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Argentina, llamada oficialmente República Argentina,n 1 es un país soberano de América del Sur,

ubicado en el extremo sur y sudeste de dicho subcontinente. Adopta la forma de gobierno


republicana, democrática, representativa y federal.

La Argentina está organizada como un Estado federal descentralizado, integrado desde 1994 por
un Estado nacional y 24 estados autogobernados,89 llamados también «jurisdicciones de primer
orden»,10 que son 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), esta última
designada como Capital Federal del país. Cada estado o jurisdicción de primer orden tiene
autonomía política, Constitución, bandera y fuerza de seguridad propios. Las 23 provincias
mantienen todos los poderes no delegados al Estado nacional y garantizan la autonomía de sus
municipios.1112

Integra el Mercosur —bloque del que fue fundador en 1991—, la Unión de Naciones
Sudamericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la
Organización de Estados Americanos (OEA).

En 2017, su Índice de Desarrollo Humano fue del 0,825 y se encuentra en el puesto 47.13 Esto,
ajustado por la desigualdad que es de 0,707; da un coeficiente de Gini de 42,7.14 En educación,
posee una inversión del 5,1 % del PBI,14 con una población casi al tope del alfabetismo.

La economía argentina es la segunda más desarrollada e importante en Sudamérica. Según el


Banco Mundial, su PIB nominal es el 21.º del mundo.15 Debido a su importancia geopolítica y
económica, es uno de los tres estados soberanos latinoamericanos que forma parte del
denominado Grupo de los 20 e integra además el grupo de los NIC o nuevos países
industrializados.16

Es uno de los únicos países del continente americano –junto a Estados Unidos y Canadá– que ha
alcanzado óptimos niveles de Investigación y Desarrollo en el campo de las ciencias.17 Su
capacidad tecnológica y científica le ha permitido diseñar, producir y exportar satélites,18
construir reactores nucleares y ser el primer productor de software, aeronaves, entre otras cosas.
Es considerada una potencia regional.19

Ha brindado una creciente cooperación nuclear a países de América Latina, el Magreb, el Golfo
Pérsico, el sudeste asiático y Oceanía, a partir de las capacidades desarrolladas por la Comisión
Nacional de Energía Atómica (CNEA) y por la prestigiosa empresa estatal INVAP.20 Es el país
latinoamericano que más premios Nobel ha ganado —cinco en total—, tres de ellos vinculados con
la ciencia.
Con una superficie de 2 780 400 km²,2 es el país hispanohablante más extenso del planeta, el
segundo más grande de América Latina, y octavo en el mundo, si se considera solo la superficie
continental sujeta a soberanía efectiva. Su plataforma continental, reconocida por la ONU en
2016, alcanza los 6 581 500 km²21 convirtiéndose en una de las más grandes del mundo,22
extendiéndose desde el continente americano hasta el Polo Sur en la Antártida, a través de
Atlántico Sur. Si se cuentan las islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y otras
numerosas islas menores (administradas por el Reino Unido pero de soberanía en litigio), más una
porción del área antártica llamada Antártida Argentina al sur del paralelo 60° S, sobre la cual
Argentina reclama soberanía, la superficie se eleva a 3 761 274 km².23 Es uno de los veinte países
que tienen presencia permanente en la Antártida, siendo entre ellos el que tiene mayor cantidad
de bases permanentes, con seis bases en total.

Argentina contempla uno de los paisajes y climas más diversos del mundo24 y su relieve puede
dividirse en cinco grandes áreas:

la Cordillera de los Andes, al oeste del país y al sur de la Isla de Tierra del Fuego, siendo el
Aconcagua (6962 m) el punto más alto de América;

la extensa llanura chacopampeana, de pocas ondulaciones y de un millón de kilómetros


cuadrados, en el centro-norte;

la meseta patagónica (600 000 km²) en el sur;

la cuenca del Plata y la Mesopotamia, esta última presenta un relieve de esteros y lagunas, siendo
al nordeste más alta y amesetada; mientras que hacia el sur se ondula formando cuchillas y
lomadas de baja altura;

los territorios insulares en el Atlántico Sur.

Su territorio reúne una gran diversidad de climas, causada por una amplitud latitudinal que supera
los 30° —incluyendo varias zonas geoastronómicas—, una diferencia en la altitud que va de 0 a
casi 7000 msnm y la extensión del litoral marítimo que alcanza 4725 km. Amplias llanuras
húmedas limitan con extensos desiertos y altas montañas, mientras que la presencia de climas
tropicales y subtropicales en el norte, contrastan con las nevadas y fríos extremos en las zonas
cordilleranas y el sur.

Su territorio continental americano, que abarca gran parte del Cono Sur, limita al norte con Bolivia
y Paraguay, al nordeste con Brasil, al este con Uruguay y el océano Atlántico, al oeste con Chile y,
siempre en su sector americano, al sur con Chile y las aguas atlánticas del pasaje de Drake.
Los primeros registros de pobladores en el actual territorio argentino se remontan al período
Paleolítico. Los Incas en el Siglo XIV invandieron al noroeste del país durante la época
precolombina. La colonización española comenzó en el Siglo XVI (desde el año 1512). Argentina
surgió como el estado sucesor del Virreinato del Río de la Plata, una entidad del Imperio español
fundada en 1776. El 25 de mayo de 1810 alcanzó la independencia de facto cuando fue depuesto
el último virrey español que gobernó desde Buenos Aires,25 organizándose la Primera Junta de
gobierno. El 9 de julio de 1816 la independencia fue proclamada de manera formal en San Miguel
de Tucumán.26

Índice

1 Toponimia

2 Historia

2.1 Prehistoria

2.2 Conquista española

2.3 La Independencia

2.4 Primera Junta de Gobierno

2.5 La formación del Estado federal

2.6 La organización constitucional

2.7 Gobiernos conservadores y primeros gobiernos radicales

2.8 Alternancia entre golpes de estado y regímenes democráticos

2.9 Recuperación de la democracia

3 Gobierno y política

3.1 Poder Ejecutivo Nacional

3.2 Poder Legislativo Nacional

3.3 Poder Judicial Nacional

3.4 Ministerio Público

3.5 Gobiernos provinciales

3.6 Relaciones exteriores

3.7 Defensa y seguridad

3.7.1 Fuerzas Armadas


3.7.2 Fuerzas de Seguridad

3.8 Derechos humanos

4 Organización territorial

5 Regiones integradas

6 Geografía

6.1 Superficie

6.2 Ubicación

6.3 Enclaves y exclaves

6.3.1 Entre la Argentina y el Uruguay

6.3.2 Entre la Argentina y el Paraguay

6.4 Regiones naturales

6.5 Relieve

6.6 Hidrografía

6.7 Clima

7 Flora y fauna

7.1 Flora

7.2 Fauna

8 Economía

8.1 Sector agrícola y ganadero

8.2 Petróleo, minería, bosques y pesca

8.3 Industria manufacturera y construcción

8.4 Turismo

8.5 Transporte

8.6 Energía

9 Ciencia y tecnología

10 Medios de comunicación

10.1 Telecomunicaciones

10.2 Diarios

11 Población
11.1 Demografía

11.2 Ciudades por población

11.3 Salud

11.4 Emigración

11.5 Composición étnica

11.5.1 Extranjeros

11.5.2 Pueblos indígenas

11.6 Urbanización

11.7 Ciudades principales

12 Cultura

12.1 Literatura

12.2 Música

12.3 Cine

12.4 Teatros

12.5 Artes plásticas

12.6 Idioma

12.7 Religión

12.8 Educación

12.9 Museos, espacios de memoria y salas de espectáculos

12.10 Gastronomía

12.11 Deporte

12.12 Feriados nacionales

13 Símbolos patrios

14 Véase también

15 Notas y referencias

15.1 Notas

15.2 Referencias

16 Bibliografía

17 Enlaces externos
Toponimia

Artículo principal: Origen del nombre de la República Argentina

El país tiene tres nombres oficiales establecidos desde 1860 por el artículo 35 la Constitución
nacional, que pueden ser usados indistintamente: «Provincias Unidas del Río de la Plata»,
«República Argentina» y «Confederación Argentina». El más utilizado de los tres es el segundo,
«República Argentina». Por elipsis del sustantivo, suele decirse correctamente «la Argentina». Sin
embargo, está muy extendido el uso sin el artículo.

El nombre «Argentina» proviene del latín argentum (‘plata’) y está asociado a la leyenda de la
Sierra de la Plata, común entre los primeros exploradores europeos de la región, tanto españoles
como portugueses. Fueron estos quienes denominaron Rio da Prata (‘Río de la Plata’) al gran río y
estuario descubierto por la expedición portuguesa de 1502 en la que participaba Américo
Vespucio, y al que luego llegó Juan Díaz de Solís en 1516, llamándolo Mar Dulce.

Portada de la primera edición del poema La Argentina de Martín del Barco Centenera, 1602.

El nombre se menciona por primera vez en el poema publicado en 1602 por el español Martín del
Barco Centenera titulado La Argentina y conquista del Río de la Plata, en el que se describe la
región del Río de la Plata como también la fundación de la ciudad de Buenos Aires.27

El topónimo aparece ratificado al publicarse en 1612 la obra La Argentina manuscrita, del criollo
asunceno Ruy Díaz de Guzmán, obra de historia en la que, en medio de un relato épico, se hace
una descripción de la región. A finales del siglo XVIII, la palabra era de uso común para denominar
todo lo relacionado con el Río de la Plata, su cuenca, su territorio y sus pobladores, pero el
virreinato creado en 1776, antecedente inmediato del país independizado en 1816, llevó el
nombre de «Virreinato del Río de la Plata».

La Primera Junta de Gobierno utilizó el nombre de Provincias Unidas del Río de la Plata, que fue
también empleado por los gobiernos que le sucedieron hasta que, en 1816, el Congreso de
Tucumán proclamó la independencia de las Provincias Unidas en Sud América, nombre que
mantuvo en la Constitución de 1819.

Oficialmente, se utilizó por primera vez la denominación República Argentina en la Constitución de


1826. Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas (1835-1852) se utilizaron, entre otros, los
nombres de Confederación Argentina, República de la Confederación Argentina, y Federación
Argentina.
La Constitución Argentina de 1853 se sancionó en nombre del pueblo de la Confederación
Argentina, pero al incorporarse el Estado de Buenos Aires, en 1860 se cambió por Nación
Argentina y se incorporó el artículo 35:

Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el presente, a saber: Provincias
Unidas del Río de la Plata; República Argentina, Confederación Argentina, serán en adelante
nombres oficiales indistintamente para la designación del Gobierno y territorio de las provincias,
empleándose las palabras «Nación Argentina» en la formación y sanción de las leyes.28

El 8 de octubre de 1860, en la ciudad de Paraná, entonces capital de la Confederación Argentina,


el presidente Santiago Derqui decretó que:

[...] siendo conveniente a este respecto establecer la uniformidad en los actos administrativos, el
Gobierno ha venido a acordar que para todos estos actos se use la denominación República
Argentina.29

El nombre fue confirmado definitivamente en 1862 por Bartolomé Mitre, primer presidente del
país reunificado, al utilizar el título de presidente de la Nación Argentina.

Historia

Artículo principal: Historia de la Argentina

Prehistoria

Artículo principal: Prehistoria argentina

Cueva de las Manos, a orillas del río Pinturas, en la provincia de Santa Cruz, 7300 a. C. El arte más
antiguo de Sudamérica.

El primer registro poblacional del territorio actualmente controlado por la Argentina se remonta al
12.º o al 13.er milenio AP, de acuerdo a los hallazgos de Los Toldos y Piedra Museo.30 Entre los
pueblos originarios, los cazadores y recolectores habitaron la Patagonia, la Pampa y el Chaco. Los
agricultores se instalaron en el noroeste, Cuyo, las Sierras de Córdoba y después en la
mesopotamia. Tastil, en el noroeste, fue la ciudad precolombina más grande ubicada en el actual
territorio argentino, con una población de 2000 habitantes.31
Los primeros rastros de vida humana en este territorio corresponden a pueblos de un nivel
cultural paleolítico que tres mil años atrás incorporaron los primeros aportes culturales
mesolíticos y neolíticos.32 Hasta la época de la conquista y de la colonización europea, el territorio
argentino ha estado ocupado por diversos pueblos originarios, con diferentes organizaciones
sociales que se pueden dividir en tres grupos principales:3334

Cazadores y recolectores de alimentos básicos canoeros oceánicos, como los yagán o yámana y los
haush en Tierra del Fuego y los canales fueguinos.

Cazadores avanzados y recolectores de alimentos como los pámpidos, en el centro-este: hets en


las praderas y estepas de la región pampeana y norpatagónica; y chonks en la Patagonia —
invadidos desde el s. XVIII por los mapuches alfareros procedentes del centrosur del actual Chile—
y los qom y wichi en la región chaqueña.35 También pertenecen a este grupo los pámpidos
charrúas y minuanes, que habían incorporado la cerámica.

Los agricultores con cerámica como los guaraníes y las culturas andinas y derivadas. A partir del
segundo milenio, los avá (un pueblo amazónido conocido desde el siglo XVII por los españoles
como «guaraníes») invadieron el NEA y el Litoral argentino; eran cultivadores de mandioca y avaty
o maíz en forma de roza (tala y quema de florestas) y por ello semisedentarios.33 Las culturas
centradas en la agricultura y ganadería del NOA eran puramente sedentarias, y habían
desarrollado redes comerciales englobadas en el conjunto actualmente llamado «diaguita»; tras
establecer un sistema cuasi-estatal en torno a señoríos locales, fueron sometidos por el imperio
incaico hacia el año 1480. Influidos por estas culturas andinas, otros pueblos como los henia -
kâmîare, tonocotés y huarpes desarrollaron una agricultura y ganadería de menor desarrollo,
adaptada a las condiciones de las regiones llanas y serranas del centro de la actual Argentina y de
Cuyo.33

En los siglos XIV y XV, el Imperio incaico conquistó parte de las actuales provincias de Jujuy, Salta,
Catamarca, el extremo oeste de la provincia de Tucumán, parte oeste de las provincias de La Rioja
y San Juan, el noroeste de la provincia de Mendoza y, probablemente, el norte de la de Santiago
del Estero,36 incorporando sus territorios al Collasuyo, que era la parte sur del Tahuantinsuyo o
regiones de tal imperio. Tradicionalmente, se atribuye la conquista al monarca inca Túpac
Yupanqui. Varios señoríos de la región, como los omaguacas, los likanantai (atacamas), los
huarpes, los diaguitas y otros, intentaron resistir, pero los incas lograron dominarlos, trasladando
a sus territorios a los mitimaes o colonos deportados de las tribus de los chichas, que habitaban en
lo que es el suroeste del actual territorio boliviano. Otros, como los sanavirones, los lule-tonocoté
y los henia-kâmîare (popularmente llamados «comechingones»), resistieron con éxito la invasión
incaica y se mantuvieron como señoríos independientes.33

Conquista española

Artículo principal: Conquista y colonización española de la Argentina


Vista de Buenos Aires a fines del siglo XVIII, desde la ribera del Río de la Plata. Litografía de la
época.

A partir de comienzos del siglo XVI el Imperio Español conquistó aproximadamente un tercio del
actual territorio argentino, sometiendo a los pueblos originarios que lo habitaban. Como en todo
el continente la población indígena sufrió una gran mortandad que produjo una catástrofe
demográfica, razón por la cual los conquistadores europeos introdujeron esclavos secuestrados en
el África subsahariana.

Los europeos llegaron por primera vez al actual territorio argentino en la expedición de Juan Díaz
de Solís, la cual navegó el Río de la Plata en 1516 y desembarcó en la isla Martín García, donde
enterraron al tripulante de ese nombre. Tras la muerte de Solís en un ataque de los nativos, el
resto de la expedición regresó a la costa brasileña.

Posteriormente la expedición de Hernando de Magallanes en 1520 fondeó sus naves en la Bahía


de San Julián, hoy situada en la provincia de Santa Cruz, para reabastecerse, permaneciendo casi
todo el invierno debido al amotinamiento de parte de la tripulación.

El fuerte Sancti Spiritu fue el primer asentamiento europeo, instalado en 1527 a orillas del río
Paraná, a 40 km al norte de la actual ciudad de Rosario.37 La primera exploración del noroeste y
centro del país fue la entrada de Diego de Rojas en 1543. Las ciudades de Asunción (1537),n 2
Santiago del Estero (1553), Córdoba (1573) y Buenos Aires (1536/1580) fueron las bases del
establecimiento colonial que se impuso en la mitad norte del actual territorio argentino, sujeto a
la autoridad de la Corona Española (la Gobernación del Río de la Plata). Entre 1560 y 1667 los
señoríos diaguitas mantuvieron una larga resistencia conocida como las guerras calchaquíes en el
actual noroeste argentino.

En el siglo XVII se establecieron las misiones jesuíticas guaraníes. Fueron comunidades misionales
fundados por la Compañía de Jesús entre los guaraníes y pueblos afines, que tenían como fin
evangelizar y evitar la esclavización de los indígenas de las actuales provincias de Misiones,
Corrientes, y parte del Paraguay y Brasil. Cumplieron con éxito su tarea, hasta que en el año 1768,
el rey español Carlos III ordenó expulsar a los jesuitas.

Durante la mayor parte del período colonial, el territorio argentino fue parte del Virreinato del
Perú, hasta que en 1776 el rey Carlos III de España creó con parte de su territorio el Virreinato del
Río de la Plata. La ciudad de Buenos Aires fue designada como su capital por su creciente
importancia como centro comercial, y con la idea de resistir mejor a un eventual ataque
portugués, así como también para tener un acceso más fácil a España a través de la navegación
atlántica.38
En el siglo XVIII la multiplicación natural del ganado vacuno y equino cimarrón en las llanuras
pampeana, de la Banda Oriental del Río de la Plata y del sur de Brasil, provocó la aparición de un
tipo especial de campesino independiente a caballo llamado gaucho —en el caso de los varones—
y china —en el caso de las mujeres. Los gauchos desarrollaron una cultura de características
propias, adhirieron y lucharían en la guerra de la Independencia y enfrentaron a los estancieros
para garantizar su derecho al acceso al ganado y la tierra, hasta ser vencidos en la segunda mitad
del siglo XIX. Esta riqueza en ganado salvaje también llevó a la aparición de indígenas de tradición
ecuestre en el Chaco, la Pampa y la Patagonia, que entablaron una dinámica de lucha intermitente
por los recursos ganaderos con la población española y criolla.

Hasta mediados del siglo XIX, gran parte de la Patagonia y las Pampas permanecieron bajo el
control de diferentes pueblos indígenas: principalmente, chonks y luego también los mapuches en
la Patagonia y ranqueles en la llanura pampeana hasta el último cuarto del siglo XIX. Asimismo, los
territorios de gran parte de la región chaqueña no fueron colonizados por los europeos, sino que
permanecieron habitados por pueblos autóctonos como los qoms, moqoits (mocovís o, mocovíes),
pilagás y wichis hasta principios del siglo XX.

La población indígena sedentaria fue sometida a relaciones de dependencia permanente respecto


de la población española. Aunque con el paso de las generaciones fue absorbida dentro una
población étnicamente identificable como «criolla», este proceso de mestización no fue total,
como lo demuestra la participación de poblaciones del Noroeste del actual territorio argentino en
el gran levantamiento indígena de 1780 con epicentro en el Cuzco, dirigido por el inca Túpac
Amaru II.

La Independencia

Casa de Tucumán, conocida como Casa Histórica de la Independencia, en Tucumán.

Artículo principal: Independencia de la Argentina

Cornelio Saavedra, presidente de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Río de la Plata

Manuel Belgrano, miembro de la Primera Junta, comandante militar y creador de la bandera


argentina.

Hacia 1806 y 1807 tuvieron lugar las Invasiones Inglesas al Río de la Plata, que fueron repelidas en
dos oportunidades por las guarniciones militares y por la población civil, que se organizó en
unidades de milicias formadas por numerosos criollos —tanto porteños como provenientes del
Interior—, españoles, indígenas y hasta esclavos negros. El virrey Rafael de Sobremonte fue
culpado de cobardía e impericia ante los iniciales triunfos de los invasores, y reemplazado por el
cabildo de la capital, siendo reemplazado por Santiago de Liniers, héroe de la Reconquista y la
Defensa.39 Los principales líderes de estas milicias se convirtieron rápidamente en una nueva élite
de poder en la ciudad de Buenos Aires, ingresando como miembros del Cabildo.

Aunque Liniers haya sido confirmado en su cargo por el Rey de España, la destitución de un virrey
por presión popular fue un hecho inédito en la historia de América, que —junto a la victoria sobre
los ejércitos británicos— dieron un gran prestigio a Buenos Aires, que ganó un carácter de
«Hermana mayor» ante las demás provincias.40

Primera Junta de Gobierno

El militar y político José de San Martín.

Artículo principal: Primera Junta

La Primera Junta de Gobierno, oficialmente Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río
de la Plata a nombre del Señor Don Fernando VII, fue la Junta de gobierno surgida el viernes 25 de
mayo de 1810 en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata, como consecuencia del
triunfo de la Revolución de Mayo que destituyó al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y nombró a
Cornelio Saavedra como el Presidente de la Primera Junta de las Provincias Unidas del Río de la
Plata. La sede del gobierno fue fijada en el Fuerte de Buenos Aires, que sirviera desde 1776 como
residencia de los virreyes y donde hoy se encuentra la Casa de Gobierno. La Primera Junta existió
como tal hasta el 18 de diciembre del mismo año, ya que con la incorporación de diputados del
interior se transformó en la Junta Grande, que dio origen a la prolongada Guerra de la
Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata contra España (1810-1824).

Mientras se desarrollaba la guerra de independencia, también tenía lugar una compleja disputa
por la forma de organización del nuevo Estado, que generó en 1814 el inicio de una guerra civil
que —con intermitencias— duraría más de medio siglo. El líder de la fracción federal, el oriental
José Gervasio Artigas fue proclamado Protector de la Unión de los Pueblos Libres, una liga de
provincias que se negaban a ser administrados por el gobierno unitario de Buenos Aires. La misma
organizó el llamado Congreso de Oriente en Concepción del Uruguay, del cual aún se discute si
alcanzó a proclamar —como se proponía— la independencia de España.41
El 9 de julio de 1816, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, reunido el congreso de diputados de
las provincias del noroeste y centro-oeste del país y de la de Buenos Aires, junto con algunos
diputados exiliados del Alto Perú,n 3 proclamó la independencia de las Provincias Unidas en Sud
América, utilizando la siguiente fórmula:42

[...] recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación
libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli [...]n 4

En varios puntos de Sudamérica los nuevos gobiernos debieron enfrentar la resistencia


contrarrevolucionaria de los ejércitos realistas, que intentaban restaurar la autoridad de la
monarquía española en la región. Comenzaron las guerras por la independencia. Algunos de los
principales comandantes fueron Manuel Belgrano, al mando del Ejército del Norte, José de San
Martín, creador del Ejército de los Andes, Martín Miguel de Güemes, organizador de la guerra
gaucha y Juana Azurduy, comandante de la guerra de guerrillas en el Alto Perú. El Estado argentino
considera a San Martín como el mayor héroe militar de su independencia y lo honra con el título
de «Padre de la Patria». Junto a Simón Bolívar, fueron los máximos responsables de las gestas
libertadoras que terminaron con la presencia española en el continente.

La formación del Estado federal

Artículo principal: Período de las Autonomías Provinciales (Argentina)

Juana Azurduy, generala (PM) del Ejército Argentino, asumió la comandancia de las guerras en el
Alto Perú por la emancipación del Virreinato del Río de la Plata. Es honrada en la Argentina y en
Bolivia.

Juan Manuel de Rosas, caudillo federal de la Provincia de Buenos Aires entre 1830 y 1852.

Las primeras décadas como país independiente fueron conflictivas: ante la hegemonía de los
unitarios, los federales se alzaron repetidamente en defensa de la autonomía de las provincias,
llevando —tras la llamada Anarquía del Año XX— a la división del país en provincias autónomas
gobernadas generalmente por caudillos militares, mientras que el país —excepto un breve
intervalo entre 1825 y 1827— careció de un gobierno nacional hasta 1852. Cada provincia asumió
la plenitud del gobierno en el ámbito de su territorio.

La guerra de la independencia continuó hasta el año 1825, pero se luchó preferentemente en la


frontera norte y en el Perú. Mientras tanto, la Provincia Oriental fue invadida por el reino de
Portugal, de quien pasó al Imperio del Brasil. La consecuente Guerra del Brasil culminó con la
Convención Preliminar de Paz de 1828, que declaró independiente al territorio en disputa, con el
nombre de Estado Oriental del Uruguay.43 Poco antes, en 1825, el Alto Perú formó la República de
Bolivia, y al año siguiente le fue agregada la ciudad de Tarija y su jurisdicción.

El territorio restante —que había logrado aumentar en algo su control territorial con algunas
exitosas campañas militares contra los indígenas— comenzó a usar el nombre de «Argentina» de
manera oficial a mediados de la década de 1820. La denominación oficial «Provincias Unidas del
Río de la Plata» continúa considerándose, constitucionalmente, un nombre alternativo para el
país, aunque ha caído en práctico desuso.44

A principios de los años 1830, los federales lograron triunfar en todo el país, que adoptó el
nombre de Confederación Argentina. Durante más de veinte años, el gobernador federal de
Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, asumió en los hechos la máxima autoridad nacional, aunque
en teoría solo era el depositario de la representación externa del conjunto de las provincias.45

Durante la época de su hegemonía combatió y derrotó sucesivos levantamientos de los unitarios,n


5 un bloqueo del Río de la Plata por parte de Francia y luego otro bloqueo conjunto por parte de
Gran Bretaña y Francia. También mantuvo conflictos bélicos contra la Confederación Perú-
Boliviana, y contra el llamado Gobierno de la Defensa de Montevideo, la capital uruguaya, debido
a la injerencia de los dos partidos de ese país —blancos y colorados— en las guerras civiles
argentinas.

Pese a la paz que fue capaz de imponer y el crecimiento económico —al menos de las provincias
del Litoral—, los enemigos de Rosas reclamaban libertades individuales, políticas y de expresión,
que eran férreamente anuladas por el gobernador porteño; el núcleo de sus reclamos era la
sanción de una constitución política que organizara formalmente el Estado nacional y garantizara
los derechos de los ciudadanos.

La organización constitucional

Justo José de Urquiza, caudillo federal de Entre Ríos, primer presidente de la Argentina luego de la
sanción de la Constitución.

Artículo principal: Organización Nacional (Argentina)

Domingo Faustino Sarmiento, presidente y destacado por su dedicación en la educación pública de


la Argentina.
En 1852, Rosas fue derrotado en la batalla de Caseros por el Ejército Grande, una alianza entre las
provincias de Entre Ríos y Corrientes, las tropas coloradas de Uruguay y otras de Brasil. La alianza
fue encabezada por el federal antirrosista Justo José de Urquiza, gobernador de Entre Ríos, quien
asumió la presidencia provisional.46

Este período duró hasta la sanción de una Constitución en 1853, que con algunos cambios ha
regido en el país hasta la actualidad. La misma adoptó un régimen federal, pero la provincia de
Buenos Aires se separó de la Confederación Argentina, que debió establecer su capital en la ciudad
de Paraná. En 1859, la Confederación derrotó a Buenos Aires en la batalla de Cepeda, forzándola a
firmar el Pacto de San José de Flores, por el cual Buenos Aires se reincorporaba a la que desde
entonces pasó a llamarse República Argentina. No obstante, la reunificación definitiva fue lograda
bajo la dirección de Buenos Aires tras la batalla de Pavón (1861), durante la presidencia de
Bartolomé Mitre.

En 1865, la Argentina se involucró nuevamente en una guerra civil en Uruguay, a lo cual el


Paraguay respondió ocupando la ciudad de Corrientes. Tras firmar una Triple Alianza con el Brasil y
Uruguay,47 la Argentina tomó parte en la Guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay, que duró
cinco años y requirió la participación de diez mil soldados argentinos.48 El Paraguay resultó
finalmente derrotado en 1870, quedando totalmente devastado y muerta una gran parte de su
población masculina.49 Pese a su enorme costo económico y en vidas humanas, y a que fue causa
de la continuación de las guerras civiles en la Argentina, este país logró consolidar sus límites en el
noreste, ya que se fijó la frontera en los ríos Pilcomayo, Paraguay y Paraná.49

Durante las presidencias de Mitre, y sobre todo de Sarmiento y Avellaneda, la Argentina se insertó
en la economía mundial como un país agroexportador, sostenido por una amplia red ferroviaria y
el avance del sistema educativo. Tras dos sangrientas revoluciones en 1874 y 1880, en este último
año la ciudad de Buenos Aires fue fue federalizada, y se estableció un equilibrio durable entre las
provincias y la capital.

Gobiernos conservadores y primeros gobiernos radicales

Avellaneda fue el tercer y último mandatario del período de las presidencias históricas argentinas.
Gobernó entre 1874-1880.

Artículos principales: República Conservadora (Argentina) y Primeras presidencias radicales


(Argentina).
Cuadro de Juan M. Blanes reproduciendo la jura en 1898, del general Julio Argentino Roca —
herido en la frente por un atentado— en el antiguo edificio del Congreso Nacional.

El presidente Roque Sáenz Peña logró que en 1912 fuera sancionada la ley de voto secreto y
obligatorio o llamada Ley Sáenz Peña.

Entre 1878 y 1884 se produjeron las llamadas Conquista del Desierto y del Chaco, con el objeto de
dar por término a los constantes enfrentamientos entre indígenas y criollos en la frontera, y
apropiarse de los territorios indígenas, triplicando el territorio argentino. La primera conquista,
impulsada por Julio A. Roca, consistió en una serie de incursiones militares a los territorios
pampeanos y patagónicos dominados por los pueblos originarios, repartiéndolos entre los
miembros de la Sociedad Rural, financiadores de las expediciones.50 La conquista del Chaco duró
hasta fines del siglo,51 dado que su incorporación plena al sistema económico nacional solo tuvo
lugar cuando se reemplazó la mera extracción de maderas y tanino por la producción de algodón.
El gobierno argentino consideró a los indígenas como seres inferiores, sin los mismos derechos
que los criollos y europeos.52

Entre 1880 y 1916, el Partido Autonomista Nacional (PAN) monopolizó el poder sobre la base de
elecciones fraudulentas, propiciado por el sistema del voto cantado y durante 25 años, la figura
excluyente fue el general Julio Argentino Roca. La llamada República Conservadora o República
Oligárquica organizó un exitoso y moderno modelo agroexportador basado en la llamada división
internacional del trabajo impuesta por el Imperio británico, orientado principalmente a la
producción de carne y granos con destino al mercado británico. En el relato tradicional el país fue
visto en esa época como «el granero del mundo».53

Este modelo económico generó una concentración de la riqueza en pocas manos y la exclusión
social de las clases trabajadoras y de las poblaciones asentadas fuera de la región pampeana. La
economía alcanzó altos niveles de crecimiento que atrajeron una gran corriente inmigratoria
principalmente constituida por millones de italianos y españoles, y en menor medida de seguidos
de europeos orientales y asiáticos occidentales. La población argentina, que representaba el 0,13
% de la población mundial en 1869, pasaría a representar el 0,55 % en 1930, proporción en la que,
aproximadamente, se estabilizaría desde entonces.54

La prosperidad de la economía impulsó el crecimiento de una considerable clase media, integrada


mayoritariamente por inmigrantes o sus descendientes. Los inmigrantes europeos también
introdujeron en el país ideas políticas nuevas como el socialismo y el anarquismo, así como
participaron junto a la población local, especialmente la afroargentina, en la creación de
organizaciones de ayuda mutua y sindicatos.5556 Surgieron partidos políticos modernos como la
Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista (PS).
Después de más de dos décadas de conflictos políticos y sociales, fraudes electorales, y graves
actos de represión, en 1912 fue sancionada la Ley Sáenz Peña, que estableció el sufragio secreto,
obligatorio y universal para votantes masculinos. En la primera elección presidencial con sufragio
secreto, los conservadores fueron desplazados del poder por los radicales dirigidos por Hipólito
Yrigoyen, que fue presidente entre 1916 y 1922, y entre 1928 y 1930. Durante su primer gobierno
se inició el movimiento estudiantil conocido como la reforma universitaria, que se extendió por
toda América Latina y se produjeron las masacres obreras de la Semana Trágica y la Patagonia
rebelde. Entre ambos gobiernos de Yrigoyen fue elegido presidente el también radical Marcelo
Torcuato de Alvear.

Alternancia entre golpes de estado y regímenes democráticos

Hipólito Yrigoyen, primer presidente elegido por el voto universal y secreto de los varones (1916-
1922 y 1928-1930). Su derrocamiento significó el comienzo de una serie de golpes de estado
recurrentes entre 1930 y 1976.

Juan Domingo Perón fue el primer presidente en ser elegido por el sufragio universal y secreto de
hombres y mujeres al ser reelecto en 1951. Su esposa, Eva Perón, ejerció un papel clave en la
imposición del voto femenino y fue precandidata a integrar la fórmula presidencial.

Arturo Frondizi (UCRI) fue elegido presidente en 1958 con el peronismo proscrito.

Víctimas del Bombardeo de la Plaza de Mayo de 1955.

Arturo Illia (UCRP) fue elegido presidente en 1963 con el peronismo proscripto y el expresidente
Frondizi aún detenido por los militares que lo derrocaron.

En 1974 María Estela Martínez de Perón (PJ) se convirtió en la primera mujer americana en ocupar
el cargo de jefe de Estado.

Artículos principales: Década Infame, Historia de la Argentina entre 1943 y 1963 e Historia de la
Argentina entre 1963 y 1983.

El 6 de septiembre de 1930 se produjo el primero de una serie de golpes de Estado en Argentina


que llevó a un grupo cívico-militar a establecer una dictadura justificada por la Corte Suprema
como «gobierno de facto», después de derrocar a Hipólito Yrigoyen. Este golpe de Estado inició
una secuela de gobiernos fraudulentos conocidos como la Década Infame.n 6
El modelo agroexportador argentino entró en crisis por el cierre de los mercados internacionales
causado por la Crisis de 1929. El país impulsó un proceso de sustitución de importaciones que
desarrolló un amplio sector industrial.57 La Década Infame fue derrocada por la Revolución del 43,
un segundo golpe de estado que instaló un gobierno militar en cuyo seno se produciría una alianza
entre sindicatos y algunos militares que dieron origen al peronismo. A pesar de la presión de
Estados Unidos desde que este país entró a la guerra a fines de 1941 cuando fue atacado por
Japón, la Argentina se mantuvo neutral durante la mayor parte del resto de la Segunda Guerra
Mundial, uniéndose a los Aliados el 27 de marzo de 1945, durante el gobierno del general
Edelmiro Farrell, poco antes de la terminación de la Guerra.

En 1946 fue electo presidente Juan Domingo Perón con apoyo de los sindicatos organizados en el
Partido Laborista. Perón, acompañado por su esposa Evita, encabezó un nuevo movimiento que
puso el acento en la justicia social, la soberanía política y la independencia económica. Bajo su
gobierno se estableció el sufragio femenino en 1947, la igualdad de hombres y mujeres en el
derecho familiar, la igualdad de los hijos nacidos dentro o fuera del matrimonio, la gratuidad de la
enseñanza universitaria, se erradicó el paludismo, etc.58

A través de la Fundación Eva Perón, se desarrolló una ayuda social sin precedentes en el país,
brindando apoyo económico a los sectores más vulnerables. También se nacionalizaron los
ferrocarriles y el comercio exterior, y se generó un fuerte proceso de industrialización,
promoviendo la industria pesada.

En 1951 Perón fue reelegido para un nuevo período presidencial con el 03,40 % de los votos en lo
que constituyó la primera elección con sufragio universal de hombres y mujeres en la Argentina.
En 1952 murió Evita. Casi 60 años después, sería declarada la Mujer del Bicentenario, como el
símbolo del protagonismo de la mujer en la historia argentina.58 El peronismo contó con una
amplia adhesión de la población, pero también con un fuerte rechazo de los sectores opositores,
polarizándose la sociedad argentina en peronistas y antiperonistas. Su política perjudicó a los
intereses británicos, dominantes hasta entonces en la economía, que apoyaron a los opositores.59
El inicio de un conflicto con la Iglesia católica debilitó la lealtad al gobierno de vastos sectores y
unificó a la oposición.60

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