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Definición
Las ataguías son unas paredes provisionales, destinadas a defender la excavación del cimiento
contra la invasión del agua, facilitando el agotamiento de la excavación y la construcción en seco
de las fábricas del cimiento. Deben, pues, ser las ataguías resistentes al empuje del agua e
impermeables a su filtración. Es inútil, por 10 tanto, emplear ataguías sobre terrenos muy
permeables, porque de nada serviría la impermeabilidad de las paredes, si por el fondo del
terreno filtran aguas abundantes, imposibles de agotar. Sobre terrenos muy permeables sería
preciso un dragado previo, hasta alcanzar el terreno impermeable, cuando lo haya, y construir
entonces la ataguía sobre este terreno.
Está determinada por el del nivel de las aguas durante la época en que deban ejecutarse los
cimientos, y según el tiempo que se calcule que ha de ser necesario para la construcción total
del cimiento. En obras fluviales, las paredes de las ataguías deben ser un poco superiores al
estiaje, cuando se admita suficiente este período para ejecutar el cimiento. Cuando se presuma
que no bastarán los meses de estiaje, hay que dar a la ataguía la altura necesaria para quedar
por encima de las crecidas ordinarias, ya que sería costosísimo precaverse contra una avenida
extraordinaria. E n obras marítimas, las ataguías deben tener una altura superior a la de las
pleamares.
Pueden clasificarse: en ataguías de tierra, que comprenden las que se hacen con tepes o con
tierra; ataguías de tierra y recintos de madera; ataguías de tela; ataguías para terrenos de roca,
y ataguías de hormigón. Por último, se ejecutan ahora ataguías con tablestacas metálicas
desmontables, o con tablestacas de hormigón armado, que sustituyen con ventaja a todos los
demás tipos de ataguías empleados hasta ahora para alturas de agua considerables, por 10 que
sólo reseñaremos ligeramente los sistemas de ataguías que no deben ya emplearse,
limitándonos a detallar los de más frecuente aplicación.
Ataguías de tierra
Para obras pequeñas y alturas de agua que no excedan de 1,50 m, pueden ejecutarse ataguías
con tierras, que son entonces malecones con doble talud, pudiéndose proteger con escollera el
talud exterior.
El ancho de la coronación no debe ser inferior a 1 m.; la inclinación de los taludes, de 1 X 2. Sus
dimensiones en planta deben ser las necesarias para envolver el cimiento, con bermas
suficientes para los trabajos de agotamiento y la ejecución de las fábricas. Así, por ejemplo, para
1 m. de altura de agua y una excavación de 1 m. de profundidad por debajo del terreno, la
anchura total entre los bordes exteriores del cimiento y de la at aguía necesita ser de unos 8,50
m. de cada lado. Se comprende, por tanto, que, a pesar de su aparente sencillez y economía,
son muy pocos los casos en que pueda emplearse este tipo de ataguía. Debe, además,
construirse con ciertas precauciones, escogiéndose las tierras, que, por 10 menos para el núcleo
central, o mejor aún para la parte exterior, deben ser bastante arcillosas, para obtener con ellas
la impermeabilidad indispensable. Conviene limpiarlas de raíces y piedras y amasarlas antes de
verterlas en el agua en gruesas bolas, que se apisonan a medida que van colocándose. Cuando
la altura del agua no excede 0,50 m., pueden emplearse tepes que se disponen a la manera de
una fábrica concertada.
Para reducir el espacio ocupado y el volumen de las tierras se emplean recintos de madera de
pilotes y tablestacas. Para alturas de agua hasta 2 m. puede bastar un solo recinto. Si el nivel del
agua excede de :2 m., es casi necesario un doble recinto, que conviene apuntalar con codales.
Se componen estos recintos de pilotes hincados con mazas de mano generalmente, a distancias
de 1 a 2 m., tras de los que se colocan tableros de madera. Las juntas de éstos se tapan con
tablestacas. Se consolida e impermeabiliza la ataguía con arcillas arenosas apisonadas por capas
horizontales. La separación de los recintos varía de 0,80 a 0.50 m., según la altura de agua y
calidad de las tierras. Excepcionalmente se r edujo a 0,25 m., rellenando el hueco con fango
compacto e impermeable; pero es preciso entonces reforzar con escollera el pie de los recintos
Conviene arriostra r los recintos dobles; pero debe hacerse por la parte superior de la ataguía,
pues de hacerlo atravesando las tierras del relleno se provocan peligrosas vías de agua.
Ataguías escalonadas
Para grandes alturas de agua se han empleado a veces ataguías por escalones, construidas en
varias etapas. Se comienza por formar una ataguía de pared doble, pero que no tiene suficiente
espesor para resistir el empuje exterior, si el agotamiento fuera completo. Se agota
parcialmente y se eleva por la parte interior otra ataguía yuxtapuesta a la primera y de menor
altura; se efectúa otro agotamiento parcial y se construye otra tercera ataguía.
Ataguías de lona
Ataguías de concreto
Cuando el suelo en que va a cimentarse es muy permeable, pueden hacerse ataguías que se
llaman de fondo, y que consisten en tapar estas filtraciones con una solera de concreto
sumergido en el fondo de la excavación, previamente dragada.
Pueden hacerse en dos formas, ya sea a base de pilotes prefabricados que se hincan en el lugar
en la forma normal, o bien colados en el lugar constituyendo de hecho un muro de contención.
Su uso cada día se extiende más dado el enorme desarrollo y adaptabilidad que ha tenido este
material dentro de nuestro medio.
Los recintos construidos con las tablestacas de hormigón armado, son muy resistentes, pero no
se puede pretender análoga impermeabilidad que la que se consigue con las tablestacas
metálicas, por muy perfecto que sea el contacto entre las tablestacas. Pero cuando las alturas
de agua son grandes, pueden construirse ataguías de doble recinto: uno con tablestacas
metálicas y otro con tablestacas de hormigón armado, entre los que se puede apisonar tierras,
y aun mejores fangos, que aseguran la impermeabilidad y la resistencia mediante los
arrostramientos necesarios. En el Concurso de proyectos para la construcción del dique de
carena de Cádiz, el autor ha propuesto, entre varias soluciones, una. ataguía de esta clase, con
un desarrollo total de 600 m. y para una altura de agua de 5 a 7 m. Ofrecerá en este caso la
ventaja de que el recinto exterior de hormigón armado servirá de paramento de atraque para
los barcos; con mayor duración que el de tablestacas metálicas, más oxidable por las aguas del
mar, y que nos proponemos establecer paralelo y a 14 m. de distancia.