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UNIVERSIDAD NACIONAL

TORIBIO RODRIGUEZ DE MENDOZA

Derecho y Ciencias Politicas

“La responsabilidad civil en los procesos de


accidentes de transito”

Autor:
Merli Cueva Campos

Asesor: SANTIAGO GUIVIN MEZA

BAGUA - PERÚ
AÑO 2019
Dedicatoria
A mis padres que me han apoyado a poder

realizar mis estudios universitarios y

siempre me han apoyado en mi vida.


Agradecimiento
Agradezco a Dios por protegerme durante todo mi camino y darme fuerzas para superar
obstáculos y dificultades a lo largo de toda mi vida.

A mis padres, que con su demostración ejemplar me ha enseñado a no desfallecer ni


rendirme ante nada y siempre perseverar a través de sus sabios consejos.

Al Dr. Santiago Guivin Meza , por su valiosa guía y asesoramiento a la realización del
trabajo de investigación.
Autoridades

Rector : Dr. Policarpio Chauca Valqui

Vicerrector Académico: Miguel Ángel Barrena Gurbillón

Vicerrectora de Investigación :Dra. Flor Teresa García Huamán


VISTO BUENO DE ASESOR DE TRABAJO DE INVESTIGACION

Bagua, 8 de Julio del 2019.

Señor

………………………………………………………………………..…………………
……………

DECANO DE LA FACULTADAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS.

Presente.

Previo un atento saludo, por intermedio de la presente y en mi condición de Asesor doy


mi CONFORMIDAD a la tesis para obtener titulo Profesional :
“____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
______________

Presentado por Merly Campos, de la Escuela Profesional de Derecho y Ciencias Politicas. Por
ello solicito su pase a DICTAMEN DE PROYECTO DE TESIS de acuerdo al
reglamento.

Agradeciendo la atención que brinde a la presente, y reiterándole mis cordiales saludos


quedo de Ud.

Atentamente.

-----------------------------------------------------------------
Santiago Guivin Meza
Docente Asesor
Jurado Evaluador

FICHA DE JURADO EVALUADOR DE TRABAJO DE INVESTIGACION

Yo el Dr. Santiago Guivin Meza doy visto bueno de la tesis para el grado de Licenciado
de Derecho y Ciencias Politicas

Asesor Secretario Vocal Presidente


Declaración Jurada de plagio

Yo Merli Cueva Campos ,identificado con DNI …………… estudiante de la Escuela


de la Escuela Profesional de Dereho y Ciencias Politicas de la Facultad de Derecho y
Ciencias Politicas De la Universidad Nacional Toribio Rodríguez De Mendoza de
Amazonas :

Declaro Bajo Juramento


Que:
1. Soy Autor del Trabajo de investigación titulado “La Responsabilidad en los
procesos de accidentes de transito, que presento para obtener el grado académico
de Licenciado de Derecho y Ciencias Politicas

2. El trabajo de investigación no ha sido plagiado ni total ni parcialmente , y para


su realización se han respetado las normas internacionales de citas y referencias
para las fuentes consultadas.

3. El trabajo de investigación presentado no atenta contra derechos de terceros

4. El trabajo de investigación presentado no ha sido publicado ni presentado


anteriormente para obtener algún grado académico previo o título profesional.

5. La información presentada es real y no ha sido falsificada, ni duplicada, ni


copiada.

Por lo expuesto mediante la presente asumo toda responsabilidad que pudiera derivarse
por la autoridad, originalidad y veracidad del contenido de Trabajo de Investigación, así
como por los derechos sobre la obre y/o invención presentada. Asimismo, por la presente
me comprometo a asumir además todas las cargas pecuniarias que pudieran derivarse para
la UNTRM en favor de terceros por motivo de acciones, reclamaciones o conflictos
derivados del incumplimiento de lo declarado o las que encuentren causa en el contenido
del trabajo de investigación.

De identificarse como fraude, piratería, plagio, falsificación o que el Trabajo de


investigación haya sido publicado anteriormente, asumo las consecuencias y sanciones
civiles y penales que de mi acción se deriven.

Bagua 8 de Julio del 2019

Firma del aspirante


Resumen
Los accidentes de tránsito han tomado una considerable importancia en los últimos años,

no solo en relación al elevado número de víctimas fatales que resultan de los índices

estadísticos, sino también respecto al surgimiento de nuevas medidas de prevención y de

reparación en cuanto a los daños causados como consecuencia de los mismos. El objetivo

del presente trabajo fue analizar los diversos supuestos en los cuales se origina la

responsabilidad civil en materia de accidentes de automotores y fundamentalmente

conforme al régimen legal vigente. Se investigó, en primer lugar, sobre las disposiciones

normativas que establecía el Código Civil originario. A continuación, se examinó cada

una de las modificaciones introducidas con la sanción y unificación del nuevo Código

Civil y Comercial de la Nación. Se señaló en su análisis, entre los relevantes cambios, la

importancia de la protección de la victima de los siniestros viales bajo una

responsabilidadad civil , la consagración expresa del deber genérico de no dañar a otro,

la función preventiva y resarcitoria de la responsabilidad civil, la ampliación de los

legitimados activos, la reparación plena del daño, entre otros. En conclusión, con esta

investigación se proporcionó un conocimiento más profundo y detallado sobre el

ordenamiento jurídico actual, el cual ha logrado recoger los principios generales que

venían sosteniendo tanto la jurisprudencia como la doctrina mayoritaria. Otorgar con esto

mayor claridad, sencillez en la regulación, reordenar y mejorar la responsabilidad civil de

estos casos.

PALABRAS CLAVES: Responsabilidad Civil. Accidentes de Tránsito.

Responsabilidada Civil. Víctima de los siniestros viales.. Reparación plena del daño.

Accidentes de automotores.
Astract
Traffic accidents have taken on considerable importance in recent years, not only in

relation to the high number of fatalities that result from the statistical indexes, but also in

relation to the emergence of new prevention and repair measures in terms of damage

caused as a consequence of them. The objective of this paper was to analyze the various

cases in which civil liability originates in motor vehicle accidents and fundamentally in

accordance with the current legal regime. It was investigated, first of all, on the normative

dispositions established by the original Civil Code. Next, each one of the modifications

introduced with the sanction and unification of the new Civil and Commercial Code of

the Nation was examined. It was noted in his analysis, among the relevant changes, the

importance of protecting the victim of road accidents under a civil responsibility, the

express consecration of the generic duty of not harming another, the preventive and

compensatory function of civil liability, the extension of the legitimate assets, the full

reparation of the damage, among others. In conclusion, this investigation provided a

deeper and more detailed knowledge of the current legal system, which has managed to

collect the general principles that both jurisprudence and majority doctrine had upheld.

To grant with this greater clarity, simplicity in the regulation, reorder and improve the

civil responsibility of these cases.

KEYWORDS: Civil Liability. Traffic accidents. Civil Liability. Victim of the sinister

vials. Full repair of the damage. Automotive accidents.


Indice
Introducción

El acelerado crecimiento poblacional trae a su vez un mayor flujo vehicular en sus calles,

generando una gran cantidad de accidentes de tránsito en aumento cada día.. El 80% de

los accidentes de tránsito son causados por imprudencias humanas; esta situación es la

que ha despertado el interés por el estudio de la Responsabilidad Civil a consecuencia de

los Accidentes de Tránsito ocurridos.

El Estado de Derecho del Perú, exige que se respete el conocimiento, cumplimiento y

aplicación justa y razonable del derecho, es lo que se tratará de determinar en esta

investigación, en el ámbito de la Responsabilidad Civil que surgen de los accidentes de

tránsito.

Esta investigación nace del interés de analizar el problema que suscita al determinar quién

debe responder civilmente en un accidente de tránsito, dado a que los cargos de

Responsabilidad Civil dependen de una serie de circunstancias que se pueden presentar

en un accidente de tránsito.

Por otra parte, la cantidad de accidentes que se registran en los últimos tiempos, trae como

consecuencia el aumento de expedientes en los tribunales de tránsito, es de sumo interés

conocer en qué medida prosperan las demandas en responsabilidad civil y si se respeta el

debido proceso de la ley.

I. Cuerpo de investigación

1. Identificar el problema jurídico


Poca responsabilidad y reparación civil en los accidentes de transitos en el Perú

2. Describir el problema jurídico


En relación a los accidentes, el Derecho tiene como finalidad, establecer la

reparación a la víctima, en cuanto al daño que se le ha causado. Al respecto el

código civil peruano, pone énfasis en quien causa el daño, y no en quien lo sufrió.
En los procesos judiciales, con frecuencia apreciamos que no existen criterios

claros para comprender la magnitud del daño, ni para establecer el monto de la

indemnización.

Debemos tener en cuenta que en nuestro país, existen ciertas condiciones que

incrementan las posibilidades de accidentes de tránsito, como el incremento del

parque automotor, la importación de vehículos usados, la conducción de vehículos

por parte de menores de edad, personas que conducen vehículos en estado de

ebriedad, y lo mas grave aún, que la gran mayoría de conductores no cumplen lo

establecido en el reglamento de tránsito.

La falta de criterios claros para la determinación de la cuantía de la Reparación

Civil, ha generado una diversidad de decisiones, dependiendo éstas, del particular

parecer e interpretación de los hechos por parte de los jueces que conocen la causa.

2.1. Planteamiento del problema


¿ Cual es la responsabilidad civil en los procesos de accidentes de transitos?

3. Título del trabajo de Investigación


La responsabilidad civil en los procesos de accidentes de transito
4. Objetivos

4.1. Objetivo General


 Determinar la responsabilidad civil en los accidentes de transito

4.2. Objetivo Específicos

 Diagnosticar la responsabilidad civil en los accidentes de transito


 Conocer las causas de la deficiente responsabilidad civil en los accidentes
de transito
 Reconocer las consecuencias de la limitada reparación de civil por
accidentes de transito
 Identificar las leyes del código civil peruano referidadas a la
responsabilidad y reparación por accidentes de transito
5. Hipotesis
La responsabilidad civil en los procesos de accidentes de transitos en el Perú es
deficiente por leyes más concisas en nuestro código civil.

6. Justificación del Estudio


La presente propuesta de investigacion es importante ya que demostrara que existe
un elevado índice de casos por accidentes a nivel de nuestra región de amazonas
por que se ha observado que constantemente las victimas de estos casos bajo la
responbilidad civil dandose un defice en la atención legal debió a que los Jueces
no toman en cuenta los criterios adecuadas para la aplicación correcta de las
sanciones en los procesos de accidentes de transito.

II. Marco teórico:

7. El automóvil como bien riesgoso


Automóvil significa: “Que se mueve por sí mismo. Aplicase principalmente a los

carruajes que pueden ser guiados para marchar por una vía ordinaria sin necesidad

de carriles y llevan un motor, generalmente de explosión, que los pone en

movimiento”. Ya en la definición encontramos ciertas pautas que nos pueden dar

una idea del carácter riesgoso: se trata de una máquina que genera su propia fuerza

motriz destinada a la circulación por vías públicas.

Además, no importa cuán diligentes seamos en el manejo, aun el conductor más

precavido o prudente puede cometer un error, quizás insignificante en apariencia

(por ejemplo: desviarse un par de centímetros); o también puede que el

comportamiento diligente dé lugar a un accidente. Imaginemos al conductor que,

ante la proximidad de un cruce, se encuentra mirando el semáforo y, de improviso,

sale una persona entre los autos estacionados siendo atropellada de repente. Esto

nos muestra el carácter riesgoso del automóvil, lo cual no implica ignorar el hecho

de que hay choferes imprudentes que constituyen un riesgo no deseado por la

sociedad.
No podemos, entonces, llegar a la conclusión de que el conductor que jamás ha

sufrido un accidente de tránsito, debe ello a su diligencia. Lo que puede haber

ocurrido, con mayor certeza, es que haya tenido una mayor “suerte” en el juego.

En relación con esto último, cabe mencionar algo importante: los accidentes son

eventos que pueden calcularse mediante la estadística; lo indeterminado de

antemano son las personas específicas que se verán involucradas en estos sucesos.

(Bermudez, 2013.p.230).

Nos hallamos, pues, frente a una invención moderna que, al margen de los

beneficios indiscutibles que proporciona, conlleva una potencialidad dañosa

debido a la velocidad que desarrolla y al peso que desplaza. Además, el control

que puede ejercerse a través de un comportamiento diligente resulta, en la

práctica, minimizado por las múltiples contingencias que pueden presentarse

durante la conducción del vehículo automotor. La realidad es que toda sociedad

se beneficia con ese peligro que no puede suprimirse radicalmente; por ello el

artículo 1970 del Código Civil requiere, inevitablemente, que en cada caso que se

aplique la jurisprudencia sobre el tema de peligrosidad extraordinaria,

argumentada en forma razonable, teniéndose en cuenta las circunstancias,

valorando la forma como la gente normalmente considera las cosas en términos

de peligro extraordinario, sin menospreciar pero también sin forzar situaciones.

8. Naturaleza del accidente de transito


Por riesgo se entiende el “peligro o contratiempo posible”, pero no todos los

riesgos a los cuales estamos sometidos diariamente son jurídicamente relevantes,

al igual que ocurre con los daños: no todos los casos se encuentran comprendidos

en la definición de lo que podríamos llamar bien riesgoso o actividad riesgosa, de

acuerdo a lo regulado por el artículo 1970 del Código Civil. Siendo considerada

una actividad riesgosa o peligrosa de acuerdo a la visión social y de las


justificaciones que para ello pueda ofrecer la responsabilidad en un momento

dado, habiendo daños que se producen al margen de las precauciones adoptadas o

la diligencia empleada; pudiéndose en dicho sentido, entenderse como actividades

o bienes riesgosos a todas aquellas cuya realización o uso normal, según sea el

caso, cree ese riesgo adicional, esto es, situaciones riesgosas que incrementen la

posibilidad de daños o siniestros.

Por ello, los accidentes de tránsito son, por lo general, consecuencia del

automóvil, que si bien es cierto, proporciona múltiples ventajas a las personas

(como la fluidez en el tránsito y la consecuente mejora de las comunicaciones y

comercio, así como el ahorro del factor tiempo), constituye un bien riesgoso.

Todos los días, se podría decir, que jugamos a la “ruleta rusa motorizada”, pues

conducir un vehículo automotor es una actividad riesgosa que puede generar un

resultado dañoso. Para esto tenemos normas sobre responsabilidad

extracontractual del Código Civil y otras leyes como el Código de Tránsito y

Seguridad Vial, siendo factible darse cuenta que no funcionan las primeras al no

garantizar una indemnización satisfactoria, mientras que en el segundo caso, no

regulan eficazmente el manejo de automóviles, factores que de alguna manera

repercuten en la posibilidad de reducir el número de accidentes y la gravedad de

estos.

En dicho contexto, resulta pertinente referirse que artículo 29 de la Ley 27181,

Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre, que regula con claridad la

responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito, que es objetiva y

solidaria entre el conductor, el propietario del vehículo y de ser el caso, el

prestador del servicio de transporte terrestre. Sin embargo, este numeral ha

ocasionado problemas de interpretación en el caso de los automóviles dados en

leasing o arrendamiento financiero, estando a que el segundo párrafo del artículo


6 del Decreto Legislativo 299, establece que: “la arrendataria es responsable por

el daño que pueda causar el bien, desde el momento que lo recibe de la locadora”,

sin embargo, dicha disposición normativa jurisprudencialmente ha sido entendida

que sólo se refiere a las relaciones contractuales interna entre la arrendataria y la

locadora, mientras que el artículo 29 de la Ley 27181 se refiere a los supuestos de

responsabilidad civil extracontractual, frente a terceros. El razonamiento

sugestivo resulta peligroso, porque hará que los costos del leasing automotriz se

eleven, en perjuicio del propio usuario. Evidentemente esta decisión, no impide

que el propietario del vehículo inicie una acción de regreso frente al arrendatario

al amparo del mencionado artículo 6 del Decreto Legislativo 299. Siendo claro

que finalmente la empresa trasladará los montos de las primas al arrendatario, vía

la renta a pagar. Si bien es cierto que la víctima obtendrá siempre la

indemnización, ello en definitiva será a costo (no de la empresa de leasing), sino

del arrendatario, ya que en última instancia es quien lo va a asumir.

Resulta pertinente una definición más precisa teniéndose en cuenta el criterio de

responsabilidad por riesgo establecido en el artículo 1970 del Código Civil y lo

regulado por la norma antes señalada. Dicha disposición resulta positiva, en tanto,

define el criterio que será utilizado por parte de los jueces y además, como se ha

referido, establece la responsabilidad solidaria, lo que constituye una herramienta

favorable y facilita la acción indemnizatoria para las víctimas de los accidentes de

tránsito.

9. Responsabilidad Extracontractual
El código civil peruano, se refiere a la responsabilidad, en sus artículos 1969 a

1988 estableciendo en el primero de ellos la obligación de imdenizacion por daño

moroso y culposo por parte de la persona que por dolo o culpa causa un daño a
otro, correspondiendo al autor de dolo o culpa el descargo por falta de dolo o

culpa.

Asimismo, el articulo 1970, referido a la responsabilidad por riesgo, seiñala que

“ aquel que mediante un bien de riesgo o peligroso, o por el ejercicio de una

actividad riesgosa o peligrosa, causa un daño al otro, esta obligado a repararlo.

10. Teoría del riesgo y responsabilidad objetiva

Como lo describe una ejecutoria suprema relativa a la teoría del riesgo:

“Los progresos materiales han traído como contrapartida el crecimiento de los

riesgos que deben sufrir las personas y sus bienes, dando lugar a la doctrina de la

responsabilidad por cosas riesgosas o actividades, en cuyo caso no es necesario

determinar la culpa o el dolo del agente, el que responde solo por daños causados

por cosas o actividades que se consideran como tales la teoría del riesgo se funda

en el principio qui sentit commodum sentire debet et imcommodum: “El que

aprovecha de los medios que han causado un daño y obtiene sus ventajas, es de

equidad que también sufra las consecuencias de tales daños”. No será justo que

uno se llevara los beneficios y otro los daños”. El artículo 1970 del Código Civil

establece un supuesto de responsabilidad objetiva: “Artículo 1970.- Aquel que

mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa

o peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a repararlo”. Es evidente que un

vehículo automotor es un bien riesgoso, tal como lo reconoce una ejecutoria

suprema: “Debe tenerse presente que el vehículo como tal constituye un bien

riesgoso o peligroso y su conducción una actividad que tiene las mismas

características, lo que conlleva a la obligación de parte del conductor a reparar el

daño causado”.
Asimismo el transporte es considerado como una actividad peligrosa: “Por el solo

hecho de haberse encontrado el vehículo automotor en movimiento o en su uso

ordinario, constituye este un peligro potencial; es criterio aceptado y reconocido

uniformemente tanto por la doctrina como por la jurisprudencia, que se entiende

por actividades peligrosas aquellas realizadas por medio de transporte”. (Bramont,

2011.p.90)

11. Problemas practicos en los abogados en los procesos de accidentes de


transito
 Muchos abogados no plantean bien sus demandas.

 Muchos abogados no inciden en la prueba del daño.

 Muchos abogados no inciden en la prueba del quantum indemnizatorio.

 La existencia de un proceso penal paralelo.

12. Problemas practicos en los jueces en los procesos de accidentes de transito


 Muchos jueces no califican bien las demandas.
 Muchos jueces no fijan bien los puntos controvertidos.
 Muchos jueces no acopian el material probatorio necesario para resolver.
 Muchos jueces no motivan bien sus sentencias.

13. De la responsabilidad civil subjetiva a la responbilidad civil en materia del


derecho de transito
Escogida la materia de transito como objeto de investigación, veamos como se

han expresado diversas teorías en el devenir de la historia de esta especial rama

del derecho, para justificar la obligación de indemnizar el daño causado. Su

legislador en diversosmomentos históricos. De una visión que hacia prevalecer la

tesis subjetiva de la responsabilidad, partiendo de la culpa, como elemento

determinante de esta, hasta llegar a la responsabilidad objetiva, que desdeña para

colocar el peso de la responsabilidad sobre la ocurrencia del daño y la

impretermitible obligación de su indemnización.


13.1. Origen de la responsabilidad
La responsabilidad Civil ha sufrido una constante transformación a lo largo

de la historia de la humildad, pero es en la antigua Roma donde adquiere su

verdadero carácter legal y de ese modo ha sido legala del mundo.

La responsabilidad en Roma por una larga evolución que abarca desde la

venganza privada, pasando por la pena privada de las composiciones,

inicialmente voluntaria y después obligatoria, hasta la época de Justiniano,

en que se distingue entre las acciones puramente penales y las acciones por

daños y perjucios. (Galindo,2010.p.120).

14. El accidente de transito


Algunos autores definen al accidente de tránsito como un cambio, modificación o

alteración, ocurrido en las vías públicas, causado por las personas, los animales o

las cosas inanimadas y, especialmente, por los vehículos, del cual resultan

lesiones, daños o perjuicios a la vida humana y a los bienes. Para otros, el

accidente de tránsito es un suceso inesperado ocurrido en una vía de circulación

en el que participa, por lo menos, un vehículo en transporte teniendo como

resultado la lesión de personas y/o daños a la propiedad. La frase “en transporte”

tiene, dentro de esta definición, dos acepciones:

a) en movimiento; y b) listo para moverse.

El accidente de tránsito, en nuestro ordenamiento jurídico, posee dos definiciones

no necesariamente concordantes: Por un lado, el Texto Único Ordenado del

Reglamento Nacional de Responsabilidad Civil y Seguros Obligatorios por

Accidentes de Tránsito (aprobado por Decreto Supremo 024-2002-MTC), lo

define en su artículo 5 como el “evento súbito, imprevisto y violento (incluyendo

incendio y acto terrorista) en el que participa un vehículo automotor en marcha o


en reposo en la vía de uso público, causando daño a las personas, sean ocupantes

o terceros no ocupantes de vehículo automotor, que pueda ser determinado de

manera cierta”.

El Reglamento Nacional de Tránsito (aprobado mediante Decreto Supremo 033-

2001-MTC), por su parte, considera como accidente (a secas) al “evento que cause

daño a personas o cosas, que se produce como consecuencia directa de la

circulación de vehículos”. Anteriormente, el Código de Tránsito y Seguridad Vial

presentaba a su vez una definición de accidente de tránsito. Dicho cuerpo legal

señalaba, en su artículo 164:

Artículo 164º.- Se considera accidente de tránsito a todo hecho que produzca

daños en personas o cosas, como consecuencia de la circulación.

A partir de las definiciones citadas podemos apreciar que se tratan de

disposiciones vinculadas más al Derecho Administrativo, pues versan

simplemente sobre “hechos” o “eventos”, sin hacer alusión a ningún criterio

subjetivo u objetivo para la calificación de un suceso como accidente de tránsito.

Y cuando pretendemos analizar los accidentes de tránsito, nos encontramos con

un panorama de multiplicidad de criterios. Por ejemplo, a nivel policial y

administrativo, se adoptan criterios eminentemente subjetivos para el

establecimiento de las causales de los accidentes. Todos absolutamente son

calificados sobre la base de ellos. Sin embargo, por otro lado, tenemos el artículo

1970 del Código Civil, que establece una responsabilidad objetiva para las

actividades y bienes riesgosos, como se ha desarrollado precedentemente.


Finalmente, debe admitirse que el ciudadano común percibe a los accidentes de

tránsito básicamente como actos de imprudencia.

15. La responsabilidad civil en el Perú


Es universalmente aceptado que el autor del daño responde por este, y esto se

traduce en la obligación de indemnizar, es decir, indemnizar los daños y reparar

los perjucios causados hacia la victima.

Hay comportamientos ilícitos que merecen que se les aplique una pena y otros

solo producen la obligación de indemnizar al perjuicio por el daño que se le ha

causado. Asi tenemos que existe dos posibilidades :

15.1. Hecho ilícito penal


Se considera que los primeros merecen un castigo, porque van contra los

valores merecedores de especial protección, como puede ser la vida, el honor

y la integridad física de una persona. Estas conductas son reprimidas por el

estado peruano, aplicandose penas (privación de la libertad, multas, etc.) a

quienes las cometan, con la condición de que esten descritos “tipificados” “en

el código penal y por tal constituyen delitos o faltas”.La ley penal tiene la

finalidad de castigar o sancionar aunque hoy se hable mas bien de rehabilitar

y no se puede hablar de responsabilidad penal por hechos ajenos.

Más hay que considerar que los comportamientos antes mencionados, que

constituyen el ilícito penal, con frecuencia, lesionan un interés particular, es

decir, el delito o la falta produce un daño a un tercero. Entonces el acto

delectivo engendra también la responsabilidad . Asi el articulo 92 del código

penal peruano(C.P.P) estable la responsabilidad civil se determina

conjuntamente con la pena todo esto esta regulado por el titulo VI, de la

reparación civil y consecuencias accesorias del mencionado cuerpo legal. En

consecuencia, la imposición de una pena(la sanción publica o por interés


publico)conlleva la simultanea condena a la reparación de todas las

consecuencias lesivas del delito o de la falta(en interés de la victima).

Ademas, cada vez que el año a reparar derive de un hecho ilícito de naturaleza

pena, rigen las disposiciones que sobre la responsabilidad civil estable C.P.P

y suplementoriamente las del código civil .

15.2. Hecho ilícito civil


Hay otros comportamientos o conductas que son simplemente dañosos, que

están tipificados en C.P.P, y cuya sanción consiste en obligar al causante del

daño a indemnizar, por entenderse que solo lesionan un interés particular.

Esta es la responsabilidad civil que tiene el fin de reparar, es decir

determinar sobre que patrimonio y en que medida deben recaer las

consecuencias del acto dañoso. En nuestro código civil, las norma esenciales

sobre la responsabilidad civil, están contenidas en la sección VI,

responsabilidad extracontractual, del libro VII fuente de las obligaciones. El

primero de los artículos de esta sección, 1969 establece la norma jurídica

básica en materia de responsabilidad civil. El articulo dice asi :

Artículo 1969.- Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro esta

obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o culpa corresponde

a su autor.

16. La indemnización por daños en casos de muerte


Pues bien, habiendo examinado la problemática de los daños causados en el

campo de la responsabilidad civil, sea esta contractual o extracontractual,

corresponde ahora examinar un aspecto de fundamental importancia legal y

práctica en nuestro sistema jurídico. Nos referimos a la responsabilidad civil extra


contractual por daños en casos de muerte en el Código Civil Peruano. Desde

nuestro punto de vista, en los casos de muerte, la cuestión de los daños, se plantea

de la siguiente manera:

a) Como acabamos de vedo, de acuerdo a las normas sobre responsabilidad civil

extracontractual contenidas en el Código Civil Peruano, deben indemnizarse

extracontractualmente los daños patrimoniales, bien se trate del .lucro cesante y/o

del daño emergente y los daños extra patrimoniales, tanto el daño moral como el

daño a la persona. Esto significa que en el sistema jurídico peruano, al igual que

en todos los derivados del Código Civil Francés, en el ámbito de la

responsabilidad civil extracontractual son indemnizables los daños patrimoniales

y los daños extra patrimoniales. Como es evidente, para que pueda ser exigible

legalmente una indemnización por daños extra contractuales en la legislación

peruana, al igual que en los otros sistemas jurídicos antes mencionados, es

necesario que se acrediten los daños causados, la conducta del autor y la relación

de causalidad entre dicha conducta y los daños producidos. Ahora bien, como

también acabamos de mencionar líneas arriba, a diferencia del ámbito de la

responsabilidad civil contractual, o derivada del incumplimiento de una

obligación pactada, en el campo extra contractual el Código Civil Peruano ha

establecido con precisión el denominado" criterio de reparación integral" en el

artículo 1985 del C.C., según el cual en el ámbito extracontractual deben

indemnizarse todos los daños causados a la víctima, sea presentes o futuros,

previsibles o imprevisibles, bien se trate de daños patrimoniales o extra

patrimoniales, siempre y cuando se acrediten los mismos y se compruebe la

relación de causalidad. Como es evidente, se entiende en nuestra doctrina y

nuestra jurisprudencia por daño emergente la pérdida patrimonial, efectivamente


sufrida y por lucro cesante, la ganancia o utilidad que dejara de percibir la víctima.

En el ámbito extra patrimonial, se entiende en nuestra doctrina por daño Moral la

lesión a los sentimientos o el dolor de afección que sufre la víctima y por daño a

la persona la frustración al proyecto de vida de la víctima o el daño a su integridad

física.

b) Con relación al concepto del daño moral el Código Civil Peruano establece en

su artículo 1984°, según hemos visto anteriormente, un criterio de medición del

mismo en base a las circunstancias de cada caso en particular.

c) De esta manera, queda claramente establecido, que tanto al nivel del Código

Civil Peruano, como en nuestra doctrina y jurisprudencia, se reconocen las

categorías del daño patrimonial y extra patrimonial dentro del criterio de

reparación integral en el caso de la responsabilidad civil extracontractual.

d) Ahora bien con relación a la prueba de los daños nuestro Código Civil refiere

en su artículo 1331 que los mismos deben ser probados por la víctima y en el

artículo 1332 prescribe que si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en

su monto preciso, deberá fijarlo el juez con valoración equitativa. Como se podrá

observar, las reglas legales antes mencionadas son muy claras en el sentido de

señalar que los daños deben ser probados por la víctima y que en caso los mismos

no se pudieran probar en su monto exacto y preciso, deberá fijarlos el juez con

valoración equitativa, es decir, base a las normas de equidad.

e) Con relación a las personas que pueden demandar o reclamar judicialmente

indemnización por daños por muerte de una persona, nuestro Código Civil,
entiende y señala categóricamente que sólo son los miembros de la familia del

fallecido, pues el artículo VI del Título Preliminar del mismo Código dispone que

para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés económico

o moral y que el interés moral autoriza la acción sólo cuando se refiere

directamente al agente o a su familia. Esto significa en consecuencia que en el

caso de daños por muerte de una persona, sólo los familiares pueden reclamar

daños patrimoniales y daño moral. De esta forma, resulta claro que el cónyuge

sobreviviente y los hijos de la víctima pueden solicitar indemnización por daño

patrimonial y por daño extra patrimonial.

f) Por regla general en el caso de muerte, a nuestra jurisprudencia le resulta

suficiente la presentación de la partida de defunción, el testamento o la

declaratoria de herederos en caso de sucesión intestada, y las pruebas que

acrediten el evento que ha causado el daño. Así, por ejemplo, si se trata de muerte

por un accidente de tránsito, será necesario presentar el atestado policial

correspondiente que acredite el mismo accidente. Pero en modo alguno se solicita

que se acrediten los daños morales en caso de muerte de un familiar, pues se

sobreentiende o se presume, justamente en base al criterio de valoración

equitativa, que la muerte ha causado un profundo daño moral a los familiares del

fallecido. Del mismo modo, respecto del daño patrimonial sólo se solicita la

presentación de los documentos que acrediten los gastos del sepelio del fallecido

y en todo caso acreditar que el fallecido era el único sustento de la familia, pero

en modo alguno se exige acreditar los daños causados técnica y precisamente.

g) Como se podrá comprender, la jurisprudencia peruana no exige la prueba plena

de los daños, sino que los valora equitativamente en la medida que se hubiera
acreditado el evento que los ha causado. Con mayor razón en el caso del daño

moral, pues en dicho supuesto el daño prácticamente se presume en la medida que

se acredite la relación familiar y la vocación hereditaria. Es por ello justamente

que no se toman en cuenta factores de ingreso, ni se utilizan fórmulas de cálculo,

pues todo se calcula en base a un criterio equitativo. Y es por ello también que los

montos indemnizatorios que se conceden por regla general no son los adecuados.

h) Más aún, cuando se decretó judicialmente el pago de una indemnización, no se

señala en la resolución judicial qué monto corresponde al daño patrimonial y cuál

al daño moral, sino que se establece un monto indemnizatorio por todo concepto,

globalmente. Incluso los mismos abogados cuando preparan demandas por

responsabilidad civil extracontractual solicitan un monto único, para el caso de

daño fuerte, que incluya los gastos de sepelio, una cantidad que sirva para

compensar la pérdida patrimonial por la futura falta de sustento familiar a cargo

del fallecido y una cantidad que sirva para compensar el sufrimiento de la familia

por la pérdida del ser querido.

i) Como es evidente, todo lo expuesto es para el caso que los daños sean

indemnizados judicialmente, por cuanto también es posible la indemnización

voluntaria en cuyo caso los daños son reparados de acuerdo al pacto entre las

partes.

17. Modos de reparación de daño


El articulo 93 del C.P.P. establece que la reparación civil comprende:

1. La restitución del bien o, i no es posible, el pago de su valor

2. La indemnización de los daños y perjuicios.


Mientras el articulo 94 de nuestro mismo código dice que “La restitución e hace

con el mismo bien, aunque se halle en poder de terceros, sin perjuicios del derecho

de estos mismos para reclamar su valor contra quien corresponda.

18. La carga de la prueba en la responsabilidad civil por accidentes de tránsito


Para establecer qué parte debe perder la causa por no haber probado un hecho

principal, hace falta un criterio que determine “quién debe probar qué” en cada

situación, afrontándose este problema normalmente por medio de distinciones

teórico-jurídicas acerca de los hechos principales del caso. Conteniendo dicha

reglas, dos aspectos fundamentales, de un lado se indica como el juez debe

sentenciar cuando no aparezcan en el proceso pruebas que le den certeza sobre los

hechos que deben sustentar su decisión y, de otro lado, a las partes la

responsabilidad que tienen para que los hechos que sirvan de sustento de sus

posiciones aparezcan demostrados; por lo que la carga de la prueba en este tipo

de responsabilidad le incumbe al autor, teniéndose en cuenta que la

responsabilidad civil por accidente de tránsito es objetiva por calidad de bienes

riesgosos y por el riesgo creado por los vehículos puestos en circulación, así como

por la irrelevancia de que el agente dañante tenga que probar su ausencia de culpa;

teniéndose solamente que acreditar el daño y la relación de causalidad, tomando

en consideración los supuestos de ruptura de nexo causal y la concausa, asimismo

teniendo esta responsabilidad un valor solidario que implica poder responder a

favor de la víctima.

Debiendo referirse que en relación a las instrumentales que se acompañan es

común que se adjunte el atestado policial que determina la responsabilidad y la

magnitud del daño; y comprobantes de pago, boletas de venta, una o varias

proformas, fotografías, etc; que permitan cuantificar estableciendo el monto de la

reparación y todo lo cual al encontrarse probado pueda ser apreciado por el juez

al fijar la indemnización por el daño ocasionado, pero considero que es


preponderante en el caso de los atestados policiales, que estos sean elaborados en

base a la participación y observación directa al momento del accidente de tránsito

por parte de los efectivos de la Policía Nacional y no se realice días después, en

mérito a las declaraciones unilaterales efectuadas por la parte afectada del

accidente de tránsito.

Otro aspecto que debe observarse es el Reglamento Nacional de Responsabilidad

Civil y Seguros Obligatorios por Accidente de Tránsito, aprobado por Decreto

Supremo 049-2000-MTC del 10 de octubre del 2000, el cual establece la

obligación de contratar un seguro contra accidentes por parte del

propietario, cubriéndose los daños que se produzcan a las personas ocupantes del

automóvil, como a los terceros no ocupantes, y, en caso de muerte a sus

beneficiarios como se verá más adelante. En atención a ello, se sostiene que el

régimen del SOAT, es similar al no-fault, toda vez que no interesa quién es el

culpable del daño para que la aseguradora indemnice a la víctima del accidente.

Es pertinente hacer referencia que en la demanda de indemnización por daños y

perjuicios no basta que solo se hagan afirmaciones sobre la existencia del daño

ocasionado sin respaldo probatorio, porque estas no serán valoradas por el

Juzgador, al no tratarse de hechos notorios o que se presuman, sino de situaciones

cuya comprobación por mandato legal le corresponde al demandante estando a la

naturaleza de esta pretensión demandada. Por ello el daño debe ser probado por

quien lo sufre, al ser este un requisito de la obligación de indemnizar y

corresponde a quien lo ha sufrido, presentar los medios probatorios conducentes

para conocer su existencia y su extensión, para efectos de que juez proceda a la

cuantificación del daño en su real dimensión y conforme a lo peticionado,

teniéndose en cuenta que el resarcimiento del perjuicio, debe guardar


correspondencia directa con la magnitud del daño causado, mas no puede superar

ese límite.

En dicho sentido, debe expresarse que ya se está cambiando de mentalidad por

parte de los juzgadores al buscar una reparación tomando en cuenta la magnitud

de los daños ocasionados, esto se ha comenzado a generar ya en sede penal,

considerándose para ello las reglas de responsabilidad civil, al establecerse que la

reparación civil acumula obligatoriamente la pretensión penal y pretensión civil,

siendo su objeto doble: el penal y civil, tomándose en cuenta el artículo 92 del

Código Penal, y que su satisfacción va más allá del interés de la víctima, que no

ostenta la titularidad del derecho de penar, pero si tiene derecho a ser reparada por

los daños y perjuicios que se produzcan por la comisión del delito, como ejemplo

para mayor entendimiento : como aconteció en el caso del desaparecido joven

fotógrafo Ivo Johao Dutra Camargo en el que se otorgó a sus deudos

acertadamente una reparación civil ascendente a un millón de nuevos soles,

atendiéndose la magnitud de los daños y perjuicios causados y no en función de

las posibilidades económicas del obligado que puede trasmitirse a terceras

personas para que ésta no sea incumplida y considerándose el bien jurídico

infringido (vida humana), que es el de mayor magnitud dentro del sistema de

jerárquica y valoración de bienes jurídicos y considerándose a este sobre la base

de daño moral, si bien es cierto, en dicha decisión no se fundamento

detalladamente la cuantificación de cada uno de los daños, sin embargo, esta

decisión es importante porque deja de lado el criterio que se venía aplicando en

sede penal de considerarse las posibilidades económicas del obligado para

cuantificarse los daños y establecerse un resarcimiento económico adecuado, que

da un buen mensaje a la sociedad. Y así evitar que la víctima del accidente de

tránsito tenga después que accionar en la vía civil, para efectos de conseguir una
indemnización por daños y perjuicios con un monto adecuado que repare

integralmente los daños que se le han ocasionado, ya que ya no tendría objeto.

19. El seguro obligatorio por accidente de tránsito(SOAT)


Los intentos de contrarrestar los efectos nocivos de los accidentes de tránsito, así

como la necesidad de contar con mecanismos alternativos que permitieran obtener

una atención rápida a las víctimas y sin dilaciones, a lo que debemos agregar la

incapacidad o indiferencia de nuestras autoridades para hacer cumplir los

reglamentos de transporte y tránsito, dieron lugar al establecimiento de sistemas

de seguro obligatorio de accidentes de tránsito (en adelante, SOAT).

Estableciéndose en la Ley 27181, la obligación de contar con un Seguro

Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), con la finalidad de cubrir los

daños personales de los ocupantes o “terceros no ocupantes” resultantes del

accidente de tránsito asimismo se dejado abierta la posibilidad que los servicios

públicos de transporte cuenten con seguros especiales.

Encontrándonos con un esquema de seguro de accidentes y no de responsabilidad

civil exclusivamente, lo que implica en cierto modo una visión sistemática de los

accidentes de tránsito. Asimismo, encontramos una diferencia importante

respecto de los seguros que habían venido siendo implementados anteriormente

con carácter obligatorio, esto es, la cobertura únicamente por daños personales

(lesiones o muerte), sin considerar los daños materiales (que usualmente venían

siendo comprendidos en la cobertura de responsabilidad civil).

El SOAT tiene previsto un pago “automático” de las indemnizaciones sin

consideración alguna de la responsabilidad o causa de los accidentes. A diferencia

del Código Civil, el pago de la indemnización como consecuencia del seguro

obligatorio de accidentes de tránsito no implica el reconocimiento, ni la

presunción de culpabilidad que pueda tener el propietario o conductor del


vehículo asegurado o prestador del servicio de trasporte, ni servirá como prueba

en tal sentido, en caso de ejercitarse acciones civiles o penales.

Otorgándose, en dicho sentido, los beneficios establecidos sin menoscabar el

derecho las víctimas a demandar en la vía judicial por los daños no cubiertos o

por montos mayores respecto de los riesgos ya cubiertos, dado que el SOAT cubre

los siguientes riesgos por cada persona, ocupante o tercero no ocupante del

vehículo automotor: Muerte c/u hasta (4) UIT; invalidez permanente c/u hasta (4)

UIT; incapacidad temporal c/u hasta una (1) UIT; gastos médicos c/u hasta (5)

UIT; y gastos de sepelio c/u hasta una (1) UIT.

Sin embargo, las indemnizaciones que se pagan por muerte invalidez permanente

total o parcial no son acumulables. Pudiendo también la compañía de seguros

observar el dictamen emitido por el médico tratante de la víctima del accidente de

tránsito. En cuanto a las acciones para lograr el pago de las indemnizaciones

derivadas de los accidentes de tránsito (cobro del seguro) el plazo establecido es

de dos años, no debiendo confundirse con el plazo prescriptorio para exigirse el

pago de la indemnización de los perjuicios de quienes sean civilmente

responsables en el accidente, que es también, de dos años de acuerdo al inciso 4)

del artículo 2001 del Código Civil.

Sin embargo, no podemos dejar de mencionar a las Asociaciones de Fondos

Regionales o Provinciales Contra Accidentes de Tránsito (AFOCAT), que fueron

incorporadas gracias a la modificación del artículo 30 de la Ley General de

Transporte de Tránsito y Terrestre Ley 27181. Esta norma estableció que

opcionalmente a la póliza de seguro, se puede contar con certificados contra

accidentes de tránsito que contengan los mismos términos equivalentes,

condiciones semejantes o mayores coberturas que el SOAT vigente, sin embargo,

esta opción ha tenido serios cuestionamientos y reclamos por las víctimas de los
accidentes de tránsito dado que, generalmente, no cumplen con pagarles o lo han

hecho parcialmente (en relación al cobro del seguro), dado que muchas de estas

asociaciones AFOCAT son administradas en la mayoría de casos por grupos de

choferes que no han asumido la indemnización de las víctimas y no cubren la

totalidad de gastos médicos y así tampoco exhiben para sus beneficiarios una

información clara sobre los riesgos cubiertos y sus exclusiones incumpliendo de

esa manera con sus obligaciones, debiendo por ello tener una mayor supervisión

para garantizar el resarcimiento a las víctimas de los accidentes de tránsito.(

Cieza,2016.p.130)

20. Marco Normativo


20.1. Constitucion politica del estado
Artículo 2.- Prohibición de imponer prisión por deudas.- Toda persona tiene

derecho: inciso 24. A la libertad y a la seguridad personales. En

consecuencia: No hay prisión por deuda. Este principio no limita el mandato

judicial por incumplimiento de deberes alimentarias.

El artículo 2.24, literal e), de la Constitución Política establece una

declaración con evidentes repercusiones en el ámbito jurídico penal. Es que

la jerarquía normativa que tiene la Constitución como Carta Fundamental,

y la ubicación y trascendencia que dentro de ella tiene el artículo 2, en virtud

a su· condición de derecho fundamental" 12, plantea un imperativo

categórico dirigido tanto al legislador como a los operadores de la justicia

penal.

Este imperativo categórico al que hacemos alusión y que da plasmación a

dos derechos fundamentales de primera generación como la libertad y

seguridad", contiene un mandato que imposibilita al legislador y al operador


de justicia penal recurrir al instrumento punitivo más intenso, la prisión, para

satisfacer intereses particulares de carácter meramente patrimonial.

A través de esta declaración, se fortalecen a nivel constitucional los

principios de lesividad, intervención mínima y fragmentariedad,

elementales dentro del Derecho Penal en el Estado de Derecho Social y

Democrático". Bajo los parámetros propios de la idea de Estado de Derecho

y del respeto de los derechos fundamentales, cuyo elemento más importante

es la dignidad humana, la intervención del Derecho Penal solo es legítima

cuando ella se produce frente a la lesión (o puesta en peligro) de los intereses

sociales más elementales, esto es, de bienes jurídicos (principio de

lesividad). Pero no solo ello, sino que esta intervención punitiva protectora

de bienes jurídicos debe ser subsidiaria y debe encontrarse referida

únicamente a las más graves (o más potenciales) lesiones (o puestas en

peligro) de los bienes jurídicos.

Solo en ese contexto es que se justifica y legitima la utilización de la esfera

más represiva del ordenamiento jurídico. Ahora, con esto no se quiere decir

que los fines de la punición y del Derecho Penal sean represivos; por el

contrario, en la actualidad existe un claro consenso. En el sentido de que

solo son admisibles fines de prevención. Lo que se afirma es que la esencia

del Derecho Penal es represiva" los instrumentos a los que recurre el sistema

penal para lograr sus fines son sustancialmente represivos pues suponen

siempre un recorte de la esfera de libertad del ciudadano"16, por lo que se

plantea la necesidad de establecer una "relación de recíproco

condicionamiento entre los derechos fundamentales y el Derecho Penal.

La existencia de la declaración contenida en el artículo 2.24, literal e), de la

Constitución Política corrobora en cierta medida la existencia de un


"Programa Penal" en la Constitución. Es cierto que la Constitución del

Estado no establece un catálogo cerrado de bienes jurídicos penalmente

relevantes -lo que supondría la aceptación de las tesis constitucionales sobre

el contenido material del bien jurídico-, empero, es referente obligado, no

solo a partir de la jerarquía normativa que posee y por respeto al principio

de unidad del ordenamiento jurídico, sino porque la Carta Fundamental

contiene -como ya se indicó- un "programa" que fija las orientaciones

político criminales del Estado. Aunque es cierto que en la actualidad se nota

una tendencia creciente del Derecho Penal a introducirse en esferas

empresariales, en donde las relaciones contractuales, el incumplimiento de

obligaciones y la complejidad de la actividad económica son dominantes",

debe recordarse que si en esos ámbitos el legislador decide intervenir

penalmente, ello no debe encontrar su ratio en el mero incumplimiento

contractual o en la existencia de deudas, sino en la lesión o puesta en peligro

de algún bien jurídico"

20.2. Otras leyes


Ley Nº 27181, Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre, del 05

de octubre de 1999.

Establece los lineamientos económicos generales, organizacionales y

reglamentarios del transporte y tránsito terrestre y rige en todo el territorio

de la República, no comprendiendo en su ámbito de aplicación el transporte

por cable, por fajas transportadoras y por ductos.

Ofrece las siguientes definiciones: Para efectos de la aplicación de la

presente Ley, entiéndase por: “a) Transporte Terrestre: Desplazamiento de

personas y mercancías en vías terrestres.


b) Servicio de Transporte: Actividad económica que provee los medios para

realizar el Transporte Terrestre. No incluye la explotación de infraestructura

de transporte de uso público.

c) Tránsito Terrestre: Conjunto de desplazamientos de personas y vehículos

en las vías terrestres, que obedecen a las reglas determinadas en la presente

Ley y sus reglamentos que lo orientan y lo ordenan. d) Vías Terrestres:

Infraestructura terrestre que sirve al transporte de vehículos, ferrocarriles y

personas.”

El Artículo 3 establece como objetivo de la acción estatal, la satisfacción de

las necesidades de los usuarios y el resguardo de sus condiciones de

seguridad y salud, así como a la protección del ambiente y la comunidad en

su conjunto, como también establece como competencias (Artículo 10): a)

Normativas. b) De gestión. c) De fiscalización

En cuanto a las competencias de Fiscalización, el artículo 13, establece que:

“La competencia en esta materia comprende la supervisión, detección de

infracciones y la imposición de sanciones por incumplimiento de los

dispositivos legales vinculados al transporte y al tránsito terrestre, de tal

forma que se promueva un funcionamiento transparente del mercado y una

mayor información a los usuarios.”

Para el efecto, son autoridades competentes (Artículo 15) respecto del

transporte y tránsito terrestre, según corresponda: a) El Ministerio de

Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción, siendo dos de sus

principales competencias de gestión, relacionadas con esta investigación, es

“Diseñar sistemas de prevención de accidentes de tránsito” y “Mantener un

sistema estándar de homologación y revisiones técnicas de vehículos,


conforme lo establece el reglamento nacional correspondiente”. Asimismo,

una de sus competencias de fiscalización consiste en la supervisión,

detección de infracciones y la imposición de sanciones por el

incumplimiento de los dispositivos legales vinculados al transporte y al

tránsito terrestre, de tal forma que se promueva un funcionamiento

transparente del mercado y una mayor información a los usuarios.

b) Las Municipalidades Provinciales; una de cuya competencias

normativas, es emitir normas y disposiciones, así como realizar los actos

necesarios para la aplicación de los reglamentos nacionales dentro de su

respectivo ámbito territorial; y, otra, de fiscalización, se refiere a supervisar,

detectar infracciones e imponer sanciones por incumplimiento de los

dispositivos legales vinculados al transporte y al tránsito terrestre. c) Las

Municipalidades Distritales; d) La Policía Nacional del Perú; es la autoridad

responsable de fiscalizar el cumplimiento de las normas de tránsito por parte

de los usuarios de la infraestructura vial y de los prestadores de servicios de

transporte, brindando el apoyo de la fuerza pública a las autoridades

competentes. Asimismo, presta apoyo a los concesionarios a cargo de la

administración de infraestructura de transporte de uso público, cuando le sea

requerido. e) El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la

Protección de la Propiedad Intelectual – INDECOPI, cuya competencia es

velar por la permanencia de la idoneidad de los servicios y por la

transparencia de la información que se brinde a los consumidores, sin

perjuicio de las facultades de fiscalización y sanción que corresponden a las

autoridades de transporte.

Respecto a la responsabilidad administrativa por las infracciones, el

Artículo 24, señala: “24.1 El conductor de un vehículo es responsable


administrativamente de las infracciones del tránsito y del transporte

vinculadas a su propia conducta durante la circulación. 24.2 El propietario

del vehículo y, en su caso, el prestador del servicio de transporte son

solidariamente responsables ante la autoridad administrativa, de las

infracciones vinculadas a las condiciones técnicas del vehículo, incluidas las

infracciones a las normas relativas a la protección del ambiente y seguridad,

según lo que establece esta Ley y los reglamentos nacionales. 24.3 El

prestador es adicionalmente responsable por el incumplimiento de las

obligaciones derivadas del servicio de transporte y, en su caso, de los

términos del contrato de concesión, permiso o autorización. 24 4 Para

efectos de la responsabilidad administrativa, cuando no se llegue a

identificar al conductor del vehículo infractor, se presume la responsabilidad

del propietario del mismo y, en su caso, del prestador del servicio, salvo que

acredite de manera indubitable que lo había enajenado, o no estaba bajo su

tenencia o posesión, denunciando en ese supuesto al comprador, tenedor o

poseedor responsable. 24.5 Los peatones son responsables por las

infracciones administrativas que se tipifiquen en el reglamento nacional

respectivo. 24.6 En el transporte de carga, la responsabilidad del dador y

del recibidor de la misma serán las establecidas por el Reglamento Nacional

de Administración de Transportes.”

Por otro lado, las infracciones de transporte y tránsito terrestre (Artículo 25),

quedan clasificadas en leves, graves y muy graves, siendo materia de su

tipificación y sanciones en los reglamentos nacionales respectivos.

En ese sentido, de acuerdo al Artículo 26, las sanciones por infracciones a

las normas de transporte y tránsito terrestre, son:


a) Amonestación

b) Multa

c) Internamiento del vehículo

d) Suspensión de la licencia de conducir

e) Cancelación definitiva de la licencia de conducir e inhabilitación del

conductor

f) Suspensión de la concesión, autorización o permiso, según corresponde

g) Inhabilitación para brindar el servicio de transporte, de ser el caso.

La responsabilidad civil está prevista en el Artículo 29, el cual señala: ”La

responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito, causados por

vehículos automotores es objetiva, de conformidad con lo establecido en el

Código Civil. El conductor, el propietario del vehículo y, de ser el caso, el

prestador del servicio de transporte terrestre, son solidariamente

responsables por los daños y perjuicios causados.”

El Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, está regulado por el

Artículo 30, el cual establece que: “30.1 Todo vehículo automotor que

circule en el territorio de la República, debe contar con una póliza vigente

de Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito, según los términos y

montos establecidos en el reglamento correspondiente. Su aplicación es

progresiva, de acuerdo al reglamento respectivo. 30.2 El Seguro

Obligatorio de Accidentes de Tránsito, cubre a todas las personas, sean

ocupantes o terceros no ocupantes, que sufran lesiones o muerte como

producto de un accidente de tránsito. 30.3 Lo dispuesto en los puntos

precedentes, no enerva la obligatoriedad de contar con los seguros


especiales que establezcan los reglamentos correspondientes para el

transporte público, según la naturaleza del servicio.”

El incumplimiento de lo dispuesto en el Artículo anterior, es pasible de

sanción, conforme al Artículo 31, cuyas disposiciones señalan que: “El

incumplimiento a la obligación establecida en la presente Ley de contar y

mantener seguros vigentes, inhabilita a la unidad vehicular para transitar por

cualquier vía del país, debiendo la autoridad competente retener el vehículo,

impedir su circulación e internarlo hasta que se acredite la contratación del

seguro correspondiente, sin perjuicio de las demás sanciones que para tal fin

establece el reglamento nacional, que deberán ser asumidas por el

propietario del vehículo o el prestador del servicio.”

Ley Nº 29391, Ley que crea los Juzgados de Tránsito Vial. Del 31 de

julio de 2009.

Incorpora el numeral 6 al artículo 46º del TUO de la Ley Orgánica del Poder

Judicial, cuyo texto es el siguiente:

“Artículo 46º.- Son Juzgados especializados los siguientes: 1. Juzgados

Civiles; 2. Juzgados Penales; 3. Juzgados de Trabajo; 4. Juzgados Agrarios;

5. Juzgados de Familia; y 6. Juzgados de Tránsito y Seguridad Vial. El

Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, atendiendo a las necesidades del

servicio judicial y a la carga procesal, puede crear otros juzgados de distinta

especialidad a los antes señalados, definiendo su competencia. En los

lugares donde no hay Juzgados Especializados, el despacho es atendido por

un Juzgado Mixto, con la competencia que señale el Consejo Ejecutivo del

Poder Judicial. Todos los Juzgados antes señalados tienen la misma

jerarquía”
Incorpora el Artículo 52º-A al TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial,

con el texto siguiente: “Artículo 52º-A.- Competencia de los Juzgados de

Tránsito y Seguridad Vial Los Juzgados de Tránsito y Seguridad Vial

conocen:

1. De los procesos penales vinculados a conductas peligrosas o lesivas a la

vida, la salud, el patrimonio o la seguridad vial, realizadas en el ámbito de

tránsito vehicular. 2. De los procesos civiles relacionados con la

determinación de responsabilidad e indemnizaciones por conductas

peligrosas o lesivas realizadas durante en el contexto del tránsito vehicular.

3. De los procesos contenciosos administrativos vinculados a infracciones

de tránsito”

Como Disposiciones Complementarias, establece:

“PRIMER0.- Conversión de los Juzgados Especializados o Mixtos en

Juzgados de Tránsito y Seguridad Vial El Poder Judicial, a través del órgano

competente, dispone la conversión de Juzgados Especializados o Mixtos en

Juzgados de Tránsito y Seguridad Vial, atendiendo a la carga procesal y a la

incidencia estadística de procesos judiciales, relacionados con la

determinación de responsabilidades derivadas de los accidentes de tránsito

y seguridad vial. SEGUND0.- El Poder Judicial adopta, mediante sus

órganos competentes las acciones y medidas administrativas necesarias para

el efectivo y eficiente funcionamiento de dichos órganos jurisdiccionales”

La norma entró en vigencia al día siguiente de su publicación en el diario

oficial El Peruano.
Ley Nº 29439, Ley que modifica e incorpora artículos al Código Penal

y modifica los Códigos Procesales Penales, referidos a la conducción en

estado de ebriedad o drogadicción. Del 17 de noviembre de 2009.

Su Artículo 1º modificación los artículos 22º; 36º, inciso 7); 111º; 124º;

274º; 368º y 408º del Código Penal y los artículos 22º; 36º, inciso 7); 111º;

124º; 274º; 368º y 408º del Código Penal, en los términos siguientes:

“Artículo 22º.- Responsabilidad restringida por la edad: Podrá reducirse

prudencialmente la pena señalada para el hecho punible cometido, cuando

el agente tenga más de dieciocho y menos de veintiún años o más de sesenta

y cinco años al momento de realizar la infracción, salvo que haya incurrido

en forma reiterada en los delitos previstos en los artículos 111º, tercer

párrafo, y 124º, cuarto párrafo. Está excluido el agente que haya incurrido

en delito de violación de la libertad sexual, tráfico ilícito de drogas,

terrorismo, terrorismo agravado, atentado contra la seguridad nacional y

traición a la Patria u otro delito sancionado con pena privativa de libertad

no menor de veinticinco años o cadena perpetua.”

“Artículo 36º.- Inhabilitación La inhabilitación producirá, según disponga

la sentencia: (…) 7. Suspensión o cancelación de la autorización para

conducir cualquier tipo de vehículo o incapacidad para obtenerla por igual

tiempo que la pena principal; o (…)”

“Artículo 111º.- Homicidio culposo (…) La pena privativa de la libertad

será no menor de un año ni mayor de cuatro años si el delito resulta de la

inobservancia de reglas de profesión, de ocupación o industria y no menor

de un año ni mayor de seis años cuando sean varias las víctimas del mismo

hecho. La pena privativa de la libertad será no menor de cuatro años ni


mayor de ocho años e inhabilitación, según corresponda, conforme al

artículo 36º - incisos 4), 6) y 7) -, si la muerte se comete utilizando vehículo

motorizado o arma de fuego, estando el agente bajo el efecto de drogas

tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas, o con

presencia de alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.5 gramos-litro,

en el caso de transporte particular, o mayor de 0.25 gramos litro en el caso

de transporte público de pasajeros, mercancías o carga en general, o cuando

el delito resulte de la inobservancia de reglas técnicas de tránsito.”

“Artículo 124º.- Lesiones culposas (…) La pena será privativa de libertad

no menor de uno ni mayor de dos años y de sesenta a ciento veinte días-

multa, si la lesión es grave, de conformidad a los presupuestos establecidos

en el artículo 121º. La pena privativa de libertad será no menor de uno ni

mayor de tres años si el delito resulta de la inobservancia de reglas de

profesión, ocupación o industria y no menor de un año ni mayor de cuatro

años cuando sean varias las víctimas del mismo hecho. La pena privativa de

la libertad será no menor de cuatro años ni mayor de seis años e

inhabilitación, según corresponda, conforme al artículo 36º -incisos 4), 6) y

7)-, si la lesión se comete utilizando vehículo motorizado o arma de fuego,

estando el agente bajo el efecto de drogas tóxicas, estupefacientes,

sustancias psicotrópicas o sintéticas, o con presencia de alcohol en la sangre

en proporción mayor de 0.5 gramos-litro, en el caso de transporte particular,

o mayor de 0.25 gramos litro, en el caso de transporte público de pasajeros,

mercancías o carga en general, o cuando el delito resulte de la inobservancia

de reglas técnicas de tránsito.”

“Artículo 274º.- Conducción en estado de ebriedad o drogadicción El que

encontrándose en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre


en proporción mayor de 0.5 gramos-litro, o bajo el efecto de drogas tóxicas,

estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas, conduce, opera o

maniobra vehículo motorizado, será reprimido con pena privativa de la

libertad no menor de seis meses ni mayor de dos años o con prestación de

servicios comunitarios de cincuenta y dos a ciento cuatro jornadas e

inhabilitación, conforme al artículo 36º inciso 7) Cuando el agente presta

servicios de transporte público de pasajeros, mercancías o carga en general,

encontrándose en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la sangre

en proporción superior de 0.25 gramos-litro, o bajo el efecto de drogas

tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas, la pena

privativa de libertad será no menor de uno ni mayor de tres años o con

prestación de servicios comunitarios de setenta a ciento cuarenta jornadas e

inhabilitación conforme al artículo 36º, inciso 7)”

“Artículo 368º.- Resistencia o desobediencia a la autoridad. El que

desobedece o resiste la orden legalmente impartida por un funcionario

público en el ejercicio de sus atribuciones, salvo que se trate de la propia

detención, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis

meses ni mayor de dos años. Cuando se desobedezca la orden de realizarse

un análisis de sangre o de otros fluidos corporales que tenga por finalidad

determinar el nivel, porcentaje o ingesta de alcohol, drogas tóxicas

estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sintéticas, la pena privativa de la

libertad será no menor de seis meses ni mayor de cuatro años o prestación

de servicios comunitarios de setenta a ciento cuarenta jornadas.”

“Artículo 408º.- Fuga del lugar del accidente de tránsito El que, después de

un accidente automovilístico o de otro similar en el que ha tenido parte y del

que han resultado lesiones o muerte, se aleja del lugar para sustraerse a su
identificación o para eludir las comprobaciones necesarias o se aleja por

razones atendibles, pero omite dar cuenta inmediata a la autoridad, será

reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis meses ni mayor

de cuatro años y con noventa a ciento veinte días- multa.”

El Artículo 2º incorpora los artículos 274º-A y 279º-F al Código Penal, en

los términos siguientes:

“Artículo 274º-A.- Manipulación en estado de ebriedad o drogadicción El

que encontrándose en estado de ebriedad, con presencia de alcohol en la

sangre en proporción mayor de 0.5 gramos-litro, o bajo el efecto de

estupefacientes, drogas tóxicas, sustancias psicotrópicas o sintéticas, opera

o maniobra instrumento, herramienta, máquina u otro análogo que

represente riesgo o peligro, será reprimido con pena privativa de la libertad

no menor de seis meses ni mayor de un año o treinta días-multa como

mínimo a cincuenta días-multa como máximo e inhabilitación, conforme al

artículo 36º, inciso 4)”

“Artículo 279º-F.- Uso de armas en estado de ebriedad o drogadicción: El

que, en lugar público o poniendo en riesgo bienes jurídicos de terceros y

teniendo licencia para portar arma de fuego, hace uso, maniobra o de

cualquier forma manipula la misma en estado de ebriedad, con presencia de

alcohol en la sangre en proporción mayor de 0.5 gramos-litro o bajo el efecto

de estupefacientes, drogas tóxicas,sustancias psicotrópicas o sintéticas será

sancionado con pena privativa de libertad no menor de un año ni mayor de

tres años, e inhabilitación conforme al artículo 36º, inciso 6.” del Código

Penal.
El Artículo 3º, dispone la modificación del artículo 143º del Código Procesal

Penal aprobado por Decreto Legislativo Nº 638, en los términos siguientes:

“Artículo 143º.- Mandato de comparecencia (…) El juez podrá imponer

algunas de las alternativas siguientes: (…)

-La prohibición de comunicarse con personas determinadas o con la víctima,

siempre que ello no afecte el derecho de defensa.

-La prohibición de aproximarse a la víctima o a aquellas personas que

determine el juez.

-La prestación de una caución económica, si las posibilidades del imputado

lo permiten. (…)

Las alternativas antes señaladas tendrán carácter temporal y no podrán

exceder de nueve meses en el procedimiento ordinario y de dieciocho meses

en el procedimiento especial. Tratándose de procedimientos por delitos de

tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros de naturaleza compleja

seguidos contra más de diez imputados, en agravio de igual número de

personas, o del Estado, el plazo límite de comparecencia restringida se

duplicará. A su vencimiento, sin haberse dictado la sentencia de primer

grado, deberá decretarse la inmediata suspensión de la comparecencia

restringida, siguiéndose el proceso al procesado con comparecencia simple.

En caso de impedimento de salida del país, la medida deberá ser motivada

y no podrá exceder en ningún caso más de cuatro meses, a cuyo vencimiento

caducará de pleno derecho salvo que se ordene, mediante nueva resolución

motivada, la prolongación de la medida que en ningún caso superará los

límites ya establecidos.”
Asimismo, el Artículo 4º, incorpora el inciso 4) al artículo 287º del

Código Procesal Penal aprobado por Decreto Legislativo Nº 957, en los

términos siguientes:

“Artículo 287º.- La comparecencia restrictiva (…) 4. El juez podrá imponer

la prohibición de comunicarse o aproximarse a la víctima o a aquellas

personas que determine, siempre que ello no afecte el derecho de defensa.”

Finalmente, la Segunda Disposición Final, establece la adecuación del

Texto Único Ordenado del Reglamento Nacional de Tránsito, Código de

Tránsito, aprobado por Decreto Supremo Nº 016-2009MTC, a los alcances

de la presente Ley.( Valenzuela,2014.p.75)

III. Delimitacion del problema


21. Delimitacion temporal
Los datos de la investigación han sido recolectados desde el período hasta la

1 mes en la actualidad, debido a la experiencia básica como alumno de VII

ciclo de derecho logrando obtener información en los lugares de Bagua,

Chachapoyas,Pedro Ruiz, Bagua grande, Rodriguez de mendoza.

22. Delimitacion espacial


En nuestro ámbito físico geografico ha sido realizado para el presente trabajo a

nivel de nuestro sistema jurídico en amazonas por falta de sanciones correctas por

no usar el criterio correcto en los procesos de accidentes de transito en nuestra

región de amazonas.

23. Delimitacion conceptual


La presente investigación ha tenido como prmera variable a la responsabilidad

civil,y a la segunda variable de estudio a los accidentes de transito, la teoría del

las consecuencias cuando no existe responbilidad civil en los procesos de

accidentes de transiyo y sus consecuencias jurídicas, la declaración Universal de

la personas afectas y los convenios Internacionales adoptados por el Perú.


IV. Metodologia: Limitacion social
La presente investigacion para un análisis correcto se decidio establecer el análisis

en las siguientes unidades:

24. Entrevistas a personas: Se realizo entrevistas a victimas afectadas por accidentes

de transito, a jueces que llevan los procesos de accidentes de transitos y a personas

observadoras de situaciones con este tema .

24.1. Preguntas a las personas entrevistadas


1. ¿Fue la sanción correcta contra la persona que ocasiono todo el
accidente?
2. ¿Crees que se toma los criterios adecuados para definir si se
aplicara una sanción civil o penal?
3. ¿Cómo juez crees que el ámbito jurídico esta regualo respecto a los
procesos de transito?

24.2. Documentos
Para un mayor entendimiento del temas analizamos expedientes judiciales

referente al tema, expedientes con sanciones administrativas, y por ultimo

expedientes que conllevaron a la parte penal.

24.3. Tipo de investigacion


Descriptiva Correlativa

24.4. Diseño de la investigacion

r
M:O
y

En donde:

M: 100 personas encustradas entre afetados y jueces

X: Observacion conductores de la responsabilidad civil


Y: Observacion de los procesos

r: Relacion entre las variables

25. Resultados de las entrevista


Tabla 1

En donde la pregunta número 1 se le hizo a personas afectas por accidentes

de transito.

Donde un 70% de la cuidad de Bagua dijo que la sanción aplicada no era la

correcta

Donde en Bagua grande un 35% dijo que la sanción era la correcta

Y por ultimo en chachapoyas donde un 78% dijeron que la sanción no era la

correcta

Pregunta 1
90

80

70

60

50

40

30

20

10

0
Categoría 1 Categoría 2 Categoría 3

Bagua Chachapoyas Bagua Grande

Tabla 2

Las respuestas a la pregunta numero 2 fueron :


En Bagua grande un 39% dijo que no se toman los criterios adecuados

En Bagua dijeron 39% que si se toman los criterios adecuados

Chapayas incluyendo Rodriguez de mendoz y pedro ruiz dijeron un 30% que si

se toman los criterios adecuados

Pregunta N°2

30% Bagua grande


39%
Bagua
Chachapoyas

31%

Tabla numero 3

Donde la respuestas de los jueces fueron :

Bagua 20% que falta su regulación

Bagua grande 30% que falta su regulación

Chapaayos (incluye Pedro ruiz y Rodriguez de Mendoza) un 50% de que falta la

regulación adecuada
Tabla 3

20%

Bagua
50%
Bagua grande
30% Chachapoyas
Conclusiones

Fallo por terrible por parte de los jueces debido a que los jueces penales no

observan criterios de valoración de manera objetiva el monto de la reparación civil

no garantiza un resarcimiento proporcional al daño ocasionado a las víctimas en

los delitos culposos ocasionados por conductores de vehículos motorizados en

accidentes de tránsito.

Lamentablemente que los montos por concepto de reparación civil que fijan los

jueces en casos por delitos culposos ocasionados por conductores de vehículos

motorizados en accidentes de tránsito, no resarcen de manera proporcional el

daño ocasionado a los perjudicados por dichos delitos.

El Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito de los vehículos automotores

garantiza la reparación a las víctimas por única vez, pero por el resto del tiempo

los hijos menores de los fallecidos quedan al desamparo económico, de ahpi que

no existe una reparación integral del daño causado a la víctima.


Bibliografia

Bermudez. R. (2013).” Daños y perjuicios”.Editorial ADRUS.Segunda edición. Lima-

Perú

Bramont. L. (2011). “Derecho Penal II”. Editorial De Libros S.A. Tercera edición.

Lima-Peru

Galindo. I. (2010).” Estudios de derecho civil”.Editorial Universidad Nacional

Autónoma de México.

Cieza. Jairo. (2016) . “Personas, Negocio Jurídico y Responsabilidad Civil”.Editorial

Juristas.Segunda edicion.Lima-Perú

Valenzuela. H. (2014). “Responsabilidad Civil por accidentes de tránsito y seguro

obligatorio”. Una aproximación desde el análisis económico del derecho.

Editorial ARA. Primera edición.Lima-Perú

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