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· Abstract: Resilience is a new term, but not the phenomenon it refers to. This
concept, which arose by the middle of the last century, was taken from the natural
sciences but is already included in the social field.
Resilience offers research and intervention alternatives to all professionals, but it is
not yet a homogeneous concept. The concept of resilience represents a paradigm
change: it focuses on strengths, not on the deficit or problem. It involves individuals,
families, groups, communities and institutions, so that they become part of the solution,
together with the all internal and external resources available to them, in order to face
critical situations of all types.
In Latin America, the idea of individual resilience is left aside, and the idea of
familial or relational, communitarian, and even Andean and managerial resilience is
developed.
Family resilience implies significant emotional bonds, ethical conduct, spiritual
support and ecological context. The family's resilient factors are cohesion,
communication, adaptation and affectivity.
In contemporary Social Work and other Human Development professions, social
constructionism upholds the principle that people’s ability to endure tasks and problems
that they confront every day should be strengthened. Practitioners in these areas are
qualified to act in non-clinical contexts of socio-familial attention: reception-orientation,
evaluation, prevention, promotion and education. Resilience is assumed by them as an
approach and as a methodological strategy.
Key Words: Resilience, non-clinical context, clinical context, social work, family,
multidisciplinarity, systemic social therapy.
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I. Preámbulo
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El presente artículo es fruto de la ponencia presentada en el X Encuentro Interinstitucional "Trabajo Social,
Resiliencia y dolor". Universidad de Guadalajara, Ciencias Sociales y Humanidades. México, Octubre 7de 2004.
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Trabajadora Social. Magíster en Orientación y Consejería. Docente Departamento de Trabajo Social, Universidad
de Antioquia, Medellín. Email: jesus@epm.net.co
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Sin ánimo de polemizar, con las teorías de género, el texto utilizará el genérico de los términos, que en
castellano es más conducente al masculino.
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movilización de los propios, y aprovechan las fortalezas de cohesión entre sus miembros,
con la familia extensa o con los amigos y vecinos (López, 2004, p. 20).
El Programa de Aceleración del Aprendizaje, ha venido funcionando desde el año
2000; atendiendo más de 30 mil estudiantes desde entonces. El Programa se diseñó
originalmente en Brasil, pero el Ministerio de Educación Nacional, MEN, de Colombia
suscribió un convenio bilateral con ese país para adaptarlo al contexto nacional.
Corpoeducación fue la entidad encargada de adaptarlo, bajo la coordinación de la
psicóloga Isabel Fernández, y actualmente es el operador reconocido por el MEN para
hacerlo en todo el territorio nacional. Es un programa de nivelación de la primaria para
niños y jóvenes en extraedad. Uno de sus ejes de trabajo es el fortalecimiento de la
autoestima y de la resiliencia, pues la mayoría de los estudiantes atendidos han sufrido
tanto experiencias de fracaso escolar, como aquellas relacionadas con maltrato,
desplazamiento, vinculación a grupos armados y pandillas, etc. (Fernández, 2004).
La Crianza Humanizada, que ejecuta de manera interdisciplinaria el Grupo de
Puericultura de la Universidad de Antioquia, Facultad de Medicina, incluye la
Resiliencia como una de las diez metas del desarrollo infantil. Se entiende el concepto
como instrumento de acción en el campo de la promoción al desarrollo de las
potencialidades individuales, colectivas y del entorno orientado hacia la consecución de
una mejor calidad de vida. En la prevención, a las acciones para evitar que aparezcan
consecuencias indeseables. El proyecto de tipo promocional y preventivo, es pionero con
cobertura regional, tanto en la capital, como en las zonas rurales.
En 1999, se desarrolló en la Fundación Universitaria Luis Amigó, Medellín, un
proyecto para activar resiliencia en familias co-adictas vinculadas a la Comunidad
Terapéutica Convivencial Luis Amigó, que estuvieran en la fase de pre-comunidad, con
el fin de prevenir recaídas y aparición de nuevos eventos de farmacodependencia entre
sus miembros. La experiencia fue diseñada, ejecutada, evaluada y sistematizada por dos
Profesionales en Desarrollo Familiar. Al finalizar la experiencia se hizo una evaluación
de cada familia con el Coordinador del trabajo con familias dentro de la Comunidad: Los
obstáculos que originaron su remisión desaparecieron cuando participaron en el
proyecto. El proceso de recuperación se aceleró, en relación con el proceso tradicional
dentro de la Comunidad. La casi totalidad de los residentes participantes terminaron el
proceso, mientras que entre los demás suelen presentarse más deserciones. Seis meses
después de finalizada la experiencia, un seguimiento a las familias participantes reveló
que no se habían presentado recaídas, y que los cambios en la dinámica familiar se
mantenían, creando un clima mucho más acogedor y gratificante para todos (Puerta &
Quintero, 2001, pp.145-147).
A nivel continental, la Resiliencia es una estrategia utilizada con óptimos resultados
en Ecuador, Perú, Chile, Costa Rica y Guatemala, entre otros países, en el trabajo con
comunidades marginadas, de altos índices de pobreza y exclusión. También empieza a
ser considerada en la elaboración y diseño de las Políticas Públicas y Sociales, para
delinear acciones que comprometan todos los actores sociales: comunidades, familia,
organismos gubernamentales, organismos no gubernamentales, sector privado,
movimientos sociales, organizaciones de base, en esencia toda la sociedad civil.
... Algunos proyectos intentan aplicar explícitamente el concepto de resiliencia en la
planificación y evaluación de sus estrategias de intervención. Otros lo utilizan
implícitamente, para conservar la esperanza y el empuje positivo. Lo que más se intenta
es potenciar los recursos y los factores protectores de los individuos, familias y
comunidades, apoyándose en las salvaguardias de la sociedad y en la resiliencia
individual... Al no ser un concepto absoluto ni temporalmente estable, es preciso
fomentar la resiliencia, siempre en un marco cultural específico. Nunca podrá sustituir a
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la política social, sino ser para ella fuente de inspiración y, en ocasiones instrumento
reorientador (Kaluf & Maurás, 1998, pp. 220-221).
Los escenarios de aplicación de la Resiliencia en el continente en su primera
generación, han sido la pobreza, la exclusión social y los programas centrados en el
desarrollo de niños y adolescentes. La experiencia latina abre este abanico de opciones a
familias en situación de desplazamiento forzado, familias con un miembro desaparecido
(secuestro por grupos armados fuera de la ley o autoridades gubernamentales), niños en y
de la calle, violencia social y/o familiar, desastres naturales, sistema educativo (escuelas
de padres, mediación escolar), terapia familiar sistémica, adicciones, escenarios
empresariales y administrativos, grupos socioeducativos y… en fin… la creatividad
propia de la época y del profesional contemporáneo.
Contextos Clínicos:
Aluden a la Terapia Familiar Sistémica, con los cambios de segundo orden que ella
exige y que como tal modifican la estructura del sistema. En consonancia con lo
expuesto en el texto, la definición como terapeuta, pasa por formación posgraduada o
postítulos, que involucre no sólo la técnica, sino reflexiones sobre la familia de origen y
conocimientos universales de la familia y sus múltiples escenarios (Quintero, 2004, p.
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Cohesión: Es el vínculo que posibilita la interacción y unión del sistema familiar, a
través del soporte emocional, el manejo de los límites internos y externos, la división en
subsistemas, el compartir las actividades cotidianas, las alianzas y las coaliciones
intrafamiliares. La cohesión fluctúa entre desligada (muy baja), separada (baja a
moderada), conectada (moderada alta) y amalgamada (muy alta).
Afectividad: hace relación al sentimiento, el tono y el nivel de intimidad de la
familia, al ejercicio del poder y de las normas implícitas o explícitas, y a la toma de
decisiones. Es uno de los factores primordiales en la cohesión familiar.
Comunicación: comprende no sólo los contenidos verbales sino también el lenguaje
no verbal. Cada familia va desarrollando un estilo propio y único que opera en privado o
en público. La terapeuta y trabajadora social Virginia Satir identifica cinco modelos de
comunicación aprendidos en la familia de origen: aplacador o conciliador, culpador o
recriminador, distractor o impertinente, super razonador o computador, abierto o flexible
(Quintero, 1997, p.109).
Adaptación: le permite a la familia manejar la permeabilidad de sus límites internos
y externos, para asumir los cambios intra y extrafamiliares. La adaptabilidad de la
familia posibilita encarar las vicisitudes propias de su evolución y los ajustes
inesperados, que emergen en la interacción entre los subsistemas que la conforman y el
suprasistema al que pertenece.
Las funciones sistémicas mencionadas, son factores resilientes, en tanto preparan a la
familia para enfrentar y superar eventos traumáticos internos y externos. Aún las
situaciones más disímiles, inexplicables y contundentes, se asumen, de preferencia, en la
organización familiar con la que se convive y con los sistemas protectores
extrafamiliares. Esto es reconocido como las redes socio-familiares, tanto las formales o
secundarias, como las informales o primarias, siendo éstas las de mayor soporte psico-
afectivo e instrumental y que operan siempre en la vida familiar.
Acogiendo una cosmogonía holística, la Resiliencia es entendida como un evento
que permea a todos los sistemas humanos: individuos, familias, grupos, comunidades,
corporaciones. Los principios de la circularidad y la totalidad para entender a la familia
como un sistema complejo integrado por subsistemas (conyugal, parento-filial y
fraternal) e inmerso a su vez en un suprasistema social, que varía cuando alguna de sus
partes se afecta y viceversa, da cuenta de que la activación de la Resiliencia en
cualquiera de estas esferas compromete, no los componentes de forma aislada, sino a un
sistema relacional.
Los Recursos Resilientes Familiares, más registrados, son el espacio y apoyo
emocional con presencia de lazos afectivos y límites claros, permeables y consensuados.
Si los padres o parientes consanguíneos no proveen este clima, el apoyo puede originarse
en las redes informales: familiares, vecinos, profesores, religiosos, etc. De la importancia
y validez de las redes socio-familiares en la activación de la resiliencia, hay suficientes
reportes científicos que amplían el sustento teórico y metodológico de su accionar.
cada uno y la familia en su conjunto. Vista así, ésta es una práctica renovadora en nuestra
labor en cualquier marco institucional en el que estemos. Se trata no de prejuzgar la
naturaleza del problema que aqueja a una familia sino llegar con ella a la redefinición de
los problemas (Agudelo, 2000).
Para finalizar, se resaltan aportes de Olga Lucía López y Ángela María Quintero
(Universidad de Antioquia, Colombia), Cristina Villalba (España, Universidad Pablo
Olavide) y Helena Badilla, (San José de Costa Rica), todas ellas Trabajadoras Sociales,
docentes e investigadoras universitarias, que se aventuran en abrir caminos
multidisciplinarios y societales con la Resiliencia:
Olga Lucía López Jaramillo (Medellín, Colombia, Universidad de Antioquia), es
una autora pionera en presentar en eventos internacionales, la relación entre familias en
situación de desplazamiento forzado y la activación de la Resiliencia. En su condición
de terapeuta familiar de corte relacional, capta los planteamientos de Ángela Hernández,
quizás la primera investigadora sistémica del fenómeno en Colombia, que de manera
certera y taxativa recoge nociones básicas del paradigma moderno, las aplica y estudia en
familias en situación de estrés permanente. De allí se derivan conceptos que ingresan a la
fundamentación teórica de la Resiliencia: estrategias de afrontamiento, acumulación de
demandas, eventos estresores, recursos individuales, recursos familiares, recursos
comunitarios, capacidades (Hernández, 1997, pp. 36, 41, López, 2004, pp. 17-22).
Ángela María Quintero Velásquez (Medellín, Colombia, Universidad de Antioquia),
desde 1998 presenta en auditorios nacionales e internacionales la Resiliencia como un
enfoque metodológico y un proceso de competencia en los Contextos no Clínicos y
Clínicos del abordaje socio-familiar, viable para todas las áreas del conocimiento y
necesario de ser incluido en los programas de formación universitaria y formación
avanzada, tanto en pre-grado como posgrado. Facilita la convergencia entre Trabajo
Social y la Resiliencia, enfatizando sus nexos con las formas alternativas de enfrentar los
conflictos socio-familiares, en las redes socio-familiares, en la utilización de la
evaluación diagramática de las relaciones familiares (ecomapa, mapa de redes).
Cristina Villalba Quesada (España, Sevilla, Universidad Pablo Olavide). En la
disertación final de su doctorado en Psicología, la catedrática andaluza, sistematiza con
base en la literatura anglosajona que traduce, la evolución de la Resiliencia, su clásica
caracterización, orígenes, devenir multidisciplinario, el tránsito documental por EE.UU.,
Inglaterra y Francia, básicamente. Rescata esfuerzos diseminados de autores de TS, que
aportan una reflexión sobre el asunto y sistematiza las fases de la investigación en la
Resiliencia, proponiendo la denominación de Resiliencialidad. Pese a ello, España en los
Diplomados de TS, no reporta producción intelectual sobre el tema.
Helena Badilla Alán (San José de Costa Rica), producto también de una tesis
universitaria, la colega costarricense, trabaja la Resiliencia en un marco general dado lo
desconocido del asunto, y analiza su inclusión en Trabajo Social. Proponiendo elementos
metodológicos de utilidad tanto en contextos no clínicos, como en contextos clínicos.
Otras dos autoras colombianas que desde posturas construccionistas, incorporan
elementos de marco referencial e introducen un discurso innovador para conceptualizar
y activar la Resiliencia en los sistemas humanos, son: Bárbara Zapata Cadavid,
(Universidad Nacional de Colombia, Bogotá), con sus aportes sobre el lenguaje
apreciativo y la intervención centrada en soluciones. María Eugenia Agudelo Bedoya
(Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín), expone las opciones del
construccionismo en la acción social con las familias e individuos.
Este breve enunciado disciplinario, presenta dos conceptos novedosos que a futuro
serán de dominio de los profesionales que trabajen con Resiliencia:
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Esfera de resiliencia:
El ser humano “en resiliencia” o “Esfera de la Resiliencia”, se concibe como un
proceso dinámico de interacción entre factores o recursos personales y sociales que
conforman una serie de posibilidades tanto de respuesta al conflicto como de
potenciación de otras fuerzas personales y sociales con que las personas y comunidades
de éxito enfrentan su realidad… Es la persona que entra en una dinámica en la que
recursos personales y sociales se manifiestan interactuando de tal manera que
constituyen una amalgama de posibilidades que producen respuestas asertivas y
satisfactorias que permiten no sólo la solución de conflictos, sino también el desarrollo y
potenciación de otras posibilidades en las que se incluyen como aspectos fundamentales,
la comunicación interpersonal, la interacción e intercambio de recursos (capacidades,
habilidades, valores, convicciones, significados) que constituyen a su vez, el bagaje de
conocimientos prácticos con que las personas y comunidades de éxito enfrentan su
realidad (Badilla & Sancho, 1997).
Resiliencialidad:
Es el proceso de poder con estresores, adversidad y cambio u oportunidad de manera
que los resultados produzcan una identificación, fortalecimiento y enriquecimiento de los
factores de protección (Villalba, 2003).
V. Conclusiones
Bibliografía
Agudelo, M. E. (2000). La intervención con familia en trabajo social desde una postura
constructivista. Ponencia presentada en Encuentro conmemorativo 55 años El fin de
la certidumbre, Universidad Pontificia Bolivariana. Facultad de Trabajo Social.
Medellín, Colombia.
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