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INTRODUCCION

Los trastornos temporomandibulares (TTM) se pueden definir como un conjunto


de condiciones dolorosas y/o disfuncionales en los músculos masticatorios y/o
en la articulación temporomandibular (ATM). Comúnmente afectan a las mujeres
durante los años reproductivos y su prevalencia disminuye bruscamente con la
edad. Además de la predisposición innata relacionada con el sexo y la edad, la
exposición a muchos otros factores fue investigada en relación con un mayor
riesgo de desarrollar TTM. La para función oral de apretamiento dental durante
el día y el bruxismo del sueño están estrechamente asociados con la presencia
de TTM.

Probablemente esta diversidad de factores de riesgo hace que la aparición de


estos trastornos sea tan común, ya que ocupa el tercer lugar en prevalencia entre
los dolores crónicos, solamente después de los dolores de cabeza primarios y
del dolor de espalda, de acuerdo con las evidencias disponibles. El TTM es la
más común de todas las condiciones dolorosas crónicas que afectan a la región
orofacial.

Inevitablemente, todos estos procesos están asociados con funciones


psicológicas y psicosociales de gran importancia que fundamentan el desarrollo
de características únicas, intrapersonales y psicosociales que distinguen a un
individuo de otro. La justificación de la inclusión de los TTM entre las condiciones
clínicas crónicas multidisciplinares se basa en observaciones confirmadas por
estudios científicos y en la experiencia clínica abundante de que el estado
psicológico, la función psicosocial y el comportamiento pueden verse afectados
por un dolor persistente y por la discapacidad funcional relacionada con estas
condiciones.

El dolor crónico debido al TTM provoca un impacto significativo en la calidad de


vida de sus víctimas, que va desde leves cambios en la alimentación hasta la
manifestación de la conducta depresiva profundamente discapacitante, además
de una interferencia significativa en las actividades diarias. En un momento
determinado, la demanda de tratamiento para los TTM parece estar
predominantemente relacionada con la presencia del dolor y su intensidad,
siendo el alivio de este el indicador más confiable para que los pacientes y los
médicos juzguen el éxito del tratamiento.
FARMACOTERAPIA DEL DOLOR OROFACIAL CRONICO
El campo del dolor orofacial incluye condiciones dolorosas que están asociadas
con los tejidos blandos y duros de la cabeza, cara, cuello y todas las estructuras
asociadas. El rango de diagnóstico incluye cefaleas, dolor neurogénico, dolor
intraoral, y en músculos de la masticación, de la articulación temporomandibular
(ATM), ojos, oídos, nariz, garganta, de origen psicogénico y dolores de
enfermedades como el cáncer y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA). El dolor orofacial ha evolucionado hasta ser una responsabilidad
compartida entre el odontólogo y el médico, creándose generalmente la
necesidad de un equipo interdisciplinario para la evaluación, el diagnóstico y el
tratamiento.
El dolor es una queja común entre los seres humanos, y dependiendo de su
intensidad y duración, puede interrumpir las actividades cotidianas e
interacciones sociales, ello genera aislamiento, que posteriormente se puede
traducir en una pérdida de la autoestima. A medida que aumenta la duración del
dolor, sus características clínicas se asocian generalmente con síntomas
psicológicos, trastornos del sueño, pérdida del apetito, fatiga general y perdida
de la libido.
CLASIFICACION DEL DOLOR OROFACIAL CRONICO
Existen múltiples enfermedades que presentan patrones de dolor similares en la
región de la cabeza y el cuello; los odontólogos deben considerar enfermedades
que se relacionan con el sistema masticatorio, como los desórdenes
temporomandibulares (DTM), el diagnóstico diferencial del dolor dental de origen
odontogénico. De la misma manera, los médicos, al evaluar el dolor orofacial,
también deben considerar el dolor dental de origen odontogénico y el asociado
a DTM en el diagnóstico diferencial, con enfermedades de otro origen, en la
región cabeza, cara y cuello.
Por lo tanto, dentro del dolor orofacial se deben considerar trastornos que
producen dolor intracraneal (neoplasias, aneurismas, abscesos, hemorragia,
hematomas y edema cerebral); trastornos neurovasculares (cefaleas primarias,
como migraña, cefalea de cluster, hemicránea paroxística, artritis craneal,
carotidinia y cefalea de tipo tensional); neuralgias cráneo-faciales (neuralgia del
trigémino, del glosofaríngeo, del nervio intermedio y del laríngeo superior,
neuralgia por ostenecrosis cavitacional-NICO); síndromes de deaferentación
(neuritis periféricas, neuralgia postherpetica, neuralgias postraumáticas y
posquirúrgicas). Otros son los desórdenes intraorales, asociados a dolor pulpar,
periodontal, de mucosa oral y de lengua. Tenemos los DTM, de los músculos
masticatorios, de la articulación temporomandibular y estructuras asociadas.
También se encuentra dolor orofacial de las estructuras asociadas, y en ese
grupo se encuentran oídos, ojos, nariz, senos paranasales, garganta, nódulos
linfáticos, glándulas salivales y cuello.
NEURALGIA DEL TRIGÉMINO
La neuralgia del trigémino es un trastorno nervioso, que causa un dolor punzante
o de tipo electrochoque en partes de la cara.

CAUSAS:
La neuralgia del trigémino proviene del nervio trigémino. Este nervio lleva las
sensaciones de tacto y dolor desde la cara, los ojos, los senos paranasales y la
boca hasta el cerebro. La neuralgia del trigémino puede ser causada por:
 Esclerosis múltiple (EM) u otras enfermedades que dañan la cubierta protectora
de mielina de los nervios

 Presión sobre el nervio trigémino a causa de un tumor o un vaso sanguíneo


hinchado

 Lesión al nervio trigémino, tal como un trauma facial o una cirugía oral o de los
senos paranasales

Con frecuencia, no se encuentra ninguna causa. La neuralgia del trigémino

SÍNTOMAS:
 Espasmos muy dolorosos, como pulsaciones eléctricas penetrantes que
generalmente duran unos cuantos segundos o minutos, pero pueden volverse
constantes.

 El dolor por lo general solo está en un lado del rostro, con frecuencia alrededor
del ojo, la mejilla y la parte baja de la cara.

 Por lo general, no hay pérdida de sensación o movimiento de la parte afectada


de la cara.

 El dolor se puede desencadenar por contacto o sonidos.

Los episodios dolorosos de la neuralgia del trigémino se pueden desencadenar


por actividades cotidianas y comunes, como cepillarse los dientes, masticar,
beber, comer, tocarse la cara o afeitarse.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO:
Los fármacos que ayudan a reducir el dolor y la proporción de los ataques
pueden ser:

 Anticonvulsivos

 Relajantes musculares

 Antidepresivos tricíclicos

 La cirugía es una opción, pero no se han comprobado plenamente sus beneficios


reales. Otra opción de tratamiento es un tipo de intervención denominada
descrompresión microvascular (DMV). Durante la cirugía, se coloca material
entre el nervio y el vaso sanguíneo que está presionando el nervio.

DESORDENES TEMPOROMANDIBULARES
El trastorno craneomandibular prevalente fue el dolor miofacial. En todo paciente
que sufra dolor craneofacial, otalgia, hipoacusia y/o fatiga crónica, deberá
investigarse rutinariamente la presencia de un trastorno craneomandibular,
caracterizado por disfunción de la columna cervical, dolor miofacial, disfunción o
desarreglo interno de la articulación temporomandibular. Los pacientes con un
trastorno craneomandibular esperan aproximadamente cinco años antes de que
esta condición reconozca, sufriendo pruebas de laboratorio, rayos X e
intervenciones quirúrgicas innecesarias.
Existen varias expresiones de los trastornos craneomandibulares llamados
también temporomandibulares que con frecuencia no son reconocidas por el
clínico y en su gran mayoría no son detectadas por pruebas de imagen o
laboratorio, de tal manera que solo pueden identificarse a través de un
interrogatorio y una exploración cuidadosa. Muchos de esos trastornos se
manifiestan por: cefalea, otalgia, hipoacusia, tinnitis, fatiga, insomnio, dolor de la
cara, limitación de los movimientos mandibulares y de la apertura bucal, dolor
intenso de los músculos masticadores y del cuello, tortícolis espástico y
lumbalgia.
Trastornos miálgicos:
 Co-contracción protectora (rigidez muscular). Dolor muscular local: la
primera respuesta de los músculos masticatorios cualquier noxa es la
contracción. No es un proceso patológico en si aunque mantenida en el
tiempo produce un dolor muscular local o mialgia primaria no inflamatoria.
Existe una palpación dolorosa de los músculos masticadores y el dolor
aumenta con la función, la cual suele estar limitada (reducción de la
apertura bucal).
 Mioespasmo: también conocido como trismus agudo es una contracción
involuntaria del musculo concomitante a dolor agudo.
 Miostitis: se manifiesta como dolor generalizado de toso el músculo, con
el margen de movimiento limitado. Es una mialgia inflamatoria de
aparición tardía consecuencia de un trastorno miálgico agudo que se ha
prolongado en el tiempo.
 Dolor miofacial: es un dolor miógeno regional caracterizado por áreas
locales de bandas firmes hipersensibles del tejido muscular conocidos
como “puntos gatillo”. Estas áreas musculares hipersensibles son
localizadas y su palpación desencadena dolor. Los puntos gatillo son un
foco de dolor profundo constante. Los puntos gatillo puede convertirse en
latentes dando lugar a una disminución temporal de las algias referidas,
pudiendo activarse nuevamente por la acción de distintos factores
etiológicos. La causa del dolor miofacial es compleja y se aceptan
numerosos factores locales (traumatismo) y sistémicos (estrés emocional,
cansanci0 e infecciones víricas). El dolor miofacial se asocia
habitualmente con la co-contacción de los músculos masticatorios, que si
es continua acabara desarrollando dolorimiento muscular local e iniciara
el dolor muscular cíclico. En ocasiones se producen efectos vegetativos
debido al estímulo excitatorio producido por el dolor profundo procedente
de los puntos gatillo (lagrimeo, sequedad de boca, palidez o
enrojecimiento, alteraciones mucosas, etc.).

TRASTORNOS DE LA ARTICULACION TEMPOROMANDIBULAR


La ATM es una articulación diartrodial doble, debido a la presencia de menisco
intraarticular, con cara articular superior entre tubérculo articular, cavidad
glenoidea y tubérculo postglenoideo del temporal y cara superior del menisco y
cara articular inferior entre el menisco y el cóndilo mandibular. El único
reforzamiento de la ATM es el ligamento temporomandibular, lateral. Otros
engrosamientos, el esfenomandibular y el estilomandibular, son externos a la
articulación.
En pacientes con dolor craneofacial, ostalgia, hipoacusia y/o fatiga crónica se
debe indagar si existe cefalea tensional, tinnitis, insomnio, sueño no reparador,
dolor leve, moderado o intenso en distintas áreas de la cara y dolor en brazos y
manos, que aria evidente la presencia de un trastorno craneomandibular, más
aun si se observa limitación dolorosa de la apertura bucal, de los movimientos
de lateralidad mandibular, festoneo por identación lingual, líneas albas
masticatorias (identaciones mucosas), bruxofacetas, ruidos uni o bilaterales en
las articulaciones temporomandibulares y dolor o presencia de puntos-gatillo al
palpar los músculos masticadores y el cuello.
 Anomalías evolutivas como alteración del cóndilo, defectos congénitos.
 Acromegalia, trauma o infecciones.
 Artritis o artrosis, artritis reumatoidea, poliartritis.
 Traumas o luxaciones.
 Tumores: sarcomas, metástasis, osteomas, etc.
La prevalencia de los DTM es dos veces mayor en mujeres que en hombres. El
dolor muscular de un DTM por lo general no se percibe en el sitio de la lesión y
si en otras áreas referidas que se expresan como síntomas oticos, musculares,
articulares, faciales y craneosinusales, incluidas las cefalagias como
presentación clásica de dolor heterotópico.
El bruxismo juega un rol significativo en los DTM y en los síntomas referidos
craneofaciales. El íntimo nexo entre la actividad masticatoria disfuncional como
el bruxismo, los DTM y el estrés, abren la relación causa-efecto entre ellos y los
desórdenes craneofaciales.
Es innegable que embriológica, fisiológica y anatómicamente la vecindad de la
ATM y el odio las compromete. La conexión neurológica, vascular y ligamental
entre ATM y oído medio persiste a través del desarrollo de la articulación por
continuidad en el cartílago de Meckel a través de la fisura petrotimpánica que en
el adulto presenta cierre incompleto.

SINDROME TEMPOROMANDIBULAR
Patología, con frecuencia de tipo funcional, que presenta síntomas de dolor,
molestia, chasquido o incomodidad de la articulación temporomandibular (ATM),
uni o bilateral.
Etiología y prevalencia:
La prevalencia de los DTM es de dos a nueve veces mayor en mujeres que en
hombres. Existen circunstancias que favorecen su desarrollo:
Hábitos perniciosos que hacen que se utilice el aparato masticatorio
incorrectamente (morderse las uñas, abuso de la masticación de chicle, comer
pipas, mordisqueo de labios o carrillos).
Bruxismo (apretamiento dentario) microtrauma producto del apretamiento y
rechinamiento disfuncional de los dientes de manera subconsciente que puede
exceder la tolerancia fisiológica y estructural de los músculos, los dientes y la
articulación (nocturno).
Clínica
En el origen de este síndrome tiene una importancia decisiva el estado y
posición de los dientes de la boca. La mayoría de las personas con DTM
(Disfunción Temporo Mandibular), sufren de dolor muscular crónico de tipo local
que afectan los músculos orofaciales y también dolor de tipo referido que puede
llegar a afectar la musculatura cervical y la musculatura del odio medio con
síntoma y etología variada que va desde el vértigo, tinnitis (ruidos en los oídos)
y sensación de oído tapado. El dolor muscular no solo se percibe en el sitio de
lesión sino que usualmente presente un patrón doloroso referido, los DTM se
pueden expresar como mialgia en cráneo-nuca-espalda, artralgia en ATM, algia
craneosinusal, dolor facial y cefalalgia.

Diagnostico
Se puede sentir dolor al palpar la articulación. La radiografía puede se ayuda
diagnostica aunque en la actualidad del procedimiento principal es la resonancia
magnética.
Tratamiento
 Dieta blanda
 Diazepam 5mg o clordiazepóxido 10mg o alprazolam o.5mg
 Antidepresivos como amitriptilina 25 o 50 mg
 Aines

OSTEOARTRITIS DE LA ARTULACION TEMPOROMANDIBULAR


Desorden degenerativo, es la enfermedad no inflamatoria más frecuente de las
articulaciones y se caracteriza por tres fenómenos:
 Destrucción del cartílago de la superficie articular.
 Remodelación ósea con fenómenos de neoformación (osteofitos)
 Rarefacción ósea (quistes subcondrales) y sinovitis secundaria.
Etiopatogenia:
 El tiempo de evolución y la edad: los cambios de los tejidos articulares
provocados por la edad podrían afectar sus propiedades mecánicas y
facilitar la aparición de OA.
 La sobrecarga articular: producida por hábitos parafuncionales,
interferencias oclusales, maloclusiones y pérdidas de dientes pueden ser
los causantes de una pérdida de la normal capacidad de adaptación del
tejido articular.
 Problemas internos de la ATM: perforación del disco y la enfermedad
degenerativa.
 Los macrotraumatismos: cualquier fuerza repentina que actue sobre la
región de la ATM.
CONCLUSIONES

 La demanda de tratamiento ante el dolor orofacial y la prevalencia de DTM


es más elevada en mujeres que en hombres.
La actividad bruxista continua puede desencadenar dolor miofacial
masticatorio y eventualmente otros DTM.

 El dolor crónico influye en alteraciones del sueño, dolor mandibular,


alteraciones en hábitos masticatorios e incluso depresión.

 La ansiedad y el estrés posee una estrecha relación de los DTM,


afectando al estado general del organismo.

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