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Sexualización Traumatica PDF
Sexualización Traumatica PDF
net/publication/275353874
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Paulina Araya
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All content following this page was uploaded by Paulina Araya on 24 April 2015.
Resumen
En este contexto, cabe destacar que un amplio número de estos niños, dadas sus
características evolutivas, presenta dificultades para identificar lo que ocurre y así
poder relatarlo. Son especialmente los más pequeños quienes presentan mayores
complicaciones para comunicar lo vivenciado, debido a que poseen menos
herramientas a nivel lingüístico para explicar lo ocurrido. Lo anterior provoca que
al momento de realizar una evaluación forense, los profesionales obtengan un
testimonio breve, o bien la ausencia total de él; condiciones que imposibilitan su
análisis y representan un gran desafío para la detección certera de la ocurrencia
de dicha experiencia y por lo tanto, del daño que puede asociarsele. En este
sentido, la tarea apunta a la utilización de técnicas válidas que complementen la
evidencia, con el propósito de que el psicólogo forense cuente con mayores
herramientas, que le permitan emitir un pronunciamiento respecto a la existencia
de una relación entre la experiencia abusiva y el daño que se observa.
A raíz de lo anterior, el problema que pretende abordar este artículo tiene relación
con la carencia de herramientas psicodiagnósticas validadas científicamente para
estos contextos, las que puedan constituirse como un apoyo al trabajo de los
psicólogos forenses, quienes deben identificar la relación entre la vivencia de
victimización sexual y el daño que esta provocó.
Es así como este artículo aspira ser una aproximación al análisis de las pruebas
combinadas en la identificación de daño en el contexto forense. De este modo, a
través de las interpretaciones psicológicas de las características gráficas
encontradas en cada dibujo, y su posterior vinculación con el Modelo
Traumatogénico de Finkelhor (1988), se pretende analizar qué aspectos se
corresponden con la teoría del daño más frecuentemente utilizada en la realidad
nacional.
Marco referencial
Cabe destacar, que esta descripción corresponde a lo indicado por el autor, por lo
tanto atañe a un modelo teórico que es posible utilizar como un referente, como
una guía y no de forma determinante. De este modo, no siempre será posible
encontrar estas dinámicas de la forma descrita, así como tampoco es probable
que estén presentes cada una de las cuatros dinámicas traumatogénicas en la
persona que ha sido afectada por un delito de estas características.
Entre las solicitudes que reciben los peritos psicólogos por parte de Fiscalía, se
encuentra la evaluación de daño psicológico asociado a los hechos investigados.
Consiste en la evaluación de lesiones psíquicas, secuelas emocionales y sociales
producidas en una víctima como consecuencia de un suceso traumático o por un
delito, al margen de otras experiencias. Lo anterior se hace con el fin de descartar
o confirmar la presencia de indicadores sintomatológicos que sean atribuibles a
experiencias de victimización sexual y, en el caso de que esta se encuentre
presente, establecer y demostrar el nexo causal entre el suceso investigado y el
daño psicológico asociados a él (Minpúblico, 2010).
Pruebas gráficas
De este modo, las pruebas gráficas permiten acceder a las vivencias de aquellos
niños que son muy retraídos o que no pueden verbalizar lo ocurrido, facilitando la
elaboración verbal y pudiendo, incluso, entregar datos respecto a la victimización
(Sename, 2004, en Blanco y Rojas, 2008). Así, los resultados que arrojan las
pruebas aplicadas pueden ser relevantes al momento de determinar cuáles han
sido las consecuencias de la experiencia abusiva (Capella, Contreras, Guzmán,
Miranda, Núñez y Vergara, 2003).
Esta prueba proyectiva gráfica fue creada en 1949 por Karen Machover (Opazo y
Rivera, 2009). Mediante ella la persona moviliza aspectos de su personalidad en
relación a su autoconcepto e imagen corporal. Esto porque el dibujo de una
persona ofrece un medio natural de expresión de las necesidades y conflictos del
propio cuerpo (Goodenough, 1951), entonces el objetivo de dicha prueba apunta a
obtener la imagen corporal que la persona tiene de sí misma.
Machover (1949, citada en Opazo y Rivera, 2009) descubrió que los aspectos
formales del dibujo, como el tamaño, el trazo y la ubicación, se mantienen estables
en el tiempo, por lo que las características reflejadas en el dibujo darían cuenta de
la estructura de personalidad del sujeto. En este sentido, el dibujo puede
evaluarse en términos de estructura, es decir, considerar las características
gráficas esperadas en cada etapa evolutiva; según su calidad –detalles pocos
comunes, omisiones o por adición de elementos–; y por su contenido (Koppitz,
1991, en Opazo y Rivera, 2009).
Koppitz (1974), describió las características gráficas esperadas para niños y niñas
de 6 años de edad.
Niños Niñas
Lo Esperado Brazos, cabeza, ojos, nariz, Cabeza, ojos, boca, cuerpo,
boca, cuerpo y piernas piernas, brazos, pies y cabello
Elementos comunes Pies, dedos, cabello y dos Dedos y dos dimensiones en
dimensiones de brazos y brazos, piernas, cuello, mano,
piernas cejas, pupilas, brazos hacia
abajo, orejas, correcto número
de dedos y pies
bidimensionales
Excepcional Brazos unidos a los hombros, Buena proporción del dibujo,
buena proporción, orificios de fosas nasales, dos labios,
la nariz, codos, dos labios y codos, perfil, brazos unidos al
rodillas. Encontrar cuatro o hombro y rodilla. Encontrar
más prendas de ropa, mientras cuatro o más prendas de ropa,
que una o dos prendas es una o ninguna prenda es
común. común.
A partir de lo propuesto por Koppitz (1974), se puede decir que las características
formales del dibujo, presentes en ambas pruebas, se encuentran acorde a lo
esperado para su etapa evolutiva; sin embargo, sus representaciones gráficas
impresionan como agresivas y bizarras.
Asimismo, se percibe un estado de alerta debido a que está preocupada por los
detalles del entorno, además se percibe un contacto limitado con el medio,
evidenciando sentimientos de inadecuación y baja adaptabilidad.
Persona Bajo la Lluvia. En cuanto al esquema
corporal, se percibe una perturbación en esta área, lo
que se refleja en la negación de aspectos de sí mismo y
en una dependencia con figuras significativas. La
persona dibujada es grande y se extiende más allá de
los bordes de la hoja, lo que podría indicar controles
internos deficientes e ilusiones paranoides de
grandiosidad que encubren sentimientos de
inadecuación y que, a la vez, compensan sentimientos
de inseguridad.
Por otra parte, la escasa presencia de lluvia podría reflejar que la niña se siente
con las capacidades para protegerse frente a las presiones ambientales; además,
a esto se le agrega que el paraguas la cubre apropiadamente, no obstante este
aparece fusionado con la cabeza de la persona, lo que indica la presencia de
ideas confusas y contaminación. A su vez, el paraguas está marcado con varillas,
reflejando una tendencia hacia la fabulación. En este sentido, es posible
hipotetizar que sus defensas se encuentran concentradas en el área de la
fantasía; esta última le permitiría abstraerse de las situaciones amenazantes.
Por otra parte, la dinámica de indefensión está relacionada con los aspectos que
indiquen ansiedades e inseguridades. Debido a estos sentimientos, se encuentra
más alerta respecto del mundo que la rodea, y a su vez, la regresión presentada a
través de la figura humana está indicada por el miedo que le genera encontrarse
frente a situaciones negativas.
Conclusiones
De esta manera, es posible señalar que a partir del análisis gráfico, ambos dibujos
revelarían elementos que se corresponden con la dinámica de indefensión,
descrita en la literatura señalada y se ajustan a sintomatología ansiosa,
sentimientos de miedo o impotencia, poca capacidad de control ante eventos
externos amenazantes y bajo sentido de autoeficacia. Asimismo, dado los
resultados de este estudio, se evidenciarían dificultades en la esfera de la
sexualidad, pudiendo llegar a asociaciones, según lo descrito, con conductas
sexualizadas repetitivas, juego sexual compulsivo o conflictos respecto de la
identidad sexual, intereses inapropiados para su etapa evolutiva, que pueden
provocar una alteración en su desarrollo sexual y son característicos de una
sexualización traumática.
Por otra parte, se pudo constatar a través del análisis de ambos casos, que cada
una de las pruebas aplicadas pudo arrojar elementos coincidentes con las
consecuencias de las agresiones sexuales y en específico de las dinámicas
traumatogénicas.
Cabe destacar que, si bien en ambos casos analizados los niños han sido víctimas
de agresiones sexuales, sus experiencias difieren en múltiples sentidos en cuanto
a los elementos que las caracterizan, siendo también cada niño y el entorno que le
rodea únicos y particulares, lo que permite comprender la diferencia de resultados
entre ambos, no obstante haber en ambos casos altos índices asociados a las
dinámicas de indefensión y sexualización traumática.
Es importante señalar también que el análisis de la interpretación de las
características gráficas no debe entenderse como concluyente, sino que estos
datos deben ser interpretados en su conjunto y complementados con la
observación realizada en el contexto de la evaluación forense.
Por último, es necesario mencionar las limitaciones que tuvo el presente trabajo.
Una de ellas es que los datos entregados por las pruebas administradas
constituyen un material preliminar respecto del mundo interno del niño y de la niña,
por lo que no debe ser utilizado como una información categórica, dado que este
análisis no contempla las áreas del desarrollo del niño ni su contexto familiar y
social, antecedentes que podrían facilitar una mejor comprensión respecto del
modo de vivenciar la experiencia abusiva. Asimismo, por razones de extensión no
se consideraron las narraciones que los evaluados realizaron de los dibujos; sin
embargo, en futuros trabajos sería interesante su incorporación, porque podrían
enriquecer el análisis y contribuir a una comprensión más global y certera de las
pruebas gráficas administradas. Del mismo modo, se tiene en cuenta como una
limitante el escaso número de casos analizados; sin embargo, dado el carácter
preliminar del presente estudio es que se decidió trabajar únicamente con dos
casos, de modo de ver de forma aproximada los beneficios de administrar la
prueba Dibujo de la Figura Humana y Persona Bajo la Lluvia, vinculada con las
dinámicas traumatogénicas. No obstante ello, los resultados obtenidos son de
gran valor puesto que entregan datos del mundo interno de los evaluados, razón
por la que se podrían utilizar como un medio de contraste a lo observado en la
evaluación forense. A su vez, visto lo enriquecedor que resulta el análisis de
ambas pruebas en conjunto, asociadas a las Dinámicas Traumotegénicas de
Finkelhor (1988), se recomienda replicar en estudios posteriores esta
investigación, ampliando el número de casos y otros grupos etario para saber si se
obtienen los mismos beneficios.
Referencias
Canton, J., Cortés, M. (2000). Guía para la evaluación del abuso sexual infantil.
Madrid: Ediciones Pirámide.
Capella, C., Contreras, L., Guzmán, L., Miranda, J., Núñez, L., Vergara, P.
(2003). Una Aproximación Clínica a las Producciones Gráficas de Niños(as)
Víctimas de Agresión Sexual (pp. 267-278), en: Anales del V Congreso
Iberoamericano de Psicología Jurídica, Santiago de Chile.
Salgado, R., Chía, E., Fernández, H., Navarro, J., Valdés, A. (2005). Protocolo
para la Evaluación Psicológica Pericial de delitos sexuales contra niños, niñas
y adolescentes. Programa de Educación para la No-Violencia, PUC Editorial /
LOM Ediciones.
Sepúlveda, C. (2010). “Estudio descriptivo comparativo de las características
gráficas en los test de Casa-Árbol-Persona y Persona Bajo la Lluvia de niños
preescolares víctimas de agresión sexual”. Tesis para optar al grado de
Magíster en Psicología Clínica Infanto-Juvenil, Universidad de Chile.