Está en la página 1de 2

1.1.

1 DESTINO DE LA EMPRESA
La junta de acreedores reunidos decidirá después el destino de la empresa, para lo cual, tal como
menciona MONTOYA (2003, p. 776), existen dos alternativas:
1) Que continúe la actividad de la empresa, entrando la empresa en un proceso de
reestructuración patrimonial
2) Acordar la disolución y liquidación de la empresa, en cuyo caso se deberá suscribir el
acuerdo de liquidación con los acreedores para liquidar los activos de la empresa y pagar
sus obligaciones. Se trata de un acuerdo extrajudicial. La quiebra será una consecuencia
de la gestión infructuosa de la liquidación.
Para el desarrollo de estas actividades, la junta de acreedores se reunirá en un plazo de 30 días.
En la reunión de instalación de la junta, ésta se puede pronunciar sobre los siguientes temas: a)
elección de sus autoridades; b) decisión sobre el destino del deudor; c) aprobación del régimen de
administración o designación de Liquidador, de ser el caso; d) aprobación del Plan de
Reestructuración o del Convenio de Liquidación; e) nombramiento del comité de Junta de
Acreedores y delegación de facultades.
Además, para lo toma de estos acuerdos, existen algunas condiciones denominadas Mayorías
requeridas para la adopción de acuerdos. Esta mayoría requerida, es representada por el voto de
los acreedores que representen un importe mayor al 66,6% del monto total de los créditos
reconocidos. Existen también, ciertas disposiciones que no están contenidas en la Ley, en los que
los acuerdos podrán ser tomados con los votos de los acreedores que representen más del 50% del
monto total de los acreedores.
1.1.2 LA JUNTA DE ACREEDORES
Tienen derecho a participar en la Junta de acreedores todas aquellas personas que
presenten títulos a la comisión donde consten sus créditos, y que hayan sido aprobados y
reconocidos por la Comisión, lo que se hará conocer al deudor para que tenga
conocimiento de su participación al momento de fijar el quorum y su peso en las
decisiones. (MONTOYA, 2003, p. 778)
Todos los acuerdos que se tomen en la Junta de Acreedores se debe constar en actas, las que
deberán ser aprobadas y suscritas por el Presidente de la Junta, el representante de la Comisión y
un acreedor designado para este efecto en la misma Junta.
También se establecen los representantes respecto al pago de los créditos, siendo los créditos
correspondientes a la falta de pago de remuneraciones y beneficios sociales representados por un
solo acreedor designado por el Ministerio de Trabajo y Promoción Social. Del mismo modo, la
representación de los créditos correspondientes al Estado, serán ejercidos por un representante
designado por el Ministerio de Economía y Finanzas.
La Junta de Acreedores podrá designar entre sus miembros a un Comité en el cual delegue todo
o en parte las atribuciones que le confiere esta Ley, con excepción de la decisión respecto al
destino de la empresa, el Plan de Reestructuración, del Convenio de Liquidación o del Convenio
Concursal.
En ese sentido, los Acuerdos de la Junta, el Plan de reestructuración, el Convenio Concursal, el
Convenio de Liquidación y el auto Judicial que declara la quiebra, surten sus efectos frente al
insolvente y sus acreedores desde el momento en que son adoptados, suscritos o quedan
consentidos, según corresponda.
La Comisión nombrada será competente para el reconocimiento de los créditos que formen parte
del proceso, mientras se mantenga el estado de insolvencia del deudor.
1.1.3 EL PLAN DE REESTRUCTURACIÓN
El plan de Reestructuración contiene las acciones que se propone ejecutar el Administrador
(nombrado por la Junta de Acreedores), dentro de un plazo previsto. Del mismo modo, este plan
de Reestructuración, deberá incluir el monto total de las obligaciones pendientes de pago, a la
fecha que declaró la insolvencia; el cronograma de pago de créditos hasta su cancelación; el
financiamiento de la inversión requerida para la continuación de la actividad de la empresa, así
como toda herramienta para la administración de una empresa en actividad.
Este plan de reestructuración aprobado con la mayoría de ley, obliga al insolvente y a todos sus
acreedores, aun cuando se hayan opuesto a los acuerdos, no hayan asistido a la Junta por cualquier
motivo. En ningún caso se capitalizarán ni condonarán créditos del Estado. Esta condición no
puede ser enervada por el acuerdo de junta, en todo caso, el representante del Estado hará
prevalecer la norma por encima del acuerdo mayoritario de la Junta de Acreedores.
Es importante que, aprobado el Plan de Reestructuración, el acta de la Junta correspondiente
deberá ser inscrita por el Administrador de la empresa en los registros a que hubiere lugar.
Además, durante el proceso de reestructuración, no se respetará el pago de las deudas en función
de la prelación establecida, salvo pacto contrario establecido en cuanto a un orden de preferencia.
El Proceso de Reestructuración concluye por vencimiento del plazo, sin que la Junta acuerde su
prórroga, por haberse cumplido con el pago de los créditos reconocidos.
En caso de que el Plan de Reestructuración sea rechazado, la Comisión podrá asumir la
conducción del proceso de disolución y liquidación del insolvente.

1.1.4 LA DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE LA EMPRESA


Debido a que la Junta de Acreedores tiene la facultad de fijar el destino de la empresa; y,
suponiendo que se rechazó el Proceso de Reestructuración, se podrá acordar la disolución y
liquidación de la sociedad, lo cual responderá a la inviabilidad económica de la empresa,
evaluación que conlleva la decisión forzada de ingresar a la fase de disolución y liquidación.
Aprobada la disolución y liquidación por la Junta de acreedores, la ley establece el marco para el
nombramiento del liquidador y la aprobación y ejecución del convenio de liquidación. Nombrado
el liquidador, la Junta de Acreedores deberá reunirse dentro de los veinte días hábiles siguientes
la Junta con el objeto de aprobar y suscribir el respectivo Convenio de Liquidación, para cuyo
efecto deberá citarse también al representante de la Empresa y al Liquidador designado.
Respecto a las clases de Convenios, MONTOYA (2003, p. 786) dice:
Éstos podrán ser de liquidación de los bienes del insolvente; condonación de parte de las
deudas; ampliación del plazo de sus obligaciones; refinación del pago de sus
obligaciones; constitución de garantías para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones
y la forma de pago de los honorarios y gastos que demande el proceso de liquidación; y
sobre cualquier otro acto que tenga relación con el pago de las obligaciones y la
liquidación de los bienes de la empresa, así como el pago de los gastos y honorarios que
ésta demande.
El Convenio será válido y obligatorio no sólo para la empresa, el Liquidador y los acreedores que
lo hubieran suscrito, sino también para todos los demás acreedores aunque no hayan asistido a la
junta o se hayan opuesto a dicho acuerdo.

También podría gustarte