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l estado natural (Parte 1 de 2)

De un Diálogo con John Wheeler

Pregunta: He estado estudiando Dzogchen los últimos quince años o algo así. En tu libro dices que pasaste el tiempo suficiente
con "Sailor" Bob Adamson como para que fuera capaz de llevarte a una detención (de la búsqueda).
John: Sí. Podría decirse eso.
P: He preparado algunas preguntas. Algunas ya han sido respondidas después de leer tu libro: Shining in Plain View [Brillando a plena
luz]. Después de leer tu libro todo quedó bastante más asentado. Me torné suspicaz con los pensamientos. Entiendo que, en tanto haya
una sensación de un "perceptor" ―y hasta que el "perceptor" no se disuelva―, todavía concluirá uno que el falso "yo" es real. Dices que
tienes que llegar a una directa realización de que el "yo" no existe. Eso "resuena" realmente. Pero dices también que hay un sentido de
"ser", un sentido de "observar". A mí me ocurre todo eso también, pero aún tiendo a llamar a eso "yo".
John: Mmm...
P: Me pregunto cuánto de mi confusión se debe a la semántica, basada en diferentes tradiciones.
John: He estado al tanto de diversas enseñanzas No-Duales por quince o veinte años, más o menos, principalmente a través de lecturas y
encuentros con unos pocos maestros occidentales. Cuando conocí a "Sailor" Bob, encontré a alguien que había tenido un maestro
viviente:Nisargadatta Maharaj. Nisargadatta era un aclamado maestro de la tradición Navnath Sampradaya de la India occidental. Esa
tradición se remonta a través de nueve maestros hasta el siglo XI, y luego más atrás aún hasta el mítico gurú Dattatreya. En cualquier
caso, después de un periodo de años de búsqueda y de intentar diversas aproximaciones espirituales, "Sailor" Bobobtuvo las respuestas a
sus preguntas cuando conoció a Nisargadatta Maharaj.
Para mí, conocer a "Sailor" Bob fue algo muy diferente a mis anteriores experiencias. Sentarse a conversar con él realmente clarificó las
cosas para mí. Como resultado, soy un firme creyente en la importancia de un contacto tal. Todas las tradiciones dicen que la
comprensión esencial no es conceptual. No es mental. No es un objeto a ser alcanzado. No es algo en que la mente pueda trabajar.
Cuando leemos estos indicadores en los libros, casi invariablemente los reformulamos nuevamente como conceptos y los volvemos algo
objetivo. Como resultado, tendemos a pasar por alto el punto esencial. Así que lo que hizo por Bob su maestro, y lo que Bob hizo por mí,
fue señalar los fundamentos, manteniendo las cosas muy simples, muy directas y claras. Y, por supuesto, todo ello en el contexto de su
propia experiencia directa. Eso es lo que yo también estoy tratando de hacer al compartir esto.
Ahora bien, en el budismo tibetano, hasta donde sé, siempre están hablando de algo que ellos llaman "conciencia intrínseca". En mi
visión ese es "el meollo de la cuestión", por decirlo así. Es el corazón. En el Advaita Vedanta tienen una cosa similar. Así que, en el
intento de apreciar estas enseñanzas, lo más importante es clarificar con precisión aquello de lo que están hablando. ¿Qué es lo que nos
están señalando que debamos comprender? A menudo, estas tradiciones dicen que reconocer nuestra verdadera naturaleza como esta
conciencia esencial, es sinónimo de libertad. E inversamente, no estar consciente de ella es la definición de un ser que sufre bajo el
dominio de la ignorancia. Tú estás al tanto de estas enseñanzas desde hace muchos años. ¿Está esto claro para ti? ¿Comprendes lo que se
está indicando con la palabra "conciencia" y las demás?
P: Sí, lo que dices es claro. La única diferencia para mí es que, cuando la conciencia es vista bajo la lente del ego se vuelve "conciencia
de".
John: Se podría decir eso. Eso es muy similar a la diferencia que Nisargadatta establecía a menudo. En sus diálogos él distingue entre
"conciencia de" y "conciencia".
P: Sí. Hay una gran diferencia.
John: Bueno, es cuestión de palabras. Depende de lo que quieras significar con ellas. La conciencia, tal como Nisargadatta utiliza el
término, es un producto material que surge cuando el cuerpo es concebido, y que subsiguientemente se disuelve con la muerte. Esta
"conciencia" (a la que podríamos llamar "mente") nos permite concebir pensamientos y generar el sentido de "yo soy" como un
pensamiento o experiencia. Este sentido de "yo soy" depende de la conciencia-mente, la cual a su vez depende del cuerpo. Así que
incluso el sentido de "yo soy" es impermanente. Pero como Nisargadatta continúa diciendo, tú estás aún presente como esa pura
conciencia que está conociendo el surgimiento y la "puesta" de esa (relativa) "conciencia". Él a veces preguntaba: "¿Qué eras tú ocho
días antes de ser concebido?". El interlocutor podía responder: "No lo sé". La razón de ello es que el cuerpo y la "conciencia" no estaban
presentes. No había ningún instrumento para registrar ni decir nada. Nisargadatta decía entonces: "Aquello (en ti) en lo cual ese
pensamiento "no lo sé" surge, estaba allí. Eso es lo que tú eres". Algunas veces él se refería a eso como "pura conciencia" o "puro ser".
Dado que no es un "objeto", no puede ser conocida objetivamente. Sin embargo, es auto-cognoscente. No puedes conocerla como un
"objeto", pero tampoco puedes negarla porque su presencia es auto-evidente. Es la innegable presencia registrando incluso el sentido de
"yo soy". Podrías decir que es la pura presencia sin palabras, más allá del sentido del "yo soy".
P: ¡Otra cosa! La claridad es definida muy específicamente en Dzogchen como "ningún perceptor". También se dice que la conciencia es
consciente de sí misma.
John: Bien.
P: Sin embargo, primero la conciencia entra en rigpa (conciencia intrínseca). Cuando la conciencia entra en rigpa, la creencia en el yo
desaparece. Pero el perceptor se disuelve en una vasta expansión abierta, tal como es descrito por Longchempa (maestro Dzogchen del
siglo XIII). Entonces tú estás simplemente siendo en este momento, lo cual es inefable, indefinible, totalmente radiante, expansivo,
luminoso: todas esas cosas. Y no hay ningún sentido de "mí". Longchempa decía: "Descansa sin reificar un objeto externo, sin reificar un
yo interno". No estamos transformando esto (señalando un vaso en la mesa) en un "vaso" mediante la definición conceptual, y no estamos
transformando esto (señalando el corazón) en un "perceptor". Estas son cosas que se "sienten" intrínsecamente verdaderas en todo ese
proceso. Sin embargo, en este punto hay aún un yo "tratando" de verlo. Cuando leía tu libro, hubo un momento en que toda esta
conceptualización se detuvo. Pero entonces regresó nuevamente.
John: Hablaré sobre esto en mis propios términos. Será mucho más simple que el enfoque tradicional. Puedes aproximarte a esto desde la
perspectiva de la especulación filosófica y hacer montones de sutiles distinciones sobre las cosas. Es un intento de articular lo que está
ocurriendo a un nivel muy, muy sutil de experiencia y lenguaje. Eso está muy bien. Yo disfruto de ello hasta cierto punto. Pero en cuanto
a llegar al punto esencial de reconocer quiénes somos y "salirnos" del sufrimiento, es verdaderamente del todo más simple. Así que
déjame presentarlo como yo lo presento.
P: Bien.
John: Todas las enseñanzas de la No-Dualidad señalan básicamente la presencia de "algo" en nosotros a ser reconocido como nuestra
naturaleza esencial. Así que la pregunta ―el quid de todo ello― es: ¿Qué es esta naturaleza esencial? Lo interesante aquí es que no
estamos buscando algo que no esté presente. No estamos buscando algo en el futuro. No estamos buscando algo que sea un diferente
estado de conciencia, o alguna experiencia. En absoluto. Estamos arrancando desde la perspectiva de que nuestra verdadera naturaleza
intrínseca ya está presente y siempre lo ha estado. Debe estar completamente presente ahora. Tener un claro reconocimiento de esto es el
corazón de todo.
E inversamente, no estar claros sobre nuestra verdadera naturaleza, estar equivocados sobre lo que esta es y concebir erróneamente
quiénes somos, es la ignorancia o incomprensión fundamental. Este no-reconocimiento se convierte en la causa de todos los subsiguientes
malentendidos, apegos y confusiones. Así que, a menudo, yo hablo de dos aspectos. Uno es señalar la verdad positiva de quienes somos.
El otro es disolver la idea errónea de aquello que equivocadamente tomamos por nuestra identidad. Estos dos aspectos son en realidad la
misma cosa. Es simplemente decirla de dos maneras diferentes. Como Nisargadatta decía: "Tú puedes empujar o puedes tirar de la
carreta. No importa cómo, siempre que la mantengas rodando". Al rechazar la creencia errónea de quien tú eres, lo que queda es tu
verdadera naturaleza. Por otro lado, si reconoces la verdad de quien tú eres, entonces esa comprensión disuelve las ideas erróneas. Es tan
sólo un asunto de reconocer la identidad esencial de uno. Así es como lo veo.

Nuestra verdadera naturaleza a menudo es señalada como "conciencia intrínseca", o "innata". La pregunta es: ¿Reconocemos eso? ¿Lo
vemos por nosotros mismos? ¿Sabemos por nosotros mismos que somos eso? Traigamos esto al momento presente y hagámoslo más
simple. Aquí mismo, ahora mismo, sentados aquí esta noche, ¿podemos reconocer nuestro ser esencial y su naturaleza consciente? ¿Es
enfáticamente claro, sin ninguna duda en absoluto? Si esto no está claro, entonces vamos a "mal-percibir" quién o qué somos. Y ahí
mismo surgirá una visión errónea de nosotros mismos. Vamos a aferrarnos a alguna otra cosa, a algún sentido erróneo de "yo".

Ahora mismo, en nuestra experiencia directa, esta naturaleza intrínseca debe estar presente. ¿Podemos reconocerla? ¿La conocemos
claramente? Debe estar aquí porque nosotros estamos aquí, nuestro ser está presente. El modo en que esto me fue señalado es como
sigue: "Sailor" Bob Adamson me hizo hacer una pausa para que reconociera un par de cosas. Una era lo que él llamaba "presencia", o el
"sentido de ser", este simple sentido de "yo soy", el reconocimiento de que tú eres. Me preguntó: "¿Puedes tú sentir, o saber que estás
presente? ¿Hay un sentido de ser?". Por supuesto, esto es innegable. Y entonces él señaló este "sentido de conciencia", preguntándome:
"¿Estás consciente? ¿Eres consciente, ahora mismo, de que están sucediendo pensamientos, sentimientos y sensaciones?". Esto era algo
que yo podía reconocer. Pienso que cualquiera puede. Básicamente, sabemos claramente que estamos aquí, y que hay conciencia
presente... Así que el modo en que él introducía esto era señalar este innegable sentido de presencia-conciencia y hacernos mirar eso.
Esto es realmente la esencia: Reconocer esta presencia de conciencia que está con nosotros ahora mismo. Esto es importante, porque a
menudo estamos bajo la impresión de que es algo muy "sutil". Imaginamos que es difícil de ver, o que algo extraordinario tiene que
ocurrir antes de que esto se revele. Lo interesante de esta aproximación es cuán simple es. La presencia de conciencia es realmente lo que
estas tradiciones están señalando como nuestra identidad. Ella ya está aquí. Es simplemente evidente y conocida. Cuando haces una pausa
y reflexionas en el hecho de que "tú eres", notas que este sentido de ser no es inerte. Es del todo vívido. Es del todo consciente. Así que
esta conciencia presente, o presencia-conciencia, o como quieras llamarle, es cristalinamente clara y totalmente disponible. Es muy, muy
simple. El hecho de no haberla reconocido es el origen de esta identidad errónea o falso sentido de "yo". El punto que intento comunicar,
sentados aquí, es que lo que realmente somos es este sentido desnudo o simple de estar presentes y conscientes. Nada más que eso.
Ahora bien, otro modo de aproximarnos a esto es descartar todo aquello que no somos. Por ejemplo, ahora mismo, podemos ver aparecer
y desaparecer los pensamientos. Lo mismo ocurre con las sensaciones y percepciones. Estos distintos objetos vienen y van. Son
transitorios. Permanecen con nosotros por algún espacio de tiempo. Así que no pueden ser la esencia de quienes somos. Si apartas a un
lado todo ello y miras qué es lo que queda, encontrarás que aún queda algo presente. Tú estás aún aquí, y sabes que estás aquí. Tu
presencia continúa, a pesar de las cambiantes experiencias. Al mismo tiempo que el ir y venir de los pensamientos, hay una conciencia de
ellos. Cuando están allí, tú eres consciente de ellos. Cuando desaparecen, tú estás totalmente consciente de que no están allí. Así que esa
presencia de conciencia todavía permanece.
La clave para reconocer nuestra verdadera naturaleza es advertir que está 100% absolutamente presente. La verdad es que podemos
reconocer esto como un hecho muy, muy fácilmente. Lo que tiende a ocurrir es que encontramos difícil admitir que sea tan sencillo.
Pensamos: "Esto no puede ser quienes somos. ¡Es demasiado obvio! ¡Es demasiado simple! ¡Esto no puede de ningún modo posible ser
aquello de lo que se está hablando".
Las cosas cambiaron de una manera drástica para mí después de que el propio "Sailor" Bob―basado en su experiencia con su maestro y
en su propia comprensión― me confirmara que, en efecto, era así de simple. Cuando nos detenemos por un instante y reconocemos el
puro sentido de ser y de conciencia, reconocemos de manera directa, absoluta y clara nuestra auténtica naturaleza intrínseca. No es un
reconocimiento parcial, momentáneo o vago. Estamos cara a cara ante lo que las tradiciones No-Duales han estado señalando todo el
tiempo. Es muy raro escuchar esto, o que se nos lo señale así de claro, y mucho menos que empleemos algún tiempo en penetrar su
sentido. Debido a la forma en que hemos sido condicionados para ver las cosas, pensamos, muy típicamente: "Yo soy esto". "Yo soy
aquello". "Yo soy un cuerpo". "Yo soy pensamiento". "Yo soy una persona". "Yo poseo ciertos atributos". Pero todas estas cosas
sonconceptos. Esta conciencia inmediata que somos factualmente, no es un concepto en absoluto. No está en la mente. Empiezas a ver la
diferencia entre la idea de lo que pensamos que somos, y la presencia no-conceptual de quienes somos verdaderamente.
Las enseñanzas No-Duales han estado diciendo todo el tiempo que no estamos en la mente, que no somos una imagen, que no somos una
construcción en el pensamiento, que no somos algo objetivo. Cuando empiezas a considerarlo, empiezas también a darte cuenta de que es
esto precisamente aquello de lo que se trataba. Todas las tradiciones están diciendo básicamente que nuestra verdadera naturaleza es
aquello que es real. Reconocerlo es la esencia toda de ello. Entonces la visión de uno cambia de un modo radical. Ciertamente cambió
para mí, cuando me di cuenta de que en verdad no estamos buscando algo distante, complicado, o difícil de entender. Una vez que tienes
un sentido básico del asunto, empiezas a descubrir cosas bastante increíbles sobre esta presencia-conciencia básica. No hay nada
"mundano" en ella.

Reconoce entonces por ti mismo tu verdadera naturaleza como este innegable "sentido de ser", que está al mismo tiempo presente y
consciente. Advierte que, al tiempo que distintos pensamientos, sentimientos y percepciones surgen y pasan, tu presencia no cambia. ¿Se
altera en lo más mínimo este sentido de ser? ¿Se "va" a alguna parte? ¿Ocurre alguna variación? ¿Viene o va? ¿Lo pierdes? Comprende
que, en este mirar, no estamos introduciendo nada nuevo en absoluto. Puede que hayamos visto esto años atrás, pero, simplemente, nunca
lo habíamos considerado.

Es muy importante que este reconocimiento de nuestra naturaleza esencial sea claro y firme. Si no queda claro, la mente retrocederá
constantemente al proceso de conceptualización, con todas sus dudas y preguntas. Ello se debe a que la mente está "buscando" saber lo
que es verdadero sobre nosotros mismos. Si la verdad de quienes somos no queda clara, la mente tratará de responder a esas preguntas
volviendo atrás, al único lugar con el que está familiarizada: el proceso conceptual. Así que es esencial reconocer lo que somos y permitir
que eso quede muy, muy claro. Hemos visto que nuestra verdadera naturaleza es ese sentido de ser-conciencia. Estáya aquí. Es fácilmente
reconocible. Está constantemente con nosotros, y no cambia con las apariencias.
P: En el sueño profundo yo no tengo ese sentido.
John: Te sugiero familiarizarte con esto presentemente, en el estado de vigilia. Entonces el tema del sueño profundo quedará claro por sí
mismo. Pero lo que a menudo ocurre es que, antes de llegar a familiarizarnos con lo que está siendo señalado, dejamos de mirar y
saltamos a esos casos especiales, con lo que quedamos enzarzados en la especulación. Hay cantidad de cosas que puedes ver ahora
mismo. ¡Hemos tocado apenas la punta del iceberg!... Continuemos mirando en nuestra presente naturaleza verdadera. Parece simple,
pero es realmente muy profunda. Hay muchísima profundidad en ella.
¿Necesitas esperar un momento futuro para reconocer lo que tú eres? ¿Cuántos de nosotros hemos estado esperando que ocurriera algo en
el futuro, asumiendo de alguna manera que la respuesta estaría allí? Cuando te das cuenta de que esto trata sobre tu naturaleza presente,
ves entonces que no tienes que esperar por el futuro. Apartas a un lado ese concepto.
¿Involucra acaso este reconocimiento un camino, una práctica, una técnica o proceso?
P: No.
John: Es importante ver eso. ¿Hay involucrado en absoluto algún esfuerzo para "ser lo que eres"?
P: Sólo si estás en un estado de temor o sufrimiento.
John: Bien. ¡Te lo estoy preguntando ahora mismo! ¿Estás realizando algún esfuerzo para reconocer que tú eres?
P: De acuerdo... No. Pero lo traje a colación porque ese es uno de los temas centrales.
John: No obstante, encuentras que, en tu experiencia directa, tu conciencia natural ya está presente. Naturalmente y sin esfuerzo. No es un
estado que requiere de "mantenimiento". No es algo que tú haces. No es algo que tienes que lograr o conseguir ... A menudo hacemos
esas asunciones. Pero cuando vemos en la experiencia presente, esas asunciones no son válidas.
Continuemos un poco con la investigación. ¿Es esta conciencia innata un "objeto" que ves como algo aparte de ti mismo? En otras
palabras, en el reconocimiento de la presencia-conciencia, ¿es ésta algo que está "allí", mientras que tú estás "aquí"? ¿Dices: "Allí está, y
yo estoy aquí"? ¿Es eso lo que ves en tu experiencia según los hechos? ¿Es esta presencia innata de conciencia algo "objetivo" en
absoluto? Mira por ti mismo. Sabemos que está aquí. Sabemos que somos. Sabemos que estamos conscientes. En el reconocimiento de
ello, ¿hay ahí algo aparte, con características que puedas captar "objetivamente"? ¿Es tu ser una "cosa"? ¿Es un pensamiento? ¿Es una
percepción particular?
P: No lo experimento aún como una totalidad. Experimento todas las cosas en ella. Pero lo que aparece está separado, aparentemente. Así
que estoy atascado ahí.
John: No perdamos el hilo de lo que estamos viendo aquí. Estamos advirtiendo el hecho de que, hasta donde podemos ver, la presencia
―es decir, el sentido de ser-presencia― no es algún pensamiento, o alguna experiencia u objeto que puedas captar. No es un "objeto", y
sin embargo está presente irrefutablemente, innegablemente... Es algo muy interesante, en verdad.
Hay un par de cosas más a considerar para "llevarnos a casa" con nosotros este básico reconocimiento de las cosas... ¿Es que tú eres una
cosa y la conciencia otra? ¿Puedes hacer alguna distinción entre la conciencia y tu propia presencia?... Ya hemos visto que la conciencia
no es un objeto. Lo que realmente esto significa es que, según los hechos, no hay ninguna separación entre nuestra verdadera naturaleza y
aquello que está consciente. Este punto tiene muy profundas implicaciones... ¡Inmensas implicaciones! Las enseñanzas No-Duales nos
están diciendo que la naturaleza de la realidad es esta inefable conciencia-presencia. Y, en nuestra experiencia inmediata, descubrimos
que esta conciencia es nuestra verdadera identidad. Es lo que somos. No podemos hallar ninguna separación entre nosotros mismos y la
conciencia. No es que "aquí" estás tú y "allí" está la conciencia. Tú encuentras que ERES aquello que está consciente.
Hay finalmente otro aspecto a mencionar. El cuerpo "siente" experiencias, la mente "tiene" pensamientos y sentimientos diversos... Así
que, naturalmente, la mente podría tener preguntas, o problemas, o preocupaciones. Todo ello es algo que claramente está ocurriendo en
la conciencia. Son pensamientos. O el cuerpo podría estar sintiendo algún dolor o sensación. ¿Pero tiene la presencia de conciencia
alguna de esas cosas? ¿Está la conciencia misma sujeta a esas apariencias, o es víctima de ellas? Si establecemos que el sufrimiento
psicológico es un producto de la mente ―o una apariencia en la mente―, ¿podemos decir que la propia conciencia tiene algún
"sufrimiento" o "problema"? Si establecemos que es únicamente la mente la que "tiene" pensamientos y sentimientos, entonces podemos
empezar a reconocer algo muy interesante: la conciencia ―que como hemos visto, es, en efecto, lo que somos― no tiene sufrimiento. No
está limitada por él. No está sujeta a los estados del cuerpo o de la mente. Ello nos lleva al re-conocimiento de que la presencia intrínseca,
innata, está completamente libre de cualquier limitación o sufrimiento...
Revisemos ahora lo que hemos visto hasta aquí. Vimos que nuestra verdadera naturaleza es el simple sentido de presencia-conciencia.
Está ahí, reconocible, sin esfuerzo. No está en el futuro. No es algo que necesitemos "producir" o "mantener". No es una práctica. No es
algo objetivo que podamos captar o "agarrar". No obstante, es totalmente innegable. No podemos encontrar ninguna separación entre
nosotros mismos y lo que está presente y consciente. Esencialmente somos eso. Mientras que el cuerpo y la mente experimentan diversos
estados y condiciones, la conciencia misma es innatamente libre. Debido a que esta conciencia no es objetiva, no está en el flujo del
tiempo. No podemos decir que comienza, cambia o termina. ¿Cómo podría algo que no es un objeto estar sujeto al tiempo o al cambio?

Comienzas a vislumbrar una increíble posibilidad que ha estado, siempre, totalmente presente, pero que habías pasado por alto. ¡No se
está señalando algo extraño o difícil de comprender! Es tan innato y presente que no hay siquiera necesidad de recurrir a conceptos como
iluminación, despertar, liberación o cosa similar. Esas cosas son demasiado "crudas", demasiado "objetivas". Cuando esos conceptos se
enfatizan, la gente comienza a pensar: "Cuando el despertar ocurra, entonces yo estaré allí. Entonces yo veré esto. Entonces sabré de qué
se trata". Resulta que para conocer quién eres no necesitas ninguna de esas cosas en absoluto. Son conceptos inútiles. Mantienen a la
gente apartada de la simplicidad y profundidad de las cosas. Si no hemos estado muy claros sobre lo que estas grandes tradiciones
señalaban como nuestra verdadera naturaleza, es muy importante escuchar y reconocer esto por ti mismo.

Ahora bien, lo que yo encuentro, sin embargo, es que muchos de nosotros hemos escuchado cosas así durante mucho tiempo. Puede que
hayamos escuchado sobre ello a través de libros o maestros populares. ¡No era algo extraño para mí, y estoy seguro que para ustedes
tampoco! Pero el cambio que ocurrió para mí ―a través del contacto con "Sailor" Bob― fue el vívido reconocimiento de cuán próximo,
cuán cercano y accesible era esto. Hasta aquel momento no lo tenía claro. Lo que yo pasaba por alto era el hecho de que lo que se está
señalando, está ya presente en mi propia experiencia. Todos los maestros que había conocido hasta entonces carecían de una clara
comprensión de las cosas, porque, abierta o sutilmente, estaban implicando que el total reconocimiento de quienes somos no estaba
inmediatamente presente. Eran incapaces de señalar eso. Sin embargo, eso se puede señalar, y será señalado directamente por aquellos
con una comprensión clara y directa. Es lo que los maestros que provienen de las tradiciones No-Duales me han confirmado desde su
propia experiencia. Y tú encontrarás que no hay nada más allá de esto.
En algún punto, me vi a mí mismo como un "buscador" que estaba básicamente a la caza de la "iluminación", el gran logro futuro. Se me
señaló muy rápidamente que eso era tan sólo un "concepto", que estaba buscando en la dirección equivocada. Mientras perseguimos el
estado de iluminación, estamos pasando por alto el hecho de que, todo lo que está siendo señalado, estáya, factualmente, aquí. Una vez
visto esto, podemos "abandonar" el concepto. Podemos apreciarlo y relajarnos en el reconocimiento del hecho ya presente de lo que
somos. "Sailor" Bob me sugería que empezara desde la posición ―o desde el reconocimiento― de que ya somos eso. Tú ya conoces
eso. Ya está "logrado". ¿Por qué no comenzar con esto como tu línea-base, en vez de decir: "¿Y dónde está?" "¿Cómo voy a llegar allí?"
"Yo no puedo verlo" "Necesito conseguir la iluminación"... Para la mayoría de la gente, este es un cambio radical de perspectiva.
Mirar de esta manera te permite desmantelar muchos otros conceptos innecesarios. Por ejemplo, una noción común es que "es cuestión de
relajarse en nuestra verdadera naturaleza una y otra vez". Pensamos que de alguna manera esto nos capacitará para quedar más
"estabilizados" o "próximos" a ello. Pero eso es una superposición conceptual. No es necesaria.
P: Es aún un perceptor.
John: Sí. Ya hemos visto que no hay un "tú" como entidad separada, y otra cosa llamada "conciencia". Nada de eso. Vimos que esto es lo
que tú eres. Así que, si tú eres esta conciencia y no puedes encontrar ninguna separación, entonces la noción "yo voy a relajarme en ella"
es puramente conceptual. Si esto es lo que tú eres, ¿cómo podrías escapar de ello? Ser lo que tú eres es totalmente sin esfuerzo. ¿Quién va
a relajarse en ello? Estas creencias y asunciones comienzan a constituirse en obstrucciones conceptuales. Así que hablar de relajarse en la
presencia implica que no somos esta presencia. Pero somos esa presencia. Deberíamos reconocer la verdad de lo que ya somos.
Una vez que este asunto básico queda señalado ―que lo que hemos estado buscando es lo que ya somos―, ves que no hay nada que
puedas hacer para "lograrlo", o "ampliarlo". ¿Dónde vas desde allí? Ese es todo el juego. Es como buscar el Polo Norte. Una vez que
llegas allí, ¿dónde puedes ir? De cualquier forma que te muevas, siempre te dirigirás al Sur. Así que... ¡ALTO! Viendo tu posición actual,
no vas a moverte a ninguna parte porque eso no te llevaría más "cerca". Sin importar cómo te muevas, siempre "caerás" al Sur.
Desde este reconocimiento, empiezas a darte cuenta que lo que ha estado demorándote son los conceptos, las creencias erróneas sobre
quienes somos. Digamos que yo aún creo en la noción de que la meta es algo distante de mí, y que necesito hacer algo para llegar allí.
Esa es una creencia. Basado en ella, asumiré que soy un ser separado, que mi verdadera naturaleza es algo aparte de mí y que estoy
progresando hacia ella. Así que ese pensamiento-"yo", que es la noción que establece que "yo" estoy separado de la realidad intrínseca, se
convierte en una sólida creencia. Sin embargo, toda la estructura conceptual es tan sólo una apariencia de pensamiento surgiendo y
desvaneciéndose en esta conciencia presente. Esa conciencia está ya en la meta, ytú ya eres eso.
Así que toda la estructura conceptual es un malentendido. No obstante, causa sufrimiento. En vez de realizar la ya presente libertad, la
mente concibe una separación. Creemos que somos algo separado. El sentido de limitación aparece y la mente comienza a construir una
estructura conceptual sobre cómo lograr la Unidad. Pero no tiene valor, porque tú no estás separado. A medida que estos conceptos son
señalados, pueden ser vistos y descartados. Una carga cae. Cada vez que pones sobre el tapete una de estas estructuras conceptuales, tú la
reconoces y la creencia queda descartada. El sufrimiento y la esclavitud envueltas en ello caen de tus hombros.

Es importante entender de dónde vienen los conceptos, en qué arraigan y cómo funciona ese mecanismo. Una vez visto que el concepto
de un "yo" separado y todas las nociones relacionadas no son válidas, ya no crees en ellas. Al no aferrarte a ellas, ¿dónde quedas? Quedas
naturalmente y sin esfuerzo en la verdadera naturaleza que tú eres, sin ningún sufrimiento (debido a la creencia en falsos conceptos). No
estás realmente "ganando" nada sino, simplemente, descartando los conceptos que estaban generando un sufrimiento innecesario (todo
basado en conceptos).

En mi experiencia, lo que sucedió fue que la naturaleza auténtica me fue señalada y vista muy claramente. Pero, entonces, mis dudas,
temores y creencias del pasado surgían en medio de este claro conocimiento de mi identidad como conciencia. Ello me confundía y
"disparaba" el sufrimiento. Pero luego comencé a ver lo que estaba ocurriendo. Los conceptos erróneos ―basados en la visión de un "yo"
limitado― que la mente había recogido en el pasado, iban apareciendo, y la energía de la creencia fluía hacia ellos. Yo estaba asumiendo
esos pensamientos como afirmaciones válidas sobre mí mismo, y los tomaba en serio. La clara y simple verdad de quien yo soy estaba
siendo pasada por alto. No era nada más complicado que eso, pero en todos esos años de búsqueda yo había estado obviando este punto
básico.
La vasta mayoría de buscadores que van por ahí no están claros en cuanto al básico reconocimiento de su verdadera naturaleza.
Simplemente no lo están. Y esto se aplica incluso a aquellos interesados en el budismo, en el Zen, en el Dzogchen, en el Vedanta Advaita
u otros modernos derivados de estas tradiciones.
P: Las enseñanzas esenciales raramente se dan alguna vez, incluso en la comunidad Dzogchen. Así que la mayor parte de practicantes
carecen de ese básico reconocimiento.
John: En mi opinión, no hay mucha gente por ahí que hable sobre esto de una manera directa (sin "mezclarlo" con conceptos
innecesarios). "Sailor" Bob lo hace. Quizás haya unos pocos más. Los puntos básicos están incluidos, obviamente, en las tradiciones, pero
cuando examinas el mercado espiritual corriente, raramente ves esto presentado de un modo tan claro.
Es muy, muy importante tener una directa señalización de tu verdadera naturaleza. Lo mejor, a menudo, es tener esto señalado en una
conversación viva, cara a cara, de manera que puedas oírlo, resonar con ello, formular preguntas, y permitir que ello penetre en tu
experiencia directa. Es difícil, si no imposible, leer sobre lo que estoy hablando y extraer de ello algún sentido. Esto es enteramente no-
conceptual. Así que, si tú lees un libro sobre la presencia-conciencia, puede que pienses: "Esta es una idea interesante. Suena realmente
increíble. Quiero entenderla". Pero cuando el punto básico de esto hace CLIC en tu experiencia directa y tienes un "sabor" de ello por ti
mismo, hay un significativo punto de quiebre. Entonces tú sabes que lo que está siendo señalado no está en los libros. No es algo
"especial" que los maestros poseen. No es algo distante en absoluto. Sabes que, dondequiera que vayas, todo lo que fue señalado está
brillando en tu experiencia directa como ese innegable sentido de ser-conciencia que está ya aquí. Esto es aquello de lo que siempre
estaban hablando los maestros. ¡Ahora tú lo sabes!... Esto quedó muy claro para mí después de hablar con "Sailor" Bob. Súbitamente, el
quid de todo ello se hizo patente. Después de todos aquellos años, sabía de lo que estaban hablando. Quedó claro para mí qué era esto
realmente.
Vi que mis dudas, temores, preocupaciones y problemas "erupcionarían" en este reconocimiento de quien yo soy. Aún no sabía lo que
estaba teniendo lugar. Así que mi sentido de sufrimiento aún estaba activo. Hablé de ello con "Sailor" Bob durante dos o tres días. Lo vi
realmente muy claro, con un sentido de "¡esto es tan obvio!". Luego aparecía en mi mente algo sobre mi trabajo o mi salud. Quedaba
luego atrapado en algún tema personal o algún concepto espiritual. Repentinamente estaba de vuelta en el sufrimiento... Eso me intrigaba.
Afortunadamente, pude volver y hablar con él sobre este asunto. Y quedó resuelto.

Así como comprendes la verdad de lo que eres, también puedes comprender el sufrimiento. Tú puedes comprender lo que es, de dónde
viene y cómo puede ser resuelto. Conozco muy, muy poca gente por ahí que esté clara sobre este asunto. Te encuentras con cantidad de
gente que te dirá: "Sé quién soy. Estoy despierto. Sé que soy conciencia". Y luego añadirán: "Pero el condicionamiento y el sufrimiento
continúan apareciendo". Si les preguntas qué harán al respecto, no tienen una verdadera respuesta. No saben de dónde viene el
sufrimiento. No saben por qué surge. Pensamos: "Espero que algún día se resolverá por sí mismo y entonces seré libre". Pero ésa no
es una respuesta en absoluto. Yo comencé a ver esto en la escena espiritual contemporánea. Las personas que había conocido y que
habían estado en ello por años y años, aún permanecían sujetas a dudas y sufrimiento, aun después de haber asistido a
incontables satsangs, retiros, y haber estado con los así llamados maestros "despiertos".
La verdadera respuesta viene a través de la clara comprensión. Esperar pasivamente a que el sufrimiento desaparezca no es suficiente
desde mi punto de vista. Cuando hablo sobre el sufrimiento, me refiero a la turbulencia emocional, a las dudas, temores, preocupaciones
sobre mí mismo, sobre lo que la gente piensa de mí, al sentimiento de ser un individuo separado, o cualquier cosa que puedas pensar que
sea contraria a este innato sentido de paz. No me estoy refiriendo al dolor físico. Éste forma parte de la inteligencia orgánica natural del
cuerpo. Así que aquello de lo que estamos tratando aquí es: "Cómo comprender y resolver el sufrimiento psicológico generado por falsos
conceptos sobre quienes somos". Entonces dejarás de ser víctima de dudas, sufrimiento y preocupaciones, no te sentirás como un
buscador separado, no sentirás que otra gente sabe cosas que tú no sabes, no sentirás que estás "perdiéndote" algo, nunca más te sentirás
sumergido en negros u oscuros estados de ánimo. Todas estas cosas provienen de causas que pueden ser ubicadas. Provienen de una falsa
visión de nosotros mismos, y pueden ser resueltas.

Esto se hace en conjunción con el reconocimiento de la verdad de quien tú eres. A medida que ese reconocimiento pase a primer plano,
irá "contradiciendo" o eliminando la causa-raíz, esa errónea identidad básica. Eso es perfectamente "trabajable" y llega, absoluta y
enfáticamente, a la raíz de todo, de una vez y para siempre. Los que dicen que el sufrimiento es inevitable o parte inherente de la
naturaleza de las cosas, están enteramente equivocados.
Pregunta: Yo he estado enfrentándome con algunos dolores físicos.
John: Yo también.
P: Al parecer, para ti ya no hay más dudas en cuanto a que no existe ningún "yo" separado. ¿Es eso cierto?
John: Sí.
P: Entonces, cuando el dolor físico surge con algún nivel de intensidad, ¿la conciencia permanece contigo?
John: Definitivamente sí. Y la razón es muy sencilla. El dolor está surgiendo y se está registrandoen la conciencia, así que la conciencia
"no se va" a ninguna parte. Nosotros ya establecimos que percepciones, sentimientos y pensamientos que se atraviesan no perturban,
contradicen o eliminan la presencia básica de la conciencia. Puede que no reconozcamos o notemos esto en cierta etapa, debido a que el
foco y la energía emocional fluyen mucho hacia la experiencia. Pero ello no significa que el ser o la conciencia "se vayan" literalmente a
alguna parte. El hecho es que tú no puedes tener esas experiencias sin conciencia. Todas ellas están ocurriendo como experiencias en la
conciencia, ¿correcto?
P: Pero toma el caso de alguien como Ramana Maharshi. Él tenía un cáncer en el codo que básicamente se lo "comió", hasta que murió.
Él reconocía que había mucho dolor, pero también reconocía que no había ninguna duda, que la conciencia no era afectada en absoluto.
¿Correcto?
John: Y lo mismo con Nisargadatta, el maestro de "Sailor" Bob. Murió de un cáncer en la garganta que acabó con su vida en tres años. Se
mantuvo enseñando y hablando hasta el último día. Él apenas podía hablar, y aun así continuaba comunicando este mensaje hasta los
últimos instantes de su vida. Así que, de alguna manera, se las arregló para atravesar estas experiencias.
P: Parece que era capaz de sentarse por ahí como conciencia, y simplemente dejaba las cosas surgir a pesar de las experiencias físicas,
¿cierto?
John: Parece que sí.
P: Y lo mismo con Ramana, ¿verdad?
John: ¡Y será lo mismo contigo también! Porque la verdad es que cuando las cosas aparecen, cualesquiera que sean, tú todavía estarás allí
como esa conciencia. Esto ya lo hemos visto.
P: Para mí, ahora mismo, el dolor parece llevarme a tal aturdimiento, que puedo dejar de conocer mi naturaleza como conciencia.
John: ¡Aparentemente! Pero no vuelvas atrás a la noción de que tu naturaleza es algo a ser percibido como un "objeto" que puedas ganar
o perder. Tú no eres una entidad separada aparte de esa conciencia y nunca lo serás. Así que toda la noción de que "no puedes volver
atrás a la conciencia", o que "no puedes verla", está basada en una falsa suposición. No importa lo que tú pienses: tú eres esa
conciencia. Siempre lo serás. No hay nada que puedas hacer para escapar de ella. No es cuestión de relajarse o enfocarse en ella, u
obtenerla. Todo eso es conceptual. Es mucho más básico que eso. Es lo que innatamente eres y siempre serás.
Así que cuando empiezas a captar ese punto, te das cuenta que la idea de que "tienes que acceder" a tu verdadera naturaleza es falaz. La
noción de que debes "enfocarte", mantener tu mente "de cierta manera" o "prestar atención", nada tiene que ver con esto. Es mucho más
básico. Todos los pensamientos, confusiones, esfuerzos o cualesquiera otras experiencias, siempre aparecen en esta conciencia siempre-
presente, que está naturalmente presente sin ningún esfuerzo.
P: La conciencia, si es libre, es libre incluso de mirar ese dolor. ¿Es así?
John: Bien. No hay ninguna necesidad de eso. Lo que somos no está realmente sujeto a esas experiencias ni es víctima de ellas. No hay
ninguna necesidad de manipular nada para escapar del dolor, abrazarlo, empujarlo o cualquier cosa así. Típicamente, cuando estamos
experimentando dolor, pensamos: "Esto no debería estar ocurriéndome a mí. Me gustaría escapar de esto. Esto no está bien". Ese tipo de
relación con lo que está surgiendo empieza a desaparecer. Si estás teniendo dolor en el cuerpo, probablemente harás algo para remediarlo.
Eso está bien en un nivel relativo. Pero cuando miras un poco más profundamente, ves que hay simplemente conciencia, en la cual las
cosas están ocurriendo, incluyendo un dolor en la pierna o cualquier otra cosa. La conciencia es una cosa, el dolor otra. Es una
experiencia.
Otro nivel presente allí y que confunde las cosas, es el del proceso conceptual, las interpretaciones de la mente de aquello que está
teniendo lugar. Ello agrega una innecesaria conceptualización sobre la experiencia. Por ejemplo, piensas: "Yo estoy aquí sintiendo dolor.
Me está ocurriendo a mí. Esto no está bien. No debería estar ocurriéndome. Desearía que pare". Todo eso simplemente está "dando
vueltas" en el proceso del pensamiento. La conciencia no tiene esas opiniones. Simplemente está registrando "lo que es". Y el dolor está
simplemente ocurriendo. Es una ocurrencia impersonal. Así que, es en este nivel de conceptualización donde el problema se desliza, con
sigilo. ¿Por qué? Porque tu conciencia es ya libre y no tiene problema alguno. Pensamientos, sentimientos y percepciones que surgen son
tan sólo cosas transitorias que atraviesan esta conciencia. No tienen ninguna opinión sobre si deberían, o no, estar allí. Están simplemente
ocurriendo, haciendo su "asunto".
Así que ¿dónde está el problema? ¿Y por qué introducir una tercera entidad en la ecuación? ¿Por qué no estar con "lo que es" y no
identificarlo como alguna experiencia de un "yo" que ni siquiera está ahí? Si no interpretas algo a través de ese punto de referencia,
entonces no hay ninguna posición conceptual. Todo puede seguir apareciendo, tal y como siempre lo ha hecho desde un punto de vista
exterior. Pero con una comprensión de la naturaleza conceptual del sufrimiento, éste ya no es tomado como real. No hay necesidad de
introducir ese tercer componente.
P: Entiendo que tú mismo has tenido algunos problemas físicos de salud.
John: Sí.
P: Entonces, en esa situación, ¿la preocupación no aparece ni te mantiene girando en torno a ella? ¿No cargas con ella cuando aparece?
John: Mayormente no aparece, porque ha sido trascendida. Tú puedes ver eso también. Una vez que comprendes que todo este
sufrimiento, preocupación y turbulencia está siendo generado a un nivel conceptual, en la mente (en base a una incomprensión), y que
aquello en lo que está basado no es real, has acabado con ello. Todo está basado en el pensamiento: depende de dar realidad a esos
conceptos y creencias. Vamos a poner como ejemplo un caso extremo, de manera que puedas tener un vislumbre de ello: si supiera
repentinamente que este cuerpo está mortalmente enfermo y próximo a su fin, y los médicos me dijeran: "No sabemos si lo lograrás o
no", hay dos formas de responder a esto. El hecho objetivo es que el cuerpo es tan sólo una criatura mortal, nació y eventualmente morirá.
Este es un hecho objetivo. Y la conciencia simplemente registra lo que aparece. Podría ser un cuerpo lleno de salud o uno enfermo, un
cuerpo joven o uno agonizante. La conciencia no tiene juicios de valor. No dice: "¡Oh, yo debería ser una persona joven (o saludable)!".
Simplemente registra lo que hay ahí. Y no hay ningún sufrimiento hasta que aparece la conceptualización. Ahora imagínate si yo dijera:
"¡Me estoy muriendo! ¡Estoy enfermo! ¡Me está ocurriendo a mí!". Todo ello comenzaría entonces a convocar este sentido de "yo", la
noción de que mi ser o identidad está siendo arrastrada por los eventos.
Eso sería confundir la conciencia verdadera que yo soy con el proceso de conceptualización, el cual ya hemos visto que no es lo que yo
soy. La mente está creando confusión al mezclar el sentido de nuestra verdadera naturaleza con la identidad conceptual. Así que tú saltas
con la afirmación: "¡Aquí estoy yo, muriéndome!". Y el sufrimiento surge con esa creencia. La mente entra en pánico. Existe la noción de
que mi ser o identidad está terminando, o que algo traumático me está ocurriendo. La verdad es que todo eso es completamente erróneo.
Aquí es donde empiezas a ver de dónde viene el sufrimiento. El sufrimiento no es algo dado, y no es natural. No es parte de lo que
realmente está presente, en lo factual. Es una estructura mental específicamente construida, basada en una errónea visión de las cosas. De
manera que si la mente construye la noción "me estoy muriendo", y cree en ella, entonces una cierta cantidad de energía fluye hacia esa
creencia.

Ahí es cuando empiezo a tener sufrimiento psicológico. Y la mente entonces saltará con conceptos adicionales, como "¿Qué voy a hacer
ahora? Esto no me debería estar ocurriendo. Tengo que cambiarlo. ¡Oh Dios mío! ¡No quiero morir! ¡Hay tantas cosas que quisiera
hacer!"... En ese punto ya estás atrapado en una nube de conceptos, tomándolos como algo totalmente real. Pero todo está basado en el
pensamiento. Todo está surgiendo de esta errónea identificación. Ello entonces comienza a mostrarte de dónde proviene el sufrimiento.

Empiezas a darte cuenta de que el sufrimiento, tal como lo estoy definiendo, es una creación del proceso del pensamiento. "Sailor" Bob
hace al respecto el siguiente comentario: "¿Qué hay de malo contigo si no estás pensando en ello?". Es una forma de resumir todo el
asunto. A partir de aquí, tú empiezas a ver algunas cosas muy interesantes, por ejemplo, que una pregunta es un pensamiento, que una
preocupación es un pensamiento, que la sensación de "tener un problema" es un pensamiento, que la preocupación sobre lo que "otros"
pudieran pensar sobre mí es un pensamiento, que la preocupación sobre lo que yo debería hacer es un pensamiento, que tus creencias y el
sentido de quien eres es una colección de pensamientos. De pronto te das cuenta de que todas estas cosas son creadas por la mente
conceptual. Si alguien viniera y borrara esos pensamientos, ¿qué es lo que quedaría? Únicamente presencia-conciencia y, posiblemente,
algunos sentimientos y percepciones pasajeras, pero ningún sufrimiento personal o conceptualización basados en la idea de un "yo"
separado. Así que... ¡AJÁ! La resolución se presenta por sí misma.
P: En ese caso, sólo hay conciencia y dolor físico. ¿No podrías definirlo como dolor físico?
John: Sí. Puede que ni siquiera hagas eso. Incluso etiquetarlo como "dolor físico" es realmente una construcción del pensamiento. Puede
que encuentres que el dolor físico no es tan intenso como la mente lo hace parecer. Puedes ver esto, por ejemplo, en el caso de una herida
o accidente. Usualmente, el cuerpo puede enfrentarse a ello sin mayor inconveniente. Si "salta" la mente y comienza a amplificarlo, o a
construir sobre ello y a expandirlo, entonces el conflicto psicológico es, a menudo, más traumático que la situación física misma.
Estamos entonces llegando a comprender de dónde es que proviene el sufrimiento. Ver que el sufrimiento es una creación del
pensamiento es muy importante, porque si tú quieres llegar a la causa, tienes que comprender cómo funciona. Cantidad de gente piensa
que el sufrimiento está basado en eventos "externos". Pero, ¿cómo podrían llegar realmente a la raíz del sufrimiento si no comprenden de
dónde proviene?

De manera que el sufrimiento es, en su mayor parte, un producto del pensamiento. Cuando miras detenidamente esos pensamientos, notas
que aquellos que realmente nos perturban son los que nos dicen algo sobre nuestro sentido de "yo" o de identidad "personal". Si estoy
sentado aquí y "pienso" cualquier pensamiento al azar, como por ejemplo: "La luna está brillando esta noche"... Bien, para la mayoría de
nosotros ese pensamiento no nos afecta. No hay mayor reacción. Es tan sólo un pensamiento pasajero. Pero si aparece uno que dice: "No
soy bueno", o "Fulano no me gusta", o "Voy a morir", o cualquier otra cosa por el estilo, entonces las cosas se ponen problemáticas. Lo
que sucede realmente cuando tales pensamientos aparecen es que me están empezando a definir. Me "dicen" algo sobre mí y sobre quién
soy. Mirando de esta manera empezamos a tener una visión más precisa sobre lo que realmente es el sufrimiento. "Sailor" Bob me lo
señaló cierta vez. Él definía el sufrimiento como "pensamiento ego-céntrico". En otras palabras, lo que realmente nos hace sufrir son los
pensamientos concernientes a mi identidad, al sentido de "mí".

Si tú me dices que algo anda mal contigo, aquí no hay mayor reacción. Pero si piensas que algo anda mal conmigo, entonces... "¡Hey!...
Espera, espera, espera un minuto..." (Risas) ¡Eso a mí no me gusta en absoluto! ¿Por qué no me gusta? Porque es una afirmación
incorrecta sobre lo que soy verdaderamente. Así que cuando rastreas el sufrimiento hasta el siguiente nivel, ves que esos pensamientos
giran en torno al "yo". Si eres observador, empiezas a distinguir un patrón en todo ello. No es que haya tan sólo "un dolor" en el cuerpo.
Más bien es que "yo" estoy dolorido, o que a "mí" no me gusta ese dolor. Esta noción-raíz "yo" es descrita de diferentes maneras, como
sentido del ego o yo separado, o pensamiento-yo, o persona separada. Como fuera que lo describas, es el meollo de todo este mecanismo.
Es aquello a lo que todos los conceptos ego-céntricos parecen referirse. La totalidad de las identificaciones están relacionadas con esta
creencia central. La razón de que sean problemáticas es que la creencia-meollo es tomada como válida, cuando en realidad es
completamente errónea.

Si me dijeras: "John, eres un elefante azul", yo no creería eso ni por un segundo. No lo tomaría en serio. No asocio ese concepto con
quien yo soy. Esa noción es patentemente falsa. No creo en ella ni me identifico con ella, en absoluto. Y, como consecuencia, no me
perturba en lo más mínimo. Un concepto sólo te perturba cuando "cargas" con él y crees en él. Si no creemos en él, carece de poder. Así
que, para creer en un concepto, para sufrir bajo un concepto tal como "yo no estoy iluminado", tienes que dar el paso intermedio de tomar
al pensamiento-yo como válido. Tienes que tener al "yo" no-iluminado, o cualquier otra identificación así... Esta comprensión nos
permite llegar a la raíz del asunto muy directamente. En vez de tomar todos los posibles pensamientos y creencias recogidos a lo largo de
los años, tomamos únicamente éste hasta llegar a la raíz. Así nos damos cuenta de que hay un mecanismo que mantiene todo esto junto.
Si acabas con la causa-raíz ―la creencia en el "yo"― entonces no hay lugar en que pueda arraigar cualquier otra identificación. Nada se
adhiere nunca más... Esto nos muestra que es posible exponer el meollo de esa creencia y resolver la red completa del sufrimiento de
modo concluyente.

Es importante ver de dónde vienen todos los conceptos y creencias. Todo eso es material recogido a lo largo de los años, porque no
conocíamos nada mejor. La noción de ser un "yo" limitado o separado es recogida en la mente a una edad temprana. Se asume como real.
De ahí en adelante comenzamos a creer en montones de cosas relacionadas con el sentido del "yo". La gente nos dice cantidad de cosas...
"Tú eres un cuerpo"; "tú eres un buen chico"; "tú eres un estudiante"; "tú eres esto, aquello y lo de más allá". Todas estas cosas son
básicamente definiciones conceptuales, ¿correcto? Cuando nos convertimos en "buscadores" espirituales empezamos a identificarnos con
diversas creencias tales como: "Soy una persona espiritual"; "soy budista"; "estoy en camino de la Iluminación"... Pero la verdad es que
tú no estás en ningún camino, en absoluto. Eso es una construcción. Son aún definiciones de una entidad aparentemente separada, sólo
que ahora tienes un nuevo conjunto de definiciones: "tú eres un buscador de la Iluminación". Estas nociones generan tanto sufrimiento
como el que experimenta cualquier persona así llamada "no-espiritual". En el centro de ello está la noción de que "yo" no soy completo,
de que estoy separado, de que hay algo aparte de mí, de que no estoy aún allí, de que no soy lo suficientemente bueno, de que si tengo
suerte hay algo que podría mejorarme... Tú aún estás atrapado en esta estructura conceptual. Puede que los buscadores estén listos para
cuestionar algunos de estos conceptos, puede que no. Pero todos ellos forman parte aún del mismo mecanismo. ¡Tu naturaleza como
conciencia innata no es la de ser un "practicante" budista o Dzogchen!
Entonces, ¿cómo es que quedas involucrado en este show? La proposición central es que la razón por la que sufrimos es una creencia
residual en la realidad de este concepto central. Esta creencia es el combustible de todo el resto de pensamientos habituales que nos
mantienen enfocados en la mente. Asumimos que el "yo" central es válido... Yo ya había escuchado eso, como un concepto, muchos años
antes de conocer a "Sailor" Bob. Recuerdo haber leído algunos textos budistas que decían que la raíz de todo sufrimiento era la creencia
en un "yo" separado. ¡Supongo que todo buen budista sabe eso! Pero lo que no advertía era cómo aplicarlo y qué era lo que realmente
significaba. Aun cuando había estado expuesto a ese indicador desde años atrás, yo todavía funcionaba claramente desde el sentido de
que era un "yo separado".
Por ejemplo, cuando fui a Australia para ver a "Sailor" Bob, pensaba: "Me voy a Australia. Necesito respuestas. Necesito encontrar la
'Iluminación'. Quizás él pueda ayudarme. Voy a conseguir algo que me falta". Aún no estaba claro para mí que todo este modo de pensar
era un complejo sistema de creencias centrado en un "yo" aparentemente separado. Como la presencia intrínseca de conciencia que
verdaderamente somos, ¡yo no tenía ninguna necesidad de ir a Australia! No necesitaba conseguir nada. No había nada que él pudiera
darme, en un sentido absoluto. Incluso recuerdo un e-mail donde le manifestaba mi deseo de verlo, al cual "Sailor" Bob me respondió que
"no había necesidad de ir". Me señaló que yo ya tenía todo lo que necesitaba. Pero yo aún operaba bajo la falsa creencia en el "yo
separado". Y resultó que había "algo" en que él sí me ayudó: simplemente, me mostró lo que estaba sucediendo y expuso la falsa creencia
de quien yo pensaba que era, de modo tal que esa creencia pudiera "desprenderse" en ese ver. Aun cuando "nada" conseguí de "Sailor"
Bob, le estaré eternamente agradecido por esa "nada".
Así que el pensamiento "yo" es una total ilusión. No está ni siquiera ahí. Es una completa suposición. No hay ninguna evidencia de que
exista siquiera: es un concepto y no tiene ninguna existencia real en absoluto, salvo como suposición. Cuando echas una mirada,
descubres que la persona separada ―que habíamos tomado como nuestro yo― es una ilusión. Para ser aún más enfático: ni siquiera
existe. No está presente. No hay ninguna evidencia de un yo limitado, separado... Cuando eso se ve, cuando tú realmente reconoces ese
punto, sucede que arrojamos la creencia fuera de toda la estructura. Así que echas una mirada y adviertes que no hay ningún "yo"
separado. Yo no soy un deficiente "yo" separado. Yo no soy una entidad así, en absoluto. Si alguien viniera y me dijera: "¡Pobre John! Él
no está iluminado", ¿a quién se estaría refiriendo? Una vez que se cuestiona ese mecanismo central, todo posible pensamiento ego-
céntrico queda invalidado. El punto que "Sailor" Bob enfatizó para mí fue que, cuando ves que el "yo" no está presente, entonces todo tu
sufrimiento, tu búsqueda, tus dudas y problemas quedan resueltos. Hay en ello una causa y un efecto. El "yo" central es la causa, y las
otras creencias y conceptos dependen de eso. Así que, sin una causa, ¿puede haber algún efecto? Este es el punto que él resaltó.
Y esto nos remite al comienzo. Asumiendo que entendemos lo que se está señalando, entonces la pregunta es: ¿Hemos visto por nosotros
mismos que el yo separado no está presente?... Yo, ciertamente, no lo veía al comienzo. Si la mente construye estas identificaciones, tales
como "yo soy esto, yo soy aquello", y les da realidad, o cree en ellas y las toma por reales, entonces, a pesar de cualquier conocimiento
teórico que tengamos, aún no hemos visto que el "yo" es un punto de referencia inválido, nulo. Lo que me resultaba extraño era que yo ya
estaba bastante familiarizado con las enseñanzas de Ramana Maharshi. Estaba muy al tanto de su enseñanza de "auto-indagación", que
era un análisis de la mente para ver si el pensamiento-yo raíz, como él lo llamaba, estaba ahí o no. Él hablaba de esto muchísimo, y
parecía ser la piedra angular de gran parte de su enseñanza. Entonces, cuando la gente se le aproximaba y le decía que aún no eran libres,
él respondía cosas como: "Muy bien. ¿De quién estás hablando? Echa una mirada. ¿Qué es ese "yo" que está en esclavitud?". Así que yo
ya había escuchado algo que iba por estas mismas líneas, pero aún no estaba claro para mí lo que realmente se estaba señalando. Yo había
conocido a varios maestros occidentales que intentaban presentar las enseñanzas de Ramana Maharshi, pese a que nunca lo habían
conocido. Eso, en sí mismo, era una "bandera roja". Volviendo atrás, veo que su comprensión de esto era muy confusa, muy poco clara.
Como resultado, ellos realmente nunca habían ayudado a nadie, hasta donde podía ver. "Sailor" Bob fue capaz de dejar esto muy claro
para mí.
Ahora intentemos poner todo esto junto. Tú ya eres totalmente libre. No hay nada equivocado en ti. Tú ya eres esa realidad intrínseca y
siempre lo serás. No hay la más mínima cosa equivocada contigo. No hay nada que necesites hacer. Tú puedes salir por esa puerta en
cualquier momento, y no eres nunca nada excepto esa libertad pura. Tu naturaleza es "simple e innegable presencia-conciencia", no es
una "persona" separada. La persona separada nace en el pensamiento como un concepto. Así que podemos ver que todo ese sufrimiento
es... conceptos en torno a un yo ficticio. Sobrevive a través de la creencia. Depende de la idea de que hay un "yo" distinto, separado, en
nuestra experiencia. Eso es todo lo que está ocurriendo. Entonces das un paso atrás y adviertes que todo eso es una construcción
conceptual basada en una visión errónea, en una idea errónea. Lo que se señala es que no existe ninguna evidencia de que tú estás ahí
como un ser separado, aparte de la conciencia presente. Tú no puedes encontrar ningún "yo" en el cuadro, en absoluto.
No importa qué tanto mires, no importa dónde mires, no importa cuánto explores y examines, si tratas de rastrear y localizar a este "yo"
aparentemente separado, no encontrarás ninguna evidencia de su existencia. Nunca la encontrarás ni puedes encontrarla. No hay nada allí.
Ver esto descarta la creencia en toda la estructura conceptual. No hay nada teorético en ello. No es ni siquiera una práctica. No es algo así
como "puede que sí, puede que no". Es una cosa experimentada muy claramente, tan claramente como si hubieras pensado que había una
serpiente sobre la mesa, entonces miraste y advertiste que no había ninguna serpiente allí... Tú ya no sufrirás más por esa creencia.

Así que necesitamos echar una mirada para examinar y ver dónde está este "yo" que está en la raíz de todos nuestros problemas. Me gusta
decir que el sufrimiento tiene una causa, pero que cuando buscas esa causa, ¡encuentras que no existe! En el reconocimiento de que la
causa esinexistente, el problema del sufrimiento queda resuelto. Una vez escuchado todo esto, podemos abarcarlo y reconocer por
nosotros mismos su verdad. No hay nada difícil en ello una vez que los puntos esenciales quedan aclarados. No hay necesidad de esperar
años practicando, alimentando esperanzas, haciendo esto o haciendo aquello. Todas eso puede hacer que pases por alto la raíz del asunto.
Y los resultados de esta comprensión son evidentes de una manera inmediata. Cuando el sufrimiento surge en nuestra experiencia, ahora
se le reconoce como nada más que pensamientos. Se ve con claridad que giran sobre un yo separado... Una vez que abandones la
habitación serás capaz de reconocer y apreciar que la raíz misma del mecanismo es inválida, nula. ¿Hay alguna evidencia de un "yo
separado"? Si es así, ¿dónde? ¿La encontraste alguna vez?... Todas estas cosas están ahí para ti, para que las veas por ti mismo.
En algún punto caí en la cuenta. Yo pensaba: "Estoy aquí presente y consciente. No hay ninguna duda al respecto. No hay modo de que
yo esté separado de la conciencia". Podía ver eso tan claramente como la luz del día. Veía pasar algunos pensamientos, sensaciones y
percepciones. Eso era todo lo que podía ver. Miraba todo ello y pensaba para mí: "Entonces, ¿dónde está el "yo separado"? ¿Dónde está
John Wheeler, la entidad, ese que tiene todos estos problemas y dudas? Veo pensamientos ir y venir, pero ninguna evidencia de que esos
pensamientos sean lo que yo soy. Y lo mismo con los sentimientos y las sensaciones". Al mirar en tu experiencia directa, todo lo que ves
son algunos pensamientos, sentimientos y sensaciones, pasando. Así que la persona por la que nos habíamos tomado no está realmente
presente en la experiencia directa. Es tan sólo una suposición. La mente ha creado esta noción, pero no hay nada sustancial en ella. No
podemos descubrir ninguna "cosa" en particular que sea este yo separado. Podrías decir que el pensamiento "yo" está presente como
pensamiento. Pero eso es un pensamiento. No es lo que tú eres. Tú eres la conciencia que conoce ese pensamiento. El pensamiento viene
y va. Inclusive si no estás pensando ese pensamiento, tú estás perfectamente bien.
Estas son las cosas que quedaron aclaradas. Nisargadatta dijo alguna vez: "Todo sufrimiento está basado en la creencia en una persona.
¡Y no hay ninguna persona!". ¡Y esa es la esencia del asunto! Eso es lo que se me estaba señalando, y encontré que era suficiente. Tú no
necesitas nada más. Ver la verdad de quien tú eres y disipar la ilusión de lo que no eres es más que suficiente. Mis largos años de
búsqueda, de sufrimiento, de sentirme limitado, asumiendo que yo era una persona defectuosa... todo eso terminó. Y aquí sentados, ahora
mismo, todo lo que hay es esta presencia de conciencia. Puede haber unas pocas cosas apareciendo en ella, pero ninguna está separada de
la conciencia. La raíz de todo sufrimiento es la noción de que yo soy algo aparte de esa conciencia intrínseca. Esa creencia en la
separación se "siente" como limitación. Crea un sentido de ser incompleto. Es el combustible de la búsqueda para determinar qué es lo
que esa (asumida) persona podría ser. Pero vuelve a la experiencia presente y verás que nunca has sido un ser separado. Tú eres el Ser
mismo. Tú nunca estuviste apartado. Por consiguiente, la base de todo el sufrimiento conceptual es simplemente inválida, nula.
Básicamente, ver las cosas desde esta perspectiva se hace cargo de la raíz del problema. ¿Qué puede ocurrir entonces? Todo lo que puede
ocurrirte es que la mente siga generando hábitos residuales del pasado. Acostumbraban a aparecer, así que podrían reaparecer en la
mente. Pero no tocan la conciencia. No te "sacan" de lo que tú eres. No se refieren a ninguna persona real, porque no hay nadie allí. Son
como cáscaras o cosas sin vida que se muestran sobre la pantalla, pero en las que ya no se cree. Flotan por ahí y te dejan tal como tú eres.
No significan nada en relación a ti. Son sólo efectos residuales, mecánicos. Son como una rueda de alfarero girando aún, una vez
desenchufada. Es tan sólo una ocurrencia impersonal. Y hay la posibilidad de que, debido a que se cree menos y menos en ellas, se
resolverán por sí mismas. Estarán menos y menos presentes como para preocuparse por ellas.

La gente algunas veces siente que serán libres únicamente cuando la actividad del pensamiento se detenga y ya no aparezca ningún
concepto ego-céntrico. Bien, ¡eso es volver a caer en otra historia ego-céntrica! Los pensamientos son impersonales. No pertenecen
siquiera a la conciencia. Pertenecen a una imagen de una entidad que "murió" en el camino, porque no es real. Lo que pensábamos que
éramos es como un sueño muerto y sin ninguna sustancia.
Después de conocer a "Sailor" Bob, pensaba: "¿Cuándo volveré a quedar atrapado en la búsqueda y las dudas? ¿Cuándo aparecerán los
problemas nuevamente? ¡No puede ser tan simple!". sin embargo, encontré que, de hecho, todo había quedado resuelto perfectamente. No
necesitaba "trabajar" más en el asunto, "perfeccionarlo", regresar donde "Sailor" Bob para "afinar" las cosas ni nada por el estilo. Él
simplemente desplegó todo sobre la mesa. Nunca lo había escuchado tan claro de la boca de nadie. Cantidad de enseñanzas aludían al
auto-conocimiento e insinuaban la verdad de quienes somos, pero luego te empujaban de vuelta a las prácticas, a las técnicas, a los gurús,
a logros "futuros", y así sucesivamente. Te devolvían nuevamente a la mente, pensando que todavía no eras entero y completo. "Sailor"
Bob es de los pocos que te dicen: "Esto es lo que es. ¡No hay ninguna cosa más!". Solía decir: "No hay nada [ninguna-cosa] más allá de
"nada" [ninguna- cosa]". Si ves esto por ti mismo, esencialmente, ¡has terminado con ello! Tú ya no vas a emprender alguna práctica o
creer en alguna promesa de iluminación en el futuro. ¿Quién necesita eso cuando tú ya eres lo que estás buscando? Puedo decir con
absoluta convicción que este modo de mirar las cosas fue absolutamente capaz de resolver todas las dudas que aún me quedaban. ¡No hay
ninguna duda ya sobre eso!
Cosas como el karma o la reencarnación ―todos esos conceptos tradicionales, doctrinarios― están referidos todavía a la entidad
imaginada. Una clara visión de las cosas elimina el interés en cantidad de ese material. Si piensas: "Aún tengo que hacer esto, o
aquello"... Bien, eso es aplicable sólo si eres un "yo" separado. Por el contrario, si eres pura conciencia, la cual es intrínsecamente libre
por naturaleza, entonces no tienes ninguna necesidad de hacer nada en absoluto. ¿Quién está allí para hacer nada, si no hay ninguna
persona presente? Entonces se vienen abajo todos los conceptos espirituales, pues están basados en la entidad asumida. En el budismo
tibetano se dice que la enseñanza más alta y profunda del Buda era un "señalar directo" a nuestra naturaleza innata de conciencia
intrínseca. Pero si la gente no entendía esta visión, entonces el Buda proporcionaba distintas enseñanzas "relativas". ¿Por qué? Pues para
dirigirse a la posición conceptual en que la gente "imaginaba" estar. Pero la enseñanza más alta nos dice muy claramente que esas
enseñanzas "relativas" son incapaces de proporcionar una libertad duradera. La razón es que todas ellas están basadas en una falsa
premisa. Se dan únicamente como un paso intermedio a todos aquellos que están comprometidos con la idea de que son alguna clase de
entidad. Pero esas enseñanzas relativas no son la enseñanza más alta. No son la enseñanza central. No son capaces de revelar nuestra
libertad innata y siempre-presente. Por ello debes renunciar a todos los conceptos, caminos y aproximaciones, y ver que, aquí y ahora,
túya eres libre, porque nunca fuiste, ni por un instante, otra cosa que esa pura presencia-concienciamisma.

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