales y otras entidades públicas y privadas (art.
51.1/54.2). El principio básico de la educación permanente es quien
debe guiar la educación de adultos y, aunque se delinea un programa
de carácter compensatorio «para aquellos grupos o sectores sociales
con carencias y necesidades educativas o con dificultades para su
inserción laboral» (51.3), se establece también un desarrollo flexible
y la inclusión de la educación de adultos en los niveles no obligatorios
(53.3-4-5).
En síntesis podemos decir que la nueva educación de adultos
pretende tanto extender la dimensión formal, que debe abarcar
todos los niveles educativos, como sobre todo potenciar la educación
no formal. La puesta en acción de aspectos programáticos
innovadores (del distrito educativo como espacio territorial que
interrelacione la educación de adultos con los recursos existentes en
el área de salud, cultura, ambiente, conecte la educación de adultos
con los agentes institucionales y sociales), permite determinar no
solo una «visión comunitaria» de la educación de adultos sino sobre
todo una dimensión en la que, en parte, las acciones formales pero
sobre todo los aspectos informales tienen una importancia decisiva.

DIRECCIONES EN LA EDUCACIÓN NO FORMAL DE


ADULTOS
El ámbito de la praxis de la Educación no formal de adultos, es
múltiple y variada. Como indica Diez Hochleitner, R. (1991, p. 17) en
la década pasada se ha desarrollado una amplia gama de actividades
de educación de adultos bajo la denominación de «educación no
formal». En su opinión la educación y el entrenamiento profesional
de adultos «se han llevado a cabo tanto sobre el plano cultural como
sobre el plano técnico, a diversos niveles de sofisticación, campañas
de alfabetización, programas de desarrollo comunitario y rural,
universidades de la tercera edad, universidades a distancia, cursos de
formación en servicio y de reciclaje en centros educativos o en los
propios centros de producción, casas de cultura, bibliotecas etc..»
Todo ello nos indica que no resulta fácil estructurar el amplio
conjunto de acciones en las cuales se implican a veces los procesos
no estrictamente «no formales» sino las acciones formales o las
situaciones de carácter «informal».
Desde un punto de vista sintético podemos decir la educación no
formal de educación de adultos se ha situado fundamentalmente en
tres direcciones que no son mutuamente excluy entes:
1) acción crítico-liberadora que ha tenido su punto de arranque en
los años 70 a través de la concepción política de Freiré (Educación
como concienciación) y su propia praxis de acción en el desarrollo de
los procesos de alfabetización. Se ha desarrollado en múltiples
experiencias de «Educación Popular» que fundamentalmente han
arraigado en la educación de adultos iberoamericana y en tradiciones
y organizaciones de carácter «popular» de nuestro continente.
2) proyecto «ciudad educadora» que desde las primeras propuestas
del informa «Faure» («Hacia una ciudad educadora») ha implicado
toda una acción educadora de adultos de carácter «territorial». La
educación de adultos se «ha territorializado», ha tomado un carácter
«distritual» y se ha implicado en os problemas de un espacio definido
con experiencias y acciones pedagógico-políticas muy diversas. Las
experiencias italianos con sus distritos educativos «bien definidos»
(ley de 1974) han configurado «un sistema formativo integrado y
policentrico». Municipios y «Regiones» han implicado con vistas al
desarrollo de una educación permanente que contribuya a la
democratización de la educación, a estructurar todos los recursos
disponibles de la «ciudad» en una acción formativa integrada, a
extender, ofrecer la información sobre «la formación disponible»
para hacerla accesible a todos los ciudadanos. La importancia de la
acción municipal en educación de adultos ha cobrado una
importancia grande (Colom, A. (1985) pp. 35-54; Vallespir, J., 1987,
pp. 183-204) con la proyección y constitución de consejos
municipales de educación de adultos. El propio «Libro Blanco»
orienta la «nueva educación de adultos» en esta perspectiva (pp. 144
ss).
3) perspectiva «andragónica» entroncada con los primeros trabajos
de Knowles (Informal Adult Education, 1950) y posteriores revisiones
(The Modern Practice of Adult Education 1970). Ha tratado de
orientar la acción educativa con los adultos en nuevo modelo de
aprendizaje que implica un curriculum en base a diseño de
programas específicos y que no se encierra en un «espacio cultural»
sino que es válido en diversos contextos, en diversos países. Ofrece a
los educadores de adultos una identidad profesional, una
justificación de su acción y «existencia» separada «respecto a la
educación escolar» (formal).
Esta línea de acción ha tenido su desarrollo posterior en nuevos
programas «andragógicos» para los educadores de adultos con el
objeto de fomentar la «autodirección con el nuevo idea de
«conciencia crítica» despolitizada en el sentido que analíticamente
expresa Tennat, M. (1991, p. 162): «en sus escritos hay implícita una
tradición liberal: unos individuos más perceptivos y mejor educados
(...) producen, como arte de magia, una sociedad más justa y
equitativa».
Andragogía.
La primera referencia a este término aparece en el año 1833 en
el libro “Las Ideas Educacionales de Platón”, del profesor alemán
Alexander Kapp, quien plantea que el aprendizaje no sólo tiene como
fuente al profesor sino también a la auto-reflexión y a la experiencia
de vida. Aún cuando Kapp no desarrolla una teoría, plantea la
andragogía como una necesidad práctica para la educación de
adultos.

El término Andragogía fue introducido por Malcom Knowles en


USA en 1984. De acuerdo al autor, se refiere “al arte de enseñar a los
adultos a aprender”.

En su libro editado en 1989 describe las circunstancias que le


llevaron a utilizar esta terminología: “Mientras conducía una
experiencia en la universidad de Boston en 1967, se me acercó un
educador yugoslavo, Dusan Savicevic, para decirme: Malcom, estás
predicando y practicando Andragogía. Le repliqué: Cualagogía?, por
cuanto nunca antes había oído ese término. Entonces me explicó que
había sido acuñado por Alexander Kapp 34 años antes".

De acuerdo a Knowles, el aprendizaje del adulto se sustenta en


2 atributos principales:

Los aprendices poseen autonomía y la capacidad de dirigir el


sentido del aprendizaje.

El profesor pasa a ocupar un rol de facilitador del aprendizaje en


vez de ser un transmisor de información, otorgando un mayor énfasis
a la opción del aprendiz de elegir sus propios requerimientos más
que ceder al control del experto.
La andragogía no es presentada por Knowles como una teoría
con base empírica sino tan sólo como un conjunto de cinco
asunciones:

 Concepción personal del aprendizaje:

Durante el proceso de maduración del individuo, el concepto de sí


mismo transita desde una condición dependiente a una condición
auto-dirigida.

El adulto es capaz de establecer sus propias necesidades de


aprendizaje y de encontrar los medios para alcanzarlas.

 Rol de la experiencia:
El adulto va adquiriendo una creciente experiencia la cual
constituye una importante fuente para el aprendizaje.

La experiencia previa constituye una base de sustento para el


nuevo aprendizaje el cual se consolida en forma más significativa.
Además, crea un adecuado contexto para la adquisición de
conocimiento y habilidades.

 Orientación a la aplicación del aprendizaje:


El interés de un adulto en aprender está fuertemente ligado con
el desarrollo de tareas relacionadas con su rol social.

Los adultos otorgan más valor a los aprendizajes que se vinculan


con aquellas demandas inherentes a su quehacer en la vida cotidiana.
 Aprendizajes orientados (con propósito):
En la medida en que el individuo madura modifica su perspectiva
del aprendizaje, transitando desde su aplicación futura a su
aplicación inmediata.

Por ello, en el adulto el aprendizaje está más centrado en


problemas concretos que centrado en el tema.

Los adultos valorizan más el aprendizaje que puede ser aplicado a


las situaciones reales que les toca enfrentar.

 Motivación intrínseca:
Los adultos tienen una mayor tendencia a estar motivados por
factores autónomos: el íntimo deseo de encontrar soluciones y
alcanzar metas personales, más que obtener incentivos externos y
gratificaciones.

La andragogía se guía por tres principios: Participación, flexibilidad y


horizontalidad, los cuales deben estar presentes en una educación
efectiva para adultos.
Por participación se entiende que el adulto posee experiencias de
vida que aportan tanto al aprendizaje propio como también del resto,
por lo que la interacción y toma de decisiones conjuntas entre
alumnos y maestros facilita y enriquece el proceso.
Los adultos tienen una gran cantidad de responsabilidades en su vida
y la educación debe adaptarse a ellas por lo que debe ser flexible y
ajustarse a horarios y experiencias previas que lo formaron. No por
nada la educación a distancia está entre las técnicas más comunes en
la andragogía.
La teoría andragógica considera clave la horizontalidad ya que
alumno y maestro son adultos que deben ser vistos como iguales. El
profesor conocido como andragogo es un guía del aprendizaje y no
un ser jerárquico.

La Andragogía como ciencia de la educación

Es hasta después de la II Guerra Mundial que se inicia una discusión


seria sobre el aprendizaje y el desarrollo de los adultos. El término
andragogía se usó para distinguir entre la teoría del aprendizaje de
adultos y la teoría del aprendizaje de adolescentes, conocida como
pedagogía. El término lo hizo popular Malcom Knowles en su trabajo
clásico “La Práctica Moderna de la Educación a Adultos”.
Se hace necesario buscar nuevas formas de activar la meta cognición
en la edad adulta y de ello se encarga la Andragogía que es la
disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del adulto, a
diferencia de la Pedagogía que se aplica a la educación del niño. De
una manera muy sucinta podría decir que "Andragogía es al adulto,
como Pedagogía al Niño". El niño se somete al sistema, el adulto
busca el conocimiento para su aplicación inmediata que le permita
redituar en el menor tiempo, existiendo la clara conciencia de buscar
ser más competitivo en la actividad que el individuo realice, más aún
si el proceso de aprendizaje es patrocinado por una organización que
espera mejorar su posición competitiva, mejorando sus
competencias laborales, entendiendo como competencias al
conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes
orientadas a un desempeño superior en su entorno laboral, que
incluyen tareas, actividades y responsabilidades, que contribuyen al
logro de los objetivos clave buscados.
La Andragogía es un proceso continuo de excelencia conlleva la
misión final, de proveer un mejor nivel de vida personal y laboral del
discente. Conceptualmente no es tan nueva como parece. Alexander
Kapp, maestro alemán utilizó el término Andragogía por primera
ocasión en 1833, al intentar describir la práctica educativa
que Platón ejerció al instruir a sus pupilos que eran joven y adulto. A
principios del siglo pasado, alrededor de 1920, Eugen Rosenback
retoma el concepto para referirse al conjunto de elementos
curriculares propios de la educación de adultos, entre estos, filosofía,
profesores y metodologías a utilizar.
La difusión del término inclusive dentro del núcleo de facilitadores ha
sido muy limitada, aunque el concepto ha sido de una u otra manera
aplicado con muchas limitaciones que han sido equilibradas más por
la praxis que por los sustentos científicos esbozados por los
eruditos. Eduard C. Lindeman (1885-1953) es otra de las grandes
figuras en la generación de conceptos de la educación para adultos y
en la formación del pensamiento de la educación informal. Fue el
primer norteamericano en utilizar el término en dos de sus
escritos. Malcolm S. Knowles, (1913-1997) es considerado como el
padre de Educación de Adultos. Introdujo la teoría de andragogía
como el arte y la ciencia de ayudar a adultos a aprender. Consideraba
que los adultos necesitan ser participantes activos en su propio
aprendizaje.
Knowles expresaba que los adultos aprenden de manera diferente a
los niños y que los entrenadores en su rol de facilitadores del
aprendizaje deberían usar un proceso diferente para facilitar este
aprendizaje. Para Knowles, hay cinco factores que detallamos más
abajo, que diferencian a los adultos de los niños. En su obra La
Práctica moderna de educación de adultos: "Andragogy Versus
Pedagogy" de 1970, presentó su Modelo andragogical. La Unesco
retomó el concepto en sustitución de la expresión de Pedagogía para
adultos, bajo el interés por el proceso de la formación y de la
educación permanente de hombres y mujeres adultas, de manera
diferencial a la formación del niño y el adolescente.
Los procesos andragógicos estimulan el razonamiento, promueven la
discusión constructiva de las ideas, favoreciendo al diálogo, origina
puntos de vista, ideas e innovaciones y al mismo tiempo conduce a
replantear propuestas como resultado de la confrontación de saberes
individuales y de conclusiones grupales.
La forma de cómo aprenden los adultos es un concepto fundamental
que debe manejar el especialista de capacitación a la hora de diseñar
cursos e impartirlos. Asimismo, el concepto de andragogía se
complementa con otros conceptos importantes como es el ciclo de
aprendizaje basado en la experiencia y las diferencias de los
participantes en cuanto a su estilo particular de aprender, para poder
brindar una capacitación realmente efectiva.
Conclusión
De estos temas pude aprender que la andragogía es algo
totalmente necesaria, que es un proceso de aprendizaje del ser
humano que nunca acaba y que es un proceso ininterrumpido
que inicia desde el nacimiento hasta la muerte.

También que nuestro sistema educativo está dirigido en gran


medida a la juventud y pobremente hecho para cumplir las
necesidades de los adultos mayores de 35 años de edad.

A mi pensar si se le diera más importancia a la andragogía sería


algo muy beneficioso para la sociedad que las personas adultas
se sentirían más necesarias para la sociedad; incluso evitaría que
las personas que ya no pueden laborar por la edad se
enfermaran menos.
Bibliografía

https://www.ecured.cu/Andragog%C3%ADa

http://www2.udec.cl/ofem/recs/anteriores/vol322006/esq32.pdf

https://www.monografias.com/trabajos61/educacion-no-
formal/educacion-no-formal.shtml

https://www.cosasdeeducacion.es/que-es-la-educacion-no-formal/

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