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Señores
Comité de Traducción Bíblica
SOCIEDAD BIBLICA INTERNACIONAL
P.O. Box 522241
Miami, FL. 33152-2241
Siempre me ha llamado la atención la garantía que ofrecen las casas editoras de la Biblia
en cuanto a la fidelidad de las traducciones, sean las hebreas o las griegas. Es de
suponerse que las personas que han traducido son expertas en uno o en ambos idiomas,
pero las diferentes versiones que suelen aparecer, de la misma editora, demuestran que
algunos términos no fueron traducidos correctamente y en la siguiente versión que
ofrecen, años después, aportan otra palabra un tanto diferente. Las ‘revisiones’ que han
aportado las casas editoras bíblicas no demuestran la fidelidad garantizada y mucho
menos cara a la inmutabilidad de las Escrituras hebreas o las escritas en griego por esos
judíos mesiánicos a quienes se les debe el llamado Nuevo testamento, desde luego sin
exceptuar a Lucas, el médico gentil.
Es apenas comprensible que las presentes líneas no serán tenidas en cuenta por ustedes
porque afectarían el prestigio de sus traductores, pero les quedará la inquietud a causa de
la presente aportación una vez sopesen los aportes que les resaltaré, porque frente a la
verdad cada quien responderá ante el Altísimo por su obra. Es de esperarse que los
traductores del hebreo busquen excusas con tal de no aceptar que su trabajo no fue fiel
del todo, no obstante lo resaltado, resaltado quedará.
Es apenas obvio que las traducciones erróneas colaboran para que ciertas doctrinas, no
‘bíblicas’, alimenten equivocadamente a las ovejas del Señor que anhelan ser llevadas a
1
toda la verdad (Jn.16.13) por el ‘ruaj ha kodesh’ (‘Viento el sagrado’), mejor conocido
como el Espíritu santo.
Entiendo que el trabajo del traductor nada tiene que ver con la enseñanza en su contexto,
sin embargo cuando interpreta, en vez de limitarse a traducir, coopera en ello.
`#r,ah'( ' taewî > ~yImV:ß h' ; taeî ~yhil_ a{ / ar'Bä ' tyviare
ÞareB.
“Barashit bará elohim et hashamaim be et ha aretz”.
tyviare
ÞareB.
Esta voz, BARASHIT, o BERESHIT para los de habla inglesa, según la gramática
hebrea revela en sus primeras TRES letras hebreas (subrayadas) tyv-iiare
ÞareB. una palabra:
BARA que significa crear con lo previamente creado.
Seguidamente, empleando las CUATRO primeras letras (es decir, agregando la siguiente)
obtenemos otra revelación: BE ROSH (ty - viare ÞareB.) que significa “En el
encabezamiento”. Para no complicar el asunto me abstendré de traer a colación el
significado de las siguientes CINCO y hasta SEIS letras.
~yhihil_ a{
Esta voz, ELoHIM, también según la gramática hebrea, revela en sus primeras TRES
letras hebreas (subrayadas) ~y hil_ a{ una palabra: ELoaH y significaría DIOS. La
encontramos, por ejemplo, en Deuteronomio 6:
`^d<)aom-. lk'b.W ^ßvp. n. -: lk'bW. ^ïbb. l' -. lk'B. ^yh,l_ {a/ hw"hå y> taeÞ T'bê h. a; w'ä >
Resalto: Vuestro DIOS. ^yh,l
_ a{ /
Esta voz, ELoH (h,l _ a{ ) a la luz meramente gramatical, no expuesta a la ortodoxia
religiosa judía, es el singular de ELOHIM. Si el vocablo en singular nos significa DIOS,
entonces en plural nos dice DIOSES. En plural la encontramos revelándonos la
existencia de los ELOHIM (Dioses) que conforman la ‘asamblea del Altísimo’ (Sal 82.1):
2
`jPov) y. I ~yhilä a{ / br,qB<ß . lae-_ td;[B] ; bC'nî I ~yhiªla{ /
“ELOHIM (los Dioses, como unidad) están de pie en la asamblea del Altísimo y el
Altísimo cerca de los DIOSES juzga”.
Ustedes traducen: “Dios está en la reunión de los dioses; En medio de los dioses juzga.”
Por su parte, el misionero Pablo ratificó la existencia de esos ‘dioses diferentes’: “Pues
aunque haya algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay
muchos dioses y muchos señores)” (1Co. 8.5).
ELOHIM, por tanto, es DIFERENTE de los otros ELOHIM o viceversa, esos otros
ELOHIM, de los que habla el contexto hebreo, son DIFERENTES de ELOHIM.
Génesis 1:1 nos revela que ELOHIM ‘CREO’ (BARA) a (tae)) los (llamados) ‘cielos’ y
a (taeîw)> (la llamada) ‘La Tierra’.
Una fiel traducción permitiría conocer esa revelación que nos resalta que se trata
enfáticamente de ESOS (los cielos) y de ESA (la Tierra) que un día han de “pasar” o
dejarán de ser.
“Alzad a los cielos vuestros ojos, y mirad abajo a la tierra; porque los cielos serán
deshechos como humo, y la tierra se envejecerá como ropa de vestir…” (Isa. 51.6).
“Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá
memoria, ni más vendrá al pensamiento.” Isa.65.17
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“Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.” (Mt. 5.18). NOTA: En hebreo no
existe la JOTA ni la TILDE.
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” (Mt. 24.35);
“Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que
en ella hay serán quemadas.” (2P. 3.10)
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los
cuales mora la justicia.” (2P. 3.13)
“Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra
pasaron, (Gen.1:1) y el mar ya no existía más.” (Apo. 21.1) .
Génesis 1:2.
Los eruditos interpretan: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban
sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”.
Los expertos no meditan que si la Tierra estaba desordenada no podía estar VACIA,
porque donde hay VACIO no hay orden ni desorden, puesto que nada hay.
Esas ‘tinieblas’ no cubrían la totalidad del planeta, solo esa ‘faz’ de ese ‘abismo’. Por su
parte, “el Espíritu de Dios se movía sobre la faz” de esas aguas. La Tierra no estaba
‘vacía’, tenía esas ‘aguas’.
En hebreo leemos:
. ~yhilê a{ / x;Wråw> ~Ah+t. ynEPå -. l[; %v,xwoß > Whboêw" ‘Whto’ ht'yî h> ' #r,a'ªhw' >
`~yIMh") ; ynEPï -. l[; tp,xr,Þ ;m
“Y la tierra llegó a estar en CAOS y en SOLEDAD (Whbowê " ‘Whto)’) )y oscuridad había
sobre la cara del abismo y viento de ELOHIM revoloteaba sobre la cara de las aguas”.
Génesis 1:4:
Los expertos interpretan: “Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las
tinieblas.”
`%v,xho) ; !ybeWî rAaàh' !yBeî ~yhilê a{ / lDebä Y. w: : bAj+-yKi rAaàh-' ta, ~yhi²la{ / ar.Ywô: :
4
“Y vio ELOHIM esa la luz que (era) buena
y diferenció ELOHIM entre la luz y entre la oscuridad”
Génesis. 1: 6.
La traducción dice: “Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe
las aguas de las aguas”.
No encaja ese término acerca de qué tipo de expansión existió o existe ‘EN MEDIO’ de
esas aguas que luego actuó como ente ‘separador’ en medio de las aguas de las aguas.
¿Qué tipo de expansión hubo? O en su defecto, ¿qué tipo de bóveda existió o existe ‘EN
MEDIO’ de esas aguas que ‘separó’ las aguas de las aguas”, o qué tipo de firmamento
existió o existe ‘EN MEDIO’ de esas aguas que ‘separó’ las aguas de las aguas?
`~yIml") ' ~yIm:ß !yBeî lyDIbê .m; yhiyä wI ~yIMh"+ ; %AtåB. [;yqIrß ' yhiyî > ~yhilê a{ / rm,aYOæw:
“Y dijo ELOHIM haya RAKIYA en medio (de) las aguas
y haya diferenciación entre aguas de las aguas”
Genesis 1:7:
La traducción dice: “E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de
la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.”
Según la clásica interpretación, Dios hizo esa expansión, o esa bóveda o ese
‘firmamento’. Con base en esa traducción ya existía otra expansión porque, según la
traducción, ya existían “aguas que estaban debajo de la expansión”, asimismo ya existían
“aguas que estaban sobre la expansión”. Dios, según la interpretación, con esa expansión
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o esa bóveda o ese ‘firmamento’, que hizo “separó” esas “aguas que (ya) estaban
debajo de la expansión, o de esa bóveda o de ese ‘firmamento, “de las aguas que (ya)
estaban sobre la expansión, o bóveda o ‘firmamento’”
En hebreo dice:
~yIMh;ê ; !ybeWä [;yqirê l' ' tx;T;ämi rv,a] ‘~yIM;’h; !yBeÛ lDeªbY. w: : è[y; qirh' -' ta, é~yhila{ / f[;Y:wå :
`!kE-) yhiyw> :) [;yqIr+ l' ' l[;äme rv<aß ]
“E hizo ELOHIM esa la RAKIYA
y diferenció entre las aguas tal cual (estaban) debajo de la rakiyá
y entre las aguas tal cual (estaban) sobre la rakiyá
y fue así”.
Genesis 1:8:
¿Qué tipo de expansión o que bóveda o cuál firmamento pudo haber en medio de esas
aguas que las hayan separado?
¿Cómo puede ser viable que ELOHIM haya llamado a esa expansión o a esa bóveda o a
ese firmamento “cielos”, si al ‘principio’ (Gen.1:1) ya había creado esos cielos a los
cuales señaló? ¿Se tratará de otros ‘cielos’ diferentes de los señalados en Génesis 1:1?
En unos años, ¿qué otro término emplearán los traductores de esos días cuando editen
otra y nueva ‘revisión’?
`ynIv) e ~Ayð rq,b-oß yhiyw> :) br,[-,î yhiyw> :) ~yImv"+ ' [;yqIrß l' '( ~yhi²la{ / ar'qó Y. Iw:
6
“Y llamó ELOHIM a la RAKIYA shamaim (interpretado como CIELOS)
y fue tarde y fue mañana YOM segundo”.
Génesis 1: 14:
Génesis 1:4, según las interpretaciones, dice que Dios con esa luz que era buena separó
la luz de las tinieblas, y en Gen. 1:5, dice la interpretación, que Dios llamó a esa luz ‘día’,
y a las tinieblas llamó ‘noche’. Luego entonces, ¿qué sentido tiene que ahora haya
lumbreras “para separar el día de la noche”, si ya la luz del día Uno lo había hecho?
hl'yL> h"+ ; !ybeWä ~AYàh; !yBeî lyDIb§ h. l; . ~yImV;ê h' [;yqIårB> i ‘troaom. yhiyÛ > ~yhiªla{ / rm,aYOæw:
`~ynIv) w' > ~ymiyÞ l" W. ~ydI[ê A] målW. ‘ttoalo . WyÝhw' >;
“Y dijo ELOHIM haya lumbreras en la rakiyá de los cielos para diferenciar entre el día
y entre la noche y hubo (lumbreras troaom) para señales y para los tiempos*, y para los
días y los años.”
Como aclaración al margen: la voz shamaim (traducida como ‘cielos’) está conformada
por dos vocablos: shama y maim. El primero, Shama, se traduce como ‘allá’ y el
segundo, maim, como ‘aguas.’ En otras palabras, a la rakiyá la llamó ELOHIM: “allá-
aguas”.
Génesis 2:3:
Han interpretado RVA 60/95/: “Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en
él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”
Por su parte, RVA 1909 tradujo: “Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en
él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho.”
LBA tradujo: “Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la
obra que Él había creado y hecho.”
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Otra versión, la de Ediciones Paulinas traduce: "Dios dio por terminada su obra el
séptimo día y en este día cesó de toda obra que había hecho. Dios bendijo este día y lo
santificó porque en él había cesado de toda obra de su actividad creadora".
La versión "Biblioteca de Autores Cristianos" (BAC) dice: "Y rematada en el día sexto
toda la obra que había hecho, descansó Dios el séptimo día de cuanto hiciera: y bendijo
al séptimo día y lo santificó porque en él descansó Dios de cuanto había creado y
hecho".
Esa versión dice que Dios "remató" en ese día, el sexto, toda esa obra que había "creado
y hecho". Las otras versiones coinciden respecto de que Dios terminó su obra el séptimo
día pero esta versión dice que fue el día sexto.
Otra versión, la "Living Bibles International" traduce: "Al séptimo día, después de
terminar la obra en que estaba ocupado, Dios cesó en su tarea. Y bendijo el séptimo día y
lo instituyó como día santo, porque era el día en que había terminado su obra de
creación".
En hebreo dice:
ATêka. l;m-. lK'mi ‘tb;v' AbÜ yKiä At+ao vDeqÞ y; w> : y[iyê biVh. ; ~Ayæ-ta, ‘~yhila{ / %r,by'Û w> :
`tAf)[l] ; ~yhilÞ a{ / ar'Bî -' rv,a]
“Y bendijo ELOHIM ese día el séptimo y lo santificó
porque en él reposó de toda su obra
tal como la creó* ELOHIM para hacer.”
Si nos atenemos a esa interpretación, que Dios ese día “lo santificó, porque en él reposó
de toda la obra que había hecho en la creación”, entonces ratifican los traductores de esa
versión que Dios no creó en esos siete días lo que comúnmente se enseña, es decir, la
creación de los cielos, de la tierra y del hombre, sino que hizo una obra en lo ya creado,
la creación. Pero la revelación enseña que ELOHIM bendijo y santificó ese día “porque
en él reposó de toda su obra tal como la creó ELOHIM para hacer” … Es decir, “para”
a continuación “hacer” …algo más.
Genesis 2:4:
Han interpretado: “Éstos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron
creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos”.
Según esa interpretación, se habla de los supuestos orígenes de los cielos y luego de la
tierra cuando fueron creados. ¿Realmente se hace referencia allí de los orígenes de los
cielos y de la tierra? Por otra parte, ¿cuándo fueron creados los cielos y la tierra, según la
interpretación? “El día que Jehová Dios hizo (primero) la tierra y (luego) los cielos”.
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Aquí los interpretes hablan de que Dios hizo primero la tierra y luego los cielos. Génesis
1:1 dice que primero fueron los cielos y luego la tierra. ¿Se le está traduciendo la verdad
a la humanidad?
En hebreo dice:
tAf±[] ~Ay©B. ~a'r_ B> h") Bi . #r,ah'Þ w' > ~yIm:±Vh' ; tAdôlA. t hL,aeä
`~yImv") 'w >#r,a,î ~yhilÞ a{ / hw"hï y>
“Esas son las generaciones de los cielos y de la tierra en su creación
el día que hizo Yehováh ELOHIM tierra y cielos”
Génesis 2:10:
Los expertos traducen: “Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía
en cuatro brazos.” ¿Se ajustará a la verdad esa traducción?
En hebreo dice:
`~yvia( r' h['Bî r' a> l; . hy"hß w' > drePê y' I ‘~V'miW !G"h+ -; ta, tAqßvh. l; . !d,[eême aceyä O ‘rh'nw" >
“Y río salía para regar ese jardín y de allí se dividió y hubo para cuatro cabezas”
Ellos interpretan que ese ‘rió’ se ‘repartió’ (volverse a partir) pero en hebreo dice “ifrad’
(dividirse) con un resultado: que algo hubo de ese ‘rió’ con destino a esas “cuatro
CABEZAS”, ¡no dice brazos!
Plural de ‘rosh’ es ‘roshim’, precisamente lo que está depositado en la última palabra del
aparte de esa revelación: “~yvia
( r'"“.
Génesis 2:22:
“Y de la costilla que Yehóvah Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al
hombre”. De la clásica interpretación se ha postulado en todos los idiomas que la mujer
salió de la costilla de Adam, pero en hebreo dice:.
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`~d'a( h' -'( la, h'ab,Þ yi w> : hV'_ali . ~d'aÞ h' -'( !mi xq:lï -' rv,a] [l'²Che -; ta,( ~yhiló a{ / hw"“hy> û!b,YwI :
“Y construyó Yehováh-ELOHIM esa la costilla tal como la tomó del hombre*
para la varona y la trajo** (a la varona) al hombre”
La revelación habla de que Yehováh-ELOHIM ‘construyó’ esa costilla tal como la sacó
‘desde el ser interior del hombre’ para (destinación a) la mujer (hV'_al
i ) y a ella (junto
con la costilla) la condujo a donde estaba el hombre.
* la tomó del hombre ~d'aÞ h' -'( !mi de procedencia, ‘desde el ser interior del hombre’
** y la trajo h'ab,Þ yi w> de llevar
Génesis 2:25
En hebreo dice que por causa de que Adam tomó conciencia de lo anterior, por ello dijo
entonces: “Esto (no dice ‘esta’) es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta
será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre
y a su madre, y se juntará a su mujer, y serán una sola carne.” La interpretación aporta:
“Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.”
En hebreo dice:
`Wvv'B( to y. I al{wß > AT=v.awi > ~d'aÞ h' '( ~yMiWê r[] ‘~h,ynEv. WyÝhY. wI) :
“Y estaban ambos astutos el hombre y su varona y no se avergonzaban”
La voz plural hebrea ~yMiWê r[]e (ARUMIM) no ha sido cotejada por los traductores con el
singular ~Wrê[' (ARUM), misma voz que aparece en el versículo siguiente, Génesis 3:1,
cuando aporta que la ‘serpiente era astuta’ (~Wrê[' hy"hå ' ‘vx'Nh" w; >).
Astuto(a): s( ingular ~Wrê[. ARUM. Génesis 3:1,
Astutos(as) plural: ~yMiWê r[]
r[ ARUMIM. Génesis 2:25
Este aparte si hace referencia a que “ambos supieron que estaban desnudos”: “shneijem
yadú ki eiromam” (~Mir Þ yu [e( yKiî W[êd>YEåw: ~h,yê nEv.:).
Sin embargo, la traducción aporta que a raíz de que “la mujer vio que el árbol era bueno
para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría”;
y de que “tomó de su fruto, y comió” y porque “dio también a su marido, el cual comió
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así como ella, entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban
desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”, sin embargo en
hebreo dice:
Dice la interpretación:
“Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad
de Jehová he adquirido varón.”
En hebreo dice:
`hw"h) y>-ta, vyaiÞ ytiynIqï ' rm,aTow§ : !yIq-;ê ta, dl,Tweä : ‘rh;T;’w: AT=va. i hW"xå -; ta, [d;yÞ " ~d'êah' w'ä >
“Y el hombre supo* de Eva su varona y concibió
y parió a Caín y dijo compré** varón a Yehováh”
“Y el hombre supo* ([d;Þy" s( aber de enterarse, utilizada por ejemplo en Dan. 9.25; Jer.
6.27; Sal. 139.1) de Eva su varona y concibió y parió a Caín y dijo compré** varón a
Yehováh”’
**Kaniti, ytiynIq
ï , del verbo ‘liknót’, comprar. Por ejemplo, Yeshúa (Jesús) nos compró,
no nos adquirió.
El libro de Daniel
Según la popular traducción el varón ‘Guever El’ (‘Valiente del Altísimo’, mejor
conocido como Gabriel) le habría revelado a Daniel:
“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para
terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la
justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos” (Dn. 9.
24. RV.95).
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Con base en esa traducción se han tejido enseñanzas obviamente difíciles de acoplar a los
hechos. Analicemos a continuación la fuente hebrea que traemos a colación como base de
esta obra, y observemos que contrasta con esa traducción en una sola palabra clave que
ha motivado tantas especulaciones.
¿~Toxl. W; À [v;P,øh; aLe’kl; . ^v,ªdq> ' ry[i-ä l[;w ^åM.[;-l[;( %T:xï n. < ~y[iøbv. i ~y[i’bvu '
‘~Toxl. w; > ~ymil_ [' o) qd,c,ä aybihÞ l' W. !wO[ë ' rPEkå l; W. ‘ÎtaJ'xÐ; ¿tAaJ'xÀ; Î~tehÛ l' .WÐ >
`~yvid( q' ") vd,qOï x;voßml. wi > aybinê w" > !Azæx'
“Shabyim (conjuraciones) shibyim (setenta) nejtaj (descenderán) al amjá (sobre tu
pueblo) be-al-ir (y sobre tu ciudad) kadosheja (santa) lekalá (para encarcelar) jefeshá (la
rebelion) uljatem (sellar) hataat (los pecados) ulcafer (y expiar) aon (trasgresión) ulhabia
(y traer) tzedek (justicia) olamim (eterna) belejatom (y sellar) hazon (la visión) benabia
(y profecía) belimosheaj (y para ungir) kodesh (santo) kadashim (santos)”. Traducción
literal del hebreo.
La fuente del error radica en que las dos primeras palabras son iguales en su básica
construcción gramatical visible: ~y[iøbv
. i ~y[i’bvu .' Está escrito –aparentemente- dos veces
y de seguido la misma palabra, ambas escritas con las letras ‘shin’, ‘bet’, ‘ayín’, ‘yud’ y
finalmente la ‘mem-zofít’. A simple vista dice ‘setenta’ dos veces consecutivas y ante una
simple traducción diría: “setenta setenta descenderán sobre tu pueblo y sobre tu ciudad
santa para (…)”, o en su defecto, si se acepta la palabra ‘semanas’ diríase ‘semanas
semanas descenderán sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa para (…)”.
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(‘semana de siete años’).
Los traductores primarios, sin duda alguna desconocieron la correcta traducción de una
de las dos palabras, porque su completa forma de escribirla y su exacta pronunciación no
se conocían antes del siglo XII, pero desde entonces están a la vista en las Sagradas
Escrituras hebreas, gracias al arduo trabajo de los ‘nakdaním’, que hicieron visibles las
vocales de todas las palabras hebreas de las Sagradas escrituras.
13
especulaciones y como tales alejadas ‘años luz’ de la realidad. Por ejemplo, por causa de
la traducción ‘setenta semanas’, en vez de ‘setenta conjuraciones’, es que se habla de
‘heptada’ o ‘semana’ de siete años. Lamentablemente, se asevera, siempre con base en
esa traducción, que Daniel dividió ese supuesto período en tres fases: la primera con 7
semanas para un total de 49 años; que la segunda fase es de 62 semanas, o sea 434 años;
y la última fase es la ‘semana’ de 7 años. Así se han escrito libros que hablan de los
supuestos siete años que ha de durar el nuevo orden mundial establecido por el ‘hijo de
perdición’.
A decir verdad, no existen pruebas que respalden que Daniel haya hecho estas tres
divisiones ni nada parecido. Por el contrario, las evidencias históricas cumplidas hasta los
días presentes ciertamente dejan sin piso esa traducción, precisamente por no estar
ajustada a la fuente. El cumplimiento de las profecías, que forman parte de la historia, no
se compadecen de los multi-esfuerzos de quienes tratan, a como de lugar, de acomodar
esas advertencias anunciadas con ciertas fechas o tiempos acontecidos o por acontecer.
Es de esperar, entonces, que todos los eruditos bíblicos, sustentados en las versiones que
padecen de esa inexacta traducción, concluyan que la supuesta ‘semana setenta’ está
conformada por esos siete años, en los cuales se espera el desenvolvimiento de los
acontecimientos finales, desestimando a la vez la información que aporta referencias en
‘tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo’, desde luego en el enmarco de lo revelado a
Daniel (Dn. 12. 7, 11-12).
Según esta revelación, en alguna parte allá arriba, se llevó a cabo esa reunión de la cual
resultaron esas ‘setenta conjuraciones’ (‘shabyim shibyim’), con sus correspondientes
acuerdos, que terminaron siendo setenta determinaciones inalterables e irrevocables, que
debían llevarse a cabo en dos lugares específicos, con el fin de lograr un objetivo
definido, definitivo e irreversible, consistente en desarrollar esos siete objetivos capitales:
primero, ´encarcelar´ una ´rebelión´ en particular; segundo, sellar las transgresiones
causadas por esa desobediencia; tercero, purgar ese quebrantamiento para, en su lugar,
cuarta fase, traer la justicia eterna, y –quinto- de esa manera rubricar esa maravillosa
visión prometida a la humanidad con sus correspondientes advertencias (sexta fase), para
solamente así dignificar ´al santo de los santos´ (séptima y última fase).
Daniel a propósito escribió su libro en arameo y en hebreo. Los aportes arameos hacen
referencia a los gentiles (naciones no israelitas), y las porciones hebreas a los israelitas.
De esa manera podemos comprender que aquello que no es ‘santo’, a criterio de Daniel,
14
está escrito en arameo y de esa manera el profeta no ‘contaminó’ la revelación depositada
en hebreo, porque la acción de ‘conjurar’ no pertenece al seno de la santidad, por ello
Daniel la escribió en arameo, idioma de los ‘goyím’ (naciones no israelitas). Las
informaciones que el varón Gabriel reveló a Daniel están enmarcadas en esas setenta
conjuraciones o determinaciones que descenderán sobre ese pueblo y sobre esa ciudad,
santa para Dios.
La fuente hebrea deposita que el varón Gabriel le reveló a Daniel que setenta
conjuraciones, determinadas en un lugar específico allá arriba, descenderían sobre su
pueblo y sobre su ciudad santa. Entendemos entonces que esas setenta conjuraciones o
determinaciones han de ‘descender’ sobre esos dos lugares en particular. Ambos lugares
son el eje de todas las profecías bíblicas.
Por otra parte, sorprenden los argumentos esgrimidos para sustentar el borrón, por demás
olímpico, de manos del hombre del nombre del Altísimo. Muy a pesar de que el Altísimo
jamás ordenó omitir la pronunciación de su nombre, sin embargo en pleno Siglo XXI
algunos gentiles “en Cristo” se dieron a la tarea de ser cómplices de los motivos que
tuvieron los levitas sacerdotes cuando por causa de su actos corruptos decidieron omitir
ese nombre y a cambio usar el vocablo “Adonai”, yn"dao , que significa “Mi Señor” o “Ha
shem’, que significa “Su nombre”..
Estos líderes del templo temieron ser castigados al tenor de la advertencia “No tomarás el
nombre de Yehóvah tu Dios en vano; porque no dará por inocente Yehóvah al que
tomare su nombre en vano.” (Ex. 20.7)
yhelî a{ / ~h,lê ' yTirä >m;aw' > èlaerf' y. I ynEBå -. la, éab' ykinä aO ' hNE“hi ~yhiªla{ h/ -'( la,
la hv,ømo rm,aYO“w:
AmêV-. hm;yli-ä Wrm.aw'( > ~k,y_ lea] ynIxl:å v' . ~k,yÞ teAba]
`~h,l( ae ] rm:ßao hm'î
“Dijo Moisés a LOS ELOHIM: (~yhiªla { h/ -'( la) He aquí yo voy a los hijos de Israel, y
les dije: el Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me dijeren: ¿Cuál
es su nombre?, ¿qué les diré?
15
Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: SERE (hy<h
ß a. ) me envió a vosotros.
La clásica traducción “YO SOY” es incorrecta y no afina con la advertencia que el
Altísimo le envió a la nación israelita: “SERE”.
“Éste es
mi nombre
para siempre;
con él
se me recordará
siglos.”
por todos los siglos ”
Este es un mandato del Altísimo, mandato a perpetuidad: “para siempre”; mandato
opuesto a la eliminación de su nombre, para reemplazarlo por ‘Señor’ o por ‘Ha shem’.
“Adonai” significa “MI Señor” si se refiere al Altísimo y ‘Adoní” si se dirige como “Mi
Señor” a cualquier otro ‘Señor’, incluso a Yeshua. Señor’ se dice “Adón”.
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(…) con él se me recordará por todos los siglos.
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-Primera letra consonántica, la YUD, seguidamente tenemos la vocal resaltada debajo de
esa letra, la vocal E. Se lee: YE (Gramática elemental hebrea).
h
-A continuación tenemos la HEI ( ) acompañada por la letra consonántica VAV ( ). w
Encima de esta letra, la VAV, leemos la vocal fonética un tanto ahogada O, y debajo de
esta las rayitas horizontal encima de la vertical que dejan leer la vocal A. Por ultimo la
h
letra HEI ( ). Se pronuncia: YEHOVAH.
La pronunciación Yahveh es incorrecta como lo constatan los nombres compuestos
derivados del nombre del Altísimo:
Algunos ejemplos:
Jeremías, en hebreo “Yeremiahu” (Why"ßmr
. y> )I .
Ezequiel, en hebreo “Yejesquiel” (laqe’zx
> y, )> ).
Jonathan, en hebreo “Yonathan”
Jesús, (Salvación), en hebreo “Yeshua”.
Es inconcebible que a pesar de ser un mandato del propio DIOS, el de dar a conocer su
nombre a perpetuidad, existan personas que aprovechándose de su posición
¡olímpicamente lo borren! y otros acepten su omisión y además la estimulen
argumentando, entre otras cosas, que actúan “bajo lo probado”, es decir, sustentados en la
bendición que el Señor Yeshúa les ha concedido.
El Altísimo, ¿acaso se tomó en balde las vidas de tantas personas, años y vivencias
mediante las cuales resaltó su nombre de guerra (Ex. 15.3), además de que ordenó
tácitamente darlo a conocer y recordarlo a perpetuidad, para que tiempo después los
corruptos levitas hayan determinado omitir su nombre y en esa perspectiva y a puertas del
retorno de Yeshúa (Jesús) otros hayan decidido ser cómplices de aquellos sacerdotes
borrando y reemplazando ese nombre por un apelativo, dejando de lado el mandamiento
del Altísimo, respecto de pronunciar su nombre a perpetuidad?
El Altísimo, desde el Génesis 2:1 dio a conocer su nombre y con este su responsabilidad
para con la humanidad cara a la existencia de las generaciones existentes en los cielos y
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en la tierra y a la problemática del hombre a partir de la rebelión de Satanás. Un
significado muy importante tiene ese mandato, mandamiento que procede del mismo
Creador. El ordena que se conozca que El y que nadie más es el hacedor de todo.
Abram “se pasó de allí a un monte al oriente de Bet-el, y plantó su tienda, teniendo a
Bet-el al occidente y Hai al oriente; y edificó allí altar”. ¿A qué dios se lo edificó? ¿Qué
nombre invocó el patriarca: “Adonai”, o quizás “Señor”? (Gen. 12.7-8).
Yitzaac también edificó un altar a quien se le apareció (Gen. 26.25). ¿A quién invocó este
varón?
¿Cuál nombre debe ser anunciado en toda la tierra: “Adonai” o quizás “Señor” o
probablemente “Ha shem”? Las voces “Adonai”, o “Señor”, o “Ha shem”, ¿son un
nombre?
Es un hecho que el nombre del Altísimo fue pronunciado por la nación israelita por
muchos años. Por esa circunstancia los masoretas ‘nakdaním’ pudieron hacer visibles las
vocales a manera de puntitos y rayitas. Lentamente, con la suma de los años, la nación
israelita vino de más a menos por desobediencia. Una de sus desobediencias fue el omitir
la pronunciación del nombre del Altísimo. Por su parte, la nación judía vino de más a
menos por la misma razón. La nación israelita omitió pronunciar ese nombre y darlo a
conocer a las naciones. Vino de más a menos por alterar, eso se llama ‘adulterar’, las
ordenes del Altísimo, una de estas pronunciar el nombre de su Dios, y darlo a conocer a
las naciones. No nos extrañemos que Iglesias hoy prósperas, paulatina o repentinamente
pierdan su bendición por esa desobediencia, la de omitir ese sagrado nombre,
precisamente en estos años próximos al retorno del Hijo del Hombre. Por algo el Señor
Jesús advierte que no todo el que diga “Adón”, “Adón”, entrará en el reino de los cielos.
Los creyentes en Yeshúa (Jesús) de espíritu ‘mesiánico’, por decir judaizado o inclinados
al judaísmo, también le siguen el juego a la tradición judía ortodoxa cuando desobedecen
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al Altísimo al llamarlo “Adonai” (‘Mi Señor’) o “Ha shem.” (‘Su nombre’). Estos se
sujetan primero al hombre con sus tradiciones religiosas y de esa forma desobedecen al
Creador.
“Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo
honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina.” (1Ti. 6.1)
“Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti
mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.” (Ro. 9.17)
“He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los
diste, y han guardado tu palabra. “ (Jn. 17.6)
“Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a
los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre;” (Jn. 17. 11-12)
“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo
glorificaré otra vez.” (Jn. 12. 26)
Yeshúa (Jesús) recibió del Padre el título de “Señor”, mientras que Adam recibió la
responsabilidad del “señorío”: “señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y
en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Gen. 1:28). Esta misma opción le
dio el Altísimo a Caín (Gen. 4.7), pero el título de “Señor” solo le corresponde al Padre y
al Hijo (Sal. 110.1; Mt.12.8). Pero, para el Padre solamente es “Señor” su hijo.
y un Señor, Jesucristo,
por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”
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“<Aleluya.> Alabad,
siervos de Yehováh,
Alabad
el nombre de Yehováh.
Sea alabado
el nombre de Yehováh.”
(Sal. 113)
No es un mandato del Altísimo que su nombre sea omitido y mucho menos que se le
reemplace por “Señor’.
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”
¿Quiénes clamarán así ese día? “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu
nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” (Mt.
7:21)
Esa advertencia resalta que quienes así le clamen angustiados al verse excluidos del
arrebatamiento serán ‘cristianos’ y además líderes. ¿Será que ante tamaña respuesta:
“Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”, esos líderes alcanzarán la
salvación, esa misma salvación que a muchos garantizaron y a otros vendieron, sin tener
en cuanta la advertencia magna del Maestro: “Mas el que persevere hasta el fin, éste
será salvo.” (Mt.24.13)? ¿Y qué del que no persevere hasta el fin?
Muchos, en los cielos y en la tierra se llaman “señores” (1Co.8.5). Por esa razón el
apóstol Pablo aclaró que para los israelitas mesiánicos “sólo hay un Señor, Jesucristo,
por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.”
Aun cuando el misionero Pablo ordenó que los discípulos de Yeshua nos “edificáramos
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo
Jesucristo mismo” (Ef. 2.20), muchos creyentes no suelen atender lo que este ‘apóstol’ le
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recalcó a los de Corinto “que no hay más que un Dios.” (1Co. 8.4), y a los de Efeso que
existe “un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y
por todos, y en todos.” (Ef. 4.1-6)
Yeshúa mismo orando a su Padre aclaró que quien quiera conocer la vida eterna tendrá
que bajarse de la doctrina trinitaria: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” (Jn. 17.3)
Muchos que llaman “Señor” a Yeshúa (Jesús) dicen reconocerlo como tal, porque creen
en él, pero no le creen. Si le creyeran atenderían su revelación, nada trinitaria por cierto:
“Yo y el Padre uno somos.” (Jn. 10.30).
Solamente DOS, no TRES personas, conforman esa unidad básica. Eso enseña Yeshúa
(Jesús), no el suscrito. El suscrito obedece la enseñanza y la sigue…porque el suscrito se
debe a la verdad y no a las doctrinas manipuladas por los hombres que considerándose
cristianos se sujetan a los postulados emanados del seno del romanismo religioso y de lo
que el protestantismo heredó del catolicismo.
“Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia
del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran
voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al
Cordero.” (Apo. 7. 9-10)
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No es este un postulado del suscrito abajo firmante, sustentándose en la enseñanza del
apóstol Juan. Lo aportado por este enviado de Yeshúa (Jesús) es una vivencia personal de
ese amado seguidor de Señor, experimentada esta allá ‘arriba’ y transmitida a los
seguidores de Ha Mashiaj (El Ungido), si se prefiere, El Cristo.
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que
deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,
que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas
las cosas que ha visto.
Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las
cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.” (Apo.1.1-3)
Estando en la primera fila del escenario mundial, en cuanto a los acontecimientos que
vienen en el orden de las profecías que han de acontecer en los ‘últimos días’, porque sin
duda estamos en esos días advertidos, es un deber, para quienes tengan la unción, o se
hayan decidido por su cuenta ser maestros en los asuntos de ‘arriba’, orientar a los fieles
a la verdad, si es que el Espíritu santo les ha guiado a toda verdad (Jn. 16.13).
Las Sagradas Escrituras, precisamente por ser sagradas deben ser traducidas fielmente,
aun cuando en ocasiones el traductor no comprenda lo que traduce al encontrarse
palabras que a su juicio no coinciden. El traductor que se limite a traducir. Así de
sencillo.
Repitiendo la frase de cajón: “Jesús viene pronto”, más pronto de lo que todos creemos,
me despido respetuosamente.
Félix Guttmann
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