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[Emobiología]

La influencia emotiva en las


enfermedades
[Emobiología]

La Emobiología es la ciencia que estudia la


correlación que existe entre las emociones y las
adaptaciones orgánicas que se producen.
Es un término propuesto por Assensi Teixidor para
definir y englobar la suma de Leyes Biológicas
Esenciales que definen los criterios de esta
interconexión.

(Emo de latín emotio): Alteración del ánimo intensa y


pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de
cierta conmoción somática. Ahora gracias al
conocimiento de estas leyes sabemos la reacción física
precisa.
(-bio- del griego bio): significa vida. La ausencia de
estas interconexiones suponen la ausencia de vida.
(-logía proviene del griego): Significa 'tratado',
'estudio', 'ciencia'. Refleja una ciencia dinámica,
disciplinada, abierta al estudio.

La emobiología es la ciencia que estudia la reacción


precisa de cada tipo de emoción a los tres niveles:
psíquico, cerebral y orgánico. Y lo realiza en las
diversas direcciones.

Estudia la reacción que producen las emociones en


los tejidos y funciones. Comprueba la implicación
precisa de las diferentes zonas cerebrales que
configuran un mapa de respuestas. Abarca también el
estudio de las modificaciones emotivas que producen
otros factores, como la influencia química.

El término es propuesto por la necesidad de disponer


de un continente donde englobar las 5 Leyes
Biológicas de La Nueva Medicina Germánica, y la Sexta,
Séptima y Octava Ley Biológica investigadas por
Assensi Teixidor, así como todas las futuras
aportaciones que den mayor precisión a la
emobiología.
Autor: Assensi Teixidor
© Assensi Teixidor, 2011

Editado por Your Essence®


Reservado todos los derechos.
Ninguna parte de esta publicación
puede ser reproducida, almacenada
o transmitida por ningún medio
sin permiso del editor.

ISBN: 978 / 84 / 614 / 6425 / 8


Depósito legal:
Índice
Introducción... [11]

Primera Ley Biológica... [19]

Segunda Ley Biológica... [23]

Tercera Ley Biológica... [28]

Cuarta Ley Biológica... [39]

Quinta Ley Biológica... [45]

Sexta Ley Biológica... [49]


Teoría de Intensidades... [54]

Teoría del Diseño Estructural©... [61]

Tejido Óseo... [64]

El hueso como palanca... [70]

Séptima Ley Biológica...[72]


Crisis Epiléptica, Epileptoide... [80]

Leucemia... [84]

Octava Ley Biológica... [90]

Tálamo... [105]

Periostio... [112]
Ampliación Octava Ley Biológica... [120]

Evolución del tejido muscular... [122]

Conducto galactóforo... [125]

Terapia... [129]

Algunos programas especiales... [130]


El conocimiento e integración de estas Ocho Leyes Biológicas nos
permite comprender las causas de lo que se ha entendido hasta ahora
como enfermedad. Nos permite conocer la etiología, el mecanismo de
desarrollo de algunos programas especiales de la naturaleza y las
alteraciones estructurales adaptativas que se producen en las células en
cada proceso. También nos aporta la comprensión de la finalidad
biológica de los cambios morfológicos. La articulada y rígida Nueva
Medicina Germánica® evoluciona con la Sexta, Séptima y Octava Ley
Biológica, y configura el inicio de una ciencia dinámica, abierta y precisa.
Dedico este libro a las personas que puedan sentir el albor del futuro y
nuestra essencia como seres humanos y puedan dejar atrás las cargas que
arrastra la originaria Nueva Medicina Germánica®. Se abre una puerta
al futuro.

Quien busque la “salvación” del castigo enfermizo, propio o ajeno, estas


no son las mejores líneas para leer, eso sólo lo encontrará en un pasado
aún presente y disponible. Aquí encontrarás las reglas elementales que
te permitirán comprenderte y comprobar la igualdad de los seres, esos
criterios esenciales que nos hacen tan semejantes a los demás.

Quién pueda realizar una lectura serena y tranquila, con flexibilidad de


razonamientos y quiera concentrarse en lo profundo de lo escrito, podrá
encontrar mucho más que una “salvación”. Se acercará a ese centro
creador y divino omnipresente, al sentir espiritual que está en todos
nosotros; estas leyes nos unen con el resto. No es necesario creer en ellas
ni forzar ningún acto de fe para que vivamos con sus criterios e influyan
en nosotros. Por primera vez la comprensión de nuestro organismo se
transforma en conocimientos totalmente científicos, objetivos y
emotivos.

Por respeto, en el libro, se mantiene la evolución y la cronología de los


primeros estudios, las nuevas investigaciones se colocan sucesivamente
a las anteriores.

¡Disfruta de la lectura!

Assensi Teixidor
[Introducción]

Me llamo Assensi Teixidor, me presento a vosotros como una persona con


una mente inquieta que le gusta saber el porqué de las cosas.
¿Por qué en un momento determinado un tejido modifica, una función
cambia? Son este tipo de preguntas las que normalmente me hago y son
precisamente éstas las que me mueven a investigar como funcionan las
cosas y concretamente como funciona nuestro organismo. Me presento a
vosotros como un estudiante que aprende cada día y en estas líneas me
limito a mostrar los estudios que realizo.
En el libro no se hablarán de etiquetas médicas ya que los diagnósticos
actuales representan términos para nombrar y clasificar procesos
considerados patológicos, no se centran en procesos biológicos vinculados a
tejidos o a funciones. De esta forma, al no conocer las leyes biológicas, se
aprecian multitud de errores diagnósticos. En muchas ocasiones una misma
etiqueta diagnóstica hace referencia a diferentes procesos y en otras
ocasiones diagnósticos diferentes en realidad suponen el mismo proceso.
Estas leyes biológicas clasifican las modificaciones que se producen en el
tejido. Para no perdernos en la antigua clasificación diagnóstica siempre
realizaremos la referencia al tejido implicado en el proceso. A modo de
adelanto, Las Ocho Leyes Biológicas hablan de la conexión que hay entre la
parte emocional, cerebral y la parte orgánica.
Os agradezco personalmente la compra de este libro, habéis contribuido y
apoyado a unos estudios que se encuentran en un punto inicial de
reconocimiento y por lo tanto sin financiamiento. Expreso mi máximo respeto
y admiración a todas las personas que me han precedido, que han trabajado
durante años en esta línea. No me canso de repetir que soy y me siento un
estudiante que aprende cada día. Mi respeto es muy grande, justo hasta el
límite de no bloquear las respuestas a mis inquietudes.
No existe lucro en esta práctica ni financiamiento externo para continuar
investigando; de ser así seguramente habrían muchas más personas
implicadas. Actualmente, quien quiere seguir esta práctica sin vender
curaciones o tratamiento, se arriesga a descapitalizarse. Deseo
continuamente que la situación actual cambie, que se genere un

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reconocimiento social y profesional que aporte una expansión de esta ciencia
natural.
Procuraré exponer el contenido del libro de la forma más coloquial posible y
alejarme de la pedantería intelectual que en ocasiones se emplea cuando se
exponen textos científicos, ya que pretendo que sean unas líneas aptas para
todo el mundo.
Los primeros estudios inician de unas inquietudes que muchos profesionales
de la salud, a días de hoy también tienen. Oficialmente no se acepta la
implicación emotiva como detonante de una modificación orgánica, pero todos
los profesionales con una inquietud mínima han visto que en torno al
diagnóstico patológico existe en la persona un ambiente conflictivo.
Hamer fue el médico que inició estos estudios a partir de la misma inquietud:
ver si existía una relación directa entre las situaciones conflictivas y
alteraciones en los tejidos. La primera iniciativa fue realizar entrevistas
personales, paciente por paciente; les preguntó si habían vivido algún tipo de
acontecimiento, vivencia intensa conflictiva. De lo que se dio cuenta es que en
una gran mayoría, por no decir que en el cien por cien de casos, siempre
alrededor de la modificación en el tejido había una vivencia conflictiva. Estas
primeras entrevistas nos muestran en un inicio que existen unos criterios que
se repiten.
Actualmente, con el deseo de que las personas que inician a descubrir estos
estudios lo hagan con la máxima naturalidad posible y siguiendo el proceso
de investigación desde el principio, hemos iniciado un proyecto audiovisual
que consiste en registrar a personas que han notado una modificación en un
tejido o una función. Estas entrevistas suponen algo equivalente a lo que se
hizo en un primer momento. El objetivo será evidente cuando existan
centenares de vídeos, sobretodo cuando existan varias entrevistas que traten
sobre la misma modificación; nos revelará una emoción común, aunque quizá
proyectada a una situación diferente. Es cierto que al principio puede parecer
casualidad la coincidencia entre la emotividad expuesta y la modificación en el
tejido, la suma de casos nos facilitará entender la evidencia. Estamos
intentando mostrar a la gente lo mismo que tendrá que hacer cualquier
persona que se dedique al mundo sanitario y quiera aprender estos criterios:
realizar entrevistas para ver si existe una relación entre las situaciones
conflictivas y los diagnósticos. Esto sólo representará el primer paso,
posteriormente se completarán los vídeos con la exposición de los criterios de
cómo sucede, los vídeos irán avanzando y mostrarán los matices de todas las

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leyes. El material audiovisual completo lo podréis encontrar en el sitio web:
www.youressence.net
Las afirmaciones que se muestran en el libro no son una invención personal,
surgen de la observación minuciosa de casos. No son fenómenos externos a
nosotros, cada uno puede y debe realizar su particular investigación.
En un primer momento observamos que existe una modificación relacionada a
una emotividad y cuando es posible revisar lo que sucede a nivel cerebral,
comprobamos que existe una regulación precisa en este órgano. En
neurología clásica se acepta que existen zonas cerebrales de control de
funciones y tejidos, pero en cambio cuando hablamos del concepto de
enfermedad no se suele observar lo que sucede en el cerebro en los
momentos que se produce un cambio funcional o de tejido.
Los estudios iniciales evolucionaron hacia el análisis de escáneres cerebrales
para ver si había alguna marca o señal que mostrase la implicación cerebral
que regulaba los tejidos que se modificaban. La observación de estas
imágenes mostró dos tipos de señales, en ocasiones aparecían anillos
concéntricos y en otras inflamaciones. Estas modificaciones precisamente
aparecen en la zona encargada de regular los tejidos o funciones
relacionados con la modificación que se ha producido. El comité científico
descartó la implicación de estas señales concéntricas y las explicó como
artefactos, es decir, reflejos de la lente de los escáneres. La comprobación de
si estas marcas eran errores de la lente o señales relacionadas con el cerebro
resultaba sencilla. Simplemente era necesario realizar secciones diferentes: si
era un error de la lente estas señales aparecerían sin ningún criterio, en
cambio si eran unas marcas asociadas al cerebro, al realizar diferentes tipos
de cortes siempre debería aparecer en la misma zona espacial. No es
necesario realizar demasiadas pruebas para comprobar que existen algunas
marcas que corresponden a artefactos y otras muy características que
representan unos anillos concéntricos en zonas cerebrales relacionadas con
alguna modificación en un tejido o función.
Estas leyes biológicas están totalmente entrelazadas unas con otras. Cada
ley ha aportado conocimiento y nuevas incógnitas que al ser contestadas han
destilado una nueva ley. Son fenómenos naturales con los que convivimos,
existen antes de postularlas. Estas leyes no son nada que no sepamos en el
fondo. Una persona cuando está viviendo una situación conflictiva entra en
reacción para proyectarse en busca de una solución de aquello que le
preocupa. No es necesario vivir una situación conflictiva intensa límite para
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comprobar estos fenómenos, como tampoco es necesario tirarse por un
precipicio para comprobar la ley de la gravedad. Estamos de acuerdo que el
fenómeno sería mucho más evidente pero también se pueden aprender estos
fenómenos en situaciones no tan extremas. El organismo sabe funcionar de
forma automática y no necesita de esta parte intelectual para regularse, el
ejercicio de observación simplemente nos ayuda a comprender desde un
punto de vista de espectador cómo actuamos y funcionamos, desvela
realidades y falsos mitos.
En el libro hablaremos continuamente de la relación directa que hay entre la
emotividad, la relación con la zona cerebral y el tejido o la función que regula.
Una conclusión resumida del contenido del libro, expresada en una frase es la
influencia de nuestra emotividad en los tejidos y las funciones. Es algo que ya
se ha expuesto en numerosas ocasiones, diferentes autores han relacionado
las emociones con modificaciones orgánicas. Algunos han realizado una
asociación de ideas, otros una conexión espiritual, y en otros casos sólo se
han quedado a las puertas de una comprensión completa y precisa. La
medicina china, por poner un ejemplo, comenta y asocia el hígado con la
rabia. Seguramente la asociación ha sido simple, síntomas evidentes en el
hígado después o durante un contexto de rabia en la persona. Actualmente
desde el conocimiento de estas leyes biológicas sabemos cómo funciona e
incluso podemos afirmar porqué se ha realizado esta asociación. Tenemos en
cuenta el tejido implicado, la función fisiológica, los efectos que se producen
en los momentos conflictivos y cuando desaparecen. Muchos crecimientos
compactos en el hígado no aportan ningún síntoma ni molestia, ¿Tiene algo
que ver con la rabia? Contestar a esta pregunta nos adentra en el contenido
del libro. La rabia, biológicamente supone el hecho de que alguien o algo nos
quite aquello que consideramos que nos pertenece. La rabia expresada tiene
un efecto puntual, la rabia contenida supone un bloqueo. El organismo
reaccionaría similar a como lo haría con una obstrucción en las vías
hepáticas, es decir, produce contracción muscular y reducción del conducto
mediante una eliminación de células epiteliales para facilitar la expulsión. En
este momento se puede sentir hipersensibilidad en la zona del hígado, pero
no tiene porqué aparecer dolor. Al eliminar la obstrucción del conducto
hepático, real o figurada, se inicia un proceso de regeneración proporcional a
las modificaciones que se hayan creado en el momento de necesidad. En
este punto es cuando puede aparecer dolor. Podéis comprender como ahora
ya no nos podemos quedar con las conclusiones que se habían hecho con
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anterioridad, ahora existe una precisión desconocida para muchos. La
emotividad tiene una relación directa con una zona cerebral, con la función
fisiológica que regula y tiene una manera de funcionar en cada momento.
Todo tiene un origen preciso, pero no podemos caer en el error de pensar que
todo cambio en un tejido o función ha sido creado por una causa emotiva.
Puede tener un origen químico, ser el resultado de un traumatismo, un
desgaste.
Cada vez que comento esto me acuerdo de una anécdota cariñosa. Hace
años, quedé un día con una amiga que hacía mucho tiempo que no veía,
decidimos ir a un balneario de aguas termales. Después de un tiempo de
estar en ese agradable espacio, mientras estaba en el agua noté un picor
intenso en el codo izquierdo. En ese mismo instante empecé a analizar el
caso, inició en mí un diálogo interno imparable: ...codo izquierdo, picor, fase
de solución, conflicto de separación, deriva del ectodermo, yo diestro,
lateralidad cruzada, seguramente relacionado con la madre o hijo, ¿codo?,
seguramente separación, hacer espacio, ¿qué he estado hablando con mi
amiga?, quizá he hecho una solución espontánea al expresar y compartir
algo... Mientras estaba en este diálogo analítico leo un cartel que siempre
había estado delante de mí, que decía: “NO MANTENERSE ESTÁTICO EN
LOS CHORROS DE OZONO”. Una sonrisa dibujó mi rostro. Había estado
recostado delante de un chorro de ozono lo suficiente para que me irritase la
zona donde había iniciado el picor.

Las primeras cinco Leyes Biológicas (LLBB) forman parte de lo que se


conoce como Nueva Medicina Germánica®. Es un nombre y una marca
registrada para proteger la paternidad de las cinco primeras leyes.
Cuando profundizas en la materia te das cuenta que todavía existen muchas
cosas que no se saben. Mi mente inquieta no se ha conformado simplemente
con el contenido de las 5 LLBB. Inicialmente intenté formarme con los
mejores que encontré. Recibí una formación genérica para 120 alumnos de la
mano de Hamer. De este gran grupo se escogieron a 26 personas para
realizar una formación especial y avanzada (así me lo vendieron y así lo
pagué). En todo el proceso de aprendizaje me acunaron y me formé con el
comité científico italiano que hasta enero del 2008 presidía Hamer.
Llegó un triste día para mí cuando me di cuenta que continuamente se
repetían las cosas que había aprendido, sentía que no se avanzaba, que mis
profesores no tenían respuestas a mis inquietudes e incógnitas, que no
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disponían de más discursos. Después de recuperarme del desánimo inicial
decidí encontrar respuestas en cada caso que analizaba. Cada persona que
me mostraba su situación, su vida, sus procesos se mantenían latentes en mi
mente intentando medir y mensurar todos los datos que había recibido.
Intentaba encajar todas aquellas piezas sueltas aparentemente sin sentido.
Gracias al detallado conocimiento de las 5 LLBB me permitía delimitar los
fenómenos precisos que ya estaban explicados y aquellos fenómenos que
habían sido interpretados de forma aproximada. Esta apasionante obsesión
por comprender cómo funcionan las cosas me impulsó a descifrar los estudios
que brevemente os mostraré en este libro. Las novedades más significativas
de mi estudio son la Sexta, Séptima y Octava Ley Biológica de la naturaleza.
Pero de este conocimiento se extraen muchas más novedades apasionantes
que también os mostraré.
En las tres últimas LLBB existe una parte de novedades que no se habían
planteado hasta ahora, y otra que matiza y rectifica conceptos que ya se
habían postulado.
Continuamente la gente me pregunta si estas tres nuevas leyes forman parte
o no de la NMG®, todavía no sé que contestar ya que son estudios
universales que no atienen a patentes y marcas registradas. Todo lo que hago
lo realizo por una inquietud personal, quizá no me preocupa demasiado si se
incluyen o no dentro de la NMG. Mientras que todas estas denominaciones se
discuten y se consolidan propongo la emobiología para definir la ciencia que
estudia estos fenómenos. La denominación hace referencia al continente
donde tienen cabida las LLBB, no tengo ninguna intención de crear una
patente sobre este término, deseo que pronto estos estudios sean totalmente
reconocidos y que todos nos podamos beneficiar de los criterios que se
extraen.
Las novedades suponen una evolución en la comprensión de los fenómenos
físicos considerados como enfermedad y a su vez también una revolución
para lo que se conoce como NMG.
Tristemente actualmente a menudo me encuentro con mensajes de oposición
y amenaza de personas que clasifico como fanáticas de la NMG. Me acusan
de fraude, de estafa. Por más que le doy vueltas no veo por ninguna parte la
negatividad en mi obra, si alguien demuestra que me he equivocado en algún
punto me alegraré porque seguramente aprenderé algo que no conocía. Estos
fanáticos son molestos, nunca me justifican si mis estudios son ciertos o no.
Me recomiendan continuamente que pare, que deje de hacer conferencias, de
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escribir libros, en definitiva me presionan para que deje de estudiar y divulgar.
Sé que están equivocados y el tiempo también lo dirá, pero deseo mostraros
este aspecto para que conozcáis mi opinión al respecto. Me acusan de
fraude, lucración ilícita cuando en realidad mis recursos financieros se han
visto muy debilitados al invertir tanto tiempo, energía y dinero en un oficio que
hoy por hoy no es rentable.
Entiendo que estas tres últimas leyes suponen demasiados conceptos nuevos
que no se pueden comprender con precisión si no se dispone de un mínimo
conocimiento en las cinco primeras leyes biológicas, y que quizá no aparecen
en el mejor momento, justo cuando aún se está en un punto de
reconocimiento. Siento profundamente si a alguien le molesta o incomoda mi
aportación, sé que el tiempo suavizará el posible rechazo por parte de algún
sector. Que nadie se deslumbre por mis aportaciones, no soy ningún
iluminado, son el resultado de mucho esfuerzo, sacrificio y sobretodo mucho
estudio. La Sexta, Séptima y Octava ley biológica representan un trabajo
continuista de las primeras cinco leyes.

Actualmente se clasifica todo como enfermedad en función a unos síntomas y


signos. Todos aquellos procesos que comparten las mismas características
también acostumbran a compartir la misma etiqueta médica. En realidad no
se puede observar los procesos como algo estático. En ocasiones el modo de
diagnóstico actual ancla a la persona en esas etiquetas aunque existan
cambios de los síntomas o incluso cambien los tejidos que están implicados.
Cuando se integren estas leyes la visión mecanicista actual cambiará,
veremos las modificaciones como procesos dinámicos.
La célula es la unidad de vida básica, el conjunto de células unidas mediante
estructuras de soporte forman los órganos. Cada tipo de célula está
especialmente adaptada para realizar un tipo de función concreta. En general,
todas las células tienen la capacidad de reproducirse formando nuevas
células iguales para suplir las que se destruyen. El organismo, en realidad, es
un ser formado por 100 billones de células, que se organizan en distintas
estructuras funcionales, en algunos casos formando órganos.
El ser humano, al igual que la mayoría de los seres vivos, es algo parecido a
un autómata que busca un equilibrio de todas sus funciones con la finalidad
de adaptarse a su entorno.
Gran parte de este libro está dedicado a explicar la homeostasis de los
diferentes tejidos y órganos en los procesos fisiológicos normales y en los
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procesos especiales biológicos sensatos gracias al conocimiento de las Ocho
Leyes Biológicas.
La homeostasis es un fenómeno sobradamente conocido y expuesto en
multitud de libros de fisiología. Lo que no se conocía era que los programas
especiales biológicos sensatos, conocidos durante mucho tiempo como
patologías, también forman parte de una regulación y adaptación en casos de
urgencia. Así la homeostasis se puede clasificar en dos grupos: los procesos
fisiológicos dentro de un valor normal y los que salen de los establecidos a
causa de la necesidad de adaptación ante una situación conflictiva extrema.
Existen similitudes entre las funciones básicas que necesita desarrollar la
célula para vivir y la que nosotros, como organismo, nos vemos obligados a
realizar.
La célula no es una simple bolsa de líquido, enzimas y sustancias químicas.
Dispone, igual que cualquier organismo que mantiene sus funciones vitales,
estructuras físicas organizadas necesarias para desarrollar diferentes
procesos: nutrición, excreción, reproducción, movimiento, etc.
Las células pueden alterar su estado funcional ante la respuesta a un estrés
con la finalidad de mantener un estado de equilibrio. Ante una situación
conflictiva intensa se comprueba una adaptación de urgencia que puede
provocar, dependiendo de la intensidad, una lesión reversible o irreversible.
Esto sólo supone algunas características a modo de ejemplo, como
conclusión, podríamos resumir que desde la célula existe una organización
estructural y funcional, es la unidad más pequeña que mantiene todas las
características de los seres vivos, la organización de estas células específicas
forman los tejidos.
Como veremos en la 8ª Ley Biológica, existe una relación entre los tejidos de
un mismo órgano. Nuestra capacidad intelectiva representa una función
superior del sistema nervioso central y debe valorarse como un nivel
perceptivo superior al de la célula, en el que se tiene en cuenta la globalidad
del organismo. Como veremos en el transcurso del libro nuestras
interpretaciones influyen directa o indirectamente sobre nuestros valores
orgánicos, por ese motivo es más que recomendable que estas
interpretaciones vayan acordes con lo que sucede en realidad en nuestro
organismo y que sean comprensibles a nuestro nivel perceptivo. Al observar
los criterios de adaptación que se repiten en el organismo, se postula como
Ley Biológica. La única dificultad que podemos encontrar en estos estudios
son su sencillez y lógica. Empecemos desde el principio.
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Y O U R E S S E N C E

Primera Ley Biológica


Todo tiene un detonante

La primera Ley Biológica contiene tres criterios


1er Criterio
Todo empieza por algo, siempre comprobamos que existe un
desencadenante, una causa que activa un programa de adaptación. Un
programa especial biológico sensato (EBS) inicia con una DHS (síndrome de
Dirk Hamer), en honor al hijo muerto del precursor de estos estudios. Es el
origen de estos estudios. Un (DHS) se define como un suceso chocante,
c o n fl i c t i v o , v i v i d o e n s o l e d a d , g r a v e , a l t a m e n t e d r a m á t i c o ,
contemporáneamente en los tres niveles: Psíquico, cerebral y el órgano o
función que regula esa zona cerebral.

El DHS (síndrome de Dirk Hamer) es el detonante que activa un


programa especial. Se define como un chock conflictivo, vivido
en soledad, grave, altamente dramático que coge a la persona
“a contrapié”, pero que a la vez ofrece oportunidades: el estrés y
la adaptación orgánica representan una oportunidad de la
naturaleza para adaptarse y eliminar el inconveniente, e intentar superar la
situación conflictiva. En el momento que inicia un programa especial
prácticamente lo hace de manera sincrónica en la psique, cerebro y el órgano
o función. Esto es algo constatable a los tres niveles, visible y mensurable.

A partir de la DHS el paciente se encuentra en estrés


permanente, en simpaticotonía: esto significa que tiene las
manos y los pies fríos, piensa continuamente en su conflicto e
intenta resolverlo, no consigue dormir por la noche, no tiene

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hambre y pierde peso.
A diferencia de los conflictos y problemas normales, los conflictos biológicos
de fuerte intensidad son capaces de crear una modificación de los tejidos o la
función. Observamos que en estos conflictos biológicos la persona muestra
estrés permanente, y manifiesta síntomas bien definidos y evidentes. Los
pensamientos obsesivos proyectan a la persona en busca de soluciones, este
estrés activa el área cerebral correspondiente al tipo de conflicto y adapta los
tejidos que regula. Esta reacción, aunque necesaria, si dura en el tiempo,
crea un desgaste cerebral y fuertes modificaciones orgánicas. El estado de
adaptación se conoce como conflicto activo.

Este estado cambia de nuevo cuando la persona resuelve su


conflicto, a esta solución la llamamos conflictolisis.
La persona al dejar de vivir la situación de estrés, inicia la
regeneración del tejido cerebral y los tejidos en el cuerpo
modificados.
Aquí aparece una convalecencia. La persona se siente agotado y cansado,
pero moralmente aliviado, tiene apetito, el cuerpo está caliente, puede que
con fiebre y con posible dolor de cabeza. Duerme bien, aunque a menudo a
partir de las tres de la mañana. En muchas ocasiones, cuando la fase de
estrés ha sido muy intensa o ha durado un largo periodo de tiempo, provoca
una fuerte regeneración de los tejidos modificados. En estas situaciones, el
alivio al dejar de vivir la situación conflictiva, rápidamente queda
enmascarada por los síntomas y molestias propias de la regeneración.

¿Quién regula las funciones, los tejidos y los órganos?


Todas las funciones del organismo, tejidos y los órganos están reguladas
directa o indirectamente por el cerebro, el sistema nervioso central, tanto en
los procesos fisiológicos normales como en los programas conflictivos,
entendidos hasta ahora como enfermedad con sentimiento de malignidad. El
cerebro tiene un área específica para cada tejido. Las regeneraciones,
cuando la persona deja de vivir el conflicto biológico, normalizan las
modificaciones que ya no son necesarias.

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Cada función y tejido está regulado por su área cerebral específica.

La movilidad de la mano, el tejido de la


glándula mamaria y la función auditiva
disponen de su área cerebral que las regula.
Son algunos ejemplos, cada área cerebral
tiene una función o tejido asignado.

2º Criterio (de la primera Ley Biológica)


En el conflicto biológico, justo en el momento que aparece la situación
chocante (DHS), se determina el EBS (programa especial biológico sensato)
en el cerebro, así como la adaptación en el órgano. Se decide la mejor
estrategia de respuesta.
Ejemplo: En la situación chocante de perder el trabajo:
1) La persona lo puede vivir como una pérdida de territorio, entonces se
activará el área cerebral que regula esta emoción y sus tejidos o funciones
correspondientes.
2) Si en la misma situación chocante la persona la vive con la sensación de
que no podrá alimentar a su familia porque se ven reducidos sus ingresos, se
activará el EBS de miedo a morir de hambre, el área cerebral que regula esta
emoción y su correspondiente adaptación orgánica.
3) La misma situación, la persona la puede vivir como un alivio, ya que deja el
trabajo que le producía tanta angustia, en este caso la persona lo vive como
una solución.

Dependiendo de cómo viva la persona el


choque inesperado activará su correspondiente
programa especial biológico. Aunque todos
tenemos instalados los mismos programas de
respuesta, la reacción ante una situación
dependerá de cómo reaccione la persona. Esta
elección de respuesta nos hace únicos.

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A nivel cerebral, gracias a la tomografía axial computerizada (TAC), se puede
observar la activación de estas áreas cerebrales: en la zona aparecen anillos
concéntricos que indican la fase de estrés, la emoción asociada y el tejido o
función que regula. El relé (el área cerebral) que interviene se conoce como
Foco de Hamer (FH).

Cuando la persona deja de vivir la situación


conflictiva, estos anillos concéntricos desaparecen,
y la adaptación orgánica también se detiene. En
este momento inicia la fase de regeneración a nivel
cerebral. En la zona donde estaban los anillos
concéntricos aparece un edema y proliferación de
tejido conjuntivo, para regenerar la zona dañada
por el desgaste cerebral de la zona que fue activada. En el cuerpo se
normalizan los tejidos. Este proceso de normalización es proporcional a la
fase activa, a la masa conflictiva (intensidad conflictiva x tiempo).

Al final de la fase de curación de los focos de Hamer, si el proceso ha sido


muy intenso, aparece una cicatriz inocua de tejido conjuntivo, que
desgraciadamente hoy todavía, erróneamente, se sigue interpretando como
tumor cerebral.

3º Criterio (de la primera Ley Biológica)


El transcurso del programa EBS (Especial Biológico Sensato), evoluciona a
los tres niveles, desde la DHS hasta la solución del conflicto, de manera
sincrónica.

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Y O U R E S S E N C E

Segunda
Ley Biológica
Ley bifásica

Observamos la dualidad de día y noche continuamente en nuestro entorno.


Así nuestro organismo está regulado por este ciclo. El sol representa la fuente
de energía, por la mañana cuando salen los primeros rayos de luz nuestro
metabolismo se activa entrando en estrés, nuestro ritmo cardíaco aumenta,
asciende la presión arterial. Se adapta para hacer frente a todas las
necesidades de vida: conseguir alimento, comer, relacionarnos con los
demás... Cuando los rayos del sol se esconden nuestro ritmo biológico
progresivamente desciende, reduce sus funciones y empieza a regenerar el
desgaste que nos ha provocado el día. Este proceso se conoce como la fase
de vagotonía. Es el momento de descansar y regenerar, satisfechos de la
jornada que hemos tenido y reponer fuerzas para el nuevo día que está por
llegar. Es el maravilloso ritmo de la vida, que nunca se detiene, es el
dinamismo creador de vida que ha estructurado todo con esta dualidad.

Observemos este proceso de manera


lineal, el equilibrio normal entre día y
noche, entre estrés y regeneración.
Normalmente se mantiene un
equilibrio. Cuando aparece un conflicto
biológico, una situación chocante para
el organismo, éste, reacciona con un
aumento de estrés, supera los niveles fisiológicos normales con la intención
de afrontar y encontrar una solución. Dependiendo de la vivencia o la situación
conflictiva, se activará la mejor estrategia de respuesta. El estrés, aunque el
organismo lo necesita para hacer frente a la situación que sale de la norma, le
provoca un desgaste orgánico, tanto como la persona se mantenga sintiendo
la necesidad de respuesta (puede ser consciente o no). En esta situación
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también encontramos la dualidad: cuando la persona sale de la situación
conflictiva se inicia la regeneración, que será tan intensa como haya sido el
desgaste. El organismo dedica toda su energía en normalizar los tejidos que
se han alterado en la situación conflictiva. Normalmente, nuestro cuerpo
intenta llevar a cabo esta regeneración en el menor tiempo posible, como
explicaremos en la 7ª Ley Biológica, para permitirnos encontrar un estado
normal y un pronto equilibro. En las
regeneraciones de este tipo observamos
una fuerte vagotonía, un descenso del
ritmo biológico por debajo de lo normal,
todo el organismo está centrado en
normalizar los tejidos alterados,
sentimos un cansancio y una pesadez
superior a las regeneraciones nocturnas
normales.

El enunciado de la 2ª Ley Biológica nos dice que todo “programa especial


biológico sensato” de la naturaleza tiene estas dos fases siempre que
aparezca la solución del conflicto. Como hemos comprobado en los ejemplos
anteriores, siempre que haya una solución del conflicto inicia una fase de
regeneración-normalización de las modificaciones orgánicas y cerebrales.
Esta ley de la naturaleza da un profundo giro a todo lo que se creía respecto a
las enfermedades en medicina. Todas ellas, están incluidas en alguna de las
dos fases. Las “frías” representan aquellas en las que la persona tiene las
extremidades frías, están en estrés permanente, pierden peso, tienen
problemas de sueño (dificultades para dormirse o se despierta
frecuentemente). En las enfermedades “calientes” la persona tiene las
extremidades calientes, incluso con fiebre, tiene buen apetito pero se siente
muy cansado. En ocasiones, se definen como enfermedades diferentes los
signos y síntomas de un mismo proceso al ser analizados en momentos
diferentes.
El choque hace entrar a la persona en estrés, a un nivel superior al fisiológico
normal; activará el programa especial en el organismo regulado por su área
cerebral para dar respuesta a la situación conflictiva. Se activará el programa
correspondiente dependiendo de cómo la persona viva esa situación
conflictiva. Este estrés permanece mientras la persona se sienta envuelta en
esta situación. Cuando desaparece en la persona la necesidad de respuesta,
24
se desactiva el área cerebral y el organismo deja de modificar los tejidos
relacionados con el proceso. Esto marca el inicio de la normalización-
regeneración de los tejidos modificados.
A la mitad de la fase de regeneración aparece una crisis denominada crisis
epiléptica o epileptoide (equivalente a la crisis epiléptica pero sin movimientos
musculares). De una manera simple, esta crisis es un retorno a la fase de
estrés durante un espacio corto de tiempo. La persona vuelve a revivir la
situación conflictiva justo en el punto de mayor regeneración, frena la
expansión de las inflamaciones y provoca el inicio de la fase diurética, donde
se elimina el exceso de líquido de las inflamaciones. Este fenómeno, a la luz
de las nuevas investigaciones, lo abordaremos más adelante. A continuación
podéis ver el esquema representativo de las dos fases de todo proceso
siempre que se llegue a la normalidad. Estas adaptaciones se realizan casi
sincrónicamente a los tres niveles. El esquema que sigue está inspirado en la
gráfica creada por Geerd. En esta se ha suprimido la crisis epiléptica o
epileptoide y se ha simplificado al máximo el proceso de regeneración ya que
las nuevas investigaciones aportan información precisa de lo que sucede en
esta parte del proceso.

25
Situación Chocante
La persona siente la situación conflictiva y de manera automática
activa el programa de adaptación en función a la emotividad de la
situación conflictiva. Existe una interconexión entre las diferentes
áreas cerebrales y los tejidos que regula. En la situación conflictiva
se decide el mejor mecanismo de adaptación para hacer frente a esa percepción
conflictiva. El programa de adaptación actúa prácticamente de manera sincrónica a los
tres niveles: emocional, cerebral y orgánico. Gracias a este mapa cerebral, podemos
definir y precisar los diferentes tipos de emociones esenciales y la combinación entre
ellas.

Fase Adaptativa
La persona se encuentra en la fase adaptativa. Psíquicamente
obsesiva, pensamientos repetitivos hacia el problema en busca de
una solución. El área cerebral se mantiene activa, estimulada y
envía la señal de adaptación orgánica programada. Dependiendo
de la derivación embrionaria provocará en esta fase un crecimiento
celular o una reducción. En algunos casos simplemente modificará la función. Los tejidos
regulados por el paleoncéfalo (tronco cerebral y cerebelo), en fase activa provocarán un
aumento de función o de tejido; los tejidos regulados por el neoencéfalo (sustancia
blanca cerebral y corteza cerebral) provocarán una reducción funcional o de tejido. Esto
último lo veremos en la 3ª Ley Biológica.

Sentido Biológico
Esta adaptación tiene un sentido si tenemos en cuenta la historia
evolutiva del organismo. Tiene programado unas adaptaciones
fisiológicas normales y también conflictivas cuando el organismo
detecta una necesidad de respuesta intensa. Esta intensidad crea
modificación de los tejidos que regula el área cerebral activada
ante la situación conflictiva. El organismo está codificado con programas y subprogramas
de respuesta para hacer frente a la situación conflictiva. Actualmente no sabemos con
precisión la totalidad de los “sentidos biológicos”. Es posible que algunos procesos
dispongan de más de un sentido, sin duda alguna se tiene que seguir investigando para
avanzar en esta nueva ciencia.

26
Solución del Conflicto
La persona soluciona el problema, deja de vivir la situación
conflictiva, deja de crear modificación adaptativa en los tejidos. La
solución puede representarse de diferentes maneras. La
desactivación de una zona cerebral puede ocurrir por diferentes
motivos, algunos ejemplos: Se aleja del problema para reducir la
intensidad, siente alivio. Cambia su visión ante el problema y ahora ya deja de ser una
preocupación. El problema se vuelve insoportable y cede, deja de hacerle frente. Es lo
que conocemos como aceptación, resignación. Normalmente la persona ya está
proyectada en busca de una solución. Si ésta no es posible la persona automáticamente
crea estrategias de adaptación hasta que se pueda cambiar el contexto.

Proceso de Normalización
Cuando la persona deja de vivir la situación conflictiva se siente
aliviada. El alivio de dejar de sentir la preocupación, si la situación
conflictiva ha sido intensa y si ha creado fuertes modificaciones,
normalmente se ve enmascarado por los síntomas y molestias del
proceso de regeneración-normalización. Cuando finaliza la adaptación, el organismo la
detecta como si fuera una alteración e inicia un proceso de regeneración donde
normalmente aparece molestias y dolor. Es habitual que la sensación de las molestias sin
el conocimiento de las causas y reafirmado por el diagnóstico patológico provoca
inseguridad y miedo. Los microorganismos actúan en esta fase siempre que sea posible.
Como veremos en la 4ª Ley Biológica.

Vuelta a la Normalidad
Cuando finaliza la regeneración del tejido cerebral y orgánico,
desaparecen las molestias de los síntomas. La persona vuelve a
estar en equilibrio de las funciones fisiológicas normales. El tejido
reparado puede presentar una modificación respecto al inicio del
proceso. Esta modificación se mantendrá estable durante toda la
vida de la persona, a menos que se vuelva a activar otra vez el mismo tipo de conflicto.
El resultado es el fruto de la mejor normalización biológica para mantener un equilibrio
con el resto del organismo. La persona al finalizar este proceso puede volverse
hipersensible al conflicto vivido, y se puede activar por los factores contextuales
implicados (alergias). Esto no es un error, simplemente es un mecanismo de protección.

27
Y O U R E S S E N C E

Tercera
Ley Biológica
El sistema ontogenético

¿Por qué ante una situación conflictiva algunos tejidos aumentan y


otros disminuyen?

La correlación entre los tres niveles es evidente en todos los casos, se


observa la sincronicidad que hay entre las emociones y las reacciones
orgánicas reguladas por el cerebro, pero las investigaciones iniciales llevaron
con rapidez a formular la pregunta del enunciado. Se observó que ante
algunas situaciones de estrés había tejidos que aumentaban su función e
incluso se observaba una multiplicación celular; en otros casos aparecía una
reducción de la función y una reducción del tejido. La respuesta puso en
evidencia que el organismo no realiza nada por casualidad, todo lo hace bajo
un sentido lógico y sensato. Evolutivamente se han desarrollado mecanismos
de adaptación relacionados a la función específica de cada tipo de tejido. Al
observar cada caso concreto comprendemos la utilidad de la adaptación.
Desde los orígenes de la creación se han ido estructurando funciones y
tejidos por una lucha existencial continua, para preservar la vida. Por ejemplo,
los organismos que no desarrollaron continuamente mecanismos para retener
líquido, veían su supervivencia reducida. La selección natural fue
perfeccionando cada vez más este mecanismo de adaptación. La evolución
se realiza a los tres niveles. El enunciado de la 3ª Ley Biológica hace
referencia al sistema ontogenético de los programas especiales biológicos
sensatos de las enfermedades.
Ontogenético es el desarrollo de un organismo desde el óvulo fertilizado
hasta su forma adulta. Veamos como se forman los diferentes tejidos:
La fecundación es la unión de dos gametos con la consiguiente formación de
un cigoto; en los seres humanos la fusión del espermatozoide y el óvulo. A
partir de este momento empieza a segmentarse (dividirse por mitosis) para
28 !
formar un nuevo ser, en las dos primeras divisiones que experimenta el cigoto
se determina si la persona será diestra o zurda.

La continua multiplicación celular forma una masa organizada, un anillo de


células, que a los pocos días se separa, como podemos ver en el esquema.
De la separación del anillo se observa la formación de tres capas, de donde
derivarán todos los tejidos del cuerpo.
De la capa más interna, el endodermo, se
crearán los tejidos del tubo digestivo y sus
glándulas anexas. De la capa externa, el
ectodermo, se formarán los tejidos como la
piel, el sistema nervioso, etc. De la capa
intermedia, el mesodermo, se creará el
sistema muscular y esquelético, también las membranas de protección, como
el peritoneo y el pericardio.
La capa intermedia, el mesodermo, se divide en dos, una que actúa similar a
la capa interna, el endodermo, y la otra parte actúa similar a la capa externa,
el ectodermo. Lo veremos con más claridad en los esquemas que siguen.
La 3ª Ley Biológica ordena todos los procesos según la hoja embrionaria a la
que pertenece. Se observa cómo las manifestaciones que pertenecen a la
misma hoja mantienen características y peculiaridades comunes. Cada hoja
embrionaria contiene, según la historia evolutiva:
-Una parte especifica en el cerebro:

Los tejidos que derivan del endodermo están regulados por el tronco cerebral.
Los tejidos que derivan del mesodermo, que actúan funcionalmente como el
endodermo, están regulados por el cerebelo. Los tejidos que derivan del
mesodermo, que actúan funcionalmente similar al ectodermo, están regulados
29
por la sustancia blanca. Los tejidos que derivan del ectodermo están
regulados por la corteza cerebral.

También si tenemos en cuenta la derivación embrionaria comprobamos un tipo


específico de contenido conflictivo:
El endodermo localizado en el tronco cerebral regula las funciones
relacionadas con la absorción y expulsión de nutrientes. El conflicto siempre
está relacionado con la función del tejido, en este caso con el bocado,
nutrientes. Cuando una emoción activa el área cerebral del tronco, estos
tejidos siempre reaccionan con un aumento de función y un aumento de la
multiplicación celular.
El mesodermo regulado por el cerebelo, regula las membranas de
protección, el contenido del conflicto siempre va relacionado con su función: el
ataque y la defensa. Cuando una emoción relacionada con el ataque activa el
área cerebral que regula el cerebelo, los tejidos asociados siempre producen
un aumento de función y tejido para incrementar la defensa.
El mesodermo regulado por la sustancia blanca cerebral, aún siendo
mesodermo, funciona similar al ectodermo. Regula los tejidos relacionados
con la estructura y el soporte, su conflicto siempre está relacionado con la
función del tejido. Cuando una emoción relacionada con la estructura
(desvalorización), “mi estructura no es lo suficientemente fuerte”, activa el
área cerebral de la sustancia blanca. Los tejidos asociados a esta área
cerebral siempre producen una reducción de tejido. Veremos que con las
nueva leyes esto era un error.
La corteza cerebral, de derivación ectodérmica, regula las funciones
relacionadas con la sensibilidad, movilidad, coordinación, etc. El conflicto
siempre está asociado con su función. Cuando su emoción esencial activa el
área cerebral correspondiente, los tejidos que regula, actúan con una
reducción funcional y/o de tejido.
Cada capa dispone de unos microbios específicos asociados a esa hoja
embrionaria (4ª Ley Biológica), la explicaremos en el próximo capítulo.
Toda enfermedad o programa EBS (Especial Biológico Sensato) tiene un
sentido biológico comprensible según su historia evolutiva. Esto representa las
reglas elementales del juego, que nos permite comprender lo que sucede en
el organismo a los tres niveles.
Observamos la adaptación que han tenido que hacer las primeras células,
inicialmente sus mecanismos se basaban en absorber y expulsar nutrientes,

30
crecer y multiplicarse. Después desarrolló membranas para protegerse del
medio exterior. A continuación, fue necesario una estructura de sustento y por
último un sistema de movimiento y comunicación con el entorno, el organismo
se tenía que relacionar con los de su misma especie para sobrevivir, era
necesario desarrollar mecanismos para organizar el grupo. Vemos la
evolución en el orden de aparición de estas capas y también en la continua
adaptación que cada una ha ido haciendo. Este sentimiento de evolución nos
acompañará durante todo el libro y puede que incluso traspase y se instale en
nosotros.
Recordar que la adaptación fisiológica, manifestada con un aumento o
disminución de tejido, se realiza en el organismo dependiendo su derivación
embrionaria. En el cerebro, la modificación es siempre la misma, cuando
aparece una situación de estrés, dependiendo la vivencia de la persona,
cómo lo sienta, activará el área cerebral correspondiente. Podremos observar
la bonita diana que nos indica que el proceso está activo. Cuando se
desactiva, porque la persona ha salido de la situación conflictiva o ha dejado
de sentir el conflicto, se inicia la regeneración del desgaste producido, en esa
zona cerebral aparece un edema de regeneración.

Este esquema nos simplifica, dependiendo la capa embrionaria a la que


pertenece, lo que sucede en la fase de estrés cuando el conflicto está activo.

31
Cuando desaparece la necesidad de respuesta, es decir, cuando la persona
deja de vivir la situación conflictiva, se inicia una fase de regeneración para
normalizar los tejidos modificados. Reservamos esta explicación para los
siguientes capítulos.

El tronco del encéfalo o tronco cerebral es la estructura nerviosa que se


encuentra en la fosa! cerebral posterior, ubicada caudal a los
hemisferios cerebrales, por delante del cerebelo. Es la mayor
ruta de comunicación entre el cerebro anterior, la médula
espinal y los nervios periféricos. El tronco cerebral está
compuesto por:

La médula oblongada o bulbo raquídeo, situada


entre la médula espinal y la protuberancia, el bulbo
raquídeo (mielencéfalo) en realidad constituye una
extensión, en forma de pirámide, de la médula
espinal. Los impulsos entre la médula espinal y el
cerebro se conducen a través del bulbo raquídeo
por vías principales de fibras nerviosas tanto
ascendentes como descendentes. Protuberancia
o puente de Varolio, situado entre la médula oblongada y el mesencéfalo, la
protuberancia está localizada enfrente del cerebelo. Consiste en fibras
nerviosas blancas transversales y longitudinales entrelazadas, que forman
una red compleja unida al cerebelo por los pedúnculos cerebelosos medios.
Cerebro medio o mesencéfalo es el segmento más alto del tronco
encefálico, conecta el!puente de!Varolio!y el diencéfalo.
Los órganos y tejidos regulados por el! tronco cerebral, pertenecientes a la
capa embriológica interna, el endodermo, son los siguientes: Submucosa oral,
cavidad de la faringe, tercio inferior del esófago, alvéolos pulmonares,
estómago, parénquima del hígado, parénquima del páncreas, duodeno,
intestino delgado, colon, sigma, submucosa del trígono de la vejiga, túbulos
colectores renales, etc. La!función!de estos órganos y tejidos van !asociados
a la absorción y expulsión de nutrientes, para satisfacer! las necesidades
fundamentales de vida.
Sus cinco funciones básicas son:
• Función! sensorial (primitiva): permite reconocer las sustancias
químicas en los nutrientes.
32
• Función secretora: segrega sustancias útiles para facilitar la absorción
de nutrientes.
• Función absorbente: absorber los nutrientes y sustancias útiles para el
organismo.
• Función excretora: elimina las sustancias de desecho.
• Función motora: destinada al movimiento y mezcla.
Cada órgano! o tejido tiene una función fisiológica concreta en nuestro
organismo para satisfacer unas necesidades!específicas. La zona o!área que
ocupa en el cuerpo y la función que desarrolla no es fruto de la casualidad. Se
diferencian dos fases, una de estrés y otra de normalización.! Estos tejidos,
como ya hemos comentado, ante el estímulo de la fase de estrés aumenta su
función.
En los momentos de estrés no conflictivos, observamos que la masticación va
acompañada de un! aumento de saliva producida por sus glándulas; Cuando
el alimento se introduce en el estómago aparece un aumento de función de
las células que producen el jugo gástrico. Ante una situación de carestía! los
tejidos aumentan sus funciones absorbentes. Ante una intoxicación aparece
un aumento del movimiento peristáltico y excretor.!
Este proceso bifásico, como ya hemos comentado, lo encontramos en las
reacciones fisiológicas normales o de manera conflictiva.
Cuando observamos una situación conflictiva se debe tener en cuenta la
intensidad y la duración del conflicto, esto define la masa conflictiva, cuanto
mayor sea esta masa (intensidad y duración) mayor será el desgaste cerebral
y la modificación orgánica.! En fase de estrés, en simpaticotonía, a nivel
cerebral aparece! una diana y a nivel orgánico aparece instantáneamente un
aumento de la función. Cuando la persona lo vive como una situación de
alarma (fuerte estrés), observamos que se activa el programa EBS (especial
biológico sensato), que ofrece una reacción extrema y de urgencia para hacer
frente a la situación conflictiva. Cuanto más tiempo haya durado la situación
más desgaste cerebral habrá en la zona y una mayor modificación orgánica.
La intensidad conflictiva marca la velocidad de crecimiento celular en el tejido
endodérmico.

El cerebelo es un órgano situado en la fosa craneal posterior,


dorsal al tronco del encéfalo e inferior al lóbulo occipital. El
cerebelo se encuentra pegado a la pared posterior del tronco
encefálico y está incluido dentro de un estuche
33
osteofibroso.!!Normalmente el cerebelo de un varón adulto pesa unos 150 gr y
mide 10 cm de ancho, 5 cm de alto y 6 cm en sentido antero-posterior.

El cerebelo regula los tejidos y! órganos asociados con la protección del


organismo: la dermis, pericardio, pleura, peritoneo, glándulas sudoríparas,
glándulas mamarias, etc...
La emoción esencial!que activa estos tejidos va relacionada con el ataque, la
función va asociada a la emoción y la emoción a su función. Los tejidos
regulados por el cerebelo, como respuesta, aumentan su función cuando la
persona siente el ataque. Si! dura la fase de estrés! en el! tiempo, con una
fuerte intensidad, apreciamos en estos tejidos una multiplicación celular y un
exceso de células. El sentido biológico es aumentar la protección, aumentar
las células de las membranas protectoras. La zona donde se observa este
proceso de aumento de protección nos aporta la información del lugar donde
se ha sentido el ataque. Si el ataque, de manera real o trasladada, se ha
vivido en el corazón, la membrana protectora de este órgano, regulada por el
cerebelo, aumentará su función y nos aportará mayor defensa.
Igual que comentábamos en el tronco cerebral, este aumento de función
regulado por el cerebelo puede producirse con una intensidad fisiológica
normal o de manera conflictiva (con mucha intensidad al reconocer una gran
necesidad de respuesta).
Es totalmente lógico que si en la muralla de protección del castillo se detecta
una zona donde hay mayor riesgo de ataque, ésta se refuerce. Si sucede una
situación de alarma, con gran estrés, se aumentará el grosor de barrera con la
mejor organización posible. Prevalece dar respuesta rápida y funcional que
primar!la organización estructural; una intervención lenta no es permisible en
una situación!de urgencia y!de necesidad.
El ataque, como en todos los procesos biológicos, puede ser una situación
conflictiva real o también se puede activar este área cerebral, con su
correspondiente!adaptación orgánica de manera trasladada. La persona vive
una situación como si de un ataque se tratase. Siente el ataque como real, y
se activa el proceso biológico de respuesta! correspondiente, el cual ha sido
codificado en el proceso evolutivo de la especie.

La sustancia blanca cerebral corresponde al mesodermo del


neoencéfalo (cerebro reciente), está situada por debajo de la
corteza cerebral y rodea los ventrículos laterales; junto con la
34
corteza cerebral forman el neoencéfalo.
La sustancia blanca cerebral, regula los tejidos y! órganos asociados con la
estructura del organismo: esqueleto, músculos, vasos sanguíneos y linfáticos,
parénquima renal, parénquima del ovario y parénquima testicular, entre otros.
La!emoción esencial!que activa estos tejidos va relacionado con “mi estructura
no es lo suficientemente fuerte o capaz”; la función va asociada a la emoción
y la emoción a la función. En términos psicológicos representa una
desvalorización. Los tejidos, como respuesta, regulados por la sustancia
blanca de la médula cerebral, reducen. El sentido biológico de este proceso
es aumentar la capacidad de la estructura, esto sucede al final de la
reparación, para que la próxima vez que el organismo se vuelva a encontrar
en una situación similar la estructura sea capaz de soportarlo y superarlo. La
zona donde se observa esta reducción de tejido nos aporta información del
lugar donde se ha sentido la desvalorización. Puede ser una desvalorización
real o trasladada. La persona siente que en el trabajo no puede realizar una
actividad con el brazo (desvalorización real y local) o siente de manera
figurada que no puede sostener a su madre (desvalorización trasladada). Este
grupo se ha conocido durante estos últimos 30 años como el grupo de lujo, ya
que al final de la regeneración se observaba un aumento de tejido.
Un ejemplo muy evidente es el recurso utilizado por los culturistas, su
aumento muscular, aparte del incremento de ingesta de proteínas, consiste en
forzar el músculo mediante sobrecargas locales, llevándolo al límite de lo
posible. Si el ejercicio es de media intensidad y larga duración consiguen
definir el músculo. Pero para conseguir el aumento espectacular lo realmente
importante es sobrecargarlo hasta el límite. Como se define en el mundo del
culturismo es realizar el ejercicio “al fallo” (hasta que no se puede realizar el
movimiento). Representa una fuerte desvalorización que el organismo
inteligentemente regenera, y lo hace en exceso para que la estructura
muscular se refuerce para la próxima vez que se encuentre en una situación
similar. El ejemplo representa una desvalorización local, el proceso actúa
directamente ante una actividad motora real. Después de la exposición de la
6ª Ley Biológica ampliaremos la información de los procesos que regula esta
estructura cerebral, ya que parte de lo expresado aquí era erróneo.
Estos tejidos están regulados por la sustancia blanca cerebral y se
entrecruzan del cerebro al órgano. El hemisferio derecho de la médula
cerebral regula el lado izquierdo del cuerpo y el hemisferio izquierdo regula el
lado derecho.
35
Siempre que no sea un proceso biológico local observamos que la parte
derecha del cuerpo, para una persona diestra, representa un proceso
biológico de desvalorización relacionado con el padre, pareja, amigo,
hermanos, etc. La parte izquierda representa un proceso biológico de
desvalorización relacionado con la madre o hijos. En las personas zurdas,
aunque se mantiene el cruce cerebro-órgano, el sentido del conflicto se
invierte respecto a los diestros.

La corteza es la parte más nueva (evolutivamente), es un


manto de sustancia gris que cubre los dos hemisferios, es
la responsable de la capacidad de analizar, interpretar y
almacenar la información de lo que sucede en nuestro
alrededor. Por lo tanto, la corteza es la estructura donde
se realizan las funciones cerebrales superiores del individuo. El hemisferio
cerebral derecho regula las funciones de la parte izquierda del cuerpo y el
hemisferio cerebral izquierdo regula las funciones de la parte derecha, con
algunas excepciones. Las arterias y las venas coronarias, las vías hepáticas,
pancreáticas, la pequeña curvatura del estómago, entre otros, están
relacionados con el territorio y no tiene lateralidad cruzada.
La corteza cerebral está distribuida en diferentes áreas cerebrales que
desarrollan funciones diversas, pongamos las más conocidas:

• Área sensitiva, donde se procesa la información sensorial. Entre la


corteza sensorial hasta la visual encontramos el área post-sensorial.
• Área visual, donde se procesa la información visual.
• Área auditiva: donde se procesa la información auditiva, está
vinculada con la recepción de sonidos.
• Área motora: La función del área motora primaria consiste en llevar a
cabo los movimientos individuales de diferentes partes del cuerpo,
participa en el movimiento voluntario.

36
• Área pre-motora: Se localiza por delante de la motora. La función de
esta área es almacenar programas de actividad motora, reunidos
como resultado de la experiencia pasada; es decir programa la
actividad motora primaria.

Los órganos, tejidos o funciones que regula la corteza cerebral son: la


regulación de la insulina, el glucagón, los impulsos motores de la
musculatura involuntaria, función auditiva, cuerpo vítreo, periostio (la piel
sensible que recubre el hueso), mucosa bronquial, vías biliares, arcos
branquiales, conductos pancreáticos, mucosa de los uréteres, mucosa de la
vejiga, mucosa de la uretra, epitelio plano de la epidermis externa, epitelio
plano del párpado y la conjuntiva del ojo, córnea del ojo, cristalino, epitelio
plano de los conductos galactóforos, mucosa de la laringe, esmalte de los
dientes, mucosa nasal, íntima de la arteria y la vena coronaria, mucosa de la
vesícula seminal, mucosa del cuello del útero, epitelio plano de la mucosa
gástrica, pelvis renal, conducto lagrimal, conductos de las glándulas salivares
y el tálamo.
El córtex cerebral también influye (indirectamente) en la regulación de las
hormonas femeninas: los estrógenos y progesterona en el área peninsular
izquierda, y la hormona masculina: testosterona en el área peninsular
derecha, explicaremos más adelante con qué criterios.
Las emociones esenciales van asociadas con sus funciones, por ejemplo si
la persona siente una ruptura de contacto entrará en estrés con la sensación
de separación. Cada tejido va relacionado con un tipo de estrés específico,
asociado a la función que desarrolla.
La corteza cerebral y los órganos que regula son los más recientes
evolutivamente, derivan de la última capa embrionaria (el ectodermo). Estos
órganos o tejidos tienen en cuenta la relación y la organización de la vida en
grupo. Encontramos los procesos de regulación del territorio físico y el
territorio sexual.
Todos los órganos, tejidos o funciones regulados por el ectodermo (corteza
cerebral), sufren una reducción de tejido o de función en la fase de estrés.
Cuanto mayor sea el estrés mayor será la reducción funcional o estructural.
Esta reducción durará tanto tiempo como se mantenga la situación o la
vivencia de la persona.
Si hay una ruptura de contacto y la persona lo vive de manera conflictiva
habrá una reducción estructural del tejido relacionado con esa emoción,

37
aparecerá una úlcera del epitelio plano de la epidermis externa. Los nuevos
matices los daremos después de la exposición de las tres nuevas Leyes
Biológicas.
Los procesos regulados por la corteza cerebral (de derivación ectodérmica),
siempre tienen su sentido biológico y su utilidad en fase de estrés (en fase
activa del conflicto). En el ejemplo anterior esta reducción funcional y
estructural le permite poder soportar la ruptura de contacto, reducir la
sensación de separación. Con la comprensión de las últimas tres leyes
biológicas esto cambia ligeramente, lo veremos más adelante.
Siempre que se llegue a una solución biológica, psíquicamente se siente
aliviada e inicia una regeneración estructural y funcional del tejido implicado.
El proceso de reconstrucción lo hace en forma de inflamación con la
intención de invertir el mínimo tiempo posible en la regeneración.

38
Y O U R E S S E N C E

Cuarta
Ley Biológica
El sistema ontogenético
de los microbios

Los microorganismos son seres vivos que sólo se pueden ver gracias al
microscopio. En este grupo están los hongos, las bacterias y los virus. Son
organismos dotados de individualidad, tienen su propia organización
elemental. Nuestro cuerpo humano es portador de una población de microbios
diez veces más numerosa que el número de células de nuestro cuerpo.
Si tenemos en cuenta las anteriores leyes nos preguntamos ¿por qué no
actúan? ¿por qué no siempre provocan infecciones? La teoría actual dice que
el sistema inmunitario los mantiene a raya. Entonces, si los mantiene a raya
¿por qué a veces actúan? La respuesta es que en algunos momentos
puntuales el sistema inmunitario se deprime. Y si se deprime, ¿por qué no
actúa de manera general?, por ejemplo ¿por qué sale un afta en una zona
concreta y no en otra? Si supuestamente ha actuado porque el sistema
inmune se ha deprimido debería haber unas manifestaciones generalizadas.
Lo que realmente se observa a la luz del conocimiento de las Leyes
Biológicas es que estos microorganismos actúan cuando la persona sale de la
situación conflictiva, conviven con nosotros y tienen una actividad cuando
nuestro organismo sale de la situación conflictiva, cuando se detiene la
modificación de los tejidos implicados.
La actividad de los microbios en el organismo, no depende, como habíamos
supuesto erróneamente hasta ahora, de factores externos. En verdad, están
regulados indirectamente por nuestra computadora central, el cerebro.
Los microbios no son nuestros enemigos, sino que nos ayudan; ellos trabajan
comandados por nuestro organismo, dirigidos directamente o indirectamente
por nuestro cerebro, porque para cada grupo de órganos pertenecientes a
una hoja embrionaria actúan sus microbios específicos.

39
Según la ley bifásica de todas las enfermedades,! cuando se soluciona el
conflicto todos los microbios “actúan”, sin excepción, exclusivamente en la
segunda fase, en la fase de regeneración, y finalizan su actividad cuando
finaliza la curación.
Los hongos son los microbios más antiguos de nuestro organismo, se
activan exclusivamente después de la solución del conflicto. Son los
descomponedores primarios de materia muerta, esta descomposición la
hacen mediante necrosis caseosa. Mediante este mecanismo transforman
la masa en exceso, ya no útil, en una masa pastosa parecida al queso
fresco. Es el mecanismo de descomposición del aumento de tejido, ahora
presente como material de desecho. La multiplicación de los hongos se
realiza a la vez que el aumento de tejido, es decir, en fase de estrés, a partir
del choque biológico; pero sólo actuarán, en la descomposición, después de
que la persona salga de la situación conflictiva. Los hongos han
evolucionado juntamente con nosotros, están relacionados con los tejidos
más arcaicos de nuestro organismo, están estrechamente vinculados con el
tejido endodérmico, regulados por el tronco cerebral y los tejidos del
mesodermo regulados por el cerebelo.
Los virus: son organismos ultramicroscópicos, sólo se pueden ver mediante
microscopio electrónico, si un virus tuviese el tamaño de una manzana, una
bacteria sería del tamaño de medio campo de tenis. Los biólogos, a día de
hoy, todavía discuten si los virus son o no organismos vivos, ya que a
diferencia de los demás, éstos no tienen núcleo. Los virus son los microbios
relacionados con nuestros tejidos más recientes. Proliferan y se activan
exclusivamente en la fase de regeneración, permiten una mejor reparación
de las úlceras y las necrosis de los tejidos del ectodermo, directo de la
corteza cerebral. La regeneración del tejido de derivación ectodérmica, se
realiza con inflamación, siempre en exceso, para reponer el tejido en el
mínimo tiempo posible. Estos virus, podrían ser perfectamente pequeñas
cadenas proteicas producidas por el material sobrante, eliminados mediante
secreciones. Esta discusión, aún abierta, no contradice lo expuesto con
anterioridad, sea lo que sea, sólo actúan e intervienen en la fase de
regeneración.
En medio de estos dos grupos encontramos dos tipos de microorganismos:
Bacterias ácido resistentes y micobacterias. Estas también proliferan a
partir del choque biológico en los tejidos que regula el tronco cerebral y el

40
cerebelo, pero sólo actúan después de la solución biológica (conflictolisis),
para reducir el exceso de células mediante necrosis caseosa.
Las Bacterias, proliferan y actúan exclusivamente después de la solución
biológica del conflicto (conflictolisis), intervienen en los tejidos regulados por el
ectodermo y el mesodermo de la sustancia blanca, para facilitar la reparación
de la necrosis de estos órganos.
El alivio provocado por la solución del conflicto rápidamente queda
enmascarado por los síntomas propios de la reparación y la regeneración de
los tejidos modificados. Esto sólo es perceptible si la fase de estrés ha sido
intensa o ha durado un largo período.
En este esquema podemos ver una clasificación que resume lo que sucede
en la fase de regeneración en cada capa embrionaria, cuando existe la
presencia de estos microorganismos.

Si en la fase de regeneración de los tejidos regulados por el tronco cerebral y


el cerebelo no existe la presencia de estos microorganismos, no se puede
producir la descomposición del exceso de células que ya no las reconoce
como necesarias, y se inicia un proceso de encapsulado, aislando esta masa
ahora extraña y no útil. Este quiste encapsulado por tejido conjuntivo
permanecerá ahí de por vida. Podemos imaginar lo que sucede cuando nos
clavamos una espina, el organismo la detecta como un agente extraño y la

41
intenta expulsar, si después de un tiempo no se puede producir la expulsión, el
organismo opta por encapsularla.
No se niega el contagio ni la transmisión de estos microorganismos de unas
personas a otras, como tampoco se niega que puedan provocar síntomas y
molestias incómodas. Esta ley describe con qué criterios actúan,
comprobamos como siempre intervienen en la fase de regeneración. Su
presencia en el organismo es continua, pero normalmente en un estado no
activo. La hipótesis más extendida ha sido que nuestro sistema inmunitario los
mantenía a raya, y que sólo actuaban cuando bajaban nuestras defensas. Está
claro que intervienen cuando el organismo soluciona el conflicto e inicia una
fase vagotónica y de regeneración. El agotamiento y el cansancio son factores
visibles y la intervención activa de estos microorganismos también, pero los
criterios de cómo sucede son totalmente diferentes de cómo los habíamos
creído. La poca extendida búsqueda del origen de la enfermedad y los factores
que nos hacían enfermar, ha provocado que nos hayamos acogido a las
respuestas más directas amparadas por sólidas hipótesis.
Antes de desarrollar los microscopios, cuando la existencia de estos
microorganismos era totalmente desconocida, cultural y socialmente estaban
aceptadas otras hipótesis. Teniendo en cuenta éstas, se aplicaban los mejores
tratamientos de la época, las creencias de las causas y los tratamientos se
alejaban de los actuales, pero eso no impedía que muchos de los pacientes se
recuperasen y otros no. Con la aparición de las nuevas tecnologías
microscópicas la interpretación del origen de la enfermedad también cambia:
nos permitió ver más cosas, nos posibilitó ver un mundo microscópico, y todos
esos microbios que actúan cuando la persona está envuelta en síntomas y
molestias incómodas. Rápidamente se alabaron los nuevos hallazgos, ya se
creía saber el origen de la enfermedad: “¡son estos microorganismos!”. No es
del todo erróneo, en muchas ocasiones, el trabajo de regeneración de estos
dedicados obreros se traduce en profundos estados de convalecencia, fiebre y
malestar. La respuesta fue simple y rápida, “hay que combatir a estos
microorganismos” cuando nuestro sistema inmunitario está bajo y no puede
mantenerlos a raya. Con esta premisa, fue necesario utilizar toda la artillería
para eliminar la actuación de estos incómodos microbios que habían
encontrado espacio en nuestro organismo supuestamente con un sistema
inmunitario que, un día por casualidad, dejó de funcionar y se debilitó. Estas
conclusiones sólo representan una interpretación parcial de una visión no
completa de lo que sucede. Ahora podemos, por fin, comprender cómo y de
42
qué manera actúan, su finalidad y criterios. Esta comprensión no cambia los
síntomas cuando estos colaboradores actúan, pero nos da una visión amplia y
precisa de lo que sucede. Sé que inicialmente puede costar imaginar que estos
microorganismos están de nuestro lado, siempre los hemos considerado como
malos, han sido fuente de muchas campañas para combatirlos. En algunas
ocasiones, un fuerte proceso de regeneración, puede representar un alto
riesgo de muerte.
Todas estas connotaciones están presentes, sólo se necesita tiempo y la
aportación parcial y progresiva de muchos científicos y biólogos que apoyarán
estos descubrimientos a cuentagotas, de manera aparentemente digerible.
Para aquellos que no necesiten aprenderlo por maravillosos fascículos y no
quieran esperar a las futuras aportaciones, ahora pueden comprender cómo
sucede. Un sistema que surge de la observación global del organismo como un
todo que convive con su entorno y que siempre opta por la mejor estrategia de
supervivencia. Esto no quiere decir que el paciente tenga que sufrir y soportar
todas las molestias que estas regeneraciones provocan.
Los criterios, de una persona a otra, varían. La persona que quiere aplicar
todos estos conocimientos es activa, sensible y se conoce. Junto con su
profesional de confianza deciden qué estrategia quieren seguir. No tiene
sentido sufrir más de lo necesario, ni regocijarse en el dolor y el sufrimiento
para comprar la curación o demostrar la validez de estos criterios. Todo tiene
que ser un proceso dinámico, lo más ligero y agradable posible, procurar que
la fase de regeneración, cuando aparecen los síntomas, no active nuevos
procesos.
Si hasta hoy no hemos podido hacer una interpretación justa a nuestro nivel
perceptivo, ¿cómo podemos afirmar y defender las interpretaciones que se
hacen en el mundo microscópico? A nuestro nivel perceptivo puede surgir el
diálogo y el debate por el bien de todos, pero el mundo microscópico sólo lo
“manejan” y lo interpretan unos pocos, los cuales, en su mayoría, ya van
predispuestos a encontrar un error. Han sido educados con el mismo patrón,
del que por suerte algunos pocos pueden desprenderse para hacer
interpretaciones libres.
No es difícil, encontrar en el organismo, en algún momento, un valor que se
salga de la norma establecida. La respuesta es simple, esto que vemos no es
normal, es el responsable, es malo, hay que corregirlo. La historia se repite, los
avances tecnológicos están provocando el descubrimiento de nuevos
causantes cada vez más pequeños. Dónde quedan las sangrías... que ahora

43
sólo se recuerdan como anécdotas, que se realizaban cuando se creía que el
origen de la enfermedad se encontraba en la sangre.
Todas estas actitudes no son más precisas que el sector que culpa de
nuestros males a la influencia macroscópica, la que ejercen los astros sobre
nosotros. Tanto el estudio macroscópico como microscópico debe continuar y
seguir, es importante y útil descubrirlo, nos acerca a límites cada vez más
lejanos; nos permite comprobar las influencias que ejercen sobre nosotros.
Lo vemos con más claridad en el mundo microscópico, en donde se puede
influir en los valores y síntomas al modificar el medio químico, incluso
pueden modificar nuestra emotividad y percepción. Pero la comprensión de
lo que sucede debe realizarse a nuestro nivel perceptible, debe ser
comprobable y mensurable.

44
Y O U R E S S E N C E

Quinta Ley Biológica


El sentido biológico

El sentido de los programas especiales, biológicos sensatos de la


Naturaleza (EBS). La quinta esencia.

Desde el punto de vista de la historia evolutiva, todas las consideradas


enfermedades forman parte de uno o más programas Especiales, Biológicos,
Sensatos de la Naturaleza (EBS). Este concepto lo hemos transmitido desde
el principio, desde la explicación de la primera ley. El conocimiento de estas
leyes de la naturaleza, reproducibles y verificables en cualquier persona,
implica una nueva manera de pensar. Hasta el descubrimiento de esta 5ª Ley
Biológica se consideraba los procesos analizados en las anteriores leyes,
como errores de la naturaleza, similar a como lo hace la actual medicina de
estado. El conocimiento de estas Leyes Biológicas nos permite determinar los
criterios en los que se desarrolla la enfermedad. Ahora sabemos, desde una
visión más amplia, gracias a esta 5ª Ley Biológica, que se trata de partes de
un programa especial.
Cada tejido reacciona ante una emoción concreta relacionada con la función
que desarrolla a nivel orgánico. En la fase de estrés, este tejido, dependiendo
de su derivación embrionaria, crea una adaptación para superar el conflicto.
Sólo cuando conseguimos distanciarnos de la visión limitada y heredada
culturalmente, se comprende la precisión de lo que sucede en el organismo.
Al inicio del texto, se especificaba que toda enfermedad pertenece a uno o
más programas especiales biológicos (EBS), esto nos introduce directamente
a lo que, de una manera romántica, llamamos “la quinta esencia”.
Con las cuatro leyes como pilares, aparece una quinta ley que abre las
puertas a una nueva manera de entender la enfermedad y comprender la
vida. Una vez admirados los diferentes programas especiales biológicos como
la unión entre psique, cerebro y órgano, aparece la comprensión de las

45
modificaciones perceptivas del ser humano; nos referimos a las modificaciones
psíquicas que cualquier persona puede experimentar en su vida, hasta ahora
interpretadas en ocasiones como procesos psíquicos patológicos.
La quinta esencia, aún por descubrir en su totalidad, nos permite comprender
qué sucede en la persona cuando aparecen diferentes conflictos biológicos
activos en diversas áreas cerebrales. Es imprescindible comprender los
procesos individuales, para después con fluidez, comprender las adaptaciones
psíquicas. Estas son estrategias de supervivencia que permite al individuo, en
una situación donde aparecen diversos procesos activos, modificar su
percepción y respuesta para poder sobrellevar la situación.
Sería limitado pensar que una composición musical puede surgir de una sola
nota, con ésta quizá sólo podríamos producir un ritmo. La vida es la
combinación de la activación y desactivación de continuos programas de
supervivencia que nos permiten adaptarnos. Cuando hay varios conflictos
activos, de fuerte intensidad, se puede apreciar la modificación psíquica de la
persona. Esto representa unos subprogramas de supervivencia donde están
incluidas, a día de hoy, la mayoría de enfermedades psíquicas, aquellas en las
que la persona se aleja de la realidad, en comparación con los demás. Estas
estrategias de supervivencia son algo normal y natural, en las que todos de
algún modo pasivamente estamos implicados. Sin estas modificaciones
psíquicas sería difícil sobrevivir en una vida cada vez más socializada. Todo
depende de la intensidad; socialmente están limitados algunos delirios y bien
vistos otros.
Cuando una persona sufre una situación chocante determinada, siente la
emotividad de ese conflicto (consciente o no), pero cuando aparecen
diferentes áreas fuertemente activadas aparece una percepción totalmente
modificada. La persona percibe y se expresa con otra emotividad. Tiene otro
tipo de expresiones e interpretaciones. No supone ningún error, permite a la
persona adaptarse psíquicamente a su entorno.
La situación conflictiva individual la podemos representar con la siguiente
fórmula:

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Se puede ser consciente o no de la percepción emotiva. La recepción de una
situación intensa activa el área cerebral para crear la adaptación del tejido,
órgano o función programada para ese tipo de situaciones.
La activación de diferentes áreas cerebrales se conocen como constelaciones
esquizofrénicas, podemos expresar lo que sucede con esta fórmula:

Dos situaciones conflictivas activas al mismo tiempo provoca una adaptación


emotiva que permite percibir de manera diversa. Esa emoción va acompañada
de una percepción diferente del entorno provocada por la suma de las dos
zonas cerebrales activas de forma conflictiva. La nueva percepción reduce la
adaptación orgánica de los tejidos y funciones.

Como he comentado antes esto no es un problema, representa un


subprograma de supervivencia. El pequeño o gran inconveniente es que
normalmente las personas, que casi siempre nos mantenemos en un estado
de conciencia fruto de una constelación, por la combinación de estas
constelaciones cerebrales que hemos comentado, acepta como correcta y
única posibilidad las interpretaciones y percepciones influenciadas por ese
estado. Normalmente no se comprende que su interpretación es válida desde
la posición en la que se encuentra, que su manera de sentir, percibir y
expresarse es fruto de su proceso de adaptación, no se tiene en cuenta que no
es la única posibilidad o combinación. Este simple detalle crea verdaderos
quebraderos de cabeza. Incluso en ocasiones se llegaba a la absurda lucha de
posicionamiento territorial, que lo único que defiende es qué constelación es la
moralmente mejor. Aparece una lucha territorial, siempre que esté asociado a
algo que la persona siente que la nutre, para demostrar cual es la mejor
percepción, postura y actitud. Si seguimos profundizando en estos conceptos
nos acercaremos e incrementaremos las percepciones de estas constelaciones
que crearán poca modificación orgánica, ya que para entenderlas tenemos que
47
entrar en ellas. Este sistema es necesario para entender e interpretar nuevos
mecanismos que salen de los estrictamente primarios. No olvidemos que para
el ser orgánico las funciones elementales son básicas: nutrientes (oxígeno,
agua, alimento, etc.). En cambio todas estas funciones están integradas en
nosotros según el proceso evolutivo. La integración de estos procesos básicos
(programas y subprogramas) similares para todos, se integró con los años
porque dio una mayor oportunidad de supervivencia. Después de exponer la
8ª Ley Biológica clasificaremos los subprogramas de supervivencia según las
zonas cerebrales activas, como podéis imaginar la combinación es
exponencial.

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Y O U R E S S E N C E

Sexta Ley Biológica


Estrés y ausencia de estrés
Todo EBS tiene su sentido biológico en fase activa

La sexta ley biológica nos dice que las dos fases que se describe en la 2LB, en
realidad, si tenemos en cuenta la estimulación, suponen un único fenómeno:
estimulación y ausencia de estimulación. Es cierto que tenemos una
percepción diferente en cada fase, pero en realidad si tenemos en cuenta sólo
la estimulación representa el mismo fenómeno. Un ejemplo muy claro lo
encontramos en el día y la noche. La noche representa la ausencia de sol, la
ausencia de luz. A nivel cerebral sucede algo parecido. La estimulación
cerebral se produce por una despolarización de membrana que genera un
potencial de acción, un estímulo eléctrico.
Esto que a simple vista puede parecer un detalle representa un concepto
revolucionario. Quizá no para las personas que inician pero sí para todas
aquellas que han conocido estos estudios durante los últimos treinta años.
Deshace unas conclusiones que eran erróneas cuando se afirmaba que todo
tenía un sentido biológico en fase activa, menos los tejidos regulados por la
sustancia blanca cerebral (huesos, musculatura, articulaciones, etc.).
Antes, cuando se hablaba de la emotividad relacionada con el hueso se
asociaba con una desvalorización, cuando se hablaba de la emotividad del
músculo se asociaba a una desvalorización, la emotividad del sistema linfático
también con una desvalorización, y así para casi todos los tejidos regulados
por la sustancia blanca cerebral. Cuando preguntabas a Hamer sobre la
diferencia que había entre la emotividad de estos tejidos (óseo, muscular o
linfático) te contestaba que dependía de la intensidad de la desvalorización. La
modificación del sistema linfático correspondía a una ligera desvalorización, el
muscular una desvalorización media y el hueso a una intensa. En realidad,
ahora, con esta Sexta Ley Biológica he creado una amplia clasificación que
surge de la observación de casos, que nos permite saber la emotividad
49
asociada a cada tejido en relación a su función fisiológica. Se comprende el
sentido biológico de la adaptación que se produce en fase activa.
Con esta Sexta Ley Biológica he dado una explicación a algo que no encajaba.
Veámoslo con más detalle.

En los procesos biológicos, si observamos la actividad neurológica, sólo existe


el estrés (estimulación) y la ausencia de estrés (ausencia de estimulación).
El organismo dispone de unas adaptaciones globales, reconocidas como
estados simpaticotónicos y vagotónicos. Cuando observamos al organismo
como una unidad comprobamos que este se encuentra en uno de estos dos
estados. Normalmente cuando hablamos de un estado simpaticotónico nos
referimos a una estimulación global del organismo y vagotonía a la relajación.
El estado simpaticotónico es la estimulación de las áreas cerebrales y sus
correspondientes órganos que realizan las funciones necesarias para cubrir
los procesos para hacer frente a las necesidades de tal estado, el de alerta y
atención; a su vez, el estado vagotónico es la estimulación y relajación de las
áreas cerebrales y sus correspondientes órganos que realizan las funciones
necesarias relacionadas con el descanso, el reposo y la regeneración. En
simpaticotonía existe una actividad cortical más intensa, en cambio en el
estado vagotónico aparece una reducción de la actividad cortical y una
activación superior en el tronco cerebral.
Hacemos esta distinción cuando observamos de manera global el organismo,
cuando la persona se encuentra en un estado general de vagotonía. No quiere
decir que estén todas las áreas cerebrales con ausencia de estimulación,
encontramos unas estimuladas y otras con una reducción significativa. Como
hemos explicado en la 2ª Ley Biológica, el organismo observado de modo
global, entra en un estado simpaticotónico con los primeros rayos de sol y
cuando estos se esconden entra en un estado vagotónico de reposo y
regeneración. En cambio, si observamos las diferentes áreas cerebrales y las
adaptaciones que realizan en los tejidos que regula, se aprecia la activación o
estimulación de diferentes áreas cerebrales y la desactivación o disminución
de actividad de otras. Es decir, lo que entendemos como un estado
simpaticotónico, a unos niveles fisiológicos normales, representa una
activación cerebral y estimulación orgánica de los tejidos que regula, para
hacer frente a las necesidades diurnas. Ante una situación conflictiva, este
estado simpaticotónico aumenta por el incremento de la estimulación cerebral,
necesaria para dar una respuesta inmediata. El estado vagotónico, observado
en los niveles fisiológicos normales, representa la desactivación de diferentes
50
áreas cerebrales y la activación de otras, para llevar a cabo el proceso de
letargo, regeneración y normalización característicos.
En resumen, lo que observamos a nivel cerebral es la activación o reducción
de la estimulación de diferentes áreas cerebrales. Estas adaptaciones
modulan los procesos fisiológicos adaptados al ritmo solar, al ritmo de día y
noche. Las diferentes zonas cerebrales generan un potencial de acción que
representa el impulso neurológico necesario para crear la adaptación
correspondiente.
En términos de estimulación, sólo existe la estimulación y la ausencia o
reducción de estimulación. Lo que conocemos como estado vagotónico de
una zona cerebral y el tejido que regula, es un descenso de la estimulación
del área cerebral. La muerte representaría la ausencia total de estimulación
de todas las áreas cerebrales.
Estamos rodeados de este fenómeno elemental. Si observamos nuestra
fuente de calor básica, el sol, comprendemos la simplicidad de este
fenómeno. Lo que nosotros conocemos como noche, es simplemente la
ausencia de los rayos del sol. En física es bien conocido que el frío no existe,
que en realidad el descenso de temperatura representa la ausencia de calor.
El frío se reconoce por las diferentes percepciones que tenemos y sus
reacciones; la percepción de frío, en esencia, este fenómeno (al menos para
nosotros), representa una ausencia de calor:
Así, el frío es la ausencia de calor, la noche es la ausencia de día (de los
rayos solares) y los estados vagotónicos globales son simplemente
modificaciones de las diferentes áreas cerebrales: estimulación y reducción o
ausencia de estimulación.
Una persona en un estado vagotónico fisiológico normal, cuando sufre una
situación chocante entra automáticamente en un estado global
simpaticotónico. Esta situación conflictiva activa la estimulación de diferentes
áreas cerebrales que provoca una respuesta, la persona entra en un estado
simpaticotónico conflictivo para crear una adaptación inmediata. En cambio la
persona puede estar en un estado simpaticotónico fisiológico normal y
encontrar una solución de un conflicto antiguo que le provoca entrar
progresivamente en un estado vagotónico. Su estado simpaticotónico
fisiológico normal frenará ligeramente el estado vagotónico, y a medida que
avance el día se irán ampliando los síntomas y molestias (en caso de que
haya tejidos a regenerar).
He visto personas en un estado vagotónico superior a los niveles fisiológicos
normales, ya que estaban llevando a cabo una fuerte regeneración, y ver
51
reducir sus reacciones simpaticotónicas, es decir: recibir una situación
conflictiva intensa y comprobar cómo su emotividad se alteraba pero en
cambio su temperatura en las extremidades no veía modificada
significativamente. Por eso la comprobación de la temperatura de las manos
es un indicador aproximado, muy evidente en casos extremos de estos dos
estados antagonistas, pero no decisivo cuando existen varios procesos
simultáneamente.

El enunciado de la 6ª Ley Biológica dice así:


En los procesos biológicos sólo existe estrés (estimulación, potencial de
acción) y la ausencia de estrés (ausencia de estimulación, disminución
del potencial de acción). Así todo tiene una finalidad biológica en F.A.

Lo único que se puede comprobar es la estimulación de un área cerebral y su


adaptación correspondiente en los tejidos que regula. A días de hoy no
disponemos de mecanismos medidores eficaces que puedan cuantificar la
intensidad de las diferentes áreas cerebrales. Cuando esto sea posible,
entonces hablaremos de factores que provocan un aumento de la intensidad y
factores que la reducen.
En el enunciado de la 1ª Ley Biológica se define que todo proceso especial
biológico sensato inicia con una situación chocante, un DHS: conflicto
dramático, agudo, que te coge a contrapié y que es vivido con un sentimiento
de soledad.
En el momento que se pueda cuantificar en tiempo real la actividad e
intensidad de las diferentes áreas cerebrales sólo se hablará de factores que
aumentan la intensidad y factores que la disminuyen. Incluso entran dentro de
esta explicación todas las características emotivas de la vivencia del conflicto.
En la primera ley habíamos definido que la masa conflictiva era la
modificación orgánica creada en relación a la intensidad del conflicto y la
duración.

52
Esta regla se cumple siempre, menos en las constelaciones esquizofrénicas,
como hemos anticipado antes en la exposición de la 5ª Ley Biológica y que
veremos con más detalle cuando expongamos la 8ª Ley Biológica.
Una situación vivida con intensidad durante un periodo de tiempo crea masa
conflictiva. Las adaptaciones orgánicas, tanto a nivel cerebral como los tejidos
que regula son proporcionales a la masa conflictiva.
Cuando dispongamos de medios para poder medir con precisión la masa
conflictiva, los matices de la definición del enunciado de la 1ª Ley Biológica
cambiarán. Sólo se tendrán en cuenta los factores (tanto emotivos,
circunstanciales, químicos, etc.) que provocan un aumento de la intensidad o
disminución y que factores inhiben la activación.
Esta explicación se entiende con mayor precisión con ejemplos:
Una mujer sale de casa con su hijo pequeño, se da cuenta que el ascensor
está estropeado y decide bajar las cinco plantas por la escalera. Su crío de
siete años se tropieza y se cae, la madre se queda clavada y no consigue
hacer nada para evitarlo. El niño, parece herido y semiconsciente. Se alarma,
grita y llora. Consigue captar la atención de algunos vecinos que rápidamente
llaman a una ambulancia. La madre vive una situación de preocupación por su
pequeño. Al llegar al hospital y después de las pruebas iniciales, le avisan que
su niño está muy grave.
Esta situación se representa dramática, ha sido inesperada, si la madre
hubiese visto o sabido que el niño estaba a punto de caer lo hubiese sujetado
con fuerza. Vivido en soledad: seguramente lo estará viviendo con más
intensidad cuando se encuentra sola, sin el acompañamiento de sus seres
queridos.
Como vemos en este supuesto ejemplo el concepto “dramático” marca la
intensidad conflictiva, igual que el adjetivo “agudo”. La aparición inesperada (“a
contrapié”) aumenta la intensidad de la respuesta, si hubiese sabido que era
posible que sucediese esa caída, seguramente hubiese previsto métodos para
evitarlo. “Vivido en soledad”, esta característica también influye en la intensidad
del conflicto, todos sabemos que una pena compartida representa una pena
dividida, es decir, la expresión reduce la intensidad. Esta expresión no
representa simplemente la verbal.
La situación hipotética no ha cambiado, el hijo se ha caído por las escaleras y
está gravemente herido, pero la emotividad de la persona puede cambiar ante
muchos supuestos factores.
Otro ejemplo: Un chico joven, de veintisiete años de edad decide hacer junto

53
con sus amigos una ruta de turismo y aventura por el Sáhara. Transcurridos
dos días de los siete programados, les alcanza una tormenta de arena sin
poder hacer nada por refugiarse. Entre las difíciles condiciones
meteorológicas, la alarma y la confusión, se separa del resto del grupo. Al
pasar la tormenta comprueba que está solo y abandonado a su destino. En
este supuesto caso, la percepción de la situación marcará la intensidad del
conflicto. Si es una situación en la que ya se ha encontrado en otra ocasión y
ha salido con éxito, seguramente lo vivirá con menos intensidad. Entre otros
conflictos, activará el programa especial de retención hídrica, con el sentido
biológico de darle una mayor oportunidad de supervivencia. Como podéis
imaginar, las posibles intensidades pueden ser múltiples, dependiendo de
muchos condicionantes asociados a la vivencia de la persona. La situación
inesperada incrementa la intensidad de la situación: si la persona hubiese
estado avisada del riesgo de sufrir una tormenta o una pérdida, seguramente
hubiese cogido provisiones para poder soportar la travesía, con seguridad
hubiese tenido presente su situación actual y los puntos de referencia en caso
de pérdida. Vivir esta situación hipotética en soledad agrava la intensidad del
conflicto, si la persona se hubiese perdido con un amigo, seguramente no
hubiese cambiado la situación de pérdida pero seguro que sería más llevadera
(siempre que tengan el mismo objetivo), uno sería un apoyo y estímulo para el
otro. Si entran en juego factores químicos, comprendemos con claridad que
cualquier tipo de calmante, en esta situación hipotética, reducirá toda
oportunidad de supervivencia, a menos que sean encontrados.

Teoría de Intensidades:

El factor dramático afecta directamente a la percepción subjetiva de la


persona ante un suceso. Seguramente esta característica se puede valorar
dependiendo la cantidad de áreas cerebrales que estén estimuladas de
manera no conflictiva, es decir, los recursos que invierte. Esto indica cuanto
influye en nosotros.
El factor inesperado aumenta el estrés, la estimulación. Puede aparecer en
una situación conflictiva o simplemente en un contexto de sorpresa. Una
persona cuando recibe una situación que no esperaba, se sorprende, es decir,
aumenta su estimulación. Este fenómeno es importante, porque cuando
aparece una solución de un conflicto que ha creado una modificación orgánica,
54
si la persona lo recibe con euforia y alegría, frena y retrasa el proceso de
regeneración. Esta situación provoca que la persona no note ningún tipo de
síntomas, como mucho una mezcla de ilusión, energía y cansancio. Así, si
aparece este factor en fase activa aumenta la intensidad y si aparece en la
solución retrasa el proceso de regeneración.
Cuando se hace referencia al factor de sentirse solo y abandonado expresa
algo biológicamente inespecífico. Estas características pueden representar
diferentes tipos de procesos. Por un lado podemos sentirnos solos y
abandonados al notar una separación-ruptura de contacto, una distancia
sensorial. Este proceso se activaría en la corteza sensorial. En cambio,
también puede hacer referencia al proceso relacionado con los túbulos
colectores renales, el de sentirse solo y abandonado, sentirse como pez fuera
del agua. Este tipo de proceso va relacionado con nuestra emotividad
individual, es decir, cuando la persona siente que ha perdido o se ha alejado
del punto de referencia seguro.
Cuando se dice que el suceso “te coge a contrapié”, quiere decir que nuestro
organismo no tiene codificado un mecanismo de respuesta automático para
esa situación, o si lo tiene ya es demasiado tarde, seguramente se han
activado dos zonas cerebrales que frena el movimiento, la acción y la
respuesta, este punto lo hablaremos con más detalle después de que
expongamos la 8ª Ley Biológica. La respuesta puede ser posterior sólo si
aparece la posibilidad. A veces la falta de respuesta o decisión nos mantiene
en la situación conflictiva, es decir, nuestra capacidad de respuesta nos facilita
encontrar una solución. Lo veremos mas adelante.
Los agentes químicos influyen sobre las intensidades de respuesta, así el frío
y el calor también. El calor disminuye el estrés y el frío lo aumenta.
Comprobamos como las descripciones iniciales, eran aproximadas.
Encontramos en ocasiones, modificaciones orgánicas que han sido activadas y
mantenidas por una situación conflictiva y emotividad con unas características
propias y que no mantienen todas los matices enunciados inicialmente en la 1ª
Ley Biológica. Progresivamente nos vamos acercando a una precisión que
nos facilita comprender en su totalidad cualquier caso. Es de entender, que las
primeras investigaciones, las que llevaron a describir la 1ª Ley Biológica se
basaban casi en su totalidad en entrevistas personales en busca de
denominadores comunes. Ahora tenemos la posibilidad de completar aún más
el puzzle y descifrar los matices que se mantenían ocultos.

55
Algunos estímulos están asociados con otras áreas que los inhiben. La
respuesta es el resultado del equilibrio de estos dos estímulos. Existe el
equilibrio entre diferentes áreas cerebrales como hablaremos en la 8ª Ley
Biológica. Algunas reacciones son el resultado de la suma de diferentes
áreas cerebrales y otras es el resultado de dos estímulos antagonistas.
Inicialmente, igual que pasa en el mundo animal en libertad, el equilibrio de los
biorritmos son más regulares y estables, sólo en situaciones conflictivas se
ven alterados como se explica en la teoría. En cambio, nuestro proceso
evolutivo continuamente ha ido alterando estos equilibrios. Nuestro organismo
en su totalidad se ha ido adaptando a las modificaciones que hemos ido
creando. Por ejemplo, el simple hecho de controlar y adquirir el dominio del
fuego provoca poder alargar e influir sobre nuestros niveles de estrés en los
ritmos de día y noche, podemos alargar la actividad diurna.
Esta 6ª Ley Biológica puede parecer al principio un simple matiz, pero en
realidad permite completar la comprensión de los procesos biológicos. La
manifestación de esta nueva Ley Biológica es revolucionaria desde el punto
de vista de la Medicina de estado y aún más en la Nueva Medicina Germánica
(marca registrada limitada sólo a cinco leyes de la naturaleza). Gracias a la
comprensión de esta 6ª Ley Biológica podemos afirmar que todos los
procesos biológicos tienen su sentido en fase activa, cuando el
organismo siente la necesidad de respuesta. Todos los tejidos tienen su
sentido biológico en los momentos de estrés, a diferencia de lo que se había
expuesto durante estos últimos 29 años.
Como explicábamos en la 3ª Ley Biológica los tejidos regulados en el
paleoncéfalo (tronco cerebral y cerebelo) en fase de estrés sufren un aumento
de función y tejido. En cambio los tejidos regulados por las áreas del
neoencéfalo produce una reducción de tejido. Según lo que manifiesta la 5ª
Ley Biológica todas las enfermedades pertenecen a un programa especial
biológico sensato (EBS), en cuanto que todo tiene un sentido, una finalidad.
El sentido biológico, si tenemos en cuenta las primeras cinco Leyes
Biológicas, se distribuía de esta forma: En el tronco cerebral, que regula las
funciones básicas de absorción y expulsión de nutrientes, aparece un
aumento en fase activa. La finalidad y sentido biológico lo encontramos en
fase de estrés para afrontar la situación de necesidad aumentando alguna o
todas sus funciones fisiológicas (sensorial, absorción, excreción, secreción y
motilidad). A modo de ejemplo, si aparece una oclusión intestinal será lógico
que se active la función excretora y el peristaltismo. Una reducción funcional
56
en esta fase de necesidad no tendría ningún sentido. Si la persona siente en
un momento determinado miedo a morir de hambre lo más sensato es un
aumento de la función absorbente para captar al máximo el poco nutriente que
se ingiera. Todos los tejidos derivados del endodermo en fase de estrés
producen una aumento de función.
En el cerebelo la manera que actúa es similar al endodermo, en fase activa de
este tipo de conflictos produce un aumento de función y tejido. También su
sentido biológico lo encontramos en la fase activa. Como ya habíamos
comentado antes los tejidos que regula esta zona cerebral son membranas de
protección. Éstas se activan cuando la persona siente un ataque en la zona. El
aumento de función y tejido tiene su sentido en fase activa ya que aumenta la
protección. No tendría ninguna utilidad que en fase de necesidad redujese las
membranas de protección.
En los tejidos regulados por el ectodermo, regulados por la corteza cerebral,
en fase activa aparece una reducción de tejido o función. Veremos que con la
8ª Ley Biológica el sentido biológico cambia dependiendo del tejido implicado.
Aquí también encontramos el sentido biológico en fase de estrés, aunque en
algunos procesos aún no está del todo claro. Pero la gran mayoría sí, en las
fichas del ectodermo encontrareis la ampliación de información a la luz de los
últimos estudios. Al observar las membranas de epitelio plano que forman
conductos y que derivan del ectodermo, en fase de estrés, al reducir el tejido,
aumentan la sección del conducto. En estos casos el sentido biológico lo
encontramos en fase activa: facilitar la circulación.
Los tejidos regulados por la sustancia blanca cerebral, según las cinco
primeras Leyes Biológicas, funcionan similar a los tejidos regulados por el
ectodermo, en fase activa producen una disminución de tejido. El conflicto que
activa esta área cerebral se ha definido de forma general como
“Desvalorización”. Los tejidos que regula esta zona cerebral son los de
estructura (músculos, huesos, sistema linfático, etc.). Su sentido biológico, al
no conocer la 6ª Ley Biológica se creía que estaba al final de la regeneración,
cuando aparecía un aumento de tejido estructural (hueso, músculo, tejido
conjuntivo, etc.). Por eso se denominaba “Grupo de Lujo”, ya que al final del
proceso de regeneración aparecía un aumento de tejido para reforzar la zona.
Por este motivo se consideraba que el sentido biológico de todos los tejidos
regulados por la sustancia blanca se encontraba al final de la regeneración.
Esto, como veréis ahora, funciona de otra manera mucho más sencilla.

57
Gracias al conocimiento de esta 6ª Ley Biológica podemos afirmar que
todos las modificaciones que se producen en un tejido en fase activa
tienen su sentido biológico en esta fase de adaptación de urgencia.

En las tablas de la correlación psique-cerebro-órgano, aún a días de hoy, se


sigue considerando que el sentido biológico de los tejidos regulados por la
sustancia blanca, se encuentran al final de la fase de regeneración.
Representa el conjunto de tejidos conocidos como el grupo de lujo (huesos,
músculos, articulaciones, sistema linfático, sanguíneo, etc.), aquellos que
producen un aumento de tejido al final de la regeneración. Esto era un error, o
una interpretación parcial de lo que sucede. Es verdad que al final de la
reparación encontramos un aumento de tejido, y que este reforzamiento
estructural tiene su propio sentido biológico, pero el organismo cuando se
encuentra en la situación conflictiva no realiza la modificación (reducción de
tejido) pensando e interpretando en el reforzamiento cuando desaparezca la
necesidad de adaptación; esta interpretación sólo la realiza nuestra capacidad
intelectiva. El organismo regenera en exceso todos los tejidos pertenecientes
a la estructura para reforzar la zona que detecta alterada y dañada. Mientras
que la persona se encuentra en la situación conflictiva (en fase activa
continua), el organismo no detecta la alteración como una anomalía, sino
como algo necesario. Algunos de los mecanismos que provoca esta distinción
los explicaremos después de exponer los principios de la 7ª Ley Biológica.
Por este motivo solamente se activa la regeneración cuando la persona sale
de la situación conflictiva, cuando ya no siente la necesidad de respuesta y
adaptación. En este momento, como veremos en la 7ª Ley Biológica se inicia
el proceso de regeneración y normalización del tejido alterado teniendo en
cuenta la información genética que dispone, para volver al estado óptimo
codificado en el material genético y hacerlo en el mínimo tiempo posible.
Así, encontramos el sentido biológico, de lo que conocíamos hasta ahora
como el grupo de lujo, en la fase de estrés y que el exceso de tejido que
observamos al final de la regeneración, es un mecanismo automático de
reparación cuando se detecta un daño estructural, tanto en una alteración
provocada por una modificación biológica de respuesta ante una situación
conflictiva, como por un traumatismo.
Muchos de vosotros, llegados a este punto, os preguntareis cual puede ser el
sentido biológico de unas reducciones estructurales, cuando sentimos una
desvalorización; conozco bien esta pregunta, es la misma que yo me he
58
hecho durante años. Mucho tiempo he estado reflexionando sobre el tema. La
primera vez que escuché a Geerd hablar del “grupo de Lujo”, algo no me
cuadraba, sentía que faltaba alguna pieza del puzzle, pero mis conocimientos
y mis razonamientos no me permitían comprender que era lo que no
encajaba, mi sistema de interpretación de entonces no me permitía
descifrarlo. Lo que tenía claro es que no era nada lógico que el organismo
ante una situación conflictiva en la que sentía que no era capaz de realizar
algo, iniciase una reducción estructural con la intención de que cuando se
superase el conflicto la reforzase. Dicho de otro modo: que el organismo
programase el reforzamiento de la estructura, cuando sentía una
desvalorización, con un previo daño mediante una reducción de tejido
estructural. Expresado de una tercera manera, que cuando nosotros sentimos
la necesidad de respuesta y adaptación nuestro organismo se adaptase
pensando en el final de la reparación y lo hiciera con una reducción de tejido.
Dicho de una cuarta manera: que el organismo activase un potencial de
acción en una zona cerebral sin ninguna finalidad biológica, que simplemente
lo realizase pensando en el momento que se eliminase el estímulo, y de este
modo reforzar esa zona. Después de muchas horas de estudio he podido
comprobar que este tipo de interpretaciones no siguen las leyes de la
naturaleza, que acostumbran a ser simples, directas, útiles y unidas con el
resto. Esta interpretación inicial, que ha durado más de 29 años, simplemente
es una interpretación racional de la percepción personal de un conjunto de
sucesos. Si os soy sincero, intuía que esto no era así desde el principio,
sentía que era más una interpretación que una realidad objetiva, pero me
arriesgaba a ser tachado de interpretar las primeras cinco Leyes Biológicas a
mi manera o ser simplemente rechazado. Ahora estoy seguro de cómo
funciona y por eso quiero compartirlo con vosotros. Todos nos merecemos
este gesto de valentía y mucho más.
Puede parecer un detalle a simple vista, pero la integración de este concepto
marca una gran diferencia en la interpretación de multitud de tejidos. Nos
permite aportar precisión a los procesos que desde la visión de las primeras
cinco Leyes Biológicas no era posible.
No descarto que el hecho de pensar que el sentido biológico está al final de la
reparación tenga su utilidad terapéutica, he visto a mucha gente tranquilizada
al realizar e integrar este tipo de razonamiento. Muchas de estas personas
han sufrido una desvalorización y después se les ha lastimado su autoestima
diciéndoles que su estructura estaba dañada, que la zona estaba enferma.
59
Algunas de ellas se sienten aliviadas al saber que el sentido biológico de sus
alteraciones son algo natural y lógico, que lo realiza su organismo con la
finalidad de reforzar esa zona y que al final de la reparación tendrá más tejido
y su estructura estará reforzada. Algunas personas desvalorizadas se sienten
profundamente tranquilizadas al saber que al final de la regeneración, esos
tejidos aparentemente debilitados, serán más fuertes, más hábiles, más duros
o resistentes. Algunos consiguen la calma mientras su organismo regenera y
se refuerza; otros sueñan con ese día.
¿Cuál puede ser el sentido biológico necesario para que el organismo
reduzca el tejido de su estructura? Lo veremos en el apartado siguiente,
donde expondremos la teoría del Diseño Estructural©.

60
Y O U R E S S E N C E

Teoría del Diseño Estructural©

¿Cuál puede ser el sentido biológico necesario para que el organismo


reduzca el tejido de su estructura?
Para explicarlo recurriré a sus elementales principios fisiológicos, a las
características de los tejidos estructurales y la utilidad en relación al conjunto
del organismo. El resultado de estos mecanismos lo denomino Diseño
Estructural©. Es necesario reducir y reponer tejido para poder moldear la
estructura para cubrir las funciones necesarias que se demandan. Unas de
las funciones principales del hueso es la de soporte y protección. Los
músculos utilizan los huesos de palanca cuando se produce la contracción
muscular. También representan una reserva de minerales, existe una
homeostasia directa entre la sangre y el hueso. La fuerza de tensión de este
tejido es similar a la del hierro fundido, pero su peso es aproximadamente una
tercera parte menor. El tejido óseo es el resultado evolutivo de la búsqueda y
la necesidad de conseguir la máxima resistencia con el mínimo peso. Así,
siempre que encontramos una reducción de tejido estructural, no mantiene el
mismo sentido biológico. Es imprescindible especificar cada tejido y cada
proceso, ya no es posible agrupar todo este grupo en el mismo apartado:
clasificado como “desvalorización”.
Pongamos ejemplos simples para comprender algunos de estos principios
básicos:
Imaginemos a un árbol que se encuentra rodeado por árboles más grandes
que le tapan su objetivo, su fuente de energía, la luz. Este árbol siente (no
consciente), que no es lo suficientemente alto, grande, para atrapar el bocado
luz, así iniciará un proceso conflictivo de adaptación de urgencia con la
intención de aumentar su estructura tanto como sea posible para atrapar el
nutriente necesario para su subsistencia.
Este conflicto sería similar o análogo en los humanos al conflicto relacionado
61
con la adenohipófisis, el de sentir que no se es lo suficientemente alto o
grande para atrapar el bocado o el objetivo. En fase de estrés aumenta la
producción de la hormona de crecimiento produciendo lo que nosotros de
manera patológica denominamos gigantismo. Imaginemos un jugador de
baloncesto que siente que no es lo suficientemente grande para atrapar el
bocado/objetivo, en este caso su objetivo es tocar-atrapar el aro de la
canasta, conseguir ser un jugador de élite. Todos sus objetivos de vida giran
en torno a ese aro metálico donde tiene proyectado todos sus nutrientes, su
valía y sueños. Conseguir ese objetivo le aportará territorio físico, nutrientes y
territorio sexual. Comprendemos claramente que en este caso, perteneciente
a un tejido endodérmico, es lógico un aumento de función en la situación de
estrés, con la intención de aumentar el tamaño para superar la situación
conflictiva.
En cambio podemos imaginar lo que le sucedería al árbol si de repente
construyen un puente encima de él y ve tapada su fuente de energía, la única
opción para atrapar su objetivo es modificar la estructura. Crear un diseño
nuevo capaz de captar la fuente de energía.
Después, si ha conseguido producir la modificación necesaria para mantener
su estructura global y atrapar su objetivo, iniciará un proceso de reforzamiento
de la zona estructuralmente dañada para que sea estable. Observamos este
fenómeno de la misma manera cuando la corteza del tronco del árbol se ve
dañada, inicia una proliferación celular de regeneración y acumula salvia en la
zona que luego progresivamente endurecerá; al final observamos un exceso
de tejido en la zona reparada similar a lo que sucede en el hueso después de
una fractura o fisura ósea. Aparece un callo óseo que refuerza el tejido. Esto
simplemente es una analogía, en nuestro organismo disponemos de
elementos contráctiles que producen la tensión necesaria para ejecutar los
movimientos y acercarnos a nuestros objetivos.
Actualmente se especula que la regeneración en los huesos se activa cuando
se detecta una ruptura de los vasos sanguíneos de la zona, algo lógico en un
traumatismo. En cambio la regeneración de un proceso biológico se activa
sólo cuando detecta una solución del conflicto. Si la persona está en fase de
estrés, cuando siente la necesidad de respuesta, no tiene sentido el inicio de
la regeneración, ya que lo único que provocaría sería frenar la adaptación y la
oportunidad de superar la situación conflictiva. Después de la explicación de
la 7ª Ley Biológica comprobaremos los mecanismos y factores que facilitan
que la regeneración aparezca cuando desaparece la necesidad de respuesta.
62
El Diseño Estructural© es el causante de progresivas degeneraciones o
reducciones de tejido en una zona concreta del cuerpo o de manera
generalizada en fase activa, sin crear ninguna sintomatología. Solamente se
perciben las molestias en la fase de regeneración, justo cuando la persona se
relaja de la situación conflictiva. Cuando ya no tiene sentido seguir con esa
adaptación, en ese momento es cuando se regeneran los tejidos que estén no
consolidados.
Para nosotros, nuestros objetivos son aquellos a los que dedicamos nuestros
recursos y energía. Nos dirigimos instintivamente hacia aquello que sentimos
que nos nutre. Originariamente era la búsqueda directa de alimento, pero
ahora este objetivo puede ser el trabajo, la casa, un abrazo, escapar o
atrapar, recuperar nuestra autoestima, entre otros.
En fase activa aparece una reducción de tejido y en fase de solución (si llega
la solución) refuerza y consolida la estructura.
Existe la posibilidad, de hecho es algo frecuente cuando no se conoce las
causas del proceso, que la persona en el momento que soluciona el conflicto,
cuando se valoriza e inicia la fase de regeneración, se sienta desvalorizado
localmente al comprobar una reducción de su capacidad provocada por la
reparación en curso. Esto normalmente provoca unas recidivas conflictivas
que alargan en el tiempo el proceso de regeneración. Conviven la fase activa
(adaptación continua) y el proceso de regeneración.
Debemos diferenciar las alteraciones provocadas en la estructura rígida, la
reducción de tejido óseo localizado o generalizado, y las modificaciones
provocadas en las articulaciones. Estas últimas están relacionadas con la
articulación del movimiento y en menor medida con el tejido muscular. Los
motivos y las causas no son iguales. En definitiva el sentido biológico ya no es
el mismo. A continuación encontrareis los procesos biológicos de la estructura
ósea y muscular a modo de ejemplo. En el libro “Las Ocho Leyes Biológicas”
podréis encontrar la clasificación de las diferentes partes de los tejidos óseos
y sus sentidos biológicos dependiendo de la modificación que sufren en fase
activa y el resto de la nueva clasificación de los tejidos regulados por la
sustancia blanca cerebral, a la luz del conocimiento de las Ocho Leyes
Biológicas. Como podréis comprobar su sentido biológico estará en fase
activa, en la fase de necesidad, y es único para cada tejido dependiendo de la
función fisiológica que realiza.

63
Y O U R E S S E N C E

Tejido óseo

El tejido óseo deriva del mesodermo, concretamente del mesodermo del


neoencéfalo, regulado por la sustancia blanca cerebral. Su función principal
es el soporte. En algunas zonas también tiene la función de protección
estructural, como el cráneo y las costillas. Actúa como armazón del
organismo, similar a como lo hacen las vigas en los edificios. Configuran la
forma, alineación y posición de las partes del cuerpo. Junto con los músculos
facilitan el movimiento. Estas estructuras rígidas hacen de palanca para
producir movimiento gracias a la contracción muscular.
Una función química, no menos importante, es la de reserva mineral, los
huesos son una fuente de calcio, fósforo y otros minerales esenciales para la
supervivencia. Existe una homeostasia (un equilibrio) gracias al intercambio
continuo de la concentración de estos minerales entre la sangre y el hueso. El
calcio es el mineral con mayor presencia en el organismo, el 99% del calcio
se concentra en los huesos y dientes, el 1% restante, se encuentra distribuido
entre las células musculares, los líquidos intersticiales, y el torrente
sanguíneo.
Los osteoblastos y los osteoclastos, son células óseas que conjuntamente
intervienen para moldear el hueso, diseñando su forma, son los encargados
de crear el Diseño Estructural©. En el crecimiento de tejido óseo, es
necesario eliminar el tejido sobrante y colocar nuevo tejido. Algunos huesos
están diseñados para soportar gran cantidad de peso, otros para desarrollar y
estructurar movimientos precisos. Este proceso de moldeado estructural
también lo vemos, no tan evidente, en el organismo adulto. Se reabsorbe
hueso de las zonas donde ya no son necesarias y se deposita donde se tiene
que formar tejido óseo. Se ajusta el tamaño, la forma y la densidad,
dependiendo de la exposición del tejido a su entorno, se adapta según las
necesidades a las que se encuentra. Se deposita mayor tejido en las zonas

64
donde hay la presencia de actividad, tensión,
mayor ejercicio (estrés motriz), y se reduce
tejido en aquellas zonas donde no hay tanta
Células Orgánicas
actividad y tensión.
30%
Los huesos están formados por células
orgánicas y minerales:
En el interior del hueso y del hueso
Minerales
esponjoso existe otro tipo de tejido, blando y
70%
extenso, conocido cómo la médula ósea. Es
donde se da la producción de células
sanguíneas, este apartado lo abordaremos
después de explicar la 7ª Ley Biológica.
El hueso como tejido, igual que sucede en todos los tejidos del cuerpo, está
totalmente adaptado a sus funciones fisiológicas. Comprobamos como la
función y la estructura están estrechamente interrelacionadas, es un tejido
muy especializado según la historia evolutiva y modificable según las
adaptaciones a las que tenga que hacer frente la persona.

La fuerza de tensión que puede soportar, como hemos comentado, es similar


al hierro fundido, aunque pesa una tercera parte menos. Podemos afirmar que
el hueso es el resultado del perfeccionamiento y optimización del equilibrio
entre la mayor fuerza con el mínimo peso posible.
El hueso básicamente está constituido por un tejido esponjoso interno, las
trabéculas y un tejido compacto exterior que lo recubre.
La distribución de las estructuras esponjosas del interior del hueso no son
aleatorias o desordenadas como puede parecer a simple vista. Estas se
sitúan siguiendo las líneas de tensión. Como es evidente, estas líneas de
tensión son diferentes en cada hueso según su actividad y tensión, también
difieren de una persona a otra.
En el hueso observamos principalmente tres tipos de células:
Osteoblastos: células encargadas de crear hueso. Son pequeñas células que
sintetizan y secretan una matriz. Las fibras de colágeno se alinean de forma
regular en esta matriz y sirven como armazón para el depósito de calcio y
fosfato, con la finalidad de crear hueso mineralizado.
Osteoclastos: células encargadas de reabsorber hueso. Son más grandes
con varios núcleos. Son las células responsables de la erosión activa de los

65
minerales del hueso. Son originados a partir de la línea de los macrófagos-
monocitos, derivan de la médula ósea.
Osteocitos: células óseas maduras, osteoblastos maduros.
Para modelar una estructura necesitamos la creación de material, los
osteoblastos, que contribuyen en crear una matriz para constituir material
óseo, y la descomposición de algunas partes que son necesarias reducir, los
osteoclastos. Esta modelación de la estructura se produce por a la continua
necesidad de adaptación. En algunas zonas surge la necesidad de erosión y
en otras constituir y formar masa ósea. Este proceso influido por las
situaciones conflictivas lo he denominado Diseño Estructural©.
Algunas de las características y funciones óseas más significativas:
• Aportan soporte y protección en algunas zonas.
• Punto de unión entre los músculos. Los músculos los utilizan de
palanca para ejercer movimiento.
• Reserva de minerales, homeostasia sangre-hueso. El calcio es
necesario para varias funciones fisiológicas.
• Producción de células sanguíneas, médula ósea.
• Fuerza de tensión similar al hierro fundido.
• Pesa 1/3 parte menos que el hierro fundido.
• Mantiene un equilibrio entre la máxima resistencia con el mínimo
peso. Es el resultado de la mayor fuerza con menor peso.

Cada modificación del tejido óseo dispone de su propio sentido biológico


dependiendo de la función y su localización. Cada modificación significará un
proceso específico. Existen modificaciones que se manifiestan
progresivamente, fruto de una adaptación diluida en el tiempo. En cambio
puede aparecer una modificación relativamente rápida cuando la persona
tiene que adaptarse con urgencia a una situación inesperada.
Un supuesto ejemplo: Una persona trabaja en una fábrica durante 15 años
realizando un trabajo manual y nunca ha notado molestias en las manos. Un
día, sin avisar, se da cuenta que le han empezado a doler las articulaciones
de las manos. El dolor y las molestias se incrementan con los días. En este
caso deberíamos preguntarnos porqué aparece esta manifestación ahora y
no antes. Muchos de vosotros pensareis que es por el desgaste después de
tantos años: es una hipótesis recurrente.
Esta persona observa las molestias justo después de sufrir una situación
conflictiva en la empresa, le han cambiado de su puesto de trabajo y
66
desarrolla una actividad que no ha hecho nunca y que no le gusta, pero que
con resentimiento realiza durante toda su jornada laboral. Desarrolla su
trabajo con tensión, y comprueba los dolores articulares después de estar
expuesta a esta actividad conflictiva. Las molestias surgen por el desgaste
diurno provocado al realizar una actividad intensa, agravada por la masa
conflictiva. Esta persona si se hubiese acogido a este cambio como una
ruptura de monotonía, como algo normal, no hubiese manifestado mayor
problema. Si esta situación conflictiva dura en el tiempo, es decir, que no
encuentra una solución, permanecerá continuamente en fase activa durante la
jornada laboral y la fase de solución aparecerá al salir del trabajo y
desahogarse o expresarse en su ámbito más íntimo. Esta situación
recidivante provocará un progresivo dolor y alteraciones orgánicas. Si esta
situación se lleva al extremo, es decir, la persona no se relaja y no encuentra
una alternativa, con total probabilidad, será en parte bien recibido el
diagnóstico de artritis. Esta artritis representará la solución del conflicto ya que
le conceden la baja laboral para que se recupere. La situación de solución,
acostumbra en ocasiones a ser provisional, ya que desde ese momento a
parte de sufrir una desvalorización local, la persona intuye que si se soluciona
tendrá que volver a su puesto de trabajo. Después de varios intentos
fracasados ve como el diagnóstico representa una evidencia y encaja con lo
que ya creía. Las combinaciones de sucesos son múltiples.
Una vez más, vemos cómo la aceptación social y el conocimiento de estos
procesos provocarán, sin duda, una nueva reestructuración no sólo en el
ámbito médico. Si las empresas y las administraciones conociesen y
aplicasen estos conocimientos aumentarían la productividad, el rendimiento y
lo más importante: la comprensión de sus empleados y contribuyentes. Se
forjarían personas cada vez más valoradas y recompensadas al desarrollar
aquellos aspectos en donde se sienten más preparadas. ¿Creéis que la
sociedad está preparada para este cambio?
Queda claro que cuanto mayor sea la intensidad conflictiva mayor será la
modificación que el organismo hará. Dependiendo de donde se manifieste nos
indicará el tipo de conflicto. Este siempre va relacionado con el movimiento o
la función que desarrolla esa parte del cuerpo. El error ha sido creer que los
procesos óseos tienen un único sentido biológico, cuando en realidad,
dependiendo donde se manifieste la adaptación, en función de la emotividad
de la persona, tendrá un sentido biológico u otro. El tipo de conflicto cambiará
dependiendo el lugar donde aparece. Os pongo algunos ejemplos:
67
Gracias a la manos podemos desarrollar acciones como coger algo, sujetar,
atrapar. De esta forma la situación conflictiva va asociada a estas funciones:
cuando la persona siente que no puede coger, sujetar, atrapar su bocado-
objetivo.
Muñeca: no poder dirigir, orientar, torcer, etc. (Mover por un momento la
muñeca y pensar que ha tenido que suceder para que un hueso rígido pueda
producir esos gestos).
Codo: “No poder sujetar algo o a alguien hacia uno mismo”. “No poder
expulsar alguien que está cerca”.
Hombro: a) No poder levantar a alguien. b) No poder abrazarlo. c) No poder
retirar algo o alguien.
Columna vertebral: Es el eje principal, aunque está en una posición central
también encontramos lateralidad cruzada entre cerebro y tejido.
Desvalorización hacia algo que moviliza los objetivos principales, no las
interpretaciones intelectuales sino donde están invertidos la mayoría de
nuestros recursos. Nunca hay que olvidar que cualquier proceso puede
activarse por un conflicto real en el sentido estricto de la palabra, al
desarrollar un ejercicio repetitivo que crea un desgaste en esa zona concreta.
Las cervicales sostienen la cabeza, el tipo de conflicto irá relacionado
directamente con esta función. “No poder levantar cabeza”, “Tener que bajar
la cabeza”. La Cervical 2 (axis): sostiene la cabeza, sirve de pivote donde gira
el atlas y la cabeza, el conflicto estará asociado a este tipo de movimiento.
Las vértebras torácicas, articulan las costillas. Los movimientos de estas
vértebras están limitados por los discos intervertebrales delgados y por la
inserción de las costillas. La emoción que activa estos tejidos es la de sentir
falta de espacio, libertad para respirar. Las costillas envuelven y protegen los
órganos de la propia cavidad torácica, también aportan soporte a las
extremidades superiores. El conflicto es una ausencia de resistencia ósea en
costillas. Aquí normalmente el proceso va dirigido en aumentar la resistencia
ósea, lo comentaremos más adelante.
Las vértebras lumbares son las más grandes y resistentes. Se insertan los
grandes músculos de la espalda. Son las vértebras que tienen mayor flexión.
Son las que soportan el mayor peso. El conflicto figurado está relacionado
con la carga o el peso de una situación. También puede estar relacionado con
el movimiento sexual; desvalorización sexual.
El sacro es un hueso en forma de triángulo formado por la unión de cinco
vértebras sacras. Una modificación en esta estructura puede aparecer por

68
varias situaciones: asociado con la esfera sexual, con la posición en un lugar.
El cóccix también es el resultado de la fusión de cuatro vértebras formando un
triángulo, el conflicto es muy similar al sacro, también puede activarse por una
desvalorización intensa local provocada por unas hemorroides o irritación
rectal.
Si aparece un conflicto de sentir que se tiene que mantener la postura, la
rigidez porque existe un daño en la zona, inicia un proceso de reforzamiento.
Sentido biológico compactar las vértebras, lo veremos más adelante.
Estos sólo son algunos ejemplos. Para llegar al tipo de conflicto se tiene que
pensar en la función que desarrolla la zona donde aparece la manifestación y
las actividades que desarrolla la persona (de manera real o figurada). Para no
caer en un error, siempre es recomendable iniciar la investigación sobre una
situación real que esté provocando un desgaste local.

69
Y O U R E S S E N C E

El hueso como palanca

Pongamos como ejemplo el funcionamiento de otro tejido regulado por la


sustancia blanca, en este caso los músculos.
Imaginemos que la figura nos muestra la necesidad, en forma de urgencia, de
levantar un peso. La carga a levantar es el objetivo y la masa muscular es la
capacidad de contracción. La fuerza máxima de contracción es de 3/4 kg por
centímetro cuadrado de músculo. El bíceps tiene un área de 40 cm2
aproximadamente, por lo tanto la fuerza de contracción debe ser
aproximadamente 140 kg. La inserción tendinosa del bíceps está a unos 5 cm
de la articulación del codo y la longitud de la palanca del antebrazo es de 35
cm. aproximadamente. Por lo tanto la fuerza de elevación del bíceps de la
mano será de 1/7 de los 140 kg, es decir, aproximadamente 20 kg Si
colocamos la carga a una distancia menor respecto al codo, la fuerza de
elevación disminuirá; esto quiere decir que se tendrá que hacer menos
fuerza.
Se tiene que tener en cuenta la inserción muscular, su distancia en el fulcro
de la palanca, la longitud del brazo y la posición de la palanca. Así muchas
articulaciones lo que producen es reducir la distancia de palanca para poder
ejercer el movimiento de un objetivo con el mínimo gasto posible. Este ha
sido el mecanismo básico que ha creado el Diseño Estructural© de las
articulaciones. Por un lado aumenta el tejido por la capacidad de tamaño y se
desarrollan articulaciones para poder desarrollar movimientos con precisión y
aprovechar los máximos recursos.
En la imagen que sigue vemos como la articulación permite reducir el radio de
movimiento y de esta manera consigue mover un mayor peso. La incapacidad
de desarrollar el movimiento reduce el tejido óseo al tiempo que aumenta el
tejido muscular. La finalidad es desarrollar un movimiento concreto. Si esta
70
necesidad de adaptación dura en el tiempo de forma conflictiva, provocará en
el futuro una fractura en la zona donde se produce mayor tensión. Esta
fractura en nuestro mundo socializado sería rápidamente inmovilizada para
provocar el callo óseo que refuerce esa zona. El sentido biológico de la
adaptación es conseguir realizar el objetivo-movimiento y si dura en el tiempo
a un nivel conflictivo alto provocará la fractura y la formación progresiva de
una articulación. Este proceso sólo tendría sentido en el mundo animal, pero
nos permite comprender como se han ido diseñando todas las estructuras
óseas en el proceso evolutivo y como los músculos siempre han acompañado
estas modificaciones. Es de suponer que en el proceso evolutivo aparecieron
los primeros músculos primitivos que derivaban de la organización
especializada de musculatura que aún vemos en las células, después
aparecieron los depósitos de huesos organizados. Se crean matrices de
colágena donde posteriormente se depositan las sustancias minerales que
configuran el hueso. Bajo un concepto de necesidad se perfeccionan y
estructuran estos tejidos. Las articulaciones representan fracturas organizadas
que se han constituido durante el proceso evolutivo con la finalidad de
aumentar los recursos y perfeccionarse ante las necesidades de vida.

71
Y O U R E S S E N C E

Séptima Ley Biológica


El organismo Regenera
en el mínimo tiempo Posible

La segunda Ley Biológica nos dice que existe dos fases. Las personas que
no conocen esta séptima ley biológica siguen afirmando que estas dos fases
son simétricas. Por ejemplo, si una persona ha vivido una situación conflictiva
durante seis meses, el proceso de regeneración tendrá que durar seis meses.
En realidad gracias a esta séptima ley sabemos que esto no funciona del todo
así. El tejido cuando regenera lo hace en el mínimo tiempo posible. Esto ya
nos permite hacer unos cálculos que con las cinco primeras leyes no
encajaban. Es cierto que puede parecer un detalle pero en la práctica te das
cuenta que marca la diferencia. Quizá una persona que empiece a descubrir
estas LLBB, esta Séptima Ley Biológica no le parecerá una revolución, pero
si que lo es para todas aquellas personas que han estudiado durante estos
últimos treinta años. Casi siempre se han asociado los síntomas a la fase de
regeneración, por lo tanto se consideraba que era una buena señal, que la
persona estaba regenerando. Así se recomendaba tener síntomas para
regenerar, para curarse, cuando en realidad si el proceso de regeneración
dura en el tiempo significa que existe una reactivación conflictiva o que la
persona se encuentra en fase de estrés.
El organismo lleva a cabo la regeneración-normalización de los tejidos
alterados en el mínimo tiempo posible. Dispone de un estado óptimo marcado
genéticamente. Veámoslo con más detalle.
Los genes situados en el núcleo de todas las células controlan la mayoría de
funciones cotidianas. Toda esta información de gestión, estructura y función
será transmitida a nuestra descendencia. Existen aproximadamente 30.000
genes diferentes en cada célula. El ADN tiene la capacidad de controlar la
formación de las proteínas en la célula mediante el denominado código
genético. Las células realizan multitud de funciones gracias a la creación de

72
enzimas que se reflejan de la información que contiene el material genético.
Los genes controlan todas la funciones físicas y químicas de la célula,
aunque también controlan el grado de activación de los genes respectivos
para que algunas partes de la célula no crezcan en exceso y controlar
algunas reacciones químicas para que no sean nocivas. Existen mecanismos
internos para mantener el orden de las distintas actividades celulares,
básicamente se realiza mediante dos métodos de control de la actividad
química. Uno se encarga de la regulación genética que controla la activación
e inhibición de los genes, y el otro sistema mantiene una regulación
enzimática que controla los niveles de actividad de las enzimas ya formadas
en la célula.
El ADN también controla la reproducción celular, los genes y sus mecanismos
reguladores determinan las características de crecimiento de la célula y
también si se tienen que dividir para formar nuevas y cuándo. Así, el sistema
genético controla cada etapa del desarrollo del ser humano, desde el óvulo y
su fertilizado, hasta todo el funcionamiento del organismo. El eje central de la
vida es el sistema genético del ADN.
La vida de una célula se comprende entre las dos divisiones celulares, la
primera la que la forma y la segunda en la que se multiplica por mitosis para
formar dos células hijas.
Es posible que en el proceso de duplicación del ADN aparezcan mutaciones,
pero seguramente la gran mayoría de lo que consideramos actualmente una
mutación no lo es, en realidad representa la necesidad de adaptación
funcional en un proceso conflictivo de respuesta de urgencia y no un error
genético.
Algunas células se están continuamente sustituyendo, como las capas
germinales de la piel, el epitelio intestinal, como ejemplo, mientras que otras
como los miocitos del músculo liso pueden no reproducirse durante años. Las
células muy especializadas, como las nerviosas y la mayoría de los miocitos
del músculo estriado no se reproducen después del periodo de vida fetal.
Una característica del crecimiento es la diferenciación celular. Este término
define los cambios de las propiedades físicas y funcionales de las células a
medida que proliferan en el embrión para formar los diferentes tipos de tejidos
y órganos corporales. Cada célula, por muy especializada que esté, contiene
toda la información genética. Por este motivo se deduce que la diferenciación
celular no se produce por la pérdida de genes en el proceso de diferenciación
celular sino por la represión selectiva de diferentes tipos de genes, estos se

73
reprimen para siempre. Algunas células en el embrión se encargan de
controlar la diferenciación de las células adyacentes.
Cuando las células ya no se necesitan o se convierten en una amenaza para
el organismo aparece una muerte celular programada, conocida como
apoptosis. La célula descompone su estructura y es reabsorbida y digerida.
Una lesión aguda puede provocar un daño celular, así la zona se hincha y las
células estallan debido a la pérdida de la integridad de la membrana, es el
proceso que conocemos como necrosis celular. El contenido de estas células
necróticas se vierte y provoca una inflamación que afecta a las células
cercanas. La muerte celular programada está cuidadosamente equilibrada
con la formación de células nuevas. Actualmente se utilizan fármacos para
tratar lo que se consideran enfermedades, todo y no saber el origen,
induciendo apoptosis en los tejidos. El cáncer se considera una mutación o la
activación anormal de los genes celulares que controlan el crecimiento y la
mitosis celular. Se considera que son estructuralmente más débiles, en
realidad existen genes que contrarrestan estas mutaciones pero
supuestamente las células cancerígenas se han saltado este control. También
se habla de que el sistema inmunitario genera anticuerpos que eliminan estas
mutaciones pero no han sido efectivos. Estas tres explicaciones se aceptan
como hipótesis y en ellas se estructura toda la base para atender las
consideradas enfermedades oncológicas. Algunos de vosotros podréis pensar
que las leyes aquí expuestas son otras interpretaciones más, sin lugar a duda
estas, a parte de aportar unas connotaciones más ecuménicas y menos
bélicas, entran en sintonía con nuestro profundo sentido sensato de las
cosas. Estas leyes biológicas son verificables a nuestro nivel perceptivo e
interpretativo y se pueden comprobar con una visión analítica en el
laboratorio, siempre que se mire al organismo como un conjunto de
mecanismos entrelazados.
Cuando el organismo detecta que los tejidos han sido alterados, ya sea por
una situación mecánica o una modificación adaptativa, inicia un proceso de
regeneración/normalización como ya hemos comentado. Los tejidos tienen
diferente capacidad de reparación. El tejido que se detecta dañado se
regenerará o será sustituido por otro, el tejido conjuntivo fibroso es un
ejemplo claro en las cicatrices. Las células fagocitarias eliminan las células
muertas o modificadas que posteriormente llenarán de tejido los huecos que
quedan. Cuando se produce un corte en la membrana epitelial, este tipo de
células se dividen con rapidez para formar células hijas con la intención de
74
sustituir el tejido alterado. En las zonas donde no se puede producir la
sustitución de células se llenan de tejido conjuntivo fibroso. Otros tejidos
tienen una capacidad de regeneración más limitada, pero en general el
organismo vuelve a un estado óptimo en el mínimo tiempo posible que está
marcado genéticamente. Cuando desaparece la necesidad de respuesta y
adaptación tiende a volver a su estado original codificado. Los sistemas de
control genético actúan en todas las células para mantener las funciones
intracelulares y también las extracelulares.
La fase de regeneración es proporcional a la fase conflictiva, pero a diferencia
de lo que se había creído hasta ahora en la primitiva NMG sólo con las
primeras cinco Leyes Biológicas, no es inversamente proporcional, algo que
no quedaba claro hasta ahora. La gráfica de la 2ª Ley Biológica hacía pensar
que la fase activa era igual en intensidad y duración a la fase de solución,
algo que no es cierto. Explicaremos los criterios concretos gracias a esta 7ª
Ley Biológica.
Durante muchos años, lo que actualmente identificamos como fases de
respuesta inflamatoria, en un pasado se consideraba una enfermedad, los
textos de medicina antigua nos lo demuestran. Celso, un médico romano del
siglo I a.C, le dio identidad propia a esta manifestación, la describió con los
siguientes signos: rubor (enrojecimiento), calor, tumor (hinchazón). Las
características de esta manifestación, en aquel momento, se acogieron a una
identidad patológica. Hoy en día sabemos que es un mecanismo de respuesta
automático cuando aparece una lesión y que tiene la finalidad de regenerar la
zona dañada. Cuando la persona tiene presente la causa de la lesión sabe
que simplemente debe esperar y cuidar la zona hasta que se regenere y se
recupere. En cambio, cuando aparece un proceso de regeneración, con todos
sus síntomas, y la persona no sabe el origen de esa reacción, suele recurrir a
las creencias más vendidas de su momento. Las hipótesis se vuelven
realidad.
El organismo tiene programado procesos de regeneración para normalizar las
modificaciones de los tejidos, independientemente del causante. Esto lo
realiza por igual en las alteraciones provocadas por traumatismos o lesiones
resultantes de las modificaciones orgánicas programadas en caso de
conflictos biológicos, en donde se deba dar una respuesta y adaptación de
urgencia para afrontar una situación conflictiva.
Cuando el espermatozoide fecunda un óvulo crea una sola célula que dispone
de la capacidad de formar un organismo entero, desde este momento la

75
célula huevo o cigoto se divide en varias células idénticas, después
comienzan a especializarse y forma el blastocisto, de donde se formarán
todos los tejidos del cuerpo. Esto quiere decir que todas las células derivan
de la célula inicial o cigoto. Esta diferenciación celular permite especializar a
cada célula según la estructura y la función que desarrollará en el organismo.
Todas las células disponen del mismo material genético. Durante la
diferenciación, algunos genes se expresan y otros son reprimidos. La
morfología de las células cambia durante la diferenciación dependiendo de la
función que desarrollará, pero el
m a te r i a l g e n é t i c o o g e n o m a e s
prácticamente el mismo.

El material genético se utiliza para


llevar a cabo el desarrollo embrionario
del nuevo ser gracias a la diferenciación
celular. Después del nacimiento este
material genético, entre otras cosas
dirige las reparaciones, marca la
regeneración, se encarga de llevar al
organismo de nuevo a su estado normal
determinado. El ADN contiene
codificada la información necesaria para
la organización estructural y funcional de las diferentes células que conforman
cada tejido y cada órgano.

Actualmente unos de los beneficios buscados en el genoma humano es el


diagnóstico de enfermedades, como una confirmación diagnóstica y
pronóstico. Esto llevará a confirmar la presencia de enfermedades en
pacientes asintomáticos. Predecir el riesgo de enfermedades futuras en
personas sanas y en su descendencia. El tratamiento puede ir en la dirección
de reemplazar, manipular o suplementar los genes que no funcionan bien por
genes que funcionen, es decir, introducir genes en el ADN de una persona
para tratar lo que se considera una enfermedad. También observar y valorar
el riesgo de padecer una futura enfermedad. Esto sin ningún tipo de duda no
tiene sentido. Cómo se puede especular con futuros tratamientos sin tan
siquiera saber el origen de un proceso de modificación/adaptación biológica
tan evidente. Si ignoramos el conocimiento de lectura de este código

76
genético, será vendido como una salvación más, pero comprobaremos al
pasar los años que no ha cambiado nada.

Durante años de estudio, he visto llegar a la consulta (no como se entienden


las consultas médicas actuales) personas que desde hacía tiempo eran
conocedoras de las primeras cinco Leyes Biológicas y afirmaban con
entusiasmo que se encontraban en fase de regeneración. Estaban en lo
cierto, tenían todos los signos y síntomas del proceso de regeneración, pero
mi pregunta siempre delante de estos casos ha sido la misma. ¿Cuánto
tiempo llevas así? Su cara y sobre todo la de sus familiares cambia y con
menos entusiasmo confirman que llevaban en esa situación bastante tiempo y
cada vez con una calidad de vida más reducida y un estado de salud
menguado.
Uno podría llegar a pensar que al haber durado la situación conflictiva 2 años
y medio la fase de regeneración debería durar aproximadamente lo mismo.
Esto era un error importantísimo que ha hecho llevar a la gente a una
esperanza e ilusión ficticia y pasajera, ya que en realidad no comprendían sus
trastornos y no habían podido encontrar la auténtica tranquilidad, sólo se
habían convencido de ella e intentaban trasmitírsela a sus seres
queridos....¿Quién va a quitarle la ilusión a un enfermo? Más cuando le han
dicho que no hay nada que hacer. Como se suele decir en términos religiosos:
la esperanza es lo último que se pierde. Una actitud positiva siempre ayuda y
favorece, así que dejemos que piense lo que quiera (dicen sus familiares y
amigos en secreto).
El conocimiento e integración de esta 7ª Ley Biológica supone un cambio
significativo, quizá no evidente a primera vista. Durante los primeros años de
estudio de esta ciencia natural comprobaba la dificultad de encajar la
cronología de los sucesos con la gráfica de la 2ª Ley Biológica. Con
facilidad, al final, acababas con unas conclusiones interpretadas de la
reconstrucción de lo sucedido. Ahora gracias a la observación del
funcionamiento del fenómeno de regeneración, gracias a esta Ley Biológica,
podemos precisar aún más lo que sucede.
Cuando la persona deja de sentir la situación conflictiva inicia
automáticamente el proceso de regeneración-normalización de los tejidos
modificados, como ya hemos explicado. El daño de una célula puede ser
causado por una fuente de calor, un traumatismo, exceso de frío, productos
químicos o por las modificaciones de las células modificadas después de una
fase adaptativa de urgencia como hemos comentado en las otras leyes. En
77
ese momento las hidrolasas liberadas comienzan inmediatamente a digerir las
sustancias orgánicas circundantes. Si el daño ha sido pequeño, sólo se
eliminará una porción de célula y el resto se reparará. Si el daño es
importante se digiere toda la célula, lo que se considera una autolisis,
destrucción de la célula. Se elimina por completo y se forma una célula nueva
del mismo tipo, normalmente mediante reproducción mitótica de una célula
adyacente para ocupar el puesto de la anterior.
En este proceso de regeneración se observan varias fases, una primera
llamada fase expansiva, donde los tejidos al regenerar se inflaman y
edematizan. Aparece una vasodilatación y una fuerte concentración de líquido
para nutrir la zona a regenerar.
Podemos imaginar lo que sucede cuando nos golpeamos con un martillo la
mano al intentar colocar un clavo. Este golpe provoca un daño en los tejidos
donde se ha recibido el impacto. A partir de este momento, el organismo,
inicia un proceso de regeneración-normalización para sustituir el tejido
dañado, observamos como nuestra mano se inflama en la zona golpeada,
sentimos en la zona un aumento de calor y de líquido. A medida que aumenta
la inflamación, también lo hacen los síntomas. Esta expansión también la
observamos en los tejidos modificados por un conflicto biológico, en el
momento que el organismo detecta que ya no son necesarias tales
adaptaciones, inicia la fase expansiva con la finalidad de regenerar y sustituir
los tejidos alterados o la zona dañada, ahora estas modificaciones ya no útiles
se detectan como una alteración e inicia una fase de regeneración que se
llevará a cabo en el mínimo tiempo posible. Después de esta expansión, en la
situación del martillo, inicia una fase diurética donde mediante el sudor y la
orina se elimina la concentración del exceso de líquido. A medida que se
elimina la concentración de líquido, los síntomas se reducen paulatinamente y
el tejido se cicatriza; se vuelve a estructurar en el orden normal.
En los procesos de regeneración, después de las modificaciones provocadas
por un programa especial biológico sensato, en el punto de máxima
expansión, observamos la fase de eliminación de líquido. Esta reducción de la
concentración de líquido provoca una progresiva desinflamación y reducción
de los síntomas. Estos tejidos se vuelven a estructurar en un estado
fisiológico normal y estable, es decir, encuentran de nuevo su normal
estructura y función.
El paralelismo con el daño provocado por el impacto del martillo no es
simplemente una analogía, es un mecanismo de regeneración de urgencia
78
cuando el cuerpo detecta una alteración. La diferencia es que en el caso del
martillo tenemos presente el impacto y las causas, y en el resto no
conocíamos, hasta ahora, qué provocaba esas modificaciones orgánicas.
El aumento de temperatura en el organismo provoca un aumento del
metabolismo celular, necesario para llevar a cabo la regeneración en el
mínimo tiempo posible.
Justo en el punto de máxima expansión, en ocasiones aparece una crisis,
denominada crisis epiléptica (con movimientos musculares) o crisis
epileptoide (equivalente a la crisis epiléptica pero sin movimientos
musculares). Esta crisis es un mecanismo que frena la fase de expansión, la
persona entra otra vez de manera corta y aguda en fase de estrés, vuelve a
entrar en simpaticotonía a los tres niveles. La intensidad de esta crisis
dependerá de la intensidad de la regeneración, es decir, dependerá de lo
intensa y larga que haya sido la fase de conflicto activo y rapidez de la
expansión.
Las manifestaciones de este fenómeno son diferentes para cada tejido. En la
mayoría de ocasiones pasan inadvertidas, todo depende de la intensidad y su
manifestación. Algunos ejemplos de este fenómeno son los calambres
musculares, los estornudos, asma, infarto cardíaco.
Al final de este proceso expansivo aparece un periodo diurético y de
cicatrización, los tejidos vuelven a encontrar su estructura y función óptima.
La intervención terapéutica en esta fase de regeneración , si es necesaria, va
dirigida a reducir los síntomas y molestias, contener esta fase de
regeneración a unos niveles aceptables para la persona y también procurar
que las molestias de la fase de regeneración no creen recidivas del conflicto o
activen nuevos.

79
Y O U R E S S E N C E

Crisis Crisis
epiléptica epiléptica
epileptoide epileptoide

La crisis epiléptica o epileptoide es un mecanismo para frenar la expansión y


el exceso de dilatación de los tejidos. Es un mecanismo autónomo que
aparece en el proceso de regeneración como también en situaciones
conflictivas por accidente o traumatismo. Existe un mecanismo contrario que
es el desmayo. Cuando se supera un estrés insoportable aparece una
desconexión que reduce la actividad.
En general, si algún factor se vuelve excesivo o deficiente a causa de un
fuerte proceso de regeneración se inicia un sistema de control de
retroalimentación negativa que consiste en una serie de cambios que tiende a
equilibrar el organismo, llevar ese factor hacia un valor medio, frenar el
aumento de ese valor provocado por una fuerte vagotonía.
Como he podido comprobar la crisis epiléptica o epileptoide se puede inducir.
La fase de regeneración no es simétrica a la fase activa y este mecanismo
autónomo para frenar la vagotonía no es simétrico a la mitad de la fase de
regeneración. Por diversas técnicas se puede estimular la relajación, la fase
vagotónica y ver como aparece la crisis epiléptica en el punto de mayor
dilatación. Existen mecanismos físicos que también pueden provocar la
activación de esta reacción del organismo para frenar la expansión. Cuando
se introduce energía en los tejidos que han sufrido un traumatismo o están en
un proceso de regeneración después de una adaptación conflictiva, se llega a
un punto donde aparece esta crisis para frenar la expansión. Este mecanismo
para introducir energía que se transforma en calor, provoca un aumento de
temperatura y expansión en la zona inflamada. En estos momentos es cuando
aparece el mecanismo para frenarla en forma de convulsión local con la
finalidad de frenar la dilatación y la expansión.
Por ejemplo, cuando la concentración de ion de calcio se reduce a la mitad de
la normalidad aparecen contracciones tetánicas de los músculos de todo el
cuerpo por la generación espontánea de un número excesivo de impulsos
nerviosos en los nervios periféricos.
80
Cuando se reducen los valores normales y superan el umbral permitido en
cualquier proceso se activan unas reacciones automáticas que favorecen el
equilibrio o normalización. Por ejemplo: una presión arterial alta provoca la
activación de reacciones que favorecen la disminución de la presión. Los
efectos son negativos con respecto al estímulo que inició la reacción.
En la célula de la musculatura lisa encontramos que pueden ser
autoexcitadoras, esto quiere decir que se estimulan gracias a la propia célula
sin ningún estímulo exterior. Este fenómeno se había asociado hasta ahora
con un ritmo de ondas lentas del potencial de membrana. Cuando son lo
suficientemente intensas, pueden iniciar potenciales de acción, es decir
provocan indirectamente la activación de la contracción muscular rítmica.
Cuando el músculo liso se distiende lo suficiente, normalmente se generan
potenciales de acción espontáneos al reducir los potenciales de onda
sumada a la disminución de la negatividad global de potencial de membrana.
Así podríamos decir que lo que conocemos como crisis epiléptica o
epileptoide corresponde a una respuesta automática programada por el
organismo para compensar la reducción eléctrica del potencial de acción.
Este fenómeno permite que aparezca una contracción automática y rítmica
cuando el tejido se distiende en exceso. La crisis sería un fenómeno
aumentado por la intensidad y rapidez de la vagotonía, es decir, la distensión
de los tejidos.
Existen tejidos con la capacidad de generar potenciales de acción y otros no.
Es muy posible que los que no tienen potenciales de acción corresponda a
los casos en los que aparece la crisis epiléptica o epileptoide en donde la
persona no tiene la percepción de la situación conflictiva ya que el
mecanismo se activa en el tejido. En cambio si este mecanismo se activa en
el área cerebral dilatado es más probable que aparezca la percepción del
conflicto.
Existe otro mecanismo autónomo en personas que se encuentran ante
emociones intensas, se produce una reacción vasodilatadora. Esta
vasodilatación aparece después de una fuerte simpaticotonía provocando un
desvanecimiento. Disminuye la frecuencia cardíaca, baja la presión
sanguínea y se reduce el flujo sanguíneo que llega al cerebro y provoca la
pérdida de conocimiento. Este fenómeno también se conoce como síncope
vasovagal. Normalmente este fenómeno aparece después de un exceso de
actividad emocional cortical intensa. Esto sería un mecanismo contrario a la
crisis epiléptica o epileptoide.
81
La crisis epiléptica o epileptoide es un punto de inflexión, frena la fase
expansiva, detiene el aumento de los edemas, tanto en el cerebro como en el
órgano; provoca el inicio de la fase diurética y la cicatrización. La crisis
epiléptica o epileptoide, si aparece, es cuando el organismo detecta un
exceso de expansión perjudicial para el cuerpo. El organismo, como hemos
comentado regenera en el mínimo tiempo posible, de esta forma la expansión
la realiza lo más rápidamente posible. Cualquier estímulo simpaticotónico
reduce la rapidez de expansión. Cuando me refiero a un estímulo
simpaticotónico quiero decir a cualquier factor que active una necesidad de
respuesta, esto provocará que el organismo reduzca la regeneración todo lo
posible para hacer frente a esta necesidad. Pongamos algunos ejemplos, si
en el proceso de regeneración aparece una situación conflictiva, la persona
entrará en una activación simpaticotónica para hacer frente a ese momento
de necesidad que provocará un descenso en la rapidez de expansión del
proceso de regeneración en curso. Cuando se suministra en esta fase de
regeneración expansiva cualquier tipo de simpaticotónico, tipo antibióticos, o
venenos celulares, el organismo entra en una fase de estrés para eliminar
esa sustancia química extraña. La reacción ante un medio químico extraño
provoca una reducción del proceso expansivo de la regeneración que está en
curso, esto a un nivel controlado no es nada malo, sabemos que nos alivia las
molestias del proceso expansivo: cuanto menor sea la inflamación menor
será el dolor. Otro agente podría ser la cortisona, una hormona sintetizada,
similar a la que nuestro organismo produce en un estado simpaticotónico.
Esta hormona sintetizada provoca una reducción de la velocidad de
expansión ya que el organismo activa hormonalmente la respuesta de
necesidad, de alerta y tensión. El frío también es otro simpaticotónico, reduce
la velocidad de expansión del proceso inflamatorio, provoca un estado de
tensión. Como veis se pueden utilizar varios mecanismos para frenar la
expansión y en definitiva los incómodos síntomas de la fase de regeneración.
Así, cualquier simpaticotónico moderado reducirá la intensidad de este
fenómeno que sólo aparece si se excede el umbral vagotónico perjudicial
para los tejidos. La eliminación de este fenómeno epileptoide desaparece
cuando consigue frenar el tejido expandido en ese punto crítico que hemos
comentado. Es un mecanismo autónomo que puede o no aparecer, depende
exclusivamente de la rapidez de expansión y si el organismo llega o no a ese
umbral vagotónico permitido.

82
Hemos hablado que la expansión se puede ralentizar, también se puede
inducir mayor rapidez. Una intensa relajación en el momento que existe un
proceso de regeneración en algún tejido, puede provocar una crisis
estresante. El estado vagotónico aumentado por la relajación facilita cualquier
proceso de regeneración, si algún tejido supera el umbral permitido de
expansión aparecerá esta crisis. También se puede estimular la expansión
aumentando la temperatura de la zona en reparación. Cualquier fuente de
calor provocará una expansión. Se repite el mismo proceso explicado: si se
supera el umbral permitido por el tejido se produce este fenómeno para
reducir la expansión.
Muchos “Terapeutas” que utilizan las ondas de D´Arsonval (conocido
comercialmente como hipertermia) para estimular el proceso de
regeneración, observaban en ocasiones al introducir más energía en el tejido
en regeneración, que aparecen convulsiones tónico-clónicas en la zona.
Incluso utilizaban este fenómeno para saber cuando una zona estaba
“enferma”. De manera intuitiva sabían que esas convulsiones aparecían
cuando un tejido estaba “enfermo”, sin saber que en realidad estaba en una
fase de regeneración expansiva y que si se introducía el calor suficiente para
superar el umbral expansivo permitido el organismo intentaría frenarlo. No se
descarta la utilidad de esta herramienta terapéutica pero está claro que lo que
se ha creído hasta ahora hay que revisarlo.
Durante tiempo se ha sostenido que esta crisis aparece sobre las 3-4 de la
mañana, en el punto de mayor vagotonía del sueño. Es evidente que en ese
momento nuestro organismo tiende a estar en un estado vagotónico
profundo, por ese motivo es más que probable que aparezca en este
momento la crisis, aunque puede aparecer en otros.
Ahora se aporta información precisa que nos permite comprender lo que
sucede, ya no podemos ver la crisis epiléptica o epileptoide como un
fenómeno que aparece por ley en la mitad de la regeneración de un esquema
o gráfica bifásica, esta dispone de su propio sentido biológico automático.
Como en todo el proceso de investigación este fenómeno plantea preguntas
que aún no están contestadas del todo. ¿Por qué a veces la persona cuando
se encuentra en la crisis revive la situación conflictiva y a veces no? La
hipótesis que sostengo a días de hoy es que seguramente depende de donde
se supere el umbral de expansión. Si sucede en el edema cerebral se revive
el tipo de conflicto y si es en el tejido orgánico en regeneración no se revive.
Cuando disponga de más recursos será muy fácil verificar este dato.

83
Y O U R E S S E N C E

Leucemia
¿Por qué aparecen síntomas sólo cuando la persona sale de la
situación conflictiva?

El término leucemia hace referencia al aumento del número de leucocitos por


encima de los valores establecidos como normales. En este apartado
explicaremos el funcionamiento concreto a la luz del conocimiento de estas
Ocho Leyes Biológicas.
Todas las células sanguíneas derivan de las células madre hematopoyéticas
pluripotenciales. Estas se van diferenciando hasta formar las células
sanguíneas que conocemos. Una parte de las células hematopoyéticas
pluripotenciales originales se mantienen en la médula ósea, para mantener
una reserva constante.
Los eritrocitos, conocidos como glóbulos rojos, son los encargados de
transportar hemoglobina, necesaria para circular el oxígeno desde los
pulmones a los tejidos. Cuando el organismo se expone a pequeñas
concentraciones de oxígeno durante un tiempo se comprueba que aumenta la
producción de estas células sanguíneas, que nos muestra la capacidad de
modificar los valores para adaptarse a diferentes situaciones. En cambio
también puede haber un descenso de eritrocitos, en este caso se considera
una anemia.
Otras células sanguíneas importantes, los leucocitos, actúan en los procesos
infecciosos y tóxicos. Los glóbulos blancos, como también se conocen, se
crean en la médula ósea y en el tejido linfático. Circulan a través del riego
sanguíneo. Existen diferentes tipos, clasificados en subclases: neutrófilos,
eosinófilos, basófilos, monocitos y linfocitos. Los tres primeros son
polimorfonucleares, es decir, tienen un aspecto granular. Todos menos los
linfocitos actúan ingiriendo los organismos extraños o no útiles mediante
fagocitosis. Estas células sanguíneas también derivan de la célula madre
hematopoyética pluripontencial. Los polimorfonucleares y los monocitos se
84
forman en la médula ósea, en cambio los linfocitos se producen en los tejidos
linfáticos (bazo y timo incluidos).
La vida de los granulocitos, una vez liberados desde la médula ósea,
normalmente es de unas 4 a 5 horas en sangre circulante y de 4 a 5 días en
los tejidos. Cuando hay una infección grave, los granulocitos acuden
rápidamente a la zona afectada, y la vida de estás células se reduce
significativamente a pocas horas.
Los monocitos tienen una vida en la sangre de aproximadamente 12 horas,
después pasan a los tejidos donde pueden vivir algunos meses, o morir antes
si realizan su función fagocítica.
Existe una circulación continua de linfocitos por los tejidos, sistema
circulatorio y el sistema linfático. Pueden vivir hasta años, dependiendo de
cada organismo y cada circunstancia. Conocemos bastante bien cómo están
constituidas estas células sanguíneas y cómo están formadas, pero no
sabemos cómo actúan si tenemos en cuenta el resto de procesos y tampoco
sabemos con qué finalidad se modifican estos valores. Hasta ahora, con el
conocimiento de las primeras cinco Leyes Biológicas sabíamos que en la fase
activa de un conflicto de desvalorización ósea aparecía una anemia, una
reducción de los valores hemáticos que acompañaba una descalcificación.
Cuando la persona salía de la situación conflictiva, es decir, se valorizaba,
aparecía la recalcificación ósea de los tejidos descalcificados y observábamos
un aumento de los valores hemáticos por encima de lo normal, concretamente
de los leucocitos (leucemia). Pero con el conocimiento de estas Ocho Leyes
Biológicas nos permite comprender con precisión el sentido de estos procesos
entrelazados. Hasta el descubrimiento de estas 3 nuevas leyes aparecían
demasiadas preguntas sin contestar.
¿Por qué aparece una reducción de los leucocitos en fase activa justo cuando
inicia la descalcificación y el sentimiento de desvalorización?
¿Por qué aparece un aumento de los leucocitos en fase de solución, cuando
finaliza el conflicto e inicia el proceso de regeneración?
¿Por qué si la vida de estas células dura aproximadamente 4-5 días, la
alteración elevada del número de células dura en el tiempo? si la proliferación
fuese para sustituir ese déficit, como se había dicho en las cinco Leyes
Biológicas, lo haría en muy poco tiempo. Se necesitaría un espacio de tiempo
reducido para cubrir el déficit de glóbulos blancos, sobretodo al saber que la
proliferación de estas células es masiva en el proceso de regeneración
(leucemia).

85
Hasta hoy sabíamos que había un descenso de los leucocitos en fase activa
de un proceso en la estructura ósea y que derivaba de la capa embrionaria
del mesodermo del neoencéfalo, es decir, regulada por la sustancia blanca
cerebral. Este descenso se podía considerar una anemia. Según el
conocimiento de la 6ª Ley Biológica, ¿qué sentido podía tener esta
reducción del número de glóbulos blancos en fase activa? ya que hasta la 5ª
Ley el sentido biológico de estos tejidos era reforzar el hueso en la fase de
solución, al final de la regeneración. Como nos dice la 6LB todo proceso tiene
su sentido en fase activa y esta modificación no podía ser diferente. Pero,
¿Qué sentido podía tener esta reducción de células sanguíneas en fase
activa?
Estas preguntas se enlazan con otra que llevaba tiempo haciéndome. ¿Cómo
puede el organismo distinguir una reducción de tejido adaptativo necesario y
la activación del proceso de regeneración de los daños estructurales? Me
explico: en ocasiones comprobaba que una persona después de vivir durante
un tiempo un proceso de adaptación correspondiente a una desvalorización
no sentía absolutamente ningún síntoma, no aparecía ninguna inflamación.
Las molestias de regeneración, aunque el tejido había sido alterado en fase
activa, no aparecían en esta fase, sólo cuando la persona salía de la situación
conflictiva o dejaba de sentir el conflicto. El organismo iniciaba la
regeneración al detectar una alteración orgánica sólo cuando salía de la
situación conflictiva, cuando la adaptación ya no tenía sentido. Si el proceso
de regeneración es pasivo todo me llevaba a pensar que cuando se
produjese la rotura de vasos en los tejidos se iniciaría un proceso de
regeneración, cosa que no sucedía así, ya que en FA hay una destrucción de
tejido pero no inicia un proceso de regeneración intenso. Esto no tendría
sentido ya que todo había iniciado bajo la necesidad de adaptación por un
falta de capacidad, habilidad, diseño estructural, etc. Una fase de
regeneración en la fase adaptativa reduciría la sensación de capacidad e
imposibilitaría hacer frente a la situación de necesidad. Este funcionamiento
representaba un enigma que tarde o temprano se acabaría descifrando. Mi
tozudez, persistencia, constancia, me llevó a darme cuenta que faltaban
piezas importantes, existían errores de interpretación. Estaba claro que
existía una regulación que funcionaba perfectamente con la intención de
disponer de los máximos recursos en situaciones de necesidad pero ¿Cómo
se regulaba el organismo en este proceso concreto? ¿Cómo podía
distinguirlo?

86
Esto sucede gracias a la reducción de los leucocitos en fase activa, así se
reduce la fase de regeneración en el momento que se está produciendo la
adaptación estructural. Se consigue reducir el proceso de regeneración
cuando se están modificando y adaptando los tejidos a una situación
conflictiva. Ahora, con el descubrimiento de estas nuevas Leyes Biológicas, se
puede comprender el funcionamiento correcto y perfecto que realizan las
células sanguíneas y los diagnósticos (leucemia, anemia, etc.).
Las leucemias se clasifican en linfocíticas (producción excesiva de células
linfáticas) y las mielocíticas (producción excesiva de células jóvenes en la
médula ósea), según el tipo de células sanguíneas implicadas.
Se había comentado hasta ahora que el conflicto simplemente era
desvalorización y que el sentido biológico estaba al final de la regeneración al
consolidar el hueso. En el proceso de moldeado, lo que defino como Diseño
Estructural©, en una situación de urgencia, a diferencia de lo que se había
creído hasta ahora, bajan las defensas para poder producir un daño
estructural que el organismo considera necesario sin que aparezcan dolores e
inflamación típicas de la fase de regeneración. En este proceso anémico la
persona se siente más agotada en fase activa aunque puede compensarse ya
que la persona está en un estado simpaticotónico. En este momento
simpaticotónico tiene una vasoconstrición que también reduce el proceso de
regeneración. Podemos decir que inicialmente se produce una reducción de la
regeneración gracias a la vasoconstricción, después aparece una reducción
de los leucocitos que disminuyen aún más el proceso de regeneración para
facilitar la modelación del tejido óseo, y como tercer recurso se reducen los
eritrocitos, que disminuye la oxigenación de los tejidos.
En fase de solución aparece una vasodilatación que provoca una ruptura de
los vasos de los tejidos que no se hayan consolidado, la leucemia facilita el
proceso de consolidación ósea y el aumento de los eritrocitos facilita la
oxigenación en los procesos de regeneración. Como podéis comprobar, ahora
si que realmente se entiende mínimamente porqué una persona cuando se
encontraba en un proceso similar, en fase activa, se sentía más débil justo
cuando estaba viviendo una situación de incapacidad. En el pasado habíamos
interpretado que era una desvalorización profunda que casualmente se
sumaba a una reducción de la producción de células sanguíneas sin entender
el motivo, ya que lo lógico hubiese sido pensar que en este momento de
desvalorización el organismo necesitara un aumento de células sanguíneas,
no una disminución. Sin duda alguna esto da un gran paso hacia delante, más

87
del que me puedo imaginar. Con el conocimiento e integración de estas
recientes Leyes Biológicas se da un gran paso en la comprensión de los
procesos que existen desde siempre, pero me gustaría trasmitir el deseo que
esto no represente el final ni la meta. No se tiene que perder el estímulo de
avanzar en descifrar nuestros misterios biológicos, que por suerte se
constituyen de criterios firmes que se presentan en forma de leyes no
subjetivas.
Animo a que los profesionales se hagan profesionales dediquen su energía
en avanzar en una medicina etiológica, en busca de la comprensión de los
fenómenos y el porqué suceden.
En la página siguiente encontraréis un esquema en el que están
representados los fenómenos que suceden en cada fase.

88
89
Y O U R E S S E N C E

Octava Ley Biológica


Conexión entre los tejidos,
estadios cerebrales,
y la organización emotiva.

La octava ley biológica nos dice que se comprueba una jerarquía de las
emociones. Una conexión entre los los tejidos de un mismo órgano.
Al analizar el mapa cerebral, vemos que el tronco cerebral es quien regula
todas la emociones de absorción y expulsión de nutrientes, que son nuestros
objetivos más primarios. Cuando los tenemos cubiertos normalmente nos
proyectamos a objetivos figurados. El cerebelo regula las emociones de
ataque y defensa. La sustancia blanca calcula, cuantifica, valora nuestras
capacidades para desarrollar nuestras emociones, nuestros objetivos. El
córtex es una red de posibilidades entrelazadas relacionadas con el grupo, la
recepción sensorial y movilidad. Un ejemplo muy claro de esta jerarquía la
comprobamos en las desvalorizaciones: no podemos sentir una
desvalorización si no está proyectada hacia un objetivo. Sentimos
desvalorizaciones proyectadas hacia algo. Una persona puede vivir sin una
zona cerebral que regula una desvalorización, pero en cambio no puede vivir
sin una zona cerebral que regula la absorción y expulsión de nutrientes, la
que regula la proyección a nuestro objetivos.
La Octava Ley Biológica nos muestra como los conflictos figurados en
realidad son la interconexión con otras zonas cerebrales, así un proceso
biológico se puede activar por la interacción de diferentes zonas cerebrales
estimuladas. Cuando ante un objetivo aparece un bloqueo por diferentes
reacciones no expresadas se produce masa conflictiva por mantenerse en el
tiempo.
Veámoslo con más detalle.
Existen sistemas de control que actúan a través de todo el organismo para
regular las interacciones entre los órganos. Estos pueden influir en la
activación de un programa especial biológico. Normalmente estos sistemas
de control se han tenido en cuenta en los mecanismos fisiológicos normales.

90
Cuando se han observado fuera de sus intervalos los hemos asociado
erróneamente a una enfermedad. En realidad la conexión entre las diferentes
regulaciones cerebrales puede activar una de ellas de forma conflictiva, en
este momento los valores de regulación establecidos como correctos se
modifican.
Para los humanos, el comportamiento que ocupa la mayoría de las horas de
alerta es el de alcanzar «metas». En este proceso, el sistema nervioso
selecciona una de ellas (percepción), monitorea los sentidos (sensaciones),
busca información esencial para lograrla y coordina la actividad motora
(acción) necesaria para ejecutar los cambios deseados.

Existe una conexión entre los diferentes tejidos en función a las vías
neurológicas. El área cerebral que regula los diferentes tejidos es distinta,
pero está interconectada por sus vías neuronales. Vemos esa relación más
concretamente entre los diferentes tejidos de un mismo órgano. Las vías
neurológicas antes de llegar al órgano nos marcan los matices del
sentimiento y la percepción, la reacción de la persona ante de una vivencia.
Los conflictos se pueden activar, como hemos comentado anteriormente, de
manera real o figurada, por ejemplo al sentir que algo o alguien no me deja
desarrollar ese movimiento y limita el impulso. También puede que se active
este proceso bajo la influencia de un sistema de creencias. Es decir, mis
creencias no me permiten desarrollar, por el motivo que sea ese acto. El
sistema de creencias representa la interacción de diferentes zonas
cerebrales. Estas situaciones pueden llegar a activar un área cerebral de
manera intensa (un conflicto biológico).
Los canales neurológicos, dependiendo de las diferentes áreas cerebrales,
marcan unos estadios perceptivos en la persona, desde los más profundos e
individuales hasta los más generales, los que corresponden al grupo y
nuestro mundo exterior. Gracias a esta Ley Biológica comprobaremos la
función y criterios de estás áreas cerebrales y la conexión entre ellas.
Inicialmente lo clasificaremos en cuatro estadios, después de la exposición de
algunos ejemplos ampliaremos esta clasificación. No hay que olvidar que
estos esquemas son orientativos y didácticos.

El estadio uno, que deriva del tejido endodérmico:


La Médula Espinal es la estructura más simple del sistema nervioso central.
Es la encargada de transmitir información ascendente y descendente. El
Bulbo raquídeo es la prolongación de la médula espinal, finaliza en la
91
protuberancia. El ritmo cardíaco, la
respiración, la presión sanguínea,
entre otros están regulados en esta
zona. La Protuberancia está
localizada entre la médula y el
mesencéfalo. Como sabemos, en
esta zona cerebral se regula las
funciones de absorción y expulsión
de nutrientes. Algunas proyecciones
neuronales provenientes de los
hemisferios cerebrales pasan por la
protuberancia hacia el cerebelo. La
conquista del bocado y el evitar el
peligro tiene que ser contrastada por el cerebelo, el que recoge y valora cuanto
nos agrede o ataca una situación. Este estadio, especialmente la protuberancia,
regula la voluntad hacia algo, objetivos primarios, profundos o elementales.
Definimos objetivo como la dirección hacia algo, aquello a lo que dedicamos
nuestros recursos y energía. El objetivo más primario es el alimento, cuando
este objetivo ya lo tenemos cubierto nos dirigimos a objetivos figurados o
trasladados. Actualmente podemos dirigir toda nuestra energía y recursos en
una dirección y no tener nada que ver directamente con el alimento, a esto se le
llama objetivo. Entre el hemisferio derecho e izquierdo, concretamente en la
protuberancia, encontramos que el área derecha regula el bocado/objetivo que
queremos ingerir, absorber, atrapar, adquirir y el área izquierda el bocado que
queremos expulsar, eliminar, evitar...etc.
En los primeros textos, donde se hablaba de las constelaciones, cuando
aparecen diferentes áreas cerebrales activas, concretamente en las
constelaciones del tronco cerebral, surge una consternación: la persona se
siente desorientada, pierde la capacidad de saber donde se encuentra temporal
y espacialmente. Este subprograma de supervivencia aparece cuando se
activaban dos áreas cerebrales intensas en el tronco cerebral. En los primeros
textos se daba a entender que los efectos de la consternación era facilitar la
falta de movilidad y movimiento del organismo para no alejarse del lugar, de los
puntos de referencia, se afirmaba que esta adaptación tenía su sentido
biológico pero no se especificaba cual. Ahora gracias a la 8ª Ley Biológica
podemos saber cual es el sentido biológico de esta adaptación. Cuando
aparecen fuertes conflictos en el área izquierda y derecha del tronco cerebral se

92
reduce la actividad superior. Ante un solo conflicto en el tronco cerebral el
organismo se moviliza en busca de una solución, ante varios conflictos en
ambos hemisferios del tronco, el organismo se centra en los principios y
recursos elementales y básicos; bloquea o reduce la actividad de los estadios
cerebrales superiores. Por eso, este tipo de proceso no se puede considerar
una constelación esquizofrénica. Aunque desde fuera se observa una
modificación de las capacidades cognitivas de la persona. Éstas
modificaciones tienen la función de dar respuesta a la necesidad biológica más
primaria, relacionada con el bocado. Suprime o reduce la actividad de los
estadios superiores y se centra en cubrir las necesidades básicas. El
organismo se centra en las funciones de absorción y expulsión.

Estadio dos: corresponde al cerebelo, está localizado dorsal a la


protuberancia y el bulbo raquídeo, deriva del tejido mesodérmico. Este estadio
está interconectado con el estadio uno (el tronco cerebral) y el estadio tres
(sustancia blanca craneal), pero no está intercalado entre los dos que le
siguen, sólo se conecta por algunas vías neurológicas. Durante mucho tiempo,
en la neurociencia, se ha considerado que el cerebelo cubría la función
primaria de detectar y corregir errores en el movimiento al compararlos con las
órdenes de movimiento de la corteza cerebral mediante retroalimentación
somato-sensorial del cordón espinal, y la información de balance de los
receptores vestibulares del oído interno. Gracias a esta zona cerebral se
corrigen los supuestos errores, cambiar la dirección, el tiempo y la coordinación
de las contracciones musculares durante el movimiento. La neurología clásica
sólo tenía en cuenta los experimentos relacionados con el movimiento y se
limitaba a apuntar las características descritas sobre la influencia del cerebelo.
Estos estudios sólo se basaban en el análisis del cerebelo cuando se
introducían estímulos eléctricos o la observación del individuo cuando le faltaba
parte de una zona del cerebelo, por un traumatismo o intervención quirúrgica.
Ahora gracias a la 8ª Ley Biológica podemos saber con precisión la función
del cerebelo y la interacción con el resto de estadios cerebrales. Como hemos
comentado está interconectado con el estadio 1 y el 3 pero sin estar
intercalado.
Este estadio influye e interviene de manera visceral en la acción del
movimiento. Cuánto nos puede atacar, agredir, golpear, perjudicar, ensuciar un
movimiento, acción, situación u objetivo. Es una emoción visceral y automática,
no racional. Algunos objetivos pasan por este centro de control, en cambio
otros no. Ahora podemos comprender la conexión que existe entre la emoción
93
esencial regulada en el cerebelo y la
relación con otros estadios,
concretamente con el estadio 4, el del
impulso motor. Si se está desarrollando
un impulso motor y se percibe que
puede producir un ataque o agresión a
nuestra integridad, se activa la zona del
cerebelo implicada a la emotividad de la
percepción y se modifica o bloquea el
impulso para frenar el movimiento.
Los hemisferios cerebrales, como ya
sabemos, en esta área cerebral,
entrecruzan con el tejido que regulan.
En el tronco cerebral no sucedía, pero
en este estadio encontramos una
lateralidad cruzada, es decir, el
hemisferio cerebeloso izquierdo regula
la parte derecha del cuerpo y el
cerebelo derecho regula la izquierda. La
activación de las diferentes zonas
cerebelosas regulan las membranas de
protección, provocando un aumento de
estímulo y si el conflicto dura en el
tiempo con fuerte intensidad se aprecia un aumento de tejido. Esta activación
del estímulo, frena la acción para impedir ser agredidos, influye en el
movimiento para producir una corrección.
Cuando aparece un doble conflicto en el cerebelo, uno intenso en cada
hemisferio se activa un subprograma de supervivencia, la constelación
esquizofrénica de este estadio: “la muerte emocional”. Cuando aparece una
fuerte actividad en el hemisferio derecho e izquierdo provoca un bloqueo o
rigidez en los movimientos. En los textos publicados por Geerd, se suponía
que esta adaptación tenía su propio sentido biológico pero no se especificaba
cual. Ahora gracias a la 8ª Ley Biológica podemos saber el sentido
biológico. El miedo al ataque reduce el movimiento para reducir ser visto,
aparentar un ser inerte, sin expresividad y sentimientos, reduce la movilidad
de los movimientos expresivos de la cara, de los músculos faciales. En
muchas ocasiones este bloqueo o falta de actividad se mal interpreta como
94
depresión. Frena o bloquea los movimientos para evitar un ataque. Vemos
claramente como lo que consideramos conflictos figurados en realidad es
la interconexión con otras zonas cerebrales.
Os voy a poner un ejemplo muy claro. Imaginar a una persona que se tumba
en una camilla y le inmovilizan voluntariamente las manos para realizar una
prueba. En medio de la prueba a la persona le entra unas incontrolables
ganas de rascarse la nariz pero no puede porque cuando realiza el
movimiento se da cuenta que está amordazado. Esta situación es de
intensidad conflictiva reducida, seguramente acercará la cara a los hombros
con la intención de aliviar el picor. En un supuesto segundo caso, la persona
está tumbada en una camilla para realizarse un escáner, se le insiste que no
se mueva durante la prueba, ya que es muy importante. La persona sabe que
estará expuesta a una radiación, se encuentra en una situación desconocida,
expectante. En mitad de la prueba inicia un picor en la nariz y aparece el
impuso instantáneo de rascarse. Justo al levantar el brazo, quizá a unos
pocos centímetros, se acuerda que no puede (debe) moverla. En realidad
nada le imposibilita realizar el movimiento, simplemente el sentimiento de
ataque, le han insistido en que no se tiene que mover y la persona cree que si
lo hace algo le podrá suceder, algo le podrá agredir, quizá la bronca del
técnico, quizá una descarga de la máquina, quien sabe. En los dos ejemplos
habrá un movimiento interrumpido. En uno real y en el otro figurado bajo la
influencia de otra zona cerebral localizada en otro estadio.
En el cerebelo existen tres subestadios bien diferenciados. Lo comprobamos
por su proximidad a la rama neurológica principal, que denota la importancia y
la evolución en las diferentes zonas del propio cerebelo. Se comprueba que el
más próximo a la rama neurológica principal representa evolutivamente el
control sobre el ataque y la defensa de los tejidos más elementales.
En la posición central y más próximo a la vía neuronal principal encontramos
el pericardio, la membrana de protección del corazón. Teniendo en cuenta la
protección y el ataque, este representa el órgano más elemental y el que
seguramente apareció primero, si consideramos la evolución de este órgano.
Después aparece la pleura y el peritoneo, que al inicio era una sola
membrana, antes de que el diafragma los separase en dos formando lo que
hoy conocemos. Su localización nos muestra una aparición posterior. En el
organismo, si observamos la disposición de las diferentes membranas de
protección, ésta se encuentra externa al pericardio y engloba al corazón. La
dermis es la membrana de protección más externa y engloba todas las
95
demás. La glándula mamaria, que es una glándula sudorípara
progresivamente modificada se encuentra entre la pleura y la membrana de
protección más externa: la dermis. Estos criterios también marcan la prioridad
de respuesta. Un ataque al corazón representa mayor riesgo e importancia
que un ataque en la piel, la membrana externa. Así el organismo ante una
situación donde aparecen los dos tipos de conflictos dará prioridad al más
interno. Su proximidad con las vías neurológicas del tronco cerebral le da
mayor rapidez de respuesta. Al observar el cerebelo, se pone en evidencia
que ha evolucionado y se ha desarrollado desde esa zona central. El gráfico
sólo representa un esquema didáctico, en realidad la evolución ha sido
progresiva, tanto en el orden de aparición como en las modificaciones que
han ido sucediendo durante el transcurso del tiempo.

Estadio tres: Corresponde a la sustancia blanca cerebral. Se encarga de


valorar la capacidad, posibilidad, habilidad para poder llevar a cabo un
objetivo, también interpretar si estamos capacitados para realizar la acción.
Como ya sabemos, esta área cerebral entrecruza con los órganos. El área
cerebral derecha controla los tejidos de la parte izquierda del cuerpo y el
hemisferio izquierdo controla los tejidos de la parte derecha. La estructura se
codifica en función a las necesidades estructurales a las que se encuentra el
organismo, sea real o trasladado. Está intercalado entre los objetivos
primarios, las percepciones que se captan y las acciones que se realizan. Si
sientes que en una zona no existe la capacidad de articulación el organismo
creará la adaptación para formar articulación. Si sientes que una zona no se
debe articular creará el mecanismo necesario para bloquear la articulación.
Cuando sientes que no estás en el camino correcto crea la adaptación para
reducir el nivel de energía, reduce la producción de cortisol. En este estadio
es donde han incidido todas las técnicas de “pensamiento positivo” y demás
técnicas “terapéuticas” para subir el autoestima y crear una superación
personal. Estas han consistido en repetirse y convencerse de que puedes,
que eres capaz, sentir la ligereza al conseguirlo, que puedes alcanzar todo lo
que te propongas (mientras nuestra biología lo permita). Repeticiones
afirmativas que influyen sobre tu organismo. Estas técnicas, útiles en un
momento puntual para las personas desvalorizadas, son deficientes ya que
no tiene en cuenta los demás estadios, sus combinaciones y sus criterios. Si
un conflicto está activo en otra zona cerebral ya puedes mantenerte toda la
vida repitiéndote una afirmación positiva que lo único que provocará,
seguramente, es reducir la intensidad; no olvidemos el esfuerzo que supone
96
repetirse obsesivamente un pensamiento. Sin duda alguna, es más fácil
relajarse y vivir con el conocimiento de lo que sucede en nuestro organismo y
encontrar una estrategia que nos permita retomar un equilibrio que
consideremos saludable para nosotros.
Este proceso de sentir la capacidad hacia algo que en el fondo percibimos
que no podemos, representa un proceso similar al que sucede en las
constelaciones de la sustancia blanca cerebral, cuando la persona siente una
fuerte desvalorización en ambos hemisferios. Esta situación crea una
sensación, sentimiento de capacidad.
No puede existir la activación de esta zona cerebral sin que exista el estadio
uno, al igual que no hay desvalorización si no hay un objetivo.

Constelación de la sustancia blanca:


La percepción de la adaptación orgánica de la constelación de la sustancia
blanca cerebral se define con precisión con el término “megalomanía”, delirios
de grandeza. Tenemos que entender la megalomanía lejos de un juicio, como
la adaptación psíquica que tiene que realizar una persona con la finalidad de
poder adaptarse y superar una situación doblemente conflictiva, cuando
encontramos las dos áreas cerebrales en la sustancia blanca fuertemente
estimuladas. La megalomanía sensorial y motora se manifiesta con mayor
claridad cuando encontramos activos los tejidos musculares que están
directamente vinculados con la corteza motora. Estos tejidos están
íntimamente relacionados con el movimiento y la sensibilidad, corteza motora
y sensorial. Es lógico por tanto que cuando se estimulan estas áreas
cerebrales influya en la percepción de la capacidad de posibilidades y la
sensación de poder llevarlas a cabo. También encontramos esta
megalomanía aunque alguno de los tejidos haya entrado en regeneración, ya
que es inevitable sentirse desvalorizado cuando sentimos la incapacidad de
actividad provocado por el proceso de regeneración. Todos los tejidos tienen
sus particularidades, la expresión de este tipo de constelación tiene muchas
combinaciones y variantes, pero siempre se manifiesta con estas
connotaciones de base. En la musculatura estriada cardíaca existe la
“megalomanía del amor”. Existen muchos matices dependiendo de qué
manera se vivan las desvalorizaciones. Cuando está implicada la
desvalorización al sentir que no se sabe lo suficiente, fuertemente, en los dos
hemisferios, la persona tiene una actitud pedante a nivel intelectual. Estas
actitudes no son nada reprochables, simplemente es el intento del organismo

97
de superar una situación de fuerte incapacidad, y es posible que este exceso
de estímulo de capacidad le aporte una superación personal.

Estadio cuatro: Este estadio pertenece a la corteza cerebral. Gestiona la


sensibilidad, el movimiento, coordinación del cuerpo. Es una interconexión
entre diferentes procesos. Es una red de posibilidades de adaptación,
percepción, interpretación, acción, que nos conectan con el mundo para
conseguir nuestros propios objetivos o los del grupo. Gracias al recorrido que
hace la neurona por estos diferentes estadios se pueden realizar las labores
de recepción, análisis, transmisión y respuesta. La información en forma de
impulsos eléctricos proveniente de las dendritas, llega al cuerpo de la
neurona y de allí a su axón. Los axones de varias neuronas se agrupan para
formar los nervios y trayectos nerviosos por estos estadios. Las neuronas se
comunican entre sí a través de conexiones especializadas llamadas sinapsis.
Este estadio reduce su actividad en el sueño. Así un conflicto en la corteza
cerebral supone la implicación de más zonas cerebrales, exceptuando las de
conexión directa, por ejemplo en la corteza motora de las vías directas al
músculo. Por ejemplo, no puede existir conflicto rencor de territorio sin un
objetivo. Sin esta 8ª Ley Biológica no se podrían explicar muchos procesos
que suceden. El conflicto de territorio, que en un pasado se consideraba un
proceso directo de la íntima coronaria, regulado por la corteza cerebral
peninsular derecha, en realidad significa la implicación de varios procesos a
la vez: íntima coronaria (endotelio), activación sensorial (córtex), con fuerte
intensidad y duración (con sensación de incapacidad masculina) aparece una
reducción del tejido intersticial testicular y una reducción hormonal, el
miocardio puede o no estar implicado, también la sensibilidad auditiva, etc. El
organismo capta la pérdida de territorio, aquello que sentimos que nos nutre y
crea una adaptación especializada a las características del conflicto con la
finalidad de salir lo antes posible. La 8ª Ley Biológica es liberadora, la
persona al conocer estos criterios tiene más facilidad para salir de la mayoría
de conflictos figurados, si es eso lo que la persona realmente quiere. Cuando
aparece la activación conflictiva en varias áreas a la vez aparecen las
nombradas constelaciones de la corteza cerebral. Aquí si que es justo
definirlas como constelaciones esquizofrénicas. La persona crea una
adaptación psíquica para poder soportar fuertes conflictos activos al mismo
tiempo. Concretamente, en los tejidos que están regulados por el área
peninsular de la corteza cerebral izquierda y derecha están relacionados con

98
conflictos de territorio. Aquí es imprescindible conocer si la persona es diestra
o zurda y si es hombre o mujer.

Constelación de la corteza cerebral


Vemos claramente como existe una conexión directa de la corteza con el
resto de estadios. En relación con el hígado, a modo de ejemplo,
comprobamos la conexión entre el endodermo (Estadio 1) y el ectodermo
(Estadio 4). Se activa el proceso del tejido endodérmico ante el conflicto de
miedo a morir de hambre, una emoción visceral que implica la esfera
individual de la persona. El conflicto de las vías hepáticas reguladas por la
corteza cerebral se activa ante el rencor de territorio, este tipo de conflicto
está relacionado con el grupo, con la manada. Es cuando se tiene la
sensación de que alguien o algo te obstruye lo que sientes que te pertenece
(inicialmente el alimento). Es un tipo de conflicto en el que está implicado algo
exterior, la persona siente que aunque se dispone del objetivo/nutriente
alguien no te lo permite. Vemos la conexión entre estos dos tejidos dentro de
un mismo órgano y la conexión entre las diferentes áreas cerebrales, no
existe rencor de territorio si no hay un miedo a morir de hambre, o un objetivo
alimento (inicialmente) o un objetivo que definir. En estos últimos años se
afirmaba que se localizaba el hígado en el hemisferio derecho del tronco
cerebral, pero el miedo a morir de hambre también se activa en la parte
izquierda del tronco, ante el conflicto de “morir intoxicado”, que activa la
función excretora del hígado. En este caso de rencor de territorio sería que “
sientes que algo te perjudica porque alguien te obliga o que se bloquea el
deseo de eliminarlo”, quieres expulsar un objetivo que alguien te lo impone.
Así, según lo explicado tenemos dos opciones: Rencor de territorio por algo
que quieres absorber, que estimularía el área cerebral derecha del tronco
cerebral y produciría un aumento de la función absorbente del tejido
endodérmico. Y rencor de territorio hacia algo que quieres expulsar, que te
intoxica o te perjudica, en este caso pasa por el área cerebral izquierda del
tronco cerebral y produce un aumento de la función secretora/excretora. En
este momento se produce un aumento de función de los tejidos
endodérmicos, un aumento de la secreción. El estadio uno, el tejido
endodérmico regula la identidad individual de la persona, el ser unitario,
regula los mecanismos más primitivos, los deseos más profundos. Se podría
representar como una pirámide invertida. A partir de estos deseos más
profundos se extienden todas las ramas de nuestra personalidad.
Pongamos un ejemplo de rencor de territorio que pasa por la vía neurológica
99
del área cerebral del tronco derecho: Una persona, después de cotizar en la
seguridad social de dos países, comprueba que una vez llegada la jubilación
le deniegan una de las pensiones por no residir en ese país. Lo vive con un
rencor de territorio. Lo vive con la sensación de que le quitan liquidez y
solvencia económica, aparece un aumento de la absorción. Pasa por la vía
neurológica del tronco cerebral derecho. Se activa de manera conflictiva el
área del rencor de territorio ya que después de varios intentos ve como no
puede hacer nada (proyectado hacia el exterior), en cambio en el tronco
cerebral no lo vive de manera conflictiva ya que dispone de los ahorros
suficientes para vivir bien, su mujer dispone de un negocio familiar que aporta
suficiente sustento, pero aumenta la función fisiológica de esa área cerebral
del tejido endodérmico.
Todos en alguna ocasión nos habremos encontrado en la situación de tener la
sensación de hambre, algo normal y saludable, pero esta situación en
algunas personas se transforma en un mal carácter. Nos sentimos irascibles e
irritables. Comprobamos una vez más la conexión que hay entre los
diferentes tejidos. Esta situación, se inicia con una estimulación fisiológica
normal del tejido endodérmico, el deseo del bocado necesario. Esta situación
fisiológica normal, si no se cumple puede activar el área cerebral de la
corteza, los conductos hepáticos, pancreáticos y la pequeña curvatura del
estómago, regulados por la corteza post-sensorial. El tipo de situación
conflictiva que caracteriza esta área cerebral es la de rencor de territorio, la
persona se siente molesta e irritada ya que por un lado siente la necesidad
del bocado en el estadio uno, un bocado que aparentemente se puede
conseguir, pero en cambio siente que alguien o por alguna causa se le impide
ejercer ese derecho. Es en este momento cuando se activa el estadio 4 de la
corteza cerebral perteneciente al rencor de territorio. La estimulación
conflictiva de esta zona puede activarse por la sensación de que no se lo
permite el tiempo, el exceso de actividades pendientes, o quizá esté
implicada otra persona en el suceso.
Gracias al conocimiento de esta 8ª Ley Biológica aparece una amplia
clasificación que contiene la combinación de diferentes zonas cerebrales. En
posteriores escritos se aportará el resultado de unas investigaciones que
están en curso.
Existen conflictos que son activados o incrementados por la mañana, cuando
aumenta la actividad cortical, es decir, por la actividad racional e
interpretativa. Puede activar conflictos localizados en la corteza o conflictos
100
de otros estadios, normalmente conflictos figurados.
Acostumbran a ser conflictos recidivantes (crónicos), que se activan
directamente por la actividad cortical, y estimulados por los procesos
intelectivos. La persona duerme y descansa con normalidad por la noche, ya
que se relaja. Al reducir la actividad cortical sale o disminuye la sensación de
la situación conflictiva. Al despertar se vuelve a activar con los primeros
pensamientos, con las primeras percepciones del estado de vigilia. Al
incrementarse la actividad interpretativa de la persona, puede activar el área
cerebral de otra zona que no sea cortical.
Después de un diagnóstico de esclerosis múltiple, a una mujer le confirman
que quedará postrada en una silla de ruedas en cuestión de meses, sin la
posibilidad de poder andar. Desde ese momento inicia una lucha personal
para combatir la supuesta enfermedad. Un deportista, a sus 48 años, no se
resigna a quedarse en una silla de ruedas. En internet leyó que sus músculos
progresivamente se irían atrofiando hasta bloquearse toda su actividad
motora. Ella, no conforme con la sentencia, inició un plan deportivo para
combatir la enfermedad. Practicaba cuatro horas de deporte diarios para
demostrar y demostrarse que eso no podía ser cierto. Su primera
interpretación fue pensar que mientras ella pudiese desarrollar toda esa
actividad no sucedería nada. Os podéis imaginar que su valía y capacidad
estaban puestas a prueba a diario, considerando que el premio era continuar
caminando y la derrota sería verse en una silla de ruedas hasta que la muerte
se le presentase. Su estado demostrativo era agotador, el desgaste
progresivo era evidente. Por la noche, cuando llegaba a casa, después de la
intensa actividad, se relajaba placenteramente en el sofá. Representaba un
momento de rápido reposo, y con espanto comprobaba cómo pasado unos
minutos sentía fuertes espasmos en la musculatura de las piernas. Algo que
frenaba con más actividad, se levantaba del sofá e iniciaba ejercicios de
activación, el movimiento continuado frenaba esos extraños síntomas que
sólo podían representar que la enfermedad estaba avanzando. Su respuesta
siempre era la misma, en función a lo que creía. La enfermedad estaba
avanzando y ella tenía que demostrar que aún podía moverse. Quería
mostrar a su entorno y a ella misma que era capaz de moverse y expresarse
con más soltura que antes. Ante estos síntomas su decisión era dar un
pequeño giro de rosca e incrementar su actividad deportiva. La conclusión
era no parar, no relajarse. Esta situación la mantuvo durante tiempo, siempre
comprobaba que cuando se relajaba iniciaba ese extraño comportamiento de

101
sus músculos en las piernas, así que su recurso fue seguir hasta el límite. Era
más que evidente, después de todo lo que sabemos, que esta persona
estaba realizando regeneraciones continuas cada vez que se relajaba. Por las
noches, cuando desaparecían estos síntomas dormía bien, se despertaba a
menudo a las tres o cuatro de la mañana para ir al lavabo a orinar y después
seguía durmiendo con normalidad, cosa que nos indica que cada noche
llegaba al punto de mayor dilatación.
Esta situación la mantuvo durante más tiempo de lo que le habían
sentenciado. Había pasado la barrera de los nueve meses y aún continuaba
con su exigente programa deportivo.
Pero algo cambió, su estado de agotamiento físico, provocado por sus altas
dosis de ejercicio y la evitación de reposo le llevó a cometer un fallo
momentáneo al apoyar el pié al levantarse de la cama. Por motivos lógicos
cayó al suelo. Ese golpe representó más que una caída. Representó el aviso
de una amenaza, la muestra que su enfermedad avanzaba. Continuó con su
actividad con más intensidad y alarma que antes.
Durante el descanso nocturno conseguía olvidarse casi por completo de la
situación conflictiva en la que se sentía involucrada. Con los primeros
pensamientos racionales, con el despertar de conciencia matutino sentía de
golpe toda la incisión de la situación conflictiva. Todas las mañanas se
preguntaba si podría levantarse y caminar. Todos sus miedos se
representaban gracias a lo que ella creía. Durante el sueño nocturno,
mientras era profundo, la reducción de la actividad cortical sedaba sus
preocupaciones. Al despertar se reactivaban de nuevo. Este proceso bifásico
recidivante a largo plazo provocó un desgaste funcional importante.
Gracias al conocimiento de esta 8ª Ley Biológica, lo más sensato siempre
será intentar solucionar de manera real la situación conflictiva que activa el
proceso. Si es una situación en la que la persona siente que no tiene otra
opción que vivir el suceso, se puede buscar una solución psicológica. Es
decir, influir con la intención de modificar el sistema de creencias de la
persona, con el intento de reducir la intensidad conflictiva y llevarla a una
actividad fisiológica normal. La secuencia sería esta: primero intentar buscar
soluciones directas y precisas; si no es posible influir o cuestionar el sistema
de creencias para reducir la intensidad conflictiva. Gracias a esta ley
sabemos con qué pautas hacerlo, con respeto, criterio y manipulando lo
mínimo a la persona, ya que ella participa activamente.
Los que defienden que el DHS es el principio de todo se mantienen anclados

102
en un punto inmóvil, que frena la comprensión global del organismo como un
todo. Sin duda alguna, esta idea la defienden las personas que siguen
ancladas en un impacto.
Los cuatro estadios, sólo representan un esquema didáctico, en el organismo
existen más subestadios muy importantes que participan en el correcto
funcionamiento del conjunto del organismo.

La cadena hormonal:
El Sistema Límbico es una organización compleja del sistema nervioso
central tanto fisiológica como anatómicamente. Sus estructuras están
localizadas en la superficie media de los hemisferios cerebrales que se
conoce como el lóbulo límbico. Incluye el hipocampo, el fórnix, los cuerpos
mamilares, los núcleos anteriores del tálamo, el giro cingulado, así como
regiones de los lóbulos temporales, parietales y frontales. Se podría decir
que su localización es estratégica en conexión con el resto de estadios
cerebrales. Todos los sistemas sensoriales -auditivo, gustativo, visual, táctil y
olfatorio- mandan impulsos altamente procesados a este sistema. Los
impulsos que salen del sistema límbico siguen básicamente dos caminos: el
primero incluye el hipotálamo, el tallo cerebral, la médula espinal y el sistema
somático motor y el segundo incluye la hipófisis y hace uso del sistema
autónomo endocrino. Este último está indirectamente conectado (a través de
las hormonas) con toda la cadena hormonal del cuerpo e influye en los
procesos adaptativos. La finalidad general de estas hormonas es aportar
unos cambios moderados que provocan una predisposición para adaptarse
al entorno. La información de los demás estados transmite información a esta
estructura. Se encarga de transmitir información neuronal lenta a través de
su activación. Esta información neuronal representa un sistema de
amortiguación entre las diferentes adaptaciones, su activación es lenta
respecto a las respuestas que aportan las neuronas, modulan los estados
emotivos que en definitiva son los adaptativos. Existe una red extensa,
anatómicamente compleja, que interconecta las diferentes estructuras
límbicas. Esta red incluye proyecciones del hipocampo, vía el fórnix al cuerpo
mamilar, y vía los tractos mamilotalámicos al núcleo anterior del tálamo en el
giro cingulado y de regreso al hipocampo. De todo este proceso complejo
aparece la activación o desactivación de diferentes zonas de la hipófisis que
a su vez activa o desactiva la cadena de glándulas hormonales que están
repartidas por el cuerpo. Estudios adicionales del sistema límbico han
identificado al hipocampo y al complejo núcleo amigdalino, como las
103
estructuras subcorticales principales, aunque en realidad la conexión es con
los cuatro estadios nombrados, crea una influencia sobre el conjunto del
organismo. Las lesiones al lóbulo límbico tienen que ser bilaterales para
producir síntomas, producen amnesia anterógrada, interfiriendo con el
proceso neuronal necesario para mover información de la memoria a corto
plazo a la memoria de larga duración, esto me lleva a pensar que este
sistema hormonal a parte de amortiguar los estados hormonales y emotivos,
supone un mecanismo de recuerdo pasado tanto de las situaciones
conflictivas de urgencia a evitar como los de placer. Aquí reside parte de los
pilares fundamentales que influyen en el conjunto del organismo. Este
sistema hormonal puede retrasar el proceso de regeneración ya que el
estado hormonal mantiene la predisposición simpaticotónica. Gracias a estos
criterios se puede entender porque Geerd hablaba de la aparición del infarto
coronario aproximadamente a la 4ª semana de solucionar el conflicto de
territorio. Es evidente que este tipo de conflicto actúa indirectamente sobre el
sistema hormonal y produce una predisposición adaptativa progresiva
ajustada al tipo de situación. Cuando la persona sale de la situación
conflictiva mantiene durante un cierto tiempo el marco hormonal, este tiene
una lentitud mucho mayor que las vías neuronales directas. Ésta en sí es su
finalidad, crear adaptación hormonal más lenta que los impulsos neuronales,
provoca una transición lenta entre diferentes estados emotivos. Es la
sensación que tiene una persona cuando sale de una situación conflictiva
intensa y que ha durado en el tiempo, sabe que ha acabado pero aún se
mantiene la percepción conflictiva aunque se sabe que ha finalizado. Esta
sensación progresivamente se va eliminando. Es en este momento cuando
inicia el proceso de regeneración automático más expansivo.
En siguientes publicaciones hablaremos ampliamente de estos procesos
relacionados con el sistema límbico y su influencia en el resto de la cadena
hormonal distribuida en el organismo, analizaremos los criterios.
Después de explicar el proceso del tálamo y del periostio ampliaremos la
clasificación de la 8ª Ley Biológica.

104
Y O U R E S S E N C E

Tálamo
Un organizador
de respuestas

El tálamo se encuentra en el centro del cerebro, tiene forma ovalada y está


constituido principalmente por sustancia gris. Los estímulos que se dirigen a
la corteza cerebral pasan por esta zona. Dispone de aproximadamente
ochenta núcleos neuronales agrupados por zonas. Es un centro de relevo
hacia la corteza, une la comunicación entre los estadios 1-2 y 3-4. Todas las
vías sensoriales, a excepción del olfato, pasan por el tálamo. Su función es
procesar la información de forma dinámica, encontramos el paso bidireccional
de las vías neurológicas que proceden de los estadios inferiores en dirección
a la corteza cerebral y a la inversa. En su organización se observa diferentes
zonas especializadas, mantienen una función organizadora de los diferentes
procesos neurológicos, la periferia sensorial y los centros cerebrales
inferiores. Algunas zonas reciben la señal de la información sensorial de los
estadios inferiores y desde aquí se envían a la corteza sensorial. Otras zonas
funcionan como enlace entre las conexiones cortical-tálamo con otras zonas
corticales con una actividad en ráfaga. También encontramos zonas que
mantienen una combinación de las características de las dos funciones
básicas anteriores. El tálamo también funciona como un controlador de las
eferencias (salidas) motoras, estas se originan en la zona cortical y su
mayoría se dirigen al tronco del encéfalo o la médula espinal. Este centro de
relevo recibe impulsos que proceden de receptores sensoriales y otras áreas
como el tronco del encéfalo y el cerebelo, entre otros. Estos impulsos
terminan en núcleos talámicos y se dirigen a la corteza sensorial en donde se
distribuye prácticamente a todas las áreas cerebrales del córtex. Desde esta
difusión perceptiva que se extiende por toda la zona cortical se crea un
impulso motor de respuesta desde la corteza motora. El esquema de la
página siguiente representa el mecanismo simple desde la percepción de un
105
estímulo, desde los receptores
sensoriales hasta la respuesta motora.
Aquí están simplificados los diferentes
procesos que intervienen. No podemos
olvidar que en el tálamo encontramos
multitud de núcleos relacionados con
diversas áreas cerebrales. En la
mayoría de casos comprobamos las
vías bidireccionales entre el tálamo y
las áreas cerebrales. Se podría resumir
como un ordenador de respuestas. En
el proceso de aprendizaje integra mecanismos de respuestas codificadas para
situaciones similares o grupos de situaciones que reconoce como parecidas.
Sus diferentes núcleos están destinados a desarrollar mecanismos reflejos.
También reside parte de la responsabilidad de las emociones que están
asociadas con la sensación de agrado o desagrado.
Como hemos visto en la 8ª Ley Biológica, este agrado o desagrado estaría
proyectado sobre un objetivo, el cual actuaría para atraparlo o evitarlo, en el
tronco cerebral. Concretamente, en el puente del tronco cerebral encontramos
en el hemisferio cerebral derecho la regulación del bocado que se quiere
atrapar y en el izquierdo el bocado que se quiere evitar o expulsar. En el
tálamo se organiza el mecanismo de respuesta en los estadios superiores
para llevar a cabo estas finalidades. Hasta que se produce la respuesta final
intervienen diferentes áreas cerebrales que controlan funciones diversas. Un
estímulo sensorial puede tener codificado una respuesta motora, pero si de
manera puntual se activa el área cerebral del cerebelo al sentir que esa
reacción, en esta ocasión, puede representarnos un ataque a nuestra
integridad, o quizá, un conflicto más ligero, el de sentir que ese movimiento
nos va a manchar, automáticamente se bloqueará el movimiento para evitarlo.
Este tipo de procesamiento complejo lo desarrolla continuamente nuestro
organismo para cada simple gesto. Es un proceso automatizado y codificado
en nuestro desarrollo educativo. Me refiero al aprendizaje que desarrolla todo
organismo para expandirse en su medio. Tiene que reaccionar ante estímulos
para atrapar el bocado y evitar el peligro. Entre estos dos procesos más
elementales existen infinidad de combinaciones.
El ejercicio eficaz del tálamo representa el procesamiento rápido de estímulo
y respuestas, dicho de un modo más coloquial representa las respuestas

106
rápidas e instantáneas para
conseguir nuestros objetivos.
Estos pueden ser desde salir
de una situación difícil a nivel
laboral al sufrir un pequeño
conflicto con un cliente, como
la respuesta activa para evitar
un conflicto familiar. En el
mundo empresarial actual se
valora con importancia este tipo de actitudes: una gran actividad cortical y
rapidez de respuesta; encontrar soluciones rápidas a los problemas laborales.
Esta área cerebral nos hace recordar el enunciado original de la 1ª Ley
Biológica, cuando se decía que todo conflicto biológico inicia ante un DHS,
un conflicto, dramático, agudo, que te coge a contrapié y vivido en soledad.
Concretamente la descripción de “a contrapié” refleja claramente la actividad
de esta estructura cerebral. Toda persona ante una situación conflictiva,
siente el aumento de la intensidad si no esperaba tal situación o no es
conocida. Puede ser inesperada y tener codificado un mecanismo de
respuesta, en este caso no encontraríamos prácticamente masa conflictiva.
También puede suceder un bloqueo de respuesta por la activación de otra
zona cerebral. Por este motivo cuando encontramos el bloqueo en una área
cerebral no podemos eludir el resto, que aunque no estén activas de manera
conflictiva influyen e intervienen en el estado global de percepción y
respuesta. Nos volvemos a encontrar con el paso siguiente en esta nueva
ciencia, cuando técnicamente se pueda observar en tiempo real, la activación
y reducción de las diferentes áreas cerebrales, y se pueda cuantificar sus
intensidades. En este momento podremos comprobar la implicación directa y
precisa del resto de áreas cerebrales y la más recomendable respuesta
biológica para salir de las situaciones conflictivas.
El tálamo se encuentra estimulado de manera conflictiva, ante un conflicto en
el que la persona siente que no tiene escapatoria, se siente atrapada, sin
posibilidades o alternativas. Sin la capacidad de ofrecer una respuesta

La necesidad de intervención terapéutica:

Ante la percepción problemática de sufrir una situación conflictiva de un


diagnóstico, la persona siente la necesidad de hacer algo hacia su problema.
107
El no hacer nada, le hace sentir que está bloqueando su necesidad de
respuesta. Normalmente no se hace un razonamiento sobre la respuesta, ésta
acostumbra a ser automática, la persona se siente aliviada al saber que está
haciendo algo hacia su problema. Concretamente, en los casos de
diagnósticos médicos graves, esta necesidad de respuesta puede ir desde la
aceptación ciega de los tratamientos protocolizados que no dan importancia al
origen y su proceso, que cuantifican el éxito teniendo en cuenta una
estadística, hasta la búsqueda de otras alternativas. El abanico es muy
variado. Por desgracia veo a menudo las más absurdas y surrealistas. Una de
mis primeras preguntas va dirigida a saber qué están haciendo hacia su
problema, o mejor dicho, lo que ellos consideran su problema. Es
sorprendente comprobar como muchas de estas personas están haciendo
más de cinco, seis y siete supuestos tratamientos a la vez, desde
convencionales a alternativos. Analizando la situación con más detalle la
persona te explica que ha ido incorporando progresivamente más
tratamientos desde el inicio de la “enfermedad”, desde el inicio del
diagnóstico. Si le preguntas porqué ha ido adquiriendo nuevos tratamientos su
respuesta suele ser la misma: porque no noté ninguna mejoría con el anterior.
Entonces, lo lógico sería dejar ese tratamiento que resulta no tener un
resultado, pero la respuesta acostumbra a ser la misma: por si acaso
continúo. Con el tiempo se van sumando cada vez más tratamientos. En más
ocasiones de lo que nos podemos imaginar nos encontramos delante de una
persona con el gran peso del diagnóstico, que tristemente no se lo puede
quitar de encima, sin síntomas, cargada con un arsenal de combate
(convencional y alternativo) y con la necesidad de continuar dando una
respuesta a lo que considera una situación conflictiva. La persona sin sentir
ningún síntoma desde hace tiempo, mantiene la necesidad de encontrar una
respuesta que le saque de esa mala situación. La búsqueda se puede hacer
eterna e interminable, se hace prácticamente imposible salir de un
diagnóstico, con todas sus cargas asociadas, del que no se conoce su origen
y su funcionamiento. En muchas ocasiones se crea una situación absurda que
sólo se comprende desde nuestra locura y fobia humana.
La sensación de respuesta, de tener una alternativa, el impulso a hacer algo
hacia un problema, es una reacción real y fisiológica. La persona siente la
necesidad de encontrar una solución, coloquialmente, una salida. Este
mecanismo es totalmente biológico y está regulado por los procesos del
organismo. Reducir la posibilidad de respuesta representa para la persona

108
aumentar la sensación de no escapatoria. Por este motivo hay que evitar en
todo lo posible reducir la sensación de no escapatoria, algo que he visto sólo
en contadas ocasiones ya que representa aceptar y respetar la situación de la
persona y comprender en su globalidad lo que está viviendo.
Ahora estoy a punto de abrir un apartado especialmente delicado, por este
motivo me comprometo a ser lo más respetuoso posible hacia todas las
partes implicadas. Durante la década de los noventa las primeras cinco Leyes
Biológicas fueron especialmente criticadas, muchas personas contrarias
calificaban que estos “tratamientos” provocaban la muerte en las personas.
Pongo entre comillas el término tratamientos porque ahora tiene unas
connotaciones diferentes ya que simplemente son unos estudios que surgen
exclusivamente de la observación, y desde el análisis se comprueba que
existen unos criterios que se repiten, unas leyes naturales, sería más correcto
hablar de una Medicina Etiológica. Por mi parte no estoy a favor de la
quimioterapia y la radioterapia, toda persona sensata comprende que no es
necesario destruir tejido para erradicar algo que en realidad ha modificado
nuestro propio organismo con la finalidad de adaptarse a una situación que
ha sentido de necesidad. La malignidad ha desaparecido hace mucho para
las personas que han profundizado con calma en la materia. Pero tampoco
puedo estar en contra de las personas que por voluntad propia (aunque sea
por desconocimiento o miedo) deciden realizar sus tratamientos agresivos.
Para estas personas esta aceptación tácita representa una respuesta, un
mecanismo que la persona siente que le sacará del problema, nota que está
haciendo algo. Es lógico que la persona mientras crea y esté convencida en
la malignidad no demostrada científicamente de las células de su organismo y
el viaje de destrucción que realizan, todavía menos demostrado, la persona
es normal y recomendable que utilice todo su arsenal destructivo que
disponga. Es cierto que la gente muere, y seguirá muriendo, pero lo
importante en este caso no es la muerte, todos moriremos, sino cómo se
muere y porqué. Desde la información cada uno tiene el derecho de elegir
cómo quiere ser tratado y atendido. Mi reivindicación es para desvincular
toda la tecnología actual y las investigaciones a un sector monopolizado en el
que la única verdad es su supuesta ciencia estadística. Si estadísticamente
está comprobado que un tratamiento da el mejor resultado, moralmente nos
sentimos tranquilos por creer que estamos haciendo lo más correcto. Como
siempre el origen de las causas queda en segundo lugar, nos conformamos
con hipótesis bien argumentadas. Mientras que existan personas que crean
109
que los tratamientos agresivos le son de vital ayuda, estos deberán estar en
el mercado y no seré yo quien los elimine. Es verdad que muchas personas
afirman con rotundidad que la quimioterapia le hizo sentir bien, también
existen personas que afirman que se sintieron francamente bien después de
consumir cocaína o algún derivado y no por ello se debería subvencionar
como tratamiento al decaimiento. También soy muy crítico con la postura
acogida por los supuestos conocedores de esta ciencia de la naturaleza,
aquellos que la acogieron por moda o por protagonismo, por sentirse más
médicos que el resto, médicos pioneros. Durante la campaña de divulgación
de los noventa, en España apareció Geerd en televisión española en el
programa de “preguntas y respuestas” con unos recientes y fervientes
seguidores. Esta campaña criticaba con severidad los tratamientos
convencionales para tratar el cáncer. El primer programa bloqueó la centralita
telefónica, todo el mundo diagnosticado de cáncer quería “tratarse con este
método”, no es de extrañar, en el programa se vendían infinidades de
recuperaciones (salvaciones). Miro con deseo de olvido aquel episodio fuera
de lugar. Los seguidores han mostrado ser seguidores de su propia fama que
desde la fe más que desde el conocimiento integrado influenciaban a los
pacientes explicándoles con detalle los efectos nefastos de sus tratamientos
de quimioterapia, asegurándoles que estaban en fase de regeneración
(quizás desde más de un año y se mantenía en el tiempo sin poder darles
más explicación). Las personas afectadas se encontraban con una situación
de vida difícil y en su mayoría insoportable. Por un lado tenían el estado
médico oficial, que no dudaba en trasmitirle continuamente la malignidad de
su situación y le proponía el tratamiento más agresivo soportable; por otro
lado tenían unas investigaciones científicamente demostradas que se
centraban más en impedir y disuadir que la persona realizase sus
tratamientos convencionales agresivos. En este punto, dejando a un lado los
razonamientos de actuación de cada sector, cada uno con sus motivos y
justificaciones, me centro en la persona que se encuentra en una situación
extremadamente delicada de vida en la que sentía que se le acababan las
posibilidades. Si la persona dejaba sus tratamientos convencionales su
entorno creía, en su mayoría, un suicidio programado; y si seguía sus
tratamientos estipulados por la medicina de estado creían formar parte de un
exterminio programado (quién sabe por quién), que la única finalidad del
tratamiento es producirle la muerte. Os podéis imaginar el grado de
desesperación, pánico, terror y lo más importante, el sentir que no se tiene
110
ninguna escapatoria. La persona llegado a este punto se alteraba,
atormentaba, enloquecía, sus familiares eran testigos de tanta angustia y
agonía que posteriormente no dudaron en trasmitir a su entorno.
A esta situación, por desgracia, aún común, la denomino “El síndrome del
Tálamo”. La persona cuando se encuentra en este tipo de conflicto, con
fuerte intensidad, se crea un desequilibrio global del organismo. Modifica los
estados del sueño, sus valores hemáticos y hormonales. Este tipo de
conflicto provoca que se activen otras áreas cerebrales que aumentarán aún
más el desgaste de la persona y si por error no encuentra una salida,
tristemente sucumbirá en un fuerte estado de agitación y locura.
Comprobamos como personas de buena fe, desde el buen acto de ayudar,
están reduciendo las posibilidades de respuesta de una persona. Por eso soy
crítico en vender “actos de fe” y lo soy también con quién lo hace, apuesto
con placer diario en la formación, investigación y el intercambio de esfuerzo.
Estimular a las personas a la comprobación e integración de estos estudios,
sin prisas, con calma y placer. Permitir siempre que el paciente esté en la
posición que se merece hasta que encuentre un equilibrio, por encima de
toda posición política, religiosa, social o ideológica. Una persona con
conocimiento y comprobación de estos estudios tiene una visión diferente y
natural sobre su entorno. A días de hoy, dejando a un lado la presión
mediática y social, una persona puede elegir si quiere o no realizar los
tratamientos protocolizados, el castigo de no hacerlo: el desamparo. El
monopolio total y absoluto de la tecnología médica y su infraestructura hacen
sentir a la persona la pérdida de cualquier punto de referencia, sentirse que
está fuera del sistema. Algo cruel cuando estamos hablando de personas en
un momento delicado de salud.
Todas estas lineas invertidas son para trasmitir algo francamente simple: el
respeto y el derecho a elección. No poner a la persona, cuando se encuentra
en un momento delicado de salud, entre la espada y la pared. Permitir que la
persona desde la capacidad de todos sus recursos, encuentre y decida qué
es lo que necesita para llegar a la normalidad. Sin ningún tipo de dudas,
cuando lo sepa, tendrá nuestra ayuda y soporte. Este es el ideal. Desde la
posición de respeto y respaldo a la persona, por los motivos que deben ser,
encuentra siempre la alternativa donde existen menos inconvenientes,
aquella que siente más ligera, con menos inconvenientes. Quizás no sea la
mejor opción desde nuestro punto de vista, pero casualmente desde ahí la
persona puede continuar su trayectoria de vida y le posibilita reconducir una

111
Y O U R E S S E N C E

Periostio

Nos encontramos con una novedad importantísima, el periostio. En los


procesos relacionados con el hueso sólo se había definido que existía una
reducción de tejido en fase activa, que había una descalscificación cuando
sentíamos una desvalorización. En esta interpretación había quedado
escondida una función fisiológica concreta del periostio, que en las antíguas
clasificaciones se colocaban en el ectodermo ya que sólo se daba importancia
a su sensibilidad ectodérmica. Concretamente se clasificaba en el apartado
de oncoequivalente ya que se creía que no había ni un aumento ni
disminución de tejido. Veámoslo con más detalle.
El periostio es una membrana resistente de tejido conjuntivo denso e irregular
que cubre el hueso, excepto en las superficies articulares que su cobertura es
el cartílago articular. El periostio protege el hueso y participa en la reparación
y nutrición ósea superficial. Supone el punto de inserción de tendones y
ligamentos. Dispone de dos capas, la más externa esta compuesta de tejido
conectivo denso e irregular donde hay abundantes vasos sanguíneos y
nervios, la capa interna también se conoce como osteogénica ya que tiene la
capacidad de crear matriz ósea, está formada por fibras elásticas y vasos
sanguíneos. Dispone de células osteogénicas que pueden transformarse en
osteoblastos. La sensibilidad del periostio está regulada por la corteza
sensorial.
El periostio se había incluido en la vieja clasificación en el ectodermo,
concretamente en el apartado denominado oncoequivalente. En este grupo se
incluían todos los procesos pertenecientes al ectodermo que no producían
úlcera en fase activa. Se creó este apartado para dar explicación a todos los
procesos clasificados como ectodermo en los que no se observaba un

112
aumento o disminución de tejido. Esto no tiene demasiado sentido a la luz de
las Ocho Leyes Biológicas, ya que las funciones van relacionadas con tejidos
o grupos de tejidos, así en el periostio, como veremos a continuación, su
sensibilidad está relacionada con estructuras que no derivan del ectodermo y
producen un aumento de tejido. Al no conocer la 8ª Ley Biológica no se
había podido interpretar con precisión el proceso donde está implicado el
periostio, así como muchos otros.
Los osteoblastos, como hemos explicado en el apartado del hueso, producen
un aumento de tejido en cualquier proceso de regeneración, es la matriz de
colágena que una vez osificada constituye el hueso formado, denominados
osteocitos. Los osteoclastos son los encargados de reducir la matriz ósea,
como hemos visto en el Diseño Estructural©, con la finalidad de restituir el
hueso o crear un diseño nuevo según las situaciones contextuales.
En el periostio aparecen dos capas, la más externa contiene muchas fibras de
colágena que fijan el periostio al hueso, también dispone grandes cantidades
de vasos sanguíneos, que derivan del mesodermo, y nervios regulados por el
córtex y de derivación ectodérmica. Aquí ya observamos dos tipos de
inervaciones, dispone de una irrigación sanguínea abundante para nutrir el
periostio y el hueso. En cambio la capa interna se encuentra en contacto
íntimo con el hueso y está formada por células conjuntivas capaces de
convertirse en osteoblastos, células que configuran la matriz ósea, capaz de
aumentar el tejido óseo compacto. Es cierto que el periostio está muy
inervado sensorialmente por la corteza sensorial pero no se puede limitar a
considerar que pertenece únicamente al ectodermo por su evidencia
sensitiva, eso es un grave error. Como dice la 8ª Ley Biológica existe una
conexión estrecha entre los tejidos dentro de un mismo órgano. En Fase
Activa, a diferencia de lo que se había creído, aparece un aumento de tejido
cuando el organismo siente que se está presionando el hueso, produce un
aumento de osteoblastos que se traduce en un aumento de la matriz ósea
con la intención de producir un aumento de tejido en fase activa. Sé que esto
es algo sorprendente, sobre todo para las personas que conocen
mínimamente las clasificaciones que se han hecho hasta ahora en la NMG.
Impacta, igual que hizo en mí cuando lo descubrí, ya que esto significa que
encontramos un proceso de aumento de tejido óseo en los procesos
regulados por la sustancia blanca y aparentemente contradice la clasificación
de la 3ª Ley Biológica, algo que no es del todo así. Al no conocer la 8ª Ley
Biológica se había limitado en clasificarlo como tejido ectodérmico, algo que
113
simplemente se centra en la fuerte inervación sensorial. Se había obviado la
derivación mesodérmica de la membrana de protección del hueso. Esta
membrana de protección está regulada por la sustancia blanca, al menos así
lo puedo confirmar a días de hoy en los casos que he analizado, aunque
supongo que el cerebelo está implicado de alguna manera en este tipo de
proceso, todavía no se de qué forma precisa.
En fase activa, el periostio fuertemente inervado sensorialmente, produce
dolor. El periostio, altamente sensible, capta con facilidad cuando se está
presionando al hueso, que por si mismo es una estructura insensible. Esta
sensibilidad del periostio, en fase activa, tiene su propio sentido biológico,
proyecta a la persona a alejarse de ese objeto-postura-situación que está
presionando, atacando o incidiendo sobre el hueso. Si el conflicto se mantiene
en el tiempo se observa un aumento de tejido en fase activa, algo que nadie
había podido comprobar en estos 30 últimos años. El periostio
estructuralmente pertenece al mesodermo y funciona similar al paleoncéfalo,
produciendo un aumento de tejido en fase activa. En la tercera ley se había
considerado que todos los tejidos regulados por la sustancia blanca producían
una reducción de tejido en fase activa y en este caso vemos claramente como
no es así, este proceso pertenece al paleoncéfalo y produce un aumento de
tejido en fase activa. El dolor aparece por la fuerte inervación sensorial de la
corteza. Por su conexión con este tejido y función puede activar la emoción,
sobretodo cuando la persona lo asocia a una patología, de ataque, presión al
hueso y activa el proceso del mesodermo del periostio y produce un aumento
de refuerzo.
Hasta ahora se había considerado que el dolor, cuando estaba implicado el
hueso, se producía por un estiramiento del periostio para poder reforzar el
hueso en fase de solución. Así se interpretaba erróneamente que el dolor
pertenecía a la fase de solución, regeneración. Algo totalmente erróneo, este
tipo de dolor aparece en fase activa y el periostio está totalmente implicado en
la formación de matriz ósea. Hasta este descubrimiento, que lo siento como
un regalo por las largas horas de entrega, se consideraba dentro de la
limitada y delimitada NMG con las primeras cinco Leyes Biológicas, que el
dolor era algo normal, que suponía un buen presagio y un buen síntoma, que
la persona tenía que estar feliz y contenta ya que su hueso estaba
regenerando y que al final sería más fuerte, estaría más reforzado. Esto ha
sido un gravísimo error de interpretación, los que lo hayan podido presenciar
sabrán de que hablo, ya que ha llevado a muchas personas a sufrir largos
114
periodos de dolor autoconvenciéndose de que estaban en fase de solución,
que sólo tenían que esperar a que el hueso se consolidase, algo que no
llegaba nunca. La errónea e imprecisa interpretación se traducía en fuertes
dolores insoportables y en desesperación. El intenso dolor llevaba a la
persona a estados de abatimiento emotivo en el que sus familiares eran
testigos, que algunos sufridores intentaban superar con megalomanías
momentáneas, al pensar que al final su hueso sería más fuerte. Algo que
acostumbraba a no mantenerse mucho ya que la persona acababa derrotada
por los fuertes dolores incomprensibles. El final de los casos graves os lo
podéis imaginar. La persona sucumbía en la peor muerte que se puede
imaginar. Acercarse a la muerte suponía el último intento de solucionar esa
situación insostenible, insoportable. Los terapeutas, como último recurso
desesperado, con deseo de sostener a la persona repetían con intensidad lo
que habían creído a pies juntillas de los estudios iniciales de Geerd: animaban
a la persona desesperada a que aguantase, que estaba en fase de
regeneración, que sólo tenían que esperar a que su tejido regenerase, que
era normal, que el dolor tenía como sentido mantener la zona en reposo, que
al final su estructura sería más fuerte. Al final la persona deseaba la muerte,
los dolores eran insoportables e insufribles, cualquier antiinflamatorio parecía
no tener efecto. A esto se sumaba algo más, cuando la persona, ante el
intento de encontrar un poco de alivio, deseaba la morfina con el deseo de
salir del caos individual y familiar que parecía no tener salida, ya que duraba
demasiado. Suponía un intento de sedar la vida para no sentirla y olvidarse
del dolor. En estos casos de desesperación se seguía con la ignorancia y la
arrogancia de unos textos cargados de dolor. Los fieles o momentáneos
seguidores decían en alto ¡NO!, la morfina frena la regeneración. En estos
casos se activaba de nuevo el proceso del tálamo, no tener escapatoria.
Normalmente la persona entraba en un estado de perturbación emotiva,
delirios de la personalidad, inestabilidad hasta que sucumbía. Si la persona
hubiese entendido desde el principio cómo funcionaba el proceso
seguramente hubiese podido encontrar una estrategia para reducir o eliminar
la situación conflictiva. Si lo que se le explicaba desde fuera, hubiese
correspondido con lo que realmente él estaba viviendo, hubiese encontrado el
mecanismo para llegar a una normalidad. Si se hubiese entendido desde el
principio el proceso, ninguna persona hubiese pedido voluntariamente la
morfina.

115
Así la clasificación del mesodermo implicado en la estructura del hueso queda
de esta manera: Los osteoblastos producen un aumento de matriz ósea, que
aparece después de un traumatismo o cada vez que el organismo necesita
aumentar la estructura ósea del tejido compacto desde el exterior. Ante un
ataque, incisión al hueso, se activa un aumento de tejido, mediante la acción
del periostio se forman osteoblastos que facilitarán el aumento de tejido óseo
en fase activa con la intención de reforzar la estructura. Funcionan como el
mesodermo del paleoncéfalo. En cambio los osteoclastos producen una
reducción de tejido sobre la estructura ya consolidada con la finalidad de
reducir el peso o moldear la estructura según el Diseño Estructural©
necesario, como ya hemos comentado. En fase activa produce un aumento
de células (osteoclastos) y una reducción de tejido óseo. El resultado de este
aumento de función y tejido (osteoclastos) produce una reducción de tejido
característico del neoencéfalo.

Evolutivamente podemos imaginar lo que sucedió, primero se creó la rigidez


ósea para crear una estructura fija resistente, la osificación de las matrices de
colágena. Después aparecen las células osteoclásticas necesarias para
reducir el tejido en algunas zonas y moldear las estructuras rígidas y crear el
Diseño Estructural©. En ambos casos supone un aumento de función pero en
uno se traduce en un aumento de tejido y en el otro en una disminución. Para
formar las trabéculas primero se tuvo que formar hueso y después se
reabsorbió material óseo. Estos espacios huecos en el tejido óseo esponjoso
mantienen sus lineas de tensión y resistencia con el mínimo peso gracias a la
reducción de tejido producido por los osteoclastos. Evolutivamente apareció

116
primero la osificación gracias a la formación de matriz bajo la necesidad de
crear resistencia rígida en los tejidos, protección y puntos de referencias
resistentes. Después apareció la reabsorción ósea necesaria para crear
adaptaciones estructurales, para reducir el hueso en las zonas donde no era
tan necesario. También este fenómeno es el responsable de parte del Diseño
Estructural© necesario para moldear progresivamente la estructura ósea
rígida dependiendo de las situaciones ambientales a las que se encuentra el
organismo. El mesodermo, en la estructura ósea, como vemos en el
esquema, es una capa intermedia de transición que mantiene los dos
mecanismos, el de aumento de tejido y disminución, pero en ambos casos lo
realiza mediante un aumento de función, algo que se desconocía hasta ahora.
En los casos que he analizado, la activación cerebral del aumento de tejido
óseo en fase activa la he encontrado en la zona cerebral de la sustancia
blanca, aunque no descarto que el cerebelo pueda tener alguna influencia
importante en este proceso, aún desconozco con precisión estos datos. Así
encontramos que existe una fase activa en la que se produce un aumento de
tejido óseo ante un conflicto de falta de rigidez, resistencia ósea que se
infringe desde el exterior, donde está implicado el periostio al sentir un ataque,
presión, tensión en esa zona ósea. Aquí inicia el sensato proceso de refuerzo
óseo en fase activa con fuerte dolor, cuando la persona siente una presión en
la membrana protectora sensible del hueso, cuando siente un ataque desde
fuera, real o figurado.
También existe una fase activa en la que se produce una reducción de tejido
por un aumento de función de las células osteoclásticas, un fenómeno
explicado después de la exposición de la 6ª Ley Biológica. En este caso, en
el que se activan las células capaces de reabsorber hueso, la finalidad
biológica es moldear la estructura ósea cuando el organismo siente que su
forma o configuración impiden un objetivo. En este caso tiene sentido una
adaptación estructural, un moldeado como hemos explicado con anterioridad.
En ambos procesos encontramos el sentido biológico en fase activa, lo que se
había creído hasta ahora sobre estos procesos teniendo en cuenta solo las
cinco primeras Leyes Biológicas era un auténtico error, como ya hemos
comentado.
Cuando está implicada la función osteoclástica y el Diseño Estructural© se
observan las modificaciones de las células sanguíneas (Leucocitos,
Eritrocitos), tanto en la fase activa como en la solución como hemos explicado
en el apartado que habla sobre la leucemia y la anemia. En cambio cuando
117
está implicado el periostio, en el refuerzo del hueso compacto externo, no se
observa alteración significativa de estos valores. Ahora se entiende porqué en
muchos casos analizados con un proceso óseo intenso en curso, no aparecía
ninguna alteración significativa en los leucocitos y los eritrocitos. Éstos sólo se
modifican cuando está implicado el Diseño Estructural©. Una fuerte actividad
osteoblástica activaría una regeneración que produciría síntomas y reduciría
las capacidades del organismo de salir de la situación conflictiva. En cambio
con una reducción de las células sanguíneas se reduce la activación del
proceso de consolidación estructural, no se activa un proceso de
regeneración por destrucción de tejido. El conflicto en el Diseño Estructural©
es quiero cambiar mi estructura y no puedo. Para que esto suceda se
necesita intensidad conflictiva prolongada en el tiempo.

En el inofensivo primer libro que publiqué en mayo del 2009 destinado a


explicar brevemente las primeras cinco Leyes Biológicas, me acusaron
algunos sectores fanáticos pro-nmg de interpretar a mi manera la marca
registrada y de no nombrar ni una sola vez al maestro, como les gusta
denominar a los seguidores de espíritu. Ahora lo pongo contra las cuerdas,
con la curiosidad de ver qué hará, como un juego inocente de desestabilizar
una posición artificial, ficticia y figurada. Espero que la reacción sea aceptar
con humildad que la postura era errónea, que estaba equivocado y que se
tiene que seguir investigando. Si esto sucede facilitará la abertura para que
todas las mentes inquietas investiguen con libertad y se sientan orgullosas de
hacer algo interesante para todos. Se abandonarán las “megalomanías del
amor” y el deseo de sostener a la humanidad, se dejará de acusar genocidios
que en realidad a una persona individual con un problema puntual de salud no
le interesa; no se utilizarán los actos posiblemente erróneos de otros sectores
para justificar nuestras acciones. Se apoyará desde la información que cada
persona pueda elegir como quiera ser tratada. Se apoyará con todos los
recursos actuales a las personas que conocen estos procesos y quieran ser
apoyadas desde estos criterios naturales. Desde mi punto de vista está
obligado a publicar los puntos donde estaba equivocado y no me sirve que se
valore este intento de avanzar con un ataque de desprestigio por mi parte,
eso ya no es creíble ya que soy y seré un buen alumno, siempre he
cuestionado a los familiares que más he querido con el intento de avanzar y
perfeccionar el ambiente que se me ofrece. Simplemente liberalizo algo que
no pertenece ni a él, ni a mí, ni a nadie. Quien quiera sostener al padre o al
118
abuelo figurado que lo haga, yo mientras tanto me ocuparé de las personas
que puedo sentir su contacto en la piel; a mí y a ellas que necesitamos
respuestas a nuestras manifestaciones físicas. Aquellas respuestas que
encajan por todos los lados con lo que realmente sucede. Por un intento de
que cada vez más, las leyes se ajusten a lo que realmente sucede y para que
así sea, he escrito el libro de redención, la liberación de estos estudios,
publicado en Setiembre del 2010. Que cada persona, desde la acción
individual y la posición ecuánime, comprobar y postular con criterios cada vez
más exactos los fenómenos que suceden desde siempre. Todos necesitamos
tu apoyo silencioso, empieza con tu entorno más próximo. A todos los que
intentan marcar su posición exterior y se sienten defensores de una causa y
consideran que estos estudios son parte de su territorio, están equivocados.
A ellos les propongo que encuentren su posición en ellos mismos y en su
entorno más cercano, es ahí donde encontrarán la autentica felicidad.

119
Ampliación Octava
Ley Biológica

7
Disminución de tejido óseo en fase activa

6
Aumento de tejido óseo en fase activa
6

4 5
3
2

120
7. Corteza cerebral: existen dos regulaciones bien diferenciadas. Por un lado vemos
los receptores neuronales sensoriales que son una prolongación de la corteza
cerebral y los impulsos motores directos. Son las células más especializadas. En fase
activa producen un aumento de función, un aumento de estímulo, si se mantiene en
el tiempo produce una reducción funcional progresiva provocada por el desgaste.
En cambio también dispone de la regulación de los epitelios de revestimiento que
producen una reducción de tejido que provoca un aumento de función. La
reducción de los epitelios que configuran un conducto provocan un aumento de la
sección del conducto.

6. Sustancia blanca cerebral: Encontramos una función más primitiva, en la que se


produce un aumento de tejido en fase activa, un aumento de la función osteoblástica
de la membrana de protección del hueso, el periostio. También existe otra regulación
con un aumento de la función osteoclástica del tejido óseo en fase activa la
reducción de tejido para cubrir el Diseño Estructural©.

5. Tálamo: Es un centro de relevo en dirección a la corteza cerebral y un reflejo para


el sistema límbico.
4. Sistema Límbico: recibe el reflejo de la información neurológica de las diferentes
zonas cerebrales, en parte a través del tálamo e influye sobre la cadena hormonal.
Crea una predisposición hormonal para hacer frente al entorno. Las hormonas
cubren la función de mensajeros lentos que amortiguan los cambios emocionales y
crean una predisposición emotiva de la persona.

3. El cerebelo: tiene un control neurológico sobre las funciones de las membranas de


protección, regula las funciones de ataque y defensa, influye sobre el movimiento.
Encontramos un aumento de función en fase activa, aumenta la protección.
Conectado al estadio uno y tres pero no en una posición intermedia; algunas vías
van directas sin pasar por el cerebelo.

En las funciones del endodermo encontramos diferentes zonas estructurales que


cada una de ellas cubre unos tejidos concretos:

2. El Mesencéfalo: tiene un control neurológico sobre las funciones de la


musculatura lisa involuntaria. Sufre un aumento de función ante una estimulación y
un aumento de tejido cuando se mantiene en el tiempo.

1. El tronco cerebral (puente): regula las funciones fisiológicas básicas. Tiene


receptores sensoriales a nivel celular que transmiten a esta zona cerebral
información química de los nutrientes a absorber o expulsar. Regula las funciones de
absorción y secreción para facilitar la captación de nutrientes. Por último regula la
función excretora para eliminar el material sobrante. Estas regulaciones cerebrales se
realizan conjuntamente con las regulaciones individuales de las células. Representan
las funciones básicas para mantener la vida. En fase activa sufren un aumento de
función y/o tejido.

121
Y O U R E S S E N C E

Musculatura lisa

Evolución del tejido muscular...

Otra novedad menos importante es la evolución evidente entre las diferentes


musculaturas. Comprobaremos algunas de las especializaciones que han
surgido bajo la necesidad de cubrir un objetivo biológico.
Las fibras de la musculatura lisa son mucho más pequeñas que las de la
musculatura estriada, con un diámetro treinta veces menor y una longitud
cientos de veces menor. La disposición de las fibras musculares lisas son muy
diferentes a las estriadas, cada una diseñada para cubrir unas funciones
determinadas.
El músculo liso tiene la capacidad de contracción de hasta el 80% de su
tamaño. Requiere menos energía para producir su contracción, es menor que
la musculatura estriada. La lisa tiene una mayor fuerza de contracción, de 4 a
6 Kg/cm2 de área transversal a diferencia de la musculatura estriada que es
de 3 a 4 kg. Es decir, es un tejido que ha diseñado la naturaleza para tener el
máximo poder de contracción con el mínimo esfuerzo.
Cuando aparece la necesidad de contracción rápida, evoluciona y se crea la
musculatura estriada. Ante un impulso, la musculatura estriada tiene un
tiempo de respuesta mucho menor que la musculatura lisa, es un tejido que
se ha diseñado para mantener contracciones tónicas prolongadas con el
mínimo consumo de energía. Estos tejidos se pueden estimular bajo señales
excitadoras continuas de baja intensidad, procedentes de fibras nerviosas, o
por orígenes hormonales o distensión muscular. Una característica importante
del músculo liso de muchos órganos huecos (unitario visceral), es que tienen
la capacidad de recuperar casi la totalidad de su fuerza de contracción en
muy poco tiempo.

122
Las contracciones tónicas del músculo liso son prolongadas, pudiendo llegar a
durar horas o incluso días. En estado de reposo el potencial intracelular
normalmente es de -50 a -60 mV, en la musculatura estriada, el valor de esta
es aproximadamente -80mV. Como hemos comentado, las hormonas y
factores químicos pueden producir una estimulación no nerviosa. Un ejemplo
es la vasodilatación que produce un exceso de anhídrido carbónico o una
ausencia de oxígeno en sangre, esta vasodilatación tiene la finalidad de
aumentar el flujo sanguíneo. La temperatura, como ejemplo, también corporal
produce vasodilatación. Algunas hormonas pueden potenciar o inhibir una
contracción muscular del tejido liso. Una misma hormona puede provocar dos
reacciones diversas en tejidos diferentes. Por ejemplo la noradrenalina inhibe
la contracción del músculo liso del intestino y estimula la contracción del
músculo liso de los vasos sanguíneos.
La musculatura estriada, por otra parte, ha
surgido de la necesidad evolutiva de crear
respuestas contráctiles rápidas. Estos
mecanismos prácticamente instantáneos
necesitan más energía para generar las
contracciones. A diferencia de la
musculatura lisa estas fibras estriadas
sólo pueden contraerse un 30% de su
longitud. Los mecanismos para cubrir
estas funciones son diferentes de una
musculatura a otra. La estriada tiene un
nivel superior de organización, capaz de
ofrecer contracciones y relajaciones
rápidas, lo contrario que la musculatura
lisa, que proporciona contracciones
prolongadas y duraderas con muy poca
energía. Ante una necesidad inmediata
para atrapar un bocado, desplazarse o
huir, no tendría sentido una lentitud con el
fin de reducir energía, estas situaciones requieren respuestas rápidas e
instantáneas. En cambio en la musculatura lisa, asociada directa o
indirectamente, a los tejidos intestinales, los cuales se encargan de captar
nutrientes necesarios para el organismo, no tendría sentido una rapidez y
derroche de energía. El proceso de digestión se lleva a cabo con la mínima
123
energía posible, de ahí el sentido de su estructura y sus características. El
músculo liso necesita de 10 a 300 veces menos energía que la musculatura
estriada y es capaz de alargar esta contracción en el tiempo. La estimulación
y la relajación se produce de forma lenta.
El músculo cardíaco se considera musculatura estriada involuntaria. En
realidad este tejido se ha especializado para cumplir las funciones de
bombeo. Es una transición entre la circulación de nutrientes mediante
peristaltismo (que aún mantienen las venas), y las contracciones rítmicas y
enérgicas para nutrir con rapidez los tejidos. El músculo cardíaco se contrae
de manera bastante similar al músculo esquelético, aunque mantiene la
duración de la contracción, pero en menor medida que la musculatura lisa. El
músculo cardíaco está formado por células musculares interconectadas y
entrelazadas entre si, para facilitar que cuando una se excite lo hagan
también el resto, características que nos recuerdan a la musculatura estriada.
La contracción muscular ventricular dura hasta 15 veces más que la
esquelética. Inicia unos milesegundos después de la llegada del potencial de
acción y se contrae hasta algunos milesegundos después de que finaliza.
Vemos algunas de las características que hace especial a la musculatura
cardíaca, necesarias para cubrir su función. Mantiene algunas características
de la musculatura lisa y otras de la musculatura estriada. Las venas son un
claro ejemplo de transición desde la musculatura lisa involuntaria hasta la
musculatura cardíaca involuntaria de las aurículas. Las arterias son la
transición entre la musculatura cardíaca de los ventrículos hacia la
musculatura estriada voluntaria.

124
Y O U R E S S E N C E

Conducto
galactóforo

Os presento otra novedad que se extrae del conocimiento e integración de las


tres últimas leyes. El proceso que os voy a presentar es similar en casi todos
los conductos relacionados con alguna glándula. En este caso hablaremos
del galactóforo. Veremos como a la luz de las nuevas leyes y clasificaciones
se extrae mucha precisión de este tipo de proceso.
Los conductos son estructuras tubulares ramificadas que se originan en las
glándulas mamarias. Las ramificaciones confluyen en canalículos más
gruesos hasta terminar en el conducto galactóforo que se dirige hasta el
orificio del pezón por donde se secreta la leche. Los conductos también
tienen la capacidad de dilatarse funcionando como un reservorio de leche.
Estos conductos derivan del tejido ectodérmico, están tapizados por células
epiteliales. El pezón, donde se encuentran las células estrictamente
epiteliales, se invagina hacia el conducto y lo tapiza. En fase activa produce
una reducción de tejido. Aumenta la sección del conducto y facilita el flujo de
leche. En fase de solución produce una inflamación que puede obstruir el
conducto. En esta fase, la secreción continuada de la glándula mamaria, no
puede fluir hasta el exterior y provoca una inflamación de la mama. Es
recomendable extraer el líquido para evitar que el material sobrante se
encapsule. Si esto sucede al final del proceso se observa un seno
endurecido. Hasta ahora este conflicto se asociaba a una separación, el
sentimiento de que alguien te había sido separado del seno. Se había creído
esto ya que el conducto galactóforo está constituido por células de epitelio
plano estratificado, que surge de la invaginación del pezón. Por este motivo
se había considerado el amplio conflicto de separación. Hasta ahora la
reducción de conducto en fase activa, Geerd había considerado que tenía

125
como finalidad biológica dejar circular leche aunque el niño esté separado. En
realidad no funciona del todo así. Sus conclusiones genéricas me
representaban muchas preguntas. Es cierto que en muchos casos aparecía
este tipo de proceso cuando había habido una separación o una ruptura de
contacto y eso parecía encajar de manera genérica en todos los casos. En
muchas ocasiones aparecía la fase activa ulcerativa después de que la mujer
hubiese vivido una separación intensa o la muerte de un familiar querido.
Esto parecía a grandes rasgos encajar, pero en otros casos la separación no
era tan evidente, al menos no había habido una separación más intensa que
otras veces. ¿Qué sentido real tiene esta reducción de tejido y aumento del
conducto cuando un ser querido ha muerto o se ha creado una distancia? En
estos casos no tiene mucho sentido facilitar el flujo de leche ya que no están
presentes. Si hubiese una separación real con las características de que
“alguien me ha sido separado del pecho” se produciría en la piel, no en el
conducto.
El conflicto en realidad no tiene nada que ver, al menos directamente, con la
separación típica de la piel. En este caso el epitelio plano estratificado forma
un conducto por donde circula la leche. El conflicto en realidad es una simple
obstrucción, real o figurada. “Algo o alguien no me permite nutrir a un ser
querido o cercano”. El conflicto en términos biológicos se activa cuando se
detecta una oclusión, un bloqueo en el conducto galactóforo. Esta oclusión
real o figurada, produce la activación del proceso ulcerativo que facilita la
eliminación de la obstrucción. El conflicto figurado es cuando la mujer siente
el deseo de nutrir a alguien y por algún motivo no le es permitido, siente que
es interrumpido. El sentido biológico figurado y real es el mismo, aumentar la
sección para poder eliminar lo que frena o impide nutrir.
En los casos en los que se activa después de la muerte de un ser querido,
representa que la mujer siente la incapacidad de que ya no le puede nutrir.
Siente que ahora ya no puede hacer nada. Mientras la mujer se mantiene en
esta emoción de bloqueo, el deseo de nutrir, produce una úlcera en el
conducto que facilita el flujo de leche. El sentimiento de separación global
puede o no estar implicado en el proceso, pero se puede activar también ante
otras circunstancias siempre que se interrumpa el deseo de nutrir a alguien.
En los casos de muerte, la imposibilidad de nutrir, simplemente es porque la
persona ya no está, pero puede aparecer por multitud de posibilidades. Os
pongo un par de ejemplos. Una mujer joven, felizmente casada, siente a su
suegra que cuida y nutre su matrimonio. Esta situación se mantiene
126
agradablemente en armonía hasta que esta chica se queda embarazada y da
a luz a su primera hija. A partir de este momento, la suegra coge un papel
dominante. La joven madre siente que su suegra no le permite o le bloquea el
nutrir a su hija. Continuamente le dice qué y cómo tiene que hacer las cosas,
le hace sentir que no es una buena madre, que no sabe nutrir a su hija. La
suegra trata a la nieta como si fuese su propia hija y deja a la madre a un
lado. Siente a su suegra como un impedimento para nutrir a su hija que al
final se transforma en una lejanía. Esta joven, después de un tiempo de
conflicto decide distanciarse de la suegra aprovechando una excusa laboral.
En este supuesto caso existe una separación parcial de la suegra, que en
realidad supone un intento de solución más que un conflicto. Se crea una
distancia cordial entre suegra y nuera que a simple vista puede parecer una
separación, pero que en realidad no es el conflicto detonante del proceso del
conducto galactóforo.
Pongamos otro ejemplo: Tres hermanas comprueban como su viudo padre
enferma y necesita la atención de las hijas. La hermana mayor acapara los
cuidados de su padre, se lo lleva a su casa para que esté mejor atendido. La
hermana pequeña siente que no le es permitido ejercer su sentimiento de
nutrir al padre. Ella quiere pasar más tiempo con su padre y nutrirlo en su nido
pero ve como su hermana mayor se lo impide desde la corrección.
En este caso el orden de los sucesos son diferentes. Es cierto que hay una
separación, durante el día estamos viviendo continuamente separaciones y
encuentros, pero lo realmente conflictivo para esta mujer es el no poder
ejercer ese sentimiento de nutrir a “papá”, alguien se lo impide o ella no sabe
como hacerlo.
Durante estos últimos años, desde que iniciaron estos estudios en los 80, se
había consolidado la idea de que este proceso en los conductos galactóforos
surgía de una separación ya que el conducto, embriológicamente, es una
invaginación de la piel. La definición de “separación” tiene un campo de
interpretación demasiado amplio, similar a la recurrida desvalorización para
definir todos los tejidos regulados por la sustancia blanca cerebral. La falta de
precisión en estos procesos, en ocasiones ha producido que muchas mujeres
se acercasen progresivamente a la desesperación al no poder comprender
con precisión el proceso. En consecuencia no poder gestionarlo. He visto a
muchas mujeres que al mantener este error interpretativo, perdían la
coaccionada fe a las Leyes Biológicas, al no ajustarse lo que se decía con lo

127
que realmente sucedía. Por suerte la precisión va llegando con el tiempo
gracias al trabajo dedicado.
Digo coaccionada fe ya que en muchas ocasiones las personas se acogen a
estas interpretaciones como si fuese su única salida, con sentimiento de
salvación, ya que han visto el desamparo de la única medicina propuesta por
el estado. El fenómeno funciona a la inversa, estas interpretaciones surgen
de la observación objetiva de casos, de ellos se extrae información para
comprobar los patrones que se repiten. Por ello no se puede concluir que la
observación ha terminado. La precisión de cada proceso nos aportará la
capacidad de entender qué está sucediendo en la persona y que está
viviendo. La suma de esta observación nos lleva a poder hacer un
pronóstico, que sucede hasta que la persona encuentra la normalidad.

128
[Terapia]

Hemos llegado actualmente a una saturación terapéutica, tanto convencional


como alternativa, todo parece terapéutico. Toda acción parece susceptible de
que se le añada el sufijo terapia. Choco-terapia, vino-terapia, fisio-terapia,
psico-terapia, radio-terapia, por poner algunos ejemplos. La mayoría de
acciones tienen un efecto más que evidente, otras más sutiles, pero es
indiscutible que se comprueba un antes y un después de aplicarlas.
Estas LLBB no las considero una terapia, al menos al principio, pero bien es
cierto que por el hecho de saber qué te ha provocado esa modificación y la
posibilidad de saber qué pasará hasta llegar a la normalidad, quizá ya tenga
su propia acción terapéutica.
Desde mi punto de vista estos estudios, de entrada, no tienen porqué
descartar los tratamientos actuales y las herramientas terapéuticas, ya que en
una persona cuando comienza el proceso de regeneración aparecen síntomas
y molestias que si son graves y muy intensos pueden provocar la muerte.
Todos sabemos que existen tratamientos que ayudan a reducir los síntomas y
la intensidad de regeneración. El conocimiento de estas LLBB aportará
precisión y comprensión de la eficacia o no de los tratamientos que se aplican.
Actualmente, a nivel científico, tienen una eficacia estadística y porcentual,
pero se desconoce el porqué en algunas personas es efectivo y en otras no.
Gracias a estos estudios se podrá comprender a la persona individual, las
estadísticas tendrán una utilidad más genérica que la que tienen ahora
mismo.
Lo que bien por seguro aportan estas leyes biológicas es la eliminación del
concepto de malignidad. Ya no se ve la enfermedad como algo que se tiene
que combatir, ahora sólo se debe gestionar. Para bien o para mal, es nuestra
herencia social y religiosa la que nos impulsa a combatir todo aquello que
desconocemos o consideramos maligno.
Me cuesta mucho ver estas leyes como una terapia o método terapéutico, ya
que siento que es algo más, nos aporta una comprensión de como funciona
nuestro organismo.

129
TODO TIENE UN SENTIDO BIOLÓGICO EN FASE ACTIVA (8LL.BB)

Algunos de los principales programas especiales a la luz de las 8 LL.BB.

Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa


función Fisiológica

Impulso Generar y Movimiento Aumento de función. Si se


motor conducir el interrumpido. No se mantiene en el tiempo
impulso eléctrico ejerce el instinto de produce fatiga y reducción
para generar un impulso motor. La funcional progresiva.
movimiento. persona siente un
bloqueo en el
movimiento.

Según las 5 LLBB las interpretaciones eran diferentes, se consideraba que el sentido biológico
era la reducción funcional que se observa en la fase activa continua. En realidad esta se
produce por fatiga, inicialmente existe un aumento de estimulación.

Epidermis Ectodermo. Separación. Ruptura de La reducción de tejido que se


Primera contacto. No se capta el produce en fase activa
membrana en la contacto deseado o produce un aumento de la
piel, por debajo perdido. exposición de las fibras
están las fibras sensitivas.
nerviosas
sensoriales.

Según a las 5 LLBB se consideraba que el sentido biológico era la reducción de memoria
reciente que se observa cuando el conflicto es de gran intensidad y duración. En realidad la
reducción de tejido produce un aumento de función sensorial. Este es la inicial finalidad.

Sensibilidad Ectodermo, Miedo a pérdida de Aumento de función. Si se


conduce la sensibilidad. La persona mantiene en el tiempo
información presta mucha atención a produce fatiga sensorial y
sensorial desde su capacidad sensorial reducción funcional
las progresiva, que se traduce en
terminaciones una pérdida de sensibilidad.
nerviosas hasta
el cerebro.

Pleura Son membranas Sentimiento de ataque. En la fase de estrés y


Peritoneo que tienen En la pleura representa necesidad se produce un
Pericardio como finalidad un ataque al tórax, en el aumento de tejido con la
aportar peritoneo un ataque al finalidad de aumentar la
protección al vientre, y en el capacidad de protección.
órgano o pericardio un
sistema de sentimiento de ataque al
órgano que corazón. Puede ser un
recubre. ataque real o figurado.

130
Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Conducto Ectodermo, las Algo o alguien obstruye Aumento de sección del


galactóforo: células epiteliales o bloquea tu instinto de conducto mediante necrosis.
forman un nutrir. Se reduce las células epiteliales
Conductos conducto para que facilita que circule el
de la mama. que circule la instinto de nutrir y eliminar el
leche. bloqueo.

Según las 5 LLBB se valoraba el conflicto como separación, ya que se consideraba la


invaginación de la epidermis. Es mucho más importante la función fisiológica que desarrolla el
tejido. Aunque está muy inervado sensorialmente su finalidad es la de conducir las
secreciones que se producen en las glándulas. Estas interpretaciones son similares para la
mayoría de conductos que están asociados a un tejido glandular.

Glándula Representa una La emoción en la mujer En fase de estrés se observa


mamaria glándula es la de sentir un ataque, un aumento de función y
sudorípara agresión al seno familiar. cuando se mantiene en el
modificada. La La mujer siente que se tiempo se comprueba un
leche es un sudor está agrediendo y aumento de tejido. Este
modificado que atacando su núcleo del proceso no distingue si la
contiene que ella se siente mujer está o no en un
nutrientes. protectora. A menudo se periodo de lactancia.
observa la activación ante
disputas de pareja.
Cuando la mujer siente
que el marido está
atacando directa o
indirectamente al seno
familiar. También ante un
familiar enfermo.

Tejido Conducir los Dependiendo la Tanto en la actividad de


intestinal nutrientes por localización del tejido absorción como de
todo el tramo encontramos una expulsión observamos
digestivo para emotividad primitiva de inicialmente un aumento de
absorber lo consecución o expulsión función. Si se mantiene en el
necesario y de nutrientes, que de tiempo comprobamos que
expulsar el forma figurada forman el aparece un aumento de
sobrante. conjunto de objetivos en tejido que mantiene su
los que invertimos función biológica.
nuestra energía.

La localización de la modificación de alguna función del tramo digestivo nos marca los matices
concretos de la emotividad asociada a esa zona o tejido.
131
Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Riñón: Está formado Desvalorización hacia el En fase activa se produce


Corteza básicamente de líquido. Cuando se vive el una reducción de tejido que
renal capilares líquido como peligro. aumenta el poro capilar:
sanguíneos. Se Cuando siente que el facilita la filtración del plasma
realiza la primera organismo no puede sanguíneo y la eliminación
filtración rápida metabolizar tanto líquido de todas aquellas sustancias
del plasma o que lo vive como un que se considera que se
sanguíneo. peligro. tienen que eliminar.

Según las 5 LLBB el sentido biológico estaba en fase de regeneración ya que se observaba un
aumento de tejido al final de la regeneración. Al no conocer la sexta LB no se conocía el
sentido biológico en fase activa y su mejora adaptativa.

Riñón: Se produce la El agua marca nuestro En la fase activa se aumenta


Túbulos reabsorción de punto de referencia la función de los túbulos
colectores líquido y relacionado con la vida. La colectores renales que
sustancias de la emotividad es la de sentir produce una retención de
filtración que se la pérdida de punto de líquido para aumentar las
ha producido en referencia, sentirse solo o posibilidades cuando siente
la corteza renal. abandonado, una lucha que ha perdido el punto de
Se reabsorbe existencial. referencia. A parte de la
líquido y proteínas retención de líquido también
entre otras se produce una retención de
sustancias. la urea. El riñón es capaz de
reabsorberla y transformarla
en proteínas.

Riñón: Las vías urinarias La emoción es la de sentir La úlcera que se produce


están formadas un bloqueo en la tiene la finalidad de
Pelvis renal
por epitelio de eliminación de orina. aumentar la sección del
y vías
revestimiento Cuando algo o alguien no conducto y facilitar el deflujo
urinarias
para facilitar la nos permite orinar o de orina y eliminar la
conducción de la marcar nuestro espacio, obstrucción.
eliminación de la territorio. Cuando
orina. sentimos que algo o
alguien nos impide definir
nuestro territorio.

El tipo de conflicto cuando existe una activación emotiva, representa un conflicto figurado.
Vemos que el aumento de función (del conducto) se realiza bajo una reducción de tejido.

132
Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Hueso: Crean matriz Cuando se siente un Aumenta el tejido con la


Células ósea para ataque o presión al intención de reforzar el
osteoblásticas producir el hueso interviene el hueso que se siente atacado.
aumento de periostio que tiene la
tejido óseo. capacidad de crear matriz
ósea.

Vemos como el aumento de tejido óseo en fase activa con las 5 primeras LLBB era
totalmente desconocido. El tipo de conflicto sólo se consideraba desvalorización, sin
comprender con precisión la función fisiológica y la necesidad de adaptación según lo que la
persona siente (de forma real o figurada).

Hueso: Reducción de Conflicto de Se produce la adaptación


Células tejido óseo para desvalorización por la ósea mediante un moldeado
osteoclásticas moldear la incapacidad de resistencia del hueso. La reducción de
estructura ósea. o acción, por falta de tejido tiende a diseñar una
adaptación ósea, por la nueva estructura.
sensación de exceso de Teoría del Diseño
peso o carga. Estructural©
Dependiendo la
emotividad implicada se
producirá la adaptación
correspondiente. Con las
nuevas leyes biológicas los
matices emotivos pueden
ser múltiples.

Con las 5 primeras LLBB se desconocía totalmente este proceso adaptativo de los tejidos
estructurales. Vemos como es necesario reducir tejido con la finalidad de moldear la
estructura y adaptarse a las necesidades ambientales o emotivas.

Periostio Dispone de Ataque al hueso. Presión Crecimiento de tejido en


varias funciones al hueso. “Dolor de fase activa que produce un
fisiológicas: hueso” vivido como reforzamiento de hueso.
ataque. Fuerte dolor que avisa del
Sensibilidad:
ataque al hueso (real o
ectodermo
figurado) y nos permite
Membrana: alejarnos.
mesodermo

Según las 5 LLBB se consideraba que el conflicto era el de separación intensa ya que al no
conocer la 8 LB sólo se tenía en cuenta la función sensorial del periostio. En realidad dispone
de varias funciones, cada una con su propia finalidad. La novedad la encontramos cuando
observamos la función de membrana mesodérmica, no valorada hasta ahora.

133
Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase
función Fisiológica adaptativa

Bronquios Son las vías de La emotividad es la de Se produce una reducción


conducción de sentir una amenaza, algo de tejido que aumenta la
aire, tanto de que nos puede agredir o sección del conducto con la
entrada como perjudicar. Es el miedo finalidad de facilitar el paso
de salida. representado de que un de aire.
peligro se encuentra
cerca.

Laringe: Está relacionado El sentimiento que activa Produce una contracción


Función con la este tejido es el de miedo muscular (siempre que esté
respiratoria inhalación. hacia algo que sentimos implicada la acción
Representa una que nos puede perjudicar. motora), para facilitar el
válvula de cierre Representa un miedo cierre de la laringe y evitar
para evitar que improvisto, algo que que entre el peligro a los
entre nada sentimos repentino. pulmones.
perjudicial a los
pulmones.

Laringe: En la Cuando sentimos un Esta interrupción


Función exhalación, movimiento normalmente representa la
fonatoria gracias a la interrumpido. Existe la interacción con otras áreas
contracción y representación mental de cerebrales que inhiben el
relajación de la expresar oralmente algo impulso cortical del habla
musculatura se pero no se realiza. Algo o para evitar unas supuestas
producen alguien impide que consecuencias.
vibraciones que ejecutemos el instinto.
facilitan la
comunicación.

Esta distinción en la laringe no se realizaba en las 5 LLBB, simplemente ha sido necesario


repasar la función fisiológica y analizar casos para comprobar la distinción entre estos dos
tipos de adaptaciones diferentes. Al no tener en cuenta la 8 LB (la interacción entre diferentes
zonas cerebrales) no se tenía en cuenta estos matices emotivos.

Mucosa Es un Se activa cuando sentimos En fase activa, cuando se


Rectal revestimiento un bloqueo para marcar y detecta el bloqueo se activa
(13 últimos epitelial definir nuestra posición, la reducción de tejido para
centímetros) fuertemente nuestra identidad. Cuando facilitar la eliminación de la
sensible. no sabemos cual es obstrucción (en este caso
nuestra posición, cual es figurada) y aumenta la
nuestro lugar, qué sensibilidad, que nos avisa
debemos hacer. que existe un bloqueo.

El conflicto se activa realmente cuando la persona siente que existe un bloqueo, que algo o
alguien lo impide. Esta novedad se extrae de las nuevas LLBB. Se comprueba la relación que
mantiene con la situación conflictiva real y mecánica de obstrucción.

134
Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Hígado Dispone de Se activa la función Se produce una aumento de


Glándula diversas absorbente cuando función. Si se prolonga en el
funciones, entre sentimos un miedo tiempo se observa un
ellas la visceral a morir de aumento de tejido que
absorción de hambre, a no tener los mantiene sus funciones.
nutrientes y la recursos necesarios para
eliminación de sostenerse. La función
sustancias no excretora se activa
necesarias. cuando sentimos que algo
nos perjudica, que nos
intoxica.

Vías Epitelio de Cuando existe un Se produce una reducción


hepáticas revestimiento bloqueo para tener de tejido que aumenta la
que configura aquello que consideramos sección del conducto y
las vías de que nos pertenece, que facilita la eliminación de la
conducción del es nuestro. obstrucción. Se produce una
hígado al hipersensibilidad en la zona
intestino. que nos indica que existe
una obstrucción.

De las nuevas leyes se extrae que, como para la mayoría de conductos, la adaptación se inicia
cuando la persona siente que algo o alguien se lo impide. Cuando el instinto es bloqueado.

Grande Es la zona Sentir que un objetivo es Se produce un aumento de


curvatura del encargada de demasiado grande, función para facilitar la
estómago producir ácido extenso, excesivo. descomposición del bocado
clorhídrico para Dificultad para digerir una demasiado grande. Si la
descomponer situación. situación dura en el tiempo
químicamente el se observa un aumento de
bocado. tejido compacto.

Pequeña Tiene fuerte Se activa cuando la En fase activa se produce


curvatura del inervación persona siente que existe una reducción de tejido que
estómago sensorial. un bloqueo, que algo o facilita la circulación del
alguien no nos permite bocado. El aumento
descomponer y disfrutar sensorial tiene como
el bocado. Conflicto de finalidad avisarnos que existe
sentirse sometido. Falta un bloqueo en la zona del
de disfrute en una estómago.
situación.

135
Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Páncreas: Cuando el quimo Cuando se siente un En fase activa se produce un


Glándula sale del deseo continuo e aumento del jugo
estómago, el intenso de un objetivo. pancreático producido en el
páncreas mejora La persona lo desea tejido glandular. Si la
los nutrientes con el único fin de vivir situación conflictiva se
gracias a que sus mejor. Es una mejora mantiene en el tiempo se
jugos lo cualitativa. Aumento de observa un aumento de
alcalinizan. Esto estatus social, calidad de tejido compacto.
mejora la calidad vida.
de la masa que
será absorbida en
el intestino.

Vías Conductos Se activa ante la En fase activa se produce


pancreáticas tapizados por emoción de sentir un una reducción de tejido
epitelio que bloqueo. La persona epitelial con la finalidad de
constituyen los siente que algo o reducir el conducto y
conductos que alguien le impide aumentar la sección para
desembocan en el conseguir el objetivo facilitar la eliminación del
intestino. que mejora su calidad bloqueo. Existe una
de vida. hipersensibilidad que nos
indica que existe el bloqueo.

Pulmón: Es en la zona Se activa cuando la Se produce un aumento de


donde se produce persona siente un función que si se mantiene
Alvéolos
el intercambio de miedo inminente a la en el tiempo se observa un
pumonares
gases, entre el muerte. Siente que se le aumento de tejido.
oxígeno y el acaba el aire, que se le
dióxido de acaba el tiempo.
carbono.

Mucosa de la Ectodermo. La mujer siente una Se produce una reducción


vagina Tapizada de separación, una ruptura de tejido en fase de estrés
epitelio, se de contacto, con la finalidad de aumentar
(no la
localizan los normalmente hacia el la sensibilidad de la zona. Si
submucosa
receptores pene. se mantiene en el tiempo se
que es
sensoriales. observa una reducción
endodérmica)
progresiva de la sensibilidad.

Cuello del Ectodermo. Es el Se activa cuando la Se produce una reducción


útero conducto que mujer siente que no es de tejido en fase de estrés
comunica la aceptada, validada, que produce un aumento
vagina con la deseada con fines de del conducto y facilita la
matriz. Está procreación. Cuando circulación para producir la
tapizado de tejido siente que algo o fecundación.
epitelial. alguien le impiden
quedarse embarazada.

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Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Aurículas Se encarga del Sentir que no se puede Se produce un aumento de


cardíacas bombeo circular el bocado sangre. función. Si se mantiene en el
peristáltico, Traducido en términos tiempo se observa un
(Endodermo)
mantiene psicológicos: sentir que el aumento de tejido en fase
similitudes con corazón no bombea activa.
la musculatura bien, lo suficiente.
lisa.

Ventrículos: Tiene similitudes La necesidad de bombeo, En fase activa se produce un


Miocardio con la de nutrir el organismo. aumento de la contracción.
musculatura Normalmente se activa Si se mantiene en el tiempo
(Mesodermo)
estriada, aunque este proceso cuando se sin periodos de descanso se
es involuntaria. quiere sostener a alguien observa una atrofia
Tiene mayor o algo (alguna causa). muscular.
capacidad de
contracción.

El aumento de función que aparece al inicio del proceso del miocardio no se tenía en cuenta.

Musculatura Es el tejido Sentimiento de falta de Se produce un aumento de


estriada encargado de las contracción, falta de la función contráctil, si no se
contracciones potencia muscular. facilita el reposo y la
(Mesodermo)
para generar Desvalorización regeneración la contracción
movimiento. deportiva. continua se traduce en una
atrofia muscular.

Venas El endotelio es Se activa el proceso de La reducción de tejido


una membrana adaptación cuando la facilita el retorno venoso, la
mesodérmica persona se siente falta de hiperactividad muscular
que tapiza el movilidad, de dinamismo. facilita el movimiento y sirve
interior de las La persona siente que como de bomba de retorno
venas y las algo o alguien le bloquea por la contracción de los
arterias. su retorno sanguíneo. La músculos cercanos.
sensación que se estanca
una zona o una parte de
nuestra vida (figurado).

Arterias El endotelio es La sensación de falta de Se produce una reducción


una membrana nutrientes en la zona. del endotelio que facilita el
mesodérmica riego sanguíneo y la
que tapiza el nutrición en la zona. Se
interior de las producen también otras
venas y las reacciones concomitantes
arterias. como la contracción o
dilatación de las arterias.

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Tejido o Función Emotividad Fase Activa / Fase adaptativa
función Fisiológica

Miometrio: Representa la Sentir que no se puede Se produce un aumento de


Musculatura musculatura del expulsar o retener el la musculatura con la
del útero. útero que se fruto de la fecundación. finalidad de reforzar el tejido
adapta y La mujer siente de forma y facilitar la retención o
envuelve al feto figurada que aún tiene expulsión del fruto de la
en el periodo de en su vientre a un hijo fecundación.
gestación. que no se emancipa.
También
interviene en la
expulsión.

Endometrio: Es la mucosa que Se activa cuando la Se inicia un aumento de


Mucosa del sirve de mujer siente una producción de moco para
útero nutrientes donde guarrada-porquería facilitar la expulsión. Si se
se implanta el sexual o con mantiene en el tiempo se
feto en gestación. connotaciones sexuales. produce un aumento de
tejido compacto.

Médula de Es la zona donde Se activa cuando la El aumento de función


ovarios y se producen los persona siente una facilita que la mujer aumente
testículos espermatozoides perdida seca. Siente que la predisposición para
en el testículo y existe un vacío en su quedarse embarazada y en
maduran los manada, en la familia que el hombre se producen más
óvulos en el hay que sustituir, que se espermatozoides para cubrir
ovario. tiene que ocupar. la misma finalidad.

Corteza de Es la zona donde Cuando el hombre En fase activa se produce


ovarios y se realiza la siente una una reducción de tejido y
testículos producción desvalorización bajada hormonal. En el
hormonal. masculina: que no ha hombre la bajada de
Estrógenos en sido lo suficientemente testosterona crea una
ovarios y hombre para afrontar predisposición hormanal
testosterona en una situación, femenina. En la mujer lo
los testículos. normalmente una contrario, la bajada
separación. En la mujer hormonal crea una
representa una predisposición masculina.
desvalorización
femenina, casi siempre
vinculado con un
sentimiento de pérdida.

Próstata El líquido Cuando el hombre Se produce un aumento de


prostático aporta siente una falta de función para facilitar la
nutrientes al descendencia, de estirpe. fecundación. En estos
esperma para momentos puede aparecer
facilitar la el PSA alto (proteína que
fecundación. sintetiza la próstata)

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Nota: en el libro “Las Ocho Leyes Biológicas, libro de Redención” (la obra
completa de esta introducción) encontrareis toda la nueva clasificación de
los procesos biológicos a la luz de las 8 LLBB. Se clasifican en fichas de
consulta ordenadas por órganos. Este material se ha desarrollado para los
profesionales de la salud que quieran saber la emotividad vinculada a cada
tejido o función. Podéis encontrar más información en el sitio web
www.youressence.net

y en la página del INSTITUTO DE EMOBIOLOGÍA


www.emobiola.com

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