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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Católica Santa Rosa
Facultad de Derecho
Catedra: Ética jurídica

COMO SALVAR A VENEZUELA

Profesor:
Pedro Balza Integrante:
Mabel Mena
C.I: v-18.465.918
Desde el punto de vista de la ética personal, este país solo podrá ser salvado de
las garras de la corrupción, si tomamos conciencia de que es lo que queremos hacer
con nuestra libertad, ya que la ética es el comportamiento humano bueno o malo,
que viene supeditado desde nuestro interior y es la que forja nuestro carácter. Solo
teniendo conocimiento de que el país nunca va a salir del hoyo en el que hoy está
sumergido, esperando que sea otro el que emprenda el cambio. Tenemos que
comenzar por nosotros mismos, no aprovechándonos de la escases para revender
un producto a un precio impagable y hasta absurdo por ejemplo; debemos tener
empatía y reconocernos unos a otros como seres humanos, cada uno con su valor,
no hacer lo que no nos gusta que nos hagan y tratar a los demás exactamente como
queremos ser tratados; impartir en nuestra familia valores. Lo que llamaban viveza
del venezolano, que era simplemente ser joviales y caer bien fácilmente para lograr
conseguir un empleo por ejemplo, hoy en día se convirtió en aprovechamiento de la
necesidad de otros para lucro personal sin importar la situación de las demás
personas, sin importar, que, como paso en un mercado popular de Catia, se muera
un bebe por la avaricia de un individuo, pues ese individuo completó un tarro de
leche para bebes con cal y se lo vendió a los padres del infante quien
lamentablemente falleció.
Desde el punto de vista de la ética pública: Esta no se limita a los funcionarios
públicos, sino también a la política en general, puesto que los políticos
principalmente son quienes gozan del máximo margen de autonomía en las
decisiones y de estas decisiones depende la actuación de los principios. La ética
pública es un elemento importante para hacer contrapeso no sólo a la corrupción
sino a las distintas actitudes antiéticas al inyectar un conjunto de principios y valores
y así revitalizar por un lado a las instituciones y servidores públicos. La ética puede
ser un instrumento realmente importante para combatir la corrupción, pues logra
concientizar en sólidos principios de conducta ética y así generar una mayor
excelencia en la calidad y gestión de los intereses públicos.
Hoy en día podemos observar que el funcionario público maltrata al público al cual
está destinada su labor, pues lo gritan, no les atienden eficientemente, evaden sus
inquietudes, entre otras cosas más, por ejemplo el policía lamentablemente hoy en
día tiene fama de corrupto, que para al transeúnte y lo deja retenido mucho tiempo
sin razón y le dice que como se podría hacer, para que el ciudadano le de dinero y
así dejarlo seguir su camino tranquilo.
La ética de la función pública es la ciencia del buen comportamiento en el servicio
a la ciudadanía. Es además un importante mecanismo de control de la arbitrariedad
en el uso del poder público, un factor vital para la creación y el mantenimiento de la
confianza en la administración y sus instituciones. La ética es un factor clave para
elevar la calidad de la administración pública mediante la conducta honesta,
eficiente, objetiva e íntegra de los funcionarios en la gestión de los asuntos públicos.
Toda persona que participa en la función pública, debe tomar conciencia de que el
servicio público se define como la acción del gobierno para satisfacer las demandas
y necesidades de las personas que integran el Estado. El servidor público se debe
a su comunidad, su sueldo es pagado por la sociedad y por lo tanto tiene una
responsabilidad y un compromiso con ella. El político y el funcionario público no
deben olvidar que están para servir a la comunidad no para servirse de ella. Todo
buen gobernante sirve a su país y no se sirve de él. La corrupción es el resultado
del descuido que se ha tenido en la implementación y práctica de la ética en el
ámbito público, son las distintas actitudes antiéticas de los servidores públicos.
Hoy en día, lejos de tener inclinaciones políticas, podemos observar la gran inflación
que nos arropa y se evidencia que el gobierno intenta resolver mediante planes
económicos y sus mismos funcionarios públicos no permiten que estos prosperen,
ya que si por ejemplo se está ofreciendo dólares al empresario con tasas
preferenciales, el funcionario público encargado de esta gestión cobra para meter a
estos empresarios en una lista para que puedan optar a ellos y como sigue estando
a mejor precio que en las tasas de dólar negro, lo aceptan y así tenemos diariamente
miles de casos como estos, donde se negocia con dinero hasta la entrada de
emergencia a un quirófano, donde se le está dando poder al pueblo mediante las
comunas y los consejos comunales y vemos a los miembros del consejo comunal
que no son funcionarios públicos siquiera negociando las cajas de comida por
dinero, por lo que se evidencia claramente que no solo el funcionario público es
corrupto, sino la población en general es vulnerable a ella, donde podemos ver a los
participantes de la comuna negociando las pinturas o material de construcción que
fue concedido gratuitamente por el gobierno para el beneficio de la comunidad y
cuando queremos denunciar estos hechos, resulta que se nos hace caso omiso,
porque la institución en donde tenemos que denunciar a estos individuos los
conocen; y esa es precisamente la razón por la que siempre ha existido la
corrupción. La cual puede reducirse en gran manera buscando la sensibilización del
individuo, el desarrollo de la conciencia, la madurez de juicio, estableciendo
principios morales y éticos mediante cursos intensivos y hasta rigurosas leyes que
además de castigar al involucrado en estos actos con prisión, lo castigue
moralmente a través de las cadenas perpetuas como se implementa en los Estados
Unidos y así poder lograr un dominio del carácter de las personas. Son los principios
y el carácter los que impiden o hacen actuar a una persona, y la ética es la disciplina
que los muestra.
La lucha contra la corrupción no sólo debe ser en lo macro mediante estrategias
institucionales que intenten ser impactantes. La pelea no es virtual, general y
abstracta por el contrario deber ser real, individual, práctica y palpable. De nada
sirven convenios, declaraciones, amenazas, nuevas leyes si para el corrupto son
letra muerta. Aunque los actos de corrupción son reales, son como fantasmas,
fugaces, por lo que es difícil percibirlos. Sabemos que existe, incluso sabemos
quiénes son corruptos, pero ante la ausencia de evidencias es difícil actuar.
La forma de evitar que se cometan actos corruptos y antiéticos en el ámbito público
consiste en lograr despertar en todo servidor la supra conciencia, entendida como
una conciencia profunda que permita a una persona no solamente ser capaz de
discernir lo que es correcto de lo que no en cada acto que realice, si no de actuar
acertadamente. Es decir, no basta con que el servidor público posea conciencia
respecto de lo que está bien o no si finalmente actúa de manera indebida. Más allá
de comprender lo que es correcto de lo que no, está el actuar, el poder refrenarse
cuando algo es indebido.
También se deben tomar otras acciones como lo son:
1. Propiciar mecanismos de coordinación e intercambio de información entre
las entidades que ejercen funciones de prevención, investigación y sanción
de la corrupción.
2. Fortalecer a las entidades públicas que luchan contra la corrupción.
3. Implementar y fortalecer los mecanismos que garanticen la integridad
pública, así como los controles que aseguren su efectividad.
4. Asegurar la transparencia y acceso a la información en la administración
pública.
5. Fortalecer el régimen de contratación pública.
6. Investigación y sanción oportuna y eficaz de la corrupción en el ámbito
administrativo y judicial.
7. Asegurar un marco normativo que permita luchar de manera frontal contra la
corrupción.
8. Fortalecer los procedimientos para la aplicación oportuna de las normas que
sancionan la corrupción en los ámbitos administrativo y judicial.
9. Promoción y articulación de la participación activa de la ciudadanía, sociedad
civil y sector empresarial en la lucha contra la corrupción.
10. Desarrollar una cultura anticorrupción en la sociedad.
11. Promover la vigilancia ciudadana.
12. Promover la participación del sector empresarial en la prevención, denuncia
y sanción de la corrupción.
13. Promover la participación de los medios de comunicación en la construcción
de una cultura de valores y vigilancia.
14. Fortalecer los procedimientos de cooperación judicial internacional.

“si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre acabaras


formando parte de ella”
(Joan Báez)

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