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MENINGITIS

DEFINICION:

La meningitis es la inflamación de las meninges (membranas que recubren el cerebro y


la médula espinal) secundaria a una infección. Es una infección grave del Sistema
Nervioso Central, pudiendo poner en peligro la vida del niño o dejar secuelas (sordera,
etc).

La mayoría de las meningitis vienen provocadas por la acción de un virus o una bacteria,
pero también pueden aparecer relacionadas a hongos, intoxicaciones y algunos
medicamentos.

La meningitis ocurre a cualquier edad. Es semejante en niños mayores, adolescentes y


adultos (véase Meningitis bacteriana aguda), pero distinta en recién nacidos y lactantes.

FISIOPATOLOGIA

Una infección en otra parte del cuerpo, una lesión en la cabeza o el contagio a través de
otro niño pueden causar la meningitis. La mayoría de los microorganismos que la
producen inician el camino hacia las meninges a través de la faringe, para posteriormente
pasar a la sangre y finalmente al sistema nervioso. En otras ocasiones, una infección del
oído puede dar lugar por cercanía a una meningitis. Y en otras ocasiones algunos
traumatismos del cráneo o de los huesos de la cara pueden dar lugar a éste.

CLASIFICACIÓN

Existen diversos tipos de gérmenes que pueden ocasionar meningitis. Simplificando


hablaremos de virus y de bacterias.

 La meningitis causada por virus suele ser de menor intensidad y no suele conllevar
secuelas. Se la conoce también como aséptica. Aunque los signos de irritación de
las membranas meníngeas suelen estar presentes, son mucho menos contundentes
que en el caso de meningitis bacterianas.

 La meningitis bacteriana es por definición una infección grave, ya que afecta a


uno de nuestros órganos nobles. Aunque pueden darse en todas las edades de la
vida, son más frecuentes en los primeros 3 años de vida. Ocasiona mortalidad y
secuelas.
CAUSAS

Por lo general, la meningitis en los recién nacidos procede de una infección del
torrente sanguíneo (septicemia). De modo característico, la infección es causada por
una bacteria adquirida en el canal del parto, con mayor frecuencia los estreptococos del
grupo B, Escherichia coli y Listeria monocytogenes.
Los lactantes mayores y los niños suelen desarrollar la infección a través del contacto
con secreciones respiratorias (como saliva o moco nasal) que contienen bacterias que la
provocan. Las bacterias que infectan a los lactantes más mayores y a los niños
son Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis. Haemophilus
influenzae serotipo b era la causa más común de meningitis, pero
la vacunación generalizada contra este microorganismo la ha convertido en la
actualidad en una causa poco frecuente. Las vacunasactuales contra Streptococcus
pneumoniae y Neisseria meningitidis (llamadas vacunas tipo conjugado neumocócica y
meningocócica) también están convirtiendo a estos microorganismos en una causa poco
frecuente de meningitis infantil.

El neumococo cada vez es menos prevalente desde la introducción de la vacuna


antineumocócica.

El tercer germen y el que ha pasado a ocupar el primer puesto como causante de las
meningitis bacterianas es el meningococo.

El meningococo es el nombre común de la Neisseria meningitidis, una bacteria de la que


se conocen 12 serogrupos, 6 de los cuales son capaces de producir patología en los
humanos: los serogrupos A, B, C, W135, X e Y.

SÍNTOMAS

Los recién nacidos y los niños menores de 12 meses de edad rara vez manifiestan rigidez
de nuca (un síntoma común en los niños más mayores) y son incapaces de comunicar
una molestia específica.

Los síntomas más habituales de la meningitis son los siguientes:

 Cefalea
 Fiebre
 Náuseas
 Vómitos
 Rigidez de nuca
 manchas en la piel
 infección generalizada llegar al coma en los casos más grave
 molestia ocular,
 Irritabilidad,
 somnolencia
 convulsiones en un 40% de los casos
 Apatía
 Llanto
 rechazo de la alimentación.

DIAGNOSTICO

 Punción lumbar

 Análisis de sangre

 A veces, pruebas de diagnóstico por la imagen

 El médico diagnostica meningitis bacteriana mediante la extracción de una


muestra de líquido cefalorraquídeo (obtenida mediante un procedimiento
denominado punción lumbar). Se analiza el fluido y las bacterias de la muestra
se examinan y se cultivan en el laboratorio para su identificación. A veces los
síntomas de la meningitis bacteriana tienen su origen en otras infecciones, como
la inflamación del encéfalo (encefalitis) u otro tipo de meningitis que no está
causada por bacterias, por lo que la muestra también se examina para buscar y
descartar estas otras causas de los síntomas del niño.
 A veces la punción lumbar no es factible porque el niño presenta signos de
aumento de la presión encefálica, una lesión cerebral o un trastorno de la
coagulación. En estos casos, el médico también solicita hemocultivos para
identificar las bacterias en el torrente sanguíneo. A estos niños se les practica
una punción lumbar tan pronto como esta sea inocua.
 La ecografía y, más a menudo, la tomografía computarizada (TC), son pruebas
de diagnóstico por la imagen que permiten determinar el grado de presión sobre
el encéfalo y la presencia de un absceso.

TRATAMIENTO

La mayoría de los casos de meningitis concluyen en un plazo de 7 a 10 días.

El tratamiento, orientado a aliviar los síntomas, incluye reposo, líquidos y toma de


medicamentos contra el dolor (o analgésicos)

 Antibióticos: ampicilina, ceftazidima, ceftriaxona, meropenem

El médico administra antibióticos en dosis altas por vía intravenosa tan pronto como
sospecha un diagnóstico de meningitis. Los niños muy enfermos se tratan con
antibióticos incluso antes de la punción lumbar. Cuando están disponibles los resultados
del cultivo del líquido cefalorraquídeo, el médico cambia el antibiótico, si es necesario,
de acuerdo con el tipo de bacteria que causa la meningitis. La edad del niño también
ayuda a los médicos a determinar qué antibióticos administrar.

A algunos niños mayores de 6 semanas se les pueden administrar corticoesteroides


(como dexametasona) por vía intravenosa para ayudar a reducir el riesgo de pérdida de
audición.

Algunas veces se realiza una segunda punción lumbar y cultivo para verificar que los
antibióticos están actuando lo bastante rápido.

PREVENCIÓN

La vacunación sistemática puede evitar muchos casos de meningitis. A las personas que
han estado en contacto con alguien que tiene meningitis a menudo se les administran
antibióticos para ayudar a prevenir la infección (llamado quimioprofilaxis).
Vacunación
Los profesionales de la salud y los progenitores pueden contribuir a prevenir la
meningitis bacteriana garantizando que todos los niños pequeños reciben la vacuna
frente a Haemophilus influenzae serotipo b (Hib) y la vacuna antineumocócica y que
los niños mayores y adolescentes reciben la vacuna antineumocócica. A algunos
lactantes y niños pequeños que presentan un riesgo elevado de infección por Neisseria
meningitidis se les puede administrar la vacuna antimeningocócica.
Quimioprofilaxis
Los médicos suelen administrar antibióticos a las personas que han estado en contacto
cercano con alguien que tiene meningitis causada por Neisseria
meningitidis o Haemophilus influenzae. Los contactos cercanos se definen de manera
algo diferente dependiendo de cuál de estas dos bacterias ha originado la meningitis,
pero por lo general incluyen
 Los miembros de la familia (especialmente los menores de 2 años de edad)

 Los trabajadores de los centros de atención infantil (especialmente los


trabajadores del aula del niño infectado)

 Cualquiera que haya estado expuesto directamente a la saliva del niño infectado
(por ejemplo, a través de besos o de compartir utensilios o cepillos de dientes o
personal de atención a la salud que realiza ciertos procedimientos)

 Los niños que no están inmunizados o que solo lo están parcialmente

 Los niños que tienen un sistema inmunitario debilitado

La quimioprofilaxis se administra a los contactos cercanos tan pronto como se identifica


al niño infectado. Idealmente, se administra en un plazo de 24 horas.

Los fármacos para la quimioprofilaxis son rifampicina, ceftriaxona y ciprofloxacino y


se administran según la edad del contacto cercano.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

1. Mantenerlo en cama, con cambios frecuentes de posición para evitar úlceras por
presión.
2. Monitorizar los signos vitales por hora: tensión arterial, temperatura, pulso, frecuencia
respiratoria y cardiaca, además de vigilar el estado de conciencia y de alerta.
3. Es importante llevar un registro de la escala de Glasgow por hora, ya que ésta nos
indica la evolución de la función neurológica: pupilas (tamaño, reactividad, simetría),
estado de conciencia y reactividad a estímulos y movilidad corporal simétrica.
4. Función de pares craneales y de la función respiratoria y cardiaca.
5. Es importante proporcionar un ambiente tranquilo, evitando en lo posible los ruidos
excesivos, manteniendo la habitación con baja intensidad de luz (cerrado persianas y/o
cortinas).
6. Limitar las visitas excesivas y orientar a los familiares.
7. No todos los tipos de meningitis son contagiosas por el contacto con el paciente; sin
embargo, en los casos considerados infectocontagiosos es importante el uso de
cubrebocas, bata de uso exclusivo en el manejo del paciente, guantes, lavado de manos
antes y después de tener contacto con el paciente, así como la disposición adecuada
del material punzocortante.
8. Administración del tratamiento prescrito por el médico: antibióticos, antipiréticos,
antiinflamatorios, soluciones parenterales y anticonvulsivos.
9. Llevar un control estricto de ingresos y egresos de líquidos (balance hídrico).
10. Cuidados generales para un paciente encamado:
a) Cambios posturales, para prevenir úlceras por presión.
b) Mantener vías aéreas permeables, evitar hipoxia que agrava cuadro cerebral.
c) Medidas antitérmicas.
d) Mantener posición, colocando cabeza en extensión y cuerpo ligeramente torneado.
e) Colocar barandas en cama y mantenerlas arriba.
f) Controlar líquidos ingeridos y eliminados, realizando balances cada vez que sea
necesario.
g) Observar ingesta de alimentos y evaluar preferencias, ofreciendo pequeñas y
frecuentes comidas nutritivas acorde a la dieta indicada.
h) Valorar y detectar la palidez, los vómitos, la intranquilidad, los cambios de
frecuencia y la profundidad de respiración.
i) Auscultar campos pulmonares para detectar estertores crepitantes, roncantes,
sibilancias y/o ruidos respiratorios.
j) Mantener equipo de oxígeno y aspiración disponible.
k) Proporcionar baño, aseo bucal y cuidados de piel diariamente cada vez que sea
necesario.
QUEMADURAS
DEFINICIÓN:
Las quemaduras se pueden definir como un TRAUMA PREVENIBLE, que
compromete piel y/o mucosas y tejidos subyacentes, producida generalmente por la
acción de agentes de tipo físicos (térmicas), químicos y biológicos, y que dependiendo
de la cantidad de energía involucrada, el tiempo de acción de ésta y las características
de la zona afectada, determinan el tipo de lesión y sus repercusiones las cuales pueden
ser solo locales o con repercusión sistémicas.
Las quemaduras son la consecuencia del contacto de la piel del organismo con una
fuente de calor. El fuego, los líquidos calientes, los productos cáusticos o químicos,
la electricidad y el sol son los agentes que pueden causar quemaduras. En los niños,
el origen de las quemaduras suele ser accidental o doméstico.
Según su severidad, se pueden distinguir tres tipos de quemaduras, de primer, segundo
o tercer grado. La valoración de la severidad en relación a las quemaduras va a
depender de la extensión y de la profundidad de la quemadura.

CLASIFICACIÓN
Primer grado: son lesiones superficiales, que destruyen solamente la epidermis, que
es la primera capa de la piel. Se manifiestan con enrojecimiento o eritema, hiperemia,
dolor e inflamación. No suelen presentar desgarros de piel ni tampoco se forman
ampollas.

Segundo grado: estas quemaduras causan la pérdida de la epidermis y de la capa


basal de la dermis. Se caracterizan por la aparición de ampollas o flictenas, dolor, piel
hiperémica y exudativa. Las ampollas por rozamiento también están consideradas
quemaduras de segundo grado y tienden a una epitelización espontánea.

Tercer grado: son las más graves y se caracterizan por una pérdida total y profunda
de la dermis y de la epidermis. Se suelen manifestar sin dolor porque se han lesionado
las terminaciones nerviosas de la zona, suelen presentar bordes necróticos e
irregulares y la lesión es de color rojo o negro y se puede ver la grasa subcutánea
ETIOPATOGENIA
Los agentes capaces de producir una quemadura o lesión histopatológica similar, se
agrupan clásicamente en:
1. AGENTES FÍSICOS:
1.1. Noxas Térmicas.
a) POR CALOR:
• Metal caliente (agente sólido).
• Líquidos calientes (agente líquido).
• Vapor de agua (agente gaseoso).
b) POR FRÍO.
1.2. Noxas Eléctricas (corriente de alto y bajo voltaje).
1.3. Noxas Radiantes (sol rayos UV, rayos X, energía atómica).
2. AGENTES QUÍMICOS:
2.1. Ácidos.
2.2. Álcalis.
3. AGENTES BIOLÓGICOS:
3.1. Seres Vivos (Insectos, medusas, etc.).

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los síntomas de la quemadura varían de acuerdo al grado de las lesiones de la piel. Los
signos y síntomas de una quemadura grave pueden tardar uno o dos días en desarrollarse.

 Quemadura de primer grado. Esta quemadura leve afecta solo la capa externa
de la piel (epidermis). Puede causar enrojecimiento y dolor.

 Quemadura de segundo grado. Este tipo de quemadura afecta tanto la epidermis


como la segunda capa de piel (dermis). Puede causar hinchazón y hacer que la
piel se vea roja, blanca o manchada. Es posible que se formen ampollas y el dolor
puede ser intenso. Las quemaduras de segundo grado profundas pueden dejar
cicatrices.

 Quemadura de tercer grado. Esta quemadura alcanza la capa de grasa que se


encuentra debajo de la piel. Las zonas quemadas pueden quedar de color negro,
marrón o blanco. Es posible que la piel tenga una apariencia coriácea. Las
quemaduras de tercer grado pueden destruir los nervios, lo que ocasiona
entumecimiento.

DIAGNÓSTICO
Para un diagnóstico certero de una quemadura además de la ETIOLOGÍA, se debe
conocer muy bien la EXTENSIÓN, PROFUNDIDAD Y LOCALIZACIÓN o
ZONAS COMPROMETIDAS, de manera de determinar la magnitud de la lesión y
de esta manera su Índice de Gravedad, lo que nos permite definir el tratamiento más
adecuado para cada paciente

1. Por Su Extensión De La Quemadura


Existen varias formas de determinar la extensión de una quemadura descritas en los
textos que tratan el tema, como por ejemplo las Tablas del PORCENTAJE de los
SEGMENTOS CORPORALES según edad de "LURD y BROWDER" o más
conocida como REGLA DE LOS "9". Ésta y otras formas de medición significa no
solo conocerlas, sino práctica en su uso, por lo que una forma sencilla de saber la
extensión de una quemadura es utilizar la REGLA DE LA PALMA DE LA MANO,
la cual representa aproximadamente el 1% de superficie corporal
2. Por Su Profundidad De Una Quemadura
Para diagnosticar la profundidad de la quemadura se recomienda utilizar cualquiera
de las tres clasificaciones más conocidas en nuestro país: Benaim, Converse-Smith, o
ABA (American Burns Association), respetando la correlación entre ellas. Debe
tenerse presente además el carácter evolutivo de las quemaduras intermedias.

3. Por Su Localización De Las Quemaduras


La descripción detallada de la localización de las lesiones determinarán los criterios
de tratamiento a seguir. Es así como debe considerarse el compromiso de las unidades
Estético Funcionales, quemaduras de localizaciones especiales, circulares o en
manguito
Las siguientes se consideran áreas especiales, por su connotación estética y/o
funcional:
• cara
• cuello
• manos y pies
• pliegues articulares
• genitales y periné
• mamas

TRATAMIENTO
Después de que hayas recibido primeros auxilios para una quemadura mayor, es posible
que la atención médica incluya medicamentos y productos destinados a estimular la
curación.

 Tratamientos a base de agua. Es posible que tu equipo de atención médica utilice


técnicas como la hidroterapia con ultrasonido para limpiar y estimular el tejido de
la herida.

 Líquidos para impedir la deshidratación. Es posible que necesites líquidos por


vía intravenosa para impedir la deshidratación y la insuficiencia orgánica.

 Medicamentos para el dolor y la ansiedad. La curación de las quemaduras puede


ser sumamente dolorosa. Es posible que necesites morfina y medicamentos contra
la ansiedad, en especial para cuando te cambies el apósito.

 Ungüentos y cremas para quemaduras. Si no te trasladan a un centro de atención


al quemado, el equipo de atención médica puede seleccionar entre varios productos
tópicos para la curación de heridas, como la bacitracina y la sulfadiazina de plata
(Silvadene). Estos ayudan a prevenir infecciones y a cerrar la herida.

 Apósitos. Es posible que el equipo de atención médica también use apósitos para
heridas especiales a fin de preparar la herida y favorecer su cicatrización. Si te
trasladarán a un centro de atención al quemado, es probable que solo cubran la
herida con una gasa seca.
 Medicamentos que combaten la infección. Si contraes una infección, es posible
que necesites antibióticos por vía intravenosa.

 Vacuna contra el tétanos. El médico podría recomendarte que te apliques una


vacuna contra el tétanos después de sufrir una lesión por quemadura.

Terapia ocupacional y fisioterapia

Si el área quemada es extensa, especialmente si comprende alguna articulación, puedes


necesitar ejercicios de fisioterapia. Estos ejercicios pueden ayudar a estirar la piel para
que las articulaciones permanezcan flexibles. Otros tipos de ejercicios pueden mejorar la
fuerza y la coordinación musculares. La terapia ocupacional puede ser útil si tienes
dificultades para realizar las actividades cotidianas normales.

Cirugía y otros procedimientos

Es posible que necesites uno o más de los siguientes procedimientos:

 Asistencia respiratoria. Si te has quemado en el rostro o en el cuello, la garganta


se puede cerrar e inflamar. Si esto ocurre, el médico puede insertar un tubo a través
de la tráquea para mantener el suministro de oxígeno en los pulmones.

 Sonda de alimentación. Las personas con quemaduras extensas o con desnutrición


podrían necesitar apoyo nutricional. El médico puede pasar una sonda de
alimentación a través de tu nariz hasta el estómago.

 Facilitar la circulación sanguínea alrededor de la herida. Si la costra (escara) de


una quemadura se extiende por completo alrededor de una de las extremidades,
puede endurecerse y cortar la circulación sanguínea. Una escara que se extiende
alrededor de todo el pecho puede dificultar la respiración. Quizás el médico corte la
escara con el propósito de liberar esta presión.

 Injertos de piel. Un injerto de piel consiste en una intervención quirúrgica en la


que se emplean partes de la piel sana de la misma persona para reemplazar el tejido
cicatrizal que producen las quemaduras profundas. Como solución temporal, se
puede usar piel de un donante fallecido o de cerdos.
 Cirugía plástica. La cirugía plástica (reconstrucción) puede mejorar el aspecto de
las cicatrices por quemaduras y aumentar la flexibilidad de las articulaciones
afectadas por la formación de cicatrices.

PREVENCIÓN
Para reducir el riesgo de sufrir quemaduras hogareñas comunes:

 Nunca dejes de controlar los elementos que estás cocinando.

 Coloca las manijas de las ollas hacia la parte de atrás de la cocina.

 Nunca alces o cargues a un niño mientras estés cocinando.

 Mantén todos los líquidos calientes fuera del alcance de los niños y las mascotas.

 Mantén los electrodomésticos lejos del agua.

 Controla la temperatura de los alimentos antes de servírselos a un niño. No calientes


el biberón de un niño en el microondas.

 Nunca uses ropa suelta que podría prenderse fuego mientras cocinas.

 Si hay un niño presente, impide su acceso a fuentes de calor, como estufas, parrillas
para exteriores, chimeneas y calentadores portátiles.

 Antes de sentar a un niño en un asiento para automóvil, asegúrate de que las tiras o
hebillas no estén calientes.

 Desenchufa las planchas o los dispositivos similares cuando no estén en uso.


Guárdalos fuera del alcance de los niños pequeños.

 Cubre los tomacorrientes que no utilices con tapas de seguridad. Mantén los
cordones y cables eléctricos ocultos para que los niños no los muerdan.

 Si fumas, nunca lo hagas en la cama.

 Asegúrate de que tener detectores de humo que funcionen correctamente en cada


piso de tu casa. Contrólalos y cambia las baterías al menos una vez al año.

 Ten un extinguidor de incendios en cada piso de tu casa.


 Cuando uses productos químicos, siempre utiliza gafas o ropa de protección.

 Mantén las sustancias químicas, los encendedores y los fósforos fuera del alcance
de los niños. Utiliza pestillos de seguridad. Además, no utilices encendedores que
parezcan juguetes.

 Para evitar quemaduras, configura la temperatura del termostato del calentador de


agua a menos de 120 °F (48.9 °C). Prueba el agua para el baño antes de sumergir a
un niño.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Realizar una primera valoración siguiendo el esquema ABCD (IV):
- A (Airway): Vía aérea abierta y limpia.
- B (Breathing): Respiración. Descubrir el pecho y comprobar la expansión adecuada y
equitativa de ambos hemitorax.
- C (Circulation): Circulación. Comprobar y tratar la presencia de sangrado debido a
otras lesiones. Valorar el pulso y la circulación periférica.
- D (Disability): Estado neurológico. Determinar el estado de conciencia.
- En caso de que sea necesaria la reposición hídrica agresiva, coger dos vías venosas de
grueso calibre, siempre que sea posibles en zonas de piel sana, preferiblemente a más
de cinco centímetros de la piel quemada (IA).
- Administrar el analgésico indicado, valorar su efectividad y reacciones
secundarias. Preferiblemente la administración debe ser por vía endovenosa, dado
que la absorción por vía intramuscular es lenta en zonas edematizadas (IV).
- Retirar cuidadosamente anillos, pulseras, cinturones, y en general todo objeto ó
ropa antes que la zona comience a inflamarse (IV).
- Realizar monitorización de constantes vitales de forma continua o al menos cada
15 minutos.
- Si el edema está presente elevar la zona afectada para evitar el síndrome
compartimental.
- En quemaduras en la cara elevar la cabecera de la cama/camilla unos 30o
- En quemaduras causadas por fuego directo o por contacto:
o En las primeras tres horas tras producirse la quemadura, irrigar la
quemadura con cloruro de sodio al 0,9% frío (15 grados) durante unos 20
- 30 minutos ya que reduce la severidad del daño tisular y el edema (III).
o No utilizar agua helada, debido a que la vasoconstricción intensa puede
causar la progresión de la quemadura y también aumenta el riesgo de
hipotermia (IV).
o Detener la irrigación de forma inmediata, en caso de que la temperatura
corporal del paciente sea igual o inferior a 35ºC.
- En quemaduras químicas:
o Utilizar el equipo de protección adecuado.
o Si es posible, determinar la sustancia química causante, retirar la ropa
cortándola para evitar el contacto con tejidos sanos.
o Si el químico implicado está en una forma seca cepillar la sustancia
química de la piel, e irrigar copiosamente la quemadura con agua a baja
presión por un periodo de tiempo de entre 30 a 60 minutos.
o Detener la irrigación de forma inmediata, en caso de que la temperatura
corporal del paciente sea igual o inferior a 35ºC.
o No tratar de neutralizar las sustancias químicas. La reacción exotérmica
que provocan genera calor y puede agravar la lesión inicial, además de
retrasar la retirada del agente (IV).
o En caso de que la quemadura haya sido producida por alquitrán, no
intentar retirarlo (IV). En primer lugar debe ser enfriado para liberar el
calor retenido, y después debe ser retirado con ayuda de emulsionantes.
o Las quemaduras en los ojos requiere de una copiosa irrigación continua,
preferiblemente a través de un bolsa/botella de suero intravenoso de
cloruro sódico al 0,9% conectada a un sistema de infusión. El
procedimiento requiere dar la vuelta al párpado superior y tirar hacia abajo
del fondo de saco, o el uso de un espéculo de ojo para que este permanezca
abierto durante la irrigación.
- En quemaduras eléctricas de alto voltaje se debe realizar un electrocardiograma
para detectar arritmias.
SÍNDROME CONVULSIVO.

DEFINICIÓN
Las convulsiones son un trastorno periódico de la actividad eléctrica del cerebro,
ocasionando algún grado de disfunción cerebral temporal.

Existen varios tipos de convulsiones o crisis convulsivas algunos duran solamente unos
segundos, mientras que otros pueden durar incluso varios minutos. El tipo específico de
la convulsión que sufre una persona depende de la parte del cerebro donde empieza, como
se extiende y cuánto, o qué parte del tejido del cerebro toma parte.

CLASIFICACIÓN
Crisis parciales (focales)
• Crisis parciales simples (sin afectación del nivel de conciencia)
- Motoras
- Con signos somato-sensoriales (visuales, auditivos, olfatorios, gustativos, vertiginosos)
- Con síntomas autonómicos
- Con síntomas psíquicos
• Crisis parciales complejas (con afectación del nivel de conciencia)
• Crisis parciales que evolucionan a crisis secundariamente generalizadas

Crisis generalizadas
• Ausencias
• Crisis mioclónicas simples o múltiples
• Crisis clónicas
• Crisis tónicas
• Crisis tónico-clónicas
• Crisis atónicas (astáticas)

ETIOPATOGENIA
Neonatos
- Encefalopatía hipóxico-isquémica
- Infección sistémica o del sistema nervioso central
- Alteraciones hidroelectrolíticas
- Déficit de piridoxina
- Errores congénitos del metabolismo
- Hemorragia cerebral
- Malformaciones del sistema nervioso central
- Anomalías metabólicas temporales, como un nivel bajo de azúcar en la sangre
- Un trastorno grave, como una malformación cerebral, una lesión del cerebro
durante el embarazo, la falta de oxígeno durante el parto o una infección grave.
- Trastornos hereditarios que tienen su origen en mutaciones en un gen, como
el trastorno hereditario del metabolismo
- El consumo materno de determinados medicamentos durante el embarazo
Lactantes y niños
Convulsión febril
• Infección sistémica y del sistema nervioso central
• Alteraciones hidroelectrolíticas
• Intoxicaciones
• Epilepsia
Adolescentes
• Supresión o niveles sanguíneos bajos de anticonvulsivantes en niños epilépticos
• Traumatismo craneal
• Epilepsia
• Tumor craneal
• Intoxicaciones (alcohol y drogas)

MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

En los recién nacidos, las convulsiones pueden ser difíciles de reconocer. Los recién
nacidos pueden mover los labios o masticar involuntariamente. Parece que sus ojos
miran fijamente en diferentes direcciones. Periódicamente pierden el tono muscular.

En lactantes mayores o en niños pequeños, una parte del cuerpo o su totalidad tiembla,
sufre sacudidas o se vuelve rígida. Las extremidades se agitan involuntariamente. Los
niños pueden mirar fijo, confundirse, notar sensaciones inusuales (como
entumecimiento u hormigueo) en partes del cuerpo o tener sentimientos inusuales
(como sentirse muy asustado sin razón).
 Pérdida del conocimiento
 Convulsiones (sacudidas de todo el cuerpo)
 Confusión
 Breves periodos de mirar fijamente
 Una sensación repentina de miedo o pánico
 Flexión, rigidez, sacudida o contracción de la parte superior del cuerpo
 Asentimiento involuntario con la cabeza

DIAGNÓSTICO
Historia clínica.
2. Electroencefalograma: descargas de punta, punta onda aguda centro temporal uni o
bilateral, con adecuada modulación de los ritmos de fondo y de la actividad de sueño.
Se recomienda realizar electro encefalograma bajo privación de sueño.
3. Neuroimágenes: están indicadas sólo en pacientes con crisis muy frecuentes o de
pobre control. Idealmente emplear la resonancia magnética

TRATAMIENTO
Medidas inmediatas para prevenir lesiones
Tratamiento de la causa
Anticonvulsivos
El tratamiento de las convulsiones en bebés y niños se centra principalmente en la causa
de la convulsión. A veces, debe administrarse un tratamiento farmacológico a los niños
para controlar las convulsiones (anticonvulsivos).

Medidas inmediatas para prevenir lesiones


Cuando un niño tiene una convulsión, los padres o los cuidadores deben hacer lo siguiente
para tratar de evitar que el niño sufra lesiones:
Tumbar al niño sobre un costado
Mantener al niño alejado de peligros potenciales (como escaleras u objetos punzantes)
No introducir nada en la boca del niño ni intentar sujetarle la lengua
Una vez finaliza la crisis convulsiva, es importante seguir estas recomendaciones:
Permanecer con el niño hasta que esté completamente consciente
Comprobar que respira y, si parece que no lo hace, comenzar la respiración boca a boca
(si el niño está sufriendo convulsiones, intentar la respiración boca a boca no es necesario
y puede causar daño al niño o a la persona que la realiza)
No administrarle ningún alimento, líquido ni fármaco por vía oral hasta que esté
completamente consciente
Comprobar la fiebre y, si está presente, tratarla
Se puede bajar la fiebre poniendo un supositorio de paracetamol (acetaminofeno) al niño
si está inconsciente o es demasiado pequeño para tomar medicamentos por vía oral, o
administrando paracetamol (acetaminofeno) o ibuprofeno por vía oral si el niño está
consciente. También se debe retirar la ropa de abrigo.

Se debe llamar a una ambulancia si ocurre cualquiera de las situaciones siguiente:

La convulsión dura más de 5 minutos.


El niño se lastima durante la convulsión, u tiene una dificultad respiratoria tras la
convulsión.
Se produce inmediatamente otra convulsión.
Todo niño que sufre por primera vez una convulsión debe ser hospitalizado. Cuando se
sabe que el niño sufre un trastorno convulsivo, los padres deben tratar previamente con
el médico cuándo, dónde y con qué urgencia es necesaria la valoración médica si se
produce otra convulsión.

Las convulsiones que duran 15 minutos o más (llamadas estado epiléptico) son una
emergencia médica. Los médicos administran fármacos como el sedante lorazepam o el
anticonvulsivante fosfenitoína o levetiracetam (por vía intravenosa), para poner fin a los
ataques. Si no se puede administrar el fármaco por vía intravenosa, se puede aplicar gel
de diazepam en el recto o midazolam líquido por la nariz (vía intranasal). El diazepam y
el midazolam son sedantes que pueden ayudar a detener las convulsiones. Los niños con
estado epiléptico son monitorizados cuidadosamente para detectar problemas
respiratorios y alteraciones de la tensión arterial.

Tratamiento a largo plazo


El tratamiento a largo plazo puede involucrar
Anticonvulsivos
La dosis de anticonvulsivantes se incrementa por lo general si la dosis estándar no
controla adecuadamente las convulsiones. La dosis puede ajustarse a medida que el niño
crece y aumenta de peso. Se puede sustituir o añadir otro anticonvulsivante si el primero
fue eficaz sólo parcialmente o presentó efectos secundarios molestos. Los
anticonvulsivantes pueden interactuar con otros fármacos, por lo que los padres deben
decir al médico todos los medicamentos y todos los complementos que el niño esté
tomando.

PREVENCIÓN
 Enséñele a los miembros de la familia y a sus amigos los primeros auxilios
adecuados para tratar las crisis convulsivas.
 Informe a la familia y a los amigos cuándo deben llamar para pedir ayuda (es
decir, cuando la crisis convulsiva de su niño se considera una emergencia).
 Asegúrese de que su hijo tenga puesto un brazalete o pulsera de alerta médica que
contenga información sobre la clase de epilepsia que sufre.
 Cerciórese de que su niño se toma su medicamento a horas, todos los días. Esto
es sumamente importante para reducir la posibilidad de las crisis convulsivas.
 Cerciórese de que su niño duerme lo suficiente. No dormir suficiente puede
conllevar a más crisis convulsivas.
 Considere el uso de un casco para su niño si sufre de crisis convulsivas que causan
caídas frecuentes.
 Un plan de acción para tratar las crisis convulsivas puede ser una herramienta útil
que puede compartir con sus familiares y amigos. Este plan le ayudará a saber lo
que pueden hacer si su niño sufre una de estas crisis.
Hay varias medidas fáciles que puede tomar para que su hogar sea más seguro para su
niño.

 Ponga acolchados para cubrir las esquinas puntiagudas, como aquellas de las
mesas y mostradores.
 Evite usar mesas de cristal/vidrio.
 Ponga a dormir a su niño en una cama no muy alta (cercana al piso)
 Utilice alfombras que no se deslicen.
 Evite usar tapetes pequeños y sueltos.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA

Estabilización de las funciones vitales (ABC).


• Vía aérea: Mantener en decúbito lateral (salvo si existe traumatismo previo), aspirar
secreciones, poner cánula orofaríngea.
• Ventilación: Administrar O2 100% (mascarilla con reservorio, intubación endotraqueal)
Valorar: color, movimientos torácicos, frecuencia respiratoria, auscultación pulmonar,
pulsioximetría.
• Circulación: Canalizar vía IV. S. Glucosado 5%
Valorar: perfusión periférica, pulsos, frecuencia cardiaca, tensión arterial.
2. Determinación de glucemia (tira reactiva). Extraer sangre para laboratorio1
(electrolitos, pH, gases, bicarbonato, urea, creatinina, niveles de anticonvulsivantes).
3. Si hipoglucemia: S. Glucosado 25% 2 ml/kg. IV.
4. Administración de medicación anticonvulsiva.
• Min. 0-5: Diazepam2 0,3 mg/kg IV en 2-4 min. (max: 10 mg) ó 0,5 mg/kg rectal3.
En los niños menores de 18 meses debe ensayarse una dosis de piridoxina 150 mg/kg IV
(50 mg enrecién nacidos).
• Min. 10: Fenitoína 15-20 mg/kg IV (max: 1 g) en 10-20 min (monitorización ECG y
TA)
A partir de este tiempo se considera un status epiléptico debiéndose proceder a la
inducción de un coma barbitúrico. Cuando la crisis no revierte con el tratamiento habitual
es necesario descartar que exista alguna causa subyacente.
INTOXICACIÓN

DEFINICIÓN
La intoxicación aguda se define como: cualquier exposición, ya sea por ingestión, tacto o
inhalación, a una o varias sustancias que pueden ocasionar una lesión en el organismo.

CLASIFICACIÓN
Intoxicaciones accidentales

• Ocurren en niños de 1-5 años de edad (máxima incidencia entre los 2 y los 3 años).
El afán investigador de los niños de esta edad, junto con la ausencia de sensación de
peligro, les hace más proclives a investigar y probar lo que encuentren.

• Suele estar implicado solo un producto del entorno doméstico.

• La mayoría de las veces son asintomáticas.

• Generalmente, son benignas y no necesitan mucha intervención terapéutica.

• Con frecuencia, los niños toman sustancias inocuas que no precisan tratamiento.

Errores de dosificación

• Ocurren en niños pequeños por error del adulto que le administra el fármaco.

• Están implicados los medicamentos habituales en la infancia.

• Hay que tener en cuenta que algunos errores de dosificación mantenidos en el tiempo
son más peligrosos que la ingesta de una dosis alta única (paracetamol).

Intoxicaciones voluntarias

- Son menos frecuentes, pero más graves que las accidentales.

- Se producen en adolescentes (mayores de 12 años), sobre todo mujeres.

- Habitualmente, están implicados varios productos: psicotropos, alcohol, drogas de


abuso o paracetamol.

- Suelen cursar con clínica, la mayoría de las veces neurológica.

- La demora antes de consultar es mayor que en las intoxicaciones accidentales y el


tratamiento más complejo.
ETIOPATOGENIA
El alcohol es el principio activo implicado con más frecuencia en las intoxicaciones

MANIFESTACIONES CLÍNICAS,

 Síntomas neurológicos: dolor de cabeza, pérdida de conciencia,


estupor, somnolencia, confusión, convulsiones, mareos.
 Síntomas respiratorios: falta de aliento, tos, sensación de ahogo, dolor
al inhalar.
 Síntomas digestivos: vómitos, diarrea, falta de apetito, náuseas, mal
aliento (olor extraño o inusual), quemaduras en labios y boca.
 Síntomas cutáneos: erupciones en la piel, quemaduras, sensación de
hormigueo en manos.
 Síntomas generales: visión doble, fiebre, palpitaciones, labios
azulados, irritabilidad, descontrol de los esfínteres, dolores
generalizados.

DIAGNÓSTICO
En la mayoría de intoxicaciones de niños no se necesita ninguna prueba complementaria
Las pruebas de laboratorio se solicitarán de forma individualizada, según los efectos que
pueda ocasionar el tóxico implicado y la disponibilidad de la determinación de los niveles
sanguíneos. En la mayoría de las intoxicaciones infantiles, sin embargo, no se necesita
ninguna prueba complementaria.

Niveles sanguíneos de tóxicos. La posibilidad de determinación inmediata de niveles no


es posible, ni está indicado en todos los casos. Se deben solicitar si la dosis ingerida es
tóxica y el tratamiento depende del valor de los mismos.

TRATAMIENTO
Según cómo haya sido el contacto con el tóxico actuaremos:
– Contacto oftálmico: lavado conjuntival abundante durante 20 minutos con agua o suero
fisiológico.
– Contacto cutáneo (insecticidas, ciertos disolventes, agentes anestésicos tópicos como el
EMLA): retirar la ropa y lavar con agua y jabón.
– Inhalación: retirar al paciente de la fuente y aplicar O2 al 100%.
– Ingestión oral: descontaminación del tubo digestivo (carbón activado, vaciado
gastrointestinal).

Si se decide realizar una descontaminación gastrointestinal, la técnica de elección es la


administración de carbón activado, quedando el lavado gástrico como método de reserva
para aquellas situaciones en las que el carbón no está indicado. De manera muy ocasional
recurriremos al lavado intestinal total o la administración de catárticos. El jarabe de
ipecacuana está desterrado en el manejo del paciente pediátrico intoxicado.
Lavado gástrico
No se han evidenciado diferencias entre pacientes tratados sólo con carbón activado y
aquellos tratados con lavado gástrico más carbón activado.
Aun así existen una serie de situaciones en las que el lavado gástrico es una técnica que
debemos realizar.
Se trata de aquellos pacientes con ingestas de grandes cantidades de sustancia tóxica que
pueden deteriorar al paciente en la 1ª hora y, fundamentalmente, en la ingesta de tóxicos
no absorbibles por el carbón activado.
Pasada una o dos horas tras la ingesta su eficacia es menor salvo en casos de ingesta de
sustancias que retrasen el vaciamiento gástrico.
– Contraindicaciones:
- Ingesta de hidrocarburos (relativa). En aquellas ingestas de hidrocarburos con toxicidad
sistémica debe considerarse la realización del lavado gástrico una vez protegida la vía
aérea.
- Ingesta de cáusticos.
- Objetos punzantes.
Administración de antídotos
Los antídotos anulan o disminuyen la toxicidad de la sustancia tóxica al inhibir su acción
en el órgano diana bien transformándolo en un metabolito inactivo o favoreciendo su
eliminación.
• Atropina: en ingestas de pesticidas anticolinesterasa (organofosforados, carbamatos) e
intoxicaciones por sustancias colinérgicas (fisiostigmina, neostigmina, ciertas setas).
- Dosis: 0,01mg/kg (mín. 0,1 - máx. 1 mg/dosis) IV. Repetir cada 10´ hasta aparecer
síntomas de atropinización (taquicardia, midriasis y sequedad de boca).
• Azul de metileno 1%: en metahemoglobinemias.
- Dosis: 1-2 mg/kg (0,1-0,2 ml/kg de la solución al 1%) IV a pasar lento en 5´.
En pacientes con déficit de glucosa-6- P-DH puede producir anemia hemolítica.
• Biperideno: en extrapiramidalismo por fármacos (levomepromazina, butirofenonas,
metoclopramida, cleboprida).
- Dosis: 0,04-0,1 mg/kg (máx. 5 mg) IV directo o en Dx 5%. También IM.
• Desferroxamina: quelante del hierro. En la intoxicación por hierro se administra vía IV
y vía oral:
- Indicación: nivel de hierro en sangre superior a 350 µg/dL IV en perfusión continua a
15 mg/h (máx 6 g/día) hasta que disminuya la sideremia y el paciente se estabilice,
pasándose entonces a 6 mg/h.
• Etanol: en intoxicaciones por metanol y etilenglicol. Interesa obtener niveles en sangre
de 100 mg/ml.
- Dosis oral: dosis de choque de 1 ml/kg/hora al 95% y continuar con dosis de
mantenimiento a 0,15 ml/kg/hora al 95%
- Dosis IV: dosis de choque de 0,6-0,8 g/kg en glucosado al 5% a pasar en 30-60´ para
continuar con dosis de mantenimiento de 1 ml/kg/h.

PREVENCIÓN
La prevención es la clave para evitar que tu hijo se intoxique. A continuación se detalla
cómo prevenir intoxicaciones según el tipo de producto:
Fármacos
 Mantén cualquier fármaco o sustancia tóxica fuera del alcance de tu hijo, con el envase
cerrado y en armarios de seguridad.
 Cuando tomes un medicamento no lo hagas delante de tu hijo, ya que imitan todo
cuanto ven.
 Cuando debas administrarle un fármaco no simules que es un caramelo o algo que pueda
tomarse por placer, pues puede resultar contraproducente. Muchas medicinas tienen
colores y formas llamativos, y los niños pueden confundirlos con golosinas.

Recuerda que en el caso de los niños, una pequeña dosis no siempre equivale a una
toxicidad pequeña.

Productos domésticos:
 No dejes ningún producto en lugares de fácil acceso.
 Siempre fuera del alcance visual del niño.
 Utiliza armarios con sistemas de seguridad.
 Mantén el producto en el envase original, no uses botellas o envases reaprovechados.
 Asegúrate de que los envases están bien cerrados.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

 Monitorizar y controlar las constantes vitales


 Determinar el estado de consciencia
 Intentar dilucidar el motivo de la intoxicación
 Canalización urgente de vía venosa y sondaje nasogástrico si la intoxicación es por
productos ingeridos.
 Recogida de muestras para determinaciones.
 Tratar de disminuir la absorción del producto o ayudar a la eliminación.
 Inducir al vómito exceptuando las intoxicaciones por cáusticos o productos que
depriman el SNC (sistema nervioso central).
 Utilización de antídotos, el más frecuente es el carbón activado (producto
absorbente de gran capacidad para tratar de bloquear vía digestiva el producto
tóxico. Suele ser una medida sustitutiva del lavado gástrico).
 Realizar lavados gástricos
 Forzar la diuresis
 Realizar técnicas de depuración extrarrenal, como la hemodiálisis o plasmaféresis.
Estas técnicas serían usadas en casos graves y siempre en función del resultado de
determinaciones analíticas.
TRAUMATISMOS ENCEFALOCRANEANOS.

DEFINICIÓN
Se define como traumatismo craneoencefálico (TCE) cualquier alteración física o
funcional producida por fuerzas mecánicas que actúan sobre el encéfalo o alguna de sus
cubiertas.

FISIOPATOLOGÍA
Comparativamente con el resto de la población, los pacientes pediátricos presentan con
mayor frecuencia lesión intracraneal, en especial cuanto menor es la edad del paciente.
Esta mayor susceptibilidad de los niños ante los TCE se debe a una superficie craneal
proporcionalmente mayor, una musculatura cervical relativamente débil, un plano óseo
más fino y deformable, y un mayor contenido de agua y menor de mielina, lo que origina
daño axonal difuso en los accidentes de aceleración y desaceleración.

CLASIFICACIÓN
• TCE leve: se considera como TCE leve, aquel en el que el paciente presenta una
puntuación en la escala de Glasgow de 14-15 en el momento de la exploración, cuyo
mecanismo de producción haya sido de baja energía, no presente amnesia postraumática,
focalidad neurológica ni signos externos de sospecha de fractura craneal. En el caso de
aparecer síntomas, como pérdida de conciencia menor de 1 minuto/5 minutos (según
distintos autores), cefalea y/o vómitos, se tratará de un TCE leve, siempre que dichos
síntomas hayan sido inmediatos al traumatismo, leves y transitorios.

• TCE moderado: se considera como TCE moderado, aquel que presenta una puntuación
entre 13 y 9 en la escala de coma de Glasgow, pérdida de conciencia mayor a 1 minuto/5
minutos (según autores) vómitos persistentes, cefalea progresiva o letargia, amnesia o
convulsión postraumática, traumatismo múltiple, impactos por alta energía, accidentes de
tráfico y/o caídas de alturas superiores a 2 metros. Si se objetiva alguna lesión en la TAC
inicial, es necesario repetir la prueba en las siguientes 24 a 48 horas para ver la evolución.

• TCE grave: se considera como TCE grave, aquel que presenta una puntuación menor
o igual a 8 en la escala de coma de Glasgow, presencia de herida penetrante, lesiones
sospechosas de fractura de la base del cráneo o déficit neurológico establecido. Este grupo
de pacientes presentan una alta morbilidad y una mortalidad estimada del 40-50%, por lo
que requieren hospitalización en UCI.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS,
Entre las manifestaciones que pueden aparecer, destacan las siguientes:

Alteración del nivel de conciencia

La presencia o ausencia de este síntoma y su duración son factores pronósticos de la


gravedad del TCE. Una pérdida de conciencia supone per se, un traumatismo de
intensidad moderada/alta. La duración de la pérdida de conciencia es directamente
proporcional a la gravedad de la lesión intracraneal; de forma que, cuando es superior a
un minuto hay alta probabilidad de lesión intracraneal y, si es mayor de 5 minutos, se
muestra como un factor de riesgo independiente.

Amnesia postraumática

Es un síntoma relativamente frecuente que la mayor parte de las veces no determina la


existencia de lesión intracraneal, sin embargo hay lesiones cerebrales que afectan a la
región temporal y pueden manifestarse con este síntoma. Por tanto, un TCE que presente
amnesia postraumática no debe considerarse como leve.
Convulsiones

No es un síntoma infrecuente tras un TCE. Según el momento de aparición, se clasifican


en:

• Crisis inmediatas: ocurren en segundos o minutos tras el traumatismo y se manifiestan


con atonía o hipertonía generalizada. No tienen valor pronóstico en la aparición de
epilepsia postraumática.

• Crisis precoces: aparecen entre la primera hora y los 7 días posteriores al traumatismo,
y pueden manifestarse como crisis parciales simples o crisis parciales con generalización
secundaria. Suelen significar la presencia de daño cerebral (hematomas intracraneales,
contusión cerebral, trastornos vasculares…). Cuanto más precoz es el desarrollo de la
crisis, menor es la posibilidad de que la causa sea un hematoma intracraneal.

• Crisis tardías: ocurren después de la primera semana postraumatismo, siendo más


frecuentes durante el primer mes y rara su aparición a partir de 1 año. Suelen ser crisis
parciales simples durante la infancia, y aumenta la posibilidad de crisis generalizadas en
la adolescencia. El diagnóstico de epilepsia postraumática viene determinado por la
presencia de crisis tardías repetidas y suele tratarse de pacientes que han presentado
previamente: hematomas intracraneales, contusiones cerebrales, fracturas de la base de
cráneo o fracturas con hundimiento y coma postraumático. La presencia de crisis febriles
en la infancia y/o historia familiar de epilepsia predispone al desarrollo de epilepsia
postraumática (Tabla I).

Vómitos

Es un síntoma bastante frecuente, ocurre hasta en un 11% de los TCE, sobre todo
formando parte de la reacción vagal que puede acontecer después de un TCE, sin que esto
suponga la presencia de lesión intracraneal. Sin embargo, los vómitos pueden ser un
síntoma guía de hipertensión intracraneal cuando son repetitivos, no se preceden de
náuseas, (vómitos en escopetazo) y/o si se acompañan de síntomas neurológicos.

Cefalea

Es un síntoma difícil de valorar en niños y especialmente en los de corta edad. La


presencia de este síntoma de manera aislada no es indicativa de lesión intracraneal, pero
sí puede serlo si hay un empeoramiento progresivo y se acompaña de otras alteraciones
neurológicas.

DIAGNÓSTICO
• Edad: los menores de 1 año son pacientes de mayor riesgo.

• Mecanismo del traumatismo: caída desde altura, accidente de tráfico, impacto directo…
Con ello, podemos sospechar el tipo de lesión que podría presentar el paciente y
determinar si el mecanismo causal ha sido de alta o baja energía.

• Síntomas asociados: de todos los referidos en el apartado anterior, la pérdida de


conciencia y su duración sería el síntoma de mayor relevancia.

• Localización del traumatismo y tiempo transcurrido desde el mismo.

Exploración física

Es frecuente que un TCE se encuentre en el contexto de un politraumatismo; por tanto, la


secuencia de actuación más aceptada, sería iniciar la exploración física por el ABCDE
que forma parte de la evaluación primaria, para descartar la existencia o no de riesgo vital

• A: control cervical y permeabilidad de la vía aérea.

• B: control de la ventilación, midiendo frecuencia y patrón respiratorios, SatO2,


auscultación…

• C: valoración de la circulación mediante la toma de pulso (intensidad, frecuencia


cardiaca y ritmo), medición de tensión arterial, relleno capilar para valorar el estado de
perfusión y control del sangrado, si lo hubiera.

• D: exploración neurológica básica, con valoración pupilar y escala de coma de Glasgow.

• E: exposición con examen físico y control ambiental.


Pruebas complementarias

La realización de pruebas complementarias en pacientes con TCE tiene como principal


objetivo identificar, de forma rápida, lesiones que requieran una actuación médica y/o
quirúrgica urgente, que permita disminuir la morbimortalidad.

• Radiografía simple de cráneo: su utilidad está cada vez más cuestionada, ya que solo
permite detectar fracturas, pero no lesiones intracraneales.

Figura 4. Radiografías simples de cráneo en niños: las flechas indican zonas con líneas
de fractura..

Además, la ausencia de fracturas en la radiografía de cráneo no descarta la lesión


intracraneal, pero la presencia de fractura aumenta el riesgo relativo de hemorragia
intracraneal, siendo 6,13 veces más probable que en los casos en los que no existe
fractura. Por todo ello, sus indicaciones son controvertidas, parece claro que en ningún
caso debe considerarse una prueba rutinaria, y que únicamente puede ser útil en niños
menores de 1 año

TRATAMIENTO
En los pacientes portadores de lo que hemos denominado injuria encefálica cerrada
menor, la recomendación es hacer un cuidadoso examen físico y neurológico. La
observación cuidadosa, en el servicio de urgencia, hospitalizado o en casa a cargo de
personas competentes está indicada y el lugar será definido por razones circunstanciales
o normas propias de cada institución. La observación implica que una persona
competente, capaz de reconocer anormalidades y con capacidad de solicitar asistencia o
acudir a un lugar donde ésta pueda ser entregada. El uso de neuro-imágenes no esta
recomendado en este grupo de pacientes
El periodo de vigilancia debe ser de 72 horas posterior al evento.
Medidas generales

Mantener una posición semiincorporada con la cabeza a 30º, para facilitar el retorno
venoso. Es recomendable evitar la hipertermia, la hipoglucemia y la hiperglucemia

Analgesia y sedación

El dolor y la agitación aumentan la presión intracraneal y la demanda metabólica; por


tanto, es necesario un buen control del dolor. En un primer momento, se recomienda el
uso de analgésicos no sedantes para no interferir la exploración neurológica

Sueroterapia

El principal objetivo es mantener una normovolemia, para evitar la hipotensión arterial y


la hipo perfusión cerebral. Se aconseja el uso de suero fisiológico y evitar el uso de
perfusiones hipotónicas, como el suero glucosado, para evitar el edema cerebral, excepto
si hay riesgo de hipoglucemia

Fármacos anticonvulsivantes

Está indicado tratar las crisis cuando aparezcan, con diazepam según las pautas
habituales. Dado que las convulsiones producen un aumento de las necesidades
metabólicas del cerebro, también está indicado el uso profiláctico de fármacos
anticonvulsivantes durante la primera semana posterior a un TCE grave. El fármaco de
elección en la profilaxis es la fenitoína, y las dosis indicadas son: 20 mg/kg vía
intravenosa en infusión lenta como dosis de choque, y entre 5 y 10 mg/kg/día como dosis
de mantenimiento controlando los niveles plasmáticos y manteniendo al paciente
monitorizado. El uso profiláctico de la fenitoína está indicado en la prevención de las
crisis epilépticas precoces, que pueden aparecer hasta en un 30% de los TCE graves. Las
convulsiones tardías, que son más frecuentes en los TCE con fracturas óseas craneales
con hundimiento y en los niños menores de 1 año, no podrán evitarse a pesar del uso de
esta pauta profiláctica. El tratamiento de la epilepsia postraumática es idéntico al de
cualquier otra epilepsia(6).

Figura 6. Pilares del tratamiento del traumatismo craneoencefálico: evitar la isquemia


cerebral, la hipertensión intracraneal (HTIC) y el aumento de consumo metabólico
cerebral.

PREVENCIÓN
Instale protectores de ventanas en todas las ventanas que pueden abrirse.

Use una puerta de seguridad arriba y abajo de las escaleras hasta que su hijo pueda bajar
y subir sin peligro. Mantenga las escaleras libres de cualquier obstrucción. NO permita
que sus hijos jueguen en las escaleras o que salten desde los muebles o sobre ellos.

NO deje a un bebé solo en un lugar alto como una cama o un sofá. Al usar una silla alta,
asegúrese de que su hijo está sujetado con el arnés de seguridad.

Guarde todas las armas de fuego y las balas en un armario cerrado con llave.
 Mantenga puestas las barandas laterales en la cuna.

 NO permite que su hijo salte sobre la cama.

 Si es posible no compre literas. Si debe tener literas, busque información en línea antes
de comprarlas. Cerciórese de que la estructura sea fuerte. Además asegúrese que la cama
de arriba tenga una baranda. La escalera debe ser fuerte y debe estar sujetada de manera
segura a la estructura de la litera.

Cuidados de enfermería
Examen físico al ingresar el paciente
— Mantener la cabeza elevada a 35º del plano horizontal y en posición neutra
— Mantener normotérmico al paciente
— Administración de líquidos endovenosos tipo cristaloides
— Disminuir la presión intracraneana
— Controlar la osmolaridad sanguínea
— Prevención o manejo de las convulsiones
Si el niño no está politraumatizado, realice maniobra de inclinación de la cabeza con
elevación del mentón.
♦ Si está politraumatizado o hay sospecha de lesión medular, realice maniobra de tracción
mandibular y coloque collar rígido o de Filadelfia.
♦ Realice extracción de cuerpos extraños como restos de alimentos, secreciones, piezas
dentarias, fragmentos óseos, entre otros.
♦ Realice aspiración con una presión de succión entre 80–120 mmHg según la edad con
una cánula de Yankahuer por no más de 15 segundos y vigile si disminuye la FC.
♦ Eleve la cabecera a 30º ó 35º del plano horizontal.
♦ Coloque cánula orofaríngea o de Guedel, de un tamaño adecuado para la edad del niño
en el caso de estar inconsciente, excepto en caso de sospechade fractura de base de cráneo.
♦ Evalúe la ventilación con la expansión torácica, la auscultación de los orificios de
entrada y salida del aire (boca y nariz) y en la línea medio axilar en donde la masa
muscular es escasa.
♦ Inspeccione en el niño la presencia de hemorragias y su causa en ambos lados del
cuerpo.
DISFUNCIONES HEMATOLÓGICAS
ANEMIA POR DÉFICIT DE HIERRO.

DEFINICIÓN
Es una disminución en el número de los glóbulos rojos, hemoglobina, ocasionada por la
insuficiencia de HIERRO. Se caracteriza por:
- Carencia de hierro en la dieta debido a la malnutrición.
- Falta de hierro en médula ósea: dificultad para la eritropoiesis y las células producidas
son pobremente hemoglobinizadas. Valores normales de hemoglobina En el RN de 16
a 17 g/dL; en el lactante y niño 12 g/dL; en el adolescente 13,5 g/dL

FISIOPATOLOGÍA
Aporte dietético inadecuado por una dieta baja en contenido de hierro, o de pobre
disponibilidad (contenido de inhibidores.)

Aumento de requerimiento debido al crecimiento.

Etapas de la deficiencia de hierro

Se van a producir etapas sucesivas de deficiencia de hierro:- Primero se agotan los


depósitos: disminución de ferritina sérica a nivel del hígado- Luego, si la anemia persiste
habrá una eritropoyesis deficiente, pasando a una etapa caracterizada por una anemia
microcítica hipocrómica en donde está disminuido el volumen corpuscular medio, como
la hemoglobina corpuscular media

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Palidez de piel y mucosas.
Irritable, poco interesado por el medio e inapetente.
Disminución en el crecimiento.
Disminución de la inmunidad celular y de la capacidad bactericida de los
neutrófilos
Fatigabilidad, astenia, adinamia.
Falta de concentración, cefalea.
Mareos, depresión trastornos de carácter.
Nausea, disminución de apetito
DIAGNÓSTICO
Examen físico, exámenes de laboratorio: hemoglobina, hematocrito, volumen
corpuscular medio (VCM)
TRATAMIENTO
Control de la malnutrición y dieta balanceada.
Fierro oral: Sulfato ferroso. Es seguro, altamente efectivo, barato, raramente intolerancias
severas.
Dosis diaria: 3 a 5 mg/kg/día fraccionado en 2 ó 3 tomas.
Las tomas deben ser alejadas de las comidas para evitar presencia de sustancias
inhibidoras (cereales, té, leche).
Mejor absorción en estómago vacío.
Absorción aumentada con jugo de naranja, carnes.
La terapia debe ser hasta después de 3 meses de normalizada los valores de hemoglobina
para restablecer los depósitos de hierro.
En casos especiales, se usa la vía parenteral.

PREVENCIÓN
Educación, disponibilidad de los alimentos, precios.
Adicionar a la dieta suplementos de hierro.
Considerar en la dieta alimentos ricos en la hemoglobina Hem: carnes, preparados con
sangre, la leche de vaca y huevo son de pobre absorción y ricos en favorecedores de la
absorción: ácido ascórbico (frutas, jugos).
Evitar consumir con las comidas los inhibidores: té café, yema de huevo

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

1. Conocer qué grupos de personas están más predispuestas a padecer una anemia ferropenia
(pres menopáusicos, embarazados, personas de estado socioeconómico bajo, ancianos,
etc.)
2. Informar sobre una dieta correcta, indicando que alimentos son ricos en hierro.
3. Informar sobre las pruebas diagnósticas para establecer la causa de la anemia.
4. Determinación de Hb y recuento de eritrocitos para valorar la respuesta del tratamiento.
5. Hacer hincapié en el cumplimiento de la dieta y tratamiento farmacológico:
LEUCEMIA
DEFINICIÓN
La leucemia es el tipo de cáncer más frecuente en niños y se define como la proliferación
anormal de células malignas en la médula ósea, que es la encargada de producir las células
sanguíneas y se encuentra localizada dentro de los huesos.
El porcentaje de curación que se puede obtener con un tratamiento adecuado es de
aproximadamente del 70 %, que es algo muy diferente a lo que se obtenía hasta hace
todavía poco tiempo, cuando prácticamente era imposible lograr la curación de estos
pacientes. Conviene aclarar que este porcentaje de niños curados, es un grupo de niños
que van a poder crecer, estudiar, trabajar, tener hijos etc., es decir, van a curarse total y
realmente.

FISIOPATOLOGÍA
Toda enfermedad neoplásica, la secuencia de acontecimientos que derivan en la
transformación maligna de una célula es multifactorial. En el caso de la LLA, estos
eventos se producen durante el desarrollo de la estirpe linfoide. Estos precursores
linfoides presentan una alta tasa de proliferación y de reordenamientos genéticos;
características que favorecen la aparición de mutaciones espontáneas y de otras
alteraciones citogenéticas que facilitan la transformación maligna.
Entre los factores medioambientales que pueden facilitar el desarrollo de leucemia,
destaca la exposición a las radiaciones ionizantes.

CLASIFICACIÓN
Existen 2 formas de clasificar las leucemias:

1. En función de la rapidez con la que se produce y empeora la enfermedad:


Leucemias agudas: Se producen con rapidez, y el número de células leucémicas aumenta
rápidamente (prácticamente todas las células que se producen son muy inmaduras).
Leucemias crónicas: Se producen lentamente y son mejor toleradas. Al principio, las
células leucémicas se comportan casi como las células normales y, a veces, el primer
signo de enfermedad puede ser el hallazgo de células anormales en un análisis de sangre
rutinario. Si no se tratan, las células leucémicas acaban desplazando a las células
normales.
2. En función de las células afectadas:
· Leucemia mieloide: Comienza en las células mieloides.
· Leucemia linfoide: Comienza en las células linfoides

Los tipos más comunes de leucemia son:

1. Leucemia mieloide aguda (LMA): Afecta a las células mieloides y se desarrolla con
rapidez. Se presenta generalmente en personas a partir de los 65 años. Puede afectar,
aunque en menor proporción, a niños y adolescentes.

2. Leucemia mieloide crónica (LMC): Afecta a las células mieloides y, al principio, se


desarrolla con lentitud. Más de la mitad de los pacientes tienen entre 65 años o más, y solo
afecta a un pequeño porcentaje de niños y adolescentes.

3. Leucemia linfoblástica aguda (LLA): Afecta a las células linfoides y se desarrolla con
rapidez. Se presenta fundamentalmente en niños y adolescentes.

4. Leucemia linfocítica crónica (LLC): Afecta a las células linfoides y se desarrolla con
lentitud. La mayoría de los pacientes tienen más de 65 años. Esta enfermedad casi nunca
afecta a niños o a adolescentes.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Síntomas causados por recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia): los glóbulos rojos
llevan oxígeno a todas las células del cuerpo. Una disminución de glóbulos rojos puede
causar síntomas como:
Sensación de cansancio
Debilidad
Sensación de frío
Mareo o aturdimiento
Dificultad para respirar
Piel más pálida
Síntomas de una disminución de glóbulos blancos normales: los glóbulos blancos ayudan
al cuerpo a combatir las bacterias. Los niños con leucemia a menudo tienen altos
recuentos de glóbulos blancos, pero la mayoría de ellos son células de leucemia que no
protegen contra la infección, y no hay suficientes glóbulos blancos normales. Esto puede
ocasionar:

Infecciones que pueden ocurrir debido a una escasez de glóbulos blancos normales. Los
niños con leucemia pueden contraer infecciones que no parecen desaparecer o pueden
contraer una infección después de otra.
Fiebre, a menudo es el principal signo de infección. Sin embargo, algunos niños pueden
presentar fiebre sin tener una infección.
Síntomas causados por recuentos bajos de plaquetas: las plaquetas en la sangre
normalmente ayudan a detener el sangrado. Un número disminuido de plaquetas puede

CAUSAS:
Tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados
Sangrado nasal frecuente o severo
Sangrado de las encías
Dolor de huesos o de articulaciones: este dolor es causado por la acumulación de células
leucémicas cerca de la superficie del hueso o dentro de la articulación.

Hinchazón del abdomen: las células leucémicas se pueden acumular en el hígado y el


bazo y causar que estos órganos aumenten de tamaño. Esto podría notarse como llenura
o hinchazón del abdomen. Generalmente las costillas inferiores cubren estos órganos,
pero cuando están agrandados a menudo el médico los puede palpar.

Pérdida de apetito y de peso: si el bazo y/o el hígado se agrandan demasiado, pueden


presionar otros órganos, como el estómago. Esto puede ocasionar que el niño se sienta
lleno después de comer solo una pequeña cantidad de alimentos, produciendo pérdida de
apetito y pérdida de peso con el tiempo.

Ganglios linfáticos hinchados: algunas leucemias se propagan a los ganglios linfáticos,


los cuales son normalmente grupos de células del sistema inmunitario en el cuerpo que
tienen la forma de un frijol. Se pueden observar o sentir ganglios agrandados como masas
debajo de la piel en ciertas partes del cuerpo (como a los lados del cuello, en las áreas de
las axilas, sobre la clavícula o en la ingle). También puede ocurrir hinchazón de los
ganglios linfáticos que se encuentran en el interior del pecho o del abdomen, pero esta
sólo puede observarse mediante estudios por imágenes, como CT o MRI.

En los infantes y los niños, los ganglios linfáticos a menudo se agrandan cuando combaten
una infección. Un ganglio linfático agrandado en un niño con mucha más frecuencia es
un signo de infección que de leucemia, pero un médico lo debe revisar y hacerle un
seguimiento minucioso.

Tos o dificultad para respirar: algunos tipos de leucemia pueden afectar a las estructuras
en el centro del pecho, tales como los ganglios linfáticos o el timo (un órgano pequeño
ubicado frente a la tráquea, el conducto de respiración que conduce a los pulmones). El
agrandamiento del timo o de los ganglios linfáticos en el pecho puede presionar la tráquea,
causando tos o dificultad para respirar.

En algunos casos en que el recuento de glóbulos blancos es muy alto, las células de la
leucemia pueden acumularse en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, lo que
también puede causar dificultad para respirar.

Hinchazón en la cara y los brazos: un timo agrandado puede causar presión sobre la vena
cava superior (SVC), una vena grande que lleva sangre desde la cabeza y los brazos de
vuelta al corazón. Esto puede hacer que la sangre "retroceda" en las venas. A esto se le
llama síndrome de la SVC, y puede causar hinchazón en el rostro, cuello, brazos y la parte
superior del tórax (algunas veces con una coloración roja azulada de la piel). Algunos
otros síntomas son: dolores de cabeza, mareos y, si afecta el cerebro, un cambio en el
conocimiento. El síndrome de la SVC puede ser potencialmente mortal de modo que
requiere tratamiento inmediato.

Dolores de cabeza, convulsiones y vómito: unos pocos niños tienen leucemia que ya se
ha propagado al cerebro y a la médula espinal cuando se descubre. Esto puede dar lugar
a síntomas tales como dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, debilidad,
convulsiones, vómitos, problemas de equilibrio y visión borrosa.
Erupciones en la piel, o problemas en las encías: en los niños con leucemia mieloide
aguda (AML), las células leucémicas se pueden propagar a las encías, causando
hinchazón, dolor y sangrado.

Si la AML se propaga a la piel, puede dar origen a pequeños puntos de color oscuro que
pueden parecer un sarpullido común. Una acumulación de las células de la AML debajo
de la piel o en otras partes del cuerpo se llama cloroma o sarcoma granulocítico.

Cansancio extremo y debilidad: una consecuencia poco común, pero muy grave de la
AML es el cansancio extremo, la debilidad y la dificultad en el habla. Esto puede ocurrir
cuando un gran número de células leucémicas causa que la sangre se vuelva demasiado
espesa y se haga más lenta la circulación a través de los pequeños vasos sanguíneos del
cerebro.

Como se indicó anteriormente, es probable que la mayoría de los síntomas presentados


anteriormente se deban a una dolencia distinta a leucemia. Aun así, resulta importante
que un médico le examine para determinar y tratar la causa de los síntomas, de ser
necesario.

DIAGNÓSTICO
La confirmación del diagnóstico se realiza mediante el estudio morfológico,
citogenética y molecular del aspirado de médula ósea.
Ante un niño con sospecha de leucemia, debemos realizar una buena anamnesis en busca
de signos y síntomas compatibles con el fracaso hematopoyético o la infiltración extra
medular. La exploración debe ser exhaustiva y minuciosa. Se debe explorar la presencia
de equimosis, petequias, adenopatías, palidez cutánea…, se deben palpar hígado y bazo,
realizar una buena exploración neurológica y, en los varones, debemos palpar siempre
los testículos

TRATAMIENTO
Tendencia actual es realizar un tratamiento adaptado al riesgo de cada paciente
recientemente diagnosticado de LLA; es decir, vamos a administrar un tratamiento más
intensivo al paciente que tiene mayor riesgo de recaída al diagnóstico y vamos a tratar
de no sobre tratar al paciente de riesgo estándar. Para ello, debemos clasificar a los
pacientes en grupos de riesgo
El tratamiento principal para la mayoría de los casos de la leucemia en niños es la
quimioterapia.
Para algunos niños con leucemia de riesgo mayor, puede que se aplique dosis elevadas de
quimioterapia junto con un trasplante de células madre. Otros tratamientos podrían
incluirse bajo circunstancias especiales.
Cirugía para la leucemia en niños
Radioterapia para la leucemia en niños
Quimioterapia para la leucemia en niños
Medicamentos de terapia dirigida para la leucemia en niños
Inmunoterapia para la leucemia en niños
Altas dosis de quimioterapia y trasplante de células madre para la leucemia en niños

PREVENCIÓN

Mantén a tu niño lejos de altas dosis de radiación. Los estudios muestran que las personas
expuestas a altas dosis de radiación tienen riesgo de leucemia.
Incluso las dosis bajas de radiación en rayos x, tomografías computarizadas o radioterapia
incrementan las probabilidades de presentar leucemia.
Evita exponer a tu niño a la bencina. La bencina es la base química para producir otros
químicos como la gasolina, los lubricantes o los pesticidas. Lleva consigo un olor dulce
que se puede absorber con facilidad una vez inhalado. También puede penetrar la piel al
estar expuesta. Los índices de leucemia, específicamente de LMA, son más altos en
personas expuestas a la bencina.
Los agente alquilantes son en su mayor parte los culpables del cáncer secundario causado
por quimioterapia. Este fármaco une un grupo alquilante disruptivo que daña las células
del ADN.
Existe una incidencia incrementada de leucemia en este grupo de fármacos.
No bebas alcohol durante el embarazo. Algunos estudios han encontrado que las madres
que beben alcohol durante el embarazo pueden incrementar el riesgo de que la leucemia
se desarrolle en su hijo no nacido.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Alteración del sistema inmunológico
Límite de visitantes y aislamiento protector.
Control de higiene general. Lavado de manos.
Evitar vacunas.
Vigilar signos en caso de infección (temperatura)
Evitar el contacto con personas enfermas o infectadas (como gripe).
– Alteración del sistema digestivo
Nutrición: hay que proporcionar una alta ingesta de agua, alimentos con fibra y se puede
dar un masaje para favorecer movimientos intestinales.
Vigilancia de vómitos y peso a diario.
Aseo bucal.
– Alteración del sistema músculo-esquelético
Proporcionar masaje.
Administrar analgésicos en casos necesarios.
Colocar medios físicos e inmovilizar el miembro que se encuentre con dolor.
Mantener en reposo pero favorecer a la vez periodos de actividades y descanso.

– Alteración del sistema circulatorio


Cambiar de posición para facilitar la circulación.
Evitar tener cerca objetos puntiagudos.
No administrar anticoagulantes.
Evitar punciones innecesarias.
Control de líquidos: favorecer la hidratación, valorar estado de hidratación y administrar
líquidos en caso de baja hidratación.
– Alteración de la imagen corporal
Favorecer el uso de pelucas gorros o pañuelos.
Explicar que el tratamiento tiene cambios transitorios y que son reversibles.
Actividades recreativas.
HEMOFILIA
DEFINICIÓN
La hemofilia es un trastorno hemorrágico congénito vinculado al cromosoma X,
provocado por la deficiencia del factor VIII de coagulación (en el caso de la
hemofilia A) o del factor IX(en el caso de la hemofilia B). La deficiencia es el
resultado de las mutaciones de los respectivos genes de los factores de la
coagulación.

FISIOPATOLOGÍA
La hemostasia es el mecanismo que se pone en marcha tras una lesión vascular
para impedir la hemorragia y que incluye una respuesta vascular (vasoconstricción
y activación de la coagulación), otra celular (adherencia y agregación plaquetaria)
y un componente plasmático (factores de la coagulación) que, finalmente, llevan
a la producción y estabilización de un coágulo de fibrina. Existe un mecanismo
regulador que limita la coagulación al lecho afectado (anticoagulantes) y,
finalmente, se restablece la permeabilidad del vaso sanguíneo por medio de la
fibrinólisis y la cicatrización vascular. Si la coagulación es defectuosa, se
producirá una hemorragia. Si es excesiva porque fallan los mecanismos
reguladores, se producirá una trombosis.

CLASIFICACIÓN
Existen dos tipos de hemofilia:

- Hemofilia A: También denominada clásica, conlleva la deficiencia o ausencia de


factor VIII (glucoproteína contenida en el plasma sanguíneo). Está causada por un
rasgo hereditario recesivo ligado al cromosoma X.
- En el caso de las mujeres, al tener dos cromosomas X, si uno de ellos no puede cumplir
su función, el otro puede producir suficiente factor VIII. Pero en el caso de los hombres,
estos sólo disponen de un cromosoma X, por lo que, mientras que las mujeres pueden
ser portadoras del gen y transmisoras a sus descendientes, los hombres sí padecen
hemofilia.

- Hemofilia B: Este tipo también se denomina enfermedad de Christmas e implica


la deficiencia o falta de factor IX.
- Este factor defectuoso también se encuentra en el cromosoma X por lo que las mujeres
pueden ser portadores, mientras que los hombres no pueden equilibrar la falta del gen
y padecen hemofilia.

ETIOPATOGENIA

- Las personas que tienen hemofilia hereditaria nacen con el trastorno. La hemofilia
se debe a una alteración en uno de los genes que determinan la manera en que el
organismo produce el factor VIII o IX de coagulación. Estos genes están situados
en los cromosomas X.
- Los cromosomas están dispuestos en pares. Las mujeres tienen dos cromosomas
X, mientras que los varones tienen un cromosoma X y un cromosoma Y. Solo el
cromosoma X contiene los genes relacionados con los factores de coagulación.
- Un varón que tenga un gen defectuoso de hemofilia en el cromosoma X sufrirá
hemofilia. Una mujer debe tener el gen defectuoso en ambos cromosomas X para
tener hemofilia. Esta situación es muy poco común.
- Si una mujer tiene el gen defectuoso en solo uno de sus cromosomas X, es
"portadora" de la hemofilia. Las portadoras no sufren hemofilia, pero pueden
transmitirles el gen defectuoso a sus hijos.
- A continuación hay dos ejemplos de cómo se hereda el gen de la hemofilia.
La ilustración muestra un ejemplo de cómo se hereda el gen de la hemofilia. En este
ejemplo, el padre no tiene hemofilia (es decir, sus cromosomas X y Y son normales). La
madre es portadora de la hemofilia (es decir, tiene un cromosoma X defectuoso y un
cromosoma X normal).

Cada una de las hijas tiene una probabilidad del 50 por ciento de heredar el gen defectuoso
de su madre y ser portadora de la enfermedad. Cada uno de los hijos varones tiene una
probabilidad del 50 por ciento de heredar el gen defectuoso de su madre y sufrir hemofilia.

La ilustración muestra un ejemplo de cómo se hereda el gen de la hemofilia. En este


ejemplo, el padre tiene hemofilia (es decir, su cromosoma X es defectuoso). La madre no
es portadora de la hemofilia (es decir, tiene dos cromosomas X normales).

Cada una de las hijas heredará el gen defectuoso de su padre y será portadora de la
enfermedad. Ninguno de los hijos varones heredará el gen defectuoso de su padre; por lo
tanto, ninguno tendrá hemofilia.

Por lo general, las mujeres portadoras de la hemofilia no tienen problemas graves de


sangrado porque tienen suficientes factores de coagulación debido a la presencia de un
cromosoma X normal. Sin embargo, hasta el 50% de las mujeres portadoras pueden correr
mayor riesgo de sangrado.

Muy raras veces nace una niña con hemofilia. Esto puede suceder si el padre tiene
hemofilia y la madre es portadora de la enfermedad.

Algunos varones que tienen hemofilia nacen de madres que no son portadoras. Estos
casos se deben a una mutación del gen (un cambio al azar) que ocurrió cuando el niño
recibió el gen.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Los principales signos y síntomas de la hemofilia son el sangrado excesivo y la aparición


fácil de moretones.

Sangrado excesivo

La magnitud del sangrado depende de lo grave que sea la hemofilia.

Es posible que los niños que tienen hemofilia leve no presenten signos de la enfermedad,
a menos que tengan sangrado excesivo por una intervención dental, un accidente o una
cirugía. Los varones con hemofilia grave pueden sangrar abundantemente después de la
circuncisión.

El sangrado puede ocurrir en la superficie del cuerpo (sangrado externo) o dentro del
cuerpo (sangrado interno).

Los siguientes son signos de sangrado externo:

 Sangrado de la boca a partir de una cortada o de un mordisco, o por la salida o caída de


un diente
 Sangrado de la nariz sin motivo aparente
 Sangrado abundante por una cortada leve
 Cortada que vuelve a sangrar después de haber dejado de sangrar por un tiempo corto

Entre los signos de sangrado interno están los siguientes:

 Presencia de sangre en la orina (por sangrado de los riñones o de la vejiga)


 Presencia de sangre en las heces o materia fecal (por sangrado de los intestinos o el
estómago)
 Presencia de moretones grandes (por sangrado de músculos grandes del cuerpo)

Sangrado de las articulaciones

El sangrado de las rodillas, de los codos o de otras articulaciones es otra forma común de
sangrado interno en personas que sufren hemofilia. Este sangrado puede presentarse sin
que haya una lesión obvia.

Al principio, el sangrado causa sensación de presión en la articulación sin que duela


realmente y sin que haya signos visibles de sangrado. Luego la articulación se hincha, se
siente caliente al tacto y duele al doblarla.

La hinchazón persiste a medida que el sangrado continúa. Con el tiempo, se pierde


temporalmente la movilidad de la articulación. El dolor puede ser intenso. El sangrado
articular que no recibe tratamiento rápido puede lesionar la articulación.

Sangrado en el cerebro

El sangrado interno en el cerebro es una complicación muy grave de la hemofilia. Puede


suceder después de un simple golpe en la cabeza o de una lesión más grave. Entre los
signos y síntomas del sangrado en el cerebro están los siguientes:

 Dolores de cabeza intensos y prolongados, o dolor o rigidez en el cuello


 Vómito incesante
 Somnolencia o alteraciones de la conducta
 Debilidad o torpeza repentina de los brazos o las piernas, o dificultad para caminar
 Vista doble
 Convulsiones y ataques

DIAGNÓSTICO

Las pruebas de sangre se usan para averiguar lo siguiente:

 Cuánto tarda la sangre en coagularse


 Si la sangre contiene concentraciones bajas de alguno de los factores de coagulación
 Si la sangre carece completamente de algún factor de coagulación

Los resultados de las pruebas indicarán si el sangrado se debe a hemofilia, qué tipo de
hemofilia se trata y qué tan grave es.

Las hemofilias A y B se clasifican como leves, moderadas o graves según la cantidad de


factor de coagulación VIII o IX que haya en la sangre.

Entre un 5 y un 40 por ciento de factor de coagulación


Hemofilia leve
normal

Hemofilia Entre un 1 y un 5 por ciento de factor de coagulación


moderada normal

Hemofilia grave Menos de un 1 por ciento de factor de coagulación normal

La gravedad de los síntomas entre una categoría y otra puede parecerse. Por ejemplo,
algunas personas que tienen hemofilia leve pueden tener problemas de sangrado casi tan
frecuentes o tan graves como algunas personas que tienen hemofilia moderada.

La hemofilia grave puede causar problemas graves de sangrado en los bebés. Por lo tanto,
en los niños que tienen hemofilia grave el diagnóstico se hace por lo general durante el
primer año de vida. En las personas con formas más leves de hemofilia, es posible que el
diagnóstico no se realice hasta la edad adulta.

Los problemas de sangrado de la hemofilia A y de la hemofilia B son los mismos. Solo


con pruebas especiales de sangre se puede determinar el tipo de trastorno que usted o su
hijo tiene. Saber de qué tipo de hemofilia se trata es importante porque los tratamientos
son diferentes.

Las mujeres embarazadas que saben que son portadoras de la hemofilia pueden averiguar
desde la semana 12 de embarazo si el feto padece la enfermedad.
Las mujeres portadoras del gen de la hemofilia también pueden optar por el "diagnóstico
preimplantacional" para tener hijos sin hemofilia.

Para este proceso se extraen los óvulos y se fecundan luego con espermatozoides en el
laboratorio. En los embriones que resulten de esta fecundación se investiga luego la
presencia de hemofilia. Únicamente se implantarán en el útero de la madre los embriones
que no tengan la enfermedad.

TRATAMIENTO

El principal tratamiento para la hemofilia es el tratamiento de restitución. Consiste en la


infusión o inyección intravenosa lenta de concentrados de factor de coagulación VIII
(para la hemofilia A) o de factor de coagulación IX (para la hemofilia B). Estas infusiones
corrigen la ausencia o deficiencia del factor de coagulación correspondiente.

Los concentrados de factor de coagulación pueden prepararse a partir de sangre humana.


La sangre se somete a tratamiento para prevenir la transmisión de enfermedades como la
hepatitis. Con los métodos actuales de selección y tratamiento de la sangre de donantes,
el riesgo de contraer una enfermedad infecciosa a partir de los factores humanos de
coagulación es muy pequeño.

Para reducir aún más el riesgo, usted o su hijo pueden recibir concentrados de factor de
coagulación que no se derivan de la sangre humana. Estos factores se llaman factores de
coagulación recombinantes. Los factores de coagulación son fáciles de conservar,
mezclar y usar en la casa; la administración del factor solo tarda unos 15 minutos.

Usted puede recibir tratamiento de restitución periódicamente para prevenir el sangrado.


Esto se conoce como tratamiento preventivo o profiláctico. También es posible que solo
se necesite tratamiento de restitución para detener el sangrado cuando este ocurra. Este
uso del tratamiento —cuando es necesario— se llama tratamiento a demanda.

El tratamiento a demanda es menos intensivo y menos costoso que el tratamiento


preventivo. Sin embargo, existe el riesgo de que en caso de sangrado se produzcan
lesiones antes de que se reciba el tratamiento a demanda.
PREVENCIÓN

1. La prevención de hemorragias.

2. Las hemorragias agudas deben recibir tratamiento precoz (dentro de las primeras dos
horas, en la medida de lo posible).

3. La terapia en el hogar sólo debe utilizarse para el tratamiento de episodios


hemorrágicos leves/moderados.

4. Todas las hemorragias graves deben recibir tratamiento en un entorno clínico u


hospitalario.

5. Deben administrarse concentrados de reemplazo de factor de coagulación o


desmopresina a fin de lograr niveles de factor adecuados antes de cualquier
procedimiento invasor.

6. En la medida de lo posible, los pacientes deben evitar traumatismos, modificando su


estilo de vida.

7. Debe recomendarse a los pacientes evitar el uso de medicamentos que afectan la


función plaquetaria, particularmente ácido acetilsalicílico (AAS) y medicamentos
anti-inflamatorios no esteroides (AINE), excepto ciertos inhibidores COX-2. El uso
analgésico de paracetamol/ acetaminofén constituye una alternativa segura.

8. Deben evitarse inyecciones intramusculares, flebotomías difíciles y punciones


arteriales.

9. Debe fomentarse el ejercicio cotidiano a fin de desarrollar músculos fuertes, proteger


articulaciones y mejorar la condición física.

10. Deben evitarse los deportes de contacto y fomentarse la natación y el ciclismo, con
el equipo adecuado

CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Valorar signos vitales constantemente.
Colocar al niño en una habitación individual.
Mantener la piel caliente y seca.
Emplee técnicas escrupulosamente asépticas en todos los procedimientos
invasivos.

Evaluar cualquier punto desinfección potencial en el niño (punciones,


ulceraciones abrasiones, etc

"observar puntos de punción cada min después de inyecciones o hasta que sede
tenga la hemorragia si representa.

"observar diariamente heces orina.

El aminar las características dela piel como color e integridad.

Evitar arrugas en la cama y evitar la presión en cualquier


PÚRPURA TROMBOCITOPENIA INMUNE PRIMARIA

DEFINICIÓN
La púrpura trombocitopenia inmune (PTI) es una enfermedad caracterizada por una
disminución aislada de la cifra de plaquetas por debajo de 100.000/μl, en ausencia de una
causa desencadenante de la trombocitopenia. La denominación previa de púrpura
trombocitopenia idiopática se sustituyó por inmune debido a la importancia de los
mecanismos inmunológicos de destrucción de plaquetas mediada por auto anticuerpos y
linfocitos T en su patogenia. Actualmente se recomienda la denominación de
trombocitopenia inmune primaria

FISIOPATOLOGÍA
Clásicamente la púrpura trombocitopenia se ha clasificado en:
a) Secundaria, aquella en a que se encuentra alguna patología asociada
b) Primaria, a la que carece de dicha asociación; por lo tanto se llega al diagnóstico por
descarte.
La trombocitopenia debida a falla selectiva de la serie megacariocítica es muy inusual y
podría corresponder a una rara entidad conocida como púrpura amegacariocítica
adquirida o se trataría de un estadio evolutivo en el curso de una anemia aplasia o de un
síndrome mielodisplásico. Cuando el problema es el aumento en el consumo o
destrucción periférica, lo más frecuente es que sea mediado por anticuerpos.

CLASIFICACIÓN

PTI de reciente (Aguda, primaria) diagnóstico: menos de 3 meses de evolución.

• PTI persistente: de duración entre los 3 y 12 meses desde el diagnóstico, incluye a:

– Pacientes que no alcanzan la remisión completa de forma espontánea.

– Pacientes que no mantienen la remisión completa después de suspender el tratamiento


instaurado.

• PTI crónica (secundaria): más de 12 meses de evolución.


ETIOPATOGENIA

Puede producirse por alteración de alguno de los tres componentes de la hemostasia:


plaquetas, factores de la coagulación o lesiones de la pared vascular (vasculitis).
Manifestaciones clínicas
La púrpura trombocitopenia idiopática puede no tener signos ni síntomas, cuando
aparecen, pueden incluir los siguientes:
1. Tendencia a tener moretones o exceso de moretones (púrpura)
2. Sangrado superficial en la piel que parece sarpullido de manchas de color púrpura
rojizas del tamaño de puntitos (petequias), normalmente en la parte baja de las piernas
3. Sangrado de encías o nariz
4. Sangre en la orina o heces 5. Flujo menstrual raramente denso
Un niño con PTI se presenta con un súbito comienzo de equimosis, petequias o sangrado
en las mucosas como epistaxis. Típicamente el niño se encuentra bien y tiene una historia
de infección viral reciente. El examen físico puede demostrar frecuentemente equimosis
y petequias y ampollas hemorrágicas en la mucosa faríngea. Generalmente, el paciente
no tiene linfadenopatía o visceromegalia.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de PTI se hace por exclusión Basada en manifestaciones hemorrágicas,


una trombocitopenia aislada, sin evidencia de ninguna otra enfermedad. La historia
clínica sin antecedentes patológicos, exploración física normal, hallazgo de macro
plaquetas y médula ósea hiperplasia.
1. Trombocitopenia < 150,000 xmm3
2. Hiperplasia megacariocítica.
3. Anticuerpos Antiplaquetarios(IgG)
4. No signos de toxicidad sistémica
5. No adenopatías ni visceromegalia
6. Exclusión de enf. coadyuvante .

Exploraciones complementarias recomendadas


Hemograma y recuento de reticulocitos
Frotis de lámina periférica por persona experta
Estudio de hemostasia
Grupo, Rh y Coombs directo
Inmunoglobulinas
Estudio microbiológico de citomegalovirus, Epstein Barr, Parvovirus B19, herpes simple,
herpes 6, virus de la inmunodeficiencia humana, hepatitis B y C
Bioquímica hemática
Control de hematuria microscópica
Estudio de médula ósea: indicada en clínica atípica, anomalías en el hemograma, inicio
de corticoides sin evaluación de lámina periférica por experto

TRATAMIENTO
Primera Línea
Corticoterapia: Prednisona vía oral o metilprednisolona vía IV a 4mg/kg/día durante 4
días, luego pasar a 2mg/kg/ durante 3 días y suspender.
IV: 0.8-1 g/kg/dosis única i.v. en infusión cutánea
Segunda Línea
Ig anti-D (pacientes RH+):
Bloqueo de receptores Fc macrofágicos con hematíesrecubiertos por Ac. anti D.
Dosis:50-75 microgramos/kg/día, i.v. dosis única
Corticoterapia:
Pulsoterapia con metilprednisolona: 30 mg/kg/día (máximo 1 g), 3 días, infusión en 2
horas.
Dexametasona oral: 0,6 mg/kg/día en 1 dosis, máximo 40 mg, durante4 días, cada mes
Tercera Línea
Esplenectomía

PREVENCIÓN
El seguimiento y control en Atención Primaria del niño diagnosticado de PTI debe basarse
en el riesgo de hemorragia mientras exista plaquetopenia. Se informará a los padres y al
niño si es mayor para que consulten en caso de signos de hemorragia. Se aconsejará
escolarización normal si el recuento plaquetario es estable >20.000/µl. Restringir
actividad física y deportes con riesgo traumático (de contacto). Está contraindicado el uso
de aspirina. Evitar inyecciones intramusculares. Se debe tener precaución y administrar,
solo en caso necesario, fármacos que puedan alterar la agregación plaquetaria
(antihistamínicos, antiinflamatorios no esteroideos).

Los controles analíticos del recuento plaquetario se realizarán en función de si mantiene


recuentos estables y de si recibe o no algún tratamiento, realizando el seguimiento en
coordinación con el Servicio de Pediatría Hospitalaria y el Servicio de Hematología.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA

 Valorar constantes vitales y señales de hemorragia, petequias y púrpura.

 Mantener una buena higiene oral realizando un cepillado de dientes cuidadoso


con cepillo de cerdas blandas, evitando líquidos/comidas muy calientes que
dañen la mucosa oral. Vigilar la caída de dientes.

 Restricción de la actividad física; Evitar deportes de contacto y/o actividades


que tengan riesgo de caídas o golpes.

 Evitar tomar sustancias que disminuyan la función plaquetaria o aumente la


trombocitopenia (acido-acetil salicílico, anticoagulantes o AINES). No
administrar fármacos por vía intramuscular, por el trauma que producen.

 Educación sanitaria a la familia para el manejo efectivo del régimen


terapéutico. La familia necesita instrucciones para saber identificar las
hemorragias y observar la aparición o no de petequias.
CUESTIONARIO
1. Se define a la meningitis como
2. Es una de las clasificaciones de la meningitis
3. Se considera como síntoma habitual de la meningitis a
4. Cuáles son los causantes de la meningitis
5. Una acción considerable de las acciones de enfermería para los
pacientes de meningitis.
6. La vacunación esta considerada como medio de prevención en la
meningitis?
7. se pueden definir como un TRAUMA PREVENIBLE, que compromete
piel y/o mucosas y tejidos subyacentes: es concepto de:
8. La clasificación de las quemaduras son por:
9. son las más graves y se caracterizan por una pérdida total y profunda de la
dermis y de la epidermis, concepto de
10. Los agentes causantes de quemaduras son y se clasifican en
11. Que se define como regla de los 9
12. A que se denomina Terapia ocupacional y fisioterapia
13. Principal tratamiento en una quemadura
14. Completa: No utilizar agua helada, debido a que la vasoconstricción
intensa puede causar la ……. y también aumenta el riesgo ………..
15. Describa a que se denomina convulsión
16. Crisis generalizadas, son parte de y dentro de ella se subdivide en:
17. “Ttrastornos hereditarios que tienen su origen en mutaciones en un gen,
como el trastorno hereditario del metabolismo”… pertenece a
18. Pérdida del conocimiento, Convulsiones (sacudidas de todo el cuerpo) y
Confusión, son enunciados de……
19. Medidas inmediatas para prevenir lesiones ante un síndrome convulsivo
20. Describa dos medidas de prevención ante un síndrome convulsivo
21. A que se denomina intoxicación
22. Los errores de dosificación están dentro de:
23. Síntomas generales: visión doble, fiebre, palpitaciones, labios
azulados, irritabilidad, descontrol de los esfínteres, dolores
generalizados., pertenecen a:
24. Como se diagnostica una intoxicación.
25. A que se denomina lavado gástrico y cuando se contraindica
26. Describa dos medidas de prevención ante una intoxicación
27. Cuál es la fisiopatología del traumatismo encefalocraneano
28. Se denomina TCE grave a:
29. Las convulsiones es parte de ……. En un TCE
30. Como nos ayuda un examen físico en un TCE
31. describa el tratamiento de analgesia y sedación, en un TCE
32. las siguientes acciones de enfermería:
33. Mantener la cabeza elevada a 35º del plano horizontal y en posición neutra
Mantener normo térmico al paciente
Administración de líquidos endovenosos tipo cristaloides
Disminuir la presión intracraneana, Pertenece a:::::
34. Definición de anemia por deficiencia de hierro
35. Manifestación clínica de la anemia
36. Principales formas de prevención de la anemia
37. Principal tratamiento de la anemia
38. Describa dos cuidados de enfermería en anemia por deficiencia de hierro
39. El porcentaje de curación que se puede obtener con un tratamiento
adecuado es de aproximadamente del 70 %, es parte de la descripción de
40. Clasificación de la leucemia
41. Los tipos más comunes de leucemia son
42. Los Ganglios linfáticos hinchados, es parte de……
43. Como se diagnostica la leucemia
44. Acciones de prevención de la leucemia
45. A que denominamos hemofilia
46. Clasificación de la hemofilia
47. Síntomas y signos de la hemofilia
48. Diagnóstico de la hemofilia
49. Describa dos acciones de enfermería en una hemofilia
50. Cuáles son las diferencias entre hemofilia y purpura
51. Que signo es semejante entre anemia y hemofilia
52. Que haría usted frente a un caso de hemofilia confirmado pero no concientizado
53. La hemofilia se hereda?
54. La hemofilia es curable, si, no, en que tiempo y cuál es su tratamiento
alternativo
55. Cuál es la denominación de purpura trombocitopenia inmune?
56. Clasificación
57. Cuáles son los signos característicos de una purpura
58. A que se denomina trombocitopenia primaria
59. Cuál es la clasificación de la purpura
60. Características similares entre purpura y hemofilia
61. Cuál es el tratamiento de primera línea en una purpura
62. Describa acciones de enfermería en una purpura

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