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O. Araya, PhD
Instituto de Ciencias Clínicas Veterinarias
Universidad Austral de Chile
El examen clínico de un caballo con cólico debe ser efectuado en forma rápida pero
sistemática, de tal manera de realizar el tratamiento lo antes posible.
Lamentablemente cuando se enfrenta un cuadro de cólico en un equino, en muchos
casos no se efectúa un examen adecuado, ya que se está en una situación de emergencia en que
existe un animal presentando un cuadro bastante dramático y grave, un propietario exigiendo
se haga algo rápidamente para disminuir el sufrimiento del animal y, finalmente el profesional
quien trata de solucionar el problema en la forma más rápida posible. Sin embargo, es
frecuentemente difícil hacer un diagnóstico definitivo y un importante número de casos de
cólico son simplemente clasificados como “cólico”, sin que se pueda establecer un diagnóstico
específico. Pero debido a que la sobrevivencia del animal depende de una buena
categorización referente a si el animal debiera ser tratado médicamente o es necesario una
intervención quirúrgica, es conveniente tratar siempre de establecer un diagnóstico lo mas
específico posible.
Los hallazgos al examen clínico, así como también la respuesta a un tratamiento inicial
ayudarán a decidir si el caballo necesita mayor tratamiento medicamentoso o una inmediata
cirugía.
El examen clínico está dirigido a establecer:
1) Efectivamente estamos frente a un caso de cólico o se trata de otra patología con la cual
es necesario establecer un diagnóstico diferencial; 2) Órgano afectado; 3) Tipo de afección que
está produciendo el cuadro.
1) Inspección general
- Actitud y grado de dolor
- Frecuencia de presentación de los signos de cólico.
- Manifestaciones de dolor indicados por movimientos de los miembros, la
cabeza, y actividad del animal (en movimiento o tiende a inmovilidad).
- Frecuencia de defecación y características de las fecas.
2) Sistema cardiovascular
- Frecuencia cardíaca.
- Calidad del pulso
- Frecuencia respiratoria y temperatura rectal.
- Color y características de membranas mucosas.
3) Examen del abdomen.
- Características del abdomen (distensión – tensión)
- Auscultación y Palpación externa.
- Palpación rectal.
- Abdominocentesis
- Intubación nasogástrica.
4) Perfusión periférica y deshidratación.
- Tiempo de rellene capilar.
- Hematocrito y Proteínas Plasmáticas totales.
3. Temperatura rectal:
Temperatura subnormal, puede indicar una deficiente perfusión, shock severo, toxemia
o severa exposición al frío. Es en general un signo grave.
Temperatura normal, indica que la causa del dolor abdominal es de tipo no infeccioso.
Temperatura alta, puede deberse a una actividad física exagerada o a una condición
séptica o infecciosa, tales como peritonitis y enteritis, etc.
6. Mucosas:
8. Hidratación/turgor de piel:
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En los caballos con cólico se debe auscultar por 3 a 5 minutos en ambos flancos
y a lo largo de la parte ventral del abdomen, con el objeto de establecer el estado de
motilidad y actividad intestinal.
Incremento de los ruidos intestinales se aprecian en cólico espasmódico y
enteritis. Disminución tanto de frecuencia como de intensidad puede indicar algún
grado de íleo, el que obedece a causas tales como peritonitis, transtornos electrolíticos y
obstrucción intestinal.
La ausencia de ruidos indica que existe un íleo y el pronóstico es en general,
malo.
Los ruidos en flanco izquierdo se aprecian como un gorgoteo contínuo o con
leve intermitencia y correspoden principamente al colon mayor. Al examen del flanco
derecho se puede oír el paso de líquido al o desde el ciego a través de las válvulas
íleocecal y cecocólica. Este ruido, como de cascada, es normalmente escuchado de 1 a
3 veces por minuto y está ausente en caso de obstrucción, del organo.
En los estados iniciales de íleo es posible percibir un incremento de ruidos
peristálticos. El aumento de peristalsis se produce en la porción anterior a la
obstrucción, hasta que el segmento preestenótico del intestino se llena con líquido,
momento en que la circulación y oxigenación de la porción distendida del intestino es
insuficiente. Ocurrido esto, los movimientos intestinales decrecen paulatinamente
hasta cesar completamente.
Para el examen rectal el caballo debe ser ubicado en una manga y/o se debe
aplicar un tortón, puro o mordaza para evitar injurias al examinador.
El examen debe hacerse siempre siguiendo una rutina topográfica. Para ello se
divide la cavidad en 4/4 y se inicia el examen por el cuarto superior izquierdo y luego se
sigue el sentido de los punteros del reloj, es decir, superior izquierdo, ventral izquierdo y
finalmente cuarto ventral derecho.
Las siguientes estructuras son generalmente palpadas al examen rectal: en el
lado izquierdo del abdomen se encuentra el colon ventral y dorsal, flexura pélvica a
veces levemente a la derecha de línea media, aunque ésta se encuentra a veces levemente
a la izquierda, bazo, riñón izquierdo y ligamento nefroesplénico. En la parte ventral del
abdomen se ubica la vejiga, ovarios, útero y anillo inguinales en macho. En el lado
derecho se encuentra el ciego y partes del colon menor.
Frecuentemente se palpan asas intestinales distendidas en caso de obstrucción,
las que también se encuentran en íleo y enteritis. Un intestino grueso distendido se
aprecia en impactación o debido a enterolitos; casos en los que se detectan masas
pastosas o firmes.
Addominocentésis
EXÁMENES DE LABORATORIO
Leucograma:
La neutropenia es un signo de endotoxemia o el resultado de migración de
leucocitos hacia un foco inflamatorio. La neutrofilia sugiere un problema inflamatorio
crónico que puede o no estar relacionada con el cólico. La monocitosis está asociada a
inflamación crónica.
Finalmente, es necesario recordar que los hallazgos al examen clínico y los
resultados de laboratorio deben ser comparados con nuevos exámenes, observando los
cambios que se vayan produciendo, pudiendo así obtener conclusiones de la evolución
del cuadro como también del efecto de la terapia instaurada.