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Capítulo 20
El pentecostalismo
Juan Driver, La fe en la periferia de la historia:
Una historia del pueblo cristiano desde la perspectiva de los movimientos de restauración y reforma radical

«Podemos … concluir que hemos de esperar darse cuenta de que Cristo le es hecho su santi-
un derramamiento del Espíritu Santo en rela- ficación; bautizarse inmediatamente en agua;
ción con la segunda venida de Cristo y tanto entonces ser lleno del Espíritu y comenzar a
más grande que la efusión pentecostal del Es- hablar en lenguas en menos de tres días des-
píritu; así como fueron las lluvias otoñales mu- pués de haber recibido a Cristo como Salvador.
cho más abundantes que las lloviznas de la Si todos los cristianos nominales fueran cristia-
primavera. … Estamos en un tiempo cuando nos bíblicos normales, en realidad las lenguas
podemos esperar estas lluvias tardías.» (A. B. hubieran venido en las primeras etapas de su
Simpson: La Alianza Cristiana y Misionera, 19.10, niñez en Cristo.» (E. N. Bell)4
1907, p. 38)1 «Recibir el bautismo del Espíritu Santo no le
«Gritaron durante tres días y tres noches. hace a uno pentecostal. Es lo que hace después
Era la pascua de la Resurrección. La gente llegó de recibir el bautismo lo que le convierte a uno
de todas partes. A la mañana siguiente uno no en pentecostal.» (W. I. Evans)5
podía ni acercarse a la casa. A medida que la
«Desde sus mismos comienzos, el movi-
gente entraba caían bajo el Poder de Dios; y la
miento [pentecostal] se ha caracterizado por los
ciudad entera fue conmovida. Gritaron hasta principios cuáqueros. Las leyes del Reino, da-
que los cimientos de la casa cedieron, pero na-
das por nuestro hermano mayor, Jesucristo, en
die sufrió daño.» (Pentecostal Evangel, 6.4. 1946, su Sermón del Monte, han sido adoptadas sin
p. 6)2
reservas, y consecuentemente el movimiento se
«Era algo muy extraordinario, que pastores ha opuesto a todo derramamiento de sangre
blancos del sur gustosamente se prepararon humana, y a la resistencia contra la agresión.
para ir a Los Angeles con los negros, para po- Todas las ramas del movimiento, sean las que
der tener comunión con ellos y recibir median- están en los Estados Unidos, en Canadá, en
te sus oraciones e intercesiones las bendiciones Gran Bretaña, o en Alemania, han mantenido
del Espíritu. Y fue aún más maravilloso que es- este principio.» (Stanley Frodsham, Weekly
tos pastores blancos volvieran al sur e informa- Evangel, 4.8, 1917, p. 6)6
ran a sus congregaciones que habían estado
«América no podrá reprimir a treinta millo-
con negros, que habían orado juntos en un solo nes de personas en camino a su realización, sin
Espíritu y que habían recibido las mismas ben-
destruir la nación entera en el proceso. …
diciones que ellos.» (A. A. Boddy)3
América fue construida a costa del trabajo de
«Yo honestamente pienso que todo hijo de los negros. Los negros plantaron el algodón,
Dios debe, desde el primer momento de su fe, pero tienen que vestirse de trapos. Los negros
construyeron las vías ferroviarias, pero no se
les permitía viajar en los trenes. Un médico ne-
1 Edith L. Blumhofer: The Assemblies of God: A Chapter in
gro descubrió el plasma sanguíneo, pero murió
the Story of American Pentecostalism, Springfield, MO,
Gospel Publishing House, 1989, vol. 1, p. 151.
cuando nadie le quiso dar una transfusión de
sangre. … Esta situación no puede ser cambia-
2 Walter J. Hollenweger: The Pentecostals: The Charismatic
Movement in the Churches, Minneapolis, MN, Augsburg
Publishing House, 1972, p. 23. [Hay trad. española, 4 Edith L. Blumhofer, op. cit., vol. I, p. 220.
Walter Hollenweger: El pentecostalismo. Historia y doc-
trinas, Buenos Aires, La Aurora, 1976.] 5 Ibíd., vol. II, p. 190.
3 Ibíd., p. 24. 6 Ibíd., vol. I, p. 353.

© 1997 Juan Driver y Ediciones Semilla, Cd. Guatemala,Guatemala. ISBN 84-89389-08-X


http://www.semilla.org.gt/espanol/ediciones/edic.html
2 El pentecostalismo

da por medio de la violencia de las armas, sino Tras la muerte de su madre, el padre de Par-
sólo por la violencia de la no-violencia.» (Art- ham se casó con la hija de un predicador metodis-
hur Brazier, evangelista pentecostal en Chica- ta itinerante. Era una mujer de profunda espiritua-
go)7 lidad y fortaleza de carácter, con una predilección
por las manifestaciones de poder de la religión de
El pentecostalismo ha sido un movimiento ex-
plosivo, de difusión global. Es un movimiento antaño. Y a la edad de quince años encontramos al
joven Parham comenzando sus primeras reunio-
complejo y multifacético. Incluye el pentecosta-
lismo clásico, que surgió a principios del siglo XX, nes de evangelización. Estudió dos años del curso
normal en la academia asociada de una institución
y el neopentecostalismo, o movimiento carismáti-
co, que surgió en la sexta década de nuestro siglo metodista en un pueblo cercano, pero reconoció
que sus «tareas religiosas» no le dejaban tiempo
y que ha hecho sentir su presencia en todas las
adecuado para sus estudios. Su estado de salud
confesiones y denominaciones en el curso de la
segunda mitad de este siglo. Entre estos dos tipos nunca había sido muy bueno, y cuando ésta se de-
terioró al punto de poner en riesgo su vida, a los
de pentecostalismo se destacan semejanzas fun-
damentales al igual que marcadas diferencias. Pe- dieciocho años de edad, Parham suplicó la sani-
dad prometiendo dedicarse al ministerio cristiano.
ro, por importante que sea el tema, dentro de los
límites de este capítulo sólo será posible describir A partir del año 1893 Parham comenzó una se-
el primero de estos movimientos, muy a grandes rie de pastorados en congregaciones metodistas
rasgos, y examinar especialmente la forma en que con licencia provisional. Pero después de un par
ha sido un movimiento de los marginados y des- de años sin resultados visibles se volvió inquieto,
heredados y un esfuerzo por restaurar la visión y renunció a su afiliación metodista y se inició en un
la dinámica del cristianismo primitivo en el poder ministerio evangelístico independiente. Pensaba
del Espíritu de Aquel que fue «ungido para dar que el verdadero cristianismo bíblico difícilmente
buenas nuevas a los pobres». podía experimentarse en un contexto denomina-
cional tradicional y comenzó a llamar su visión «la
Los comienzos del movimiento pente- fe apostólica». En su itinerancia encontró a mu-
costal en los Estados Unidos8 chas personas abiertas a sus ideas y sus pre-
Charles F. Parham (1873-1929), hombre un tan- ocupaciones por la santidad de la Iglesia. Entre
to excéntrico, inquieto en su búsqueda espiritual, sus contactos personales se encontraba un cuáque-
intenso en su actividad, valientemente profético, ro inglés, David Baker, con quien se dedicó al es-
intransigente en la controversia y motivado por tudio y la interpretación de la Biblia que contribu-
cierto sentido de destino divino, representa la yó al radicalismo que habría de caracterizarlo du-
quinta esencia de la personalidad pentecostal. Fue rante el resto de su vida. Formalizó esta nueva
criado en el seno de una familia humilde de pio- predilección por la espiritualidad cuáquera, con su
neros, en las vastas praderas del viejo oeste en el dependencia directa en el Espíritu de Dios y su
estado de Kansas. A los doce años tuvo su primera profunda antipatía hacia las instituciones y con-
experiencia religiosa bajo el ministerio de un pre- venciones de la cristiandad establecida, y se casó
dicador congregacionalista itinerante que visitaba con la nieta de Baker.
su pueblo. Posteriormente la familia estableció re- Una nueva crisis de salud le llevó a orar por su
laciones con el pastor de una denominación que sanidad, y, una vez restablecido, comenzó a inte-
enfatizaba la santidad de vida y una experiencia grar la sanidad en su mensaje evangelístico. En su
espiritual de tipo carismático, elementos que ministerio enseñaba la salvación, la sanidad y la
habrían de caracterizar el ministerio de Parham. santificación por la fe, la imposición de manos, el
bautismo del Espíritu Santo y fuego y la segunda
venida de Cristo. Enfatizaba cada vez más la sani-
7 Citado en Arthur M. Brazier: Black Self-Determination:
dad y llegó a señalar que ésta es parte de la obra
The Story of the Woodlawn Organization, Grand Rapids,
MI, W. B. Eerdmans, 1969, por Walter J. Hollenweger, redentora de Cristo y debe ser tanto un aspecto
«Pentecostalism and Black Power», Theology Today, del evangelio como lo es el perdón de los pecados.
(Oct. 1973) vol. XXX, Núm. 3, pp. 228-229. Finalmente, llegó a abogar por la normatividad de
la santificación como una segunda obra de gracia
8 Para esta sección véase Blumhofer, op. cit., vol. I, pp.
67-110. —posición sostenida por el movimiento de santi-
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dad presente en las corrientes wesleyanas— y En 1905 Parham, acompañado por un nutrido
también por una experiencia adicional: el bautis- grupo de seguidores, fue a Texas para compartir
mo del Espíritu Santo. su mensaje. Entre las personas tocadas por su mi-
nisterio en Houston, estaba un grupo de negros,
Después de viajar por todo el sector noreste de
Lucy Farrow, William J. Seymour y J. A. Warren,
los Estados Unidos, y aun hasta Canadá, para ex-
plorar «las últimas verdades restauradas por los que habrían de ser el eslabón clave que determina-
ría en buena parte el futuro del movimiento no só-
movimientos de los postreros tiempos», abrió una
escuela bíblica para difundir su visión en Topeka, lo entre los negros, sino también entre los blancos
pobres del sur. Por su parte, Parham no estaba a la
Kansas. En sus viajes, Parham había recibido la
influencia de un ex-ministro de los bautistas libres altura del momento, comenzó a manifestar ciertas
actitudes racistas que no pudo superar y, triste-
que compartió su visión de «la restauración de to-
mente, de allí en adelante su ministerio continuó
das las cosas» y la realización del reino de Dios.
Entre otras cosas, esto incluía la recuperación de bajo sombras y sospechas.
una fe plenamente apostólica en los últimos tiem- Farrow y Seymour procedían de misiones para
pos, intensidad de la experiencia religiosa y aper- los negros auspiciadas por las así llamadas iglesias
tura a las revelaciones del Espíritu. Por su parte, de santidad. En ellas conocieron a Neeley Terry,
Parham había llegado a enseñar un bautismo del una negra de Los Angeles que participaba en una
Espíritu y fuego como experiencia posterior a la misión de la misma corriente, cuya pastora había
santificación. sido expulsada por fomentar la experiencia de
santificación mediante una crisis espiritual. De
El primero de enero de 1901, una de las estu-
vuelta a Los Angeles, ella animó al grupo para que
diantes en la escuela bíblica de Parham pidió ora-
invitaran a Seymour como pastor asociado. En
ción, con imposición de manos, a fin de recibir el
bautismo del Espíritu Santo y fuego, y efectiva- enero de 1906, Seymour partió hacia Los Angeles
y, poco después, Lucy Farrow y J. A. Warren se
mente, recibió el don de lenguas. A los pocos días,
más de una docena de personas habían hablado en unieron a él en la obra. Allí, en un sector humilde
de la ciudad, los tres comenzaron a compartir el
lenguas, y Parham concluyó que el don de lenguas
mensaje de la Fe Apostólica, que habían recibido
era la evidencia bíblica de haber sido bautizado en
de Parham, entre personas que procedían de mi-
el Espíritu Santo. La experiencia de las lenguas era
siones independientes cuyos líderes estaban an-
para Parham una dimensión más de la fe apostóli-
ca neotestamentaria, que él intentaba restaurar. siosos de recibir el nuevo derramamiento del Espí-
ritu Santo, prometido para los postreros tiempos.
Esta experiencia de restauración de la fe apos-
En su primer sermón, Seymour predicó su
tólica marcó el fin de la escuela bíblica. En los me-
ses siguientes Parham visitó a sus simpatizantes mensaje de las lenguas como señal inicial del bau-
tismo del Espíritu a un auditorio que consideraba
en Kansas y Misuri para compartir sus nuevas ex-
periencias. En enero de 1904, el diario de Joplin, que la santificación sola era la evidencia concreta
del bautismo del Espíritu. Esta diferencia llegaría
Misuri, informó que 8 000 personas habían encon-
a distinguir el pentecostalismo entre los negros del
trado la salvación y 1 000 habían sido sanadas. En
esta zona minera de gente humilde, Parham en- movimiento blanco. Los negros llegaron a enseñar
un camino de salvación en tres pasos: la conver-
contró la aceptación que en otros lugares no había
recibido. Y en los años siguientes se organizó un sión, o regeneración; una experiencia mediante
una crisis definitiva de santificación, también lla-
núcleo de congregaciones de la Fe Apostólica en el
sureste de Kansas, el suroeste de Misuri y el nores- mada «segunda bendición»; y el bautismo del Es-
píritu acompañado de lenguas.9 Esto era demasia-
te de Oklahoma. Durante el resto de su vida, sus
do novedoso para la congregación y Seymour fue
seguidores más leales procedían de estos círculos.
El contenido fundamental de su predicación era expulsado de su seno.
Jesús, su vida y sus enseñanzas, y la salvación, Pero Seymour persistió en la casa de unos sim-
culminando en un bautismo del Espíritu que re- patizantes, predicando a un grupo mixto de gente
sultaba en una vida de santidad para todos los humilde de la clase obrera. El 9 de abril de 1906,
creyentes.

9 Hollenweger,op. cit., p. 25.


4 El pentecostalismo

Seymour y siete personas más recibieron el bau- taba un retorno a las prácticas neotestamentarias.
tismo del Espíritu que él había predicado con tan- Mediante el bautismo del Espíritu Santo se restau-
ta diligencia. Las noticias de las lenguas corrieron raba la «fe apostólica, una vez entregada a los san-
rápidamente y grandes grupos llenaron la calle tos». Creyendo vivir los postreros tiempos, expe-
para oír a Seymour predicar desde el balcón de la rimentaban una restauración del cristianismo pri-
casa. Tanto negros como blancos acudían buscan- mitivo y apostólico. «Cuando el Espíritu Santo ca-
do lo que Seymour describía como la única «evi- yó sobre los ciento veinte, era la madrugada de la
dencia bíblica» de un bautismo auténtico y neotes- dispensación del Espíritu Santo. Hoy estamos vi-
tamentario del Espíritu Santo. Obligados por la viendo ya la tardecita de la dispensación del Espí-
respuesta multitudinaria, Seymour descubrió una ritu Santo. Y como fueron las cosas en la madru-
iglesia metodista abandonada en la calle Azuza. gada, así serán en la tardecita. Este es el último
La prensa local se refirió al acontecimiento bajo los llamado evangelístico del día.»11
titulares: «Extraño Babel de lenguas; Surge nueva Con altibajos, y a veces ciertos excesos, el mo-
secta fanática; Un escenario loco anoche en la calle
vimiento de Fe Apostólica en Los Angeles seguía
Azuza». creciendo. Hacia finales del año 1906 se estimaba
Los Angeles, que en esa época contaba con po- que 13 000 personas habían recibido el don de len-
co más de un cuarto de millón de habitantes, esta- guas como evidencia de su bautismo del Espíritu
ba experimentando un crecimiento demográfico Santo. Seymour solía bajar a la playa con su con-
principalmente entre la gente humilde y pobre gregación y bautizar más de cien personas a la vez
procedente del medioeste y del sur que buscaban en las aguas del Pacífico. Muchos que vinieron por
mejorar su situación, y cuya experiencia religiosa curiosidad se quedaron hasta experimentar un
la habían tenido principalmente entre los movi- bautismo del Espíritu para luego compartir su ex-
mientos restauracionistas y de santidad. Los acon- periencia a través del país y aun alrededor del
tecimientos en la calle Azuza fueron de especial mundo.
interés en estos círculos independientes. Una re- En cierto sentido, el movimiento representaba
vista de la época, La Fe Apostólica, informó que «las
una nueva interpretación de la historia de salva-
reuniones comienzan a las 10:00 de la mañana y
ción. De acuerdo con su perspectiva, las personas
no terminan hasta las 10:00 o 12:00 de la noche, y
tocadas por la experiencia renovadora en la calle
algunas veces a las 2:00 o 3:00 de la madrugada,
Azuza se encontraban en el centro mismo del pro-
porque vienen tantos buscando, y algunos caen yecto salvífico de Dios de los postreros tiempos.
muertos bajo el poder de Dios».10
Ellos habían sido los marginados por las iglesias
Algunos de los que visitaron la calle Azuza, establecidas y las instituciones sociopolíticas do-
que más tarde llegarían a ser líderes en el movi- minantes y buscaban su propio sentido de identi-
miento pentecostal, fueron profundamente impre- dad. Grupos e individuos fracasados y rechazados
sionados por la experiencia. Seymour era un líder en su contexto socioeconómico y religioso, llega-
carismático que impresionaba, sobre todo por su ron a encontrar sentido para sus vidas en el pue-
humildad personal y por su dependencia absoluta blo restaurado de Dios de los últimos tiempos.
del poder de Dios. Las sanidades ocupaban un lu- Uno de los secretos de la enorme influencia del
gar prominente en las reuniones. Entre las ense- movimiento espiritual de la calle Azuza en los Es-
ñanzas contenidas en su predicación se destacaban tados Unidos se halla en sus raíces en los movi-
el arrepentimiento, la restitución, la santificación, mientos restauracionistas y de santidad, tan am-
la sanidad, el bautismo del Espíritu, evidenciado pliamente enraizados en la conciencia religiosa es-
por el don de lenguas, «como don de poder aña- tadounidense.
dido a una vida de santidad», y el retorno inmi-
nente de Cristo. Y consecuentes con su dependen- Raíces espirituales e ideológicas del
cia absoluta de Dios, no recogían ofrendas. pentecostalismo estadounidense
El movimiento de la calle Azuza no reclamaba 1. Una corriente de espiritualidad estadouni-
para sí novedad alguna. Sencillamente represen- dense que contribuyó al surgimiento del pentecos-

10 Blumhofer,op. cit., vol. I, p. 103. 11 Ibíd., vol. I, p. 105.


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talismo fue el movimiento de santidad, con sus creyentes. Tercero, las expectativas escatológicas
raíces principalmente en el metodismo norteame- ocuparon un lugar muy importante. La restau-
ricano. Motivados por las enseñanzas de Juan ración de la Iglesia se consideraba como elemento
Wesley sobre la perfección cristiana y los podero- intrínseco en el desenlace final de los propósitos
sos himnos sobre el tema de la experiencia espiri- salvíficos de Dios. Cuarto, se cuestionaba el de-
tual de su hermano Carlos, los promotores meto- nominacionalismo con sus respectivos reclamos
distas de la santidad se referían a la posibilidad de de derecho de autoridad eclesial. Las tradiciones
una «santificación entera». También señalaban eclesiásticas y los credos con que solían definir sus
una «segunda obra definitiva de gracia» mediante identidades eclesiales eran objetos de sospecha en
la cual la inclinación al pecado sería desarraigada los círculos restauracionistas. Los Hermanos de
y en su lugar se experimentaría un amor perfecto. Plymouth, movimiento inglés contemporáneo, nos
Esta experiencia solía llamarse una «segunda ben- ofrecen un claro ejemplo de esta preocupación an-
dición» o «bautismo del Espíritu Santo». General- tieclesiástica.
mente se pensaba en la santificación tanto en tér-
Así que, el restauracionismo del siglo XIX con-
minos progresivos como instantáneos. «La santifi- tribuyó sustancialmente a la formación de una
cación es una obra progresiva, mientras que la en-
subcultura separatista que facilitaría el surgimien-
tera santificación es una experiencia instantánea. to del pentecostalismo, pues sus adherentes pro-
Llega el momento en que las tinieblas desapare-
cedían principalmente de estratos sociales que se
cen; en que el Adán moribundo muere y el nuevo
encontraban marginados por la corriente sociorre-
Adán vive; … en que la santificación pasa a ser en- ligiosa predominante en los Estados Unidos. Co-
tera santificación.»12
mo restauracionistas, ellos creían haber descubier-
Especialmente durante las últimas décadas del to el camino bíblico a la superación en sus luchas
siglo XIX, este movimiento de santidad, enraizado diarias por la supervivencia. Pensaban haber des-
en el wesleyanismo estadounidense, produjo una cubierto de nuevo la dinámica, el mensaje y las
espiritualidad característica mediante sus himnos formas del cristianismo primitivo.
y cantos, sus típicas y extensas reuniones de pre-
3. Durante las últimas décadas del siglo XIX, el
dicación evangelística y su profundización en la
protestantismo conservador en los Estados Unidos
santidad. Se enseñaba la realidad de dos experien-
experimentó un interés creciente en la segunda
cias espirituales. En la segunda las personas «reci-
venida premilenial de Cristo. La visión dispensa-
bían un nuevo poder». Este movimiento tendía a cionalista de la historia, articulada por Juan Nel-
concentrarse entre los sectores campesinos y entre
son Darby, proclamaba un inminente retorno de
los blancos y negros de condición humilde en el Cristo y un rapto secreto de la Iglesia, seguido por
sur y el oeste de los Estados Unidos. Sobre todo
un reinado milenario sobre la tierra. Con algunas
los negros, pasaban por momentos muy críticos en
variantes, la visión darbista llegó a ser influyente
su lucha por encontrar un sentido de identidad
en amplios círculos evangélicos, incluyendo la
como pueblo y recobrar su dignidad personal tras
Alianza Cristiana y Misionera, creada en 1887 a fin
su larga experiencia de opresión esclavista. de fomentar la evangelización en los Estados Uni-
2. La otra corriente tributaria del pentecosta- dos y en el extranjero. Esta expectativa milenarista
lismo fue el movimiento restauracionista. Durante caracterizaba a los círculos evangélicos que —
el siglo XIX, los Discípulos de Cristo, las Iglesias dentro de un par de décadas— verían nacer el
Cristianas e Iglesias de Cristo fueron los principa- pentecostalismo, y ejercería una influencia decisi-
les portavoces de esta tradición en los Estados va sobre este nuevo movimiento.
Unidos. Su visión de la renovación de la Iglesia en
4. Otro énfasis del protestantismo estadouni-
su tiempo contenía varios elementos. Primero, vis-
dense del siglo XIX, que influyó considerablemen-
lumbraba una restauración de las prácticas y las te sobre el pentecostalismo, era su visión de Cristo
formas neotestamentarias. Segundo, fomentaban
como Sanador. Se había comenzado a enfocar la
la unidad y la sencillez que encontraban en la co- sanidad como aspecto integral de la obra redento-
munidad primitiva. Se enfatizaba la unidad fun-
ra de Cristo y como uno de los dones del Espíritu
damental en Cristo que debe caracterizar a los Santo que corresponde a los postreros tiempos. En
el sur de Alemania, un pastor reformado, Juan
12 Ibíd., vol. I, p. 42. Christoph Blumhardt (1805-1880), tuvo que con-
6 El pentecostalismo

frontar el caso de una joven endemoniada en su te difundido en el protestantismo conservador de


congregación. Después de una lucha en oración los Estados Unidos.
que duró casi dos años, la joven fue liberada, gri-
tando en el momento culminante, «Cristo es victo- El pentecostalismo y la habilitación de
rioso». Esta experiencia condujo a una significati- los oprimidos y marginados
va renovación de la vitalidad espiritual y a la con- En términos generales, el movimiento pente-
vicción de que, ya que Jesús es vencedor, el reino costal ha atraído más a los sectores marginados de
de Dios ha llegado a ser una posibilidad real para la sociedad que a cualquier otro grupo social. En
la vida actual. Su parroquia en Bad Boll se convir- los Estados Unidos ha crecido más en el sur y oes-
tió en un centro de ministerio donde personas de te del país y entre la población rural. En esas áreas
muchos países acudieron buscando renovación donde habían predominado los metodistas, discí-
espiritual y sanidad física. pulos de Cristo y bautistas en el siglo XIX, y que
En las últimas dos décadas del siglo XIX, A. J. ya comenzaban a pasar por un creciente proceso
Gordon, pastor bautista prominente, y A. B. Simp- de aculturación, se ha observado el mayor creci-
son, pastor presbiteriano y principal responsable miento del pentecostalismo durante las primeras
de la organización de la Alianza Cristiana y Mi- décadas del siglo XX. Para la cuarta década del si-
sionera, se convirtieron en portavoces influyentes glo XX la mayoría de los pentecostales se hallaban
que abogaban por la sanidad. Gordon enseñaba en los estados del sur. El porcentaje de negros
que de la manera en que Cristo redime del pecado, pentecostales era considerablemente mayor al de
también redime el cuerpo de las enfermedades. otros grupos étnicos de la población en general. El
«Así como la fe ha traído la salvación, así también nivel económico entre los pentecostales era infe-
mediante la fe se efectúa la sanidad.»13 En su vi- rior al promedio de las iglesias norteamericanas en
sión, Simpson enfatizaba la santidad, el bautismo general, y aun menor que el nivel económico de
del Espíritu Santo, la sanidad divina, y la misión las iglesias de los negros en los Estados Unidos.15
evangelizadora de la Iglesia. En cuanto a la sani- A principios del siglo XX, los negros en los Es-
dad decía que «el poder que sana al cuerpo gene- tados Unidos se encontraban en uno de los niveles
ralmente imparte al corazón un bautismo del Es- más bajos de su existencia en Norteamérica. A este
píritu Santo más abundante».14 período se le ha llamado el «nadir de los negros»
John Alexander Dowie, un australiano, trajo en los Estados Unidos.16 La violencia de los blan-
una visión similar a Chicago. Construyendo una cos amotinados contra los negros estaba en au-
ciudad para su Iglesia Cristiana Católica en Zion mento y muchos de los negros vivían aterroriza-
City, Illinois, intentaba restaurar el cristianismo dos. Los que dependían de la precaria economía
primitivo. Enfatizaba especialmente la unidad de agrícola en el sur sufrían doblemente. En este am-
todos los creyentes, el ejercicio de los dones y mi- biente, muchos negros abandonaron las iglesias
nisterios apostólicos en la Iglesia que correspon- tradicionales y otros encontraron nuevas es-
den a la restauración de los últimos tiempos, la peranzas en el pentecostalismo, que les ofrecía una
santidad entera y la sanidad divina, elementos que alternativa sociorreligiosa compatible especial-
posteriormente serían recogidos en el pentecosta- mente con el espíritu de los negros. Era la única
lismo. institución en que los negros tenían a su alcance
las posibilidades de una plena participación, no
De manera que las doctrinas del así llamado,
proscrita por consideraciones sociales, educacio-
«evangelio cuadrangular», (la salvación por la fe,
nales, raciales, económicas ni políticas. Incluso, en
la sanidad divina, el bautismo del Espíritu Santo,
los primeros años, la segregación racial fue supe-
y el retorno inminente de Cristo), que llegarían a
rada precisamente entre dos grupos tradicional-
caracterizar al pentecostalismo en el siglo XX, ya
mente distanciados, los blancos pobres y los ne-
estaban presentes y eran fervientemente procla-
gros pobres. Frank Bartleman, uno de los primeros
madas en el movimiento de santidad, ampliamen-

15 Hollenweger, op. cit., p. 26.


16 Lawrence Neal Jones: «The Black Pentecostals» en Mi-
13 Ibíd., vol. I, p. 28.
chael P. Harnilton, ed.: The Charismatic Movement,
14 Ibíd., vol. I, p. 31. Grand Rapids, MI, W. B. Eerdmans, 1975, p. 17.
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líderes del naciente movimiento, dijo que en la re- ponen el cuerpo evangélico más grande en el
novación experimentada en la calle Azuza «la se- mundo latinoamericano. Se estima que aproxima-
gregación basada en el color de la piel había sido damente el 70% de todos los evangélicos en Brasil
borrada por la sangre de Cristo».17 son pentecostales.20
Sin embargo, con algunas marcadas excepcio- Esta historia se repite de país en país. El movi-
nes, esta nueva realidad no habría de perdurar en miento pentecostal italiano es el resultado del tes-
el pentecostalismo estadounidense. Poco a poco, el timonio del italoamericano valdense, Luigi Fran-
movimiento fue controlado por blancos, y los ne- cescon, que convirtió a su compatriota Giacomo
gros continuaron en sus propias congregaciones y Lombardi al «evangelio completo», en 1908 en el
formaron sus propias denominaciones. Cuando Brasil. Lombardi volvió inmediatamente a Italia
«La Comunidad Pentecostal Americana» fue or- para comenzar la evangelización entre su propio
ganizada en 1948, «a fin de declarar al mundo la pueblo. El movimiento se extendió rápidamente
unidad fundamental de todos los creyentes bauti- por toda la península italiana, a pesar de una seve-
zados por el Espíritu», ni siquiera una sola deno- ra represión oficial que obligó a los pentecostales a
minación pentecostal negra fue invitada a partici- una existencia semiclandestina. Su expansión se
par.18 ha desarrollado no en el norte industrializado sino
principalmente en el sur de Italia, zona caracteri-
Este poderoso movimiento de tanta atracción
entre los desheredados se extendió con relativa zada por una pobreza endémica. Actualmente
habrá unos 250 000 pentecostales en Italia, más
rapidez alrededor del mundo. En América Latina,
que el doble de todos los demás grupos protestan-
por ejemplo, Chile experimentó desde 1907 una
tes juntos. La socióloga Elena Cassin ha interpre-
renovación pentecostal que comenzó en círculos
tado el secreto del crecimiento pentecostal en la
metodistas y se extendió rápidamente por las ca-
pas sociales oprimidas de campesinos y obreros, provincia sureña de Calabria, en los siguientes
términos.
pronto llegó a ser la agrupación evangélica más
grande en Chile, contando con el 14% de la pobla- «El éxito de las sectas de tipo pentecostal se
ción, mientras que todas las demás denominacio- explica principalmente por el sentido de igualdad
nes protestantes y evangélicas no contaban con real y solidaria que crea entre los miembros. En un
más del 1%.19 país cuya sociedad está profundamente dividida
por diferentes niveles jerárquicos … la posibilidad
Las dos principales denominaciones pentecos-
de igualdad social para los pobres resulta ser, en
tales en Brasil, las Asambleas de Dios y la Congre-
gación Cristiana de Brasil, surgieron alrededor de la realidad, una trampa engañosa, y aun la igual-
dad ante Dios se vuelve ilusoria. Pero, para los
1910. La primera por iniciativa de dos obreros
suecos de condición humilde e inmigrante s en los miembros y simpatizantes del grupo disidente, las
cosas son diferentes. … El pentecostalismo, más
Estados Unidos, Daniel Berg y Gunnar Vingren, y
la segunda por un italoamericano de trasfondo que cualquier otra secta, coloca un énfasis mayor
sobre la igualdad y por esta razón se ha extendido
valdense, Luigi Francescon, que recibió el bautis-
más que los demás en Calabria y por todo el sur
mo del Espíritu Santo en Chicago, de manos de
uno de los iniciadores del movimiento en los Es- de Italia. … Sin excepción, sus miembros son
atraídos de las clases marginadas: pescadores,
tados Unidos, William Durham. Desde sus mis-
mos comienzos, estas iniciativas evangelizadoras obreros, campesinos, empleados municipales, (se-
pultureros y barrenderos). Son pobres, pero po-
han sido fundamentalmente laicas y de atracción
poderosa entre las capas humildes y marginadas bres con sentido de dignidad en medio de su po-
breza, orgullosos de su ignorancia que les capacita
de la sociedad. Actualmente Brasil cuenta con
para acercarse a la verdad del evangelio.»21
unos cuatro millones de pentecostales, que com-
Una situación semejante ha ocurrido entre los
gitanos en el sur de Francia y en España. La de-
17 Hollenweger, op. cit., p. 28, n. 33.
nominación evangélica de crecimiento más rápido
18 Vinson Synan: The Holiness-Pentecostal Movement in the
United States, Grand Rapids, MI, W. B. Eerdmans,
1971, pp. 179-180. 20 Ibíd., p. 65.
19 Hollenweger, op. cit., p. 64. 21 Citada en Ibíd., pp. 260-261.
8 El pentecostalismo

en España es la Iglesia Filadelfia, compuesta prin- Bartleman se animó a criticar toda una serie de va-
cipalmente de gitanos españoles que han sido lores estadounidenses tradicionales. Al denunciar
marginados por la sociedad. Ellos han encontrado lo absurdo de la guerra, llamó a los pentecostales a
en la iglesia un lugar donde, por primera vez en una ética de amor. «La guerra es completamente
su memoria colectiva, pueden llegar a ser «gente», contraria al Espíritu y la enseñanza de Cristo. El
proceso que —en algunos casos— también les ha que participa en la guerra se pierde. El reino de
permitido, por primera vez, obtener su carnet de Cristo «no es de este mundo».»23
identidad española. Los líderes pentecostales de la época enfatiza-
ban la participación de los cristianos en un reino
Actitudes hacia el poder político y la eterno, que los convertía en peregrinos y en ex-
participación en la guerra
tranjeros en el país que fuera. El nieto de los fun-
Desde los comienzos del movimiento, los pen- dadores del Ejército de Salvación, Samuel Booth-
tecostales se consideraban a sí mismos como «pe- Clibborn, también escribió en The Christian Evangel
regrinos y forasteros» en medio de los poderes de —después de que los Estados Unidos entraron en
este mundo. Al comenzar la Primera Guerra la guerra—, y presentó la no-resistencia como el
Mundial, escasamente unos ocho años después del camino para los cristianos. Con términos fuertes,
inicio del movimiento, los primeros pentecostales denunció «la desgraciada idolatría del culto na-
en Gran Bretaña, y luego también en los Estados cional en que los padres sacrificaban a sus hijos
Unidos, tuvieron que confrontar la cuestión de sobre los altares sangrientos del «Moloc» moderno
qué actitud tomar ante el llamado a empuñar las del patriotismo» y no veía otra alternativa ade-
armas en los conflictos bélicos entre las naciones. cuada para los cristianos que el pacifismo.24
Su respuesta no fue unánime. Bajo las presiones
Aun en abril de 1917, el presbiterio general de
patrióticas, muchos cedieron a la tentación de es-
las Asambleas de Dios articuló una posición mar-
piritualizar su condición de peregrinos y foraste-
cadamente pacifista. Si tomamos en cuenta que los
ros, respondiendo al llamado de la patria para de-
Estados Unidos ya estaban involucrados en la
fender sus intereses. Otros resistieron por razones
guerra, y que cualquier oposición corría el riesgo
de profunda convicción cristiana. En Inglaterra,
de ser considerada como sedición, tal declaración
donde la crisis se presentó primero, el pentecostal
resulta sumamente significativa. Más aún cuando
Alexander Boddy —ex-ministro anglicano y de
no había una convicción unánime entre los pente-
orientación fundamentalmente constantiniana—
costales del país. «Desde sus mismos comienzos,
cedió proclamando la justicia de la causa británica
el movimiento [pentecostal] se ha caracterizado
en la guerra. Sin embargo, líderes más jóvenes, ta-
por los principios cuáqueros. Las leyes del Reino,
les como Donald Gee y Howard Carter, rehusaron
dadas por nuestro hermano mayor, Jesucristo, en
obedecer el llamado a las armas.
su Sermón del Monte, han sido adoptadas sin re-
Insistían en la primacía de su ciudadanía en el servas, y consecuentemente el movimiento se ha
reino de Dios por encima de las lealtades patrióti- opuesto a todo derramamiento de sangre humana,
cas y las leyes civiles, que consideraban violatorias y a la resistencia contra la agresión. Todas las ra-
de los principios del evangelio. Algunos fueron mas del movimiento, sean las que están en los Es-
encarcelados por su objeción de conciencia. Mien- tados Unidos, en Canadá, en Gran Bretaña, o en
tras tanto, en los Estados Unidos también se des- Alemania, han mantenido este principio.»25
arrolló una convicción pacifista. En 1915 William
Pero, con el paso del tiempo, comenzó a obser-
McCafferty escribió en The Christian Evangel que la
varse una creciente aculturación social entre los
nueva ciudadanía celestial de los cristianos exigía
pentecostales, especialmente en el estado de
el pacifismo. Insistía en que la guerra siempre era
Texas. Se tendía a concebir y a identificar a Dios
mala, fuera ésta en defensa propia o en defensa de
con la causa estadounidense. En 1918, cuando es-
otras naciones indefensas. La Palabra de Dios para
taba concluyendo la guerra, el tejano E. N. Bell ex-
la Iglesia era «Vosotros, los que sois seguidores
del Príncipe de la Paz, desarmáos.»22 En varios ar-
tículos publicados en The Christian Evangel, Frank 23 Ibíd., vol. I, pp. 349—350.
24 Ibíd., vol. I, pp. 350—351.
22 Blumhofer, op. cit., vol. I, p. 349. 25 Ibíd., vol. I, p. 353.
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presó su perspectiva personal. Según él, participar Se solidarizaron más con las campañas no-
en la guerra no era pecado, aunque sí el odio. De violentas de Martin Luther King que con la ten-
modo que si el soldado se guardaba del odio en su dencia de los pentecostales blancos a identificarse
corazón, Bell pensaba que el soldado no era asesi- con las campañas masivas de evangelización o con
no, «cuando obedecía a su patria ejecutando un los programas de los tele-evangelistas. El día en
castigo justo sobre los hunos criminales».26 Estos que King fue asesinado en Memphis, Tennessee, el
cambios de actitud entre las Asambleas de Dios gremio de los barrenderos y recolectores de basu-
eran parte de una transformación más profunda ra se reunía en la iglesia del pastor C. H. Mason,
que comenzaba a ocurrir en el pentecostalismo es- destacado líder del pentecostalismo negro desde
tadounidense. En lugar de ofrecer una alternativa los primeros años del movimiento en la calle Azu-
profética frente al sistema social imperante, pasa- za.29 Hasta cierto punto, la muerte de King fue un
ban a apoyar al sistema. El historiador R. Laurence ataque dirigido contra el pentecostalismo negro,
Moore ha señalado que en los mismos años en que pero no logró destruir su esperanza en el poder de
las «innovaciones igualitarias» empezaban a ser la resistencia no-violenta frente a los poderes del
suprimidas «las condenaciones del patriotismo mal en la sociedad estadounidense. Su actitud
que aparecían en las revistas pentecostales, dieron hacia las campañas evangelísticas masivas en los
lugar a reproducciones de la bandera america- Estados Unidos se refleja en el comentario del
na».27 evangelista negro, George M. Perry, «Creemos en
el contenido del mensaje de [Billy] Graham, pero
Este proceso de aculturación entre las Asam-
bleas de Dios culminó con su afiliación a la Aso- no podemos acompañarle en su orientación blan-
ca, de clase media y suburbana, que no tiene nada
ciación Nacional de Evangélicos en 1943, en una
época en que los Estados Unidos acababan de en- que decir a los pobres ni al pueblo negro».30
trar en una nueva conflagración mundial. En esa Para los pentecostales negros, la santidad no es
ocasión el presidente de la Asociación, Harold Oc- puramente cuestión de experiencias individuales,
kenga, dijo: «Creo que a los Estados Unidos de sino también comunitarias. Mientras que los pen-
América se le ha asignado un destino comparable tecostales blancos subrayan la necesidad de con-
al del antiguo Israel, que fue favorecido, preserva- versión personal y la importancia de las decisiones
do, habilitado, guiado y usado por Dios.»28 En el éticas individuales por encima del cambio social,
curso de una sola generación, el pentecostalismo los negros enfatizan las dimensiones colectivas de
estadounidense blanco, inicialmente un movi- la santidad, insistiendo en que amar al prójimo
miento de los desheredados y marginados, había tiene consecuencias para las relaciones sociales. En
hecho las paces con el poder secular. Y aún los palabras de un pastor negro en un estado sureño,
pentecostales negros no han podido librarse —del «El mayor cargo contra la Iglesia del Señor Jesús
todo— de estas presiones para conformarse a los en nuestro siglo es nuestra posición (o falta de
valores de la sociedad dominante y congraciarse ella) frente al problema de las relaciones raciales.
con las autoridades seculares. Tenemos que escudriñar nuestros corazones para
ver si en ellos hay malentendidos raciales, tanto de
El pentecostalismo negro actitud como de acción».31 Para los pentecostales
negros, el problema pentecostal es la alienación de
Sin embargo, entre los pentecostales negros el
los pueblos, y este distanciamiento tendrá que ser
proceso de aculturación no ha sido tan rápido ni
sanado antes de poder sacudir al mundo con el
tan inclusivo. La Iglesia de Dios en Cristo, la prin-
mensaje pentecostal.
cipal denominación pentecostal negra y —por
mucho— la más grande en los Estados Unidos (La Las formas del culto que caracterizan no sólo a
Iglesia de Dios en Cristo cuenta con el doble de la los pentecostales negros, sino también a todas las
membresía de las Asambleas de Dios), se distin- iglesias negras, están determinadas en gran parte
gue considerablemente de su contraparte blanca. por el hecho de pertenecer a una minoría deshere-

26 Ibíd., vol. I, p. 354. 29 Hollenweger,op. cit., p. 469-470.


27 Citado en Ibíd., vol. I, p. 355. 30 Hollenweger, loc. cit., p. 231.
28 Citado en Ibíd., vol. II. p. 30. 31 Hollenweger,op. cit., p. 470.
10 El pentecostalismo

dada y oprimida, y por las consecuencias sociales, rehabilitar a los desvalidos y para revestir de po-
económicas y políticas que resultan de esta margi- der a los débiles y victimados en la sociedad. (Es
nación. Mediante sus cantos, sus oraciones, sus importante destacar el énfasis sobre el término
danzas, su música instrumental, sus testimonios y «poder» en el vocabulario pentecostal, sea el po-
su estilo de predicación, expresan una conciencia der del Espíritu de Dios o esa fuerza que habilita
colectiva y un profundo sentido de identidad co- al ser humano mediante los dones carismáticos,
mo pueblo que anhela su liberación en Cristo. De derramados sin distinción sobre los necesitados,
modo que su culto viene a ser una expresión espi- que capacitan a personas sencillas y comunes para
ritual vital de realidades vivenciales que inspira y convertirse en protagonistas en el reino de Dios.)
vigoriza sus anhelos de una salvación auténtica- Así mismo, el carácter esencialmente oral y es-
mente liberadora.
piritual de la comunicación de la gracia en el pen-
Contrario a lo que muchas veces se ha imagi- tecostalismo, resulta realmente liberador para per-
nado, los espirituales negros no sólo tocan temas sonas comunes y corrientes que han venido su-
ultramundanos y sin consecuencias sociopolíticas. friendo bajo el monopolio intelectualista de los sis-
El concepto teológico central que caracteriza a los temas proposicionales y racionales de un cristia-
espirituales negros es la liberación divina de los nismo tradicional, que ha intentado definir la ver-
oprimidos. Por medio de estos cantos los esclavos dad salvífica en términos casi exclusivamente doc-
negros resistían la servidumbre impuesta por los trinales y dogmáticos.
blancos. La esclavitud no correspondía ni a sus
Todos estos elementos constituyen el verdade-
tradiciones africanas ni al evangelio cristiano, tal
ro legado del movimiento pentecostal que perdura
como ellos lo habían llegado a comprender. Por
entre minorías humildes y marginadas, tanto en
eso, ellos cantaban de un Dios que actúa en la his-
las sociedades industrializadas del hemisferio
toria, y en su historia, para liberar a su pueblo de Norte, como en el tercer mundo, entre pueblos que
todas sus servidumbres. En su culto, los negros
aún siguen siendo social y económicamente opri-
reafirmaban y celebraban su dignidad como hijos midos y marginados.
e hijas en la familia de Dios y rechazaban esa teo-
logía de los blancos, con que intentaban justificar
la servidumbre de los negros, apelando a la reve-
lación divina.32
El elemento común que caracterizaba todos los
sectores del movimiento pentecostal primitivo, los
negros al igual que los blancos, era su condición
de marginación socioeconómica, además de sus
anhelos espirituales no realizados. Y gracias a una
serie de características básicas presentes en el mo-
vimiento, experimentaron una auténtica libera-
ción.
El carácter laico del pentecostalismo desde el
principio ha recuperado las llaves de la espiritua-
lidad auténtica de las manos de un élite clerical y
las ha colocado en manos de la gente común y co-
rriente. Las vías directas e inmediatas de relación
con Dios y el mundo de realidad espiritual han re-
sultado atractivas para esas personas totalmente
carente s de poder para influir en su propio desti-
no y realizarse personalmente.
El carácter marcadamente sobrenatural y expe-
rimental de la visión pentecostal ha servido para

32 Hollenweger, loc. cit., p. 232.

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