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Conductividad eléctrica

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No debe confundirse con conductancia eléctrica.

Pieza de un material con sección y longitud conocidas, dotada de contactos eléctricos en sus
extremos.

La conductividad eléctrica (símbolo σ) es la medida de la capacidad de


un material o sustancia para dejar pasar la corriente eléctrica a través de él.1 La conductividad
depende de la estructura atómica y molecular del material. Los metales son buenos
conductores porque tienen una estructura con muchos electrones con vínculos débiles, y esto
permite su movimiento. La conductividad también depende de otros factores físicos del propio
material, y de la temperatura.

La conductividad es la inversa de la resistividad (símbolo ρ); por tanto, , y su unidad es


el S/m (siemens por metro) o Ω−1·m−1. Usualmente, la magnitud de la conductividad es la

proporcionalidad entre el campo eléctrico y la densidad de corriente de conducción


:

Índice

 1Historia
 2Conductividad eléctrica en diferentes medios
o 2.1Conductividad en medios líquidos
o 2.2Conductividad en medios sólidos
o 2.3Algunas conductividades eléctricas
 3Explicación de la conductividad en metales
o 3.1Modelo de Drude
o 3.2Modelo cuántico
 4Véase también
 5Bibliografía
 6Referencias
 7Enlaces externos

Historia[editar]
El físico inglés Stephen Gray (1666-1736) estudió principalmente la conductividad eléctrica de
los cuerpos y, después de muchos experimentos, fue el primero en 1729 en transmitir
electricidad a través de un conductor. En sus experimentos descubrió que para que la
electricidad, o los "efluvios" o "virtud eléctrica", como él la llamó, pudiera circular por el
conductor, éste tenía que estar aislado de tierra. Posteriormente estudió otras formas de
transmisión y, junto con los científicos G. Wheler y J. Godfrey, clasificó los materiales en
conductores y aislantes de la electricidad.

Conductividad eléctrica en diferentes medios[editar]


Los mecanismos de conductividad difieren entre los tres estados de la materia. Por ejemplo en
los sólidos los átomos como tal no son libres de moverse y la conductividad se debe a los
electrones. En los metales existen electrones cuasi-libres que se pueden mover muy
libremente por todo el volumen, en cambio en los aislantes, muchos de ellos son sólidos
iónicos.
Conductividad en medios líquidos[editar]
La conductividad electrolítica en medios líquidos está relacionada con la presencia
de sales en disoluciones, cuya disociación genera iones positivos y negativos capaces de
transportar la energía eléctrica si se somete el líquido a un campo eléctrico.
Estos conductores iónicos se denominan electrolitos o conductores electrolíticos.
Las determinaciones de la conductividad reciben el nombre de determinaciones
conductométricas y tienen muchas aplicaciones como, por ejemplo:

 en la electrólisis, ya que el consumo de energía eléctrica en este proceso depende en


gran medida de ella;
 en los estudios de laboratorio para determinar el contenido de sales de varias soluciones
durante la evaporación del agua (por ejemplo en el agua de calderas o en la producción
de leche condensada);
 en el estudio de las basicidades de los ácidos, puesto que pueden ser determinadas por
mediciones de la conductividad;
 para determinar las solubilidades de electrólitos escasamente solubles y para hallar
concentraciones de electrólitos en soluciones por titulación.
La base de las determinaciones de la solubilidad es que las soluciones saturadas de
electrólitos escasamente solubles pueden ser consideradas como infinitamente diluidas.
Midiendo la conductividad específica de semejante solución y calculando la conductividad
equivalente según ella, se halla la concentración del electrólito, es decir, su solubilidad.
Un método práctico sumamente importante es el de la titulación conductométrica, o sea la
determinación de la concentración de un electrólito en solución por la medición de su
conductividad durante la titulación. Este método resulta especialmente valioso para las
soluciones turbias o fuertemente coloreadas que con frecuencia no pueden ser tituladas con el
empleo de indicadores.
La conductividad eléctrica se utiliza para determinar la salinidad (contenido de sales) de
suelos y substratos de cultivo, para lo que se disuelven en agua y se mide la conductividad del
medio líquido resultante. Suele estar referenciada a 25 °C y el valor obtenido debe corregirse
en función de la temperatura. Coexisten muchas unidades de expresión de la conductividad
para este fin, aunque las más utilizadas son dS/m (deciSiemens por metro), mmhos/cm
(milimhos por centímetro) y según los organismos de normalización europeos mS/m
(miliSiemens por metro). El contenido de sales de un suelo o substrato también se puede
expresar por la resistividad (se solía expresar así en Francia antes de la aplicación de las
normas INEN).
Conductividad en medios sólidos[editar]
Según la teoría de bandas de energía en sólidos cristalinos, son materiales conductores
aquellos en los que las bandas de valencia y conducción se superponen, formándose una
«nube» de electrones libres causante de la corriente al someter al material a un campo
eléctrico. Estos medios conductores se denominan conductores eléctricos.
La Comisión Electrotécnica Internacional definió como patrón de la conductividad eléctrica:
«Un hilo de cobre de 1 metro de longitud y un gramo de masa, que da
una resistencia de 0,15388 Ω a 20 °C» al que asignó una conductividad eléctrica
de 100 % IACS (International Annealed Copper Standard, Estándar Internacional de
cobre recocido). A toda aleación de cobre con una conductividad mayor que 100 %
IACS se le denomina de alta conductividad (H.C. por sus siglas inglesas).
Algunas conductividades eléctricas[editar]

Conductividad
eléctrica Temperatura
Tipo Material Notas
(°C)
(S·m−1)

El mejor conductor
Grafeno 9,87 × 107 20
conocido2
La conductividad eléctrica
Plata 6,30 × 107 20 más alta de cualquier
metal
Cobre 5,96 × 107 20
Se refiere a 100 % IACS
(Standard Internacional de
Cobre Recocido, de sus
siglas en inglés:
International Annealed
Conductores Copper Standard). Esta es
Cobre la unidad más común
5,80 × 107 20
recocido usada para medir la
conductividad de
materiales no magnéticos
usando el método de
las corrientes de
Foucault(corrientes
parásitas)
Oro 4,55 × 107 20-25
7
Aluminio 3,78 × 10 20
Wolframio 1,82 × 107
Hierro 1,53 × 107
Carbono 2,80 × 104
Semiconductores Germanio 2,20 × 10−2
Silicio 1,60 × 10−5
Vidrio 10−10 a 10−14
Lucita < 10−13
Mica 10−11 a 10−15
Aislantes Teflón < 10−13
Solo si está fundido, en
Cuarzo 1,33 × 10−18 estado sólido es un
semiconductor.
Parafina 3,37 × 10−17
Ver: Kayelaby para más
detalles sobre las distintas
clases del agua marina.
5
Agua de (Entre 1,7 y 5,9 en 5(S·m−1) para una
23
mar función de salinidad y
salinidad promedio de 35
temperatura)
g/kg alrededor de 23(°C)
(Los derechos de autor del material
enlazado se pueden consultar en (c)
Líquidos
Este rango de valores es
típico del agua potable de
Agua
0,0005 a 0,05 alta calidad aunque no es
potable
un indicador de la calidad
del agua.
1,2 × 10−4 en agua sin gas;
Agua
5,5 × 10−6 ver J. Phys. Chem. B
desionizada
2005, 109, 1231-1238
Conductividad de los metales
Conductividad eléctrica de metales puros3 a temperaturas entre 273 y 300K (106 S⋅m-1):

H He

Li
Be
10,4 B C N O F Ne
26,6
7
Na Mg Al
20,2 22,1 36,5 Si P S Cl Ar
8 7 9
K Ca Sc Ti V Mn Fe Co Ni Cu
Cr Zn Ga B
13,3 28,9 1,7 2,5 4,9 0,6 10,0 17,8 13,8 57,9 Ge As Se Kr
7,87 16,5 7,35 r
9 9 8 6 5 9 2 6 9 7
Y Zr Nb Mo Tc Ru Rh Ag Cd Sb
Rb Sr Pd In Sn
1,6 2,3 6,5 18,1 6,7 14,0 23,2 61,3 14,7 2,5 Te I Xe
7,52 7,41 9,26 12,5 8,7
8 1 8 2 1 8 6 9 1 6
Hf Ta W Re Os Ir Au Pb Bi
Cs Ba Pt Hg Tl Po A
* 2,9 7,4 18,3 5,8 12,3 21,2 44,0 4,6 0,9 Rn
4,76 2,92 9,26 1,04 6,67 2,5 t
4 1 8 1 5 8 3 9 3
T O
Fr Ra ** Rf Db Sg Bh Hs Mt Ds Rg Cn Nh Fl Mc Lv
s g
La Pr Nd Sm Tm Lu
Pm Eu Gd Tb Dy Ho Er Yb
* 21,2 Ce 1,4 1,5 1,0 1,4 1,7
1,33 1,11 0,76 0,87 1,08 1,23 1,16 4
8 3 6 6 8 2
Pa U
Th
** Ac 5,6 3,5 Np Pu Am Cm Bk Cf Es Fm Md No Lr
6,8
5 7

Explicación de la conductividad en metales[editar]


Antes del advenimiento de la mecánica cuántica, la teoría clásica empleada para explicar
la conductividad de los metales era el modelo de Drude-Lorentz, donde los electrones se
desplazan a una velocidad media aproximadamente constante que es la velocidad
límite asociada al efecto acelerador del campo eléctrico y el efecto desacelerador de la red
cristalina con la que chocan los electrones produciendo el efecto Joule.
Sin embargo, el advenimiento de la mecánica cuántica permitió construir modelos teóricos
más refinados a partir de la teoría de bandas de energía que explican detalladamente el
comportamiento de los materiales conductores.
Modelo de Drude[editar]
Artículo principal: Modelo de Drude

Representación del modelo de Drude: los electrones, en azul, son movidos por el gradiente
de campo eléctrico, y chocan con los iones de la red cristalina, en rojo.

Fenomenológicamente la interacción de los electrones libres de los metales con la red


cristalina se asimila a una fuerza "viscosa", como la que existe en un fluido que tiene
rozamiento con las paredes del conducto por el que fluye. La ecuación de movimiento de
los electrones de un metal por tanto se puede aproximar por una expresión del tipo:
Así la velocidad de arrastre de la corriente, es aquella en la que se iguala el efecto
acelerador del campo eléctrico con la resistencia debida a la red, esta velocidad es la que
satisface:

Para un conductor que satisface la ley de Ohm y con un número n de electrones por
unidad de volumen que se mueven a la misma velocidad se puede escribir:

Introduciendo el tiempo de relajación y comparando las últimas expresiones se llega


a que la conductividad puede expresarse como:

A partir de los valores conocidos de se puede estimar el tiempo de relajación y


compararlo con el tiempo promedio entre impactos de electrones con la red. Suponiendo
que cada átomo contribuye con un electrón y que n es del orden de 1028 electrones por m³

en la mayoría de metales. Usando además los valores de la masa del electrón y la

carga del electrón el tiempo de relajamiento 10−14 s.


Para juzgar si ese modelo fenomenológico explica adecuadamente la ley de Ohm y la
conductividad en los metales debe interpretarse el tiempo de relajamiento con las
propiedades de la red. Si bien el modelo no puede ser teóricamente correcto porque el
movimiento de los electrones en un cristal metálico está gobernado por la mecánica
cuántica, al menos los órdenes de magnitud predichos por el modelo son razonables. Por

ejemplo es razonable relacionar el tiempo de relajamiento con el tiempo medio entre


colisiones de un electrón con la red cristalina. Teniendo en cuenta que la separación típica
entre átomos de la red es l = 5·10−9 m y usando la teoría de gases ideales aplicada a los

electrones libres la velocidad de los mismos sería = 105 m/s, por lo que =
−14
5·10 s, que está en buen acuerdo con los valores inferidos para la misma magnitud a
partir de la conductividad de los metales.
Modelo cuántico[editar]
Según el modelo de Drude-Lorentz la velocidad de los electrones debería variar con la
raíz cuadrada de la temperatura, pero cuando se compara el tiempo entre colisiones
estimado por el modelo de Drude-Lorentz con la conductividad a bajas velocidades, no se
obtienen valores coherentes, ya que esas predicciones del modelo solo son compatibles
con distancias interiónicas mucho mayores que las distancias reales.
En el modelo cuántico los electrones son acelerados por el campo eléctrico, y también
interaccionan con la red cristalina transfiriéndole parte de su energía y provocando el
efecto Joule. Sin embargo, al ser dispersados en una colisión con la red, por el principio
de exclusión de Pauli los electrones deben acabar después de la colisión con el
momentum lineal de un estado cuántico que previamente estuviera vacío; eso hace que
los electrones dispersados con mayor probabilidad sean los más energéticos. Tras ser
dispersados pasan a estados cuánticos con un momentum negativo de menor energía;
esa dispersión continua hacia estados de momentum opuesto es lo que contrarresta el
efecto acelerador del campo. En esencia este modelo comparte con el modelo clásico de
Drude-Lorentz la idea de que es la interacción con la red cristalina lo que hace que los
electrones se muevan a una velocidad estacionaria y no se aceleren más allá de un cierto
límite. Aunque cuantitativamente los dos modelos difieren especialmente a bajas
temperaturas.
Dentro del modelo cuántico la conductividad viene dada por una expresión
superficialmente similar al modelo clásico de Drude-Lorentz:

Donde:

se llama también tiempo de relajación y es inversamente proporcional a la


probabilidad de dispersión por parte de la red cristalina.

no es ahora directamente la masa del electrón sino una masa efectiva que está
relacionada con la energía de Fermi del metal.
Si por un razonamiento cuántico se trata de calcular la probabilidad de dispersión
se tiene:

Donde:

es la probabilidad de dispersión.

el número de iones dispersores por unidad de volumen.

es la sección eficaz de cada dispersor.

es la velocidad de un electrón que tiene la energía de Fermi.


De acuerdo con los cálculos cuánticos, la sección eficaz de los
dispersores es proporcional al cuadrado de la amplitud de su
vibración térmica, y como dicho cuadrado es proporcional a la
energía térmica, y esta es proporcional a la temperatura T se
tiene que a bajas temperaturas:

Este comportamiento predicho correctamente por el modelo no


podía ser explicado por el modelo clásico de Drude-Lorentz, por
lo que dicho modelo se considera superado por el
correspondiente modelo cuántico especialmente para bajas
temperaturas.

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