Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Bergua Cavero Jorge - Los Helenismos Del Español PDF
Bergua Cavero Jorge - Los Helenismos Del Español PDF
DEL ESPAÑOL
<$>
G RE DOS
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA
BIBLIOTECA ROM ANICA HISPANICA
FUNDADA POR
DÁM ASO ALONSO
III. MANUALES. 83
HISTORIA Y SISTEMA
<$>
G R E D OS
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA
A mis padres
SÍMBOLOS FONÉTICOS Y SIGNOS DIACRÍTICOS
> da como resultado (por ejemplo lat. apicula > esp. abeja)
< procede de
* forma no atestiguada o hipotética
{} grafemas (signos gráficos)
// fonemas
[] realizaciones fonéticas
: vocal larga (por ejemplo en /i:/)
/c / palatal africado sordo, como ch en chico
N predorsal africado sonoro, como z en ant. esp. amenaza
/0/ fricativo interdental, como z en zapato
/kh/ oclusivo velar aspirado (del griego antiguo)
/kw/ consonante labiovelar indoeuropea (y latina)
/]/ palatal lateral, como 11en calle
/ph/ oclusivo labial aspirado (del griego antiguo)
/r/ vibrante tenso, como en perro
/§/ prepalatal fricativo sordo, como sh en inglés shine
/s/ dental sibilante velarizado (en árabe)
/th/ oclusivo dental aspirado (del griego antiguo)
/‘s/ predorsal africado sordo, como z en alemán Zeit
/ü/ vocal central alta labializada (u francesa, ü alemana)
/w/ semiconsonante, como en inglés wash
/xJ fricativo velar sordo, como j en jamón
lyl palatal africado sonoro, como y en mayo
Izl silbante sonoro, como 5 en francés poison
/z/ prepalatal fricativo sonoro, como j en francés jardín
[b, g] realización fricativa de las oclusivas correspondientes
ABREVIATURAS BIBLIOGRAFICAS MAS FRECUENTES
3 Gómez Capuz, 1998, 123 (este libro es una introducción muy recom endable al
problema general del préstamo lingüístico y sus métodos de estudio).
4 Cf. nuestra reseña en Epos 18 (2002), 413-419, centrada en los sufijos de origen
griego.
Rainer (1993)5. Así, nos encontramos con que algunos sufijos de ori
gen griego son mal identificados de forma reiterada en obras lexico
gráficas serias (incluso en el propio diccionario de la R A E ; ver p. ej.
§ 12.2.6 sobre -ido); y que, en general, para tener una información his
tórica medianamente completa sobre prefijos hay que acudir a obras
extranjeras, especialmente al O E D y al T L F (donde, lógicamente, se
describe la situación en inglés y francés, respectivamente, que suele
ser parecida a la del español pero nunca exactamente igual). Noso
tros, aprovechando también la aparición del D E SE , hemos tratado de
remediar un poco esta situación, dentro de nuestras enormes limita
ciones en lo que al manejo de material fechado se refiere (recuérdese
lo dicho antes sobre la falta de un diccionario histórico del español;
también esperamos que se publique pronto la segunda parte del ma
nual de gramática histórica española de P. M. Lloyd, que deberá ocu
parse de la formación de palabras y la sintaxis).
Creemos que tanto este como otros apartados del libro, como el
que se refiere a la historia de las letras y de la notación prosódica, o el
relativo a fonotáctica, son una novedad en el panorama de estudios
sobre los helenismos españoles, y que pueden ser de utilidad tanto pa
ra hispanistas como para helenistas interesados en esta «segunda vi
da» del griego clásico en las lenguas modernas; y esperamos que
puedan espolear la investigación en este campo, donde hay todavía
mucho por hacer.
Así, en este libro no se aborda la consideración propiamente so
ciológica de los cultismos greco-latinos, es decir, una exposición que,
más allá de la consabida reivindicación de la «aportación de las lenguas
clásicas al enriquecimiento del español», dé cuenta de los condicio
nantes sociales que han hecho posible ese flujo de cultismos greco-
latmos a las distintas lenguas europeas, y del papel que estos cultismos
han desempeñado y desempeñan — a todos los niveles: ortográfico, fo
nético, léxico, prag m ático— en la «economía de los intercam bios
quiera su pleno valor» (Manual de gram ática histórica española, 13.a ed., Madrid,
1968, p. 14-15; ef. también el estudio de Bustos Tovar, 1974).
Ca p ít u l o I
GRAFEMÁTICA
ALGUNAS RELACIONES ENTRE EL SISTEMA GRÁFICO DEL
GRIEGO ANTIGUO Y EL DEL ESPAÑOL ACTUAL
§ 1. G e n e r a l id a d e s s o b r e e s c r it u r a y f o n o l o g ía
§ 1.1. E l d íg r a f o {ch}
3 Así en los alfabetos de Tera y Melos, cf. Jeffery, 1990, 35 (recordamos que las
grafías griegas las escribirem os siempre en mayúsculas, para evitar confusiones con
las latinas o españolas).
4 Cf. Lapesa, 1981, § 102.2; también puede consultarse F. M arcos M arín, Reform a
y modernización d el español, Madrid, 1980.
5 Grafías primitivas en M enéndez Pidal, 1980, 282 ss.
mos de origen griego en los que en principio no correspondía, como
archivo (< lat. archivum < gr. áp^eíov; el resultado lógico sería ar~
quivo); o como el prefijo archi-6 (< gr. ápxi-)> lo que explica la pre
sencia de palabras como archiduque frente al cultismo regular arqui
tecto1.
§ 1.2. E l grafem a {x }
6 En este caso la pronunciación III se debe a que el prefijo (sobre el cual ver §
12.1) se extendió a otros países a partir de Italia (cf. ital. arciduca, etc.), conservándo
se en España la grafía original {ch}, que ya servía para sim bolizar ese fonema leí.
1 Y, además, la evolución esperada en el español medieval en arcipreste, arzobis
po, argidiano (< lat. archidiaconus). No explica mucho Corominas en este caso; cf.
DCECH s. v. archi-.
8 Cf. Jeffery, 1990, 32. Otros alfabetos griegos arcaicos escribían simplemente
{KZ}, que es en principio lo más lógico; también en latín se encuentran grafías como
lucs (= lux) o legs (= ¡ex).
cipio vacante, y hubiera desaparecido de no ser por los numerosos
cultismos latinos (máximo, inconexo, explicar, etc.) y en menor me
dida griegos (galaxia, ortodoxo), cuya secuencia /ks/, por lo demás,
sigue siendo más o menos ajena al sistema fonotáctico español (cf.
§ 4.4) 9.
§ 1.3. E lg rafem a {z }
g Es sintomático que {x} sea el únieo grafema del alfabeto español cuyo nombre
(«equis») no contiene el sonido en cuestión (/ks/). La {x} da lugar, además, a pinto
rescos malentendidos, como cuando la grafía arcaizante México incita a más de uno a
pronunciar [Méksiko], cuando lo cierto es que en su origen esa {x}, pronunciada /s/ en
el siglo xvi, trataba de reflejar un sonido del náhuatl que nada tenía que ver con /ks/;
cf. Lodares-Salvador, 1996, 243-45. Cf. tam bién Alcina-Blecua, 1975, i¡ 2.5.20, donde
se recuerda que, hasta 1927, en la ortografía chilena se escribía {s¡ y no {x } ante con
sonante (esplicar). m ientras la r a e se negó en 1864 a tom ar esa medida porque «so
color de suavizar la pronunciación de aquellas sílabas se desvirtúa y afemina» (c f
también A. Rosenblat, «El fetichismo de la letra», en Nuestra lengua en ambos m un
dos, Barcelona, 1971); y que en algunas partes de Am érica (M éjico, Perú, Ecuador) la
pronunciación /ks/ se ve favorecida por la existencia de esa com binación de consonan
tes en lenguas indígenas.
hasta que en 1726 acabó por instituirse la norma actual —Tan simple
como arbitraria— de usar {z} ante vocal /a/, /o/, fu/ o en final de síla
ba o palabra, y {c} ante /e/, /i/ (son incongruentes las grafías como
Zeus, zeugma, e tc .!0; aunque a veces puede servir para distinguir dos
palabras distintas que suenan igual, como el adverbio encima de la
enzima de la biología).
Mientras tanto, los cultismos y semicultismos de origen griego
entrados a través del latín se seguían escribiendo en español con {z}
(bautizar, etc.; aunque en textos muy tempranos pueden encontrarse
grafías como Amasón). Pero, mientras en la Edad Media la pronun
ciación de esta {z} era bastante parecida a la original de la C (que de
bió de oscilar en época arcaica griega entre /zd/ y /dz/), con la evolu
ción comentada de la /dz/ española y la introducción de gran número
de helenismos se llegó a una situación extraña; pues mientras en fran
cés, por ejemplo, la {z} de zoologie se pronuncia como una silbante
sonora /z/, con valor fonemático en francés y muy cercana a la pro
nunciación helenística y moderna de la £, o en alemán como /s/, tam
bién cercano a /dz/, en español la conversión en una fricativa sorda /0/
resulta bastante paradójica, aunque comprensible por la evolución fo
nética comentada.
Estas son las incongruencias gráficas del español que tienen una
relación más o menos directa con el griego, como se ha visto, mien
tras que las demás tienen orígenes distintos y por tanto caen fuera del
interés de este libro (/g/ representado tanto por {g} como por {gu};
/x/ por {g} y por {j}; f b / por {b} y por {v }; el grafema {w} en voces
de origen germánico; /[/ y Ir/ representados respectivamente por los
dígrafos {11} y {rr} )19.
De entre todas estas anomalías, por otra parte, es claro que unas
son más graves que otras; el hecho de que, por ejemplo, /k/ pueda re
flejarse en la escritura de tres formas distintas ({c}, {k}, {qu}), pare
ce cosa bastante más arbitraria que el uso de un dígrafo para notar un
fonema simple, por ejemplo /c/ por {ch}, pues al menos en este caso
hay siempre correspondencia biunívoca (el dígrafo en cuestión siem
pre representa el mismo fonema y viceversa, el fonema en cuestión
sólo puede escribirse por medio del dígrafo), mientras que IkJ puede
escribirse de tres formas y por ejemplo {c} puede representar tanto
/k/ (casa) como /0/ (cirio).
Estas incongruencias, por otra parte, son la que están detrás de los
numerosos y muy diversos proyectos de reforma ortográfica que se
han propuesto desde Nebrija hasta ayer mismo, pasando por Gonzalo
Correas en el siglo xvn, Andrés Bello en el xix o Jesús Mosterín hace
pocos años. Proyectos que, al menos en los últimos dos siglos (desde
la última reforma académica importante, la de 1815), no han encon
trado apenas eco en las autoridades encargadas de estos asuntos, es
decir, la Real Academia española; lo que no ha impedido que algunos
19 Respecto a la /f/, Alarcos (1965. § 104 ss.) considera que en español se traía de
un fonema propiamente dicho; en cambio, en el caso del latín se considera /rr/ sim
plemente como la forma geminada de la /r/ (cf. el Apéndice de fonem ática Iatina de
S. Mariner, en Bassols, 1962, § 318), y lo mismo dice de /pp/ Lejeune (1972, § 139).
Si esto es asi, la incoherencia gráfica sería sólo asunto del español.
escritores hayan aplicado algún tipo de reforma parcial por su cuenta
(el caso más notorio es el de Juan Ramón Jim énez)20.
En todo caso, parece que tanto los reformistas acérrimos (afectos
al principio fonológico) como los defensores del actual status quo
ortográfico (en que se mezcla el etimologismo con la mera sanción
del uso establecido) tienen sus buenas razones; podríamos decir, pa
rodiando el refrán, que a veces la escritura tiene razones que la razón
fonológica ignora. Es indudable que el peso de la tradición — y tam
bién de la inercia— es muy fuerte en toda escritura, pero nunca estará
de más recordar las observaciones de F. de Saussure, que, aun sin ser
partidario de generalizar el uso de una escritura fonológica, reconocía
que cuando hay desacuerdo entre la lengua y la ortografía, «la forma
escrita obtiene casi fatalmente el triunfo, porque toda solución que se
atenga a ella es más cómoda; la escritura se arroga de esta ventaja una
importancia a que no tiene derecho», y así «la escritura vela y empaña
la vida de la lengua: no es un vestido, sino un disfraz»21; en este or
den de cosas Julio Casares (académico, por cierto) hablaba del «ridí
culo fetichismo de la escritura».
§ 2. C u e s t io n e s d e n o t a c ió n p r o s ó d ic a
§ 2 .2 . S i g n o s d e p u n t u a c i ó n y d e m o d a lid a d d e o r a c ió n
24 Cit. por Grevisse, 1991, 2754 (también aquí sobre el «point d ’ironie» que se
m enciona en seguida).
25 Si se considerase pertinente, también sería mucho lo que se podría mejorar en
este sentido en español, sobre todo en lo referente a las distintas m odalidades de ora
ción (mando, ruego, amenaza, etc.). Véase por ejemplo, aplicado a un texto latino, el
«Ensayo de puntuación fiel a las prosodias de la lengua hablada», recogido ahora en
García Calvo, 1989, 229-37. El libro de M. B. Parkes, Pause and Effect. An Introduc-
tion to the History o f Pimctuation in the West, Aldershot, 1992, sólo trata de la pun
tuación en el mundo latino (a partir del siglo vi) y europeo, pero desgraciadamente no
dice nada de los antecedentes griegos.
C a p ít u l o II
FONOLOGÍA
HUELLAS DEL SISTEM A FONOLÓGICO DEL GRIEGO
ANTIGUO EN EL ESPAÑOL
§ 3. G e n e r a l id a d e s s o b r e e l p r é s t a m o d e f o n e m a s
1 Cf. en general Davis, 1994, 2273-76; Deroy, 1980, 87-91 y 239 ss.; W einreich,
1974, 41 ss. («interferencias fónicas»).
Pues bien, cuando una lengua recibe de otra un p r é s t a m o — una
palabra, un prefijo, un sufijo— que contiene un fonema desconocido
para ella2, tiene básicamente tres opciones: puede eliminarlo sin más;
puede sustituir dicho fonema por alguno similar de que disponga en
su sistema (por ejemplo, al convertir el inglés shilling, con /§/ inicial,
en chelín, con /c/), o puede conservar dicho fonema, añadiéndolo a su
lista (por ejemplo, el inglés antiguo tomó del francés el fonema Izl a
través de préstamos como rouge, beige; el francés medieval tomó del
fráncico germánico la aspiración inicial de palabra /h/, que luego fue
desapareciendo poco a poco). Lo normal en este último caso es que
esos nuevos fonemas queden restringidos a las propias voces foráneas
tomadas en préstamo, sin llegar a ser productivos en la lengua.
En condiciones de bilingüismo «equilibrado» (por ejemplo, entre
las clases cultas romanas), lo lógico es que los préstamos entre las dos
lenguas en cuestión mantengan sus fonemas intactos, mientras que la
adaptación sistemática es más propia de situaciones m onolingües3; tal
fue siempre el caso del griego, muy reacio a adoptar palabras forá
neas sin adaptarlas previamente a su fonología (y a su morfología).
También el español ha mostrado siempre una fuerte tendencia a
asimilar los fonemas extranjeros a los propios — otra cosa es que la
escritura refleje esa asimilación o conserve la grafía original— , in
cluso tratándose de nombres propios, aunque en los últimos tiempos
esta tendencia está en franco retroceso, al menos en el español están
dar de los medios de comunicación, invadido a diario por palabras
2 Como señala Weinreich (1974, 30), en realidad, desde un punto de vista estruc
tural ista coherente, todos los fonemas de una lengua son en sentido estricto «descono
cidos» para la otra lengua, pues, por poner un ejem plo sencillo, fkJ griega (escrita {k})
y /k/ latina (escrita {c}) no son el «mismo» fonema, ya que cada uno de ellos se define
por oposiciones distintivas propias dentro de su sistema fonológico (la f\ü sorda griega
se opone, además de a la sonora /g/, a la oclusiva sorda aspirada que escribimos {x},
mientras que la /k/ latina no conoce esta oposición; etc.). Claro que, de hecho, los
hablantes de latín identificaban ambos fonemas por encima de los límites de los dos
sistemas fonológicos, y en este sentido sí se puede decir con toda razón que, en los
préstamos, fkJ griega = í\ü latina.
3 Cf. W einreich, 1974, 67.
procedentes de los idiomas más diversos del globo; recuérdese cómo
antiguamente se españolizaban sistemáticamente los nombres de ciu
dades o países para hacerlos fácilmente pronunciables (Mastrique por
Maustricht, Perusa por Perugia, etc.), e incluso se traducían nombres
de pila (Luis Bccthoven, Juan Jacobo Rousseau) y excepcional mente
también apellidos (como cuando Quevedo llamaba a Montaigne «el
Sr. de M ontaña»)4.
Algo parecido puede decirse de las combinaciones de fonemas (lo
que en ingles se llama Phonotactics); si un préstamo conculca las
combinaciones normalmente admitidas en la lengua receptora, una de
dos: o bien se modifica su silabación para adaptarla (como en Es-tras-
bur-go, con vocal inicial y final ausentes en Stras-bourg, o en el anti
guo nombre español de Frank-furt am Main, Fran-co-for-te del M e
nú), o bien se mantiene tal cual la secuencia, que revela así el carácter
foráneo de la palabra (por ejemplo, en sandwich, pronunciado con
frecuencia en español con una /c/ final que va contra la norm a5). Y lo
mismo puede ocurrir con el acento: el préstamo puede adaptarse a las
norm as acentuales de la lengua de llegada (como ocurría norm al
mente con los helenismos en latín, cf. § 6.7) o puede conservar la
acentuación original, que por ser anómala en ¡a lengua receptora de
nuncia el origen foráneo de la palabra.
Pero claro, en todos estos casos se trata de contacto entre lenguas
vivas, habladas, mientras que en el caso de la inmensa mayoría de los
helenismos españoles, que es el que nos ocupa, estamos ante un fe
nómeno diferente, pues los préstamos vienen de una lengua escrita,
1 Algo sim ilar ocurría en francés, cf, Deroy, 1980, 249-50. En los últimos tiempos
el delirio identitario de los nacionalism os «periféricos» ha llevado a excesos algo ridi
culos, corno la pretensión del Parlamento español de que el nombre oficial en español
de algunas ciudades contenga un fonema desconocido para sus hablantes (caso, por
ejem plo, de Girona, que no habrá más remedio que pronunciar Yirona o incluso Chi
vona. con los chuscos m alentendidos que puede propiciar esta última variante). No pa
rece que sea competencia de un parlamento la introducción de fonemas extraños en
una lengua, aunque sea en un nombre propio; cf. tam bién l.azaro Carreter, 1997, 674.
' Aunque la tendencia natural, sobre todo si el hablante desconoce el inglés, es a
pronunciar sangüis. En Sudam érica se utiliza (y se escribe) el plural sánguses
ya no hablada; de ahí que no quepa hablar de préstamo de fonemas
griegos al español, sino más propiamente de transcripción, como se
verá (§ 6).
Muy diferente era la situación en la Antigüedad, pues el latín en
tró en contacto directo con la población hablante de griego, primero
en el sur de Italia y después en la Grecia continental e insular (y en la
propia Roma); y, dado que el bilingüismo estuvo bastante extendido
entre los rom anos6, no es de extrañar que, al menos en un nivel culto
y a partir sobre todo del siglo n a. C., se adoptasen varios fonemas
ajenos a la lengua latina: así las oclusivas aspiradas, transcritas como
{ph}, {ch}, {th} y pronunciadas como tales oclusivas seguidas de as
piración; la u, transcrita como {y} y pronunciada de forma similar a
la {u} francesa; la {z}, representando una silbante sonora perdida ya
en latín por efecto del rotacismo.
Pero todos estos préstamos no tuvieron consecuencias duraderas
en la fonología latina, y el latín popular ignoró estas distinciones, co
mo demuestran tanto las inscripciones y algunos textos tardíos como
la propia evolución y resultado de numerosas palabras románicas;
veámoslo en cada caso concreto (aun a costa de repetir parcialmente
algunos puntos señalados en § 1).
§ 3 . 1. L O S FONEM AS / t h/, / k h/
§ 3.2. E l fo n e m a /ph/
§ 3.4. E l fonem a /z J
12 Cf. Biville, 1990-95, I, 112 ss. (sobre los verbos plautinos en -isso (graecisso,
purpurisso), ver después, § 12.2.3).
13 Biville, 1990-95,1, 133.
14 El castellano celo ha sufrido la influencia del latín celare, ver DCECH s.v. (espe
raríamos *yelo o *gelo).
15 Ver DCECH s. v. azufaifa. En el difícil caso de zum o (gr. £conó<;), habrá que su
poner el paso por el árabe, ver DCECH y Corriente, 1999, s. v. zumo.
16 La forma popular, atestiguada ya en Berceo, es batear (en francés la forma po
pular era baloyer, en catalán batejar, etc.).
§ 3.5. D ip t o n g o s .
§ 4. C o m b in a c io n e s d e f o n e m a s o f o n o t á c t ic a
§ 4 .1 . D is t r ib u c ió n d e v o c a l e s y c o n s o n a n t e s
§ 4.2. G r u p o s d e c o n s o n a n t e s e n p o s ic ió n in ic ia l
§ 4 .3 . G r u p o s in t e r io r e s n o p r o
b l e m á t ic o s (h e t e r o s il á b ic o s )
§ 4 .4 . G r u p o s in t e r io r e s p r o b l e m á t ic o s (h e t e r o s il á b ic o s )
25 Ya se entiende que algunos de estos grupos sólo aparecen en com puestos mo
dernos, a veces híbridos de latín y griego (como panrománico), pero serían imposibles
en griego (donde grupos consonánticos como -vX-, -vp-, etc., se asimilaban y daban
como resultado -XX-, -pp-, etc.).
26 Quizá también en gazpacho, si se acepta la etimología propuesta por Corriente,
1999, s. v. (vendría de yaCocpuXátaov «cepillo de iglesia»).
entre las que las más frecuentes son probablemente /Bt/, /Gt/ /G0/ y
/Gs/. Todos estos grupos desaparecieron muy pronto de las palabras
castellanas patrimoniales — en ciertos casos ya en el latín tardío—■, en
virtud de diversos procesos fonéticos: palatalización (noctem > no
che; texere > texer [teser] > tejer), caída de la oclusiva (scriptum >
escrito), vocalización de la oclusiva (captivum > cautivo, civitatem >
cibdad > ciudad), metátesis (catenatum > cadnado > candado), etc.
Y la tendencia a resolver este tipo de grupos inestables era tan
fuerte que afectó también a los cultismos latinos o griegos introduci
dos en la baja Edad M edia y los siglos xvi y xvn; así nos encontra
mos constantemente en la literatura del siglo de Oro, en escritores po
co sospechosos de «vulgaridad», con palabras como lición (lección),
afición (afección), efeto (efecto), conceto (concepto), dino (digno),
etc., que reflejan la pronunciación habitual de estos cultismos, quizá a
veces con una geminación similar a la que se produce en italiano (que
no vio mayor problema en reflejarlo así por escrito: concetto, massi-
mo, esatto, soggetto, etc.).
Pero tras la fundación de la Real Academia en 1713 se va impo
niendo la restitución etimológica — no sólo en la ortografía, sino
también en la pronunciación de las clases cultivadas— de gran canti
dad de estos grupos cultos, aunque de una forma arbitraria y desorde
nada27; en parte eso explica, por ejemplo, que los derivados españoles
del verbo latino iacio «lanzar» presenten formas tan diversas como
objeto, sujeto, abyecto (obiectum, subiectum, abiectus), objeción, su
jeción, proyección. interjección (obiectio, subiectio, proiectio, inte-
riectio)2%y lo que provoca inevitables dudas en el hablante y explica
también las formas hipercorrectas (es frecuente oír y leer cosas como
discrección < lat. discretio, concrección < lat. concretio, etc.). Diego
Catalán ha descrito este proceso general con toda claridad:
27 Cf. Lapesa, 1981, § 102; cf. también M artínez de Sousa, 1991, 146 ss.; o el
Manual del español correcto de L. Gómez Torrego, Madrid, 1988.
28 Una lista más completa en DCECH s. v. abyecto.
En el siglo xvin las minorías cultivadas aceptaron el principio de
que la «corrección» lingüística debía prevalecer sobre la costumbre.
En consecuencia, intentaron sujetar su habla a las normas de pronun
ciación recomendadas por la erudición. La escritura impuso su impe
rio sobre la palabra. Este predominio de la letra vino a minar, en la
lengua culta, la norma estructural que limitaba a -n, -l, -r, -s y -z el
inventario de los fonemas con valor distintivo en el margen implosivo
de la sílaba. Los hispano-hablantes cultivados del s. xvin comenzaron
a pronunciar los «grupos cultos» de consonantes en los préstamos la
tinos (y en otros extranjerismos); después, la progresiva democratiza
ción de la cultura ha conseguido difundir esta nueva norma de pro
nunciación entre un número cada vez mayor de usuarios de la lengua
española. Creo, sin embargo, que las nuevas consonantes implosivas
no se hallan perfectamente integradas en la estructura de la lengua y
que en una descripción fonológica del español es preciso seguir dis
tinguiendo entre las implosivas tradicionales y las «cultas». Estas, por
lo general, siguen estando adscritas a unas secciones del léxico de
empleo muy restringido29.
§ 4 .5 . G r u p o s f n t e r io r e s t a u t o s il á b ic o s
§ 4.6. G r u p o s in t e r io r e s d e t r e s
C O N SO N A N T E S ( h E T E R O S IL A B IC O S)
32 En algún caso muy raro puede sentirse como tal el prefijo, y hacerse la división
silábica: ec-lampsia (< EK>.amja<;).
33 Pueden verse más detalles en cualquier buen manual de métrica griega, p. ej. en
M. L. West, Greek Metre, Oxford, 1982, p. 16-17.
pecializado): /Npr/ (empráctico), /Nbr/ (embrión), /Nfr/ (en/ráctico),
/N tr/ (filántropo), /N dr/ (síndrome), /N kr/ (sincronizar), /N gr/ fe/7-
grafia), /Npl/ (emplasto), /Nbl/ (emblema), /Nfl/ (enflisis), /Nkl/ (sin-
clinal), /Ngl/ (ganglio); /Rpr/ (hiperprosexia), /Rtr/ (artritis), /Rkr/
(hipercrítico), /Rpl7 (hiperplasia); /spr/ (disproteinemia), /sfr/ (paros-
fresia), /str/ (gástrico), /skr/ (escrología, discrasita), /sgr/ (disgrafia),
/spl/ (displasia), /ski/ (disclímax), /sgl/ (disglosia).
Los demás grupos triconsonánticos resultan más o menos proble
máticos: /Btr/ (dioptría), /Gtr/ (eléctrico), /Gtl/ (ectlipsis), /Gkl/ (ec-
clipsis), /Gst/ (éxtasis), /Gs0/ (excéntrico), /Nkt/ (plancton; simplifi
cado en esfínter < cípiyKTip), /Nps/ (panpsiquismo), /Npn/ (panpneu-
matismo), /Ntl/ (entlasis), /Nmn/ (panmnesia), /Nsp/ (panspermia),
/Rmn/ (hipermnesia), /Rkt/ (árctidos; simplificado en ártico, antárti-
co), /sDm/ (istmo, pronunciado habitual mente [ismo]), /smn/ (dismne-
mia), /sGn/ (disgnosia). Algún grupo se ha simplificado, para alivio
del hablante, como el de /Npt/ en síntoma (< aúiiTtTcojia).
§ 4 .7 . C o n s o n a n t e s f in a l e s
34 Son muy raros en castellano los casos de /x/ final; entre eJlos son de origen
griego reloj (lat. horologium < cbpoXóyiov; cf. § 9.2.3.) y carcaj, palabra de etim olo
gía e historia bastante complicadas, cf. DCECH (y también § 9.1.). Por lo demás, hasta
el siglo xm el castellano aceptaba muchas otras consonantes o grupos de consonantes
en final de palabra, cf. Catalán, 197 U 80-8 I.
lo cierto es que el español moderno tolera a duras penas la /d/ final
(de palabra y de sílaba). En los primeros siglos del idioma algunas /d/
finales se mantenían bien, pues procedían de la sonorización de /t/ y
debían de tener todavía una articulación fuerte (así en vid < vite, sed <
site, amad < amate). Pero hoy en día ya no es así, y el español tiende
a rechazarla en posición final de sílaba (cf. § 4.4) o de palabra, bus
cando soluciones diversas35:
a), neutralizar la oposición con la fricativa /©/, que es bastante fre
cuente en final de palabra (paz, pez); esta neutralización, muy ex
tendida por España, se resuelve en favor de la /©/, así en realiza
ciones llamadas «vulgares» como [Madriz], etc.;
b), suprimirla en posición final de palabra, que es con mucho lo más
habitual en voces como [usté], [verdá], etc., y que es un fenómeno
atestiguado ya en el siglo xvi (grafías como navidá, etc.);
c), sustituirla por /r/, como es normal en el caso de los imperativos de
segunda persona del plural («Hacer lo que queráis»), aunque se
han propuesto otras explicaciones de este fenómeno;
d), en final de sílaba (cf. § 4.4), resolver el grupo por metátesis, como
en las antiguas formas de imperativo dalde (dadle), dandos (dad
nos), decildo, etc., o en palabras como lindo (< lidmo < legitimu),
candado (< cadnado < catenatu), etc.
§ 5. H e l e n is m o s y p r o s o d ia e s p a ñ o l a
36 Los finales en /ps/ están limitados a nom bres científicos y técnicos de muy poca
circulación, como fó rcep s o triceratops (nombre de un dinosaurio).
37 Excepto si se trataba de la vocal /a/: huérfano, órgano, rábano, cantábamos,
cantaríamos, etc.
38 Cf. Lloyd, 1993, 191 ss. '
palabras átonas, llanas y agudas. Esto explica, por otra parte, que los
esdrújulos gocen del prestigio de lo raro (o, en términos sociológicos,
que sean portadores de un gran capital simbólico), lo que, unido a
otros factores com plejos que entran dentro de lo que se llama el
«campo asociativo», puede dar cuenta de desplazamientos acentuales
esporádicos como el d e périto (cf. médico, químico, etc.)39.
Sobre las normas de acentuación de los helenismos cultos españo
les, véase después, § 6.7.
§ 6. Los CU L T ISM O S DE O R IG E N G R IE G O ! P R IN C IP IO S
DE T R A N S C R IP C IÓ N Y DE A C E N T U A C IÓ N
2 El ejemplo es de Dámaso Alonso, cf. Bustos, 1974, 39. Recuérdese que la única
vocal postónica que no se sincopaba en castellano era la /a/ (órgano, huérfano, etc.;
cf. Lloyd, 1993, 324).
3 En una perspectiva amplia, lo mismo ocurre en el estudio e identificación de los
préstam os en general, conjugándose el criterio histórico o arqueológico con los crite
rios fonéticos, m orfológicos o sem ánticos (cf. Deróy, 1980. 47-65).
Hemos dicho que los cultismos de origen griego han llegado al
español fundamentalmente por vía escrita y casi siempre a través de
otras lenguas, sobre todo a través del latín durante los siglos medie
vales y el Renacimiento, y a través del francés y el inglés en los últi
mos tres siglos. Por tanto, puesto que se trata de un préstamo por vía
escrita y su origen último es una voz escrita en otro alfabeto, el grie
go, lo apropiado es hablar de transcripción; y son las normas o prin
cipios que regulan esa transcripción las que vamos a tratar de exponer
ahora (apenas haremos alusión a los nombres propios por ser asunto
tratado de forma exhaustiva y muy juiciosa por M. Fernández Galia
no)4.
En general, cuando se trata de adoptar en una lengua una palabra
o un giro procedente de otro idioma que se escribe con alfabeto distinto
(o con un sistema gráfico no alfabético, caso por ejemplo del chino o
del japonés), hay cuatro posibilidades: la traducción, la transcripción,
la transliteración y la reproducción de la grafía original.
La t r a d u c c i ó n de palabras extranjeras, especialmente si son
compuestos (por ejemplo: ing. foot-ball > balom-pié; ing. tele-vision
> al. Fem-sehen), es un fenómeno no tan raro como podría pensarse,
y que, para el caso concreto de los helenismos, se verá en su lugar, al
tratar de la formación de palabras (§ 12.6, calcos de formación). Pero
lo cierto es que la inmensa mayoría de palabras españolas de origen
griego no han recurrido a este procedimiento, en muchos casos por
pura imposibilidad; pues, si es posible al menos imaginar amalenguas
o lenguamante en vez de filólogo, parece más problemático «tradu
cir» al español palabras culturalmente tan pregnantes como música,
drama, teatro, comedia o lírico. Lo cierto, decíamos, es que la mayo
ría de esas voces españolas han tomado la palabra o la raíz griega,
adaptándola al español, como se verá a continuación5.
7 F. Galiano, 1969, § 12
adquiera, con el uso, carta de ciudadanía en ella»8, sin tener que estar
denunciando constantemente — al menos en su grafía— su origen fo
ráneo (cf. también § 3).
Ahora bien, en el paso de los cultismos del griego al castellano
hay que contar siempre, sea de forma efectiva, comprobable históri
camente, sea de forma teórica, con un paso intermedio, el del latín;
ello no es sino un reflejo del hecho de que, como hemos dicho, du
rante buena parte de su historia, los helenismos llegaron al castellano
casi siempre de la mano de textos escritos en dicha lengua9.
En cuanto a la transcripción de las diferentes vocales, diptongos
y consonantes o grupos de consonantes griegos, se observan las si
guientes correspondencias (cuando difieren de las del castellano, se
dan entre corchetes las equivalencias en latín),0.
§ 6 .1 . V ocales
* F. Galiano, 1969, § 9.
9 Por eso, cuando el español moderno recibe del inglés un helenism o, hace caso
omiso de su acentuación o de sus peculiaridades m orfológicas, y lo adopta como si lo
hubiera recibido directam ente de latín.
111 Prescindimos de hacer mención de grafías antiguas o modernas «aberrantes»,
así como de palabras que, por su peculiar historia y evolución fonética, se apartan de
estas normas (cf. §§ 7-9); entiéndase como las normas unánim emente aceptadas en el
español del siglo xx.
11 Sobre las terminaciones en /-a/, /-e/ (silaba/ágape), véase la parte de morfología
(§ 11.1.1).
En alguna ocasión se ha planteado, respecto de la u (ípsilon), la
posibilidad de transcribirla como {u} cuando se trata de nombres que
aparecen en textos dialectales no jónico-áticos (como los poemas de
Safo y Alceo, en cuyo dialecto lesbio esa letra sonaba todavía como
/u/); por la misma razón Agustín García Calvo ha llegado incluso a
traducir (magníficamente, por cierto) la Iliada transcribiendo siempre
los nombres propios con {u} (Olumpo, Oduseo, Lucia, etc.). Pero cree
mos que esto, si se aplica de forma coherente, llevaría a un callejón
sin salida, pues habría que tener en cuenta, en cada texto traducido, la
pronunciación exacta de cada vocal, cada diptongo y cada consonante
en la época del autor en cuestión, y ello — en caso de que fuera posi
b le— daría lugar a varias transcripciones diferentes para cada nom
bre; aparte de que se plantearían problemas insolubles de cronología
(por ejemplo, cuándo hay que empezar a transcribir la r| como {i},
etc.). Con tales experimentos se olvida algo fundamental, y es que el
sistema de transcripción que utilizamos es en gran medida conven
cional y no corresponde a ningún estadio determinado de la fonética
griega, ni siquiera al de la koiné helenística, sino que responde histó
ricamente a la adaptación latina regular de las palabras griegas y a la
posterior evolución del latín al españoll2.
En cuanto a la transcripción de la i (iota), una excepción de cierta
importancia la constituye el caso de palabras griegas con iota inicial
ante vocal, que en griego clásico funcionaba como sílaba autónoma:
’IcoviKÓg (tetrasílabo), ’láacov (trisílabo). La transcripción más apro
piada en español — donde es insólita esa silabación— sería con la
consonante más cercana, la {y}, de lo que hay algunos ejemplos
(yambo < íaiipog, yatromancia, Yocasía), pero también los hay de
{i}, lo que resulta cuando menos anómalo, como en iota, ión, hieráti-
co (pronunciado [yerático], etc.).
Pero junto a ello tenemos el uso de {j} en palabras como jónico,
jaspe, jerarquía, jeroglífico o Jasón. La explicación de esta anomalía
parece ser la siguiente: dado que algunas de estas palabras entraron
bastante pronto en español (jaspe, galicismo más que probable, está
12 Cf. F. G aliano, 1969, § 32. Sobre un caso excepcional com o glucosa (gr.
yXutax; «dulce»), cf. García Yebra, 1999, s. v.
documentado ya en el siglo xui, jerarquía y jerarca en el xv, aparte
de nombres propios como Jesús o Jerónimo), es probable que su con
sonante inicial se pronunciara como la de voces castellanas del tipo
de juego (> lat. iocum), es decir, como una /z/ que posteriormente
evolucionó hasta convertirse en la fricativa /x/ actual. Si a ello añadi
mos la gran vacilación que hubo durante siglos en la escritura entre
{j-} e {i-} (de hecho, en su origen la letra {j} no es más que una
variedad gráfica de la { i} )13, se com prenden resultados como los
mencionados (aunque en el caso de algunos nombres propios, como
Jasón, Jápeto, entrados en fecha más tardía en español, esa transcrip
ción parece más desidia que otra cosa). Así, en algún caso una misma
raíz (tepo-) tiene dos transcripciones distintas, una de origen medieval
(jer-arquía, jero-glífico) y otra moderna (hierático, hiero-fante) l4.
Tenemos también un caso aislado en que la u inicial ha resultado
{j} en español: jacinto (atestiguado en el siglo xv), del gr. üczkivGoí;,
lat. hyacinthus, frente a la transcripción culta de, por ejemplo, hiena,
pronunciado [yéna] (gr. üaiva).
En cuanto a las vocales largas con iota suscrita, se transcriben sin
que quede rastro de la iota: J/úov > zoo-logia, 0páiao<; > tracio, etc.
(recuérdese que en casos como trocaico o estoico no había en griego
ni diptongo ni iota suscrita, sino división silábica por medio de la dié
resis: aT(úÍKÓ<;, TpoxcÜKÓ<;).
§ 6 .2 . D ip t o n g o s
16 Alguna excepción aislada con /ei/ (seísmo, deíctico, caleidoscopio), cf. García
Yebra, 1999, s. v. En cuanto a las term inaciones en -eio ^ -eta, ya en latín se fluctuaba
entre /éa/, /éus/ y /Ta/, /lus/, lo que explica palabras españolas como liceo, odisea, trá
quea, espondeo, gineceo, mausoleo (cf. § 12 .2.23). Sobre vacilaciones en su acentua
ción, cf. § 6. 7.
17 Alguna excepción aislada ante vocal (poeta < lat. poeta < noirynrn;; la iota in
tervocálica se perdía ya en la pronunciación del propio griego). La iota consonantiza
ante vocal en algún caso (Troya < T poía).
18 Es relativamente frecuente la consonantización de la iota ante vocal (Ayante,
náyade, etc.).
19 Para esta cuestión, que se ha tratado de forma sumaria en § 3 (es complicada
porque habría que tener en cuenta cómo se pronunciaban realmente los diptongos
griegos en época helenística), cf. ante todo Biville, 1990-95, II, 320-72.
— 3 > {b}. Ejemplo: paicxipiov > bacteria
— n > {p}. Ejemplo: rcoíriau; > poesía
— (p > {f}. Ejemplo: (pitaxrocpía > filosofía [lat. philosophia]
— Y > {g} (/g/, 1x1). Ejemplos: yaXa^íac; > galaxia; yépwv > ge-
ronto-cracia
---K > {c} (/k/, /0/). Ejemplos: Ká0o8o<; > cátodo; KecpaA.fi > ce-
faló-podo20
> {qu} (ante timbre Id , /i/). Ejemplo: ppa^úc; > braqui-céfalo
[lat. brachy-]21
> {c} (/k/, ante timbre /a/, /o/, /u/). Ejemplo: xáoc, > caos [lat.
chaos]
— 8 > {d}. Ejemplo: 8épjia > dermató-logo
— x > {t}. Ejemplo: xéxavoc; > tétanos
— 0 > {t}. Ejemplo: 0eoA.oyía > teología [lat. theologia]
— H > {m}. Ejemplo: )iínr|ai<; > m imesis
— v > {n }. Ejemplo: veüpov > neur-osis
— X > {1}. Ejemplo: XaX.iá > dis-lalia
— P > {r}. Ejemplo: 7iepí)iexpo<; > perím etro [en posición inicial,
lat. rh: pr|Xopitcf| > lat. rhetorica\
— a > {s}. Ejemplo: ctgictjíóí; > seísmo
— ' (espíritu áspero) > {h }. Ejemplo: ójióAx>yo<; > h o m ó lo g o 22.
20 Alguna excepción aislada debida a influjo francés (cf. Garcia Yebra, 1999, s.
v.) com o anquilosis, anquilosar (gr. üytcú/VüXTu;), queratina, queroseno, esqueleto,
quiste (frente al regular cisti-tis < kúotu;), autarquía (también existe la forma regular
autarcía).
21 Ver § 1.1 sobre casos excepcionales con {ch} (archivo, archi-); algún caso
aislado con /9/ debido a calco del francés, como selacio, trocisco, batracio (debería
ser *batraqueo < paxpáxeiot;), cf. García Yebra, 1999, s. v.
22 Se ha perdido la hache en casos como armonía, arpía, endecasílabo, etc. En in
terior de palabra se pierde, excepto en algún caso aislado como an-hídrido (con esta
grafía irregular ya en inglés y francés).
mocracia (y otras como aristocracia, plutocracia, etc.), nspiTreTeia >
peripecia, jiavTSÍa > quiro-mancia, carto-mancia, etc.;setrata de ca
sos en los que la terminación se ha asimilado a la detantos cultismos
latinos — también nombres de abstractos— acabados en -acia, -ecia,
-icia, -ocia, -ucia, -ncia: gracia (< gratia), justicia (< iustitia), argu
cia (< argutia), ciencia (< scientia), etc.23.
Finalmente, la digamma (/w/), letra y fonema desaparecidos muy
pronto del jónico-ático, no figura en ningún helenismo español; tan
sólo se plantea el problema de su transcripción cuando se trata de tex
tos micénicos o de inscripciones dialectales arcaicas, en cuyo caso se
suele transliterar como {w} (wa-na-ka, gr. clásico áva!;, etc.).
2i Son cultism os pues el resultado popular era justeza, pereza, etc. En algunos
nombres propios y gentilicios nos encontram os con el mismo fenómeno con las se
cuencias -9io<; (M elando, Eustacio; pero en cambio corinlio) y -tuoi; (Ticio < Ti-
tucx;), cf. F. Galiano, 1969, § 88 y 98, para otros casos.
24 Cf. Lapesa, 1981,423.
como quería Unam uno25). Todo ello explica que algunas raíces o in
cluso palabras griegas tengan una doble transcripción en español,
como ocurre con paradoja/ortodoxo (gr. 8ó^a «opinión»), Jenofonte
y xenofobia (^évoq «extranjero»), paralaje y paralaxis, apoplejía y
cataplexia.
— \j/ > {ps}. Ejemplo: carcovj/ia > autopsia. En posición inicial la
grafía suele simplificarse en {s}: seudópodo, (p)sicología,
etc. (cf. § 4.2)
— C > {z} (ante timbre /a/, /o/, /u/). Ejemplo: pl^a > poli-rrizo,
rizó-podo
> {c} (ante timbre Id , /i/). Ejemplo: Zé<pupo<; > céfiro.
§ 6 .5 . C o n s o n a n t e s g e m in a d a s
Los grupos -T0-, -7up- y -kx-, que suelen ser resultado de una ge
minación de tipo expresivo, también se simplifican, ateniéndose a la
transcripción que corresponde a la oclusiva aspirada: Icmtpcb > Safo,
sáfico; Batcxucóc;, Bátcxai > báquico, bacantes-, üiiGeóc; > Piteo.
La excepción la constituye la {rr} intervocálica, debido a que, en
español, en esa situación se da la oposición con valor distintivo, fo
nológico, entre /r/ y ¡x! (pero/perro)21\
núppot; > Pirro, pírrico [lat. Pyrrhus] / rcupóg (gen. de rcüp
«fuego») > piró-mano.
Estas son las normas que afectan a los cultismos derivados del
griego clásico28. En cuanto a la transcripción del griego moderno
§ 6 .6 . C o n v e r g e n c i a u h o m o n im ia
y o v f | « c r e a c ió n » > c o s m o - g o n ía
y c o v ía « á n g u lo » > g o n ió - m e tr o
o ÍK o g « c a s a » > e c o - n o m ía
f)X(b « e c o , r e s o n a n c ia » > e c o - g r a f í a 33.
§ 6.7. P r in c ip io s d e a c e n t u a c ió n d e
LOS H E L E N IS M O S C U L T O S E S P A Ñ O L E S
35 Algo sobre los préstam os y la acentuación (en general) en Deroy, 1980, 243-44
b e l l í c ó s u s > b e lic o s o
m e r ltu m > m é r ito
m o m e n t u m > m o m e n to
37 Cf. F. Galiano, 1969, § 144; García Yebra, 1999, s. v. -iaco, sospecha que hay
influencia francesa en la term inación -iaco, en vez de la etim ológica -iaco.
38 Aunque la m ayoría de los agudos en español son «tardíos», pues en latín no ha
bía: proceden de la pérdida de -e en canción(e), capital(e), amar(e), partir(e), etc.; de
locuciones perifrásticas como en cantaré, cantará; de la productividad de sufijos pro
pios como cabez-ón, etc.; todo lo cual supuso una reorganización de la prosodia espa
ñola.
39 Cf. A. García Calvo, en el prólogo a su versión de la lliada, Zamora, 1995, p.
49; el propio García Calvo ha intentado, en los nombres propios, contrarrestar algo di
cha tendencia con audaces transcripciones com o H eraclés ( ’HpaKXf^), Patroclés,
Letó, Safó (Zam pá).
Respecto a las incongruencias en la acentuación de cultismos
griegos (para los helenismos populares o semicultos, que han podido
sufrir diversas alteraciones acentuales, cf. § 7.1, secc. 9), se trata a
veces de excepciones sin más, debidas a simple descuido o a razones
coyunturales de otro tipo. Ahora bien, hay ciertos fenómenos que me
recen comentario por afectar a sufijos determinados o a compuestos
Uno de los más notables es el que afecta al sufijo -ía para formar
abstractos femeninos, donde observamos una situación francamente caó
tica (también en los nombres propios, cf. F. Galiano, 1969, § 73-74):
en unos casos nos encontramos con la acentuación esperada (8rpo-
Kpcma ^ lat. democratía ' democracia, CtjiVT](JiCt ' amnesia, iQTOpíCt
> historia), en otros muchos se acentúa aparentemente «a la griega»
haciendo caso omiso del latín ((piAocxxpía > lat. philosóphia > filo so
fía , (piAoXoyía > filología, ópSoypatpía > ortografía). Y en el caso
especial de los sustantivos en -eia, que deberían terminar siempre en
-ía (a través del latín -ia, con /i:/), ocurre lo mismo, tenemos trans
cripciones correctamente acentuadas (é^eyeíci > elegía, éTUtpáveia >
epifanía) junto a otras en principio injustificadas (0epa7teía > terapia,
40 Algo parecido pasa con telescopio (debería ser telescopio) y otras palabras en
-scopio, seguramente por influjo de las que term inan en scopia (como estetoscopia, c f
gr. -aKOTÚct).
gía, terapia, frente a milizia, audacia); en francés, como era de espe
rar, en -i(e) (philosophie, pron. [filozofi], etc.); lo mismo en alemán;
en inglés, de acuerdo con sus tendencias acentuales, resultan siempre
esdrújulos (philólogy, élegy, thérapy, demócracy). Frente a esta re
gularidad, resulta desconcertante el caos del español; de todos modos,
la posible explicación histórica de esta vacilación se verá al hablar del
sufijo -ía (§ 12 .2 .1.9).
Hay muchos otros casos de palabras aisladas, cuya mala acentua
ción hay que achacar bien a simple incuria o ignorancia de quien la
puso en circulación, bien a influjos «perversos» de la acentuación de
otras lenguas, ante todo la francesa (lo que para algunos sería otra mo
dalidad de incuria). Por una razón o por otra, son bastante numerosas
las palabras y nombres propios de origen griego que andan acentual
mente «desfigurados» en español. En unos casos se trata de llanas que
deberían ser esdrújulas, como por ejemplo anatema, anodino, ateo, ba
tiscafo, cancerbero, diatriba, esqueleto, monolito, prototipo, Doroteo,
Edipo, Elena, Esquilo, Timoteo. También frecuente es el caso inver
so, debido sobre todo a la pedantería esdrujulista (a veces puede de
berse a imitación de la acentuación griega): así, entre otras muchas,
polígono, teléfono y demás compuestos en -fono (dictáfono, gramó
fono, alófano, etc., pero en cambio interfono), síntoma, filántropo,
cerámica, plétora, Arquímedes, Heráclito, Arístides; en muchos casos
el D R A E registra con buen sentido las dos formas, llana y esdrújula,
así en atmósfera, cíclope, exégesis, exégeta, osmosis, políglota, etc.,
que deberían ser todas llanas.
También, como ya se dijo, hay un pequeño grupo de helenismos
agudos en los que hay que suponer también el influjo francés (lengua
que, como es bien sabido, acentúa siempre la última sílaba): acmé,
argón, electrón, fo tó n (cf. § 12.2.1 sobre -ón y -trón), enquiridión,
odeón, neón, orfeón, panteón, frenesí, peroné y algunos otros.
Tampoco falta algún ejemplo de lo que García Yebra clasifica co
mo «acentuación de élite», es decir, que una palabra reciba su acento
en español dejándose llevar no por la pronunciación real en francés,
como en los ejemplos agudos anteriores, sino por la ortografía de esa
lengua, en la que el acento agudo no tiene una función prosódica sino
fonológica (distingue, en sílaba abierta, la /e/ cerrada de la /e/ muda):
así se explica un helenism o com o catéter, que debería ser agudo
(< gr. genitivo Ka0eTfjpo<;, lat. gen. cathetéris), pero que ha sufrido la
influencia gráfica de fr. cathéter (que suena [katetér])41.
Mucho se ha discutido sobre la conveniencia o no de restaurar
acentos que llevan a veces varios siglos mal colocados («mal» en re
lación a las normas antes expuestas de paso por la prosodia latina);
las posturas van desde la política de hechos consumados (la más fre
cuente: es la más cómoda) hasta el integrismo etimológico más furi
bundo. Hay quien piensa que muchos de estos «desaguisados» aún
tienen remedio; de hecho, el libro de Manuel Fernández Galiano so
bre los nombres propios tuvo un efecto beneficioso considerable en
este sentido, ayudando a desterrar casi por completo y en pocos años
algunas transcripciones bastante horrísonas; y las recomendaciones en
diccionarios o gramáticas diversos (María Moliner, D R A E ) también
han tenido su efecto, lento pero seguro, en algunas palabras. Es evi
dente que en muchos casos es imposible la corrección: por ejemplo,
un cultismo como teléfono está tan instalado en el idioma cotidiano
de las gentes que sería absurdo querer reformarlo a estas alturas (aun
que ese no es el caso de alófano, por ejemplo). Pero lo cierto es que
buena parte de los helenismos mal acentuados siguen siendo cultis
mos de difusión limitada, a veces tecnicismos desconocidos para el
no especialista, y por eso mismo susceptibles de reforma «desde arri
ba»; y puesto que fueron los doctos de otros siglos, o de éste, los res
ponsables de ponerlos en circulación, debería — dirán algunos— ser
responsabilidad de los sabios de ahora deshacer algunos de estos en
tuertos.
Claro que el asunto es bastante peliagudo por lo que se refiere a la
influencia francesa, que hemos visto que es la responsable de una
§ 7 . H e l e n is m o s p a t r im o n ia l e s y s e m ic u l t is m o s
42 Ver Liidtke, 1974, § 5.3.4., donde se matiza esta división tripartita tradicional
(voces etim ológicas o patrimoniales, sem icultismos y cultismos) que utilizarnos aqui.
sultado43. En este apartado, como de lo que se trata es de ilustrar
con ejemplos los fenómenos fonéticos romances, trataremos indistin
tamente semicultismos y voces patrimoniales.
§ 7 .1 . T ip o l o g ía d e c a m b io s f o n é t ic o s
43 El francés del siglo xvn tam bién sufrió num erosos «retoques» para acercar grá
ficamente determ inadas palabras a su origen latino (así claire, antes cler; doigt, antes
doit, etc.), cf. Deroy, 1981, 124.
44 Seguimos fundamentalmente a Lloyd, 1993, 9-15; puede verse también el libri-
to de J. Jim énez (1993) recogido en la bibliografía.
45 Ver DCECH, s. v.; es dudoso que la forma española venga realmente del griego
(a través del latín).
un caso especialmente importante de asimilación es la palataliza
ción, responsable en buena medida de la reorganización del siste
ma consonántico romance; consiste en que una consonante adopta
el carácter palatal de un sonido vecino, generalmente una /i/ o /y/,
A estos tipos más o menos bien definidos habría que añadir una
serie de fenómenos cuya explicación no es puramente fonética, sino
que tiene que ver con cruces entre palabras de origen etimológico di
ferente, pero en las que el hablante común — que no sabe de etimolo
g ías— siente que hay una relación. Así se explica, por ejemplo, la
palabra asco: antiguamente era usgo «odio, tirria» (< lat. *osicare, de
odi «odiar»), pero la presencia en el idioma del adjetivo asqueroso (<
§ 8. H e l e n is m o s t e m p r a n o s e n l a t ín
Hasta ahora hemos visto, por un lado, los principios que han regi
do la transcripción regular de los cultismos de origen griego al caste
llano, sin entrar apenas en consideraciones cronológicas (§ 6); por
otro, las alteraciones fonéticas que han experimentado en la Edad
Media aquellas palabras de origen griego que estaban alojadas en el
57 Nos referimos (para los posibles micenismos) sobre todo a E. Peruzzi, cuyos
trabajos se reseñan y discuten en Biville, 1990-95, II, 384 ss.
son muy pocas las palabras que se pueden atribuir con visos de pro
babilidad a esta transmisión, y con mucha frecuencia la hipótesis de
una mediación etrusca no ha sido más que la confesión de nuestra ig
norancia ante palabras de difícil explicación ; «el papel del etrusco en
la transmisión de palabras griegas al latín se reduce a muy poca cosa,
si nos atenemos a las hipótesis fundadas lingüísticamente sobre crite
rios fonéticos o m orfológicos»58.
Los criterios que pueden apuntar a esta mediación etrusca son
fundamentalmente el ensordecimiento de oclusivas (el etrusco carecía
de oclusivas sonoras), la sustitución de /n/ por /r/, la confusión entre
Jo/ y /u/y la síncopa de vocales breves en interior de palabra. Las pa
labras que a nosotros nos interesan aquí (por estar representadas en
español) son:
0 7rupí8a (ac. de orcupú;) > lat. sp o r ta (con sín c o p a de /i/, e n s o rd e c i
m ie n to de /d/ y c o n v e rsió n de /u / en /o /) (> e sp u e rta );
7tp ó o co 7 to v > etr. /persu > lat. p e r s o n a (> p e r s o n a ) 59.
d) P r é s t a m o s o r i e n t a l e s y « m e d i t e r r á n e o s » . Con fre
cuencia se da el caso de que encontremos en griego y en latín palabras
con formas muy similares o incluso idénticas, pero a las que no se pue
de encontrar ninguna etimología indoeuropea convincente; si estas pa
labras hacen referencia a objetos y productos que históricamente han
procedido de Oriente o del Mediterráneo oriental, se puede suponer con
cierta verosimilitud que esas palabras se han tomado de una tercera
lengua, y en algunos casos esto se puede verificar en alguna lengua
oriental (fenicio, hebreo, egipcio, etc.), en cuyo caso se habla de «prés
tamos orientales». Cuando no se encuentra ningún punto de apoyo en
otras lenguas, se suele recurrir a un hipotético «sustrato mediterráneo»
que explicaría la presencia de esas palabras en griego y en latín (sin
que sea posible muchas veces determinar si el latín la tomó directa
mente de dicho «sustrato» o la recibió por mediación griega).
En cuanto a los préstamos «orientales» — algunos de los cuales,
por cierto, caen en realidad fuera del límite cronológico de este apar
tado— , está claro que muchos han pasado efectivamante a través del
griego, ya procedan de lenguas de la India (como beryllus > berilo,
costum > costo, zingiber > jengibre, etc.), del iranio (como arsenicum
> arsénico, tigris > tigre), del egipcio (como ibis, nitrum, sinapi «mos
taza») o de lenguas semíticas (sesamum > sésamo, canna > caña,
etc.). En otros casos, en cambio, la mediación griega es dudosa o im
posible de demostrar, según Biville, como ocurre en
KÓjijii, lat. gum m i., c u m m i (> esp. g o m a ) (o rig e n e g ip c io )
rcopcpúpa, lat. p u r p u r a (> p ú rp u r a ) (o rig en in cierto );
60 Record am os al lector que se puede co m p rob ar rápidam ente si una palabra latina
ha tenido descenden cia en español consulta ndo el Romonisches etymologisches Wór-
terbuch de W. Meyer-Lübke.
pero entraron más tarde como cultismos, caso por ejemplo de máqui
na (siglos xv-xvi) o de norma, documentado en español a principios
del siglo xvri (en ocasiones tenemos dobletes del tipo de hor
ma/forma, la primera por vía popular y la segunda por vía culta o se-
miculta).
§ 9 . H e l e n is m o s m e d ie v a l e s n o p a t r im o n ia l e s
§9.1. H e l e n is m o s l l e g a d o s a t r a v é s d e l á r a b e
Cf. Walzer. 1962: F. Rosenthah Das Fortleben dcr Am ike in Islam. Z ú nch
Stuttgart. 1965: y sobre todo Vernci. 1999. 1 17 ss. («la técnica de las traducciones»)
Según los datos que hemos recogido del diccionario de Corriente,
son poco más de cien los helenismos españoles llegados a través del
árabe, lo que supone un porcentaje muy pequeño sobre el total de he
lenismos (decenas de miles); y hay que decir además que no pocos de
ellos están ya en franco retroceso o en total desuso (cosa que ocurre
en general con el léxico español de origen árabe).
Si nos fijamos en la distribución de estas palabras por campos se
mánticos, el grupo más abundante es el constituido por los nombres
de plantas, tanto las cultivadas como las silvestres: acelga, acemite,
adelfa, ajenabe, albaricoque, alberge/albérchigo, alcamonías, alcane-
ría, alcaparra, alcaravea, alfóstigo, alharma, alhuceña, almáciga, ai-
maro, altramuz, azufaifa/o, anfión, arroz, bellota, cazuz, estragón, sán
dalo, zanahoria (cf. después sobre esta palabra).
También son numerosos los términos técnicos relacionados con la
construcción, nombres de objetos e instrumentos, etc.: abitaque, ación,
alcaduz, alcántara, alcartaz, alconcilla, alcribís, aliara, aljez, almo
cárabe, azulaque, balate/albalate, calibre, candil, carrazón, colcótar,
corma, falquía, fanal, gálibo, matraz.
Otros grupos menos abundantes serian los relacionados con el
mundo animal, especialmente los peces (atiin, calamón, chema, jibia,
jurel), con las pesas y medidas (adarme, almudín, alquez, arrale, cahíz,
quilate, quintal), con la indumentaria y las telas (albornoz, alcorque,
botarga, cendal, enjalma, jamete, mandil, marlota, zaragüelles), con
el mundo militar y náutico (alcázar, alefriz, almajaneque, almirante,
carcaj, carraca, tifón), con las ciencias (alambique, álcali, alquimia,
amalgama, calamita, elixir, guarismo y algoritmo, jaqueca, mazacote,
natrón, safena), con las piedras preciosas (abalorio, abenuz, talismán,
zafiro), con los alimentos (albóndiga, arroz, azúcar, gazpacho, maza
pán, mazamorra, zumo), con la música (guitarra, tambor, quizá tecla)
o con el comercio y las profesiones (albéitar, alcaicería, albóndiga);
sin contar con algunos gentilicios como copto, quizá andaluz, o nom
bres propios como Almagesto (nombre de una obra de Tolomeo).
Hay que decir que no todas las palabras mencionadas tienen una
etimología segura; hay bastantes casos dudosos, y el lector podrá en
contrar no pocas divergencias si consulta las dos obras de referencia
que hemos utilizado, es decir, los diccionarios de Corominas y de Co
rriente. En todo caso, no es ni mucho menos nuestra intención co
mentar una por una Jas etimologías de todas esas voces, sino más bien
tratar de establecer una t i p o l o g í a entre los helenismos españoles
de transmisión árabe (o al menos relacionados de algún modo con
esta lengua), pues los orígenes y vías de llegada de todas esas pala
bras ofrecen bastante variedad. Creemos que, a modo de ensayo, se
podrían distinguir los siguientes casos:
a) Palabras de origen griego adoptadas por el árabe (normalmente
por intermedio del arameo o siriaco, ver supra) y llegadas así al
romance peninsular (ya sea por vía oral o escrita), ocasionalmente
también a otras lenguas europeas, a través de España. Ejemplos64:
XUjisíct > ár. el. fámiyá (a t r a v é s d e l s ir .) > and. > al-quimia (in g . al-
chemy, fr. alchimie, e tc .)
píppoc; > ár. el. h u m u s > a n d . a lb u rn ú s > a lb o r n o z .
M Abrev iatura s para lo que sigue: ár. el. = árabe clásico; aram. = arameo; and.
árabe andalusí; sir. - siriaco; romand. ■=■ rom ance andalusí; cast. = castellano; blat.
bajo latín.
b) Palabras de origen griego adoptadas por el árabe y entradas en
castellano a través de otras lenguas europeas (francés, portugués,
italiano, etc.). Sirva como ejemplo talismán, tomada del francés
en el siglo xvm (la voz francesa procede del neopersa, que la to
mó del árabe y éste del griego TÉ^xana «rito religioso»)65.
c) Palabras de origen griego en las que se ha supuesto el paso por el
árabe, pero que en realidad es más probable (según F. Corriente)
que hayan entrado en castellano a través del latín vulgar o de otras
lenguas románicas (como el italiano); tal sería el caso de endibia
(gr. evTUpoc;), gúmena (gr. fiYOU)iévr| scilicet «cuerda») o tecla (<
thecula, dim. de 0tikt| «caja»; pero cf. DCECH 5. v.).
d) Palabras de origen griego entradas en el latín vulgar y cuya forma
castellana refleja la pronunciación o la morfología (o ambas) de
dicha palabra en el árabe andalusí o en el romance andalusí; así se
explicaría, por ejemplo, la variante jibia, frente a sepia (< ar|7Úa),
o también voces como almorranas (< *haemorreuma < aijióp-
poia), alcaparra (gr. ícárcrcapu;; la conservación de la /p/ de
muestra que el préstamo no se hizo en Oriente), alcaneria (‘alca
chofa’, gr. tcivápa), ju re l (and. suríl, formado sobre saurus <
aaüpoc;), enjalma (formado sobre blat. salma < sagma ' gr. ckíyuu )
o la discutida gazpacho (según Corriente, procedente de un ro-
mand. gazpelaco que derivaría en última instancia del gr. yai¡o-
cpuXáiciov «cepillo de iglesia», ver Corriente, v. para la evolu
ción semántica).
e) Palabras de origen árabe que han entrado en castellano (y normal
mente también en otras lenguas) a través del griego medieval; se
ría el caso por ejemplo de
almirante < blat. amiratus < gr. med. ámpót; < ár. el. amlr «coman
dante»
i) Son frecuentes en las voces llegadas a través del árabe las conta
minaciones semánticas, las etimologías populares y, en general,
las palabras que han sufrido una gran deformación. Pondremos va
rios ejemplos (en la medida en que tengan que ver con el griego):
— algoritmo. Originalmente, alguarismo. guarismo, procedente
del nombre del sabio del siglo ix Alxuwarizmi, autor de una
importante obra matemática que se tradujo en Toledo con el tí
tulo de De numero Indorum. Posteriormente se produjo en el
propio latín medieval la contaminación con el gr. aritmo- «nú
mero», dando lugar a algoritmo (estamos ante lo que L. Deroy
llamaría una etimología «seudo-erudita»)67;
— almocárabe ‘adorno arquitectónico’, un caso realmente com
plicado. Hay que partir del ár. el. muqarnas, que está relaciona
do con qurnas (< gr. Kopcovú; «curva»); de ahí. por cruce se
mántico con qarbás «construir» (< gr. Kpr|7Ú<; «fundamentos de
una construcción»), resulta el and. almuqárbas. de donde, por
contaminación con árabe, la forma castellana final;
— zanahoria. Del gr. aTCKpuWvri áypía «zanahoria silvestre» de
riva el muy deformado and. safannáryah, de donde la voz cas
tellana.
j) Finalmente, hay al menos un caso de una voz española que es el
resultado del calco probable en árabe de una palabra griega: j a
' Deroy. 1980. 288 (sobre tifón, palabra que ya hem os visto en § 7 . 1)
queca, cuyo étimo en árabe clásico (saqlqah) significa «lado o mi
tad exacta de un objeto doble», y debe de ser un calco o traduc
ción del gr. f]|iiicpavía, formado con rjjai- «la mitad» y icpavtov
«cráneo» (por afectar sólo a la mitad del hemisferio craneano; de
la voz griega procede esp. migraña).
§ 9 .2 . B iz a n t in ís m o s , it a l ia n is m o s , g a l ic is m o s
§ 9 .2 .1 . Bizantinismos
Terminaremos este apartado haciendo referencia a otros grupos de
helenismos medievales que son lo suficientemente nutridos como pa
ra dedicarles cierta atención. Entre ellos están los «bizantinism os»68,
es decir, palabras en uso en el griego bizantino y que han llegado al
español medieval por vías diversas, unos a través del latín (eclesiásti
co, científico, etc.), otros a través de otras lenguas románicas (como
los distintos dialectos italianos) o incluso directamente del griego (los
que han entrado a través del árabe se han visto en § 9.1).
Hay que decir que, en parte, esta categoría de los bizantinismos se
solapa con lo que hemos llamado helenismos patrimoniales y semi-
cultos (cf. § 7), pues en ocasiones es imposible decir si tal palabra ha
entrado en el latín en época imperial (antes del siglo v) o ya en tiem
pos bizantinos. También hay que guardarse de atribuir origen bizanti
no a cualquier palabra que exhiba muestras de itacismo, pues, como
68 Cf. F. Galiano, 1969, § 27-32; Lüdtke, 1974, § 3.6; Kahane, 1966 y 1972; R.
Adrados. 1999. 230 ss.; algo en Biville. 1985.
hemos visto en § 8, este fenómeno ya está ampliamente documentado
en helenismos de época imperial (a partir del siglo i d. C.).
Por lo demás, las razones históricas que explican la entrada de to
das estas palabras en castellano son bien conocidas: desde la ocupa
ción de una parte de la península Ibérica por los bizantinos en los si
glos vi-vn, pasando por las expediciones de los cruzados al Medite
rráneo oriental (a partir del siglo xi) y acabando con la ocupación de
algunas partes de Grecia por parte de la Corona de Aragón (siglos
xiv-xv), ya en tiempos del incipiente Humanismo, fueron muchas las
ocasiones para este tipo de trasvases léxicos.
Entre los bizantinismos más o menos seguros en español tenemos:
algalia (< épya^eiov), almidón (< ajaiAov. con influjo del articulo
árabe), anís (< áv iaov). besante (< pu^áviiov, moneda de Bizancio),
botica (< ánoGíiKT); ef. 7.1, f, para bodega), carabela (< rápapot;),
carestía (< ^apiaTeia), carnaval (< a través del italiano, del lat. car-
nelevare, calco de ánÓKpecot;; cf. esp. carnestolendas), catastro (<
KdTácmxov), endibia (< evxupov, cf. DCECH), escala (< a tc á /.a ), es
clavo (< aicXá(3o<;), faisán (< Oacuavót;, del río Fasis), galera (<
yaXéa), galimatías (< icaiá M aiBaiovj, letanía (< /atav e ía ), mcüva-
sía (< de la ciudad de Monembasiá), matizar (< XrpjjaTÜ/o), nólit(o)
'flete' (< vaüXov, a través del catalán), paráclito (< 7tapáicXr)TO(;, de
signación del Espíritu Santo), petróleo (< TtexpéXaiov, con contami
nación de lat. oleum), protocolo (< TtpoúTÓKoXXov). quemar (< icáijja,
de Kaíeiv), romero (< poo)jaío<;), sándalo (< aávT a^ov, quizá a través
del árabe), tapiz (< TcmfiTiov, dim. de tánrit;, a través del francés),
tortuga (< TapTapoOxot;), trabajo (< lat. tripaliunu que podría ser un
calco de TpiTráacraXov «instrumento de tortura»), trisagio (< Tpicrá-
yiov). zampoña (< au)J(pcovía),
^ 9.2.2. Italianismos
§ 9.2.3. Galicismos
Finalmente, es considerable el número de helenismos que han lle
gado al castellano medieval procedentes de Francia, desde los présta
mos más tempranos (lo que se ha dado en llamar influencia galorro-
mánica), pasando por la intensa influencia lingüística experimentada
a raíz de la reforma cluniacense, la apertura del camino de Santiago
(pensemos en términos como canonjía, ángel hereje, monje) y la con
siguiente presencia de «francos» en la península70. Incluimos aquí, por
tanto, tanto el francés propiamente dicho (la langue d'oil) como el
1 Puede verse una lista de cien palabras en D. Crystal, Enciclopedia del lenguaje,
ed. esp., Madrid, 1994, p. 331.
de nociones presentes en todas las lenguas del mundo, por lo que en
principio no hay razones para que una las tome prestadas de otra; sin
embargo, son muchas las excepciones que se documentan, sobre todo
por razones de prestigio social de una lengua, de tabúes diversos, etc.2
Si consideram os ahora las palabras por categorías o clases3, re
sulta comprensible que las más fácilmente exportables de una lengua
a otra sean los sustantivos, pues el préstamo típico entre dos lenguas
es el que afecta a un objeto o concepto desconocido para la receptora
(un producto natural o manufacturado, un animal exótico, una institu
ción, un concepto filosófico, científico o religioso, etc.; así, por ejem
plo, en el español del siglo xvi el objeto «patata» del náhuatl o, en el
del xx, el concepto de «cibernética» del inglés)4. Entre los adjetivos
será más fácil que se exporten los derivados de un sustantivo (como
filosófico, teológico) que los radicales, que designan cualidades bási
cas (por ejemplo los españoles bueno, grande, alto, verde); pero, co
mo se ha dicho, puede haber muchos factores que induzcan a la adop
ción de un adjetivo «básico»: así, el español blanco es un préstamo
2 Es decir, lo que Deroy, 1980, cap. VII, llama genéricam ente «raisons du coeur»,
para distinguirlos de los préstamos por «necesidad práctica».
3 Puesto que se va a hablar de lenguas indoeuropeas (griego, latín, español), da
mos por buena, a efectos prácticos, la división tradicional por categorías (sustantivo,
adjetivo, pronombre, artículo, verbo, preposición, conjunción, adverbio, intelección);
pero téngase en cuenta que, en el m omento en que este tipo de estudios se extiende a
lenguas tipológicam ente alejadas de las nuestras, distinciones como la de sustanti
vo/adjetivo o incluso la de nom bre/verbo quedan en entredicho o son sencillamente
inútiles y hay que proceder con otro tipo de categorías más abstractas. Cf. por ejemplo
J. C. M oreno Cabrera, La lingüística teórico-tipológica, M adrid, 1995; cf. también
Villar, 1996, 262 ss. (sobre lenguas con un número exiguo de adjetivos).
4 Puede verse un porcentaje de helenismos del latín, por categorías gramaticales,
en André, 1971, 117; sobre una posible escala de «adoptabilidad», cf. Laguna, 1995,
9. Tam bién puede ser de interés consultar los porcentajes que ofrece E. Haugen («The
Analysis o f Linguistic Borrowing», Language 26, 1950, 210-31), referidos al sueco y
al noruego hablados en los Estados Unidos (71-75% para los nombres, 18-23% para
los verbos, 3-4% para los adjetivos, 1% para preposiciones y adverbios, 1% para inter
jecciones).
del germánico blank (cuyo sentido primario es el de «brillante»), que
desbancó al original albo (lat. albus).
Y algo parecido cabe decir de los verbos: es mucho más fácil im
portar verbos ingleses o franceses del tipo de informatizar, mecani
zar, nacionalizar que no los que designan acciones o procesos básicos
como los mencionados en la lista anterior. Aparte de esto, es mucho
más fácil importar verbos cuando la conjugación es similar en ambas
lenguas (caso del griego y latín), o cuando se comparte un sufijo ver
bal (como -izar y sus equivalentes en otras lenguas europeas); así se ex
plica la ausencia de verbos entre los arabismos españoles, por la gran
diferencia que hay entre la conjugación semítica del árabe y la in
doeuropea del español.
Estas tres categorías — sustantivo, adjetivo, verbo— son con mu
cho las más frecuentes en el préstamo. Las demás — es decir, adver
bio, artículo, conjunción, preposición, pronombre— son, si bien se
mira, palabras sin apenas significado propio, meros índices gramati
cales, cuyo campo de alcance se limita al «mundo en que se habla»
(por usar los términos de A. García Calvo), no al «mundo de que se
habla»; cuanto más gramatical (y menos léxico) sea el elemento en
cuestión, más difícil o improbable será el préstamo. De ahí que el
préstamo de conjunciones, preposiciones, pronombres y adverbios sea
raro, aunque se pueden citar ejemplos de todos ellos (normalmente en
situaciones de bilingüismo): así, está documentado el uso habitual de
las conjunciones españolas pero, porque y otras en náhuatl (lengua
indígena de Centroamérica), y de las francesas parce que, mais en
lenguas del Africa francófona; los pronombres personales ingleses
they, them están tomados del escandinavo medieval, etc. 5
Por la misma razón, es relativamente difícil la exportación de pre
fijos, sufijos o interfijos, aunque también aquí hay que distinguir en
tre, por ejemplo, sufijos para la formación de sustantivos, de adjetivos
o de verbos, y morfemas específicamente flexivos, como pueden ser
los que marcan número o caso en los nombres, o los que señalan la
6 Citado por Heath, 1994, 388; cf. también W einreich, 1974, 78. Sobre la posible
adopción por parte del latín del 11 milenio a. C. de la desinencia griega en -ai para el
nominativo plural de los femeninos (antes en -as), cf. Villar, 1996, 534.
7 Lüdtke, 1974, § 5.1., considera que la diglosia latín-románico terminó en la épo
ca de Carlom agno (siglo l x ).
§ 1 1 . A d a p ta c ió n d e lo s h e le n is m o s a l a
M O R F O L O G ÍA E S P A Ñ O L A
Del mismo modo que los helenismos en general han tenido que
acoplarse a las condiciones fonemáticas del español, así los sustanti
vos y adjetivos en particular han tenido que sufrir algunas modifica
ciones para entrar en el sistema flexivo de nuestra lenguas. En gene
ral la adaptación no supone demasiados problemas, y ello tanto por la
cercanía tipológica de ambas lenguas (herencia común del indoeuro
peo) como por el precedente que supone la adopción de numerosos
helenismos en latín. Esta adaptación, por lo demás, es de hecho una
reducción, si comparamos los cinco casos, los tres géneros y los tres
números del griego con la declinación española, reducida a la oposi
ción singular/plural y con presencia del género neutro sólo en el sis
tema pronominal (en otros casos puede ser al contrario, como cuando
los lituanos de los Estados Unidos, al escribir su lituano americaniza
do, declinaban una palabra como strike casi como lo habría hecho el
indoeuropeo, con siete casos y tres números, incluyendo el dual)'\
§ 1 1 . 1 . S u s t a n t i v o s 10
De los cinco tipos de temas que hay en latín, en -a, en -o, en con
sonante (incluidos los temas en -i), en -u y los de la «quinta», el espa
ñol — a través del latín vulgar— ha suprimido los dos últimos tipos,
convirtiendo los pocos sustantivos supervivientes en temas en -o (los
de la 4.a: fructus > fru to , manus > mano) y en temas en -a (los de la
§ 11.1.1. Temas en -a
Pues bien, como hemos dicho, los sustantivos griegos se adaptan
sin mayor dificultad a estas condiciones morfológicas. Los t e m a s
e n -a (larga o breve) pasan a ser temas en -a, femeninos en su m a
yor parte (áyopá > ágora). Los masculinos griegos con nominativo en
-ríe;, de acuerdo con el precedente latino, se convierten en general
en masculinos en -a, pasando a engrosar la categoría de sustantivos
del tipo de homicida, colega, etc. (así 7totr|TTi<; > lat. poeta > poeta);
el único grupo que en español pasa regularmente al género femenino
es el de los nombres de minerales, gemas, etc. (pirita, antracita, etc.)".
Respecto a los femeninos con -a larga, que en ático y la koiné
aparece como -r| (excepto ante e, i, p), el español ha tenido dos op
ciones: una, convertirlos sin más en temas en -a (rcapapoXfi > lat. pa-
rabola > palabra, parábola); la otra, conservarlos como temas en -e,
confundiéndose así con la categoría de sustantivos de origen latino
com o parte, nave, etc. (por ejem plo, SiaaxoXri > diástole, sístole,
etc.). En algún que otro caso coexisten ambas posibilidades, con sig
nificados distintos: así hipérbole (en retórica) e hipérbola (en mate
máticas), ambas de ürcppoXr), o síncope (en medicina) y síncopa (en
gramática y música), ambas de CTuyK07iri. A veces se ha producido
cambio de género, como en avárcri (fem.) > ágape (mase.), favoreci
do sin duda por el comienzo por /a/ tónica (cf. el águila, etc.).
En estos temas en -a tampoco faltan casos en que lo anómalo de la
terminación española se debe a influjo de la voz francesa correspon
11 Véase para más detalles la parte relativa al sufijo -ita, -isla, § 12.2.1.1.
diente, por ejemplo molibdeno (gr. noA.úp8cava, fr. molybdéne), ocre
(gr. &XPa ! fr- ocre), omóplato (gr. ctyKmA.áTr|, fr. omoplate), e tc .I2.
§ 11.1.2. Temas en -o
Los t e m a s en -o, masculinos, femeninos o neutros, pasan en
español a ser temas en -o masculinos: ó ecpripoq > el efebo, ij ^eOoSoq •
el método, TÓ CTKrjTiTpov > el cetro.
Hay unos cuantos cultismos (neutros en griego) que han conser
vado su -n final del singular: asíndeton, colon, épsilon, hipérbaton,
isquion, polisíndeton, tetragrámaton y algunos más; sobre la acentua
ción aguda anómala (en casos como enquiridión, cronicón, panteón,
esternón), véase § 6.7.1. Otros se utilizan sólo en plural, y así no pre
sentan problemas en la terminación: propileos, Paralipómenos, pro
legómenos.
En cuanto a los masculinos, hay bastantes casos en que, por in
fluencia francesa, nos encontramos con la terminación -a o -e. Algu
nos ejemplos en -a: estratega (gr. CTTpaTriyót;, fr. stratége), rapsoda
(gr. paycoSóq), psiquiatra y demás compuestos en -iatra (gr. icrcpóq
«médico»), Rodas (gr. 'PóSoc;, fr. Rhodes); hay casos más bien raros,
como navarca o polemarca (gr. vaúapxoc;, TtoXóiapxoc;), en que se
cruza la influencia francesa (navarque, polémarque) con la analogía
con otras palabras terminadas en -arca (monarca < lat. monarcha <
^ovápxriQ, etc.). Ejemplos con -e: Chipre (gr. KÚTtpoq), etc.; muchos
de ellos son muy antiguos, y algunos como golpe pueden incluso re
montar a época galorrománica (cf. § 9.2.3).
Hay también una serie de nombres propios, la mayoría de ciuda
des o islas, que han conservado (con vacilaciones) la -s original del
nominativo, probablemente por imitación del francés: Amorgos, Les-
bos, Tartesos, Claros, Pafos, Cronos, Helios, etc. El único nombre
común que presenta esta particularidad es cosmos (fr. cosmos) u .
14 Tam bién algunos nom bres de fiestas antiguas (pero siempre en plural en espa
ñol), como Dionisios, Panaleneas, etc., cf. F. Galiano, 1969, § 203-5.
realidad, como casi siempre, la explicación hay que buscarla en el
francés, cuya terminación habitual -e (tríade, Olvmpiade) es muy fre
cuente que se convierta en -a en español. También el francés debe de
ser responsable de algún que otro sustantivo que se ha pasado a los
masculinos en -o, aunque fuera originalmente femenino en griego
(como eA.|iiV(;, -ivOoc; «gusano» > plat-elminto, en vez de *platelmin-
te; o como bólido, gr. poAÁc; «objeto arrojadizo»)l5.
Respecto a los temas en gutural torpemente transcritos del nomina
tivo, con el consiguiente problema para la articulación (0(bpa£, > tórax,
etc.), ya hablamos de ello en § 4.7. No suponen problema articulatorio,
en cambio, otras formas excepcionales tomadas del nominativo de los
temas en -8 o - v t y ya muy aclimatadas en español, como iris (< tpu;,
ipiSoc;), Artemis (mucho más común que Artémide y en todo caso pre
ferible a Artemisa), atlas (con otro sentido, atlante), etc.
Finalmente, mencionaremos el caso de los compuestos de rcoúc;
(«pie»). Por un lado tenemos dos casos en los que ya la declinación
latina seguía los temas en -o, como no^únouc;, gen. rcoA.úrco8o(; > lat.
polvpus, -i > pólipo, pulpo; lo mismo con el nombre de Edipo (Oedi-
pus, -i, «el de los pies hinchados»). Por otro lado, en los compuestos
cultos esperaríamos en general la terminación que vemos en trípode <
Tpírcouc;, Tpírco8o(; (lat. tripus, tripodis), pero lo cierto es que casi to
das estas palabras terminan en -podo (artrópodo, cefalópodo, miriá-
podo, etc.), sin duda por influjo, una vez más, del francés (arthropo-
de, etc.), influjo que, con otro resultado, también se puede detectar en
antípoda(s) 16
§ 11.2. A d je t iv o s
§ 12. L a f o r m a c ió n d e p a l a b r a s
Una vez vistas las distintas clases de palabras como tales (es de
cir, lo que se llama «préstamos léxicos» o «de vocabulario»), corres
ponde ahora estudiar los sufijos y prefijos griegos productivos en es
pañol, así como el problema especial de la composición y el calco.
Convendrá antes de nada aclarar una serie de cuestiones básicas.
Prescindiremos de los morfemas flexivos (los que marcan catego
rías gramaticales como el género y el número en el nombre, o el
tiempo, la persona, etc., en el verbo), pues, como queda dicho, no ha
habido trasvases entre el griego y el español que afecte a esta clase de
m orfem as1. Sí lo ha habido, en cambio, de afijos (sufijos y prefijos),
es decir, de aquellos morfemas derivativos que, en número limitado
en una lengua, sirven para formar nuevas palabras a partir de otras ya
1 Con la única excepción, si se quiere considerar asi, del sufijo de femenino -isa/
-esa, cf. infra, § 12.2.1.8. La posible influencia de ciertas formaciones perifrásticas
griegas en las lenguas románicas entraría más bien en la parte de sintaxis (cf. por
ejemplo Lapesa, 1981, § 11.4 y el artículo de E. Coseriu, 1977).
existentes, por ejemplo — en el caso de los sufijos— sustantivos a
partir de sustantivos (sombra > sombr-ero), de adjetivos (negro >
negr-ura), de verbos (cocer > coci-miento); verbos a partir de sustan
tivos (saco > saqu-ear), de adjetivos (blanco > blanqu-ear), etc.
§ 1 2 .1. P r e f i j o s
4 Para más detalles, cf. por ejem plo M eillet-Vendryes, 1953, § 798.
5 Cf. M eillet-Vendryes, 1953, § 642 (sobre el alargam iento de compuestos). Por
todo esto, parece coherente, al hablar del griego, tratar conjuntamente la prefijación y
la composición; pero dado que en español las cosas son algo distintas, y para conser
var cierta claridad expositiva, seguirem os la clasificación tradicional (prefijación, sufi
jación, composición).
mo poner casi ninguna de las suyas (diecisiete si prescindimos de ca
be y so, en franco desuso), sino que tiene que recurrir sobre todo a
cultismos latinos para esas nociones complejas (anteponer, com po
ner, contraponer, deponer, disponer, exponer, imponer, interponer,
oponer, posponer, proponer, reponer, suponer, trasponer; en des
uso aponer, pero cf. aposición, apósito; incluso un caso como so-
breponer(se) apenas parece una adaptación superficial de superpo-
n o )b. De hecho, entre las preposiciones españolas hay varias — todas
muy cercanas a la forma latina original— que parecen demostrar
productividad como prefijos (a, ante, con, contra, entre, etc.)7, mien
tras que otras — de origen románico— son inusitadas con esa función
(desde, hacia, hasta, para, según, etc.).
La explicación de este hecho tiene que ver, al menos en parte, con
la evolución lingüística general del grupo indoeuropeo. Las preposi
ciones eran originalmente palabras similares a los adverbios, indepen
dientes en la frase y tónicas (como se ve todavía en sánscrito, en anti
guo irlandés o en los poemas de Homero, e incluso en textos griegos
posteriores); en el indoeuropeo, por otra parte, las preposiciones, dada
su especial relación con el verbo, eran las únicas palabras que podían
combinarse con él para dar como resultado otro verbo (no había la
posibilidad de formar verbos compuestos con un sustantivo, salvo ex
cepcionalmente, como el caso de lat. anim-advertere «prestar aten
ción»)8. En el curso de la evolución lingüística, lo mismo en griego
que en latín y en las lenguas neolatinas, las preposiciones fueron per
diendo su autonomía y en cierto modo su «peso léxico», hasta el pun
to de acompañar siempre a un nombre y depender prosódicamente de
él (todas las preposiciones son proclíticas), y ello debe de ser la razón
6 D eroy, 1980, 73, recuerda la situación del francés m oderno: «nous n ’avons
guére que des préfixes savants, c ’esl-á-dire em pruntés au grec et au latin. Presque
partout, les form es héréditaires ont été élim inées systém atiquem ent par les formes
savantes: em rerom pre est devenu inlerrompre et pourmener, prom ener [...]».
7 C f Almela, 1999,65-70.
8 Para toda esta cuestión cf. Villar, 1996, 2 3 l;ta m b ié n M eillet-Vendryes, 1953, §
843-44.
por la que en lenguas modernas como el español o el propio griego
moderno su capacidad de actuar como prefijos es mucho más reduci
da que la que tenían en griego antiguo o en el propio latín, como he
mos visto.
Si nos fijamos ahora en el comportamiento de las preposiciones
griegas en español, veremos que todas aparecen en helenismos léxi
cos, heredados: ct|icpí (anfiteatro), ovó. (analogía), ávxí (antinomia),
á n ó (apología), 8iá (diámetro), eü; (episodio, gr. én-eia-óSiov), etc
(eccema), ev (endémico), ení (epidemia), tcaxá (catálogo), |i£ iá (me-
tabólico), n ap á (paráfrasis), nepí (periplo), npó (prólogo), rcpóc; (pro
sodia), ctúv (sinfonía), únép (hipérbole), vnó (hipótesis).
Claro que una cosa es esto y otra muy distinta es que el hablante
medio tenga siquiera conciencia de su existencia (como en ep-is-odio),
o en todo caso de su exacto valor prefíjal en esas palabras, y todavía
más que alguna de estas preposiciones tenga rendimiento como pre
fijo en español; y aun en este caso convendría distinguir entre las que
se han utilizado sobre todo en el lenguaje científico, casi siempre com
binadas con lexemas griegos (alguna vez con latinos, formando «hí
bridos»), y aquellas otras que, aunque sea con un rendimiento limita
do, se comportan como auténticos prefijos españoles, anteponiéndose
a cualquier tipo de palabra, independientemente de su origen.
En el primer caso estarían, con rendimiento variable, aunque en
general escaso9: ana (anageotropismo), anfi (anfígeno, anfipodo), apo
(apofonía, apocromosis), dia (diatópico, diastrático, diacrónico; en
el caso de diapositiva parece que la presencia del prefijo se debe a la
influencia de diáfano), ec/ex (ecsomático, exosmosis), en (enostosis,
sobre el modelo de e^óctxcoou;), epi (epitelio, epizoario), cata (cata-
génesis; ya en latín tenemos el híbrido gr.-lat. catacumbae), hipo (hi
potensión, hiposulfito, hip o función), peri (perihelio, perinatal), p r o 10
12 Cf. sobre todo GDLE, § 76.5.3.1 y 72.2.3 (p. 4736-41 para los problem as morfo-
sintácticos mencionados); tam bién Rainer, 1993, 306-8. Recuérdese, por otra parte,
que en casos como antifaz o antiparras anti- no es más que una variante o alófono de
ante (y que es un burdo error decir antidiluviano en vez de antediluviano «de antes del
diluvio»).
logia (hipertensión, hipersensible, hiperactividad) o con otros campos
(hipercorrección, hipercritico e hiperónimo, en lingüística; etc.), y ha
acabado por extenderse a otros tipos de palabras (hipermercado, hi-
perespacio, hipertexto), cobrando en ocasiones un valor simplemente
intensivo («muy grande, muchísimo»), como demuestran ciertos usos,
sobre todo orales o publicitarios, en los que parece contender con
otros prefijos similares como mega o super (hiperoferta, hiperintere-
sante, hiperchulo y otras creaciones por el estilo, no se sabe si efíme
ras o n o )l3.
13 Para la historia de este y de otros sufijos intensivos (ultra, super, etc.) en fran
cés, cf. G uilbert & Dubois, 1961, 100-103 (detectan su crecim iento sobre todo a fi
nales del siglo xix, en estrecha relación con el vocabulario de la sicología). Para el
español, cf. GDLE, § 76.5.4.1; Rainer, 1993, 338; Lázaro Carreter, 2003, 41-44 («Su
pe rtriste»),
14 Pueden verse varias de estas voces muy bien comentadas en el Diccionario de
Filosofía de J. Ferrater Mora, Barcelona, 1994.
teles. Como es bien sabido, de su modesto significado original — jiexá
xa (puCTitcá «(los libros que van) después de la Física (en la ordena
ción de las obras del filósofo)» — se pasó a interpretar metafisico co
mo «sobrenatural, transnatural, que está en un plano superior al de los
fenómenos físicos»; en autores griegos antiguos ya hay algún caso de
esta mala interpretación («mala» porque jiexá no tenia ningún sentido
de «trascendencia»), pero es sobre todo en la escolástica bajomedie-
val donde se afianza el «error» — Santo Tomás de Aquino traduce
metaphysica por transphysica — , y de ahí derivan sin duda nuevos
usos como los de ing. metatheology (en John Donne, siglo xvn), ing.
metapolitics (siglo xvm ) o metalógica (acuñado a principios del siglo
xix), que si no me equivoco son los más tempranos de toda la serie
m encionada15.
15 Cf. Janni, 1990, 113-16 (donde tam bién se habla del intento de H. Reiner de
dem ostrar que el sentido de «trascendencia» estaba ya en Aristóteles o en sus discípu
los inmediatos). Para el español, Rainer, 1993, 345-46.
16 Cf. OED, s. v. param ilitary, parapsychology; Rainer, 1993, 353. S obreparalim-
pico, cf. infra, § 12.5.
§ 12.1.2. Otros prefijos
único caso de dis- de origen griego antepuesto a una voz no griega («mal funciona
miento»), o si, como creo, se trata más bien de dis- latino con valor negativo, como el
de disconform e, por ejemplo. .
23 Este valor intensivo debió de desarrollarse primero en italiano, de donde se ex
tendería al español, francés, etc. (eso explica, como ya hemos visto en § 1.1, la pre
sencia de la palatal ch, frente al resultado esperado en castellano, que es el de arce
diano, arzobispo, etc.).
24 Cf. GDLE, § 76.5.4.2 y Rainer, 1993, 308-9.
Otros posibles prefijos españoles tienen su origen en adverbios
griegos, así:
§ 12.1.2.4. E n d o-/ex o-, que corresponden a los adverbios evSov
«dentro» y e^co «fuera». A partir de su aparición en helenismos ya
formados en griego, como exótico, exotérico, endógeno (gr. évSoye-
vrn;), han conocido bastante éxito en la terminología científica (fon
endoscopio, endorreico, exosfera, exorrizo) y ocasionalmente en otros
ámbitos (endogamia), aunque siempre antepuestos a raíces griegas25.
25 Podrían añadirse eso- (gr. éaw «dentro», que aparece en voces como esotérico,
esoforia) y ecto- (gr. éictó<; «fuera», en ectoplasma, ectoparásito). Cf. G D L E . §
76.5.1.1 y Rainer. 1993. 328 (ecio), 330 (endo) y 334 (exo).
26 Estos son los que incluye Almela. 1999, 65-70.
21 En el caso de mono se constata la formación de adjetivos de difícil caracteriza
ción morfológica (gobierno monocolor, automóvil monovohtmen). que recuerdan bas
tante al problem a que hemos visto al tratar de anti en § 12.1.1 (campaña antialco-
ho!. etc.).
§ 12.1.2.6. P r o t o - (gr. npcÓTOV, «primero, en primer lugar»). Es
te elemento lo encontramos en helenismos ya formados en griego (pro
totipo, protagonista, protocolo), pero además ha tenido cierto éxito en
voces cultas con el sentido de «fase, estadio inicial o inmediatamente
anterior a algo, albores de un periodo» (como el alemán ur-), así en
protohistoria, protolengua, protoindoeuropeo, protorrománico, p ro
tozoos, etc.; también en otras palabras ya en desuso como protonota-
rio, protomédico (aquí con un sentido muy cercano al que hemos
visto originalmente en archi-).
Este «prefijo» de carácter adjetival ya plantea ciertos problemas,
pues si se lo considera un prefijo, aunque sea culto y por tanto de ren
dimiento limitado, en buena lógica también habría que incluir aquí
deutero- «segundo» (deuteronomio, deuteragonista, deuterología, deu-
terocanónico, etc.), trito- «tercero» (tritóxido), etc.; y si se incluyen
los ordinales, no se ve muy bien por qué habría que excluir los cardi
nales (de hecho ya hemos incluido los equivalentes a «uno», «medio»
y «dos», mono-, hemi-, di-) y considerarlos «parte de compuestos»,
como hace por ejemplo Almela con tri-, tetra-, penta-, deca-, hecto-,
etc., a pesar de que alguno de ellos lo encontramos unido a voces no
cultas (tetracampeón, tetrabrik, etc.)28.
28 Cf. Almela, 1999, 155, donde se defiende la clasificación como prefijos de ar
chi, eu, hemi, mono, p a n , etc. por ser «formas que, aun procediendo de adjetivos o ad
verbios, gozan de semas poco específicos»; pero es que el sema de mono o de hemi
(«uno», «la mitad») en principio es tan «específico» como el de tri o penta («tres»,
«cinco»). Más coherente es en este sentido GDLE, § 76.5.6.1 («Cuantificadores»),
aunque en cam bio no se ve muy bien por qué no incluye los ordinales como proto. Por
su parte Rainer, 1993, de acuerdo con sus criterios, no se pronuncia sobre si son o no
prefijos propiam ente dichos, y los incluye todos (véanse i. v.).
croscópico, macrobiótica29, megaterio, megalomanía, microcosmos),
incluso el hecho de que al menos uno de ellos pueda aparecer tam
bién como segundo término de compuesto (p. ej. quiro-megalia «cre
cimiento anormal de las manos»), todo ello aconsejaría considerarlos
elementos de compuestos cuya frecuencia, por otra parte, ha acabado
facilitando que se los pueda anteponer a todo tipo de palabras (ma-
croconcierto, microchip, microbus). Sin embargo, si nos fijamos en
usos más o menos claramente intensivos del tipo de megaéxito, po
dríamos muy bien considerarlos como prefijos cabales, comparables a
otros como archi-, re-, etc.30.
Algo similar podría decirse de n e o - (gr. véoq, «joven, nuevo»),
a u t o - (del pronombre de identidad aOxóc; «el mismo») o de s e u d o-
(gr. \ye08oc; «m entira»), entre otros elem entos que la GDLE llama
«prefijos calificativos» (§ 76.5.6.3, donde se incluyen también homo,
iso, hetero y paleo). Constatamos su uso en cultismos (neotenia, neo
lítico, autofagia, sendópodo), neo- incluso puede aparecer como se
gundo término de compuesto (misoneísmo «odio a las novedades») y
auto- ha llegado a constituir una base de derivación en autismo, au-
tista (lo que es insólito entre los prefijos españoles); sin embargo, se
puede plantear la duda si consideramos su uso frecuente antepuesto a
cualquier tipo de palabras, así en neorrealista, neoconservador, auto
bombo, autolavado, seudocientífico, seudorreligioso, etc.31
Valgan estos ejemplos para mostrar cómo la línea que separa un
prefijo de un primer elemento de compuesto es muy borrosa y en gran
33 Se podría rechazar eu- y admitir dis- porque este último no tiene autonomía
como palabra en griego; pero esto sería adoptar un criterio de carácter históríco-
etimológico, ajeno a su funcionamiento actual en la lengua española.
ávxí, etc.) en el propio griego antiguo, excluyendo por tanto todos
aquellos formantes que no son más que variantes o alófonos en com
posición de palabras independientes a todos los efectos en griego
(como lo es 81- de 8í<; «dos veces», 710A.U- de 7ioAax; «mucho», veo-
de véo<; «nuevo», etc.)34, y que por tanto en buena lógica habrá que
incluir dentro de la categoría de los temas de composición de origen
griego (como leuco-, cardio-, -algia, -metria, etc., de los que nos
ocuparemos en § 12.3).
La otra opción drástica, ya lo hemos dicho, es la de Rainer (total
mente ajena a razones diacrónicas), que en su lista de prefijos lo
mismo incluye a- o hiper- que bio- y cardio-, de igual modo que en la
de sufijos incluye -isla o -itis junto a -ómelro u -ologia, pues ninguno
de esos elementos tiene independencia como palabra en español; es
una opción coherente, pero tiene el inconveniente de obviar el hecho
de que en español, lo mismo que en otras lenguas europeas, existe un
tipo especial de composición, aquella que opera a partir de temas o
raíces greco-latinas, y que nosotros creemos que merece ser tratada
como tal (cf. § 12.3).
§ 12 .2 . S u f i j o s
34 Las única excepciones serían archi-, incluido entre los prefijos por las razones
expuestas, y hemi-, que no es palabra independiente en griego; sobre dis- y eu-, cf. su-
que nos ha permitido en este apartado — a diferencia del dedicado a
la prefijación— algo más de precisión en lo referente a la datación de
los primeros ejemplos en castellano de voces con los sufijos respecti
vos.
A diferencia de los prefijos, que, como hemos visto, no suelen
modificar la base ni imponerle ningún tipo de morfema flexivo o de
categoría gramatical, el sufijo «modifica generalmente y de una ma
nera sistemática la clase de la palabra base»35, convirtiéndola en un
sustantivo, un adjetivo, un verbo, etc.
Para nuestra exposición distinguiremos, siguiendo a Almela, entre
sufijos exocéntricos — aquellos que alteran el semema de la palabra
base, como en cocina > cocinero— y endocéntricos — que solamente
alteran una parte del semema (es lo que suele llamarse «sufijos apre
ciativos», del tipo de ventana > ventanico). Dentro de los exocéntri
cos distinguiremos entre los sustantivadores, los adjetivadores y los
verbalizadores, según la clase de palabra a la que pertenezcan las vo
ces formadas con dichos sufijos36.
35 AJmela, 1999,75.
36 Cf. Almela, 1999, 71-119; GDLE, capítulos 69 (Derivación nom inal, por R. San
tiago Lacuesta y E. Bustos Gisbert), 70 (Derivación adjetival, por F. Rainer), 71 (De
rivación apreciativa, por F. A. Lázaro Mora), 72 (Derivación verbal y parasíntesis,
por D. Serrano-Dolader).
37 Cf. Chantraine, 1933, 310 ss.; Buck-Petersen, 1945, 544-73.
(TcoiTiT'nc; «poeta»), -txr|c; (7toX.ixr|c; «ciudadano»), -oxr|c; (Í7trcÓTr|c; «ca
ballero»), -aairic; (épaaific; «am ante»), -tarric; (ypctmacmaTTic; «pro
fesor de primeras letras»), - icottic; (iStónric; «particular»), etc.; el acen
to, com o se ve, no ocupaba un lugar fijo en estos derivados.
En latín hay atestiguados cerca de doscientos helenismos que in
cluyen este sufijo, entre ellos idiota, nauta, poeta, sophista, athleta,
pirata, propheta, troglodyta, hoplites, hypocrita, proxeneta, apostata,
baptista, evangelista, exorcista, coenobita, eremita, anachoreta, an
tagonista, asceta, catechista, allegorista, panegirista, patriota 38. Esta
categoría de helenismos se integraba sin problemas en la declinación
latina, convirtiéndose en masculinos de la primera (en -la, -tae, como
las voces autóctonas del tipo agrícola, -ae), aunque ocasionalmente
se conserve el nominativo griego en -tes, sobre todo en autores técni
cos.
Por lo que respecta a la productividad del sufijo en el propio latín,
no es mucho lo que se puede decir. Y es que en latín estaban muy vi
vos sufijos como -tor y -tarius (cf. el caso de paKxeurric; convertido
en lat. bacchator, o la concurrencia entre baptista y baptizator); el
préstamo de helenismos en -icttt|c; era más fácil cuando había también
un verbo paralelo en -íí¡co (como en agonizo/agonista, catechizo/cate-
chista, etc.).
Como puede verse por la lista que hemos citado antes, eran mu
chos los términos cristianos que incluían este sufijo en latín, y fue
precisamente en este terreno donde -ta conoció cierta productividad a
partir del siglo m d. C. Nos referimos a los nombres de sectas cristia
nas en -itae/-istae/-astae, casi siempre formados ya en griego (Chi-
liastae, Encratitae, etc.), pero que en algunos casos añadían el sufijo
griego a raíces latinas (como en Binionitae, Unionitae y alguno más)
o a antropónimos no griegos (Montanistae, Priscillianistae, etc.). Este
uso del sufijo es importante porque anuncia el uso moderno de -ista
aplicado a miembros o simpatizantes de partidos políticos, confesio
3,1 Cf. André. 1971, 73 ss. (recordamos que el estudio de este autor abarca desde
los orígenes del latín hasta el año 600 d. C.).
nes religiosas y grupos de todo tipo (ver infra), uso que se ha visto
favorecido por la existencia de abstractos en -ismo (sufijo del que ha
blaremos en seguida); además, el uso de este sufijo para designar
sectas heréticas explica en parte que -icrrr|<;, que en su origen era to
talmente neutro, sin ningún tipo de connotaciones, tenga muchas ve
ces en las lenguas modernas (como -ista en español) un valor peyora
tivo más o menos claro (piénsese en casos como arribista, felipista,
etc.).
Por otra parte, también en la AJta Edad Media empiezan a apare
cer ya voces que anuncian el abundante uso moderno de -ista con ba
ses no griegas para designar profesiones u ocupaciones, así iocista
«que hace juegos de palabras» (siglo vn) o computista «el que calcu
la» (siglo vni)
En español tenemos ampliamente representado el sufijo -ta en sus
diferentes variantes (se trata de palabras ya formadas en griego, si no
se indica expresamente lo contrario)39:
— ata', en helenismos heredados como apóstata, próstata (ya en gr.
aplicado a esta parte del cuerpo), pirata, el caso curioso de acró
bata40, gentilicios como crotoniata o espartiata, etc. (y el moder
no keniata, que tiene su origen en un nombre propio). Está además
el caso especial de homeópata, sicópata, demócrata, autócrata, que
no son originalmente nombres de agente en -ata; pero cabe supo
ner que estas formaciones regresivas (cf. § 11.2) se han visto favo
recidas por la gran cantidad de sustantivos masculinos terminados
en -ta, con los que quizá el hablante común los asimila;
— eta: ampliamente representado en helenismos heredados como as
ceta, profeta, exegeta o exégeta, atleta, cometa, planeta, proxene-
— ita\ en griego esta term inación (-iTrig) podía ser sim plem ente el re
sultado de añadir el sufijo de agente -xr|<; a un tema en N larga o
breve (así rcoXÍTr|<; de nóXiq «ciudad», útcokpitíi<; de Kpívco «juz
gar», etc.; en algún caso se ha añadido -ixr|<; a otro tem a, com o en
ótcXítt|<; de ok Xov «arm a»), y así tenem os en español cosmo-
Pero adem ás la term inación -ixr|<; era frecuente com o tal en g en ti
licios (com o ’A38r|pÍTr|<; «ciudadano de Abdera», ZipapÍTriq, etc.);
también se la utilizaba, con valor adjetival, para nombres de piedras y
46 Para explicaciones más precisas sobre estos usos científicos del sufijo, cf. ante
todo OED s. v. -ite. Para los distintos usos de -ita en español, cf. Alemany, 1920, 92;
Rainer, 1993, 575-76; GDLE, § 70.3.1.2-3 (adjetivos deonomásticos de persona y de
lugar); DESE s. v. -ita (con algunas im precisiones históricas sobre el sufijo griego) e
-ito (con datos sobre sus usos en la química).
que designa a participantes o miembros (asambleísta, ate
neísta, huelguista, etc.), incluyendo las miembros de equi
pos deportivos (como en «los jugadores zaragocistas»);
b) partidarios de todo tipo de agrupaciones, ya sean grupos de
carácter religioso (quietista, milenarista, metodista, taoísta,
calvinista, etc.), escuelas filosóficas y artísticas (dadaísta,
modernista, vanguardista, materialista, averroísta, etc.), par
tidos políticos y otras agrupaciones de naturaleza diversa
(racista, fascista, nudista, europeísta, socialista, etc.);
c) formas de ser, actitudes, defectos, etc. (egoísta, hedonista,
cobista, arribista, fetichista, bromista, juerguista, sablista,
hablista, covachuelista, alarmista, camorrista, cuentista,
etc.); como se puede observar, en este grupo hay muchas
formaciones de carácter humorístico o despectivo. Quizá
podrían incluirse aquí las voces que designan a personas con
particularidades lingüísticas, en la medida en que éstas sue
len considerarse como «defectos» (leísta, laísta, dequeísta,
yeísta, etc.).
47 Cf. en general Alemany, 1920, 91-92; Rainer, 1993, 486-87 (sobre la rivalidad
entre -ero e -ista), 566-72 (tam bién para cuestiones formales) y 575 (sobre -isto);
GDLE, § 69.2.25 (como form ador de sustantivos) y 70.3.1.2, 70.3.4 (como form ador de
adjetivos); Romero Gualda (1981); DESE s. v. -ista.
48 Cf. Chantraine, 1933, 339-40; lista en ICretschmer-Locker, 1963, 325-27; para
el latín, Gradenwitz (1966), que recoge unos 120 helenismos.
49 Lista en Redard, 1949, 101-105 (algunas de esas palabras sólo están atestigua
das con la terminación -íxrig).
50 Por eso Almela (1999, 1 19) incluye -itis entre los sufijos apreciativos; cf. tam
bién Alemany, 1920, 93; Rainer, 1993, 576-77; DESE s. v.; no figura en GDLE. En OED
s. v. -itis se citan casos como fiscalitis. suffragitis (1906), etc.
§ 12.2.1.3. - i s m o . En griego hay muchas palabras formadas con
el sufijo nasal -hoq (como puGnóg > ritmo), pero aquí lo que nos inte
resa son las terminadas en -ouóq y especialmente en -aanóg e -ictuóq,
pues es el grupo más importante y productivo ya en griego, donde
suele estar en relación con verbos en -á^co e -tico51, y es el único (en
la forma -ismo) productivo como tal sufijo en español y en otras len
guas modernas.
En latín aparecen unos ochenta helenismos terminados en -smus
(la gran mayoría en -ismus), lo que no es mucho comparado con los
casi 1.600 que hay en griego52; muchas de estas palabras latinas han
llegado también como cultismos al español, así barbarismus, soloe-
cismus, idiotismus, metaplasmus, rheumatismus, spasmus, schematis-
mus, syllogismus, baptismus, christianismus, exorcismus, iudaismus,
asteísmos, atticismus, etc. Estos préstamos se adaptaban sin proble
mas a la declinación latina en -us, -i, aunque ocasionalmente pudieran
conservar terminaciones griegas (nom. asteísmos, ac. en -on, etc.).
Las actividades a las que se referían todas estas palabras eran sobre
todo las intelectuales, especialmente la gramática y la retórica; la m e
dicina, y el léxico cristiano (donde era frecuente que junto al abs
tracto en -ismus hubiera también el verbo en -izare y el nombre de
agente en -ista: catechismus/catechizare/catechista, etc.).
Por lo demás, su uso como sufijo productivo en latín fue mínimo,
reducido a paganismus (como opuesto a Christianismus) y denaris-
mus (nombre de un impuesto). Desaparecidas la mayoría de las pala
bras mencionadas del léxico primitivo de las lenguas románicas, esta
terminación — que seguía estando presente en los textos latinos me
dievales de retórica, de medicina, etc.— reapareció poco a poco, con
algunas nuevas creaciones muy significativas, como catolicismo (si
glos x v i-x v ii)53, y ha tenido un éxito enorme en las lenguas modernas
europeas (y no sólo europeas: está documentado su uso en japonés),
56 Como señala Rainer, 1993, 563-64, ésta es una de las categorías en que estamos
muy cerca de auténticos nom bres de cualidad, del tipo de los en -(i)dad, como urbani
dad, etc.; otro grupo sería el de los nombres de enferm edades ya mencionado, sobre
todo en casos como nerviosismo (tam bién se usa nerviosidad), infantilismo, etc.
forma de hablar (laista, etc.)57, mientras que los en -ismo tienen un
carácter más neutro, indicando normalmente la mera procedencia de
una palabra o expresión (eolismo, latinismo, provenzalismo, etc.;
aunque también hay laísmo, yeísm o, etc.)58.
65 Se entiende que el hecho de que dos helenismos españoles term inen por ejem
plo en -ama no significa que su formación sea la misma en griego: program a <
7tpóypa|i-|ia (con sim plificación de geminadas en español), drama < 8pa-|ia.
Esta terminación -ema, por otra parte, ha conocido en el siglo xx
cierto rendimiento en la terminología lingüística internacional, y es
que partiendo de algunos ejemplos antiguos como fonema, epifonema
o glosema, se han formado, sobre raíces casi siempre griegas, gran
cantidad de términos — unos de uso más generalizado que otros—
que designan un elemento perteneciente a un nivel o aspecto determi
nados de la lengua: grafema, tonema, prosodema, morfema, semema,
semantema, lexema, sintema, combinema; e incluso se ha extendido,
aunque muy tímidamente, fuera del campo estrictamente lingüístico,
donde a partir de antecedentes griegos como mitologuema y filosofe-
ma se han creado también teologuema, mitema y algunos otros66;
-orna. Aunque esta terminación, asociada normalmente en griego a
verbos denominativos en -óco, aparece en palabras de campos se
mánticos muy diversos (idioma, axioma, rizoma, diploma), su
único rendimiento como sufijo español es el que tiene en la termi
nología médica, donde, sobre el modelo de bastantes voces for
madas ya en griego y muchas veces asociadas con abstractos ver
bales en -osis (cf. supra, 12.2.1.4), como hematoma, sarcoma,
carcinoma, glaucoma, estafiloma, se han creado modemamante
muchas otras en las que -orna tiene el sentido específico de «tu
mor», así en tracoma, osteoma, fibroma, papiloma, etc. 67 En al
guna ocasión el sufijo es sólo aparente, como en genoma (acuñado
en alemán en 1920 como amalgama entre gen y cromosoma) 68.
66 Cf. R ain er, 1993, 471 (se citan creacio n es paró d icas efím eras com o tostonema
o cretinema); DESE s. v.
67 La especialización de -orna en el sentido de ‘tum or’ se remonta ya en buena
medida al latín, donde, por otra parte, vemos aparecer en el siglo ív un derivado como
canceroma, adaptación de gr. Kaptdvcana.
68 Cf. Alemany, 1920, 106; Rainer, 1993, no incluye -orna en su lista; DESE s. v.
M artín Zorraquino, 1997, 334, cita el uso paródico-jergal de cochonome «tum or m a
ligno» entre los m édicos franceses (cochon es «cerdo»).
cuentemente mal explicado en diccionarios y obras sobre morfología
del español.
Como es bien sabido, el sufijo -ido se utiliza en la taxonomía
zoológica para designar familias (cánidos, félidos, camélidos, etc.) y a
veces también para designar clases (arácnidos) o phyla (anélidos); su
uso en la botánica ha sido mucho menor, por lo que sé 69. Las explica
ciones que se pueden encontrar sobre este sufijo en obras de referen
cia suelen ser erróneas, en unos casos porque se lo relaciona con gr.
eíSoq «forma, aspecto» — como si el sufijo -ido significara «que tiene
el aspecto o la forma de»— , cuando lo cierto es que el griego tenía
para ello los compuestos en -o-ei8fi<; (representados en español por
las palabras terminadas en -oide(o), ver después, 12.2.4, sobre este
sufijo)70.
Otra explicación igualmente incorrecta es suponer que en estos
casos estamos ante el sufijo latino -idus, que conservamos en español
en adjetivos cultos como cálido, férvido, mórbido, plácido, etc71. Esto
no tiene ningún sentido, dado que dicho sufijo latino siempre forma
adjetivos, no sustantivos.
Lo cierto es que este sufijo -ido (que es -ide(s)/-idés en francés,
-id en inglés) procede del patronímico griego -Í5r|<;, a través de su
adaptación latina -idae (en plural)72. Este sufijo, conocido ya desde
los textos homéricos, se usó en griego ante todo para designar a al
guien como «hijo de», así n p ia n í8r|<; «hijo de Príamo», ’Axpeí8r|<;
«hijo de Atreo», etc., adoptando en algún caso la forma -ia8r|<;, como
en A aepxiá8r|<; «hijo de Laertes», o también -a8r|<;; rara vez se utilizó
81 Para los detalles de cada una de ellas, cf. André, 1971, 107 ss.
82 Cf. TLF s. v. -esse y OED s. v. -ess; también Deroy, 1980, 77-78.
83 En el caso del reptil llam ado salamanquesa el sufijo es sólo aparente, al existir
el gentilicio salamanqués ( = salmantino); sobre la relación entre el animal y Sala
manca, cf. DCECH s. v. salamandra.
84 Cf. Alemany, 1920, 62-63; Rainer, 1993, 494 (-esa) y 553 (-isa); DESE, s. v.
-esa e -isa.
§ 12.2.1.9. -ia. También merece breve comentario el sufijo espa
ñol -ía. El sufijo /ia/, /iá/, ampliamente conocido en las lenguas in
doeuropeas, servía, tanto en latín como en griego85, para derivar sus
tantivos o adjetivos femeninos:
CTOcp-ó-<; «sabio» > ao<p-ía «sabiduría»
(iéXa<; «negro» (raíz neXav-) > fem. *neXav-ta > (iéXaLva «negra»
lat. miles, militis «soldado» > milit-ia «milicia».
87 Cf. García Yebra, 1999, 99-120 (que, sin embargo, no m enciona la primera fase
de la que hemos hablado, y por ello se equivoca al atribuir este sufijo -ía exclusiva
mente a la influencia francesa medieval). El sufijo en cuestión tam bién se difundió en
alemán (cf. Abtei «abadía», Báckerei «panadería», etc.), véase Lüdtke, 1974, 216.
88 García de Diego, 1951, 264-65 ; los prim eros ejem plos de productividad de -ía
en el castellano pueden verse en D. G. Pattison, Early Spanish Sujjíxes. A Functional
Study o f the Principal Nominal Sujjixes o f Spanish up to 1300, Oxford, 1975, p. 122
23. Cf. tam bién Alemany, 1920, 70-73 (con explicación errónea de la acentuación);
Alvar-Pottier, 1983, § 285 (lo mismo); Rainer, 1993, 511-13; GDLE, § 69.2.21 (útil pa
ra los aspectos sem ánticos); DESE s. v. -ía.
89 Alm ela (1999, 113) los excluye a todos de su listado; por cierto que también
habrá que excluir de él -oteca, que es claram ente un segundo elem ento de compuesto.
En DESE puede verse la entrada correspondiente a -ona (cf. acetona, testosterona,
etc.), relacionado hasta cierto punto con el griego.
creado en inglés por Faraday en la década de 1830 (gr. ióv, participio
de íévai «ir»), y a finales del siglo xrx aparece electrón en su acep
ción moderna (gr. fíXeicrpov «ámbar»; electro se había usado ya en
español en la acepción griega). A partir de estos dos términos se
crean, utilizando el «sufijo» -ón, protón, neutrón, fotón; y a partir de
elec-trón se desgaja un «sufijo» -trón perceptible en posi-trón, ciclo
trón, etc. El acento agudo que llevan en español todas estas palabras
podría deberse a varias causas: al hecho de que la primera — crono
lógicamente— de ellas se pronuncie a veces como un monosílabo
(ión, pronunciado [yon]), a la influencia más que probable de la
acentuación francesa90 y finalmente al hecho de que los finales en -on
átonos, si exceptuamos el paradigma verbal, son muy raros en espa
ñol, mientras que son frecuentísimos los en -ón (varios miles de en
tradas en Bosque-Pérez, 1987).
También tenemos que aludir brevemente a unas cuantas termina
ciones que Pharies incluye en su D E SE ; se trata de una curiosa serie
de terminaciones átonas de orígenes muy heterogéneos, como son
-ago, -alo, -ano, -aro, terminaciones que han conseguido «extender
se, por analogía, a un pequeño grupo de palabras en las que parecen
desem peñar el papel de una am pliación sem ánticam ente vacía» 91.
Entre los diversos antecedentes de esas terminaciones españolas apa
recen algunos helenismos latinos (espárrago, estómago, piélago y tár
tago; búfalo, címbalo, crótalo, escándalo, sándalo y algunos más; rá
bano, cuévano, huérfano, órgano y varios m ás; ásaro,, bárbaro,
cántaro, cítara, lámpara, etc.). Desde el punto de vista adoptado por
el diccionario de Pharies quizá esté justificado dedicarles una entrada
propia; pero desde el punto de vista histórico del griego, se trata o
bien de terminaciones relativamente poco productivas, y cuya presen
cia en unos pocos helenismos españoles difícilmente hubiera bastado
para hacer de ellos sufijos propiamente dichos, como -aXo- (cf.
ánakóq, ójiaXóc,, jie y-ako-, 8i8ácnc-aXog, etc.), -a v o - (cf. Pox-ávri,
o b ie n s o n o r iz a c ió n d e la /k / p e r o c o n s e r v a n d o la v o c a l / i / (e n e s t o s
c a s o s s e trata c a s i s ie m p r e d e s e m ic u lt is m o s ) :
P o r e ll o , la p r e s e n c ia e n e l e s p a ñ o l d e h o y d e g r a n c a n tid a d d e a d
je tiv o s en -ico (u n o s 1 .7 0 0 en el d ic c io n a r io de B o sq u e -P é r ez ,
1 9 8 7 ) 95 s e d e b e , p o r u n la d o , a la e n tr a d a p r o g r e s iv a d e c u lt is m o s e n
la le n g u a , ta n to g r ie g o s (y a e n e l s i g l o x m e n tr a n e n c a s t e lla n o h e l e
n is m o s c o m o dialéctica, retórica, aritmética, lógica, música, e tc .;
d e s p u é s m u c h ís im o s o tr o s: métrico, silábico, yámbico, e t c .) c o m o la
t in o s (clásico, famélico, público, e tc .).
P o r o tr o la d o , e l s u fij o -ico, q u e , c o m o h e m o s v is t o , tu v o u n r e n
d im ie n t o lim ita d o e n la tín (a l m e n o s c o m p a r a d o c o n e l g r ie g o ) , h a r e
su lta d o e n o r m e m e n te p r o d u c tiv o e n e l e s p a ñ o l m o d e r n o ( y e n o tr a s
le n g u a s e u r o p e a s ), d o n d e s u e le fo r m a r a d je tiv o s d e r e la c ió n , y a se a
a p lic a d o
— a r a íc e s g r ie g a s : p o r e j e m p lo e n e l c a s o d e p a la b r a s c o m p u e s t a s
q u e , s ie n d o a d je tiv o s e n g r ie g o , s e u s a n n o r m a lm e n te s u s ta n tiv a
d a s e n e s p a ñ o l, p o r l o q u e s e r e c u r r e a l s u f ij o - / c o p a r a c r e a r e l
a d j e tiv o c o r r e s p o n d ie n te (p o r e j e m p lo , pedófilo y pedofilico, sicó-
95 Claro que el hecho de que una palabra esdrújula term ine en -ico no significa
forzosamente que se haya formado con este sufijo; por eso se equivoca Almela (1999,
115) al incluir en su lista científico (un compuesto donde -jico representa el verbo fa
ció, lo mismo que en magní-fico, paci-fico, etc.); lo mismo en DESE s. v. -ico.
pata y sicopático, autócrata/autocrático, e tc .; c f . § 1 1 .2 p ara lo s
atómico, higiéni
d o s ú lt im o s t ip o s ). O tr o s m u c h o s c a s o s a is la d o s :
co, oceánico, misantrópico, automático, eufónico, paradójico, e tc .;
— a r a íc e s la tin a s c u lta s: genérico, numérico, desértico, púbico, es
cultórico, pictórico, carbónico, lúdico, vírico, volcánico, e tc .;
— a r a íc e s d e c u a lq u ie r o tr a le n g u a : algebraico, cúfico, totémico, ra-
bínico, rúnico, cárstico, e tc .;
— a n o m b r e s p r o p io s o é t n i c o s ( s ig u ie n d o e l e j e m p lo d e l p r o p io g r ie
g o : platónico, jónico, ático, e tc .): mahomético ( s i g l o x v ) , satáni
co, maquiavélico, napoleónico, sádico, pantagruélico, dravídico,
mongólico, gaélico, balcánico, e tc .
E n to d o c a s o , s e trata d e u n s u f ij o n e ta m e n te c u lt o e n e s p a ñ o l, q u e
rara v e z s e a ñ a d e a v o c e s c o m u n e s , y q u e , a u n e n e s e c a s o , s u e l e te n e r
u n u s o r e s tr in g id o al r e g is tr o e le v a d o , c u a n d o n o a b ie r ta m e n te e s p e
c ia liz a d o ( c f. p o r e j e m p lo carne > cárnico)96.
P o r lo q u e r e s p e c ta a a lg u n o s s u b t ip o s d e e s t e s u f ij o , c o n v i e n e d e
c ir lo s ig u ie n t e so b re :
-iaco/íaco. C o m o h e m o s v is t o a n te s , e s t a v a r ia n te p r o c e d e d e l
p r o p io g r ie g o , y a p a rte d e u n o s c u a n t o s h e le n is m o s h e r e d a d o s
(c o m o heliaco, cardiaco, demoniaco, dionisiaco, isiaco, e t c .) , s e ha
a p lic a d o e n a lg u n o s o tr o s c a s o s , f u n d a m e n ta lm e n te a n o m b r e s d e
p e r s o n a y d e p a ís e s t e r m in a d o s e n -ía(s) o -ia (jeremiaco, siriaco,
egipciaco, policiaco, bosniaco, austríaco, e t c . 97). R e s p e c t o a la
a c e n tu a c ió n , e l e s p a ñ o l tie n e u n a fu e r te te n d e n c ia a h a c e r d ip to n
g o e n e s t o s c a s o s , p o r lo q u e e s m á s c o m ú n p r o n u n c ia r amoniaco
96 Cf. Alemany, 1920, 74-75; Rainer, 1993, 520-26 (con clasificación sem ántica y
adem ás am plio tratam iento de las cuestiones form ales de derivación); GDLE, repartido
entre 70.3.1 (adjetivos de relación derivados de nombre común, deonom ásticos de
persona y de lugar), 70.3.2 (adj. de semejanza: cadavérico), 70.3.3 (adj. de posesión:
abúlico) y 70.3.5 (adj. de efecto: simpático); DESE s. v. (tam bién para su uso especia
lizado en la química).
97 En estos dos últimos casos no sé hasta qué punto se cruza el sufijo en cuestión
con el -acó tan frecuente en países eslavos: polaco, eslovaco, cosaco, valaco, etc.
que amoníaco, a u n q u e e l d ic c io n a r io d e la A c a d e m ia s u e l e r e c o
g e r la s d o s f o r m a s p ara e s t a s p a la b r a s 98.
-ístico. E s ta te r m in a c ió n , y a p r e s e n te e n g r ie g o (-K m K Ó q ) e n a d je
t iv o s a s o c ia d o s a v e r b o s e n -ü¡a>, a s u s ta n tiv o s e n - i c t t t k y a a b s
tr a c to s e n -iO |ióc; ( c f. helenístico, heurístico, e t c .) , h a c o n o c id o
t a m b ié n u n g r a n é x it o e n e s p a ñ o l, h a s ta e l p u n to d e q u e R a in e r
c o n s id e r a q u e , d e s d e u n p u n to d e v is t a s in c r ó n ic o , s e c o m p o r ta e n
m u c h o s c a s o s c o m o u n a u té n t ic o s u fijo .
-ístico n o
E n e f e c t o , e n c o n tr a m o s c a s o s e n q u e e l a d je t iv o e n
-ista d e la q u e h u b ie r a p o d id o
s e c o r r e s p o n d e c o n n in g u n a b a s e e n
d e r iv a r s e (característico, silogístico, memorístico, escrituristico,
e t c . " ) ; y p o r o tr o la d o , a u n e n e l c a s o d e q u e h a y a u n s u s ta n tiv o
en -ista, h a y c a s o s e n q u e e s tá c la r o q u e e l a d j e tiv o s e r e fie r e n o a
a q u é l s in o a su b a s e ( c o m o e n « b e l le z a paisajística», r e fe r id a al
p a is a j e y n o a lo s p a is a jis ta s ; e n « s e c to r automovilístico», e tc .; e n
o tr o s c a s o s e s im p o s ib le d e te r m in a r si s e r e fie r e al s u s ta n tiv o o a
la b a s e : « e s t i lo periodístico», p r o p io d e lo s p e r ió d ic o s /d e lo s p e
r io d is ta s ) 10°.
P o r o tr a p a r te , h a y q u e d e c ir q u e , a u n q u e s e trata d e u n s u f ij o a d
j e t iv a l, la fo r m a f e m e n in a e n -i c a h a d a d o lu g a r , y a d e s d e la A n t i
g ü e d a d , a s u s ta n tiv o s , e s p e c ia lm e n t e d e s ig n a n d o a r tes y c ie n c ia s . A s í,
m u y p r o n to ( e n P ín d a r o , s i g l o s v i - v a. C .) a p a r e c e e n g r ie g o j í o u c t u c t i
u tiliz a d o c o m o s u s ta n tiv o ( « m ú s ic a » ) , y le s e g u ir á n p r o n to m u c h o s
o tr o s , q u e o r ig in a lm e n te e r a n a d je tiv o s a c o m p a ñ a d o s d e l s u s ta n tiv o
T¿Xvr| « a r te , c ie n c ia » (p rixop iicfj, 7roir|TiKT), ypan/iccnKTi, e t c .) . D e a h í
la e x is t e n c ia e n e s p a ñ o l d e m u c h o s n o m b r e s d e a r te s, c ie n c ia s y d i s
98 Cf. Rainer, 1993, 514; GDLE, § 70.3.1.1-2-3; DESE s. v. (es erróneo lo que se di
ce acerca de la doble acentuación).
99 Aunque en griego ya existen x a PaKTnplaTlKó<; o ouXXoyicmKCx;, que son de
rivados norm ales de los verbos en -í£a> correspondientes (xaponcrr|pí£a>, üL'XXoyí^a)),
como memorístico lo es de memorizar.
100 Cf. Rainer, 1993, 573-74: GDLE, § 70.3.1.1; DESE s. v. -ístico (da com o prim e
ra forma con base no griega estadístico, en 1765).
c ip lin a s d iv e r s a s c o n e s ta te r m in a c ió n , y a e s t é n b a s a d a s e n p a la b r a s
fisica, dinámica, genética, ci
g r ie g a s o e n v o c e s d e o tr o s o r íg e n e s :
bernética, acústica, terapéutica, óptica, estética, patrística, balística
( 1 7 0 9 ) , casuística, estadística, lingüística, robótica, e tc .
P o r o tr a p a r te , a l c o n v e r tir s e e n s u s ta n tiv o s , a lg u n o s d e e ll o s h a n
e x p e r im e n ta d o — e n o c a s i o n e s y a e n la t ín — u n a n u e v a s u f ij a c ió n p a
ra c re a r e l a d je tiv o c o r r e s p o n d ie n te a la c ie n c i a o arte e n c u e s tió n :
gramatic-al, music-al, e t c ., p e r o e n e s p a ñ o l, e n g e n e r a l, n o s e h a d a d o
e s t e f e n ó m e n o , c o in c id ie n d o la fo r m a d e s u s t a n tiv o y d e a d j e tiv o (ló-
gico/Lógica, óptico/Óptica, e t c .) . E n c a m b io e l i n g lé s h a r e c u r r id o
s is t e m á t ic a m e n t e a e s ta n u e v a s u f ij a c ió n a d je tiv a l: logical, technical,
physical, historical, e tc .
P o r lo d e m á s , e s t a p r o life r a c ió n d e s u s ta n tiv o s e s d r ú ju lo s e n ica.
-tica, -ística, j u n to c o n la a f ic ió n a lg o p e d a n te s c a a la s p a la b r a s lar
g a s , d e b e d e s e r la r e s p o n s a b le d e la a p a r ic ió n e n e s p a ñ o l, e n t ie m p o s
m u y r e c ie n t e s , d e a lg u n o s m o d is m o s b a s ta n te r id íc u lo s , a u n q u e c a d a
v e z m á s c o m u n e s ( e n p a r te p o r in flu jo a n g lic is t a ) , c o m o s o n e l u s o d e
problemática e n v e z d e problema(s), analítica e n v e z de análisis, te
mática p o r tema, e tc . (ta m b ié n e l m u n d o a c a d é m ic o h a a p o r ta d o su
g r a n o d e a r e n a a e s t e f e s t iv a l e s d r u ju lis ta , h a b la n d o d e « la n o v e lís t ic a
i n g le s a » , « la c u e n t ís t ic a la tin o a m e r ic a n a » y d e c o s a s p o r e l e s t i l o ) ,01.
N o s e r ía d e s c a r r ia d o , p o r ta n to , p e n s a r q u e e n c a s o s d e l tip o d e
mor-isco ( < lat. Maurus « h a b ita n te d e la M a u r ita n ia » ), q u e a p a r e c e y a
e n e l Cid e in c lu s o a n te s ( e n d o c u m e n t o s d e lo s a ñ o s 9 6 6 y 1 0 9 5 c o
m o M aurisco y Mauriskelo), e s t a m o s a n te u n i n f l u j o g e r m á n ic o
m u y te m p r a n o d e d ic h o s u f ij o g e n t i li c io , o e n t o d o c a s o a n te u n c r u c e
o a m a lg a m a c o n e l -iscus g r e c o -la tin o ; y a s í lo h a n d e f e n d id o s a b io s
c o m o M e y e r - L ü b k e , R o h lf s o M a r o u z e a u .
S in e m b a r g o , r e s u lta q u e e n e l la tín ta r d ío s e c o n o c e n y a a lg u n o s
e j e m p lo s d e -iscus c o n v a lo r g e n t i li c io (Syríscus « s ir io » , Threciscus
108 G. Rohlfs, Grammatica storica della lingua italiana e dei suoi dialetti. III.
Sintassi e form azione delle parole, Turín, 1969, p. 437-439, creía que había que contar
aquí con un influjo «ilirio».
109 Malkiel, 1972,359.
110 Lista más completa en DESE s. v. -esco.
— d e r iv a d o s d e n o m b r e s p r o p io s , y a s e a n d e a r tis ta s r e a le s o d e p e r
(churrigueresco, dantesco, goyesco, perogru
s o n a je s d e f i c c ió n
llesco, sanchopancesco, e tc .);
— d e r iv a d o s d e n o m b r e s d e o f i c i o s o tip o s s o c i a le s , y a s e a n o f i c i o s e n
s í m is m o s « n e u t r o s » (cancilleresco, frailesco, oficinesco, e tc .; to
ta lm e n te le x ic a liz a d o y s in a p e n a s c o n n o t a c io n e s n e g a t iv a s e n
pintoresco), y a a c t iv id a d e s m a r c a d a s d e p o r s í n e g a t iv a m e n t e (ce
lestinesco, rufianesco, bufonesco, e tc .);
— d e r iv a d o s d e n o m b r e s d e a n im a le s (gatesco, simiesco, e tc .);
— d e r iv a d o s d e b a s e s n o a n im a d a s , e s p e c ia lm e n t e e n e l á m b ito d e l
arte y la lite ra tu ra , y a s e a n b a s e s e n p r in c ip io s in c o n n o t a c io n e s
e s p e c ia l e s (novelesco, libresco, noventayochesco, m á s d u d o s o e n
folletinesco, sainetesco, e t c .) , y a s e trate d e p a la b r a s q u e e v o c a n
d e p o r s í a l g o p i n t o r e s c o , l l a m a t i v o o e x t r a v a g a n t e (burlesco,
grotesco, carnavalesco, e t c ., q u e , c o m o h e m o s v i s t o , e n tr a r o n m u y
p r o n to e n e l c a s t e lla n o , y a a c u ñ a d o s e n i t a li a n o ) 11'.
A s í q u e e s t e s u f ij o e s in te r e sa n te p o r v a r ia s r a z o n e s . H is tó r ic a
m e n t e , p o r lo q u e h e m o s v i s t o d e su p o s ib le a m a lg a m a c o n s u e q u i
v a le n te g e r m á n ic o (ta m b ié n in d o e u r o p e o ), y p o r p o d e r e s tu d ia r s u s
a v a ta r e s a l o la r g o d e v a r io s m i le n i o s y d e m u c h a s le n g u a s .
D e s d e o tr o p u n to d e v is t a , e l d e s u c la s if ic a c ió n , p o r q u e p u e d e
p la n te a r s e la d u d a d e s i e s t a m o s a n te u n s u f ij o a p r e c ia t iv o ( e n c u y o
c a s o s e r ía d e l o s p o c o s s u f ij o s d e e s t e tip o q u e c a m b ia n la c la s e d e la
b a s e , d e s u s ta n tiv o a a d je tiv o : burla > burlesco). E n r e a lid a d , e l p r o
b le m a q u e s e p la n te a a q u í e s e l d e d is tin g u ir e n tr e apreciación mor-
fémica (co m o en comid-ucha o com istrajo, d o n d e la in fo r m a c ió n n e
g a tiv a la a p o r ta c la r a m e n te e l s u f ij o ) y apreciación lexémica ( c o m o
en el ca so de pega-j-oso, e n q u e la s c o n n o t a c io n e s d e s i g n o n e g a t iv o
v i e n e n d e la b a s e , n o d e l s u fijo ; c f. esplendor-oso).
111 Más ejem plos en Rainer, 1993, 494-96, en el que nos basam os para la clasifi
cación propuesta; cf. también Alemany, 1920, 63 y 89; GDLE, § 70.3.1.3 (gentilicios
como tobosesco) y 70.3.2 (adjetivos de semejanza).
En el ca so de -esco, p a r e c e q u e n o a c a b a d e en tra r e n n in g u n a d e
la s c a te g o r ía s d e lo s s u f ij o s a p r e c ia tiv o s ( c f . infra, 1 2 .2 .4 ); h a y m u
c h o s c a s o s e n lo s q u e e l s e n t id o n e g a t iv o p a r e c e q u e p r o c e d e m á s
b ie n d e la b a s e (rufianesco, chulesco) y p o d r ía n h a c e m o s p e n s a r q u e
-esco e s u n m e r o s u fij o fo r m a d o r d e a d j e t iv o s d e s e m e ja n z a . P er o
ju n to a e ll o t e n e m o s c a s o s c o m o libresco, e n lo s q u e p u e d e p la n te a r se
la d u d a d e s i s u c a r á c te r d e s p e c t iv o p r o c e d e d e u n a d e p r e c ia c ió n c o -
y u n tu r a l d e u n a b a s e e n p r in c ip io n e u tr a ( e l libro c o m o a lg o d e s p r e
c ia b le ) o s i e s e l p r o p io s u f ij o -esco e l q u e a p o r ta e s a in f o r m a c ió n n e
g a tiv a .
112 Cf. Chantraine, 1933,46 ss., 49 ss.; Buck-Petersen, 1945,44-45, 48-54, 64-72,
113 Cf. A lem any, 1920, 58; R ainer, 1993, 475; GDLE, § 70.3.1.2-3; DESE s. v
eo y -eo.
E s to s s o n lo s s u f ij o s a d je tiv a d o r e s q u e , e n n u e s tr a o p in ió n , m e r e
c e n c o m e n ta r io . N o c r e e m o s q u e v a lg a la p e n a in c lu ir o tr o s , c o m o ia
te r m in a c ió n -io d e g e n t i li c io s c o m o lesbio, corintio, samio, e t c ., p o r
n o s e r p r o d u c t iv a e n e s p a ñ o l U4; o c o m o -íneo y su v a r ia n t e v u lg a r
-eño, e n c u y o a n t e c e s o r la tin o -ineus in flu y e r o n a lg u n a s v o c e s g r ie g a s
e n -ivo<; ( c f . la t. cerineus « d e l c o lo r d e la c e r a » < cerinus o c p p iv o q
<K t|pó<; « c e r a » ) “ 5; s o b r e -izante, c f . e l a p a r ta d o s ig u ie n t e .
§ 1 2 .2 .3 . Sufijos exocéntricos-verbalizadores
L o s ú n ic o s s u f ij o s v e r b a le s d e o r ig e n g r ie g o q u e tie n e e l e s p a ñ o l
son -izar y su v a r ia n te v u lg a r -ear.
P o r lo q u e r e s p e c ta a -izar, su o r ig e n e s e l -í£(ú ( in f in it iv o en
- í í e i v ) d e l g r ie g o a n tig u o . E n e s t a le n g u a , l o s v e r b o s e n -£(0 (s o b r e
to d o e n -ííc o , -ái¡cú) e ra n e n su o r ig e n v e r b o s e n gu tu ra l (/yf) o en
d e n ta l ( / 8 /) c u y o p r e s e n te s e fo r m a b a c o n yod, d a n d o la c o m b in a c ió n
c o m o r e s u lta d o KJ (p o r e j e m p lo , CKpáCco « d e g o lla r » , d e la ra íz a c p a y -).
P e r o m u y p r o n to la t e r m in a c ió n -íCco s e in d e p e n d iz ó c o m o s u f ij o p ara
la fo r m a c ió n d e v e r b o s a p artir d e to d o tip o d e s u s ta n tiv o s o a d je t iv o s ,
e in c lu s o d e v e r b o s , c o n o c ie n d o u n g r a n r e n d im ie n to e n la le n g u a a
partir d e é p o c a c lá s ic a y s o b r e to d o h e l e n í s t i c a 116.
E s to s v e r b o s , n o r m a lm e n te d e n o m ín a le s o d e a d j e t iv a le s , p o d ía n
s e r ta n to in tr a n s itiv o s c o m o tr a n s itiv o s ; e n e l p r im e r c a s o t e n e m o s lo s
m u c h o s fo r m a d o s s o b r e g e n t i li c io s o n o m b r e s p r o p io s , q u e in d ic a b a n
u n a fo r m a d e c o m p o r ta r s e o d e h a b la r, la p e r t e n e n c ia a u n g r u p o p o
lít ic o , a u n a s e c ta f i lo s ó f ic a , e tc . ( a s í p a p p a p í^ co « h a b la r o c o m p o r ta r
s e c o m o u n b á r b a r o /e s ta r d e s u la d o e n la g u e r r a » , O ilin n íC c o « s e r
p a r tid a r io d e F ilip o d e M a c e d o n ia » , e tc .). E n e l s e g u n d o c a s o e sta r ía n
m u c h o s o tr o s , c o m o p o r e j e m p lo G ricau p í^ tó « a te s o r a n ) (fo r m a d o s o
§ 1 2 .2 .3 .3 . Verbos denomínales.- V e r b o s d e n o m ín a le s , m e n o s
fr e c u e n te s q u e l o s d e a d j e t iv a le s , y e n l o s q u e s e p u e d e n d is tin g u ir a l
g u n o s s u b tip o s s ig n if ic a t iv o s :
estigmati
a ) lo s q u e s ig n if ic a n « p r o v e e r d e x , p o n e r x » , c o m o
zar, evangelizar, motorizar, obstaculizar, señalizar, oscari-
zar, e tc .;
b ) v e r b o s r e s u lta t iv o s q u e s ig n if ic a n « c o n v e r tir a lg o /a lg u ie n e n
x ( o p a r e c id o )» , c o m o s e v e e n carbonizar, colonizar, escla
vizar, monopolizar, pulverizar, e tc .;
c ) v e r b o s c a u s a t iv o s q u e h a c e n r e fe r e n c ia a p r o c e s o s f í s i c o s o
s íq u ic o s , c o m o hipnotizar, horrorizar, martirizar, paralizar,
ruborizar, e tc .;
d ) v e r b o s d e s e n tid o d ir e c c io n a l, d e « m e te r a lg o /a lg u ie n e n x » ,
co m o en hospitalizar o computerizar;
e n e l a n g lic is m o
tiranizar «tratar a a lg u ie n
e ) v e r b o s d e tip o « a g e n t iv o » , c o m o
c o m o haría u n tir a n o » , protagonizar, h a s ta c ie r to p u n to ta m
b ié n simbolizar;
f ) v e r b o s tr a n s itiv o s q u e n o s e d e ja n in c lu ir e n n in g u n o d e lo s
s u b tip o s m e n c io n a d o s , c o m o autorizar, organizar, canoni
zar (q u e p o d r ía q u iz á in c lu ir s e e n d ), o ta m b ié n c o n s id e r a r lo
d e a d je tiv a l, fo r m a d o a partir d e canónico), o lo s fo r m a d o s
c o n n o m b r e s p r o p io s c o m o galvanizar o pasteurizar;
g ) v e r b o s in tr a n s itiv o s , e n tr e l o s q u e d e s ta c a u n g r u p o r e la c io
n a d o c o n f o r m a s d e h a b la r, d e e s c r ib ir o s im ila r e s : dogmati
zar, gongorizar, moralizar, vocalizar, e tc .; o tr o s v e r b o s e s
tán m á s b ie n a is la d o s d e n tr o d e e s t e s u b g r u p o (agonizar,
cristalizar, rivalizar).
122 Cf. Alemany, 1920, 144-45 (-izar) y 147-48 (-ear); García de Diego, 1951,
279-80 (-ear); Rainer, 1993, 458-65 (-ear) y 592-96 (-izar, con material muy abun
Y p a r a te r m in a r , m e n c io n a r e m o s e l c a s o d e lo s a d je t iv o s e n
-izante, q u e R a in e r c o n s id e r a c o m o u n a u t é n tic o s u f ij o a d je tiv a l e s p a
ñ o l, o e n to d o c a s o u n « S u f íix c lu s t e r » . E n e f e c t o , j u n t o a v o c e s c o m o
paralizante o suavizante, q u e s o n a to d a s lu c e s a d j e t iv o s d e r iv a d o s d e
v e r b o s e n -izar, c o n v a lo r d e m e r o s p a r t ic ip io s a c t iv o s , e n c o n tr a m o s
o tr o tip o d e f o r m a c io n e s r e c ie n t e s q u e a v e c e s n o e s tá n b a s a d a s e n un
verb o en -izar ( c o m o e n « la lín e a socialdemocratizante d e l G o b ie r
n o » ) , y q u e , a u n e n e l c a s o d e q u e e x is t a e l v e r b o c o r r e s p o n d ie n te e n
-izar, tie n e n u n s e n tid o d is tin to , n o e l f a c tit iv o s in o e l d e « c o n in c lin a
c ió n a x , q u e s e c o m p o r ta c o m o x ( s in s e r lo r e a lm e n te )» ; c f. p o r
e j e m p lo la d if e r e n c ia e n tr e liberalizar « h a c e r q u e a lg o s e a ( m á s ) l i
b r e » y « u n a p o lít ic a e c o n ó m ic a liberalizante», d o n d e e l m a tiz n e g a t i
v o e s m á s o m e n o s p e r c e p t ib le , c o m o lo e s e n anarquizante, esteti-
zante, fiaseis tizante, barroquizante, e t c ., y q u e a c e r c a n o t a b le m e n t e
e s t e « s u f ij o » a lo s v a lo r e s q u e v e r e m o s a c o n tin u a c ió n e n -oide, aun
q u e e n g e n e r a l n o s e a ta n p e y o r a t i v o 123.
C o m o y a h e m o s d ic h o a n te s ( 1 2 .2 ) , e s tr a d ic io n a l d is tin g u ir e n tr e
s u f ij o s a p r e c ia tiv o s — ta m b ié n lla m a d o s e v a lu a t iv o s , a f e c t i v o s , p a te -
m á t ic o s , e x p r e s iv o s , h o m o g é n e o s , e n d o c é n t r ic o s , e t c . — y no apre
c ia t iv o s , e s p e c ia lm e n t e e n e s p a ñ o l, q u e e s u n a d e la s le n g u a s e u r o
p e a s c o n u n s is t e m a s u fija l m á s r ic o e n e s t e a s p e c t o , al q u e s e le h a n
d e d ic a d o in n u m e r a b le s e s tu d io s .
E n c u a n to a lo s s u f ij o s a p r e c ia t iv o s , q u e s o n lo s q u e in te r e sa n
a h o r a , si a d m it im o s su e x is t e n c ia c o m o g r u p o d e f in id o (p u e s h a y lin
g ü is ta s p a ra lo s q u e s o n u n o s a c c id e n t e s g r a m a tic a le s m á s , c o m o e l
g é n e r o y e l n ú m e r o ) , in c lu ir ía n lo s s u b tip o s d e h ip o c o r ís t ic o s (Roci-
ito, Carm-iña), d im in u t iv o s (chiqu-it-ín), a u m e n ta tiv o s (perr-azo) y
(periodic-ucho), a u n q u e a lg u n o s p u e d e n s e r
d e s p e c t iv o s v a r ia s c o s a s
d ante); GDLE, § 7 2 .1 .1.2 (-ear) y 72.1.1.3 (-izar); DESE s. v. -izar y -e(ar) (con datos
de interés p ara la h isto ria tem p ran a de este sufijo).
123 Cf. Rainer, 1993,591-92.
al m i s m o t i e m p o 124. L o s s u f i j o s a p r e c i a t iv o s s e d i s t i n g u e n b á s i c a
m e n te d e lo s q u e n o lo s o n e n q u e « é s t o s c o n v ie r t e n u n a p a la b r a e n
o tra d is tin ta , m u c h a s v e c e s c o n c a m b io ta m b ié n d e c la s e ; c o n lo s
a p r e c ia tiv o s la p a la b r a s ig u e s ie n d o la m is m a , y su e m p le o o b e d e c e a
la v o lu n ta d lib r e d e l q u e h a b la e n e s e m o m e n t o » , e n p a la b r a s d e M a
n u e l S e c o 125.
E l ú n ic o s u f ij o a p r e c ia t iv o d e o r ig e n g r ie g o e n e s p a ñ o l e s -oide.
E ste s u f ij o e s p a ñ o l tie n e su o r ig e n e n l o s n u m e r o s o s a d je tiv o s g r ie g o s
c o m p u e s t o s c o n la r a íz w e i 8 - (g r . e íS to « v e r » , e l8 o g « fo r m a , a s p e c t o
e x te r io r » ), c u y o s e n t id o era « q u e t ie n e e l a s p e c t o o la f o r m a » d e lo
q u e d e s ig n a e l p r im e r té r m in o d e l c o m p u e s to ; p o r e j e m p lo e n á v 0 p c o -
TioeiSTiQ, r e f e r id o a d i o s e s « q u e t ie n e n a s p e c t o h u m a n o » (antropo-
mórficos, d ir ía m o s h o y ) 126.
D e l o s m u c h o s a d j e t iv o s g r ie g o s fo r m a d o s d e e s t e m o d o , e n la tín
a p e n a s h a y a te s tig u a d o s u n o s tr e in ta , e s p e c ia lm e n t e e n e l á m b ito d e la
(rhomboides, discoides, hyaloides,
g e o m e t r ía y la c ie n c i a e n g e n e r a l
dendroides, sphaeroides, polygonoides, e t c .) , c o n s e r v a n d o la te r m i
n a c ió n g r ie g a o r ig in a l; e s d e c ir , q u e e l tip o c o m o ta l n o fu e p r o d u c ti
v o e n l a t í n 12?.
Y e s t a se r ía d u ra n te m u c h o t ie m p o la s it u a c ió n e n e l la tín m e d i e
v a l y m o d e r n o , y p o r e x t e n s ió n e n le n g u a s m o d e r n a s c o m o e l c a s t e
lla n o : a p e n a s u n o s c u a n t o s t e c n ic is m o s h e r e d a d o s y c o n s e r v a d o s s o
bre to d o e n e l l é x i c o d e la g e o m e t r ía y d e la m e d ic in a . E n e l c a s o d e
la m e d i c i n a , a d e m á s , s e d a la p a r t ic u la r id a d d e q u e e s t á n n o r m a l
m e n te su s ta n tiv a d o s ( s o n n o m b r e s d e h u e s o s , g lá n d u la s, a p ó fis is , e tc .)
y c o n s e r v a n la te r m in a c ió n g r ie g a ta l c u a l: etmoides, hioides, cora-
coides, tiroides, escafoides, e tc . ( a l d e s ig n a r o b j e t o s s in g u la r e s e n e l
c u e r p o h u m a n o o d e o tr o s a n im a le s , rara v e z s e u s a n e n p lu ra l; p o r lo
d e m á s , su fo r m a c ió n e s o p a c a p a ra q u ie n n o s e p a g r ie g o ) .
130 M uchos ejem plos en Rainer, 1993, 626-29, de quien tom am os la clasifica
ción; y, sobre todo, en de B ruyne (1975 y 1989). Cf. tam bién GDLE, § 70.3.2; DESE
s. v. -oide.
131 Cf. Rainer, 1993, 627-28, y de Bruyne, 1989, 123-27 (una pequeña encuesta
sobre el significado exacto de comunisloide).
132 Lo curioso del caso es que el sufijo -0)51%, tan frecuente en griego, era en su
origen un segundo elem ento de compuesto, relacionado con el verbo oCfü «oler» (cf.
lat. odor), pero que m uy pronto empezó a funcionar com o sufijo de semejanza, olvi
dada la noción original de «que huele a x»; cf. Chantraine, 1933, 429; DELG, s. v. ó£w;
Buck-Petersen, 1945, 698. Alguna observación general en este sentido (la oposición
entre diacronía y sincronía en la consideración del préstam o de sufijos) en Deroy,
1980, 84.
§ 12.3. C o m p o s ic ió n
E l g r ie g o a n tig u o , c o m o e s s a b id o , s e c a r a c te r iz a p o r su p a s m o s a
fa c ilid a d p ara la c o m p o s ic ió n ; e s u n r a s g o q u e c o m p a r te c o n e l s á n s
c r ito y q u e d e b e d e s e r u n a c a p a c id a d d e s a r r o lla d a p o r e s t a s le n g u a s
d e s p u é s d e su s e p a r a c ió n d e l tr o n c o c o m ú n in d o e u r o p e o , m á s q u e u n a
h e r e n c ia d ir e c ta d e la p r o t o l e n g u a 133. E n c a m b io e l la tín — y p o r e x
te n s ió n la s le n g u a s r o m a n c e s — n u n c a tu v o n i m u c h o m e n o s e s ta fa
c ilid a d , a p e s a r d e l o s in te n to s m u y te m p r a n o s d e l o s p o e t a s r o m a n o s
p o r im ita r la le n g u a p o é t ic a g r ie g a , ta n r ic a e n c o m p u e s t o s .
A p e s a r d e e ll o , la a f lu e n c ia c o n s ta n t e d e h e le n is m o s , m u c h o s d e
e ll o s c o m p u e s t o s , a la s le n g u a s e u r o p e a s m o d e r n a s , a c a b ó p o r n a tu
ra liz a r y g e n e r a liz a r e n to d a s e lla s u n tip o e s p e c ia l d e c o m p o s ic ió n ,
d e c a r á c te r n e t a m e n te c u lt o y e s p e c ia lm e n t e a d a p ta d o a la s n e c e s id a
d e s t e r m in o ló g ic a s d e la s c ie n c ia s , ta n to h u m a n a s c o m o n a tu r a le s.
P o r ta n to , l o q u e a q u í n o s in te r e s a s o n la s r a íc e s , te m a s o le x e m a s
d e o r ig e n g r ie g o (y , p a r a s e r c o h e r e n te s , h a b ría q u e in c lu ir ta m b ié n
las la tin a s c u lt a s ) q u e s e u s a n e n e s p a ñ o l p a r a fo r m a r p a la b r a s q u e ,
com o mesocracia o parasitología, s o n a to d a s l u c e s c o m p u e s t o s , p u e s
c u m p le n lo s r e q u is ito s b á s ic o s d e la c o m p o s ic ió n : s o n i n d e s c o m p o n i
b le s; n o a d m ite n e le m e n t o s in te r c a la d o s ; a d o p ta n v a r ia c io n e s m o r fe -
m á tic a s in d e p e n d ie n te s d e la s q u e te n d r ía n lo s le x e m a s c o m p o n e n t e s
e n e s p a ñ o l; su s i g n i f i c a d o n o e s d e d u c ib le d e l s i g n if ic a d o d e s u s c o m
p o n e n te s , n i e s a je n o a l m i s m o l34.
C la r o q u e h a y u n a d if e r e n c ia q u e s a lta a la v is t a e n tr e lo s c o m
p u e s t o s g e n u in a m e n t e e s p a ñ o le s (sacacorchos, cejijunto) y lo s q u e
133 Cf. Villar, 1996, 230-31. Sobre los principios y tipos básicos de la com posi
ción en griego, pueden consultarse los tratam ientos sintéticos de M eillet-Vendryes,
1953, § 630-646, y de I. Rodríguez Alfagem e, Nueva gram ática griega, Madrid,
1988, 53-61.
134 Cf. Almela, 1999, 130, 137-38; cf. también GDLE, capítulo 73 (La composi
ción, por J. F. Val Alvaro; en 73.1.5 se cita el criterio expuesto por H. M archand en
The Categories and Types o f Present-Day English Word-Formation, M unich, 1969).
n o s ocu p a n ahora (mesocracia, braquicéfalo), y e s q u e , m ie n tr a s e n e l
c a s o d e l o s p r im e r o s l o s c o m p o n e n t e s t ie n e n e x is t e n c ia a u t ó n o m a e n
la le n g u a (sacar, corcho, e t c .) y p o r ta n to s u s e n t id o e s e n p r in c ip io
tr a n sp a r e n te p ara c u a lq u ie r h a b la n te , e n e l c a s o d e lo s s e g u n d o s n o e s
a s í, s in o q u e n o s h a lla m o s a n te r a íc e s lig a d a s , n o a u t ó n o m a s (meso-,
-céfalo, e t c .) y n o in m e d ia ta m e n te c o m p r e n s ib le s .
E sta e s la r a z ó n p o r la q u e e s t o s e le m e n t o s g r ie g o s o la tin o s h an
r e c ib id o n o m b r e s m u y d iv e r s o s : s e u d o s u f ij o s , s u f ij o id e s , e le m e n t o s
s e m ia u t ó n o m o s , r a íc e s c u lt a s , te m a s g r e c o - la t in o s , b a s e s lé x i c a s l ig a
d a s, e tc .; y ta m b ié n e x p l ic a la s a b u n d a n te s d i s c u s i o n e s s o b r e la v e r
d a d e r a n a tu r a le z a d e e s te p r o c e d im ie n to d e f o r m a c ió n d e p a la b r a s e n
e s p a ñ o l y e n o tr a s le n g u a s m o d e r n a s , q u e a lg u n o s a u to r e s c o n s id e r a n
m á s c e r c a n o a la a fija c ió n (p r e fija c ió n y s u f ij a c ió n ) q u e a la c o m p o s i
c ió n .
P ara n o s o tr o s , c o m o p ara o tr o s m u c h o s a u to r e s, e s c la r o q u e e s t o s
e le m e n t o s e s tá n m á s c e r c a d e lo s fo r m a n te s d e c o m p u e s t o s q u e d e lo s
a f ij o s ( s u f ij o s y p r e f ij o s ), y a q u e 135:
— e ll o s m i s m o s p u e d e n a p a r e c e r s u f ij a d o s y p r e fija d o s , lo q u e n o
o c u r r e c o n lo s a f ij o s p r o p ia m e n te d ic h o s : lóg-ico, métr-ico, aut-
ismo, a-morfo, e tc .;
— n o s o n tan p r o d u c tiv o s c o m o lo s a f ij o s , y h a b itu a lm e n te s e ju n ta n
d o s d e e ll o s p ara fo r m a r u n a p a la b ra n u e v a (podó-logo), c o s a d e la
q u e ta m p o c o s o n c a p a c e s a q u é llo s ;
— p r o c e d e n c a s i s ie m p r e d e s u s ta n tiv o s , a d j e t iv o s y v e r b o s g r ie g o s
(andró- de á v r p «varón», leuco- d e XeuKÓq « b la n c o » , -fago de
(p a y e ív « c o m e r » , e t c .) , y su a p o r ta c ió n s e m á n t ic a e s d e tip o le x é -
m i c o , m u y d istin ta e n e s e s e n t id o a la d e lo s a u t é n tic o s p r e fij o s y
s u fijo s ;
— m u c h o s p u e d e n o c u p a r ta n to la p r im e r a p o s ic ió n c o m o la s e g u n d a
d el c o m p u e sto (logo-centrismo, flló-logo; micro-cosmos, cosmo
nauta, e tc .); y , s i e n g e n e r a l tie n d e n a o c u p a r u n a p o s ic i ó n d e te r
135 Nos basamos ante todo en Almela, 1999, 157-58; véase también la gran m ono
grafía de Peytard, 1975.
m in a d a , h is t ó r ic a m e n te e l l o n o e s s in o c o n s e c u e n c ia d e la s le y e s
d e c o m p o s i c ió n g r ie g a s , q u e p r e s c r ib e n , p o r e j e m p lo , q u e lo s a d
j e t i v o s v a y a n n o r m a lm e n t e e n p r im e r lu g a r ( c f . bari-tono « d e to n o
g r a ve», paqui-dermo « d e p ie l g r u e s a » , e tc .);
— a lg u n o s d e e ll o s e x is t e n a d e m á s c o m o p a la b r a s in d e p e n d ie n t e s e n
la le n g u a ( c f . terapia e hidroterapia, cosmos y microcosmos, tono
y barítono, manía y dipsomanía, e t c .) , c o s a q u e e s tá v e d a d a e n
p r in c ip io a s u f ij o s y p r e fijo s .
P o r to d o e ll o , e s tá n m u y c e r c a n o s a lo s fo r m a n te s d e c o m p u e s to s ;
p e r o , c o m o h e m o s d ic h o , su c a r á c te r c u lt o y su fa lta d e in d e p e n d e n c ia
e n la le n g u a h a n h e c h o q u e s e p r o p o n g a n p ara e l l o s d e n o m in a c io n e s
e s p e c íf ic a s . D a d a su c e r c a n ía a l o s fo r m a n te s d e c o m p u e s t o s , n o n o s
p a r e c e n m u y a fo r tu n a d a s e tiq u e ta s c o m o « s e u d o s u f ij o s » o « p r e f ij o i-
P o r su p a r te , A lm e la p r o p o n e lla m a r lo s « p r o - c o m p u e s t o s » l36, y
p o d ría a c e p ta r s e e s t a d e n o m in a c ió n , s i n o fu e r a p o r q u e n o e s tá m u y
pro-', ¿ e s e l
c la r o q u é s e n t id o t ie n e a q u í p r e fijo g r ie g o c o n e l s e n t id o
de « a n te s d e » ? ; ¿ o e s e l pro- la tin o c o n e l s e n t id o d e « e n lu g a r d e » ?
(c f. § 1 2 .1 .1 ) . O tra p r o p u e s ta r e c ie n te e s la d e A . C . K ir k n e s s , q u e
h a b la d e « c o m b in a c io n e s n e o c lá s ic a s » (neo-classical combinations),
a u n q u e c o n s id e r a q u e ta m b ié n s e lo s p o d r ía lla m a r « e u r o p e ís m o s »
(europeanisms) o « in t e r n a c i o n a l i s m o s » 137; d e s d e l u e g o , s e le p u e d e
c r itic a r l o d e « n e o c lá s ic o » o lo d e « in te r n a c io n a l» p o r recu rrir a su
o r ig e n o a su d if u s ió n g e o g r á f ic a para e x p lic a r la fu n c ió n s in c r ó n ic a
de e s t o s e le m e n t o s e n la le n g u a , a u n q u e lo c ie r t o e s q u e lo m á s c a
r a c t e r ís t ic o d e e s t o s e l e m e n t o s e s p r e c i s a m e n t e e l h e c h o d e te n e r
e q u iv a le n t e s c la r a m e n te r e c o n o c ib le s e n la m a y o r ía d e la s le n g u a s e u
r o p e a s y h a b e r a c o m p a ñ a d o al s u r g im ie n t o d e la c ie n c i a y la t e c n o lo
g ía m o d e r n a s e n E u r o p a y p o r e x t e n s ió n e n e l r e s to d e l m u n d o . E n
fin , q u iz á s e lo s p o d r ía lla m a r s im p le m e n t e « c o m b in e m a s c u lt o s » .
S i n o s fij a m o s a h o r a e n e s t e tip o d e c o m p u e s t o s e n e s p a ñ o l, s i e m
p re s u s t a n tiv o s o a d je tiv o s , e n c o n tr a r e m o s r e p r e se n ta d a s la s d is tin ta s
c a te g o r ía s o b s e r v a b le s e n lo s c o m p u e s t o s « n o r m a le s » ( s e g u ir e m o s la
c la s if i c a c i ó n d e A lm e la , q u e t ie n e u n a b a s e m o r f o l ó g i c a ) 138.
138 Cf. Almela, 1999, 146 ss.; haremos alusión también a los tipos que distingue
Rainer, 1993, cuyo tratam iento de la com posición española figura en las páginas 245
98. Cf. también GDLE, § 73.4 (compuestos nom inales con temas grecolatinos) y 73.6.5
(comp. adjetivos).
139 Cf. Rainer, 1993, § 3.1.1.6 (sustantivos) y 3.1.2.2.1 (tipo de hispanohablante).
140 Cf. M eillet-Vendryes, 1953, § 642.
T a m b ié n h a y q u e se ñ a la r q u e , m ie n tr a s e n e s p a ñ o l e s t e tip o d e
c o m p u e s t o s s o n s u s ta n tiv o s ( s i e x c e p t u a m o s e l tip o la tin iz a n te , m á s
b ie n m a r g in a l, d e hispanohablante, causahabiente, altisonante, e t c .) ,
e l tip o g r ie g o e n e l q u e s e b a s a n l o s c o m p u e s t o s c u lt o s e ra n n o r m a l
m e n te a d j e t iv o s ( c o m o lo s c ie n t o s d e c o m p u e s t o s e n -cpopoc;, « q u e
lle v a /p o r ta x » ) , a u n q u e e v e n tu a lm e n te p u d ie r a n su s ta n tiv a r s e ; sin
e m b a r g o , e n e s p a ñ o l e s t a s p a la b ra s s u e le n fu n c io n a r c o m o s u s ta n tiv o s
(semáforo).
N ó t e s e ta m b ié n , y e s t o e s v á lid o p ara t o d o s lo s t ip o s d e e s t a c la s i
f ic a c ió n , q u e e l g r a d o d e l e x i c a li z a c i ó n d e l o s c o m p u e s t o s e s m u y v a
r ia b le: e s m ín im o e n necrófago ( « q u e s e a lim e n ta d e c a d á v e r e s » ) y
m uy grande en antologo (lit e r a lm e n te , « r e c o le c t o r d e f lo r e s » , a u n q u e
en e s p a ñ o l s e r ía i n s ó lit o su u s o e n s e n t id o lite r a l).
E l s e g u n d o g r u p o e s e l d e lo s heterólogos de atribución, ta m b ié n
d e n o m in a d o s e x o c é n t r ic o s : n o c o n t ie n e n v e r b o ; e l n ú c le o s u e le s e r u n
s u s ta n tiv o , q u e e s c a lif ic a d o p o r e l o tr o e le m e n t o , n o r m a lm e n te u n
a d je tiv o (cejijunto, pelirrojo, e t c . ) 141.
A lg u n o s e j e m p lo s d e e s t e t ip o e n h e le n is m o s e s p a ñ o le s se r ia n :
braquicéfalo y dolicocéfalo ( « q u e t ie n e e l c r á n e o c o r t o /a la r g a d o » ),
artiodáctilo/perisodáctilo ( « q u e tie n e u n n ú m e r o p a r /im p a r d e d e d o s
o p e z u ñ a s » ) . C o m o o c u r r ía e n e l g r u p o a n te r io r , e s t o s c o m p u e s t o s
fu n c io n a n c o n m u c h a fa c ilid a d c o m o s u s t a n tiv o s ( « e l o r d e n d e l o s ar-
t io d á c t ilo s » , e tc .).
142 Cf. Rainer, 1993, § 3.1.1.1-2-3 (sustantivo y sustantivo; distingue m uchos sub
tipos) y 3.2.1.2 (tipo de nochebuena, que considera com puestos sintagmáticos).
critu ra, d e s c r ip c ió n , f ij a c ió n p o r o tr o s m e d io s » , y e n e s e s e n tid o etno
grafía e s s im p le m e n t e « d e s c r ip c ió n d e p u e b lo s ( p r im it iv o s ) » , p o r
ta n to , d e l tip o h o m ó l o g o d e l q u e e s t a m o s tr a ta n d o ( d o s s u s ta n tiv o s ,
u n o d e l o s c u a l e s e s t á d e t e r m in a d o p o r e l o tr o c o m o u n s in t a g m a
e n g e n it iv o ) . Y e s t o e s a p lic a b le a m u c h o s d e lo s fo r m a n te s g r ie g o s
m á s p r o d u c tiv o s , c o m o logo/logía (Xéyco « d e c ir , r a z o n a r » ) , fago/fagia
(cp ayeív « c o m e r » ) , pata/patía ( n á o x o ) « s u fr ir » ), scopio/scopia (c tk o -
7téco « o b s e r v a n » ), e t c . I43.
P o r lo q u e r e s p e c ta a lo s e le m e n t o s c u a n tific a d o r e s , s i, c o m o h e
m o s h e c h o , n o s e lo s c o n s id e r a c o m o p r e fijo s ( c f . § 1 2 .1 .2 ) , h ab rá q u e
in c lu ir lo s e n la c o m p o s i c ió n , d is t in g u ie n d o , e s o s í, e n tr e lo s q u e c o
r r e sp o n d e n a e s t e a p a r ta d o , c o m o decálogo, tetragrámaton (« c u a tr o
le tr a s» ) o pentapodia ( « c o n j u n to d e c in c o p ie s » , e n m é tr ic a ), y lo s
q u e , al m e n o s e n su o r ig e n , s o n a d j e t iv o s d e l tip o d e lo s h e t e r ó lo g o s
d e a tr ib u c ió n (polígono « q u e tie n e m u c h o s á n g u lo s » , tridáctilo «que
t ie n e tr e s d e d o s » , e tc .).
E n tre lo s c o m p u e s t o s h o m ó l o g o s c a b e d is tin g u ir , a s im is m o , lo s
homólogos copulativos ( lla m a d o s dvandva e n la tr a d ic ió n g r a m a tic a l
in d ia ), q u e s e c a r a c te r iz a n p o r q u e e n tr e lo s d o s c o m p o n e n t e s h a y r e
la c ió n d e c o o r d in a c ió n , d e su m a , c o m o e n claroscuro, sordomudo,
agridulce (a v e c e s e s c r it o s c o n g u ió n : físico-químico) l44.
L o s e je m p lo s e n h e le n is m o s e s p a ñ o le s s o n e s c a s o s y g e n e r a l
m e n te e s tá n a c u ñ a d o s y a e n g r ie g o : andrógino (« h o m b r e y m u je r » ),
tragicómico ( c o n h a p lo lo g ía d e la s íla b a co), hermafrodita ( « H e r m e s
y A fr o d ita » , m a s c u lin o y f e m e n in o ) , q u iz á e n pitecántropo (q u e p u e
d e a n a liz a r s e c o m o « h o m b r e y m o n o » , p e r o ta m b ié n c o m o « h o m b r e
q u e e s ( t o d a v ía ) c o m o u n m o n o » , d e l tip o c o m p a r a tiv o v is t o e n el
g r u p o d e lo s h o m ó l o g o s d e te r m in a tiv o s ).
143 Aunque desde el punto de vista del indoeuropeo, una raíz como leg-/log- es
verbal y nominal al m ismo tiempo, cf. Villar, 1996, 227.
144 Cf. Rainer, 1993, § 3.1.1.1.3.2.1 (tipo actor-bailarín), 3.1.1.3 (tipo sopicaldo),
3.1.2.1.1 (tipo ético-moral) y 3.1.2.1.2 (tipo rojinegro).
§ 1 2 .3 .2 . Compuestos sintagmáticos y preposicionales
J u n to a l o s c o m p u e s t o s y u x ta p u e s t o s , c a b e d is tin g u ir u n s e g u n d o
g r u p o , e l d e l o s d e n o m in a d o scompuestos sintagmáticos y preposi
cionales; e s d e c ir , c o m p u e s t o s d e l tip o d e fuego fatuo, llave inglesa, y
orden del día, palabra de honor, r e s p e c t i v a m e n t e 145.
E n e l c a s o d e lo s h e le n is m o s , e s m u y p o c o lo q u e s e p u e d e in c lu ir
e n e s ta c a te g o r ía , si p r e s c in d im o s d e lo s f e n ó m e n o s d e c a lc o ( e x p r e
s io n e s o fr a s e s h e c h a s tr a d u c id a s d e l g r ie g o , c o m o ley no escrita, ar
gumento cornudo, e tc .; c f. § 1 2 .4 ). P o d r ía n in c lu ir s e a q u í, e n to d o c a
s o , p a la b r a s c o m o hipopótamo, c u y o o r ig e n n o e s u n c o m p u e s t o
g r ie g o p r o p ia m e n te d ic h o ( p u e s e n e s te c a s o e s p e r a r ía m o s m á s b ie n e l
o r d e n in v e r s o , *potamipo), s in o e l s in ta g m a , fo r m a d o p o r s u s ta n tiv o
+ a d je tiv o , ircrcog n o i á j i i o g « c a b a llo d e r ío » , q u e , y a le x ic a liz a d o , d io
o r ig e n e n e l p r o p io g r ie g o al c o m p u e s t o s in t a g m á t ic o í n n o n ó i a j i o í ; ,
d e d o n d e p r o c e d e la v o z e s p a ñ o la .
E n c u a n to a lo s c o m p u e s t o s p r e p o s ic io n a le s , p o d r ía m o s in c lu ir
a q u í e l c a s o d e lo s té r m in o s m u s ic a le s diapente, diapasón, diatesa-
rón, q u e p r o c e d e n d e s in t a g m a s p r e p o s ic io n a le s g r ie g o s — d e f) 8 i á
r c é v ie x o p 8 c ó v c n jjiíp o m a « ( e l a c o r d e ) a tr a v é s d e c in c o (c u e r d a s o
t o n o s ) » , e t c . — , q u e y a e n e l p r o p io g r ie g o o s c ila b a n e n tr e la e sc r itu r a
e n u n a s o la p a la b r a o la fo r m a a n a lític a ; ta m b ié n s e p o d r ía in c lu ir e l
a d v e r b io encima, c u y o o r ig e n e s u n a lo c u c ió n p r e p o s ic io n a l, en cima
(tcü jia « h in c h a z ó n , b r o te v e g e t a l, c o p a d e u n á r b o l, c u m b r e , c im a » , c f.
§ H .4 ) .
145 Téngase en cuenta que hay bastantes discrepancias a la hora de delim itar la
clase de los com puestos sintagm áticos, cf. Rainer, 1993, § 3.2; Almela, 1999, p. 150
ss.; y GDLE § 73.8.
p la n o g e n e r a l , u n a d e la s d i f e r e n c i a s m á s n o t a b le s e n tr e l o s c o m
p u e s t o s e s p a ñ o le s a u t ó c t o n o s y lo s c u lt o s g r e c o - la t in o s e s q u e é s t o s ,
y a s e a n h e r e d a d o s d e l g r ie g o o d e a c u ñ a c ió n m o d e r n a , a d m ite n c o n
s u m a fa c ilid a d la s u f ij a c ió n p ara c a m b ia r d e c a te g o r ía g r a m a tic a l o d e
c la s e n o m in a l, d e tal m o d o q u e , c o m o h e m o s v is t o , l o s c o m p u e s t o s
c o n e l v e r b o ypácpco « e s c r ib ir » a d m ite n la p o s ib ilid a d d e p a sa r d e l
n om b re d e a g e n te e n -grafo a l a b s tr a c to e n -grafía o al c o n c r e t o e n
-grama, y ta m b ié n al a d je t iv o e n -gráfico. E n c a m b io , lo s c o m p u e s t o s
e s p a ñ o le s , e n g e n e r a l, n o t ie n e n e s t a s p o s ib ilid a d e s d e d e r iv a c ió n ; p o r
e j e m p lo , n o s e p u e d e n d e r iv a r a d j e t iv o s d e lo s s u s ta n tiv o s quitanieves
o cumpleaños, n i u n s u s t a n tiv o d e c u a lid a d a p artir d e a d j e t iv o s c o m o
pelirrojo o alicaído ( la *pelirrojez o la *alicaidad), a u n q u e h a y e x
baloncesto > baloncestista, y a u n e n
c e p c i o n e s a e s t a te n d e n c ia (p . e j.
e s te c a s o la s u f ij a c ió n n o d e ja d e r e s u lta r a lg o p e s a d a ) . E s ta p r o te ic a
c a p a c id a d p ara la c o m p o s i c ió n y a l m is m o tie m p o p a r a la d e r iv a c ió n ,
tan c a r a c te r ís tic a d e l g r ie g o , e s , s in d u d a , u n fa c to r q u e h a y q u e te n e r
m u y e n c u e n ta s i s e q u ie r e e x p lic a r e l é x it o e x tr a o r d in a r io q u e h a n t e
n id o e n lo s ú lt im o s s i g l o s lo s c o m p u e s t o s g r e c o - la t in o s e n to d a s la s
le n g u a s e u r o p e a s , in c lu id o e l e s p a ñ o l.
C e n tr á n d o n o s a h o r a e n o tr o a s p e c to , e s in te r e s a n te d e s ta c a r q u e
e n lo s c o m p u e s t o s c o n te m a s g r ie g o s (ta m b ié n c o n lo s la t in o s ) s e o b
se r v a p o r lo g e n e r a l e l o r d e n in v e r s o al q u e r ig e e n lo s c o m p u e s t o s
c o n v o c e s a u tó n o m a s e s p a ñ o la s :
— e n e l c a s o d e l o s h e t e r ó lo g o s d e c o m p le m e n t a c ió n ( c f . § 1 2 .3 .1 .1 ) ,
e n v e z d e s e g u ir s e e l o r d e n v e r b o + s u s t a n tiv o (zampa-bollos), se
s ig u e e l in v e r s o (necró-fago « m u e r t o s - c o m e » ; lo m is m o c o n lo s
c o m p u e s t o s la tin iz a n te s d e l tip o d e maléfico/benéfico « q u e c a u s a
o h a c e e l m a l/b ie n » , o d e l t ip o d e eausahabiente o terrateniente).
L a r a z ó n e s m u y s e n c illa : s i e l p r im e r tip o r e fle ja e l o r d e n SVO
(s u j e t o - v e r b o - o b j e t o ) q u e e s e l c o m ú n e n e s p a ñ o l y e n o tr a s le n
g u a s m o d ern a s (« J o se te za m p a m u c h o s b o llo s » ), el se g u n d o re
fle ja e l o r d e n SO V, típ ic o — h a s ta c ie r to p u n t o — d e l g r ie g o a n ti
g u o y d e l l a t ín , y c a r a c t e r í s t i c o s i n d u d a d e l i n d o e u r o p e o ( c f .
fr a s e s d e l tip o d e lat. Matronae moeros complent « la s m a tr o n a s
la s m u r a lla s l l e n a n » ) l46;
— lo m is m o p u e d e d e c ir s e e n e l c a s o d e lo s h e t e r ó lo g o s d e a tr ib u c ió n
(c f. § 1 2 .3 .1 .1 ) y h o m ó l o g o s d e te r m in a t iv o s (c f. § 1 2 .3 .2 ): la d i f e
r e n c ia q u e s e d a h a b itu a lm e n te , a u n q u e n o s ie m p r e , e n e l o r d e n d e
lo s le x e m a s (braqui-céfalo — a d je tiv o + s u s t a n tiv o — fr en te a cue-
lli-corto) o b e d e c e a la s d ife r e n c ia s s in tá c tic a s en tre e l g r ie g o ( y e l
la tín ) y le n g u a s m o d e r n a s c o m o e l e s p a ñ o l. A s í p o r e j e m p lo e n e l
c a s o d e lo s d e t e r m in a tiv o s e n q u e s e e s t a b le c e u n a r e la c ió n e q u i
p a r a b le a la d e l n o m b r e y su c o m p le m e n t o e n g e n itiv o : cardiopa-
tía ( « d e l c o r a z ó n a f e c c ió n » ) fr e n te a telaraña o bocacalle , d e l
m is m o m o d o q u e t e n e m o s ’A 0 r |v a íío v n o X m ía ( « D e lo s a t e n ie n
s e s c o n s t it u c ió n » ) o De rerum natura ( « S o b r e d e la s c o s a s la n a tu
r a le z a » ) fr e n te al o r d e n n o r m a l d e e s o s s in ta g m a s e n e l e s p a ñ o l.
146 S obre los orígenes indoeuropeos de estos com puestos, cf. V illar, 1996, 230.
Por lo d em ás, esta reg la no se cum ple en el caso del inglés, que teniendo un orden SVO
form a co m p u esto s al m odo del griego y el latín (p. ej. man-eater « co m e-hom bres»,
long-tailed «de co la larga», etc.).
H a y q u e in s is tir e n e s t e p u n to , c o m o h a c e p o r e j e m p lo D o m s e i f f ,
y r ec o r d a r q u e e l g r ie g o a n t ig u o h a te n id o u n a p e r v iv e n c ia d o b le , p o r
un la d o e n e l g r ie g o b iz a n tin o y m o d e r n o , y p o r o tr o e n lo q u e é l lla
m a e l « e s p e r a n t o g r e c o id e » d e la s le n g u a s e u r o p e a s , u n a d e n o m in a
c ió n a m i j u i c i o a fo r tu n a d a q u e q u ie r e h a c e r v e r ta n to e l c a r á c te r e m i
n e n te m e n te in te r n a c io n a l ( y e n b u e n a m e d id a a r t ific ia l) d e e s te l é x i c o
c o m o s u s d iv e r g e n c ia s e in n o v a c io n e s c o n r e s p e c t o a l g r ie g o c lá s ic o
(d e a h í lo d e grecoide, c o m o si d ijé r a m o s u n g r ie g o q u e q u ie r e se r
c lá s ic o p e r o n o lo e s , n o p u e d e y a s e r l o ) 147.
S in p r e te n d e r , n i m u c h o m e n o s , la e x h a u s t iv id a d , q u e c o n v e r tir ía
e s te lib r o e n u n d ic c io n a r io h is t ó r ic o d e h e le n is m o s , s e ñ a la r e m o s a l
g u n o s d e lo s p u n to s e n q u e l o s h e le n is m o s c o m p u e s t o s m o d e r n o s se
ap artan , r e g u la r u o c a s io n a lm e n t e , d e la s n o r m a s h a b itu a le s e n g r ie g o
c lá s ic o , o e n o tr o s c a s o s o b s e r v a n e s a s r e g la s c o n u n a r e g u la r id a d e s
tricta q u e n o s e d a b a e n g r ie g o (ta m b ié n h a r e m o s a lg u n a a lu s ió n e n e l
m is m o s e n t id o a la p r e fij a c ió n y s u f ij a c ió n ) .
§ 1 2 .3 .4 .1 . P o r lo q u e r e s p e c ta a l o s c o m p u e s t o s c o n u n te m a v e r
b a l, y a h e m o s v i s t o (§ 1 2 .3 .1 .1 : h e t e r ó lo g o s d e c o m p le m e n t a c ió n ) q u e
e n lo s h e le n is m o s m o d e r n o s e l e le m e n t o v e r b a l v a s ie m p r e e n s e g u n
d a p o s ic i ó n (semá-foro « p o r t a - s ig n o s » ) , P e r o lo c ie r to e s q u e e n g r ie
g o , j u n t o a e s t e tip o , e x is t ía ta m b ié n e l in v e r s o , h e r e d a d o ta m b ié n d e l
in d o e u r o p e o , c o n e l v e r b o al p r in c ip io : p o r e j e m p lo , áp^ étcatcoc; « i n i
c ia d o r d e m a le s » , T tepaértoX u; « d e s tr u c to r d e c iu d a d e s » , liia ó S r p o c ;
« q u e o d ia al p u e b lo » , (pepéoiKOi; « q u e lle v a la c a s a a c u e s t a s ( c o m o e l
c a r a c o l o a lg u n o s p u e b lo s n ó m a d a s ) » 148.
P u e s b ie n , e n g e n e r a l l o s h e le n is m o s m o d e r n o s n o h a n h e c h o u s o
d e e s t e s e g u n d o tip o , g e n e r a liz a n d o e l u s o d e l p r im e r o . L a s p o c a s e x
c e p c io n e s q u e s e p u e d e n e n c o n tr a r s e d e b e n n o r m a lm e n te a q u e e l le -
x e m a e n c u e s t ió n s ó l o a p a r e c ía e n p r im e r a p o s ic ió n e n lo s c o m p u e s
to s h e r e d a d o s , p o r lo q u e s e h a s e g u id o e l ú n ic o m o d e lo d is p o n ib le ,
§ 1 2 .3 .4 .2 . P o r lo q u e r e s p e c ta a la v o c a l d e u n ió n , p u e d e d e c ir s e
a lg o sim ila r : e n g r ie g o lo n o r m a l e s q u e fu e r a / o / , p e r o n o e s ta b a n n i
m u c h o m e n o s e x c lu id a s o tr a s p o s ib ilid a d e s , p o r e j e m p lo la / a / la r g a o
149 C f d e lg , s. v. (píXog.
150 Más información en Janni, 1994, 32-35, quien señala además la paradójica al
ternancia entre filoinglés y anglofilo, filofrancés y francófilo, etc. (aunque, por lo me
nos es español, el prim er tipo es poco utilizado hoy en día). .
/ t |/ e n s u c a s o ; c f . p o r e j e m p l o viK ti-cpópoc; « q u e tr a e la v i c t o r ia
(v íx r i) » fr e n te a N ix ó -8 r ||iO (; « N i c o d e m o » , o y e v e a - X o y í a « g e n e a lo
g ía » , d e y e v e á . T a m b ié n p o d ía d a r se la a u s e n c ia d e v o c a l, c o m o e n el
tip o d e Te^SCT-tpópoc; « q u e lle v a a su c u m p lim ie n t o (xéXoc,)».
S in e m b a r g o , lo s c o m p u e s t o s m o d e r n o s h a n r e g u la r iz a d o e s ta s i
t u a c ió n , u t iliz a n d o s ie m p r e / o / para lo s te m a s g r ie g o s ( in c lu id o s c a s o s
d e c o m p u e s t o s « h íb r id o s » c o m o fümoteca, sociología burocracia,
o
bureaucratie) e / i /
fr. para lo s la tin o s (in c lu id o s h íb r id o s c o m o voltí
metro o amperímetro, p o r in f lu e n c ia d e altímetro, calorímetro, e t c .) .
D e ahí q u e, por e j e m p lo , c u a n d o e n in g lé s s e a c u ñ ó psychedelic
(d e « a lm a » y 8r|A.óco « r e v e la r , h a c e r v i s i b l e » ) e n lo s a ñ o s c in
c u e n ta , su r g ie r a n c r ític a s a su fo r m a c ió n , c o m o s i tu v ie r a n e c e s a r ia
m e n te q u e s e r psychodelic (q u e e s la fo r m a q u e h a p r e v a le c id o e n e s
p a ñ o l, (p)sicodélico); e n c a s o s c o m o é s t e , lo s p u r ista s d e la fo r m a c ió n
d e p a la b r a s p r e te n d e n s e r m á s g r ie g o s q u e lo s p r o p io s g r ie g o s c lá s i
c o s l5‘.
§ 1 2 .3 .4 .3 . S e o b s e r v a n m u c h a s a n o m a lía s e n lo q u e s e r e fie r e a la
e v it a c ió n d e h ia to s e n c o m p u e s t o s o e n v o c e s p r e fija d a s. E l g r ie g o era
e n e s te s e n t id o m u c h o m á s e s tr ic to (c f. § 1 2 .1 ), m ie n tr a s q u e e n la s
le n g u a s m o d e r n a s — e n e l p r o p io la tín h a y a te s t ig u a d o a lg ú n c a s o
com o pseudoevangelista — p a r e c e p r e o c u p a r m á s la tr a n sp a r e n c ia d e l
c o m p u e s t o q u e e l c o n ta c to e n tr e v o c a le s : c f . p o r e j e m p lo protohisto-
ria (p o r *protistoria), ahistórico ( p o r *anistórico), microorganismo,
macroeconómico, antiestético, e tc .
T a m b ié n lla m a n la a te n c ió n lo s c a s o s d e h a p lo lo g ía (q u e e n p r in
c ip io e s un fe n ó m e n o d e l le n g u a je p o p u la r ) e n c o m p u e s t o s c o m o
simbología (p o r *simbolología), idolatría, mineralogía, morfonolo-
gía, tragicómico, e tc .
§ 1 2 .3 .4 .4 . E n un te r r e n o a m e d io c a m in o e n tr e la m o r fo s in t a x is y
la s e m á n tic a , h a y q u e se ñ a la r la g r a n arb itra ried a d q u e s e o b s e r v a e n
la c r e a c ió n d e m u c h o s té r m in o s , e s p e c ia lm e n t e c ie n t íf ic o s ; c o s a , p o r
otra p a rte, q u e n o h ab rá d e e x tra ñ a r, p u e s u n a d e la s c a r a c te r ís tic a s d e
e s e lé x i c o e s p r e c is a m e n t e la im p o r ta n c ia d e la lla m a d a « d e r iv a c ió n
fa b r ic a d a » , e n la q u e « e l c r e a d o r d e la p a la b ra recu rre a fo r m a n te s
q u e s e d e f in e n c o n s c ie n t e y v o lu n ta r ia m e n te e n e l m o m e n to e n q u e se
in s t itu y e a q u é lla » , fr e n te a la d e r iv a c ió n « e s p o n tá n e a » q u e e s la p r o
p ia d e l l é x i c o c o m ú n o p a tr im o n ia l d e u n a l e n g u a 152.
E je m p lo p a r a d ig m á tic o d e e s ta a r b itra r ie d a d e s la q u e d e m o s tr a
ron a fin a le s d e l s i g l o x v m lo s c r e a d o r e s d e l s is t e m a m é tr ic o h o y v i
g e n te , al d e c id ir q u e lo s c o m b in e m a s g r ie g o s s ig n ific a r a n m u lt ip lic a
c ió n (decámetro , kilogramo , hectolitro , e tc ., c o n un fo r m a n te hecto
arb itrario ta m b ié n e n su fo r m a , p u e s e n g r ie g o e s e i c a i ó v ) y Jos la ti
n o s d iv is ió n (centímetro , decímetro , e t c .) , c o n un u s o q u e e v id e n t e
m e n te n a d a t ie n e q u e v e r c o n e l q u e s e o b s e r v a e n lo s c o m p u e s t o s la
tin o s g e n u in o s ( c f. centimanus « q u e tie n e c ie n m a n o s » , centuplicar ,
e t c . ) l53.
P o r otra p a rte, a v e c e s e s la r e g u la r id a d p r o p ia d e las s e r ie s te r m i
n o ló g ic a s la q u e p r o v o c a u n a fo r m a c ió n a n ó m a la d e s d e el p u n to d e
v is ta d e l g r ie g o , c o m o o c u r r e p o r e j e m p lo e n e l c a s o d e morfema , q u e
s e in se r ta a sí e n la s e r ie d e té r m in o s lin g ü ís t ic o s e n -ema (§ 1 2 .2 .1 .5 ),
o b v ia n d o e l h e c h o d e q u e e s p e r a r ía m o s *morfoma (gr. jióp (p co|ia, d e
jiopcpóco, c f . meta-morfo-sis).
§ 1 2 .3 .4 .5 . T a m b ié n h a b ría m u c h o q u e d e c ir so b r e la e le c c i ó n d e
la fo r m a d e l o s te m a s g r ie g o s , p o r e j e m p lo e n e l c a s o d e lo s h e te r ó -
c li t o s e n - |i a , -|ia x o < ;. E n e f e c t o , e n c o n t r a m o s a v e c e s v a c il a c io n e s
morfémico y morfemático, fonémico y fonemático,
e n tr e, p o r e j e m p lo ,
lexémico y lexemático , e tc . Y lo c ie r to e s q u e e n g r ie g o , al m e n o s e n
lo s c o m p u e s t o s , ta m b ié n s e p u e d e n c o n s ta ta r v a c il a c io n e s e n tr e la
fo r m a e n -jícxt- y la sim p le : c f. p o r e j e m p lo 8ep|iaT0-<póp0<; fr e n te a
154 Cf. Rainer, 1993, 523-24, que cita otros casos como genésico, diatésico, sin-
láxico, sinestésico, etc. Tam bién se podría incluir aquí un caso com o traumado, por
traumatizado.
155 Cf. Janni, 1994, 80-82.
e n tr e -sis y -sia/-sía (anestesia, dispepsia , apoplejía, e t c ., f r e n te a
catalexis, profilaxis, e t c . ) 156.
§ 1 2 .3 .4 .6 . E n e l c a s o d e a lg u n a s r a íc e s g r ie g a s m u y p r o d u c tiv a s ,
e l c o m p o r ta m ie n t o d e lo s c o m p u e s t o s g r ie g o s g e n u in o s e s m u y d is
tin to e n v a r io s s e n t id o s d e lo s h e le n is m o s m o d e r n o s . R e c u é r d e s e p o r
e j e m p lo lo q u e h e m o s s e ñ a la d o ( e n § 1 1 .2 ) a p r o p ó s it o d e la p a la b r a s
te r m in a d a s e n -pata, -patía, -pático y -crata, -cracia, -orático.
P e r o h a y f a m ilia s lé x i c a s b a sta n te m á s e m b r o lla d a s ( e n lo fo r m a l
y e n lo s e m á n t ic o ) , y lo s d ic c io n a r io s n o s ie m p r e d a n in fo r m a c ió n d e
fia r al r e s p e c t o , e n e l c a s o d e q u e d e n a lg u n a . M e n c io n a r e m o s , a m o
d o d e e j e m p lo , e l c a s o d e la r a íz in d o e u r o p e a gen-/gon-/gn- « lle g a r a
se r , e n g e n d r a r » , a m p lia m e n te r e p r e se n ta d a ta n to e n g r ie g o y la tín
( y í y v o |i a i , y é v o g , y ó v c x ;, e t c .; gigno, genus, generatio, e t c .) c o m o e n
c u lt is m o s e s p a ñ o le s .
L o s c o m p u e s t o s la tin o s c o n e s ta r a íz n o e ra n m u y f r e c u e n te s , y
s u s d is tin to s tip o s n o h a n r e s u lta d o p r o d u c t iv o s e n e s p a ñ o l, a sa b er ,
l o s t e r m in a d o s e n -gena ( e s p . indígena, alienígena), e n -genus ( c o m o
multigenus; e s p . alienígeno , terrígeno), -genius (primigenio) y -gnus
(benigno, maligno) 157.
E n c a m b io e n g r ie g o e n c o n tr a m o s gra n c a n tid a d d e a d je tiv o s c o m
p u e s t o s c o n la m is m a r a íz . H a y q u e d is tin g u ir , p o r u n la d o , lo s m á s d e
d o s c ie n t o s c o m p u e s t o s e n -y e v f)^ , q u e p o d ía n te n e r d o s s e n t id o s b á s i
c o s , e l d e « n a c id o » (S io y e v n fc « n a c id o d e Z e u s » , euysvT|<; « b ie n n a c i
d o , n o b le » ) y e l d e « d e tal c la s e » (ó jio y sv iV ; « d e la m is m a c la s e
q u e » ); d e e s t o s a d je tiv o s , a d e m á s , s e d e r iv a b a n lo s s u s t a n tiv o s d e
c u a lid a d c o r r e s p o n d ie n te s e n - y s v e i a ( e o y é v e ia , a u y y e v e i a , e tc .) . P o r
o tr o la d o e s ta b a n lo s c o m p u e s t o s e n -y o v o c ;, d e n u e v o c o n d o s s e n t i
d o s d is tin to s , e l d e « n a c id o » (7 c a X a iy o v o ^ « n a c id o h a c e m u c h o , v i e
j o » ) y e l a c t iv o d e « q u e e n g e n d r a » (á v 5 p o y ó v o < ; « q u e e n g e n d r a v a r o
n e s » ; n ó t e s e e l c a m b io e n la p o s ic i ó n d e l a c e n to ).
156 Para la situación en griego, bastante complicada, cf. Holt, 1941, 61-63; para el
español, cf. también García Yebra, 1999, s. v. poesía.
157 Cf. DELL, s. v. geno.
C o n e s t o s a n t e c e d e n te s , r e s u lta e n p r in c ip io s o r p r e n d e n te la fo r
m a c ió n d e h e l e n is m o s m o d e r n o s c o m o patógeno ‘q u e p r o d u c e e n
fe r m e d a d ’, p u e s , c o m o a c a b a m o s d e v e r , lo s ú n i c o s c o m p u e s t o s c o n
s e n t id o a c t iv o d e « e n g e n d r a r , p r o d u c ir » e r a n a lg u n o s d e l o s g r ie g o s
e n - y o v o g . L a r a z ó n fu n d a m e n ta l q u e h a lle v a d o a d e sc a r ta r -gono
c o n e s ta f u n c ió n e n lo s c o m p u e s t o s m o d e r n o s p a r e c e f á c il d e a d iv i
nar: la h o m o n im ia ( e n la tr a n s c r ip c ió n m o d e r n a , c f . § 6 .6 ) c o n lo s
c o m p u e sto s e n -gono < g r . y í o v ía « á n g u lo » , c o m o polígono (g r . n o -
X ó y ío v o g , - o v ) , e t c .; e l ú n i c o r e s t o d e l o s c o m p u e s t o s g r i e g o s e n
-y o v o g e s epígono « s u c e s o r » , d e f o r m a c ió n o p a c a p ara e l h a b la n te
, i <0
com ú n .
E n t o n c e s , ¿ d e d ó n d e h a s a lid o e s e e le m e n t o -geno c o n e l s e n t id o
tr a n s itiv o d e « p r o d u c ir , p r o v o c a n ) ? L a r e s p u e s ta , c o m o e n ta n ta s o c a
s i o n e s , la d a c o n m a r a v il l o s a e x a c t i t u d y c o n c i s i ó n e l O E D , s . v .
-gen 159. E l o r ig e n d e e s t a s f o r m a c io n e s h a y q u e b u s c a r lo e n e l fr a n c é s
-gene, c o n c r e ta m e n te e n oxygéne e hydrogéne, v o c e s c r e a d a s p o r L a -
v o is ie r y o tr o s h a c ia 1 7 8 0 - 9 0 y q u e , s e g ú n s u s c r e a d o r e s , s ig n if ic a b a n
« q u e e n g e n d r a e l á c id o » y « q u e e n g e n d r a e l a g u a » , r e s p e c tiv a m e n t e .
E l c a s o e s q u e , tras a lg u n a s v a c il a c io n e s f o r m a le s e n tr e -gene y
-gine, p r e v a le c ió la p r im e r a fo r m a , y a p r e s e n te e n h e l e n is m o s h e r e d a
d o s (homogéne, e t c .) , « a n d th e fa c t th a t th e s u f f ix -y e v fjg in G r e e k
w o r d s w a s n o t c a p a b le o f m e a n in g ‘th a t w h ic h p r o d u c e s ’ w a s o v e r -
lo o k e d o r n e g l e c t e d » , y é s t e e s s in d u d a e l o r ig e n d e lo s c o m p u e s t o s
m odernos c o m o nitrógeno, halógeno, cancerígeno, lacrimógeno, e tc .,
g r ie g o s p o r su f o r m a c ió n p e r o n o p o r s u s e m á n tic a (s o b r e la te r m in a
c ió n e s p a ñ o la e n -o/a a p artir d e la fr a n c e s a e n -e, c f . § 1 1 .2 ).
P o r l o d e m á s , e s t o s c o m p u e s t o s e n p r in c ip io a d je t iv a le s e n -gene
p r o v o c a r o n la c r e a c ió n , y a e n e l s i g l o x i x , d e s u s t a n tiv o s a b s tr a c to s
en -génie (orogénie, e t c ., c o n b a s e e n l o s g r ie g o s e n - y é v e i a q u e h e
158 A cam bio de eso, gono se ha utilizado en biología com o prim er elem ento de
compuesto, con el sentido tam bién griego de «esperm a» (gonorrea, gonococo, etc.).
159 M ientras por ejem plo el DRAE (19* ed.), lo relaciona con y e w á u «engendrar»,
lo que carece de base alguna en la m orfología griega (aparte de que, de ser así, en len
guas com o el francés tendríam os -genne y no -gene).
m o s m e n c io n a d o a n t e s 160) y ta m b ié n d e a d j e t iv o s e n - génique , y e s te
s is t e m a b i- o tr ip a rtito , s e g ú n lo s c a s o s , s im ila r a l d e -crata/-cracia/
-critico , s e c o p ió e n o tr a s d e m á s le n g u a s d e l e n to r n o , d e d o n d e e s p .
orogenia/orogénico, ontogenia/ontogénico, e tc . ( c o n f r e c u e n te s d o
b le t e s d e l tip o d e orogenia/orogénesis).
B a s te n e s t o s p o c o s e j e m p lo s , e s c o g id o s p o r su v a lo r r e p r e s e n ta ti
v o , para v e r c ó m o la fo r m a c ió n d e p a la b r a s e n la s le n g u a s m o d e r n a s a
partir d e e le m e n t o s g r ie g o s d e p a r a m u c h a s s o r p r e s a s a q u ie n s e d e t ie
n e a o b s e r v a r la c o n u n p o c o d e a te n c ió n , c o s a q u e rara v e z s e h a c e ; y
e s t e d e s in te r é s s e c u la r s e a c a b a r e fle ja n d o c o n d e m a s ia d a fr e c u e n c ia
e n lo s d ic c io n a r io s , e t im o l ó g i c o s o n o , e s p a ñ o le s y e x tr a n je r o s, q u e ,
so b r e to d o e n e l c a s o d e lo s c o m p u e s t o s , s e s u e le n c o n te n ta r c o n e x
p lic a c io n e s e x p e d it iv a s ( « d e l g r ie g o x y d e l g r ie g o y») q u e e n r e a lid a d
e x p lic a n m u y p o c o la g é n e s i s d e la p a la b ra e n c u e s t ió n .
§ 1 2 .4 . S o b r e l a p a r a s ín t e s is
L a p a r a s ín t e s is (g r. 7 ia p a a ú v 0 ec n < ;) c o n s i s t e e n fo r m a r u n a p a la
bra n u e v a p r e fija n d o y s u fij a n d o al m is m o t ie m p o u n a b a s e y a e x i s
te n te , p o r e j e m p lo e n barranco > em-barranc-ar, diestro > a-diestr-
ar, pedazo > des-pedaz-ar , o alma > des-alm-ado. S i n o s a t e n e m o s al
c r ite r io e s t r ic t o d e p a r a s ín te s is d e f e n d id o p o r a lg u n o s a u to r e s ( e s d e
c ir , q u e n o e x is t a p r e v ia m e n te e n la le n g u a n i la fo r m a p r e fij o + b a s e
— * desalma — n i ta m p o c o la fo r m a b a s e + s u f ij o — *almado — ), n o s
e n c o n tr a m o s c o n q u e e s te p r o c e d im ie n t o e s b a s ta n te raro e n la fo r m a
c ió n d e h e le n is m o s m o d e r n o s e n e s p a ñ o l, lim ita d o p r á c tic a m e n te a
d e te r m in a d a s f o r m a c io n e s v e r b a le s e n la s q u e in t e r v ie n e n b a s e s e s p a -
160 Pero cf. OED, s. v. -geny: «The suffix m ay be regarded as representing Gr.
-yéveia [...] But in al I probability it was actual ly from the root gen - in genesis [...]
(vaguely apprehended as meaning ‘to produce’) + -y , French -ie». Sobre la acentua
ción de los com puestos españoles, cf. García Yebra, 1999, s. v. -genia.
ñ o la s y e l s u fijo -izar (p o r e j e m p lo luna > alunizar, tierra > aterri
zar; rata > desratizar; carne > encarnizar (se), e t c .) , lo q u e e s sin
d u d a u n a p r u e b a d e la v it a lid a d d e d i c h o s u f ij o , q u e h e m o s v i s t o e n
§ 1 2 .2 .3 161.
P e r o s i s e s ig u e u n c r ite r io m á s a m p lio ( y s in c r ó n ic o ) d e lo q u e e s
p a r a s ín t e s is , c o m o e s l o m á s fr e c u e n te , e s tá c la r o q u e te n d r ía m o s m u
c h í s i m o s c a s o s e n l o s q u e e sta r ía n in v o lu c r a d a s b a s e s (lib r e s o l ig a
d a s ), p r e fij o s y s u f ij o s d e o r ig e n g r ie g o : anti-pirét-ico, anti-grip-al,
ex-céntr-ico, para-polici-al, e tc .; h e m o s s e ñ a la d o e l r e q u is ito d e q u e
s e o b s e r v e u n c r ite r io s in c r ó n ic o , p u e s d e s d e e l p u n to d e v is t a d ia c r ó -
n ic o e s c la r o q u e l o s e j e m p lo s c it a d o s n o s o n m á s q u e a d j e tiv o s s u f i-
j a d o s a l o s q u e s e a n te p o n e u n p r e f ijo , y e s te n o e s s in o u n tip o e n tr e
o tr o s v a r io s q u e s e p o d r ía n c it a r 162.
P o r o tr a p a r te , n o e sta r á d e m á s r ec o r d a r q u e e n e l p r o p io g r ie g o
a n tig u o h a b ía u n tip o d e a d j e t iv o s q u e s e a tie n e n e x a c t a m e n t e a l c r ite
r io e s tr ic to d e p a r a s ín te s is q u e h e m o s m e n c io n a d o (a u n q u e lo s lib r o s
d e g r a m á tic a g r ie g a n o s u e le n h a c e r r e f e r e n c ia e x p r e s a a e s t e c o n
c e p to ). N o s r e fe r im o s a lo s a d je tiv o s d e d o s te r m in a c io n e s e n -rig, -te,
d e l tip o d e 8uayevTi<;, á a s0 f|< ;, eixp orig, e ó n e v fig , TtepucaX A iig, e tc .,
fo r m a d o s g e n e r a lm e n te a p artir d e u n a r a íz ( y e v - , a e 3 - , e t c .) c o n u n
p r e fijo ( p r e p o s ic io n a l o a d v e r b ia l) y c o n e l s u f ij o -ecr-; e n e ll o s s e
c u m p le n lo s r e q u is it o s q u e a n te s m e n c io n á b a m o s , p u e s n o e x is t e n e n
g r ie g o n i e l a d j e tiv o s im p le c o r r e s p o n d ie n t e (*yevfi< ;, * n e v fig , e t c .) n i
ta m p o c o u n a fo r m a n o m in a l o v e r b a l d e la q u e s e h u b ie r a n p o d id o d e
riv a r a q u é lla s p o r s u f ij a c ió n (*5ÚCTyevog o * 8 iX T y íy v o u a i), a u n q u e
161 Sobre la parasíntesis cf. GDLE § 72.1.2 (parasíntesis verbal, por D. Serrano-
Dolader); y Almela, 1999, 187-96, con discusión de otras propuestas teóricas. Entre
las demás categorías gramaticales, concretam ente entre los sustantivos, podría citarse
quizá algún raro tecnicism o com o en-ost-osis «tum or en el canal m edular de un hue
so», form ado prefijando y sufijando al m ismo tiempo la base ost(eo) «hueso» (no
existe ni *enosto ni *ostosis), aunque sobre el modelo previo de gr. é^óaTüxnc;.
162 Cf. en general GDLE, § 72.2 (se discute especialmente la cuestión de los adjeti
vos form ados con anti-).
h a y a lg ú n c a s o e n q u e s í e x is t e u n v e r b o p r e fija d o p a r a le lo (éji<pavr)<;
ju n t o a é jiíp a ív c o )163.
§ 1 2 .5 . O t r o s p r o c e d i m i e n t o s d e f o r m a c i ó n
de p a la b ra s : a c o rta m ie n to s y a m a lg a m a s .
T e r m in a r e m o s la s e c c i ó n d e d ic a d a a la c o m p o s i c ió n m e n c io n a n d o
b r e v e m e n te o tr o s d o s p r o c e d im ie n t o s d e f o r m a c ió n d e p a la b r a s q u e ,
a u n q u e s o n m a r g in a le s e n e s p a ñ o l, tie n e n c ie r ta r e la c ió n c o n lo s h e l e
n is m o s .
E l p r im e r o d e e l l o s e s e l lla m a d o « a c o r ta m ie n to l é x i c o » (e n la b i
b lio g r a fía in g le s a , clipping), e n v irtu d d e l c u a l « u n a u n id a d lé x i c a [...]
v e r e d u c id o su s ig n if ic a n t e r e te n ie n d o e l m is m o s ig n if ic a d o y c a t e g o
ría g r a m a t i c a l» 164. T e n ie n d o e n c u e n ta la c o n s id e r a b le lo n g itu d d e
m u c h o s h e l e n is m o s c o m p u e s t o s , n o e s d e e x tr a ñ a r q u e e s t e p r o c e s o
lin g ü ís tic o a fe c t e e s p e c ia lm e n t e a e sta c a te g o r ía d e p a la b ra s, c o m o d e
m u e str a n lo s c a s o s d e auto(móvil), bici(cleta), cine(matógrafo), esté-
reo(fónico), foto(grafia), metropolitano), pom o (gráfico), taxi (metro),
televisión), zoo(lógico), p o r c ita r lo s m á s c o m u n e s ; o b s é r v e s e la
m a r c a d a p r e fe r e n c ia p o r lo s b is íla b o s , a u n a e x p e n s a s d e la e t im o l o
g ía (cinemató-grafo, bi-cicl-eta).
A u n q u e e n p r in c ip io la s v o c e s c o r r e s p o n d ie n t e s p e r te n e c e n a un
r e g is tr o c o lo q u ia l, lo c ie r to e s q u e p u e d e n a c a b a r d e s p la z a n d o a la s
fo r m a s p le n a s , h a s ta h a c e r la s p o c o m e n o s q u e in s ó lit a s (p o r e j e m p lo
cinematógrafo) o e n to d o c a s o p r o p ia s d e u n r e g is tr o e le v a d o , y , lo
163 Cf. en general Chantraine, 1933, 424 ss., que señala que ya los gramáticos an
tiguos se habían percatado de la singularidad de este tipo de adjetivos, siempre com
puestos (como etipo-oOevÍK; o ánapro-£7CÍK;) o prefijados (los citados arriba). Cf. tam
bién M eillet-Vendryes, 1953, § 644, sobre otro tipo parasintético en griego y latín.
164 GDLE, § 78.1, p. 5077 (el capítulo 78, sobre acortam ientos, acronim ia y otros
procesos morfológicos, es obra de M. Casado Velarde); cf. también Rainer, 1993,
697-701; Almela, 1999, 202-3.
q u e e s m á s , p u e d e n c o n v e r tir s e e lla s m is m a s e n e le m e n t o s d e c o m p o
auto
s ic ió n c o n e l s i g n if ic a d o d e la fo r m a p le n a , c o m o o c u r r e c o n
(auto-pista « p is ta para a u t o m ó v ile s » ) , cine (ciné-filo), cinema (cine
m ascope), foto (foto-novela « n o v e la f o t o g r á f ic a » ) , tele (tele-concur
so « c o n c u r s o q u e s e e m it e p o r t e le v is i ó n » ) , e t c . I6S.
E l s e g u n d o f e n ó m e n o q u e a q u í n o s in te r e s a m e n c io n a r e s la a m a l
g a m a ( e n in g lé s , blending), « p r o c e d im ie n t o m o r f o l ó g i c o c o n s is t e n t e
e n la fo r m a c ió n d e u n a p a la b ra a p artir d e d o s [...] u n id a d e s lé x ic a s ,
e s ta n d o r e p r e se n ta d a , al m e n o s u n a d e e ll a s , p o r u n fr a g m e n to (u n a o
m á s s íla b a s ) d e su s i g n i f i c a n t e » l66, y q u e ta m b ié n p u e d e a fe c ta r a b a
s e s d e o r ig e n g r ie g o , p o r la m is m a r a z ó n q u e v e ía m o s e n lo s a c o r ta
m ie n t o s . A s í o c u r r e p o r e j e m p lo e n euro-cámara (Europa, europeo),
informática (información + matemática, q u e a su v e z h a d a d o lu g a r a
u n a e s p e c ie d e s u f ij o g r e c o id e -mática: ofimática, telemática), dio
rama, cinerama ( c o n la te r m in a c ió n , a r b itr a r ia m e n te s e g m e n t a d a , d e
panorama), ciberespacio, cibernauta (cibernética, gr. K u P ep v á to « d i
rigir, p ilo ta n )), paralímpico (e n q u e p a r e c e n c r u z a r se e l p r e fijo para
+ olímpico, c o n f o r m a c ió n d e f e c t u o s a — e n e s e c a s o d e b e r ía s e r pa-
rolímpico — , c o n la in te n c ió n e v id e n t e d e c r e a r u n a a m a lg a m a e n tr e
parapléjíco o paralítico y olímpico), e t c . I67.
E n a lg u n a s d e e s t a s c r e a c io n e s , p o r l o d e m á s , e s d if í c i l d e te r m in a r
a n te q u é tip o d e p r o c e d im ie n t o e s ta m o s ; p o r e j e m p lo e n e l c a s o d e
narco- (g r. v a p tc ó to « a d o r m e c e n » , vaptcam tcóc; « q u e a d o r m e c e » ), p u e s
si e n narco-tráfico p a r e c e c la r o q u e s e trata d e u n a a m a lg a m a (narcó
ticos + tráfico) l68, e n narco-dólares e l p r im e r e le m e n t o (q u e e n tr e
165 Ya llamó la atención sobre este fenómeno Lüdtke, 1974, 142-45; cf. también
Alvar Ezquerra, 1978 y 1995. Podría incluirse también en esta categoría eco- = ecoló
gico (ecotasa, ecoturismo), a pesar de no usarse como palabra independiente.
166 GDLE, § 78.3, p. 5085 (que lo llama acronimia).
167 Cf. GDLE, § 78.3; Rainer, 1993, 701-2 («W ortm ischung»); Almela, 1999, 205
10 (que lo llama acronimia); Janni, 1994, 28 (cinerama) y 157 (telemática); García
Yebra, 1999, s. v. paralímpico.
168 Aunque en este caso la supresión de -tico no deja de recordar a lo que es un
procedimiento frecuente en la derivación (cf. por ejem plo cerám-ica > ceram-ista,
protagon-ista > protagón-ico), como destaca Rainer en muchas entradas dedicadas a
ta n to h a p a s a d o a u s a r s e ta m b ié n c o m o v o z a u tó n o m a , los narcos) no
s ig n if ic a y a « d e n a r c ó t ic o s » s in o « ( c o n s e g u i d o s p o r m e d io d e l) tr á fi
c o d e n a r c ó t i c o s » l69.
§ 1 2 .6 . E l c a lco d e f o r m a c ió n
T e r m in a r e m o s la p arte d e d ic a d a a la fo r m a c ió n d e p a la b r a s h a
c ie n d o b r e v e r e fe r e n c ia al p r o c e d im ie n to q u e r e c ib e e l n o m b r e g e n é
r ic o d e calco y q u e c o m p r e n d e d is t in to s t ip o s , d e a c u e r d o c o n la c la s i
f ic a c ió n p r o p u e s ta p o r e l a le m á n W . B e t z ( 1 9 4 9 ) :
1) E l c a lc o d e l e s q u e m a (Lenhbildung), d e n tr o d e l q u e p u e d e n d is t in
g u ir s e , s e g ú n e l g r a d o d e fid e lid a d c o n q u e s e c o p ia la c o n s tr u c
c ió n o r ig in a l: a ), e l c a lc o p o r tr a d u c c ió n (Lenhübersetzung), cuando
s e tr a d u c e c o n e x a c titu d , m ie m b r o a m ie m b r o , la v o z e n c u e s t ió n ,
p o r e j e m p lo e n 7 ip ó-0e-ai< ; > lat. prae-posi-tio, c o n c o r r e s p o n d e n
prae), l e x e m a s v e r b a le s (T Í0r||ii,
c ia e x a c t a e n tr e p r e v e r b io s (Ttpó,
pono) y s u fij o s fo r m a d o r e s d e a b stra c to s v e r b a le s (-a u ;, -tio); b ), e l
« c a lc o lib r e » (Lenhübertragung), e n e l q u e la tr a d u c c ió n y o r d e
n a c ió n d e lo s c o m p o n e n t e s d e la p a la b r a n o e s tan e str ic ta c o m o
e n e l c a s o a n te r io r , p o r e j e m p lo c u a n d o e l a le m á n c o n v ie r t e ma
míferos ( c o m p u e s t o d e r e c c ió n v e r b a l, « q u e lle v a n m a m a s » ) e n
Sáugetiere (sáugen « c h u p a r , m a m a r » , Tier « a n im a l» ); y c ), la
c r e a c ió n in d u c id a (Lenhschópfung), q u e e s u n a « im it a c ió n ib re,
to ta lm e n te fo r m a l, d e u n m o d e lo e x tr a n je r o , c o m o , p o r e j e m p lo , e l
n e o l o g is m o d e l a n tig u o a lto a le m á n findunga , q u e r e p r o d u c e e l la
tín experimentum » 170.
2 ) E l c a lc o s e m á n tic o (Lehnbedeutung), c o n s is t e n t e e n q u e u n a p a la
bra y a fo r m a d a e n u n a le n g u a c o b r a u n n u e v o s e n tid o p o r in f lu e n
los sufijos españoles (este autor lo llama Tilgung «cancelación», cf. en general p. 171
75 de su libro).
169 Sobre el procedimiento llamado «sustracción» y la posibilidad de incluir en él
com puestos en -ólogo, -ógrafo y otros, cf. Rainer, 1993, § 6.2, p. 694-97.
170 Lüdtke, 1974, 23.
c ia d e u n a p a la b ra e x tra n je r a ; p o r e j e m p lo , c u a n d o lat. ars, artis se
e m p e z ó a u tiliz a r p ara tr a d u c ir gr. x é x v r |, c o b r a n d o a sí e l s e n tid o
e s p e c ia liz a d o d e « d is c ip lin a , tr a ta d o , m a te r ia d e e s t u d io » (ars p o é
tica, artes liberales, e t c . ) 171.
3 ) E l c a lc o f r a s e o l ó g i c o (Lenhwendung), c u a n d o s e tr a d u c e to d a u n a
e x p r e s ió n o fr a se h e c h a , y e l s in tá c tic o (Lenhsyntax), c u a n d o se
c o p ia u n t ip o d e c o n s t r u c c ió n p r o p io d e la le n g u a e n c u e s t ió n (p o r
e j e m p lo , e l « a c u s a t iv o g r ie g o » e n e l v e r s o d e G a r c ila s o los ale
manes, el fiero cuello atados . . . ) 172.
171 Cf., para el ámbito grecolatino, Nicolás, 1996; en general, Deroy, 1980, 93 ss.
172 Sobre el influjo griego en la sintaxis latina, cf. Brenous, 1895; en general sobre
el calco sintáctico y fraseológico, Deroy, 1980, 102-110 y 222-23.
173 Véase, por ejemplo, el m agnífico ejem plo de una frase aparentem ente en «puro
alem án» que cita y comenta Lüdtke, 1974, 153-55. Para el inglés antiguo, cf. Scheler,
1996 (cita ejem plos del siglo xi com o syllaba > staefgefeg, etc.).
C e n tr á n d o n o s e n lo q u e e s n u e s tr o te m a , el la tín r ec u r rió e n u n a
m e d id a c o n s id e r a b le a e s t e p r o c e d im ie n t o p a ra n a tu r a liz a r m u c h o s
c o n c e p t o s g r ie g o s — q u e le e ra n n e c e s a r io s para la f ilo s o f ía , la g r a
m á tic a , la c i e n c i a — , e v ita n d o d e e s e m o d o q u e la in v a s ió n d e h e l e
n is m o s l é x i c o s r esu lta ra d e m a s ia d o a b r u m a d o ra . E s d e c ir , q u e m u
c h a s p a la b r a s q u e s o n a p a r e n te m e n te « p u r o la tín » n o s o n e n r e a lid a d
s in o c a lc o s d e v o c e s d e l g r ie g o c lá s ic o y h e le n ís t ic o .
D e to d a s fo r m a s, n o p o d e m o s e x te n d e r n o s d e m a sia d o e n e s te
a s u n to p o r q u e , al fin y al c a b o , el c a lc o la tin o d e p a la b r a s g r ie g a s e s
u n f e n ó m e n o q u e c a e fu e r a d e lo s lím it e s d e e s t e lib ro ; y e s q u e , a d i
fe r e n c ia d e l la tín , e l e s p a ñ o l (y la s le n g u a s r o m á n ic a s e n g e n e r a l) n o
ha r ec u r r id o a p e n a s al c a lc o d e h e le n is m o s — sí a v e c e s al d e g a l i
c is m o s o a n g l i c i s m o s ( c f . foot-ball > balom-pié) — , s in o q u e lo s h a
t o m a d o c o m o p r é s ta m o s , c o n la s a d a p ta c io n e s g r á fic a s , f o n é t ic a s y
m o r f o ló g ic a s n e c e s a r ia s e n c a d a c a s o .
H a y v a r ia s r a z o n e s im p o r ta n te s p a ra e llo . L a p r im e r a e s q u e lo s
h e le n is m o s c u lt o s e m p e z a r o n a en tra r e n c a s t e lla n o — e n t o m o al s i
g l o x m — c o m o m e r o s la tin is m o s , p u e s s e n c illa m e n t e e s a s p a la b r a s
(c o m o geometría , teología , e t c .) fo r m a b a n p arte d e l l é x i c o la tin o p r e
s e n te e n lo s a u to r e s a n t ig u o s y m e d ie v a le s , y n o h a b ía r a z ó n p ara
a p lic a r le s u n a p o lít ic a d istin ta d e la q u e s e o b s e r v a b a c o n lo s c u l t is
m o s la t in o s ( c o n lo s q u e , p o r r a z o n e s d e c e r c a n ía lin g ü ís it ic a y ta m
b ié n d e p r e s t ig io , n o r m a lm e n te n o h a b ía lu g a r a l c a lc o , s in o a la m e r a
a d a p ta c ió n ); ap a rte d e q u e e l p r o p io a n te c e d e n te d e l la tín , d is p u e s t o a
a lo ja r n u m e r o s o s h e le n is m o s l é x i c o s , p r e d is p o n ía a la s le n g u a s m o
d e r n a s a h a c e r lo p r o p io .
A d e m á s , s e h a d e s ta c a d o a m e n u d o q u e e l c a lc o , f e n ó m e n o e s tr e
c h a m e n t e e m p a r e n ta d o c o n la tr a d u c c ió n , e s m u c h o m á s fr e c u e n t e e n
s it u a c io n e s d e b ilin g ü is m o m u y a c e n tu a d o , c o m o fu e p o r e j e m p lo e l
c a s o d e la R o m a ta r d o -r e p u b lic a n a e im p e r ia l (u n g r a d o e le v a d o d e
b ilin g ü is m o e s im p r e s c in d ib le p o r la s e n c illa r a z ó n d e q u e , d e lo c o n
trario, n o e s p o s ib le c o m p r e n d e r c a b a lm e n te la e str u c tu r a d e la p a la
bra q u e s e trata d e c a l c a r ) l74; e n e s t e s e n tid o , p o c a s p o s ib ilid a d e s h a -
h a b ía d e q u e se c a lc a r a n h e le n is m o s e n lo s s i g l o s x m , x r v y x v , d a d o
q u e e l g r ie g o e r a u n a le n g u a v ir tu a lm e n te d e s c o n o c i d a e n e l O c c i
d e n te la tin o ( e n E sp a ñ a la p r im e r a c á te d r a d e g r ie g o , e n la U n iv e r s i
d a d d e S a la m a n c a , d a ta d e 1 4 9 5 ).
O tro fa c to r s in d u d a im p o r ta n te e s d e o r d e n t i p o l ó g ic o , y e s q u e , a
d if e r e n c ia d e l g r ie g o , c o n su e n o r m e f a c ilid a d p ara la c o m p o s i c ió n , e l
c a s t e lla n o y d e m á s le n g u a s r o m á n ic a s s o n s o b r e to d o le n g u a s d e r iv a
tiv a s , c o n p o c a in c lin a c ió n a la c o m p o s ic ió n ; e l l o p u e d e e x p lic a r q u e ,
a n te u n o d e lo s m u c h o s h e le n is m o s c o m p u e s t o s (p . e j. p p a x u X o y ía ) ,
la r e s p u e s ta m á s « n a tu r a l» s e a e l p r é s t a m o ta l c u a l(braquilogía) y n o
e l c a lc o (*cortidicho o *breviloquio, c f . lat. breviloquium). T a m b ié n
a s í s e e x p lic a , a l m e n o s e n p a r te , la te n d e n c ia d e l a le m á n a l c a lc o , d a
d a su g r a n fa c ilid a d p ara la c o m p o s ic ió n .
P o r lo q u e r e s p e c ta a lo s c a lc o s la tin o s d e l g r ie g o , n o s in te r e sa r e
c o r d a r q u e a fe c ta n e s p e c ia lm e n t e a l v o c a b u la r io f i l o s ó f i c o , g r a m a ti
c a l, r e tó r ic o y c ie n t íf ic o ; p o r n o a la r g a m o s d e m a s ia d o , n o s lim ita r e
m o s a m e n c io n a r u n o s c u a n to s c a s o s d e c a lc o ( m á s o m e n o s e x a c t o )
e n la t e r m in o lo g ía g r a m a tic a l, q u e lo s r o m a n o s e n c o n tr a r o n y a m u y
d e sa r r o lla d a e n g r ie g o (la lis ta p o d r ía a la r g a r se fá c ilm e n te ) :
Y , m á s a llá d e l o s m u c h o s e j e m p l o s q u e s e p o d r ía n c ita r e n d i s
tin to s á m b it o s l é x i c o s , e l c a lc o d e l g r ie g o tu v o u n a e s p e c ia l im p o r ta n
c ia p ara e l d e s a r r o llo d e l s is te m a s u fija l la tin o , y p o r e x t e n s ió n e l d e
las le n g u a s r o m á n ic a s (e n su r e g is tr o c u lto ); m ie n tr a s q u e , c o m o y a
s e ñ a la m o s , e l la tín n u n c a p u d o a s im ila r y h a c e r s u y a la fa c ilid a d d e l
g r ie g o para la c o m p o s i c ió n (a p e s a r d e lo s in te n to s d e lo s p o e ta s ro
m a n o s y d e lo s c a s o s r e la tiv a m e n t e a b u n d a n te s d e c a lc o , c o m o ovi-
parus < cp0-TÓK0<;, quadr-angulus < x e ip á -y c o v o c ;, e tc .).
E n e l c a s o d e lo s s u f ij o s , a lo la r g o d e § 1 2 .2 h e m o s te n id o o c a
s ió n d e h a c e r a lu s ió n a la e s c a s a o n u la p r o d u c tiv id a d e n la tín d e s u
f ijo s c o m o -sis, -ma, -ismus, -izare , e t c ., y h e m o s s e ñ a la d o e n m á s d e
u n a o c a s ió n q u e la in f lu e n c ia d e l s u f ijo g r ie g o e n c u e s t ió n n o s e h a
v e r if ic a d o p o r m e d io d e su p r é s ta m o c o m o tal s u fij o e n v o c e s la tin a s,
s in o p o r h a b e r e s p o le a d o e l u s o d e s u f ij o s a u tó c to n o s la tin o s e q u iv a
le n te s (a v e c e s d e s c e n d ie n t e s d e l m is m o e le m e n t o in d o e u r o p e o ), e s
d e c ir , p o r c a lc o . E n tre lo s m á s s e ñ a la d o s e n e s te s e n tid o m e n c io n a
r e m o s:
B a s t e n e s t a s p o c a s o b s e r v a c io n e s p a r a d e s ta c a r la g r a n im p o r ta n
c ia q u e tie n e e l c a lc o d e c o n s t r u c c ió n p ara u n e n te n d im ie n to c a b a l d e
la e str u c tu r a d e l l é x i c o la tin o y p o r e x t e n s ió n d e l l é x i c o c u lto e u r o
p e o , c u y o s o r íg e n e s h a y q u e b u s c a r c o n m u c h a f r e c u e n c ia e n la koiné
h e le n ís t ic a ; s e trata, p o r lo d e m á s , d e u n p r o c e s o m u c h o m á s d if í c i l d e
d e te c ta r q u e e l p r é s ta m o l é x i c o c o n v e n c io n a l, n o s ie m p r e id e n t if ic a -
b le c o n to ta l s e g u r id a d (a v e c e s e s im p o s ib le a se g u r a r q u e ta l v o z la
tin a s e a r e a lm e n te u n c a lc o d e o tr a g r ie g a ) y q u e , e n to d o c a s o , lo s
d ic c io n a r io s h is t ó r ic o s y e t im o l ó g i c o s rara v e z s e p r e o c u p a n d e in
c lu ir e n la h is to r ia d e la v o z c o r r e s p o n d ie n t e , a p e s a r d e q u e , s in e l
e s t ím u lo d e la p a la b r a e n c u e s t ió n , n u n c a h u b ie r a n lle g a d o a e x is t ir (y
e n e s e s e n t id o e s p e r fe c ta m e n te le g ít im o a fir m a r q u e , p o r e je m p lo ,
lat. conscientia e s u n a p a la b r a q u e procede de gr. a u v e íS r ic r u ;)176.
175 Cf. DELL, s. v. fació (aunque aquí no se alude a esa posible influencia griega).
176 Para los calcos latinos del griego, cf. sobre todo André, 1971, 129-33, con bi
bliografía; en general, cf. Deroy, 1980, 215-23 (con ejem plos de otras lenguas); y
W einreich, 1974, 114 ss.
C O N C L U S IO N E S
L le g a m o s a s í a l fin a l d e e s t e r e c o r r id o p o r lo s d is t in to s n i v e le s
l in g ü ís t ic o s e n q u e s e h a v e r if ic a d o — g e n e r a lm e n te a tr a v é s d e otra
l e n g u a — la in f lu e n c ia d e l g r ie g o so b r e e l e s p a ñ o l. C o m o y a d ijim o s
e n la in tr o d u c c ió n , q u e d a r á n p a r a m e jo r o c a s ió n la p a rte d e d ic a d a a la
s i n t a x i s , d e m u y d i f í c i l a b o r d a j e , y q u e e n g r a n m e d i d a h a b r ía d e
c e n tr a r se e n e l in f lu jo s in t á c t ic o d e l g r ie g o e n la p r o s a y la p o e s ía la
tin a s , y d e é s t a s e n e l e s p a ñ o l; y la p a r te d e d ic a d a a la s e m á n tic a y la
le x i c o lo g í a , e n la q u e s e trataría d e e s t a b le c e r al m e n o s u n a t ip o lo g ía
d e lo s c a m b io s s e m á n t ic o s e x p e r im e n ta d o s p o r lo s h e le n is m o s ( in c lu
y e n d o p r e fij o s y s u fijo s ): p é r d id a d e m a t ic e s , s im p lif ic a c ió n d e l s e n
tid o o r ig in a l, tr a n s fe r e n c ia a o b j e t o s o n o c i o n e s s im ila r e s , e v o lu c i ó n
s e m á n tic a d e n tr o d e la le n g u a d e lle g a d a , e tc .; e n e l c a m p o d e la l e x i
c o lo g í a , h a b r ía q u e in te n ta r al m e n o s v a lo r a r e n u n p la n o g e n e r a l la
im p o r ta n c ia d e l l é x i c o g r ie g o e n la c o n s t it u c ió n d e lo s l é x i c o s e s p e
c ia liz a d o s d e la s d is tin ta s c ie n c ia s , d e s d e la s q u e h a n h e c h o y s ig u e n
h a c ie n d o u s o c o n s t a n t e d e a q u é l ( c o m o la z o o lo g í a o la m é tr ic a ) h a s ta
la s q u e , p o r r a z o n e s d iv e r s a s , r ec u r re n p o c o a la « r e s e r v a » g r e c o -
la tin a (p o r e j e m p lo la in fo r m á tic a ).
P o r lo d e m á s , e s t e e s t u d io tie n e p o r o b je to p r in c ip a l h a c e r v e r q u e
e l g r ie g o o c u p a u n a p o s ic i ó n ú n ic a e n la h is to r ia lin g ü ís t ic o -c u ltu r a l
d e O c c id e n te : n o s ó l o e s la le n g u a c o n la m á s la rg a c a d e n a d e d o c u
m e n t a c ió n e s c r ita ( d e s d e e l s i g l o x i v a. C . h a sta h o y ) , s in o q u e e l e x
tr a o rd in a rio c r e c im ie n t o y d e s a r r o llo d e su l é x i c o e n la A n t ig ü e d a d
fu e u n f e n ó m e n o c a s i to ta lm e n te a u tó n o m o ; e l g r ie g o c l á s i c o e s p r o
b a b le m e n t e , e n tr e la s g r a n d e s le n g u a s d e c u ltu r a d e l m u n d o , la q u e
c u e n ta c o n m e n o r n ú m e r o d e p r é s ta m o s e x tr a n je r o s , g e n e r a lm e n te d e
t ip o t é c n ic o o r e fe r id o s a o b j e t o s e x ó t ic o s (a u n q u e m u c h o s d e e ll o s
d a ta n d e t ie m p o s p r e h e lé n ic o s y s o n p o r ta n to m u y d i f í c i l e s d e id e n ti
fic a r c o n se g u r id a d ).
E l e s t u d io s o d e la h is to r ia d e l g r ie g o a n t ig u o p u e d e a s is tir a la
c r e a c ió n y d e s a r r o llo s in a p e n a s in f lu e n c ia s fo r á n e a s d e u n s is t e m a
s u m a m e n te f l e x i b l e d e c o m p o s i c ió n y d e r iv a c ió n q u e p e r m itió e l su r
g im ie n t o d e u n e x t e n s o y c o m p le j o v o c a b u la r io f i lo s ó f ic o , r e tó r ic o -
l in g ü ís t ic o y c ie n t í f i c o , e l d e la ¡coiné h e le n ís t ic a , q u e ib a a s e r la b a s e
d e t o d o e l l é x i c o c u lt o e u r o p e o ( y , e n g r a n m e d id a , m u n d ia l) d u ra n te
v e in t e s i g l o s . E n e s te s e n tid o , l o m is m o q u e s e h a b la a v e c e s d e l e n
g u a s q u e s o n « p a r a ís o s d e l p r é s t a m o » ( c o m o e l r u m a n o o e l tu r c o ),
ta m b ié n la s h a y q u e s o n e x p o r ta d o r a s m a s iv a s d e e le m e n t o s lin g ü ís t i
c o s ( y p o r ta n to c u lt u r a le s ), y e l g r ie g o a n t ig u o , c o m o e l s á n s c r ito e n
e l á m b ito d e la s le n g u a s in d o a r ia s y d r á v id a s , e s tá s in d u d a e n tr e la s
m a y o r e s d e e s ta c la s e , c o n u n á m b ito in te r n a c io n a l d e d ifu s ió n ; y se
d a a s í la c ir c u n s ta n c ia in s ó lit a d e q u e e l g r ie g o m o d e r n o s ig a e n r iq u e
c ié n d o s e h o y c o n p a la b r a s c lá s ic a s ( o fo r m a d a s c o n e le m e n t o s y p r o
c e d im ie n t o s c lá s ic o s ) q u e le lle g a n a c u ñ a d a s d e fu e r a d e G r e c ia .
E n c o m p a r a c ió n c o n e s ta so r p r e n d e n te a u to n o m ía d e l g r ie g o a n ti
g u o , la h is to r ia d e l l é x i c o c u lt o d e la s d e m á s g r a n d e s le n g u a s e u r o
p e a s e s e n g r a n m e d id a la h is to r ia d e su a b s o r c ió n d e e s a ¡coiné h e le
n ís t ic a , y a s e a p o r p r é s ta m o d ir e c to , y a p o r c a lc o s ( y n o c r e o q u e h a g a
fa lta d e s ta c a r e l p a p e l c e n tr a l q u e la s tr a d u c c io n e s h a n d e s e m p e ñ a d o
e n e s e p r o c e s o '); y e l l o e m p e z a n d o c o n e l la tín y s ig u ie n d o d e s p u é s
c o n e l fr a n c é s , e s p a ñ o l, ita lia n o , in g lé s , a le m á n , e t c ., c a d a u n a d e
e lla s c o n c a r a c te r ís tic a s y te n d e n c ia s p r o p ia s.
1 En el caso del castellano, em pezando por las del taller alfonsí, en las que vemos
aparecer m uchos helenismos del latín acom pañados de su definición castellana, para
así poder luego usarlos com o algo ya conocido: «fizieron los príncipes de Roma un
corral grand redondo a que llamaban en latín teatro», etc. (ejemplo citado por Lapesa,
19 8 1 ,2 4 4 ).
E n g e n e r a l, e sta p r o fu n d a h e le n iz a c ió n y la t in iz a c ió n n o s ó lo d e l
lé x ic o d e la s le n g u a s m o d e r n a s , s in o ta m b ié n e n g r a n m e d id a d e su
s is t e m a o r to g r á fic o (§ 1 -2 ), fo n o t á c t ic o y p r o s ó d ic o (§ 4 - 5 ) , a s í c o m o
d e su s is t e m a d e r e c u r s o s p ara la fo r m a c ió n d e p a la b ra s (§ 1 2 ), s e ha
c o n s id e r a d o c o m o u n e n r iq u e c im ie n to in d u d a b le d e e s t a s le n g u a s ,
q u e d e lo c o n tr a r io , s e s u p o n e , n o h u b ie r a n p o d id o sa lir d e su « in f a n
c ia » c o n c e p t u a l y n u n c a h u b ie r a n lle g a d o a se r g r a n d e s le n g u a s n a
c io n a le s d e c u ltu ra .
P e r o la c o s a ta m b ié n p u e d e v e r s e d e s d e o tr o p u n to d e v is ta , c o m o
u n a in te r fe r e n c ia , o in c lu s o c o m o u n a i n v a s ió n d e lo q u e , d e a c u e r d o
c o n d e S a u s s u r e , e s la e str u c tu r a d e u n a le n g u a d a d a . P o r e j e m p lo , si
p e n s a m o s e n la s c o n v e n c io n e s o r to g r á fic a s (q u e s o n e x t r a - lin g ü ís t i
c a s , al m e n o s h a s ta e l m o m e n to e n q u e la im a g e n g r á fic a e m p ie z a a
c o n s t it u ir s e e n m o d e lo d e l h a b la ), r e s u lta q u e e l c a s t e lla n o d e la é p o
c a d e A l f o n s o X te n ía u n s is t e m a d e e sc r itu r a c a s i to ta lm e n te f o n é m i-
c o , a d a p ta d o a la f o n o l o g í a c o n te m p o r á n e a d e la le n g u a (q u e p a r e c e
lo l ó g ic o e n u n s is t e m a d e e sc r itu r a ), y q u e , e n e s t e s e n tid o , u n o n o v e
m u y b ie n e n q u é s e n t id o p u e d e c o n s id e r a r s e la in tr o d u c c ió n p o s te r io r
d e u n a o r to g r a fía m á s la tin iz a n te , d e o r ie n ta c ió n e t im o l ó g i c a ( c o n su s
h a c h e s in ú tile s , s u s e q u is , s u s in c o n g r u e n c ia s e n e l u s o d e { g } y { j } ,
{ c } y { z } , e t c .) c o m o u n a v a n c e o u n e n r iq u e c im ie n t o . L o m is m o
p u e d e d e c ir s e d e la in tr o d u c c ió n p r o g r e s iv a e n la p r o n u n c ia c ió n e s p a
ñ o la d e lo s g r u p o s c u lt o s q u e h e m o s d e s c r ito e n § 4: p u e d e v e r s e c o
m o u n e n r iq u e c im ie n to , si s e q u ie r e , p e r o ta m b ié n c o m o u n a tr a ic ió n
fa ls a m e n te ilu str a d a a lo m á s ín tim o d e u n a le n g u a ( y u n a tr a ic ió n n a
d a in o c e n t e , p o r s u p u e s to , p u e s d e s d e e l p u n to d e v is ta s o c ia l e s o s
g r u p o s d e d i f í c i l p r o n u n c ia c ió n s o n u n in d ic a d o r p r iv ile g ia d o d e e s
ta tu s s o c ia l, c o m o lo e s ta m b ié n la o r t o g r a f ía 2).
2 Decía Unamuno: «Si se adoptase una ortografía fonética sencilla, que, aprendida
por todos pronto, hiciera imposibles, o poco menos, las faltas ortográficas, ¿no des
aparecería uno de los modos de que nos distingam os las personas de buena educación
de aquellas otras que no han podido recibirla tan esmerada? Si la instrucción no nos
sirviera a los ricos para diferenciam os de los pobres, ¿para qué nos iba a servir?»
D e s d e e l p u n to d e v is t a d e l l é x i c o , la e n tr a d a m a s iv a d e h e l e n is
m o s y l a t in is m o s e n e l e s p a ñ o l ta m b ié n p u e d e v e r s e — s in q u e e s o
s u p o n g a c a e r n i r e m o ta m e n te e n a c titu d e s n a c io n a lis t a s — c o m o u n
p r o c e s o e s e n c ia lm e n t e lim ita d o r , c a s i d ir ía m o s c a str a d o r , d e la c a p a
c id a d e x p r e s iv a d e la le n g u a . P o r e j e m p lo , R a fa e l L a p e s a n o s r e c u e r
d a c ó m o e l ta lle r d e A l f o n s o X , e n fr e n ta d o c o n la n e c e s id a d d e te n e r
un m ín im o v o c a b u la r io a b s tr a c to y c ie n t íf ic o , r ec u r re a m e n u d o a
p r é s ta m o s d e l á r a b e o d e l la tín ,
T a m p o c o h a n fa lta d o e s t u d io s o s d e o tr a s le n g u a s q u e h a n s e n t id o
e s ta in v a s ió n g r e c o - la t in a c o m o u n a m e r m a , m á s q u e c o m o u n e n r i
q u e c im ie n t o d e s u l é x i c o ( y y a h e m o s c ita d o e n m á s d e u n a o c a s i ó n e l
c a s o d e l a le m á n , c o n s u fu e r te te n d e n c ia a l c a lc o c o m o d e f e n s a a n te
e s a in v a s ió n ) . P a ra n o e x t e n d e m o s , n o s lim it a r e m o s a c ita r a L o u is
D e r o y a p r o p ó s ito d e la la t in iz a c ió n c a s i c o m p le t a d e l s is t e m a d e d e
r iv a c ió n fr a n c é s:
5 Cf. Lázaro Carreter, 2003, 242 (para la frase citada; para las voces en -izar cita
das, véase el índice de palabras).
6 López Eire, 1998, 7.
decir que el griego moderno es el griego antiguo [...] Y en efecto, el
latín, convertido en lengua de cultura, con todas las adaptaciones se
mánticas y sintácticas que tal cosa requiere, no sería sino la forma en
que el griego se ha transmitido para el Occidente, y sería el griego
bajo su forma latina lo que habría servido de fundamento a la actual
icolvi] de las lenguas europeas1.
E s im p o r ta n te e n te n d e r e s t o s i s e q u ie r e h a c e r u n a v a lo r a c ió n c a
b a l d e lo q u e h a n s u p u e s to la s le n g u a s c lá s ic a s p a ra e l d e s a r r o llo d e
l e n g u a s m o d e r n a s c o m o e l e s p a ñ o l. N o s e trata, d e s d e n u e s tr o p u n to
d e v is ta , d e r e c h a z a r e n b lo q u e e l e le m e n t o c u lt o g r e c o - la t in o (a to d o s
lo s n i v e le s lin g ü í s t i c o s ) e n n o m b r e d e u n a s u p u e s ta le n g u a p o p u la r
o p r im id a , p u e s e s t o , e n c a s o d e q u e fu e r a p o s ib le , n o d e ja r ía d e se r ,
c o m o d ir ía u n s o c i ó l o g o , u n « e f e c t o d e d o m in a c ió n » ( e s d e c ir , o p e r a r
u n a in v e r s ió n d e v a lo r e s q u e , e n r e a lid a d , c o n s i s t e e n la a s u n c ió n d e l
e s t ig m a c o m o s i g n o d e i d e n t id a d ) 8.
P e r o ta m p o c o s e trata d e lo c o n tr a r io , e s d e c ir , d e sa c r a liz a r e s e
e le m e n t o g r e c o - la t in o , c o m o s e h a c e ta m b ié n c o n ta n ta fr e c u e n c ia e n
lo s e s t u d io s d e tr a d ic ió n c lá s ic a , la s tr a d o s p o r c ie r to t o n o a p o lo g é t ic o .
E l o b j e t iv o d e b e r ía s e r c o m p r e n d e r e n to d a s s u s im p lic a c io n e s — q u e
n o s o n « m e r a m e n te l in g ü ís t ic a s » p o r u n la d o y « s o c i a l e s » p o r o tr o ,
s in o to d o a l m i s m o t i e m p o — la p r e s e n c ia y la in f lu e n c ia d e l o g r e c o -
la tin o e n n u e s tr a s le n g u a s ; e s d e c ir , e n n u e s tr a s v id a s .
a v ia o v , 108 ótcmú;, 53
-a v o -, 170 -acm iccx;, 172
á v r í, 132, 134, 145 ’A ipeíSrig, 163
á v n á v a p a , 129 ’A m ia a u c x ; , 70
ávxipáA ^ a), 130 am o8í8aK T og, 124
ávTÍBecru;, 48 aüTOKpcmV;, 125
ávT ü)vu|iía, 215 aüTÓ<;, 142
ávcojiaAxx;, 138 a u t o v í a , 69
ávaxpeXfic;, 124 ácpopiajióc;, 155
ajcaye, 127 á(pÚT], 109
a r ó , 132
áTcaXcx;, 170 p a ic n p io v , 67
árcoPáXAxo, 130 B á K x a i, 7 0
áKÓSei^u;, 109 paicx£UTT]<;, 147
a r c ó l a , 84, 161 PaK^ncóg, 70
á7to0Tiicri, 82, 84, 9 8 , 108 p aX a v eío v , 90
árcó k o iv o u , 58 pa7CTÍCeiv, 126
áTiÓKpeax;, 108 paTiTiajióc;, 83
árcócrroAxx;, 84, 110 P apPapííco, 182
áp á x v ri, 96 p a o íX a a , 166
ápOpíxic;, 153 p a a iA m ;, 120
ápGpov, 215 p a a ílic r a a , 166
ápidTOKpáxrig, 125 P á a ig , 157, 159
-a p o -, 171 paxp áxeioc;, 67
ftpTtuia, 66 p S é M io v , 4 7
&PXáYYeXo<;, 139 pflpuM xx;, 105
á p x e -, 139 pip ^ ía , 118
á p x e ío v , 2 5 , 109 píppog, 103
ápxéK<XKO<;, 201 PXaacprinécú, 126
ápxéiDTioc;, 139 PA évva, 70
á p X i-,2 5 , 139 PoX3ó<;, 91
ápXlTÉKTCOV, 139 poXú;, 119
apxco, 139 P o iá v r i, 170
á a e p f^ , 2 0 9 P p a x u ^ o y ía , 215
áaG evfK , 171 p p a x ú í, 67
áaG m iccx;, 171 *PpÓVTlOV, 109
á a 6 (ia , 161 p i ^ á v u o v , 108
-aajicx;, 154
yaCocpuAxíiaov, 48, 104 8ri|iO K p a T Ía , 6 7 , 7 7 , 1 2 5 , 168
yaXa^íaq, 67 8r||iOKpaTiKCx;, 125
yaXéa, 108 5 i- , 1 4 0 , 145
yeveá, 203 8 i á , 1 3 0 , 138
yeveaXoyía, 203 S ia p á X X ü ), 130
-yéveia, 206, 207, 208 8iáp o X o < ;, 8 4
-yevfig, 206, 207 8 iá |i£ T p o v , 2 1 3
yevváco, 207 8 i á rra o c ó v , 7 6
yévoq, 120, 206 8 iá tcévte , 198
yépíúv, 67 8 iao T o X .fi, 116
yíyag, 74, 118 S iS á c n c a X o g , 170
yíyvonai, 206 S iK a o x f ip io v , 165
y iy v cix jK íú , 160 8ioyevfi<;, 2 0 6
yXuicúppiCa, 84 8 io ík t |o i ^ , 43
yX.utcíx;, 64 S io u p é íú , 158
yv(b|i(úv, 93 S io ó p T ia ig , 158
yóyypcx;, 90 S ó ^ a , 16, 6 9
yó|i<po<;, 110 S ó o ig , 159
yovf), 72 SpÓ K íúv, 7 6
yóvog, 206 5 p 5 |i a , 161
-yovcx;, 206, 207 5 u o - , 130, 1 3 7 , 138
ypanna, 122, 160 S u a y e v f ig , 2 0 9
ypapnamcri, 70, 175 S u o c b v u n o g , 1 3 0 , 137
ypannaxiarÍK, 147
ypa(piKÓ<;, 171 épevog, 105
ypcupco, 160, 171, 196, 199 eyicuK X o^, 7 0
yoovía, 72, 207 é y x e ip é íú , 7 0
ycopUTÓg, 110 e0vo<;, 2 0 5
- e i a , 6 6 , 7 7 , 168
Sáicpuiia, 160 etSog, 163, 187
5á(pvr|, 96 e í 5( ú , 187
Se^icx;, 130 eiScüXov, 86
Sépua, 67 eÍKíbv, 120
Sepuaxocpópog, 204 -eiog, 6 6 , 181
SepuÓKTepog, 205 e ü ;, 132
StiXóíú, 203 ék, 132
*5ruiOKparn<;, 125 ¿K axóv, 204
S rp O K p c m y ;, 125 ÉKpáXAoo, 130
¿KicAjioía, 70, 82, 83 euuevfig, 209
£icA.a|iyu;, 52 eü7iaTpí&n<;, 164
¿ktcx;, 140 eupüoOevfic;, 210
¿Xaíwa, 91 -eimicóg, 172
étayeía, 77, 168 evxpufic;, 209
¿Xermoaúvri, 98 g(pr|3og, 117
"E U tiv, 120 fyiSva, 75
éXlrivia^ióc;, 155 -eco, 158, 161
bXvlivq, 119
¿ji(paívco, 209 Zeú;, 27
éjiípavnfc, 209 Zéípupcx;, 69
év, 132 CñXoc;, 42
év8oy£vf](;, 96, 140 CiyyíPepu;, 42,110
£v8ov, 140 CLCixpov, 42
évOpovíCco, 183 Ccduó^, 42, 103
£vxü3og, 82, 104, 108 Cíbvri, 42
é£opKÍ£a), 126, 183 Ccpov, 65
¿^ócttoxtk;, 132, 209 Z óctijíoc;, 42
££(ü, 140
éneiaó&ov, 132 fiyoüjiévri, 104
é n l, 132 riXeicrpov, 170
ércíGena, 48, 161 ’HAaxjiov , 181
¿7ií0erov, 215 ruii-, 140
ércÍKOivcx;, 58 ípiicpavía, 107
¿7110X0710^, 84 ' HpaKXfíc;, 76
¿TuaxoXf), 91 fixcb, 72
é7iLoroXoYpá(pog, 196
¿TCKpáveia, 77, 168 Géjia, 161
épaaTTK, 147 0£oyvi(;, 75
épyaXeíov, 108 08o8íopáicr^ (mod.), 71
éprinÍTTig, 84, 150 GeoXoyía, 67
£prtfio<;, 84, 86 GeóípiXoc;, 202
¿ a x á p a , 87 Oeparceía, 77, 168
Saco, 140 Géaic;, 158
eu-, 138 0f|KT|, 104
euaYY0A,iov, 6: Oriaaupü^o, 182
euyéveia, 206 Oriaaupóc;, 40, 43, 85, 183
suYevnfe, 206 GXíyic;, 46
©Pqikicx;, 65 ixGü;, 120
Bpónpog, 46, 159 ííoviKÓg, 64
0pón3oxju;, 63, 159
Buiiiaxiípiov, 165 Kapácprig (mod.), 71
0(bpa^, 54, 119 icaGéSpa, 83, 86
Ka0T)Tf)p, 79
-ía, 77, 168 ss. icáGoSog, 67
-ió Stk, 163 Kaíeiv, 108
-laiccx;, 171 Kaina, 108
CauPoQ, 64 icaivóg, 72
'Ióctíúv, 64, 76 K a ia á p e ia , 105
iaxpóg, 117 KaicéncpaTov, 110
- i6 tk, 163 Kánivog, 110
iSuorry;, 147 Kávvapig, 83
íévai, 170 KavoviKÓg, 110
íepo-, 65 K aváv, 120
-í^eiv, 182 K annapu;, 104
-í£(ú, 114, 126, 147, 154, 175, 182 Kápapog, 108
ss., 217 KapSía, 171
-ikcx;, 114, 171 ss., 216 KapSiaKÓg, 171
-ivcx;, 182 icápicapov, 94 /
-iov , 165, 177 Kaptav(ó6TK, 217
ióv, 170 Kapicívcúna, 162
Í717UKCX;, 70 KÓCTTpOV, 105
Í7i7i07iÓTaMCx;, 198 KÓCTTCOp, 120
Í7i7icx; noxániog, 198 Kaxá, 126, 130, 132
Í7t7tÓTr)<;, 147 KaTayopeixM, 130
ípig, 119 K a T a K ^ o j, 155
-icnccx;, 176 ss. KaxaK>.UCTHóg, 155
-lapcx;, 154, 155, 175 Kaxá M aiGaiov, 108
ÍCTOOKEXf)g, 124 KaTanéA-Ttig, 9 1
'IapariXiTai, 150 K aTánXaana, 63
-iCToa, 166 ss. kotócttixov, 108
-iCTtfig, 147, 175 K aiá Tpeü;, 126
-icmKÓg, 172, 175 K axaxpáonai, 158
iCTTopía, 77, 168 KaxáxpTloig, 158
-trng, 149 ss. KCtx ’ éviauxóv, 126
-m g , 153 KCrt ’ é^OXTIV, 58
icauna, 109, 161 Kpíjccx;, 96, 127
KÉ6po<;, 96 Kplai^, 158
icéXeixj^a, 109, 161 Kpixfypiov, 165
icevcx;, 72 Kpü7lTTl, 41, 46, 109
Kepáaiov, 118 KpÓCTTdX^CK;, 110
K£(paXf), 67 KDpepváco, 90, 91, 211
ktipivck;, 182 KÚplTOV, 94
KTpcx;, 182 Ku&bviov, 110
KDLi^, 166 kúkvck;, 110
K íXiaaa, 166 kuA.íxvt), 99
íavápa, 104 K^xa, 98, 127, 198
icívruia, 149 KDvriyéxTK;, 153
icípkck;, 96, 127 KDvriYÉTu;, 153
Kippcx;, 160 KUKápiaacx;, 96
KXé7irr|(;, 146 Kúrcpcx;, 117
kAjípcx;, 46, 82 kúotu;, 67
tcXíjia^, 54 kútictck;, 99
kAIctu;, 215 icco3 ick;, 96
koivótt|<;, 216 kcúXov, 72
KOijiáa), 87
K0i¿ir|xf|pi0v, 87, 98, 165 Xxi^páva), 161
koivck;, 72 AaepxiáSry;, 163
KÓXatpoc;, 40, 110 XxxXiá, 67
KÓX.7CCK;, 110 Xa|i7CTT)p, 87
KÓ|i|ia, 35 XapuYYiiccx;, 181
kówii, 95 XcupvTi, 96
Kovxoúpa, 109 X¿y<o, 194, 197
KopáXXiov, 110 XercpcbSTK, 2 17
KopivGiaicóc;, 171 Aeuíxai, 150
KopívGicx;, 171 Xzokcx;, 192
Kopovú;, 106 Xécov, 76
Kcxpivcx;, 86, 110 A.fp|ia, 161
Kpai7ráX.Ti, 43, 91 Aj|wiaxíC<o, 108
Kpavíov, 107 XíOck;, 63, 150
Kpáau;, 158 Xixaveía, 108
-Kparnc;, 125 Xoyijccx;, 80, 130
KpriTCÍ^, 106 Xó yoq,
Kpívco, 149 X úy£,41,97
-Ha, -(icticx;, 160, 204, 216 MÜg, 72
uaCa, 42, 90 HlXTTTlplOV, 41, 165
(iatcápie, 127 HÍxo, 72
taatcpópicx;, Mcoapiiai, 150
jaavTEÍa, 68, 77, 168
(aávru;, 157 vapKÓco, 211
nápjaapov, 83 vapKCOTiKCx;, 211
nápxix;, 120 vaúapxo<;, 117
na% avá,91 vaüXov, 108
|ié0o8cx;, 117 veapcx;, 171
Ií e í o v , 72 veo-, 145
\xzkac,, néAxnva, 168 véo<;, 142, 145
ueXípnXov, 85 veOpov, 67
uexá, 132, 135 VÍKT|, 203
(íétoXXov, 110 viKT((pópo<;, 203
UETOJiOp<pÓ(ú, 159 NiKÓ8ri|iO<;, 203
)aeTa)ióp<(xoau;, 159 vórina, 216
Uti8iohó<;, 155 vó)aiana, 94
|iTiTpÓ7toXu;, 196 vóuoc;, 94
UÍMnCTi?, 67 vócto<;, 153
(aiiavTicjKCú, 158 voü)i)ao<;, 94
jaívGa, 95 voüg, 118
(iiao-, 202
Uiaóyuvo<;, 202 ^évog, 69
Uiaó8r|no<;, 201 Hevoqxov, 68
Uva, 90 ^ éarng, 105
UoXúP8aiva, 117
UOvápxtK, 117 óSuvcbSry;, 217
uovapxía, 23 -oei8fi<;, 124, 163, 187 ss.
Uovaxcx;, 24, 110 -óeig, 217
novo-, 140 6£co, 190
Movocpuavrai, 150 oiSécú, 161
uopcpf), 93, 159 oiBrina, 66, 161
(iopcpóff), 204 oíxoi, 143
UÓp<p(0na, 204 oÍKog, 72
-UO<;, 154, 155 oívcx;, 96
UOuaiKTi, 65, 175 óiaaXcx;, 170
(iouCTiátaov, 109 óiíoyevtk, 124, 206
6|iOiO7ia0f]c;, 125 neAxxayiicóc;, 171
ójió^oyog, 67 n eX acryoí, 171
óttXíttk;, 149 rcepí, 132
ótcXov, 149 TiepiSé^icx;, 130
ópáxaXíCoc;, 87 nepucaA ^íig, 2 0 9
ópOoYpatpía, 77, 168 7rspúiETpo<;, 67
opu^a, 105 Tiepuiéxeia, 68
opu^, 96 TTspiaaóg, 70
ópcpavóc;, 40, 86 Tiepíaxacnc;, 2 1 6
ócnrpaiciCTjióg, 155 TiepaéTcoXi^, 201
oí>, 137 rcexpéAmov, 108
oupá, 73 7iexpoaéA .ivov, 110
otopov, 73 7ir|6óv, 109
- o íd , 159, 162 *7ir)6ó)TTK, 109
mOavcx;, 171
-natirfc, 125 nixGeíx;, 70
TiaíSeu^ia, 216 rcXaxeía, 83
rcaXaÍYOvo<;, 206 n X á iítív , 7 6
TiaXá^r), 96 7iA.t|0uvxikó<;, 2 15
rcav-, 140 7ió8iov, 83
7iav5oK£iov, 105 Tioiétó, 160
rccmupoí;, 110 Tioirma, 160
Trcxpct, 132, 136 TioÍTiaig, 67
7iapa3oA.fi, 84, 116 TCOiTixfK, 6 6 , 116, 147
TiapáSeiaoc;, 83 7tOlT|Xl1cf), 175
TiapáSo^og, 68 Tioivf), 4 3 , 91
TiapáKXriToc;, 108 ttoióxtk;, 2 1 6
7rapaKOÍTT|<;, 153 rcoXéjiapxcx;, 117
rcapáicoiTu;, 153 71ÓA.U;, 7 2 , 120
rcapáXXa^u;, 121 noXívK, 146, 149, 172
TrapáAAnXoq>, 129 ttoXixikóc;, 172
napaaúvGeaic;, 208 rcoA.u-, 140, 145
Trapéyx^ct, 161 TroXír/a^cx;, 123
napGevobv, 120 7roA.ÓYXíoxxoc;, 124
rcapoiicía, 43 7roXÚYcovo<;, 2 0 7
Tiaptovuxta, 87, 98 tioXóXoyoc;, 130
Tráaxco, 197 rcoA.i)UEpíi(;, 124
TiéXayoc;, 109 ttoAúttoix;, 119
KoXvq, 72 ' Pó8o<;, 117
TiovripóípiXcx;, 202 puxfi, 96
7iop<púpa, 95 puGpcx;, 110
rcoaÓTTK, 216 pcopaüo<;, 108
165
k o ttip ,
TIOTTIPIOV, 165 aáypa, 104
tioíx;, 119 CTáic^apov, 106
7ipéa(3u<;, 165 CTávxaXov, 105, 108
rcpeafhrcépiov, 165 aáTKpeipcx;, 106
TipeoPÚTepcx;, 110, 165 Earopcb, 70, 76
npiapíSTK, 163 aapáPapa, 106
rcpó, 132, 212 aaüpcx;, 104
rcpópArina, 63, 74 Leipfiv, 66, 120
TIpOyVOXTTIKÓV, 83 aaojicx;, 67
TtpÓYpawia, 74, 161 oeXrivÍTTK, 150
TtpóGeau;, 212, 216 CTe|ii5aXu;, 103
7ipo0exiicó<;, 205 OTlrtia, 104
rcpcx;, 132 Zi3apÍTTK, 149
TipooTCocntcn, 215 cnv&bv, 106
TipoacpSía, 215 -ctu;, 157 ss., 212, 216
Tipóacojrov, 93 OKátax, 108
TiptDTÓicoXXov, 108 CTKT)Vfl, 43
rcptúTOv, 141, 143 cnciÍJrTpov, 47, 85, 117
TmaávTi, 90 ctkXA(3o<;, 108
TixúaXov, 46 CTKÓX.IOV, 73
nu^ú;, 109 OKÓrceXcx;, 91
7tú^o<;, 96 CTKOTIÉCO, 197
rcüp, 70 onápaY6o<;, 47
rcúpYO<;, 96 XoSoiiiTca, 150
núppcx;, 70 ao(pía, 168
ao<pó<;, 168
pácpavcx;, 40, 82 CT7lá0T|, 85
paycpSóg, 117 cmaonót;, 47
fievua, 65 fTTtóyyri, 96
peuiiaxíCü), 44,66 cntupi;, 93,99
pritopiKTi, 67, 175 CTTa(puX.ívTi, 106
pí£a, 69 CTTiYtifi, 35
pó6ov, 96 CTió|iaxo<;, 171
242 ¿ 0 5 helenismos
(las españolas van en redonda, las latinas en cursiva; de las demás se señala
entre paréntesis su origen: al. = alemán, ár. = árabe, cat. = catalán, fr. = francés,
ing. = inglés, it. = italiano, occ. = occitano o provenzal, port. = portugués)
Págs.
S ím b o l o s f o n é t ic o s y s ig n o s d i a c r í t i c o s ........................................... 9
A b r e v ia t u r a s b ib l io g r á f ic a s m á s f r e c u e n t e s ............................. 10
In t r o d u c c ió n ............................................................................................................... 11
§ 1 .1 . E l d íg r a fo { c h } ................................................................................. 23
§ 1.2 . E l g r a fe m a { x } ................................................................................... 25
§ 1.3 . E l g r a fe m a { z } ................................................................................... 26
§ 1 .4 . E l g r a fe m a { y } ................................................................................... 27
§ 1 .5 . E l g r a fe m a { k } ................................................................................... 28
§ 1 .6 . E l g r a fe m a { h } ................................................................................... 29
§ 1 .7 . R e c a p i t u l a c i ó n .............................................................................. .... 31
§ 2 . C u e s t io n e s d e n o ta c ió n p r o s ó d i c a ..................................................... 32
§ 2 . 1 . A c e n t o s .................................................................................................. 33
§ 2 .2 . S i g n o s d e p u n t u a c ió n y d e m o d a lid a d d e o r a c ió n . . . 34
§ 3 . 1 . L o s f o n e m a s /th/ , /k h/ ...................................................................... 39
§ 3 .2 . E l fo n e m a /p h/ ...................................................................................... 40
§ 3 .3 . E l fo n e m a ! ü l ...................................................................................... 41
§ 3 .4 . E l fo n e m a / z / ...................................................................................... 41
§ 3 .5 . D i p t o n g o s ............................................................................................. 43
§ 4 . C o m b in a c io n e s d e f o n e m a s o f o n o t á c t i c a ...................................... 44
§ 4 .1 . D is tr ib u c ió n d e v o c a le s y c o n s o n a n t e s .............................. 45
§ 4 .2 . G r u p o s d e c o n s o n a n t e s e n p o s ic i ó n i n i c i a l .................... 46
§ 4 .3 . G r u p o s in te r io r e s n o p r o b le m á t ic o s ( h e t e r o s ilá b ic o s ) . 47
§ 4 .4 . G r u p o s in te r io r e s p r o b le m á t ic o s ( h e t e r o s ilá b ic o s ) ___ 48
§ 4 .5 . G r u p o s in te r io r e s t a u t o s i l á b i c o s ............................................. 51
§ 4 .6 . G r u p o s in te r io r e s d e tr es c o n s o n a n t e s ( h e t e r o s ilá b i
c o s ) ............................................................................................................ 52
§ 4 .7 . C o n s o n a n te s f i n a l e s ...................................................................... 53
§ 5. H e le n is m o s y p r o s o d ia e s p a ñ o l a .......................................................... 55
§ 6 . L o s c u lt is m o s d e o r ig e n g r ie g o : p r in c ip io s d e tr a n sc r ip c ió n
y d e a c e n t u a c i ó n ............................................................................................. 58
§ 6 .1 . V o c a l e s .................................................................................................. 63
§ 6 .2 . D i p t o n g o s ............................................................................................. 65
§ 6 .3 . C o n s o n a n t e s ........................................................................................ 66
§ 6 .4 . C o n s o n a n te s d o b le s ...................................................................... 68
§ 6 .5 . C o n s o n a n te s g e m in a d a s ............................................................... 69
§ 6 .6 . C o n v e r g e n c ia u h o m o n im ia ....................................................... 71
§ 6 .7 . P r in c ip io s d e a c e n tu a c ió n d e lo s h e le n is m o s c u lt o s
e s p a ñ o l e s ................................................................................................ 73
§ 6 .7 .1 . I n c o n g r u e n c ia s e n la a c e n t u a c ió n ................................. 77
Págs.
§ 7 . H e le n is m o s p a tr im o n ia le s y s e m i c u lt i s m o s ................................... 80
§ 7 .1 . T ip o lo g ía d e c a m b io s f o n é t i c o s ............................................. 82
§ 8. H e le n is m o s te m p r a n o s e n l a t í n ............................................................ 87
§ 9 . H e le n is m o s m e d ie v a le s n o p a t r i m o n i a le s ...................................... 100
§ 1 1 . A d a p ta c ió n d e lo s h e le n is m o s a la m o r fo lo g ía e s p a ñ o la . . 115
§ 1 1 .1 . S u s t a n t iv o s ..................................................................................... 115
§ 1 1 .1 .1 . T e m a s e n - a ........................................................................... 116
§ 1 1 .1 .2 . T e m a s e n - o ........................................................................... 117
§ 1 1 .1 .3 . T em as en o c l u s i v a ............................................... 118
§ 1 1 .1 .4 . T em as en n a s a l y e n / r / ..................................... 119
§ 1 1 .1 .5 . T em as en /s /, e n / u /, e n / i/ , e n d ip to n g o ; h e te -
r ó c l i t o s ..................................................................................... 120
§ 1 1 .2 . A d j e t iv o s ........................................................................................ 123
§ 1 1 .3 . V e r b o s ............................................................................................... 126
§ 1 1 .4 . L a s d e m á s c la s e s d e p a la b r a s ............................................. 126
§ 1 2 .1 . P r e f i j o s ............................................................................................. 129
Págs.
§ 1 2 .1 .1 . P r e f ijo s p r e p o s i c i o n a l e s ................................................ 130
§ 1 2 .1 .1 .1 . A n ti- ................................................................................... 134
§ 1 2 .1 .1 .2 . H iper- ................................................................................ 134
§ 1 2 .1 .1 .3 . M e t o - ................................................................................. 135
§ 1 2 .1 .1 .4 . P a r a - ................................................................................. 136
§ 1 2 .1 .2 . O tr o s p r e f i j o s ...................................................................... 137
§ 1 2 .1 .2 .1 A -/a n - ................................................................................ 137
§ 1 2 .1 .2 .2 . Dis-, eu - ............................................................................ 138
§ 1 2 .1 .2 .3 . A rch i- ................................................................................ 139
§ 1 2 .1 .2 .4 . Endo-, e x o - .................................................................... 140
§ 1 2 .1 .2 .5 . Di-, hemi-, mono-, pan-, p o li- ............................ 140
§ 1 2 .1 .2 .6 . P roto- ................................................................................ 141
§ 1 2 .1 .2 .7 . Macro-, mega(lo)-,micro-, auto-, e t c ............. 141
§ 1 2 .2 . S u f i j o s ................................................................................................ 145
§ 1 2 .2 .1 . S u f ij o s e x o c é n t r ic o s s u s t a n t i v a d o r e s ................... 146
§ 1 2 .2 .1 .1 . -ta, -ita, -ista ............................................................... 146
§ 1 2 .2 .1 .2 . -itis ...................................................................................... 153
§ 1 2 .2 .1 .3 . - is m o ................................................................................ 154
§ 1 2 .2 .1 .4 . -sis, -o s is ......................................................................... 157
§ 1 2 .2 .1 .5 . -ma, -ema, -o rn a ........................................................ 160
§ 1 2 .2 .1 .6 . -id o ...................................................................................... 162
§ 1 2 .2 .1 .7 . - t e ñ o ................................................................................ 165
§ 1 2 .2 .1 .8 . -isa, - e s a ......................................................................... 166
§ 1 2 . 2 . 1 . 9 . - ¿ a ........................................................................................ 168
§ 1 2 .2 .2 . S u f ij o s e x o c é n t r ic o s a d j e t iv a d o r e s ....................... 171
§ 1 2 .2 .2 .1 . -ico, -iaco, - ís tic o ..................................................... 171
§ 1 2 .2 .2 .2 . -esco, - is c o .................................................................... 176
§ 1 2 .2 .2 .3 .-e o ..................................................................................... 181
§ 1 2 .2 .3 . S u f ij o s e x o c é n t r ic o s v e r b a liz a d o r e s .................. 182
§ 1 2 .2 .3 .1 . V e r b o s d e a d je tiv a le s (tip o le g a liza r) .......... 184
§ 1 2 .2 .3 .2 . V e r b o s d e a d j e t iv a le s ( t i p o profundizar ) . . . 184
§ 1 2 .2 .3 .3 . V e r b o s d e n o m í n a l e s ................................................ 184
§ 1 2 .2 .4 . S u f ij o s a p r e c ia tiv o s o e n d o c é n t r i c o s .................. 186
Págs.
§ 12.3. C o m posición............................................................... 191
§ 12.3.1. Compuestos por yuxtaposición.......................... 194
§ 12.3.1.1. Heterólogos de complementación y
heterólogos de atribución..................................... 194
§ 12.3.1.2. Homólogos determinativos y homólogos
cop ulativo s..................................................... 195
§ 12.3.2. Compuestos sintagmáticos y preposicionales . 198
§ 12.3.3. Diferencias entre compuestos españoles y
compuestos con combinemas g rie g o s.............. 198
§ 12.3.4. Composición griega antigua y composición
m o d ern a................................................................. 200
§ 12.4. Sobre la parasíntesis ................................................. 208
§ 12.5. Otros procedimientos de formación de palabras:
acortamientos y am algam as..................................... 210
§ 12.6. El calco de fo rm a c ió n ............................................... 212
C o n c lu s io n e s ..................................................................................... 218
Ín d ic e d e p a la b r a s g r i e g a s ......................................................... 233
Ín d ic e de p a la b ra s e s p a ñ o la s , la t i n a s y de o tra s le n
g u a s ............................................................................................... 245
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA