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Consejos y técnicas para

directores de alabanza

¿Por qué la gente no canta?


He encontrado algunas razones del porqué la congregación no canta,
aquí les presento algunas:
 No se saben bien las canciones. No espere a que su audiencia cante
hasta que no hayan escuchado la canción varias veces.
 La música está muy suave o baja. Si su sistema de sonido no está lo
suficientemente alto, entonces la gente se sentirá muy expuesta y
no cantará.
 También si nota que cierta sección de su congregación
consistentemente no está participando es probable que tenga una
cobertura de sonido muy pobre. Trabaje con su sonidista o sistema
de sonido para mejorarlo. Camine alrededor del salón principal
mientras cantan una canción y escuche los niveles de sonido. Si su
sistema suena lo suficiente alto pero muy “delgado” entonces
podría considerar agregar un bafle o bajo para adherir un final
bajo.
 Su música está muy alta o escandalosa. Usualmente se nota
cuando la gente se tapa los oídos.
 A su congregación no le gusta su música. Usted debe conocer a su
audiencia, qué les gusta y qué no. Algunas veces no es porque la
canción sea “mala” sino que fue tocada pobremente durante el
servicio (por no decir mediocremente). Por ejemplo, si acaba de
terminar 15 minutos de música suave o lenta, su congregación
podría estar lista para un cambio de ritmo en la
instrumentación/tiempo. Otra canción lenta puede tender
a aburrir a su audiencia. Ponga atención a lo que Dios está
haciendo en ese momento.
Tenga algo que decir
 Si habla mientras dirige el tiempo de alabanza y adoraciónm,
asegúrese que tiene algo que decir que es relevante a la adoración.
 Hable claramente.

 No hable demasiado.

 Haga referencia de la biblia, del versículo de donde proviene esa


canción o coro. De esa manera la congregación se da cuenta
de que realmente están cantando la Palabra de Dios. Su Palabra es
poderosa y efectiva y cuando hace referencia de ella hay
algo que permite a la gente a enfocarse, entender La Escritura y
obtener aún más de ese tiempo de adoración.
Errores comunes del director de alabanza
 No prepararse espiritualmente para dirigir – sin pasar ese tiempo
construyendo una relación con Dios, el director de alabanza se
dará cuenta de que todo su esfuerzo no produjo resultados.
 Fallar en adorar usted mismo con la gente.
 Fallar en dar razones por las distintas maneras de adorar - de vez
en cuando necesitamos recordarles a la gente porqué aplaudimos,
gritamos, levantamos las manos, etc. Si no lo hacemos podemos
caer en peligro de que estas cosas se conviertan en pura tradición
y rutina en lugar de expresiones dinámicas de alabanza a Dios.
 Tiempos de alabanza super largos- compuestos por una lista de
canciones que van de 10 a 15 ó cantando 4 o 5 canciones repetidas
20 veces cada una (bueno, ahí estoy exagerando, pero entienden
mi punto). Obviamente si el Espiritu Santo está moviéndose en ese
momento específicamente, es necesario prestar atención a lo que
Dios quiere hacer sin límite de tiempo.
 Enseñar demasiadas nuevas canciones.
 Hablar demasiado en medio de las canciones – Una de las grandes
molestias de la congregación es que el director SIEMPRE intenta
decir algo. Deje que las canciones fluyan sin tener que dar sus
opiniones y comentarios TODO el tiempo.
 Selección de tono indebido – Si el director elige dirigir un canto en
un tono que es muy bajo o muy alto para el cantante promedio, la
congregación tenderá a parar de cantar por la frustración e
insuficiencia de alcanzar esas notas.
 No proveer la letra de las canciones a la gente.
 No repetir suficientemente el coro - Las estadísticas enseñan que la
mayoría de la gente necesita repetir un coro por lo menos tres
veces antes de que ellos realmente puedan poner su corazón en la
canción.
 Todo está muy fuerte – Usualmente la queja más grande en las
iglesias (especialmente edificios con auditorios pequeños) es el
nivel de volumen. Desafortunadamente pareciera que a muchos
directores no les importa los oídos de la gente. La música es una
gran fuente de atracción para cualquier iglesia, pero si el volumen
es demasiado fuerte, esto desalentará sus propios fieles de querer
asistir más.
 No ensaya con su equipo de alabanza o tiene tiempos de ensayo de
3 a 4 horas un día antes o el mismo día del servicio.
 No pasa tiempo con su equipo de alabanza fuera de las paredes de
la iglesia (carnes asadas, parque, etc).
 No se capacita musicalmente.
 No lee.
 No tiene una relación de amistad con el pastor.
 No tiene la menor idea de la visión del pastor.
 No tiene enfoque congregacional - Como directores de alabanza,
tenemos que identificar dónde y qué tiene Dios para su pueblo.
Esto requiere preparación, como sea, sin embargo puede ser muy
espontáneo. Uno de los errores más comunes que veo es la
incapacidad de separar lo que es personal y lo que debería ser para
la congregación, como resultado se perdió completamente ese
momento.
 No sonríe – Es algo muy sencillo pero aún así es algo que no se
hace. El problema es que hay directores que están intentando con
todas sus fuerzas a que pase algo y en el proceso dan la impresión
de ser muy serios o exigentes. Una cara feliz siempre sirve.

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