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CONCLUSIÓN

Después de haber trabajado durante gran parte de su vida, las personas


esperan, con todo derecho, alcanzar una pensión de jubilación que les
permita disfrutar de una etapa en la que puedan descansar o cumplir otros
retos a los que no habían podido dedicarse en su vida laboral. Para llegar a
ese momento crucial en la vida de las personas mayores, es importante tomar
medidas anticipadas y asegurar una pensión para el futuro.

Con este fin, en el siglo XIX, surgió el modelo sistema de pensiones cuyo
objetivo es que la población ahorre para su etapa de vejez, cuando su
capacidad de generar ingresos disminuye o se convierte en nula. De esta
forma, este mecanismo asegura que las personas, en el largo plazo,
dispongan de los ingresos necesarios para cubrir sus gastos, y vivir de
manera tranquila.

Cada vez más personas tienen en cuenta la importancia de ingresar al


sistema de pensiones. Se estima que, a marzo de este año, el 43.8% de la
población adulta mayor está afiliada a un sistema de pensiones, según
Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esto representa un
incremento de 14.9 puntos porcentuales respecto a un similar trimestre del
2016.

En el Perú, existen dos tipos de sistemas:

- Sistema Nacional de Pensiones - ONP (Oficina de Normalización


Previsional): Es un sistema de reparto, en el que todos los afiliados aportan
a una bolsa común y ese fondo se reparte entre los pensionistas. Tiene como
particularidad el otorgamiento de prestaciones fijas, sobre contribuciones no
definidas. Esto implica que la pensión que cada persona reciba, puede ser o
no ser proporcional a la cantidad de aportes que hizo durante su vida laboral.

- Sistema Privado de Pensiones - AFP (Administradora de Fondos de


Pensiones): Funciona con aportes de cada persona en una cuenta individual,
y con la rentabilidad que le garantiza la AFP elegida. Así, la pensión que cada
persona recibirá depende de la cantidad de aportes que haga y de la correcta
administración de su cuenta. Cuando el afiliado llega a su etapa de jubilación,
logra un fondo donde el 52% es producto de sus aportes y el 48% proviene
de la rentabilidad que la AFP ha generado. De este monto es de donde se
genera una pensión más atractiva para el jubilado.
Este sistema asegura también que, aun cuando aumente la cantidad de
pensionistas respecto a los trabajadores, como ocurre en la actualidad, se
logra una pensión adecuada, estable y sostenible.

Aunque con sus particularidades, en ambos sistemas el objetivo es proveer


a una persona que se jubila la tranquilidad de que mes a mes va a recibir una
pensión, gracias al esfuerzo de haber ahorrado durante su periodo como
trabajador.

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