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Trastornos de la alimentación en la infancia

Carlos Almenara Vargas

Los trastornos de la alimentación en la infancia (feeding disorders) tienen una


historia relativamente reciente y creciente en la nosología psiquiátrica. En esta
revisión se presentan algunos de los trastornos de la alimentación más
representativos dentro de la clasificación del grupo de investigadores que lidera
Irene Chatoor. Así mismo, se exponen algunos apuntes de lo que significa este
campo del conocimiento para el psicoanálisis y, finalmente, se incluyen algunas
consideraciones pronósticas a través de dos brevísimas viñetas clínicas.
Trastornos de la alimentación / infancia

Feeding disorders of childhood


The feeding disorders in the childhood have a relative short history in the
psychiatry. This communication is a review of these disorders according the
classification proposed by the group work directed by Irene Chatoor. Some
remarks about the importance of these disorders for the psychoanalysis and a brief
description of two clinical vignettes are included in this paper.
Feeding disorders / childhood

Correo electrónico: carlos_almenara@hotmail.com

Persona 8, 2005, 187-201


Almenara

Dentro del estudio del desarrollo hu- LA LÓGICA DEL ALIMENTO


mano (entendiendo este como el proce-
Todos conocemos el papel que cumple
so natural de cambios psíquicos, emo-
el alimento para los seres vivos. Un
cionales y del organismo producto del
ejemplo grosero pero ilustrativo podría
paso del tiempo) la infancia se denomi-
ser el símil existente entre la gasolina
na al periodo ubicado entre cero y seis
para un automóvil y la comida o ali-
años. En esta etapa el niño se encuentra
mento para el ser vivo.
ante un sinfín de situaciones diversas.
Una de estas situaciones es la de la ali- Para el caso del ser humano en par-
mentación que se le da al pequeño. ticular, los alimentos proveen ciertos
componentes que ayudan al buen fun-
Dadas las particularidades del desa-
rrollo humano, el bebé depende en gran cionamiento del organismo. La ausen-
medida y durante un largo periodo de cia de estos da como resultado cambios
un sujeto-agente que vele por tal en el organismo, que en un primer
alimentación. Pero las dificultades en momento son vivenciados como dis-
torno a la alimentación en esta etapa no placenteros. El ejemplo más vulgar es
son ajenas a su estudio; es más, son el del hambre, fenómeno que puede ser
numerosos los estudios dedicados al experimentado ante la ausencia de
tema e incluso han sido ya catalogados ingesta de alimento.
dentro de la nosología psiquiátrica. Es Para el caso de los bebés, la viven-
así como surge el término feeding cia de hambre en tanto fenómeno dis-
disorders (FD), que da título al presen- placentero promueve la demanda a un
te y que puede ser traducido al castella- otro agente para que por medio de este
no como trastornos de la alimentación se logre apaciguar el displacer. Sin
en la infancia. A diferencia de los lla- duda la participación del bebé en su ali-
mados eating disorders (ED) o trastor- mentación es menor que la de un adul-
nos de la conducta alimentaria, los FD to o incluso de un niño mayor, pero aún
revelan más activamente la participa- así existe cierto grado de esta en la
ción de un sujeto-agente, en general demanda.
representado por la madre nutricia o su La diferencia cuantitativa y cualita-
sustituto. tiva en el interjuego actividad-pasivi-
Es por ello que en este artículo dare- dad, tanto del bebé como del adulto,
mos cuenta de las particularidades de puede verse incluso en los términos de
los fenómenos que se ven involucrados la lengua inglesa utilizados en la noso-
como parte de la sintomatología del logía psiquiátrica. Para estos casos
infante. existen los términos eating y feeding.
Aún tratándose de gerundios que indi-
can la ejecución del verbo o la acción

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Trastornos de la alimentación en la infancia

en presente, esta recae, para el primer La lactancia materna, proceso me-


caso, en la primera persona (eating), diante el cual el bebé es alimentado a
mientras que en el segundo caso se través de la leche del seno de la madre,
trata más bien de la acción de un terce- es quizás la relación más íntima que se
ro ejercida sobre el primero (feeding). establece con este sujeto agente y que
Así, hablar de eating implicaría una se da desde los primeros días después
mayor acción del sujeto partícipe del del parto.
verbo, mientras que feeding implicaría
Algunos autores, como Sigmund
una mayor actuación de un tercero
Freud (1905), Melanie Klein (1936),
sobre el sujeto. Tal disquisición puede
entre otros, han llamado la atención
ser ampliada con la idea de la di-
sobre este proceso.
ferencia existente entre alimentarse y
ser alimentado, en donde la participa- Freud en La sexualidad infantil, se-
ción de un sujeto-agente es más clara gundo de sus Tres ensayos de una teo-
para el segundo caso. ría sexual, tiene una sección titulada
En el idioma español se ha traducido Manifestaciones de la sexualidad in-
como ‘trastornos de la alimentación en fantil. En esta sección refiere, respecto
la infancia’ a los FD, y como ‘trastornos al autoerotismo encontrado en el chu-
de la conducta alimentaria’ a los ED. peteo, que:
Para el primer caso, se puede observar ... el acto de la succión es determinado
de una manera notoria cómo en tal tra- en la niñez por la busca de un placer ya
experimentado y recordado. (...) La pri-
ducción se diluye el énfasis que se espe-
mera actividad del niño y la de más
ra se le dé al sujeto-agente, partícipe de importancia para él, la succión del
la alimentación del infante. Para el pecho de la madre (o sus subrogados),
segundo caso, también es interesante le ha hecho conocer, apenas nacido, este
notar que con tal traducción, de una placer.
manera poco adecuada, se está englo-
Por su lado, Melanie Klein (1936)
bando una sintomatología que va más
refiere que:
allá de la conducta alimentaria. Aun así,
esta terminología se utiliza de manera ... la primera satisfacción que el niño
tiene proviene del mundo externo y con-
amplia. Debido a esto, anteriormente
siste en ser alimentado. El análisis ha
nos vimos en la obligación de utilizar demostrado que sólo una parte de la
tales términos para dar título a un artí- satisfacción deriva del hecho de aliviar
culo (Almenara, 2003), pero esta vez su hambre; otra parte, no menos impor-
renunciaremos a tal tendencia por consi- tante, proviene del placer que expe-
rimenta el bebé cuando su boca es esti-
derar que en este caso el anglicismo fee-
mulada al succionar el pecho de su ma-
ding resulta más útil para el esclareci- dre. Este aspecto es una parte esencial
miento de la dinámica del trastorno. de la sexualidad del niño.

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Almenara

Cabe recordar que Freud fue el pre- Por lo tanto, al hablar de feeding
cursor de los estudios de la sexualidad disorders debemos tener en cuenta las
humana de una manera amplia más allá partes involucradas. Sin duda, pues, no
de la idea del coito y el fin reproducti- solo el bebé estaría involucrado, el su-
vo, por lo que su interés no se centró jeto-agente del cual hablamos también
específicamente en este período tem- estaría involucrado. Veamos cómo
prano del desarrollo. sería esto a través de las clasificaciones
Para el caso de Klein, ella sí estuvo nosológicas.
bastante interesada en los primeros
años de vida del ser humano, pero su LA NOSOLOGÍA PSIQUIÁTRICA
interés recayó más bien en una explica-
En los datos epidemiológicos encontra-
ción del origen psíquico de las expe-
mos que los FD afectan a entre 6 por
riencias de placer-displacer.
ciento y 25 por ciento de los niños que
Sin duda la díada placer-displacer es se desarrollan normalmente y en más
una de las más primitivas experiencias del 35 por ciento de los niños con tras-
del ser humano, pero existe una dimen- tornos en el desarrollo (Lindberg et al.,
sión simbólica y social no recogida en 1991). Un estimado de 24 por ciento de
toda su magnitud desde estas perspecti- niños de dos años, 19 por ciento de
vas, por los motivos de teorización que niños de tres años y 18 por ciento de
existían detrás de estas obras. niños de cuatro años son señalados por
En nuestro caso, podríamos decir sus padres como niños con problemas
que el alimento tiene otras funciones de alimentación (Beautrais et al.,
más allá de aquellas que permiten ex- 1982). Cabe mencionar que en estos
perimentar placer y displacer. Conside- porcentajes se encuentra una serie de
ramos que el alimento, al mismo tiem- variantes de problemas de alimenta-
po que produce una especie de efecto ción, algunos de los cuales son más
inoculatorio, produce una especie de comunes que otros (Stein, 2000).
sinapsis psíquico-afectiva y que viene Dentro de los criterios diagnósticos
a ser el arquetipo del lazo social subya- del Manual diagnóstico y estadístico
cente a la alimentación. de los trastornos mentales (DSM-IV-
Ya Apollinaire decía “quien come TR, American Psychiatric Association,
ya no esta solo” (Stevens, 1989) y la 2000), existe un acápite específico para
alimentación acaso puede dar cuenta de la clasificación de los trastornos de la
su función socializadora, ya que en un alimentación en la infancia. El mencio-
primer momento fue esta la que nos nado acápite es el 307.59, donde se
“inoculó” del otro al introducirnos a su incluyen los “Trastornos de la alimen-
mundo, de alguna manera. tación en la infancia o niñez temprana”

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Trastornos de la alimentación en la infancia

Tabla 1
Criterios diagnósticos para el trastorno de la alimentación en la infancia o niñez
temprana (DSM-IV-TR)

• Una falla persistente para comer de manera adecuada, la cual se traduce en una dificultad sig-
nificativa para ganar peso o en una pérdida significativa de peso, por el lapso de al menos un
mes (criterio A).
• No existen problemas gastrointestinales o problemas médicos en general (por ejemplo, reflu-
jo esofágico) suficientes como para explicar el trastorno en la alimentación (criterio B).
• El trastorno en la alimentación no se puede explicar mejor por cualquier otro trastorno mental
(por ejemplo, Trastorno de Rumiación), o por la ausencia de alimento (criterio C).
• El inicio del trastorno debe darse antes de los 6 años (criterio D).

(“Feeding disorder of infancy or early Como podemos observar, el trastor-


child-hood”). Dentro de ellos se inclu- no que aquí nos compete posee cuatro
ye: Pica, trastorno de rumiación y Tras- criterios diagnósticos para poder ser
torno de la alimentación en la infancia considerado como tal. Pero el único
o niñez temprana. Las principales criterio que se acerca más a la fenome-
características de este último las pode- nología del trastorno es el primero,
mos encontrar en la tabla 1. debido a que los restantes son exclu-
Una falla persistente para comer de yentes.
manera adecuada, la cual se traduce en Estos criterios no distan de los ante-
una dificultad significativa para ganar riores criterios del DSM-IV (American
peso o en una pérdida significativa de pe-
Psychiatric Association, 1995) y esta
so, por el lapso de al menos un mes (cri-
categoría diagnóstica es considerada
terio A). No existen problemas gastroin-
por algunos autores (Kerwin &
testinales o problemas médicos en gene-
Berkowitz, 1996) como la culminación
ral (por ejemplo, reflujo esofágico) su-
ficientes como para explicar el trastorno de 50 años de investigación en el área
en la alimentación (criterio B). El tras- del ‘trastorno en el crecimiento’ (failu-
torno en la alimentación no se puede re to thrive).
explicar mejor por cualquier otro trastor- Justamente, alrededor de estas in-
no mental (por ejemplo, trastorno de vestigaciones encontramos a Irene
rumiación), o por la ausencia de alimento Chatoor, psiquiatra del Children’s
(criterio C). El inicio del trastorno debe National Medical Center (Washington,
darse antes de los seis años (criterio D). DC), una de las investigadoras más

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Almenara

renombradas en esta área del conoci- a) Feeding disorders de la homeostasis:


miento. Pero casualmente, Chatoor et Este trastorno aparece alrededor del
al., (2001) sostienen que en el DSM-IV periodo del nacimiento. Es justa-
‘no se consideró la variedad de trastor- mente alrededor de este periodo,
nos de la alimentación que existen o la entre los primeros dos y tres meses,
necesidad de tratamientos diferentes en que el bebé comienza a estable-
para estos trastornos’. cer patrones regulares de sueño,
Chatoor y sus colegas han planteado hambre y eliminación. En este pe-
criterios operacionales para ocho tipos riodo la madre o sustituto ayuda al
distintos de FD (Chatoor et al., 2000), bebé a modular su estado fisiológi-
así como los puntos más importantes co y afectivo, mediante la creación
que se deben seguir durante la labor de de un ambiente amoldado a las
tratamiento. características particulares del niño.
Nosotros aquí solo vamos a plante- En este punto es de especial impor-
ar los más importantes trastornos de tancia la lectura que hace la madre
esta subclasificación de los feeding de las señales emitidas por el niño,
disorders (FD): 1) FD de la homeosta- señales que revelan el estado fisio-
sis, 2) FD del vínculo, 3) FD de sepa- lógico y emocional de este y que
ración (anorexia infantil). En adición a son íntegramente interpretadas por
estos tres señalaremos un cuarto tipo: la madre. Por lo tanto, la interpreta-
FD postraumático. ción que haga la madre de tales se-
ñales podrá o no ayudar al bebé a
Hay que indicar, una vez más, que
minimizar el displacer que mencio-
esta clasificación surge de las limita-
namos líneas arriba.
ciones de la clasificación realizada en
los manuales diagnósticos pero tam- En este periodo tan temprano del
bién por el hecho de que los FD no desarrollo el temperamento se evi-
están necesariamente asociados a un dencia de una manera más clara y
trastorno en el crecimiento (failure to menos contaminada por la experien-
thrive) (Chatoor et al., 1998). cia. Un temperamento “difícil” u
otros factores en el niño, como pue-
Finalmente, es necesario considerar
den ser la inmadurez del sistema ner-
que detrás de esta teorización se
vioso o alguna enfermedad o condi-
encuentra el modelo de desarrollo
ción médica desfavorable (el bebé no
emocional de Stanley Greenspan
sostiene la cabeza, tiene labio lepori-
(DeGangi, 2000).
no, etcétera), resultan factores que
Veamos ahora cada uno de estos predisponen a una situación de ali-
problemas y de qué se trata: mentación desventajosa y que puede
dar lugar a un FD.

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Trastornos de la alimentación en la infancia

Por otro lado, algunos proble- En un estudio realizado por


mas de la madre (o sujeto-agente), Chatoor y sus colegas (Chatoor et
como la ansiedad o depresión, difi- al., 1990) con ocho niños que cum-
cultan el proceso de interpretación plían los criterios diagnósticos para
de la expresión de las emociones de FD de la homeostasis, se encontró
los niños, tendiendo estas a inter- que tales niños se mostraban menos
pretarlas de una manera equivocada reactivos y menos conectados con
y con tendencia a confundir tales sus madres.
expresiones o señales. Los criterios diagnósticos para
De esta manera, es frecuente que FD de la homeostasis se resumen en
la combinación de los factores de la tabla 2.
vulnerabilidad mencionados en el b) Feeding disorders del vínculo:
niño, más los problemas en las La distinción de este trastorno tanto
madres, produzcan severos proble- con el anterior como con el poste-
mas de alimentación en este periodo. rior se debe también al periodo en

Tabla 2
Criterios diagnósticos para los feeding disorders de la homeostasis

Característica principal: Los momentos de alimentación están caracterizados por una pobre reci-
procidad entre la madre y el bebé y por una inadecuada ingesta de alimento.
• El inicio se da entre el nacimiento y los tres meses de edad.
• Existe un patrón irregular de alimentación y una pobre ingesta de alimento:
– La ingesta varía en cantidad.
– Los horarios de alimentación son variados.
• El bebé muestra una pobre regulación de su estado:
– Es irritable, fácilmente se fatiga.
– Existe un pobre sueño o el niño está excesivamente somnoliento.
• Ansiedad materna; depresión; psicopatología materna y/o estresores psicosociales que con-
llevan a una inhabilidad de esta para entender correctamente las señales o gestos del bebé.
• Trastorno en el crecimiento.
• Problemas orgánicos frecuentemente asociados:
– Prematuridad, trastorno de la maduración.
– Trastorno cardíaco o pulmonar.
– Anormalidades funcionales o estructurales del tracto orofaríngeo o gastrointestinal.

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que se ubica. Este periodo, que va te, está deprimida, no es constante


desde los dos hasta los ocho meses, en respuesta a las demandas del
se caracteriza por un intercambio niño o no le es posible proveer una
más marcado de conductas sociales experiencia social adecuada, el niño
entre la madre y el niño. Menciona- estaría en riesgo de ser alimentado
mos en un comienzo el papel que de manera inadecuada y desarrollar
cumple el alimento y su relación un trastorno del crecimiento.
con el lazo social. Pues en este pe- En un estudio bajo control men-
riodo el bebé llega a distinguir a la cionado por Chatoor, se encontró
madre de otros adultos y tiende a in- que 20 bebés que cumplían criterios
volucrarse más activamente con diagnósticos para este trastorno
ella. Pero si durante este estado del mostraban menos reciprocidad en la
desarrollo la madre no está presen-

Tabla 3
Criterios diagnósticos para los feeding disorders del vínculo

Características principales: Los momentos de alimentación se caracterizan por una ausencia de


compromiso mutuo o de placer en la relación.
• El inicio del trastorno se da entre los dos y ocho meses.
• El bebé muestra una ausencia de reactividad social apropiada a la edad.
– Ausencia de contacto visual:
a) Hipervigilancia cuando la gente está a distancia.
b) Evitación del contacto visual cuando hay cercanía.
– No responde con una sonrisa.
– Ausencia de reciprocidad vocal.
– Ausencia de una respuesta anticipatoria cuando es cargado en brazos (para los bebés
mayores de cinco meses).
– No se acomoda o no abraza cuando es cargado.
• Depresión materna o trastorno de la personalidad; alto estrés psicosocial; abuso de alcohol y
drogas, que generan la ausencia de un cuidado y alimentación afectuosos para el niño.
• Trastorno en el crecimiento.
• Desarrollo:
– Retardo en las extensiones motoras.
– Pobre tono muscular que se evidencia a través de:
a) Hiperextensión cuando es alzado.
b) Postura de sumisión cuando es sostenido en brazos.
– Retardo en el desarrollo cognitivo.

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relación madre-bebé, lo cual se evi- mentos a pesar de todos los esfuer-


denciaba a través de un menor con- zos que hagan los padres por incre-
tacto visual y vocal, menor cercanía mentarla. Por lo tanto, las dificulta-
física y una ausencia de placer en des alrededor de la alimentación
sus interacciones. Además, se en- surgen del conflicto que pueda exis-
contró que durante la alimentación tir entre las manifestaciones de au-
del bebé las madres de estos niños tonomía del niño y el control que
respondieron menos a los gestos o pueda ejercer la madre sobre este a
señales de sus bebés y durante el la hora de la comida. Esto se con-
juego estuvieron menos pendientes vertiría en un encuentro de deseos o
de las actividades de los bebés. voluntades que se ejercen alrededor
de la alimentación que deberá inge-
Los criterios diagnósticos para
rir el niño.
FD del vínculo se pueden apreciar
en la tabla 3. Una de las dificultades más gra-
ves encontradas en este punto son
c) ‘Feeding disorder’ de separación aquellas relacionadas con el desa-
(anorexia infantil): rrollo de la diferenciación somatop-
En este periodo, que comprende sicológica, en donde el niño, con-
entre los seis y los 36 meses de forme pasa el tiempo, aprende a dis-
edad, encontramos una transición tinguir las sensaciones somáticas
que va desde el uso de la cuchara como el hambre y la saciedad, de
para la alimentación del bebé hasta aquellas emociones o sentimientos
la alimentación realizada por él como la aflicción, el enojo o la frus-
mismo. Los autores de esta clasifi- tración. En estos casos se ha en-
cación ponen en relevancia el pro- contrado que estos niños no llegan a
ceso de separación-individuación y distinguir o confunden los estados
en esta etapa se ve más claramente somáticos con los psicógenos y
este proceso, en donde el niño tales estados son controlados por la
adquiere más clara conciencia de su experiencia que pueda tener con el
individualidad y tendrá que nego- sujeto-agente en vez de hacerlo a
ciar junto a la madre quién pondrá través de sus necesidades fisioló-
finalmente la cuchara en su boca. gicas. Esto da lugar a una regula-
ción principalmente externa de la
Este trastorno se caracteriza
ingesta.
sobre todo por un rechazo al ali-
Los criterios diagnósticos de la
mento o por una extrema selección
anorexia infantil se encuentran en la
de los alimentos, que da lugar a una
tabla 4.
menor cantidad de ingesta de ali-

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Tabla 4
Criterios diagnósticos para la anorexia infantil

Características principales: La situación de alimentación se caracteriza por un rechazo del ali-


mento por parte del niño y por una inapropiada delimitación de la situación de alimentación. Esto
da lugar a un conflicto, a una lucha por el control o a una negociación entre las partes.
• El inicio de este trastorno se da entre los seis meses y los tres años de edad, durante el perio-
do de transición hacia la alimentación autónoma.
• El bebé rechaza el alimento:
– Varía de comida en comida.
– Varía entre distintos cuidadores.
• La ansiedad materna por el rechazo del alimento en el niño se expresa a través de:
– Obligar al niño a comer más.
– Distraer al niño con juguetes o juegos para inducirlo a comer.
– Alimentar al niño alrededor de cierta hora, incluso en la noche.
– Trata de alimentar al niño con diferentes clases de comida si este no come.
– Hacer uso de una alimentación forzada sobre el niño.
• Trastorno en el crecimiento:
– Inicialmente pérdida de peso o no gana peso.
– Gradualmente se impide el crecimiento o el crecimiento es linear, dando lugar a enanismo.
• Desarrollo:
– Retardo en el desarrollo psicomotor, en casos graves es secundario a la malnutrición.
– Retardo en el habla expresiva en algunos niños que parecen rechazar hablar tal como re-
chazan comer.
– El desarrollo cognitivo mantiene un buen progreso.

Chatoor encontró en un estudio bajo Por su lado, los niños mostraron una
control, que el grupo de estos niños intensa sensibilidad social y reactivi-
demostraba una menor reciprocidad en dad a los intercambios sociales con sus
la relación madre-niño, una menor res- cuidadores. Parecían estar tan envuel-
puesta por parte de la madre, más con- tos en el mundo externo que olvidaban
flicto en la relación madre-niño y sus señales internas de hambre.
mayor lucha por el control. Finalmente, en adición a estos tres
Una de las características de las trastornos, Chatoor ha definido, como
madres de estos niños es que parecían se mencionó, un FD postraumático, el
sentirse inseguras de su rol parental y cual, como la anorexia infantil, se ca-
medían tal competencia mediante el racteriza por un rechazo al alimento,
juicio de cuán bien comían sus niños. que se manifiesta como consecuencia

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Trastornos de la alimentación en la infancia

de una experiencia traumática relacio- mos repetidas alusiones a la anorexia


nada con el tracto orofaríngeo o gastro- mental y justo dentro del contexto de la
intestinal, y aunque se inicia a cual- demanda oral (de alimento).
quier edad, mayormente se observa en En uno de los seminarios (Lacan,
niños. 1995) encontramos lo siguiente:
Entre las experiencias displacen- ... es por el sólo hecho de que se trata
teras relacionadas con el desencadena- del significante que hay esos dos ho-
rizontes de la demanda... la del seno y el
miento de este trastorno podemos in-
objeto que representa. Es este desdo-
cluir la inserción de sondas nasogástri- blamiento creado en la demanda, puesto
cas, succión endotraqueal e intubación que la demanda es demanda de amor y
(Benoit et al., 1997; Chatoor et al., es absoluta y simboliza al otro como tal
distinguiéndolo como objeto real capaz
2001).
de dar satisfacción, del otro en tanto
Los criterios para el diagnóstico de objeto simbólico que da o rechaza, lo
este trastorno los encontramos en la que se llama presencia o ausencia y que
es la matriz en que van a cristalizarse
tabla 5. esas relaciones obscuras que están en el
horizonte de toda demanda y que se lla-
LA LÓGICA DE LA DEMANDA maron el amor, el odio y la ignorancia.
Es porque la primera relación de depen-
Dando una mirada más o menos pro- dencia está ligada a esta amenaza que se
funda a los seminarios de Jacques llama pérdida de amor y no simplemen-
te a la amenaza que se llama fin o pri-
Lacan, psicoanalista francés, encontra- vación de los cuidados maternos, que

Tabla 5
Criterios diagnósticos para feeding disorder postraumático

• El niño presenta un rechazo al alimento luego de un evento traumático o luego de repetidos


eventos traumáticos relacionados con el esófago u orofaringe (por ejemplo, sofocamiento,
atoro severo, vómito, náuseas, introducción de tubos nasogástricos o endotraqueales, suc-
cionamiento, alimentación forzada).
• El evento (o los eventos) conllevaron un intenso estrés en el niño.
• El niño experimenta un estrés anticipado frente a la alimentación (por ejemplo, cuando se le
acomoda para comer, cuando se le muestran los envases o utensilios de comida, y/o cuando
se le aproxima la comida).
• El niño se resiste a ser alimentado y el estrés que experimenta se acentúa cuando se le fuer-
za a hacerlo.

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Almenara

hay algo que ya en sí es homogéneo en dejarse nutrir... Sabemos perfectamente


lo que se organizará a continuación en que es de esto de lo que se trata entre el
la perspectiva del mandamiento, de las niño y la madre cada vez que estalla el
leyes de la palabra. De aquí en más ellas menor conflicto en esa relación que pa-
son instantes virtuales, preformadas rece estar hecha para encontrarse, ce-
desde la primera demanda. Ellas no rrarse de una forma estrictamente com-
están completadas ni articuladas y por plementaria. ¿Qué, en apariencia, res-
eso un lactante no comienza a ser un ponde mejor a la demanda de ser nutri-
obsesivo desde su primer mamada, pero do que aquella de dejarse nutrir? Sabe-
desde ahí puede comenzar a crear en esa mos, sin embargo, que es en este modo
apertura que hará en el rechazo de ali- mismo de confrontación de las dos de-
mentarse el testimonio exigido del amor mandas que yace esta íntima hendidura,
de su pareja maternal. esta hiancia, este desgarre donde puede
Es allí donde se ven aparecer con pre- insinuarse, donde se insinúa de una
cocidad las manifestaciones de la anore- manera normal la discordancia, el fraca-
xia mental.” so preformado de este encuentro que
consiste en esto mismo, que justamente
Esto es algo similar a lo que postu- no es el encuentro de tendencias sino el
lamos en un principio. Para el autor encuentro de demandas.

existe un desdoblamiento de la deman- Que es en este encuentro entre la de-


manda de ser nutrido y la otra demanda
da oral (demanda de alimento): por un la de dejarse nutrir, que se desliza el
lado sería representante de los cuida- hecho manifestado en el primer conflic-
dos maternos y por otro semblante de to que estalla en la relación de nutrición,
que a esta demanda la desborda un
la presencia o ausencia de amor que se-
deseo, y que no podría ser satisfecha sin
ría finalmente la “matriz donde van a que el deseo allí se extinguiera; que es
cristalizarse estas relaciones obscu- para que ese deseo que desborda a esa
ras...”. Nosotros, de manera similar, demanda no se extinga que el propio
sujeto, que tiene hambre de lo que a su
consideramos que esta relación será en
demanda de ser nutrido responde la
adelante el arquetipo de las relaciones demanda de dejarse nutrir, no se deja
venideras. Pero esto no es todo. nutrir, se niega de alguna manera a
desaparecer como deseo por el hecho de
En otro texto (Lacan, 1991), mani-
ser satisfecho como de la demanda que
fiesta lo siguiente: la extinción o el aplastamiento en la
¿Qué es una demanda oral? Es la de- satisfacción no podría producirse sin
manda de ser alimentado. ¿A quién se matar el deseo, es de allí que parten
dirige? ¿A qué? Se dirige a ese Otro que estas discordancias entre las cuales la
espera, y que en este nivel primario de más graficada es la negativa a dejarse
la enunciación de la demanda puede nutrir, la anorexia, la llamada más o
verdaderamente ser designado como lo menos acertadamente, mental.”
que llamemos el lugar del Otro. (...) A la
demanda de ser nutrido responde, a Vemos, pues, que Lacan plantea
través de la estructura significante, en el aquí la idea del encuentro de dos de-
lugar del Otro, de una manera que se
puede decir lógicamente contemporá- mandas y que tienen que ver con lo que
nea a esta demanda,... la demanda de mencionamos en la primera parte de

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Trastornos de la alimentación en la infancia

este documento en tanto está en com- ciones (menor expresividad, mayor


plicidad el interjuego actividad-pasi- dificultad para percibir la expresión
vidad. facial de las emociones en otros),
Mientras una demanda es del orden mientras que en la madre la intoleran-
de la actividad del otro (el niño deman- cia, frustración y otros factores negati-
da al sujeto-agente el seno, el amor, vos se pueden ir acrecentando, dete-
etcétera), la otra, por el contrario, susci- riorándose así cada vez más la relación
ta en la misma cierta pasividad (dejarse con el bebé y con su entorno.
nutrir). Por lo tanto, en este juego de
demandas puede y debe surgir un con- CONCLUSIONES
flicto, que de no ser resuelto pondría en
Como se puede observar, los estudios al-
juego la muerte subjetiva, es decir el
rededor del desarrollo y las dificultades
aplastamiento del deseo, que va más allá
presentes en este han permitido una ma-
de una muerte orgánica, ya que aquí lo
yor especificación de la nosología psi-
que compete está en el plano psíquico-
quiátrica. Aún así, los criterios diagnós-
afectivo y no en el plano del organismo.
ticos del DSM-IV-TR (American
Se desprende de ello que en la de- Psychiatric Association, 2000), no satis-
manda del niño se encuentran las ver- facen los requerimientos de la práctica
tientes del objeto en tanto real y el ob-
clínica, por lo que siempre es necesaria
jeto en tanto simbólico, baluarte del
una profundización mayor de la temática.
amor. El sujeto-agente interpreta aque-
llos signos y gestos de demanda del A través de este documento hemos
bebé y responde ante estos de una querido, justamente, delinear un poco
manera particular. Las vivencias perso- más tales detalles encontrados en los
nales sin duda determinarán en gran llamados FD. Gracias a esta explora-
medida tal interpretación. ción hemos podido rescatar aspectos
importantes que se deben tener en
Se sabe, por ejemplo, que muchas
cuenta dentro de la práctica clínica,
madres tienen dificultades para sintoni-
como son algunos aspectos tanto del
zar con el bebé, tendiendo por ejemplo
niño como de la madre y de la relación
a interpretar los gestos y señales de
entre ambos.
temor o fatiga por la necesidad de ser
alimentado (Bruch, 1973, citada por Al tomar en cuenta estos factores
Lyon et al., 1997). Estos errores de involucrados, incluimos aspectos tem-
interpretación ocasionan dificultades peramentales, orgánicos, psíquicos y
no solo en la relación sino también en emocionales, sean estos del niño sola-
cada uno de los partícipes. En el niño mente, de la madre o de ambos.
pueden surgir dificultades como aque- Por otro lado, hay que mencionar
llas de la expresión facial de las emo- que los FD podrían considerarse, den-

199
Almenara

tro de la línea cronológica, especial- la perturbación emocional padecía


mente para el grupo etáreo que va de retardo psicomotor.
cero a seis años, mientras que los ED Las consideraciones pronósticas
se describen para el grupo etáreo que le son necesarias tanto en el momento de
sucede. Haciendo una ligera explora- la detección de FD como en la revisión
ción, encontramos que los FD se en- de la historia clínica. Tales experien-
cuentran dentro de la historia de pa- cias tempranas, consideramos noso-
cientes con ED. Así, por ejemplo, algu- tros, resultan ser el arquetipo de las
nos autores (Lyon et al., 1997) conside- relaciones ulteriores, en tanto tiñen to-
ran que la dificultad para diferenciar do lazo social.
las señales fisiológicas de hambre y
saciedad de los estados de ánimo, pue- REFERENCIAS
den ser un déficit del desarrollo predis-
Almenara, V. C. La articulación compul-
ponente para la anorexia nerviosa.
sión-impulsión en los trastornos de la
Tales consideraciones no serían las conducta alimentaria. Revista de
únicas. En la casuística hemos encon- Psicología, 2003; 6(1), 245-253. Lima:
trado, a través de la historia relatada Universidad Nacional Mayor de San
por las madres de niños, dos casos bas- Marcos.
tante particulares. American Psychiatric Association (2000).
Diagnostic and statistical manual-text
En uno de ellos, la madre relata que
revision (DSM-IV-TR). Washington,
debía alimentar a su bebé mientras este DC: Michael B. First.
dormía. La angustia de la madre era
American Psychiatric Association (1995).
marcada, además de padecer una
Manual diagnóstico y estadístico de los
depresión mayor. trastornos mentales (DSM-IV).
En el otro caso, la niña rechazaba Barcelona: Masson.
abiertamente el alimento producto del Beautrais, A. L.; Fergusson, D. M. &
cambio continuo de sus cuidadores, el Shannon, F. T. (1982). Family life
cual se dio hasta en dos oportunidades, events and behavioral problems in pres-
incluyendo la separación de la madre chool-aged children. Pediatrics, 70,
774-779.
biológica.
Benoit, D.; Green, D.; Arts-Rodas, D.
En ninguno de estos casos se encon-
(1997). Posttraumatic feeding disor-
traba un ED actual, pero se encontraba ders. Journal of the American Academy
definitivamente una perturbación emo- of Child and Adolescent Psychiatry;
cional, caracterizada en el primer caso 36(5), 577-578.
(niño de 11 años) como una depresión, Chatoor, I. (1997). Feeding disorders of
mientras que en el segundo caso (niña infants and toddlers. En: Noshpitz, J. D.
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