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REFLEXIONES SOBRE SOSTENIBILIDAD,

CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN
Y MEDIO AMBIENTE
2006

Profesor Albert Allen Bartlett

Revisión acortada de la versión impresa

Fue publicada por primera vez en


Population & Environment, Vol.16, nº 1, (9 de 1994), Págs. 5 a 35
Editor: Dr. Virginia Abernethy, AA-2206 MCN, Department of Psychiatry,
Vanderbilt University Medical School, Nashville, TN, 37232
(615) 322-6608 FAX(615)343-8639

A petición del editor, esta versión revisada fue publicada en


Renewable Resources Journal, Vol. 15, No. 4, invierno 1997-98, Págs. 6-23
Renewable Natural Resources Foundation, 5430
Grosvenor Lane, Bethesda, MD, 20814
(301) 493-9101 FAX (301) 493-6148

A petición del editor, esta versión revisada fue publicada en


Focus, Vol. 9, nº 1, 1999, Págs. 49-68
Carrying Capacity Network, 2000 P Street, NW, Washington D.C. 20036-4548
(202) 296-4609 ccn@us.net

Por invitación del editor, esta revisión fue republicada en la antología


“Getting to the Source; Readings on Sustainable Values,”
William Ross McCluney, Editor; SunPine Press, Cape Canaveral, Florida, 2004
Recogido en capítulo 16 que contiene el título adicional “The Great Challenge.”
Págs. 165-205

Traducido por Gabriel Tobar


26-3-2007
gtobar@ono.com
INDICE

Síntesis
Introducción
El significado de sostenibilidad
El uso del término “sostenible”
Sostenibilidad
Capacidad de carga
La última palabra en capacidad de carga en la Tierra
Población y la Agencia de Protección Medioambiental
La Marginalización de Malthus
El problema de población peor del mundo
El crecimiento demográfico nunca paga lo consumido
Pseudosoluciones: gestión del crecimiento, crecimiento inteligente
Pseudosoluciones: planificación territorial
Guerra y Paz
Leyes relativas a la sostenibilidad
Dos postulados de Thomas Malthus
Los tres teoremas de Boulding
Leyes de la sostenibilidad
¿Y qué dirección tomamos?
Boulding acerca de Malthus
Un pensamiento acerca del futuro
Reconocimientos
Referencias bibliográficas
SÍNTESIS

Los términos “sostenible” y “sostenibilidad” (o “sustentable” y “sustentabilidad”) son usados popularmente


para describir una amplia variedad de actividades que generalmente son merecedoras de aplauso, en cuanto a lo
ecológico que comportan, pero que muchas veces pueden no ser sostenibles en absoluto.

Un examen de los informes principales revela contradicciones en el uso de esos términos. Se intenta dar
aquí una firme y clara definición del concepto de sostenibilidad y trasladar la definición a una serie de leyes que,
se espera, clarificarán las implicaciones lógicas de la sostenibilidad. Las leyes deberían permitirnos leer
publicaciones sobre sostenibilidad y decidir si la publicación busca iluminarnos o confundirnos.

INTRODUCCIÓN

En los años 80 empezó a resultarle evidente a la gente reflexiva que los crecimientos de la población, de la
pobreza, de la degradación medioambiental, y de la escasez de recursos aumentaban en unos ratios que no
podrían ser sostenidos mucho tiempo más. Quizás la más prominente, de entre las publicaciones que
identificaron estos problemas en términos cuantitativos y que proveyeron extrapolaciones a futuro, fue el libro
Los Límites del Crecimiento (Meadows y otros, 1972) que simultáneamente evocó admiración y consternación.
La consternación provino de esos tradicionales grupos que por todo el mundo aclaman que “el crecimiento es
bueno”. Con premura, casi urgencia, se dieron a la refutación de tal idea, impulsados quizás por el pensamiento
de que el mensaje de Los Límites era demasiado terrible como para ser cierto. (Cole y otros 1973)

Aún con el mensaje de Los Límites diluyéndose en el tiempo, el concepto de límites se tornó una creciente
realidad con la que la gente tuvo que lidiar. Tal vez en una tentativa de contrarrestar o desviar el mensaje de Los
Límites, la palabra “sostenible” empezó a surgir como un adjetivo que modificaba términos comunes. La palabra
resultó la degradación del concepto “producción sostenida” que es usado en agricultura y silvicultura cuando una
empresa es conducida de tal manera que podría sostener su producción indefinidamente, de manera que esta
explotación maderera es sostenible en el tiempo. El uso del nuevo término “sostenible” proveyó de confort y
seguridad a quienes pudieran haberse llegado a preguntar en algún momento por la posibilidad de la existencia
de límites. Rápidamente la palabra pasó a aplicarse en muchas áreas y con un significado mucho menos preciso
y así, por ejemplo, con pocos cambios visibles, “desarrollo” se convirtió en “desarrollo sostenible”, etc.

Uno llega a ver líderes políticos usando el término “sostenible” a la hora de describir sus metas o cómo
trabajaron duro para crear más empleos, o para incrementar la población y para incrementar el consumo de
energía y de recursos. A lo Alicia en el País de las Maravillas, y sin ningún respeto por el rigor o la consistencia,
“sostenibilidad” parece haber sido redefinido flexiblemente para ajustarse a una gran variedad de deseos y
conveniencias.
EL SIGNIFICADO DE SOSTENIBILIDAD

Primero, tenemos que aceptar la idea de que sostenible, sustentable, debe dar a entender “por largo
período de tiempo, no especificado.”

Segundo, debemos reconocer el hecho matemático de que crecimiento continuo (un porcentaje fijo anual)
resulta en enormes cantidades en períodos modestos de tiempo. Por ejemplo, una población de 10.000
habitantes creciendo un 7% al año resultaría en una población de 10.000.000 en solamente 100 años (Bartlett
1978)

De estas dos afirmaciones se puede extraer que el término “crecimiento sostenible” implica “aumentar
sin fin”. Esto significa que lo que está en crecimiento tenderá a un tamaño infinito. El tamaño finito de los
recursos, los ecosistemas, el medio ambiente y la Tierra llevan a la más fundamental de las verdades en cuanto
a la sostenibilidad:

Cuando se aplica a cosas materiales,


el término “crecimiento sostenible” es un oxímoron.

(Es posible mantener un crecimiento sostenible de cosas no materiales, como la inflación)

Daly ha apuntado que el “desarrollo sostenible” podría ser posible si se reciclaran al máximo nivel posible
los materiales y si no hubiera crecimiento en los consumos materiales de la economía. (Daly 1994)

EL USO DEL TÉRMINO “SOSTENIBLE”

Una sincera preocupación por el futuro es ciertamente el factor que motiva a muchos de aquellos que
hacen uso frecuente de la palabra “sostenible”. Pero hay casos en los que uno sospecha que la palabra es usada
despreocupadamente, casi pensaríamos que existe la creencia de que el uso frecuente del adjetivo “sostenible”
es suficiente para crear una sociedad sostenible.

“Sostenibilidad” está de moda. Centros universitarios y organizaciones profesionales se han apresurado a


usar la palabra “sostenible” como parte prominente de sus nombres. En algunas ocasiones, estos lavados de
cara bien podrían ser ilustrativos de lo que se podría llamar la “Escuela Willie Sutton de Investigación en
Liderazgo” (nota del traductor: Willie Sutton era un famoso ladrón de bancos)

Durante años, se habían llevado a cabo muchos estudios sobre las posibles maneras de mejorar la
eficiencia con que la energía es usada en nuestra sociedad. Sobre estos estudios ha aparecido un nuevo lustre
al referirse a ellos ahora como estudios sobre “el uso sostenible de la energía”.

El término “crecimiento sostenible” es usado por nuestros líderes políticos aun cuando el término es
claramente un oxímoron. En un informe reciente de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU (U.S.
Environmental Protection Agency, EPA por sus siglas en inglés) se puede leer:

El Presidente Clinton y el Vicepresidente Gore escribieron en “La gente ante todo”, “Nosotros
renovaremos el compromiso de América de dejar a nuestros niños una nación mejor… una nación cuyo
aire, agua y tierra estén intactos, cuya belleza natural no esté cercenada, y cuyo liderazgo en el
crecimiento sostenible global sea insuperable.” (EPA 1993)

Incluso encontramos a un científico escribiendo sobre “crecimiento sostenible”


…la discusión se ha centrado en los factores que determinarán (un) nivel de crecimiento sostenible
de la producción agrícola. (Abelson 1990)

Así nos encontramos con un espectro de usos para el término “sostenible”. En un extremo del espectro el
término es usado con precisión por gente que introduce nuevos conceptos como consecuencia de haber
pensado profundamente sobre el futuro de la raza humana a largo plazo. En el centro del espectro, el término es
simplemente añadido como un modificador de los nombres y títulos de estudios “altamente beneficiosos para la
eficiencia, etc.” que ya habían sido elaborados hacía años. Cerca del otro extremo del rango el término es usado
como placebo. En algunos casos el término puede ser usado mecánicamente y sin sentido (o posiblemente con
la intención de engañar) con la idea de arrojar esperanzas sobre la continuidad de actividades que podrían no
ser capaces de continuar por períodos muy largos de tiempo. En lo más extremo de este lado del espectro
podemos ver cómo el término es usado de manera que resulta falaz.

Estudiemos el uso del término “sostenible” (nota del traductor: sostenible o sustentable son dos
traducciones para la misma palabra inglesa: “sustainable”) en algunos renombrados informes medioambientales.

SOSTENIBILIDAD

Los términos “sostenible” y “sostenibilidad” ingresan en el léxico popular en los años 80, cuando los nuevos
medios informativos electrónicos hacen aumentar la conciencia entre la gente sobre los crecientes problemas
globales de superpoblación, escasez de agua, hambrunas y degradación ambiental que habían sido el tema
sobre el que había girado Los Límites del Crecimiento (Meadows y otros, 1972) a principio de los años 70.

Aumenta considerablemente la reflexión después con la publicación del informe de la Comisión Mundial de
Naciones Unidas para el Medioambiente y el Desarrollo sobre el Informe Brundtland, al que se llama
originalmente Nuestro Futuro Común (Our Common Future, Brundtland 1987)

Con tristes y gráficos detalles, el Informe Brundtland presenta ante el lector los enormes problemas y
sufrimientos que están siendo experimentados con creciente intensidad diariamente por el mundo
subdesarrollado. En la introducción, antes de que hubiera definición alguna de “sostenibilidad”, se encontraba la
señal de alarma:

Lo que se necesita ahora es una nueva era de crecimiento económico, crecimiento que sea vigoroso
y a la vez social y ambientalmente sostenible. (Pag.2 -nota del traductor: las referencias a las páginas del
Informe Brundtland son sobre la versión original-)

Uno llega a quedarse mudo por el hecho de que aquí hay una llamada a un “crecimiento económico”
supuestamente “sostenible”. Uno no puede hacer menos que preguntarse si es posible conseguir un incremento
en la actividad económica (crecimiento) sin obtener un incremento en los consumos de recursos no renovables.
Y si lo es, cabría preguntarse también bajo qué condiciones puede esto ocurrir. Y ¿estamos moviéndonos en esa
dirección hoy día? ¿Qué se pretende dar a entender con los confusos y amorfos términos “socialmente
sostenible” y “(medio)ambientalmente sostenible”?

Tal como hemos visto, estos dos conceptos, “crecimiento” y “sostenible” están en conflicto uno con otro,
aunque el Informe Brundtland clame por ambos. La añadidura de palabras como “vigoroso” o “robusto” parecería
implicar “rápidamente”, pero si esa es la intención entonces simplemente agrava el conflicto.

Pocas páginas más adelante en el Informe podemos leer:


Este desarrollo sostenible solo puede ser alcanzado si población y crecimiento están en armonía con
el siempre cambiante potencial productivo de los ecosistemas (pag. 9)

Aquí uno ya se siente algo incómodo. “Población y crecimiento” están vagamente identificados como partes
del problema, pero no podemos saber a qué se refiere la Comisión con la frase “en armonía con…”. Puede
significar cualquier cosa. En la página 11 la Comisión reconoce que el crecimiento de la población es un serio
problema, pero allí:

El tema no es solamente el número de personas, sino la relación de ese número de personas con los
recursos disponibles. Pasos urgentes son necesarios para limitar las tasas extremadas de crecimiento
poblacional.

La sugerencia que “el problema no es solamente el número de personas” es alarmante. La negación de la


importancia de la cantidad ha resultado ser el centro de muchos de los programas que lidian con la
sostenibilidad.

Ni “limitar” ni “extremadas” se definen, y así la frase da la impresión de que la mayoría de crecimientos son
aceptables y que solamente las indefinidas “tasas extremadas de crecimiento poblacional” deberían someterse a
un también indefinido proceso de limitación. En la página 15 leemos que:

Una vía energética segura, medioambientalmente responsable y económicamente viable, que


sustente el progreso humano en el futuro, es claramente imperativa.

Aquí vemos el reconocimiento de que la energía es un problema importante cara al futuro, aunque no
vemos reconocimiento alguno de las enormes dificultades técnicas y económicas que razonablemente se pueden
esperar hallar en la búsqueda de una “vía energética segura, medioambientalmente responsable y
económicamente viable”. El Informe reconoce implícitamente que “sostenible” tiene que significar “para todo el
futuro”.

A medida que los autores del Informe buscan soluciones, piden grandes esfuerzos en apoyo de “desarrollo
sostenible”. La definición de “desarrollo sostenible” del Informe ha sido usada por otros ampliamente. Aparece en
la primera frase del capítulo 2, Pág. 43:

Desarrollo sostenible es desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la
posibilidad de que futuras generaciones satisfagan sus propias necesidades.

Esta definición, añadida a la frase anterior de “que sustente el progreso humano en el futuro”, es
crucial para la comprensión del término “desarrollo sostenible”.

Desafortunadamente, la definición no da la más mínima pista sobre el curso de las acciones que se podrían
llevar a cabo para satisfacer las necesidades del presente pero que, haciendo eso, no limitaran la habilidad de
las próximas generaciones, a través de un largo futuro, de satisfacer sus propias necesidades.

La Comisión reconoce que hay un conflicto entre crecimiento de la población y desarrollo (pag 44):

Un incremento poblacional puede aumentar la presión sobre los recursos y ralentizar la mejora de
calidad de vida en áreas donde la pobreza sea generalizada. Puesto que el problema no es meramente la
cantidad de población sino la distribución de recursos, el desarrollo sostenible solamente se puede llevar a
cabo en armonía con el siempre cambiante potencial productivo de los ecosistemas.

¿Quiere realmente decir la Comisión que (un incremento poblacional) ralentiza la mejora de calidad de vida
solamente “en áreas donde la pobreza sea generalizada”? Esta sentencia recita nuevamente la políticamente
correcta suposición “el problema no es solamente el número de personas”. La Comisión traslada la culpa del
problema a una presunta falta en la distribución de los recursos. La Comisión habla entonces de “desarrollo
demográfico”, sea lo que sea lo que signifique esto, que tiene que estar “en armonía con…”, sea lo que sea lo
que signifique esto otro. Si uno acepta los informes sobre el declive de “el potencial productivo global de los
ecosistemas” a causa de la deforestación, la erosión de los suelos fértiles, la contaminación, etc., (Kendall y
Pimentel 1994), entonces “en armonía con…” podría fácilmente significar que la población también tendría que
declinar. Pero la Comisión bien se ocupa de no sugerir la necesidad de un declive demográfico.

Estas citas son bien representativas de la vaguedad y la incongruencia de los mensajes de este importante
informe. Mientras el Informe trata de atacar varios problemas severos globales, claramente tiende a marginar el
rol del tamaño poblacional como agente causante de estos severos problemas globales.

El discurso sobre “sostenibilidad” de la Comisión del Informe Brundtland es a la vez optimista y vago. La
Comisión probablemente creyó que, para ser aceptable, el discurso debería ser optimista, pero enfrentando tales
hechos era necesario ser vago y contradictorio para no parecer pesimista.

CAPACIDAD DE CARGA

El término “capacidad de carga”, bien conocido por los ecólogos (nota del traductor: en el original en inglés
ecologist) también ha recobrado popularidad recientemente. “Se refiere al límite de seres humanos que la Tierra
puede sustentar en el largo plazo sin dañar el medio ambiente”. (Giampietro y otros 1992)

El concepto de capacidad de carga es el eje de la discusión sobre crecimiento poblacional. El concepto ha


sido examinado por Cohen en el libro ¿Cuánta gente puede mantener la Tierra? (“How Many People can the
Earth Support?” Cohen 1995). Cohen hace un concienzudo análisis de varias estimaciones anteriores de la
capacidad de carga de la Tierra y concluye que no es posible decir cuánta gente puede sostener la Tierra.
Obviamente ello depende del nivel de vida deseado.

No hay ninguna fórmula para calcular la capacidad de carga de la Tierra, incluso para un determinado
estándar de vida. Esto significa que cualquier estimación de la capacidad de carga de la Tierra puede ser
cuestionada y que ciertamente será ignorada.

Las actividades humanas ya han causado un gran cambio en el medio ambiente global. Se puede observar
que (mayo de 1993):

…la escala y el ámbito de las actividades humanas han crecido, por primera vez, hasta competir con los
procesos naturales que conforman la biosfera y que la mantienen como un lugar donde puede florecer la vida.

Muchos hechos certifican esta sentencia. Se estima que entre el 20% y el 40% de la productividad original
de la Tierra, proveniente de la fotosíntesis de plantas terrestres y acuáticas, está siendo apropiada por el ser
humano.

Un impacto en el medio ambiente global de tal magnitud debería ser efectivamente causa de alarma.

La conclusión ineludible, inevitable, es que si queremos parar el creciente daño al medio ambiente,
como mínimo, debemos parar el crecimiento poblacional.

Así que, en lugar de intentar calcular cuánta gente puede sostener la Tierra, deberíamos centrarnos en la
pregunta de ¿por qué querríamos tener acaso más crecimiento demográfico? Esto está elegantemente
expresado en el siguiente reto:
¿Puede usted imaginarse algún problema, a cualquier escala desde microscópica a global, cuya
demostrable solución en el largo plazo sea ayudada, favorecida, apoyada por el hecho de tener una
población mayor, ya sea a nivel local, estatal, supranacional o global?

LA ÚLTIMA PALABRA EN CAPACIDAD DE CARGA EN LA TIERRA

Incluso teniendo en cuenta que no podemos calcular la capacidad de carga de la Tierra, tenemos un
indicador inequívoco de que la población ya ha excedido la capacidad de carga: observamos un calentamiento
global, y entonces:

Si cualquier fracción del Calentamiento Global observado es culpa de la actividad humana, entonces
tenemos una prueba de que la población actual de la Tierra, viviendo como lo hace, es mayor que la capacidad
de carga de la Tierra.

POBLACIÓN Y LA AGENCIA DE PROTECCIÓN MEDIOAMBIENTAL

La Agencia de Protección Medioambiental de EEUU ha hecho muchas cosas constructivas y beneficiosas.


Las políticas, actuaciones y liderazgo de la Agencia son cruciales si tenemos que tener alguna esperanza en
lograr una sociedad sustentable, sostenible. En un informe reciente de la Agencia leemos:

Visto el incremento, tanto a nivel nacional como internacional, en el interés hacia un desarrollo sostenible el
Congreso ha pedido a la EPA que presente un informe sobre sus esfuerzos a la hora de incluir los conceptos del
desarrollo sostenible en las operaciones de la Agencia.

El Informe (EPA 1993) produce ambos sentimientos, ánimo y angustia. Anima el leer sobre todas las
diversas actividades de la Agencia que ayudan a proteger el medio ambiente. Es angustioso buscar vanamente a
través del Informe un reconocimiento de que el crecimiento en la población está en la raíz de la mayoría de los
problemas con lo que trata de lidiar la Agencia. Mientras el Informe Brundtland dice que el crecimiento de la
población no es el problema central, el informe de la EPA evita hacer referencia alguna en este sentido. Al
contrario, el informe de la EPA hace solamente unas muy pocas y pequeñas referencias a los problemas que
surgen como consecuencia directa del crecimiento de la población.

El informe de la EPA habla de una iniciativa que busca el desarrollo sustentable en el Valle Central de
California:

…donde muchas áreas están experimentando un rápido crecimiento urbanístico y los problemas
medioambientales asociados…un mayor énfasis en las prácticas agrícolas sostenibles será el elemento
clave en las soluciones a largo plazo de los problemas de esas áreas.

¡No hay ninguna vía por la que “un mayor énfasis en las prácticas agrícolas sostenibles” pueda parar el
“rápido crecimiento urbanístico” que está destruyendo el suelo rural! Un énfasis en la agricultura no puede
resolver el problema. Para resolver el problema uno debe parar el “rápido crecimiento urbanístico” que causa los
problemas. Es un sinsentido focalizarse en el desarrollo de unas “prácticas agrícolas sostenibles” cuando la
Agencia espera que la agricultura sea desplazada en poco tiempo por el “rápido crecimiento urbanístico”.
Esta cita de una pequeña parte del informe de la EPA deja claro que la EPA no entiende el origen de los
problemas medioambientales. Aquí hay una agencia que busca resolver problemas causados por el crecimiento
poblacional, pero que cuando recomienda soluciones, no menciona parar nada el crecimiento poblacional. ¿Es
esto profesionalmente ético?

LA MARGINALIZACIÓN DE MALTHUS

Hemos visto cómo los informe nacionales e internacionales distorsionan y marginan la importancia
cuantitativa de la aritmética del tamaño y el crecimiento de las poblaciones. El reconocimiento de la importancia
de análisis cuantitativos demográficos fue popularizado por primera vez por Thomas Malthus hace doscientos
años (Appleman 1976) pero la intencionada marginalización de Malthus continua hoy día en todos los niveles de
la sociedad.

En un artículo, “Se terminó la explosión demográfica” (The Population Explosion is Over), Ben Wattenberg
encuentra un soporte para el título de su artículo en el hecho de que los índices de fertilidad están declinando en
algunas partes del mundo. (Wattenberg 1997). La mayoría de los países de Europa mantienen, a 2004, un nulo o
negativo crecimiento poblacional, y los índices de fertilidad en partes de Asia han declinado dramáticamente. En
lugar de regocijarse por la clara evidencia de que esta tendencia es precisamente en dirección y sentido hacia la
sostenibilidad, Wattenberg hace sonar las alarmas a cuento de la escasez de nacimientos, como si este declive
del índice de fertilidad requiriera una reversión inmediata.

El caso más extremo es el de Julian Simon que aboga por un crecimiento poblacional largamente
continuado en el futuro. Escribiendo en el periódico de un importante medio de opinión de Washington DC dice
Simon:

Tenemos ahora en nuestras manos –actualmente en las librerías- la tecnología para alimentar, vestir y
suministrar energía para una población que estuviera en constante crecimiento durante los próximos 7.000
millones de años… incluso si no se adquiriesen conocimientos nuevos... seríamos capaces de incrementar
nuestra población por siempre. (Simon 1995)

Se ha hecho notar que una Tierra esférica es finita, pero que una Tierra plana puede ser infinita en
extensión. Así que si Simon está en lo correcto, debemos estar viviendo en una Tierra plana (Bartlett 1996)

EL PROBLEMA DE POBLACIÓN PEOR DEL MUNDO

Haciendo eco de una opinión expresada anteriormente por los Ehrlich (Ehrlich 1992) Bartlett apunta que por
culpa del alto índice de consumo de recursos per cápita de EEUU, ¡nosotros en EEUU tenemos el peor problema
poblacional! (Bartlett 1997) Muchos americanos piensan que el problema del crecimiento demográfico es un
problema solamente de “aquellos” que viven en países subdesarrollados, pero esto sirve solamente para desviar
la atención de la dificultad de tratar nuestros propios problemas aquí en EEUU.

Es más fácil decirle al vecino que corte su césped que cortar el del jardín de uno mismo. En atención a
otros países sabemos ofrecerles asistencia en planificación familiar si lo solicitan, pero en esos países no
tenemos jurisdicción ni responsabilidad directa. En nuestro país tenemos completa jurisdicción y responsabilidad,
pero no somos capaces de actuar para resolver nuestro propio problema. En una conferencia en la Universidad
de Colorado, el entonces Senador Tim Wirth observó que lo mejor que podría hacer EEUU para ayudar a otros
países a parar su crecimiento poblacional era dar ejemplo y parar nuestro propio crecimiento poblacional aquí en
EEUU.

No puede haber duda alguna sobre la dificultad que tendremos para alcanzar el crecimiento “cero” en la
población de EEUU. Un examen de las cifras básicas nos aclara la dificultad. En particular, el crecimiento
poblacional tiene “inercia”, que significa que si uno hace un cambio repentino en el índice de fertilidad de una
sociedad, el efecto pleno del cambio no se verá realizado hasta que haya fallecido cada una de las personas que
entonces vivían. Así pues lleva aproximadamente unos 70 años el ver plenamente los efectos de un cambio en
los índices de fertilidad (Bartlett y Lytwak 1995)

EL CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO NUNCA PAGA LO CONSUMIDO

Hay muchas señales esperanzadoras de comunidades de todos los lugares que indican un aumento en la
conciencia sobre los problemas locales del continuado crecimiento de la población, gracias a que el crecimiento
de la población en nuestras comunidades nunca paga sus consumiciones. Los impuestos y el coste de los
servicios deben aumentar para ser capaces de pagar el crecimiento. Añadido a esto nos encontramos con que el
crecimiento nos lleva a incrementos en los niveles de congestión, polución y frustración.

La prueba palpable de que el crecimiento de la población nunca paga lo que consume se puede ver en las
crisis presupuestarias de varios estados de EEUU. Durante los 90 la economía era “saludable”, lo que significa
que crecía rápidamente. Si el crecimiento hubiera pagado lo suyo, el gobierno estatal habría acumulado reservas
financieras para ayudar a atravesar un declive en la economía nacional. Cuando la economía empezó a declinar
coincidiendo con el cambio de siglo, las obligaciones fiscales, que se habían acumulado durante los buenos
tiempos, vencieron y no había los fondos necesarios para cubrir las necesidades.

Fodor (1999) da muchos y detallados ejemplos de comunidades de todos los Estados Unidos mostrando
cómo el crecimiento de la población está muy lejos de pagar lo que consume.

La Tragedia de lo Común (Hardin 1968) deja claro que siempre habrá una gran oposición a aquellos
programas dirigidos a que el crecimiento de la población pague él mismo sus consumos. Aquellos que sacan
provecho del crecimiento usaran sus considerables recursos en convencer a la comunidad de que es ella, la
comunidad, quien debe pagar los costes del crecimiento. En nuestras comunidades, hacer que el crecimiento
pague por si mismo sus consumos podría ser la mayor herramienta a usar para parar el crecimiento poblacional.

PSEUDOSOLUCIONES: GESTIÓN DEL CRECIMIENTO, CRECIMIENTO INTELIGENTE

Se reivindica a menudo que un crecimiento inteligente “salvará el medio ambiente”. Aquí vale recordar que:

Crecimiento inteligente es mejor que crecimiento estúpido, pero


el crecimiento inteligente destruye el medioambiente; y
el crecimiento estúpido también destruye el medio ambiente.
La diferencia es que el inteligente destruye el medio ambiente con buen gusto.

Es como comprar un billete para el Titanic


Si eres inteligente viajas en primera clase
Si eres estúpido viajas en clase Turista
Pero en ambos casos el resultado es el mismo.
PSEUDOSOLUCIONES: PLANIFICACIÓN TERRITORIAL

A medida que la población de las ciudades crece, la llamada es en pro de “soluciones territoriales” para
enfrentar los múltiples problemas creados por el crecimiento. Esto tiene dos efectos negativos:

1. La planificación regional diluye la democracia. Un ciudadano participando en asuntos públicos tiene cinco
veces más impacto en su ciudad de 20.000 habitantes que en una región con 100.000 personas.

2. Las “soluciones” a nivel regional son usualmente diseñadas para acomodar el crecimiento previsto por lo
que esas “soluciones” fomentan más crecimiento. En línea con el espíritu de la Ley de Eric Sevareid (abajo), las
soluciones regionales agravan el problema más que solucionarlo.

Se concluye que las soluciones regionales a problemas causados por el crecimiento harán mejor la
vida para la gente solamente si se para el crecimiento. Si las soluciones regionales favorecen más
crecimiento, entonces la planificación territorial no ha habrá hecho más que empeorar las cosas.

GUERRA Y PAZ

A niveles tanto locales como estatales se puede hallar un interesante paralelismo entre el fomento del
crecimiento y el fomento de la guerra, ambos de los cuales pueden resultar ampliamente provechosos para gente
de ciertas esferas pero también tremendamente caros para todos los demás.

El ejercicio de la guerra es la única empresa de los grandes estamentos militares. Incluso la mente más
mediocre sabe qué se tiene que hacer para ganar una guerra: “uno tiene que batir al oponente”, tras lo cual uno
puede organizar una gran fiesta para celebrar la victoria, pasarse las medallas y luego ponerse a preparar la
siguiente guerra. La promoción del crecimiento dentro de las comunidades es bastante similar. La promoción del
crecimiento es la única empresa de los grandes municipios y los estamentos estatales, tanto públicos como
privados. No hace falta estrujarse mucho el coco para entender que la victoria en la guerra por el crecimiento
requiere que la comunidad de uno logre batir las comunidades competidoras a la hora de convertirse en el lugar
elegido por las nuevas factorías y negocios. Se planifican las campañas y las batallas y cuando llega una fábrica
se monta una gran fiesta para celebrar la victoria y repartir los premios. Acto seguido, los guerreros de la
comunidad empiezan a luchar por aun más factorías y negocios.

Por el contrario, lograr la paz es bastante diferente. Incluso las mentes más privilegiadas no tienen claro
cuál es la mejor manera de “lograr la paz”. Comparado con los grupos que promueven la guerra, las agencias
públicas que son devotas del mantenimiento de la paz son insignificantes. En el esfuerzo por mantener la paz no
hay un punto final en el que se pueda organizar una fiesta donde todos puedan decir “¡Hemos ganado la paz!”
Ganar la paz requiere vigilancia eterna. Proteger el medio ambiente de los estragos del crecimiento de las
comunidades es básicamente lo mismo. Las mentes más sagaces no saben cómo hacerlo. Hay pocos
organismos públicos cuyo único papel sea preservar el medio ambiente. Uno puede posponer los impactos sobre
el medio ambiente pero, con todo, ello conlleva una eterna vigilancia sobre los ciudadanos afectados quienes,
como mucho, pueden solamente minimizar el deterioro medioambiental. No hay un momento final en el que uno
pueda hacer una fiesta en la que celebrar que “¡hemos salvado el medioambiente!”
LEYES RELATIVAS A LA SOSTENIBILIDAD

Seamos específicos y establezcamos que ambos, “capacidad de carga” y “sostenible” implican “durante el
período que esperamos que los humanos habiten la Tierra”. Ello significa “durante muchos milenios”

Muchas personas prominentes han propuesto postulados y leyes relativas al crecimiento de la población y
la sostenibilidad.

LOS DOS POSTULADOS DE THOMAS MALTHUS

El reverendo Thomas Malthus partía de estas dos premisas como base de su famoso ensayo de hace dos
siglos:

Primero, que la comida es necesaria para la existencia humana.

Segundo, que la pasión entre los sexos es necesaria y que perdurará en su forma actual. (Appleman, 1976)

LOS TRES TEOREMAS DE BOULDING

Estos teoremas proceden del trabajo del eminente economista Kenneth Boulding (1971).

Primer teorema: “Teorema Tétrico”: Si la consecuencia última del crecimiento de la población es la


miseria, entonces la población crecerá hasta que la miseria sea suficiente para detener el crecimiento.

Segundo teorema: “Teorema Completamente Tétrico”: Este teorema establece que cualquier mejora de
la técnica que pueda mitigar la miseria durante un tiempo, mientras la miseria sea el único freno sobre la
población, la mejora (de la técnica) permitirá crecer a la población y pronto llevará a vivir en la miseria a más
gente que antes. El resultado final de las mejoras técnicas, pues, es incrementar la población en equilibrio, lo que
lleva a aumentar la suma total de miseria humana.

Tercer teorema: “Variante Ligeramente Optimista del Teorema Tétrico”: Afortunadamente, no es


demasiado difícil reformular el Teorema Tétrico en una versión moderadamente amable, que establece que si hay
alguna otra cosa, que no sea miseria y muerte, que pueda poner freno a una población próspera, entonces esta
población no tiene por qué crecer hasta encontrar miseria y muerte y podría ser próspera de manera estable.

Boulding continúa:

Hasta que no sepamos más, el “Teorema Tétrico Ligeramente Optimista” se mantiene como la
cuestión clave. Sabemos que la miseria lo logra. Es el único método infalible de llevar a la población a un
equilibrio. Otras soluciones quizás lo logran..

En otro contexto observó Boulding que:

El análisis económico que presenté anteriormente indica que la mayor prioridad, y una en la que
Naciones Unidas puede ser de gran utilidad, es una campaña por la reducción de los índices de natalidad.
Esto, sugiero, es más importante que cualquier programa de ayuda externa e investigación. En efecto, si
esto es desatendido, todos los programas de ayuda e investigación serán en última instancia, creo,
contraproducentes y simplemente aumentarán la cantidad de miseria humana. (Boulding 1971, Pág. 361)

LEYES DE LA SOSTENIBILIDAD

Las siguientes leyes se ofrecen para definir el término “sostenibilidad”. Se comentan brevemente. Todas
ellas son de aplicación en poblaciones e índices de consumo de recursos y bienes de la talla y escala
encontradas en el mundo a 2005, y pueden no ser de aplicación para pequeños números de personas o para
grupos en situaciones tribales primitivas.

Se tiene a estas leyes por rigurosamente válidas.

La lista es una simple recopilación, de ahí que pueda resultar incompleta. El lector está invitado a
comunicarse con el autor en referencia a puntos que deberían estar o no estar en esta lista.

Primera Ley: El crecimiento demográfico y/o el crecimiento en el consumo de recursos no pueden


ser sostenidos.

A) Una tasa de crecimiento demográfico menor o igual a cero e índices menguantes en consumo de
recursos son cada una de ellas condiciones necesarias, pero no suficientes por sí solas, para una sociedad
sostenible.

B) Insostenibilidad será el resultado cierto de cualquier programa de “desarrollo” que no incluya como parte
del plan el logro del crecimiento nulo (o negativo durante un tiempo) tanto de la población como del
consumo de recursos. Esto es verdad, incluso en el caso de que el programa incluya la palabra
“sostenible”.

C) Los programas de investigación y regulación de las agencias gubernamentales que están al cargo de
proteger el medio ambiente y promover la “sostenibilidad” son, en el largo plazo, irrelevantes, a no ser que
los programas traten vigorosa y cuantitativamente el concepto de “capacidades de carga” y a no ser que
los programas estudien en profundidad las causas y consecuencias demográficas de los problemas
medioambientales.

D) Las sociedades, o los sectores de una sociedad, que dependen del crecimiento en la población y en el
consumo de recursos, son insostenibles.

E) Las personas que abogan por un crecimiento de la población y/o del consumo de recursos están
abogando por la insostenibilidad.

F) Las personas que sugieren que la sostenibilidad se puede alcanzar sin parar el crecimiento de la
población están engañándose a sí mismos y a los demás

G) Las personas cuyas acciones causen, directa o indirectamente, incrementos en la población o en el


consumo de recursos están alejando a la sociedad de la sustentabilidad, de la sostenibilidad.

H) El término “Crecimiento Sostenible” es un oxímoron.


I) Dentro de parámetros demográficos y de consumo de recursos, “el único crecimiento inteligente es el
crecimiento nulo” (Hammond, 1999)

Segunda Ley: En una sociedad con población y/o consumo de recursos crecientes, cuanto mayor la
población y/o el consumo de recursos, mayor será la dificultad de transformar la sociedad en sostenible.

Tercera Ley: El tiempo de respuesta de una población humana ante cambios en sus índices de
fertilidad es igual a la duración de una vida humana, o aproximadamente 70 años. (Bartlett y Lywak 1995)
(Es el llamado efecto inercial demográfico)

A) Una nación puede alcanzar un crecimiento nulo de la población si:

a) el índice de fertilidad es mantenido a un nivel de reemplazo durante 70 años, y

b) no hay inmigración neta durante los 70 años.

Durante los 70 años la población sigue creciendo, pero a nivel de reemplazo, hasta que el crecimiento al final se
detiene tras aproximadamente 70 años.

B) Si queremos hacer cambios en los índices totales de fertilidad de manera que se estabilice la población
a mediados o finales del Siglo XXI, tenemos que hacer los cambios necesarios ahora.

C) El horizonte temporal de los líderes políticos es del orden de dos a ocho años.

D) Será difícil convencer a los líderes políticos de que actúen ahora para cambiar el curso de las cosas,
cuando los resultados de los cambios no serán aparentes en el tiempo que vivan esos líderes.

Cuarta Ley: El tamaño de la población que puede ser sustentado (la capacidad de carga) y el nivel
sostenible de estándar de vida de esa población son inversamente proporcionales. (Esto tiene que ser
cierto incluso teniendo en cuenta la aserción de Cohen (1995) de que el tamaño numérico de la capacidad de
carga de la Tierra no puede ser calculado)

A) Cuanto mayor es el estándar de vida que uno pretende sustentar, más urgente es parar el crecimiento
poblacional

B) Reducciones en los consumo de recursos y reducciones en la producción de polución pueden revertir la


capacidad de carga en la dirección y sentido correctos para sostener mayores poblaciones.

Quinta Ley: No se puede sustentar un mundo en el que algunas regiones tienen un alto estándar de
vida mientras otros tienen uno bajo.

Sexta Ley: Es imposible que todas las naciones sean importadoras netas de capacidad de carga
simultáneamente.
Comercio mundial incluye la exportación e importación de capacidad de carga.

Séptima Ley: Una sociedad que tiene que importar gente para hacer el trabajo diario (“…no
encontramos gente del lugar que quiera trabajar en esto…”) no es sostenible.

Octava Ley: Sostenibilidad requiere que el tamaño de la población sea menor o igual que la
capacidad de carga del ecosistema para el estándar de vida deseado.

A) La sostenibilidad requiere un equilibrio entre la sociedad humana y los dinámicos pero estables
ecosistemas.

B) La destrucción de los ecosistemas tiende a reducir la capacidad de carga y/o el estándar de vida
sustentable.

C) La tasa de destrucción de los ecosistemas se incrementa a medida que lo hace también la población.

D) Las naciones opulentas, a través del comercio mundial, destruyen los ecosistemas de los países menos
desarrollados.

E) Tasas de crecimiento de la población menores o iguales a cero son necesarias, pero no son suficiente
condición a la hora de detener la destrucción del planeta. Esto es verdad tanto a nivel local como global.

Novena Ley -La lección de “La Tragedia de lo Común” (Hardin 1968)-: Los beneficios del crecimiento
de la población y/o aumento de consumo de recursos benefician a unos pocos; los costes del
crecimiento de la población y/o aumento de consumo de recursos son asumidos por toda la sociedad.

A) Los individuos que se benefician del crecimiento continuarán ejerciendo fuertes presiones apoyando y
fomentando ambos crecimientos, poblacional y de consumo de recursos.

B) Los individuos que promueven crecimiento están motivados por el hecho de que el crecimiento es bueno
para ellos. Para ganar apoyo popular y poder lograr sus metas, deben convencer a la gente de que los
crecimientos de la población y de consumo de recursos son también buenos para la sociedad. [Este es el
argumento de Charles Wilson: si es bueno para General Motors, entonces es bueno para Estados Unidos
(Yates 1983)]

Décima Ley: Crecimientos en el consumo de un recurso no renovable, como los combustibles


fósiles, causan un dramático descenso en la esperanza de vida de esos recursos.

A) En un mundo con creciente consumo de recursos, es un serio engaño establecer la durabilidad de las
reservas de un recurso no renovable “con el consumo actual”, es decir sin crecimiento. Más relevante que
la esperanza de vida de un recurso es la fecha estimada del cenit de la producción del recurso, por ejemplo
el cenit de la curva de Hubbert (Hubbert 1972)

B) Es intelectualmente deshonesto abogar por un crecimiento en el consumo de recursos no renovables y


mientras, al mismo tiempo, tranquilizar a la gente con la durabilidad de las reservas “con el actual consumo”
(sin crecimiento).
Undécima Ley: La fecha de agotamiento de los recursos no renovables puede ser pospuesta,
posiblemente durante mucho tiempo, a través de:

1. Mejoras tecnológicas en la eficiencia con la que los recursos son extraídos y usados.

2. Usando los recursos de acuerdo a un programa de “disponibilidad sustentable” (Bartlett 1986)

3. Reciclar

4. El uso de recursos sustitutivos.

Decimosegunda Ley: cuando son realizados grandes esfuerzos para mejorar la eficiencia con la que
los recursos son usados, los ahorros resultantes desaparecen fácil y rápidamente por el aumento en el
consumo de recursos consecuencia de modestas tasas de crecimiento demográfico.

A) Cuando aumenta la eficiencia en el uso de un recurso, la consecuencia es a menudo que el recurso


“ahorrado” no se guarda para el uso de futuras generaciones, sino que es usado inmediatamente para
fomentar y apoyar mayores poblaciones.

B) Los humanos sienten una enorme compulsión que les lleva a usar inmediatamente cualquier recurso
disponible.

Decimotercera Ley: Los beneficios de los enormes esfuerzos dirigidos a preservar el medio
ambiente también fracasan fácilmente por la demanda añadida resultado de pequeños crecimientos
continuos de la población.

Decimocuarta Ley (Segunda ley de la Termodinámica): Cuando los índices de polución exceden la
capacidad natural de regeneración del medio ambiente, resulta más fácil polucionar que regenerar el
medio ambiente.

Decimoquinta Ley (Ley de Eric Sevareid): La causa de los problemas del jefe es… la solución
(Sevareid 1970)

Esta ley debería ser el tema principal en la educación universitaria, especialmente en Ingeniería.

Decimosexta Ley: Los humanos siempre dependerán de la agricultura (es el primero de los postulados
de Malthus).

A) Sólo los supermercados no basta


B) La tarea principal de la agricultura sostenible es preservar el suelo agrícola fértil. El suelo agrícola debe
ser protegido de pérdidas causadas por cosas como:

a) Urbanización y desarrollo

b) Erosión

c) Contaminación por químicos

Decimoséptima Ley: Si, por cualquier razón, los humanos fallan a la hora de detener el crecimiento
de la población y el crecimiento en el consumo de los recursos, la Naturaleza parará estos crecimientos.

A) Con los estándares occidentales actuales, el método de la Naturaleza para parar el crecimiento es cruel
e inhumano.

B) Trazos del método de la Naturaleza a la hora de lidiar con poblaciones que exceden la capacidad de
carga de sus países pueden ser vistos cada noche en las noticias de la televisión de sitios donde grandes
poblaciones experimentan inanición y miseria.

Decimoctava Ley: A nivel local (nota del T.: el autor especifica en EEUU, si bien el traductor cree que el
caso es el mismo en otro lugares), crear empleos aumenta el número de personas que se quedan sin
trabajo a nivel local.

La creación de nuevos empleos en una comunidad reduce temporalmente el índice de desempleo


(pongamos como ejemplo desde un 5%). Entonces esa comunidad crece y se restablece el índice de desempleo
a su nivel anterior (del 5%). Pero eso es el 5% más de población, así que aun más individuos que antes están sin
trabajo.

Decimonovena Ley: la gente hambrienta no se preocupa de la sostenibilidad.

Si se tiene que alcanzar la sostenibilidad, entonces el liderazgo y los recursos necesarios deben ser
aportados por aquella gente que no esté en la miseria.

Vigésima Ley: la inclusión de la palabra “sostenible” en nuestro vocabulario, en nuestros informes,


proyectos y periódicos, en el nombre de nuestros institutos académicos y programas de investigación y
de nuestras iniciativas ciudadanas, no es suficiente para asegurar que nuestra sociedad se vuelva
sostenible.

Vigésimo primera Ley: Una extinción es para siempre.


¿Y QUÉ DIRECCIÓN TOMAMOS?

El reto de hacer una transición hacia una sociedad sostenible es enorme, en parte por el colosal esfuerzo
global por mantener a la gente apartada del reconocimiento de la importancia del crecimiento de la población
respecto al enorme problema de los Estados Unidos y del mundo.

A escala global, necesitamos apoyar la planificación familiar alrededor del mundo, y generalmente
deberíamos restringir nuestra ayuda exterior a aquellos países que demuestren continuadamente progresos en la
reducción de las tasas de crecimiento demográfico y de población.

La tarea imperante es reinstaurar las matemáticas en los programas demográficos de las agendas locales,
nacionales y globales.

A escala nacional, podemos trabajar en la selección de líderes que reconozcan que el crecimiento
poblacional es el mayor problema de EEUU (también de España, cree el traductor, y de gran parte de nuestros
vecinos, como Argelia, Mali, Mauritania o Senegal, Francia o Alemania) y que inicien diálogos a nivel nacional
sobre el problema. Con mucho trabajo a nivel local, nuestro sistema de gobierno representativo responderá.

A nivel local y nacional, debemos enfocar seriamente nuestra atención y los mayores recursos fiscales al
desarrollo de fuentes energéticas renovables.

A nivel local y nacional, (y global cree el traductor) necesitamos trabajar para impartir justicia social y
equidad.

A nivel de cada comunidad (nota del traductor: el autor especifica en EEUU, pero es de aplicación en
cualquier comunidad) deberíamos trabajar para que el crecimiento pague por lo que consume.

BOULDING ACERCA DE MALTHUS

Al escribir acerca de El Ensayo sobre la Población de Malthus, Kenneth Boulding observó que:

El ensayo desinfla el fácil optimismo de los utópicos de toda generación. Pero revelándose la
naturaleza de un dragón, aunque solo fuera uno, que tuviera que ser abatido antes de que la miseria
pudiera ser abolida, su mensaje último es de esperanza y la verdad, aunque desagradable, tiende “no a
crear desesperación, sino actividad” de la buena. (Boulding 1971, Pág. 142)

UN PENSAMIENTO ACERCA DEL FUTURO

Cuando diferentes “expertos” recomiendan caminos diametralmente opuestos de actuación en cuanto a


recursos, capacidad de carga, sustentabilidad y el futuro, ayudamos a la causa de la sostenibilidad eligiendo el
camino conservador, que se define como el camino que dejaría a la sociedad en la situación menos precaria en
caso de que el camino elegido resultara ser un camino incorrecto.
RECONOCIMIENTOS

En la preparación del manuscrito original, estoy en profunda deuda con los profesores Robert Ristinen y Charles
Southwick por su lectura crítica y al profesor Ulrich Muller-Herold y a Juliet Serenyi por sus útiles sugerencias.

Albert A. Bartlett es Profesor Emérito de Física de la


Universidad de Colorado en Boulder (80309 - 0390):
(303) 492 - 7016 or (303) 492 - 6952: FAX (303) 492 - 3352; albert.bartlett@colorado.edu

El Profesor Bartlett da conferencias regularmente a una amplia variedad de audiencias de costa a costa de
EEUU con el título: “Sustainability 101: Arithmetic, Population, and Energy.” En 37 años ha dado su charla
más de 1600 veces.

Se puede encontrar una adaptación de su conferencia en castellano en


www.jlbarba.com/energia/arpoen

A one-hour DVD of this lecture is available from the General Book Department of the University of Colorado Bookstore, Campus Box 36
Boulder, Colorado, 80309-0036; Phone (303) 492-7599; FAX (303) 492-0420; www.CUBookstore.COM
Price: $12 plus $7.50 for shipping and handling.
(Prof. Bartlett accepts no royalties from the sales of these DVDs.)

A reprint book of Prof. Bartlett’s papers on the subjects of growth and sustainability is available.
“The Essential Exponential” (2004)
A.A. Bartlett, R.G. Fuller, V.L.P. Clark, J. Rogers
Center for Science, Mathematics and Computer Education
University of Nebraska, Lincoln, NE, 68588-0131
(402) 472-9304, www.unl.edu/scimath/exponential
(Prof. Bartlett accepts no royalties from the sale of these books.)
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Science, Vol. 249, p. 457

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Bartlett, A.A., (1996),The Exponential Function, XI: The New Flat Earth Society
The Physics Teacher, Vol. 34, September 1996, pp. 342-343
Ten earlier articles on The Exponential Function have been published in
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The EPA report attributed this statement to Governor Bill Clinton and Senator Al Gore
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A Report for the Club of Rome's Project on the Predicament of Mankind
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This editorial piece was reprinted from the New York Times Magazine, Nov. 23, 1997

Yates, B., ( 1983 ) The Decline and Fall of the American Automobile Industry
Empire Books, New York City, 1983, p. 123
Charles E. Wilson was the president of General Motors who "would outrage many with his aphorism:
'What is good for the country is good for General Motors and vice versa.’ "
La versión original no reducida se puede encontrar en

EL FUTURO
DE LA SOSTENIBILIDAD
Antología originalmente editada en inglés por Marco Keiner
Swiss Federal Institute of Technology, ETH Zurich
Springer, Dordrecht, The Netherlands, (2006)

Los autores que contribuyeron a esta antología están listados a continuación en el


orden en que sus contribuciones aparecen en el libro.

Marco Keiner, Rethinking Sustainability

Albert A. Bartlett, Reflections on Sustainability, Population Growth and the Environment

Herman E Daly, Sustainable Development, Definitions, Principles, and Policies

Peter Marcuse, Sustainability is not Enough

Marios Camhis, Sustainable Development and Urbanization

Helena Norberg-Hodge, Sustainable Economies: Local or Global?

Klaus M. Leisinger, Business and Human Rights

Mikhail Gorbachev, A New Glasnost for Global Sustainability

Dennis L. Meadows, Tools for the Transition to Sustainability

Ernst Ulrich von Weizsacker, “Factor Four” and Sustainable Development in the Age of Globalization

Mathis Wackernagel, Ecological Footprint Accounting: Comparing Earth’s Biological Capacity with an
Economy’s Resource Demand

Marco Keiner, Advancing Sustainable Development and its Implementation Through Spatial Planning

Alan AtKisson, Sustainability is Dead, Long Live Sustainability

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