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UNIDAD 4

SECTORES MONETARIO Y FINANCIERO


INTRODUCCIÓN

En el proceso de financiación de toda economía aparece un conjunto de oferentes de


recursos financieros, otro de demandantes y un conjunto de instituciones que intermedian
entre unos y otros. Los oferentes de recursos financieros son aquellos sujetos económicos
que, dada su renta y sus planes de consumo, ahorro e inversión, aparecen con una capacidad
neta de financiación, mientras que los demandantes son aquellos sujetos de cuyos planes se
desprende una necesidad neta de financiación.

.
LA FINANCIACIÓN DE LA ECONOMÍA

Para llevar a cabo los planes de consumo y de inversión se precisan recursos financieros.
En algunas ocasiones puede que los planes de ahorro de las familias y de las empresas
coincidan con sus planes de consumo y de inversión, pero lo normal es que no sea así, es
más, los agentes que llevan a cabo el ahorro no coinciden con los que realizan los planes de
inversión; por consiguiente, convendrá que se articule algún mecanismo para trasladar
recursos financieros de unos agentes a otros. El sistema financiero es el que se encarga de
proporcionar este mecanismo.

En el proceso de financiación de toda economía aparece un grupo de oferentes de recursos


financieros, otro de demandantes, y un conjunto de instituciones que intermedian entre unos
y otros. Los primeros son aquellos sujetos económicos que dado sus ingresos y sus planes
de consumo, ahorro e inversión, aparecen con capacidad de financiación, mientras que los
demandantes son aquellos sujetos de cuyos planes se desprende una necesidad de
financiación.
Los intermediarios financieros constituyen el conjunto de instituciones que intermedian
entre los oferentes y los demandantes de recursos financieros. Los intermediarios
financieros más importantes en todos los países son los bancos.
Los intermediarios financieros emiten obligaciones financieras —tales como depósitos a la
vista— para adquirir fondos del público y posteriormente ofrecerlos a las empresas o
individuos particulares y al sector público.
El sistema financiero de un país está constituido por los intermediarios financieros y
comprende todos los flujos financieros entre los sujetos y los sectores económicos.
El sistema financiero nace como respuesta a una demanda de recursos para fines
productivos y de consumo, y está apoyado en un soporte institucional que se concreta en
una serie de intermediarios especializados.
LOS SERVICIOS QUE OFRECEN LOS INTERMEDIARIOS FINANCIEROS
Los intermediarios financieros se han especializado en actuar entre los clientes. Estos
pueden agruparse en tres categorías: personas o individuos, empresas y sector público. Los
principales servicios que ofrecen a estos clientes son:

Como propietarios. La posibilidad de guardar su dinero en un sitio seguro y de obtener


unos intereses por los ahorros depositados en las instituciones financieras.

Como prestamistas. Ofrecen a sus clientes la posibilidad de pedir prestado dinero para
financiar sus gastos, tanto de consumo como de inversión.

Como transferidores de dinero. Ofrecen a los clientes la posibilidad de pagar cuentas,


de obtener dinero de otros sitios y de enviar dinero a unos individuos u otros.

La función básica de los intermediarios financieros es la de transformar los activos


financieros primarios, esto es, los emitidos por las unidades económicas, en activos
financieros indirectos, es decir, los creados por los intermediarios financieros.

Los intermediarios financieros tratan de obtener beneficios los que aseguran su existencia,
y lo hacen cobrando por los servicios que ofrecen, y prestando dinero a unas tasas de
interés —llamadas tasa activas— más elevadas que las que pagan —llamadas tasas
pasivas— por los depósitos que reciben de sus clientes. Esta diferencia entre tasas activas y
pasivas se denomina "costo o margen de intermediación" —en la jerga del mercado
también se llama "spreed financiero"— y con ella cubre los gastos y obtiene beneficios.
El papel de los intermediarios financieros se puede reflejar gráficamente en el esquema
anterior. La financiación fluye de los sujetos con ahorro excedente hacia los que precisan
financiación, mientras que los activos financieros circulan en sentido contrario. Los activos
primarios emitidos por los prestatarios son directamente absorbidos, en parte por los
ahorristas. Por otro lado, los ahorristas entregas sus fondos de financiación a entidades
financieras intermedias contra la adquisición de activos financieros de éstas. Los
intermediarios financieros utilizan los fondos obtenidos para proporcionárselos a los
prestatarios, adquiriendo a cambio activos primarios. Estos intercambios se producen en los
denominados mercados financieros.

EL DINERO

Aunque el dinero es algo que juega un papel muy importante en la vida cotidiana, mucha
gente tiene dificultades si se le pidiera que respondiese a la pregunta ¿qué es el dinero?. La
mayoría de la gente contestaría diciendo que el dinero son los billetes, las monedas y los
cheques. Ésta no sería una buena respuesta pues, por un lado los billetes y las monedas
representan sólo una pequeña parte de la oferta de dinero realmente existente en una
economía y, por otro, los cheques no son en realidad dinero.
En realidad podríamos aventurar varios conceptos de dinero según ciertas características
que el mismo pueda adoptar, por ejemplo, el dinero mercancía, el dinero signo, el dinero
pagaré, el dinero legal o de curso legal, el dinero bancario, etc.
En general, en un sentido amplio, diremos que dinero es un bien que facilita el intercambio
en la medida que sea comúnmente aceptado como instrumento para recibir cobros y
efectuar pagos.

A esta altura sería conveniente reformular la pregunta inicial, debiendo ser ahora: ¿cuáles
son las funciones del dinero?. El dinero desempeña básicamente tres funciones principales:

Es un medio de cambio generalmente aceptado por la sociedad para la realización de


transacciones y la cancelación de deudas y que, por lo tanto, evita el trueque.

Se utiliza también como unidad de cuenta, entendiendo por tal aquella en la que se
fijan los precios y se llevan las cuentas, pudiéndose calcular cuánto valen los diferentes
bienes y/o servicios.

Es un depósito de valor, ya que se puede utilizar para mantener riqueza. Tanto la


familias como las empresas suelen conservar parte de su patrimonio en forma de dinero.

Existe una cuarta función referida a la de ser patrón de pago diferido, porque los pagos
que han de efectuarse en el futuro generalmente se especifican en dinero; aunque esta
función, entendemos, podría corresponderse con la de "unidad de cuenta".

EL SISTEMA FINANCIERO ARGENTINO

El sistema financiero argentino está integrado por un conjunto de intermediarios


financieros, entre los que cabe establecer dos categorías fundamentales: los que tienen
capacidad para crear dinero, también llamados bancarios, y los que no tienen capacidad
para crearlo, llamados no bancarios. Los primeros son aquellos cuyos activos financieros
son aceptados con generalidad como medios de pago. es decir, son dinero, Los segundos se
caracterizan por emitir activos financieros, pasivos para ellos, que no son dinero en sentido
estricto.

INTERMEDIARIOS FINANCIEROS BANCARIOS

Los intermediarios financieros bancarios son:

El Banco Central de la República Argentina (BCRA). Este es un caso atípico de


intermediario financiero, pues no suele trabajar con particulares ni empresas. El Banco
Central concede financiación al resto del mundo, al sector público y a otros intermediarios
financieros. Al comprar divisas concede financiación al sector externo, ya que éstas son
depósitos en moneda extranjera emitida por bancos de otros países. Al sector público lo
financia concediéndole créditos a la Tesorería y adquiriendo deuda pública, que
posteriormente compra y vende según las necesidades de la política monetaria. También
otorga crédito a otros intermediarios financieros bancarios mediante créditos especiales.
Los pasivos financieros que emite para financiar estas inversiones son la moneda metálica y
los billetes de curso legal; En sentido estricto, los billetes y monedas son emitidos por la
Casa de la Moneda, y el Banco Central se limita a ponerlos en circulación. Asimismo,
admite depósitos de los intermediarios financieros y del sector público.

La Banca Oficial y Privada. Los bancos, tal como se ha señalado, mantienen parte de
sus fondos en efectivo y parte lo destinan a conceder financiación al sector privado.
También financia al sector público mediante la compra de títulos públicos. La financiación
la obtienen a partir de los depósitos del público y con la emisión de títulos propios de renta
fija o variable. La financiación la obtiene a partir de los depósitos del público.

Las Cajas de Ahorro. Dada la actual tendencia a la universalización que amplia cada
vez más el abanico de operaciones que legalmente puede hacer cada tipo de intermediario
financiero, las Cajas de Ahorro en particular tienden a equipararse a los bancos. En general
están especializadas en la captación de fondos de los pequeños ahorristas a través de
depósitos de ahorro instrumentados mediante libretas. La relativa estabilidad de sus pasivos
les permite conceder préstamos a largo plazo en mayor proporción que la banca.
En Argentina, la única institución que figura bajo este rótulo es la Caja Nacional de Ahorro
y Seguro, que se encuentra en manos del Estado Nacional.

Las Compañías Financieras. No están autorizadas a recibir depósitos en cuenta


corriente o a la vista. En cambio pueden recibir depósitos a plazo. Los fondos recibidos de
los depositantes pueden ser utilizados para conceder préstamos personales, invertidos
transitoriamente en colocaciones fácilmente liquidables o en valores mobiliarios.

Las Sociedades de Ahorro y Préstamo. Reciben depósitos a plazo que deben destinar
fundamentalmente a conceder préstamos para la adquisición, construcción, ampliación,
reforma, refacción y conservación de viviendas u otros inmuebles.

Las Cajas de Crédito. Suelen estar creadas por cooperativas. Reciben depósitos a plazo
y prestan sus fondos a pequeñas empresas y productores, profesionales, artesanos,
empleados, obreros. Particulares y entidades de bien público.

INTERMEDIARIOS FINANCIEROS NO BANCARIOS

Las Compañías aseguradoras. Emiten como activo financiero específico las pólizas de
seguro, lo que les permite ofrecer determinadas indemnizaciones en el caso de que se
produzca el evento asegurador. Estas compañías, a la espera de que se produzca el siniestro,
han de constituir cuantiosas reservas que invierten en otros intermediarios financieros y en
títulos de renta fija, tanto públicos como privados.
Los Fondos de jubilaciones y pensiones. Estos fondos, que pueden ser tanto públicos
como privados, tienen como misión complementar los pagos que las Cajas de Previsión
efectúan después de la jubilación. Para ello los asociados pagan durante su vida laboral
activa aportaciones periódicas. El periodo que debe transcurrir hasta que tienen que realizar
sus prestaciones les permite invertir en activos a largo plazo. Este tipo de entidades tiene
una importancia relativamente considerable en las economías occidentales, y en el caso de
la economía argentina están llamadas a tener un desarrollo importante.

Los Fondos comunes de inversión. Estos fondos captan sus recursos mediante la
emisión de cuotas-partes. Los recursos así obtenidos los invierten en títulos de renta
variable y de renta fija, facilitando así el acceso del pequeño ahorrista al mercado de
valores. Las cuotas-partes son certificados de participación representativos de una parte del
patrimonio del fondo, cuyo valor global fluctúa según las cotizaciones del mercado.

Las Sociedades mediadoras en el mercado de dinero. Estas sociedades están


especializadas en la gestión de activos de alta liquidez tales como letras de tesorería. Si se
limitan a poner en contacto a compradores y vendedores se denominan brokers, mientras
que si compran y emiten activos financieros se llaman dealers.

EL MERCADO DE VALORES: LA BOLSA

Una de las formas de captar financiación que tienen las empresas es acudir a la Bolsa,
emitiendo títulos que son comprados y/o vendidos en ésta. La Bolsa es un mercado —de
valores o títulos— donde la oferta viene dada por las emisiones de nuevos valores y los
deseos de venta de títulos ya existentes, y la demanda está constituida por los deseos de
compra de tales valores.

CONCEPTOS BÁSICOS

A la Bolsa acuden los ahorristas con intención de colocar su dinero a cambio de una
determinada rentabilidad o de la posibilidad de una ganancia —especulación—, y los que
habiendo invertido ya en un periodo anterior desean desprenderse de los valores adquiridos.
Estas ventas pueden deberse a varias razones: consolidar una ganancia ya obtenida (cuando
el precio de venta sea superior al de compra), desprenderse de una inversión poco
productiva y cambiarla por otra más interesante, o consolidar una pérdida ante el temor de
que el precio de venta sea cada vez menor que el de compra.

También concurren a la bolsa los ahorristas que desean mantener sus fondos sobrantes
indisponibles en títulos a modo de reserva, para acudir a ellos en un futuro —ahorro—.
En cada bolsa se define un índice general que, al final de cada sesión, indicará si han
prevalecido los deseos de compra (aumentará el índice) o de venta (disminuirá). En nuestro
país este índice se denomina: MERVAL.

Los títulos que se emiten pueden ser: de renta fija (obligaciones negociables, bonos
bancarios y deuda pública), que no son sino un préstamo con promesa de devolución del
capital más una renta fija en un determinado plazo; de renta variable —acciones—, que
carecen de seguridad de una renta futura pero tienen la posibilidad de un mayor
rendimiento.

El papel de las expectativas sobre lo que puede ocurrir en el futuro es fundamental para
entender el funcionamiento de la Bolsa. La buena marcha de la economía nacional e
internacional, lo que ocurrirá en otras bolsas, las posibles intervenciones o actuaciones
gubernamentales o la evolución de las empresas que cotizan, determinan los deseos de
compra y venta, y generan. en su caso. efectos de autoalimentación. Importantes alzas o
bajas en los índices son fáciles de explicar a posteriori, pero rara vez son predecibles.

Es importante establecer la diferencia entre los valores nominal y efectivo de un título. El


nominal es el valor de emisión, mientras que el efectivo es el valor que se negocia y que
recoge, por lo tanto, las tensiones del mercado. Para comprender mejor esta diferencia hay
que aclarar el concepto de rentabilidad de un título.
La rentabilidad de los fondos colocados en acciones que se cotizan en bolsa tienen tres
componentes:

1. El dividendo cobrado o retribución que percibe el accionista con cargo a los resultados
de la empresa.

2. La diferencia de cotización, que indica cuánto se habría ganado (o perdido) de haber


comprado una acción el primer día del período estudiado y haberla vendido el último.

3. Las ampliaciones de capital, que miden los ingresos que se habrían tenido si se hubiera
vendido el derecho preferente al suscribir nuevas acciones de la misma empresa.
LA BOLSA EN LA ARGENTINA

En nuestro país existen seis bolsas: la de Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca,
Rosario, córdoba y Mendoza. Claramente la de Buenos Aires es la de mayor importancia
relativa en cuanto al volumen total de negociación.

La estructura de los valores negociados está constituida por los títulos públicos, las
acciones y las obligaciones negociables. La negociación de acciones es la que reviste mayor
importancia.
Una de las formas de medir la importancia que tiene la Bolsa en una economía consiste en
comparar el nivel de capitalización existente en un período con el PBI. El nivel de
capitalización bursátil es el valor efectivo total de los títulos cotizados en la Bolsa.
En este sentido hay que tener en cuenta que el mercado bursátil argentino es relativamente
pequeño: hay pocos valores y una avalancha de dinero puede materializarse en alzas
excesivas. Hay sectores económicos con escasa representación y la concentración en unos
pocos sectores es importante. Así, es grande el peso de las empresas petroleras, telefónicas,
siderúrgicas, alimenticias y los bancos.

EL CONTROL DEL DINERO POR PARTE DEL BCRA

EL CONTROL DE LA OFERTA MONETARIA

El gasto total que se realice en una economía dependerá entre otros factores de la cantidad
de dinero existente y de las condiciones en que las familias y las empresas puedan obtener
créditos. Como hemos señalado, en las economías modernas la mayor parte de la oferta
monetaria está constituida por el dinero bancario. De allí la importancia de controlar las
condiciones en que tiene lugar el proceso de creación del dinero bancario y, más
concretamente, de regular el funcionamiento de los intermediarios financieros. La mayoría
de los países se han dotado de una institución que ordena y controla el funcionamiento del
sistema financiero. Esta institución se denomina genéricamente Banco Central, y en el caso
de la Argentina es el Banco Central de la República Argentina —BCRA—.

El Banco Central de la República Argentina fue creado el 31 de mayo de 1935 por la Ley
12.155 que le confirió una serie de funciones que hasta entonces se encontraban dispersas y
a cargo de distintas instituciones y organismos públicos. La nueva legislación transfiere al
Banco Central de la República Argentina los activos y pasivos de la Caja de Conversión
que hasta entonces desempeñaba la función de emisión de billetes y acuñación de monedas.
De esta manera, la novel institución recibe el monopolio de acuñación de moneda y
emisión de billetes y se le delega el poder de policía por actos que violen dicho privilegio.

El BCRA es hoy una entidad autárquica, siendo su capital propiedad de Estado. El Banco
Central actúa como agente financiero del Estado. Las relaciones con el Poder Ejecutivo las
mantiene por intermedio del Ministerio de Economía, si bien no está sujeto a órdenes,
indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo.

La misión primaria y fundamental del Banco Central es preservar el valor de la moneda. A


través de la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias inspecciona y controla
todas las instituciones financieras.

LAS FUNCIONES ESTRICTAMENTE BANCARIAS QUE DESEMPEÑA EL BANCO CENTRAL SON:

Administrador y custodio del oro y las divisas. El Banco Central centraliza las
reservas oficiales exteriores. Se encarga de la custodia de las reservas exteriores de oro y
divisas o monedas extranjeras. El concepto de divisa es más amplio que el de billete de un
banco extranjero, ya que, por ejemplo, un depósito de una empresa argentina en un banco
alemán también es una divisa.

Agente financiero del Gobierno Nacional. En tal carácter realiza cobros y pagos por
cuenta de éste. Le está prohibido expresamente conceder préstamos al Gobierno Nacional.
Sólo puede comprar títulos de tesorería a precios de mercado y con ciertas restricciones; de
esta manera se procura evitar que el Banco Central financie los déficit del presupuesto
nacional.

Banco de bancos. Los bancos pueden acudir al BCRA para corregir situaciones
transitorias de iliquidez. Estos préstamos —redescuentos y adelantos— pueden serlo sólo
por un plazo corto —no mayor de 30 días corridos— y por montos limitados. Estas
restricciones tienen su origen en un uso abusivo de las líneas de redescuento que sirvió sólo
para postergar el cierre de bancos con problemas patrimoniales importantes. Estas
limitaciones legales han recortado sobremanera el rol del Banco Central como prestamista
de última instancia ante la existencia de bancos en dificultades.

Proveedor de efectivo —billetes y monedas— de curso legal. El Banco Central es el


encargado de la emisión de los billetes y monedas que constituyen la circulación monetaria.
De acuerdo con la Ley de Convertibilidad —hoy no vigente—, el Banco Central sólo podía
emitir efectivo contra compra de divisas en el mercado cambiarlo, ya que en todo momento,
debía mantener un 100% de respaldo de la base monetaria en oro, divisas y otros activos
externos. Por otra parte, el Banco Central es el cajero del sistema bancario, esto es, los
bancos mantienen depósitos en el Banco Central que son parte de sus reservas y pueden
apelar a ellos se requieren de efectivo.

EL MERCADO MONETARIO
Al igual que, como ocurre con un mercado típico de bienes y/o servicios, para abordar el
mercado monetario es necesario analizar conjuntamente la oferta y la demanda de dinero.

La demanda de dinero

Desde el punto de vista de las economías domésticas, la demanda de dinero se entiende


dentro de la decisión general de distribuír la riqueza entre diversos activos alternativos,
tales como acciones, obligaciones, bienes de consumo duraderos, dinero, etc.

La demanda de dinero —o preferencia por la liquidéz — es la proporción de riqueza que


los agentes económicos desean mantener en forma de dinero.

FACTORES DETERMINATES DE LA DEMANDA

. Lacantidad de dinero que los individuos desean tener —es decir, la demanda de dinero —
depende fundamentalmente de tres factores:

El volúmen monetario de transacciones que el público espera realizar, que se relacionará


directamente con la renta monetaria. La demanda de transacciones incluirá una cierta
cantidad para los gastos previstos (demanda por motivos de transacción propiamente dicha)
y un fondo para los gastos imprevistos (demanda por motivos de precaución).

También una alteración en el nivel general de precios producirá una variación en la


cantidad nominal de dinero demandada. Así, pues, si una persona, para atender a los gastos
de la semana necesita 150 pesos y supongamos, se produce una duplicación de todos los
precios, así como el ingreso o renta nominal del individuo, será necesario ahora duplicar la
cantidad de dinero —aumentará la demanda de dinero — para atender a las mismas
necesidades que antes.

1. La relación entre el volumen monetario de transacciones y la demanda de dinero es


directa.

2. La tasa de interés corriente actualmente observada, que es el costo de oportunidad de


mantener dinero en lugar de activos monetarios rentables. La relación entre la tasa de
interés y la demanda de dinero es inversa.

3. La tasa de interés esperada para el futuro en relación al actualmente observado incide


también sobre la demanda de dinero. Téngase en cuenta que las expectativas de aumento
sobre las tasas de interés implican esperar pérdidas de capital para los poseedores de bonos,
y el precio de éstos está inversamente relacionado con la tasa de interés; al contrario ocurre
con las expectativas de baja de las tasas de interés. Dada esta situación, el público
especulará con las expectativas sobre las tasas de interés, y basándose en ello, determinará
la composición de sus activos financieros (demanda por motivos de especulación).

LA OFERTA DE DINERO
Tal como vimos en el apartado anterior, el banco Central es quien determina la oferta
monetaria, es decir, los saldos nominales de dinero. Si suponemos que los precios están
dados, el control de la cantidad de saldos nominales se traduce en que el Banco Central
también determina la oferta de saldos reales.

El equilibrio en el mercado del dinero se alcanza en un punto en que la cantidad demandada


de saldos reales es igual a la ofrecida.

LA POLÍTICA MONETARIA

La política monetaria se refiere a las decisiones que las autoridades monetarias toman para
alterar el equilibrio en el mercado de dinero, es decir, para modificar la cantidad de dinero
en circulación o la tasa de interés.

Las políticas monetarias que aumentan la oferta monetaria, es decir aumentan la cantidad
de dinero en circulación, se dice que son políticas monetaria expansivas y reducen la tasa
de interés. Las políticas monetarias que contraen la oferta monetaria, es decir disminuyen la
cantidad de dinero en circulación, se dice que son restrictivas elevan la tasa de interés.

Para comprender esta estrecha relación entre cantidad de dinero y lasa de interés, piénsese
lo siguiente: si un individuo o una empresa desean obtener dinero para financiar sus gastos
o inversiones pueden hacerlo pidiendo prestado; el precio que tiene que pagar es la tasa de
interés del préstamo —la tasa de interés es el costo del dinero—; como todo precio, si la
oferta monetaria aumenta, el precio o tasa de interés descenderá; esta situación se producirá
siempre que los bancos deseen prestar más dinero, ya que tendrán que bajar las tasas de
interés a fin de animar a sus clientes a pedir prestado. Por otro lado, si la oferta monetaria
se reduce, la tasa de interés se elevará, puesto que al escasear el dinero los demandantes
estarán dispuestos a pagar unas tasas de interés más elevadas por el dinero disponible.

LOS INSTRUMENTOS DE LA POLÍTICA MONETARIA

Dado que el Banco Central no puede influir directamente sobre la tasa de interés ni sobre la
cantidad de dinero, para poder controlar la oferta monetaria utiliza dos vías:
1. La base monetaria, mediante la variación de sus componentes, es decir, efectivo en
manos del público y reservas o activos de caja del sistema bancario.

2. El efectivo mínimo, con lo que se controlarían los depósitos, y por lo tanto, la oferta
monetaria, sin variar la base monetaria.

Así pues, para controlar la evolución de la oferta monetaria, el Banco Central puede recurrir
básicamente a tres instrumentos:

Los encajes legales: El encaje o efectivo mínimo es el dinero que las entidades
financieras deben mantener sin utilizar —en caja o depositado en el Banco Central—, o sea,
sin conceder créditos ni realizar otras operaciones, para poder, así, atender los derechos de
los depositantes. En la práctica es un porcentaje sobre el total de depósitos. Este porcentaje
lo decide el Banco Central y han de cumplirlo obligatoriamente todas las entidades
financieras. Si se eleva el encaje, la cantidad de dinero de que disponen estas entidades para
prestar a sus clientes disminuirá y es de esperar que se produzca una elevación de las tasas
de interés. Lo contrario ocurrirá si el Banco Central reduce dicho porcentaje.

Los redescuentos y operaciones de pase: Los redescuentos son préstamos por plazos
cortos que concede el Banco Central a las entidades bancarias para cubrir deficiencias
transitorias de caja. Las operaciones de pase consisten en la venta transitoria por parte de un
banco al Banco Central de un activo —títulos públicos, divisas, etc.— con el compromiso
de recomprarlo devolviendo entonces el dinero recibido más el interés pactado. Los bancos
utilizan el dinero recibido por estos mecanismos para cubrir sus obligaciones de efectivo
mínimo ante el Banco Central, mientras reconstituyen su liquidez por la vía de los
depósitos de su clientela.

Las operaciones de mercado abierto: Son la compra y la venta de títulos públicos por
parte del Banco Central. Si éste considera que debe aumentar la cantidad de dinero y no
cree oportuno bajar el efectivo mínimo o encaje, una posibilidad es comprar letras de
tesorería a las instituciones financieras y a los particulares. De esta forma el Banco Central
se queda con los títulos y paga su valor a sus antiguos poseedores.

LA BALANZA DE PAGOS

Concepto
La balanza de pagos es el registro de las transacciones de los residentes de un país con el
resto del mundo. Hay dos cuentas principales en la balanza de pagos: la cuenta corriente y
la cuenta capital.

Es la relación entre la cantidad de dinero que un país gasta en el extranjero y la cantidad


que ingresa de otras naciones. El concepto de balanza de pagos no sólo incluye
el comercio de bienes y servicios, sino también el movimiento de otros capitales, como la
ayuda al desarrollo, las inversiones extranjeras, los gastos militares y la amortización de
la deuda pública.
Las naciones tienen que equilibrar sus ingresos y gastos a largo plazo con el fin de
mantener una economía estable, pues, al igual que los individuos, un país no puede estar
eternamente en deuda. Una forma de corregir un déficit de balanza de pagos es mediante el
aumento de las exportaciones y la disminución de las importaciones, y para lograr
este objetivo suele ser necesario el control gubernamental. Por ejemplo, un gobierno puede
devaluar su moneda para lograr que los bienes nacionales sean más baratos fuera y de este
modo hacer que las importaciones se encarezcan
El término balanza de pagos puede también aludir al registro contable de todas las
transacciones económicas internacionales realizadas por un país en un periodo
de tiempo determinado (normalmente un año).

COMPOSICIÓN BALANZA DE PAGOS


1. Cuenta corriente

 Balanza Comercial
 Balanza de Servicios
 Balanza de Transferencias

1. Cuenta capitales

 Inversión Extranjera directa


 Inversión Extranjera Indirecta

La cuenta corriente registra el intercambio de bienes y servicio, así como las


transferencias. Los servicios son los fletes, los pagos de royalties y los pagos de intereses.
Las transferencias consisten en las remesas, las donaciones y las ayudas. Hablamos de
superávit por cuenta corriente si las exportaciones son mayores que las importaciones más
las transferencias netas a los extranjeros, es decir, si los ingresos procedentes del
comercio de bienes y servicios y de las transferencias son mayores que los pagos por estos
conceptos.
La balanza comercial registra simplemente el comercio de bienes. Si se añade el comercio
de servicios y las transferencias, llegamos a la balanza por cuenta corriente.

La cuenta de capital registra las compras y ventas de activos, como las acciones,
los bonos y la tierra. Hay un superávit por cuenta de capital, o una entrada neta de capitales,
cuando nuestros ingresos procedentes de la venta de acciones, bonos, tierra, depósitos
bancarios y otros activos, son mayores que nuestros pagos debidos a nuestras compras de
activos extranjeros.
Superávit y déficit
La regla básica para la elaboración de las cuentas de la balanza de pagos es que cualquier
transacción que dé lugar a un pago por parte de los residentes de un país es una rúbrica de
déficit. Así pues, las importaciones de automóviles, la utilización de barcos extranjeros, los
regalos a extranjeros o los depósitos en un banco en Suiza, son todas rúbricas de déficit.
Serían rúbricas de superávit, por el contrario, las ventas de aviones americanos al
extranjero, los pagos hechos por extranjeros para adquirir licencias de los EEUU con objeto
de utilizar tecnología americana, las pensiones procedentes del exterior recibidas por los
residentes de un país.
La balanza de pagos global es la suma de las cuentas corriente y de capital. Si tanto la
cuenta corriente como la de capital tiene un déficit, entonces la balanza de pagos global
también lo tiene. Cuando una cuenta tiene un superávit y la otra tiene un déficit de
exactamente la misma cuantía, el saldo de la balanza de pagos global es cero, es decir, no
hay ni superávit ni déficit. Recogemos estas relaciones en la Ecuación:
Superávit de la balanza de pagos = Superávit por cuenta corriente + superávit por cuenta de
capital.
Los pagos internacionales
Cualquier transacción que origine un pago hecho por residentes de un país a residentes en
el exterior es una rúbrica de déficit. Un déficit global de la balanza de pagos – la suma de
las cuantas corriente y capital- significa, que los pagos hechos por los residentes de dicho
país a los extranjeros son mayores que los residentes reciben de los extranjeros.
Puesto que los extranjeros quieren que se les pague en sus propias monedas, se plantea la
cuestión de la forma en que se deben hacer esos pagos.
Cuando la balanza de pagos tiene un déficit – cuando la suma de la cuantas corriente y de
capital es negativa’ los residentes tienen que pagar a los extranjeros una cantidad de
moneda extranjera mayor que la reciben, Los bancos centrales extranjeros proporcionan la
moneda extranjera necesaria para hacer pagos al exterior, la cantidad neta ofrecida es las
transacciones oficiales de reservas.
Cuando la balanza de pagos de un país tiene un superávit, los extranjeros tienen que
conseguir los dólares con los que pagarán el exceso de sus pagos a dicho país sobre sus
ingresos procedentes de las ventas al país. El dinero es proporcionado por los bancos
centrales.
La balanza de pagos y los flujos de capital.
Introduciendo el papel desempeñando por los flujos de capital en un contexto en que
suponemos que nuestro país se enfrenta a unos precios establecidos de las importaciones y
a una demanda de las exportaciones. Suponemos que el tipo de interés mundial está dado y
que entra capital en el país a una tasa que es mayor cuanto mayor es el tipo de interés
interior. Es decir, los inversores extranjeros compran un cantidad de nuestros activos que
será mayor cuanto más elevado sea el tipo de interés que nuestros activos pagan en relación
con el tipo de interés mundial. La tasa de entrada de capital o superávit de la cuanta de
capital, es una función creciente del tipo de interés. Cuando el tipo de interés es igual al
mundial, i = i, ni hay flujos de capital. Si es más elevado, habrá una entrada de capital e,
inversamente, si es más bajo, habrá una salida.
Un incremento de la renta empeora la balanza comercial, y un incremento del tipo de
interés aumenta las entradas de capital y mejora, de esta forma, la cuenta de capital. De ello
se deduce que cuando aumenta la renta, un incremento de los tipos de interés podría
mantener la balanza de pagos global en equilibrio. El déficit comercial se financiaría con
una entrada de capitales.
Esta idea es extraordinariamente importante. Los países se enfrentan frecuentemente al
siguiente dilema: la producción interior es baja y quieren aumentarla, pero la balanza de
pagos tiene dificultades y no creen estar en condiciones de soportar un déficit aún mayor. Si
aumenta el nivel de renta, las exportaciones netas disminuirán a medida que se eleva la
demanda interior, teniendo así a empeorar la balanza de pagos ‘ que es algo que el país
quiere evitar. La existencia de flujos de capital sensibles al tipo de interés sugiere que
podemos llevar a cabo una política económica interior expansiva sin incurrir
necesariamente en problemas de balanza de pagos.
Un país puede soportar un incremento de la renta interior y del gasto en importaciones
siempre que lo acompañemos de un incremento de los tipos de interés, capaz de provocar
una entrada de capital, ¿Pero cómo podemos conseguir una expansión de la renta interior al
mismo tiempo que se incrementan los tipos de interés. Utilizando la política fiscal para
incrementar la demanda agregada hasta el nivel de pleno empleo y la política monetaria
para conseguir la cantidad adecuada de flujos de capital

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