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TODOS A NADAR.

Como superar el temor al agua.

Dr. Carlos Jesús Segura Castilla.

Cuando pensamos en fobias, nos vienen a la mente el miedo a animales o situaciones que, si bien
pueden llevar a cabo la mayor parte de personas, pueden producir ansiedad, como subir al avión,
a un lugar alto o quedarse encerrado en lugares pequeños y oscuros. Sin embargo, pocos conocen
uno de los miedos más comunes y que puede determinar la vida de las personas que lo sufren: es
el miedo al agua o acuafobia. Se trata de un temor irracional y persistente, que se manifiesta de
distintas formas. Algunas personas simplemente sienten ansiedad al acercarse al borde del mar o
la piscina, a pesar de que saben que esto no representa una amenaza para su integridad física; en
casos más extremos, puede suponer miedo a mojarse por la lluvia o a ser salpicado.

El miedo al agua es un tipo de fobia que, junto con la fobia al fuego (o pirofobia), acompaña al
hombre desde el inicio de los tiempos. Esta fobia constituye un elemento muy limitante en la vida
de las personas que la sufren puesto que el agua es un elemento esencial en la vida de los seres
humanos. El ser humano está compuesto por un 60% de agua y además nos acompaña desde antes
de nacer ya que en la bolsa amniótica estábamos sumergidos en ella, sin embargo para algunas
personas el agua puede ser causa de angustia y sufrimiento. Cuando se tiene esta fobia el sujeto
puede sufrir ataques de pánico, ansiedad y puede ser una situación muy difícil para su vida.

Algunas fobias suelen ser irracionales, es decir, el sujeto que experimenta una fobia jamás ha tenido
un suceso traumático o ningún contacto con el objeto fóbico, sin embargo otras fobias pueden
tener origen racional y son estas las que son más difíciles de superar. Cuando la hidrofobia es de
origen racional, la causa normalmente suele ser un trauma sufrido de niño, una sensación de
ahogamiento o de quedarse sin aire puede ser el origen de tal fobia. Es esencial indagar en los
recuerdos de niño y profundizar en la memoria para encontrar el origen de la hidrofobia, en qué
momento sucedió y cuáles fueron las circunstancias en la que dicha fobia se fraguó.

La fobia también puede tener un origen irracional y esto es por aprendizaje vicario. Los niños
normalmente aprenden e imitan las conductas de los padres, si uno de ellos experimenta fobia al
agua, el niño puede imitar y aprender dicha fobia aún sin haber tenido ninguna experiencia
traumática con el agua. Por lo que padres de familia deben tener mucho cuidado con ello, nunca
es tarde para aprender a dominar este deporte.

Cuanta menos edad tiene el paciente al que le ha sido diagnosticada la fobia, mejor va a ser su
recuperación ya que el cerebro es mucho más moldeable a edades tempranas.
En psicología, según la vertiente conductista, para poder superar las fobias lo mejor que se puede
hacer es enfrentarse a ellas. Los tratamientos para superar la acuafobia pueden ser variados y según
la corriente psicológica que elijas para ello lo harás de una manera o de otra.

Una aproximación gradual a los elementos que generan la fobia va a ser la clave de poder superar
con éxito la acuafobia, no sin antes hacer una jerarquía de ansiedad, esta jerarquía consistirá en
nombrar situaciones en relación con la acuafobia y calificarlas con un número según la ansiedad
que producen en el sujeto. Se comenzará con los elementos que generan menos ansiedad de la
jerarquía y se irá avanzando poco a poco hasta poder afrontar los elementos que más ansiedad
causa a la persona. Para que una situación se dé por superada y se pueda pasar a la siguiente
situación de jerarquía, el nivel de ansiedad debe de ser 0.

Como hemos mencionado anteriormente, vamos a presentar actividades para superar la acuafobia,
estos ejercicios siempre se harán gradualmente (enfrentarse poco a poco) a las situaciones que
generan ansiedad en el agua. Si sufres acuafobia o conoces a alguien que pueda padecerla te
recomendamos seguir estos ejercicios:

Familiarización
En este primer ejercicio nuestro objetivo es
habituarnos a estar en el agua, por ello vamos
a comenzar sentándonos en el borde de la
piscina sumergiendo únicamente las piernas.
Una vez que ya nos hemos habituado a la
sensación de tener las piernas en remojo nos
agarraremos a la escalera de la piscina o la
canaleta e iremos poco a poco bajando a la
parte de la piscina que es poco profunda. De
manera gradual vamos a ir introduciendo los
brazos y finalmente la cabeza. Este ejercicio es
una manera de familiarizarse y habituarse al agua y comprender que en ese momento no hay nada
que temer.

Seguridad
Sentirse seguro cuando se está afrontando una fobia es muy importante, en este ejercicio nuestra
finalidad será sentirnos seguros y conseguir autocontrol estando en el agua, para ello vamos a
aprender a flotar. Comenzaremos flotando en una piscina pequeña, en la que podamos tocar el
fondo de la piscina, después flotaremos en una piscina más grande y finalmente flotaremos en el
mar. Para lograr esto podemos utilizar ayudas como tablas, churros y pullbuoys.

Para superar la acuafobia un buen ejercicio es aprender a nadar. Con la ayuda de un entrenador
que te enseñará las técnicas de natación adecuadas, aprender a nadar se convertirá en el escudo y
en el paso final para vencer la fobia al agua. El conocimiento de la natación te proporcionará los
elementos adecuados para que puedas sentirte cómodo y seguro en el agua sin temor a nada.

Lo que se debe evitar


Si conoces a algún acuafóbico una cosa que no deberás hacer bajo ningún concepto es lanzar de
manera repentina al agua, esto se usó en el pasado como terapia de choque pero se demostró que
lejos de producir resultados positivos, causó más trauma a las personas con acuafobia e incluso
puso en peligro ya que ninguno sabía nadar.

Otra cosa que no se debe hacer es subestimar la acuafobia. El miedo al agua puede causar
vergüenza a la persona que lo sufre y subestimarla solo empeorará su situación. Una actitud
empática y abierta favorecerá que esa persona nos hable acerca de su miedo y se sienta
comprendida y escuchada.

El mayor problema con la acuafobia es la vergüenza que produce en el que la padece, lo más
común es que no se da a saber, se mantiene en secretos en la mayoría de los casos, y por lo tanto,
no se solucione. En un artículo publicado en Psychology Today, la psicóloga y escritora Patty
Chang Anker, autora de Some Nerve: Lessons Learned
while Becoming Brave (Riverhead Trade), señala que en
Estados Unidos dos tercios de la población tiene miedo
de las grandes masas de agua, que el 46% sienten temor
de no ponerse de pie en la piscina y que hasta un 37% no
sabe nadar. En España, uno de cada cinco españoles no
está a gusto en el agua y hasta un 10% de la población
puede sufrir esta fobia. En el Perú no hay información al
respecto, pero podemos afirmar que las cifras deben
superar largamente, toda vez que la natación es un deporte
poco practicado. Solo se practica en los meses de veranos;
las academias son temporales, con profesores de escasa
formación. Es preciso resaltar que dicho deporte debe ser
de dominio obligatorio en las escuelas, considerando que nuestro país cuenta con una extensa
franja de mar y la mayor cantidad de pobladores están en la costa.

Este miedo, como ocurre con otros, da lugar a un círculo vicioso que sólo empeora las cosas.
Aquellas personas que no sabe nadar no son capaces de enseñar a sus hijos a hacer lo propio, lo
que provoca que no desarrollen las habilidades necesarias para desenvolverse en el medio acuático
y sientan miedo. Además, por lo que es recomendable evitar la ansiedad, y enfrentar al agua de
manera progresiva.

Para ayudar a aquellos que sufren dicha fobia, contamos con un programa con una serie de
actividades para familiarizarse con el agua, así evitaremos que se presente temor cuando se
encuentre frente a una piscina.

Crear confianza. El enfoque más dañino es aquel en el que se insiste que no hay nada de lo que
tener miedo. Aunque nosotros no sintamos la misma ansiedad, debemos ser conscientes de que
la fobia es un pensamiento irracional y que, por lo tanto, no puede solucionarse quitándole
importancia.

Desmitificar el agua. Debemos hablar abiertamente del agua desde un punto de vista científico
para hacer comprender a los que tienen miedo que no hay nada que temer. Por ejemplo,
explicando qué ocurre cuando se sumerge un objeto en agua o cuando se nos mete un poco por
la nariz. La posición adecuada para flotar, el exceso de tensión muscular, el temor al abrir los ojos
en el agua, etc.
 Visualizarse nadando. Un punto común a muchos tratamientos de fobias, y que consiste en
preparar psicológicamente al paciente antes de que este se enfrente al agua. Por ello, se puede
intentar visualizar previamente lo que va a ocurrir o mantener ideas positivas en mente por si se
necesitan una vez dentro del agua.

 Objetivo claro. Suele ser un proceso largo y arduo, pero todos son capaces de sobreponerse el
miedo al agua y nadar donde en lugares profundos. Nuestro programa recomienda ir poco a poco
e intentar eliminar la ansiedad de golpe, lo que
puede ser muy contraproducente. La mejor
forma de prevenir los accidentes en el agua no
es ser especialmente habilidoso, sino ser
capaces de mantener la cabeza fría en todo
momento.

Los miedos y fobias son algo que todo ser


humano posee pero también se pueden perder.
Con trabajo, tiempo y práctica, estamos seguros
que puedes disfrutar este hermoso deporte que
es la natación. Para ayudarte te daremos estos
consejos que te serán muy útiles para gozar de
los beneficios de la natación, recuerda que si
quieres practicarlos, debes hacerlo bajo la
supervisión de alguien que pueda ayudarte en
caso de que pueda ocurrir alguna emergencia o imprevisto.

Recomendaciones básicas:
1. Primero sería de mucha ayuda si aplicas algún método de relajación para que no vayas a entrar
con miedos en cuanto te acerques a una piscina. Recuerda que los miedos son mentales. Por
ejemplo practica respirar profundo.
2. Si sufres de ansiedad puedes hacer el procedimiento de inhalar y exhalar y relajarte lo más que
puedas.
3. Para entrar al agua puedes iniciar chapoteando con los pies sentado en la orilla de la piscina,
(donde no sea muy profunda) e ir entrando en confianza con el agua.
4. Puedes continuar chapoteando esta vez con pies y manos, siempre sentado en la orilla de la
piscina ya que esta no es de gran profundidad, mueve las manos de un lado a otro juega con el
agua.
5. Ahora ya podemos empezar a ir metiéndonos de a poco al agua (si hay escalera dentro de la
piscina mejor) con la ayuda de alguien puedes hacerlo ya que esto te generará más confianza.
6. Puedes proseguir con una caminata lenta que te ayude a estar dentro del agua.
7. Cuando ya estés listo y puedas estar en el agua puedes dar comienzo a la sumersión de la cabeza
hasta perder el miedo de cubrirla completamente bajo el agua. Un instructor te indicará como
hacerlo.
8. Ya con el miedo superado podemos iniciar con tus primeras técnicas de respiración. La
respiración en el agua, es diferente a la que normalmente hacemos.
9. Continuar con el procedimiento de sumersión de cabeza y también con la exhalación aprendida
con el método de respiración.
10. Con el tiempo verás como todos tus miedos son superados y poco a poco te vas a dar cuanta
de las increíbles cosas que puedes realizar.
Esperamos que estos consejos para perder el miedo al agua te sean de utilidad y puedas disfrutar
de los beneficios de la natación sin ningún impedimento. Recuerda que los miedos son mentales
y se superan, debemos de reconocerlos y entender que con trabajo constante y paciencia se pueden
superar, no hay nada en el mundo que te impida superar tus miedos.
Si usted está interesado en aprender natación y tomar algún curso para iniciarse en este
maravillosos deporte, no dude en contactarnos estamos para servirle.

Academia Team Play

Experto en la enseñanza y entrenamiento de Triatlón, Natación, Ciclismo


y Atletismo.

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