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DEFINICION:
La mayoría de las meningitis vienen provocadas por la acción de un virus o una bacteria,
pero también pueden aparecer relacionadas a hongos, intoxicaciones y algunos
medicamentos.
FISIOPATOLOGIA
Una infección en otra parte del cuerpo, una lesión en la cabeza o el contagio a través de
otro niño pueden causar la meningitis. La mayoría de los microorganismos que la
producen inician el camino hacia las meninges a través de la faringe, para posteriormente
pasar a la sangre y finalmente al sistema nervioso. En otras ocasiones, una infección del
oído puede dar lugar por cercanía a una meningitis. Y en otras ocasiones algunos
traumatismos del cráneo o de los huesos de la cara pueden dar lugar a éste.
CLASIFICACIÓN
La meningitis causada por virus suele ser de menor intensidad y no suele conllevar
secuelas. Se la conoce también como aséptica. Aunque los signos de irritación de
las membranas meníngeas suelen estar presentes, son mucho menos contundentes
que en el caso de meningitis bacterianas.
Por lo general, la meningitis en los recién nacidos procede de una infección del
torrente sanguíneo (septicemia). De modo característico, la infección es causada por
una bacteria adquirida en el canal del parto, con mayor frecuencia los estreptococos del
grupo B, Escherichia coli y Listeria monocytogenes.
Los lactantes mayores y los niños suelen desarrollar la infección a través del contacto
con secreciones respiratorias (como saliva o moco nasal) que contienen bacterias que la
provocan. Las bacterias que infectan a los lactantes más mayores y a los niños
son Streptococcus pneumoniae y Neisseria meningitidis. Haemophilus
influenzae serotipo b era la causa más común de meningitis, pero
la vacunación generalizada contra este microorganismo la ha convertido en la
actualidad en una causa poco frecuente. Las vacunasactuales contra Streptococcus
pneumoniae y Neisseria meningitidis (llamadas vacunas tipo conjugado neumocócica y
meningocócica) también están convirtiendo a estos microorganismos en una causa poco
frecuente de meningitis infantil.
El tercer germen y el que ha pasado a ocupar el primer puesto como causante de las
meningitis bacterianas es el meningococo.
SÍNTOMAS
Los recién nacidos y los niños menores de 12 meses de edad rara vez manifiestan rigidez
de nuca (un síntoma común en los niños más mayores) y son incapaces de comunicar
una molestia específica.
Cefalea
Fiebre
Náuseas
Vómitos
Rigidez de nuca
manchas en la piel
infección generalizada llegar al coma en los casos más grave
molestia ocular,
Irritabilidad,
somnolencia
convulsiones en un 40% de los casos
Apatía
Llanto
rechazo de la alimentación.
DIAGNOSTICO
Punción lumbar
Análisis de sangre
TRATAMIENTO
El médico administra antibióticos en dosis altas por vía intravenosa tan pronto como
sospecha un diagnóstico de meningitis. Los niños muy enfermos se tratan con
antibióticos incluso antes de la punción lumbar. Cuando están disponibles los resultados
del cultivo del líquido cefalorraquídeo, el médico cambia el antibiótico, si es necesario,
de acuerdo con el tipo de bacteria que causa la meningitis. La edad del niño también
ayuda a los médicos a determinar qué antibióticos administrar.
Algunas veces se realiza una segunda punción lumbar y cultivo para verificar que los
antibióticos están actuando lo bastante rápido.
PREVENCIÓN
La vacunación sistemática puede evitar muchos casos de meningitis. A las personas que
han estado en contacto con alguien que tiene meningitis a menudo se les administran
antibióticos para ayudar a prevenir la infección (llamado quimioprofilaxis).
Vacunación
Los profesionales de la salud y los progenitores pueden contribuir a prevenir la
meningitis bacteriana garantizando que todos los niños pequeños reciben la vacuna
frente a Haemophilus influenzae serotipo b (Hib) y la vacuna antineumocócica y que
los niños mayores y adolescentes reciben la vacuna antineumocócica. A algunos
lactantes y niños pequeños que presentan un riesgo elevado de infección por Neisseria
meningitidis se les puede administrar la vacuna antimeningocócica.
Quimioprofilaxis
Los médicos suelen administrar antibióticos a las personas que han estado en contacto
cercano con alguien que tiene meningitis causada por Neisseria
meningitidis o Haemophilus influenzae. Los contactos cercanos se definen de manera
algo diferente dependiendo de cuál de estas dos bacterias ha originado la meningitis,
pero por lo general incluyen
Los miembros de la familia (especialmente los menores de 2 años de edad)
Cualquiera que haya estado expuesto directamente a la saliva del niño infectado
(por ejemplo, a través de besos o de compartir utensilios o cepillos de dientes o
personal de atención a la salud que realiza ciertos procedimientos)
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
1. Mantenerlo en cama, con cambios frecuentes de posición para evitar úlceras por
presión.
2. Monitorizar los signos vitales por hora: tensión arterial, temperatura, pulso, frecuencia
respiratoria y cardiaca, además de vigilar el estado de conciencia y de alerta.
3. Es importante llevar un registro de la escala de Glasgow por hora, ya que ésta nos
indica la evolución de la función neurológica: pupilas (tamaño, reactividad, simetría),
estado de conciencia y reactividad a estímulos y movilidad corporal simétrica.
4. Función de pares craneales y de la función respiratoria y cardiaca.
5. Es importante proporcionar un ambiente tranquilo, evitando en lo posible los ruidos
excesivos, manteniendo la habitación con baja intensidad de luz (cerrado persianas y/o
cortinas).
6. Limitar las visitas excesivas y orientar a los familiares.
7. No todos los tipos de meningitis son contagiosas por el contacto con el paciente; sin
embargo, en los casos considerados infectocontagiosos es importante el uso de
cubrebocas, bata de uso exclusivo en el manejo del paciente, guantes, lavado de manos
antes y después de tener contacto con el paciente, así como la disposición adecuada
del material punzocortante.
8. Administración del tratamiento prescrito por el médico: antibióticos, antipiréticos,
antiinflamatorios, soluciones parenterales y anticonvulsivos.
9. Llevar un control estricto de ingresos y egresos de líquidos (balance hídrico).
10. Cuidados generales para un paciente encamado:
a) Cambios posturales, para prevenir úlceras por presión.
b) Mantener vías aéreas permeables, evitar hipoxia que agrava cuadro cerebral.
c) Medidas antitérmicas.
d) Mantener posición, colocando cabeza en extensión y cuerpo ligeramente torneado.
e) Colocar barandas en cama y mantenerlas arriba.
f) Controlar líquidos ingeridos y eliminados, realizando balances cada vez que sea
necesario.
g) Observar ingesta de alimentos y evaluar preferencias, ofreciendo pequeñas y
frecuentes comidas nutritivas acorde a la dieta indicada.
h) Valorar y detectar la palidez, los vómitos, la intranquilidad, los cambios de
frecuencia y la profundidad de respiración.
i) Auscultar campos pulmonares para detectar estertores crepitantes, roncantes,
sibilancias y/o ruidos respiratorios.
j) Mantener equipo de oxígeno y aspiración disponible.
k) Proporcionar baño, aseo bucal y cuidados de piel diariamente cada vez que sea
necesario.
QUEMADURAS
DEFINICIÓN:
Las quemaduras se pueden definir como un TRAUMA PREVENIBLE, que
compromete piel y/o mucosas y tejidos subyacentes, producida generalmente por la
acción de agentes de tipo físicos (térmicas), químicos y biológicos, y que dependiendo
de la cantidad de energía involucrada, el tiempo de acción de ésta y las características
de la zona afectada, determinan el tipo de lesión y sus repercusiones las cuales pueden
ser solo locales o con repercusión sistémicas.
Las quemaduras son la consecuencia del contacto de la piel del organismo con una
fuente de calor. El fuego, los líquidos calientes, los productos cáusticos o químicos,
la electricidad y el sol son los agentes que pueden causar quemaduras. En los niños,
el origen de las quemaduras suele ser accidental o doméstico.
Según su severidad, se pueden distinguir tres tipos de quemaduras, de primer, segundo
o tercer grado. La valoración de la severidad en relación a las quemaduras va a
depender de la extensión y de la profundidad de la quemadura.
CLASIFICACIÓN
Primer grado: son lesiones superficiales, que destruyen solamente la epidermis, que
es la primera capa de la piel. Se manifiestan con enrojecimiento o eritema, hiperemia,
dolor e inflamación. No suelen presentar desgarros de piel ni tampoco se forman
ampollas.
Tercer grado: son las más graves y se caracterizan por una pérdida total y profunda
de la dermis y de la epidermis. Se suelen manifestar sin dolor porque se han lesionado
las terminaciones nerviosas de la zona, suelen presentar bordes necróticos e
irregulares y la lesión es de color rojo o negro y se puede ver la grasa subcutánea
ETIOPATOGENIA
Los agentes capaces de producir una quemadura o lesión histopatológica similar, se
agrupan clásicamente en:
1. AGENTES FÍSICOS:
1.1. Noxas Térmicas.
a) POR CALOR:
• Metal caliente (agente sólido).
• Líquidos calientes (agente líquido).
• Vapor de agua (agente gaseoso).
b) POR FRÍO.
1.2. Noxas Eléctricas (corriente de alto y bajo voltaje).
1.3. Noxas Radiantes (sol rayos UV, rayos X, energía atómica).
2. AGENTES QUÍMICOS:
2.1. Ácidos.
2.2. Álcalis.
3. AGENTES BIOLÓGICOS:
3.1. Seres Vivos (Insectos, medusas, etc.).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los síntomas de la quemadura varían de acuerdo al grado de las lesiones de la piel. Los
signos y síntomas de una quemadura grave pueden tardar uno o dos días en desarrollarse.
Quemadura de primer grado. Esta quemadura leve afecta solo la capa externa
de la piel (epidermis). Puede causar enrojecimiento y dolor.
DIAGNÓSTICO
Para un diagnóstico certero de una quemadura además de la ETIOLOGÍA, se debe
conocer muy bien la EXTENSIÓN, PROFUNDIDAD Y LOCALIZACIÓN o
ZONAS COMPROMETIDAS, de manera de determinar la magnitud de la lesión y
de esta manera su Índice de Gravedad, lo que nos permite definir el tratamiento más
adecuado para cada paciente
TRATAMIENTO
Después de que hayas recibido primeros auxilios para una quemadura mayor, es posible
que la atención médica incluya medicamentos y productos destinados a estimular la
curación.
Apósitos. Es posible que el equipo de atención médica también use apósitos para
heridas especiales a fin de preparar la herida y favorecer su cicatrización. Si te
trasladarán a un centro de atención al quemado, es probable que solo cubran la
herida con una gasa seca.
Medicamentos que combaten la infección. Si contraes una infección, es posible
que necesites antibióticos por vía intravenosa.
PREVENCIÓN
Para reducir el riesgo de sufrir quemaduras hogareñas comunes:
Mantén todos los líquidos calientes fuera del alcance de los niños y las mascotas.
Nunca uses ropa suelta que podría prenderse fuego mientras cocinas.
Si hay un niño presente, impide su acceso a fuentes de calor, como estufas, parrillas
para exteriores, chimeneas y calentadores portátiles.
Antes de sentar a un niño en un asiento para automóvil, asegúrate de que las tiras o
hebillas no estén calientes.
Cubre los tomacorrientes que no utilices con tapas de seguridad. Mantén los
cordones y cables eléctricos ocultos para que los niños no los muerdan.
Mantén las sustancias químicas, los encendedores y los fósforos fuera del alcance
de los niños. Utiliza pestillos de seguridad. Además, no utilices encendedores que
parezcan juguetes.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Realizar una primera valoración siguiendo el esquema ABCD (IV):
- A (Airway): Vía aérea abierta y limpia.
- B (Breathing): Respiración. Descubrir el pecho y comprobar la expansión adecuada y
equitativa de ambos hemitorax.
- C (Circulation): Circulación. Comprobar y tratar la presencia de sangrado debido a
otras lesiones. Valorar el pulso y la circulación periférica.
- D (Disability): Estado neurológico. Determinar el estado de conciencia.
- En caso de que sea necesaria la reposición hídrica agresiva, coger dos vías venosas de
grueso calibre, siempre que sea posibles en zonas de piel sana, preferiblemente a más
de cinco centímetros de la piel quemada (IA).
- Administrar el analgésico indicado, valorar su efectividad y reacciones
secundarias. Preferiblemente la administración debe ser por vía endovenosa, dado
que la absorción por vía intramuscular es lenta en zonas edematizadas (IV).
- Retirar cuidadosamente anillos, pulseras, cinturones, y en general todo objeto ó
ropa antes que la zona comience a inflamarse (IV).
- Realizar monitorización de constantes vitales de forma continua o al menos cada
15 minutos.
- Si el edema está presente elevar la zona afectada para evitar el síndrome
compartimental.
- En quemaduras en la cara elevar la cabecera de la cama/camilla unos 30o
- En quemaduras causadas por fuego directo o por contacto:
o En las primeras tres horas tras producirse la quemadura, irrigar la
quemadura con cloruro de sodio al 0,9% frío (15 grados) durante unos 20
- 30 minutos ya que reduce la severidad del daño tisular y el edema (III).
o No utilizar agua helada, debido a que la vasoconstricción intensa puede
causar la progresión de la quemadura y también aumenta el riesgo de
hipotermia (IV).
o Detener la irrigación de forma inmediata, en caso de que la temperatura
corporal del paciente sea igual o inferior a 35ºC.
- En quemaduras químicas:
o Utilizar el equipo de protección adecuado.
o Si es posible, determinar la sustancia química causante, retirar la ropa
cortándola para evitar el contacto con tejidos sanos.
o Si el químico implicado está en una forma seca cepillar la sustancia
química de la piel, e irrigar copiosamente la quemadura con agua a baja
presión por un periodo de tiempo de entre 30 a 60 minutos.
o Detener la irrigación de forma inmediata, en caso de que la temperatura
corporal del paciente sea igual o inferior a 35ºC.
o No tratar de neutralizar las sustancias químicas. La reacción exotérmica
que provocan genera calor y puede agravar la lesión inicial, además de
retrasar la retirada del agente (IV).
o En caso de que la quemadura haya sido producida por alquitrán, no
intentar retirarlo (IV). En primer lugar debe ser enfriado para liberar el
calor retenido, y después debe ser retirado con ayuda de emulsionantes.
o Las quemaduras en los ojos requiere de una copiosa irrigación continua,
preferiblemente a través de un bolsa/botella de suero intravenoso de
cloruro sódico al 0,9% conectada a un sistema de infusión. El
procedimiento requiere dar la vuelta al párpado superior y tirar hacia abajo
del fondo de saco, o el uso de un espéculo de ojo para que este permanezca
abierto durante la irrigación.
- En quemaduras eléctricas de alto voltaje se debe realizar un electrocardiograma
para detectar arritmias.
SÍNDROME CONVULSIVO.
DEFINICIÓN
Las convulsiones son un trastorno periódico de la actividad eléctrica del cerebro,
ocasionando algún grado de disfunción cerebral temporal.
Existen varios tipos de convulsiones o crisis convulsivas algunos duran solamente unos
segundos, mientras que otros pueden durar incluso varios minutos. El tipo específico de
la convulsión que sufre una persona depende de la parte del cerebro donde empieza, como
se extiende y cuánto, o qué parte del tejido del cerebro toma parte.
CLASIFICACIÓN
Crisis parciales (focales)
• Crisis parciales simples (sin afectación del nivel de conciencia)
- Motoras
- Con signos somato-sensoriales (visuales, auditivos, olfatorios, gustativos, vertiginosos)
- Con síntomas autonómicos
- Con síntomas psíquicos
• Crisis parciales complejas (con afectación del nivel de conciencia)
• Crisis parciales que evolucionan a crisis secundariamente generalizadas
Crisis generalizadas
• Ausencias
• Crisis mioclónicas simples o múltiples
• Crisis clónicas
• Crisis tónicas
• Crisis tónico-clónicas
• Crisis atónicas (astáticas)
ETIOPATOGENIA
Neonatos
- Encefalopatía hipóxico-isquémica
- Infección sistémica o del sistema nervioso central
- Alteraciones hidroelectrolíticas
- Déficit de piridoxina
- Errores congénitos del metabolismo
- Hemorragia cerebral
- Malformaciones del sistema nervioso central
- Anomalías metabólicas temporales, como un nivel bajo de azúcar en la sangre
- Un trastorno grave, como una malformación cerebral, una lesión del cerebro
durante el embarazo, la falta de oxígeno durante el parto o una infección grave.
- Trastornos hereditarios que tienen su origen en mutaciones en un gen, como
el trastorno hereditario del metabolismo
- El consumo materno de determinados medicamentos durante el embarazo
Lactantes y niños
Convulsión febril
• Infección sistémica y del sistema nervioso central
• Alteraciones hidroelectrolíticas
• Intoxicaciones
• Epilepsia
Adolescentes
• Supresión o niveles sanguíneos bajos de anticonvulsivantes en niños epilépticos
• Traumatismo craneal
• Epilepsia
• Tumor craneal
• Intoxicaciones (alcohol y drogas)
MANIFESTACIONES CLÍNICAS:
En los recién nacidos, las convulsiones pueden ser difíciles de reconocer. Los recién
nacidos pueden mover los labios o masticar involuntariamente. Parece que sus ojos
miran fijamente en diferentes direcciones. Periódicamente pierden el tono muscular.
En lactantes mayores o en niños pequeños, una parte del cuerpo o su totalidad tiembla,
sufre sacudidas o se vuelve rígida. Las extremidades se agitan involuntariamente. Los
niños pueden mirar fijo, confundirse, notar sensaciones inusuales (como
entumecimiento u hormigueo) en partes del cuerpo o tener sentimientos inusuales
(como sentirse muy asustado sin razón).
Pérdida del conocimiento
Convulsiones (sacudidas de todo el cuerpo)
Confusión
Breves periodos de mirar fijamente
Una sensación repentina de miedo o pánico
Flexión, rigidez, sacudida o contracción de la parte superior del cuerpo
Asentimiento involuntario con la cabeza
DIAGNÓSTICO
Historia clínica.
2. Electroencefalograma: descargas de punta, punta onda aguda centro temporal uni o
bilateral, con adecuada modulación de los ritmos de fondo y de la actividad de sueño.
Se recomienda realizar electro encefalograma bajo privación de sueño.
3. Neuroimágenes: están indicadas sólo en pacientes con crisis muy frecuentes o de
pobre control. Idealmente emplear la resonancia magnética
TRATAMIENTO
Medidas inmediatas para prevenir lesiones
Tratamiento de la causa
Anticonvulsivos
El tratamiento de las convulsiones en bebés y niños se centra principalmente en la causa
de la convulsión. A veces, debe administrarse un tratamiento farmacológico a los niños
para controlar las convulsiones (anticonvulsivos).
Las convulsiones que duran 15 minutos o más (llamadas estado epiléptico) son una
emergencia médica. Los médicos administran fármacos como el sedante lorazepam o el
anticonvulsivante fosfenitoína o levetiracetam (por vía intravenosa), para poner fin a los
ataques. Si no se puede administrar el fármaco por vía intravenosa, se puede aplicar gel
de diazepam en el recto o midazolam líquido por la nariz (vía intranasal). El diazepam y
el midazolam son sedantes que pueden ayudar a detener las convulsiones. Los niños con
estado epiléptico son monitorizados cuidadosamente para detectar problemas
respiratorios y alteraciones de la tensión arterial.
PREVENCIÓN
Enséñele a los miembros de la familia y a sus amigos los primeros auxilios
adecuados para tratar las crisis convulsivas.
Informe a la familia y a los amigos cuándo deben llamar para pedir ayuda (es
decir, cuando la crisis convulsiva de su niño se considera una emergencia).
Asegúrese de que su hijo tenga puesto un brazalete o pulsera de alerta médica que
contenga información sobre la clase de epilepsia que sufre.
Cerciórese de que su niño se toma su medicamento a horas, todos los días. Esto
es sumamente importante para reducir la posibilidad de las crisis convulsivas.
Cerciórese de que su niño duerme lo suficiente. No dormir suficiente puede
conllevar a más crisis convulsivas.
Considere el uso de un casco para su niño si sufre de crisis convulsivas que causan
caídas frecuentes.
Un plan de acción para tratar las crisis convulsivas puede ser una herramienta útil
que puede compartir con sus familiares y amigos. Este plan le ayudará a saber lo
que pueden hacer si su niño sufre una de estas crisis.
Hay varias medidas fáciles que puede tomar para que su hogar sea más seguro para su
niño.
Ponga acolchados para cubrir las esquinas puntiagudas, como aquellas de las
mesas y mostradores.
Evite usar mesas de cristal/vidrio.
Ponga a dormir a su niño en una cama no muy alta (cercana al piso)
Utilice alfombras que no se deslicen.
Evite usar tapetes pequeños y sueltos.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
DEFINICIÓN
La intoxicación aguda se define como: cualquier exposición, ya sea por ingestión, tacto o
inhalación, a una o varias sustancias que pueden ocasionar una lesión en el organismo.
CLASIFICACIÓN
Intoxicaciones accidentales
• Ocurren en niños de 1-5 años de edad (máxima incidencia entre los 2 y los 3 años).
El afán investigador de los niños de esta edad, junto con la ausencia de sensación de
peligro, les hace más proclives a investigar y probar lo que encuentren.
• Con frecuencia, los niños toman sustancias inocuas que no precisan tratamiento.
Errores de dosificación
• Ocurren en niños pequeños por error del adulto que le administra el fármaco.
• Hay que tener en cuenta que algunos errores de dosificación mantenidos en el tiempo
son más peligrosos que la ingesta de una dosis alta única (paracetamol).
Intoxicaciones voluntarias
MANIFESTACIONES CLÍNICAS,
DIAGNÓSTICO
En la mayoría de intoxicaciones de niños no se necesita ninguna prueba complementaria
Las pruebas de laboratorio se solicitarán de forma individualizada, según los efectos que
pueda ocasionar el tóxico implicado y la disponibilidad de la determinación de los niveles
sanguíneos. En la mayoría de las intoxicaciones infantiles, sin embargo, no se necesita
ninguna prueba complementaria.
TRATAMIENTO
Según cómo haya sido el contacto con el tóxico actuaremos:
– Contacto oftálmico: lavado conjuntival abundante durante 20 minutos con agua o suero
fisiológico.
– Contacto cutáneo (insecticidas, ciertos disolventes, agentes anestésicos tópicos como el
EMLA): retirar la ropa y lavar con agua y jabón.
– Inhalación: retirar al paciente de la fuente y aplicar O2 al 100%.
– Ingestión oral: descontaminación del tubo digestivo (carbón activado, vaciado
gastrointestinal).
PREVENCIÓN
La prevención es la clave para evitar que tu hijo se intoxique. A continuación se detalla
cómo prevenir intoxicaciones según el tipo de producto:
Fármacos
Mantén cualquier fármaco o sustancia tóxica fuera del alcance de tu hijo, con el envase
cerrado y en armarios de seguridad.
Cuando tomes un medicamento no lo hagas delante de tu hijo, ya que imitan todo
cuanto ven.
Cuando debas administrarle un fármaco no simules que es un caramelo o algo que pueda
tomarse por placer, pues puede resultar contraproducente. Muchas medicinas tienen
colores y formas llamativos, y los niños pueden confundirlos con golosinas.
Recuerda que en el caso de los niños, una pequeña dosis no siempre equivale a una
toxicidad pequeña.
Productos domésticos:
No dejes ningún producto en lugares de fácil acceso.
Siempre fuera del alcance visual del niño.
Utiliza armarios con sistemas de seguridad.
Mantén el producto en el envase original, no uses botellas o envases reaprovechados.
Asegúrate de que los envases están bien cerrados.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
DEFINICIÓN
Se define como traumatismo craneoencefálico (TCE) cualquier alteración física o
funcional producida por fuerzas mecánicas que actúan sobre el encéfalo o alguna de sus
cubiertas.
FISIOPATOLOGÍA
Comparativamente con el resto de la población, los pacientes pediátricos presentan con
mayor frecuencia lesión intracraneal, en especial cuanto menor es la edad del paciente.
Esta mayor susceptibilidad de los niños ante los TCE se debe a una superficie craneal
proporcionalmente mayor, una musculatura cervical relativamente débil, un plano óseo
más fino y deformable, y un mayor contenido de agua y menor de mielina, lo que origina
daño axonal difuso en los accidentes de aceleración y desaceleración.
CLASIFICACIÓN
• TCE leve: se considera como TCE leve, aquel en el que el paciente presenta una
puntuación en la escala de Glasgow de 14-15 en el momento de la exploración, cuyo
mecanismo de producción haya sido de baja energía, no presente amnesia postraumática,
focalidad neurológica ni signos externos de sospecha de fractura craneal. En el caso de
aparecer síntomas, como pérdida de conciencia menor de 1 minuto/5 minutos (según
distintos autores), cefalea y/o vómitos, se tratará de un TCE leve, siempre que dichos
síntomas hayan sido inmediatos al traumatismo, leves y transitorios.
• TCE moderado: se considera como TCE moderado, aquel que presenta una puntuación
entre 13 y 9 en la escala de coma de Glasgow, pérdida de conciencia mayor a 1 minuto/5
minutos (según autores) vómitos persistentes, cefalea progresiva o letargia, amnesia o
convulsión postraumática, traumatismo múltiple, impactos por alta energía, accidentes de
tráfico y/o caídas de alturas superiores a 2 metros. Si se objetiva alguna lesión en la TAC
inicial, es necesario repetir la prueba en las siguientes 24 a 48 horas para ver la evolución.
• TCE grave: se considera como TCE grave, aquel que presenta una puntuación menor
o igual a 8 en la escala de coma de Glasgow, presencia de herida penetrante, lesiones
sospechosas de fractura de la base del cráneo o déficit neurológico establecido. Este grupo
de pacientes presentan una alta morbilidad y una mortalidad estimada del 40-50%, por lo
que requieren hospitalización en UCI.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS,
Entre las manifestaciones que pueden aparecer, destacan las siguientes:
Amnesia postraumática
• Crisis precoces: aparecen entre la primera hora y los 7 días posteriores al traumatismo,
y pueden manifestarse como crisis parciales simples o crisis parciales con generalización
secundaria. Suelen significar la presencia de daño cerebral (hematomas intracraneales,
contusión cerebral, trastornos vasculares…). Cuanto más precoz es el desarrollo de la
crisis, menor es la posibilidad de que la causa sea un hematoma intracraneal.
Vómitos
Es un síntoma bastante frecuente, ocurre hasta en un 11% de los TCE, sobre todo
formando parte de la reacción vagal que puede acontecer después de un TCE, sin que esto
suponga la presencia de lesión intracraneal. Sin embargo, los vómitos pueden ser un
síntoma guía de hipertensión intracraneal cuando son repetitivos, no se preceden de
náuseas, (vómitos en escopetazo) y/o si se acompañan de síntomas neurológicos.
Cefalea
DIAGNÓSTICO
• Edad: los menores de 1 año son pacientes de mayor riesgo.
• Mecanismo del traumatismo: caída desde altura, accidente de tráfico, impacto directo…
Con ello, podemos sospechar el tipo de lesión que podría presentar el paciente y
determinar si el mecanismo causal ha sido de alta o baja energía.
Exploración física
• Radiografía simple de cráneo: su utilidad está cada vez más cuestionada, ya que solo
permite detectar fracturas, pero no lesiones intracraneales.
Figura 4. Radiografías simples de cráneo en niños: las flechas indican zonas con líneas
de fractura..
TRATAMIENTO
En los pacientes portadores de lo que hemos denominado injuria encefálica cerrada
menor, la recomendación es hacer un cuidadoso examen físico y neurológico. La
observación cuidadosa, en el servicio de urgencia, hospitalizado o en casa a cargo de
personas competentes está indicada y el lugar será definido por razones circunstanciales
o normas propias de cada institución. La observación implica que una persona
competente, capaz de reconocer anormalidades y con capacidad de solicitar asistencia o
acudir a un lugar donde ésta pueda ser entregada. El uso de neuro-imágenes no esta
recomendado en este grupo de pacientes
El periodo de vigilancia debe ser de 72 horas posterior al evento.
Medidas generales
Mantener una posición semiincorporada con la cabeza a 30º, para facilitar el retorno
venoso. Es recomendable evitar la hipertermia, la hipoglucemia y la hiperglucemia
Analgesia y sedación
Sueroterapia
Fármacos anticonvulsivantes
Está indicado tratar las crisis cuando aparezcan, con diazepam según las pautas
habituales. Dado que las convulsiones producen un aumento de las necesidades
metabólicas del cerebro, también está indicado el uso profiláctico de fármacos
anticonvulsivantes durante la primera semana posterior a un TCE grave. El fármaco de
elección en la profilaxis es la fenitoína, y las dosis indicadas son: 20 mg/kg vía
intravenosa en infusión lenta como dosis de choque, y entre 5 y 10 mg/kg/día como dosis
de mantenimiento controlando los niveles plasmáticos y manteniendo al paciente
monitorizado. El uso profiláctico de la fenitoína está indicado en la prevención de las
crisis epilépticas precoces, que pueden aparecer hasta en un 30% de los TCE graves. Las
convulsiones tardías, que son más frecuentes en los TCE con fracturas óseas craneales
con hundimiento y en los niños menores de 1 año, no podrán evitarse a pesar del uso de
esta pauta profiláctica. El tratamiento de la epilepsia postraumática es idéntico al de
cualquier otra epilepsia(6).
PREVENCIÓN
Instale protectores de ventanas en todas las ventanas que pueden abrirse.
Use una puerta de seguridad arriba y abajo de las escaleras hasta que su hijo pueda bajar
y subir sin peligro. Mantenga las escaleras libres de cualquier obstrucción. NO permita
que sus hijos jueguen en las escaleras o que salten desde los muebles o sobre ellos.
NO deje a un bebé solo en un lugar alto como una cama o un sofá. Al usar una silla alta,
asegúrese de que su hijo está sujetado con el arnés de seguridad.
Guarde todas las armas de fuego y las balas en un armario cerrado con llave.
Mantenga puestas las barandas laterales en la cuna.
Si es posible no compre literas. Si debe tener literas, busque información en línea antes
de comprarlas. Cerciórese de que la estructura sea fuerte. Además asegúrese que la cama
de arriba tenga una baranda. La escalera debe ser fuerte y debe estar sujetada de manera
segura a la estructura de la litera.
Cuidados de enfermería
Examen físico al ingresar el paciente
— Mantener la cabeza elevada a 35º del plano horizontal y en posición neutra
— Mantener normotérmico al paciente
— Administración de líquidos endovenosos tipo cristaloides
— Disminuir la presión intracraneana
— Controlar la osmolaridad sanguínea
— Prevención o manejo de las convulsiones
Si el niño no está politraumatizado, realice maniobra de inclinación de la cabeza con
elevación del mentón.
♦ Si está politraumatizado o hay sospecha de lesión medular, realice maniobra de tracción
mandibular y coloque collar rígido o de Filadelfia.
♦ Realice extracción de cuerpos extraños como restos de alimentos, secreciones, piezas
dentarias, fragmentos óseos, entre otros.
♦ Realice aspiración con una presión de succión entre 80–120 mmHg según la edad con
una cánula de Yankahuer por no más de 15 segundos y vigile si disminuye la FC.
♦ Eleve la cabecera a 30º ó 35º del plano horizontal.
♦ Coloque cánula orofaríngea o de Guedel, de un tamaño adecuado para la edad del niño
en el caso de estar inconsciente, excepto en caso de sospechade fractura de base de cráneo.
♦ Evalúe la ventilación con la expansión torácica, la auscultación de los orificios de
entrada y salida del aire (boca y nariz) y en la línea medio axilar en donde la masa
muscular es escasa.
♦ Inspeccione en el niño la presencia de hemorragias y su causa en ambos lados del
cuerpo.
DISFUNCIONES HEMATOLÓGICAS
ANEMIA POR DÉFICIT DE HIERRO.
DEFINICIÓN
Es una disminución en el número de los glóbulos rojos, hemoglobina, ocasionada por la
insuficiencia de HIERRO. Se caracteriza por:
- Carencia de hierro en la dieta debido a la malnutrición.
- Falta de hierro en médula ósea: dificultad para la eritropoiesis y las células producidas
son pobremente hemoglobinizadas. Valores normales de hemoglobina En el RN de 16
a 17 g/dL; en el lactante y niño 12 g/dL; en el adolescente 13,5 g/dL
FISIOPATOLOGÍA
Aporte dietético inadecuado por una dieta baja en contenido de hierro, o de pobre
disponibilidad (contenido de inhibidores.)
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Palidez de piel y mucosas.
Irritable, poco interesado por el medio e inapetente.
Disminución en el crecimiento.
Disminución de la inmunidad celular y de la capacidad bactericida de los
neutrófilos
Fatigabilidad, astenia, adinamia.
Falta de concentración, cefalea.
Mareos, depresión trastornos de carácter.
Nausea, disminución de apetito
DIAGNÓSTICO
Examen físico, exámenes de laboratorio: hemoglobina, hematocrito, volumen
corpuscular medio (VCM)
TRATAMIENTO
Control de la malnutrición y dieta balanceada.
Fierro oral: Sulfato ferroso. Es seguro, altamente efectivo, barato, raramente intolerancias
severas.
Dosis diaria: 3 a 5 mg/kg/día fraccionado en 2 ó 3 tomas.
Las tomas deben ser alejadas de las comidas para evitar presencia de sustancias
inhibidoras (cereales, té, leche).
Mejor absorción en estómago vacío.
Absorción aumentada con jugo de naranja, carnes.
La terapia debe ser hasta después de 3 meses de normalizada los valores de hemoglobina
para restablecer los depósitos de hierro.
En casos especiales, se usa la vía parenteral.
PREVENCIÓN
Educación, disponibilidad de los alimentos, precios.
Adicionar a la dieta suplementos de hierro.
Considerar en la dieta alimentos ricos en la hemoglobina Hem: carnes, preparados con
sangre, la leche de vaca y huevo son de pobre absorción y ricos en favorecedores de la
absorción: ácido ascórbico (frutas, jugos).
Evitar consumir con las comidas los inhibidores: té café, yema de huevo
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
1. Conocer qué grupos de personas están más predispuestas a padecer una anemia ferropenia
(pres menopáusicos, embarazados, personas de estado socioeconómico bajo, ancianos,
etc.)
2. Informar sobre una dieta correcta, indicando que alimentos son ricos en hierro.
3. Informar sobre las pruebas diagnósticas para establecer la causa de la anemia.
4. Determinación de Hb y recuento de eritrocitos para valorar la respuesta del tratamiento.
5. Hacer hincapié en el cumplimiento de la dieta y tratamiento farmacológico:
LEUCEMIA
DEFINICIÓN
La leucemia es el tipo de cáncer más frecuente en niños y se define como la proliferación
anormal de células malignas en la médula ósea, que es la encargada de producir las células
sanguíneas y se encuentra localizada dentro de los huesos.
El porcentaje de curación que se puede obtener con un tratamiento adecuado es de
aproximadamente del 70 %, que es algo muy diferente a lo que se obtenía hasta hace
todavía poco tiempo, cuando prácticamente era imposible lograr la curación de estos
pacientes. Conviene aclarar que este porcentaje de niños curados, es un grupo de niños
que van a poder crecer, estudiar, trabajar, tener hijos etc., es decir, van a curarse total y
realmente.
FISIOPATOLOGÍA
Toda enfermedad neoplásica, la secuencia de acontecimientos que derivan en la
transformación maligna de una célula es multifactorial. En el caso de la LLA, estos
eventos se producen durante el desarrollo de la estirpe linfoide. Estos precursores
linfoides presentan una alta tasa de proliferación y de reordenamientos genéticos;
características que favorecen la aparición de mutaciones espontáneas y de otras
alteraciones citogenéticas que facilitan la transformación maligna.
Entre los factores medioambientales que pueden facilitar el desarrollo de leucemia,
destaca la exposición a las radiaciones ionizantes.
CLASIFICACIÓN
Existen 2 formas de clasificar las leucemias:
1. Leucemia mieloide aguda (LMA): Afecta a las células mieloides y se desarrolla con
rapidez. Se presenta generalmente en personas a partir de los 65 años. Puede afectar,
aunque en menor proporción, a niños y adolescentes.
3. Leucemia linfoblástica aguda (LLA): Afecta a las células linfoides y se desarrolla con
rapidez. Se presenta fundamentalmente en niños y adolescentes.
4. Leucemia linfocítica crónica (LLC): Afecta a las células linfoides y se desarrolla con
lentitud. La mayoría de los pacientes tienen más de 65 años. Esta enfermedad casi nunca
afecta a niños o a adolescentes.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Síntomas causados por recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia): los glóbulos rojos
llevan oxígeno a todas las células del cuerpo. Una disminución de glóbulos rojos puede
causar síntomas como:
Sensación de cansancio
Debilidad
Sensación de frío
Mareo o aturdimiento
Dificultad para respirar
Piel más pálida
Síntomas de una disminución de glóbulos blancos normales: los glóbulos blancos ayudan
al cuerpo a combatir las bacterias. Los niños con leucemia a menudo tienen altos
recuentos de glóbulos blancos, pero la mayoría de ellos son células de leucemia que no
protegen contra la infección, y no hay suficientes glóbulos blancos normales. Esto puede
ocasionar:
Infecciones que pueden ocurrir debido a una escasez de glóbulos blancos normales. Los
niños con leucemia pueden contraer infecciones que no parecen desaparecer o pueden
contraer una infección después de otra.
Fiebre, a menudo es el principal signo de infección. Sin embargo, algunos niños pueden
presentar fiebre sin tener una infección.
Síntomas causados por recuentos bajos de plaquetas: las plaquetas en la sangre
normalmente ayudan a detener el sangrado. Un número disminuido de plaquetas puede
CAUSAS:
Tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados
Sangrado nasal frecuente o severo
Sangrado de las encías
Dolor de huesos o de articulaciones: este dolor es causado por la acumulación de células
leucémicas cerca de la superficie del hueso o dentro de la articulación.
En los infantes y los niños, los ganglios linfáticos a menudo se agrandan cuando combaten
una infección. Un ganglio linfático agrandado en un niño con mucha más frecuencia es
un signo de infección que de leucemia, pero un médico lo debe revisar y hacerle un
seguimiento minucioso.
Tos o dificultad para respirar: algunos tipos de leucemia pueden afectar a las estructuras
en el centro del pecho, tales como los ganglios linfáticos o el timo (un órgano pequeño
ubicado frente a la tráquea, el conducto de respiración que conduce a los pulmones). El
agrandamiento del timo o de los ganglios linfáticos en el pecho puede presionar la tráquea,
causando tos o dificultad para respirar.
En algunos casos en que el recuento de glóbulos blancos es muy alto, las células de la
leucemia pueden acumularse en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, lo que
también puede causar dificultad para respirar.
Hinchazón en la cara y los brazos: un timo agrandado puede causar presión sobre la vena
cava superior (SVC), una vena grande que lleva sangre desde la cabeza y los brazos de
vuelta al corazón. Esto puede hacer que la sangre "retroceda" en las venas. A esto se le
llama síndrome de la SVC, y puede causar hinchazón en el rostro, cuello, brazos y la parte
superior del tórax (algunas veces con una coloración roja azulada de la piel). Algunos
otros síntomas son: dolores de cabeza, mareos y, si afecta el cerebro, un cambio en el
conocimiento. El síndrome de la SVC puede ser potencialmente mortal de modo que
requiere tratamiento inmediato.
Dolores de cabeza, convulsiones y vómito: unos pocos niños tienen leucemia que ya se
ha propagado al cerebro y a la médula espinal cuando se descubre. Esto puede dar lugar
a síntomas tales como dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, debilidad,
convulsiones, vómitos, problemas de equilibrio y visión borrosa.
Erupciones en la piel, o problemas en las encías: en los niños con leucemia mieloide
aguda (AML), las células leucémicas se pueden propagar a las encías, causando
hinchazón, dolor y sangrado.
Si la AML se propaga a la piel, puede dar origen a pequeños puntos de color oscuro que
pueden parecer un sarpullido común. Una acumulación de las células de la AML debajo
de la piel o en otras partes del cuerpo se llama cloroma o sarcoma granulocítico.
Cansancio extremo y debilidad: una consecuencia poco común, pero muy grave de la
AML es el cansancio extremo, la debilidad y la dificultad en el habla. Esto puede ocurrir
cuando un gran número de células leucémicas causa que la sangre se vuelva demasiado
espesa y se haga más lenta la circulación a través de los pequeños vasos sanguíneos del
cerebro.
DIAGNÓSTICO
La confirmación del diagnóstico se realiza mediante el estudio morfológico,
citogenética y molecular del aspirado de médula ósea.
Ante un niño con sospecha de leucemia, debemos realizar una buena anamnesis en busca
de signos y síntomas compatibles con el fracaso hematopoyético o la infiltración extra
medular. La exploración debe ser exhaustiva y minuciosa. Se debe explorar la presencia
de equimosis, petequias, adenopatías, palidez cutánea…, se deben palpar hígado y bazo,
realizar una buena exploración neurológica y, en los varones, debemos palpar siempre
los testículos
TRATAMIENTO
Tendencia actual es realizar un tratamiento adaptado al riesgo de cada paciente
recientemente diagnosticado de LLA; es decir, vamos a administrar un tratamiento más
intensivo al paciente que tiene mayor riesgo de recaída al diagnóstico y vamos a tratar
de no sobre tratar al paciente de riesgo estándar. Para ello, debemos clasificar a los
pacientes en grupos de riesgo
El tratamiento principal para la mayoría de los casos de la leucemia en niños es la
quimioterapia.
Para algunos niños con leucemia de riesgo mayor, puede que se aplique dosis elevadas de
quimioterapia junto con un trasplante de células madre. Otros tratamientos podrían
incluirse bajo circunstancias especiales.
Cirugía para la leucemia en niños
Radioterapia para la leucemia en niños
Quimioterapia para la leucemia en niños
Medicamentos de terapia dirigida para la leucemia en niños
Inmunoterapia para la leucemia en niños
Altas dosis de quimioterapia y trasplante de células madre para la leucemia en niños
PREVENCIÓN
Mantén a tu niño lejos de altas dosis de radiación. Los estudios muestran que las personas
expuestas a altas dosis de radiación tienen riesgo de leucemia.
Incluso las dosis bajas de radiación en rayos x, tomografías computarizadas o radioterapia
incrementan las probabilidades de presentar leucemia.
Evita exponer a tu niño a la bencina. La bencina es la base química para producir otros
químicos como la gasolina, los lubricantes o los pesticidas. Lleva consigo un olor dulce
que se puede absorber con facilidad una vez inhalado. También puede penetrar la piel al
estar expuesta. Los índices de leucemia, específicamente de LMA, son más altos en
personas expuestas a la bencina.
Los agente alquilantes son en su mayor parte los culpables del cáncer secundario causado
por quimioterapia. Este fármaco une un grupo alquilante disruptivo que daña las células
del ADN.
Existe una incidencia incrementada de leucemia en este grupo de fármacos.
No bebas alcohol durante el embarazo. Algunos estudios han encontrado que las madres
que beben alcohol durante el embarazo pueden incrementar el riesgo de que la leucemia
se desarrolle en su hijo no nacido.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Alteración del sistema inmunológico
Límite de visitantes y aislamiento protector.
Control de higiene general. Lavado de manos.
Evitar vacunas.
Vigilar signos en caso de infección (temperatura)
Evitar el contacto con personas enfermas o infectadas (como gripe).
– Alteración del sistema digestivo
Nutrición: hay que proporcionar una alta ingesta de agua, alimentos con fibra y se puede
dar un masaje para favorecer movimientos intestinales.
Vigilancia de vómitos y peso a diario.
Aseo bucal.
– Alteración del sistema músculo-esquelético
Proporcionar masaje.
Administrar analgésicos en casos necesarios.
Colocar medios físicos e inmovilizar el miembro que se encuentre con dolor.
Mantener en reposo pero favorecer a la vez periodos de actividades y descanso.
FISIOPATOLOGÍA
La hemostasia es el mecanismo que se pone en marcha tras una lesión vascular
para impedir la hemorragia y que incluye una respuesta vascular (vasoconstricción
y activación de la coagulación), otra celular (adherencia y agregación plaquetaria)
y un componente plasmático (factores de la coagulación) que, finalmente, llevan
a la producción y estabilización de un coágulo de fibrina. Existe un mecanismo
regulador que limita la coagulación al lecho afectado (anticoagulantes) y,
finalmente, se restablece la permeabilidad del vaso sanguíneo por medio de la
fibrinólisis y la cicatrización vascular. Si la coagulación es defectuosa, se
producirá una hemorragia. Si es excesiva porque fallan los mecanismos
reguladores, se producirá una trombosis.
CLASIFICACIÓN
Existen dos tipos de hemofilia:
ETIOPATOGENIA
- Las personas que tienen hemofilia hereditaria nacen con el trastorno. La hemofilia
se debe a una alteración en uno de los genes que determinan la manera en que el
organismo produce el factor VIII o IX de coagulación. Estos genes están situados
en los cromosomas X.
- Los cromosomas están dispuestos en pares. Las mujeres tienen dos cromosomas
X, mientras que los varones tienen un cromosoma X y un cromosoma Y. Solo el
cromosoma X contiene los genes relacionados con los factores de coagulación.
- Un varón que tenga un gen defectuoso de hemofilia en el cromosoma X sufrirá
hemofilia. Una mujer debe tener el gen defectuoso en ambos cromosomas X para
tener hemofilia. Esta situación es muy poco común.
- Si una mujer tiene el gen defectuoso en solo uno de sus cromosomas X, es
"portadora" de la hemofilia. Las portadoras no sufren hemofilia, pero pueden
transmitirles el gen defectuoso a sus hijos.
- A continuación hay dos ejemplos de cómo se hereda el gen de la hemofilia.
La ilustración muestra un ejemplo de cómo se hereda el gen de la hemofilia. En este
ejemplo, el padre no tiene hemofilia (es decir, sus cromosomas X y Y son normales). La
madre es portadora de la hemofilia (es decir, tiene un cromosoma X defectuoso y un
cromosoma X normal).
Cada una de las hijas tiene una probabilidad del 50 por ciento de heredar el gen defectuoso
de su madre y ser portadora de la enfermedad. Cada uno de los hijos varones tiene una
probabilidad del 50 por ciento de heredar el gen defectuoso de su madre y sufrir hemofilia.
Cada una de las hijas heredará el gen defectuoso de su padre y será portadora de la
enfermedad. Ninguno de los hijos varones heredará el gen defectuoso de su padre; por lo
tanto, ninguno tendrá hemofilia.
Muy raras veces nace una niña con hemofilia. Esto puede suceder si el padre tiene
hemofilia y la madre es portadora de la enfermedad.
Algunos varones que tienen hemofilia nacen de madres que no son portadoras. Estos
casos se deben a una mutación del gen (un cambio al azar) que ocurrió cuando el niño
recibió el gen.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Sangrado excesivo
Es posible que los niños que tienen hemofilia leve no presenten signos de la enfermedad,
a menos que tengan sangrado excesivo por una intervención dental, un accidente o una
cirugía. Los varones con hemofilia grave pueden sangrar abundantemente después de la
circuncisión.
El sangrado puede ocurrir en la superficie del cuerpo (sangrado externo) o dentro del
cuerpo (sangrado interno).
El sangrado de las rodillas, de los codos o de otras articulaciones es otra forma común de
sangrado interno en personas que sufren hemofilia. Este sangrado puede presentarse sin
que haya una lesión obvia.
Sangrado en el cerebro
DIAGNÓSTICO
Los resultados de las pruebas indicarán si el sangrado se debe a hemofilia, qué tipo de
hemofilia se trata y qué tan grave es.
La gravedad de los síntomas entre una categoría y otra puede parecerse. Por ejemplo,
algunas personas que tienen hemofilia leve pueden tener problemas de sangrado casi tan
frecuentes o tan graves como algunas personas que tienen hemofilia moderada.
La hemofilia grave puede causar problemas graves de sangrado en los bebés. Por lo tanto,
en los niños que tienen hemofilia grave el diagnóstico se hace por lo general durante el
primer año de vida. En las personas con formas más leves de hemofilia, es posible que el
diagnóstico no se realice hasta la edad adulta.
Las mujeres embarazadas que saben que son portadoras de la hemofilia pueden averiguar
desde la semana 12 de embarazo si el feto padece la enfermedad.
Las mujeres portadoras del gen de la hemofilia también pueden optar por el "diagnóstico
preimplantacional" para tener hijos sin hemofilia.
Para este proceso se extraen los óvulos y se fecundan luego con espermatozoides en el
laboratorio. En los embriones que resulten de esta fecundación se investiga luego la
presencia de hemofilia. Únicamente se implantarán en el útero de la madre los embriones
que no tengan la enfermedad.
TRATAMIENTO
Para reducir aún más el riesgo, usted o su hijo pueden recibir concentrados de factor de
coagulación que no se derivan de la sangre humana. Estos factores se llaman factores de
coagulación recombinantes. Los factores de coagulación son fáciles de conservar,
mezclar y usar en la casa; la administración del factor solo tarda unos 15 minutos.
1. La prevención de hemorragias.
2. Las hemorragias agudas deben recibir tratamiento precoz (dentro de las primeras dos
horas, en la medida de lo posible).
10. Deben evitarse los deportes de contacto y fomentarse la natación y el ciclismo, con
el equipo adecuado
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Valorar signos vitales constantemente.
Colocar al niño en una habitación individual.
Mantener la piel caliente y seca.
Emplee técnicas escrupulosamente asépticas en todos los procedimientos
invasivos.
"observar puntos de punción cada min después de inyecciones o hasta que sede
tenga la hemorragia si representa.
DEFINICIÓN
La púrpura trombocitopenia inmune (PTI) es una enfermedad caracterizada por una
disminución aislada de la cifra de plaquetas por debajo de 100.000/μl, en ausencia de una
causa desencadenante de la trombocitopenia. La denominación previa de púrpura
trombocitopenia idiopática se sustituyó por inmune debido a la importancia de los
mecanismos inmunológicos de destrucción de plaquetas mediada por auto anticuerpos y
linfocitos T en su patogenia. Actualmente se recomienda la denominación de
trombocitopenia inmune primaria
FISIOPATOLOGÍA
Clásicamente la púrpura trombocitopenia se ha clasificado en:
a) Secundaria, aquella en a que se encuentra alguna patología asociada
b) Primaria, a la que carece de dicha asociación; por lo tanto se llega al diagnóstico por
descarte.
La trombocitopenia debida a falla selectiva de la serie megacariocítica es muy inusual y
podría corresponder a una rara entidad conocida como púrpura amegacariocítica
adquirida o se trataría de un estadio evolutivo en el curso de una anemia aplasia o de un
síndrome mielodisplásico. Cuando el problema es el aumento en el consumo o
destrucción periférica, lo más frecuente es que sea mediado por anticuerpos.
CLASIFICACIÓN
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
Primera Línea
Corticoterapia: Prednisona vía oral o metilprednisolona vía IV a 4mg/kg/día durante 4
días, luego pasar a 2mg/kg/ durante 3 días y suspender.
IV: 0.8-1 g/kg/dosis única i.v. en infusión cutánea
Segunda Línea
Ig anti-D (pacientes RH+):
Bloqueo de receptores Fc macrofágicos con hematíesrecubiertos por Ac. anti D.
Dosis:50-75 microgramos/kg/día, i.v. dosis única
Corticoterapia:
Pulsoterapia con metilprednisolona: 30 mg/kg/día (máximo 1 g), 3 días, infusión en 2
horas.
Dexametasona oral: 0,6 mg/kg/día en 1 dosis, máximo 40 mg, durante4 días, cada mes
Tercera Línea
Esplenectomía
PREVENCIÓN
El seguimiento y control en Atención Primaria del niño diagnosticado de PTI debe basarse
en el riesgo de hemorragia mientras exista plaquetopenia. Se informará a los padres y al
niño si es mayor para que consulten en caso de signos de hemorragia. Se aconsejará
escolarización normal si el recuento plaquetario es estable >20.000/µl. Restringir
actividad física y deportes con riesgo traumático (de contacto). Está contraindicado el uso
de aspirina. Evitar inyecciones intramusculares. Se debe tener precaución y administrar,
solo en caso necesario, fármacos que puedan alterar la agregación plaquetaria
(antihistamínicos, antiinflamatorios no esteroideos).
CUIDADOS DE ENFERMERÍA